Entrevista a un reptiliano

ENTREVISTA A UN “REPTILIANO”

escribe JULIO ANGLADA
janglada@openlink.com.br

Introducción

          Yo garantizo que el siguiente texto es una absoluta verdad, no una obra de ficción. Es la transcripción de una parte de una entrevista que yo hice con un ser no humano, un reptiliano en diciembre de 1999. Ese ser, “femenino” ha mantenido contacto con un amigo mío (mencionado por las iniciales E.F.) desde hace algunos meses. Déjenme decir que durante toda la vida he sido escéptico sobre asuntos relacionados con OVNIs, alienígenas y yo pensaba que E.F. me contaba sueños o historias ficticias al referirse a su primer contacto con el ser no humano que denomina “Lacerta”. Yo continuaba escéptico cuando me encontré con este ser el 16 de diciembre del año pasado en un pequeño cuarto de una casa distante de un amigo íntimo en una ciudad al sur de Suecia y pude ver con mis propios ojos que “ella” no era humana. Me contó y mostró muchas cosas inaceptables durante ese encuentro y yo no puedo negar la verdad y realidad de sus palabras ni un minuto. Este no es otro de esos engañosos documentos sobre OVNIs que afirman decir la verdad mas de hecho relatan justamente ficciones y yo estoy convencido de que esa transcripción contiene una única verdad. Por ello, ustedes deberían leer esto.

    He conversado con ella por lo menos tres horas por lo que la siguiente transcripción muestra solamente partes abreviadas de la entrevista, más allá de que ella expresamente me pidió que no publicara mucho de lo conversado. El orden de las preguntas en esta transcripción no está en el mismo orden en que yo las hice, lo que quizás resulte un poco confuso para el lector. No fue fácil no incluir muchas partes importantes del relato que ella me ha pedido que retirara, por lo que pido disculpas por el orden atípico empleado en el relato. Tengo a buen resguardo la transcripción entera de la misma (49 páginas que contienen desgrabaciones más apuntes míos aparte, algunos diseños de su cuerpo y sus equipos) mas yo no revelaré eso hasta que cuente con su permiso. He enviado primeramente este fascinante documento a cuatro amigos de Finlandia, Noruega, Alemania y Francia y espero que muchas personas sean capaces de acceder a la transcripción. Si usted recibe esto, por favor, envíe copias a sus amigos de confianza via e-mail o haciendo impresiones gráficas.

    Puedo asegurarles que su especie posee varias habilidades que nosotros llamaríamos “paranormales”, como telepatía y telekinesis (como comprobé por el movimiento y la “danza” de mi bolígrafo sobre la mesa sin que ella lo tocara ni acercara sus manos a menos de cuarenta centímetros del mismo) y esto, que me fue mostrado de tres a seis minutos, no fue ningún truco. Entiendo que será ciertamente difícil de entender y de creer para alguien que no lo hubiera vivenciado, pero debo insistir en mi convicción de que todo lo que ella relató es absolutamente cierto.

    A la hora de poner por escrito todo esto, tuve la firme convicción también de que, especialmente al hacerlo de esta forma resumida, lo que escribo es difícil de probar, como una historia de ciencia ficción de la TV o el cine, y yo mismo dudaría si algún otro me presentara un relato similar. Pero, en definitiva, sé que esta historia es verdadera, más allá de que usted quiera aceptarlo o no. Sé que no puedo esperar que usted crea en mis palabras simplemente como prueba, pero no puedo darle otras ahora. Por favor, lea la transcripción y piense sobre ellas y quizás usted vea la verdad de estas palabras. Habrá un nuevo encuentro con ella el 23 de abril de 2000 (N. de la D.: no hemos podido confirmar este asunto hasta ahora) y ella me prometió que “tal vez” me diera alguna evidencia de su existencia. En cuanto a eso, me preparo con nuevas preguntas. Tal vez me de autorización para revelar ciertas partes expurgadas de la transcripción y sobre la próxima guerra.

    Ser creído o no realmente no importa mucho (mas íntimamente espero que así sea).

Transcripción

Pregunta: En primer lugar, ¿quién o qué es usted? ¿Extraterrestre o una creación llevada a cabo en este planeta?

Respuesta: como podrá observar con sus propios ojos, no soy un ser humano como usted, y para ser honesta no soy un verdadero mamífero (a pesar de las partes de mi cuerpo que tienen apariencia de serlo) que es el resultado de una evolución. Soy una reptil hembra, femenina si me permite,  y pertenezco a una raza reptiliana muy antigua. Somos nativos terrestres y hemos vivido en este planeta hace millones de años. Somos mencionados en sus escrituras religiosas, su Biblia cristiana y muchas de sus tribus antiguas que sabían de nuestra existencia y nos adoraban como dioses, como por ejemplo, incas y egipcios. Su Biblia cristiana comprendió mal nuestro papel en su creación, y fuimos designados como “serpientes malignas” en sus escrituras, lo que es falso. Su raza fue genéticamente diseñada por extraterrestres y nosotros éramos observadores más o menos pasivos de este acelerado proceso de evolución. Usted debe saber (algunos de sus científicos ya lo saben) que su especie, de seguir evolucionando “naturalmente” no podría haber alcanzado este estado sino en otros dos o tres millones de años. Toda evolución es un proceso muy lento, pero no sé si usted comprenderá los detalles. Su creación fue artificial y hecha por ingeniería genética pero no por nosotros sino por una cultura extraterrestre. Así que si usted me pregunta sobre si nosotros somos extraterrestres, debo responderle que no. Somos nativos de este planeta. De hecho, es más nuestro planeta que de ustedes. Hemos tenido y tenemos algunas colonias en el sistema solar, de donde regresamos ahora, pero somos originarios de este planeta.

¿Podría decirme su nombre?
    Eso es difícil porque su lengua humana no es capaz de pronunciar nuestros nombres (y una pronunciación errada es algo muy ofensivo para muchos de nosotros). Nuestro idioma es muy diferente del suyo mas mi nombre sería –intentando hablar usando suavemente sus letras humanas– algo como “Sshiaasshak-ksh” con una pronunciación bien acentuada, dos “sh” y “k”. Nosotros no tenemos nombres propios, solamente un único nombre que es dividido y caracterizado como forma de hablar que es dado a las criaturas mas solamente como un proceso especial en épocas de esclarecimiento religioso o científico en la adolescencia, como ustedes la llamarían. Me gustaría que no tratase de pronunciar mi nombre con su lengua humana, así que llámeme “Lacerta”; ese es el nombre que uso cuando estoy entre humanos y conversando con ellos.

¿Cuál es su edad?
    No medimos el tiempo como ustedes en años astronómicos caracterizados por el giro de la Tierra alrededor del Sol porque nosotros vivimos debajo de la superficie del planeta. Nuestra medida del tiempo depende periódicamente del retorno de los ciclos del campo magnético de la Tierra y de acuerdo con eso (y dicho con sus números) hoy estoy en –déjeme calcular– 57.653 ciclos antiguos. Alcancé mi fase adulta y mi fertilidad en 16.337 ciclos atrás, un dato muy importante para nosotros. De acuerdo con su escala de tiempo humana yo tendría aproximadamente 28 años de edad.

¿Cuál es su actividad? ¿Tiene un “trabajo” como lo entendemos nosotros?
    Para decirlo con sus palabras: yo soy una curiosa estudiosa del comportamiento social de su especie. Es por eso que estoy aquí conversando y por eso yo revelé mi verdadera identidad a E.F. y ahora para usted y es por eso es que estoy dándole estas informaciones secretas y voy a intentar responder honestamente las muchas preguntas que tiene anotadas en esas hojas de papel. Y veré como usted reacciona, como sé que reaccionan otros de su especie. Existen tantos psicóticos y mentirosos de su especie sobre este planeta que afirman saber la verdad sobre nosotros, sobre OVNIs, sobre extraterrestres como muchos de ustedes que aceptan esas mentiras. Estoy particularmente interesada en ver cómo reaccionaría su especie si supieran la verdad, que es lo que le contaré, por ejemplo, a usted ahora. Estoy casi segura que casi todos ustedes se negarían a creer en mis palabras pero desearía equivocarme, porque necesitan comprender si quieren sobrevivir en los próximos años.

He leído todo el relato (se refiere al que previamente había confeccionado E.F.) pero quisiera que me respondiera honestamente: ¿los OVNIs son objetos reales piloteados por extraterrestres o pertenecen a su especie?
    Algunos de los OVNIs –como ustedes los llaman– pertenecen a nosotros, pero la mayoría no. La mayoría de los objetos “misteriosos” que ven en el cielo no son dispositivos tecnológicos, sino manifestaciones de fenómenos naturales que sus científicos aún desconocen, como encendidos espontáneos de plasma en la alta atmósfera. De cualquier manera algunos “ovnis” son naves reales que pertenecen a su misma especie (especialmente a sus militares), a alguna otra raza alienígena y finalmente a nosotros (pero solamente una minoría de las naves avistadas) porque somos generalmente muy cuidadosos de nuestros movimientos en la atmósfera y tenemos medios de ocultar nuestras naves. Si usted lee un reportaje del avistamiento de un largo cilindro brillante color ceniza, con forma de habano (existen diferentes tipos; déjeme decirle que entre 20 a 260 metros de largo), realiza un zumbido muy profundo y tiene cinco luces rojas en la superficie (una al frente, una al medio y tres al final) entonces seguramente usted habrá visto una de nuestras naves y eso significará que esa nave tenía algún percance o uno de los nuestros no fue suficientemente precavido o cuidadoso. Tenemos también una pequeña flota de aparatos circulares, pero los OVNIs con esa forma pertenecen generalmente a una cierta especie extraterrestre. Los OVNIs triangulares pertenecen a sus propios militares, pero ellos emplean una tecnología “extranjera” para construírlos. Si usted realmente quiere ver una de nuestras naves debe vigilar el Ártico, la Ántártida y el interior de Asia, especialmente cerca de la cima de las montañas.

¿Ustedes tienen un símbolo especial o algo que nos permita identificar su especie?
    Tenemos dos símbolos principales representando nuestra especie. Uno, más antiguo, es una serpiente azul con cuatro alas blancas sobre un fondo negro (los colores tienen significados religiosos para nosotros). Ese símbolo fue usado por ciertas jerarquías de mi sociedad pero hoy es poco frecuente, además que fue copiado por algunos de los humanos, más frecuentemente en antiguas escrituras y representaciones murales. El otro es un ser místico que usted llamaría “Dragón”, en forma de círculo con siete estrellas blancas en el medio. Este símbolo es mucho más común hoy. Si usted ve uno de estos símbolos en una nave cilíndrica como la que he descripto o en alguna instalación subterránea, esa nave o ese lugar definitivamente pertenece a nosotros  (y yo le aconsejaría irse de allí lo más rápidamente posible).

Las siete estrellas del símbolo que mencionó, ¿representan las Pléyades?
    ¿Pléyades? No. En realidad, las siete estrellas son planetas, y son un símbolo de nuestras antiguas colonias en el sistema solar. Las estrellas que se presenten sobre un fondo azul dentro del círculo del dragón representan la Tierra, y las colonias de la Luna, Marte, Venus y las cuatro lunas de Júpiter y Saturno que nosotros colonizamos en el pasado. Dos de la colonias no están en uso, habiendo sido abandonadas hace mucho tiempo así que cinco estrellas sería más acertado.

Dado que usted no me ha permitido tomar fotos, lo que hubiera sido fundamental para dar credibilidad a esta historia, ¿podría describirse en detalle a usted misma?
    Sé que sería de utilidad para garantizar la verdad de este relato que le hubiera permitido tomar fotografías. De cualquier forma, ustedes los humanos suelen ser muy escépticos (lo que es conveniente para nosotros y para cierta representación de extraterrestres que operan secretamente en este planeta) así que de haber contado con las fotos, muchos de su raza igualmente dirían que es un fraude y que yo soy una mujer humana con disfraz o algo así (lo cual sería muy ofensivo para mí). Usted debe entender que no puedo autorizarle tomar una fotografía mía o de mi equipo. Hay varias razones para ello y yo no quiero discutirlas, pero puedo decirle que una de ellas es la necesidad de mantrener por ahora el secreto de nuestra inteligencia y, aún más, otra razón es de naturaleza religiosa. Sin embargo, haga algunos dibujos de mi apariencia y del equipo que le mostraré más tarde. Yo también podría intentar describirme, pero tengo dudas de que otros de su especie puedan imaginar mi verdadero aspecto porque hay una negación automática de la existencia de una “cultura reptil” así como de otras especies inteligentes además de la suya propia. Esto es parte de la programación de su mente. Pero intentaré describirme.

    Imagine ahora el cuerpo normal de una mujer y tendrá una idea general de mi figura. Como usted, yo tengo una cabeza, dos brazos, dos manos, dos piernas y las proporciones de mi cuerpo son como las suyas. Como soy una hembra también tengo dos senos (a pesar de nuestro origen reptil) pues evolucionamos a la etapa de amamantamiento de nuestros bebés hace varios millones de años, dado que es lo mejor para mantener una criatura viva. Ya la evolución había contemplado eso para su especie en tiempos de los dinosaurios y también para nosotros, un poco más tarde. Eso no significa que nosotros seamos ahora verdaderos mamíferos, sino sólo cumplimos en común ésta función. Los órganos reproductivos externos son para ambos sexos un poco menores que los correspondientes a los humanos mas ellos son visibles y poseen las mismas funciones que para su especie.

    Mi piel es principalmente de un color verde esmeralda con algo más pálido y poseemos algunos patrones de puntos marrones irregulares (cada punto tiene un diámetro de un centímetro) en nuestra piel y nuestro rostro (los patrones son diferentes para ambos sexos pero las “mujeres”  los poseemos especialmente en la parte baja del cuerpo y el rostro, y usted puede verlos en mi caso como dos líneas en mi frente, alrededor de mi boca y mi cuello. Mis ojos  son de un tamaño algo mayor que el de los seres humanos (por ello podemos ver mejor en la oscuridad) y generalmente de pupilas negras rodeadas por un iris pequeño de color verde (los machos tienen un iris de verde más oscuro). La pupila tiene un comportamiento que la hace mudar desde una estrecha línea oscura hasta un gran óvalo, porque nuestra retina es muy sensible a la luz y nuestra pupila debe acompañar esto. Tenemos externamente orejas redondeadas, pero ellas son pequeñas y no tan curvadas como las suyas, pero podemos oír mejor porque nuestros oídos son más sensibles a los sonidos (también podemos oír una mayor amplitud de sonidos). Tenemos un músculo o membrana sobre ellos que pueden ser cerrados completamente, por ejemplo cuando nos encontramos bajo el agua. Nuestra nariz es más afilada y tiene una forma de “V” curvada entre las fosas que permitía a nuestros antepasados registrar por ahí los cambios de temperatura. Actualmente, hemos perdido la mayoría de estas habilidades pese a que también percibimos algo la temperatura por este órgano. Nuestros labios son de la misma forma que los suyos (los femeninos son un poco mayores que los machos) de un color marrón pálido y nuestros dientes son fuertes y blancos, un poco más finos y afilados que los frágiles dientes de los mamíferos. Tenemos diferentes colores de cabellos, como ustedes (aunque existe una tradición de colorear el cabello en edades diferentes) y el color original mío, por ejemplo, es un marrón verdoso. Los mismos son gruesos y fuertes como los suyos mas crecen muy lentamente. Además de eso, la cabeza es la única parte de nuestro cuerpo donde tenemos cabellos.

    Nuestro cuerpo, brazos y piernas son parecidos en tamaño y forma al de ustedes, difiriendo en el color así como tenemos estructuras escamosas en la parte superior de las piernas, por encima de las rodillas, y en los brazos por encima de los codos. Nuestros dedos son un poco más largos y finos que los humanos y la piel en las palmas es plana, sin líneas como ustedes sino una combinación de estructuras de escamas en la piel y puntos marrones (ambos sexos poseen estos puntos en las palmas de las manos) sin tener impresiones digitales como ustedes. Si usted tocara mi piel advetiría que es más áspera que la suya con pelos. Tenemos asimismo dos pequeños ganchos por encima de los dedos medios. Las uñas son grises y generalmente más delgadas que las de ustedes. Usted advertirá que las mías no son tan largas y redondeadas al tope. Ello es porque soy hembra. Los machos usan las uñas largas y afiladas, de unos cinco o seis de sus centímetros.

    La siguiente característica es muy diferente de su especie y se basa en nuestro origen reptil. Si usted tocara la parte superior de mi cabeza sentiría una línea ósea a través de mi ropa, bajando por mi espalda. Esta cresta sagital es mi espina dorsal prolongada en una placa ósea que sigue exactamente el recorrido de mi columna vertebral hasta las caderas. Existe un número extremadamente elevado de nervios y vasos sanguíneos en esta estructura, comprimidos en un canal de dos a tres centímetros de diámetro y esa es la razón por la cual nosotros tenemos siempre problemas en sentarnos en sillas como esa en la que se encuentra usted. Esa cresta está formada por una sucesión de pequeñas placas, y tiene también ingerencia en nuestra actividad sexual a través de la regulación de la temperatura de nuestro cuerpo y según la incidencia de luz solar o artificial se adapta el flujo de nuestra sangre reptiliana tantos grados como sean necesarios para estimular el placer.

¿Qué más es diferente en su especie?
    Oh, no tenemos ombligo porque fuimos creados por caminos diferentes al que dio origen a los mamíferos. Las otras diferencias externas son menores y pienso que no debo mencionarlas ahora porque la mayoría de ellas no son visibles si estamos usando ropas. Espero que la descripción de mi cuerpo haya sido bastante detallada. Le aconsejaría hacer algunos dibujos.

¿Qué tipo de ropa emplea normalmente?. Supongo que no será del género que ahora presenta.
    No. Uso ropas de humanos solamente cuando estoy entre ellos. Para ser honesta estas ropas apretadas no son confortables para mí y eso es muy extraño. Si estamos en nuestra propia casa (aquí, nuestras casas subterráneas) o en nuestra gran área de sol artificial, o si estamos junto a otros de nuestra especie que posean un nombre semejante al nuestro, en ese caso solemos permanecer desnudos. ¿Eso es chocante para usted? En cambio, cuando estamos junto con otros de nuestra especie pero con los cuales no compartimos “sonidos” ni los conocemos, usamos ropas largas y holgadas, en ocasiones con una especie de tocado en la cabeza. Sepa que muchas partes de nuestro cuerpo son muy sensibles al tacto, principalmente las pequeñas placas de la cresta sagital y por eso no podemos sentirnos confortables vistiendo ropas apretadas porque ellas nos lastiman. Frecuenemente ambos sexos emplean el mismo tipo de ropa, pero de colores diferentes.

Usted dijo “otros nombres parecidos al propio”. ¿Quiso decir su familia?
    No, no realmente. Usted llamaría a esto “familia” pero con esa palabra usted piensa solamente en aquellos de su especie que tienen una afinidad genética, como su padre, su madre o su hijo. Como dije anteriormente, tenemos un nombre muy difícil y diferente. La pronunciación del nombre es totalmente única y no habrá otro ser entre nosotros con el mismo sonido, pero parte de ese nombre (concretamente, un sonido en el medio) indica a otros de qué “familia” uno proviene (uso la palabra “familia” porque en su vocabulario no hay otra que describa esta relación) eso indica que hay una cierta correspondencia genética, en un grupo que puede englobar entre cuarenta y setenta miembros. Ese grupo incluye relaciones genéticas excepto aquellos que renuncian a las mismas, como padres y madres. Ello sería muy difícil de explicar, ya que nuestro sistema social es mucho más antiguo y complejo, por lo que precisaríamos varias horas sólo para considerar los asuntos primarios. Tal vez podamos encontrarnos otra vez y yo podría darle descripciones detalladas de todas esas cosas.

¿Usted tiene cola como muchos reptiles?
    ¿Y usted tiene una como muchos primates? No, no tenemos un rabo visible. Si usted observara nuestro esqueleto hay solamente un pequeño hueso redondeado al final de la espina dorsal, detrás de la pelvis. Es el resto inútil que legamos de nuestros antepasados pero no es visible desde afuera. Nuestros embriones tienen colas durante los primeros meses de crecimiento pero las mismas desaparecen antes de nacer. Una cola solamente tiene sentido para una especie primitiva que intenta andar en dos patas y necesita mantener el equilibrio con aquélla. Pero nuestra especie evolucionó hace ya tanto tiempo que desapareció ese atavismo.

Usted dijo que nacían de forma distinta a la nuestra. ¿Ponen huevos?
    Sí, pero no como sus pájaros o reptiles primitivos. En realidad el embrión crece dentro de un líquido proteico dentro del útero de la madre y a su vez dentro de un huevo de cáscara muy fina que abarca todo el vientre. El embrión, dentro de ese huevo es completamente independiente del cuerpo de la madre y tiene toda sustancia que necesita para desenvolverse dentro de la cáscara. Existe también un cordón, como su cordón umbilical que está unido a un punto oculto detrás de nuestras placas dorsales. Cuando el “bebé” está por nacer todo el huevo es presionado a través de la vagina que aparece cubierta de una viscosa sustancia, y el bebé sale de dentro de ese huevo después de algunos minutos. Esos dos ganchos en nuestros dedos medios son instintivamente usados por los bebés para quebrar la cáscara y tomar su primera respiración. Nuestros jóvenes no son tan grandes como sus bebés humanos y cuando nacen, en el mejor de los casos, tienen de treinta a treinta y cinco centímetros de largo, y el huevo unos cuarenta centímetros de largo, por lo cual nuestra vagina es menor que la de las humanas. Luego, crecemos hasta una altura de unos 1,60 a 1,80 metros.

¿Cuál es aproximadamente la temperatura de su cuerpo?. Usted dijo que les gusta deleitarse al sol. ¿Qué efecto tiene eso en su organismo?.
    No somos mamíferos, entonces como reptiles nuestra temperatura corporal depende de la temperatura que nos rodea. Si usted toca mi mano sentirá que está más fría que las suyas porque nuestra temperatura corporal está alrededor de los 30 a 33 grados centígrados. Si nos sentamos al sol (especialmente desnudos y con nuestras pequeñas placas dorsales vueltas hacia él) nuestra temperatura corporal puede aumentar ocho o nueve grados más en algunos minutos. Esa elevación de la temperatura causa la producción de muchas enzimas y hormonas en nuestrro cuerpo por lo que los mismos, nuestros cerebros y corazones se tornan más activos y nos  sentimos entonces realmente muy bien. Para los humanos puede ser común broncearse al sol, pero para nosotros es el mayor placer que pueda imaginar (tal vez, como la excitación sexual). También podemos y gustamos de nadar en agua caliente u otros líquidos que eleven nuestra temperatura. Si permanecemos algunas horas a la sombra nuestra temperatura vuelve a los 30/33 grados. Eso puede dañarnos (el exponer al sol, luego a la sombra y regresar en busca del sol) pero es lo que nos place. Tenemos también un alojamiento solar artificial en nuestra casa subterránea, pero no es lo mismo que el verdadero sol.

¿Cuál es su alimentación?
    Variada, como la de ustedes: carne, frutas, vegetales, algunas especies de hongos (que cultivamos en estancias subterráneas). Nosotros podemos también comer y digerir algunas sustancias que son venenosas para ustedes. La principal diferencia entre ustedes y nosotros es que nosotros debemos comer carne porque nuestro cuerpo precisa sus proteínas. No podemos vivir siendo completamente vegetarianos como su especie porque nuestra digestión dejaría de trabajar y moriríamos semanas o a lo sumo unos meses después de dejar de comer carne. Muchos de nosotros comen carne cruda u otras cosas que serían repugnantes para ustedes. Personalmente, yo prefiero carne cocida y frutas, como manzanas y naranjas.

¿Podría decirme algo sobre la evolución natural de su especie? ¿Qué edad tiene la misma? ¿Ustedes evolucionaron de resptiles primitivos como los humanos evolucionamos de los monos?
    Oh, esa es una historia muy larga y compleja, y seguramente inaceptable para ustedes, pero es la verdad. Intentaré explicarlo de manera resumida. Hace 65 millones de años nuestros ancestros involucionados conocidos como “dinosaurios” murieron en un gran cataclismo global. La razón para esa destrucción no fue un cataclismo natural causado por el impacto de un asteroide como equivocadamente sostienen sus científicos, sino una guerra entre dos grupos alienígenas enemigos que ocurrió en órbita en la alta atmósfera de este planeta. De acuerdo con nuestro limitado conocimiento respecto del inicio de esta guerra global esta guerra fue la primera pero no la última (una futura llegará en breve) mientras por otro lado lo que usted llamaría una “guerra fría” entre alienígenas rivales está teniendo lugar y complicando a su planeta desde hace setenta y tres años. Nuestros enemigos en esta guerra de hace sesenta y cinco millones de años fueron dos razas extraterrestres superiores cuyos nombres nuevamente son impronunciables para sus lenguas, y quizás lastimaría sus oídos si las pronunciara de forma correcta. Una raza era humanoide como su especie (mas mucho más antigua) y provenía de este universo, de un sistema solar próximo a la estrella que ustedes conocen como “Procyon” en sus mapas estelares. Además, sólo sabemos que se trata de una especie también reptiliana pero sin vinculación con nosotros, ya que nuestra especie evolucionó de formas sáuricas locales sin influencia exterior (excepto una manipulación genética hecha sobre nuestro género por nosotros mismos, y esto mucho tiempo después). La otra especie, también reptiliana, no venía de este universo. Lo explicaré. sus científicos no entienden de una manera real el universo porque sus mentes ilógicas son incapaces de entender las cosas más simples y dependen de las matemáticas y los números errados. Ello es parte de la programación genética que mencionaré en el futuro. Déjeme decirle que ustedes están tan distantes de la comprensión del universo como cuando se encontraban quinientos años atrás. Para emplear un lenguaje que quizás usted entienda: la otra especie no venía de este universo sino de la “trama del universo”. Usted llamaría a esto tal vez otra dimensión, pero eso no es la palabra cierta para describirlo correctamente (sin ir más lejos, el concepto de tercera dimensión ya es errado como ustedes lo comprenden). El hecho que usted debería recordar es que las especies avanzadas son capaces de desplazarse en el entretejido del universo mediante fuerzas que controlan mentalmente (mi especie también tiene avanzadas habilidades mentales en comparación con la suya, pero no somos capaces de manejar esa trama) y así hay entidades en este planeta que sí lo pueden hacer también, y ello aparecería como “magia” ante ustedes, como de hecho lo fue para sus antepasados.

    Volviendo a nuestra historia: la primera especie (los humanoides) alcanzaron la Tierra unos ciento cincuenta años antes que los reptilianos y construyeron algunas colonias en los primitivos continentes. La mayor colonia fue construída en el continente que hoy llaman ustedes Antártida y la que le seguía en tamaño en el continente que hoy conocen como Asia. Esas personas compartían el planeta sin problemas con una especie de animales sáuricos. Cuando la avanzada especie reptiliana llegó, los colonos humanoides de Procyon trataron de comunicarse pacíficamente, sin éxito, comenzando una guerra global que duró varios meses. Usted debe entender que ambas especies estaban interesadas en este joven planeta no por su biología ni por las especies que aquí existían sino por una única razón: minerales y materia prima, especialmente el cobre. Para entender esa razón debe entender que el cobre es vital para muchas especies avanzadas (como la nuestra) porque él, junto con algunos materiales inestables es capaz de reaccionar formando otros nuevos materiales inestables si se les inducen un potente campo electromagnético, en ángulo correcto con un alto campo de radiación nuclear para producir un significativo cruce de campos de fluctuación. La fusión del cobre con otros elementos en una cierta cámara en un campo de radiación magnética puede producir un campo de fuerza de naturaleza especial y muy útil para varias tareas tecnológicas (pero la base para esto es una fórmula extremadamente compleja que usted  no es capaz de descubrir por causa de las restricciones de su mente que ya le comenté antes). Ambas especies procuraban controlar el cobre del planeta y por esa razón se vieron envueltos en una prolongada guerra librada mayormente en el espacio, en las cercanías del planeta. La especie humanoide parece haber sido reiteradamente triunfante durante esa primera guerra pero en la última batalla los reptilianos deciden usar un arma poderosa experimental, una bomba de fusión que destruiría las formas de vida en el planeta pero no afectaría las materias primas como el cobre. La bomba fue lanzada desde el espacio y detonada sobre un punto de su planeta que ustedes hoy llaman “América Central”. Como explotó sobre el océano produjo una imprevisible fusión con hidrógeno y el resultado fue peor del que los reptilianos esperaban. Una radiación mortal cayó como una lluvia radiactiva de diferentes elementos ocasionando un “invierno nuclear” de casi doscientos años como resultado. La mayoría de los humanoides murieron y los reptilianos perdieron su interés por el planeta al cabo de algunos años por razones (al menos para nosotros) desconocidas, quizás a causa de la radiación. El planeta comenzaba a desertificarse de vida animal nuevamente. A propósito, uno de los resultados de la explosión fue la alteración y generación durante la onda incendiaria de diversos elementos como consecuencia de la fusión, y uno de esos elementos es el iridio, el que ahora se emplea como “evidencia” de que el cataclismo fue provocado por un meteorito. Eso no es verdad, claro que, ¿cómo podrían ustedes saber qué es verdad y qué no?.

    Bien, la mayoría de los dinosaurios murió (no todos necesariamente a consecuencia de la explosión, muchos por las desastrosas consecuencias posteriores de la lluvia radiactiva y el invierno nuclear). Casi todos los reptiles (inteligentes o no) que estaban sobre la superficie fueron muriendo en los veinte años siguientes. Algunos, sin embargo –especialmente los que se encontraban en los océanos– fueron capaces de sobrevivir por otros doscientos o trescientos años en este mundo transformado, pero esas especies también terminaron muriendo porque el clima había cambiado drásticamente. Cuando el invierno nuclear terminó, dos siglos después, el mundo estaba más frío que antes. Algunas especies fueron capaces de sobrevivir, como peces (los tiburones), pájaros, pequeños mamíferos rastreros (los ancestros de ustedes) y varios reptiles como cocodrilos… y existía un tipo especial de un pequeño y evolucionado dinosaurio desenvolviéndose junto con el último gran animal reptiliano, al que ustedes llaman “Tiranosaurio”.

    Ese reptil especial estaba caminando sobre dos piernas y se parecía un poco a sus reconstrucciones de los iguanodontes (se originaba en esta familia, sólo que era de tamaño menor (aproximadamente un metro cincuenta) con algunas características de humanoides y cambios en su estructura ósea, un cráneo mayor, un cerebro mayor y en sus manos un dedo oponible como pulgar, capaz de tomar cosas, un organismo y digestión diferentes, ojos desarrollados en el centro de la cabeza como los suyos propios y lo que era más importante, una organización cerebral más compleja. Ese fue nuestro antepasado directo. Existen teorías que dicen que la radiación de la bomba tomó parte en esas mutaciones de los organismos de nueva generación, pero no está comprobado. Entretanto ese pequeño dinosaurio de tipo humanoide evolucionó durante los siguientes treinta millones de años (es como he dicho antes, una especie necesita mucho más tiempo del que ustedes creen que tuvo la suya para evolucionar naturalmente si no es inducida artificialmente para convertirse en un animal más o menos pensante). Estos seres fueron entonces lo bastante inteligentes para no desaparecer durante los siguientes millones de años porque aprendieron a vivir, dado su reducido número, viviendo ocultos en cavernas, en vez de frente a la naturaleza inclemente. Aprendieron el uso de piedras y madera como sus primeras herramientas, el del fuego no tanto para cocinar sino primeramente para mantener la temperatura corporal –algo tan importante para nuestra especie– y luego con aplicaciones industriosas, y lentamente todo el camino ascendente que usted podrá imaginar.

    Durante los siguiente veinte millones de años esta especie fue dividida por la naturaleza en veintisiete subespecies (infelizmente la anterior especie reptil estaba acostumbrada a dividirse en subespecies de manera ilógica, especialmente durante el proceso de evolución). Muchas de esas subespecies entraron en conflicto entre sí por la dominación y fueron exterminadas. La naturaleza no fue amigable con nosotros: de esas veintisiete subespecies, veinticuatro fueron extintas. Cincuenta millones de años después de la primera guerra y la extinción de los dinosaurios, solamente tres (ahora también tecnológicas) adelantadas especies reptilianas estaban permaneciendo en este planeta junto a otros animales que comenzaban a imponerse, cuanto menos en número: los mamíferos. A través del cruzamiento natural y artificial esas tres especies fueron unidas en una, mediante manipulaciones genéticas se eliminaron los genes propensos a dividirse en subespecies y, de acuerdo con nuestra historia y creencias, esa es la época en que fechamos nuestro surgimiento. Pero creo que ya he dicho demasiado por esta vez. Debo irme. Quizás nos volvamos a ver.

    Con el apoyo de mi amigo E.F., con quien había acordado la entrevista y quien le había facilitado discretamente el acceso, Lacerta desapareció por un oscuro pasillo trasero. Estas líneas es todo lo que me ha quedado. Hasta el próximo encuentro, si es que se produce.

AFR: El artículo original fue inserto en alemán en la lista UFOTHRUTH, firmada por Olaf K.