Palabras de un chamán esquimal iglulik:

Palabras de un chamán esquimal iglulik:

“Deseaba convertirme en chamán con la ayuda de los demás, pero no lo
conseguí. Visité a muchos chamanes famosos y les hice grandes regalos…
Busqué la soledad y pronto me entró una profunda melancolía. A veces me
echaba a llorar y me sentía muy desgraciado, sin saber por qué. Entonces,
sin razón alguna, de repente todo cambiaba y me sentía inexplicablemente
alegre, con una alegría tan poderosa que era incapaz de contenerla, y
tenía que ponerme a cantar, una poderosa canción en la que sólo había
cabida para una palabra: ¡Alegría, alegría! Además, tenía que utilizar
toda la fuerza de mi voz. Entonces, en el seno de aquel misterioso y
abrumador ataque de alegría, me convertí en chamán, sin saber yo mismo
cómo había ocurrido. Pero era chamán. Podía ver y oír de un modo
totalmente distinto. Había adquirido mi qaumanEq, mi iluminación, la luz
chamánica del cerebro y del cuerpo, de modo tal que no sólo era capaz de
ver a través de la oscuridad de la vida, sino que la misma luz emanaba
de mí, imperceptible para los seres humanos, pero visible para todos los
espíritus de la tierra, del cielo y del mar, que se me acercaron para
convertirse en mis ayudantes espirituales”. 

Knud Rasmussen, “Intellectual Culture of the Iglulik Eskimos”. Informe
de la quinta expedición Thule 192124, vol. 7, no 1 (Copenhague,
Gyldendalske Boghandel, Nordisk Forlag, 1929); citado pür Michael Harner
en “The Way of the Shaman” (San Francisco, Harper Row, 1980).