Las otras Rigobertas

De: sietevientos (Mensaje original) Enviado: 09/12/2003 05:04 p.m.

El Periodico – Barcelona, España – (Posted on Dec-08-2003)

Luchadora Elizabeth Moreno, la semana pasada, en Barcelona. Foto: DIEGO CALDERÓN

• Elizabeth Moreno lucha para que no se olvide el genocidio de la dictadura guatemalteca
Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz en 1992, no es la única. Guatemala está llena de Rigobertas Menchús. Mujeres fuertes que han visto cómo mataban a sus padres, violaban a sus hermanas o rompían los dedos y arrancaban las uñas de sus bebés y que, en vez de asustarse y salir corriendo del país, han preferido combatir a los culpables con palabras y con leyes. La antropóloga Elizabeth Moreno, 43 años y dos hijos, es una de ellas.

Esta mujer valiente, que ha venido a España en representación de la ONG Avancso para intentar que el genocidio guatemalteco no se olvide, no quiere explicar con detalle su historia particular porque ella, dice, es “una más”. “Mi caso no tiene nada de especial. Es el mismo que el de los 60.000 huérfanos o las 50.000 viudas de Guatemala. Viví ‘de cerca’, digámoslo así, los secuestros, las amenazas y la tragedia de los desaparecidos y me exilié durante 10 años, hasta 1991”. Y tampoco quiere profundizar en su sufrimiento porque, admite, tiene que volver a “Guate”. Y en Guate, pese a que ya hace siete años que el Gobierno y la guerrilla firmaron la paz, pintan bastos. Desde que empezó la campaña electoral para las presidenciales que culminará el próximo día 28 con la segunda vuelta, han sido asesinados 29 dirigentes políticos.

Bombardeos con napalm

Efraín Ríos Montt, el golpista y dictador durante el bienio más salvaje (1982-1983) de la guerra interna (1960-1996), reclamado internacionalmente por cargos de genocidio, responsable de bombardear con napalm aldeas mayas, ha logrado concurrir a las elecciones gracias a que tiene incrustados en todas las altas instituciones del país a hombres de confianza, con las uñas manchadas de sangre como él. Sin embargo, y pese a este insulto a los derechos humanos, la mayoría de los guatemaltecos lo sepultaron, al menos políticamente, y no ha logrado pasar a la segunda vuelta.

El domingo 28, los guatemaltecos tendrán que decidir entre Óscar Berger, de la Gran Alianza Nacional (derecha), y Álvaro Colom, de la Unión Nacional de la Esperanza (centro). A Elizabeth no le parecen buenos candidatos. “Ninguno de los dos ha incluido el proceso de paz y el respeto a los derechos humanos en su programa electoral y los dos partidos acogen a corruptos en sus filas. Hay que tener en cuenta que la guerra interna duró 40 años…”.

Tanto Berger como Colom han prometido juzgar a Ríos Montt, un hecho que Elizabeth ve lamentablemente muy poco probable. Por ello, ha pedido al Ministerio de Exteriores español que haga una petición oficial para que el futuro presidente de Guatemala cumpla los acuerdos de paz, un pacto que para los indígenas, según explica Elizabeth, no se entiende sólo como el castigo penal de los torturadores sino del hecho de “reconocer que esa realidad existió”.

PILAR SANTOS