Aporte chamanico

De: Sacerdotizadelaluna1 (Mensaje original) Enviado: 04/11/2003 12:31 p.m.
Antes de ser chamana, daba terapia con hipnosis, y se veian los resultados asombrosamente rapidos,de cambios de conducta en diferentes padecimientos de origen sicosomatico.
Ahora hago una coneccion con el paciente a nivel inconciente,donde reside la gran alma universal,donde todos estamos conectados,donde se encuentran particulas de nuestro pasado,donde pedimos ayuda a seres o espiritus,y es en ese lugar donde se puede rescatar el alma de los pacientes.
¿Como pierden el alma? lo sabe perfectamente quien haya tenido un sufrimiento extremo,algo cercano a la muerte o alguien que tenga un miedo profundo,mucha gente fallece no a causa de la enfermedad,sino a causa del miedo.
Bueno a travez del viaje a las dimensiones interiores del espiritu es donde buscamos las respuestas y el camino, muchas veces regresamos con la respuesta. La medicina no se explica todavia muchos casos donde el paciente se recupera de canceres terminales o de muchas enfermedades. Yo pienso que solos se curan,nosotros solamente somos instrumentos para ayudarlos.
Esto es a grandes razgos mi aporte chamanico al camino de curacion o recuperacion del alma.
les mando desde mi cueva un abrazo.

Pueblo guarani

De: Alias de T1MSNsietevientos  (Mensaje original) Enviado: 05/11/2003 06:29 p.m.
Sábado 1 de Noviembre

300 KM DE DIGNIDAD

Integrantes de las comunidades salteñas “El Tabacal” y “Ava Guaraní” de la localidad de Hipólito Irigoyen realizan desde la mañana del miércoles 29 de Octubre una marcha a pie de 266 km hacia la capital provincial. Allí reclamarán a las autoridades por sus derechos sobre las tierras ancestrales conocidas como “La Loma”, de las que fueron violentamente desalojados el pasado 16 de Septiembre por orden del juez Oscar Blanco, tras un pedido del Ingenio San Martín del Tabacal.

La decisión fue tomada en un encuentro regional realizado el sábado 11 de Octubre en Hipólito Irigoyen, que contó con la participación de 150 personas integrantes de distintas comunidades tobas, wichí y ava guaraní de las localidades de Orán, Pichanal y Urundel.
En la ciudad de Salta intentarán tener una audiencia con el gobernador menemista Juan Carlos Romero, actualmente en campaña por los próximos comicios a realizarse el 16 de Noviembre, en los que buscará renovar su cargo por tercera vez consecutiva.
Los Ava Guaraní también pedirán castigo para los responsables de la represión desatada durante el desalojo, cuando fuerzas policiales golpearon y realizaron simulacros de fusilamiento con las personas que allí se encontraban. El operativo, llevado a cabo sin mostrar ninguna orden judicial, dejó como saldo heridos y 24 detenidos, entre niños, mujeres y ancianos.
Las tierras en disputa, conocidas como La Loma, abarcan entre 3.000 y 5.000 hectáreas y corresponden al territorio ancestral de los guaraníes, quienes habitaban la región previamente a la fundación de la misión San Francisco del Altozano del Tabacal en 1938.
A pesar de una serie de desalojos progresivos, los descendientes de los pobladores originarios, instalados en la vecina Hipólito Irigoyen, nunca dejaron de poseer efectivamente las tierras. La Loma siguió siendo utilizada diariamente como medio de subsistencia y para visitar a sus antepasados, ya que allí se encuentra un cementario indígena.
Debido a las condiciones de hacinamiento registradas en el pueblo de Hipólito Irigoyen, en esta ocasión los integrantes de la Comunidad Indígena Guaraní Estación El Tabacal impulsaron la reocupación definitiva de las tierras para la construcción de viviendas.
El hecho se produjo el martes 9 de Septiembre de este año, y con el correr de los días se fueron sumando integrantes de las otras dos comunidades de la localidad. Al momento del desalojo, unas 150 familias se disponían a iniciar la construcción de sus viviendas.
La denuncia por usurpación, presentada por el Ingenio San Martín del Tabacal -en manos del grupo norteamericano Seabord Corporation-, se sustenta en un título de propiedad que data de hace 80 años.
Por su parte el asesor legal de los guaraníes, Hernán Mascietti, señaló que “el delito de usurpación referido necesita la posesión efectiva y no se ha podido comprobar hasta la fecha construcciones más que un canal que está a la orilla del predio”.
Los integrandes de las comunidades El Tabacal y Ava Guaraní estarán arribando a la ciudad de Salta este lunes, y de no obtener respuestas, anunciaron que se dirigirán inmediatamente hacia la Capital Federal.
Para comunicarse con la marcha: 03878-15562049 (Mónica Romero)

– Crónica de la represión y aspectos jurídicos
http://argentina.indymedia.org/news/2003/10/144115.php

– Pedido de apoyo de la comunidad
http://www.argentina.indymedia.org/news/2003/10/144501.php

– Pedido de audiencia al Gobernador Juan Carlos Romero
http://www.argentina.indymedia.org/news/2003/10/145371.php

– Cronograma de la movilización
http://www.argentina.indymedia.org/news/2003/10/145052.php

-Informe del encuentro de comunidades aborígenes
http://argentina.indymedia.org/news/2003/10/143532.php

Archivo Indymedia – Septiembre 2003

– Entrevista teléfonica con el asesor técnico de la Comunidad El Tabacal
http://www.argentina.indymedia.org/news/2003/09/134746.php

– Comunicado denunciando la represión
http://www.argentina.indymedia.org/news/2003/09/134601.php

– Imágenes desde Salta
http://www.argentina.indymedia.org/news/2003/09/134796.php
http://www.argentina.indymedia.org/news/2003/09/134914.php

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Indymedia Argentina – Pueblos Originarios
Web: http://argentina.indymedia.org/features/pueblos
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Discurso en seatle

Sealth (en lengua salish se pronunca See-at-la, Seattle) nació en 1786 y murió en 1866 y JAMÁS escribió carta alguna a presidente alguno, en esa época Franklin Pierce.
Fue bautizado por misioneros católicos franceses como Noah en 1838 porque estaban impresionados por su porte (medía 1.80) y su autoridad, pues era un Tyee, autoridad suprema en su tribu.
En 1854, el gobernador Isaac Stevens, conocido por su brutalidad contra los indios se presentó en la incipiente ciudad (hoy Seattle) y fue cuando Sealth dio su extraordinario discurso.
Un colono, Dr. Henry Smith, tomó nota del discurso y lo publicó recién 3 años después, en 1887, en un periódico local.
Durante más de un siglo, su discurso fue tomado como oración por su gente y fue en 1931 que volvió a ser publicado (basado íntegramente en el reportaje del Dr. Smith) por Clarence Bagley.
Otra versión, ya “un poco mejorada” fue publicada en 1969 por el poeta William Arrowsmith -que fue el que le agregó las dos últimas frases- pues profesaba los ideales contraculturales de los 60´s. La leyó en público durante un acto estudiantil el 22 de abril de 1970, en el Día de la Tierra.
Entre los muchos asistentes a esta lectura de Arrowsmith, estaba Ted Perry que creó la versión que todos conocemos en 1972 como texto para la banda sonora de la película Home, producida por un equipo con tendencias evangelistas, la Southern Baptist Television. De ahí en adelante se convirtió en leyenda. Ocurre que su trabajo o encargo era redactar un guión “legendario” sobre ecología y contaminación ambiental y el texto leído por Arrowsmith le vino de perlas. Los productores de la película, además, retocaron el texto con tintes cristianos, muy diferentes a lo que Sealth había dicho casi un siglo antes.
Miles de afiches o volantes con la ya denominada “Carta de Seattle” salieron en todas direcciones y jamás se detuvo la confusión.
En noviembre de 1972, la revista Enviromental Action publicó el nuevo texto, titulándolo “Carta al presidente Pierce”.
Poco después, esta versión fue adoptada en el Consejo Mundial de Iglesias y el pastor Bruce Kent la llamó “casi un Quinto Evangelio”.
En 1991, la ilustradora estadounidense Susan Jeffers convirtió esta “carta” en el libro Hermano Águila, Hermana Cielo y vendió millones de copias, que hoy están en las bibliotecas de todo EEUU.
La frase “nuestro Dios es el mismo Dios” la agregaron los bautistas, se queja Perry, hoy maestro de cine y teatro en Nueva Inglaterra.

TEXTO ORIGINAL DEL DISCURSO U “ORACIÓN” DE SEALTH

Publicada en el Seattle Sunday Star, el 29 octubre de 1887

“Que el cielo que lloró lágrimas de compasión sobre mi pueblo durante siglos mudos, y que para nosotros luce como inmodificable y eterno, pueda cambiar. Hoy el día está bueno. Puede ser que mañana aparezca cubierto con nubes.

Mis palabras son como las estrellas que nunca cambian. En lo que Seattle diga, puede fundarse el Gran Cacique, Washington, con tanta certeza como puede hacerlo en el retorno del sol o de las estaciones.

El jefe blanco nos dice que el Gran Cacique Washington nos envía saludos de amistad y buena voluntad. Esto es gentil de su parte, pues sabemos que tiene poca necesidad de nuestra amistad a cambio. Mis gentes son pocas. Parecen árboles dispersos en una planicie barrida por la tormenta. El Gran –y yo presumo- buen Cacique Blanco, nos manda decir que quiere comprar tierras nuestras pero que desea permitirnos la suficiente para que podamos vivir confortablemente. Sin duda, esto parece justo, y hasta generoso, pues el Hombre Piel Roja ya no tiene derechos que él necesite respetar, y la oferta podría ser sabia, también, pues ya no necesitamos un país tan extenso.

Hubo una época en la que nuestro pueblo cubría la tierra como las ondas con que un mar rizado por el viento cubre su fondo revestido de conchillas, pero esa época pasó hace mucho tiempo, y la grandeza de las tribus no pasa ahora de ser un recuerdo luctuoso.

No ostentaré ni lamentaré nuestra prematura decadencia, ni haré reproches a mis hermanos carapálidas por acelerarla, pues también nos cabe a nosotros una parte de la culpa.

La juventud es impulsiva. Cuando nuestros jóvenes se enfurecieron por una injusticia real o imaginaria, y desfiguraron sus rostros con pintura negra, ello denotó que sus corazones son negros, que a menudo son crueles e implacables, y que nuestros ancianos y ancianas no son capaces de refrenarlos.

Así ha sido siempre. Así ocurrió cuando el hombre blanco empezó a empujar a nuestros antecesores hacia el Oeste. Pero tengamos la esperanza de que las hostilidades entre nosotros jamás retornen. Tenemos todo para perder y nada para ganar.

Cierto es que la venganza, para nuestros bravos jóvenes, es considerada una victoria, aun al precio de sus propias vidas. Pero los ancianos que permanecen en sus casas en tiempos de guerra, y las ancianas que tienen hijos para perder, saben mejor la cosa.

Nuestro gran padre, Washington, pues supongo que ahora es también nuestro padre así como lo es de vosotros, puesto que George (se refiere al rey Jorge de Inglaterra) ha mudado sus fronteras hacia el Norte, digo, nos manda decir por su hijo –quien, sin duda, es un gran jefe entre su gente- que si actuamos como él desea, va a protegernos.

Sus bravíos ejércitos serán para nosotros un erizado muro de fortaleza, y sus grandes buques de guerra llenarán nuestros puertos para que antiguos enemigos del Norte, los Simsiams y los Hydas, no aterroricen más a nuestras mujeres y a nuestros mayores. Entonces, él será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos.

¿Pero esto podrá acontecer? Vuestro Dios ama a su pueblo y odia al mío. Envuelve amorosamente con sus poderosos brazos al hombre blanco y lo conduce así como un padre conduce a su hijo pequeño, pero se ha olvidado de sus hijos de piel roja.

Cada día hace que su pueblo se vuelva más fuerte y muy pronto ellos llenarán la tierra, mientras la marea de mi gente retrocede a gran velocidad y nunca refluirá de nuevo.

El Dios del hombre blanco no puede amar a sus hijos pieles rojas, pues si no los protegería. Parecen ser como huérfanos y no tienen hacia dónde procurar auxilio. Entonces ¿cómo es que podemos ser hermanos? ¿Cómo puede vuestro padre volverse nuestro padre y traernos prosperidad y estimular en nosotros sueños de una grandeza que regresa?

A nosotros, vuestro Dios nos parece parcial. El advino para el hombre blanco. Jamás Lo vimos: nunca siquiera escuchamos Su voz. Él le dio leyes al hombre blanco pero no tuvo palabra alguna para sus hijos pieles rojas cuyos rebosantes millones llenaban este vasto continente así como las estrellas llenan el firmamento.

No, somos dos razas diferentes y deberemos seguir así para siempre. Hay poco en común entre nosotros. Las cenizas de nuestros antepasados son sagradas, y su lugar final de reposo es el suelo consagrado; mientras vosotros deambuláis lejos de las tumbas de vuestros padres, aparentemente sin lamentarlo.

Vuestra religión fue escrita sobre tabletas de piedra por el dedo de hierro de un Dios iracundo, y con miedo de que vosotros lo olvidéis, el hombre de piel roja no podrá nunca recordarlo ni comprenderlo.

Nuestra religión consiste en las tradiciones de nuestros antecesores y en el sueño de nuestros ancianos, dada a ellos por el Gran Espíritu y las visiones de nuestros caciques, y está escrita en los corazones de nuestro pueblo.

Vuestros muertos dejan de amarles y de amar los hogares de su natalicio cuando traspasan los portales de la tumba. Deambulan lejos, más allá de las estrellas…pronto son olvidados, y jamás regresan.

Nuestros muertos nunca olvidan el hermoso mundo que les dio su ser. Siguen amando sus ríos sinuosos, sus grandes montañas y sus valles apartados, y siempre añoran con tierno afecto a los vivientes de corazón solitario, y a menudo regresan para visitarlos y reconfortarlos.

El día y la noche no pueden morar juntos. El hombre de piel roja jamás rehuyó la proximidad del hombre blanco, mientras las cambiantes brumas de las laderas de las montañas se esfuman ante el ardiente sol de la mañana.

Sin embargo, vuestra propuesta me parece justa y pienso que mi gente va a aceptarla y se retirará a la reservación que les ofrece, donde viviremos apartados y en paz, pues las palabras del Gran Jefe Blanco parecen ser la voz de la naturaleza hablándole a mi pueblo desde la espesa tiniebla que velozmente se acumula alrededor de ella como una densa neblina que flota tierra adentro desde el mar a medianoche. Importa muy poquito dónde pasaremos el resto de nuestras vidas, porque ya no somos muchos.

La noche del Indio promete ser oscura. Ninguna estrella brillante asoma sobre el horizonte. Vientos de voz triste gimen a la distancia. Alguna fea Némesis (justicia o venganza) de nuestra raza se encuentra en la huella del piel roja, y donde quiera que vaya escuchará con seguridad cómo se aproximan los pasos de la fuerza destructora y se preparará para encontrarse con su perdición, así como el gamo herido oye que se acercan los pasos del cazador. Algunas pocas lunas más, algunos pocos inviernos más, y ninguno de todos los poderosos huéspedes que alguna vez llenaron esta inmensa tierra y que ahora vagan en bandadas fragmentarias por las vastas soledades permanecerá para llorar sobre las tumbas de un pueblo alguna vez tan poderoso y tan esperanzado como el vuestro.

¿Pero por qué deberíamos afligirnos? ¿Por qué debo yo murmurar sobre la suerte de mi pueblo? Las tribus están hechas de individuos y no son mejores de lo que ellos son. Los hombres vienen y van como las olas del mar. Una lágrima, una mortaja, un funeral, y se van de nuestros anhelantes ojos para siempre.

Hasta el hombre blanco, cuyo Dios caminó y conversó con él, de amigo a amigo, no está eximido de este futuro común. Tal vez seamos hermanos, después de todo. Ya lo veremos.

Estudiaremos vuestra propuesta, y cuando tomemos una decisión, la comunicaremos. Pero en caso de que la aceptemos, aquí y ahora establezco esta primera condición: que no se nos negará el privilegio, sin ser molestados, de visitar a voluntad las tumbas de nuestros antecesores y amigos. Cada porción de este país es sagrada para mi pueblo. Cada colina, cada valle, cada llanura y cada arboleda ha sido reverenciada por algún recuerdo afectuoso o por alguna experiencia triste de mi tribu.

Hasta las rocas que parecen yacer como idiotas mientras se achicharran bajo el sol a lo largo de las costas del mar con solemne grandeza, se estremecen con recuerdos de eventos pasados conectados con el destino de mi pueblo, y el mismísimo polvo bajo vuestros pies responde más amorosamente a nuestras pisadas que a las vuestras, porque son las cenizas de nuestros antepasados, y nuestros pies descalzos están conscientes del roce benévolo, pues el suelo está enriquecido con la vida de nuestros parientes.

Los difuntos guerreros, las afables madres, las muchachas de corazón alegre, y los niños que vivieron y se regocijaron aquí, y cuyos nombres propios ahora se olvidaron, todavía aman estas soledades, y su honda rapidez en el crepúsculo crece sombríamente con la presencia de espíritus morenos.

Y cuando el último piel roja haya sucumbido en la tierra y su memoria entre los hombres blancos se haya vuelto un mito, estas costas tendrán enjambres de los invisibles muertos de mi tribu, y cuando los hijos de vuestros hijos se crean solos en el campo, en la tienda, en los negocios, por los caminos o en el silencio de los bosques, no estarán solos. En ningún lugar de la tierra hay sitio alguno dedicado a la soledad. De noche, cuando las calles de vuestras ciudades y aldeas estén silenciosas y piensen que están desiertas, se hallarán atestadas por huéspedes que regresan, los que alguna vez colmaron y todavía aman esta hermosa tierra. El hombre blanco jamás estará solo. Dejemos que sea justo y trate bondadosamente a mi pueblo, pues los muertos no son impotentes…

¿Muertos, dije? No existe la muerte: se trata apenas de un cambio de mundos…”

De: -Satori– (Mensaje original)

Carta enviada por el jefe de la tribu “Suwuamish” del noreste de los EEUU en 1885 al presidente Franklin en respuesta a la oferta de compra de sus tierras.
El gran jefe de Washington manda palabras, quiere comprar nuestras tierras. El gran jefe también manda palabras de amistad y bienaventuranzas. Esto es amable de su parte, puesto que nosotros sabemos que él tiene muy poca necesidad de nuestra amistad. Pero tendremos en cuenta su oferta, porque estamos seguros de que si no obramos así, el hombre blanco vendrá con sus pistolas y tomará nuestras tierras. El gran jefe de Washington puede contar con la palabra del gran jefe Seattle, como pueden nuestros hermanos blancos contar con el retorno de las estaciones. Mis palabras son como las estrellas, nada ocultan.

¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esta idea es extraña para mi pueblo. Si hasta ahora no somos dueños de la frescura del aire o del resplandor del agua, ¿cómo nos lo pueden ustedes comprar? Nosotros decidiremos en nuestro tiempo. Cada parte de esta tierra es sagrada para mi gente. Cada brillante espina de pino, cada orilla arenosa, cada rincón del oscuro bosque, cada claro y zumbador insecto, es sagrado en la memoria y experiencia de mi gente.

Nosotros sabemos que el hombre blanco no entiende nuestras costumbres. Para él, una porción de tierra es lo mismo que otra, porque él es un extraño que viene en la noche y toma de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermana, sino su enemigo, y cuando él la ha conquistado sigue adelante. él deja las tumbas de sus padres atrás, y no le importa. Así, las tumbas de sus padres y los derechos de nacimiento de sus hijos son olvidados. Su apetito devorará la tierra y dejará detrás un desierto.

La vista de sus ciudades duele a los ojos del hombre piel roja. Pero tal vez es porque el hombre piel roja es un salvaje y no entiende. No hay ningún lugar tranquilo en las ciudades de los hombres blancos. Ningún lugar para escuchar las hojas en la primavera o el zumbido de las alas de los insectos. Pero tal vez es porque yo soy un salvaje y no entiendo, y el ruido parece insultarme los oídos. Yo me pregunto: ¿Qué queda de la vida si el hombre no puede escuchar el hermoso grito del pájaro nocturno, o los argumentos de las ranas alrededor de un lago al atardecer? El indio prefiere el suave sonido del viento cabalgando sobre la superficie de un lago, y el olor del mismo viento lavado por la lluvia del mediodía o impregnado por la fragancia de los pinos. El aire es valioso para el piel roja. Porque todas las cosas comparten la misma respiración, las bestias, los árboles y el hombre. El hombre blanco parece que no notara el aire que respira. Como un hombre que está muriendo durante muchos días, él es indiferente a su pestilencia.

Si yo decido aceptar, pondré una condición: el hombre blanco deberá tratar a las bestias de esta tierra como hermanos. Yo soy un salvaje y no entiendo ningún otro camino. He visto miles de búfalos pudriéndose en las praderas, abandonados por el hombre blanco que pasaba en el tren y los mataba por deporte. Yo soy un salvaje y no entiendo como el ferrocarril puede ser más importante que los búfalos que nosotros matamos sólo para sobrevivir. ¿Qué será del hombre sin los animales? Si todos los animales desaparecieran, el hombre moriría de una gran soledad espiritual, porque cualquier cosa que le pase a los animales también le pasa al hombre. Todas las cosas está relacionadas. Todo lo que hiere a la tierra, herirá también a los hijos de la tierra. Nuestros hijos han visto a sus padres humillados en la derrota. Nuestros guerreros han sentido la vergüenza. Y después de la derrota convierten sus días en tristezas y ensucian sus cuerpos con comidas y bebidas fuertes.

Importa muy poco el lugar donde pasemos el resto de nuestros días. No quedan muchos. Unas pocas horas más, unos pocos inviernos más, y ninguno de los hijos de las grandes tribus que una vez existieron sobre esta tierra o que anduvieron en pequeñas bandas por los bosques, quedarán para lamentarse ante las tumbas de una gente que un día fue poderosa y tan llena de esperanza. Una cosa sabemos nosotros y el hombre blanco puede un día descubrirla: nuestro Dios es el mismo Dios. Usted puede pensar ahora que usted es dueño de él , así como usted desea hacerse dueño de nuestra tierra. Pero usted no puede. él es el Dios del hombre y su compasión es igual para el hombre blanco que para el piel roja. Esta tierra es preciosa para él, y hacerle daño a la tierra es amontonar desprecio al su creador.

Los blancos también pasarán, tal vez más rápidos que otras tribus. Continúe ensuciando su cama y algún día terminará durmiendo sobre su propio desperdicio. Cuando los búfalos sean todos sacrificados, y los caballos salvajes amansados todos, y los secretos rincones de los bosques se llenen con el olor de muchos hombres ( y las vistas de las montañas se llenes de esposas habladoras), ¿dónde estará el matorral? Desaparecido. ¿Dónde estará el águila? Desaparecida. Es decir, adiós a lo que crece, adiós a lo veloz, adiós a la caza. Será el fin de la vida y el comienzo de la supervivencia.

Nosotros tal vez lo entenderíamos si supiéramos lo que el hombre blanco sueña, qué esperanzas les describe a sus niños en las noches largas del invierno, con qué visiones le queman su mente para que ellos puedan desear el mañana. Pero nosotros somos salvajes. Los sueños del hombre blanco están ocultos para nosotros, y porque están escondidos, nosotros iremos por nuestro propio camino. Si nosotros aceptamos, será para asegurar la reserva que nos han prometido. Allí tal vez podamos vivir los pocos días que nos quedan, como es nuestro deseo.

Cuando el último piel roja haya desaparecido de la tierra y su memoria sea solamente la sombra de una nube cruzando la pradera, estas costas y estas praderas aún contendrán los espíritus de mi gente; porque ellos aman esta tierra como el recién nacido ama el latido del corazón de su madre. Si nosotros vendemos a ustedes nuestra tierra, ámenla como nosotros la hemos amado. Cuídenla, como nosotros la hemos cuidado. Retengan en sus mentes la memoria de la tierra tal y como se la entregamos.

Y con todas sus fuerzas, con todas sus ganas, consérvenla para sus hijos, ámenla así como Dios nos ama a todos. Una cosa sabemos: nuestro Dios es el mismo Dios de ustedes, esta tierra es preciosa para él. Y el hombre blanco no puede estar excluido de un destino común.

Ye Kuana

ORIGEN DEL MUNDO

Las concepciones cosmogónicas de los Ye’kuana, están referidas a la suprema deidad Wanadi.  Según el mito Seruche Ianadi, recogido por Marc Civrieux (1970) se dice “Había Kahuña (el Cielo).  Los Kahuñana vivían allí, como ahora. Son hombres buenos y sabios. Así eran también en el principio. No se morían; no había enfermedad, maldad ni guerra.  El mundo era el Cielo” (Civrieux, Marc de (1970):41).  Hechos que luego confirma el mismo mito:  “En la Tierra no vivía nadie, no había nada ni nadie aquí… La  Tierra era como parte del Cielo”  Vale decir que la creación del mundo según los Ye’kuana se halla relacionada  con la deidad mayor de su mundo intrascendente: Wanadi.

Su cosmología se distribuye,  al igual que los Pemón y los Kari’ña de estirpe también Caribe, en tres grandes planos, a saber: 

            El mundo superior o cielo con siete capas o cielos intermedios y un octavo cielo donde se ubica la
          deidad máxima

El área que pueblan los Ye’kuana, la Tierra

Tres capas inferiores

Estos cielos no están organizados exactamente en capas, sino que forman un conjunto cónico circular. (Ver gráfica  6)  La representación terrestre de la base de este sistema de cielos es, según los Ye’kuana, la mole pétrea del Kushamakari, ubicado en el sistema Duida en el estado Amazonas de Venezuela.  (Ver gráfica  7).

El mundo intermedio donde está la Tierra y el mundo inferior o subterráneo.  En el primero, moran como veremos varios espíritus, en el segundo los hombres y animales y en el tercero, espíritus malos.

A su vez, el mundo superior consta de siete capas o cielos sucesivos, partiendo de la tierra.  Sobre ellos, yace el octavo donde reside la suprema divinidad Wanadi.

Según la investigación de Koch-Grümberg (1911-1913), los tres cielos inferiores, están habitados por seres que caminan invertidos pero que “cultivan la tierra y viven como nosotros” y prosigue el relato: “Por encima de nuestro cielo también hay gente. Todos son piaches. Todas las estrellas son gente. Por encima de las estrellas vive Karakaradi, el rey de los zamuros. La gente por encima de nuestro cielo se llama fewaínyamü.  Ellos ayudan a los piaches terrestres.° (Koch-Grümberg 1959, Vol III:317)  Es de advertir que el propio Koch-Grümberg anota las dificultades de sus indagaciones debido a las complicaciones con el idioma de los Ye’kuana. 

En un trabajo de campo posterior, (Barandarian 1962b) se describen, en detalle, los nombres que los Ye’kuana han dado  a los diferentes cielos habitados.

El primero de abajo a arriba “es Yakahudawana y allí moran los shamanes, llamados Atytyuriana o atytyudiana  y no portan maraca… su cielo es escenario de un canto eterno shamánico… no comen ni trabajan… son estos shamanes quienes inician el canto y el soplo de los candidatos a shamanes Ye’kuana.  Este cielo es al mismo tiempo la primera etapa de descanso de las almas que suben el octavo cielo.” (Barandarian, D (1962:61 y ss)) 

El segundo cielo lo denominan Yadekunyawana, “en él viven numerosísimos shamanes llamados Seetawa-kariana… son poderosísimos shamanes… están en la visión interior de una Luz grande que ilumina todos lo seres y todos los hechos del pasado, presente y futuro… ni comen ni beben.  Ellos  son quienes inician al candidato a shamán sobre la concentración y la visión de la luz interior del hombre shamán.  Las almas de paso por este cielo contemplan mudos a estos shamanes inmóviles.” (-Ibidem-)

El tercer cielo lo denominan Mahekunyawana “En él vive también una muchedumbre de shamanes, llamados Dedewahieiyaamo… tocan eternamente la maraca sagrada, no comen ni trabajan…  estos enseñan a los shamanes Ye’kuana a buscar los enemigos de la energía vital y a detectar las fallas y mermas de esa energía vital.” (-Ibidem-)

El cuarto cielo es designado Yadiinyakuuwa.  “Es el más importante de los cielos intermedios ya que en él descansan largo tiempo las almas de quienes suben al octavo cielo supremo… es el cielo de más categoría intermedia… tiene montañas, sabanas, selvas, cultivos, caminos y casas de reposo… no hay nubes, ni lluvias, ni tormentas… la noche no se conoce… y en medio de todo ese paisaje de paz paradisíaca está el lago celeste llamado Akuhema o bien Edanyaku-wanadi, literalmente el agua eterna del Ser Supremo. Este lago encierra el agua de la inmortalidad llamada Assene… es un agua azul, azul, creación divina de Wanadi…  todas las heridas terrestres, todas las enfermedades se desvanecen en este baño de inmortalidad.” (-Ibidem-)

Prosigue el relato sobe este importante cielo de la cosmología Ye’kuana ” En este lago viven dos animales que ayudaron a Wanadi en los tiempos creacionales.  Son la Muuna o  tonina [Innia amazónica de la familia de los delfínidos] (Alvarado, L (1954) Vol II:452)  y el Dihuushi o temblador [Gymnotus electrricus  Pez con cuatro órganos eléctricos] (-Idem- (1954) Vol II:445) “La gran mariposa celeste Maheewa que también ayudó a Wanadi en su labor creacionista vigila las orillas del Lago para que pueda abañarse en sus aguas…En las orillas del Akuhena crecen dos plantas celestes imprescindibles a los shamanes Ye’kuana: el Kaahi azul es la planta que da al shamán su poder y su inmortalidad participada y también la sobreabundancia de vida para poder luchar contra las fuerzas destructoras… y el Ayuuku rojo es la que da al shaman su luz ianterior y el poder tremendo de ver lejos y  también ver el interior de todos los seres.” (Barandaián, D (1962b):63)

El quinto cielo lo llaman Eneenemaadi “es un cielo intermedio poblado de un grupo numeroso de shamanes llamados Weweyeena… tocan eternamente las maracas.. No comen ni trabajan…  y en sus maracas detienen los widiiki o piedras de cuarzo celestes que el Ser Supremo le hiciera donación… éstos dan los widiiki a los candidatos a shamanes Ye’kuana.” (-Idem-)

El sexto cielo es denominado Matawahu y “en él viven los tres  pájaros celestes de poderes shamánicos: el Muido o el pájaro presa, el Tawaadu o aguaitacamino [  ] y el Hooti, una especie pequeña de gavilán [Falco magnirostris o gavilán de Guayana]. Aves rapaces diurnas de la familia de los Halcones]. (Barandaián, D (1962b):63)  El shamán Ye’kuana vuela ellos y les hace bajar para ayudarle en la curación.” (-Idem-)

El séptimo cielo o Shiditya-Kumenadi “es el cielo estelar y el hall de entrada en el cielo supremo.  Es la etapa final de las almas migratorias. Aquí las almas se entretienen con sus shamanes. Sólo viven los shamanes Ye’kuana difuntos, velando por su pueblo…comen casabe y caza mayor pero el alimento preferido es un pescadito inmortal el Phadeewa o cupaneca guayanés [ ]…Todas las estrellas son shamanes Ye’kuana… y cuando hay una estrella fugaz es señal de que murió un shamán Ye’kuana.” (-Idem-)

“El octavo cielo es el verdadero cielo.  Su nombre es Motadewa.  En él vive el Ser Supremo Wanadi con su padre el Sol y con toda su familia:  Wabatu, Wanatyawa y Kunashawa… también está junto a Wanadi su animal favorito, aquél que fue su fiel compañero en el tiempo que vivió en la tierra con los hombres: es el o mato guayanés [  ].” (-Idem-) / (Sánchez P, D – 1998:9-12)

EL PRIMER HOMBRE

La historia de la formación de los primeros hombres, se halla inserta en el  mito de Seruchi Ianadi, referido por Marc Civrieux (1970),  el primer damodede o representante de Wanadi.  Este mito relata: “”Wanadi dijo: Quiero hacer gente allá abajo. Envió el damodede para hacer casas y gente buena, como en el Cielo… cuando llegó trajo sabiduría, el tabaco, la maraka  los wiriki… fumando, cantando hizo la gente, la gente antigua” (Civrieux, M 1970:41)  Igualmente relata que por haber botado la placenta de aquel espíritu a la tierra y  haberla comido los gusanos, “nació una criatura humana, fea y mala, cubierta de pelos  como un animal. Era Kahú. Tiene varios nombres; también lo llaman Kahushawa, Odo’sha.  Este hombre era muy malo, tenía envidia de Wanadi quería ser dueño de la Tierra… cuando se pudrió la placenta del antiguo Wanadi, Odo’sha salió  de tierra con una lanza y dijo: Esta Tierra es mía. Ahora habrá guerra y botó a Wanadi”. (Ibidem- 1970:42)  Otro mito  relacionado esta  vez con el segundo damodede (enviado) de Wanadi, llamado Nadei’umadi, menciona que Wanadi “nunca sale de Kahuña, pensó: quiero saber que sucede en la Tierra. Quiero que viva allí gente buena… El nuevo Wanadi tenía Huehuenna. La trajo de Kahuña para hacer hombres. Él quería gente nueva para la Tierra, que naciera bastante gente.  Era como una gran bola, grande, hueca con concha gruesa, dura como de piedra… Adentro de Huehanna se oían ruidos, palabras, cantos, risas, gritos… Mucha gente hablaba allí dentro.. Se oía nada más, no se veía… allí estaba gente de Wanadi, no nacida todavía.” Es decir, que Wanadi había enviado nuevos hombres a la Tierra.  Esta gran bola que contenía la gente, fue abierta por Iarákuru (sobrino de Wanadi), quien abrió la chácara (Chákara, especie de bolso tejido para portar cosas) de  aquél, una vez que estuvo solo.”

La mitología Ye’kuana fija el lugar de nacimiento de la etnia en el Dekuhana-hidi o cerro Dekuana y la sabana de Kamaso en el alto Arahame.  Ambos lugares forman parte del epicentro del territorio que ha ocupado  la comunidad Ye’kuana desde sus inicios y forman parte del núcleo poblacional Ihuruña.

En otra investigación de Marc de Civrieux  (1968) titulada “El viaje extraor-dinario de Med’atia”, se hace referencia a este primer gran shamán Ye’kuana.  Es un largo relato en el cual se detallan las peripecias de este viaje de Med’atia, reservado solamente a los Huhai o shamanes.  Relata Civireux:  “Nosotros también cuando tomamos Kuaahi y Auiko, las sagradas plantas que alucinan los ojos, podemos ver, tales como son, todos los países fuera de nuestra Tierra y entrar en ellos como los propios shamanes”.  Entra luego en los pormenores del viaje y concluye diciendo: “Med’atia subió con su cuerpo terrestre a todos esos países, estando todavía vivo halló abierto el camino secreto del cielo.  Más tarde Med’atia volvió a la Tierra; después de haber conocido todo aquello y haber adquirido grandes poderes y sabiduría, nos ayudó a nosostros los hombres.” (Civrieux, M – 1970:43) El viaje en cuestión relata las dificultades halladas, donde estuvo a punto de sufrir suplicios, visitó la Casa de la Luna, la cual “se halla en un estrecho túnel que une al Cielo con la Tierra” y es donde Nuna o Nuno (la Luna) caza los espíritus o akato de los hombres para comerlos”.  Después, Med’atia prosiguió y se hallo un río, “viendo la Encrucijada, Centro de todos los mundos” donde “termina el camino de la Tierra y se bifurca.  Un camino negro como la noche el cual lleva al país sin amanecer que hay bajo la tierra…y otro camino blanco como la luz de día que lleva al Cielo o país del atardecer…”  El mito afirma que:  “nuestros shamanes todavía hacen lo mismo, pero que ya no van al cielo con su cuerpo terrestre, sino que lo dejan en la tierra, como muerto y solo su akato, su doble (invisible para nosotros) emprende el viaje maravilloso.”  Finaliza el mito relatando que Med’atia visita los siete países celestes y: “Así Med’atia se convirtió en shamán, así conoció los caminos de los mundos, porque los maestros le  habían dado los mismo oídos, ojos, garganta de ellos mismos, los grandes seres celestes”.  Mas adelante Med’atia se encuentra con Huio (el arco iris N.) y visita muchas cuevas, lagunas y ríos y entonces: tocó el confin del cielo, el ultimo y séptimo pueblo, la casa de las estrellas, se llama shidishe kumenadi. Allí viven los Shidishe (estrellas), los seres más  sabios e inmortales y con ellos Hadeaua, el venerable gran pez. Y Med’atia salió del cielo, por la casa del Sol (el más antiguo de todos los seres) y llegó a la de Wanadi, en el país del  horizonte, situado entre el cielo y el mar, en el norte..Y así supo que Wanadi, mucho antes que los hombres existiéramos, había hecho el mismo viaje.” (Ibidem – 1970:41-45)

Resumiendo diríamos que Med’atia hizo este largo viaje por los mundos inanimados y visitó las casas de la Luna y del Sol, al igual que la deidad principal Wanadi. (Sánchez P, D – 1999ª:11-12).

LOS FENÓMENOS NATURALES.-   

DÍA Y NOCHE

Según la mitología Ye’kuana, recogida por Marc  Civrieux (1970), en el principio de los tiempos, no había luz sobre la Tierra.  Los hombres vivían en cuevas y en la oscuridad.  Y fue el tercer enviado de Wanadi, el llamado Attawanadi el creador de  la luz y de Shí el Sol,  “salieron uno por  uno de sus cuevas para mirar Shí, el Sol nuevo, el Día nuevo; entonces entendieron que Wanadi había vuelto… Ahora la Tierra tiene su cielo propio.” (Civireux (1970):49) Vale decir, que el ser supremo Wanadi, a través de su enviado, crea el día, al producir al Sol.  Por consecuencia, al día lo alterna la noche que ya existía.

El día está asociado a la luz, al Sol y por tanto lleva la misma designación de Shí.  El mediodía es designado anóto dáma y la tarde es tyomomuedáwa.”

La creación de la noche, se halla inscrita como un suceso  de desobediencia por parte de Iaráñaraku, sobrino de Wanadi, cuando abrió a Huehanna, la bola que  contenía los nuevos hombres.  A la noche llaman koyatyio.” (Sánchez P, D – 1999ª:12) 

RAYOS Y TRUENOS     

Los truenos son  yeteimadi y los rayos los llaman kadémedu, distinguiendo los relámpagos de tormentas lejanas como yoenkukúdu. (Ibidem – 1999ª:13)

ARCO IRIS

El arco iris es designado por los Ye’kuana como Huasuudi y es la representación de las plumas de guacamaya [ ] en el personaje de  Wiiyu, dueño del mundo  de los peces y serpientes acuáticas.  Está asociado al malestar y tal vez por ello, los Ye’kuana tratan de que mujeres y niños no lo vean pues traería enfermedades.  Recordemos acá que entre los Kari’ña existe tal similitud de ideas con respecto al arco iris.

En la mitología Ye’kuana, las referencias al arco iris, se halla inmersa la designación de este fenómeno natural, en un relato titulado Hui’io donde se vincula a una mujer preñada que huyendo de su pueblo, luego de algunos incidentes, llega al Orinoco (Uri’ñaku) y allí metida en las aguas del portentoso río se declara “Soy dueña del agua, madre de los ríos” pero luego se cambió en Hui’io, la gran serpiente, dueña del agua, grandísima” y algo más delante, el mismo mito relata que el Orinoco acababa de nacer y que desde Mara’huaca  (la montaña sagrada) donde  se albergaba el árbol de los alimentos, el cual habiendo sido cortado, produjo una gran inundación… “entonces nació Hui’io que se adueñó del agua nueva que corría por todas partes.” (Civrieux, M  1970:135) Queda claro pues, que  el arco iris está directamente vinculado con las aguas terrestres y es una manifestación de la Gran Serpiente.

Acá, como en el caso de los Pemón, donde Kayemö es también la representación de la gran anaconda, pobladora de los grandes ríos.  En ambos casos, el arco iris, tiene carácter malévolo y puede producir enfermedades.  Es la vinculación entre el agua y el firmamento.  Más adelante, el mito menciona que convencidos los hombres que la gran serpiente que personificaba a la mujer preñada, eran portadora por tanto del huevo Huehuana, y debía dársele cacería y así comenzó “la primera cacería, cuando persiguieron a Hui’io a lo largo de los ríos. Desde lejos veían el arco iris, la corona de plumas de la culebra.  Estaba desplegada en el aire, secando sus plumas a la luz del Sol”.  Siguen empeñados en lograr su objetivo. Buscan auxilio en algunos animales  como Dede [murciélago pescador] Y seguían disparando sus flechas. “Ahora Hui’io parecía un puerco espín [Cercolabes preensiles] con todas las flechas clavadas en el cuerpo. Se desplomó, aflojó Huehuanna”.  Otra ave, Fi’cha, el pájaro vaco [Tigris oma] el cual lanzó la atarraya al agua, pero dejó escapar la Huehuanna, la cual chocó con una enorme piedra en el río y se abrió.  Nacieron “peces, babas, caimanes, culebras de agua, todos los animales que ahora viven en los ríos y lagunas.  Hui’io  fue madre de todos ellos.  La mataron, se desplomó en la ribera. Allí murió cubierta de flechas.” (Ibidem (1970):139) Finalmente tenemos que el arco iris, representación de la gran serpiente acuática, es el dueño de los animales que habitan ríos y lagunas. (Sánchez P, D – 1999ª: 26)

TERREMOTOS

No obstante estar ubicados los Ye’kuana en parte del macizo guayanés, una de las regiones más sólidas del planeta Tierra, a veces tiembla, como reproducción de focos ubicados en su periferia, es decir, al norte con las fallas de los Estados Sucre y Delta Amacuro o aún más lejos en la isla  de  Trinidad.  Los Ye’kuana usan el término koetedine equivalente a temblar. (Ibidem – 1999ª:13) 

TIEMPO Y CALENDARIO.-   

LAS ESTACIONES 

Las estaciones para los Ye’kuana se reducen, como es natural para el área donde moran, a dos: la estación seca o verano y la húmeda o invierno, como se conoce popularmente en Venezuela.  La primera de ellas la designan los Ye’kuana como Weddu.  Recordemos que los Pemón designan al Sol como Wei o Vetú y los Kari’ña Veedu o Veeduru, con lo cual se demostraría una designación prácticamente común a esas etnias de origen Caribe, vale decir de mucho Sol.

En cambio, la estación húmeda, está asociada al agua de origen celeste y a las ranas y es Konahai. La lluvia la designan Konóho. Citemos acá que, para los Kari’ña la palabra es Konoopo y para los Pemón es Konopo.  De alguna manera nos parece distinguir una misma raíz para tal designación.

Los Ye’kuana, ubicados en la zona selvática del sur de Venezuela, y muy cercanos al ecuador terrestre (3 a 5 grados de latitud norte), están subordinados a un régimen climático, más o menos estable.  Sin embargo, la primera de ellas abarca, más o menos entre enero y junio y la segunda de julio a diciembre.  Hay que advertir al lector, sin embargo, que la región geográfica que ocupan los Ye’kuana, es una de las de mayor intensidad de lluvias.  La referencia más cercana a su área que disponemos, es la de Puerto Ayacucho, capital del Estado Amazonas, y según el resumen de la Fuerza Aérea de Venezuela, para el período 1971-1980 fue, en promedio, de 2191 mm con un máximo total promedio de 2888 mm y 1366 días de tormenta, también en promedio en dicho lapso, todo lo cual nos indica que el área ocupada por los Ye’kuana es de bosques con intensas lluvias y tormentas eléctricas.

Un hecho muy importante registrado por Marc Civrieux (1974), es que tales “estaciones” están vinculadas por los Ye’Kuana a la aparición y desaparición del cúmulo estelar de las Pléyades, asociado a la constelación del Toro (Taurus),  Al efecto, cita este  autor: ” Las Pléyades, llamadas Ud’laha, constituyen las estrellas principales,  como para muchos pastores, pescadores y cazadores de la antigüedad y de la actualidad”. (Civrieux (1974):48)

Resulta interesante saber que para esta etnia, el régimen general de su vida y las actividades de producción:  siembra y recolección de alimentos de origen animal o vegetal, caza y pesca,  están marcados por una señal de origen astronómico: la aparición  (orto) por el este, la culminación y el  ocaso  ó desaparición por el oeste del cúmulo estelar probablemente más conocido por toda la humanidad desde tiempos muy remotos, como son las Pléyades.  Hemos calculado para una latitud aproximada a la actual ciudad de Puerto Ordaz (8° 18’ latitud norte y 62° 44’ longitud oeste), el orto helíaco o salida del cúmulo de las Pléyades antes del Sol en el amanecer, para distintas épocas, comenzando en el año 1 de nuestra era hasta el presente, cada 500 años y los resultados son los siguientes:

Salida Helíaca de las Pléyades                                                                                                                   

Día

Mes

Año

02

Mayo

                        1    nuestra era

04

Mayo

500

06

Mayo

1000

11

Mayo

1500

26

Mayo

1999

Como se puede apreciar en la tabla anterior, estas fechas de aparición de las Pléyades, han ido oscilando en los últimos mil años, dentro del mes de mayo y coinciden con la entrada formal de la época de lluvias en la Guayana venezolana.

Más interesante aún es referir que este cúmulo estelar, perfectamente identificable a ojo desnudo, tenía un hondo significado para civilizaciones antiguas como las de Grecia y Roma.  Homero en su Odisea, quien ubica a las Pléyades junto a la constelación de Boyero, menciona que fueron  contempladas por Odiseo desde su barca.  Por su parte,  Píndaro (siglo  V  a.C.) las menciona: “Así, viendo a las Pléyades, habitantes de las montañas, se sabe que Orión (la constelación) está cercano”  Pero la más importante referencia al uso de las Pléyades como guía para las labores de orden económico, las menciona Hesíodo, (siglo IX a C) al incluirlas como guía  para los agricultores, inscrita en su obra “Los trabajos y los días”  dice:  “Cuando salen las Pléyades (a principios de mayo) hijas de Atlas, comienza tu recolección y ara cuando ellas están en su ocaso (noviembre). Cuarenta noches y cuarenta días permanecerán ocultas, y aparecen de nuevo al cabo del año en el momento en que se afila la hoz” (Gayne G, Cecilia (1964):10)

Otro autor, E J Web (1952) afirma al referirse a las Pléyades: “Los hombres de todas las épocas y todos los países han aprendido la lección que se puede derivar de su salida y puesta.” Y más adelante cita: “los actuales isleños del Pacífico saben cómo dividir su año en una estación en que  están bajas las Pléyades”. (Webb, E J (1952):52)

No deja pues de resultar muy importante saber que la etnia Ye’kuana basa sus actividades económicas y en general su vida, en la observación estricta de los movimientos en el firmamento del cúmulo de las Pléyades, al cual designan con los nombres de Udla’ha’ ó Udáhe. (Webb, E J (1952):52)

ALMANAQUE

Hasta donde alcanza nuestra investigación, los Ye’kuana no poseen un almanaque propiamente dicho, como por ejemplo en el caso de  los Pemón.  Es decir, que no cuentan con un medio o instrumento para llevar la cuenta de días, meses o años.  La organización del tiempo, es por tanto,  muy simple:

El día está asociado con la presencia del Sol: Shí.

El mes se vincula con la aparición de la Luna: Nunna

El año, está relacionado con las estrellas y  lleva el nombre genérico de aquellas:  Shiriche.  Sin embargo, para identificar el año utilizan las expresiones weyúto, weduto donde la partícula Wei ó Wey se refiere, al igual que  para los Pemón, al Sol.

No obstante, el año civil, regido por el clima de la selva tropical y asociado por los Ye’kuana a la aparición o desaparición de determinadas constelaciones y en especial por el  cúmulo estelar de las Pléyades, es perfectamente conocido por ellos para organizar las actividades relacionadas con la subsistencia:  limpieza y quema del conuco, siembra y recolección de los frutos como hemos visto antes.  Por otra parte, con las lluvias torrenciales y el aumento del caudal de caños y ríos, aumenta la pesca y la caza.( Ibidem – 1999ª:15)

EL FIRMAMENTO.-   

SISTEMA DE ORIENTACIÓN

En los escasos vocabularios recogidos por Bartolomé Tavera Acosta (1908) y Alberto Méndez Arocha (1958), no hemos hallado palabras que designen los puntos cardinales, ni el horizonte. (Ibidem – 2000ª:8)   

LA MANERA DE CONTAR

Los Ye’kuana, como muchas otras etnias Caribe, cuentan usando el medio más natural, es decir, usando los dedos de las manos y de los pies.  Sus numerales son:        

            1            toni                                              6            toniamoháto (uno más una mano)
2        ákoe                                            7            akamoháto  (dos más una mano)
3        aduáwe                                        8            adúawamoháto (tres más una mano)
4        aketyíma                                      9            akétyimamoháto (cuatro más una mano)
5          hatodéma                                    10          amoháde (dos manos)

A partir del número seis usan toniamoháto, es decir uno toni más una mano. Y así sucesivamernte. Por otra parte, afirma el autor D Escoriaza (1959) que al preguntarles por el número veinte, responden sencillamente:  tóni-sotto, es decir un hombre con dos manos y dos pies con todos sus dedos. “Para los números como 30 dirán: toni-sótto-amohádde: un hombre más diez dedos” (Escoriaza, D de (1959):13) Y si la pregunta es por mucha cantidad  contestan: hóhe = muchos. (Sánchez P, D  – 1999ª:16) 

EL SISTEMA SOLAR

SOL

perdido y que desea volver a su casa.  Ñanudi le invita a embarcarse pero le advierte que se tape los ojos para que no vea los caminos del agua que él conoce.  Makusani desobedece y cuando trata de ver, Ñanudi se lanza al agua, dejando solo al muchacho.  Este, al anochecer decide dormir en un árbol.  “Luego ve acercarse un pescador con su nasa y su catumare (Nasa es una red para pescar tejida y Catumare es una especie de morral, hecho de hojas de palma usado para portar alimentos y otras cargas ) lleno de peces. Era Nuna, el hombre luna.  Nuna vio en el agua el reflejo del árbol, el reflejo de Makusani encaramado.  Metió su nasa, trató de agarrar el reflejo.  Nada. No podía. Makusani lo miró desde arriba, riéndose sin hacer ruido”  Decide escupir en el agua y Nuna lo descubre, lo apresa y lo mete en su catumare, llevándolo lejos a su casa.  Nuna tenía varias hijas, y ordena a una de ellas que vaya con Makusani a buscar leña para asar los pescados.  Van al monte y regresan pero Nuna ordena nuevamente ir por mas leña.  Acompaña a Makusani la menor de las hijas y éste curioso le pregunta él por qué de tanta leña.  Ella le informa que es para asarlo a él.  Con un ardid se escapa y viendo una luz intensa se acerca. “Ve otra casa. Era brillantísima, la luz de Shiña, la casa  del Sol”  Este interroga al muchacho quien le explica que se fugó de Nunaña, la casa de la Luna. Le ordena esconderse pues ven venir a Nuna en su búsqueda. Este pregunta por el muchacho y le responden negativamente por lo cual se marcha.

Continúa el mito informando que al día siguiente el Sol le dio al muchacho una cerbatana y le ordenó salir a cazar pájaros, acompañado de una de sus hijas pero con la advertencia de no mirar a través del hueco de la cerbatana.  Salen ambos, pero la curiosidad de Makusani le hace ver a través del agujero y ven  la Tierra y la gente y buscando halla su casa. El mito prosigue  “ahora cayeron los dos, cayendo, cayendo por el espacio a la Tierra, a la casa de la madre del muchacho”  “Cuando cayeron, la muchacha se convirtió en tragavenado [Boa constrictor. N].  ¿Qué dirá mi madre, si descubre ese tragavenado?  Y lo tapó con una cesta.  Se encuentra con la madre quien al principio no le reconoce.  Luego Makusani se fue de caza al día siguiente.  La madre curiosa decide ver lo que hay bajo la cesta y descubre a la gran serpiente.  La interroga y aquella  le informa que es “hija del Sol. Soy novia de tu hijo”. La madre no le cree la apalea y la espanta.  Luego se encuentran ambos y convencidos de que no podrán vivir junto a la madre de Makusani  “volvieron a Shiña. Allí se quedaron.  Así lo cuentan.” (Civrieux, M (1990):230) 

En un innegable parecido con otras etnias Caribe de Venezuela (Pemón y Kari’ña), y algunas de estirpe Tupí Guaraní, los Ye’kuana asocian al pájaro carpintero real de copete rojo con el Sol.  En un mito recogido por A  Barandarián (1979) se refiere que “el malvado Kahushawa príncipe y padre de los demonios (Odo’shankomo), mató al hijo único de Wanadi, por nombre Wanattawa. Su sangre salpicó sobre el carpintero real [Phlococeastes melanoleucus] y éste mismo guió a Wanadi hasta el sitio de la muerte trágica de su hijo.” (Barandarián, D – 1979:884)  (Sánchez P, D  – 1999ª:17-18)   

LUNA 

El nacimiento de la Luna es atribuido por los Ye’kuana  con el fin de  “que alumbrara la noche cuando el Sol dormía”. (Brandarian D –  1962b:87)  Cuando la Luna muestra por efectos de la alta atmósfera un halo, los Ye’kuana lo asocian a que este cuerpo celeste está hambriento de espíritus de sus difuntos, hecho que consuma cuando dichos espíritus tratan de subir a los planos del cielo dentro de  la cosmología Ye’kuana.

En cuanto a la fase de Luna nueva en particular, existe un mito Ye’Kuana según el cual Nuna, la Luna en su carácter de ser masculino, trató de abusar  de su hermana  Hürümeene mientras ella dormía en su hamaca.  “Esta para averiguar quien era, procedió a pintarse la cara y el cuerpo con la savia negra de la planta  caruto [ ].  A la noche siguiente volvió Nunna, su hermano,  disfrazado… en la madrugada la sorpresa de Hürümeene y toda su familia lo descubrieron… desterró a Nunna a vivir el resto de la eternidad con todo su cuerpo manchado de negro.” (-Ibidem- 1962b:88)  Esa es la explicación según ellos para las partes oscuras constituidas por valles y “mares” en la Luna, los cuales lucen algo menos brillantes u oscuros que los picos, montañas  y cráteres.  A causa de los acontecimientos  anteriores  la Luna se vengará en el futuro devorando los espíritus de los difuntos Ye’kuana.

Por otra parte, en la mitología Ye’kuana, recogida por  M Civrieux (1970) titulada Watunna, entre otros, aparece un mito titulado Nuna dentro del apartado “Iureke”, en el cual se describe como Attawanadi, el tercer representante o demodede del omnipotente Wanadi, quien en su viaje a la Tierra halló muy poca gente y toda bajo el dominio de  Odo’sha el personaje maligno opuesto a Wanadi. Luego regresó al cielo a buscar Huehuanna, se dirigió a Nuna ofreciéndole que cuando tuviera Huehuenna le daría gente para él (recordemos que el personaje Nuna es masculino para lamayoría de los  Caribe), a lo cual respondió Nuna: “¿cuánta gente me va a dar? Mejor iré yo mismo a buscar Huehuanna”.  Nuna como era piache, tenía poderes y subió al cielo de Wanadi, pero no pudiendo entrar, habló a los guardianes, fingiendo ser Wanadi y diciéndoles: “Soy Wanadi el de la Tierra. Vengo por Huehuanna. Voy a hacer gente allí” (Civrieux, M (1970)129)  Avisaron a Wanadi que había llegado Attawandi y le comunicaron lo que deseaba, aceptando Wanadi la petición y dieron a Nuna la Huehuanna.  Nuna estaba contento pues la gente que había pedido era para comérsela y afirma  el mito: “pensaba como el jaguar: no hay comida, bueno, voy a comer gente”. 

Luego Attawanadi también llega al cielo y dice a los guardianes que necesitaba Huehuanna, obteniendo por respuesta que ya le habían entregado Huehuanna.  Attawandi  regresó enseguida a la Tierra, convencido del engaño de Nuna.  Este al llegar a su casa, conversa con su hermana que era doncella y se llamaba Frímene.  Esta le pregunta: ¿de dónde vienes? ¿Qué traes?  A lo cual responde Nuna: “de Kahuña.”  La hermana observa que Huhuenna parece un huevo de gallineta [Númida Melagris] pero que en su interior hay ruido de voces y de cantos de gentes. Y deduce que había sido robado por Nuna.  Le confía a la hermana la Huehuenna y se marcha dándole instrucciones de que si Wanadi aparece y pregunta, lo niegue todo.  Entretanto, la muchacha introduce Huehuenna en su vagina y concluye: “Está hecho. Dentro de mi vientre  los llevo a todos.  Van a nacer. Voy a ser madre”.

Prosigue el mito con el regreso de Nuna preguntando a la muchacha y buscando a Huehuanna.  Al no hallarla, se encoleriza y reclama a  la hermana su falta de vigilancia, pero observa que el vientre está redondo.  La hermana comprende y se marcha al chinchorro a dormir. Por la noche oye pasos cerca del chinchorro y luego siente que se abalanza un cuerpo sobre ella, y trataba de acallar el ruido de la gente dentro de Huehuanna.  En la madrugada el hombre se levantó y se fue sin hacer ruido.  Al amanecer, la  muchacha dudaba de lo ocurrido pero no imaginaba quién podría haber sido el hombre.  Pero decidió preparar una trampa y se untó el cuerpo con pintura negra de la planta Caruto  al llegar la noche.  Volvió a oír de nuevo los pasos de alguien que se acercaba al chinchorro y el hombre agarró las piernas de la  muchacha tratando de hurgar y sacar a Huehuenna, pero ella lo impidió apretando las piernas.  Las manos del hombre siguieron buscando y por ello la muchacha sangró.  Y ese es el origen de la menstruación de las mujeres Ye’kuana.

Concluye el mito cuando al día siguiente, sale la muchacha al monte y halla a Nuna cazando pero cuando le mostró la cara, el cuerpo y las manos  estaban manchadas con Caruto, con lo cual quedó descubierto Nuna.  La muchacha pensó: “Ya no puedo vivir en Nunaña” (Casa de la Luna)”.  Es por ello que “la Luna tiene manchas en su cara”. (Ibidem (1970):134)  

El autor D Barandarián (1979) refiere en un mito recogido por él, probable variante del referido antes citado por Civrieux, donde  relaciona  a Nuuna como personaje masculino, y cita que: “Nuuna era un demiurgo, compañero y amigo de Wanadi, creado directamente por el Sol, padre de Wanadi para que alumbrara el cielo por la noche, ya que el padre Sol dormía.  Era muy benévolo como toda la familia de Wanadi,  el Ser Supremo.  Pero comenzó a tener envidia de su propio padre el Sol y quiero ser como él: es decir quería brillar en la noche como el padre Sol de día. Su voluntad comenzó entonces a pervertirse. Una noche oscura, nueva luna,  no apareció en el cielo, pues durante ese lapso quiso abusar de su propia hermana, a la virgen Hürümeene. Disfrazado se introdujo en la hamaca de su hermana.. La muchacha quiso asegurar la identidad de su asaltante nocturno. Para ello se pintó la cara y el cuerpo con la savia de (la planta N.) caruto (daadi)… Volvió el hermano Nuuna a la noche siguiente, disfrazado también a abusar de su hermana.  Pero cual no sería, a la madrugada, la sorpresa de Hürümeene y de toda la familia divina, cuando en el fugitivo violentador vieron las manchas negras de caruto en perfecta calca de las de su hermana.” (Barandarián , D – 1979:892)

De esta manera, se explica en la mitología Ye’kuana el origen de la menstruación femenina, las manchas que en la fase llena, muestra  la Luna y el carácter pérfido de este personaje que cazaba hombres para comer.  Sin embargo, hace referencia el autor D Barandarián (1979) que la Luna y su antropofagia “es post mortem, es decir, cuando el alma sube al cielo y es raptada en el camino por la Luna para devorársela.  La prueba de ello es el halo yani blanco luminoso que rodea la Luna en las noches peligrosas, en las que hambrienta roba almas de los difuntos…”.Y continúa informando que el oficio del shamán es subir “a la Luna (para) raptar el alma prisionera y la guía por diversos cielos y la pone en lugar seguro en el Cielo Supremo, junto a la Divinidad” (Ibidem (1979):892)  (Sánchez P, D – 2000ª:11) 

PLANETAS

Los planetas distinguidos por los Ye’kuana , resultaron creados en la ocasión de la venida de W’laha a la Tierra y son los siguientes:

Marte – Ahishama

Asociado por los Ye’kuana a un ave de color rojizo de las más llamativas, llamada turpial [ ] que canta mucho, y que según su mitología, ayudó a construir la escalera para que las estrellas subieran de la Tierra al firmamento.

Venus – Kuamachi

Lo identifican los Ye’kuana como estrella matutina, y está incluido en el mito de W’laha. Kuamachi, que así se distingue este planeta, interviene y  “Al amanecer… siguió camino hacia Shiricheña, el pueblo de esos hombres llamados estrellas.”  Sabía que eran poderosos pero los tienta con unas frutas llamadas dewaka.  Llega a Shiricheña y se topa con “W’laha quien era el capitán del pueblo.”  Le cuenta que es nieto de Maha’noma y que tiene una cosecha muy grande de esas frutas.  W’laha  consulta en el poblado pero les asalta la idea de que podría ser una treta para traerles a Tierra, recordando que ellos habían matado a la hija de Maha’noma.  Los ancianos reunidos se consultan y deciden rechazar la invitación. Kuamachi insiste y al final deciden acompañarle. Llegan al bosque donde están los árboles de la fruta mencionada y comienzan a comer y saborearlas.  Hay una gran cosecha.  Kuamachi va en busca de su abuelo y lo trae en una curiara.  Este les anuncia que va a tejer mapires para portar las frutas. Kuamachi por su parte trepa a un árbol y tomando una fruta la muerde y lanza al suelo.  Enseguida, se inundó el bosque.  Insta a su abuelo a saltar en la canoa con los mapires, pero al  botarlos al agua se iban transformando en culebra de agua, pez caribe, raya y otros animales acuáticos.  El abuelo seguía tejiendo mapires y W’laha preguntaba preocupado por qué seguía tejiendo.  La respuesta era para poder recoger la cosecha.  De pronto Kuamahi observa un nido de comejen en un árbol y lo enciende, llenando de humo todo el bosque. Luego baja a la curiara y armado del arco y flecha apunta a W’laha y pese a la solicitud de W’laha de no hacerlo, siguió flechando a los hombres-estrellas.  Muchos caían moribundos al agua.  “Los Mawari se los tragaban… otros caían heridos y gritaban.” (Ibidem (1970):211-212)  Ya al final del mito, Kuamachi habiendo logrado subir al firmamento, presenta a W’laha la hierba de la paz llamada Akuaniye.  Hacen las paces.  Kuamachi se despide y se va diciendo: -Bueno me voy.  Viviré aparte, lejos de aquello… buscó un sitio allá en el horizonte… allí tiene su casa. solito, tranquilo… sale al atardecer nada más; Camina un rato encima del horizonte, luego se esconde en su casa.” (Ibidem (1970):219) Para los Ye’kuana, el planeta Venus es identificable tanto en su aparición matutina como en la vespertina, detalle este que no es común a muchas otras etnias.

Otra versión relacionada con Kuamachi, nos la proporciona el autor A  Barandarián (1979): “Al comienzo de los tiempos, la noche era negra. Las estrellas eran gente y vivían en bandadas en la Tierra. Eran hombres y cazaban juntos con sus flechas.  Pero había una virgen embarazada que estaba en su conuco buscando frutas. Un grupo de jaguares-gente con otro innumerable grupo de los hombres-estrellas estaba acechando a la virgen embarazada. Cuando la vieron, la flecharon – todos a la vez- y la descuartizaron para comérsela.  Al día siguiente surgió un niño no-nato. El bebé rodó en el suelo y cayó al agua. Este niño  no-nato se llamaba Kuamashi o Venus. Un pescadito se tragó al bebé y a sus madres adoptivas y sucesivas.  Algo mayorcito, Kuamashi abandonó su vida ictícola  fluvial y,  en un intento de robo de conucos, fue adoptado por un célebre shamán, Mahánoma, quien resultó ser su abuelo”.  Continúa el relato con episodios de la venganza por parte de Kuamachi de la muerte de su madre, “matando a los jaguares y estrellas asesinos. En su huida, la gente sobreviviente de las estrellas lanzó sus flechas, a modo de escalera ascendente, hasta la altura del Cielo y, escalando por ellas, se fijaron en el techo negro de la noche.  Kuamashi los siguió el último. Rompió la escalera celeste y cultivó en su huerto celeste la hierba de la paz, llamada Akuaniye… Kuamashi quedó como el lucero de la tarde en su cielo negro, sin querer saber nada con las estrellas.”(Barandarián, 1979:967:968)

Los únicos Planetas que parecen reconocer los Ye’kuana son Venus y Marte.  Al primero lo distinguen como estrella matutina con el nombre de Kumashi y  como estrella vespertina con una designación diferente: Admaduwakadi. A Marte lo llaman Ahishamä y está asociado a un turpial [ ] amarillo rojizo.  En cambio los otros planetas visibles como Júpiter y Saturno, parecen no tener importancia para la etnia pues, al menos, no existen designaciones específicas conocidas. (Sánchez P, D – 1995:26-27)

ESTRELLAS Y CONSTELACIONES   

Las estrellas son para los Ye’kuana, la representación eterna de los espíritus de sus shamanes muertos y como mencionáramos en párrafos anteriores, están ubicadas en el séptimo cielo. En el mito de Attawanadi, M Civrieux (1970) referido en párrafos anteriores, hemos visto que el origen de las estrellas, es obra de creación de este personaje, el tercer enviado de Wanadi, el ser supremo al momento de crear al Sol y la Luna.  Existe otro mito titulado W’laha en el cual se afirma que “las estrellas eran hombres. Vivían en la Tierra, tenían su pueblo al pie del Kushamakari, (la montaña sagrada de los Ye’kuana N.). Pueblo numeroso, poderoso; sus ancianos sabían mucho.  Un día salieron todos de cacería, guiados por un jaguar.  Escucharon la voz de aquel jaguar; por eso mataron  se comieron una mujer.  Como castigo fueron perseguidos, por eso huyeron al cielo malo, al cielo de esta Tierra.” (Civrieux, M – 1970: 207)  Este mito se extiende con varios incidentes donde se involucran distintos personajes y entre ellos quienes no es sino el planeta Venus matutino.  Prosigue el mito referido anteriormente,  relatando que en la situación descrita del acecho por parte de Kuamachi a los hombres-estrella,  W’laha se armó con su arco y flechas, acompañado de siete estrellas. Dispara la primera hacia el firmamento y pide un hombre-estrella que la  lleve volando.  Este le responde que no puede  porque tiene miedo de caer en el bosque inundado de animales.  Prosiguen los incidentes hasta que W’laha y sus siete compañeros logran subir al cielo por una escalera hecha con las flechas disparadas y que no habían hecho blanco y  regresan así al firmamento.

Antes hemos visto que en la cosmología Ye’kuana al distribuir los diferentes cielos, el séptimo, contando desde Tierra hacia arriba lleva el nombre de Shiditya-Kumenadi o mundo estelar. Acá descubrimos la palabra Shidditya que como veremos mas adelante, es un derivado de la designación de las estrellas en general.  Este cielo o capa se halla superpuesto a los otros seis inferiores. Pero deseamos hacer una distinción importante, pues según la mitología Ye’kuana todas las estrellas son shamanes, lo cual indicaría la relación que tienen estos personajes tan importantes para la vida de las comunidades Ye’kuana y su estrecha relación con el cosmos. 

Como hemos mencionado antes, la palabra Ye’kuana para designar las estrellas en general es Shirishie.  Anotemos acá que para sus parientes los Pemón y los Kari’ña, las designaciones respectivas son Chirike y Shirijcho, respectivamente.  Para los Cumanagoto, también Caribes, el nombre era Sirachi.  De manera pues, que hay una concordancia relativa entre las diversas etnias del tronco Caribe, en cuanto a la designación de las estrellas.

En párrafos anteriores, cuando citábamos la manera de construir el ette, o casa comunal Ye’kuana, nos informaba el autor D Barandarián (1966) que había una parte importante de la estructura de la casa, cuyo propósito es reproducir el Universo visible, donde los maderos que soportan las grandes vigas laterales o travesaños, orientadas norte-sur están asociadas a la Vía Láctea,  se llaman sidityadi precisamente. (Sánchez P, D – 1999ª:20-21)

GALAXIA

En cuanto a las Galaxias, los Ye’kuana a distinguen con  precisión,  la cual pertenece el sistema solar, es decir a la Vía Láctea, la que designan con el nombre de aden’mie dotadi.  Y es muy importante este hecho, porque a pesar de ser una etnia cuyo hábitat en general es la selva profunda, distinguen con precisión la existencia de la parte visible de uno de los brazos de nuestra Galaxia, cuestión esta que no es común a muchas otras etnias.  En este lugar, descansan los espíritus o almas de los shamanes Ye’kuana junto con sus hermanos de raza, antes de ascender a los cielos superiores.(Ibidem – 1999ª:22)

Los yanomamis

Los Yanomami y Nosotros
(Pacto de Vida)

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Milton Nascimento / Fernando Brant
Traducción de Cheryl Harleston

Tener que resistir el dolor,
sin comprender por qué el dolor.
Tener que soportar vivir el dolor,
y sin merecer el dolor.
Si ése es mi destino,
¿quién es el verdugo que lo trazó?
¿Quién me contaminó?
¿Quién me dió el dolor?

El hombre no existe para ser sólo animal:
su historia es mucho más que corporal.
Abre tus sentidos para tener libertad
con todo el mundo que es tu igual y solidario,
y pensarás,
amarás,
soñarás,
y sabrás
que la felicidad de la ciudad
no tiene que matar a la selva.

Ahí el dolor nos unirá:
el fin del dolor comienza así.
Es el hijo que no cesa de crecer,
la fruta que va a madurar,
es esa mano, esa paz morena y esa mirada
siempre verde y que reverdece.
Es ese gesto humano,
es esa voz humana,
es ese amor humano
que llega y nos dice que se quedará.
____________________________________________________________

Los Yanomami habitan en el extremo norte de Brasil, en los estados de Roraima y Amazonas, colindando con Venezuela. Es una región de bosques, cordilleras y estrechas corrientes de agua donde transitan por cientos de veredas que unen a las numerosas poblaciones indias.

Hoy en día su territorio ha sido invadido y contaminado, pero a pesar de ello, los Yanomami continúan cantando y creyendo que mientras ellos estén vivos, el planeta permanecerá vivo.

EL MEDIO FÍSICO Y EL AMBIENTE

La etnia Yanomami ha tenido, ancestralmente,  su hábitat en las zonas boscosas de la  Sierra Parima del sur del actual Estado Amazonas en Venezuela y en parte del vecino Brasil.  El Domingo Sanchez P. Página 5            13/08/2003 área específica reciente de ocupación son las nacientes del río Orinoco, extendiéndose por los ríos Ocamo, Padamo, Mavaca, Manaviche, Bocón, Rahuawe, Orinoquito, del Ejército, Casiquiare y su afluente Siapa.  En esta región existen bosques y algunas pequeñas sabanas en las riberas de los ríos, saltos, montañas y cadenas de montañas como las Sierras de Unturán, Tapirapecó, Curupira,  Anahanahara al Sur y la Sierra Parima al este que sirven de límite entre las Repúblicas de Venezuela y Brasil (Véase el Mapa)
El área ocupada por los Yanomami (hacia 1957) era de aproximadamente  20.000 Km. y está ubicada entre “el ecuador y el paralelo 5° “ (Cocco, L – 1987:179).  En cuanto a la climatología dice el mismo autor: “La estación de sequía es prácticamente nula. Los meses de menor pluviosidad son los de enero, febrero y marzo.  En el bajo (río – N) Ocamo tenemos un promedio de 200 días de lluvia al año (…) el promedio de la temperatura en el bajo Ocamo, es de 27 °C. A medida que nos vamos acercando a la (sierra –N) Parima, territorio antiguo de los Yanoamamos, y ya sobre los 500 metros de altitud, el promedio es de 20 °C ”.  (Cocco, L –  1987-179).

Los datos meteorológicos del área en cuestión son escasos, por ello acudimos a un Resumen Climatológico, elaborado por la Fuerza Aérea de Venezuela para la ciudad de Puerto Ayacucho, actual capital del Estado,  ubicada aproximadamente a unos 400 Km. al noreste de dicha área, para el período 1951-1980, según la siguiente tabla.

Puerto Ayacucho          Tabla 1

Temperatura media

26,8 ° C

Humedad relativa

78 %

Precipitación total

2191 mm

Días de precipitación mayor a 25 mm

26,1

Días de tormenta

1366

Es decir, que el hábitat de la etnia Yanaomami, en el sur del Amazonas venezolano es relativamente cálido, muy húmedo y con lluvias y tormentas intensas.  Y es a este clima al cual se han acostumbrado y adaptado su forma de vivir durante varios siglos.  Por su parte, la etnia Sanema, considerada por los etnólogos como un sub-grupo Yanomami, ocupaba (1972) una extensa zona,  al norte del territorio Yanomami, es decir, Santa Maria de Erevato y los ríos Ocamo, Padamo, cabeceras del Uraricuera, Caura y Ventuari.  Han sido llamados, erróneamente,  por los extranjeros como Xiriana  (Shiriana) y Guaharibo. (Cocco, L – 1987:27-29).

La zona de desarrollo de  su entorno, ofrece cierta seguridad frente a los criollos, y se halla poblada por una vegetación alucinante y una rica fauna, que les había permitido vivir y reproducir-se en paz.  Hacia fines del siglo XX, fueron y siguen siendo los buscadores de oro y diamantes, quienes los han acosado e incluso diezmado, tanto en Brasil como en Venezuela.

LAS FUENTES HISTÓRICAS

Los primeros contactos criollos con los Yanomami, se ubican hacia finales del siglo XVIII.  En efecto, en ocasión de la fijación de los límites territoriales de Venezuela con Brasil, se organizó una expedición en 1758.  Dicha Comisión se encontró con miembros de la etnia, cuando exploraba la Sierra Parima y las fuentes del río Orinoco al sur del actual Estado Amazonas.  A partir de esa época y hasta entrado el siglo XX, los Yanomami conocieron o tuvieron poco contacto con la sociedad criolla.

El interés por la etnia Yanomami se ha ido intensificando en el tiempo. En efecto, han sido visitados con fines de estudio o por exploradores y buscadores del balatá o caucho. En la obra del Padre Luis Cocco (1987), hay una lista de personajes que visitaron la etnia, a saber: Antonio Silva (1927); Rafael Escobar, buscador de balatá) 1930-31; Herbert Spencer Dicker (1931); el Marqués de Wavrin (1935); el Capitán Félix Cardona Puig (1927-1945); Paul Sprick, Rafael E Lezama, Carlos Wendehake, buscadores de balatá y chicle; Juan E Noguera, empresario maderero  (1946); los misioneros Matallana y Armellada (1940). Igualmente las Comisiones de Límites con Brasil a partir de la década de los años 10 del siglo XX.  Todos ellos, habían conocido segmentos de la etnia Yanomami.

Entre los estudios científicos acerca de las etnias Yanomami y Sanemá, hay variados autores,  antropólogos, así como misioneros.  Entre ellos: Bartolomé Tavera Acosta (1906-1907); Otto Zerries (1954-1976);  James Barker (1953-1979) Padre Luis Cocco (1957-1972);Pablo Anduze (1959-1982); Jacques Lizot (1970 –1994); Marcus Colchester (1970-1982) Daniel Barandarian (1975-1997); Luis Jeremías O y Pedro Borges (1984-85)  y oros autores citados en la bibliografía del presente trabajo.

LAS ETNIAS YANOMAMI Y SANEMÁ

La primera referencia que hemos hallado, se debe al misinero James Barker (1979), cuando al refeerirse alos Yanomami dice: “la familia lingüística Yanomamö o Guaica comprende por lo menos cuatro lenguas – la lengua shamatari, la lengua sanöma, la lengua waika central y la lengua ninam.”  (Barker, J – 1979:194).  En un estudio de E. Migliazza (1980), quien ha investigado a los Yanomami, tanto en Brasil como en Venezuela, clasifica a la familia lingüística Yanomama, de la siguiente manera: “Yamam, Yanomam, Yanomami y Sanima, quienes habitan un extenso territorio al sur de Venezuela, y se hallan diseminados en Venezuela y Brasil”. (Migliazza, E – 1980:101-108)  Estudios posteriores confirman este criterio, es decir que los Yanomami forman un conjunto de al menos cuatro grupos, a saber: los propios Yanomami, o Yanomam,  que representan la absoluta mayoría;  los Sanemá; los Xirianas o Shirianá, Shamatari y los  Ninam o Yanam. (Lizot, J  -1988:491-495). Sin embargo, la realidad es otra. El grupo designado como Waika o Guaica, existe dentro de lo que los antropólogos han designado como los Yanomami.  En resumen, la situación actual (2003) según Víctor Maldonado (comunicación personal) es la siguiente:

            1.                  Yanam, Sapé Shiriana ó Xiriana , llamados Kaliana por los Casapare;
2.                  Yanomam o Wiaka
3.                  Yanoama, Sanema (Guajaribo, Sjhirshiana nombres dados por los misioneros)            4.                  Kasapare

Es por ello, que hemos decidido incluir en esta investigación, la información acerca de los Sanemá  pues existe información bibliográfica y es, además,  un grupo considerablemente grande.

El etnógrafo alemán Theodor Koch-Grümberg, en su visita (1910-1913) por el área ocupada parcialmente por los Yanomami, a quien él llama Waika, hace una caracterización que nos parece acertada: “Según toda su apariencia, quisiera considerar a los Shirianá y a los Waika como  a una muy antigua capa de población de estas regiones que, repartida en pequeñas hordas, muchas veces enemistadas entre sí, sin domicilio fijo, verdadero, se pueden encontrar entre las fuentes de los pequeños tributarios hasta el lejano Alto Orinoco al oeste y que antiguamente vivían de la caza, la pesca y la frutas silvestres.” (Koch-Grumberg, Th. – 1981:214).

El autor Edgardo González Niño, quien estuvo por muchos años recorriendo el antiguo Territorio Federal Amazonas, en su obra publicada en 1973, dice al referirse a la “Gran Nación Waica repartida en un inmenso territorio toma diferentes nombres según la región; Waicas los del Orinoco; Guaharibos en el Padamo-Continamo, Shamatari en el Mavaca y fronteras Sur con el Brasil; Shiriana o Shirishiana en el Alto Ventuari.”  (González N, E – 1973).  En la obra  de Bernard Pottier ( 1983)  bajo la familia Macro-Chibcha aparecen mencionadas las etnias Yanomami y  Waica (Pottier, B – 1983: 199, 209). En el estudio de Roberto Lizarralde (1993) menciona  “Waiká V. Yanomama, Waiká es un término peyorativo en Yanomama” y afirma además que “Waika : nombre Pemón para los Akawayo, Inarikó y Patamona”. (Lizarralde, R – 1993:121).  Sin embargo, este mismo autor  cita las referencias de Ernest Migliazza (1983), Curt Numuendajú y Alfred Metraux (1948); Aryon D Rodrigues (1986);  John W H Rowe (1974) y Mary R Key (1979) donde aparecen referencias a los Waika.  Ahora bien, de la lectura y discusión del presente trabajo con el Licenciado Víctor Mendoza F, miembro de la etnia Sanemá, nos ha aclarado la situación, en el sentido que si preguntáramos en el área si hay algún Waika, todos responderán que sí, extrañándose de la ignorancia del encuestador. (Comunicación personal – 2003). 

En cuanto a la autodenominación de los Yanomami, que significa gente o ser humano, en su lengua, ésta ha sido variada en el tiempo, debido a la forma como etnógrafos y antropólogos, amén de los misioneros y exploradores, les han ido nombrando y clasificando.  En todo caso esta lengua es de filiación Yanoman, y es clasificada hasta ahora como independiente.

La etnia Yanomami, es considerada una de las más antiguas de las que habitan Venezuela, a deducir por las investigaciones de la mayoría de los antropólogos.  Fueron cazadores-recolectores pero conocen la agricultura desde tiempos remotos.  Su relativo aislamiento en las selvas del sur del Estado Amazonas, y lo tardío de su descubrimiento por los primeros exploradores, hace de ellos una sociedad de mucho interés para etnólogos y antropólogos. A propósito del nombre Guaharibo, utilizado también por algunos exploradores, el Dr. Anduze (1954) aclara que ni los nombres Shiriana ni Guaharibo, son reconocidos por los propios Yanomami.  (Anduze, P – Tomo I -1998:191).

Los Yanomami,  forman una sociedad igualitaria y no jerárquica, pues quienes tienen autoridad moral, no poseen distintivos y allí funciona el principio de reciprocidad.  Practican la endogamia, es decir, que al morir alguien, queman el cadáver y luego de un tiempo trituran los huesos y en una ceremonia especial, los reparten y consumen mezclados con sopa de plátanos entre los habitantes.  No existe como tal la separación de actividades según el sexo. Sin embargo, el hombre es quien desbroza los conucos, construye la casa familiar, que unida al lado de otras familias, constituye el shabono o casa comunal, donde pueden habitar entre 40 y 120 personas. Utilizan entre sí los nombres relacionados con el parentesco y nunca los nombres cristianos asignados por misioneros o criollos. Luego del contacto con los criollos o näpe, se han ido organizando, como por ejemplo a fines del siglo XX crearon el SUYAO que significa “Shaponos Unidos de los Yanomami del Alto Orinoco” que los representa ante el Consejo Nacional Indígena de Venezuela CONIVE. (Herzog Schröder, G – 1999:34-52).

En los datos sobre la población, hay una referencia en Migliazza (1980) quien afirma y sitúa la población probable de los Yanomami, en conjunto, hacia 1970 en 15.000 personas Migliazza, E – 1980:101).  Según los datos recogidos oficialmente por los Censos Indígenas, son los siguientes: Yanomami en 1982 la cantidad era de 9717 y en 1992 solamente 7069. Los Sanemá 2365 y 2055, respectivamente. (OCEI – 1985 Y 1993).  Este descenso en la población de ambas etnias, puede ser atribuido a varios factores: en primer lugar su constante movilización dentro y fuera del territorio nacional, segundo, a las matanzas que sobre ellos se han efectuado por parte de buscadores de oro y riquezas y por último,  las muertes por infecciones y epidemias de enfermedades transmitidas por los criollos, ante las cuales están prácticamente indefensos.

Los Yanomami han sufrido ataques sanguinarios que han partido de los buscadores de oro y diamantes, tanto en Venezuela como en el vecino Brasil.  Tal es el caso célebre de la matanza del poblado Haximu en 1993.  Además estas invasiones de blancos o criollos, les han traído enfermedades no conocidas por ellos, todo lo cual ha conformado un cuadro de epidemias que sus conocimientos de medicina ancestral no puede combatir con eficiencia.  Debemos añadir que han circulado noticias (1999-2000) que uno de los investigadores más asiduos de  los Yanomami, el antropólogo norteamericano Napoleón Changon, habría sido expulsado de la Sociedad de Antropólogos de Estados Unidos, por un affaire relacionado con el presunto uso de una vacuna que estaba aún en estudio, pero que no podía ponerse a prueba en seres humanos, en dicha nación, y la cual fue aplicada por Changon o su personal, engañando a los Yanomami, causándoles numerosas victimas.

La cultura Yanomami manifestada en su cestería, la cual tiene pocas variedades y la fabrican para uso diario.  Generalmente la adornan con símbolos en forma de líneas sinusoidales o circulares en color negro. Sus arcos y flechas son de gran tamaño, con la particularidad de que las puntas de las flechas son intercambiables, según el tipo de caza se trate.  Sus fiestas están referidas al éxito en la cacería grande, a la cosecha del pijiguao,  a la terminación de la construcción de un nuevo shabono, a  la consumición de cenizas de un difunto o a la llegada de invitados a sus fiestas En cuanto a la cerámica, fabrican ollas de barro de formas muy elementales. Su atuendo corporal incluye, además de la pintura del cuerpo con símbolos en color negro, adornos con plumas blancas los hombres y  de colores las mujeres.  Por otra parte, se perforan los lóbulos de las orejas, ambos sexos, y las mujeres se atraviesan dos pequeños palillos a través de la punta de la nariz y tres alrededor de la boca.

La música de los Yanomami es relativamente simple, basada en escalas tanto pentatónicas como tritónicas, es decir escalas musicales de manufactura muy antigua, distintas a las usadas en la música occidental. Generalmente utilizan, en los cantos shamánicos, imitaciones de animales que intercalan en la medida de las necesidades relacionadas con los textos.  Sus instrumentos son pocos. Un  palo zumbador Imi-tsuwo y una maraca sagrada que usa el shamán, en los actos de curación. De manera que es el canto, personal o colectivo lo que predomina en la música Yanomami. (Aretz, I – 1991:249-260).

En cuanto a la etnia Sanemá, hay pocas diferencias con la música y los instrumentos de los Yanomami

El etnógrafo Edgardo González Niño (1973) conocedor como pocos del territorio del actual Estado Amazonas, escribió al referirse a los Yanomami lo siguiente: “Entre sus costumbres que no son comunes a otras tribus, podremos recordar: la de incinerar a los muertos e ingerir, mezclados con bananas, en sentida y colectiva ceremonia funeraria, la ceniza de los huesos; la de andar todos completamente desnudos; el uso de arcos y flechas de descomunal tamaño con las puntas o dardos intercambiables según las necesidades del momento; usan chinchorros de bejucos o lianas, en lugar de los de hilos tejidos por otros pueblos; el no uso de bebidas fermentadas /…/ el afeite o tonsura tipo capuchino; los pleitos rituales pegando con pesadas macanas sobre el casquete craneal; las pinturas corporales de diseños diferentes a los de otras tribus; las fiestas con baile y cantos al pijiguao o pupuña /…/ la gran churuata o maloca multifamiliar, abierto el techo arriba, con una plaza circular en el centro de la aldea.” (González N, E – 1975). 

Las características generales de la etnia, han sido resumidas por los antropólogos Jeremías y Borges, (1984) como sigue: “Practican la monogamia y la poligania así como la exogamia local; la familia es extendida con residencia patrilocal.  Poseen una división del trabajo por sexo y edad.  No usan vestimenta alguna. La vivienda es comunal de planta elíptica, armazón de madera y techo de palma hasta el suelo con una plaza central.  Estaban hasta hace pocos años poco aculturados. Su agricultura es a base de conucos y en ellos siembran: plátano, caña de azúcar, lechosa y algodón.  Poseen una artesanía basada en la cestería y los collares. Los shamanes utilizan alucinógenos y en las fiestas también algunos de los miembros de la etnia”. (Oberto, L J  & y Pedro Borges –1984-5:26).  Algunos comentarios adicionales  es que a lo largo del tiempo se han instalado misiones católicas de salesianos hacia la década de los 50’s y protestantes, en las décadas de los sesenta y setenta del siglo XX.

En lo referente al aspecto psicológico, como le llama el autor D Barandarian (1965), las etnias Sanemá-Yanoama, considera que el nonoshi es “la esencia o el ente mismo de la persona humana /…/ el nonoshi, como ente espiritual es inmortal /…/ el, bolé o henbolehtwan (literalmente nube) es como una nube de fuego y de calor interior de la persona humana /…/ nunca cesa de trabajar mientras el Sanemá-Yanoama está vivo /…el bolé nunca puede enfermar ni nadie puede robarlo. Siempre está caliente y en llama. Da calor al cuerpo /…/ el soplo de vida es el toholili, el tercer elemento esencial del alma humana /…/ calienta la sangre, la carne y los huesos /…/ la energía vital o la potencia de la vida está constituida por el híkolá (jicolá, jikula,jea – N) o hékora personal y es exclusivo de los varones /…/ etimológicamente se le quiere derivar de la raíz hea o he, que significa  ‘cabeza de arriba’. Entonces equivaldría a lo que existe o está arriba o bien lo que se recoge o se agarra arriba en la parte superior del cosmos ya que la otra raíz koli o kore significa ser y existir o también recoger o agarrar. Su significado lato sería lo que existe o vive arriba en la cima de los cielos o de los montes o también lo que se recoge o se hace venir de aquellas zonas /…/ los híkola o hekora, en efecto, corresponden a las esencias específicas y a los prototipos de los reinos animal, vegetal y mineral. /…/ para los para los Sanemá-Yanoama, cada híkola viene a resultar algo así como el espíritu-energía progenitor de todos los individuos concretos y reales de una misma especie, o mejor dicho, como la fuente-madre de la energía vital o substancial específica de cada especie. /…/ los hombres extraños al pueblo Sanema-Yanoama, es decir, todos los nabé, napué o karawa, tampoco tienen hikola personal dentro de la metafísica propia Sanemá-Yanoama /…/ la representación imaginaria de un hikola es en forma de una esfera o de un esferoide oval, en cuyo centro como en un núcleo atómico, va toda la concentración de la carga vital.” (Barandarián, D – 1965:2-113). 

Esta larga cita, finaliza con los diseños de un microcosmos que corresponde a  todos los híkola (jíkola, jíkula –N), hekura y a su vez, otro microcosmos perteneciente al hikola supremo de Omao.  Por cierto, esta figura de Omao u Omawe, parece pertenecer al ser supremo de la etnia Yanomami.  Lo interesante de este concepto es que “este centro concentrado de carga vital está siempre encerrado dentro de una casa o habitación imaginaria que está señalada por un cuadrado compuesto de cuatro ramas de árbol trabadas que aíslan el centro del resto de la esfera, (según Wilbert – 1963) citado por Barandarián.  En el primer microcosmos, aparece el centro del óvalo, el cuadrado contentivo del  núcleo que corresponde a Omao, rodeado con los híkola de los antepasados. En la parte oriental está el Sol, las nubes (portadoras de las maracas sagradas de los shamanes) y  el relámpago, así como  el mundo acuático donde moran los peces: piraña, bagre y los cangrejos. En el occidente aparecen la Luna, y varios animales terrestres; en la parte superior están varias aves: colibrí, tucán, el águila arpía y en el sur, la tierra los árboles y el mundo subterráneo. 

En cuanto al microcosmos del hikola (jikula)  de Omao, la esfera contiene un cuadrado limitado por ramas de árboles, en cuyo centro está el núcleo de Omao; en la parte superior, los familiares de Omao y su persona;  en el cuadrante nororiental está la figura del Sol, del primer gran shamán nihubuitiliai y su hermano po’sa; abajo la serpiente acuática y otros animales fluviales; en la zona occidental están el camino de las almas, los jikula de dos estrellas shidikalí, shirikali, la Luna, el morrocoy, el pájaro carpintero y el rey blanco de los zamuros. (Barandarián, D – 1965:12-13).  Estos últimos animales son los ayudantes de Omao.  Nos ha parecido interesante detenernos en esta descripción. Ambos microcosmos, según nuestro criterio, reflejan de algún modo las relaciones entre Sol, Luna, y algunas estrellas y los Yanomami.

La etnia Yanomama, pertenece al tronco lingüístico Yanoman, según  Manuel Lizarralde (1993). El alfabeto de la etnia consiste en:

El alfabeto de los Yanomami contiene las vocales a, e, ë, i, i, o,  u. Las consonantes son: b, f, h, k, m, n, r, s, sh, t, th, w, y.

El alfabeto de los Sanema, consiste en las vocales a, e, i, o, u, ö.  Las consonantes son:  j, k, l, m, n, p, s, t, w más la ch, r tj. Así mismo designan como Sanöma töpö kaia, al idioma Sanemá, según el autor Víctor Mendoza (2002:25-27, 145).

Con respecto al origen de los alimentos, informa el padre Cocco (1987) “el primer conocedor de la yuca fue Haya-riwé (espíritu del venado), quien le dio semillas a Rahara-riwé (Espíritu de Rahara, tío de la anaconda), la cual la cultivo ampliamente en su conuco, llamando la atención del mismo Omawë. Rahara-riwë cultivaba tanto la (yuca –N) amarga como la dulce (…) junto a la yuca, el yanomamo cultiva tubérculos como el ocumo, el mapuey, la batata, el liaren y el plátano.  (Cocco, L – 1987:182).

La fiesta principal de los Yanomami el rehahu, es la dedicada a la cosecha del pijiguao [Guilielma gasipäes] una palma de gran altura cuyos frutos, forman parte no solamente de la dieta de la etnia, sino que constituyen motivo para un encuentro entre grupos de la etnia, incluso que viven a distancias considerables. Por cierto que esta palmera, posee unas espinas de gran tamaño y los Yanomami, inventaron un aparato hecho de madera en forma de X que les permite subir a cosechar los frutos del pijiguao, sin peligro de su salud (ver foto  ).  Pues bien, con ese motivo se reúnen todos y ejecutan en su casa comunal una verdadera fiesta que incluye lo que para nosotros hoy, son competencias deportivas, las cuales incluyen desafíos  con la mano abierta, con los puños cerrados, bailes colectivos, etc.

Los Yanomami conocen, siembran y utilizan el tabaco (pee hnahe) de manera cotidiana, colocándose pequeños rollos de las hojas del tabaco, entre el labio inferior. Además utilizan alucinógenos como: el yopo, pararo, yahoana, restringidos principalmente a los shamanes, para lo cual han desarrollado instrumentos no solamente para reducir el yopo a polvo, sino para inhalarlo por la nariz (yokohiro), mediante un tubo terminado en dos, en forma de Y, que permite soplar por un extremo a un miembro de la etnia sobre las fosas nasales del otro.  Informa el padre Cocco, acerca del uso del yopo lo siguiente: “En todo caso los efectos accidentales del yopo son perfectamente justificados por los efectos esenciales: el contacto con el mundo de los hékura, la curación de las enfermedades, la venganza contra los enemigos y la transmisión de los mitos”. (Cocco, L – 1987:315).  Utilizan el curare (mamokori) para la cacería, al untar esa substancia en la punta de sus flechas, dedicadas a este fin utilitario.

Los Yanomami creen en la existencia de espíritus que tiene forma de genios o algo parecido quienes viven en las lagunas de la selva. Los designan como Yawari y los consideran como amistosos.  En este aspecto, mencionaremos que con alguna diferencia de nombre, el concepto de estos espíritus selváticos, es parecido en algunos casos al de los Caribe: Mawari, y al de los Warao: Mawari.

En el área ocupada por los Yanomami, existen algunos petroglifos y cuevas con pinturas rupestres, los cuales no han podido relacionarse, que sepamos, con su mitología o ritos. El papel de los shamanes xapori es parecido al de otras etnias en Venezuela.  Existen de hecho algunas gradaciones entre los shamanes, quienes actúan según sus conocimientos, utilizando un sin número de plantas para curar las enfermedades por ellos conocidas.  Sin embargo, con el aumento del contacto con los criollos, se han visto obligados a usar medicinas patentadas para poder combatir nuevos tipos de enfermedades que no conocían.

Para 1998 la situación general de comercialización con los objetos de la cultura y de las formas de vida  los Yanomami y Sanemá fue resumida por el antropólogo Antonio Pérez de la Universidad de Granada, de la siguiente manera: “La comercialización de los Yanomami ha llegado a las mercancías más variadas: films, videos, estampillas y toda suerte de libros den pretexto Yanomami y, obviando los académicos, me creo en el deber de alertar sobre el irracionalismo incrustado en muchos de ellos.”  (Pérez, A – 1999:29).  Ello al referirse de cómo con el “descubrimiento” por criollos y extranjeros de esta antigua etnia  hacia la década de los sesenta del siglo XX, y tal vez por el hecho de andar desnudos, se convirtieron en una curiosidad digna de hacer grandes y costosos reportajes para mostrar una etnia “primitiva y belicosa” y por supuesto objeto de atención de misioneros para imponerles la racionalidad y la forma de vida occidental, acabando con nomadismo y enseñándoles el valor del comercio, la ropa, las escopetas, los valores de la cultura dominante.

Los animales y seres de la tierra

La Tierra (Makhá)

La Tierra es considerada bajo dos aspectos, el de Madre y el de Abuela. El primero es la tierra considerada como productora de todas las formas que crecen, en acto, mientras que la Abuela se refiere a la tierra o substancia de todas las cosas que crecen —la potencialidad. 
— Joseph Epes Brown

La Tierra es sagrada, pues en Ella ponemos nuestros pies, y de Ella le enviamos nuestras voces a Wakan Tanka. Ella es nuestro pariente.
— Black Elk

El Sol (Wiyo ate)

La luz del sol ilumina el universo entero, y así como las llamas del sol vienen a nosotros por la mañana, así viene la gracia de Wakan Tanka, por la cual todas las criaturas son iluminadas. Es por esto que la gente de cuatro pies y los alados siempre se regocijan cuando llega la luz. Todos podemos ver durante el día y este ver es sagrado, porque representa la vista de ese mundo real que podemos tener a través del ojo del corazón.
— Black Elk

La Luna (Hanhepi wi)

El crecimiento y la muerte de la luna nos recuerdan nuestra ignorancia, que viene y va; pero cuando la luna está llena, es como si la luz eterna del Gran Espíritu brillara sobre el mundo entero.
— Black Elk

La luna representa a una persona y también a todas las cosas, pues todo lo creado crece y mengua, vive y muere.
— Black Elk

Las Estrellas (Wichahpi)

Las estrellas son wakan. A veces vienen al mundo y a veces los Lakotas van a ellas. Hay una estrella para la tarde y una para la mañana. Una estrella nunca se mueve y es wakan. Otras estrellas se mueven en un círculo alrededor de ella. Ellas están danzando la danza del círculo. Hay siete estrellas. Es por esto que hay siete fuegos de consejo entre los Lakotas. El Camino de los Espíritus está entre las estrellas. Comienza al borde del mundo. Ningún hombre puede encontrarlo. Wakan Tanka mantiene a los espíritus malos lejos del Camino de los Espíritus. 
— Ringing Shield

La Estrella de la Mañana está entre la oscuridad y la luz, y representa el conocimiento.
— Black Elk

La Noche (Hanhepi)

La noche representa ignorancia, pero son la luna y las estrellas las que traen la Luz de Wakan Tanka a esta oscuridad.
— Black Elk

El Árbol (Chan)

El árbol representa el camino de la gente. ¿Acaso no se estira desde aquí en la tierra hacia allá en el cielo?
— Black Elk

Eres un árbol gentil y hermoso. En ti las gentes aladas han criado a sus familias; desde la punta de tus ramas altas hasta tus raíces las gentes aladas y las gentes de cuatro pies han hecho sus casas. Cuando te paras al centro del aro sagrado eres como la gente, y eres como la pipa, estirándote de la tierra hacia el cielo. Los débiles se recargan en ti, y para toda la gente eres un apoyo. Que nosotros, la gente de dos pies, siempre sigamos tu sagrado ejemplo, porque nosotros vemos que tú siempre estás mirando hacia arriba, hacia los cielos. 
— Black Elk

Nosotros consideramos que el álamo (cottonwood) es muy sagrado, porque hace mucho tiempo fue el álamo quien nos enseñó cómo hacer nuestros tipis, pues la hoja del árbol es un patrón exacto del tipi, y esto lo aprendimos cuando algunos de nuestros ancianos estaban mirando a unos niños pequeños que hacían casas de juguete con esas hojas. (Esto también es un buen ejemplo de cuánto pueden aprender los adultos de los niños muy pequeños, pues los corazones de los niños pequeños son puros, y por consiguiente el Gran Espíritu les puede mostrar muchas cosas que las personas más viejas no ven.)

Otra razón es que si cortas una rama superior de este árbol transversalmente, allí en el grano verás una estrella perfecta de cinco puntas que para nosotros representa la presencia del Gran Espíritu. También, incluso en la brisa más ligera puedes oír la voz del árbol del álamo. Nosotros entendemos que ésa es su oración al Gran Espíritu, pues no sólo los hombres, sino todas las cosas y todos los seres le rezan continuamente a Él en diferentes maneras.   
— Black Elk

El Fuego (Peta)

El fuego representa el gran poder de Wakan Tanka, que da vida a todas las cosas. Es como un rayo del sol.
— Black Elk

Las Piedras (Inyan)

Las piedras que usamos representan a la Abuela Tierra, de quien vienen todas las frutas, y también representan a la naturaleza indestructible y eterna de Wakan Tanka. 
— Black Elk

Piedras antiguas y sagradas, ustedes no tienen ni oídos ni ojos, y sin embargo oyen y ven todas las cosas.
— Black Elk

El Águila (Wanbli)

Puesto que Wambli Galeshka vuela más alto que todas las criaturas y lo ve todo, se considera como Wakan Tanka bajo ciertos aspectos. Es un pájaro solar, sus plumas son consideradas como rayos del sol, y cuando un Indio lleva o usa una pluma representa, o más bien es, la “Presencia Real”. Al usar un “penacho de guerra” con plumas de águila, la persona se convierte en el águila, es decir, realmente se identifica su verdadero Yo con Wakan Tanka.

El Águila Moteada corresponde exactamente, en la tradición hindú, al Buddhi, que es el Intelecto o el principio trascendental y sin forma de toda manifestación. Más allá de eso, el Buddhi a menudo es expresado como un rayo que emana directamente del Atma, el sol espiritual.

De esto, debe quedar claro lo que realmente se está expresando en la canción de la Danza de los Fantasmas, a menudo mal entendida: “Wambli Galeshka wana ni he o who e” (“El Águila Moteada viene a llevarme lejos”). 
— Joseph Epes Brown

El Búfalo (Tatanka)

Tatanka representa a las gentes y el universo, y debe ser siempre tratado con respeto, pues ¿acaso no estuvo aquí antes que las gentes de dos pies, y acaso no es generoso en cuanto a que nos da nuestras casas y nuestra comida? 
— Black Elk

El búfalo era para los Sioux el más importante de todos los animales de cuatro patas, pues les proporcionaba su comida, su ropa e incluso sus casas, que estaban hechas de pieles curtidas. Puesto que el búfalo contenía todas estas cosas dentro de él, y por muchas otras razones, era un símbolo natural del universo, la totalidad de todas las formas manifestadas. Todo está contenido simbólicamente dentro de este animal: la tierra y todo lo que crece de ella, todos los animales, e incluso las gentes de dos pies; y cada parte específica de la bestia representa para el Indio una de estas “partes” de la creación. También, el búfalo tiene cuatro patas y éstas representan a las cuatro edades, que son una condición integral de la creación. 
— Joseph Epes Brown

Tatanka es el pariente de cuatro pies más cercano que tenemos.

— Black Elk

El búfalo nos enseña honestidad, gentileza, compartir y valentía. Se ha dicho que el búfalo se da completo a nosotros, no sólo la carne, sino que todas sus partes nos son dadas para ayudarnos a vivir. Él era muy generosos al darse a sí mismo. Compartía. Tenía la valentía de darse a sí mismo. Cada parte del búfalo nos enseña algo. El cráneo se parece a los órganos reproductivos de la mujer. Por eso se usa para representar la vida. Es nuestro altar.

— Gary Holy Bull

El pelo de un búfalo vivo es muy wakan porque se ha tomado de un árbol viviente, pues, como verás, la gente búfalo también tiene una religión, y ésta es la ofrenda que ellos le han hecho al árbol.
— Black Elk

La vejiga del búfalo es, para muchas gentes, tan sagrada como nuestra pipa, pues también puede contener al universo entero.
— Black Elk

La Salvia (Peju ota)

El espíritu en el humo de la salvia es muy ofensivo para todos los seres malos y ellos huirán de él. Ellos incluso le temen a la hierba de salvia y no se quedarán donde está. Así que si cualquiera lleva salvia o la mantiene cerca, los seres malos temerán acercarse a tal persona. 
— George Sword

Usar una guirnalda de salvia en la cabeza es señal de que nuestras mentes y corazones están cerca de Wakan Tanka y Sus Poderes, pues la guirnalda representa las cosas de los cielos —las estrellas y los planetas, que son muy misteriosos y wakan.
— Black Elk

El Cedro (Hante)

Si un Lakota está haciendo una ceremonia relativa a Wakinyan, debe hacer un incienso de las hojas del cedro. Esto es porque el árbol del cedro es el favorito de Wakinyan, y él nunca lo golpea con el relámpago. El olor del humo del cedro es agradable para él. Cuando viene una tormenta de rayos, uno debe hacer un incienso de hojas de cedro para apaciguar a Wakinyan.
— George Sword

El Pasto Dulce (Wachaga)

En todas las ceremonias que tienen que ver con Wakan Tanka, después de fumar la pipa debe hacerse un incienso de pasto dulce (sweetgrass). Esto es porque el espíritu que está en el humo del pasto dulce le agrada a Wakan Tanka, y lo inclinará a escuchar la ceremonia con favor. El incienso también es desagradable para todos los seres malos y obstruye sus poderes. 
— George Sword

El Maíz (Wagmiza)

La mazorca que ves aquí tiene doce significados importantes conectados con ella, porque hay doce filas de granos, mismos que recibe de los diversos poderes del universo.

La espiguilla que crece en la parte superior de la mazorca de maíz representa la presencia del Gran Espíritu, pues, así como el polen de la espiguilla se esparce por todos lados dando vida, así es con Wakan Tanka, que da vida a todas las cosas.

El balanceo de los tallos de maíz es muy wakan, porque representa el maíz cuando el aliento del Gran Espíritu está sobre él, ya que cuando el viento sopla, el polen cae de la espiguilla en la “seda” que rodea la mazorca, a través de lo cual la fruta se vuelve madura y fecunda. 
— Black Elk

El Conejo (Mashtincala)

El conejo representa humildad, porque es callado y suave y no es presumido. 
— Black Elk

dardos espirituales

EL MUNDO DEL SHAMAN

tsentsakTSENTSAK
DARDOS ESPIRITUALES

La sesión con el shaman consiste, entre otras cosas, en la manipulación de tres elementos diabólicos, el tsentsak (“dardos espirituales” o flechas mágicas) que es enviado a tomar residencia dentro del cuerpo de la víctima.  La misión del shaman será la de remover estos dardos diabólicos del paciente.

shaman1El dibujo representa a tsentsak bajo la forma de una culebra, basado en la sición de un shaman del Río Utonkus, una visión que recibió mientras observaba el cuerpo de un paciente durante una sesión de curación (Harner 1978:149). La forma del Tsentsak varía, se puede manifestar a si mismo como un rayo de luz, una araña, una pequeña lagartija, y así.  Luego de tomar Ayahuasca, el shaman desaparece en lo profundo del bosque, y su voz crece mientras el llama a las fuerzas oscuras del bosque:

shaman2″Yo soy poderoso
porque estoy cubierto de dardos…
Yo traigo dardos mágicos ruidoses y salvajes.
I cuando abro mis alas,
Yo vuelo a través del cielo como un ave…
Y cuando entro en trance
Soy como un terremoto que sacude la tierra.
Yo soy poderoso
Y borracho con natem
Los dardos macaw, los dardos de tigre,
Los dardos masai de muchas puntas,
Los dardos de floripondio…
Yo soy poderoso,
Más poderoso que los doctores brujos.
Yo soplo mis dardos mágicos y elimino los demonios,
Y succiono de los enfermos las manchas del jaguar,
Después de haber perforado su piel con dardos de natem…

Fragmentos de los cantos shamánicos de un Shaman Shuar

(recolectado de Pellizaro 1978: 141ss).
Textos del Libro Amazon World. Fundación Maquipucuna.

El sueño de un espiritu llamado Bado

El Sueño de un Espíritu llamado “Bado”

Esta es la historia de un soñador, de un espíritu que también nació en la tierra como hombre recuerda haber sido niño en un remoto pasado de su vida como hombre solo recuerda sus sueños de los que aprendió otra realidad

*Antes de convertirme en el  espíritu que soy también fui tu hermano, ahora ustedes me conocen como Bado, el espíritu del sueño nunca llegue a ser adulto pues un sueño me atrapo y quedé en el para siempre

mis últimos recuerdos sobre mi infancia se remontan a casi mil años , de niño solía mirar el cielo deseando fundirme en el para ver hasta donde llegaba pensando en lo que encontraría cuando el cielo se acabara porque solo con mirarlo no podía  alcanzar su fin, ahora que soy espíritu y puedo alcanzarlo todo ,me gusta observar al hombre que habita en la tierra, me gusta escucharle en su silencio, puedo ver en sus miradas los sentimientos y puedo escuchar ese silencio que desprende el cuerpo cuando camina y su mente se va lejos ,ese silencio que arranca el calor de una figura que camina escribiendo cuentos,

ese es el silencio del cielo ,que lleva con el viento las preguntas que les contesto con el sueño

recuerdo mi ultimo día en la tierra hace mucho tiempo,

aquella noche fría que el viento soplaba con fuerza, como era costumbre me tumbé para contemplar el cielo ,cerré los ojos y grite al espacio abierto un deseo, el viento robó el susurro de mi voz , pero clamé con el corazón , que el cielo escuchase el susurro del viento y cuando lo hizo, mi deseo fue concedido

esa noche soñé, que era  una cigüeña y mis alas  se abrían para abrazar la libertad, cuándo desperté mis lagrimas derramadas habían quedado sobre las hojas como palabras, que al leerlas componían los libros donde todos los sueños quedan escritos, esa mañana salí caminando ,metí los pies descalzos en el charco de mis lagrimas… cuando una cigüeña que volaba a ras del suelo se posó ante mi, y bebió del charco, ¿porque bebes de este charco pregunte?…porque esta noche desde el campanario escuche la voz de viento mientras soñabas, me alimentaste con tu deseo y necesito beber  de tu sed ,para ayudarte, mírame mírame bien y dime que ves  estuve contemplándola un largo rato, cuando miré sus ojos, me vi reflejado en ellos, me estaba observando a mi mismo ,como si yo fuera en realidad la cigüeña, y no la persona que estaba mirando

¿sabes por que te ves a través de mis ojos?  Porque tu y yo somos uno, yo soy tu deseo y he venido a devolverte la libertad, en ese momento la cigüeña abrió sus alas y envolvió mi cuerpo fundiéndonos en un abrazo ,sentí que no era solo la cigüeña sino cualquier cosa que yo deseara

estaba dentro de todo y todo estaba dentro de mí,

podía verlo todo de las alturas ,porque era completamente libre y la libertad había roto los limites

ahora que soy espíritu, mi cuerpo es infinito, viajaré por el mundo bajo cualquier apariencia, seré piedra, insecto, hoja ,lo que quiera ser ,y estaré allí… donde otro sueño de libertad me llame y me despierte de mi propio sueño, para arrancar la libertad de otro cuerpo que quiera despertar,

porque cuando le toco con mi brazo,

…mis alas de ensueño le envuelven en la noche, de la que jamás despertará

sepan, que cada sueño es un camino y cada camino un paso a la libertad

…si tu soñador, llegas hasta el final ,dejaras de existir en tu realidad preconcebida y pasarás a otra existencia, donde todo es posible …tu felicidad es tu pájaro de la libertad, deja que abra sus alas y vuele lejos donde nadie pueda atraparlo, donde nadie te ponga limites, así podrá llegar mas lejos, porque algún día serás cigüeña y tu espíritu… será infinito.

                                       

                                            Gracias a Bado Gracias a Vanesa.

                                              *               

                                        Entonces…

                              sujeten sus sombreros

                            inspiren profundamente

                                    La Conciencia

                      precede a la unidad biológica

                      o al registro en espiral del ADN

              el inconsciente humano que exploramos

                            quizás …es extraterreno

                                                                          gracias a Ring

cosmologia tononcotes

TENTENVILU Dios de la Tierra
Monstruo subterráneo. Cuando Caicaivilú quiso destruir la Humanidad, protegió al hombre y a los demás seres de sus dominios levantando la Tierra más cerca del cielo, hasta donde el maremoto no pudiera llegar. Su lucha con Caicaivilú fue tan terrible que la Tierra quedó desmembrada, semejante a un laberinto de Islas esparcidas en el Océano.

CAICAIVILU Dios del Mar

Este monstruo marino habita desde tiempos inmemorables. Caicaivilú quiso castigar al hombre por abandonar sus dominios. Indignado este dios celoso, decidió destruir la Humanidad y provocó el Diluvio Universal. Sin duda habría consumado su crueldad sin la intervención de Tentenvilú, dios de la Tierra quien protegió al Hombre en la cima.

SIRENA Ninfa de los Canales

Mora donde hay roqueríos. Esta mujer-pez siempre está acicalándose y ensayando su mejor canción. Lúbrica y coqueta, al ver a un pescador, canta para seducirlo con el sortilegio de su voz. Si el incauto la sigue, ella lo hace prisionero en los abismos, quedando disponible a los caprichos de la ninfa. Al contrario si la rechaza con su relato, la Sirena se precipita chillando contra la playa donde se convierte en una roca.

PINCOYA Diosa Marina de la Fertilidad

Aparece en las playas adornada de sargazos y cauquil de extraordinaria belleza, los chilotes dejan todo por verla danzar. Su rito sensual hace más intenso y maravilloso al ritmo de la melodía y al paso del tiempo; siempre acompañada de la fauna acuática que canta para ella. Al final de la danza: si mira hacia el mar, el fiordo y playa serán de una fertilidad insaciable.

CALEUCHE Buque de Arte

Barco de piratas. Cuando navega su dotación lo mantiene a rumbo, iluminado y con música de perenne fiesta. Al trasladarse puede hacerlo, incluso bajo superficie a gran velocidad. En su deambular siempre mantiene contacto con gente de la Isla. A su arribo en cualquier caleta, por instantes, deja percibir su presencia, sin embargo prefiere navegar camuflado de lobo marino, cahuel u otro fauno de los canales.

CABALLO MARINO

El caballo marino es como el terrestre, pero un poco más grande y con extremidades mucho más hermosas que un delfín. Suele aparecer en las costas en busca de los brujos, quienes lo llaman con un silbido extraño. Cuando llega, los brujos lo montan y desaparecen bajo la superficie, rumbo al aquelarre.

CUCHIVILU Destructor de Corrales

Chancho con extremidades de culebra, habita en las marismas cerca de las aldeas. Durante las noches suele hozar y destruir los corrales de pesca, donde se alimenta de peces y mariscos. Por sus gruñidos y particular huella que deja en el fango, delata su presencia. De esta manera los lugareños dejan de acudir a ese corral por el temor a la sarna que produce su contacto con la arena.

INVUNCHE Portero de la cueva de Quicaví

Recién nacido es secuestrado por las brujas. Una vez en la Cueva, empiezan a deformarlo. Durante su existencia es nutrido con leche de gata negra y carne humana sustraída de los cementerios. En tanto crece, su cuerpo cubierto de pelusas ofrece un horrible aspecto de chivo viejo. En su madurez, aislado y sin poder abandonar su puesto, no aprende a comunicarse sino a través de aterradores alaridos.

BASILISCO Parásito de los enfermos

Nacido del huevo de un gallo soltero, este reptil emplumado se oculta en las viviendas ruinosas, donde aprovecha el sueño de los moradores para alimentarse exclusivamente de la flema de sus víctimas. La persona atacada de ésta manera, no se da cuenta de su situación, hasta que ya sin aliento y reducida a un simple esqueleto agónico, muere de inapetencia.

LA VOLADORA Mensajera de los Brujos

Mujer que se convierte en ave mensajera de los brujos. Una vez que ha cumplido con su encargo, regresa al sitio donde dejó sus tripas, tragándoselas para así recuperar su condición humana; pero al no hallar sus entrañas, queda convertida en una vauda, y muere pronto. Sólo una bruja mensajera puede convertirse en vauda.

CAMAHUETO El Unicornio Prodigioso

De pelaje brillante suele presentarse como un ternero ágil y vigoroso. Habita en lagunas donde nace y emigra a los treinta y cinco años, abriendo una zanja en su trayecto. A este animal se le atribuyen poderes curativos. Muy codiciados por los machis, el Camahueto sólo puede ser atrapado con un sargazo. Al extirpársele su cuerno dorado, se convierte en un débil y tímido corderito.

LA FIURA Diosa del vicio y la perversidad

Enana repugnante, agresiva y coqueta. Habita en los sitios pantanosos. Con la fuerza de su aliento puede aturdir a gran distancia. Incansable novia de solteros, se deleita haciendo el mal a quienes la rechazan. Tiene gran poder de seducción y una vez saciada su apetito sexual, enloquece al desdichado; luego lo abandona, solitario para siempre y vagando sin rumbo.

TRAUCO Seductor de doncellas
Enano deforme y repelente, lleva una vida retirada en el bosque. Si alguien lo molesta es capaz de matarlo de una mirada. Pero con las mujeres es diferente, a ellas no las deja para nadie. Si es doncella la sigue y la excita hasta poseerla. A pesar de su repugnante aspecto, las seducidas aseguran que es un ser irresistible, de tal manera que embrujadas por sus encantos van en su busca al monte.

Chiriguanos: La relación con lo sobrenatural

El chamán es el “hombre elegido” que domina la técnica del éxtasis. Para concretar la cura, establece un duelo con la entidad demoníaca que ha producido el daño.
Esta vinculación con el mundo sobrenatural se consigue mediante la ingestión de alucinógenos, el canto, la danza, y el uso de ciertos elementos, como el silbato llamado juenchelile, o el imprescindible sonajero de calabaza, “objeto de poder” que no puede ser tocado por un extraño. Cuando el duelo finaliza, el éxtasis termina y el alma del Shamán regresa del mundo tenebroso donde cumplió su misión.
La concepción del universo reposa en la creencia de un ser supremo, creador del mundo, y en un desarrollado complejo animalístico y de héroes culturales. Ese primer complejo estaba presidido por la noción de “los dueños de los animales”, vinculados a su vez con la regulación del espacio, de la caza y pesca, con la iniciación y la práctica chamánica.
Con posterioridad, sobre todo este contexto sobrenatural originario se dio una superposición de concepciones andinas y selváticas, muy en especial en lo referente a la idea del tiempo, que comenzó a ser vivido desde entonces como períodos que finalizaban apocalípticamente.
Las prácticas funerarias ligadas a la típica cosmovisión cazadora presentan peculiaridades como el entierro secundario de los huesos, que eran así objetos de cuidadosos rituales.

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