Un Estudio sobre el Folklore e Historia Nativa de América 5 de Enero de 1894

NAGUALISMO:
Un Estudio sobre el Folklore e Historia Nativa de América

Por Daniel O. Brinton, A.M., M.D., L.L.D., D.SC.
Profesor de la Universidad de Arqueología y Linguística Americana de Pensylvannia.
PHILADELPHIA, MACCALLA & COMPANY, PH~TBRS, 237-9 DOCK STKBET.

Leído ante la Sociedad Filosófica Americana el 5 de Enero de 1894
Reimpreso el 23 de Febrero de 1894. FRON PROC. AMER. PHILOS. SOC., VOL. XXXlII.

CONTENIDO (Voy en página 9)
1. Las palabras Nagual, Nagualismo, Nagualista.
2. Las primeras referencias al Nagualismo.
3. El Naualli de los Aztecas, sus clases y supuestos poderes.
4. Los Tóxicos Sagrados: Peyotl, Ololiuhqui, Teopatli, Yax Ha, etc.
5. Clarividencia y Telepatía durante la intoxicación
6. El Naualli del México Moderno.
7. El Tonal y el Tonalpouhque: el sistema de natalidades de los nahuas.
8. La fraternidad azteca de los “Magos Maestros”
9. El espíritu guardián personal.
10. Folklore de los Indios Mixes.
11. Adivinación Astrológica de los Zapotecas
12. Artes similares de los Mixtecas
13. El Nagualismo en Chiapas, segun lo descrito por el Obispo Nuñez de la Vega
14. Nagualismo entre los Quiches, Cakchiqueles y Pokonchis de Guatemala
15. La Metamorfosis de Gukumatz.
16. Brujería Moderna en Yucatán y CentroAmérica: los zahoríes y los padrinos.
17. Principios fundamentales del Nagualismo: El odio a los Blancos y al Cristianismo.
18. Su Extensión y Organización, su Sacerdocio.
19. Su Influencia en las Revueltas Nativas contra el poderío español
20. Posición de la Mujer en el Nagualismo
21. Un sobreviviente de los Tiempos Antiguos
22. La “Juana de Arco” nativa
23. Modernas Reinas del Nagualismo
24. Los templos-caverna y los dioses de las cavernas: Oztoteotl, Tepeyollotl, Votan.
25. Los números sagrados: 3 y 7.
26. Adoración del Fuego por los Nagualistas.
27. Derechos de Fuego en conexión con el Pulque.
28. Ceremonias del Fuego entre los Modernos Mayas.
29. Significado Secreto de la Adoración del Fuego
30. Las Chalchiuitas, o Piedras Verdes Sagradas.
31. El Árbol Sagrado y el Árbol de la Vida.
32. La Cruz y su Significado Simbólico
33. Los Ritos Lascivos de los Nagualistas.
34. Su relación con los Símbolos de la Serpiente y el Falo.
35. Confusión de las ideas religiosas cristiana y nativa. Feligreses y Sacerdotes Naguales: Su lenguaje simbólico.
36. La Inquisición y el Nagualismo.
37. Etimología de la palabra Nagual.
38. La raíz na, en Zapoteca y en Nahuatl.
39. La Doctrina de la Transformación Animal en el Viejo Mundo
40. La Doctrina de los Espíritus Personales en el Viejo Mundo.
41. Explicaciones científicas de la Magia Nagual.
42. Conclusión.

1. Las palabras Nagual, Nagualismo, Nagualista.

Las palabras “nagual”, “nagualismo”, “nagualista”, han sido corrientes en la prosa inglesa por más de setenta años; se las puede encontrar en toda una variedad de libros publicados en Inglaterra y en los Estados Unidos*, no obstante aún no las encontrarán en ningún diccionario de lengua inglesa, ni tampoco tiene lugar el “Nagualismo” en ninguna de las numerosas enciclopedias o lexicones, sea en inglés, francés, alemán ni español.

Esto no se debe a su falta de importancia, dado que en los últimos doscientos años, como demostraré, ha sido reconocido como un culto tan poderoso como misterioso, que unió a muchas y diversas tribus de México y Centroamérica en una oposición organizada contra el gobierno y la religión que fuera introducida desde Europa, culto cuyos miembros habían adquirido y utilizaban extrañas facultades y un conocimiento ocultista que los emparejaba con los más afamados taumaturgos y teodidactas del Viejo Mundo, y que preservó hasta nuestros días el pensamiento y la forma de un ritual largamente suprimido.

En varias publicaciones previas me he referido brevemente a esta secreta fraternidad** y a sus objetivos; y ahora creo que vale la pena ordenar mis notas y presentar lo que he encontrado de valor acerca del Origen, Objetivos y Significado de este Misterio Eléusico de América. Trazaré su extensión geográfica y procuraré descubrir cuál fue, y es, su secreta influencia.

* Estas palabras aparecen varias veces en la traducción inglesa de la obra del Dr. Paul, “Teatro Crítico Americano de Felix Cabrera”, publicada en 1822 en Londres. Se ha adoptado la forma “nagual” en vez de “nahual”, “naual” o “nawal”.
** Por ejemplo, en “Los Nombres de los Dioses en el Mito Kiche”, pp.21, 22, en “Procedimientos de la Sociedad Filosófica Americana”, 1681; “Anales de los Cakchiqueles”, Introducción, p46; “Ensayos de un Americanista”, p.170, etc.

2. Las primeras referencias al Nagualismo.

La más antigua descripción que encontré sobre sus ritos particulares es la del historiador Herrera, quien los halló en 1530 en la provincia de Cerquin, en la parte montañosa de Honduras, y es la que sigue:

“El Diablo acostumbraba a engañar a estos nativos apareciéndoseles en forma de león, tigre, coyote, lagartija, serpiente, pájaro o cualquier otro animal. A estas apariciones ellos le dan el nombre de Naguales, que es algo así como decir guardianes o compañeros; y cuando ese animal muere, también muere el Indio al que estaba asignado. La manera en que se formaba esta alianza era así:

El indio se dirigía a un sitio muy retirado, y allí apelaba a los arroyos, montañas y árboles a su alrededor, y llorando imploraba para sí mismo los favores conferidos a sus ancestros. Luego sacrificaba un perro o un gallo, y con la sangre se mojaba la lengua, las orejas u otras partes de su cuerpo, y se echaba a dormir. Estando dormido o semidormido, podía ver a uno de estos animales mencionados, quien le decía: “Tal día ve de cacería, y el primer animal o ave que veas será mi forma, y permaneceré contigo como tu compañero y Nagual, para siempre”. Así su amistad quedaba sellada con tanta fuerza que si uno moría, también el otro; y sin un Nagual, los nativos pensaban que nadie podía volverse rico o poderoso.” *

La provincia de Cerquin parece haber estado poblada por una tribu perteneciente a la gran etnia de los Mayas, semejante a aquellas que ocupaban la mayor parte del área de lo que hoy es Yucatán, Tabasco, Chiapas y Guatemala.**
Más adelante diré algo acerca de la legendaria hechicera que sus tradiciones reconocen como la Maestra de sus ancestros y Fundadora de su nación.

Llamaré la atención ahora sobre el hecho de que en ninguno de los dialectos específicamente mexicanos o aztecas encontramos la palabra “nagual” en el sentido en que se emplea en el extracto anterior, y esto es una fuerte evidencia de que el origen del Nagualismo no debe ser buscado en esas lenguas.

* Historia de las lndias Occidentales, Dec. iv, Lib. viii, cap. 4.
** Específicamente es el territorio del dialecto Chortí, hablado hasta nuestros días en los alrededores de la famosa y antigua ciudad de Copán, Honduras. Cerquin se encuentra en las montañas al este de esta conocida ciudad. Acerca del Chortí, ver Stall: Zur Ethmgraphie der Republik Guatemala, PP. IO&Y.

3. El Naualli de los Aztecas, sus clases y Supuestos Poderes

Encontramos, sin embargo, en la lengua nahuatl -que es el nombre adecuado de los Aztecas-, una cantidad de derivativos de la misma raíz, na; entre ellas la misma palabra nahuatl, todo ello conteniendo la idea de “sabiduría” o “conocimiento”.

Los primeros misioneros de Nueva España a menudo hablan del naualli (plural, nanahualtin), maestros del conocimiento místico, practicantes de artes negras, magos o hechiceros. No siempre eran personas malignas, aunque parecen haber sido generalmente temidos. La fuente más antigua de información sobre ellos es la del Padre Sahagún, quien en su invaluable Historia nos da el siguiente párrafo:

“El naualli, o mago, es aquel que asusta a los hombres y succiona la sangre de los niños durante la noche. Es muy hábil en la práctica de estas artes, conoce todas las artes de la hechicería (nauallotl) y las emplea con astucia y habilidad, pero sólo para beneficio de los hombres, nunca para dañarlos.
Aquellos que recurren a tales artes con intereses malignos, hieren el cuerpo de sus víctimas, los hacen perder la razón y los asfixian. Estos son hombres malvados, necromantes.* ”

Al examinar los posteriores trabajos de los clérigos Romanos en Mexico, resulta evidente que la Iglesia no veía con ojo tan indulgente el ejercicio posiblemente inofensivo, o incluso beneficioso, de tales dispositivos mágicos.
Encontramos una explicación posterior de lo que fueron, preservada en un trabajo de instrucción para confesores, publicado por el Padre Juan Bautista, en Mexico, en el año 1600.

“Hay magos que se llaman a sí mismos teciuhtlazque**, y también por el término nanahualtin, que conjuran las nubes cuando hay peligro de sequía, para que las cosechas no resulten dañadas. También pueden hacer que un clavo parezca una serpiente, o que una alfombrita parezca un ciempiés, o que una piedra parezca un escorpión, y trucos similares. Algunos de estos nanahualtin se transforman a sí mismos tomando toda clase de apariencias, como un tigre, un perro o una comadreja. Otros cambian sucesivamente de apariencia, como un búho, un gallo o una comadreja, y cuando uno se prepara para atraparlos, otra vez cambian la forma, apareciendo como un gallo, un búho, y otra vez una comadreja. Estos se llaman a sí mismos nanahualtin ***”

En este confuso párrafo hay un intento evidente de distinguir entre la transformación real y la que sólo aparece ante el observador.

En un trabajo de características similares, publicado en México unos años después, el “Camino Del Cielo” del Padre Nicolás de León, encontramos una serie de preguntas que un confesor debe hacer a cualquiera de sus feligreses sospechoso de practicar estas artes necrománticas. Éstas revelan bastante claramente qué era lo que se creía que hacían estos practicantes del ocultismo. El pasaje que sigue relata las palabras en boca del sacerdote:

“¿Eres un adivino? ¿Predices eventos leyendo signos, o interpretando sueños, o a través del agua, dibujando círculos y figuras en su superficie? ¿Limpias y adornas con guirnaldas de flores los lugares donde se preservan los ídolos? ¿Conoces ciertas palabras para conjurar el éxito en la cacería, o para atraer la lluvia? ¿Succionas la sangre de otros, o vagas en la noche invocando al Demonio? ¿Has tomado peyote, o se lo has hecho tomar a otros, a fin de averiguar sus secretos, o para descubrir dónde habia cosas robadas o perdidas? ¿Sabes cómo hablarle a las serpientes para que te obedezcan?**** ”

* Bernardino de Sahagún, Historia de la Nueva España, Lib. x, cap. 9.
** Derivado de teciuhtlaza, conjura contra el granizo (teciuh, granizo). Alonso de
Molina, Vocabulario Mexicano, sub voce.
*** Bautista, Advertencias para Los Confesores, fol. 112 (México, 1600).
**** Nicolás de León, Camino del Cielo, fol. 111 (México, 1611).

4. Los Tóxicos Sagrados: Peyotl, Ololiuhqui, Teopatli, Yax Da, etc.

Este interesante pasaje aclara considerablemente las capacidades y prácticas de los nagualistas. No es lo menos importante el uso del tóxico peyotl, una decocción que parece haber tenido un papel predominante en sus ceremonias.
Peyotl es el nombre nahuatl de cierta planta con una raíz blanca tuberosa, que es la porción que se emplea. Se la encuentra como “pellote” o “peyote” en la Farmacopea Mexicana como remedio popular, pero no figura su nombre científico.
Según Del Paso y Troncoso, es una de las Compositae, una especie del género Cacalia*. El Padre Sahagún la menciona en varios párrafos, diciendo que crece en el Sur de México y que los aztecas heredaron el conocimiento de esta planta de los antiguos Chichimecas. Era utilizada como tóxico.

“Aquellos que comen o beben de este peyote tienen visiones, a veces aterrorizantes y a veces lúdicas. La intoxicación que causa dura varios días. Los Chichimecas creían que les daba coraje en tiempos de peligro, y que disminuía los espasmos del hambre y de la sed”.**

Su uso continuó hasta mucho después, y muy probablemente no ha muerto aún.
Su composición y método de preparación se informan en una lista de bebidas prohibidas por las autoridades españolas, en 1784, como sigue:

Peyote: Especie de vinagrilla, de más o menos del tamaño de una bola de billar, que crece en suelo seco y estéril. Los nativos la mastican y la arrojan en un mortero de madera, donde se la deja fermentar; se le agrega hojas de tabaco para darle acritud. La consumen de esta forma, a veces con tajaditas del peyote mismo, en sus festividades más solemnes, aunque da pesadez al intelecto e induce visiones extravagantes y terribles (sombras muy funestas).“***

* Paso y Troncoso, Anales del Museo Nacional de México, Tom. III, p. 180.
** Sahagún, Historia de la Nueva España, Lib. X, cap. 29, y Lib. XI, cap. 7.
*** Diccionario Universal, Appendice, Tom. i, p. 360 (Mexico, 1856).

El peyotl no era la única hierba preciada como medio de poner el alma en condición de unión hipostática con la divinidad. Tenemos abundante evidencia de que mucho después de la conquista, las semillas de una planta llamada Ololiuhqui eran tenidas en alta estima para ese propósito. En el Confesionario, del Padre Bartolomé de Alva, el sacerdote supone que debe inquirir como sigue:

“Pregunta: ¿Has amado a Dios sobre todas las cosas? ¿Has amado cualquier cosa creada, adorándola como si fuera Dios?
Respuesta: He amado a Dios con todo mi corazón, pero a veces he creído en sueños, y también en las hierbas sagradas peyote y ololiuhqui, y en otras cosas similares (onicneltocac in temictli, in xiuhtzintli, in peyotl, in ololiuhqui, yhuan in occequitlamantli)* ”

Las semillas de ololiuhqui parecen haber sido empleadas externamente.
Eran el elemento activo en el misterioso ungüento conocido como “El Remedio Divino” (teopatli), acerca del que encontramos alguna información en los trabajos del Padre Agustín de Vetancurt, quien vivió en México a mediados del siglo XVII.
Él escribe:

“Los sacerdotes paganos hacían uso de un unguento compuesto de insectos como arañas, escorpiones, cienpiés y otros por el estilo, que preparaban los neófitos en sus templos. Quemaban estos insectos en un cuenco, recogían las cenizas y las mezclaban con hojas de tabaco verde, hormigas vivas e insectos, y la semilla hecha polvo de una planta llamada ololiuhqui, que tenía el poder de inducir visiones, y cuyo efecto era el de destrozar el raciocinio.
Bajo la influencia de este unguento conversaban con el Diablo, y él practicaba su influencia sobre ellos. Creían asimismo que que éste los protegía, y por esto no temían entrar en el monte o la selva durante la noche.
También era empleado como remedio en diversas enfermedades, y la acidez de la influencia del tabaco y el ololiuhqui ellos lo atribuían a la intervención divina. Hay algunos en nuestros días que usan en secreto este unguento para hechicería, perdiendo la razón bajo su influencia; especialmente algunos viejos y viejas, que están preparados para ser presa fácil del Diablo.” **

El botánico Hernández observa que otro nombre de esta planta es coaxihuitl, “planta serpiente”, y agrega que su semilla contiene un veneno narcótico asociado al género Solanum, del cual la mortal Sombra Nocturna es una especie familiar.

Habla de su uso en rituales sagrados en estos términos: “Indorum sacrifici, cum videri volebant versari cum superis, ac responsa accipere ab eis, ea vescehantur planta, ut desiperent, milleque phantasmata et demonum observatium effigies circumspectarent.“ ***

* Confessionario Mayor y Menor en lengua Mexicana, fol. 8, verso(Mexico, 1634).
** Vetancurt, Teatro Mexicano, Trat. iii, cap. 9.
*** Hemández, Historia Plantarum Nova: Hispanis, Tom. iii, p. 32.

De las dos plantas mencionadas, el ololiuhqui y el peyotl, la primera era considerada la más potente en virtudes espirituales.
“La veneran tanto como si fuera Dios”, dice un teólogo del Siglo XVII *, “El que ingería de estas hierbas era llamado payni (del verbo pay, ingerir medicina), y más especificamente tlachixqui, vidente, refiriéndose a la mística “segunda vista”, o sea un adivino o profeta (del verbo tlachia, ver).

El Tabaco también tenía un lugar prominente en estos ritos, aunque no tan importante. Se lo empleaba en dos formas: en hojas secas (picietl), las que para usos sagrados debía ser quebrada y molida siete o nueve veces; y la hoja verde mezclada con lima, y a esto lo llamaban tenextlecietl (de tenextli, lima).
Asociada al efecto de éstas, hay un tóxico en uso en el Sur de Mexico y en Yucatán, preparado con la corteza de un árbol al que los Mayas llamaban baal-che. Los blancos llaman a esta bebida “pitarilla”. Es bastante popular entre los nativos, y aún hoy le atribuyen un carácter sagrado, llamándola “yax ha”, la primer agua, el fluido primigenio. Dicen que este fue el primer liquido creado por Dios, y cuando El volvió a su hogar en el cielo, dejó esta bebida y su producción a cargo de los dioses de la lluvia, los cuatro Señores Pah-Ahtuns.**

* Dr. Jacinto de la Sema, Manual de Ministros de India para el Conocimiento de sus Idolatrias y Extirpacion de Ellas, p. 163. Este interesante trabajo fue realizado a mitad del siglo diecisiete por un Rector de la Universidad de Mexico, y fue impreso por primera vez en Madrid, en 1892, con comentarios del Dr. N. Leon, bajo la editorial del
Marques de la Fuensanta del Valle.
** MSS. de la Licentiate Zetiua, e Inforrme del Padre Baeza en Registro Yucateco,
Tom.I.

5. Clarividencia y Telepatía durante la intoxicación

La intoxicación de alguna clase era parte esencial de muchos de estos ritos secretos. Se la consideraba como un método de arrojar al individuo fuera de sí mismo y en relación con los poderes supremos. Lo que el viejo historiador Padre Joseph de Acosta nos dice acerca de los clarividentes y telépatas aborigenes, bien merece una descripción de sus modernos representantes:

“Algunos de estos hechiceros toman cualquier forma que deseen, y vuelan por el aire con increible velocidad y atravesando grandes distancias. Nos dicen lo que está sucediendo en localidades remotas mucho antes de que que las noticias alcancen a llegar. Los espaniardos los han oido reportar motines, batallas, revueltas y muertes que sucedían a doscientas o trescientas leguas, en el mismo día en que estaban sucediendo, o al dia siguiente.”

“Para practicar este arte, los hechiceros, usualmente mujeres viejas, se encierran en una casa y se intoxican hasta el grado de perder la razón. Al día siguiente están listas para responder las preguntas.” *

Las plantas con poderes similares para excitar vívidas visiones y distorsionar la imaginación, y que, por lo tanto, eran usadas en ritos mágicos, eran el thiuimeezque, en Michoacan, y el chacuaco, en Baja California. **

6. El Naualli del Mexico Moderno.

A pesar de todo el esfuerzo, esta clase de practicantes de la maravilla continuaron prosperando en Mexico. Encontramos un libro de sermones publicado por el Jesuita Padre Ignacio de Paredes, en lengua nahuatl, de 1757, en el que denodadamente previene a sus oyentes sobre no invocar, consultar ni tratar a estos “diabólicos hechiceros, los nagualistas, ni a aquellos que conjuran mediante humo”. ***

Todavía no han perdido su poder; tenemos evidencia suficiente de que muchos niños de una vasta zona de esta tierra aún escuchan con respeto las historias de las misteriosas facultades atribuidas a los nanahualtin. Un observador viajero alemán, Carlos Von Gagern, nos informa que se los cree capaces de causar enfermedades y otros daños, que deben ser contrahechizados por el exorcismo apropiado, entre los cuales la lectura en alta voz de ciertos pasajes bíblicos es considerado uno de los más potentes. ****

El historiador Orozco y Berra habla de los poderes atribuidos actualmente al nahual en Mexico entre las clases más bajas, en estas palabras:

“El nahual es generalmente un Indio viejo con ojos rojos, quien sabe cómo transformarse en un perro negro, lanudo y horrible. La mujer bruja puede convertirse en una bola de fuego; tiene el poder de volar, y durante la noche entra por las ventanas y succiona la sangre de los niños pequeños. Estos hechiceros hacen pequeñas figuras de harapos o arcilla, les insertan una espina de maguey y las esconden en algun lugar secreto; y puedes estar seguro de que la persona contra la cual se hizo el conjuro sentirá dolor en la parte donde se insertó la espina. Todavía existen entre ellos los “hombres medicina”, que tratan al enfermo por medio de extrañas contorsiones, invocan a los espíritus, pronuncian encantamientos mágicos, soplan sobre la parte donde hay dolor, y sacan del paciente espinas, hormigas, o piedrecitas. Saben cómo preparar bebidas que provoquen enfermedades; y cuando los pacientes son curados por otros, los convalescientes deben despojarse de algo de su propiedad, como un broche del cabello, o alguna ropa. Aquellos que poseen el ojo diabólico pueden, por el sólo hecho de mirar a los niños, privarlos de belleza y de salud, y aún causarles la muerte.” *****

* Acosta, De la Historia Moral de Indias, Lib. v, cap. 26.
** Acerca del thiuimeezque, dice Hernandez : “ Aiunt radicis cortice unius unciae pondere tuso, atque devorato, multa ante oculos observare phantasmata, multiplices imagines ac monstrificas rerun figuras, detegique furem, si quidpiam rei familiaris subreptum sit.” Hist. Plant. Nov. ICslmn., Tom. iii, p. 272. El chaczcaco y sus efectos son descriptos por el Padre Venegas en su Historia de Califormia, etc.
*** “In Mictlan Tetlachihuique, in Nanahualtin, in Tlahuipuchtin.” Paredes, Promptuario Manual Mexicano, p.128 (Mexico, 1767): Los tlahuipuchtin, “aquellos que trabajan con humo,” eran, probablemente, adivinadores que predecian el futuro a partir de las formas que tomaba el humo al elevarse en el aire. Esta clase de augurios tambien se hallaban en Peru, donde se los llamó Uirapircos (Balboa, Hist. du Perou, p. 28-30).
**** Von Gagern, Charakteristik der lndianischer Bevölkerung Mexikos, S. 125.
***** I-listoria Antigua de Mexico, Tom.ii, p. 25. Francisco Pimentel, en su concienzudo trabajo Memoria sobre las Causas que han originado la Situacion Actual de la Rama Indigena de Mexico (Mexico, 1861), reconoce cuán casi imposible es extirpar la fe de los indígenas en este nagualismo: Conservan los agueros y supersticiones de la antigüedad, siendo cosa de fe para ellos, los nahuales,” etc., p. 200, and comp. p.145.

7. El Tonal y el Tonalpouhque: el sistema de natalidades de los nahuas.

Como ya he dicho, en ningun registro del Nagualismo puramente Mexicano, o sea, Azteca, encontramos la palabra nagual empleada en el sentido que se le da en el pasaje de Herrera, de que es un espíritu guardian persona, o un genio tutelar.

Estas tribus tenian, por cierto, una creencia en tales poderes protectores, y sostenían que estaban conectados con el día de nacimiento de una persona. Lo llamaban el tonalli de la persona, una palabra que traducida significa “que le es inherente”, que hace a su individualidad, su Ello.
La raíz de la que deriva es tona, calentar, o ser cálido, de la cual también deriva tonatiuh, el Sol. Tonalli, en cuya composición se pierde la última sílaba, es de alguna manera la palabra para calor, verano, alma, espíritu y día, y también para compartir la porción que es de uno. Así to-tonal es espíritu, o alma en general; no-tonal, mi espíritu; no-tonal en “ipan no-tlacat” es “el signo bajo el cual nací”, por ejemplo, el signo astrológico de ese día.
De aquí viene el verbo tonalpoa, contar o estimar los signos, es decir, hacer el horóscopo de una persona; y tonalpouhque, los adivinadores cuya tarea era practicar este arte. *

Estos tonalpouhque son largamente descriptos por el Padre Sahagun. **
El los diferencia del naualli, aunque es claro que se corresponden en funciones a los sacerdotes nagualisticos de las tribus sureñas. Por el número y nombre del día de nacimiento, ellos predicen el destino del niño, y establecen el poder o la influencia espiritual que governará su carrera.

El tonal no era de ninguna manera una posesión segura. Era una especie de “mascota” independiente: en tanto permaneciera con la persona, esa persona disfrutaría de salud y prosperidad, pero podía marcharse o extraviarse, y entonces sobrevenían la desgracia y la enfermedad. Esto es lo que sugieren en lengua nahuatl los verbos tonalcaualtia, “parar o suspender el tonal”, o sea, “shockear o asustar”; y tonalitlacoa, lastimar o dañar al tonal, es decir, encantar o hechizar a alguien.

Esto explica el propósito real de los conjuros y encantamientos que llevaba a cabo el doctor nativo cuando visitaba al enfermo. Era para convocar al tonal, forzarlo o persuadirlo de que vuelva: y por lo tanto, la ceremonia llevaba el nombre de “restitución del tonal”, y estaba, más que ninguna otra, profundamente imbuida de las supersticiones del Nagualismo.
El principal oficiante era llamado tetonaltiani, “aquel que se entiende con el tonal”.
Más adelante mostraré la fórmula que se recitaba en tales ocasiones.

* Sobre estos términos, consultar el extensivo Dictionnaire de la Langue Nahuatl, por Remi Simeon, publicado en Paris, 1885. No es imposible que tona sea en sí misma una raíz compuesta, que incluya el radical monosilábico na, que es la base de nagual.
** Sahagun, Historia de Nueva España, Lib. iv, passim, y Lib. x, cap. 9.

8. La fraternidad azteca de los “Magos Maestros”

Hay una vaga mención en los registros aztecas de una orden semi-sacerdotal, a los que llamaban naualteteuctin, que se podría traducir como “Magos Maestros”. También se los conocía como teotlauice, “compañeros sagrados de armas”. Como en el caso de la mayoria de los teteuctin, o nobles, la entrada a la orden era una severa y prolongada ceremonia de iniciación, cuyo objeto no era meramente testear la resistencia al dolor y los poderes de auto-negación, sino, especialmente, arrojar la mente a ese estado subjetivo en el cual se entra en contacto con lo divino, en el cual se puede “tener visiones y ensoñar”.

La orden declaraba como su patrón y fundador a Quetzalcoatl, “la serpiente emplumada”, quien, como se vera más adelante, también era el patron de los nagualistas tardíos. *

La palabra naualli tambien se encuentra entre los antiguos Nahuas en composición como parte de nombres, siempre con el significado de “mago”, como en “Naualcuauhtla”, un jefe de los Chalcos, que significa “Bastón de Brujo”, refiriendose probablemente al bastón o vara empleada por los brujos en el hechizo**; o también en Naualac, el “Agua del Brujo”, un lago artificial no lejos de Ciudad de Mexico, rodeada de templos en ruinas, descripta por M. Charnay. ***

* Ver Ch. de Labarthe, Revue Americaine, Serie ii, Tom. ii, pp. 222-226. Su traducción de naualteteuctin por “ Seigneurs du geuie” debe ser rechazada, pues no existe ninguna autoridad para asignar este significado a naualli.
** Anales de Cuauhtitlan. p. 31. El traductor lo llama “ palo brujo.”
*** Les Anciennes Villes du Nouveau Monde, pp. lJ6-145, descripto en p. 150. Sobre su significado, comparar Hamy, Decades Americanz, pp. 74-81.

9. El espíritu guardián personal.

La creencia en un espiritu guardián personal era una de las doctrinas fundamentales del Nagualismo, pero esta creencia de ninguna manera connota el significado completo del término (como erroneamente declaró Mr H. H. Bancroft)

El sistema de calendario de Mexico y Centroamérica, que como he mostrado era sustancialmente el mismo a través de las muchas diversidades linguisticas*, tenía como uno de sus principales objetivos la adivinación astrológica. Consultándolo, se descubría y asignaba el nagual correspondiente, y esto era ciertamente una función prominente en el culto nativo, y nunca ha sido abandonada.

En Mexico hoy en dia, además de este especial guardián personal, el nativo a menudo elige otro por un lapso determinado o para un propósito en particular, y esto es bastante consistente con la forma de Cristianismo que se le ha enseñado.
Por ejemplo, segun nos cuenta un viajero observador, en Año Nuevo, o al momento de sembrar maíz, el jefe de familia va a la parroquia y elige entre los santos que allí se muestran, uno que será su guardián por ese año. A ese santo dirigirá sus ruegos por lluvia y sol, por una cosecha abundante, por salud y prosperidad, y no dejará de apoyar estas súplicas con regalos. Si los tiempos son buenos y la cosecha abundante, el Santo será recompensado con más regalos, y se recurrirá a él por un nuevo periodo; pero si ha habido mala suerte, el Indio se dirigirá a la iglesia al finalizar el año, le endilgará a su Santo Patrono una sonora maldición, lo llamará por los peores nombres en que pueda pensar, y ya no tendrá más tratos con él. **

* Calendario Nativo de Centroamerica y Mexico (Philadelphia, I S93).
** Eduard Mühlenpfordt, Mexico, Bd. i, s. 265.

10. Folklore de los Indios Mixe.

Andres Iglesias**, un escritor mexicano que disfrutó de oportunidades fuera de lo común de estudiar estas prácticas tal como existen en la generación actual, los describe según los vio en el pueblo de Soteapan, una aldea remota en el estado de Veracruz, cuya población habla la lengua Mixe. Esta no está relacionada con la lengua nahuatl, pero los términos de sus rituales mágicos son derivados de palabras nahuatl, mostrando así su origen. Toda persona, en su nacimiento, queda asociada un genio bueno y un genio malo, el primero lo socorre para su beneficio, el último lo lleva a su daño.

El “genio bueno” es conocido por el término nahuatl “tonale”, y es representado por el primer pájaro o animal de cualquier clase que se vea adentro o alrededor de la casa inmediatamente después de nacido el niño.

La persona más poderosa del pueblo es el alto sacerdote del culto nativo. Hubo uno que murió alrededor de 1850; fue llamado “El Rayo” y dondequiera que se dirigiese era precedido por un grupo de discípulos escogidos, llamados por el nombre nahuatl “tlaloques” (voceros, abogados).* Su sucesor, conocido como “El Trueno Más Grande”, no mantuvo este estado, pero sin embargo declaraba ser capaz de controlar el flujo de estaciones, y de enviar o mitigar destructivas tormentas -declaraciones que, tristemente, lo llevaron al cepo, pero no interfirió con el tributo regular que le pagaban los pobladores. Era tambien un “hombre medicina” y maestro de ceremonias en ciertas ” escandalosas orgias! en las que sin ninguna modestia se mostraba sin velo alguno”.

* La palabra deriva de tlaloa, hablar por otro, y su traducción usual era “jefe”, porque era el jefe quien hablaba por y en nombre de la tribu
** El interesante relato de Iglesias está impreso en el Apendice del Diccionario Universal de Geografía e Historia (Mexico, X56). Otros escritores atestiguan la tenacidad con la que los Mixes sostienen sus antiguas creencias.
Señor Moro cuenta que siguen siendo “notorios idólatras”, y dice que “su religión actual es una mezcla absurda de sus viejas supersticiones con doctrinas cristianas”
(Orozco y Berm, Geografia de las Lenguas de Mexico, p. 156).

11. Adivinación Astrológica de los Zapotecas

Con relación a la vecina provincia de Oaxaca y sus habitantes, somos instruidos en el uso astrológico del calendario de los Zapotecas por el Padre Juan de Cordova, cuyo “Arte” de esta lengua fue publicado en Mexico en 1578. Según dice, el principal, sino único propósito, era astrológico. Cada cerámica tenía su número y representaba a algún animal: serpiente, venado, conejo, etc. Todo niño, fuera varon o mujer, recibia como apellido el nombre y número del día; siendo su nombre personal tomado de una serie fija, que difería en género masculino y femenino, y que parece haber derivado de los nombres de los dedos.

Segun esto, parece que entre los Zapotecas el espiritu personal o nagual era fijado por la fecha de nacimiento y no por ceremonias posteriores, aunque esto último es lo que declaran algunos escritores, quienes, sin embargo, parecen haber, sin mucho conocimiento, endilgado a los zapotecas los ritos de los Nahuas y otras tribus de los alrededores. *

Siguiendo en importancia a la asignación de los nombres, de acuerdo al Padre Cordova, estaba el uso del calendario para decidir la conveniencia de los matrimonios. Como el objetivo reconocido del matrimonio era engendrar hijos, la pareja apelaba al augur profesional para decidir esta cuestión antes de que se fijara el matrimonio. El seleccionaba tantos granos como la suma de los nombres de los contrayentes, y contándolos de a pares, si sobraba uno, significaba un hijo; luego los contaba de a tres, y el remanente tambien representaba un hijo. Al contar grupos de cuatro, el remanente significaba hijos o hijas; de a cinco y de a seis, lo mismo, y si no habia remanente por ninguna de estas divisiones, el resultado sería ningún hijo y así el matrimonio quedaba prohibido.

Es obvio que este método de adivinacion era más bien auspicioso para los amantes; ya que dudo que haya alguna combinación de dos números debajo de 14 que sea divisible por dos, tres, cuatro, cinco y seis y que no dé un resto en alguno de los casos.

Los zapotecas fueron una de las naciones que voluntariamente se sometieron a los espaniardos, no por amor a los europeos sino por odio a los aztecas, que los habían conquistado en el siglo anterior. Su rey, Coyopy, y su corte, aceptaron el Cristianismo y generalmente fueron bautizados, pero esto era meramente una formalidad, y años después, Coyopy fue hallado conduciendo secretamente el ritual pagano de sus ancestros con toda la pompa,.Fue arrestado y enviado a Ciudad de Mexico, y, privado de su poder y riquezas, pronto murió… según se supone caritativamente, “por causas naturales”. Indudablemente dejó sucesores en el oficio de pontífice máximo, quienes continuaron con las ceremonias religiosas nativas.

* Por ejejmplo, , S. B. Carriedo, en su Estudios Historicos del Estado Oaxaqueño (Oaxaca, 1%9), p. 15, dice que el nahualt era una ceremonia llevada a cabo por el sacerdote nativo, en la cual al infante se le hacía un sangrado detrás de la oreja, se le asignaba un nombre que era el de determinado día, y un ángel guardián o tona. Estas palabras son nahuatl puro, y Carriedo, que no da su autoría, probablemente no tenía nada que relacionara estos ritos con los zapotecas.
** Juan de Cordon, Arte en Lengua Zapoteca, pp. N, 202, 203, 2l3, 216.

12. Artes similares de los Mixtecas

Las escasas noticias que tenemos de la astrología de los Mixtecas, vecinos y casi parientes de los zapotecas, revelan ritos íntimamente similares.

El nombre de su rey, quien se opuso a Montezuma unos sesenta años antes de la llegada de Cortez, prueba que usaban un calendario similar, sino igual, para asignar los nombres. A este rey se le dio el nombre de “Tres Micos”, o sea 3Mono.

Desafortunadamente, hasta donde sabemos, no ha sido publicada o tal vez ni siquiera existe una copia auténtica del calendario Mixteca. No obstante, se redujo a escribírselo en lengua nativa luego de la conquista, y una copia del mismo fue vista por el historiador Burgoa en la ciudad mixteca de Yanhuitlan *.

Cada día llevaba el nombre de un árbol, planta o animal, y de ellos recibía su nombre el individuo, como “Cuatro Leones, “Cinco Rosas”, etc, según los ejemplos dados por Herrera. Este escritor agrega que el nombre era asignado por los sacerdotes cuando el niño tenia siete años de edad (como entre los tzentzales), siendo parte del rito conducirlo al templo y perforar sus orejas. Tambien se refiere a los augurios respecto del matrimonio **. Estos parecen haber sido distintos al de los zapotecas. Era necesario que el joven tuviera un nombre con un número más alto que el de la novia, y tambien “que estuvieran emparentados”. Probablemente esto aplicaba a ciertos matrimonios formales de los soberanos, que estaban obligados a seguir el gen.

* Extraído de Carriedo, ubi supra, p. 17.
** Hist. de las lndias Oc., Dec. iii, Lib. iii, cap. 12.

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  • Crow

    13. El Nagualismo en Chiapas, según lo descripto por el Obispo Nuñez de la Vega

    Me he referido en detalle a los ritos y supersticiones conectados con el Calendario porque todos ellos son partes esenciales del Nagualismo, que continuaron largamente en tiempos cristianos dirigidas por los sacerdotes de este culto secreto, segun fue plenamente reconocido por los clérigos católicos.

    Donde sea que se usó este calendario, la masonería libre del Nagualismo se extendió, y su ritual hace constante referencia al mismo. El grueso de nuestra información no proviene de Mexico Central, sino de más al sur, de la región ocupada por las muchas ramas Mayas, cuyos ancestros fueron tal vez quienes inventaron este singular calendario y el simbolismo conectado a él.

    Una de las más importantes autorias sobre este tema es la de Francisco Núñez de la Vega, dominico que fue ordenado Obispo de Chiapas y Soconusco en 1687 y que publicó, en Roma, en 1702, un folio titulado “Constituciones Dioxesanas del Obispado de Chiappa”, folio que contiene discusiones acerca de los articulos de religion y una serie de cartas pastorales.

    El tema del Nagualismo es abordado en muchos pasajes, y la novena Carta Pastoral está enteramente dedicada a él. Como este libro es de extrema rareza, copiaré párrafos enteros bastante largos, tomándome la libertad de condensar la escolástica prolijidad del autor omitiendo sus admoniciones profesionales.

    Comienza sus referencias al nagualismo en varios párrafos de la introducción o Preámbulo, en el que hace algunas interesantes declaraciones acerca del uso que dan los nativos a su recientemente adquirido conocimiento de la escritura, mientras que al mismo tiempo, evidentemente, no habian olvidado el antiguo método de registrar ideas inventado sus ancestros.

    Dice el obispo:
    “Los Indios de Nueva España retienen todos los errores de su época de paganismo preservada en ciertos escritos en su propia lengua, que explican por medio de caracteres abreviados y figuras pintadas en algún código secreto* los lugares, provincias y nombres de sus primeros gobernantes, los animales, las estrellas y elementos a los que adoraban, las ceremonias y sacrificios que llevaban a cabo, y los años, meses y dias a traves de los cuales predecían la suerte de los niños al nacer y les asignaban eso que ellos llaman sus Neguales. A estos escritos le dan el nombre de Repertorios o Calendarios, y tambien los usan para descubrir artículos perdidos o robados, y para curar enfermedades. Algunos tienen una rueda pintada, como la de Pitagoras que describe el Venerable Bede, otras tienen un lago rodeado por esos naguales, en la forma de varios animales. Algunos de los Maestros Nagualistas declaran como su patrono y gobernante a Cuchulchan, y poseen una formula de adoracion a él, escrita en lengua Popoluca (que era llamada Bsha en sus tiempos de paganismo), y que ha sido traducida al mexicano. **

    “Aquellos que son elegidos para ser los maestros de estas artes aprenden desde temprana edad cómo dibujar y pintar estos caracteres, y están obligados a aprenderse de memoria las fórmulas y los nombres de los antiguos Nagualistas y cualquier cosa que se incluya en estos documentos escritos, muchos de los cuales hemos tenido en nuestras manos y se lo hemos oido explicar a esos maestros, que fueron puestos en prisión por sus culpas, y luego se convirtieron y reconocieron sus pecados” ***

    * Así entiendo yo la frase “figuras pintadas con cifras enigmáticas”
    ** Popoluca era un término aplicado a varias lenguas. Sospecho que la que aqui menciona es la lengua Mixe. Ver mi articulo titulado “Chontales y Popolucas: Un estudio sobre la etnografía mexicana”, en el Compte Rendu de la 8va Sesion del Congreso de Americanistas p. 566, seq.
    *** Constit. Diocesana, p. 19.

    El obispo decidió que debían tomarse medidas extremas para erradicar a estos sobrevivientes del antiguo paganismo de su diócesis, y fue así que en 1692 promulgó la siguiente orden:

    “Y dado que en las provincias de nuestra diócesis estos Indios que son Nagualistas adoran a sus naguales y los consideran dioses, y que creen que con su ayuda pueden predecir el futuro, encontrar trastos escondidos y cumplir sus deseos deshonestos, Nosotros, entonces, prescribimos y ordenamos que en cada pueblo se construya una cárcel eclesiástica a expensas de la Iglesia, y que esté provista de grillos y cepos, y conferimos autoridad a todos los sacerdotes y curas de nuestras parroquias para aprisionar en estas cárceles a cualquiera que sea culpable de irrespetuosidad hacia nuestra Santa Fe, y los alentamos a tratar con el mayor rigor a los dogmatizantes Nagualistas*.”

    A pesar de estos esfuerzos, es evidente que no tuvo éxito en destruir las semillas de lo que estimaba como la más peligrosa herejía de las parroquias de su diócesis, ya que su novena Carta Pastoral, en la que expone en detalle el carácter del Nagualismo, está fechada en Ciudad Real el 24 de Mayo de 1698. Como mucho de ella es relevante a mi tema, la traduzco a continuación:

    “Hay ciertos malos cristianos de ambos sexos que no dudan en seguir la escuela del Diablo, y se dedican a artes diabólicas como adivinación, brujería, conjuros, encantamientos, leer la suerte y otros medios de predecir el futuro.”

    “Son estos los que en todas las provincias de Nueva España se conocen por el nombre de Nagualistas. Pretenden que el nacimiento de los hombres está regido por el curso y movimiento de estrellas y planetas, y mediante la observación de la hora del día y el mes de nacimiento pronostican su condición y los eventos, prósperos y de otras clases, de su vida; y lo peor es que estos perversos han puesto por escrito sus signos y reglas, y asi engañan al errado y al ignorante.”

    “Estos Nagualistas practican sus artes por medio de Repertorios y supersticiosos Calendarios donde están representados bajo sus nombres todos los Naguales de las estrellas, elementos, pájaros, peces, bestias brutas y estúpidos animales, con una vana cuenta de los días y los meses, de manera que pueden anunciar el que corresponde al día de nacimiento de un infante. Esto es precedido por ciertas ceremonias diabólicas luego de la cual designan el campo o lugar donde, una vez que hayan pasado siete años, el Nagual aparecerá para ratificar el acuerdo.”

    “Según se aproxima la fecha, instruyen al niño a negar a Dios y a Su Madre Bendita, y le enseñan a no temerles, y a no hacerse la señal de la cruz. Se le indica que abrace tiernamente a su Nagual, el cual, por causa de algún arte diabólica, se presenta de manera afectuosa, aún cuando se trate de una bestia feroz como un león o un tigre. Asi, con astutos engaños lo persuaden de que su Nagual es un ángel de Dios que lo cuidará y lo protegerá durante toda su vida.”

    “A tales maestros diabólicos apelan estos inteligentes indios, para a través de sus supersticiosos calendarios, dictados por el Diablo, conocer sus propias suertes y los Naguales que se le asignarán a sus niños, aún cuando ya hayan sido bautizados. En la mayoría de los Calendarios, el séptimo signo es la figura de un hombre y una serpiente al que llaman Cuchulchan. Los maestros la explican como una serpiente con plumas que se mueve en el agua. El signo se corresponde con Mexzichuaut, que significa “Serpiente De las nubes”**. La gente tambien los consulta a fin de hacer daño a sus enemigos, quitándose así la vida a muchos a través de artificios diabólicos, y llevando a cabo innombrables atrocidades.”

    “Peor aun que estos son aquellos que vagan alrededor como médicos o sanadores, que no son nada de eso sino magos, encantadores y hechiceros que, mientras simulan curar, matan al que quieren. Estos aplican su medicina soplando sobre el paciente y usando palabras infernales, aprendidas de memoria de sus maestros por aquellos familiarizados con las letras. El Maestro nunca imparte su instrucción a un discípulo único, siempre a tres a la vez, de forma que en la práctica del arte resulta difícil cuál de ellos es el que ejerce el poder mágico. Soplan sobre plumas o palos o plantas y los ubican en los caminos por donde pueden pasar aquellos a quienes quieren dañar, causando escalofríos, fiebre, feas pústulas y otras enfermedades; o introducen en el cuerpo, con esas artes, sapos, ranas, serpientes, ciempies, etc, causando gran tormento.”

    “Y usando estos mismos soplidos y palabras mágicas pueden quemar casas, destruir los sembradíos e inducir enfermedades. Ninguno de los tres discípulos tiene permitido practicar cualquiera de estas artes sin previamente informar a los otros dos y al Maestro del cual han aprendido.”

    “Hemos sabido por la confesión de algunos culpables cómo comienzan estos Maestros su instrucción al discípulo. Primero le dicen que abjure de Dios, de los Santos y de la Virgen, y que no invoque sus nombres, y que no tenga miedo de ellos. Después lo conducen a la foresta, cañada, caverna o campo donde se concluye el pacto con el Diablo. A esto le llaman “el acuerdo”, o “la palabra empeñada” (en Tzental, quiz).”

    “En algunas provincias el discípulo debe yacer sobre un hormiguero, y el Maestro, parado encima de él, invoca a una serpiente de color negro, blanco y rojo, que es conocida como “la madre de las hormigas” (en Tzental, zmezquiz)***. Esta llega acompañada de hormigas y de otras serpientes pequeñas de la misma clase, que se meten en las juntas de los dedos de la mano izquierda y salen por las juntas de los dedos de la mano derecha, y también por los oídos y la nariz, mientras que la serpiente grande entra al cuerpo con un salto y emerge de él en la siguiente exhalación. Después el discípulo debe hallar a un dragón que vomita fuego, y este lo traga por completo y luego lo devuelve. Entonces el Maestro declara que el discipulo puede ser admitido, y le pide que seleccione las hierbas con las que conjurará. El discípulo las nombra, el Maestro las junta y se las entrega y luego le enseña las palabras sagradas.”

    * Constitut. Diocesan, Titulo vii, pp. 45, 48
    ** Como la Queztalcoatl de los Nahuas y la Gucumatz de los Quiches, ambos nombres significan “Serpiente Emplumada”. Mixcohuatl, la Serpiente de las Nubes, en la mitología mexicana, se refiere al Rayo.
    *** En su “Vocabulario Tzental”, El Padre Lam no da esta forma exacta, pero en el vecino dialecto de los Cakchiqueles, el Padre Ximenes halla “quikeho, acordar, cerrar un trato”. El prefijo “me” es la palabra tzental para decir “madre”

    “Estas palabras y ceremonias son en sustancia las mismas en todas las provincias. El sanador entra a la casa del inválido, le pregunta por su dolencia, pone su mano sobre la parte enferma del cuerpo y luego se retira prometiendo volver al día siguiente. En la siguiente visita trae algunas hierbas, las mastica o macera con un poco de agua y las aplica a la zona enferma. Luego repite el Pater Noster, el Ave, el Credo y el Válgame, y sopla sobre el foco de la dolencia, pronunciando después las palabras que le enseñó su maestro. Continúa soplando de esta manera, inhalando y exhalando, repitiendo al respirar estas palabras mágicas, que son poderosas tanto para matar como para curar según quiera y en virtud del acuerdo que hizo con el Diablo. Finalmente, a fin de engañar a los curiosos, termina diciendo a viva voz “Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo, Amén”

    “Este médico o sanador es llamado en los pueblos de algunas provincias poxta vanegs, y la medicina se llama gapoxil, y todo lo que refiera a la curación entre los indios a la que se aplican estos términos significa también “practicar la brujería”; y todas las palabras derivadas de “pox” aluden al Nagual; por esto, en algunas provincias es llamada poxlon y en otras, patzlan, y en muchas tzihuizin, que es algo muy temido por los indios.”

    “Hemos sabido por la confesión de muchos arrepentidos, que el Diablo se les aparece a veces con la forma de una bola de fuego en el aire, con una cola como de un cometa.* “

    “Según las mas viejas tradiciones de estos indios, este ídolo, poxlon, era uno de los más importantes y venerados en los tiempos antiguos, y los Tzendals lo reverenciaban tanto que lo preservaron durante innumerables años pintado en una tablita. Aún después de convertidos a la Fe Cristiana, la colgaban detrás de una viga en la iglesia de la ciudad de Uxchuc, acompañada de una imagen de su dios Hicalahau, que consistía en una feroz cara negra con los miembros de un hombre** junto con cinco lechuzas y buitres. Por intervención divina encontramos esto en nuestra segunda visita a esa Iglesia en 1687, y hubo no poca dificultad en hacerlas bajar, nosotros recitando el credo y ellos escupiendo constantemente mientras obedecían nuestras órdenes. Estos objetos fueron quemados públicamente en la plaza.”

    “En otras partes reverencian los huesos de los primeros Nagualistas, preservándolos en cavernas, donde los adornan con flores y queman copal ante ellos. Hemos descubierto algunos y los hemos quemado, con la esperanza de desenraizar y poner fin a las ceremonias diabólicas de la infernal secta de los Nagualistas.”

    “Actualmente no están tan sujetos a los comandos del Diablo como antes, pero todavía hay algunos tan aliados a él que pueden transformarse en tigres, leones, toros, flashes de luz y bolas de fuego. Podemos decir, por la declaración y solemne confesión de algunos penitentes, que está probado que el Diablo tuvo relaciones carnales con ellos, tanto íncubos como súcubos, que se aproximan a ellos en la forma de su Nagual, y que hubo una mujer que permaneció en la selva durante una semana con el demonio que tomó la forma de su Nagual, como pudiera estar con su propio amigo una mujer amancebada.”

    “Como castigo por esos horrendos crímenes, Nuestro Señor ha permitido que estos pierdan la vida tan pronto como se mata a su Nagual; y que lleven en sus propios cuerpos la cicatriz o marca del soplido que los mató, según nos han asegurado los curas de Chamula, Copainala y otros lugares.”

    “La diabólica semilla de este Nagualismo está enraizada en la misma carne y sangre de estos Indios. Pervive en sus corazones a través de las instrucciones de los maestros de la secta, y casi no hay pueblo en estas provincias en el que no se haya introducido. Es una idolatría supersticiosa, plagada de monstruosos incestos, sodomías y detestables bestialidades.”

    Tales son las palabras del Obispo de Chiapas. Sabemos por sus denodadas instrucciones e impecable testimonio que en los comienzos del siglo XVIII el Nagualismo era una institución activa y muy difundida entre los indios del sur de Mexico; que era enseñada y practicada por maestros tan temidos y respetados que, segun nos cuenta en otro párrafo, los llamaban “maestros de los pueblos” ***; que estos daban instrucciones sistemáticas a sus discípulos en grupos de a tres que se mantenían juntos bajo promesa de mutua información y asistencia; que un principio fundamental de esta organización y paso indispensable en la iniciación a sus misterios era abjurar de la religión cristiana y sostener un odio reconcentrado por parte de los maestros y demás hacia la raza de los opresores blancos, y que cuando hacian uso de frases o ceremonias cristianas, era en burla o hipocresía, lo que mejor cuadrara a sus sentimientos reales.

    * El Padre Lam, en su Vocabulario Tzendal MS. (en mi poder) da las siguientes acepciones: médico (rel.a la medicina)= ghpoxil ; médico (doctor)= ghpoxta vinic (la forma vanegh, persona, tambien es correcta) ; cosa medicinal (remedio, cura)= pox, xpoxtacoghbil. La palabra tzendal pox (pronúnciase posh), es otra forma de la palabra quiche-cakchiquel puz, una palabra que el Padre Ximenes, en su Vocabulario Cakchiquel MS (en mi poder), da en composición de “puz-naual” con el significado de mago o encantador. Ambos términos, asumo, derivan de la palabra maya “puz”, que significa soplar el polvo de la ropa a otra cosa. Dicc. de la Lengua Maya del Convento de Motul, MS (El diccionario editado por Pio Perez no da este significado). El acto de soplar era la función esencial del tratamiento de estos médicos. Simbolizaba la transferencia y ejercicio del poder espiritual. Cuando Votan construyó su santuario subterráneo, lo hizo a soplidos (Nuñez de la Vega, Constitu Dioxesana, p.10). Los nativos no consideraban que la cola del cometa estuviera atrás sino adelante, soplada desde su boca. La palabra Nahual en el texto, tzihuizin, es la forma Pipil de xihuitzin, la forma reverencial de xihuitl, que significa una hoja, una estación, un año o un cometa. Aparente refiere a la divinidad nahuatl Xiuhtecutli, descripta por Sahagun en Historia de Nueva España, Lib. I, cap. 13, como Dios del Fuego, etc.
    ** Hicalahau, por ical ahau, Rey Negro, una de las divinidades Tzental, a quien nos referiremos más adelante
    *** “ Maestros de los pueblos,” Conslitut. Dioxesana, I, p. 106.

    Hay un gran número de otros testigos del siglo XVII a los que puede recurrirse a efectos de fortalecer este testimonio, si hace falta.

    14. Nagualismo entre los Quiches, Cakchiqueles y Pokonchis de Guatemala

    En la “Historia de Guatemala”, escrita alrededor de 1690 por Francisco Antonio Fuentes y Guzmán, el autor nos da cierta información acerca de un brujo de esta escuela, que fue arrestado en Totonicapan, y con el cual el historiador tuvo algo que ver como Corregidor.

    El temible mago era un viejecito (“viejezuelo”, lo llama él), y cuando se lo capturó tenía en su poder un documento que mostraba los días del año según el calendario europeo, con el Nagual que correspondía a cada día. Nuestro escritor sólo nos da los del mes de Enero, pero es probable que los otros meses meramente repitieran los naguales correspondientes a cada número. Se contaban como se muestra a continuación:

    Calendario Nagual para Enero.
    1. León. 30. Halcón.
    2. Serpiente. 31. Murciélago.
    3. Piedra.
    4. Lagarto.
    5. Arbol del Ceibo.
    6. Quetzal (un pájaro).
    7. Un palo o vara.
    8. Conejo
    9. Una cuerda.
    10. Hoja.
    11. Ciervo.
    12. Guacamayo (loro).
    13. Flor.
    14. Sapo.
    15. Oruga.
    16. Una astilla.
    17. Flecha.
    18. Una escoba.
    19. Jaguar.
    20. Vaina de maíz.
    21. Una flauta.
    22. Piedra-verde.
    23. Cuervo.
    24. Fuego.
    25. Un faisán.
    26. Una caña.
    27. Una zarigüeya.
    28. Huracan (tormenta de truenos).
    29. El buitre.

    Cuando se exhortó al brujo a que describiera la forma de asignar el nagual apropiado a un niño, hizo el siguiente relato: Habiendo sido informado del día de nacimiento, llegado el momento él se dirigía a la casa de los padres, y le decía a la madre que llevara al niño al campito de atrás de la casa. Habiendo alli invocado al demonio, el nagual del niño se aparecía bajo la forma del animal u objeto correspondiente a la fecha del calendario: una serpiente si nacía el 2 de Enero, una flor si nacía el 13, el fuego si nacía el 24 y así. El brujo entonces dirigía ciertas oraciones al nagual para que protegiera al recién nacido, y ordenaba a la madre que llevara diariamente al niñito a ese lugar, donde el nagual se le aparecería y finalmente lo acompañaría por el resto de sus días.

    Algunos, pero no todos, obtenían el poder de transformarse en el nagual mismo, y el autor declara que, aunque no podía citar de su propia experiencia un caso así, su padre en cambio conocía a varios curas confiables (“religiosos de fe”) que le habían contado suficientes casos como para llenar volúmenes*.

    Las tribus a las que se refiere este autor eran los Cakchiqueles y los Quichés, que hablaban prácticamente la misma lengua. La examinación de algunos de los viejos diccionarios preparados por los primeros misioneros nos da interesante información acerca de este oscuro tema.

    En la lengua cakchiquel de Guatemala, el término naual era aplicado tanto al mago mismo como a su arte necromántico y a la entidad demoníaca que le enseñaba y protegía. Esto se muestra en la siguiente explicación, que transcribo del Vocabulario de la Lengua Cakchiquel, escrito por el Padre Coto en 1651, manuscrito que se encuentra en la biblioteca de la Sociedad Filosófica Americana.

    “Magia o Necromancia: puz o naual. Acostumbraban llamar a sus magos o brujos con los mismos términos. Era una clase de magia que invocaban a fin de transformarse en águilas, leones, tigres, etc. De esa manera, decían “ru puz, ru naual, pedro la cot, balam”, significando “el poder de Pedro, su nagual, es un león, un tigre”. También aplicaban las palabras puz y naual a ciertos árboles, rocas y otros objetos inanimados, desde los que el Diablo solía hablarles, y asi también a los ídolos que adoraban, diciendo: “gazlic che, gazlic abah, huyu, k´o ru naual”, o sea: “La vida del árbol, la vida de la piedra, de la sierra, es su naual”, porque ellos sostenían que había vida en estos objetos.

    * Historia de Guatemala, 6, Recordacion Florida, Tom. ii, p. 44, seq.

    “Solían tener armas y soldados que protegian sus tierras, y los capitanes, así como muchos que no eran capitanes, tenían sus nauales. Decían del capitán: “ru g’alache, rohobachi, ti ru gaah, ru pocob, ru gh’amay a ghay ti be chi naualil” (Hace magia con su escudo, su lanza, y sus flechas).”

    “Practicar esas artes mágicas: tin naualih (yo practico magia). Es un verbo activo; lo usan por ejemplo cuando un hombre le pide a su esposa algo de beber o comer y ella no tiene nada por causa de negligencia del marido, y entonces ella dice: “De dónde se supone que lo saque? Esperas que haga milagros? – za pe ri tin naualih?”
    De la misma manera, cuando a alguien se le pide que preste o dé algo que no tiene, exclamará: “tin naualih peri puvac, etc” (Acaso puedo hacer magia?, etc)”

    “También significa simular algo, disimular la verdad, como “xa ru nahualim ara neh chu g’ux ri tzi tantu bijh Pedro”, “Pedro finge lo que está diciendo”. Suelen aplicar esta palabra al poder que ejercen los curas (en los sacramentos, etc).”

    Un extenso y ridículo relato de la brujería supuestamente practicada entre los Pokonchis de Guatemala, tribu también maya, es el que hace el inglés Thomas Gage, quien fuera cura de una parroquia de allí en 1630, y que luego regresó a Inglaterra y al protestantismo. Allí se describe, con fatigosa largura, la supuesta metamorfosis de dos jefes de tribus vecinas, y el mortal combate en el que se trenzaron, resultante en la muerte de uno al que él mismo administró la absolución. No hay duda de que había resultado jaqueado en un encuentro personal con su viejo enemigo, y siendo ya un hombre de ochenta años, no tuvo suficiente vigor para recuperarse. El relato es de interés sólo como prueba de que las mismas supersticiones prevalecían entre los Pokonchis así como en otras partes de Guatemala. *

    * Gage, A New Survey of the West Indias, p. 388, seq. (4th Ed.).

    15. La metamorfosis de Gukumatz

    Un nagualista realmente poderoso no estaba confinado a una única transformación, sino que podía tomar muchas y variadas figuras. Uno de estas características se describe en los libros sagrados de los Quiches de Guatemala, en ese documento conocido como el Popol Vuh, o Libro Nacional.

    El párrafo hace referencia a uno de sus grandes reyes, el poderoso mago de nombre Gukumatz. Dice así:

    “Era en verdad un rey maravilloso. Cada siete días ascendía al cielo, y cada siete días seguía el camino a la morada de los muertos; cada siete días asumía la naturaleza de una serpiente y luego se transformaba él mismo en serpiente; cada siete días asumía la naturaleza de un águila y entonces se transformaba realmente en águila; luego asumía la de un tigre y se transformaba entonces en tigre; luego la de la sangre coagulada y era nada más que sangre coagulada.*”

    Podría decirse que tales pasajes refieren metafóricamente a la versatilidad de su caracter, pero aún cuando fuera así, las metáforas surgen de la creencia universal en el Nagualismo que entonces prevalecía, y no lo expresan demasiado fuerte.

    * Le Popol Vuh, ou Livre Sacre des Quiches, p. 31.5 (Ed. Brassew, Paris, 1861).
    En los mitos quiches, Gucumatz es el análogo del Quetzcoatl de la leyenda azteca.
    Ambos términos significan lo mismo, “Serpiente Emplumada”

    16. Brujería Moderna en Yucatán y CentroAmérica: los zahoríes y los padrinos

    Tenemos testimonio de la continuidad de estas creencias hasta nuestros días entre las tribus maya de Yucatán y Guatemala.

    El Padre Bartolomé de Baeza, cura de Yaxcaba en la primera mitad de este siglo, reporta que un anciano, en su confesión al borde de la muerte, declaró que por arte diabólica se había transformado en un animal, sin duda su nagual; y una jovencita de unos doce años confesó que había sido transformada en pájaro por las brujas, y que en uno de sus vuelos nocturnos había descansado en el tejado de la casa del mismisimo cura, que quedaba a unas dos leguas de su hogar. El Padre Baeza sugiere vagamente que tal vez por escuchar cuentos de brujería, ella habría tenido un sueño vívido en el que creyó haber tenido este vuelo. Sin embargo, es obvio por su relato, así como el de otras fuentes, que la creencia en la transformación en animales menores era y es familiar a las supersticiones de los mayas.*

    Aún hoy, los nativos continúan adorando a los antiguos dioses de la cosecha al comenzar la estación, llevando a cabo una ceremonia que los espaniardos llaman “la misa milpera” o “misa de campo”, y que ellos llaman ti´ch (estirar las manos).

    El viajero alemán Dr Scherzer, cuando visitó en 1854 la remota aldea de Istlavacan, en Guatemala, poblada por indios Quiche, descubrió que habían preservado, en este aspecto, las costumbres de sus ancestros prácticamente intocadas por las enseñanzas de los curas cristianos. El “Maestro” aún asignaba naguales a los recién nacido, quemaban copal a sus antiguos dioses en remotas cavernas, y las fórmulas de invocación eran enseñadas a los neófitos por los veteranos nagualistas.**

    Estos zahoríes***, como los llaman comúnmente en castellano en Centroamérica, poseían muchas otras artes misterioras, además de las metamorfosis y la predicción del futuro. Podían volverse invisibles y caminar sin ser vistos entre sus enemigos; podían en un instante transportarse a regiones remotas y, regresando rápidamente, contar lo que habían visto; podían crear ante los ojos del espectador un río, un árbol, una casa o un animal donde no había nada; podían abrir de un tajo su propio estómago, o cortar un miembro de otra persona e inmediatamente curar la herida o restaurar el miembro a su lugar; podían tajearse con cuchillos sin sangrar, o manejar serpientes venenosas y no ser mordidos; podían causar misteriosos sonidos en el aire, y fascinar animales y personas con su firme mirada; podían llamar a espíritus visibles o invisibles, y los espíritus venían.

    Entre la población nativa del estado de Veracruz y otros sitios del sur de Mexico, estos misteriosos personajes llevan el nombre de padrinos y son vistos con una mezcla de temor y respeto. Los indios los creen capaces de causar enfermedades y calamidades domésticas, y son considerados por inteligentes blancos como “una combinación de fraude, duplicidad y superchería” ****

    * El artículo de Baeza está impreso en el Registro Yucateco, Vol. I, p. 165, seq.2G
    ** ”Wird ein Kind im Dorfe geboren, so erhilt der heidnische Ctitzenpriester van diesem
    Ereignisse vie1 eher Kunde, als der katholische Pfarrer. Erst wenn dem neuen
    Weltbürger durch den Aj-quig das Horoskop gestellt, der Name irgrnd eines Thieres
    beigelegt, Mi-si-sul (das citronengelbe Hars des Rhus copallinum) verbrannt, ein Lieblingsgotze angerufen, und noche viele andere aberglaübische Mysterien verrichtet worden sind, wird das Kind nach dem Pfarrhause zur christlichen Taufe getragen. Das
    Thier, dessen Name dem Kinde kurz nwh seiner Geburt vom Sonnenpriester beigelegt
    wird, gilt gewöhnlich auch als seiu Schutzgeist (nagual) fürs ganze Leben.” Dr. Karl
    Schemer, Die Indianer von Santa Catalina Istlavacan, p. 11, Wien, 185G.
    *** La palabra zahori, de origen árabe, es explicada en el Diccionario Español-Inglés de
    Delpino (Londres, 1763) : “Así llaman en España al impostor que pretende ver en las entrañas de la tierra, a través de paredes de piedra, o dentro del cuerpo humano.
    El Dr. Stall afirma que los indios de Guatemala hablan de sus adivinadores, los Ah Kih, como zahorin. Guatemala.8. 229
    **** Emetorio Pineda, Descripcion Geografica de Chiapas y Soconusco, p. 22 (Mexico, 18J5).

    17. Principios fundamentales del Nagualismo: El odio a los Blancos y al Cristianismo.

    Los detalles de las ceremonias y doctrinas del Nagualismo nunca han sido completamente reveladas, pero por hechos aislados y confesiones parciales resulta claro que sus adherentes formaban una asociación coherente que se extendió por la mayor parte del sur de Mexico y Guatemala, y en todas partes se sostuvo por dos reglas sentimentales: el odio por los Espaniardos y el desprecio por la religión cristiana.

    A sus ojos, esto último no era sino una tapadera del autoritarismo, las masacres y opresiones ejecutados por los primeros. Para ellos, los sacramentos de la Iglesia eran los signos externos de su propia subyugación y miseria. Se revolvían contra estos ritos en abierta oposición, o los recibían con secreta repugnancia y desprecio.

    En los manuscritos figurativos mexicanos compuestos luego de la conquista, el rito del bautismo es constantemente representado como el símbolo de la persecución religiosa. Acerca de esto, dice un estudiante simpatizante:

    “El acto del bautismo está siempre presente en sus registros de batallas y masacres. En todas partes conlleva la misma idea: hacer evidente al lector que el pretexto para todas las expediciones militares de los Espaniardos era la conversión forzosa de los nativos al Cristianismo; un pretexto sobre el cual se apoyaban los Espaniardos para hacerse de la tierra y sus tesoros, para robar a los indios sus mujeres e hijas, para esclavizarlos y derramar su sangre sin remordimiento ni remisión. Uno de estos documentos, fechado en 1526, agrega un rasgo de salvaje ironía: representa a un soldado español sacando del lago a un indio fugitivo, usando para ello un lazo atado al cuello del indio, mientras que en la costa espera un monje listo para bautizar al apóstata a su llegada!” *

    No hay duda de que los sacerdotes del oscuro ritual del Nagualismo buscaron durante siglos luego de la conquista anular los efectos de los odiados sacramentos cristianos, contrarrestando con sus propias ceremonias, según nos cuenta el historiador Torquemada, quien escribía según su propio punto de vista, en estos términos:

    “El Padre de las Mentiras tenía ministros que lo ayudaban, magos y brujos que iban de pueblo en pueblo, persuadiendo a la gente sencilla en pro de los deseos del Enemigo de la Luz. Aquellos que creían en sus engaños, y habían sido bautizados, eran lavados en la cabeza y el pecho por estos brujos, quienes les aseguraban que eso removería los efectos del Bautismo y de los Santos Oleos. Yo mismo supe de un caso en el que una persona de prominencia, que residía no lejos de la Ciudad de Mexico, se estaba muriendo y había recibido la extrema unción, y cuando el sacerdote partió, llegó uno de estos diabólicos sacerdotes y lavó todas las partes que habían sido bendecidas con los santos óleos, con la intención de destruir su poder.” **

    Hechos similares fueron registrados por Jacinto de la Serna, quien agrega que los Maestros no sólo prescribían sacrificios al Fuego a fin de anular los efectos de la Extrema Unción, sino que además se deleitaban en caricaturizar la Eucaristía, repartiendo entre su congregación un hongo amarillo narcótico a modo de Pan, y el espirituoso pulque a modo de Vino***. A veces disimulaban hábilmente en el pyx, junto al agua bendita, un pequeño ídolo de los suyos, con lo cual en realidad seguían sus propias supersticiones mientras simulaban adorar la Hostia. A la fórmula “Padre, Hijo y Espíritu Santo” le daban un sentido puramente pagano, repitiéndola como “Fuego, Tierra y Aire” o cosas así.

    Cualquiera que fuera enemigo de esa religión, tan brutalmente impuesta a estas miserables criaturas, era para ellos un aliado y un amigo. Nuñez de la Vega cuenta que encontró oraciones escritas por ellos que decían “Oh Hermano Anticristo, Hermano Anticristo, Hermano Anticristo, ven en nuestra ayuda!” -patética y desesperado súplica de una raza oprimida, aplastada bajo los pies de hierro de un despotismo militar y religioso****.

    * Madier de Montjau, “ Manuscrits Figuratifs de L’Ancien Mexique,” en Archives de la
    Societé Americaine de France. 1855, p. 245.
    ** Torquemada, Monarquia Indiana, Lib. xv, cap. 16.
    *** De la Serna, Manual de Ministros, pp. 20, 21,42, 162. El hongo mencionado era el quauhnanacatl, probablemente el “teyhuinti” de Hernández, Est. Plant. Nov. Hispan., Tom. II, p. 358, quien dice que no es peligroso para la vida pero que turba la mente, incitando a la risa y a la intoxicación.
    **** La esclavitud de los Indios en Mexico continuó hasta pasada la mitad del siglo XVII. Ver Cavo, Tres Siglos de Mexico, etc.. Tom. II, p. 11.

    18. Su Extensión y Organización, su Sacerdocio

    La asociación abrazaba varias tribus y sus miembros se clasificaban en diferentes grados.; y la iniciación a estos grados se hacía a través de solemnes y a menudo dolorosas ceremonias.

    Las cofradías locales estaban organizadas a la manera de las de la Iglesia Romana, sólo que en vez de llamarse “San Juan” o “Virgen Maria”, las dedicaban a “Judas Iscariote” o “Poncio Pilato”, en clara oposición a las odiosas enseñanzas de los curas; o al Diablo o Anticristo, que eran considerados como poderosas divinidades que se oponían a la Iglesia. *

    Había ciertos centros reconocidos de la asociación, cerca de los cuales residían los más importantes dignatarios, y donde llevaban a cabo sus concilios secretos y principales ceremonias. Uno de estos centros era Zamayac, en la provincia de Suchiltepec: otro estaba cerca de Huehuetan, Soconusco; un tercero en Totonicapan; Guatemala; un cuarto en Cancuc, Chiapas, un quinto en Teozapotlan, Oaxaca; y suponemos que unos pocos más.

    El alto sacerdote que residía en cada uno de estos centros ejercía el control sobre todos los maestros y practicantes nagualistas en un extenso distrito. En ocasión de una encuesta oficial por parte de las autoridades españolas, se aseveró que el alto sacerdote de Zamayac regía sobre casi mil sub-sacerdotes*, y sin duda los demás de su rango no eran menos potentes.

    La unidad entre los miembros de la asociación sobre un área tan indefinidamente gande era bien conocida por los curas españoles y autoridades civiles.
    Las ceremonias, fórmulas y métodos de procedimiento eran prácticamente idénticos o muy similares en todas partes. Esto por sí mismo era considerado como una prueba de la secreta inteligencia que existía entre los miembros de esta asociación cabalística.**

    Hasta cierto punto, y por lo menos en algunas localidades como Chiapas y Guatemala, el sacerdocio del Nagualismo era hereditario para ciertas familias. Esto es especialmente declarado por el historiador Ordóñez y Aguilar, quien tuvo excepcionales oportunidades de observar él mismo los hechos.***

    Benito Maria de Moxó, un viajero de la primera década de este siglo que nos ha dejado cantidad de curiosos detalles sobre lo supersticioso de los indios cristianizados de Mexico de esos días, nos cuenta que habia descubierto la existencia de distintos grados entre los profetas y doctores, y que todos en determinada localidad reconocían la supremacía de uno al que llamaban “El Viejito”. Pero no fue capaz de asegurar por medio de qué “toque superior” o derechos obtuvo esta distinción.****

    Según algunos autores, el más alto grado que estos hierofantes nativos alcanzaban entre los Nahuas llevaba el nombre de “tejedor de flores”, Xochimilca, probablemente por la habilidad que tenían de engañar los sentidos a través de extrañas y agradables visiones.*****
    En el Sur se los llamaba “guardianes”, lo cual posiblemente derive de las clases de sacerdotes así llamados en la religión zapoteca.******

    * Informe del teniente general, Don Jacobo de Barba Figueroa, corregidor de la Provincia de Suchitepeque, citado por Brasseur.
    ** Jacinto de la Serna dice: “Los maestros de las ceremonias son todos unos, y lo que
    sucede en esta cordillera en todas sucede.” Manual de Ministros, p. 52. Hablando de los métodos de los nagualistas de Chiapas, el Obispo Nuñez de la Vega escribe:“Concuerdan los más modernos con los más antiguos que se practicaban en Mexico.” Constituciones Diocesanas, p. 134.
    *** Observa Ordoñez y Aguilar que habia “familias de los tales sabios en las quales en manera de patrimonio se heredaban, sucediendo los hijos a los padres, y principalmente su abominable secta de Nagualismo.” Historia del Cielo y de la Tierra, MS., p. 7. Ordoñez y Aguilar adelanta varias razones eruditas para creer que el Nagualismo es una creencia religiosa cuya teoría y ritos fueron traídos de Cartago por navegantes Punicos en tiempos antiguos.
    **** Maria de Moxó, Cartas Mejicanas, p. 21O ,Genova, 11. d.).
    ***** Xochimnilca, que asi llaman a los mui sabios encantadores.” Torquemada, Monarquia Indiana, Lib. xv, cap. 16.
    ****** En nahuatl: tlaplani – guardián or vigilante. El sacerdocio Zapoteca estaba dividido en huijaloos, “guardianes mayores,” y los copavitoos, sus inferiores, “guardianes de los dioses.” Carriedo, Estudios Historicos, p. 93.

    19. Su Influencia en las Revueltas Nativas contra el poderío español

    Por lo que arriba se expone, ese Nagualismo, comenzado como una antigua superstición nacida en los tiempos del barbarismo primitivo, se convirtió luego de la Conquista en un potente factor en el desarrollo sociopolítico de los pueblos entre los que existía; y fue la fuente a partir de la que, y a través de la cual, se sostuvo el odio racial de los nativos americanos hacia sus conquistadores extranjeros ardiendo durante siglos, estallando ahora y entonces en furiosas revueltas y guerras civiles.

    Hay fuertes razones para sospechar su poder donde, por obvias razones, no ha sido demostrado. Siempre ha sido un misterio y asunto de sorpresa para los historiadores de Yucatan lo rápido que se desparramaron los planes de insurrección que aseguraron una independencia duradera para los nativos, siendo que estos planes habian sido acordados por dos jefes, Antonio Ay y Cecilio Chi, en un rancho remoto de Sihum, en Julio de 1847. Tal unanimidad de acción sólo pudo haber sido posible con la ayuda de una poderosa, disciplinada y ampliamente extendida organización secreta.

    Poca duda puede haber de que eran jefes o maestros de la poderosa orden del Nagualismo en la Peninsula.*

    Tal fue con certeza el caso de la breve y sangrienta revuelta de los Mayas en 1761. Estalló repentinamente en una serie de pueblitos cerca de Valladolid, Yucatan, encabezada por un nativo de sangre pura, Jacinto Can-Ek, pero algunos de los participantes confesaron luego que había sido resultado de una conspiración que había sido preparada durante un año.

    Cuando llegó el día elegido, Jacinto audazmente se anunció como el alto sacerdote de la fraternidad de los brujos, maestro de magia, y sucesor lineal del famoso antiguo profeta Chilam Balam, “cuyas palabras no pueden fallar”. Con conmovedoras palabras urgió a sus compatriotas a atacar a los espaniardos sin temer las consecuencias.

    “No tengan miedo –exclamó- de sus cañones ni de sus fuertes, porque entre los muchos a los cuales les he enseñado el arte de la brujería hay quince escogidos, maravillosos expertos, quien por su poder místico entrarán en la fortaleza, asesinarán a los centinelas y abrirán las gargantas a nuestros enemigos. Tomaré las hojas del árbol sagrado, y doblándolas como trompetas llamaré a los Cuatro Vientos del cielo, y una multitud de guerreros vendrán en nuestra ayuda.” **

    Y diciendo esto, tomó una hoja de papel, la sostuvo en alto para mostrar que estaba en blanco, la dobló, la abrió de nuevo y estaba toda cubierta por escrituras. Y con este hábil truco convenció de la verdad de sus declaraciones a sus oyentes, gentes de mente simple, quienes se levantaron en armas. El los dirigió, vestido con el manto y la corona de la Virgen. Pero ni su entusiasmo ni su brujería lo avalaron, y pronto Jacinto y sus seguidores fueron víctimas de la estaca y el patíbulo.

    Luego de su muerte, la danza del tigre o “Chac-mool” (la “danza fantasma” de los mayas) fue prohibida, y también el uso del tambor sagrado, el instrumento favorito de los sacerdotes nativos. ***

    * Ver Eligio Ancona, Historia de Yucatan, Tom. iv, cap. 1 (Merida, 1880).
    ** La mención de los quince (5×3) discípulos escogidos indica que prevaleció en Yucatan el mismo sistema de iniciación por tripletes que existía en Chiapas (ver arriba). El arbol sagrado no se menciona, per presumiblemente era el ceibo, al que me referí anteriormente. La mención de Jacinto Can-Ek fue obtenida de la obra del Jesuita Martin del Puerto, en su Relación hecha al Cabildo Eclesiastico por el propósito de la Compañia de Jesús, acerca de Ia muerte de Jacinto Can-Ek y socios, Dec. 26, 1761. Está publicado junto a otros documentos relativos a esta revuelta en el Apendice al Diccionario Universal, editado por Orozco y Berm, Mexico, 1856. Sobre las profecías de Chilan Balam, ver mi Ensayos de un Americanista, pp. 255-2273 (Philadelphia, 1890).
    *** Eligio Ancona, Hist. de Yucatan, Tom. ii, p. W2.

    De hecho, donde sea que existan relatos de las revueltas contra la dominación española durante los tres siglos de su existencia en Nueva España, podemos rastrear los dedos de la poderosa aunque escondida mano del Nagualismo. Anteriormente, ocurrió en 1585 una revuelta de los Mayas en Yucatán. Fue dirigida por Andres Chi, un indio de pura sangre, y descendiente de la antigua casa real de los Cocomes. También él se anunció como sacerdote de la antigua fe, profeta y hacedor de milagros, y enviado para instruir a su gente en una nueva religión y darles una existencia política independiente. Capturado por los espaniardos, se lo acusó de idolatría, brujería y disturbar la paz, y fue colgado ignominiosamente. *

    Igualmente inspirado por las mismas ideas estuvo el indio Mixe conocido como Don Pascual, quien dirigió la revuelta de las tribus tehuantepec en 1661. Hizo un llamamiento a “los trece gobernantes de los zapotecas y chontales” instándolos a unirse a él, y la insurrección amenazó con convertirse en algo de formidables proporciones, evitada sólo por la poderosa presión que ejerció la Iglesia Romana a través del Obispo de Oaxaca, Cuevas Davalos. **

    Casi la misma localidad habia sido escenario de la revuelta de los zapotecas en 1550, dirigidos por un sacerdote nativo que declaraba ser una encarnación del viejo dios Quetzalcoatl, la deidad máxima de los nagualistas. ***

    En la misma Ciudad de Mexico, en el año 1692, hubo una violenta insurrección de los nativos, que destruyeron propiedades por valor de tres millones de dólares.
    Aunque sin duda esto es parcialmente atribuible a la escasez de alimentos que prevalecía, las autoridades rastrearon ciertas ceremonias secretas, lo cual es evidente porque inmediatamente se hizo una ley prohibiendo a los indios usar el piochtli****, porción de cabello preservada en el nacimiento que se usaba en rituales genealógicos y en actos especiales contra el octli.

    * Ver Pedro Sanchez de Aguilar, Informe contra Idolum Cultores en Yucatan (Madrid,
    1689) ; Eligio Ancona, Historia de Yucatan, Tom. ii, pp. 123, 129.
    ** El principal autor acerca de esta revuelta es Juan de Torres Castillo, Relacion de lo Sucedido enLZas Provincias de Nezapa, Iztepez ‘y Villa Alta (Mexico, 1662). Ver tambien Cavo, Los ‘Tres Siglos de Mexico durante el Gobierno Español, Tom. ii, p. 4 I, y el panfleto de Cristobal Manso de Contreras, Relacion cierta y verdadera de lo que sucedio en esta Provincia de Tehuantepec, (impreso en Mexico, 1661), el cual conozco sólo a través de las notas del Dr. Berendt. H. H. Baucroft, en su magro relato de este evento, erróneamente insiste en que tuvo lugar en 1660. History of Mexico, Vol. iii, p. 161.
    *** Ver Brassem de Bourbowg, Histoire des Nations Civilisees de la Mexique, Tom iv, 824.
    **** Cavo, Los Tres Siglos, etc., Tom. ii, p. 2: Sobre el uso y significado del piochtli, da cierta información Vetancurt, en Teatro Mezicano, Tom. ii, p. 464, y De la Serna,
    Manual de Ministros, pp. 166, 167. Era la insignia de ciera orden de sacerdotes nativos.

    En lo que respecta a la revuelta de los Tzentales de Chiapas en 1712, se llevó a cabo en forma clara y confesa bajo la dirección de los sacerdotes nagualistas, como describiré posteriormente.

    La historia de la raza nativa americana bajo el poderío español en Norte America no ha sido aún escrita ni con el menor asomo de minuciosidad. Aquel que califica adecuadamente para esa tarea llega a la conclusión expresada hace años por el eminente anticuario e historiador americano, E.G. Squier con estas palabras:

    “Entre las clases dirigente y sacerdotales de las naciones semi-civilizadas de America, siempre ha existido un misterioso lazo, una organización secreta, que todos los desastres a la que han estado sujetos no logró destruir.

    Es a su presencia actual que podemos atribuir los simultáneos movimientos de los aborígenes de Mexico y Centroamérica, que más de una vez han amenazado con la rebelión completa contra el poder español.” *

    Ese lazo misterioso, esa organización secreta, es el Nagualismo.

    20. Posición de la Mujer en el Nagualismo

    Una remarcable función en esta misteriosa sociedad era la exaltada posición asignada a las Mujeres. No sólo eran admitidas en los grados más esotéricos, sino que a menudo ocupaban los más altos puestos en la organización.

    De acuerdo a las tradiciones de los Tzentales y Pipiles de Chiapas, cuando Votan, su héroe nacional, construyó mediante un soplo de su boca el oscuro santuario de Tlazoaloyan, en Soconusco, depositó en él los libros y las reliquias sagradas y constituyó un colegio de venerables sabios que serían sus guardianes; no obstante, a todos los puso bajo la dirección de una alta sacerdotisa cuyos poderes eran absolutos.**

    Pascual de Andagoya declara haber conocido a algunas de esas adeptas que habían obtenido el raro y peculiar poder de estar en dos lugares a la vez, distantes legua y media uno de otro*** , y las repetidas referencias a ellas que existen en los escritos españoles de los siglos XVI y XVII confirman el terror que se les tenía y la gran influencia que poseían.

    * Aventuras en la Costa Mosquito, por S. A. Ward, seudónimo de Mr. Squier, p. 258
    (New York, 1855).
    ** Nuñez de la Vega, Constituciones Dioxesanas, p. 10, y comp. Brasseur de Bourbourg,
    Hist. des Nat. Ciu. de Mexique, Tom. i, p. 74.
    *** Hen-era, Hist. de Las Indias Occidentales, Dec. ii, Lib. iii, cap. 5.

    21. Sobreviviente de los Tiempos Antiguos

    En los sacramentos del Nagualismo, la Mujer era primada y hierofante. Esto es herencia lineal de los tiempos pre-colombinos.

    Existen muchas leyendas nativas americanas, y en otras del viejo mundo, en las que se recuerda a alguna poderosa hechicera como fundadora del Estado y Señora de hombres por virtud de sus poderes mágicos.

    Entre los aztecas estaba la Bruja que construyó la ciudad de Mallinalco, en el camino entre Mexico y Michoacan, famosa aún después de la conquista por la habilidad de sus magos, quien declaraban descender de ella.*

    En Honduras estaba Coamizagual, reina de Cerquin, versada en todas las ciencias ocultas, quien en vez de morir, al final de su breve carrera alcanzó el cielo en forma de un hermoso pájaro en medio del fragor de los truenos y los destellos de los relámpagos. **

    Según un autor intimamente familiarizado con los nagualistas mexicanos, el arte que decían poseer de transformarse en animales menores había sido enseñado a sus predecesores por una mujer, una Circe nativa, poderosa hechicera cuyo nombre usual era Quilaztli (se desconoce la etimología), pero que tenía aún otros cuatro nombres que representaban sus cuatro metamorfosis: Cohuacihuatl, la Mujer Serpiente; Quauhcihuatl, la Mujer Aguila; Yaocihuatl, la Mujer Guerrera; y Tzitzimecihuatl, la Mujer Espectro. ***

    Los poderes de estas Reinas de la magia se extendían ampliamente entre las de su mismo sexo. Leemos en las crónicas del Antiguo Mexico que cuando Nezahualpilli, el rey, oprimió a las tribus de la costa (la tierra caliente), ellos enviaron contra él no a sus guerreros sino a sus brujas. Ellas conjuraron contra el opresor sus fórmulas fatales, y cuando se avecinaba desde su palacio, la sangre manó de su boca y cayó muerto.****

    * Acosta, Hist. Nat y Moral de las Indias, Lib. vii, cap. 5.
    ** El relato lo da Herrera, Est. de Las Indias, Dec. iv, Lib. viii, cap. 4. El nombre Coamizagual es traducido en el relato como “Tigresa Voladora”. No logré asignarle este sentido en ningun dialecto.
    *** Jacinto de la Serna, Manual de Ministros, p. 138. Sahagun identifica a Quilaztli con
    Tonantzin, comúnmente la madre de la humanidad y diosa de los nacimientos (Hist. de Nueva España, Lib. i, cap. 6, Lib. vi, cap. 27). Otros detalles de ella son relatados por Torquemada, en su Monarquia Indiana, Lib. ii, cap. 2. Los tzitzime eran misteriosos poderes elementales que, segun creian los Nahuas, estaban destinados a destruir finalmente el mundo conocido. (Sahagun, 1. c., Lib. vi, cap. 8). La palabra significa “peludos que vuelan” (Serna).
    **** Torquemada, Monarquia Indiana, Lib. ii, cap. 62.

    En Guatemala, asi como en la antigua Delfos, se creía que los dioses hablaban por boca de las videntes, y en la celebración de sus victorias disfrutaban de un privilegio tan extraño y horrible que lo transcribo literalmente de un viejo manuscrito, por no aventurar una traducción:
    ” . . . . Despues de sacrificar los antiguos algun hombre, despedazandolo, si era de los que avian cogido en guerra, dicen que guardaban el miembro genital y los testiculos del tal sacrificado, y se los daban a una vieja que tenian por profeta, para que los comiese, y le pedian rogasse a su idolo les diesse mas captives.” *

    Cuando el Capitán Pedro de Alvarado, en 1524, marchaba sobre Quetzaltanango, en Guatemala, una espantosa y vieja bruja se paró en medio del paso con un familiar en forma de perro, y lo conminaron con “conjuros y encantamientos nagualísticos” a evitar su acercamiento.**

    Como en los primeros relatos, así en los últimos. La ültima revuelta de los Indios de Chiapas ocurrió entre los Tzotziles en 1869. La causa fue la captura y aprisionamiento por parte de los españoles de una mujer mística, conocida por los blancos como “Santa Rosa”, quien, junto con uno de sus ahaus o caciques, era sospechosa de fomentar sedición. Los nativos marcharon de a miles contra la ciudad de San Cristobal, donde estaban los prisioneros, y los liberaron, pero su lider, Ignacio Galindo, fue atrapado y baleado por los espaniardos, y el motín fue rápidamente apagado. ***

    * Fr. Tomas Coto, Diccionario de la Lengua Cakchiquel; MS., s. v. Sacrificar, en la Biblioteca de la Sociedad Filosofica Americana de Filadelfia.
    ** “Trataron de valerse del arte de los encantos y naguales ” palabras del autor Fuentes y Gusman, en su Recordación Florida, Tom. i, p. 50. En el relato de Bernal Díaz, dice que la bruja y su perro fueron sacrificados, pero Puentes es claro en su declaración, y tenía otros documentos a su alcance.
    *** Teobert Maler, “Memoire sur L’Etat de Chiapas, ” en el Revue d’ Ethnographie, Tom. iii, pp. 309-311. Este escritor tambien proporciona valuosa información sobre la insurrección indígena en la Sierra de Alicia.

    22. La “Juana de Arco” nativa

    Tal vez la circunstancia más llamativa es la registrada en la historia de la insurrección de los Tzentales de Chiapas, en 1713.

    Los dirigía una muchacha indígena, una Juana de Arco nativa, inflamada por el entusiasmo de liberar a sus dirigidos de los odiados opresores extranjeros, y de destruir todo vestigio de su presencia.

    Tenía escasos veinte años y los espaniardos la conocian como “Maria Candelaria”. Era la líder de lo que la mayoria de los historiadores llaman una secta religiosa, pero que Ordoñez y Aguilar, él mismo nativo de Chiapas, reconoce como la poderosa asociación secreta del Nagualismo, determinada a extirpar la raza blanca. El estima que sólo en Chiapas tenía setenta mil nativos bajo sus órdenes -indudablemente una exageración- y afirma que la conspiración se extendía lejos por entre las tribus vecinas, a quienes se les había ordenado esperar el resultado del esfuerzo de Chiapas.

    Su autoridad era absoluta, y ella no tenía compasión al requerir obediencia. Los desobedientes eran desollados vivos o quemados a fuego lento. Ella y todos sus seguidores obtenían particular placer en manifestar su odio y desprecio por la religión de sus opresores. Desfilaban por las naves de las iglesias imitando con bufonería las ceremonias de la misa, que ella misma dirigía, y apedreaban hasta la muerte a los curas que capturaban.

    Por supuesto, su intento en contra del poder de España no tenía esperanzas.
    Falló luego de una amarga y prolongada conquista, caracterizada por la mayor inhumanidad por ambas partes. Pero cuando sus seguidores fueron dispersados y asesinados, cuando los blancos victoriosos tenian nuevamente en sus manos todo el poder y los recursos del pais, ni la búsqueda más exhaustiva, ni la tentación de ninguna recompensa les permitió capturar a Maria Candelaria, la heroina del sangriento drama. Con unos pocos fieles seguidores, se escapó a la selva y nunca más volvió a oirse sobre ella. *

    Más desafortunados fueron sus amigas y tenientes, las sacerdotisas de Guistiupan y Yajalon, quienes valientemente secundaron a Maria en su patriótica gesta. Capturadas por los espaniardos, encontraron el destino que fácilmente podemos imaginar, aunque el historiador piadosamente cubrió con un velo sus detalles.**

    * El largo relato de H.H. Bancroft acerca de esta innsurrección es una parodia de la situación descripta por las amargamente perjudicadas fuentes españolas y, por supuesto, sin ninguna simpatía por los motivos que movieron a los actores nativos. Ver su Historia de los Estados del Pacífico Vol. ii, p. 696, sqq. Ordonez y Aguilar, quien vivió en el lugar para la época de estos hechos, reconoce en Maria Candelaria (cuyo nombre real Bancroft no nos da) la auténtica cabeza de la rebellión, “quien ordenabalos ardides del motin, … de lo que principalmente trataban las leyes fundamentales de su secta, era de que no quedase rastro alguno de que los Europeos habian pisado este suelo”. Su relato es un trabajo no publicado, Historia del CIelo y de la Tierra, escrito en Guatemala alrededor del 1780. Juarros, hablando de sus ritos, dice “Apostando de la fe, profanando los vasos sagrados, y ofreciendo sacrilegos cultos a una indizuela.” Historia de la Ciudad de Guatemala, Tom. i, p. 17.
    ** Bancroft, ubi supra, p. 705, note. Una fue colgada, a la que Garcia Pelaes llama “una india bruja” Memorias para la Historia de Guatemala, Tom. ii, p. 153.

    23. Modernas Reinas del Nagualismo

    De una joven profetisa de similares características supo E.G.Squier durante sus viajes por Centroamérica, una “mujer sukia”, como le decian los indios de la costa a cierta mujer que vivía sola en medio de las ruinas de un viejo templo maya, una bruja de veinte años, amada y temida, con la muerte y la vida en sus manos. *

    * Squier, ubi sup& passim.

    Tal vez su relato resulta un tanto fantástico; y lo es, por cierto, pero está basado en las inconmovibles creencias y antiguas tradiciones de los nativos de estos climas, y sobre costumbres bien conocidas a quienes allí residen.

    El distinguido americanista, el Abate Brasseur de Bourbourg, durante sus largos viajes por Mexico y Centroamérica, tuvo ocasión más de una vez de entrar en contacto con las características de la antigua fe de los Nagualistas, aún viva en sus descendientes.

    Entre los Zapotecas del Istmo de Tehuantepec él vio a una de las reinas de esta fraternidad mística, y la describe con una calidez que prueba que no había perdido su ojo para la belleza.

    “Vestía una pieza de tela color verde claro enrollada alrededor de las caderas que caía hasta encima del tobillo. Una chaqueta de mangas cortas de gasa de seda roja bordada con oro cubría la parte superior de su cuerpo velando su pecho, sobre el cual lucía una cadena de pesadas piezas de oro, engarzadas a un cordel. Su rica cabellera negra se dividía en la frente cayendo en dos espléndidas trenzas sujetas con cintas azules, y llevaba un pañuelo de muselina blanco alrededor de su cabeza, a la manera de las calantica del Antiguo Egipto. Nunca en mi vida habia visto yo una figura más atractiva de una Isis o una Cleopatra.”

    “Habia algo extraño en su expresión. Sus ojos eran los más negros y brillantes del mundo, pero había momentos en que repentinamente vacilaba, se apoyaba contra la pared y sus ojos quedaban fijos y muertos como los de un cadáver. Luego una fiera mirada disparaba de bajo sus oscuras pestañas, helando el corazón de aquel al que la dirigía. ¿Era locura, o era, como creían los que la rodeaban, una momentánea ausencia del alma, una absorción de su espíritu dentro de su nagual, una transportación a un mundo desconocido? Quien podría decidirlo?” *

    * Voyage del ’lsthmus de Tehuantepec, p, 161. Agrega una serie de detalles sobre el poder que supuestamente ejercía ella.

    24. Los templos-caverna y los dioses de las cavernas: Oztoteotl, Tepeyollotl, Votan, etc

    Sería un error suponer que el Nagualismo era un popurrí incoherente de supersticiones, una mescolanza de fragmentos derivados del antiguo paganismo.

    Mi estudio del mismo me ha llevado una concluión netamente diferente. Era una perpetuación de una bien definida porción del culto nativo, cuyas fuentes podemos rastrear mucho antes del periodo de la conquista, y que no tiene ninguna conexión con el elaborado y sangriento ritual de los Aztecas. La evidencia a este efecto es rotunda.

    Donde sea que, en tiempos posteriores, los Sacerdotes Católicos averiguaron los lugares y objetos sagrados de los nagualistas, estaban en cavernas o en profundos recovecos en la roca, no en estructuras artificiales. Los mitos que cosechaban, y los nombres de los dioses que escuchaban, también apuntan a ello con notoria peculiaridad.

    El siguiente es un hecho registrado tempranamente entre los Nahuas de Mexico:

    En 1537 el Padre Perea descubrió una caverna en un profundo barranco en Chalma, cerca de Mallinalco (pueblo famoso por sus magos), que era el santuario de la deidad llamada Oztoteotl, el Dios Caverna (oztotl, caverna; teotl, dios), “venerado en todo el imperio de Montezuma”*. Destruyó la imagen del dios y convirtió la caverna en una capilla.

    No creemos errar al considerar a Oztoteotl meramente como otro nombre de la divinidad nahuatl Tepeyollotl, el Corazón (o Interior) de la Montaña, al cual tanto en el Códice Borgia como en el Códice Vaticano se lo representa sentado sobre o dentro de una caverna. Su nombre también puede ser traducido como “El Corazón del Lugar”, o “del Pueblo”.

    El Dr Eduard Seler ha demostrado más allá de toda duda razonable que esta divinidad no pertenecía originalmente al panteón azteca, sino que fue introducida desde el Sur, ya sea por los zapotecas, los Mixtecas, o las otras tribus mayas más allá de estas**. El Dios Caverna de los Aztecas es idéntico al Votan de los Tzentales de Chiapas, y al U-q’ux Uleuh de los Quiches de Guatemala, y probablemente al Cozaana de los Zapotecas.

    * “Que era venerado en todo el imperio de Montezuma”. Ver Diccionario Universal, Apendice, s. v. (Mexico, 1866).
    ** “Dass der Gott Tepeyollotl im Zapotekenlande und weiter südwärts seine Wurzelnhat, und dem eigentlichen Aztekischen Olymp fremd ist, darüber kann kein Zweifel mehr obwalten.” Ver la discusión del Dr. Seler sobre el tema en Compte-Rendu del Decimoséptimo Congreso Internacional de Americanistas, p. 558, seq. La adopción de templos subterráneos era particularmente una característica zapoteca. “NOtándose principalemente en muchos adoratorios de los Zapotecos, estan los mas de ellos cubiertos, o en subterraneos espaciosos y lóbregos.” Carriedo, Estudios Históricos; Tom. i, p. 26.

    Los ritos de todos ellos eran llevados a cabo en cavernas, y se han preservado varias interesantes descripciones del contenido de estos lugares sagrados. El obispo de Chiapas nos da las relativas a la “casa oscura de Votan”:

    “Votan es el tercer héroe que nombra el calendario, y algunos de sus descendientes residen aún en el pueblo de Teopisca, donde se los conoce como Los Votan.
    A menudo se lo llama El Señor del Tambor Sagrado, y se dice de él que ha visto la gran pared (lo cual debe haber sido la Torre de Babel), y dividió esta tierra entre los indios, dándole a cada tribu su lenguaje.

    “Dicen además que cierta vez habitó en Huehuetan, un pueblo de la provincia de Soconusco. Allí cerca, en el lugar llamado Tlazonloyan, construyó con soplidos una casa oscura, y puso tapires en el río y un gran tesoro en la casa, y dejó todo a cargo de una noble dama, quien lo preservaba asistida por guardianes (tlapiane). Este tesoro consistía en vasijas de cerámicas con tapas del mismo material; una piedra sobre la cual se inscribían las figuras de los antiguos héroes nativos como las que se encuentran en el calendario, chalchiuites, que son piedras verdes, y otros objetos supersticiosos.”

    “Todos estos objetos fueron retirados de la caverna y quemados públicamente en la plaza de Huehuetan en ocasión de nuestra primer visita diocesana en 1691, habiendo sido entregado a nosotros por la dama a cargo y los guardianes.”

    “Todos los indios tienen gran respeto por este Votan, y en algunos lugares lo llaman El Corazon de los Pueblos*. ”

    El Sacerdote inglés Thomas Gage, cura párroco entre los Pokonchi de Guatemala aproximadamente en el 1630, relata su descubrimiento de una caverna en la que se preservaba el ídolo, relatándolo como sigue:
    “Encontramos el Idolo parado sobre una banqueta baja cubierta con un trozo de lino. Estaba hecho de madera y tenía un color negro brillante como el azabache, como si estuviera pintado o ahumado; su forma era la de una cabeza humana sin bigote ni barba encastrada en los hombros; tenía aspecto severo, la frente arrugada y grandes ojos de mirada fija.”
    “Se jactaban de que este dios les habia dicho que no debian creer en nada de lo que yo predicara sobre Cristo, sino que debían seguir las viejas tradiciones de sus ancestros” **

    El color negro que aqui se menciona era una reliquia del antiguo simbolismo, que refería a la noche, a la oscuridad, y a a oscuridad de la caverna sagrada.

    Vetancurt nos informa que los sacerdotes del an

  • Crow

    25. Los números sagrados: 3 y 7.

    La identidad del Tepeyollotl de los Nahuas y el Votan de los Tzentals se muestra no sólo en la unidad de sus nombres, sino en el hecho de que ámbos representan el tercer día en el calendario ritual. Por esta razón entiendo yo que encontramos el número 3 tan generalmente considerado un número sagrado en el simbolismo de los nagualistas.

    Ya sabemos por el extracto de Nuñez de la Vega que los neófitos eran instruidos en grupos de a tres. Hasta la fecha en Soteapan las celebraciones y festivales dirigidas por los ministros nativos duran tres días* Los habitantes semi-cristianizados de la Sierra de Nayerit, los Chotas de habla nahuatl, siguieron venerando durante el último siglo a tres divinidades: El Amanecer, la Piedra y la Serpiente**, análogo a la similar “trinidad” notada por el Padre Duran entre los antiguos aztecas. ***

    El número 9, es decir, 3 x 3, recurre tan frecuentemente en los conjuros de los brujos mexicanos que De la Serna exclama: “El mismo Diablo fue quien les inculcó la superstición acerca del número 9”.****

    * Diccionario Universal, Apendice, s. v.
    ** Sus nombres eran: Ta Yoapa, Padre Amanecer; Ta Te, Padre Piedra; Coanamoa, La Serpiente que Captura. Dicc. Univ., App., Tom. iii, p. 11.
    *** Duran, Historia de Los Indios, Tom. ii, p, 140. Eran: Tota, Nuestro Padre; Yollometli,
    el COrazon del Magüey (probablemente pulque) ; y Topiltzin, Nuestro Noble Uno (probablemente Quetzalcoatl, a quien a menudo le aplicaban este epíteto).
    **** “Fue el Demonio que les dio la superstición del numero nueve.” Manual de Ministros, p. 191.

    El otro número sacro para los nagualistas era el 7. He dado, en un ensayo anterior, varias razones para creer que esto no deriva de los siete días de la semana cristiana, sino directamente del calendario nativo*. Nuñez de la Vega nos cuenta que el patrono del septimo día era Cuculcan, “La Serpiente Emplumada”, y que muchos nagualistas lo elegían como su especial protector. Como ya se ha visto, en Guatemala los niños finalmente asumían a su nagual a los siete años de edad, y entre algunas de las tribus nahuatl de Mexico el tonal y el nombre del calendario eran formalmente asignado al séptimo día luego del nacimiento**. S

    Similares impresiones proceden de los Cakchiqueles de Guatemala, quienes mantenían que cuando el relámpago ilumina la tierra, la “piedra de trueno” se sumerge en el suelo, pero sale a la superficie recién siete años más tarde.***

    El 3 y el 7 eran los números que regían el árbol genealógico de los Pipiles de San Salvador. El “árbol” estaba pintado con siete ramas representando grados de relación entre los que el matrimonio quedaba prohibido a menos que un hombre hubiera llevado a cabo alguna proeza distinguida en la guerra, en cuyo caso podía casarse más allá de los tres grados más cercanos de relación.****

    Otra combinación de 3 y 7, por multiplicación, explica las costumbres entre los Mixes de abandonar por 21 días una casa donde hubiera ocurrido una muerte.*****

    * The Native Calendar of Central America and Mexico, p. 12.
    ** Motolinia, Ritos Antiguos, Sacrificios e Idolatria de los Indios de la Nueva España, p.
    340 (in Colección de Documentos ineditos para la Historia de España).
    *** Thomas Coto, Vocabulario de la lengua Cakchiquel, MS., sub voce, Rayo.
    **** Herrera, Historia de Las Indias, Dec. iv, Lib. viii, cap. 10.
    ***** Diccionario Universal, Apendice, ubi supra

    Hay signos de que los nagualistas derivaban estos números de los tercer y séptimo días del calendario “mensual” de veinte días.

    Tepeololtec, el Dios Caverna, era el patrono del tercer día y también Señor de Animales, siendo “la transformación en estos la prueba del poder nagualístico” *.

    Tlaloc, dios de las montañas y las lluvias, a quien se dedicaba el séptimo día, era representado por una serpiente enroscada sobre sí misma, y generalmente se la retrataba en conexión con la “Serpiente Emplumada” (Quetzalcoatl, Cuculchan, Gukumatz, todos nombres que significan lo mismo), llevando un xiquipilli (morral con las medicinas) , y un incensario, el aparato de los iluminados nativos, y su vestidura estaba marcada con una cruz para mostrar que era Señor de los Cuatro Vientos y de la Vida”.**

    * “Señor de los Animales.” Códice Telleriano-Remensis, Parte ii, Lam. iv.
    ** Ver la minuta descriptiva del Dr Seler en el Compte Rendu de la Octava Sesión del Congreso Internacional de Americanistas, pp. 588, 559. En uno de los conjuros relatados por De la Serna (Manual de Ministros, p. 212) el sacerdote dice : “Yo soy el sacerdote, el dios Quetzalcoatl, que se bajara al infierno, y subire a lo superior, y hasta los nueve infiernos.” Este escritor, muy competente en la lengua Nahuatl, traduce el nombre Quetzalcoatl como “culebra con cresta” (id., p. 171), una inusual pero tal vez correcta traducción.

    26. Adoración del Fuego por los Nagualistas.

    Los ritos nagualisticos eran altamente simbólicos, y los símbolos utilizados tenían significados claramente definidos, lo que nos permite analizar las ideas religiosas que sustentaban este misterioso culto.

    El símbolo más importante era el Fuego. Se lo consideraba un elemento primal y fuente inmediata de vida. El Padre Nicolas de Leon tiene un párrafo sugestivo en conexión con ello:

    “Si alguna de estas viejas supersticiones ha prevalecido más que las otras, profundamente enraizada en los corazones de estos indios, tanto hombres como mujeres, esa es la del Fuego y su adoración, y la manera de hacer nuevos fuegos y preservarlos durante años en lugares secretos.”

    “Debemos vigilar esto, y cuando en sus confesiones hablan de lo que dijo el Fuego o cómo el Fuego se derramó, expresiones que posiblemente pasemos por alto por ininteligibles, debemos levantar nuestra mano en señal de reprensión. También debemos prestar atención a su Bautismo por el Fuego, ceremonia llamada “yiahuiltoca”* que se lleva a cabo después del nacimiento cuando le otorgan sus apellidos, ni tampoco hay que permitirles a las parturientas ni a sus asistentes hablar del Fuego como Padre y Madre de todas las cosas o Autor de la naturaleza; ya que es comun entre ellos decir que el Fuego está presente en el nacimiento y la muerte de todas las criaturas.”

    Esta curiosa ceremonia deriva su nombre de yiahuitli, una planta similar al ajenjo cuyas hojas reducidas a polvo, según el padre Sahagun, acostumbraban arrojar los nativos a las llamas como ofrenda al fuego.**

    Largo tiempo luego de la Conquista, y probablemente hasta la fecha, la misma costumbre prevaleció en Mexico, considerándose muy saludables y purificadores del aire viciado los vapores y aromas de las hojas quemándose.***

    * Sus palabras aqui son algo oscuras: “El baptismo de fuego, en donde les ponen los sobrenombres que llaman yahuiltoca, quando nacen.” La oscuridad está en el nahuatl, ya que la palabra toca puede ser el plural de tocaitl (nombre), como también el verbo toca, que significa arrojar. El párrafo está en Camino del Cielo, fol. 100, rerso.
    ** Sahagun, Historia de la Nueva España, Lib. iv, cap. 25.
    *** Es mencionada como útil para este propósito por el antiguo médico Francisco Ximenes, Cuatro Libros de la Naturaleza, p. 144 ; Hernandez, Hist. Plant. Nova Hispania, Tom.

    ii, p. 200. El Capitán Bourke, en su reciente artículo sobre “Los hombres-medicina de los Apaches” The Medicine Men of the Apaches ” (en Ninth Annual Report of the Bureau of Ethnology, p. 531), sugiere que el yiahuitli de los Aztecas es lo mismo que el “hoddentin”, el polen de una variedad de la ortiga “cola de gato” que los Apaches, de manera similar, arrojan al fuego como ofrenda. Hernandez, sin embargo, describe al yiahuitli como una planta de flores rojas, que crece en las montañas o en las laderas de las sierras, y que no es ninguna clase de ortiga. De la Serna dice que es la planta de anis, y y que con ella llevan a cabo los nativos el conjuro del espíritu amarillo (conjure de amarillo espiritado), es decir, del Fuego (Manual de Ministros, página 191)

    La palabra yiahuiltoca significa “arrojar el yiahuitli” (de toca, arrojar con las manos). Otro nombre para esta ceremonia, de acuerdo al Padre Vetancurt, quien escribió un siglo antes que Leon, era apehualco, que sustancialmente tiene el mismo significado.*

    Agrega el interesante detalle de que era celebrado en el 4to día luego del nacimiento del niño, tiempo durante el cual era esencial mantener el fuego ardiendo en la casa, y no permitir que nadie retirara ni una parte de él, o traería mala suerte al niño.

    Jacinto de la Serna también describe esta ceremonia, a la cual da el nombre de tlecuixtliliztil, que significa “que pasan al infante sobre el fuego”, y luego agrega: “La adoración del fuego es el más grande obstáculo para estos desdichados idólatras” **

    * Del verbo apeua: Descripción de Vetancurt en su Teatro Mexicano, Tom. I, pp. 462, 463 (Ed. Mexico, 1870)
    ** Asi lo demuestran sus frecuentes referencias a este tema. Ver Manual de Ministros, pp. 16, 20, 22. 24, 36, 40, 66, 174, 217, etc. La palabra tlecuixtliliztli está compuesta por “tlecuilli”, Corazón de la Hoguera e “iztliluia”, oscurecer con humo.

    27. Derechos del Fuego en conexión con el Pulque.

    27. Otras ceremonias conectadas con la adoración del fuego tenían lugar en conexión con la manufactura del pulque u octli, el licor fermentado que se obtenía del tallo del magüey. El citado escritor, Vetancurt, declara que los nativos en su día, cuando el pulque nuevo ya habia sido preparado y estaba listo para ser bebido, primero hacian un fuego, caminaban en procesión alrededor de él y arrojaban algo del licor nuevo a las llamas, mientras cantaban invocando al Dios de la Ebriedad, Tezcatzoncatl, que descendiera y estuviera presente entre ellos.

    Claramente esto era una supervivencia de la antigua doctrina que conectaba al Dios del Fuego con los Dioses de la Ebriedad, como podemos deducir del siguiente párrafo extraído de la historia compuesta por el Padre Diego Duran:

    “El octli era la ofrenda favorita a los dioses, especialmente al Dios del Fuego. A veces la colocaban en vasos ante el fuego, a veces era desparramado sobre las llamas con un cepillo, y otras veces era vertido alrededor de la hoguera.*

    * Duran, Historia de Los Indios de la Nueva España, Tom. ii, p. 240. Sahagun agrega que el octli era vertido en el centro de la hoguera entre cuatro puntos separados que sin duda señalaban los puntos cardinales Historia de Nueva España, Lib. i, cap. 13. De la Serna describe la misma ceremonia, corriente en sus dias, en el Manual de Ministros, p.35. La invocación era así: “Rosa Brillante, Rosa Dadora de Vida, recibe y regocija mi corazón ante el Dios”

    28. Ceremonias del Fuego entre los Modernos Mayas

    La gran importancia de las ceremonias del fuego en los rituales secretos de los modernos mayas queda clara en sus Calendarios, aunque su significado ha eludido las investigaciones de los estudiosos, aún la del laborioso Pio Perez, quien tan intimamente se familiarizó con sus lenguajes y costumbres.

    En estos Calendarios se hace constante referencia al sacerdote del fuego como ah-tot, literalmente “Maestro del Fuego”. Los ritos que él celebra ocurren a intervalos regulares de veinte días (la duración de un mes nativo). Son cuatro en número. En el primero toma el fuego; en el segundo lo enciende; en el tercero lo deja crepitar libremente, y en el cuarto lo extingue. Luego se deja transcurrir un periodo de cinco días, y se recomienzan las ceremonias en el mismo orden. Cualquiera sea su significado, estos hitos son tan importantes que en el Buk Xoc (Cómputo General del Calendario) preservado en los místicos libros del “Chilan Balam”, hay directivas especiales para que estos Maestros del Fuego reconozcan los periodos adecuados para el ejercicio de sus extrañas funciones.*

    * Tengo en mi poder una copia de estos extraños “Libros del Chilan Balam”. Los he descripto en mi “Ensayos de un Americanista” (Philadelphia, 1890).

    29. Significado secreto de la Adoración del Fuego

    Ahora bien, ¿cuál es la idea sobre la que se cimentaba esta adoración al Fuego?

    Creo que los hechos aquí citados, y especialmente las palabras del Padre De León, no dejan duda acerca de ello. El fuego era adorado como el dador de vida, el generador activo de toda existencia animada. Esta idea no es para nada peculiar: aparece repetidamente en las mitologías sánscrita, griega y teutónica, como bien ha sido expresado por el Dr Hermann Cohen*. El dios del fuego Agni (Ignis) es, en los Vedas de la India, el Hacedor de Hombres; en el mito griego Prometeo roba el fuego del cielo con el que animará las formas humanas moldeadas en barro; y hasta la conexion del pulque con el fuego tiene un paralelo con el mito griego en el que Dionisios es llamado l´yrigenes, el “nacido del fuego”.

    Entre los antiguos aztecas el Dios del Fuego era llamado El más viejo de los dioses, Huehueteotl, y también Tota, “Nuestro Padre” , debido a que se creía que de él habían derivado todas las cosas.**

    Tanto entre aztecas como entre Maya, como he señalado en un trabajo anterior, este dios era considerado como el que gobernaba las proclividades generativas y las relaciones sexuales.***

    Otro de sus nombres era Xiuhtecutli, que puede traducirse como “Dios de la Hoja Verde”, es decir, de la fecundidad y productividad vegetal.****

    Transformarse en una bola de fuego era, según hemos visto, un poder que declaraban poseer los nagualistas expertos, y una de sus más comunes exhibiciones era manejarlo con impunidad o soplarlo de su boca. Nada probaba más su superioridad que la habilidad de manejar este potente elemento.

    * Ver sus comentarios sobre “Apperception der Meuschenzeugug als Feuerbereitung”, en el Zeitschrift für Völkerpsychologie, Bd. vi, s. 113, seq.
    ** Sahagun, Historia de Nueva España, Lib. i, cap. 13. EL texto nahuatl es más definido que la traducción española
    *** Ver mis “Mitos del Nuevo Mundo”, p. 154, sq.
    **** En lengua nahuatl, la palabra xihuitl (xiuitl) tiene cuatro significados: una planta, una turquesa, un año y un cometa.

    30. Los Chalchihuitas, o Piedras Verdes Sagradas

    El nombre antes mencionado como el “Corazón del Poblado”, o “de las Sierras” era el que, en fecha comparativamente tardía, se aplicaba a un idolo de piedra verde preservado con religioso cuidado en una caverna en el Cerro de Monopostiac, no lejos de San Francisco del Mar. Aún hoy el lugar es considerado por los nativos como tierra encantada y protegida por poderes sobrehumanos.*

    Estas piedras verdes llamadas chalchiuitl eran de jade, nefrite, cuarzo verde o similar; tenían especial significado religioso en toda la zona del sur de Mexico, y probablemente hasta nuestros días son preservadas por la población indígena como amuletos y talismanes. A menudo eran talladas como imágenes, fuera en forma humana o representando un sapo, aparentemente el símbolo de las aguas y de la fertilidad. Bartolomé de Alva se refiere a ellas en un pasaje de su Confesionario. El cura pregunta al penitente:

    “¿Posees en este momento algún idolillo de piedra verde, o un sapo hecho de ese material?” (in chalchiuh coconeme, chalchiuh tamazoltin?) ¿Lo pones a calentar al sol? ¿Lo mantienes envuelto en paños de algodón con respeto y veneración? ¿Crees y tienes por verdad que estas piedras verdes te proporcionan alimento y bebida, como creían tus ancestros, quienes murieron en su idolatría? ¿Crees que te darán éxito y prosperidad y cosas buenas, y todo lo que tienes o deseas? Porque sabemos muy bien que muchos de ustedes lo creen.” **

    Hasta hace bastante poco, y tal vez aún en nuestros días, estas piedras verdes eran empleadas en ciertas ceremonias en boga entre los Indios de Oaxaca a fin de asegurar una cosecha abundante de maiz.

    Se elige la mazorca más grande del campo y se la envuelve en un paño junto con algunas chalchiuitas. En la siguiente plantación, se la lleva al campo y se la quema en el suelo. Esta es una ceremonia del culto a Quiegolani, la antigua divinidad zapoteca que presidía los campos cultivados.***

    Todavía son usadas por los nativos como piedras de la suerte o amuletos. En la insurrección Tzotzil de 1869 a la que ya nos hemos referido, se encontró una de estas piedras suspendida del cuello de uno de los indios rebeldes. Llegó a manos de M. Maler****, quien la describió y dibujó. Representa una cabeza humana de curiosa expresión y con un singular tocado.

    Por amuletos de esta clase conservados en museos podemos ver que se elegía cualquier clase de piedra verdosa, preferiblemente aquellas que tuvieran una pátina brillante y vidriosa, como jadeíta, turquesa esmeralda, clormelanita y serpentina preciosa.
    Era el color lo que le daba el caracter sagrado, lo cual me hace suponer que denotaba su significado como simbólico del agua y sus efectos, el verde de las plantas en crecimiento y la posibilidad de fertilidad, abundancia y prosperidad.

    * J.B.Camedo, Estudios Históricos del Estado Oaxaqueño, Tom. i, p. 82, etc.
    ** Alva, Confessionario en Lengua Mexicana, fol. 9.
    *** Carriedo, Estudios Historicos, pp. 6, 7.
    **** En Revue d’ Ethnographie, Tom. iii, p. 313. Algunos objetos muy finos de esta clase son descriptos por E. G. Squier, en su “Observaciones acerca del Chalchihuitl,” en los Anales del Liceo de Historia Natural, Vol. I (New York, 1869).

    31. El Arbol sagrado y el Arbol de la Vida

    Hay otro símbolo del Nagualismo aún venerado en la población indígena actual; se trata de otro sobreviviente del antiguo culto: el Arbol.

    Las especies principalmente consideradas como tal eran el ceibo, el árbol de algodón, el ytzamatl de los Nahuas (arbol del papel, de hojas con forma de cuchillo) y el yax che (Arbol Verde o Primer Arbol) de los Mayas, que se corresponde con el ceibo Bombax de los botánicos. Se trata de un árbol de gran tamaño y rápido crecimiento; en el Sur de Mexico y en America Central siempre se verá uno cerca de los pueblos nativos, considerado de alguna manera como el protector del poblado.

    Los árboles sagrados eran familiares al viejo culto mexicano, y, curiosamente, se les aplicaba el mismo nombre que al fuego: Tota, Nuestro Padre. De ellos se decía que representaban a los dioses de los bosques y las aguas*. En la mitología antigua a menudo se habla del “arbol de la vida”, representándoselo con cuatro ramas sagradas, cada una dedicada a uno de los puntos cardinales y a las divinidades asociadas.

    La forma convencional de este arbol en las pinturas figurativas mexicanas tiene una gran semejanza con una cruz. Los ejemplos de ellos son numerosos e indudables, como por ejemplo, el árbol cruciforme de la vida emergiendo de una cabeza con una lengua protuberante, en el Códice Vienna.**

    * Dingo Duran, Historia de Los Indios de Nueva España, Tom. ii, p. 140.
    ** En Kingsborough, Antiquities of Mexico, Vol. ii, PI. 180. Para referencias sobre la cruz con forma derivada de un árbol, ver las observaciones de W. H. Holmes, en el Second Annual Report of the Bureau of Ethnology, pp.270, 271.

    32. La Cruz y su Significado Simbólico

    Así, el signo de la cruz, sea la de brazos iguales (forma conocida como Cruz de San Andrés, que es la más forma cristiana más vieja), o la Cruz Latina con los brazos de largo desigual, vino a ser el ideograma de “vida” en la hierografía mexicana, y, con algunas variantes, fue empleada para significar el tonalli o tonal, el signo de la natividad, el dia natal, el espíritu personal.*

    El antiguo documento llamado Mappe Quinatzin ofrece ejemplos de ello, cuyo significado ha sido explicado por varios escritores.

    El caracter peculiar del calendario ritual mexicano, por el cual se calculaban las natividades, alentaba una manera de representarlos en forma de cruz, como vemos en el singular Códice Cruciformis de la colección Boturini-Gonpil.

    * “Au Mexique, le cadre croisé, la Croix en sautoir. comme celle de St. Andre. avec
    qualques variants, representait le signe de nativité, tonalli, la fête, le jour natal”’ M. Aubin, en Boban, Catalogue Raisoneé de la Collection Goupil, Tom. i, p. 221. También pueden ser citados a este efecto Gomata y Herrera.

    33. Los ritos lascivos de los Nagualistas

    Las doctrinas del Nagualismo tenían una fase que resultaba a los ojos de los misioneros aún más detestable que cualquiera de estas otras; una fase esotérica que relacionaban con los libidinosos cultos de Babilonia y las orgias de las brujas, los sabbaths de la Edad Oscura.

    Obviamente, prácticamente carecemos de descripciones detalladas de estas prácticas ocultas, pero hay ciertas pistas y atisbos que no dejan lugar a duda.

    Cuando estaba a punto de producirse la misteriosa metamorfosis del individuo en su nagual, la persona debía desnudarse completamente*, y la furia lasciva de bandas de nagualistas desnudos, encontrándose en remotos claros a la luz de las estrellas o en las oscuros huecos de las cavernas, danzando ante las estatuas de los antiguos dioses, eran escenas que exacerbaban el fanatismo de los misioneros españoles llevándolo a grados extremos. El obispo Landa nos informa que la danza conocida en Yucatan como la naual era “una en que tomaban parte hombres y mujeres, y que no era muy decente”. Posteriormente, esta danza fue prohibida por los curas.

    Excelentes autores afirman que tales ritos salvajes continuaron hasta bien entrado el presente siglo, cerca de las principales ciudades del Estado**, y es altamente probable que no sean desconocidas hoy en día.

    * Hay una curiosa historia proveniente de fuente nativa en mi “Essays of an Americanist”, pp. 111, 112. Allí agrego que este cambio era prevenido echando sal sobre la persona.
    ** Benito Maria de Moxo, Cartas Mejicanas, p. 257 ; Landa, Cosas de Yuratan, p. 193.

    34. Su relación con los Mitos de la Serpiente y el Falo.

    Es sabido que entre los Nagualistas, uno de sus símbolos más reverenciados era la Serpiente; en Chiapas, una de las más altas órdenes de los iniciados era la de los chanes o serpientes.

    No sólo es en el simbolismo cristiano la forma y signo del Principe del Mal y enemigo de Dios, sino que los misioneros sabían que entre los símbolos astrológicos del antiguo Mexico la serpiente representaba al falo, y que era considerado “el más potente de todos los signos”*; la investigación moderna ha demostrado, contrariamente a una opinión largamente sostenida, que entre estas naciones existía una extraordinaria y extensa adoración de los principios recíprocos de la naturaleza, asociada a numerosos emblemas fálicos.**

    Han sido descubiertos enormes falos de piedra, uno de ellos, por ejemplo, en el Cerro de las Navajas, no lejos de ciudad de Mexico, y otro en el Estado de Hidalgo.*** Probablemente eran utilizados en ceremonias como las que Oviedo describe de los nahuas de Nicaragua, donde el mismo símbolo era representado por túmulos cónicos de tierra, alrededor del cual en ciertas estaciones las mujeres danzaban con actitudes libidonsas. Aunque por regla general la cerámica del antiguo Mexico evita la obscenidad, Brasseur declara que ha visto muchos especímenes del ejemplo contrario en ciertas regiones****, y el Dr Berendt ha copiado algunos llamativos ejemplos, mostrando curiosos simbolos del yoni, ahora en mi posesión.

    Podemos explicar esto como conectado de alguna manera con la adoración a Pantecatl, la divinidad masculina que regía el amor libertino, y a Tlazolteotl, la Venus Impudica del panteón azteca; y no es casual que la caverna-templo de VOtan, cuyo contenido fue destruido por el Obispo de Chiapas en 1691 (ver arriba), estuviera ubicada en Tlazoaloyan, ambos nombres derivados de una raiz que significa “acto sexual”.*****

    El otro nombre de la divinidad llamada “El corazón de las Sierras”; era en Quiché Alom, “aquel que engendra”; y el zapoteca Cozaana, otro análogo de la imsma deidad, es traducido por Seler como “El engendrador”.

    Tales hechos indican cuán intimamente se relacionaban las doctrinas esotéricas del Nagualismo con la adoración a los poderes reproductivos de la Naturaleza.

    * Pedro de Los Rios, en sus notas al Codice Vaticano, publicado en Kingsborough’s.
    Gran trabajo; asigna el signo, cohuatl, la serpiente, a“il membro virile, il maggio augurio
    di tutti gli altre.” Así lo muestra claramente el plato 75 del Codice. De la Serna
    declara que en sus tiempos algunos de los brujos mexicanos usaban una vara alrededor de la cual se enroscaba una serpiente viva. Manual de Ministros, p. 37.
    ** Hay abundante evidencia de esto en ciertos platos del Codex Troano, y según se dice también en el Codex Mexicanus del Palais Bourbon. Sobre este último, M. Aubin decía allá por 1811-“ le culte du lingam ou du phallus n’etait pas etranger aux Mexicains, ce’qu’ etablissent plusieurs documents peu connus et des sculptures découvertes depuis un petit nombre d’annees.” Su carta está en Boban, Catalogue Raisonné de la Collection Goupil, Tom. ii, p. 207. Sobre la frecuente identificación del simbolo de la serpiente con el falo en el arte clásico, consultar el artículo del Dr Anton Sagele, “Der Schlaugen-Cultus”, en el Zeitschrift für Völkerpsychologie, Band xvii, p. 285, seq.
    *** Cf. G. Tarayre, Exploration Mineralogique des Regions Mexicaines, p. 233 (Paris, 13GD, y Boletín de la Societé d’Anthropologie de Paris, Junio, 1893.
    **** Sources de L’Histoire Primitive de Mexique, p. 81.
    ***** De “PO”, unirse. Comparar mi Ensayos de un Americanista, p. 417 (Philadelphia,
    1890).

    35. Confusión de las ideas religiosas cristiana y nativa. Feligreses y Sacerdotes Naguales: Su lenguaje simbólico.

    Según lo expuesto, será fácilmente comprendido que el Nagualismo no era ni un descendiente puro de los antiguos cultos, ni un derivado de las doctrinas Cristianas y supersticiones europeas. Era una extraña mezcla de ambos, tomando a menudo grotescas y absurdas formas. De hecho, el supuesto cristianismo de la población nativa de Mexico hoy día es apenas poco más que imaginario, según el testimonio de los más competentes observadores.*

    Los rituales y conjuros de los nagualistas dan fe de ello. Es muy visible en los textos que he transcripto de Nuñez de la Vega, y puedo agregar un interesante ejemplo que no ha sido publicado hasta ahora; es el que nos brinda el MSS del Padre Vicente Hernandez Spina, cura de Ixtlavacan, una remota aldea de los Quiches en Guatemala. El lo anotó en lengua nativa hace unos cuarenta años, según lo recitó un ah-kih, “lector de los días”, un Maestro del arte de la Genealogía, quien lo recitó para un cliente que había pedido su intercesión.

    Oración del Ah-Kih:

    ” Oh, Jesucrito mi dios; Tú el Dios Hijo, con el Padre y el Espiritu Santo, eres mi Unico Dios. Hoy, en este día, a esta hora, en este día Tibak, llamo a las almas sagradas que acompañan el amanecer y el anochecer del día, con estas almas sagradas te invoco, Oh Jefe de los Espiritus, a Tí que habitaste en esta montaña de Siha Raxquin; Venid, espíritus sagrados de Juan Vachiac, de Don Domingo Vachiac, de Juan Izquiaptat, espíritus sagrados de Francisco Excoquieh, de Diego Soom, de Juan Fay, de Alonso Tzep: llamo a los espíritus sagrados de Diegto Tziquin y de Don Pedro Noh; vosotros, Oh Sacerdotes, a quienes todas las cosas les son reveladas, y a Ti, jefe de los Espíritus. Ustedes, Señores de las Montañas, Señores de los llanos, Tu, Don Purupeto Martin, ven, acepta este incienso, acepta hoy esta vela.” **

    “Ven también tú, mi madre Santa María, Señor de Esquipulas, Señor de Capetagua, la amada María de Chiantla, y con ella quien mora en San Lorenzo, y también Maria de la Piedras, Maria Santa Ana, Maria Tiburcia, Maria del Carmen, con San Miguel el Arcangel, los Capitanes San Jaime, San Cristobal, San Sebastian, San Bernardín, San Andrés, San Tomás, San Bartolomé, y Tu mi amada madre Santa Catalina, Tú amada María Concepción, María del Rosario, Tú Rey y Señor Pascual, haceos presente aquí.”

    “Y Tú, Hielo, y Tú, excelente Viento, Tú, Señor de los llanos, Tú, Dios de Quiac-Basulup, Tú, Dios de Retal-Uleu, tú, Señor de San Gregorio, Tú, señor de Chii-Masa” (estas son montañas y localidades, y en el original siguen los nombres de cientos más).

    La oración concluye de esta manera:

    “Yo, quien me declaro aqui padrino y madrina, Yo, quien ruega, Yo, el testigo y hermano de este hombre que pide, de este hombre que se hace vuestro hijo, Oh Almas Sagradas. Yo pido, no permitas que nada malo le ocurra, ni que sea infeliz por causa alguna.”

    “Yo, el sacerdote, quien te habla, Yo que quemo este incienso, Yo que enciendo esta vela, Yo que ruego por él, Yo que lo tomo bajo mi protección, Yo te pido que él pueda obtener su subsistencia con facilidad. Tu, Dios, provéelo de dinero, no dejes que se enferme ni que le dé fiebre, que no quede paralítico, que no sucumba debido a la tos, que no sea mordido por ninguna serpiente, que no resulte asmático ni sufra de hinchazón; que no se vuelva loco; que no lo muerda ningun perro; que no lo golpee un rayo; que no se ahogue con brandy; que no lo maten con espada ni con palo, que no se lo lleve un águila; cuídenlo, Oh Nubes; socórrelo, Oh Rayo; socórrelo, Oh Trueno; socórrelo, San Pedro; socórrelo, San Pablo, socórrelo, Padre Eterno.”

    “Y Yo que así te he hablado, te pido que la enfermedad llegue a sus enemigos. Ordena pues que cuando sus enemigos salgan de sus casas, encuentren la enfermedad: ordena que donde sea que vayan encuentren problemas; haz tu tarea a fin de dañarlos dondequiera que estén; haced esto que os pido, Oh espíritus sagrados. Que Dios esté contigo: Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el espíritu Santo, Amen, Jesus”

    * “El indio Mexicano es todavía idólatra.” F. Pimentel, La Situación actual de la Raza
    Indiana de Mexico”, p. 197.
    ** Las “ almas sagradas” a las que convoca por su nombre son las de los ah-kih ya muertos y las de otros sacerdotes del culto nativo.

    La mayoría de tales invocaciones son expresadas en términos mucho más recónditos y simbólicos que esta que aquí se transcribió. Muchas han sido preservadas en el trabajo de Jacinto de la Serna, quien provee amplio material para ilustrarnos acerca de las peculiaridades del lenguaje sagrado secreto de los nagualistas. Copiaré aquí la invocación que se empleaba en la curiosa ceremonia de “traer de regreso el tonal”; y agrego una explicación de sus oscuras metáforas.

    Invocación para la Restitución del Tonal

    Oh, Ven en mi auxilio, Madre mía de la falda de piedras preciosas!1
    ¿Qué te mantiene lejos, fantasma gris, fantasma blanco?2 Es el obstáculo blanco, o es amarillo? Ved esto, pongo aquí el encantamiento amarillo y el encantamiento blanco3 ”

    “Yo, el Maestro de Maestros de encantamientos, he venido, Yo, quien los formó y les dio vida4. Tú, Madre mía de la falda estrellada, tú Diosa de las estrellas, quien diste vida, ¿por qué te has vuelto en contra de éste?5

    •”Espíritu adverso y estrella oscurecida, Yo te hundiré en el seno y la profundidad de las aguas6 , Yo, maestro de hechizos, te hablo a tí. Oh, Madre mía, cuya falda está hecha de gemas: Ven, busca conmigo el brillante espíritu que habita en la casa de la luz7, para que sepamos qué dios o poder destruye y abate a este infortunado.”

    “Verde y negro espíritu de la enfermedad, déjalo y busca alimento en otra parte.
    Verde y amarillo fantasma, que estás vagando como perdido por montañas y llanuras, te busco, te deseo, retorna a aquél a quien abandonaste.”
    “Tu, el nueve veces vencido, el nueve veces aplastado, no has de fallarme8.
    Ven a mí, Madre mía de la vestidura de preciosas gemas, un agua, dos aguas: un conejo, dos conejos; un ciervo, dos ciervos; un lagarto, dos lagartos9 “

    “Oh! Estoy aquí, estoy muy furioso, he hecho el ruido más fuerte, no respeto a nadie, hasta los palos y las piedras tiemblan ante mí. ¿Qué dios o poder osan enfrentarme, a mí, un hijo de dioses y de diosas?10

    “He venido a buscar al tonal, y lo convoco a que regrese a este enfermo desde donde sea que esté, con quien sea que vague, el nueve veces perdido, hasta las nueve juntas y las nueve uniones11. Donde sea que esté, lo conmino a volver, le ordeno volver, y a curar y limpiar este corazon y esta cabeza”

    Explicaciones.

    1. Apela al Agua, considerada la Madre Universal. La “falda de piedras preciosas” refiere a las piedras verdes, color sagrado del agua.
    2. La pregunta está dirigida al tonal.
    3. El encantamiento amarillo es el tabaco; el blanco, una taza de agua.
    4. Esto es en nombre de la forma del nagual perteneciente al hombre enfermo.
    5. Dirige su oración a la Via Lactea
    6. La amenaza está dirigida al tonal, para asustarlo y que regrese.
    7. El “espíritu brillante” es el Dios del Fuego
    8. El tabaco amarillo, preparado ceremonialmente de la manera indicada.
    9. Estos son nombres de los días segun el calendario nativo, a los que se invoca.
    10. El sacerdote habla en la persona de su dios.
    11. Refiere a la creencia nahuatl de que hay nueve mundos superiores y nueve inferiores.

    De ese mismo trabajo de De la Serna recojo la siguiente lista de expresiones simbólicas. Puede ser fácilmente extendida, pero será suficiente para mostrar las oscuridades figurativas con las que componían sus conjuros, pero que sin duda estaban llenas de coherencia e instrucción para aquellos que podían entenderlas.

    Expresiones simbólicas del Nagualismo

    Sangre.–” La mujer roja con serpientes en su vestido” (en referencia a las venas

    Goma de Copal- “La mujer blanca.” (por el color blancuzco de la goma fresca).
    Hilos, cuerdas (para llevar atados).-“ La serpiente que hace el trabajo de la mujer”
    (porque las mujeres se sientan quietas a tejer, mientras que el hilo trabaja al ser manipulado).

    Bacanal.–“Mi hora de descanso” o “Cuando tomo mi respiro”

    La Tierra.– ”El espejo que echa humo” (por las nieblas que se elevan de ella); “el conejo con su boca para arriba” (el conejo, en oposición al que ven en la luna; “con la boca para arriba” por los vapores que exhala como si fuera una respiración); “la flor que contiene todo” (asi como los frutos proceden de las flores, asi la vida vegetal procede de la tierra, que tiene por eso cualidad de flor); “ la flor que muerde las bocas” (flor, por la razón expuesta; muerde las bocas porque todas las cosas necesariamente retornan a ella).

    Dedos.-” Los cinco destinos” or “los cinco trabajos” o “los cinco campos”; porque usando sus dedos el hombre labra su propio destino. Los Nahuas adoraban al dios Maitl, conocido entre los mayas como el dios Rat; ambas palabras significan “mano”.

    Fuego.-“ Nuestro Padre de los Cuatro Juncos” (porque la ceremonia de hacer el nuevo fuego se celebraba el día 4 Juncos (4 Acatl); “la rosa brillante”; “el apellido amarillo”; “el de la roja cabellera”; “el espíritu amarillo”.

    Cuchillo de Cobre.- “El Chichimeca amarillo” (porque se decía que los Chichimecas tajeaban y arrancaban las entrañas de sus enemigos)

    La planta de Magüey.–” Mi hermana, la ocho en fila” (porque así se la plantaba).

    Camino – “El que está dividido en dos, y sin embargo no tiene principio, medio ni fin” (porque siempre tiene dos direcciones desde donde está ubicada la persona, y aún llevan a otros caminos y por lo tanto nunca termina)

    Enfermedad.–“La mujer roja;” “El hálito de la llama”; “Nuestra madre el cometa” (en relación a la fiebre); “el Chichimeca” (porque su objetivo es destruir vidas, como estos salvajes guerreros) ; “La Araña” (por su naturaleza venenosa).

    Humo.-“La vieja esposa” (esposa del fuego).

    El Sol.–”Nuestro Sagrado y Sacrificado Tío” (refiere al mito de Nanahuatl, que era sifilítico, quien se sacrificó lanzándose a las llamas de la hoguera para elevarse en forma de sol).

    Tabaco.– ”El nueve (o siete) veces vencido” (porque con fines sagrados se lo molía esta cantidad de veces); “el Gris encantado” (por el color de sus cenizas y el uso que se daba en el conjuro).

    Agua–”La Mujer Verde” (por el verdor que sigue a la humedad) ; “nuestra Madre del vestido de piedras preciosas” (por los colores de la vegetación que semejan turquesas, esmeraldas, jade, etc)

    36. La Inquisición y el Nagualismo

    Podríamos preguntarnos cómo es que las artes oscuras y ceremonias secretas de los Nagualistas escaparon al ojo vigilante de los oficiales de la Santa Inquisición, que se estableció en Mexico en 1571. La respuesta es que los inquisidores recibieron instrucciones del Cardenal Diego de Espinosa, quien era en ese momento Inquisidor General y Presidente del Concilio de las Indias, de “abstenerse de proceder contra los Indios por los crímenes de herejía, apostasía, blasfemia herética, brujeria o superstición, debido a su estupidez e incapacidad, asi como su escasa instrucción en la Santa Fe Católica”, etc.

    Los enérgicos inquisidores, sin embargo, concedían esta exención muy de mala gana. En la imposición del auto de fe celebrado en ciudad de Mexico, en 1659, un mestizo de nombre Bernardo del Carpio, hijo de madre india y acusado de blasfemia, trató de escapar al Santo Oficio alegando sangre indígena, pero esta apelación fue denegada, y sentó el precedente de que “cualquier mezcla que involucrara sangre europea dejaba al acusado bajo la jurisdicción de la Inquisición”.*

    Sin embargo esto parece haber sido una concesión momentánea, ya que hallamos el registro de un auto de fe de 1609 en la provincia de Tehuantepec, en el que ocho indígenas de sangre pura fueron castigados por adorar a la diosa Pinopiaa.** David Ferguson, sin embargo, quien estudió minuciosamente los registros de la Inquisición en Mexico, me informa que en ninguno de los juicios leídos por él se observan cargos por Nagualismo, aunque muchas personas blancas fueron acusadas y hasta condenadas por consultar brujos indios.

    * Ver la Relacion del Auto celebrado en Mexico, año de 1659 (Mexico, En la Imprenta del Santo Officio, 1659).
    ** J. B.Carriedo, Estudios Históricos del Estado Oaxaqueño, Tom. i, pp 8, 9 (Oaxaca, 1849). Alrededor de 1640 un cierto número de Indios de la provincia de Acapulco fueron condenados a muerte por haber enterrado cenizas encantadas bajo el piso de la capilla.
    (De la Serna, Manual de Ministros, p. 52.)

    37. Etimología de la palabra Nagual

    Como se verá por lo que he dicho, los ritos del Nagualismo se extendían tan ampliamente por Mexico y Centroamérica como el término mismo. Resulta por lo tanto de importancia descubrir de qué conjunto lingüístico derivaba el término y las palabras asociadas al mismo. Hallada esta fuente, es razonable suponer que los ritos de esa superstición también tienen allí su origen.

    Las opiniones sobre este tema han sido diversas y positivas. La mayoría de los escritores han asumido que se trata de una palabra nahuatl, mexicano puro; mientras que el Dr Stoll, eminente autoridad, no está menos seguro de que el término proviene de una raíz perteneciente a las lenguas maya, específicamente la de los Quiches de Guatemala.*

    Tal vez ambas posiciones sean erróneas y debamos buscar en otra parte la etimología verdadera de estas expresiones.

    Indudablemente han resultado domesticadas tanto en Maya como en Nahuatl , pero hay razones para pensar que podría tratarse de palabras “prestadas”, pertenecientes a otra civilización, tal vez más antigua que estas naciones.

    Para ilustrar esto listaré algunas series de palabras derivadas de la raíz que es la base de la palabra nagual. Las series son tres y han sido tomados de tres conjuntos lingüísticos radicalmente distintos pero geográficamente contiguos: Maya, Zapoteca y Nahuatl.

    Del Maya de Yucatán:

    Naual, o nauatl: danza nativa prohibida por los misioneros.
    Naatil: talento, habilidad.
    Naat: inteligencia, sabiduría.
    Nuatuh, entender, adivinar.
    Nanaol: considerar, contemplar, meditar, comunión con uno mismo, entrar en uno mismo.
    Noh: grande, muy habilidoso; como en noh ahceh, Gran o hábil cazador.

    De los Dialectos Maya:

    Dialecto Quiche-Cakchiquel.
    Naual: brujo o hechicero.
    Naualin: Adivinar la fortuna, predecir el futuro.
    Qui nuualin: sacrificar, ofrecer sacrificios.
    Na: sentir, sospechar, adivinar, intuir, saber algo con el corazón.
    Nao: saber, estar alerta o ser experto en algo
    Naol:, persona habilidosa, un retórico.
    Naotizan, hacer de otro una persona inteligente o astuta
    Natal, la memoria.
    Natub, el alma o la sombra de un hombre.
    Noh, el dios de la razón (“Genius der Vernunft,” Scherzer).
    Noh, fecundar, impregnar (Popol Vuh).

    Dialecto tzental.
    X-qna, saber, conocer.
    X-qnaulai, conocer, a menudo o profundamente (frecuentativo).
    Naom: sabio, astuto (naom vinic: hombre sabio).
    Naoghi: arte, ciencia
    Naoghibal. memoria.
    Ghnaoghel, hombre sabio
    Alaghom naom, la Diosa de la Sabiduría

    Del Zapoteca de Oaxaca.
    Nana, gana, goña: saber, conocer
    Nona: conocer profundamente, saber de memoria
    Nana ticha, o nona lii: hombre sabio
    Guela nana, o guela nona, sabiduria, conocimiento
    Hue gona, o ro gona: profesor, maestro
    Na lii: verdad; ni na lii, lo que es verdadero
    Naciña o naciina: habilidad, destreza
    Hui naa: hombre medicina, “nagualista”
    Nahaa, hablar de manera placentera o agradable
    Nayaa, o nayapi: hablar fácilmente o fluidamente
    Rigoo gona. sacrificar, ofrecer sacrificio.
    Ni nana: la comprensión, la inteligencia, generalmente.
    Nayanii: la razón superior del hombre
    Nayna, Naguii: superioridad, hombre superior (gentileza, gentilhombre).

    Del Nahuatl, de Mexico.
    Naua: danzar tomados de la mano
    Naualli: brujo, mago, hechicero
    Nauallotl: magia, hechizo, brujería
    Nauatl, o nahuatl: habilidoso, astuto, inteligente; superior ; aplicado al lenguaje: claro, armonioso, musical, a la vez, tal vez, el nombre de la lengua.
    Nauati, hablar claramente, con distinción.
    Nauatlato, intérprete.

    * “Nagual ist in seiner correcten Form naoal ein echtes Quiche-Wort, ein Substantivum
    instrumentale, vom Stamme naó, wissen, erkennen. Naoal ist dasjenige, womit
    oder woran etwas, in diesem Falle das Schicksal des Kindes, erkannt wird, und hut mit
    dem mexikanischen nahualli (Hexer, mit dem man es vielleicht in Verbindung bringen
    möchte, nichts zu schaffen.” Guatemala, s. 238.

    38. La raíz na, en zapoteca y en nahuatl

    Creo que nadie puede examinar cuidadosamente estas listas de palabras, todas tomadas de autores de gran conocimiento de estas lenguas y escritas cuando todavía retenían su pureza original, sin notar que la misma raíz o sílaba subyace a todas ellas. Más aún, por la forma primitiva y el rico desarrollo de esta raíz entre los zapotecas, parece que es a ellos a quien debemos volvernos a fin de reconocer el origen de todas estas expresiones, tanto en nahuatl como en las lenguas mayas.

    La raíz na, “saber, conocer”, es la raiz monosilabica primitiva a la cual se orientan todas ellas.

    Nahual significa conocimiento, denotando especialmente el conocimiento místico, la gnosis, el conocimiento de las cosas ocultas y secretas de la naturaleza; lo cual es fácilmente confundido por las mentes no cultivadas con la brujería y la magia.*

    Es muy significativo que ni el radical na ni ninguno de sus derivados se encuentren en el dialecto Huasteca de la lengua Maran, que se hablaba en la zona de Tampico, separada de los otros miembros del conjunto. La inferencia es que en los dialectos del sur era una raíz prestada.

    Tampoco en la lengua nahuatl -aunque su mismo nombre deriva de ella-** aparece la raíz na en su simplicidad y verdadero significado. Para los Nahuas, tambien, ha de haber sido un préstamo.

    Es cierto que De la Serna deriva la palabra mexicana naualli, brujo, del verbo nahualtia, (enmascararse, disfrazarse) , “porque un naualli es uno que se enmascara o disfraza bajo la forma de algun animal menor, que es su nagual”***, pero es igualmente posible que nahualtia derive su significado de la costumbre de los hombres medicina de llevar máscara durante sus ceremonias. Por lo tanto, si el término nagual, y muchos de sus asociados y derivados, fueron primeramente tomados prestados de la lengua zapoteca, el corolario necesario de esta conclusión es que junto con estos términos se adoptaron la mayoría de las supersticiones, ritos y creencias a las que aluden; con lo cual se injertó la tendencia general a pensar que esas supersticiones existían en todas partes y en todos los tiempos en la mente humana.

    Junto con los nombres de los días y los jeroglíficos que los denotan, y los complicados métodos aritméticos por medio de los cuales se los empleaba, fueron llevadas la mayoría de las doctrinas de los nagualistas, y el nombre por el cual se hicieron oportunamente conocidos desde el centro de Mexico hasta Nicaragua y aún más lejos.

    La misteriosa palabra ha perdido ahora, por cierto, mucho de su antiguo significado. En un reciente diccionario del español de Mexico, nagual está definido como “brujo; palabra utilizada para asustar a los niños y conminarlos a portarse bien”****, mientras que en Nicaragua, donde la primer población nahuatl ha dejado tantos rastros de su presencia en el lenguaje de hoy día, la palabra nagual ya no significa “un actor de las artes negras o el conocimiento de ellas”, sino su armamento, o la caja o lugar en la cual se guardan sus objetos profesionales, talismanes y otros objetos de hechizo que constituyen el stock de venta o el equipo del Necromante*****.

    Entre los Lacandones, pueblo maya, que habitan las selvas de las aguas superiores del río Usumacintn, actualmente se dice que el término naguate o nagutlat se aplica a aquel “al que se debe respeto y obediencia, por su edad y mérito”, y probablemente también se lo cree poseedor de un conocimiento superior o secreto.******

    * El Abate Brasseur observa : ‘Le mot nahual, qui vet dire toute science, ou science de tout, est freqnemment employee pour exprimer la sorcellerie chez ces populations.” Bulletin de la Societé de Geographie, 1867, p. 290. En otro pasaje de su trabajo, el especulativo abad traduce nahual al inglés como “know all,” y no es reacio a creer que lo último es una ligera variante del primero.
    ** Ver mi artículo titulado “Acerca de las palabra Anahuac y Nahuatl”, en el American Antiquarian, Nov 1893.
    *** Manual de Ministros, p. 50.
    **** Jesus Sanchez, Glosario de Voces Castellanas derivadas del Idioma Nahuatl, sub voce.
    ***** “Nagual: el lugar, rincon, cajon, nambira, etc., donde guarda sus talismanes y trajes de encanto la bruja.” Berendt. La Lengua Castellana de Nicaragua. MS.
    ****** Emetorio Pineda, Descripcion Geografica de Chiapas y Soconusco, p.13 [Mexico, 1845).

    39. La Doctrina de la Transformación animal en el Viejo Mundo

    Cualquiera que esté familiarizado con el folklore universal es consciente de que la noción de hombres y mujeres con poder para transformarse en bestias es una supersticiòn más antigua que la historia. Se la menciona en las páginas de Herodoto y en los mitos de la antigua Asiria. Fue propiedad de los negros africanos, y el campesinado de Europa aún sostiene su fe en la realidad de los hombres-lobo de Alemania, el loup-garou de Francia, el lupo-mannaro de Italia. Como bien dice el Dr. Richard Andree en su interesante estudio del tema: “Aquel que intente explicar el origen de esta extraña superstición no debe aproximarse a ella como a una manifestación local o nacional, sino dirigirse a su naturaleza universal; no como la propiedad de una raza o familia sino de la especie y su psicología colectiva.” *

    “Aún en un detalle tal como la conexión directa entre el nombre de la persona y su poder de transformación encontramos extraordinarios paralelismos entre la superstición del indigena de América y el campesino de Alemania. Asi como en Mexico el nagual era asignado al infante por una especie de bautismo, en Europa los campesinos del este de Prusia sostienen que si el padrino, en el momento en que se le da al niño su nombre y su bautismo, piensa en un lobo, el infante adquirirá el poder de convertirse en lobo; y en Hesse se dice que al pronunciar el nombre de la persona en presencia del animal en que se convirtió le restaurará su forma humana.” **

    *: Ver su articulo “Hombre-Lobo”, en su Ethnographische Parallelen und Vergleiche, p. 62, seq.
    ** Richard Andree, ibid., ss. 63, 64.

    40. La Doctrina de los Espíritus Personales en el Viejo Mundo

    No necesito decir que la doctrina de los espíritus personales no es especialmente mexicana, ni siquiera americana; pertenece al hombre en general y puede reconocérsela en la mayoría de las religiones y en muchas filosofías.

    En la antigua Grecia, tanto los Platonicistas como posteriormente los Neo-Platonicistas pensaban que cada individuo tenía un espíritu personal, o daimön, en el cual se enhebra su personalidad moral. A este daimön dirigían sus oraciones, y escuchaban atentamente aquellos mandatos interiores que parecen surgir en la mente desde algún invisible y silencioso monitor.*

    Entre los miembros de la Iglesia de Roma, el daimon de los platonicistas fue sustituido por el Santo Patrono, aquel por el cual se les habían dado el nombre, o al que elegían del calendario santoral de su Iglesia. Esta analogía no dejó de chocar a los primeros misioneros, quienes hallaron en la selección del nagual del niño nativo una odiosa y diabólica parodia de los ritos sagrados cristianos.

    Pero lo que más les horrorizó fue encontrar que la similaridad era tan grande que aún el sacerdote pagano llevaba a cabo una especie de sacramento bautismal con agua, y que en la pictografía mexicana el signo con el que representaban el día natal, el tonal por el cual se denotaba al “demonio” individual, no era otro que el simbolo de la cruz, como ya hemos visto.

    Esto no les dejaba duda del origen demoníaco de todo el asunto, demostrado incluso por los fantásticos poderes taumatúrgicos de sus profesantes.

    * Ver Alfred Maury, La Magie et L’Astrologie, pp.88,89,267, etc

    41. Explicaciones Científicas de la Magia Nagual

    ¿Cómo hemos de explicarnos estas maravillosas declaraciones?
    No hemos de seguir el atajo facilista de decir que todo eran mentiras y fraudes. La evidencia es demasiado abundante como para dudar de que en verdad existían habilidosos magos entre los versados en artes ocultas de estas naciones. Podían rivalizar con sus colegas de la India y Europa, si no superarlos.

    Más aún, ¿hay realmente algo de increíble en los informes de los espectadores? ¿Acaso no estamos familiarizados con las condiciones hipnóticas o mesmerizantes en las cuales el sujeto ve, oye y siente exactamente lo que el maestro le ordena sentir y ver? Los trucos de cortarse o cortar a otros, de tragar trozos de vidrio y de manejar reptiles venenosos son bien conocidos en la secta Aissaoua de Africa del Norte, y hoy en día uno no tiene más que ir a los bulevares de Paris para poder verlos.

    Los fenómenos de transferencia de pensamiento o telepatía, de clarividencia, de comunicación con los espíritus, no hacen sino reiterar a la luz de fines del siglo XIX la taumaturgia mística con la que estos “niños de la naturaleza” estaban familiarizados desde hacía siglos en el Nuevo Mundo, y que fueron registrados por teósofos y magos de Egipto, Grecia y Roma.*

    En tanto cualquier persona inteligente y sensible encuentra inadecuada e insatisfactoria cualquier explicación de estos fenómenos, no nos queda sino esperar pacientemente de aquellos de mayor antigüedad la solución completa.

    * En la Notice Preliminaire de la segunda parte de este trabajo: La Magie et l’astrologie dans l’Antiquité et au Moyen Age, Mr. Alfred Maury admirablemente compila recursos científicos para explicar los fenómenos místicos experimentados, sin negar su realidad como hechos ocurridos.

    42. Conclusión

    La conclusión a que lleva este Estudio es que el Nagualismo no era meramente la creencia en un espíritu guardián personal, como algunos han declarado; ni tampoco meramente la supervivencia de fragmentos del antiguo paganismo más o menos diluidos por las enseñanzas cristianas, como otros sostienen; sino que más allá de todo esto, el Nagualismo era una poderosa organización secreta que se extendía por una amplia área, incluyendo miembros de distintas lenguas y variadas culturas, unidos por ritos místicos, poderes necrománticos y doctrinas ocultas; pero, sobre todo, por un intenso odio hacia el blanco, y por el inalterable propósito de destruirlos, y con ellos, aniquilar el gobierno y la religión que habían introducido.