Belleza y alimnetacion del mexico antiguo

Tomado de la revista GEFAO No 52
“La belleza Azteca resultado de su alimentación”

La Belleza del mexicano
La generalidad de nuestra sociedad actual ha aceptado siempre la fortaleza física que le han atribuido a nuestros antiguos mexicanos, pero pocos aceptamos que hayan sido gente bella y atractiva, y sobretodo pulcros y sanos, como lo han afirmado varios escritores, pero es indiscutible que estos atributos de nuestros abuelos fue el resultado de su también limpia y sana alimentación.

El escritor Francisco Javier Clavijero, al referirse a la sociedad Azteca, dijo que “el color de su piel es ordinariamente castaño claro. Su poca barba y sus gruesos cabellos, se equilibran de tal suerte con la seguridad y proporción de sus miembros que tienen un justo medio entre hermosura y la deformidad. Sus mujeres muchas son blancas, y de singular belleza, a la cual dan mayor realce la dulzura de su voz”.

Por su parte, el también escritor Remi Simeón, en su diccionario “de la lengua Náhuatl o Mexicana”, al traducir la palabra Totonacatl, explica: “Habitante de la provincia de Totonacapan. Esos pueblos eran de tez blanca y tenían fama por la belleza de su cara.”.

Pero volviendo con Clavijero (1731- 1787), dijo que los mexicanos eran de estatura regular, de la cual se desvían por exceso que por defecto; de buenas carnes y de una justa proporción en todos sus miembros, de frente angosta, de ojos negros y de una dentadura igual, firme, blanca y tersa.

Agregó, que el cabello de los mexicanos era tupido, grueso y lacio; de poca barba rala y de ningún pelo (por lo común) en aquellas partes del cuerpo que no recata el pudor. No creo que se hallará nación alguna en que sean más raros los contrahechos.

Explicó que era sumamente raro encontrar entre los antiguos mexicanos un hombre corcovado o jorobado, un estevado o de piernas arqueadas, o un bizco. Luego de alabar a belleza de la mujer Azteca, explicó que ellas eran de suave genio y su semblante de natural modestia. Sus sentidos son muy vivos, especialmente el de la vista, la cual conservan entera aun en su decrepitud.

Al referirse a la salud de los Aztecas, aseveró: “Su complexión es sana y su salud robusta. Están libres de muchas enfermedades que son frecuentes en los españoles; Jamás se percibe en la boca de un mexicano aquel mal aliento que produce en otros la corrupción de los humores o la digestión de los alimentos.

“Son de complexión flemática o tranquila, pero su salivación es rara y muy escasas las evacuaciones pituitosas de la cabeza, es decir que no acostumbran a escupir y no padecían de catarros o mucosidad. Encanecen y encalvecen más tarde que los europeos, y en su mayoría llegan a los cien años de edad”.

El comentarista Diego de Landa, en su obra “Relación de las cosas de Yucatán”, escribió que “él vio un gran árbol cerca del pueblo, en el cual un capitán ahorcó muchas mujeres mexicanas de las ramas; y de los pies de ellas, los niños sus hijo. Y que en este mismo pueblo, y en otro que dicen Veray, dos leguas de él, ahorcaron a dos mexicanas; la uno doncella y la otra recién casada, no por otra culpa sino que eran hermosas”.

Agregó que los capitanes “temían que se revolviese el real de los españoles por ellas; y porque pensaban los mexicanos que no se les daba a los españoles de las mujeres, y de ésta hoy hay mucha memoria entre los mexicanos y españoles por su gran hermosura y por la crueldad con que las mataron”.

Estos ejemplos históricos nos dejan ver que nuestros antiguos mexicanos fueron de facciones finas y de una bien proporcionada complexión física la cual fue resultado de su pulcritud y de su sana y limpia alimentación.

Al respecto Bartolomé de las Casas en su obra “Apologética Historia, al hablar del mexicano, dijo: “Son de mediana estatura y bien proporcionadas y mas blancos que morenos, bien engestados. Las mujeres son mas blancas y hermosas y pulidas. Ellos y ellas se precian de los cabellos. Es limpia y de ellos se arrean –presumen-“.

ALIMENTACIÓN VEGETARIANA

El escritor Jorge Segura Millán, en su obra “Diorama de los Mexicanos”, nos explica que en términos generales, la alimentación vegetariana tuvo una marcada tendencia al vegetarianismo.

Así mismo se ha comprobado que la alimentación mexicana, estaba compuesta de mas de seismil productos vegetales, que contienen proteínas vegetales ricas en minerales, en fósforo, así como otros elementos que van directamente al cerebro que les permite un mayor desarrollo intelectual al individuo.

Uno de los principales alimentos de las familias mexicanas, en el pasado, como el presente, es el maíz, del cual se conocen 500 formas de comerlo. Actualmente con el maíz se elaboran mas de 2 mil 400 productos industriales, se fabrican medicamentos, miel, alcohol, grasa para zapatos, explosivos, productos para soldar, recubrimientos para madera y alimentos básicos para el ganado.

Varios investigadores han descubierto que el maíz fue cultivado por nuestros antiguos mexicanos desde hace aproximadamente 22 mil años antes de la Era, y es un cereal muy rico en almidones (hidratos de carbono). Sus proteínas son de calidad y cantidad medianas, tiene grasas y el calcio se obtiene por medio del Nixtamal.

Este producto también posee en cantidades medias fósforo y hierro, vitamina B-1, el maíz amarillo es rico en vitamina A que ayuda al crecimiento y tiene una producción elevada de vitamina E que fortalece la sexualidad, algunas fracciones del complejo B.

También ha ocupado un lugar importante en la mesa mexicana, el fríjol,  del cual, hasta la fecha se conocen 180 especies de esta leguminosa; su nombre en Náhuatl era: etl. Nuestros campesinos acostumbraban a sembrar fríjol mezclado con el cultivo de la calabaza o con el maíz.

Esta leguminosa era rica en almidones y la proporción de proteínas varia de acuerdo con el color. Posee fósforo y fundamentalmente hierro, vitamina B-1, niacina en cantidades medianas, producto que sirve para fortalecer la piel, Vitamina A y escasa cantidad de grasas.

La vaina tierna conocida como ejote, del Náhuatl: exote, y las semillas, han sido de suma importancia en la alimentación de nosotros los mexicanos. Existen muchas formas de elaborar este producto, y el cual, se presume en la parte sur del país, que esta leguminosa fortalece la potencia masculina.

El chile, solanácea de múltiples variedades y cuyos frutos fueron utilizados por nuestros antiguos mexicanos como parte de su alimento, entre estos platillos el típico mole mexicano. Su sabor picante es por el ácido cápsico y una elevada proporción de ácido dihidroascórbico o vitamina C, y es irritante en las mucosas digestivas. Nuestros antiguos mexicanos los simbolizaban: una lengua cruzada con una saeta.

El huauhtli, huauhzontle, amaranto o alegría, planta de la familia de las amarantáceas, alimento mexicano que ahora forma parte de la alimentación de los astronautas estadounidenses. Este alimento contiene alto elevado de porcentaje de proteínas e hidratos de carbono, aminoácidos, como la producción de auxinas, grasas y vitaminas.

Esta planta alimenticia, la cual, nuestros antiguos mexicanos la ofrecían a Dios Huitzilopochtli, fue estrictamente prohibido su cultivo y consumo so pena de muerte en la época de la colonia, porque este alimento fortalece las hormonas cerebrales.

La alimentación de la sociedad del Magno Imperio Azteca, básicamente fue vegetariana, pues los cuatro productos mexicanos, combinados con otros vegetales, da como resultado una dieta totalmente balanceada. Sin embargo, después de la caída del Magno Imperio Azteca, el mexicano tuvo que acudir a la comida carnívora para sobrevivir, al grado tal de tener que comer insectos y otros animales fáciles de cazar.

Durante el sitio que sufrió la ciudad de MéxicoTenochtitlan, el pueblo de los insignes guerreros mexicanos cayeron exhaustos de hambre y fiebre producidas por las epidemias de las que fueron victimas, pero en ningún momento comieron carne humana para salvar sus vidas, lo cual demuestras que no éramos carnívoros, ni mucho menos antropófagos.

Pero está comprobado que el carnívoro puede convertirse en antropófago, tal como ocurrió a los pasajeros del avión que cayó en las montañas de los Andes en los años 70 y al capitán europeo Alvar Núñez Cabeza de Vaca, sobreviviente de la expedición en 1527 con el capitán Pánfilo de Narváez, a la Florida, en donde terminaron sus tropas comiéndose unos a otros, por falta de alimentos.