LA MUERTE INICIÁTICA

LA MUERTE INICIÁTICA

Raimon Arola

Introducción

Los rituales iniciáticos son símbolos que rememoran particularidades de la Gran Obra. De entre los diversos símbolos que se repiten en todas las filiaciones tradicionales, cabe destacar la representación ritual de una muerte que convierte al candidato en neófito. Se trata de la muerte iniciática que enseña que el hombre deja de pertenecer a un mundo para nacer a otro. Este símbolo apunta a la salvación completa del ser humano, es decir, a la regeneración de su espíritu y de su cuerpo que a partir de la iniciación nacen por el «querer del cielo». Para buscar el sentido profundo de este símbolo no tenemos otra alternativa que acudir a los comentarios breves y discretos que nos han dejado los sabios que han conocido realmente la regeneración.

I. Las fuentes hebreas

Hemos partido de la tradición hebrea, pues gracias a su fidelidad inigualable, «nos han transmitido la luz de Dios heredada de la tierra de Egipto» (1). En el Talmud encontramos una primera referencia directa al tema; está escrito en el tratado Baba Batra y dice así:

«Nuestros maestros han enseñado: el Santo, bendito sea ha dado en este mundo una primicia del mundo por venir a tres hombres: Abraham, Isaac y Jacob […] Nuestros rabinos han enseñado: El ángel de la muerte no tiene ningún poder sobre seis seres humanos: Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, Aarón y Miriam. Respecto a los tres primeros, porque está escrito a propósito de ellos, respectivamente: “En todo”, “De todo” y “Todo” (2). Respecto a los tres últimos, porque está escrito (que ellos mueren) “Por orden (sobre la boca) del Señor” (Num. 33, 38 y Dt. 34, 5)». (3)

La exégesis hebraica es extraordinariamente sutil, desvela sin profanar. En este caso la expresión al pi, que se traduce generalmente como “por orden de”, significa literalmente “sobre” (al) y “boca” (pi). En este matiz está toda la enseñanza: el profeta muere sobre-la-boca de Dios. Como veremos a continuación, el Midrash Cantar de los Cantares Rabba, repite la enseñanza del Talmud y precisa que esta muerte sobre la boca es el beso al que hace referencia el principio del Cantar de los Cantares. El texto es el siguiente:

«Los maestros dijeron: Las vidas de éstos [los justos] serán arrebatadas con un beso. R. Azaryá dijo: Hemos visto que la vida de Aarón no fue tomada de otra manera que por medio de un beso, como está escrito (Num. 33, 38): “El sacerdote Aarón subió a la montaña de Hor por orden (al pi, ‘sobre la boca’) del Señor y allí murió”. ¿(Y respecto a) la vida de Moisés de dónde lo deducimos?, de (Dt. 34, 5): “Murió, pues, allí Moisés, servidor del Señor, por orden (al pi, ‘sobre la boca’) del Señor” ¿Y de Miriam? Porque está escrito (Num. 20, 1): “Y Miriam murió allí”; al igual que en el verso anterior, “allí” va seguido de “por orden (al pi) del Señor”, también aquí [se supone aunque no se diga], pues sería una indignidad especificarlo ¿Y del resto de los justos? Porque está escrito (Cant. 1, 2): “Que me bese con los besos de su boca”(4)».

Al morir por el beso de Dios, el espíritu del hombre sale por la boca y se une al Creador. En este sentido está escrito en el Talmud:

«Novecientas tres clases de muerte han sido creadas en el mundo, pues está dicho: “Y YHVH, nuestro Señor, da a la ‘muerte salidas’ (lemut totsot)” (Sal. 68, 21); en efecto, el valor numérico de la palabra ‘salidas’ (totsot) es novecientos tres. La más penosa de las muertes es la del garrote, la más dulce es la del beso [divino]. La del garrote es como una rama de espinas que se quisiera sacar de una bola de lana. O, según otros, como aguas que brotan ante la entrada de un canal. En cuanto al beso divino, es [una muerte tan fácil] como retirar un cabello de la superficie de la leche».(5)

En el Zohar hay diversos comentarios que explican el sentido filosófico y hermético de la muerte mediante el beso de Dios. El comentario se centra en el hecho de que mediante un beso en la boca los espíritus de dos personas se unen. En un fragmento del Zohar está escrito lo siguiente:

«(Cant. 1, 2): “Que me bese con los besos de su boca”. Esto lo dijo la Kneset Israel –es decir la Shekina–. Se pregunta: ¿Cuál es el sentido de “Que me bese”, no habría tenido que decir: “Que me ame?”, ¿Por qué “Que me bese”? Se responde: Se nos ha enseñado que el besar es la unión de un espíritu [ruah] con otro espíritu, por ello el beso es en la boca, pues la boca es el origen y la fuente del espíritu. Y por esto en el amor, el beso es en la boca y se une espíritu con espíritu, sin haber separación del uno con el otro. Y debido a esto, aquel que muere [sheiotsé neshamato: ‘que hace salir su alma’] en el beso, une su espíritu al espíritu del Santo, bendito sea y no se separa de él. Y esto es a lo que se llama beso, y por ello dice la Kneset Israel: “Que me bese con los besos de su boca”, a fin de que se una un espíritu a otro espíritu y no se separen nunca».(6)

En otro lugar del Zohar se precisa aún más la idea:

«Las palabras (Cant. 1, 2): “Que me bese con los besos de su boca” tienen la siguiente significación: El rey Salomón aspiraba a la unión del mundo superior con el mundo inferior. Y la unión de dos espíritus solo se realiza a través de un beso; cuando dos personas se besan en la boca, sus espíritus se unen hasta el punto de convertirse en uno. En el libro de R. Hamenuna el Anciano, las palabras: “Que me bese con los besos de su boca”, están aplicadas a los cuatro espíritus celestes suspendidos den las cuatro letras del Tetragrama [iod, he, vav, he]. Son los espíritus del amor, y cuando ellos se dan el beso, es cuando se expande aquí abajo la misericordia del palacio celeste denominada “Amor”. Y cuando estos cuatros espíritus no se besan, el amor que emana del palacio celeste se convierte en ira cuando llega aquí abajo. Cuando los cuatro espíritus se besan, se funden en uno solo, y este espíritu desciende sobre la tierra para llevarle el amor y vuelve enseguida al palacio celeste donde permanece».(7)

II. Los cabalistas cristianos

Los sabios renacentistas recogieron la herencia hebrea y la relacionaron con las enseñanzas cristianas. La muerte del beso de los hebreos se llamó Mors Osculi. En sus comentarios, los cabalistas cristianos se preocupaban especialmente en distinguir entre la muerte física, en la que el alma se separa completamente del cuerpo, y la muerte accidental (8) o Mors Osculi, en la cual el cuerpo se separa del alma, pero ésta puede retornar al cuerpo. Quien primero habló de dicha distinción fue Pico della Mirándola. En una de sus famosas Conclusiones afirmó lo siguiente:

«El modo por el que las almas racionales son sacrificadas a Dios por el arcángel [modo que los cabalistas no explican], no es otra cosa que la separación del alma del cuerpo, y sólo accidentalmente el cuerpo del alma, como ocurre en la muerte del beso, acerca de la cual se ha escrito, (Sal. 116, 15): “Preciosa en la presencia del Señor es la muerte de los santos”».(9)

Cornelio Agrippa desarrolla la proposición de Pico della Mirándola:

«Los sacrificios y oblaciones nos dan mucha confianza, nos hacen de la familia de Dios, y rechazan muchos males que nos amenazan. Es verdad lo que los doctores hebreos, más que todos los demás, nos confirman, al decir que porque inmolamos nuestros animales y consumimos nuestros bienes en sacrificios, los males que nos amenazan son desviados sobre estas clases de cosas; y así como el sacerdote mortal sacrifica, en este bajo mundo a Dios, las almas de los animales desprovistos de razón, por la separación del cuerpo del alma, de igual manera el arcángel Miguel, sacerdote del alto mundo, sacrifica las almas de los hombres, y ello por la separación del alma respecto al cuerpo, y no del cuerpo respecto al alma, a menos que sea por accidente, como ocurre en el furor, el rapto y el éxtasis, el sueño y estados similares del alma, y esta separación es llamada por los hebreos la muerte del beso».(10)

Y el mismo autor explica en otro lugar cuál es el origen de la contemplación de la divinidad:

«Esta mirada o visión [la de Dios] es llamada por muchos un rapto, un éxtasis o una muerte espiritual; pues se produce entonces una cierta separación del alma con el cuerpo, pero no del cuerpo con el alma. De esta muerte está dicho (Ex. 33, 20): “El hombre no puede ver a Dios y vivir”, y también (Sal. 116, 15): “Preciosa en la presencia del Señor es la muerte de los santos”. Y aún más claramente está explicada por el Apóstol diciendo (Col. 3, 3): “Estáis muertos, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”. Es necesario, pues, que aquel que quiera penetrar los secretos de la Teología profética muera de esta muerte».(11)

Giorgio de Venezia enseña como el hombre se convierte en hijo de Dios mediante la Mors Osculi con estas palabras:

«Al no ser suficiente el hecho de elevar al hombre hasta la unión con Dios, nos esforzaremos en hacerle progresar y conducirle hasta el último grado, es decir, a la transmutación del cuerpo en espíritu, y del espíritu en Dios. De los cuales ha dicho el Apóstol: “Esperamos al Salvador, nuestro Señor Jesucristo quien reformará el cuerpo de nuestra humildad conforme al cuerpo de su claridad”. En otro lugar declara cual será esta reforma, cuando dice: “Aquel que es animal está sembrado, aquel que es espiritual lo resolverá”; por otro lado, el Evangelista ha dicho: “Les ha dado el poder de ser hechos hijos de Dios, a saber, cuando los hombres son transformados en la misma imagen de Dios”. Dicha transformación se logra mediante el rapto del espíritu y éxtasis, que los hebreos llaman la muerte del beso, de la cual en el Cantar de David se dice (Sal. 116, 15): “Preciosa en la presencia del Señor es la muerte de los santos”. Porque en el rapto del espíritu, el hombre muere por este beso, del cual el sabio ha dicho en los Cantares: (1, 2): “Que me bese con los besos de su boca”. Ya que el hombre, estando en el rapto del espíritu muere al cuerpo, de manera que su vida ya no vive, y entonces no recibe ninguna ayuda ni socorro, aunque el cuerpo no haya sido destituido de la vigorosa virtud del alma, la cual en tal rapto y éxtasis apoyada sobre Dios en un cierto beso, es unida con Dios gozando con Él de una dulzura tan grande que hace olvidar todas las cosas exteriores, incluso el propio cuerpo que ella abandona viviente pero privado de sentidos y como medio muerto. Esto es lo que explica san Pablo cuando dice (Col. 3, 3): “Estáis muertos, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”, el cual recibe el alma y la une con una fe tan fuerte que el hombre vive entonces más la vida de Cristo que su propia vida. Pero esta transformación no solamente se hace por la iluminación del pensamiento sino también por el amor que une, que es un fuego divino, que se funde, que se une y que se transforma».(12)

Otros muchos sabios han repetido y renovado las enseñanzas hebreas en Europa desde los primeros cabalistas,(13) y citarlos a todos haría inacabable este pequeño resumen. Mencionaremos solamente un fragmento de E. Filaleteo, uno de los últimos cabalistas cristianos, en el que se relaciona la experiencia del beso con el sueño de Jacob,(14) el fragmento es el siguiente:

«Los peldaños de la escalera [de Jacob] representan las naturalezas medias por las que Jacob se ha unido a Dios, la naturaleza inferior unida a la superior. Respecto a los ángeles de los que se dice que suben y bajan por la escalera, su movimiento demuestra que no eran de una jerarquía superior sino de ciertas otras esencias secretas, ya que primero subían y luego bajaban. En cambio, si hubieran sido de arriba. Primero habrían bajado, lo cual es lo contrario del texto. Y aquí lector quiero ver tu conocimiento. Pero volviendo a Jacob está escrito que estaba dormido, pero esto es un discurso mítico, ya que significa la muerte, es decir esa muerte que los cabalistas llaman Mors Osculi o muerte del beso, de la que no diré ni una sílaba». (15)

III. Los alquimistas

Desde la óptica alquímica tenemos varias explicaciones sobre la experiencia de la muerte iniciática; así, por ejemplo, en el opúsculo anónimo titulado Aquarium sapientum podemos leer:

«En el horno de la tribulación y por medio de un fuego continuo, el hombre, como el cuerpo terrestre del oro, participa de la cabeza negra del cuervo, es decir, es vuelto enteramente disforme y convertido en irrisión ante el mundo. Y esto no se hace exactamente durante cuarenta días y cuarenta noches, ni siquiera en cuarenta años sino a menudo durante todo el tiempo de su vida, de suerte que, a lo largo de ella, debe necesariamente tener con más frecuencia la experiencia del dolor que la del consuelo y la alegría, y la del abatimiento que la del regocijo. Finalmente, su alma es completamente liberada por esa muerte espiritual como si fuese conducida haca las alturas, es decir, que a pesar de que su cuerpo aún está en la tierra, él se vuelve con su espíritu y su corazón hacia lo alto, hacia la vida eterna y la Patria […]. Esta separación del cuerpo y del alma del hombre debe hacerse muriendo espiritualmente. Esta disolución del cuerpo y el alma tiene lugar en el Oro regenerado de modo que el cuerpo y el alma, estando como separados el uno del otro, no por ello dejan de estar fuertemente unidos en el vaso y reunidos; el alma de lo alto va recreando cada día el cuerpo y lo preserva de la destrucción final hasta el tiempo fijado en el que permanecerán juntos e inseparables […] Es un refrigerio celeste y una recreación del cuerpo terrestre muerto en el hombre. En lo que se refiere a la muerte temporal, que es el salario del pecado, no se trata de una muerte verdadera sino de una disolución natural del cuerpo y del alma y una suerte de ligero sueño; también es una conjunción indisoluble y permanente del Espíritu de Dios y el alma: pero debes entender que hablo de los santos. Se la compara, por otro lado, a ese admirable ascenso y descenso que suele hacerse siete veces seguidas en la obra terrestre». (16)

Le Breton, en Les Clefs de la philosophie spagyrique, expone los siguientes pensamientos sobre la muerte iniciática:

«Antes de la resurrección evangélica, el gran Autor de la naturaleza purifica el cuerpo y el alma, que en la resurrección deben unirse y fijarse para siempre. Así, el Artista purifica las dos raíces del mixto, después las une y las fija inseparablemente[…] El mixto, antes de estar perfectamente purificado, expulsa todos los excrementos; y esta purificación se hace por la muerte que corrompe el misto natural. En esta muerte y corrupción, las raíces que componen la esencia del mixto donde está su magnetismo específico y que contienen su virtud vegetativa y generativa, permanecen sin ninguna lesión. El grano de trigo, una vez puesto en la tierra, expulsa por la corrupción que le sobreviene los excrementos que impedirían sus acciones; ni su potencia material prolífica, ni su forma especificativa no son destruidas en absoluto, pues de otra manera no podría germinar ni vegetar. Así, la muerte de los cuerpos mixtos es de dos clases, una absoluta y substancial y la otra accidental. La muerte absoluta es la separación esencial y la pérdida de las raíces y de la forma íntima del mixto; la accidental sólo es la separación de los excrementos conservándose las raíces puras y la forma que contiene la idea del mixto. La muerte absoluta es la corrupción total del mixto; la muerte accidental es una generación nueva de la misma especie del mixto y un medio necesario para que se convierta en perfecto».(17)

IV. La iniciación caballeresca

Finalizaremos con unos fragmentos sobre la iniciación caballeresca, por medio de los cuales podremos entrever cómo está ligada la ceremonia de iniciación y el beso. San Jerónimo hace el siguiente comentario sobre el pasaje evangélico en el que el hijo pródigo vuelve a su casa y su padre, echándosele al cuello, lo besa.

«(Comentario Lc. 15, 21: “Y lo besó”), conforme a lo que la Iglesia, en el Cantar de los Cantares, suplica acerca del advenimiento del esposo (Cant. 1, 2) “Que me bese con los besos de su boca”, no quiero que me hable por Moisés ni por los profetas; tome Él mismo mi cuerpo, Él mismo me bese en la carne. A esta sentencia podríamos acomodar lo que escribe Isaías (21, 12): “Si buscas busca y mora junto a mí en el monte”. Y en este versículo también se le manda a la Iglesia que grite desde Seir, pues Seir significa ‘velludo’ e ‘hirsuto’, para dar a entender al antiguo horror de los gentiles».(18)

Emmanuel d’Hooghvorst escribe: «Este pasaje traduce claramente la búsqueda esencial del cabalista, cuya imagen, en la poesía cortés, parece ser el caballero andante». Pues el caballero cabalista es quien grita en medio de la noche, desde Seir «con la apariencia hirsuta y salvaje de la naturaleza no desbastada; el caballero busca en su dama la gracia y la belleza que le faltan, o sea, la curación de su rudeza original.(19) La Iglesia, como el caballero, grita desde Seir, se trata del grito angustiado de la Iglesia militante, en la angustia de la búsqueda. La Iglesia, como el caballero, busca el beso atravesando la noche del mundo, busca la prueba evidente de la unión íntima con Dios.

El origen de la relación entre el beso y la iniciación caballeresca se encuentra en el siguiente comentario del Midrásh Rabbá sobre el principio del Cantar de los Cantares:

«Otra explicación sobre: “Que me bese con los besos” lo entiende como “que me arme”. Ishqueni [que me bese] quiere decir “que me arme”, porque está escrito “armados [noshqueni] con arcos, eran ambidiestros” (2Cr. 12, 2). Dijo R. Samuel ben Najmán: Se han comparado las palabras de la Torá con unas armas; tal como las armas dan consistencia a su dueño en el momento de la batalla, así las palabras de la Torá dan consistencia a quien se dedica a ellas como corresponde».(20)

¡Que quien pueda unirse al fuego celeste lo haga y viva!

Porque ahí están la salvación y la unión que no perecen.

El Mensaje Reencontrado, XXVIII, 36”.

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(1) El Mensaje Reencontrado, XVII, 65′.

(2) El autor hace referencia a un pasaje anterior.

(3) Baba Batra 17ª. Ver Maimónides, Moreh Nebukim III, 51.

(4) Midrás Cantar de los Cantares Rabbá, Estella, 1991, p. 66.

(5) Berajot 8a.

(6) Sefer haZohar, vol. II, fol. 124b.

(7) Sefer haZohar, vol. II, fol. 146b.

(8) Accidental, en tanto que no es esencial.

(9) Conclusiones mágicas y cabalísticas, Barcelona, 1982, p. 51.

(10) La Filosofía oculta, Buenos Aires, 1982, p. 391.

(11) De incertitudine et vanitate scientiarum, cap. 98.

(12) De harmonia mundi, III, 7, c. 18.

(13) Cfr. F. Secret, La kabbala cristiana del Renacimiento, Madrid, 1979; p. 60-63 y H. Greive, «La Kabbala chrétienne de Jea Pic de la Mirandole» en Cahiers de l’Hermétisme-Kabbalistes chrétiens, p. 173 y ss.

(14) Este aspecto merece nuestra atención porque abre las espectativas de la muerte iniciática a otros muchos pasajes bíblicos como el sacrificio de Isaac.

(15) Ver «Magia adámica o La antigüedad de la magia» en La Puerta, Magia, p. 14.

(16) L’Aquarium des sages, París, 1989, p. 89.

(17) Les Clefs de la philosophie spagyrique, VII, 1, aforismos 22 a 27.

(18) Cartas de San Jerónimo, Madrid, 1962, vol. II, p. 139.

(19) «Morir cuerdo y vivir loco. A propósito del Quijote de Cervantes», en La Puerta, Esoterismo en la España del siglo de oro, p. 9 y 10.

(20) Midrás Cantar de los Cantares Rabbá, op. cit. p. 66.

RENÉ GUÉNON (ABD AL-WAHID YAHIA): DE LA MUERTE INICIÁTICA

RENÉ GUÉNON (ABD AL-WAHID YAHIA): DE LA MUERTE INICIÁTICA

Otra cuestión que parece tan poco comprendida como la de las pruebas por la mayor parte de aquellos de nuestros contemporáneos que tienen la pretensión de tratar de estas cosas es la que se ha llamado la “muerte iniciática”; así, nos ha ocurrido frecuentemente encontrar, a propósito de ello, una expresión como la de “muerte ficticia”, la cual testimonia la más completa incomprensión de las realidades de este orden. Quienes así se expresan no ven evidentemente sino la exterioridad del rito, y no tienen ni idea acerca de los efectos que debe producir sobre quienes están realmente cualificados; de otro modo, se percatarían de que esta “muerte”, lejos de ser “ficticia”, es por el contrario, en un sentido, incluso más real que la muerte entendida en el sentido ordinario de la palabra, pues es evidente que el profano que muere no se transforma en iniciado por ello, y la distinción entre el orden profano (comprendiendo aquí no solamente lo que está desprovisto de carácter tradicional, sino también todo exoterismo) y el orden iniciático es, a decir verdad, la única que supera las contingencias inherentes a los estados particulares del ser y que posee, en consecuencia, un valor profundo y permanente desde el punto de vista universal. Nos contentaremos con recordar, a este respecto, que todas las tradiciones insisten sobre la diferencia esencial que existe entre los estados póstumos del ser humano según se trate de un profano o de un iniciado; si las consecuencias de la muerte, tomada en su acepción habitual, están así condicionadas por esta distinción, significa entonces que la transformación que da acceso al orden iniciático corresponde a un grado superior de realidad.

Está claro que la palabra “muerte” debe ser tomada aquí en su sentido más general, según el cual podemos decir que todo cambio de estado, sea cual sea, es a la vez una muerte y un nacimiento, según se lo considere de una parte o de otra: muerte con respecto al estado precedente, nacimiento con respecto al estado consecuente. La iniciación es generalmente descrita como un “segundo nacimiento”, lo que en efecto es; pero este “segundo nacimiento” implica necesariamente la muerte al mundo profano y lo sigue en cierto modo inmediatamente, puesto que no hay aquí, propiamente hablando, sino dos caras de un mismo cambio de estado. En cuanto al simbolismo del rito, estará naturalmente basado en la analogía existente entre todos los cambios de estado; en razón de esta analogía, la muerte y el nacimiento en sentido ordinario simbolizan la muerte y el nacimiento iniciáticos, siendo las imágenes que les son prestadas transpuestas por el rito a otro orden de realidad. Cabría indicar especialmente, a este respecto, que todo cambio de estado debe ser considerado como cumpliéndose en las tinieblas, lo que explica el simbolismo del color negro en relación a esto (1): el candidato a la iniciación debe pasar por la oscuridad completa antes de acceder a la “verdadera luz”. Es en esta fase de oscuridad donde se efectúa lo que es denominado el “descenso a los Infiernos”, del cual hemos hablado más ampliamente en otro estudio (2): es, podría decirse, como una especie de “recapitulación” de los estados precedentes, mediante el cual las posibilidades referidas al estado profano serán definitivamente agotadas, a fin de que el ser pueda desde entonces desarrollar libremente las posibilidades de orden superior que lleva en él, y cuya realización pertenece propiamente al dominio iniciático.

Por otra parte, puesto que consideraciones similares son aplicables a todo cambio de estado, y los grados posteriores y sucesivos de la iniciación corresponden naturalmente también a cambios de estado, puede decirse que aún habrá, mediante el acceso a cada uno de ellos, muerte y nacimiento, aunque el “corte”, si se nos permite la expresión, será menos claro y de importancia menos fundamental que en la primera iniciación, es decir, en el paso del orden profano al orden iniciático. Además, es evidente que los cambios sufridos por el ser en el curso de su desarrollo son realmente en multitud indefinida; los grados iniciáticos conferidos ritualmente, en cualquier forma tradicional, no pueden entonces corresponder sino a una especie de clasificación general de las principales etapas a cubrir, y cada uno de ellos puede resumir en sí mismo todo un conjunto de etapas secundarias e intermedias. Pero hay, en este proceso, un punto particularmente importante, donde el simbolismo de la muerte debe aparecer de nuevo en la forma más explícita; y esto requiere aún algunas explicaciones.

El “segundo nacimiento”, entendido como correspondiendo a la primera iniciación, es propiamente, como ya hemos dicho, lo que puede llamarse una regeneración psíquica; y es en efecto en el orden psíquico, es decir, en el orden en que se sitúan las modalidades sutiles del ser humano, donde deben efectuarse las primeras fases del desarrollo iniciático; pero éstas no constituyen un fin en sí mismas, y no son aún sino preparatorias con relación a la realización de las posibilidades de un orden más elevado, es decir, del orden espiritual en el verdadero sentido de la palabra. El punto del proceso iniciático al cual hemos aludido es aquel que indicará el paso del orden psíquico al orden espiritual; y este paso podrá ser considerado especialmente como constituyendo una “segunda muerte” y un “tercer nacimiento”(3). Es conveniente añadir que este “tercer nacimiento” será presentado más bien como una “resurrección” que como un nacimiento ordinario, pues no se trata aquí de un “comienzo” en el mismo sentido que en la primera iniciación; las posibilidades ya desarrolladas, y adquiridas de una vez por todas, deberán volver a encontrarse tras este paso, pero “transformadas”, de forma análoga a aquella en la cual el “cuerpo glorioso” o “cuerpo de resurrección” representa la “transformación” de las posibilidades humanas, más allá de las condiciones limitativas que definen al modo de existencia de la individualidad como tal.

La cuestión, reducida así a lo esencial, es en suma muy simple; lo que la complica son, como casi siempre ocurre, las confusiones que se cometen al mezclar consideraciones que en realidad se refieren a algo distinto. Es lo que se produce normalmente con el tema de la “segunda muerte”, a la cual muchos pretenden unir un significado particularmente lamentable, ya que no saben hacer ciertas distinciones esenciales entre los diversos casos donde puede ser empleada esta expresión. La “segunda muerte”, después de lo que acabamos de decir, no es sino la “muerte psíquica”; se puede considerar este hecho como susceptible de producirse, en un plano más o menos largo tras la muerte corporal, en el hombre ordinario, fuera de todo proceso iniciático; pero entonces esta “segunda muerte” no dará acceso al dominio espiritual, y el ser, saliendo del estado humano, pasará simplemente a otro estado individual de manifestación. Hay aquí una eventualidad temible para el profano, que tendrá todas las ventajas en ser mantenido en lo que hemos denominado las “prolongaciones” del estado humano, lo que por otra parte es en todas las tradiciones la principal razón de ser de los ritos funerarios. Pero ocurre de modo muy distinto para el iniciado, puesto que no realizó las posibilidades del estado humano sino para llegar a superarlas, y debe necesariamente salir de este estado, sin tener necesidad por otra parte para ello de llegar a la disolución de la apariencia corporal para pasar a los estados superiores.

Añadamos todavía, para no omitir ninguna posibilidad, que hay otro aspecto desfavorable en la “segunda muerte”, que se refiere propiamente a la “contra-iniciación”; ésta, en efecto, imita en sus fases a la verdadera iniciación, pero sus resultados son en cierto modo contrarios a ella, y, evidentemente, no puede conducir en ningún caso al dominio espiritual, puesto que no hace por el contrario sino alejar de él al ser cada vez más. Cuando el individuo que sigue esta vía llega a la “muerte psíquica” se encuentra en una situación no exactamente semejante a la del profano puro y simple, sino mucho peor, en razón del desarrollo que ha dado a las posibilidades más inferiores del orden sutil; pero no insistiremos sobre ello, y nos conformaremos con remitir a las alusiones que ya hicimos en otras ocasiones (4), pues, a decir verdad, éste es un caso que no puede presentar interés sino desde un punto de vista muy especial, y, de todas formas, no tiene absolutamente nada que ver con la verdadera iniciación. La suerte de los “magos negros”, como se dice comúnmente, no les concierne sino a ellos mismos, y sería como mínimo inútil suministrar alimento a las divagaciones más o menos fantásticas a las cuales este tema da lugar a menudo; no conviene ocuparse de éstos sino para denunciar sus daños cuando las circunstancias lo exigen, y para oponerse a ellos en la medida de lo posible; y, desgraciadamente, en una época como la nuestra, estos daños están singularmente más extendidos de lo que podrían imaginar quienes no han tenido ocasión de darse cuenta de ello directamente.

NOTAS:

(1). Esta explicación conviene igualmente a lo referente a las fases de la “Gran Obra” hermética, que, como ya hemos indicado, corresponden estrictamente a las de la iniciación.

(2). Ver L’Esotérisme de Dante.

(3). En el simbolismo masónico, esto corresponde a la iniciación al grado de Maestro.

Publicado originalmente en “Voile d´Isis”, marzo de 1934 y retomado como capítulo XXVI de Apreciaciones sobre la Iniciación, París, 1946

El mito y la cultura: la arquitectura del simbolo

EL MITO NO ES UN MITO

EN TODAS las culturas tradicionales se han generado historias de la creación de los seres humanos, los animales y el mundo, de héroes sometidos a pruebas sobrehumanas, de maestros espirituales perfectos y compasivos, de dioses falibles, de objetos mágicos y de animales fantásticos. Se trata de los mitos, relatos que ostensiblemente intentan explicar en forma metafórica y fundamentar el ámbito de los valores, prácticas, creencias o instituciones de la comunidad, así como darle sentido a los fenómenos naturales.

El análisis de los mitos y el interés por los símbolos surgió durante el romanticismo del siglo pasado y llegó a su auge en los estudios comparativos de James Frazer (1854-1941), reunidos en su célebre y monumental La rama dorada (FCE, 1994, 12ª. reimpresión). La hipótesis rectora de Frazer es la de una evolución del pensamiento humano desde un estadio primitivo en la magia, pasando por otro de mayor racionalidad en la religión para desembocar en la ciencia. Tal secuencia de progresiva racionalización del pensamiento ya no resta aceptable debido a una nueva versión surgida en buena parte del abordaje académico de los mitos y en el cual han intervenido no sólo los etnólogos, sino también historiadores de las religiones y psicólogos.

Es así que la aplicación del mito de Edipo fue para Freud una piedra angular en su teoría sobre el desarrollo temprano de la psique y del sistema terapéutico que dio origen al psicoanálisis. En esta escuela se ha destacado el parentesco entre mitos, cuentos de hadas y sueños: se afirma que los tres son lenguajes simbólicos. De esta manera para Carl Jung, el discípulo disidente de Freud, el mito es una especie de sueño de una colectividad que surge de las zonas más profundas de la mente: aquellas que concibió como un inconsciente transpersonal. Este sueño colectivo está poblado de personajes que representan aspectos organizados y diferenciados de la región oscura de la mente: los arquetipos, como la dama virginal, el héroe audaz, el viejo sabio. Para los psicoanalistas la función psicológica de los símbolos es la de profundizar en el inconsciente al vivenciarlos, ya que están plenos de sentido.

Por su parte, el etnólogo estructuralista Claude Lévi-Strauss considera que no se pueden derivar interpretaciones metafísicas a partir de los mitos recabados en culturas tradicionales. En cambio, los mitos mucho enseñan sobre las sociedades que los originan y permiten establecer ciertos modos de operación de la mente humana, ya que son constantes en el correr de los siglos o se encuentran difundidos sobre inmensos espacios. Por otro lado, el destacado historiador de las religiones, Mircea Eliade, dice que todo mito enuncia un hecho que tuvo lugar “en aquel tiempo”, es decir, en un espacio más allá del tiempo, por lo cual se instaura como un precedente y un ejemplo. El arquetipo del mito, por ejemplo el héroe o el fundador de una religión mayor, es un modelo de comportamiento destinado a ser recreado por el hombre arcaico, con lo cual le es posible dar sentido a su vida. La función profunda del mito es entonces facilitar la experiencia trascendental de tender a la unidad.

Ahora bien, según el notable mitólogo contemporáneo Joseph Campbell, los mitos perdurables, además de ser manifestaciones culturales que mucho dicen de la ideología de las culturas que los gestaron, de representar fuerzas profundas de la mente humana plasmadas en imágenes universales y de ser vehículos de trascendencia para el hombre arcaico, hablan a todos los seres humanos, a cada uno de nosotros, en un lenguaje de metáforas, parábolas y símbolos, de los grandes temas y las grandes verdades de la propia vida: la indagación sobre el sentido de la existencia, la identificación de los obstáculos en esta tarea y, en particular, de su objetivo final, que es nada menos que romper con las barreras de la propia personalidad y sumergirse en el proceso poderoso del Universo. Además, a diferencia de los sueños habituales, los mitos tienen una función controlada conscientemente: servir como un lenguaje pictórico para la comunicación de la sabiduría tradicional, y sus metáforas han sido cobijadas, buscadas y discutidas por siglos. Son declaraciones intencionadas de principios que han permanecido constantes y constituyen, en su esencia, símbolos para despertar a la mente que se presentan como paradojas que aturden la lógica, como metáforas del valor, del destino y del oscuro misterio de los seres humanos.

Según Campbell existe una unidad fundamental en los grandes mitos universales, por ejemplo los que se refieren al surgimiento de las grandes religiones. El protagonista es el “héroe de las mil caras”, el mismo personaje que se reviste de múltiples apariencias para correr sus aventuras. El héroe mitológico tiene una infancia difícil; ya adulto abandona su reino y es atraído al umbral de lo incierto. Allí encuentra una sombra, un monstruo o un demonio a quienes deberá derrotar. Tras el umbral hay un territorio extraño, y deberá pasar varias pruebas hasta llegar a la prueba suprema. Triunfa y es recompensado. En cualquier caso logra ampliar su conciencia y dar riqueza a su ser. El trabajo final es el retorno, sea como un emisario de las fuerzas telúricas o perseguido por ellas. El héroe emerge del reino de la congoja con un bien que restaura al mundo. Así, Buda, Moisés, Cristo, Mahoma o, en la tradición indígena mesoamericana, Quetzalcóatl, independientemente, o mejor aún, más allá de su lugar histórico como forjadores de religiones, son símbolos trascendentales porque su historia habla de mecanismos y fuerzas psicológicas fundamentales: aquellas que representan la gran aventura del espíritu humano.

La mayoría de los mitos nos dicen, con la irracional precisión de la parábola, que la lucha por trascender los límites biológicos, por superar la insignificancia, por hacernos perdurables, son los causantes de nuestra desgracia. Ernst Becker ha propuesto que el origen del mal en el mundo reside en la necesidad del ser humano de lograr una imagen trascendental de sí mismo y negar su naturaleza animal, en último término su decadencia y su muerte. Por esta razón, los códigos sociales para destacar logros y asegurar méritos, entre ellos el dinero, los premios, los puestos jerárquicos, se han vuelto sagrados.

Hay en los mitos una lucha entre el aspecto creativo y el destructivo en el hombre. En muchos de ellos hay, además, una polaridad personal: un yo oficial que nos parece aceptable y otro escondido y negado. La historia del doctor Jekyll y míster Hyde de Stevenson, varias veces llevada al cine, presenta esta polaridad. El lado oscuro es lo ominoso, tanto más terrible cuanto más negado, reprimido e ignorado. Llega como Moby Dick, la ballena blanca de Melville, a ser la tumba de su perseguidor.

En cambio, cuando el héroe del mito entra en el reino de las sombras, se percata de los aspectos negativos que rechaza en sí mismo y que le son tan ostensibles en los demás: la eterna historia de la paja y la viga. Es un proceso doloroso pero emancipador. El resultado de la cabal confrontación con la sombra y con la muerte es la integración de la personalidad. Marca la posibilidad de una nueva vida.

El filósofo polaco Leszek Kolakowski da en el blanco cuando afirma que los fundamentos de la conciencia mítica se enraizan en la afirmación de los valores. En este sentido no están los mitos demasiado lejos de la ciencia ya que las convicciones en las que ésta se basa son también actos de valoración. Tanto la fe como la ciencia y las artes se fundamentan en valores de la cultura, si bien, desde luego, los valores de unas y otras son diferentes. Y es en este punto, en la necesidad de cultivar toda la gama de distintos valores que proporcionan las diversas formas humanas de conocer, en donde puede basarse una nueva y más fértil aproximación del quehacer humano.

Vemos así que, para los etnólogos e historiadores más destacados en el campo de la mitología comparada, los mitos, lejos de constituir historias en lenguas muertas o meras curiosidades de culturas en extinción, proporcionan elementos profundos y poderosos para comprender la mente humana. Desde esta perspectiva, la lectura y la interpretación personal de los textos sagrados, las mitologías y aun los cuentos de hadas pueden constituir una revelación crucial para nuestra vida.

LA UNIDAD DEL MITO EN LA BIOLOGÍA HUMANA

Un curandero mixteco a quien le pregunté cómo había adquirido sus conocimientos sobre las plantas medicinales me sorprendió al responder que había sido durante el delirio de una enfermedad febril. En este estado de conciencia alterada el hombre se vio en un jardín prodigioso en cuyo centro había un árbol inmenso que en cada rama tenía una flor y una planta diferentes. Dos personajes que no podía distinguir claramente le explicaron entonces las propiedades curativas de cada una de las ramas del árbol, mismas que correspondían a plantas medicinales específicas de su entorno y que desde entonces emplea.

Años más tarde encontré una referencia del conocido historiador de las religiones, Mircea Eliade, concerniente al mito del árbol de la vida que en ocasiones se denomina, como en la Biblia, árbol del conocimiento. En algunos mitos eurasiáticos particulares el árbol de la vida, símbolo de la fuerza vital, produce en cada rama una planta distinta, todas ellas dotadas de poderes particulares que manifiestan otras tantas propiedades o aspectos de tal fuerza.

Es muy improbable, si no imposible, que el curandero mixteco, o alguno de sus antecedentes, de antemano supiera de esta singular noción, aunque podría debatirse. Sin embargo, los ejemplos de símbolos, imágenes e historias similares son harto frecuentes entre culturas vastamente distantes en el tiempo y el espacio. Como ejemplo de esto podemos citar que Idries Shah, el divulgador moderno del sufismo islámico en Occidente, ha recolectado a través de décadas cuentos de hadas similares de múltiples tradiciones y etnias, con lo cual nos enteramos, entre otros muchos paralelismos, de que hay una Cenicienta entre los indios algonquinos norteamericanos que coincide en detalle con el cuento europeo del que, además, se han recolectado más de quinientas versiones, siendo la más conocida la de Charles Perrault. La versión literaria más antigua es una versión china del siglo IX antes de Cristo.

No se trata aquí de mitos comunes de sucesos distintivos, como sería el diluvio universal, que está presente en muchas leyendas de la creación de los cinco continentes y que se puede argumentar que obedece a una reminiscencia mítica de la época de los deshielos. En los casos a los que me refiero llama la atención que se den temas formalmente idénticos entre culturas muy diversas y distantes en el espacio y el tiempo. La popular explicación de que en tiempos prehistóricos se dio un contacto estrecho de las culturas clásicas, digamos entre Mesopotamia, Egipto, India, China y Mesoamérica no es digna de crédito. Las evidencias empíricas en contra de esta idea son muchas y muy sólidas. Un contacto entre culturas no hubiera dejado solamente símbolos o mitos, sino utensilios, plantas y animales en común. Hay pocas evidencias de ese tipo de intercambios antes de Marco Polo o de Colón, aunque es posible que los vikingos hayan llegado a las costas orientales de Norteamérica y que los polinesios hayan tocado las costas occidentales de Sudamérica antes de Colón.

Lo que hay que explicar es la comunidad de símbolos sin la comunidad de artefactos. Esta disociación entre unos y otros descalifica también la posibilidad de la preservación de un tema narrativo durante la migración misma de los humanos de Asia a América, ya que aunque hay evidencias de que una leyenda como la de Gilgamesh pueda sobrevivir por siglos y los milenios, lo hace en el marco de una sociedad determinada y mediante la increiblemente efectiva tradición oral. Es difícil pensar que haya temas o símbolos que sobrevivan intactos la evolución misma de las lenguas, las culturas y las costumbres a las cuales están indisolublemente ligados.

Aquí parece conveniente analizar la explicación desarrollada por Carl Jung y sus seguidores. Se trata de la existencia de contenidos mentales innatos o generales en la especie humana. Este inconsciente colectivo, cuya exacta naturaleza Jung no definió con precisión, quizás no sea tan difícil de digerir para la ciencia moderna si recordamos que existe documentación cuidadosa de que múltiples especies animales pasan un manojo de comportamientos relativamente elaborados a sus hijos sólo a través de sus genes. Esto se ha comprobado mediante los experimentos etológicos llamados “Gaspar Hauser” , en memoria de aquel personaje del siglo XVIII que creció prácticamente aislado de sus congéneres y que fuera el tema de una conmovedora película de Werner Herzog. Por ejemplo, ciertas aves africanas rompen el cascarón de los huevos de avestruz arrojándoles pequeños guijarros con el pico. Si estas aves son criadas en total aislamiento de sus congéneres, emprenden esa elaborada conducta en cuanto se les pone un huevo de avestruz por delante, aunque jamás hayan presenciado el hecho.

Joseph Campbell trae a colación varios ejemplos de la etología, según los cuales animales adultos aislados de sus congéneres desde el nacimiento expresan pautas muy complejas de comportamiento similar sin haberlas aprendido socialmente, para postular que un tipo de herencia similar de pautas funcionales podría generar temas que se expresan en mitos y cuentos de hadas en los seres humanos. En este caso habría que invocar también la idea del lingüista Noam Chomsky sobre la existencia de una especie de gramática universal heredada sobre la cual se establece el lenguaje particular de una persona. Así como el cerebro está armado y articulado para manejar el lenguaje con reglas preestablecidas, lo estaría también para manejar símbolos y, lo que sería más notable, contenidos simbólicos particulares.

Como esos comportamientos necesariamente deben estar genéticamente codificados en la actividad de redes neuronales, y como hay evidencia de que los contenidos mentales corresponden o se correlacionan a la actividad de grupos neuronales, no parece existir una dificultad teórica insalvable para postular que haya un conjunto de símbolos y aun de temas esculpidos en nuestra genética y nuestro cerebro.

Un ejemplo de símbolo universal muy socorrido por Jung es el mandala, el arreglo de círculos concéntricos frecuente en el budismo tántrico, en cuyo centro se ubica un principio creativo, en los círculos consecutivos temas referentes a la mente o al tiempo, y en la periferia se simboliza la materia o el cuerpo. Idénticos arreglos, aunque con las esperadas diferencias culturales de contenidos, se pueden encontrar en el llamado calendario azteca, en dibujos de los indios norteamericanos, en diagramas ismaelitas y en los rosetones de las catedrales góticas. De manera similar a la idea de la gramática generativa de Chomski, tendríamos un tema subyacente que se reviste de una manifestación histórica y cultural particular.

Figura 5. Rosetón de la Catedral de Sevilla.

Ahora bien, demostrar que éste es el caso es otra cosa. Habría que proceder como hicieron los estudiosos de los gestos de la emoción humana y que corroboraron que al menos seis de ellos son universales en nuestra especie, independientemente del grado de desarrollo cultural de los sujetos y de su ubicación y aislamiento geográficos. Las caras de sorpresa, tristeza, alegría, miedo, ira o disgusto-desprecio son comunes a todos los seres humanos y las expresan desde recién nacidos, incluso aquellos que nacen ciegos y sordos. Esto es un argumento convincente para afirmar que son gestos genéticamente programados. Nadie ha realizado un estudio transcultural de la universalidad de los símbolos, y la posibilidad de llevarla a cabo se ve severamente restringida ya que el símbolo es esencialmente metafórico y su expresión necesariamente lingüística. Las evidencias psicológicas, iconográficas y mitológicas de Jung, impresionantes por su erudición, por ahora no pueden considerarse más que hipótesis, buenas hipótesis a mi juicio, lo cual es suficiente para emprender una investigación factual.

LA SERPIENTE EMPLUMADA

Una leyenda muy similar floreció en lugares y fechas dispares de la América india y en ella el héroe-dios adopta los nombres de Gucumatz entre los quichés centroamericanos, Bochica en Colombia, Pay Zumé en Brasil, Viracocha entre los quechuas de los Andes, Kukulkán entre los mayas o Quetzalcóatl para los nahuas. El héroe del mito es sabio y maestro por excelencia. Es una encarnación del dios y, a la vez, un hombre que por sus fallas asumidas y por sus méritos se convierte en dios. El héroe y dios de la civilización encarna repetidas veces en sacerdotes reyes, hombres que son poseídos por el arquetipo y con ello se convierten en hombres-dioses americanos.

Pero no sólo se trata de un héroe con variados atavíos, sino también de múltiples personalidades. Así que en la propia tradición náhuatl, Quetzalcóatl resulta una deidad complicada. Es el creador y sostén de la vida, es Ehécatl, el numen del viento, es Tlahizcalpantecuhtli, el dios de la aurora, es Yacatecuhtli, el señor de las narices, patrono de los comerciantes. Su gemelo, su alter ego animal, su nahual, es la sombría deidad llamada Xólotl. Es, en suma, un dios astral, particularmente solar, similar al que se puede detectar en múltiples civilizaciones primigenias, y que, además de ser la manifestación del astro, de ser el salvador de la humanidad, tiene un lado oscuro en relación con los muertos y la fecundidad.

La representación más general e inequívoca de Quetzalcóatl dios es la Serpiente Emplumada. La admiramos rodeando el basamento de la gran pirámide de Xochicalco, majestuosamente desenvuelta en Uxmal y Yaxchilán de la época maya clásica, en forma de inmensas columnas de piedra o aros del juego de pelota en la zona tolteca de Chi chén Itzá. Allí, en la gran pirámide de Kukulkán y en los equinoccios de primavera y otoño, se dibuja sobre la balaustrada lateral de la escalinata principal la figura de una serpiente al incidir los rayos solares en las aristas de la propia pirámide.

Figura 6. Quetzalcóatl, mural de José Clemente Orozco en Darmouth.

El mito tiene una vitalidad extraordinaria y sobrevive el cataclismo de la conquista española, para adquirir inesperadas expresiones a lo largo de la Colonia, las cuales tienen demasiadas coincidencias con el cristianismo: la gestación por una virgen, el símbolo de la cruz, el compasivo sacrificio del dios por el que surgen los seres humanos, la blanca complexión del héroe, su barba, su castidad y ascetismo, su creencia en una deidad única o la restauración de un reino de bienaventuranza. De esta manera, para la mentalidad criolla, Quetzalcóatl resultaría el propio apóstol Santo Tomás en viaje evangelizador por el Nuevo Mundo. Sus identidades centro y sudamericanas no vendrían sino a confirmar que se trata del mismo apóstol peregrino por todo el continente. ¿Qué significado puede tener un mito de esta dispersión y magnitud?

La comparación de los elementos de este mito, en particular la significativa unión del águila y la serpiente, con el de otras culturas, permite establecer analogías significativas para una lectura contemporánea. La serpiente es en todas las culturas antiguas un símbolo sexual por excelencia: el falo como elemento de placer y generación. En el mismo sentido, el concepto tántrico de kundalini designa una fuerza primigenia situada en la base de la columna y asociada a la sexualidad que se representa por una serpiente enrollada. Más allá de esto, y por su muda de piel, la serpiente es un símbolo de transformación y de fuerza: la serpiente se regenera y tiene un carácter telúrico y propiedades curativas. De ahí su representación en el bastón de Esculapio. Aún hoy día encontramos carne de serpiente para curar el cáncer entre los curanderos tradicionales mexicanos. La serpiente es también emblema del agua, está imbuida de la fuerza sagrada del abismo y, en consecuencia, conoce los secretos del inframundo. En el Libro sagrado de los muertos del antiguo Egipto todo el vientre de la Tierra es de naturaleza ofidia. Para los chinos la serpiente y el dragón son símbolos de la vida rítmica, principios de humedad y de fecundidad. De ahí que se asocie frecuentemente a mujeres, como ocurre con numerosas deidades mediterráneas que exhiben serpientes en las manos o la cabeza.

Entre los griegos el misterio de Eleusis estaba representado por un gran vaso funerario en el que el iniciado acaricia la serpiente de Deméter, madre de la tierra. El mismo motivo resurge en la mitología germánica, donde encontramos la leyenda según la cual quien logre besar a la serpiente la transformará en una bella joven. En múltiples tradiciones, entre ellas la bíblica, la serpiente encarna el principio del mal inherente a lo terreno, aludiendo con ello a los estratos más primigenios de la vida. Los gnósticos la asociaban al tronco cerebral y a la médula espinal, por lo que constituye un excelente símbolo del inconsciente.

Por su parte, la pluma está simbólicamente asociada al pájaro y a la ascensión celeste. Para los indios de América las plumas son aditamentos rituales fundamentales. Revestirse y coronarse de ellas constituye un símbolo de poder y justicia. Además, el ave más ligada a Quetzalcóatl es el águila, la cual es, universalmente, símbolo celeste y luminoso de la trascendencia y del espíritu, del día y el calor vital, de las alturas y del Sol. El poder elevarse y dominar el mundo terreno es la idea esencial del simbolismo del águila y no lo es menos su mirada penetrante y la agudeza de su visión. Es la reina de las aves y el ave de Zeus. Es Garuda, el recadero de Vishnú, enemigo y destructor de las serpientes. En el simbolismo cristiano encontramos al águila como un mensajero celeste, emblema de la ascensión y la oración, en ocasiones identificada con el propio Cristo y continuamente con los ángeles. Es el símbolo específico del apóstol Juan, cuyo Evangelio se inicia con el reconocimiento del logos y la luz. Por su coraje y valentía vemos también que el águila se asocia frecuentemente a los dioses de la guerra. En las monedas romanas aparece ya como emblema de las legiones y desde allí se multiplica en buena parte de los estandartes y escudos del mundo occidental.

Significativamente, Mircea Eliade, en su extenso estudio sobre el chamanismo, describe que los chamanes siberianos, sin duda los antecesores de los chamanes americanos, usan disfraces de pájaro o de águila y que ésta era una manifestación del Sol y del Ser Supremo. De igual manera, el notable paralelismo del ascenso a los cielos y el descenso al inframundo que ofician los chamanes siberianos nos sugiere un remoto origen chamánico del mito de Quetzalcóatl. Es así que el chamán debe enfrentar a Erlik Khan, señor del inframundo, y vencer sus obstáculos con astucia. En su camino, el chamán se encuentra con el perro o con el lobo, en quienes se puede trasmutar: un primordio de licantropía. El descenso al inframundo se repite en el mito de Orfeo y se detecta también en la mayoría de las tribus indígenas norteamericanas, en las que se agrega el objetivo del descenso: el deseo de obtener un espíritu.

La resurrección o resurgimiento cíclicos tan poderosamente cifrados en la recuperación de los huesos y en la inmolación de Quetzalcóatl-hombre y de la que surge el corazón para convertirse en el planeta Venus es un tema que se encuentra en la leyenda solar del ave fénix de origen egipcio y que se difundiera a través de Grecia entre mahometanos y cristianos como símbolo de la inmortalidad. La resurrección a partir de los huesos es un tema que se halla en las mitologías de toda Asia, en algunos relatos del Thor germánico, en el Ezequiel bíblico y se puede percibir en la leyenda de la primera “quena”, según la cual un príncipe inca, habiendo perdido a su amada, desentierra sus huesos, fabrica una flauta con su fémur y hace música con ella: primero un melancólico yaraví evocador de la muerte de la amada que se convierte en un festivo huayno, cuando su espíritu resurge resonando en el hueso. He oído decir que la misma estructura melódica del anónimo y bien conocido tema andino de El cóndor pasa evoca el tormento del indio rebelde Túpac Amaru, desmembrado en 1781 ante su pueblo, y su renacimiento como cóndor. Cabría especular si el mito de Viracocha, el equivalente peruano de Quetzalcóatl, vino a encarnar en este precursor de la lucha anticolonial.

No debemos olvidar que, además del águila, otro pájaro encarna el aspecto celeste de Quetzalcóatl, y que aún lleva su nombre: el quetzal o torgo, que es el ave heráldica de Guatemala. El quetzal ha tenido gran importancia entre los quiches y en nuestro mito constituye un excelente símbolo del vistoso disfraz con el que el yo intenta ocultar los aspectos negativos de la personalidad. Este movimiento se sitúa en las antípodas de la presencia del mellizo canino de Quetzalcóatl y que resulta también de importancia, ya que casi todas las mitologías asocian al perro con los infiernos y el inframundo, pues es el guía del hombre en la región de los muertos.

A sus aspectos más negativos, es decir, a la serpiente, Quetzalcóatl se enfrentó en cuatro estadios simbolizados en otros tantos mitemas de la leyenda. En el primero se advierte en un espejo que le procuran los emisarios de la noche o el propio Tezcatlipoca, y que le refleja una espantosa imagen de sí mismo que nunca había percibido: su aspecto efímero, instintivo, terrestre, biológico. En la segunda fase se disfraza de ave, adquiere un atavío celeste que lo hace presentable ante sí mismo y el mundo: una persona que oculta la verdadera y terrible faz. En la tercera se produce el incesto que marca la aparición de lo femenino, del ánima, con lo que emerge no sólo la sexualidad reprimida, sino el aspecto femenino de la mente. Además, el incesto es la trasgresión más violenta de la ley natural que el propio héroe se había impuesto a lo largo de una vida de sacrificio y austeridad.

La confrontación con lo más negativo, con la decadencia, la decrepitud y la muerte, es ya inevitable. Y ésta es la cuarta fase simbolizada por la peregrinación y el descenso al inframundo. El perro Xólotl es el guía en el inframundo; como lo es Hermes, quien ostenta además de pies y casco alados, el caduceo, el palo con las serpientes enroscadas; como lo es también su antecesor el dios Thoth de los egipcios, con su cabeza de ave. Perros son también el Cancerbero y otros que guardan el inframundo.

Pero sucede que la inmersión total en el abismo del cuerpo, en la reptante realidad de la muerte, es profundamente liberadora y marca la posibilidad de una nueva vida: el hombre renace en el cosmos y el dios fecunda a los nuevos seres humanos. La polaridad serpiente-águila queda entonces abolida por la fusión de los principios contrarios, coincidentia oppositorum, síntesis que inaugura un nuevo ciclo cósmico e histórico. La oposición fundamental entre el ser y el no ser que para Lévi-Strauss es la generadora de todas las antinomias de los mitos. La misma, ciertamente, que atormenta a Hamlet. Idéntico camino recorrió el padre Sergio, el ascético protagonista de la pequeña historia que con ese nombre escribió León Tolstoi y que sólo encontró la paz después de caer en la tentación carnal.

El mito en su totalidad pertenece a una categoría universal en la que se funden personajes antagónicos. Por ejemplo, en el Rig Veda, el Sol, prototipo de los dioses, recibe a veces el nombre y el atributo de la serpiente. Agni, el dios del fuego, es también un demonio. El mito de Varuna, el dios celeste que al mismo tiempo es una maligna víbora, revela también la biunidad divina, una esencia mucho más sustanciosa que lo que permite una escueta racionalidad.

La coincidentia oppositorum es la manera arcaica por la que se expresa y asimila la paradoja de la realidad divina. De allí mismo parten las tesis de Meister Eckhardt y de Nicolás de Cusa. De allí Ometéotl, la dual y suprema deidad náhuatl. Pero, además, en Quetzalcóatl queda también cifrada tanto la paradoja como la posible integración de la escindida realidad humana.

¿POR QUE ES TAN POPULAR LA ASTROLOGÍA?

En las civilizaciones clásicas, desde Babilonia hasta China o Egipto, y de Mesoamérica hasta la Grecia y el mundo islámico de los siglos de oro, los antiguos creyeron firmemente que los movimientos del Sol, la Luna y los planetas, en referencia a las constelaciones estelares, tenían influencia, incluso determinante, sobre las personas y los acontecimientos de la Tierra. Esta creencia sigue profundamente enraizada en la mente de muchas personas hoy día a pesar de que la evidencia empírica está abrumadoramente en contra de ella. A continuación resumo esta evidencia y especulo sobre la razón de la notoria y aparentemente paradójica sobrevida de la astrología.

Para empezar, no se puede entender de qué manera pueden influir sobre la Tierra y los seres humanos el Sol o los planetas en relación con las abrumadoramente distantes constelaciones estelares. No conocemos ningún tipo de energía o emanación de los planetas o las estrellas inmensamente remotas que pueda tener efectos sobre el cerebro o la conducta. Aunque los planetas y las estrellas difieren en composición física y química, lo único que nos llega de ellos es luz difractada en el primer caso y propia en el segundo. La gravitación es tan débil que sólo se deja sentir en la Tierra la de la Luna y la del Sol. Sin embargo, la influencia gravitacional que ejerce el obstetra en el momento del parto es mayor que la de un planeta, por los tamaños y las distancias de cada uno.

Los astrólogos podrían defenderse de esta crítica de dos maneras. O bien afirmando que las emanaciones de los planetas y las estrellas no han sido descubiertas por la ciencia, o bien diciendo que pertenecen a un mundo inmaterial, lo mismo que las mentes humanas. Ninguna de estas hipótesis se puede poner a prueba por el momento. Sin embargo, la mayoría de los astrólogos dirían que la teoría no importa y que la astrología funciona en la práctica. Esta afirmación tiene la ventaja de que puede ponerse a prueba, lo cual constituiría, independientemente de los modelos metafísicos, y en caso de que tuviera éxito, evidencia de su posible validez.

Por esta razón, aunque no hay ciencia sin teoría, adoptemos, para favorecer la argumentación y para abrirnos a cualquier posibilidad, una actitud escéptica y pragmática según la cual nos deshacemos de la teoría y le pedimos a una disciplina que primero presente evidencias empíricas, es decir “hechos”, para que, en caso de que se produzcan, darles significado. Esto es por demás legítimo y debemos decir que múltiples científicos y eruditos, incluso algunos de ellos simpatizantes de la astrología, como el propio Jung, han hecho cuidadosos análisis para probar las hipótesis astrológicas. Los resultados han sido tan consistentemente negativos que sorprende el hecho de que se sigan haciendo observaciones empíricas. Resumo algunos de ellos, elegidos de entre los sesenta estudios revisados por Richard A. Crowe de la Universidad de Hawai.

Los gemelos, que comparten totalmente el horóscopo, tienen destinos muy diferentes y se diferencian en su biología, personalidad y conducta no por su lugar y momento de nacimiento, que son los mismos, sino por ser idénticos o fraternales, es decir, por el grado de la similitud genética que comparten. En efecto, los gemelos idénticos u homocigotos son extraordinariamente similares aun cuando hayan sido separados desde la infancia y criados en medios totalmente distintos. Los gemelos heterocigotos pueden ser de diferente sexo y no tienen mayores similitudes entre ellos que las que hay entre dos hermanos de diferente parto. Según la astrología no debería haber mucho mayores diferencias entre unos y otros.

Por otra parte, las fases de la Luna, el objeto sideral más próximo y el de mayores efectos gravitacionales sobre la Tierra, no parecen tener relación con la biología en el planeta. Es así que las fases de la Luna tienen un ciclo de 29.5 días en tanto que los ciclos menstruales de las mujeres, supuestamente asociados a las fases lunares, son de 28 días en promedio, una cercanía que no coincide con la precisión que debiera si los fenómenos estuvieran verdaderamente correlacionados, aparte de que los ciclos de muchos otros mamíferos van desde 11 días en la vaca, hasta 37 en la chimpancé. Tampoco se ha documentado en múltiples estudios cautelosos la antigua idea de que las fases lunares tengan relación con la aparición o agravamiento de los trastornos psiquiátricos, lo cual supuestamente originó la voz lunático.

Por otro lado se ha hecho gran número de análisis estadísticos. Menciono sólo algunos de los más llamativos. Las predicciones de 240 temblores de tierra hechas por 27 astrólogos reconocidos fueron menores que el azar. La predicción de eventos específicos no ha sido mejor. Dos investigadores norteamericanos revisaron más de 3 000 predicciones a lo largo de cinco años y encontraron que sólo 11% habían resultado correctas, porcentaje menor que el azar. Gran parte de las predicciones fueron tan erróneas como afirmar que John F. Kennedy sería reelecto y no asesinado.

Por otro lado, según la astrología, los individuos nacidos bajo el mismo signo deberían compartir algunas características de vida y personalidad. Esto es notoriamente falso. El análisis de la fecha de nacimiento de 16 000 hombres de ciencia y de 7 000 políticos no los diferenció de la población en general. Lo mismo sucede con las personas divorciadas en comparación con las casadas. En pruebas de cuestionario no hay correlación significativa entre el signo solar y atributos de personalidad, creencias, clase social o apariencia. Ni siquiera los rasgos de personalidad más fácilmente mesurables, como la extroversión o introversión tienen relación alguna con las fechas de nacimiento en un análisis de más de 2 000 adultos.

Los partidarios de la astrología afirman que es necesario conocer todo el horóscopo y no sólo el signo solar para hacer predicciones válidas. Esto tampoco funciona y existen evidencias contundentes de que los astrólogos no tienen habilidad para interpretar la personalidad a partir de los horóscopos. Por ejemplo, en un cuidadoso experimento, a 30 astrólogos escogidos por sus colegas como los mejores, se les entregaron 116 cartas astrológicas. Para cada una de ellas se les dieron tres descripciones de sujetos de diferente personalidad (uno de ellos el verdadero), y se les pidió que determinaran cuál de los tres correspondía a la carta. En total los astrólogos acertaron en una de cada tres predicciones, exactamente como lo haría cualquier persona al azar. Michel Gauquelin, de Francia, ha pasado parte de su vida profesional estudiando correlaciones entre los signos zodiacales y la personalidad. Ha pasado ya de los 100 000 sujetos estudiados y los resultados son uniformemente negativos. Sólo ha obtenido un efecto débilmente positivo, una mínima pero significativa asociación entre Marte en cierta posición y sujetos campeones de deportes, pero esto no ha sido corroborado en otros estudios.

Con esta evidencia, y mucha más que no es necesario resumir ahora, pero que cualquier persona inquisitiva puede corroborar, parece difícil explicar la popularidad de la astrología excepto si aceptamos, como concluye Crowe, que se tiene una muy equivocada concepción de la ciencia y que subsisten residuos de supersticiones antiguas. Yo estaría sólo parcialmente de acuerdo con esta conclusión.

Elaborando sobre las ideas de Carl Jung podría decir que por su naturaleza decididamente simbólica, la astrología tiene un fuerte atractivo para la mente humana. En efecto, el Sol, la Luna, los planetas y las constelaciones, así como las relaciones entre ellos y entre los objetos del mundo, constituyen símbolos profundos cuyo valor metafórico está expresado en representaciones poderosamente significativas que han producido múltiples culturas a lo largo de la historia. La mente humana tiende a identificarse con esas representaciones y sus contenidos, y esto puede ser valioso para la introspección y el análisis, como lo demuestra, por ejemplo, la maravillosa cultura del barroco. Una interpretación particularmente atractiva de la astrología y que fue la que predominó desde el Renacimiento hasta el barroco es la idea de que el ser humano es un microcosmos y el universo estelar un macrocosmos, y que ambos están unidos por un flujo de simpatía. Esto inserta al hombre y a su conciencia en el cosmos de una forma que es intuitivamente satisfactoria y que produjo grandes obras de filosofía y arte a lo largo de siglos. Además, los símbolos astrológicos constituyen un área legítima de estudio dentro de una psicología simbolista, como la han cultivado sistemáticamente diversos investigadores de mitologías y religiones.

La ciencia nos dice que el error lo constituye el hecho de “externalizar” esta propiedad y estos símbolos y atribuirlos de manera concreta y literal al mundo y al cosmos. A su vez, el error en el que suele incurrir la ciencia, o mejor dicho el cientificismo, es ignorar o descartar el valor simbólico de las metáforas astrológicas por el hecho de que la astrología carece de fundamentos teóricos y de evidencias empíricas que la avalen.

EL PALACIO DE LOS SUEÑOS

Primer acto (año de 1260). El emperador Kublai Kan de China (1215-1294) establece su residencia en Shang-tu al sudeste de Mongolia. Lo acompaña un grupo inverosímil de tres mercaderes venecianos, el más joven de los cuales es un muchacho de nombre Marco Polo, destinado a trascender como el más famoso viajero de Europa. Marco Polo debió establecer muy buenas relaciones con el emperador para que éste le enviara de regreso a Europa como su emisario ante el papa, al que habría de llevar regalos y, curiosamente, solicitarle algo del aceite de la lámpara que arde en el Santo Sepulcro de Jerusalén. Diez años después Marco Polo regresa a China, le presenta a Kublai Kan el aceite sagrado y permanece bajo su protección por 17 años. Ante la próxima muerte del emperador y la consecutiva incertidumbre, Marco Polo regresa a Venecia hacia 1291, es encerrado por los genoveses en una celda con un escritor de romances y cuentos de caballerías, un tal Rusticello. La asociación de esos hombres es afortunada: Marco le dicta a Rusticello sus memorias, las que, después de unos meses de ver la luz, son copiadas por docenas de escribanos que con frecuencia agregan de su cosecha o restan partes. La historia, o mejor dicho la leyenda del viaje de Marco Polo se disemina por Italia y Kublai Kan empieza a surgir como una especie de rey Arturo de China.

La figura de Kublai Kan y su palacio de verano vendrían a inflamar la imaginación de muchos rincones de Europa. Un ejemplo de trascendencia: sabemos que el manuscrito llegaría, a la larga, a las manos de otro aventurero italiano, quien al leerlo vislumbró llegar hasta Asia dirigiéndose hacia el poniente en vez de al oriente. Su nombre era Cristóbal Colón.

Segundo acto (1797). El gran poeta del romanticismo inglés, Samuel Taylor Coleridge (1772-1834), escribe uno de los poemas más impresionantes de su lengua: Kubla Khan. El poema, de lenguaje exquisito y embriagador, es corto y extraño como un sueño intensamente vívido. El tema es totalmente ajeno a la experiencia cotidiana: un paraíso que Kubla (sic) Khan pretende cristalizar con la edificación de un domo magnífico es transformado por las fuerzas telúricas de la tierra y deviene una nueva creación con elementos terrenales y celestiales, humanos y naturales, creación que el poeta recobra a través del éxtasis de su arte. El profundo simbolismo de las imágenes de Coleridge es asombroso. Al principio del poema un río sagrado y subterráneo —¿el río de la vida?— corre bajo el domo, pero sobreviene una catástrofe, una erupción que lo descubre y el Khan oye voces antiguas que amenazan con la guerra. A pesar de ellas se produce un milagro y emerge del caos un domo solar suspendido en el aire sobre profundas cuevas de hielo. Una musa recobra esta visión para el poeta en un sueño con un canto y todos los que lo escuchan perciben la armonía de los números y el cosmos. Al fin, un hombre de ojos relucientes y cabellera al viento, una combinación del poeta en éxtasis y Apolo tañendo su lira, se embriaga con la leche del paraíso, que no es otra que el alimento del genio.

Tan misterioso como el propio poema es el escrito en el que Coleridge detalla las extraordinarias circunstancias de su composición. Indispuesto por un malestar, el poeta se administra un anodino, es decir, un narcótico analgésico que con toda seguridad corresponde al opio, al que Coleridge recurría con frecuencia. Bajo su efecto el poeta lee el pasaje de un libro que describe la construcción de un palacio por órdenes de Kublai Kan. El palacio constituye un mundo de placeres al que se llevaron los más bellos animales y las plantas más delicadas, un palacio que, además, podría transportarse de un lugar a otro (quizás para no olvidar los orígenes nómadas del propio emperador). Ahora bien, en una especie de ensueño o de trance subsecuente a la lectura, Coleridge compone un poema de no menos de 300 versos, si acaso se puede llamar “componer” a la visión de imágenes asociadas a sus correspondientes expresiones. Al despertar tomó pluma y papel para escribir el poema pero una distracción hizo que olvidara la mayor parte. El resultado es lo que Coleridge llamó “el fragmento de una visión”.

Tercer acto (1952). Jorge Luis Borges publica en Otras inquisiciones un corto ensayo intitulado El sueño de Coleridge, en el que refiere las peculiares circunstancias oníricas en las que fue escrito el poema Kubla Khan, que difícilmente pueden sorprender a Borges, quien recuerda que un sueño le dio el argumento de El doctor Jekyll y Mr. Hyde a Robert Louis Stevenson. Lo que sí lo sorprende es el hecho de que 20 años después de publicado y 40 después de compuesto Kubla Khan, apareciera la primera versión occidental de una historia del mundo compilada por un tal Rashid ad-Din en el siglo XIV y en la que se lee que Kublai Kan erigió un palacio según un plano ¡que había visto en un sueño!

Para quienes, con razón, duden de la autenticidad de la cita, ya que Borges suele inventar referencias verosímiles, diremos que, efectivamente, la historia universal de Rashid ad-Din (1247-1318), judío converso al Islam, se considera una de las grandes historias de su tiempo, ya que el autor usó fuentes confiables para exponer el mundo contemporáneo de la China, la India y la Europa medieval.

De esta forma parecería muy probable que el emperador mongol haya soñado y edificado un palacio y que, 500 años más tarde, el poeta inglés haya soñado y escrito un poema sobre el palacio. Comparadas con semejante simetría, nada son para Borges las levitaciones, resurrecciones y apariciones de los libros piadosos. Pero ¿cuál es la explicación de esta simetría? El enfoque racional diría que se trata de una coincidencia como las formas que dibujan las nubes; el irracional, que el alma del emperador penetró en la del poeta para que éste reconstruyera el palacio en palabras, que duran más que los edificios. Ninguna de las dos satisface al argentino. Le parece, en cambio, que la similitud deja entrever un plan en desarrollo: un arquetipo ingresa paulatinamente en el mundo; alguien, dentro de siglos, soñará el palacio y le dará, tal vez, forma de música.

Colofón (1991). Un nuevo bucle intriga esta ardua y dispersa historia de palacios, sueños, arquetipos y narcóticos: la figura del Viejo de la Montaña, un jeque del siglo XII que comandaba un grupo de bandoleros en una región de Siria y que en premio les llevaba a un palacio paradisiaco donde les ofrecía los mayores placeres. El hashish, un preparado resinoso de la mariguana, era prodigado en abundancia y bajo sus efectos el jeque persuadía a sus adeptos a que realizaran los más variados crímenes. Por ello se nombraba a esta secta hashishins, voz que, se dice, dio origen a la palabra “asesino”. Tenemos aquí el elemento central de nuestra recurrente historia milenaria: un palacio paradisiaco envuelto en el vapor del sueño farmacológico. Pero hay una sincronía aún más curiosa: el nombre del Viejo de la Montaña era… ¡Rashid ad-Din., un homónimo del autor de la historia que impresionó a Borges.

LETANÍA HERBOLARIA

La clasificación de los objetos del mundo es uno de los primeros pasos en la formación de una disciplina científica. Estas clasificaciones no surgen de la nada, sino que históricamente se han apoyado en conocimientos y taxonomías empíricos. Los agricultores tienen un extenso saber sobre las plantas, los suelos, los climas o los animales de su entorno, el cual se manifiesta en las palabras que forjan para designarlos. Los nombres adjudicados a los objetos en las sociedades tradicionales implican una taxonomía básica que ha sido usada por la ciencia en varios sentidos, además son guías para sus propias clasificaciones.

En efecto, los nombres implican propiedades, conocimientos empíricos y emanan de cierta visión del mundo, la cual tiene elementos similares entre culturas distantes en el espacio y en el tiempo. Así, los nombres que se han referido a los animales y las plantas en las sociedades tradicionales usualmente agrícolas suelen estar llenos de sentido y de metáfora, de utilidad y humor. Voy a seleccionar algunas denominaciones populares de plantas medicinales mexicanas para ilustrar este tipo de información que constituye un punto de partida esencial para la interdisciplina que estudia los usos humanos de las plantas, la etuobotánica. Incluyo fundamentalmente términos en castellano, con lo cual quedan fuera casi todas las denominaciones de etimología indígena —fundamentalmente náhuatl— y que requerirían una investigación etimológica.

Las plantas medicinales están dotadas de fuerza, es decir, de capacidades curativas y, por ello, sus nombres implican un principio energético. Para sugerirnos la recia vitalidad de la planta están la inmortal, la raíz de la fuerza o la yerba de la vida. Por tales poderes la planta es objeto de reverencia y se le confiere autoridad (hoja madre, madre chontal, hoja santa, yerba-maestra, gobernadora de Puebla). La fuerza curativa de las plantas muy apreciadas aparece ocasionalmente con términos de panacea (maravilla, prodigiosa, sanalotodo, quitapesar). Las plantas curativas están ligadas a veces a los mitos y los astros (centaura menor).

Con frecuencia la propiedad curativa específica está claramente indicada (palo de muela, yerba de la ventosidad, mata-dolor, adormidera, yerba del pasmo, yerba del espanto). Si la planta contiene savia roja y, por ello, se usa para restituir la sangre se puede llamar llorasangre, sangre de dragón, sangre de toro o sanguinaria. El cundeamor se emplea, desde luego, como un afrodisiaco. Hay hierbas de las que hay que cuidarse porque son venenosas (tullidora, matanene, matasano), tóxicas (mala mujer, mal hombre, revientacabra), porque enloquecen (tornaloco, yerba del diablo) o sencillamente porque pican, raspan y molestan (hierba mordaz, rasca viejo, raspa viejo, hincha huevos). Contra ellas o los venenos de ciertos animales están las plantas que se usan como antídotos (contrayerba, yerba del sapo). Algunas denominaciones nos previenen contra la confusión de una planta por otra (falsa damiana, falsa Jalapa de Querétaro).

Las plantas mágicas y sagradas con efectos psicotrópicos que son usadas como sacramentos o para adivinar tienen nombres esotéricos que muchas veces sugieren la presencia de una esencia que “habla” a través de quien la consume. Teonanacatl es el nombre náhuatl de los hongos alucinógenos y se puede traducir como “la carne del dios”. En este sentido el consumo del hongo es una comunión. El nombre del cacto alucinógeno peyote quiere decir “el resplandeciente”, y el de las semillas de la Virgen es Ololiuhqui, en náhuatl, “la culebra verde”. Las referencias religiosas de las plantas psicotrópicas incluyen a personajes de la mitología cristiana. Así, encontramos referencias a la Virgen María también en la hoja de María y en la hoja de la pastora, que designa tanto a una salvia que se usa como adivinatorio entre los mazatecos, como a la damiana, un reputado afrodisiaco de Baja California y que fue probablemente denominado así en honor a San Damián, uno de los santos patronos de la medicina. Dentro del mismo contexto de santos y alucinógenos, San Isidro es el nombre con el que los mazatecos denominan a uno de sus hongos visionarios.

Muchas otras plantas se distinguen por sus llamativas características, sean visuales, como el palo mulato, el peine de mico, el peine de arriero, el ala de ángel, la suelda con suelda, el árbol de las tetas, la flor izquierda, el papalote, la flor de fuego, la flor de manita, la flor de camarón, la lluvia de oro; por sus propiedades gustativas, como la carne doncella o el amargoso; u olfativas, como el aromo y la hediondilla.

En algunas ocasiones los términos identifican características fisiólogicas de la planta (volador, raíz de liga, aceitilla, girasol); en otras los términos nos dicen algo del terreno donde se encuentra, como la flor de tierra adentro, el abrojo de tierra caliente o el derrumbe; o bien, la época o la hora en que se dan (flor de Pascua, flor de San Juan, galán de noche). Encontramos también palabras que identifican otros usos, aparte del medicinal, como la flor de muerto, la aguja del pastor, la yerba de la flecha o la flor que pinta; asociaciones con animales (yerba de las gallinitas, camote de culebra, yerba de la golondrina) y con otras plantas (madre del cacao).

Figura 7. El toloache (Datura stramonium), dibujo de José María Velasco.

Finalmente, hay algunas denominaciones francamente surrealistas como raíz del manso, yerba de los avaros, castilla elástica, flor del secreto, doncellita, alhelí disciplinado, yerba del vidrio, pucheros de monja, palabras de mujer o amor seco y que, además de su poético sabor, podrían servir para provocar asociaciones libres de interés psicoanalítico. Sin embargo, como suele suceder con las denominaciones empíricas, es muy probable que estos términos impliquen también características y asociaciones significativas que ignoramos. Por ejemplo, el espantavaqueros es una enredadera del desierto que, al secarse, forma una esfera grande y ligera que es arrastrada por el viento de tal forma que puede sorprender al caballo de algún vaquero y hacer que el jinete caiga al suelo. En algunos casos queda lejanamente implicado el efecto farmacológico. Recordemos que el nombre de belladona fue adjudicado en Italia a una solanácea que dilata las pupilas, por lo que fue usada por las mujeres medievales como cosmético. Hoy sabemos que la planta contiene atropina, un alcaloide que produce dilatación pupilar, característica particularmente atractiva, ya que la pupila se dilata al ver algo que agrada a la persona. Así, una mujer que mira a un hombre con las pupilas dilatadas lo cautiva porque le envía el mensaje de que le gusta.

LECTURAS

Campbell, J. (1974), The mythic image, Princeton University Press, Bollingen Series, Nueva Jersey.

Crowe, R. A. (1990), “Astrology and the scientific method”, Psychological Reports 67 pp. 163-191.

Díaz, J. L. (1976), Índice y sinonimia de las plantas medicinales de México, Instituto Mexicano para el Estudio de las Plantas Medicinales, México.

Jung, C., editor (1964), Man and his symbols, Doubleday, Nueva York.

Kolakowski, L. (1972/1990), La presencia del mito, Cátedra, Madrid.

Lafaye, J. (1985), Quetzalcóatl y Guadalupe, FCE, México.

León-Portilla, M. (1974), La filosofia náhuatl, Universidad Nacional Autónoma de México, México.

Lévi-Strauss, C. (1962/1975), El pensamiento salvaje, FCE, Breviarios, México.

Sejourné, L. (1962), El universo de Quetzalcóatl, FCE, México.

El temor en el camino de Dante héroe

El temor en el camino de Dante héroe

Verónica A. Ruscio

No teman a los que sólo pueden matar el cuerpo, pero no el alma; teman más bien al que puede echar el alma y el cuerpo al infierno.

(Mateo 10:28)

Todos quedaron atónitos y alabaron a Dios.  El temor de Dios estaba en todos, pues decían: «Hoy hemos visto cosas increíbles».

(Lucas 5:26)

Introducción

El Dante que recorre los vericuetos de los Tres Reinos es uno de los muchos tipos de héroes que existen. No es galán, no tiene un equipo con espada y caballo, no tiene magia que lo socorra pero, sin embargo, es un héroe. 

En síntesis, la Divina Comedia habla de un personaje central, Dante, que realiza un largo camino de aventuras, algunas acerbas, otras gozosas. Pero éstas no pueden emprenderse sin un guía, que conduce al héroe por tierras desconocidas y es su apoyo físico y psicológico. En el primer tramo del viaje —Infierno y Purgatorio— ese guía-padre-maestro será Virgilio y más allá en el Paraíso lo guiará Beatrice, su amada.[1]

Es evidente que además de las peripecias superficiales, Dante Alighieri es el constructor de una alegoría de profundos contenidos filosóficos y religiosos, además del poético. Dice Papini:

Muy corto de vista resultaría quien sólo viera en la Commedia un peregrinaje entre los pueblos de las sombras. […] Quien bien estudia, por tanto, los significados y los caracteres de la trilogía dantesca, advierte que la triple división del universo transepulcral es aplicable, en varias formas, al destino de los vivientes.[2]

Sean cuales fueren sus significados (aún hoy la crítica difiere), nos concentraremos más en la figura de Dante agens que en la de los Tres Reinos. 

Dante personaje sufre una evolución a través de su paseo por el  Infierno, el Purgatorio y el Paraíso.  Esta evolución no es otra cosa que las huellas de lo visto que lo hacen madurar.  Dante no será el mismo después de haberse encontrado con los perversos del Infierno, los esperanzados del Purgatorio y los caritativos del Paraíso. El viaje, la peregrinatio, lo afecta en lo más hondo de su ser y es así que madura, que crece en razón y fe, y aprende.

No es fácil el camino que le tocó pero no está solo. Virgilio, su padre, su maestro, su guía, lo ayudará a superar sus propias limitaciones. Virgilio será quien lo escolte, quien lo anime, quien lo reprenda. La Poesía o Justa Razón lo guiará hasta donde sea posible, hasta que llegue la amada, Beatrice, en nombre del Amor o la Teología.[3] 

En esta maduración, Dante aprende a despojarse de sus ataduras carnales, trata de desprenderse de todas sus debilidades y defectos. Cada uno de los reinos lo pone a prueba y provoca en él un sentimiento, que, al final, aprende a controlar. En el Infierno entra un Dante débil, temeroso, perdido; llega al Purgatorio un Dante más firme y decidido, ya sin temor, y alcanza el Paraíso un hombre pacífico, prudente y deseoso de Dios muy distinto del que había comenzado la travesía.

Dante es ejemplo del héroe maduro. El Dante que da comienzo a la aventura no es un niño o joven que debe dar un paso hacia la hombría; se trata de un hombre maduro que tiene que emprender un viaje para lograr su salvación. Como todo héroe tiene una iniciación y debe atravesar una serie de pruebas. Según mi esquema de las pruebas del héroe maduro,[4] Dante cumple con el destierro, la pobreza, el equipo, la fiera y, finalmente, la renuncia. Todas, excepto la renuncia, se dan en el Infierno y se refuerzan o repiten en el Purgatorio.

Como ya hemos señalado, Dante va madurando a lo largo del viaje. La visión de tales prodigios lo desborda en muchas ocasiones y lo afecta tanto en el tiempo del enunciado como en el tiempo de la enunciación. En el primero, experimenta tres grandes sentimientos: temor, piedad, asombro; en el segundo, sólo uno: la sensación de inefabilidad. En el comienzo del viaje, su alma está confundida. Oscila entre el temor del reino de las sombras, la piedad por algunos condenados y el desprecio por otros. En el Purgatorio ya se ha transformado en un hombre sereno, discreto y prudente que no cuestiona los castigos de Dios y, en el Paraíso, su amada Beatrice lo conduce a lo más alto que puede llegar un hombre, la visión beatífica.

El Infierno, el primero de los reinos y la primera de las pruebas, se abre a Dante como un lugar tenebroso del que nadie puede escapar. Es un sitio oscuro, de sufrimiento y dolor. Allí Dante inicia la aventura dispuesto a enfrentarse a lo desconocido pero, para pasar las pruebas más difíciles, debe aprender a controlar su temor.

Las pruebas

Es necesario, antes de avanzar en el tema que nos interesa, aclarar cuáles consideramos las pruebas que supera Dante en su camino.

La primera de todas es el destierro. Éste, alegórico, aparece en el paso del mundo conocido (vigilia) al mundo desconocido (sueño). Dante es un desterrado de su mundo y debe alcanzar el máximo punto de sus habilidades y virtudes para poder regresar. La pobreza, segunda prueba, está unida al destierro desde el momento en que en el mundo desconocido —pasado ya el umbral de la aventura— Dante no cuenta con nada (ni objeto ni poder) para defenderse. Su pobreza es total.

La tercera prueba, el equipo, no se trata, entonces, de objetos materiales de que es provisto Dante. Su equipo no son espadas ni caballos; es, en cambio, un equipo más bien espiritual: virtudes. La adquisición de éstas es el equipo que necesita para lograr la visión beatífica. Entre ellas contamos con las cuatro virtudes cardinales: fortaleza, justicia, templanza y prudencia.

La cuarta prueba es la fiera. El héroe siempre se enfrenta a una fiera que puede ser un animal salvaje, un animal mitológico o una mujer malvada o indomable. En el caso de Dante, los personajes mitológicos o paganos que aparecen en el Infierno son las fieras con las que debe luchar, pero su lucha no es cuerpo a cuerpo sino más bien interna. Es el temor a lo horroroso lo que debe vencer. Dante aprende a controlar su miedo con Minos, Gerión, los diablos.

La última prueba es la renuncia. Dante renuncia para siempre al pecado para llegar al Paraíso después de la muerte. Renuncia a la mala senda.

El temor: vocabulario y concepto

Es en el Infierno donde más teme Dante. Contadas ocasiones figuran en el Purgatorio y ninguna en el Paraíso. El temor es lo primero que debe superar en su maduración. Teme por primera vez cuando se pierde en la selva oscura. Aquí nos encontramos con la primera prueba del héroe: el destierro. El héroe lejos de su tierra o, mejor, en tierras desconocidas, debe cumplir con una misión y regresar ileso. Dante sueña que se pierde en una selva salvaje, áspera y fuerte y teme.

Ah quanto a dir qual era è cosa dura

esta selva selvaggia e aspra e forte

che nel pensier rinnova la paura! (Inf., I, 4-6)

Este primer temor se renovará más aún en los oscuros caminos de las almas perdidas.

Paura es el término referido al temor más repetido a lo largo de la Commedia. A continuación incluiremos una lista de los términos o vocabulario del temor usados en la obra:

Términos utilizados

Significado[5]

Paura

«intenso turbamento misto a preoccupazione e inquietudine per qualcosa di reale o di immaginario che è, o sembra, atto a produrre gravi danni o a costituire un pericolo.»

Viltate/viltá

«L’essere vile: che fugge dinanzi al pericolo, che ha paura. Che è dettato dalla paura.»

Derivados del verbo temere (tema, temer, temendo, teme, temuta, temetti):

« Provare una sensazione di timore o turbamento aspettando che avvenga qualcosa di spiacevole o che si vorrebbe evitare.»

Spavento

«Intenso e improvviso timore dovuto alla presenza, alla sensazione o all’eventualitá di un avvenimento pericoloso o dannoso. Paura, sgomento.»

Paventare/ paventi/pavento

«Temere. Aver paura.  Adombrarsi, spaventarsi, detto specialmente di animali.»

Sospetto

«Timore, presentimento.»

Riprezzo

Escalofrío.

Orror

«Violenta sensazione di ribrezzo, ripugnanza o raccapriccio. Timore profondo»

Dibattire i denti

Castañetear los dientes.

Raccapricciare/raccapriccia

«Provare gran turbamento provocato da orrore o paura.»

Tremare/triema

«Essere scosso da una serie di contrazioni muscolari involontarie, dovute a cause fisiche o psichiche.»

Timida

«Che si spaventa o si scoraggia facilmente.»

Maggior cura

Mayor cuidado, sospecha.

Paura es el término que engloba a todos los demás.

La paura es el grado máximo del simple timore porque está acompañada de evidencias físicas como la palidez, el sobresalto, el temblor, la transpiración excesiva y fría, debilidad en las piernas y hasta desmayos.[6] En el Infierno, los signos mencionados se encuentran tanto en los condenados como en el propio Dante. Este Reino es la representación vívida de la famosa profecía del Evangelio: «habrá llanto y rechinar de dientes»,[7] porque los condenados temen castigos aún mayores que los que sufren y Dante teme sufrirlos antes de morir.

El sufrimiento de los condenados conmueve a Dante. Podría decirse que el espectáculo que se le muestra está destinado a su catarsis. Como en el antiguo teatro griego, el fin del espectáculo es conmover y prevenir al espectador que no es otro que Dante.

Detrás del temor

¿A qué le teme Dante? El primer temor, que aparece alegóricamente como una selva oscura, esconde el miedo de hallarse perdido en el mal camino sin posibilidades de volver a la recta vía, de morir tanto en pecado como por el pecado.

Los otros temores de Dante se exteriorizan frente a las criaturas infernales. Aquí encontramos otra prueba del héroe. La onza, el león y la loba son las primeras tres fieras a las que hace frente pero no las vence inmediatamente, todo el camino hasta la visión beatífica son parte de esa lucha. Las otras fieras son los personajes paganos o mitológicos intercalados en el Infierno. Tanto las primeras como las segundas simbolizan el mal. El temor es parte de la inseguridad que siente Dante frente al mal. El hombre bueno o perfecto, aquel que llega al Paraíso, no duda, siempre sabe que el bien es la única salida. En cambio, el hombre pecador y perdido duda.

Momentos del temor

Lo visto en los Tres Reinos es tan asombroso y pavoroso a la vez para un hombre vivo, tan inexplicable, que cualquier intento de volverlo palabras es infructuoso. La inefabilidad llena el ahora en que Dante nos cuenta su visión, su sueño. Pero ésta no es el único sentimiento que alcanza el tiempo de la enunciación, el temor, la paura, tiñe muchos versos de la Commedia. El ejemplo más estremecedor es:

Poscia vid’ io mille visi cagnazzi

fatti per fredo; onde mi vien riprezzo,

e verrà sempre, de’ gelati guazzi. (Inf., XXXII, 70-72)

Momentos del temor

Versos

Miedo en el tiempo de la enunciación

Infierno: I, 4-6; III, 131-132; XIV, 16-18; XIV, 77-78; XXXII, 6; XXXIII, 70-72; XXXIV, 10-12

Miedo en el tiempo del enunciado

Infierno: I, 13-15; I, 19; I, 43-45; I, 52-54; II, 45; II, 49-50; II, 88-90; I, 122; III, 15; III, 31; III, 79-80; III, 101-102; III, 108; III, 125-126; III, 135-136; IV, 18; IV, 21; VIII, 104-105; IX, 1; IX, 13; IX, 51; X, 29-30; XIII, 45; XVI, 50-51; XVII, 85-87; XVII, 106-107; XVII, 121,123; XXI, 25-27; XXI, 61-62; XXI, 92-93; XXI, 133; XXIII, 10-12; XXIII, 19-24; XXIII, 52-54; XXXI, 38-39; XXXI, 109-111; XXXII, 70-72.

Purgatorio: II, 124-133; III, 19-21; IX, 40-42; IX, 64-67.

Para vencer el temor

«Non aver téma» disse il mio segnore;

«fatti sicur, ché noi semo a buon punto:

non stringer, ma rallarga ogni vigore.» (Purg., IX, 46-48)

La palabra de Virgilio, siempre afectuosa y cercana al corazón de Dante, lo reconforta y lo protege. Virgilio aboga por él frente a Caronte, Minos, los diablos.

«Figliuol mio, dentro da cotesti sassi»

cominciò poi a dir, «son tre cerchietti

di grado in grado, come que’ che lassi.» (Inf., XI, 16-18)

Virgilio utiliza las palabras justas para el miedo de Dante: lo defiende ante los otros y lo calma. Las variaciones en las formas del tratamiento que Dante le da y su gran confianza en él confirman su entera dependencia en el Infierno. En el Purgatorio, en cambio, Virgilio parece el deuteragonista de Dante y no un guía. Esta impresión se explica por los límites de Virgilio que era omnisciente en el Infierno pero no en el Purgatorio.

Virgilio ayuda a Dante de dos maneras frente al temor y se evidencia en el trato que tiene para con él, a veces rígido y otras, compasivo. En el Infierno lo alude con cierta rudeza o con cierta premura estimulante: 

mi disse: «Ancor se’ tu de li altri sciocchi?

Qui vive la pietà quand’è ben morta:

chi è piú scellerato che colui

che al giudicio divin passion porta?» (Inf., XX, 27-30)

Y más adelante lo incita a seguir con tono de amonestación:

«Omai convien che tu cosí ti spoltre»,

disse ‘l maestro: «ché, seggendo in piuma,

in fama no si vien, né sotto coltre;» (Inf., XXIV, 46-48)

Esta actitud un poco estricta tiene su contrapartida en los numerosos gestos de cariño que tiene Virgilio con Dante. Como buen guía, Virgilio es severo para que éste aprenda a superar sus temores pero también lo conforta cuando ve que está a punto de caer. Es león y paloma: amonesta y consuela:

«mi disse: «Non temer; ché ’l nostro passo

non ci può tòrre alcun: da tal n’ è dato.

Ma qui m’ attendi, e lo spirito lasso

conforta e ciba di speranza bona,

ch’i’non ti lasceró nel mondo basso». (Inf., VIII, 104-108)

Con la ayuda de Virgilio, Dante aprende a proceder a pesar del temor a lo desconocido y a lo inconmensurable. En el Infierno logra el entrenamiento para conocer los secretos del Purgatorio y, especialmente, del Paraíso.

Conclusión

La concentración del temor en el Infierno y principio del Purgatorio no es azarosa. El miedo, el pavor, es lo primero que debe abandonar el héroe, es el lastre que debe dejar. El entrenamiento le sirve para convertir su cobardía o indecisión en fortaleza y firmeza. Éstas son las virtudes de que tiene que hacerse para pasar todas las pruebas. Dante se convierte en un hombre templado y valiente pero no por eso temerario. Su alma al entrar en el Paraíso está más sosegada, ya no es una borrasca de dudas y sentimientos. Dante héroe necesita la fortaleza en su equipo para salir ileso, para avanzar, para volver a su mundo conocido pero, por otra parte, también necesita el recuerdo del temor para alejarse del pecado.

En esta superación de sí mismo, en su maduración, cumple un papel central Virgilio que lo alienta y sostiene como el mejor de los padres o maestros. El amor que se profesan Dante y Virgilio es lo que lo socorre en la difícil adquisición de virtudes. Virgilio es el baqueano que abre el camino de Dante y le enseña no sólo los sitios de ultratumba sino el ejercicio de las virtudes en los lugares más insólitos.

Virgilio alienta a Dante para que no se deje vencer por el miedo en el paraje umbroso y la síntesis de sentimiento y firmeza en la palabra la encontramos en el Infierno, cuando Dante teme la compañía de los diablos. Entonces Virgilio, al ver la flaqueza del héroe, le dice:

Ed elli a me: «Non vo’ che tu paventi». (Inf., XXI, 133)

Bibliografía

Fuente primera

Alighieri, Dante, La Divina Comedia, Infierno, Buenos Aires, Asociación Dante Alighieri, 1994

—, La Divina Comedia, Purgatorio, Buenos Aires, Asociación Dante Alighieri, 1985

—, La Divina Comedia, Paraíso, Buenos Aires, Asociación Dante Alighieri, 1996

Programas y páginas de Internet

Rintoul, Kevin, God´s Word for Windows, Version 1.2, Nov 21, 1993, Copyright Ó 1993

Garavaglia, Maria Adele, “Introduzione: INFERNO di Dante Alighieri”, en http://www.fausernet.novara.it/fauser/biblio/intro/intro043.htm.

Fuentes segundas

La Biblia, Madrid, Editorial Verbo Divino, 1994

Borges, Jorge Luis, Nueve ensayos dantescos, Buenos Aires, Emecé, 1999

—, Siete noches, “La Divina Comedia”, Buenos Aires, Emecé, 1997

Capano, Daniel, “Virgilio: razón y límite en la figura del guía”, en Separata de Letras, nº 31/32, Buenos Aires, Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires

Del Solar, María Cristina, “Dante héroe”, en Gramma, Año VIII, número 25, Buenos Aires, 1997

Eco, Umberto, Arte y belleza en la estética medieval, Barcelona, Lumen, 1997

Papini, Giovanni, Historia de la Literatura Italiana, Tomo 1, Santiago de Chile, Editorial Mundo Nuevo, 1938

Ruscio, Verónica Andrea, “Las pruebas del héroe maduro.  El esquema del héroe en el Cantar del Mio Cid”, en Gramma, Año XI, número 32, Buenos Aires, 1999

© 2001 by Verónica A. Ruscio

Concepto budista de la muerte

Concepto budista de la muerte
Para comprender el concepto de la muerte en la filosofía budista, es necesario, primero, tener una idea clara sobre el criterio de VIDA. Para el budismo la Entidad de Vida (chu) se manifiesta como No-substancialidad (ku) y substancialidad (ke).

Es decir, que, para el budismo, lo que conocemos como vida y muerte, son manifestaciones de la vida universal.

Nuestra existencia abarca las nueve conciencias, es decir:

    * 1ra. conciencia: sentido del tacto
    * 2da. conciencia: sentido del gusto
    * 3ra. conciencia: sentido del olfato
    * 4ta. conciencia: sentido del oído
    * 5ta. conciencia: sentido de la vista
    * 6ta. conciencia: mente especulativa (kama manas)
    * 7ma. conciencia: mente abstracta (manas), genera juicios de valor, conceptos, etc.
    * 8va. conciencia: Alaya: recipiente de los efectos inherentes generados por nuestras causas (katma)
    * 9na. conciencia: budeidad

Está claro que nuestra “vida real” reside en nuestra conciencia superior (9na.) mientras que las 8 conciencias inferiores son “agregados ilusorios” a nuestra vida real, por esta razón se las denominaba con los términos maya-kosha (ilusión-agregado), como por ejemplo: mano-maya-kosha (significa: agregado ilusorio de mente abstracta).

También debe estar claro que fuera de nuestra manifestación física (ke), el resto de los componentes (9 conciencias) pertenecen al plano de Ku, por tanto son insubstanciales, pero todos ellos compuestos por energía.

El proceso de la existencia se identifica en 4 estaciones: “existencia durante el nacimiento, existencia durante la vida, existencia durante la muerte y existencia intermedia entre la vida y la muerte” (A Treasury of the Analises of the Law).

En el proceso de pasar a través de la muerte a la existencia intermedia, nosotros experimentamos una transformación de nuestro ser. Durante esta fase varias funciones de la vida se “duermen” y son almacenadas en la conciencia Alaya (8va.). Esas funciones incluyen las 5 conciencias sensoriales, la conciencia mental y la conciencia manas, que es el centro de la conciencia de uno-mismo.

Cuando las conciencias mental y manas se duermen, todas las actividades psíquicas, incluyendo las funciones mentales y los deseos emocionales, se convierten en “semillas dormidas” y son depositadas en la conciencia Alaya.

Al mismo tiempo, nuestro ser físico (ke) comienza a desintegrarse y su energía, también, es absorbida en la conciencia Alaya.

En la confusión general de este proceso, es natural que nuestra experiencia sea muy diferente comparada con la de nuestra vida normal.

Asustados y confundidos debido a todas esas inacostumbradas sensaciones, permitiendo que nuestros deseos terrenales e ilusiones penetren nuestras vidas en un frenético y esforzado final al momento de la muerte, todos nuestros esfuerzos hechos para elevarnos a nosotros mismos, si no estuvieron basados en la ley, se nulificarán en un solo instante.

Según la perspectiva budista, nuestra facultad para pasar a través del proceso de la muerte depende de nuestros esfuerzos durante la vida para acumular buenas causas y fortalecer los fundamentos de nuestra bondad en lo profundo de nuestras vidas.

Podemos entrar pacíficamente a la existencia intermedia, sin perder nuestra presencia mental, si al momento de la muerte, somos capaces de manifestar una luminosa condición de vida basada en la ley mística.

Lo contrario a lo que antecede se produce cuando en nuestra vida predominan los 3 venenos. La conducta negativa en este sentido es causada por deseos terrenales derivados fundamentalmente de la ira, estos derivados incluyen la indignación, resentimiento, aflicción, celos y antipatía personal.

La repetición de dichos deseos demoníacos establecen causas profundas en nuestra vida individual, las cuales son almacenadas en nuestra conciencia Alaya como karma personal.

Al momento de la muerte, este karma es activado como tormento para la persona que está muriendo. En resumen, los deseos negativos o actos demoníacos que perpetramos durante la vida pueden causar agonía al momento de la muerte.

La acumulación de karma positivo sirve para protegernos de estas experiencias de agonía al momento de la muerte.

De acuerdo con las escrituras mahayánicas, después de la muerte, la vida individual se funde con la vida cósmica en el estado de no-substancialidad o ku. Aún así, si bien está fundida con el Universo, la individualidad se preserva en la forma de semillas kármicas almacenadas después de la muerte en la conciencia Alaya.

Esas semillas afectan la condición de la vida individual en la existencia intermedia con experiencias de placer o sufrimiento, de acuerdo con el karma acumulado durante la vida.

En A Treasury of the Analises of the Law, el teórico budista Vasubandu nos cuenta que el karma acumulado durante vidas pasadas no puede ser cambiado durante la existencia intermedia, pero Nichirén Daishonin enseña que las oraciones ofrendadas por los vivos pueden, de hecho, alterar el karma de los muertos y afectar las condiciones de su futuro renacimiento. Porque las oraciones son ofrendadas desde el estado de budeidad y son transmitidas a la conciencia Alaya de las personas fallecidas.

Una persona que continúa invocando (práctica budista relacionada con lo fusión con la Ley Mistica o Dharma) hasta el momento de su muerte y que ha logrado manifestar su budeidad natural, se fusiona a la budeidad inherente en el Universo, en el momento de su muerte.

Como decíamos, aún fundido en la condición de no-substancialidad (ku) con la gran vida del Universo, la conciencia Alaya, que almacena todo el karma de la persona, continúa existiendo. Cuando las CAUSAS EXTERNAS (la información genética provista por los futuros padres) coinciden exactamente con las causas internas almacenadas en la conciencia Alaya, la vida en existencia intermedia puede manifestarse en este mundo, más allá del lugar donde esos padres habiten, porque la vida en estado de ku trasciende los límites espacio/temporales.

Bibliografia: “Unlocking the Misteries of Birth and Death” de Daisaku Ikeda, Capítulo 4

Glosario de términos Junguianos

Glosario de términos Junguianos

    Ánima Animus.

    Aspecto femenino interno del hombre.

    El Anima es tanto un Complejo Personal como una imágen arquetípica de la mujer en la Psique masculina.

    Es un factor inconciente encarnado en cada niño y es responsable del mecanismo de proyección subsecuente, según se verá.

    En Problemas de la Psicoterapia Moderna, Jung dice que: ” El ánima es el arquetipo de la vida misma”

    En el hombre, existe una imago a priori de la madre,la hija,la diosa celestial y la diosa infernal.

    Cada madre y cada amada esta obligada a convertirse en portadora y encarnación de esta imagen omnipresente y eterna, que corresponde a la realidad mas profunda de un hombre. A el le pertenece esta peligrosa imagen de Mujer; ella representa la lealtad, a la cual el debe a veces renunciar en beneficio de la vida; ella es la muy necesaria compensación por los riesgos, esfuerzos, sacrificios que terminan en desilusión; ella es el consuelo de todas las amarguras de la vida. Y, al mismo tiempo, es la gran ilusionista, la seductora, que lo arroja a la vida con su Maya – y no solo a los aspectos razonables y útiles de la vida, sino a sus terribles paradojas y ambivalencias donde el bien y el mal, el éxito y la ruina, la esperanza y la desesperación, se contrapesan entre si. Ya que ella constituye su mayor peligro, ella exige lo mejor del hombre, y si el lo posee, ella lo recibirá.

    El Hombre es totalmente fiel a su ánima, la cual se termina de conformar en su adolescencia, ( en Jung el período pre y puberal propiamente dicho).

    Esto no significa que sea fiel aún externamente, sino mas bien a la imago interiorizada que depositará en cada mujer que pueda, por algún motivo hacerse sentir como ” soporte de proyección”.

    El ánima no es el alma en el sentido dogmático, no un anima rationalis, que es un concepto filosófico, sino un arquetipo natural que resume satisfactoriamente todas las afirmaciones del inconsciente, de la mente primitiva, de la historia del lenguaje y la religión… Es siempre el elemento a priori en los estados de ánimo, reacciones, impulsos y en cualquier otra cosa espontánea de la vida psíquica [de un hombre]”.

    El ánima… intensifica, exagera, falsea y mitologiza todas las relaciones emocionales con su trabajo y con otras personas de ambos sexos. Las fantasías y embrollos resultantes son obra suya. Cuando el ánima está fuertemente constelada, debilita el carácter del hombre volviéndolo quisquilloso, irritable, caprichoso, celoso, vanidoso e inadaptado.

    La identidad con la persona conduce automáticamente a una identidad inconsciente con el ánima porque, cuando el ego no esta diferenciado de la persona, no puede tener una relación consciente con los procesos inconscientes. Por lo tanto, es estos procesos, es idéntico a ellas. Cualquiera que desempeñe su rol externo como si mismo, sucumbirá infaliblemente a los procesos internos; frustrara su rol externo por una absoluta necesidad interna o la reducirá a niveles absurdos, por medio de un proceso de enantiodromía. Ya no puede seguir por su camino individual, y su vida tropieza con

    Aunque los efectos del ánima y del ánimus pueden hacerse conscientes, estos misterios son factores que trascienden la conciencia y están fuera del alcance de la percepción y de la voluntad. En consecuencia, siguen siendo autónomos a pesar de la integración de sus contenidos, y por esta razón deben ser tomados en cuenta constantemente.

    Lograr esta meta permite liberar al ego de todos sus embrollos con la colectividad y el inconsciente colectivo. A través de este proceso, el ánima pierde el poder demoníaco de un complejo autónomo; ya no puede ejercer el poder de posesión, puesto que ha sido privada de el. Ya no es la guardiana de tesoros desconocidos; ya no es Kundri, el Mensajero demoníaco de1 Grial, mitad divino y mitad animal; el alma ya no se puede llamar “Alma”, sino función psicológica de naturaleza intuitiva, similar a la que los hombres primitivos quieren decir con “Fue al bosque a hablar con los espíritus” o “Mi serpiente habló conmigo”, o, en el lenguaje mitológico de la infancia, “Un pajarito me conto”

    La mujer es compensada con un elemento masculino, y por lo tanto, su inconsciente tiene, como quien dice, un sello masculino. Esto resulta en una considerable diferencia psicológica entre el hombre y la mujer, y por consiguiente, he llamado ánimus – que significa mente o espíritu – al factor proyectivo en la mujer. El ánimus corresponde al Logos paterno, asi coma el ánima corresponde al Eros materno.

    El ánimus es el depósito, por asi decirlo, de todas las experiencias ancestrales de hombre que tiene la mujer – y no solo eso, tambien es un ser creador y pro-creador, no en el sentido de la creatividad masculina, sino en cuanto a que genera lo que podriamos llamar… la palabra espermática.

    Mientras el ánima del hombre funciona como su alma, el Animus de la mujer se parece mas a una mente inconsciente. Se manifiesta negativamente en ideas fijas, opiniones colectivas e inconscientes suposiciones a priori que reclaman ser verdades absolutas. En una mujer que se identifica con el ánimus (poseída por el ánimus), Eros generalmente está en segundo lugar con respecto a Logos.

    Una mujer poseída por el animus está “siempre en peligro de perder su feminidad”.

    No importa cuan amistoso y complaciente sea el Eros de una mujer, ninguna lógica puede estremecerla si está dominada por el ánimus… [Un hombre] no se da cuenta que esta situación altamente dramática llegaría instántaneamente a un final banal y aburrido si el abandonara el campo, dejando a esta mujer seguir la batalla (su esposa, por ejemplo, si ella misma no es un fiero caballo de guerra). A él, rara vez o nunca se le ocurre esta acertada idea, porque ningún hombre puede conversar con un ánimus durante cinco minutos sin convertirse en víctima de su propia ánima.

    Al igual que el ánima, el ánimus también tiene un aspecto positivo. A través de la figura del padre, expresa no sólo opiniones convencionales, sino tambien lo que llamamos “espíritu”, ideas filosóficas o religiosas en particular, o mas bien la actitud resultante de ellas. Asi, el ánimus es un psicopompo, un mediador entre lo consciente y lo inconsciente y la personificacion de este último.

    Al igual que el ánima, el ánimus es un amante celoso. Es hábil para poner, en lugar del hombre real, una opinión sobre él, asunto sumamente discutible que nunca se somete a críticas. Las opiniones del ánimus son invariablemente colectivas y pasan por encima de los individuos y los juicios individuales, exactamente de la misma manera en que el ánima introduce sus prejuicios emocionales y proyecciones entre marido y mujer.

    La técnica de llegar a vivir en armonía con el ánimus es, en principio, la misma que en el caso del ánima; solo que aqui la mujer debe aprender a criticar y a reservarse sus opiniones; no para reprimirlas, sino que, al investigar sus orígenes, para penetrar mas profundamente en el cimiento, donde entonces descubrirá las imágenes primordiales, tal como lo hace el hombre en sus relaciones con el ánima.

    Párrafos extraídos de:

        * Lexicon junguiano. de Daryl Sharp ed.cuatro vientos
        * Ánima y Ánimus
        * Problemas de la psicoterapia moderna
        * La personalidad Maná
        * Arquetipos e Inconciente Colectivo
        * Ánima y Ánimus
        * Acerca de los arquetipos y el concepto de Ánima
        * La personalidad Maná
        * The Syzygy: Anima and Animus

   

    Arquetipos

    Los arquetipos son sistemas de aptitud para la acción y, al mismo tiempo, imágenes y emociones. Se heredan con la estructura cerebral, en verdad, son su aspecto psíquico. Por un lado, representan un conservatismo instintivo muy fuerte, y por otro, constituyen el medio más eficaz concebible para la adaptación instintiva. Así que son, esencialmente, la parte infernal de la psique… aquella parte a través de la cual la psique se une a la naturaleza.

    No se trata de ideas heredadas, sino de posibilidades de ideas heredadas. Tampoco son adquisiciones individuales sino, principalmente, comunes a todos, como puede deducirse de su presencia universal.

    Los arquetipos se presentan como ideas e imágenes, al igual que todo lo que se convierte en contenido consciente.

    Los arquetipos son por definición, factores y motivos que ordenan los elementos psíquicos en ciertas imágenes,caracterizadas como arquetípicas, pero de tal forma que sólo se pueden reconocer por los efectos que producen.

    No podemos liberarnos legítimamente de nuestras bases arquetípicas a menos que estemos dispuestos a pagar el precio de una neurosis, tal como no podemos deshacernos de nuestro cuerpo y sus órganos sin cometer suicidio. Si no podemos negar los arquetipos o neutralizarlos de otro modo, nos vemos enfrentados, en cada nueva etapa de diferenciación de la conciencia a la cual aspira la civilización,a la tarea de encontrar una nueva interpretación apropiada para esa etapa, a fin de conectar la vida del pasado que aún existe en nosotros con la vida del presente que amenaza con escaparse.

    PARRAFOS EXTRAIDOS DE:

        * “Mente y tierra”
        * “Concerniente a los arquetipos y al concepto de ánima”
        * “Sobre la naturaleza de la psique”
        * “Una aproximación psicológica a la Trinidad”
        * “Psicología del arquetipo del niño”

   

    Complejo:

    Un complejo, es la imagen de cierta situación psíquica que tiene un fuerte acento emocional y que además es incompatible con la actitud normal de la conciencia.

    La via regia al inconsciente…no es el sueño, como pensó Freud, sino el complejo, arquitecto de los sueños y los síntomas. Esta vía tampoco es tan “real”, ya que el camino señalado por el complejo es más bien un sendero escabroso y extremadamente tortuoso.

    Los complejos interfieren con las intenciones de la voluntad y perturban la actuación consciente; producen alteraciones de la memoria y bloqueos en el flujo de asociaciones; aparecen y desaparecen según sus propias leyes; pueden obsesionar temporalmente la conciencia o influir de manera inconsciente sobre el lenguaje y la acción. En resumen, los complejos se comportan como seres independientes.

    Los complejos son de hecho “astillas de la psique”. La etiología de su origen es frecuentemente un trauma, un shock emocional o algo parecido que provoca una fractura de la psique. Ciertamente, una de las causas más comunes, es el conflicto moral, que finalmente deriva de la aparente imposibilidad de afirmar la totalidad de nuestra naturaleza.

    Hoy en día, todos saben que las personas “tienen complejos”. Lo que no se sabe, a pesar de que teoricamente es mucho más importante, es que los complejos pueden tenernos a nosotros.

    Los complejos son puntos focales o nodales de la vida psíquica, de los cuales no podemos prescindir; en efecto, no deben faltar, ya que de otro modo, la actividad psíquica llegaría a una paralización fatal.

    Los complejos obviamente representan cierta inferioridad en el más amplio sentido…pero tener complejos no indica necesariamente una inferioridad. Sólo significa que existe algo discordante, no asimilado y antagónico, que puede ser un obstáculo, pero también un incentivo para esforzarse más y así, quizá abrir nuevas posibilidades de realización.

    Tener complejos, no significa en sí neurosis…y el hecho de que sean dolorosos no es una prueba de alteración patológica. El sufrimiento no es una enfermedad; es el polo opuesto normal de la felicidad. Un complejo se vuelve patológico sólo cuando pensamos que no lo tenemos.

    Un complejo sólo se puede vencer, viviéndolo completamente. En otras palabras, si hemos de evolucionar más, debemos atraer hacia nosotros y beber de una lo que hemos mantenido a distancia debido a nuestros complejos.

    nota: Elconcepto incluído en este glosario junguiano, está tomado del libro ” Lexicon Junguiano “, del Dr. Daryl Sharp, Miembro Honorífico de la Fundación C.G.Jung de Psicología Analítica de la Rep. Argentina, publicado por la ” Editorial 4 Vientos. Stgo de Chile, e-mail: 4Vientos@netline.cl, quienes, conjuntamente con el Dr. Daryl Sharp, gentilmente cedió el permiso de publicación del término

   

    Complejo paterno

    En los hombres un complejo paterno positivo, muy a menudo produce cierta credulidad con respecto a la autoridad y una marcada buena voluntad para doblegarse ante todos los dogmas y valores espirituales; mientras que en las mujeres activa los más vivaces intereses y aspiraciones espirituales. En los sueños, las convicciones firmes, las prohibiciones y los consejos sabios siempre emanan de la figura paterna.

    El padre ejerce su influencia en la mente o el espíritu de su hija, en su “Logos”. Con esto la engrandece intelectualmente, llegando a menudo a un nivel patológico que en artículos posteriores he descrito como “posesión por el ánimus”.

    El padre es el primer portador de la imagen del Ánimus. Dota a esa imagen virtual de sustancia y forma, porque a causa de su Logos, él es la fuente de “espíritu” para la hija. Desgraciadamente, a menudo esta fuente se contamina precisamente donde esperamos obtener agua limpia. Puesto que el espíritu que beneficia a una mujer no es puro intelecto, es mucho más, es una actitud, el espíritu por el cual el hombre vive. Incluso el llamado espíritu “ideal” no siempre es el mejor si no sabe relacionarse con la naturaleza, es decir con el hombre animal…Por lo tanto, todo padre tiene la oportunidad de corromper, de uno u otro modo, la naturaleza de su hija, y entonces el profesor, el esposo o el psiquiatra, deben afrontar las consecuencias. Porque lo que ha sido arruinado por el padre, sólo el puede arreglarlo.

    nota: Elconcepto incluído en este glosario junguiano, está tomado del libro ” Lexicon Junguiano “, del Dr. Daryl Sharp, Miembro Honorífico de la Fundación C.G.Jung de Psicología Analítica de la Rep. Argentina, publicado por la ” Editorial 4 Vientos. Stgo de Chile, e-mail: 4Vientos@netline.cl, quienes, conjuntamente con el Dr. Daryl Sharp, gentilmente cedió el permiso de publicación del término

   

    Complejo Materno

    En el hijo, los efectos típicos son la homosexualidad y el donjuanismo, y a veces la impotencia (aunque aquí participa también el complejo paterno). En la homosexualidad, la heterosexualidad completa del hijo, está ligada en forma inconsciente a la madre; en el donjuanismo, el individuo busca inconscientemente a su madre en cada mujer.

    (El) puede tener un Eros bien diferenciado en vez de, o además de, la homosexualidad… Esto le da una gran capacidad para la amistad, lo que a menudo crea lazos de asombrosa ternura entre hombres e incluso puede rescatar la amistad entre los sexos del limbo de lo imposible…

    De la misma manera, su aspecto negativo, el donjuanismo, puede aparecer en forma positiva como hombría gallarda y decidida; esfuerzos ambiciosos por lograr las metas más altas; oposición a toda estupidez, estrechez de mente, injusticia y flojera; disposición para sacrificarse por lo que se considera correcto, rayando a veces en el heroísmo; perseverancia, inflexibilidad y tenacidad; curiosidad que ni siquiera evade los enigmas del universo; y finalmente, un espíritu revolucionario que lucha por cambiar el aspecto del mundo.

    La exageración del lado femenino significa una intensificación de los instintos femeninos, sobre todo del instinto maternal. El aspecto negativo se aprecia en una mujer cuya única meta es dar a luz. Para ella, su esposo es…antes que nada

    instrumento de procreación y lo considera sólo como un objeto que se debe cuidar, junto con los hijos, relaciones delicadas, gatos, perros y menaje.

    Como sustituto, aparece un Eros hiperdesarrollado, lo que casi invariablemente conduce a una relación incestuosa inconsciente con el padre. Este Eros intensificado pone un énfasis anormal en la personalidad de los demás. Los celos de la madre y el deseo de superarla se convierten en los leitmotivs de acciones futuras.

    Como una especie de supermujer (admirada involuntariamente por la hija), la madre vive de antemano todo lo que la hija podría vivir por sí misma. Le complace mantenerse fiel a su madre con una desinteresada devoción, mientras al mismo tiempo lucha inconscientemente, casi contra su voluntad, para tiranizarla, naturalmente bajo una máscara de completa lealtad y devoción. La hija lleva una existencia-sombra, a menudo siendo visiblemente succionada por su madre, y prolonga la vida de ésta mediante una especie de continua transfusión de sangre.

    Es el ejemplo supremo del complejo materno negativo. El lema de este tipo es: ¡lo que sea, con tal que no se parezca a mi madre!… Todos los procesos instintivos se encuentran con dificultades inesperadas; o la sexualidad no funciona adecuadamente, no se desea tener hijos, los deberes maternos parecen insoportables o se responde con impaciencia e irritación a las exigencias de la vida conyugal..

    Gracias a su lucidez, objetividad y masculinidad, una mujer de este tipo frecuentemente se encuentra en cargos importantes en que su cualidad maternal descubierta tardíamente, guiada por una fría inteligencia, ejerce una influencia muy beneficiosa. Esta rara combinación de feminidad y raciocinio masculino es valiosa tanto en el ámbito de las relaciones íntimas como en los asuntos prácticos.

    nota: Elconcepto incluído en este glosario junguiano, está tomado del libro ” Lexicon Junguiano “, del Dr. Daryl Sharp, Miembro Honorífico de la Fundación C.G.Jung de Psicología Analítica de la Rep. Argentina, publicado por la ” Editorial 4 Vientos. Stgo de Chile, e-mail: 4Vientos@netline.cl, quienes, conjuntamente con el Dr. Daryl Sharp, gentilmente cedió el permiso de publicación del término

   

    Inconciente colectivo

    El inconciente colectivo contiene toda la herencia espititual de la evolución de la humanidad, que nace nuevamente en la estructura cerebral de cada individuo.

    De Acuerdo a la definición de Gerhard Adler.Primer Presidente de la Asociación Internacional de Psicología Analítica: el Inconsciente colectivo es como la arena que rodea a un inmenso océano y en cada generación se van depositando nuevas capas.

    Dice Daryl Sharp:

        “…El inconciente colectivo –antes de entrar en detalles- parece estar constituído por motivos mitológicos o imágenes primordiales, razón por la cual los mitos de todas las naciones son sus verdaderos exponentes. De hecho, toda la mitología puede considerarse una especie de proyección del inconciente colectivo… Por lo tanto, podemos estudiar el inconciente colectivo de dos maneras: en la mitología o en el análisis del individuo.

        De este modo, surge un conciencia que ya no está aprisionada en el pequeño y extremadamente sensible mundo personal del yo, sino que participa libremente en el mundo más amplio de los intereses objetivos. Esta conciencia ampliada ya no es ese quisquilloso y egoísta conjunto de deseos, miedos, esperanzas y ambiciones personales que siempre debe ser compensado o corregido por las contratendencias inconcientes; más bien, es una función de relación con el mundo de los objetos, que conduce al individuo a una comunión absoluta, valedera e indisoluble con el mundo en general.”…

        * Lexicon junguiano.Daryl Sharp (op.cit)
        * La función del Inconsciente
        * La estructura de la psique
        * La psicología del arquetipo del Niño

   

    Mandala

    Círculo mágico de Mandala (Sanskrit). En Jung, el símbolo del centro, de la meta, o del uno mismo como totalidad psíquica; uno mismo-representación de un proceso psíquico del centro; producción de un nuevo centro de la personalidad. Esto es representado simbólicamente por el círculo, el cuadrado, o la “cuaternidad “, por los arreglos simétricos del número cuatro y sus múltiplos.

    En el yoga lamaísta y el Tántrico el mandala es un instrumento de contemplación (yantra), de asiento y lugar de nacimiento de los dioses.

    Mandala perturbador: Cualquier forma que se desvía del círculo, del cuadrado, o de la cruz igual-armada, o que número básico no sea cuatro o sus múltiplos.

    En C.G. JUNG: Mandala significa un círculo, más especialmente un círculo mágico, y esta forma de símbolo que debe ser encontrado no solamente en nosotros; nuestro interior sino también en el esterior. De esta premisa basa su libro ” Sobre cosas que se ven en el cielo “, donde indica la necesidad arquetipal de proyectar afuera el mansdala quellevamos dentro. Esto no es mas que el Dios interior que suele manifestarse en un proceso de cambio.

    Los mandalas se encuentran en la edad media. Si bien existen en todas las edades por ser u producto arquetipal del Ser Humano.

    Los específicamente cristianos vienen de las edades medias anteriores. La mayoría de ellos demuestran a Cristo en el centro, con los cuatro evangelistas, o sus símbolos, en los puntos cardinales. Corroboración astrológica, área en la cual Jung también se interesó

Animus.

La mujer es compensada con un elemento masculino, y por lo tanto, su inconsciente tiene, como quien dice, un sello masculino. Esto resulta en una considerable diferencia psicológica entre el hombre y la mujer, y por consiguiente, he llamado ánimus – que significa mente o espíritu – al factor proyectivo en la mujer. El ánimus corresponde al Logos paterno, asi coma el ánima corresponde al Eros materno.

El ánimus es el depósito, por asi decirlo, de todas las experiencias ancestrales de hombre que tiene la mujer – y no solo eso, tambien es un ser creador y pro-creador, no en el sentido de la creatividad masculina, sino en cuanto a que genera lo que podriamos llamar… la palabra espermática.

Mientras el ánima del hombre funciona como su alma, el Animus de la mujer se parece mas a una mente inconsciente. Se manifiesta negativamente en ideas fijas, opiniones colectivas e inconscientes suposiciones a priori que reclaman ser verdades absolutas. En una mujer que se identifica con el ánimus (poseída por el ánimus), Eros generalmente está en segundo lugar con respecto a Logos.

Una mujer poseída por el animus está siempre en peligro de perder su feminidad’.

No importa cuan amistoso y complaciente sea el Eros de una mujer, ninguna lógica puede estremecerla si está dominada por el ánimus… [Un hombre] no se da cuenta que esta situación altamente dramática llegaría instántaneamente a un final banal y aburrido si el abandonara el campo, dejando a esta mujer seguir la batalla (su esposa, por ejemplo, si ella misma no es un fiero caballo de guerra). A él, rara vez o nunca se le ocurre esta acertada idea, porque ningún hombre puede conversar con un ánimus durante cinco minutos sin convertirse en víctima de su propia ánima.

Al igual que el ánima, el ánimus también tiene un aspecto positivo. A través de la figura del padre, expresa no sólo opiniones convencionales, sino tambien lo que llamamos “espíritu”, ideas filosóficas o religiosas en particular, o mas bien la actitud resultante de ellas. Asi, el ánimus es un psicopompo, un mediador entre lo consciente y lo inconsciente y la personificacion de este último.

Al igual que el ánima, el ánimus es un amante celoso. Es hábil para poner, en lugar del hombre real, una opinión sobre él, asunto sumamente discutible que nunca se somete a críticas. Las opiniones del ánimus son invariablemente colectivas y pasan por encima de los individuos y los juicios individuales, exactamente de la misma manera en que el ánima introduce sus prejuicios emocionales y proyecciones entre marido y mujer.

La existencia de complejos contrasexuales significa que en cualquier relación entre un hombre y una mujer hay al menos cuatro personalidades involucradas. Las flechas del diagrama indican las posibles líneas de comunicación”.
ego
del hombre

ego
de la mujer

animus

anima

La técnica de llegar a vivir en armonía con el ánimus es, en principio, la misma que en el caso del ánima; solo que aqui la mujer debe aprender a criticar y a reservarse sus opiniones; no para reprimirlas, sino que, al investigar sus orígenes, para penetrar mas profundamente en el cimiento, donde entonces descubrirá las imágenes primordiales, tal como lo hace el hombre en sus relaciones con el ánima.

Párrafos extraídos de:
Arquetipos e Inconciente Colectivo
Ánima y Ánimus
Acerca de los arquetipos y el concepto de Ánima
Problemas de la psicoterapia moderna
La personalidad Maná
The Syzygy: Anima and Animus

Léxico Junguiano

    Para facilitar la lectura y comprensión de los documentos aqui tratados y su terminologia, incluiremos el vocabulario específico junguiano y sus definiciones.

    Para una consulta más amplia sobre el tema, es de gran utilidad refereirse al libro de analista junguiano canadiense: Daryl Sharp :”LEXICON JUNGUIANO”, este autor es el editor de INNER CITY BOOKS; editorial especializada en psicología analítica, que publica obras en ingés de autores junguianos norteamericanos y canadienses

    {Periodicamente iremos adicionando nuevos términos del vocabulario junguiano)

    Términos y sus definiciones

    Con la guía de los siguientes textos y autores:

    “Lexicón junguiano”.Daryl Sharp
    “La función del Inconsciente”
    “La estructura de la psique”
    “La psicología del arquetipo del Niño”
    “Mente y tierra”
    “Concerniente a los arquetipos y al concepto de ánima”
    “Sobre la naturaleza de la psique”
    “Una aproximación psicológica a la Trinidad”
    “Psicología del arquetipo del niño” y “Recuerdos, sueños, pensamientos”

    Adaptación:

    Proceso de llegar a vivir en armonía con el mundo externo, por una parte, y con nuestras propias características psicológicas por otra.

    La transición de la niñez a la madurez inicialmente conlleva una creciente adaptación al mundo externo. Cuando la libido encuentra un obstáculo a su crecimiento, hay una acumulación de energía que normalmente provoca un aumento del esfuerzopara vencer el obstáculo. Pero si el obstáculo resulta ser insuperable, la energía almacenada regresa a un modo más primitivo de adaptación. Esto a su vez activa fantasías y deseos infantiles y genera la necesidad de adaptación al mundo interno.

    En su modelo de tipología, Jung describió dos formas de adaptación sustancialmente diferentes: la introversión y la extraversión. También relacionó las fallas de adaptación con la aparición de neurosis.”El problema psicológico de la neurosis, y la neurosis misma, se puede formular como un acto fallido de adaptación”

    Alma:

    Complejo funcional de la Psique ( términos relacionados: Eros, Imagen del alma y Logos). Jung a menudo usó la palabra alma en su sentido teológico tradicional, pero limitó estrictamente su significado psicológico: “En mis investigaciones sobre la estructura del incosciente, me he visto obligado a hacer una distinción conceptual entre alma y psique. Para mí, la psique es la totalidad de los procesos psiquicos, tanto conscientes como inconscientes. Por otra parte, el alma es un complejo funcional claramente delimitado que se puede describir mejor como una “personalidad”

    Con este conocimiento, Jung bosquejó las manifestaciones parciales del alma en términos del ánima /ánimus y la persona (o máscara). Mas tarde dice: “El alma tiene carácter feminino en el hombre y masculino en la mujer. El anima desea reconciliar y unir; el ánimus trata de discernir y discriminar”.

    Ampliación:

    Método de asociación basado en el estudio comparativo de la mitología, la religión y los cuentos de hadas, que se utiliza en la interpretación de imágenes, sueños y dibujos.

    Ánima Animus:

    Aspecto femenino interno del hombre.
    El Anima es tanto un complejo personal como una imágen arquetípica de la mujer en la psique masculina.
    Es un factor inconciente encarnado en cada niño y es el el mecanismo de proyección posterior
    Jung dice que: ” El ánima es el arquetipo de la vida misma”
    En el hombre, existe una imago (o sea una imagen a priori “cargada” o “constelada” de energia en la psique del individuo) de la madre, la hija, la diosa celestial y la diosa infernal.
    Cada madre y cada amada está obligada a convertirse en portadora y encarnación de esta imagen omnipresente y eterna, que corresponde a la realidad más profunda de un hombre. A él le pertenece esta peligrosa imágen de Mujer; ella representa la lealtad, a la cual él debe a veces renunciar en beneficio de la vida; ella es la ´necesaria´ compensación por los riesgos, esfuerzos, sacrificios que luego terminan en desilusión; ella es el consuelo de todas las amarguras de la vida. Y, al mismo tiempo, es la gran ilusionista, la seductora, que lo arroja a la vida con su Maya – y no sólo a los aspectos razonables y útiles de la vida, sino a sus terribles paradojas y ambivalencias donde el bien y el mal, el éxito y la ruina, la esperanza y la desesperación, se contrapesan entre sí. Ya que ella constituye su mayor peligro, exige lo mejor del hombre, y si éste no lo posee, ella lo poseerá a él.
    El Hombre es totalmente fiel a su ánima, la cual se termina de conformar en su adolescencia, (en Jung el período pre y puberal propiamente dicho).
    Esto no significa que sea fiel aún externamente, sino mas bién a la imago interiorizada que depositará en cada mujer que pueda, y que por algún motivo, en su carga, se hará sentir como ” el soporte de la proyección”.
    El ánima no es el alma en el sentido dogmático, no un anima rationalis, que es un concepto filosófico, sino un arquetipo natural que resume satisfactoriamente todas las afirmaciones del inconsciente, de la mente primitiva, de la historia del lenguaje y la religión. Es siempre el elemento a priori en los estados de ánimo, reacciones, impulsos y en cualquier otra cosa espontánea de la vida psíquica [de un hombre]”.
    El ánima, intensifica, exagera, falsea y mitologiza todas las relaciones emocionales con su trabajo y con otras personas de ambos sexos. Las fantasías y embrollos resultantes son obra suya. Cuando el ánima está fuertemente constelada, debilita el carácter del hombre volviéndolo quisquilloso, irritable, caprichoso, celoso, vanidoso e inadaptado.
    La identidad con la persona (persona en el sentido de máscara) conduce automáticamente a una identificación inconsciente con el ánima porque, cuando el ego no está diferenciado de la persona (o máscara), no puede tener una relación consciente con los procesos inconscientes que habitan la psique. Por lo tanto el ego, en estos procesos, se identifica con ellos. Cualquiera que desempeñe su rol externo como si fuera sí-mismo, sucumbirá infaliblemente a los procesos internos; frustrará su rol externo por una absoluta necesidad interna o la reducirá a niveles absurdos.
    Aunque los efectos del ánima y del ánimus pueden hacerse conscientes, estos misterios son factores que trascienden la conciencia, van mas allá de ella, y están fuera del alcance de la percepción y de la voluntad. En consecuencia, estos contenidos siguen siendo autónomos a pesar de que se integraran a la conciencia, y por esta razón deben ser constantemente considerados.
    La integración a la conciencia de los contenidos inconscientes, permite liberar al ego de todos sus embrollos con la colectividad y el inconsciente colectivo. A través de este proceso, el ánima pierde el poder demoníaco de un complejo autónomo; ya no puede ejercer el poder de posesión, puesto que ha sido privada de él. Ya no es la guardiana de tesoros desconocidos; ya no es Kundri, el Mensajero demoníaco del Grial, mitad divino y mitad animal; el alma ya no se puede llamar “Alma”, sino función psicológica de naturaleza intuitiva, similar a la que los hombres primitivos quieren decir con “Fue al bosque a hablar con los espíritus” o “Mi serpiente habló conmigo”, o, en el lenguaje mitológico de la infancia, “Un pajarito me contó”
    “La mujer por su parte, es compensada con un elemento masculino, y por lo tanto, su inconsciente tiene un sello masculino. Esto resulta en una considerable diferencia psicológica entre el hombre y la mujer, y que por consiguiente, he llamado ánimus –que significa mente o espíritu– al factor proyectivo en la mujer. El ánimus corresponde al Logos paterno, así como el ánima corresponde al Eros materno”.
    “El ánimus es el depósito, por asi decirlo, de todas las experiencias ancestrales de hombre que tiene la mujer – y no sólo eso, también es un ser creador y pro-creador, no en el sentido de la creatividad masculina, sino en cuanto a que genera lo que podriamos llamar… la palabra espermática.
    Mientras el ánima del hombre funciona como su alma, el Animus de la mujer se parece mas a una mente inconsciente. En su forma negativa, se deja ver en ideas fijas, opiniones colectivas e inconscientes, suposiciones a priori que reclaman ser verdades absolutas. En una mujer que se identifica con el ánimus ( está poseída por el ánimus), Eros generalmente está en segundo lugar con respecto a Logos.
    Una mujer poseída por el animus está “siempre en peligro de perder su feminidad”.
    “No importa cuan amistoso y complaciente sea el Eros de una mujer, ninguna lógica puede estremecerla si está dominada por el ánimus… [Un hombre] no se da cuenta que esta situación altamente dramática llegaría instántaneamente a un final banal y aburrido. A él, rara vez o nunca se le ocurre esta acertada idea, porque ningún hombre puede conversar con un ánimus durante cinco minutos sin convertirse en víctima de su propia ánima”.
    Al igual que el ánima, el ánimus también tiene un aspecto positivo. A través de la figura del padre, expresa no sólo opiniones convencionales, sino también lo que llamamos “espíritu”, ideas filosóficas o religiosas en particular, o más bien la actitud resultante de ellas. Así, el ánimus es un psicopompo, un mediador entre lo consciente y lo inconsciente, y la personificacion de este último.
    Al igual que el ánima, el ánimus es un amante celoso. Es hábil para poner, en lugar del hombre real, una opinión sobre él, asunto sumamente discutible que nunca se somete a críticas. Las opiniones del ánimus son invariablemente colectivas y pasan por encima de los individuos y los juicios individuales, exactamente de la misma manera en que el ánima introduce sus prejuicios emocionales y proyecciones entre marido y mujer.
    La técnica de llegar a vivir en armonía con el ánimus es, en principio, la misma que en el caso del ánima; solo que aqui la mujer debe aprender a criticar y a reservarse sus opiniones; no para reprimirlas, sino para que, al investigar sus orígenes, pueda penetrar mas profundamente en el cimiento, donde entonces descubrirá las imágenes primordiales, tal como lo hace el hombre en sus relaciones con el ánima.

Arquetipos

Son elementos primordiales que estructuran la psique humana.
Los arquetipos son sistemas de aptitud para la acción y, al mismo tiempo, imágenes y emociones. Se heredan con la estructura cerebral, en verdad, son su aspecto psíquico. Por un lado, representan un conservatismo instintivo muy fuerte, y por otro, constituyen el medio más eficaz concebible para la adaptación instintiva. Así que son, esencialmente, aquella parte a través de la cual la psique se une a la naturaleza.
“No se trata de ideas heredadas, sino de posibilidades de ideas heredadas. Tampoco son adquisiciones individuales sino, principalmente, comunes a todos, como puede deducirse de su presencia universal”.
Los arquetipos se presentan como ideas e imágenes, al igual que todo lo que se convierte en contenido consciente.
Los arquetipos son por definición, factores y motivos que ordenan los elementos psíquicos en ciertas imágenes,caracterizadas como arquetípicas, pero de tal forma que sólo se pueden reconocer por los efectos que producen.

Los arquetipos se manifiestan a nivel personal (a través de los complejos) y a nivel colectivo (como características de todas las culturas). Jung pensaba que la tarea de cada generación es comprender en forma diferente su contenido y efectos: “No podemos liberarnos legítimamente de nuestras bases arquetípicas a menos que estemos dispuestos a pagar el precio de una neurosis, tal como no podemos deshacernos de nuestro cuerpo y sus órganos sin cometer suicidio. Si no podemos negar los arquetipos o neutralizarlos de otro modo, nos vemos enfrentados, en cada nueva etapa de diferenciación de la conciencia a la cual aspira la civilización, a la tarea de encontrar una nueva interpretación apropiada para esa etapa, a fin de conectar la vida del pasado que aún existe en nosotros con la vida del presente que amenaza con escaparse”.

Los arquetipos no pueden ser representados en sí mismos, pero sus efectos son discernibles en imágenes y motivos arquétipicos; o sea, uno nunca ve El Arquetipo, sino la imagen de éste, por eso se habla de la imagen arquetipica de la Madre, del Padre, del Niño, del Viejo Sabio, la Doncella, etc.

Complejo:

Es basicamene un grupo de ideas o imágenes emocionalmente intensas
“Un complejo, es la imagen de cierta situación psíquica que tiene un fuerte acento emocional y que además es incompatible con la actitud normal de la conciencia”.
“La via regia al inconsciente…no es el sueño, como pensó Freud, sino el complejo, arquitecto de los sueños y los síntomas. Esta vía tampoco es tan “real”, ya que el camino señalado por el complejo es más bien un sendero escabroso y extremadamente tortuoso”

Formalmente los complejos son “ideas con acento en el sentimiento” que através de los años se acumulan en torno a ciertos arquetipos, por ejemplo “madre” y “padre”
“Los complejos interfieren con las intenciones de la voluntad y perturban la actuación consciente; producen alteraciones de la memoria y bloqueos en el flujo de asociaciones; aparecen y desaparecen según sus propias leyes; pueden obsesionar temporalmente la conciencia o influir de manera inconsciente sobre el lenguaje y la acción. En resumen, los complejos se comportan como seres independientes.
Los complejos son de hecho “astillas de la psique”. La etiología de su origen es frecuentemente un trauma, un shock emocional o algo parecido que provoca una fractura de la psique. Ciertamente, una de las causas más comunes, es el conflicto moral, que finalmente deriva de la aparente imposibilidad de afirmar la totalidad de nuestra naturaleza.
Hoy en día, todos saben que las personas “tienen complejos”. Lo que no se sabe, a pesar de que teoricamente es mucho más importante, es que los complejos pueden tenernos a nosotros”.
“Los complejos son puntos focales o nodales de la vida psíquica, de los cuales no podemos prescindir; en efecto, no deben faltar, ya que de otro modo, la actividad psíquica llegaría a una paralización fatal.
Los complejos obviamente representan cierta inferioridad en el más amplio sentido…pero tener complejos no indica necesariamente una inferioridad. Sólo significa que existe algo discordante, no asimilado y antagónico, que puede ser un obstáculo, pero también un incentivo para esforzarse más y así, quizá abrir nuevas posibilidades de realización.
Tener complejos, no significa en sí neurosis…y el hecho de que sean dolorosos no es una prueba de alteración patológica. El sufrimiento no es una enfermedad; es el polo opuesto normal de la felicidad. Un complejo se vuelve patológico sólo cuando pensamos que no lo tenemos”.

La identificación con un complejo, especialmente con el anima/ animus y la sombra, es una fuente frecuente de neurosis. En tales casos, el objetivo de la terapia no es deshacerse de los complejos -un imposible-, sino minimizar sus efectos negativos comprendiendo su rol en los patrones de conducta y en las reacciones emocionales.

“Un complejo sólo se puede vencer, viviéndolo completamente. En otras palabras, si hemos de evolucionar más, debemos atraer hacia nosotros y beber de una lo que hemos mantenido a distancia debido a nuestros complejos”.

Complejo Materno

Grupo de ideas con acento en el sentimiento, asociadas con la experiencia e imagen de la madre. El complejo materno es un componente potencialmente activo en la psique de todas las personas, formado en primer lugar por la experiencia de la madre personal, y luego por contactos significagtivos con otras mujeres y por suposiciones colectivas.

El complejo materno de un hombre está influenciado por el complejo contrasexual, el ánima. En la medida en la que un hombre establezca una buena relación con su mujer interna (en lugar de ser poseído por ella), incluso un complejo materno negativo puede tener efectos positivos.

“En el hijo, los efectos típicos son la homosexualidad y el donjuanismo, y a veces la impotencia (aunque aquí participa también el complejo paterno). En la homosexualidad, la heterosexualidad completa del hijo, está ligada en forma inconsciente a la madre; en el donjuanismo, el individuo busca inconscientemente a su madre en cada mujer”.”(El) puede tener un Eros bien diferenciado en vez de, o además de, la homosexualidad… Esto le da una gran capacidad para la amistad, lo que a menudo crea lazos de asombrosa ternura entre hombres e incluso puede rescatar la amistad entre los sexos del limbo de lo imposible…
De la misma manera, su aspecto negativo, el donjuanismo, puede aparecer en forma positiva como hombría gallarda y decidida; esfuerzos ambiciosos por lograr las metas más altas; oposición a toda estupidez, estrechez de mente, injusticia y flojera; disposición para sacrificarse por lo que se considera correcto, rayando a veces en el heroísmo; perseverancia, inflexibilidad y tenacidad; curiosidad que ni siquiera evade los enigmas del universo; y finalmente, un espíritu revolucionario que lucha por cambiar el aspecto del mundo”.

En la hija, el el complejo materno va desde la estimulacion del instinto femenino hasta su inhibición. En el primer caso, la preponderancia del instinto hace que la mujer no tenga conciencia de su propia personalidad.

“La exageración del lado femenino significa una intensificación de los instintos femeninos, sobre todo del instinto maternal. El aspecto negativo se aprecia en una mujer cuya única meta es dar a luz. Para ella, su esposo es antes que nada
instrumento de procreación y lo considera sólo como un objeto que se debe cuidar, junto con los hijos, relaciones delicadas, gatos, perros y menaje”

En el segundo caso, el instinto femenino es inhibido o eliminado por completo.

“Como sustituto, aparece un Eros hiperdesarrollado, lo que casi invariablemente conduce a una relación incestuosa inconsciente con el padre. Este Eros intensificado pone un énfasis anormal en la personalidad de los demás. Los celos de la madre y el deseo de superarla se convierten en los leitmotivs de acciones futuras”

Alternativamente, la inhibición del instinto femenino puede llevar a una mujer a identificarse con su madre . Estro significa que ella no tiene conciencia ni de su propio instinto maternal ni de su Eros, los cuales entonces se proyectan en la madre.

“Como una especie de supermujer (admirada involuntariamente por la hija), la madre vive de antemano todo lo que la hija podría vivir por sí misma. Le complace mantenerse fiel a su madre con una desinteresada devoción, mientras al mismo tiempo lucha inconscientemente, casi contra su voluntad, para tiranizarla, naturalmente bajo una máscara de completa lealtad y devoción. La hija lleva una existencia-sombra, a menudo siendo visiblemente succionada por su madre, y prolonga la vida de ésta mediante una especie de continua transfusión de sangre”. Debido a su aparente “vacio”, estas mujeres son un buen anzuelo para las proyecciones de los hombres. Como esposas debotas y abnegadas, a menudo proyectan en sus maridos sus dones inconscientes.

“Y entonces nos encontramos con el espectáculo de un hombre totalmente insignificante que pareciera no tener ninguna posibilidad, pero que depronto se eleva como en alfombra mágica a las más altas cumbres del éxito”

“El ejemplo supremo del complejo materno negativo, tiene el lema: ¡lo que sea, con tal que no se parezca a mi madre!… Todos los procesos instintivos se encuentran con dificultades inesperadas; o la sexualidad no funciona adecuadamente, no se desea tener hijos, los deberes maternos parecen insoportables o se responde con impaciencia e irritación a las exigencias de la vida conyugal.

Una mujer asi por lo general sobresale en las actividades de Logos, donde su madre no tiene cabida. Si logra superar su actitud meramente reactiva frente a la realidad, quizá mas adelante llegue a apreciar más profundamente su feminidad
“Gracias a su lucidez, objetividad y masculinidad, una mujer de este tipo frecuentemente se encuentra en cargos importantes en que su cualidad maternal descubierta tardíamente, guiada por una fría inteligencia, ejerce una influencia muy beneficiosa. Esta rara combinación de feminidad y raciocinio masculino es valiosa tanto en el ámbito de las relaciones íntimas como en los asuntos prácticos”

En el centro de cualquier complejo materno está el arquetipo de la madre, lo que significa que detrás de las asociaciones emocionales con la madre personal, tanto en hombres como en mujeres, hay una imagen colectiva de sustento y seguridad por una parte (madre positiva) y de posesividad deboradora por otra (la madre negativa).

Complejo paterno

Grupo de ideas con acento en el sentimiento, asociadas con la experiencia e imagen del padre. (Se relaciona así con el principio de logos)

“En los hombres, un complejo paterno positivo muy a menudo produce cierta credulidad con respecto a la autoridad, y una marcada buena voluntad para doblegarse ante todos los dogmas y valores espirituales; mientras que en las mujeres activa los más vivaces intereses y aspiraciones espirituales. En los sueños, las convicciones firmes, las prohibiciones y los consejos sabios siempre emanan de la figura paterna”.

En general, complejo paterno en un hombre se manifiesta en la persona (por ejem. en la identificación)y como aspectos de su sombra; en una mujer se manifiesta en la naturaleza del animus, teñido de la proyección del ánima de su padre

“El padre ejerce su influencia en la mente o el espíritu de su hija, en su “Logos”. Con esto la engrandece intelectualmente, llegando a menudo a un nivel patológico que en artículos posteriores he descrito como “posesión por el ánimus”.
“El padre es el primer portador de la imagen del Ánimus. Dota a esa imagen virtual de sustancia y forma, porque a causa de su Logos, él es la fuente de “espíritu” para la hija. Desgraciadamente, a menudo esta fuente se contamina precisamente donde esperamos obtener agua limpia. Puesto que el espíritu que beneficia a una mujer no es puro intelecto, es mucho más, es una actitud, el espíritu por el cual el hombre vive. Incluso el llamado espíritu “ideal” no siempre es el mejor si no sabe relacionarse con la naturaleza, es decir con el hombre animal…Por lo tanto, todo padre tiene la oportunidad de corromper, de uno u otro modo, la naturaleza de su hija, y entonces el profesor, el esposo o el psiquiatra, deben afrontar las consecuencias. Porque lo que ha sido arruinado por el padre, sólo él puede arreglarlo”.

Fantasía

Conjunto de ideas o actividad imaginaria que expresa el flujo de la energía psíquica.

“Una fantasía debe ser comprendida tanto por su causa como por su propósito. En la interpretación causal, se revela como un sintoma de un estado fisiológico, el resultado de eventos anteriores. En la interpretación de su propósito se revela como un símbolo, que intenta caracterizar una meta definida con la la ayuda del material disponible, o trazar una linea de futuro desarrollo psicológico”

Jung distinguió entre fantasías activas y pasivas . Las primeras, características de la mentalidad creativa, son evocadas por una actitud dirigida hacia la percepción de contenidos inconscientes; las fantasías pasivas son manifestaciones espontáneas y autónomas de complejos inconscientes.

“Por lo tanto la fantasía pasiva siempre necesita una crítica consciente, para que no refuerce meramente el punto de vista del opuesto inconsciente. Mientras que la fantasía activa, como producto de una actitud consciente no opuesta al inconsciente y de procesos inconscientes no opuestos a sino sólo compensatorios de la conciencia, no necesita tanto crítica como comprensión”

Jung desarrolló el método de la imaginación activa como una forma de asimilar el significado de las fantasías, lo importante no es interpretarlas sino vivenciarlas

“La contínua percepción consciente de fantasías inconscientes, junto con la participacón activa en los eventos fantásticos, produce… en primer lugar el efecto de extender el horizonte consciente al incluir numerosos contenidos inconscientes; segundo la disminución gradual de la influencia dominante del inconsciente; y por último, cambios en la personalidad”

El héroe:

Motivo arquetípico basado en la superacion del obstáculo y en el logro de ciertas metas.
La principal hazaña del heroe es vencer al monstruo de la oscuridad: el triunfo largamente esperado de la conciencia sore el inconsciente

EI mito del heroe es un drama inconsciente que solo se ve en la proyecci6n, como los hechos en la parabola de la caverna de Platón
EI heroe simboliza el Si-mismo inconsciente de un hombre, y esto se manifiesta empiricamente como la
suma total de todos los arquetipos e incluye, por lo tanto, el arquetipo del padre y del viejo sabio. En este sentido, el heroe es su propio padre y su propio pro­creador”

Mitológicamente, la meta ,del heroe es encontrar el te­soro, la princesa, el anillo, el huevo de oro, el elixir de la vida, etc. Psicológicamente, estas son metaforas de nuestros verdaderos sentimientos y singular potencial En el proceso de individuacion, la tarea heroica es asimilar contenidos inconscientes antes que ser abatido por ellos . El resultado potencial es la liberacion de energía que ha sido restringida”. por com­plejos inconscientes.

En los mitos, el heroe es aquel que vence al dragón, no el que es devorado por éste. Y sin embargo, ambos deben , luchar contra el mismo dragón. EI héroe tampoco es aquel que nunca se encontró con el dragón, o que lo vió
pero luego negó haberlo visto. Así mismo, solo aquel que se ha arriesgado a luchar con el dragón y no es vencido, consigue el tesoro escondido, el, “tesoro dificil de obt­ner”. Sólo él tiene el verdadero derecho a la confianza en sí mismo, pues ha enfrentado el fondo oscuro de su ser y ha ganado… Ha adqirido el derecho de creer que será capaz de vence todas las amenazas futuras con los mismos medios

EI viaje del heroe es un circulo, que iría mas o menos desde el llamado a la aventura, continuaría con el encuentro con los ayudantes y las pruebas (caida al estómago de la ballena, viajes, crucifixión, desmembramiento , batalla con el dragón, batalla con el hermano, etc), expiación paterna, fuga, regreso (resurección, rescate,etc), hasta llegar al encuentro del elixir (o sea, la individuación)

En mitos y leyendas, el héroe típicamente viaja en barco, lucha contra un monstruo marino, es tragado, lucha para no morir destrozado triturado, y al llegar al estomago de la ballena, como Jonás, busca el órgano vital y 1o corta, 1ogrando así la liberación. Finalmente debe regresar a sus origenes Y dar un testimonio.
En términos de la individuación de un hombre, la ballena-dragón es la madre o ánima atada a la madre. El órgano vital que debe ser cortado es el cordón umbilical.

“EI heroe es el tipo masculino ideal: al abandonar a la madre, origen de la vida, siente un deseo inconsciente
que 1o impulsa a encontrarla de nuevo, a volver a su Utero. Cada obstáculo que surge en su camino y dificulta su ascenso, tiene las características sombrías de la Madre Terrible, quien corroe su fortaleza con el veneno de la duda secreta y el anhelo retrospectivo”

Inconsciente colectivo

El inconciente colectivo contiene toda la herencia espititual de la evolución de la humanidad, que nace nuevamente en la estructura cerebral de cada individuo.
De Acuerdo a la definición de Gerhard Adler. Primer Presidente de la Asociación Internacional de Psicología Analítica: el Inconsciente colectivo es como la arena que rodea a un inmenso océano y en cada generación se van depositando nuevas capas.
Daryl Sharp dice:
“…El inconciente colectivo –antes de entrar en detalles- parece estar constituído por motivos mitológicos o imágenes primordiales, razón por la cual los mitos de todas las naciones son sus verdaderos exponentes. De hecho, toda la mitología puede considerarse una especie de proyección del inconsciente colectivo… Por lo tanto, podemos estudiar el inconsciente colectivo de dos maneras: en la mitología o en el análisis del individuo.
De este modo, surge un conciencia que ya no está aprisionada en el pequeño y extremadamente sensible mundo personal del yo, sino que participa libremente en el mundo más amplio de los intereses objetivos. Esta conciencia ampliada ya no es ese quisquilloso y egoísta conjunto de deseos, miedos, esperanzas y ambiciones personales que siempre debe ser compensado o corregido por las contratendencias inconscientes; más bien, es una función de relación con el mundo de los objetos, que conduce al individuo a una comunión absoluta, valedera e indisoluble con el mundo en general.”…

Individuación

Proceso de diferenciación psicológica, cuya meta es el desarrollo de la personalidad individual.
“En general, es el proceso mediante el cual se forman y diferencian los seres individuales; en particular, es el desarrollo del individuo psicológico como un ser dis­tinto de la psicología colectiva general.

El objetivo de la individuación es nada menos que des­pojar al sí mismo de los falsos atuendos de la persona lpor una parte, y del poder sugerente de las imagenes primordiales, por otra”

La individuación es un proceso moldeado por el ideal arquetípico de totalidad, que a su vez depende de la relación vital entre ego e inconsciente. EI objetivo no es “dominar la psicología personal, llegar a ser perfecto, sino familiarizarse con ella. Así, la individuación implica una creciente percepción de nuestra realidad psicológica única, incluyendo fortalezas y limitaciones personales, Y al mismo tiempo una apreciación más profunda de la humanidad en general.

“Como el individuo no es un ser solo y separado, sino que su misma existencia presupone una relación co­lectiva, se deduce que el proceso de individuación debe conducir a relaciones colectivas mas amplias,e intensas, y no al aislamiento.

La individuación no nos cierra las puertas del mundo, sino que reune el mundo para sí”­
La individuación tiene dos aspectos principales: en primer lugar, es un proceso interno y subjetivo de integración, y en segundo termino, es un igualmente indispensable de relación objetiva. Ninguno puede existir sin el otro, aunque a veces uno de los dos predomina”
Sin embargo, la individuación y una vida guiada por valores colectivos constituyen dos destinos divergentes. Según
Jung, se relacionan entre sí por la culpa. Quien emprende el camino personal, hasta cierto punto se aparta de los valores colectivos, pero no por eso pierde aquellos aspectos de la psique inherentemente colectivos. Para campensar esta “‘deserción”, el individuo es obligado a crear alga que vaya en beneficio de la sociedad.
“La individuación nos separa del ajuste personal y, por 1o tanto, de la colectividad. Esa es la culpa que el individuo deja tras de sí para el mundo, esa es la culpa que debe tratar de redimir. Debe ofrecer un rescate en lugar de sí mismo, es decir, debe entregar valores que sean un sustituto equiva1ente a su ausencia en la esfera persona1colectiva. Sin, esta producción de valores, 1a indi­viduación final es inmoral y -más que eso- suicida…
El individuando no tiene motivo a priori para re­clamar ningun tipo de consideración. Debe contentarse con cualquier consideración que fluya hacia él desde afuera en virtud de los valores que el crea. La saciedad tiene el derecho y el deber de condenar al individuando si deja de crear val ores equivalentes”.

la individuación difiere del individualismo en que la primera se desvía de las normas colectivas pero sigue respe­tándolas, mientras el individualismo las evita totalmente.
“El conflicto real con la norma colectiva solo surge cuando el camino individual se convierte en norma, que es el verdadero objetivo del individualismo extre­mo. Naturalmente, este objetivo es patológico y enemi­go de la vida . Por consiguiente, no tiene nilda que ver con la individuación, que, aunque pueda emprender un camino individual, precisamente por esto necesita la norma para su orientación en la sociedad y para la relación vital mente necesaria del individuo con la sociedad. Por 1o tanto, la individuación conduce a un aprecio natural de la norma colectiva”.
El proceso de individuación, conscienternente persegui­do, lleva a la percepci6n del sí mismo como una realidad mayor que el ego. Por eso, la individuación es esencialmente diferente del simple proceso de tomar conciencia.

“La meta del proceso de individuacion es la síntesis del Sí-mismo”
Una y otra vez veo que el proceso de individuación se confunde con la toma de conciencia del ego y que en consecuencia el ego se identifica con el sí mismo, lo que naturalmente produce una confusión conceptual sin destino. Entonces, la individuación solo es egocen­trismo y autoerotismo. Pero el sí-mismo comprende una unidad de cosas más que el mero ego, como desde antaño lo ha demostrado el simbolismo. Es tanto el sí mismo propio, y todos los demás sí mismos, como tambiéocurrn el ego”
Según Jung, nadie está nunca completamente individuado. Mientras la meta sea la totalidad y una sana relación de trabajo con el sí-mismo, el verdadero valor de la individuación reside en lo que va ocurriendo en el camino.
La meta es importante solo como una idea; lo esencial el es opus que conduce a la meta: ese es el objetivo de toda una vida”

Mandala

Círculo mágico de Mandala (Sanskrit). En Jung el símbolo del centro, de la meta, o del si-mismo como totalidad psíquica; el si-mismo en representación de un proceso psíquico del centro; producción de un nuevo centro de la personalidad. Esto es representado simbólicamente por el círculo, el cuadrado, o la “cuaternidad “, por los arreglos simétricos del número cuatro y sus múltiplos.
En el yoga lamaísta y el Tántrico el mandala es un instrumento de contemplación (yantra), de asiento y lugar de nacimiento de los dioses.
Mandala perturbador: Cualquier forma que se desvía del círculo, del cuadrado, o de la cruz igual-armada, o que número básico no sea cuatro o sus múltiplos.
En C.G. JUNG: Mandala significa un círculo, más especialmente un círculo mágico, y esta forma de símbolo que debe ser encontrado no solamente en nosotros; nuestro interior sino también en el exterior. De esta premisa basa su libro ” Sobre cosas que se ven en el cielo “, donde indica la necesidad arquetipal de proyectar afuera el mandala que llevamos dentro. Esto no es mas que el Dios interior que suele manifestarse en un proceso de cambio.
Los mandalas se encuentran en la edad media. Si bien existen en todas las edades por ser un producto arquetipal del Ser Humano.
Los específicamente cristianos vienen de las edades medias anteriores. La mayoría de ellos demuestran a Cristo en el centro, con los cuatro evangelistas, o sus símbolos, en los puntos cardinales.

Neurosis

Crisis psicológica debido a un estado de desunión consigo mismo, o más formalmente, leve disociación de la personalidad debido a la activación de complejos.
“Cualquier incompatibilidad de carácter puede causar disociación, y un splitting demasiado grande entre las funciones de pensamiento y de sentimiento, por ejemplo ya es una neurosis leve. Cuando uno no está del todo conforme consigo mismo… se va acercando a un estado neurótico”
Toda neurosis se caracteriza por disociación y conflicto, contiene complejos y muestra señales de regresión y abaissement”.

Según Jung, un brote de neurosis tiene un fin determinado­, es una oportunidad para darnos cuenta de quienes somos, en oposicion a quienes creemos ser. Al trabajar los síntomas que invariablemente acompañan una neurosis -angustia, miedo, depresión, culpa y especialmente con­flicto nos percatamos de nuestras limitaciones y descu­brimos nuestras verdaderas fortalezas.

“En muchos casos debemos decir: “Gracias a Dios se decidió a ser neurótico”. La neurosis es realmente un intento de autosanación… Es un intento del sistema
psíquico autorregula

LA CAVERNA, EL LABERINTO Y LA INICIACIÓN

LA CAVERNA, EL LABERINTO Y LA INICIACIÓN

Por René Guenón

René Guénon, fallecido en 1951, es un personaje polémico. Se convirtió al Islam y su obra alcanzó gran propagación. Su intención esencial era explorar los principales símbolos de la “ciencia sagrada”, del acervo universal y ancestral del simbolismo mítico-religioso. Aquí, en la sección de Textos sobre mitología, simbolismo y religión de Temakel, presentamos un capítulo de la clásica obra de Guenón Símbolos fundamentales de la ciencia sagrada publicada en Argentina por la editorial de la Universidad de Buenos Aires. La tesis central de Guenón es que tanto la caverna como el laberinto deben entenderse como vías simbólicas hacia la iniciación. En las culturas arcaicas, la iniciación es el proceso de “segundo nacimiento” del ser. Este segundo nacer propicia el despertar al conocimiento de las fuerzas sutiles y sagradas de la realidad.

La caverna

En un libro reciente (1), W. F. Jackson Knight expone interesantes investigaciones que tienen por punto de partida el pasaje del libro VI de la Eneida donde se describen las puertas del antro de la Sibila de Cumas: ¿por qué el laberinto de Creta y su historia están figurados en esas puertas? El autor se niega con razón a ver en ello, como lo han hecho algunos que no van más allá de las concepciones “literarias” modernas, una simple digresión más o menos inútil; estima, al contrario, que ese pasaje debe tener un valor simbólico real, fundándose en una estrecha relación entre el laberinto y la caverna, vinculados ambos con la misma idea de un viaje subterráneo. Esta idea, según la interpretación que el autor da de hechos concordantes pertenecientes a épocas y regiones muy diversas, habría estado originariamente en relación con los ritos funerarios y luego, en virtud de cierta analogía, habría sido transportada a los ritos iniciáticos; volveremos más en particular sobre este punto en lo que sigue, pero debemos antes formular algunas reservas sobre el modo en que el autor concibe la iniciación. Parece, en efecto, encararla únicamente como un producto del “pensamiento humano”, dotado por otra parte de una vitalidad que le asegura una especie de permanencia a través de las edades, aun si a veces no subsiste, por así decirlo, sino en estado latente; no tenemos necesidad alguna, después de todo cuanto hemos ya expuesto acerca de este asunto, de mostrar una vez más la insuficiencia de ese punto de vista, ya por el solo hecho de que no tiene en cuenta los elementos “sobrehumanos”, que en realidad constituyen precisamente lo esencial. Insistirernos solo en esto: la idea de una subsistencia en estado latente trae aparejada la hipótesis de una conservación en un “subconsciente colectivo”, tomada de ciertas teorías psicológicas recientes; como quiera que se opine acerca de éstas, hay en todo caso, en la aplicación así efectuada, un completo desconocimiento de la necesidad de la “cadena” iniciática, es decir, de una transmisión efectiva e ininterrumpida. Cierto es que hay otra cuestión que es preciso guardarse de confundir con aquélla: ha podido ocurrir a veces que cosas de orden propiamente iniciático llegaran a expresarse a través de individualidades que no eran conscientes en modo alguno de su verdadera significación, y nos hemos explicado anteriormente sobre ello con motivo de la leyenda del Graal (2); pero, por una parte, eso nada tiene que ver con lo que es la realidad de la iniciación misma, y, por otra, no podría entenderse así el caso de Virgilio, en quien hay, como en Dante, indicaciones demasiado precisas y demasiado manifiestamente conscientes para que sea posible admitir que haya sido extraño a toda vinculación iniciática efectiva. Aquello de que aquí se trata nada tiene que ver con la “inspiración poética” tal como se la entiende en la actualidad, y a este respecto Jackson Knight está por cierto demasiadamente dispuesto a compartir los puntos de vista “literarios” a los cuales, sin embargo, su tesis se opone en lo demás; pero no por eso hemos de desconocer todo el mérito que corresponde a un autor universitario por tener el valor de abordar ese tema, e incluso, simplemente, de hablar de iniciación.

Dicho esto, volvamos a la cuestión de las relaciones entre la caverna funeraria y la caverna iniciática: aunque esas relaciones sean ciertamente reales, la identificación de ambas, en cuanto a su simbolismo, no representa sino, cuando mucho, una media verdad. Observemos, por lo demás, que, inclusive desde el mero punto de vista funerario, la idea de hacer derivar el simbolismo del ritual en lugar de ver, al contrario, en el ritual mismo el simbolismo en acción, como en realidad es, pone ya al autor en grandes dificultades cuando comprueba que el viaje subterráneo va seguido casi siempre de un viaje al aire libre, representado por muchas tradiciones como una navegación; esto sería inconcebible, en efecto, si no se tratara sino de la descripción por imágenes de un rito sepulcral, pero, en cambio, se explica perfectamente cuando se sabe que se trata en realidad de las fases diversas atravesadas por el ser en el curso de una migración que es real y verdaderamente “de ultratumba”, y que no concierne en nada al cuerpo que ese ser ha dejado tras de sí al abandonar la vida terrestre. Por otra parte, en razón de la analogía existente entre la muerte entendida en el sentido ordinario y la muerte iniciática, de que hemos hablado en otra oportunidad, una misma descripción simbólica puede aplicarse por igual a lo que ocurre al ser en uno y otro caso; tal es, en cuanto a la caverna y al viaje subterráneo, la razón de la asimilación antes establecida, en la medida en que está justificada; pero, en el punto en que ella debe legítimamente detenerse, nos hallamos todavía en los preliminares de la iniciación y no en la iniciación misma.
En efecto, nada más que una preparación para ella puede verse, en estricto rigor, en la muerte al mundo profano seguida del “descenso a los Infiernos”, el cual, claro está, es la misma cosa que el viaje al mundo subterráneo al cual da acceso la caverna; y, en lo que hace a la iniciación misma, lejos de ser considerada como una muerte, lo es al contrario como un “segundo nacimiento”, y como un paso de las tinieblas a la luz. Pero el lugar de este nacimiento es también la caverna, por lo menos en los casos en que la iniciación se efectúa en ella, real o simbólicamente, pues va de suyo que no hay que generalizar demasiado, y que, como en el caso del laberinto, al cual nos referiremos en seguida, no se trata de algo necesariamente común a todas las formas iniciáticas sin excepción. Lo mismo aparece; por lo demás, incluso exotéricamente, en el simbolismo cristiano de la Natividad, con igual nitidez que en otras tradiciones; y es evidente que la caverna como lugar de nacimiento no puede tener precisamente la misma significación que la caverna como lugar de muerte o sepultura. Se podría hacer notar, sin embargo, por lo menos para vincular entre sí esos aspectos diferentes y hasta en apariencia opuestos, que muerte y nacimiento no son, en suma, sino las dos faces de un mismo cambio de estado, y que el paso de un estado a otro se considera siempre como que debe efectuarse en la oscuridad (3); en este sentido, la caverna seria más exactamente, pues, el lugar mismo de ese tránsito: pero esto, aun siendo estrictamente verdadero, no se refiere aún sino a uno de los aspectos de su complejo simbolismo.
Si el autor no ha logrado ver el otro aspecto de este simbolismo, ello se debe muy probablemente al influjo ejercido sobre él por las teorías de ciertos “historiadores de las religiones”: siguiendo a éstos admite, en efecto, que la caverna deba vincularse siempre a los cultos “ctonios”, sin duda por la razón, algo demasiado “simplista”, de que esta situada en el interior de la tierra; pero esto está muy lejos de la verdad (4). Con todo, nuestro autor no puede menos de advertir que la caverna iniciática se da ante todo como una imagen del mundo (5), pero su hipótesis le impide sacar la consecuencia que sin embargo se impone, a saber: siendo las cosas así, la caverna debe formar un todo completo y contener en sí misma la representación del cielo tanto como de la tierra; si ocurre que el cielo se mencione expresamente en algún texto o figure en algún monumento como correspondiente a la bóveda de la caverna, las explicaciones propuestas a este respecto se tornan a tal punto confusas y poco satisfactorias que ya no es posible seguirlas. La verdad es que, muy lejos de constituir un lugar tenebroso, la caverna iniciática está iluminada interiormente, de modo que, al contrario, la oscuridad reina fuera de ella, pues el mundo profano se asimila naturalmente a las “tinieblas exteriores” y el “segundo nacimiento” es a la vez una “iluminación”(6). Ahora, si se pregunta por qué la caverna es considerada así desde el punto de vista iniciático, responderemos que la solución se encuentra, por una parte, en el hecho de que el símbolo de la caverna es complementario con respecto al de la montaña, y, por otra, en la relación que une estrechamente el simbolismo de la caverna con el del corazón; nos proponemos tratar por separado estos dos puntos esenciales, pero no es difícil comprender, después de cuanto hemos tenido ya ocasión de decir en otros lugares, que todo eso está en relación directa con la figuración misma de los centros espirituales.

El laberinto
Pasaremos por alto otras cuestiones que, por importantes que sean en sí mismas, no intervienen aquí sino accesoriamente, como por ejemplo la de la significación de la “rama de oro”; es muy discutible que pueda identificársela, salvo en un aspecto muy secundario, con el bastón o la varita que en formas diversas se encuentra muy generalmente en el simbolismo tradicional (7). Sin insistir más en ello, examinaremos ahora lo que concierne al laberinto, cuyo sentido puede parecer aún más enigmático, o al menos más disimulado, que el de la caverna, y las relaciones existentes entre ésta y aquél.
El laberinto, como bien lo ha visto Jacksor Knight, tiene una doble razón de ser, en cuanto permite o veda, según los casos, el acceso a determinado lugar donde no todos pueden penetrar indistintamente; solo los que están “cualificados” podrán recorrerlo hasta el fin, mientras que los otros se verán impedidos de penetrar o extraviarán el camino. Se ve inmediatamente que hay aquí la idea de una “selección”, en relación evidente con la admisión a la iniciación misma: el recorrido del laberinto no es propiamente, pues, a este respecto, sino una representación de las pruebas iniciáticas; y es fácil comprender que, cuando servía efectivamente como medio de acceso a ciertos santuarios, podía ser dispuesto de tal manera que los ritos correspondientes se cumplieran en ese trayecto mismo. Por otra parte, se encuentra también la idea de “viaje”, en el aspecto en que esa idea se asimila a las pruebas mismas, como puede verificárselo aún hoy en ciertas formas iniciáticas, la masonería por ejemplo, donde cada una de las pruebas simbólicas se designa, precisamente, como un “viaje”. Otro simbolismo equivalente es el de la “peregrinación”; y recordaremos a este respecto los laberintos que se trazaban otrora en las lajas del piso de ciertas iglesias, cuyo recorrido se consideraba como un “sustituto” del peregrinaje a Tierra Santa; por lo demás, si el punto en el que termina ese recorrido representa un lugar reservado a los “elegidos”, ese lugar es real y verdaderamente una “Tierra Santa” en el sentido iniciático de la expresión: en otros términos, ese punto no es sino la imagen de un centro espiritual, como todo lugar de iniciación lo es igualmente (8).
Va de suyo, por otra parte, que el empleo del laberinto como medio de protección o defensa admite aplicaciones diversas, fuera del dominio iniciático; así, el autor señala particularmente su empleo “táctico” a la entrada de ciertas ciudades antiguas y otros lugares fortificados. Solo que es un error creer que en este caso se trate de un uso puramente profano, el cual incluso hubiera sido cronológicamente el primero, para sugerir luego la idea de una utilización ritual; hay en esta idea, propiamente, una inversión de las relaciones normales, conforme, por otra parte, a las concepciones modernas pero solo a ellas, y que por lo tanto es enteramente ilegítimo atribuir a las civilizaciones antiguas. De hecho, en toda civilización de carácter estrictamente tradicional, todas las cosas comienzan necesariamente por el principio o por lo que es más próximo a él, para descender luego a aplicaciones cada vez más contingentes; y, además, inclusive estas últimas no se encaran jamás desde un punto de vista profano, que no es, según lo hemos explicado a menudo, sino el resultado de una degradación por la cual se ha perdido la conciencia de la vinculación de esas aplicaciones con el principio. En el caso de que se trata, podría fácilmente percibirse que hay algo distinto de lo que verían los “tácticos” modernos, por la simple observación de que ese modo de defensa, “laberíntico”, no se empleaba solamente contra los enemigos humanos sino también contra los influjos psíquicos hostiles, lo que indica a las claras que debía tener por sí mismo un valor ritual (9). Pero hay más todavía: la fundación de las ciudades, la elección de su sitio y el plan según el cual se las construía se hallaban sometidos a reglas pertenecientes esencialmente a la “ciencia sagrada” y, por consiguiente, estaban lejos de responder solo a fines “utilitarios”, por lo menos en el sentido exclusivamente material que se da actualmente a esa palabra; por completamente extrañas que sean estas cosas a la mentalidad de nuestros contemporáneos, es preciso sin embargo tomarlas en cuenta, sin lo cual quienes estudian los vestigios de las civilizaciones antiguas jamás podrán comprender el verdadero sentido y la razón de ser de lo que observan, aun en lo que corresponde simplemente a lo que se ha convenido en llamar hoy el dominio de la “vida cotidiana”, pero que entonces tenía también, era realidad, un carácter propiamente ritual y tradicional.
En cuanto al origen del nombre del “laberinto”, es bastante oscuro y ha dado lugar a muchas discusiones; parece que, al contrario de lo que algunos han creído, no se relaciona directamente con el nombre de la lábrys o doble hacha cretense, sino que ambas derivan igualmente de una misma palabra muy antigua que designaba la piedra (raíz la-, de donde lâos en griego, lapis en latín), de suerte que, etimológicamente, el laberinto podría no ser en suma otra cosa que una construcción de piedra, perteneciente al género de las construcciones llamadas “ciclópeas”. Empero, no es ésa sino la significación más exterior de la palabra, que, en sentido más profundo, se vincula al conjunto del simbolismo de la piedra, al cual hubimos de referirnos en diversas oportunidades, sea con motivo de los “betilos”, sea con motivo de las “piedras del rayo” (identificadas, precisamente, con el hacha de piedra o Lábrys), y que presenta aún muchos otros aspectos. Jackson Knight lo ha entrevisto por lo menos, pues alude a los hombres “nacidos de la piedra” (lo que, señalémoslo de paso, da la explicación de la palabra griega laós (‘pueblo, gente’), de lo cual la leyenda de Decaulión ofrece el ejemplo más conocido: esto se refiere a cierto período un estudio más preciso del cual, si fuera posible, permitiría seguramente dar a la llamada “edad de piedra” un sentido muy otro del que le atribuyen los prehistoriadores. Por otra parte, esto nos reconduce al tema de la caverna, la cual, en cuanto excavada en la roca, natural o artificialmente, está también muy próxima a ese simbolismo (10); pero debemos agregar que ésta no es razón para suponer que el mismo laberinto haya debido también forzosamente ser excavado en la roca: aunque haya podido serlo en ciertos casos, ello no es sino un elemento accidental, podría decirse, y no entra en su definición, pues, cualesquiera sean las relaciones entre el laberinto y la caverna, importa no confundirlos, sobre todo cuando se trata de la caverna iniciática, que aquí consideramos más en particular.

Laberinto y caverna iniciática

En efecto, es muy evidente que, si la caverna es el lugar en que se cumple la iniciación misma, el laberinto, lugar de las pruebas previas, no puede ser sino el camino que conduce a ella, a la vez que el obstáculo que veda el acercamiento a los profanos “no cualificados”. Recordaremos, por otra parte, que en Cumas el laberinto estaba representado en las puertas, como si, de alguna manera, esa figuración sustituyera al propio laberinto (11); y podría decirse que Eneas, mientras se detiene a la entrada para contemplarla, recorre en efecto el laberinto, mental ya que no corporalmente. Por otra parte, no parece que ese modo de acceso haya sido siempre exclusivamente reservado para santuarios establecidos en cavernas o asimilados simbólicamente a ellas, pues, como lo hemos explicado ya, no se trata de un rasgo común a todas las formas tradicionales; y la razón de ser del laberinto, tal como la hemos definido antes, puede convenir igualmente a los aledaños de todo lugar de iniciación, de todo santuario destinado a los “misterios” y no a los ritos públicos. Formulada esta reserva, hay sin embargo una razón para suponer que, en el origen por lo menos, el empleo del laberinto -haya de haber estado más particularmente vinculado con la caverna iniciática: pues uno y otra parecen haber pertenecido al comienzo a las mismas formas tradicionales, las de esa época de los “hombres de piedra” a que aludíamos poco ha; habrían comenzado, pues, por estar estrechamente unidos, aunque no lo hayan quedado invariablemente en todas las formas ulteriores.
Si consideramos el caso en que el laberinto está en conexión con la caverna, ésta, a la cual rodea con sus repliegues y en la cual finalmente desemboca, ocupa entonces, en el conjunto así constituido, el punto más interno y central, lo que corresponde perfectamente a la idea de un centro espiritual, y concuerda además con el equivalente simbolismo del corazón, sobre el cual nos proponemos volver. Ha de hacerse notar aún que, cuando la misma caverna es a la vez el lugar de la muerte iniciática y el del “segundo nacimiento”, debe entonces ser considerada como acceso no solo a los dominios subterráneos o “infernales”, sino también a los dominios supraterrestres; esto también responde a la noción del punto central, que es, era el orden “macrocósmico”, al igual que en el “microcósmico”, aquel donde se efectúa la comunicación con todos los estados superiores e inferiores; y solamente así la caverna puede ser, según lo hemos dicho, la imagen completa del mundo, en cuanto todos esos estados deben reflejarse igualmente en ella; de no ser así, la asimilación de su bóveda al cielo sería absolutamente incomprensible. Pero, por otra parte, si el “descenso a los Infiernos” se cumple en la caverna misma, entre la muerte iniciática y el “segundo nacimiento”, se ve que no puede considerarse a ese descenso como representado por el recorrido del laberinto, y entonces cabe aún preguntarse a qué corresponde en realidad este último: son las “tinieblas exteriores”, a las cuales hemos aludido ya, y a las que se aplica perfectamente el estado de “errancia”, si es lícito usar este término, del cual tal recorrido es la exacta expresión. Este asunto de las “tinieblas exteriores” podría dar lugar a otras precisiones, pero nos harían traspasar los límites del presente estudio; creemos, por lo demás, haber dicho bastante para mostrar, por una parte, el interés que presentan investigaciones como las expuestas en el libro de Jackson Knight, pero también, por otra, la necesidad, para dar precisión a los resultados y captar su verdadero alcance, de un conocimiento propiamente “técnico” de aquello de que se trata, conocimiento sin el cual no se llegará nunca sino a reconstrucciones hipotéticas e incompletas, que, aun en la medida en que no estén falseadas por alguna idea preconcebida, permanecerán tan “muertas” como los vestigios mismos que hayan sido su punto de partida. (*)

(*) Fuente: Cap. XXIX de Símbolos fundamentales de la ciencia sagrada, Eudeba-Colihue, Buenos Aires, 1988 (primera edición 1937).

NOTAS:

(1) W. F. Jackson Knight, Cumaean Gates, a reference of the Sixth “Aeneid” to lnitiation Pattern, Basil Blackwell, Oxford.
2) (Ver caps. III y IV.)
(3) Podría recordarse también, a este respecto, el simbolismo del grano de trigo en los misterios de Eleusis.
(4) Esta interpretacion unilateral lleva al autor a una singular confusión: cita, entre otros ejemplos, el mito shintoísta de la danza ejecutada ante la entrada de una caverna para hacer salir de ella a la “diosa ancestral” allí escondida; desgraciadamente para su tesis, no se trata de la “tierra madre”, romo lo cree y lo dice expresamente, sino de la diosa solar, lo cual es enteramente distinto.
(5) En la masonería ocurre lo mismo con la logia, cuyo nombre algunos han relacionado incluso con la palabra sánscrita loka [‘mundo’], lo que en efecto es exacto simbólicamente, si etimológicamente no; pero ha de agregarse que la logia no se asimila a ]a caverna, y que el equivalente de ésta se encuentra solo, en ese caso, al comienzo mismo de las pruebas iniciáticas, de modo que no se le da otro sentido que el de lugar subterráneo en relación directa con las ideas de muerte y de “descenso”.
(6) En el simbolismo masónico igualmente, y por las mismas razones, las “luces” se encuentran obligatoriamente en el interior de la logia; y la palabra loka, recién mencionada, se relaciona también directamente con una raíz cuyo sentido primero designa la luz.
(7) Sería ciertamente mucho más exacto asimilar esta “rama de oro” al muérdago druídico y a la acacia masónica, para no mencionar los “ramos” de la fiesta cristiana que lleva precisamente este nombre, en cuanto símbolo y prenda de resurrección e inmortalidad.
(8) Jackson Knigh menciona estos laberintos, pero no les atribuye sino una significación simplemente religiosa; parece ignorar que su trazado no pertenecía en modo alguno a la doctrina exotérica, sino exclusivamente al simbolismo de las organizaciones iniciáticas de constructores.
(9) No insistiremos, para no apartarnos demasiado de nuestro asunto, sobre la marcha “laberíntica” de ciertas procesiones y “danzas rituales”, que, presentando ante todo el carácter de ritos de protección, o “apotropaicos”, como dice el autor, se vinculan directamente y por eso al mismo orden de consideraciones: se trata esencialmente de detener y desviar los influjos maléficos, por una “técnica” basada en el conocimiento de ciertas leyes según las cuales aquéllos ejercen su acción.
(10) ” Las cavernas prehistóricas fueron, verosímilmente, no habitaciones, como de ordinario se cree, sino los santuarios de los “hombres de la piedra”, entendidos en el sentido que acabamos de indicar; así, pues, la caverna habría recibido en las formas tradicionales del período de que se trata, y en relación con cierta “ocultación” del conocimiento, el carácter de símbolo de los centros espirituales, y consiguientemente de lugar de iniciación.
(11) Un caso similar, a este respecto, es el de las figuras “laberínticas” trazadas en paredes, en Grecia antigua, para vedar el acceso de los influjos maléficos a las casas.

Conferencia # 11 Por Eva Pierrakos

Conferencia # 11 Por Eva Pierrakos

3 de septiembre de 1957
AUTO-CONOCIMIENTO; EL GRAN PLAN; EL MUNDO ESPIRITUAL / LEY ESPIRITUAL / LIBRE ALBEDRÍO

Mis amigos, les saludo en el nombre de Dios y de Jesucristo. Les traigo bendiciones y amor. Esta noche han venido nuevos amigos por primera vez, lo que ahora diré no será nuevo para los que han seguido mis enseñanzas o para los que están en el camino hacia Dios con la ayuda de un maestro diferente. Cada uno de ustedes puede encontrar inspiración y ayuda para superar una dificultad en particular. Frecuentemente, comparado al conocimiento intelectual superficial, es necesario escuchar una y otra vez lo mismo para que se vuelva un conocimiento profundo y una iluminación.

Profundamente dentro del corazón de cada ser humano, está el anhelo por la felicidad. Pueden preguntarle a diferentes personas ¿qué es la felicidad? y recibirán respuestas o definiciones diferentes. La persona espiritualmente inmadura, quizás después de pensarlo por algún tiempo, dirá que si tiene esto o aquello satisfecho, o que si ya no tiene problemas, será feliz. En otras palabras, la felicidad para esta persona significa tener ciertos deseos satisfechos. Y, aunque a veces, estos deseos se vuelvan realidad, esta persona no será feliz. Sentirá una inquietud que no puede definir. ¿Por qué?. Porque sin importar lo convencida que esté la persona inmadura de esta falacia, la felicidad no depende de las circunstancias externas o de otras personas. La persona espiritualmente madura lo sabe. Sabe que ella misma es responsable de su felicidad o de su infelicidad. Ella sabe que es capaz de crear una vida feliz, no solo dentro de ella sino que afuera de ella también como un resultado inevitable. La persona espiritualmente inmadura, piensa que la felicidad tiene que ser creada primero desde afuera, piensa que las circunstancias externas no dependen de sus acciones, las cuales deben ajustarse a sus deseos para tener felicidad interior. La persona espiritualmente madura sabe que es exactamente al revés.

Muchas personas no quieren reconocer esto, ya que es más fácil culpar al destino, a la injusticia del destino y de los poderes superiores, o a las circunstancias que ocasionaron otras personas, antes que culparse a ellas mismas. Es más fácil sentirse una victima, ya que de esa manera, uno no tiene que buscar profundamente y con un máximo de honestidad, dentro de sí. Sin embargo, lo que fue, es y será verdad, es que la felicidad está en sus propias manos. Alcanzar la meta, está en su poder. Pueden preguntar: ¿Qué se hace?. Pero veamos primero, ¿qué significa la felicidad en el sentido espiritualmente maduro?. Dios es La respuesta. Esta es la única manera para poder encontrar la felicidad. Y se puede encontrar aquí y ahora. Mis amigos, pueden preguntar ¿cómo?. Frecuentemente, las personas imaginan que Dios está muy lejos, que está muy lejos en el universo y que es imposible alcanzarlo, que tratar de hacerlo es inútil y que no tendrán éxito. Esto está lejos de la verdad. Como he dicho antes, todo el universo está dentro de cada persona, por lo tanto, Dios está dentro de cada persona. Cada criatura viviente tiene dentro de ella una parte de Dios. La única manera de alcanzar esta parte es seguir el pequeño y angosto camino del auto-desarrollo. La meta es la perfección. La base es conocerse a sí mismos. Esto en verdad es difícil. Ya que conocerse significa enfrentar muchos rasgos que no son halagadores. Significa una larga búsqueda, que de hecho, nunca termina. ¿Quién soy? ¿Qué significan realmente mis reacciones – no solo mis actos y mis pensamientos? ¿Mis acciones están apoyadas por mis sentimientos, o tengo motivos detrás de estas acciones que no corresponden con lo que quiero creer y con lo que quiero que crean otras personas? ¿Cuáles son mis errores? Aunque algunos de ustedes conozcan algunas de sus debilidades, la mayoría ignora una buena parte de ellas, y esto es un gran obstáculo, hasta para aquellos que han alcanzado cierto punto en este camino. No se puede superar aquello que no se conoce. Cada falla no es más que una cadena que los ata. Al cambiar cada imperfección, rompen una cadena y así, están más libres – y más cerca de la felicidad. La felicidad es para todos, pero es imposible obtenerla sin eliminar la causa de su infelicidad, sus faltas y cualquier tendencia que viola la ley espiritual. Hasta un karma de una vida pasada puede ser disuelto siempre y cuando trabajen espiritualmente para encontrarse a ustedes mismos y por lo tanto, a Dios.

El hombre podría ser completamente feliz, sin enfermedades, preocupaciones y hasta sin la muerte como ustedes la experimentan – sí, mis amigos, ¡aún la muerte!. Si el hombre fuera realmente perfecto – y esto es solamente una teoría, ya que si se alcanza este tipo de perfección, la reencarnación se vuelve superflua – su regreso al mundo espiritual sucedería de una manera diferente, sin decadencia, vejez, enfermedad o accidente. Sería como una desmaterialización. Y aunque no han llegado lo suficientemente lejos para considerarlo, cada uno de ustedes puede acercarse a esta meta mucho más rápido de lo que piensan que es posible. Por el momento, pueden descubrir qué tanto han avanzado en este camino observando su vida y sus problemas. ¿Qué tan felices son? ¿Qué falta en su vida? En la medida que exista la infelicidad o descontento en su vida, no han satisfecho su potencial como podrían y deberían hacerlo. En aquellos que realmente satisfacen su vida, aunque el resultado exterior no se note inmediatamente y el residuo, la manifestación externa de la causa interna pasada permanezca, internamente habrá un contento y una paz profundos, una seguridad y una sensación de satisfacción. Si esto está faltando, no están en el camino correcto, o aún no han alcanzado la liberación que deben experimentar, después de haber superado las dificultades iniciales al entrar en este camino. Sólo ustedes tienen la respuesta. Nadie más puede ni debe responderles. Y, si están en el camino correcto y tienen ese sentimiento profundo de contento y de satisfacción, pero todavía hay otros problemas en su vida, no debe desalentarlos mis amigos. Ya que la forma externa de su conflicto interior que ahora están trabajando, no se puede disolver tan rápidamente. Los efectos de la ley que han violado por mucho tiempo deben reajustarse y, esto toma tiempo. Las formas externas tienen que volverse a moldear, tienen que volverse a hacer. Ustedes lo tienen que hacer. Entre más dirijan las corrientes internas hacia los canales correctos, gradualmente, lenta pero de manera segura, cambiarán las formas externas respectivas. Hasta que esto no suceda completamente, el problema externo no se podrá disolver automáticamente. Como dije, esto sucederá gradualmente, poco a poco. La impaciencia sólo será un obstáculo. Si están en el camino correcto, y como dije, solo ustedes pueden encontrar la respuesta, vivirán y sentirán en su vida diaria la realidad del mundo de Dios. Siempre estarán sostenidos por el mundo espiritual de Dios, el cual trabaja con y alrededor de ustedes, ayudándolos y guiándolos. Ya no será una teoría. No será un conocimiento intelectual, sino vivirán en este mundo y sentirán su efecto en ustedes.

El mundo espiritual de Dios, esta constantemente trabajando para ayudar a la humanidad como un todo y también individualmente. Es parte del gran plan que tiene que cumplir el mundo espiritual de Dios, pero estamos unidos por muchas leyes definitivas – leyes que están siendo violadas constantemente por los seres humanos o por los espíritus que no pertenecen al orden divino. Entre otras cosas, estas leyes contienen la estipulación, si me permiten usar esta expresión, de que nunca se debe violar el libre albedrío de ningún ser humano. Por lo tanto, el mundo espiritual de Dios, siempre esta esperando que el hombre o que el espíritu, busque su ayuda, y nunca forza su ayuda en nadie. En otras palabras, cada persona debe desear la ayuda de Dios y primero, satisfacer los requisitos necesarios antes de que esta ayuda pueda ser dada. Si esto no se hace, nosotros solo podemos interferir en casos muy especiales, otra vez, de acuerdo a la ley. Sería muy complicado explicarlo ahora, pero no hay error posible. En otras palabras, la ayuda intercedida del mundo de Dios, sucede ocasionalmente sin que la persona la haya pedido, pero sólo en casos en donde dicha ayuda fue ganada, quizás por méritos en una vida previa o hasta en esta vida en un asunto diferente.

Cada espíritu en el mundo de Dios, el cual es un mundo de orden, tiene una tarea definitiva. Y, las tareas de muchos espíritus se relacionan a los seres humanos. Es aconsejable, que el hombre busque contacto con el mundo de Dios y con los espíritus de Dios. Ya que ellos y sólo ellos, pueden ayudarlo y guiarlo en el camino apropiado. Existen casos en donde las personas piensan que han encontrado este camino por sí mismas y sin la ayuda de entidades superiores. Esto no es así, y ya sea que lo sepan o no, tuvo que haber guía e inspiración de dichos espíritus. Sin embargo, es extremadamente dañino, buscar contacto con otros espíritus que no pertenezcan al mundo de Dios. El daño es múltiple. No sólo es dañino espiritualmente hablando sino que físicamente también. En otras palabras, los seres humanos tienden a llegar a dos conclusiones contrarias y extremas, que son igualmente erróneas, no sólo en este respecto sino que en muchas otras cosas también. Un grupo de personas encuentra útil buscar contacto con cualquier tipo de espíritu. Y debido al daño que finalmente esto causa, directa o indirectamente, tarde o temprano, otro grupo de personas como reacción, dirá que está mal cualquier tipo de contacto con espíritus. Desafortunadamente, la naturaleza humana tiende a generalizar todo, en lugar de diferenciar adecuadamente. El contacto con el mundo espiritual de Dios no se obtiene fácilmente – y no debería ser fácil. Ya que es el regalo más grande para el hombre. El hombre en verdad debe aprender muchas cosas para poder recibir el regalo de dicho contacto. Antes que nada, debe escalar el camino más empinado del auto-desarrollo y de la purificación. Y, debe aprender las leyes especiales que gobiernan la comunicación con el mundo espiritual de Dios. Estas leyes son muy diferentes a las leyes que conciernen a los espíritus impuros o simplemente ciegos y que no saben. Existen muchas maneras para descubrir con qué tipo de espíritus se está tratando. Existen muchas maneras para poner a prueba a un espíritu y saber si pertenece realmente al mundo de Dios o, si sólo pretende hacerlo. Aunque sería imposible para mí, por el tiempo que tengo disponible ahora, decirles todo lo que necesitan saber sobre este tema, les daré un breve perfil. Diré que, siempre que exista el deseo primario de usar estos canales solamente para el contacto con el mundo de Dios, la guía será dada, el conocimiento necesario llegará a la persona en cuestión. Una prueba es, que un espíritu del mundo de Dios, no buscará satisfacer su propia vanidad, no demandará ser admirado. Será un humilde sirviente y siempre le dará el honor a Dios. No dirá que es el más alto, ya que siempre hay alguien superior. Y ese es Dios. Cualquier espíritu que diga que tiene ese poder y que no hay alguien superior a él para que sea consultado y, que tiene la autoridad para todo, que puede decidir sin consultar a espíritus superiores a él, será una prueba suficiente de que no están tratando con un espíritu de Dios. Ya que siempre que un espíritu de Dios les hable, les dirá que hay muchos, muchos grados, muchos, muchos espíritus, muchas jerarquías, y que sobre todos, está el espíritu de Jesucristo y que arriba de Jesucristo está Dios. Así que, no es de confiar cualquier espíritu que diga que tiene toda la autoridad. Es más, un espíritu del mundo de Dios, puede ser reconocido por la paciencia, por el amor, y por el hecho de que aunque ocasionalmente, tenga que decir cosas desagradables para poder ayudarlos a avanzar en su desarrollo espiritual, nunca los humillará o lastimará. Tampoco los adulará. Estas y muchas otras pruebas se pueden y deben hacer, para reconocer la identidad de los espíritus con los que están tratando. Las palabras bellas y suaves no son una prueba. Ya que existen muchos espíritus que traen de sus vidas, ciertas cualidades que continúan en el más allá, pero por una u otra razón, ellos no pertenecen al orden del mundo de Dios.

Si se hace contacto con el mundo espiritual de Dios, será una gran bendición. Ya que, a los espíritus de Dios, les importa ayudar a cada uno de ustedes a encontrar esa felicidad, que cada uno de ustedes no tenga una vida vacía, carente de amor, de afecto, de respeto y de esa satisfacción profunda, que sólo pueden llegar cuando la persona busca el desarrollo espiritual. Este es el único propósito de dicho contacto. Todo lo demás es secundario. Y, si otros propósitos parecen tener razones valiosas, el hombre nunca debe insistir, sino que debe dejárselo a Dios. Si Dios encuentra útil que otros propósitos también sean satisfechos, sucederá de una mejor y mucho más eficiente manera. Ustedes obtendrán exactamente lo que quieren. Si quieren felicidad y están dispuestos a pagar el precio, la recibirán. De la misma manera, si las personas quieren con todo su corazón, nada más que la verdad de Dios y la satisfacción de la voluntad de Dios, lo recibirán. El resultado está contenido en el deseo. Frecuentemente, el resultado no puede llegar inmediatamente – los espíritus de Dios no se pueden manifestar inmediatamente — ya que primero se deben remover muchos obstáculos del camino; mientras esto sucede, las respectivas personas, se ponen a prueba para ver si merecen esta comunicación; y, si las almas impuras, infelices o sufriendo encuentran el camino hacia un médium, el énfasis debe ser enseñarlas en lugar de permitirles tener control, ayudarlas con mano firme, ayudarlas a no estar ciegas, y ponerlas en el camino espiritual. Al buscar el contacto con los espíritus de Dios, no deben darse por vencidos sino perseverar en humildad y buscar qué hay dentro de ustedes y que evita que se manifiesten los espíritus puros.

Siempre que el hombre tiene contacto con el mundo espiritual de Dios, es la cosa más alta, más bella y más útil que puede obtener. Para eso, ¡se debe pagar un precio! Si compran una casa, el precio será más alto que si compran una choza. Lo aceptan como algo natural; no podría ser diferente. Pero cuando concierne al desarrollo espiritual, a cualquier valor espiritual, el hombre no está tan listo para aceptar pagar el precio. Cuando se refiere a los valores espirituales, lo que den se les regresará multiplicado, mientras que en cuestiones materiales, en el mejor de los casos es un intercambio exacto de valores.

La Salvación yace en las manos de cada individuo. Solamente ustedes pueden romper las cadenas que los atan, pero primero, debe crecer más que nada en ustedes el deseo de todo corazón. Y, entonces, los espíritus de Dios los ayudarán.

Ahora, quiero dedicar el resto del tiempo a sus preguntas.

PREGUNTA: No entiendo algo. Tu dices que debemos conectarnos con el mundo espiritual de Dios, mientras que conectarnos con el otro mundo, nos lastimará espiritual y físicamente. Pero todo es el mundo de Dios. No entiendo.

RESPUESTA: Esto es así. Existe la gran creación de Dios con Su maravillosa ley, incluyendo a todos los espíritus que también ha creado y a los que les ha dado libre albedrío. Una gran cantidad de estos espíritus, voluntariamente han aceptado las leyes de Dios y así, han permanecido felices. Una gran cantidad de otros espíritus, también voluntariamente, ha roto ese orden y con eso, han creado infelicidad y desarmonía para ellos mismos. Ya que la felicidad solamente puede yacer en la sabiduría de las leyes de Dios. Todos los espíritus, que en uno o en otro momento, han roto voluntariamente esta ley y todavía no han encontrado su camino de regreso para reconocer esta ley como la única sabiduría, como el único camino correcto, están fuera de este orden – así como podrían voluntariamente aceptarla, y un día todos lo harán. Pero, mientras que esto no suceda por su propia voluntad y convicción, permanecerán fuera del mundo de Dios. Dios no forza a ninguna criatura. Esto tiene que llegar por el libre albedrío de cada individuo. Finalmente, así es la belleza y la perfección de las leyes de Dios, cada hijo de Dios regresará, regresará a la iluminación y a la sabiduría, regresará a la felicidad y a la libertad, que sólo pueden encontrarse en la ley divina. No sólo los espíritus sino que muchos seres humanos, caen en estas dos categorías. Un grupo es de los que pertenecen al orden divino y quizás están ayudando, trabajando y cooperando en el gran plan de salvación. Las entidades en este grupo, entre otras cosas, descubren en esta tarea espiritual, en dónde aunque inconscientemente, todavía se desvían de las leyes. Y también, hay aquellas que no aceptan las leyes de Dios, aquellas entidades que crean caos en sus alrededores y en ellas mismas queriendo seguir sus propias leyes que son bastante incompletas

PREGUNTA: Me gustaría preguntar, ¿cómo entrar en contacto con mi guía personal?.

RESPUESTA: Esto solo se puede hacer si el propósito es seguir el camino de la perfección, y si la razón de estar en contacto, es ayudar a tu auto-desarrollo y para resolver un problema en particular. Este deseo debe ser muy fuerte y sincero – y ésta debe ser realmente la única razón sin mezclar ninguna sensación y curiosidad en este deseo. Si y cuando esto se reconozca por los espíritus de Dios – y puede llevar muchas pruebas, paciencia, resistencia; el deseo no debe soltarse demasiado rápido – el contacto se establecerá. El guía personal de la persona en cuestión se dará a conocer, siempre y cuando la repuesta no pueda ser obtenida de otra manera, digamos que, a través de los seres humanos. Puesto que, los espíritus de Dios no responden preguntas que pueden ser respondidas en tu propio mundo. Ya que su tarea no es ayudarte a evitar un poco de dificultad para encontrarlas. Ellos solo responden a lo que te es imposible encontrar a través de canales humanos. Ahora, si todos estos requisitos se satisfacen, como dije, finalmente de una o de otra manera, establecerás el contacto. Existen muchas preguntas que un guía personal puede y con gusto responderá, por ejemplo, si no sabes cuál es la voluntad de Dios en una situación en particular; o si estás en conflicto, en algún tipo de desarmonía con tus compañeros y no sabes la razón dentro de ti. (Si una situación así ocurriera, puedes estar bastante seguro, que sin importar qué tan equivocada esté otra persona, debe haber algo dentro de ti que es responsable de que puedas ser tocado por ella) Si abres la puerta para la verdad, ésta y otras preguntas similares, serán respondidas. Y, esto sólo puede suceder si estás preparado a aceptar la verdad bajo cualquier circunstancia, aún si escuchas lo que menos deseas escuchar. Si superas esa resistencia natural de escuchar una verdad poco halagadora o desagradable, tu puerta está abierta y podemos atravesarla. Y podría agregar que, aunque escuches ocasionalmente lo que has temido escuchar, estarás extremadamente feliz después de haber establecido el contacto, no sólo porque la verdad siempre tiene ese efecto, sino también, porque sabrás por primera vez, que este mundo espiritual con todas sus leyes, es una realidad y no una teoría. Y esto, en verdad, te hará muy feliz.

Sin embargo, se puede recibir la respuesta de varias maneras. Una, puede ser que mientras meditas y cuando estás quieto y haces la pregunta, queriendo solo la verdad y la voluntad de Dios, de repente llega dentro ti como si fuera un pensamiento. Y éste crecerá, y entre más crece, más verás lo correcto que es. Desde cualquier ángulo que lo consideres, no habrá ninguna duda de la razón y de la verdad de este pensamiento. Esta puede ser una manera. Es la manera de la inspiración. Más tarde, puedes tener una percepción directa en la forma de escuchar una voz dentro de ti, una nueva voz, muy diferente de los pensamientos o ideas que crecen de ti. O, puedes ver algo que te dará la respuesta a través de una imagen. Frecuentemente, también es el caso, de que dichas respuestas se dan un poco después, a través de otro ser humano que estará inspirado. Puede haber una prueba para ti en este tipo de respuesta, en cuanto a cómo la recibes, cuáles son tus reacciones, etc. El mundo espiritual de Dios tiene muchas maneras de trabajar y de presentarte el conocimiento necesario. Pero siempre depende de ti, y siempre supone tu apertura para ello. Entonces la recibirás. Si eres paciente y si no quieres solamente una respuesta particular o si no estas listo para recibirla de una manera en particular, déjale a Dios la manera en que la recibirás, entonces, gradualmente establecerás este contacto personal y maravilloso, quizás diferente al que imaginabas, pero lo que decida y cómo lo decida Dios, finalmente será lo mejor para ti. Así que, buscar este contacto debe ser tu motivo, y esta es la manera de hacerlo.

PREGUNTA: Es un privilegio estar aquí por primera vez, y es un gran privilegio conocerte y escuchar tus palabras. ¿Puedo preguntar algo que está cerca de mi corazón? Lo divino que está dentro de mí y el maestro que viene a hablar, con relación a este médium o a este maestro que me habla, ¿cuál es la relación entre este maestro y mi propio ser divino o el ser divino de esta médium?

RESPUESTA: ¿Lo dices de una manera general o de una manera personal?

PREGUNTA: Específicamente.

RESPUESTA: Primero responderé de manera general cuál es la diferencia entre la chispa divina o el ser espiritual, como ustedes lo llaman, o una entidad del mundo espiritual de Dios. Para muchas personas no les es muy claro saber qué les habla, el subconsciente, el superconsciente o la chispa divina o el ser superior – como lo quieran llamar – o si es otra entidad. No es fácil responder esta pregunta y es mucho más difícil determinar la diferencia. Pero trataré de hacerlo lo más claramente posible.

Empecemos primero con el subconsciente. La voz del subconsciente es rápida para responder, es clara y frecuentemente fuerte. La única manera en que una persona puede determinar si es el subconsciente o una de las otras dos alternativas, es estar quieta y hacer exactamente lo que dije cuando contesté la pregunta de cómo establecer contacto con el mundo de Dios. Si todo esto se cumple, la verdad y la voluntad de Dios llegarán y no importa si es el propio ser divino o una entidad que pertenece al mundo de Dios. Ya que ambos se atienen a las leyes espirituales y cumplen la voluntad de Dios. Si el deseo de cumplir la voluntad de Dios, es mayor que cualquier tipo de pensamiento o que un miedo, entonces la respuesta se dará. Solamente cada individuo puede determinar por sí mismo, en un auto-análisis objetivo, que ninguna ilusión, que ningún pensamiento, que ninguna ansiedad, es mayor que el deseo por la verdad. La vanidad o el deseo de impresionar a otras personas son un obstáculo en el camino espiritual. Si se hace esta prueba y se supera la resistencia, la respuesta puede ser dada por el ser al ser, o por el espíritu guardián o por el que llaman “maestro” La respuesta llegará con una voz muy pequeña y suave, no empujará o presionará. Esta voz no grita, es muy silenciosa, una voz casi impersonal sin ninguna fuerza atrás. Esto debe establecerse primero, ya que la voz del subconsciente, frecuentemente se confunde por una o las dos alternativas que mencionaste en tu pregunta.

Regresemos nuestra atención a tu pregunta: la diferencia entre el ser superior y una criatura espiritual de Dios. Realmente no hace ninguna diferencia si es uno o la otra, puesto que como ya dije, ambos quieren lo mismo. El ser superior ciertamente se manifiesta. Pero, no puede siempre hacerlo de forma clara, ya que está cubierto por muchas capa de imperfección, capas de materia densa, de todo lo que necesita la vida en la tierra. Si no existieran esas capas, la vida en la tierra sería superflua. Si el ser superior pudiera manifestarse tan libremente como todo eso lo hace, no tendrías que vivir una y otra vez. Estarías lo bastante avanzado para no tener que pasar por ninguna otra encarnación. Siempre que hay fallas e imperfecciones, se obstaculiza al ser superior. Y esa es la razón por la cual Dios ha mandado a Sus ayudantes, ya que ellos tienen la habilidad de trabajar en donde todavía no puede hacerlo su ser superior. Además, la voz del ser superior es tan lejana y tan suave y, a veces tan inaccesible, que en muchas palabras no es clara para ustedes, pero actúa guiándolos para que ustedes tengan lo que llaman “conciencia”. El ser superior puede influir a una persona para que pelee con su ser inferior. Cuando se le escucha, el ser superior puede darse a conocer en el curso de la vida, en ciertos actos y acciones, pero no puede conversar con la persona como lo puede hacer un espíritu. Por ejemplo, en el caso de un médium, el ser superior no puede manifestarse tanto como un espíritu puede, digamos, que hable por toda una hora, que de una conferencia y que responda preguntas. Si esto fuera posible, este médium habría alcanzado ciertas alturas, con las cuales ya no sería necesario volver a encarnar. Si esto se lograra con un simple trance, sería igualmente fácil siempre tener al ser superior en la superficie de todas las condiciones de la vida. Pero es más fácil, que el cuerpo espiritual del médium, se vaya por un tiempo y le deje espacio a otro espíritu. Hasta esto es lo suficientemente difícil para que un espíritu del mundo de Dios se manifieste. Digamos que para solo esta hora, se deben quitar muchos obstáculos. En otras palabras, el ser superior actúa y guía hasta cierto punto, pero no habla de manera coherente. Inspira, pero no habla de la manera en que yo hablo a través de esta médium, o no habla de una manera que se pueda escuchar. ¿Queda claro?

PREGUNTA: Cuando dijiste que si una persona esta en desarmonía con otra, entendí que, necesariamente es su responsabilidad …

RESPUESTA: No dije eso. La desarmonía presente, no necesariamente tiene que resultar de una persona. Pero si la desarmonía te puede alcanzar, debe haber alguna imperfección en ti.

PREGUNTA: Pero, ¿cómo lo sabe uno?

RESPUESTA: Por ejemplo, si no puedes encontrar la respuesta siguiendo tu camino espiritual, pidiendo la ayuda de tus amigos espirituales, conociéndote a ti mismo, a cada rincón de tu alma, a tus reacciones. La respuesta no siempre se puede encontrar inmediatamente. El curso no esta siempre en la superficie para ser encontrado en el suceso inminente en esta desarmonía particular, sino que puede estar enterrado más profundamente. Toda una reacción en cadena puede estar involucrada, una falla llevando a otra, hasta que finalmente, aparece afuera la manifestación traída también por las fallas de otras personas. Si sigues en este camino, la auto-honestidad se volverá una segunda naturaleza, y así, terminarás de entender completamente todos tus motivos internos, pasados y presentes. Cuando conozcas todas tus emociones, todos tus defectos y todas tus actitudes erróneas, serás capaz de conectar con esto todos los sucesos externos, siguiendo esta reacción en cadena y por decirlo de alguna manera, hacia atrás. La falla inmediata, puede muy bien estar total o parcialmente, en otra persona. Pero es muy importante saber, cuando estas en este camino, que siempre que sucede algo desagradable adentro o afuera, solamente puede ser el efecto de una causa. Por lo tanto, lo más pronto posible, debes entrar en meditación y preguntarte, ¿qué cosa en ti directa o indirectamente trajo esto?. ¿Qué imperfección podría estar conectada? Y si realmente quieres descubrir esta verdad particular, si nada en ti se aleja de ella, encontrarás la respuesta. Te lo prometo. Este es uno de los casos en donde los espíritus de Dios pueden y podrán ayudarte a establecer contacto contigo, como lo has experimentado en el pasado con otras cuestiones. Lentamente, los pensamientos serán guiados, siempre y cuando el deseo por la verdad sea sincero y no superficial. Este es un punto muy importante, ya que frecuentemente, los seres humanos quieren estar en este camino hasta cierto punto, pero todo su ser no esta de acuerdo. También se tiene que pelear para que toda la persona este de acuerdo, y por lo tanto, es importante reconocer el deseo a medias, para no engañarse a uno mismo, creyendo que han hecho todo lo que han podido y que el resultado aún no es visible. Si este es el caso, debes ponerte a prueba para ver si no hay una fuerte resistencia en ti, para dar el último paso y descubrir toda la verdad dentro de ti o a tu ser inferior.

PREGUNTA: Hasta la honestidad es muy difícil…

RESPUESTA: Claro que es difícil.

PREGUNTA: A veces piensas que eres honesto, pero si vas más profundamente, ves que hay algo más.

RESPUESTA: El camino es largo, empinado y angosto. Y con tu propia voluntad determinas si serás victorioso. Pero la dificultad de la honestidad puede superarse – en primer lugar con la meditación apropiada sobre la auto-honestidad y después, si te preguntas por qué es tan difícil. Si te haces esa pregunta, puedes darte la respuesta. Y si tienes el porqué, será más fácil meditar sobre este tema. Generalmente, la respuesta es – y hablo de manera general – que a uno no le gusta reconocer y deshacerse de una debilidad, o a uno no le gusta romper una reacción o actitud equivocada interna, o uno de alguna manera, no desea pagar el precio. Al ser inferior le gusta permanecer en el mismo agujero, y, literalmente eso ¡es!. No le gusta actuar, esforzarse y cambiar. Una vez que esto se reconoce, el siguiente paso es más fácil. Una vez que reconoces que no te gusta poner a un lado a tu ego, o, a tu vanidad, o, a lo que sea, puedes manejar a la pereza de tu ser inferior, con las leyes espirituales que hasta ahora has aprendido. Una vez que has encontrado la respuesta del por qué tienes estas dificultades en ese respecto, has obtenido mucho más de lo que piensas. Es mejor descubrir la resistencia interior y manejarla, que superar solamente en la acción un error superficial. Ya que de esa manera, la raíz permanece, y no se ha ganado mucho. Además del hecho de que mientras el mal no sea arrancado de raíz, puede volver a aparecer bajo ciertas condiciones, la acción correcta externa en un caso así, se vuelve una mentira. Por lo tanto, es mejor cometer una falta una y otra vez en el exterior, y siempre reconocerla y manejarla, que actuar sin el apoyo de tu naturaleza interior. Si puedes encontrar la respuesta dentro de ti, experimentarás una victoria maravillosa, una sensación de alivio, de liberación, de paz, de verdad. De esta manera, estarás un paso más cerca de Dios. ¿Entiendes?

PREGUNTA: En las iglesias organizadas, hay sacerdotes – tengo en mente recuerdos de mi infancia – quienes cuando vas por un consejo y les preguntas ¿”esto es bueno?” o, “¿es esto un pecado?” – me acuerdo de uno en particular que nunca respondía. Siempre decía: “Tu mismo sabes muy bien la respuesta” ¿Crees que un sacerdote como este, está inspirado?

RESPUESTA: Claro que sí. Una persona si realmente quiere, puede por sí misma — encontrar todas las respuestas que pertenecen a su desarrollo personal, al auto-conocimiento, a sus propias fallas. Pero además de eso, es necesario obtener conocimiento del afuera, por ejemplo, conocimiento de las leyes espirituales, conocimiento sobre cómo superar ciertas fallas y la ayuda para obtener purificación. Si no se da esta ayuda del afuera, frecuentemente es imposible encontrar la respuesta correcta o saber qué más hacer. Entre más conocimiento se obtenga del afuera, uno puede darse más respuestas correctas desde el interior.

PREGUNTA: Hablas de la meditación como si fuera algo muy fácil.

RESPUESTA: No, no es fácil, pero se puede aprender. Si hay voluntad, hay una manera. Y, siempre que haya dificultades, mi tarea es, ayudar a superarlas. Pero este no es el lugar ni el tiempo para hablar de eso. Así que, si tienes dificultades, quizás algún día, hable contigo personalmente.

PREGUNTA: ¿Cómo es que los grandes individuos, científicos, artistas, en otras palabras, los grandes genios de la historia, nunca se manifiestan a través de un médium?.¿Se manifiestan en contacto directo con aquellos que son receptáculos correctos o… qué están haciendo?

RESPUESTA: Es imposible contestar de una manera general. Existen muchos cuya tarea en el mundo espiritual es, inspirar a personas que tienen un talento similar. Hay una buena razón por la que rara vez o casi nunca, se manifiestan a través de un médium. Aunque hay muchos médiums que dicen que este o aquel ha hablado a través de ellos, y no es verdad. El mundo espiritual de Dios no quiere esto ya que tienta al médium o a la persona que pertenece a este grupo, a sentirse importante y superior. Y eso no debe suceder. Además, no significa mas, si, por ejemplo, Goethe habla a través de un médium, que si habla cualquier otro espíritu del orden divino. Pero si Goethe hablara aquí, quizás le dé la oportunidad al médium de decir: “Goethe hablará a través de mí”, los demás estarán impresionados y, quizás verán hacia abajo a los que no tienen a Goethe. El mundo espiritual de Dios quiere evitar esto. Así que, siempre que ocurra algo así, debe tomarse con mucho cuidado. Es más, no todos estos grandes genios están tan desarrollados espiritualmente, como lo están en su talento particular. Su destino en este mundo espiritual, quizás sea diferente del destino de cualquier otro. Así que no puedo hacer una afirmación general. Algunos de ellos reencarnan; algunos viven en el mundo espiritual en una esfera de purificación; algunos van a la escuela; algunos se preparan para la siguiente vida; algunos tienen que cumplir una tarea en el mundo espiritual, ya sea de una manera similar en conexión a su talento o que tengan que perfeccionar algo más. Algunos de ellos quizás ya hayan alcanzado una esfera alta de perfección.

Ahora me retiraré, y le digo a cada uno de ustedes, que nunca nadie debe sentirse solo. Dios los ama mucho. El amor de Dios está con todos ustedes. Estén en paz, sigan este camino. Les traerá felicidad. ¡Dios bendice a todos mis amigos!

Conferencia de Eva Pierrakos, Creadora del metodo Pathwork

Fragmentos de una mente holotropica

El siguiente texto está extraido del octavo capítulo de La mente
holotrópica de Stanislav Grof:

Para la mayor parte de quienes hemos nacido y crecido al amparo de las
tradiciones occidentales, la creencia en el karma y en las vidas
pasadas resulta extraña, por no decir ingenua y extravagante. Pero
resulta difícil ignorar el hecho de que los textos religiosos de las
sociedades más avanzadas del planeta se hayan ocupado, a lo largo de
los siglos, de las vidas anteriores, la reencarnación y el karma, y
hayan descrito su impacto en nuestras vidas presentes. Desde su punto
de vista, no venimos a esta vida como tabulas rasas ya que nuestra
vida actual forma parte de un continuo que se remonta a vidas
anteriores y que, probablemente, se extenderá también hacia otras
vidas futuras. Por otra parte, los recuerdos de vidas pasadas de
quienes han atravesado por estados no ordinarios de conciencia suelen
estar entremezclados con experiencias de su nacimiento, infancia,
niñez y adolescencia actual.

Somos muy conscientes de que el cristianismo y la ciencia ortodoxa
niegan e incluso ridiculizan este tipo de creencias. Pero nuestra
investigación en el dominio de lo transpersonal no deja de
proporcionarnos abundante evidencia de que esta área de estudio es un
verdadero tesoro, repleto de conocimientos sobre la naturaleza del
psiquismo humano. Las pruebas a favor de la evidencia de este tipo de
factores son tan decisivas que sólo podemos concluir que quienes se
niegan a considerarlas están insuficientemente informados o tienen un
amentalidad excesivamente estrecha.

Después de muchos años de trabajo con personas que han atravesado por
este tipo de experiencias, no tengo la menor duda de la relevancia de
este fascinante campo de estudio. Es por ello que quisiera destacar su
importancia para resolver ciertos conflictos y mejorar, con ello,
nuestra vida cotidiana […].

Por lo general, el proceso de experimentación de episodios de vidas
pasadas permite que las personas encuentren alivio a los síntomas
físicos y emocionales que aquejan su vida presente. En numerosas
ocasiones he podido comprobar la reducción o incluso la eliminación
completa de depresiones crónicas de origen psicológico, asmas, fobias,
migrañas severas, dolores psicosomáticos y otros síntomas similares
después de una experiencia en la que el sujeto revivía una vida
anterior. A la luz de todo ello, no resulta tan aventurado formular la
hipótesis de que el recuerdo de vidas anteriores puede ayudarnos a
resolver simbólicamente ciertos problemas de nuestro psiquismo […]

Todo lo que acabamos de describir en torno a las experiencias
relativas a vidas pasadas suscita interesantes cuestiones sobre el
tema de la reencarnación. ¿Las experiencias kármicas constituyen
necesariamente una demostración de que hemos vivido anteriormente?
¿Significa que nuestra vida actual forma parte de una larga secuencia
de vidas? ¿Quiere acaso decir que, de una vida a otra seguimos siendo
responsables de nuestras acciones? Para tratar de responder a todas
estas preguntas será necesario examinar las evidencias que apoyan o
refutan estas creencias y también convendría revisar nuestras
opiniones y prejuicios al respecto. Con demasiada frecuencia, nuestra
visión sobre este tipo de fenómenos -que no pueden ser demostrados por
las matemáticas ni verificados mediante los sentidos físicos- depende
más de lo que nos han enseñado a creer que del examen imparcial de la
evidencia objetiva.

Comencemos recordando que el karma y la reencarnación constituyen la
piedra angular de las principales religiones de la India, el
hinduismo, el budismo, el jainismo, el shinkismo y el zoroastrismo, y
que también forman parte del budismo vajrayana, el budismo esotérico
japonés y la mayoría de las escuelas budistas del sudeste asiático. Y
que la misma doctrina fue adoptada por los esenios, los fariseos, los
karaitas y otras sectas judías o filojudías.

En la antigua Grecia, por su parte, la creencia en la reencarnación
fue asumida por diversas escuelas de pensamiento, entre las cuales
cabe destacar a los pitagóricos, los órficos y los platónicos.
Posteriormente, la reencarnación pasó a ser un dogma fundamental entre
los gnósticos y los neoplatónicos y formó parte de la teología
cabalística del judaísmo medieval. Del mismo modo, también podemos
encontrar nociones similares entre grupos tan dispares histórica,
geográfica y culturalmente como las tribus africanas, los rastafaris
jamaiquinos, los indios americanos, las culturas precolombinas, los
kahunas polinesios, los practicantes de la umbanda brasileña, los
celtas y los druidas.

En la sociedad occidental, la teoría de la reencarnación ha sido
adoptada por los teósofos, los antropósofos y algunos grupos
espiritistas. Aunque a primera vista pudiera parecer que la creencia
en la reencarnación es ajena -o incluso incompatible- con la fe
cristiana, éste no ha sido siempre el caso ya que los primeros
místicos cristianos creían en la reencarnación. Según san Jerónimo, un
santo que vivió entre los siglos IV y V, la reencarnación requería una
interpretación esotérica que sólo resultaba accesible a la élite
eclesiástica.

Orígenes -uno de los más famosos Padres de la Iglesia- fue el
pensador más sobresaliente de quienes especularon sobre la existencia
de almas que regresan a la Tierra. Todos sus libros, y principalmente
el titulado De los primeros principios, escrito en el siglo III,
fueron condenados en el Segundo Concilio de Constantinopla, llevado a
cabo en el año 553 bajo el patronato del emperador Justinio. El
veredicto sentenciaba: “Si alguien afirmara la fabulosa pre-existencia
de las almas y se adhiriese a esa doctrina monstruosa, ¡sea anatema!”
Aunque este edicto estableciera la naturaleza herética de la doctrina
de la reencarnación, los estudiosos de la religión encuentran huellas
de nociones similares en los escritos de san Agustín, san Gregorio y
san Francisco de Asís.

En los tres últimos siglos, el rechazo de la cultura occidental hacia
la reencarnación ha encontrado el apoyo manifiesto de la ciencia
newtoniana. Así pues, el prejuicio prevalente de nuestro
industrializado mundo contemporáneo nos lleva a rechazar toda forma de
espiritualidad como algo engañoso y erróneo. De este modo, el mundo
parece dividirse entre los que creen firmemente en la reencarnación,
los que se muestran neutrales o simplemente indiferentes y los que la
rechazan de pleno.

Volvamos ahora a nuestra pregunta original sin olvidar los prejuicios
y las creencias con respecto al tema de la reencarnación. ¿Acaso la
moderna investigación sobre la conciencia puede proporcionarnos algún
dato que contribuya a resolver el problema? En mi opinión, su
principal contribución consiste en permitirnos comprender que no
resulta útil ni correcto plantear el tema de la reencarnación como una
simple “creencia”.

Pero expliquémonos con más detenimiento. La doctrina de la
reencarnación no constituye una mera creencia sino que supone, por el
contrario, el resultado de tratar de encontrar un marco conceptual
adecuado en el que encuadrar observaciones y experiencias muy
concretas y específicas relacionadas con vidas anteriores. Cualquier
investigador serio familiarizado con los estados no ordinarios de
conciencia puede constatar sin muchas dificultades la existencia de
este tipo de experiencias. Pero, como siempre ocurre en cualquier
investigación científica, la experiencia puede ser interpretada de muy
diversas maneras. Después de todo, la teoría de la gravedad no es lo
mismo que la gravedad. Desde este punto de vista, aunque no podamos
negar que los objetos caen porque no nos agrada la teoría de la
gravedad, seguimos negándonos, sin embargo, a considerar siquiera la
posible existencia de experiencias relativas a vidas anteriores porque
nos desagrada la doctrina de la reencarnación.

Existen datos manifiestos sobre el tema de la reencarnación. Sabemos
por ejemplo que, en estados no ordinarios de conciencia, suelen tener
lugar -de manera espontánea y al margen de cualquier programación o
conocimiento previo sobre el tema- experiencias relacionadas con vidas
anteriores. En la mayor parte de los casos, estas experiencias nos
proporcionan una información exacta y minuciosa sobre épocas pasadas
que puede ser sometida a una verificación objetiva. Por otra parte, la
práctica clínica también indica que numerosos problemas emocionales no
parecen originarse en la vida presente sino en experiencias acaecidas
en vidas anteriores y que, por consiguiente, los síntomas que
acompañan esos desórdenes se alivian o desaparecen completamente
después de revivir las experiencias subyacentes de vidas anteriores.
Por último, la investigación de Ian Stevenson con niños que pretendían
recordar acontecimientos de sus vidas anteriores también nos
proporciona una evidencia insoslayable sobre la importancia de esta
área de estudio.

La creencia de que la conciencia individual sobreviene a la muerte
del cuerpo físico constituye una posible explicación de este tipo de
experiencias. Sin embargo, cometeríamos un grave error si
considerásemos que es posible hablar de “pruebas” concluyentes.
Debemos recordar que la ciencia nunca “demuestra” nada sino que tan
sólo se limita a “aprobar” o “refutar” las teorías existentes. La
historia de la ciencia nos enseña que ninguna teoría completa puede
explicar todos los aspectos de un fenómeno y que siempre es necesario
recurrir a teorías alternativas para poder dar cuenta de todos los
aspectos de un fenómeno y que siempre es necesario recurrir a teorías
alternativas para poder dar cuenta de todos los hechos observados.

El trabajo de Brian Weiss, psiquiatra especializado en regresiones
hipnóticas

El doctor Brian Weiss, graduado de las universidades de Columbia como
médico y de Yale como psiquiatra, es catedrático de psicofarmacología
y psiquiatría biológica, y ha escrito tres libros, Muchas vidas,
muchos maestros, Lazos de amor y A través del tiempo. En todos ellos
relata su descubrimiento de una técnica de regresión hipnótica y la
afinación de la misma para curar casos graves de fobias, ansiedades,
depresiones y adicciones.

En el prólogo de su primer libro, el doctor Weiss confiesa que le
llevó mucho tiempo decidirse a escribir sobre esto, “cuatro años
reunir valor para aceptar el riesgo profesional de revelar esta
información nada ortodoxa”. Posteriormente relata su primer caso
espectacular de regresiones hipnóticas hacia lo que en la literatura
esotérica y las religiones orientales se conoce desde hace siglos como
“vidas pasadas”.

Tras varios años de utilizar la hipnosis como herramienta
terapéutica, Weiss la probó para buscar el origen de la ansiedad, los
ataques de pánico y las fobias de una paciente llamada Catherine. El
doctor relata cómo fue que bajo hipnosis Catherine recuperó recuerdos
de “vidas pasadas” que resultaron ser los factores causantes de sus
síntomas. También actuó como conducto para recibir información
procedente de “entidades espirituales” altamente evolucionados que
ofrecieron datos necesarios para su recuperación y la de otros
pacientes y en pocos meses sus síntomas desaparecieron “y reanudó su
vida más feliz que nunca”.

Cuenta el doctor que cuando estos hechos comenzaron a suceder se
sintió absolutamente asombrado y desconcertado, pues en sus estudios
no había nada que le hubiese preparado para algo semejante:

No tengo explicaciones científicas de lo que ocurrió. En la mente
humana hay demasiadas cosas que están más allá de nuestra comprensión.
Tal vez Catherine, bajo hipnosis, pudo centrarse en esa parte de su
mente subconciente que acumulaba verdaderos recuerdos de vidas
pasadas; tal vez utilizó aquello que el psicoanalista Carl Jung
denominó ‘inconciente colectivo’: la fuente de energía que nos rodea y
contiene los recuerdos de toda la raza humana…

Weiss no es el único profesional de la psiquiatría que se ha topado
con estas cuestiones, pero quizá es uno de los primeros que se ha
atrevido a escribir al respecto. Otros casos significativos son los
del doctor Stanislav Grof, cofundador de la Psicología Transpersonal,
el doctor Roger Woolger (autor de Otras vidas, otras identidades); los
doctores C.J. Ducasse, Martin Ebon, Helen Wambach, Gertrude Schmeider,
Frederick Lenz, Edith Fiore, Barbara Ann Brennan (autora de Manos que
curan y Hágase la luz) y el doctor Ian Stevenson quien ha reunido más
de dos mil ejemplos de niños con recuerdos y experiencias del tipo de
la reencarnación, como xenoglosia, que es la capacidad de hablar un
idioma extranjero al que nunca se ha estado expuesto.

No obstante, como asegura el mismo Weiss, “la investigación
científicamente rigurosa de estos temas está todavía en mantillas. Si
bien se están dando grandes pasos para descubrir esta información, el
proceso es lento y encuentra mucha resistencia tanto por parte de los
científicos como de los legos.”

Mientras se lleva a cabo esta investigación, el doctor Weiss se dedica
a sentar precedentes curando a cientos de personas que se ponen en sus
manos.

La hipnosis que practica Weiss no es de tipo sugestiva (de aquellas
cuyo objetivo es reprogamar los hábitos de la persona), sino
regresiva. Esto significa que bajo el estado de receptividad y
relajación inducido por hipnosis, se puede acceder a los recuerdos que
guardan relación con el origen del problema o la conducta a tratar, ya
sea en esta vida o en vidas pasadas. Según ha comprobado Weiss, cuando
un paciente logra llegar a las verdaderas causas de sus miedos
subyacentes liberando las emociones retenidas, invariablemente se cura
el transtorno de manera permanente.

“El mecanismo curativo central de la terapia de regresión a vidas
pasadas es la transmutación del miedo en amor. Este es el mensaje de
curación que quienes han experimentado la regresión a vidas pasadas
difunden y practican.” Y ¿cómo se lleva a cabo esta transmutación?
“Conociéndose a sí mismo. Mirando hacia adentro y viendo con claridad.
Comprendiendo y adquiriendo sabiduría. Esto nos ayuda a ser más
alegres y apacibles. Ésta es la esencia de cualquier curación de vidas
pasadas.”

El enfoque de Barbara Ann Brenan

Barbara Ann Brennan se doctoró en física atmosférica y trabajó como
investigadora en la NASA. Durante los últimos quince años se ha
dedicado a estudiar el campo de la energía humana y a practicar la
terapia bioenergética. Es autora de dos libros, Manos que curan y
Hágase la luz, que se han convertido en pilares tanto de la nueva
medicina como de la literatura New Age.

Barbara ha comenzado a demostrar científicamente la existencia de lo
que los antiguos textos místicos y esotéricos llamaban el aura humana,
mismo que ella denomina el Campo Energético Humano (CEH). Siendo
investigadora empezó utilizando diversos aparatos para detectarlo y
medirlo y posteriormente desarrolló su propia percepción sensorial
hasta lograr ver este campo y distinguir sus diversas capas. De hecho
asegura que cualquiera que se lo proponga puede hacerlo mediante los
ejercicios que sugiere en Manos que curan.

Gracias a sus observaciones, que coinciden con las de otras personas
capaces de ver el aura, ha descubierto que las ideas y las emociones
asociadas a dichas ideas presentan determinadas configuraciones
específicas en el campo energético del ser humano.

Según explica, los problemas psicológicos y emocionales se manifiestan
en el CEH como bloques oscuros o configuraciones aurales de diversos
tonos turbios vinculados con el tipo de emociones que se hallen en
conflicto, cuyo origen radica en las ideas negativas que mantenga una
persona en un momento dado. Si estas configuraciones persisten en el
CEH sin resolverse, tarde o temprano ocasionan una manifestación en el
cuerpo físico de la persona causando una enfermedad.

De acuerdo a sus observaciones, diversas enfermedades crónicas o
síntomas raros así como los problemas congénitos del cuerpo físico
tienen origen en vidas anteriores. Como sus libros están orientados a
la curación dice: “tan pronto como el sanador sepa que el trauma
procede de una vida anterior, deba ayudar al cliente a conectar las
cuestiones de su vida presente con la experiencia de las anteriores”
Recomienda comenzar por tratar los problemas a nivel físico y
psicodinámico, “trabajo que conducirá más adelante al aspecto
espiritual que, en primer lugar, ha encarnado el alma para resolver ya
que lo que se persigue no es sólo curar el cuerpo físico, lo
importante es curar el alma”.

Entre las formas que ella ha desarrollado para saber si el trauma
procede de una vida anterior explica:

He descubierto un procedimiento para ‘leer’ la causa de un problema
físico determinado. Combina dos técnicas: la primera es la manera
normal de evocar la memoria. Basta con volver la vista atrás, a cuando
uno era más joven. Elija entonces la edad determinada, o un lugar
concreto en el que haya vivido y recuérdelo. Recuerde ahora una época
anterior a ésta. ¿Qué proceso interno emplea para evocar los
recuerdos? ¿Qué le parecen? Yo, para recordar algo sobre mi pasado,
utilizo mi mente de manera particular. Sé lo que se siente. Retengo
mis recuerdos en forma de sentimientos, imágenes o sonidos. “Recorrer
el tiempo hacia atrás” es fácil; todos lo hacemos. La mayoría cree que
sólo se puede hacer con los recuerdos de uno mismo, no con los de los
demás. Se trata simplemente de una creencia limitada. He descubierto
que es este proceso interno de retroceder en el tiempo el que se
emplea para leer los antecedentes de una enfermedad.

La segunda técnica consiste en utilizar la conexión kinestésica y la
visión interna. Lo primero que hago es conectar con la parte del
cuerpo de que se trate utilizando mi sentido quinestésico.
Seguidamente, obtengo una imagen del área problemática para descubiri
sus actuales condiciones. Retengo esta conexión y retrocedo en el
tiempo, leo el pasado y soy testigo de la historia de esa parte del
cuerpo. Sigo siéndolo a medida que retrocedo en el pasado y,
finalmente “leo” la causa del problema. Por ejemplo, veo un
traumatismo que se produjo en una parte del cuerpo del paciente en
algún momento anterior de su vida. Luego veo otro, en algún momento
más remoto, y así sucesivamente. La mayoría de las enfermedades graves
son el resultado de una serie de esos traumatismos. Lo que hago,
sencillamente, es ir hacia atrás hasta un momento anterior a que se
produjera cualquier traumatismo en esa parte del cuerpo. El primero
que sufrió es la causa primigenia del problema actual y suele
encontrarse en una vida anterior.

Según Barbara Ann Brennan, a lo largo de sus diferentes vidas, el
alma va aprendiendo lecciones específicas y contribuye con ello al
desarrollo de la humanidad en su conjunto:

El proceso de encarnación está dirigido por el yo superior. Esta
pauta vital está contenida en la séptima capa del aura, el nivel del
patrón cetérico. Se trata de un patrón que cambia constantemente a
medida que el individuo realiza elecciones espontáneas en su proceso
vital y de crecimiento. Al crecer, el individuo amplía su capacidad de
sustentar niveles más altos de vibraciones/energía/conciencia hacia y
a través de sus vehículos, sus cuerpos aurales y sus chakras. De este
modo se beneficia de realidades cada vez más extensas a medida que
avanza por el sendero de la vida. Con el progreso de cada individuo
progresa toda la humanidad. En general, cada nueva generación es capaz
de soportar vibraciones más altas que la precedente, de manera que la
humanidad toda se desplaza en su plano evolutivo hacia vibraciones más
altas y realidades expandidas. Muchos textos religiosos, como la
Cábala, el Bhagavad Gita o los Upanishads, mencionan este principio de
la progresión de la raza humana.

El proceso de encarnación anterior a la concepción ha sido expuesto
por Madame Blavatsky y, más recientemente, por Alice Bailey, Phoebe
Bendit y Eva Pierrakos. Según esta última, el alma que se va a
encarnar se reúne con sus guías espirituales para planificar la vida
futura. En esta reunión, el alma y sus guías estudian las tareas que
necesita la primera para lograr el crecimiento, el karma que debe
encontrar para asociarse y los sistemas de creencias negativas que
requiere para pasar por la experiencia. Este trabajo vital se conoce
generalmente como la tarea personal.

Así, por ejemplo, una persona tal vez necesite desarrollar la
capacidad de liderazgo. Al entrar en la vida material, esa persona se
encontrará en situaciones en las que el liderazgo será una cuestión
clave. Las circunstancias serán totalmente distintas para cada cual,
pero la atención se centrará en el liderazgo […]

Según Eva Pierrakos, la cantidad de asesoramiento que recibe un alma
de sus guías en la determinación de las circunstancias de su vida
futura depende de su madurez. Se eligen padres que aporten las
experiencias ambiental y física necesarias. Estas elecciones
determinan la mezcla de energías que finalmente formará el vehículo
físico en el que se encarnará el alma para realizar su tarea. Tales
energías son muy precisas y equipan el alma con lo que necesita
exactamente para dicha tarea. El alma se ocupa a su vez de una tarea
personal de aprendizaje individual (como el liderazgo) y de una “tarea
en el mundo” que implica un don para la vida en sociedad. El diseño es
tan exclusivo que al cumplir la tarea personal se encuentra uno
preparado para hacer lo propio con la tarea del mundo. La tarea
personal libera al alma dejando escapar las energías que se emplean
para realizar la tarea en el mundo […]

El plan vital contiene muchas realidades probables, lo que permite la
libre elección entre numerosas opciones […] Cuando empezamos a
liberar nuestros bloqueos realizamos nuestra tarea personal. Se libera
nuestra energía de manera que podemos hacer lo que siempre deseamos en
la vida: ese profundo anhelo que hemos tenido desde la infancia, ese
sueño secreto; esa es la misión de uno en la vida. Eso que usted ha
querido hacer más que cualquier otra cosa es su tarea vital. Es para
hacerlo, es para lo que vino. Al despejar sus bloqueoos personales
abre el camino hacia la consecusión de su más profundo anhelo. Deje
que sea éste el que le guíe. .

Usted ha proyectado su cuerpo y su sistema energético como una
herramienta para realizar su tarea vital. Dicha herramienta está
formada por la combinación de energía-conciencia que mejor convenga a
aquello para cuya realización se ha encarnado usted. Nadie más posee
esa combinación, y ninguna otra persona desea hacer precisamente eso
que usted anhela. Usted es único. Cuando desbloquee el flujo
energético del sistema de energía que ha creado para su tarea, también
pone trabas a ésta. Las pautas generales del bloqueo que hacen las
personas se denominan estructuras de carácter y sistemas de defensa.
Son todas las formas en las que habitualmente se separa a sí mismo de
lo que vino a hacer a nivel de tarea en el mundo. También son
manifestaciones directas de aquello que no conoce en la vida y que ha
venido a aprender. Por tanto, tiene la lección cristalizada en su
cuerpo y su sistema energético. Ha construido y adaptado su cuarto de
estudio de acuerdo con sus propias especificaciones. Vive dentro de él.

Como aprenderá, los bloqueos energéticos conducen en su momento al
desorden físico. Por contra, se pueden rastrear esos desórdenes hasta
su estructura de carácter o la forma en que bloquea sus energías
creativas. En consecuencia, cualquier enfermedad que tenga puede estar
directamente relacionada con su tarea vital. Se relaciona, a través de
su sistema energético, con su anhelo más profundo. Está enfermo porque
no consigue ese deseo más hondo. Por tanto, le pregunto de nuevo qué
es lo que más anhela hacer en su vida, más que ninguna otra cosa en el
mundo. Averigüe cómo se detiene a sí mismo. Despeje esos bloqueos.
Haga lo que desea y se sentirá bien y podrá entregar entonces su
contribución a la humanidad.

El viaje iniciatico

En las viejas tradiciones es la enfermedad lo que permite que se de el incio del proceso de iniciacion del hombre. Tanto la enfermedad como el lograr traspasarla tiene cuatro momentos:
1.- El periodo de gestacion. Aqui se van desarrollando los elementos necesarios para que se de la enfermedad iniciatica, puede darse una serie de signos y señaes extrañas en la vida del sujeto o de experiencias que lo hagan reflexionar de cual es el lugar que le corresponde como individuo y quien es por si mismo. Pueden comenzar signos fisicos que son previos al proceso de la enfermedad. Tambien se puede dar aqui un aislamiento voluntario en donde la persona se aparta de el mundo que tiene por conocido para encontrar sus respuestas atraves del silencio. esta es la etapa de la búsqueda de la visión.
2.-El llamado de los espiritus. para aprender algo hay que vivirlo, para aprender a sanar enfermedades hay que pasar por ellas, es el proceso de poner en practica las cosas o las situaciones que van a producir el proceso de cambio, el llamado de los epsiritus se puede dar de distintas maneras:
La llamada de la enfermedad. Es un momento de crisis aguda en donde pareciera que todas las posibilidades estan en contra de quien se busca a si mismo, la enfermedad es una situacion limite que obliga a la persona a modificar toda su estructura de vida. Hacerlo ver que es lo importante, que es lo urgente o que es lo vital. Lo importante es el eje de la vida el enfrentar al dolor y a la enfermedad y ver que es posible tener posibilidades mas alla de estas, en esta parte es donde se inicia el proceso el sanador herido del chaman, sana en la medida que ayuda a sanarse a otros de sus propias dolencias o problemas al verse reflejado parcialmente en los demas, al verse a si mismo comprende atraves del otro los sucesos de la vida y al encontrar una solucion para el otro puede llegar a comprenderse mejor a si mismo.
El llamado familiar. Hay poderes que se heredan de una generacion a otra. es mucho mas facil cuando tu eliges responder al llamado, pues voluntariamente es uno mismo quien inicia el ciclo del chaman. Cuando los poderes son heredados, el hijo se enfrenta desde niño a situaciones incomprensibles de un mundo que no pertenece a los de su misma edad, esta mas alla de un proceso normal humano, puede percibir cosas mas alla de la vision normal, pero al mismo tiempo tiene que entender que esa vision se debe de mantener en silencio o saber cuando hablar de ella para evitar ser confundido por alguien enfermo. El poder en este caso es quien te elige y traspasa las cualidades del padre al hijo, puede ser una herencia que los primeros años es incomprensible y a veces tal vez aparentemente maldita. Conforme pasa el tiempo se puede entender que uno no es mas o menos que otros, solo se es distinto. Y que aquello que puede ser una maldicion al no comprenderlo, puede ser el vehiculo por el cual puedes servir a otros. Muchas de las herencias son dadas para que alguien tome el lugar del padre o del abuelo, la busqueda de un equilibrio entre las fuerzas de la naturaleza que necesita agentes o personas que sirvan para mantener el orden de las cosas.
Los poderes o las fuerzas con las que interactua el chaman pueden ser heredadas por linea materna o linea paterna. Las habilidades del padre pasan al hijo, las de la madre a la hija. asi se mantiene el equilibrio.
Al ser el padre o los padres gente dentro de la tradicion, sanacion o chamanismo, pasa sus experiencias y las de generaciones pasadas a sus hijos, hereda su conocimiento atraves de situaciones cotidianas o tradicionales, ya que el chaman suele asentarse en aquel lugar donde reside su grupo o su familia.
En varios casos el chaman no tiene hijos biologicos, debido al compromiso de servicio que se da a los epsiritus, en cambio sus aprendices toman el lugar de sus hijos en el espiritu y el aprendizaje se da de un modo familiar. Por ello se ha trasmitido la tradicion de boca a oido, y de una generacion a otra. La fuerza de las palabras de los Abuelos o antepasados mientras se mantenga inalterada se convierte en la fuerza espiritual y en el respaldo del aprendiz o del chaman. de tal modo que el chaman fisicamente puede estar solo o con su familia, pero siempre tendra a sua ancestros y aquellos que lo antecedieron como la fuerza que lo acompaña y lo guia atraves del tiempo.
El llamado de los espiritus.El llamado de los espiritus se da cuando la naturaleza o el mundo necesita a alguien que sea el intermediario entremundos, entre los mundos superiores, el terrestre y el inferior. Cuando no hay alguien que represente al hombre con los espiritus estos pueden elegir a alguien que sea el eje del equilibrio. El cielo y las montañas, el agua y lo que reside bajo tierra pueden elegir a alguien que represente lo espiritual y lo fisico. En el mundo de enmedio es donde los actos ordinarios se viven, el mundo del hombre. El llamado de los espiritus se da cuando en el mundo cotidiano y mundano del futuro chamn o aprendiz suceden cosas completamente radicales , o hechos extraordinarios, señales en los sueños o problemas tano personales como grupales que obliguen que alguien sea quien actue y solucione algo que puede estar mas alla de sus posibilidades humanas aparentemente. Un suceso a que lo obligue ir mas alla de lo humano y lo convierta en alguien que luche por el bien comun, la justicia y la verdad.
Los espiritus en este caso en varias culturas se presentan a aquel que los va a representar en la montaña, lo eligen, le dan la posibilidad de las visiones y de conocerse a si mismo o de encontrar la solucion de aquello que esta mas alla de su mundo o la forma de resolver sus problemas. El los representara apartir de ese momento, y para ello tiene que mostrar en si mismo los valores que muestran los porpios espiritus, debe de buscar la sabiduria, la sensibilidad, la serenidad y la sencillez en si mismo.
Ser un ejemplo. Es por ello la dificultad de que el camino del chaman tarde años o decadas en ser completado, pues es necesario formar esos principios que te permiten el contacto con los espiritus, sin ellos, la relacion se rompe.
Tambien dentro del llamado de los espiritus estos pueden pedir que uno sepa guardar silencio, la capacidad de observacion y la capacidad de contemplar el mundo y los seres que estan en el. sean humanos o de otra clase.
3.- La crisis. Aqui aquello que sera la prueba definitiva para traspasar del umbral de lo ordinario y lo magico ocurre. la enfermedad, o una situacion extrema que expone a la persona al limite de sus fuerzas humanas.
Aqui debe de elegir si es quien debe de enfrentarse a ello o si la responsabilidad le corresponde a otro.
Aqui es donde la capacidad humana queda abajo de lo necesario para enfrentar las cosas, pero donde a su vez se demuestra el valor del corazon del hombre o la mujer que se enfrenta a esa situacion. No es el hombre quien por si mismo logra vencer aquello que esta mas alla de los limites, no es la parte fisica. aqui es cuando su espiritu se enfrenta a la prueba definitiva y llama para que surja el equilibrio. Es ahi donde los espiritus lo escuchan, cuando alguien decide ponerse al frente de otros o de si mismo para resolver las cosas y su capacidad humana ha llegado a su limite.
4.- La recuperacion. Despues de sucedida la crisis es necesario un tiempo de reposo, de comprender que ha sucedido y ver en quien se ha convertido la persona que decidio elegir el camino de los espiritus.
es un periodo de descanso que le sirve para comprender lo sucedido y recobrar las fuerzas.

De: Alias de MSNhermestrismejitro Enviado: 12/09/2005 18:54
TODO LO QUE DICES ES MUY REAL LO CURIOSO ES QUE TAMBIEN HAY OTRAS INICACIONES MAS LIGH POR ASI DECIRLO DONDE EL INDIVIDUO SE INTRODUCE EN CIERTOS MOVIMIENTOS ( ENTIENDASE POR MOVIMIENTOS LAS DIFERENTES CORRIENTES RELIGIOSAS) DONDE EL SIN DARSE CUENTA EN MUCHOS DE LOS CASOS TINE UNA INICIACION Y NO ME REFIERO A LA FISICA SI NO A UNA INICIACION ESPIRITUAL, COMO SUCEDE ESTO? ESTO SE DA PORQUE CREO QUE ES DE TODOS SABIDO QUE EN ESTAS CORRIENTAS SE MANEJAN ENERGIAS, ESTAS CONCIENTE O INCONCIENTEMENTE SON ABSORBIDAS O ASIMILADAS POR EL NEOFITO Y EN EL CASO INCONSIENTE CREAN UN DESAJUSTE QUE NO SE PLASMA EN LO FISICO PERO SI EN LO ESPIRITUAL DONDE EL SER SUPERIOR ESTA TRABAJANDO EN UN NIVEL SUPERIOR AL SER MATERIAL Y AL NO ESTAR LOS DOS EN ARMONIA CREA LO QUE CREO TU DENOMINAS LA SOMBRA INTERNA  UN SER QUE SABE PERO AL CUAL TU NO TIENES ACCESO CONCIENTE, AHORA SI TU AQUI ABAJO TU MODO DE ACTUAR NO ES SANO, EL SER SUPERIOR MUCHAS VECES ES ARRASTRADO POR TU INFLUJO NEGATIVO LLEGANDO A CREAR VERDADEROS DOBLES DE NOSOTROS LOS CUALES TIENEN UNA MANIFESTACION EN EL MUNDO ESPIRITUALDE UN MODO PERVERSO Y ALGUNAS VECES AL MANIFESTARSE EN EL FISICO Y A TU PERSONA CONFUNDIMOS CON DEMONIOS NO SIENDO OTRA COSA QUE NUESTRO SER OSCURO O SOMBRA INTERNA, ES POR ESO LA URGENCIA EN NO SEPARAR LOS PLANOS NO EXISTE ESPIRITUALY LO PROFANO, SON TODOS MANIFESTACIONES, SOLO EXISTE NUESTRA INCAPACIDAD DE ASIMILARLAS O TRASLADARLAS A UN NIVEL DE PERSEPCION DONDE PODAMOS INTERPRETARLAS, ESAES LA FUNCION DE LOS CHAMANES O INICIADOS ES SER LOS PUENTES ENTRE ESTAS MANIFESTACIONES Y ADECUARLAS A UN NIVEL DE ENTENDIMIENTO EN EL QUE NOSOTROS PODAMOS ABSORBERLAS SIN PROVOCARNOS DAÑO, ENTINDASE COMO UN TRASFORMADOR DE CORRIENTE QUE SOLO DEJA PASAR LO NESESARIO PARA EL USUARIO FINAL. ASI DE NOSOTROS Y DE NUESTRA CAPACIDAD DE ABSORCION SERA LA ENERGIA O PERSEPCION QUE EMPEZEMOS A TENER DE LA FUENTE PRIMIGIA………………………………PAREMOSLE AHI QUE YA NO SOY YO EL QUE HABLA.

De: Alias de MSNThe_dark_crow_v301 Enviado: 14/09/2005 0:41
La iniciacion real es siempre interna, en eso tienes mucha razon. La ceremonia en varias cosas es realmente secundaria o una forma para que se den ciertos procesos pero no es la unica, y efectivamente no es el unico tipo de iniciaciones lo que menciono, hay cosas mas ligth y cada prueba tiene el peso necesario para que el iniciado o el aprendiz las pueda enfrentar.

Pd.
Si eres tu el que habla, y a la vez no.
Se a que te refieres cuando comienzas uno comienza a hablar con otra voz.

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