Guerra de Brujos, Fragmento de T. Knab

Guerra de Brujas: Un viaje al mundo oculto de los aztecas contemporáneos, por Timothy J. Knab (1993)
Reseñado por Corey Donovan
traducción por José González Riquelme

Recomiendo este libro, del antropólogo Timothy Knab, a todo aquel que quiera hacerse una idea de cómo podría haber sido el trabajo de Castaneda si hubiera escrito verdaderos informes antropológicos sobre brujería y “ensueño”, tal como los practican los seguidores de las antiguas tradiciones mexicanas. También es una pintoresca y fascinante historia de venganzas, asesinatos y de la influencia de movimientos culturales que tuvieron lugar durante un periodo que se extiende por más de sesenta años.

Knab era, a principios de los setenta, profesor de antropología en la Universidad de México, que estaba haciendo un trabajo de campo en un pueblo pequeño de la Sierra de Puebla, cuando se encontró con brujas y brujos auténticos, que seguían las antiguas tradiciones de brujería y de ensueño que se remontan, al menos, hasta los aztecas.

Al contrario que Castaneda, el Profesor Knab habla con fluidez el nahuatl, y emplea los términos antiguos auténticos usados en varias prácticas o utilizados para nombrar a regiones del mundo del ensueño, Talocán y Tlalocán, que las brujas tienen que visitar para poder curar a sus pacientes, o para causar daño a sus oponentes o a otras brujas. También anota fielmente y traduce las conversaciones en nahuatl con sus dos principales informantes del pueblo, un anciano y una mujer, Inocente y Rubia, curanderos y practicantes de brujería durante más de 50 años. Contrariamente a los discursos filosóficos y metafísicos de don Juan (especialmente en sus últimos libros), estas conversaciones son lo que uno esperaría de alguien proveniente de este medio cultural.

Probablemente el aspecto más fascinante del libro, para los lectores de Castaneda, sean las detalladas descripciones de los viajes de ensueño, en las que es instruido el profesor Knab por sus dos informantes. Estas secciones del libro describen un reino que tiene una geografía y unos rasgos coherentes, y que al parecer han sido experimentados por generaciones de brujos descendientes de los aztecas.

Otro aspecto interesante para mí es la explicación de los conceptos aztecas de “tonal” y “nagual”, la cual es coherente con lo que he visto en todos los trabajos antropológicos de brujería y hechicería en México y América Central, y completamente contradictorio con el uso que da Castaneda a estos términos. Según Knab, los aztecas creían que el alma humana tiene tres aspectos: (1) el yollo, la fuerza interna de la vida, que da vida y movimiento al cuerpo, y que se equipara con el corazón; (2) el tonal, el aspecto que normalmente viaja en sueños, y que se equipara con la chispa de la vida, con el destino y con la suerte de la persona; y (3) el nagual, el animal espíritu o el alter ego animal de un individuo, con cuyo aspecto los brujos pueden viajar más fácilmente y “ver” en un determinado reino del ensueño de Talocán. Los informantes de Knab también usan regularmente el término “los que no son nuestros hermanos”, o ajmotocnihuan, para referirse a los seres supernaturales que encuentran en Talocán, a los cuales se les considera servidores del Señor de Talocán.

La instrucción y la interacción de Knab con sus informantes, descrita en los libros, tiene lugar durante un periodo de tres años, desde el otoño de 1974 al otoño de 1977, durante el cual llega a descubrir una oscura historia de brujería y de intriga que tuvo lugar en la región en los años veinte, cuando se produjeron docenas de muertes atribuidas a la hechicería. Estas muertes, que ocurrieron durante un periodo de diez años, se detuvieron finalmente cuando la gente del pueblo crucificó, literalmente, a una de estas supuestas brujas.