ILUSIÓN FRENTE A REALIDAD (Parte 2)

ILUSIÓN FRENTE A REALIDAD
(PARTE II)

DIÁLOGOS CON
SHRI RANJIT MAHARAJ
SOBRE EL «ESTADO SIN ESTADO»

Compilado por
Robert Wolff

PREFACIO

Mientras se acababa la última parte de este libro, Maharaj dejó su cuerpo. Ranjit Maharaj, un gran Maestro, entró en Maha Samadhi el 15 de noviembre del 2000. Cayó enfermo el 3 de octubre del 2000 a consecuencia de un ataque al corazón. Su último Satsang ocurrió el 2 de octubre del 2000. Su nacimiento fue el 4 de enero de 1913. Tenía 87 años.

Traté con él de este libro en septiembre, y estaba dichoso de que progresara. El libro es una continuación de la Parte I publicada en 1998, de manera que decidimos llamarle Parte II. El formato es el mismo. Se usaron grabaciones y se hizo una trans-cripción de cada cinta. No se hizo ningún esfuerzo para seleccionar algunas cintas y se usaron las cintas que estaban disponibles. Se hicieron esfuerzos para mantener el lenguaje original y para no corregir el inglés de Maharaj. Mantener «viva» la presen-cia de Maharaj en el libro era una parte importante del trabajo. En su mayor parte se mantuvo la repetición, pero se hizo alguna corrección, aunque se mantuvo en un mí-nimo. Para aquellos que quieren transcripciones literales, están disponibles, pues muchos discípulos han registrado sus charlas.

Actualmente, la habitación donde vivió durante 58 años, todavía se usa para los Bhajans. Hay occidentales que siguen viniendo a Bombay, de modo que se espera que la habitación permanezca abierta indefinidamente, pues los Bhajans son una par-te importante de la enseñanza. Igualmente, para aquellos que están interesados en los peregrinajes a Bagevadi y Pathri, éstos continuarán y se les da la bienvenida a ellos.

El primer volumen está en la segunda impresión y se espera que este segundo vo-lumen será igualmente bien recibido. El primer volumen ha sido traducido al marathi y al francés, y recientemente se me ha dicho que ahora se ha traducido al alemán, pero yo no lo he visto.

Robert Wolff
Mumbai, India
Diciembre del 2000

ÍNDICE

Prefacio 2
Índice 3
15 de febrero de 1999 4
6 de agosto de 1999 20
23 de noviembre de 1999 24
24 de noviembre de 1999 38
10 de diciembre de 1999 51
22 de diciembre de 1999 62
27 de diciembre de 1999 76
30 de diciembre de 1999 89
7 de enero de 2000 101
12 de enero de 2000 113
14 de enero de 2000 133
20 de enero de 2000 145
15 de febrero de 2000 159
4 de junio de 2000 169
26 de julio de 2000 181

15 de febrero de 1999

Pregunta: Tengo mucha energía dentro. No sé cómo usarla. Me pregunto cómo usarla. Siento que estoy muy impaciente dentro.

Maharaj: La energía es poder, crece y deviene mayor. Si usted comprende que la energía es usted mismo, entonces puede usarla. Usted tiene manos. Usted usa sus manos, ¿no es así? Para tomar algo, para dar algo, las usa de esa manera. Del mismo modo, cuando la energía deviene mayor dentro, úsela para las cosas verdaderas, no para las cosas mundanales, porque todas no son nada sino cero, o ilusión. Así pues, ¿por qué iba usted a usar su energía para esa nada? Comprenda esa energía, la ener-gía no es nada sino el poder. Cuando un niño es pequeño no tiene mucho poder de pensamiento, pero cuando crece tiene mucha energía en su mente. Pero piensa siem-pre cosas falsas. No piensa nunca cosas verdaderas. Anda siempre detrás de cosas mundanas o de asuntos mundanos.

Todas estas cosas traen cada vez más trastornos o problemas. Cuando usted duerme, la energía es libre, ¿o no? Así pues, esa energía debe ser usada. Trate de ir más allá de cero, pero ahí no hay ninguna energía. La energía es conocimiento y el conocimiento tiene el poder de conocer cada vez más. El mundo avanza y avanza, ¿no es así? Se ha descubierto el ordenador, el correo electrónico y el fax. Así pues, ahora no importa la distancia, usted puede tener la respuesta de alguien en un mo-mento. Y cuando ese poder se desconecta del cuerpo, ¿qué queda? Todo vuelve a cero. Mientras el cuerpo funciona todo está bien, pero es seguro que un día morirá. El que ha nacido debe morir algún día.

Uno debe comprender que el cuerpo no es mí mismo. Esa energía o poder que hay dentro debe usarse para el propósito verdadero. Entonces usted es feliz. Trate de comprender su energía. Al comienzo uno tiene que aumentar esa energía. Eso signi-fica conocimiento, la energía es conocimiento. ¿Para qué aumentar el conocimien-to?… para saber lo que es verdadero y lo que es falso: esto no es verdadero, esto es verdadero. Todas las gentes tratan de conocer por mecanismo físicos, pero sólo pue-den llegar hasta cero. No pueden encontrar nada más que eso. Los científicos han probado que el mundo es un «agujero negro». Así pues, sólo pueden llegar hasta ce-ro. No pueden ir más allá de cero.

En la mitología india han mostrado eso también. Dios ha creado el mundo en toda esa oscuridad o negrura. Dios hace todo en nada. Cuando duerme, vienen a usted muchos sueños. A uno que no duerme, no le vienen sueños. Si usted no duerme, no puede venir a usted ningún sueño. Pero cuando duerme, vienen a usted muchos sue-ños, deben venir. Usted quiere algo, ese conocimiento. La respiración es el conoci-miento, nada más. Eso prosigue incluso cuando usted está durmiendo. De otro modo, usted estaría muerto. Así pues, eso es la energía, nada más. La energía está dentro, para que usted pueda comprender. Llévela fuera, comprenda que está por todas par-tes. Use la energía de esa manera.

Todo el mundo es mí mismo, todo el mundo respira. Todos ustedes respiran y duermen, pero usted se toma por una entidad separada. Eso es ego. Y entonces vie-nen algunos problemas y usted piensa, «Oh, ¿qué ha acontecido, qué hacer?» Una persona realizada tiene muchos problemas, no piensa que no tenga problemas, pero arroja los problemas y no se inquieta por ellos. Finalmente todo es cero; así pues, ¿por qué inquietarse? Cuando la muerte viene al cuerpo, esté ya no se inquieta. Es cero, ha comenzado de cero.

Una gota del semen del padre ha comenzado esto. Salen muchas gotas, pero nadie se inquieta por eso. Pero cuando viene una forma, usted dice, «Oh, es mi hijo, mi hija; éstos son mi familia». Usted lo toma todo como mío, y por ignorancia hace el mundo muy pequeño, debido a que su comprensión está limitada por la identificación con su cuerpo. Si no hay cuerpo, ¿qué queda entonces? Todo es únicamente espacio. ¿De qué se inquieta el espacio? Muchas cosas vienen y se van en el espacio, el viento viene y se va. ¿Se inquieta el espacio? Usted es más sutil que el espacio. Usted puede sentir el viento, puede sentir el espacio debido al conocimiento, y sin embargo usted tiene el poder o la comprensión para decir que no es verdadero. Eso es la belleza de ello. Vea todo, pero diga que no es verdadero. ¿Quién puede decirlo? El que es un hombre valiente. Ve todo, acontecen muchas cosas, pero él dice, «Nada es verdade-ro».

Cuando usted duerme, ¿adónde va el mundo? No está aquí; usted olvida su nom-bre, su cuerpo y todo. La mente también duerme, ¿qué hacer entonces? Cuando una chinche le pica en el sueño, usted se arrasca, y si alguien le preguntara qué está ha-ciendo, usted diría, «no sé». El que duerme se arrasca, pero dice que no sabe. Mur-mura en su sueño, y si usted le pregunta que está diciendo, dirá, «yo nunca he dicho nada». Lo niego todo. ¿Por qué? Porque está en la negación.

Cuando la mente está en cero, usted puede ir más allá de cero si comprende que ella es cero. ¡Por qué no? El Maestro enseña cómo ir más allá de cero. No haga nada, sólo comprenda que ella es cero; entonces usted puede ir más allá de ella. No haga nada, no hay nada que hacer y la realidad está aquí. La realidad no tiene nada que hacer con todas estas cosas. Acontecen muchas cosas, las experiencias vienen y se van, ¿no es así? Sean como sean los pensamientos, buenos o malos, vienen y se van. Sin embargo, usted no debe inquietarse, porque usted no se pierde nunca. Así pues, yo digo siempre, «Esté usted en el cielo o en el infierno, diga siempre que yo soy Él».

¿Queda algo para el hombre que muere? ¿Dice alguna vez que yo soy un hombre muerto? Si siente que yo estoy muerto, entonces no está muerto. Un solo pensamien-to y usted no podrá dormir. Cuando usted duerme, todos los pensamientos desapare-cen. El conocimiento desaparece. En ese momento no hay ningún conocimiento de nada, sólo la respiración y eso es sólo conocimiento. En nuestra lengua se dice que exhala, que está fuera del soplo. Queda el soplo final y él lo exhala. En ese momento no tiene ningún sentido, ninguna comprensión. Si alguien viene y dice, «He venido, soy tu amigo», él cierra nuevamente los ojos. Está libre de toda inquietud. Si no hay conocimiento, no hay inquietud.

Suponga que usted quiere ir al aeropuerto y que viene algún amigo justamente cuando usted se va. Usted dirá, «Sí, sí, lo siento mucho, pero tengo que irme». Usted le olvida también. A quienquiera que venga, usted le dice, «Lo siento mucho». Eso es lo máximo que dice. «Lo siento mucho» es una palabra muy buena. Haga cual-quier cosa, golpee a alguien y diga, «Lo siento mucho». En ese momento, él no pue-de responder. Usted puede estar haciéndolo a propósito, pero si usted dice, «lo sien-to», ¿qué puede hacer la otra persona? «Lo siento» es una palabra muy buena, así se lo digo. Búrlese todo lo que quiera y diga «lo siento».

Así pues, cuando la energía crece, use esa energía de tal modo que todo devenga cero. Tenga ese poder para zanjar todo. Nada es verdadero. La muerte no es verdade-ra, el nacimiento no es verdadero. Yo jamás he tomado el nacimiento; no hay ningún pecado, ninguna virtud. Todo debe desaparecer. Todo esto es la obra de la mente, tanto el pecado como la virtud. Es el cuerpo el que recibe la muerte y el nacimiento. Eso es jiva, o la criatura más pequeña en nuestra lengua. Cuando usted se identifica con el cuerpo, deviene lo más pequeño; en caso contrario, usted es muy amplio. Cuando echa abajo el muro, usted deviene el espacio, usted es completamente abier-to, pero no quiere echar abajo el muro del cuerpo y eso es ego. Eche abajo el muro del ego, y entonces puede decir fácilmente, «¡Ah!, yo soy por todas partes».

¿Por qué inquietarse si se hacen cosas buenas o malas? Golpee a alguien, no im-porta, pero si le devuelven cuatro golpes, acéptelo. No diga que ha recibido los gol-pes. Las gentes no experimentan lo que digo. En lugar de ello viene la cólera, uno se encoleriza siempre. Tráguese también esa cólera. Dígase, yo no la quiero, y no se inquiete por nada ni por nadie. No la toque. Sin embargo, usted la toca. Usted da valor a su mente, a sus pensamientos. Dígale a su mente, yo no me inquieto por ti. Trate de comprender su mente. La mente es el hacedor más grande. La mente es sólo su pensamiento. Le lleva a usted al cielo y también le lleva al infierno. La mente es su mejor amigo y su peor enemigo. Todo lo que usted no quiere, ella lo hace. Usted usa su mente de la manera adecuada cuando dice, «No es verdadero».

¿Por qué se encolerizan las gentes? Usted pregunta al niño, «¿Qué estás hacien-do?» Pero usted hace lo mismo cuando dice, «Yo tengo razón, él está equivocado». La persona realizada dice, «Yo nunca tengo razón, yo siempre estoy equivocado». Usted conserva su «yo». Diga, «Yo no existo». Si lo experimenta de esta manera, ¿qué le queda entonces? Si alguien trae 10.000 rupias y se las ofrece a una persona realizada, la persona realizada no siente nada, no se inquieta por eso. No se inquiete por nada. En el juego del fútbol usted da un puntapié al balón y mete un gol. Si usted da un puntapié a la ilusión con la comprensión, ya no se requiere nada más, usted mete el gol y deviene Él. Usted es siempre Él, pero quiere las cosas falsas.

Rama y Sita estaban juntos y Sita vio un ciervo de oro; ella quiso su piel de oro. La quería para una blusa. Dígame, ¿cómo puede ser de oro la piel de un ciervo? Pero está escrito de esa manera y Rama fue inducido a cazarlo. Rama fue tras el ciervo y Sita, que se quedó sola, fue raptada entonces por el demonio Ravanna. ¿Qué hacer entonces? ¿Quién es Rama? Rama es el que opera en todos. Y cuando Rama entra en los diez sentidos, deviene Ravanna. Rama deviene Ravanna. Nadie dirá esto en pú-blico. Si usted dice esto, yo me atrevo a decir que le cortarán la lengua. Así pues, cuando usted entra en los diez sentidos, entonces su paz, Sita, se pierde. Sita significa paz.

Está escrito que Ravanna tiene diez cabezas. Así pues, actuaba de diez maneras. Usted también actúa de diez maneras. Si pierde un ojo, todavía puede ver con el otro. Si se vierte una gota de la sangre de Ravanna, entonces sale otro demonio. Si se pier-de un ojo, el otro sigue funcionando, ¿no es así? Funciona más poderosamente cuan-do un ojo se pierde.

¿Para qué propósito se escribió el Ramayana? Las gentes no conocen su signifi-cado interior. Pero hay que comprender el significado interior. El Señor Krishna era hijo de un rey. Arjuna era su discípulo, como lo eran los cinco Pandavas. Krishna entra en el campo de batalla y enseña a Arjuna el conocimiento. ¿No tenía Krishna ningún otro sitio para enseñar? Los dos eran reyes, pues Arjuna era también hijo de un rey. ¿No tenía ningún otro sitio adónde ir? Además, Krishna estaba conduciendo el carro de Arjuna. ¡Imposible! ¿Debo yo conducir el carro de mis discípulos mien-tras ellos disfrutan? Hay un significado dentro de todo esto. Todo el mundo ha reci-bido ese poder. Krishna dijo a Arjuna que todas estas gentes del campo de batalla no eran sus parientes como él pensaba, de modo que podía matarlos. Arjuna dijo, «¿Cómo puedo matarlos?» Matar no significa matar con un fusil, sino con la com-prensión. En aquella época también había leyes.

¡Debe venir la comprensión de que él no es mi padre y ella no es mi madre, debi-do a que yo no soy esto! Yo soy el poder que está en mí. Además, en la historia, Krishna deviene el conductor y Arjuna se sienta dentro. ¿Es eso posible? ¡Imposible! Él, ese poder, conduce el cuerpo de todo el mundo. Krishna dice que todos son mí mismo y que todos los pensamientos son mis pensamientos. Vengan los pensamien-tos que vengan, buenos o malos, déjelos en paz. Comprenda de dónde vienen los pensamientos, vienen del… conocimiento. El conocimiento también es falso cuando usted tiene una comprensión completa.

Después de esa comprensión, nada se cruza en su camino. Nada puede perturbar-le. Su energía es muy fuerte. Usted puede hacerse cargo de cualquiera, pero debe usar la energía de la manera correcta. Usted deviene muy poderoso con la compren-sión. Usted dice que el mundo es verdadero y que usted experimenta todo; pero cuando usa su poder de la manera correcta, puede decir que no es verdadero. Pásese al bando de la comprensión, al bando del Maestro; entonces puede golpear a cual-quiera. Diga que todo es cero, que aquí no hay nada. El mundo mismo es un campo de batalla, ¿no es así? Usted toma nacimiento y hace muchas cosas falsas. Usted pe-lea con su esposa, ¿qué hacer entonces? ¿Y qué hacen los occidentales? Se divorcian. En la India, no hay ningún divorcio.

Usted piensa siempre que alguna cosa o alguien es mejor. Si ustedes no se com-prenden, ¿cuál es la utilidad de vivir juntos? Todo es un sinsentido. Comprenda su mente y conózcase a usted mismo. Usted no es una mujer y él no es un hombre. Us-ted es Él. No hay ninguna mujer ni ningún hombre. El mismo poder opera en todos. Todos son sólo como bombillas con la electricidad dentro. ¿Qué es mujer y qué es hombre? El poder es uno. Hombre y mujer son sólo sus pensamientos. Cuando usted dice que es una mujer y él dice que es un hombre, el conflicto debe venir. Si usted comprende que el poder es el mismo, entonces, ¿qué conflicto puede venir? Haga según su deseo, yo no me meto. Alguien en América me preguntó que si alguien le quitaba la esposa, qué debía hacer uno. Tome la esposa de algún otro. Tanto monta, monta tanto.

El mundo es falso. Diga que es falso, que no es verdadero. Sea feliz en todo mo-mento, no se inquiete por nada. Si alguien toma su dinero, sea feliz entonces tam-bién. Yo tengo dos bolsillos. Si pongo el dinero en un bolsillo, es mío; y si lo pongo en el otro, también es mío. Compréndalo de esa manera. Diga que se ha ido a mi otro bolsillo; ¿por qué inquietarse? Las personas realizadas no se inquietan. Comprenden ese poder y lo usan de la manera correcta. Todo es mío y nada es mío. La compren-sión debe venir.

Si alguien deviene rico, el dinero no aumenta; sólo que otros tienen menos. Usted lo ha tomado de los bolsillos de otros, ¿qué hacer entonces? Si alguien lo toma del bolsillo de usted, sea feliz con eso también. No diga que lo mío es mío. Lo que usted ha recibido, tiene que compartirlo. Cuando llega la comprensión, el poder se usa de esta manera. Si usted lo usa de esta manera, será feliz siempre.

Alguien da diez millones a un Santo. El Santo dice, «Muy bien». Si alguien se lo lleva, ¿qué dice entonces? «No ha sido nunca mío, así es que ¿por qué debo inquie-tarme?» Si lo tengo por mío, entonces tendré que inquietarme. No diga mío, nada es suyo, debido a que usted no existe. No exista de esa manera. Yo no soy. Olvide el ego. Si olvida el ego, usted es siempre feliz.

Si usted va a pie y ve a alguien en un Rolls Royce, usted dice que es un hombre muy afortunado, ¿no es así? Cuando llega la comprensión, usted no siente nada. To-do está bien como es. Caminar es bueno, y es su deber caminar cuando el cuerpo está aquí. La mente debe ser tratada de esta manera. Usted puede decir fácilmente que no es verdadera. Cuando dice eso, ninguna inquietud viene a usted.

Las gentes se inquietan por lo que no es. Siempre por lo que no es. Usted está siempre aquí, de modo que ¿por qué inquietarse por usted mismo? Usted no se cono-ce. «Yo soy esto», dice. Mi nombre es éste, y si alguien le pregunta su nombre, usted lo dice con fuerza, «Yo soy el señor Fulano». Todo esto es nada. Es sólo como un viento que se acumula. El viento está seguro de pasar de usted, ¿no es así? ¿Cómo puede usted acumularlo? Nada es verdadero, así pues, no queda nada que acumular.

Si alguien le da comida, pida comer de todo. Sea feliz de esa manera. Yo estoy comiendo por todas partes. ¿Por qué debe inquietarse sólo por este cuerpo sangrien-to? Pero usted dice, «Yo quiero esto». Tome primero su parte y entonces dé a los demás. Dé a todos, y diga, «Yo como en todos». Si alguien hace algo malo diga, «Yo lo he hecho». Nadie puede pegarle.

De esta manera usted no puede ser un enemigo para nadie. Tukaram fue acusado de hacer una cosa mala que no había hecho. Cuando fue preguntado si la había he-cho, dijo, «Vittal» (Otro nombre de Krishna). Entonces le preguntaron si no la había hecho y nuevamente dijo, «Vittal». Si dice que usted no la ha hecho, eso es también el ego. Vittal es en todas partes, en las cosas buenas y también en las cosas malas. Así pues, Tukaram dijo, «Vittal». Piense de esta manera.

Nadie hace el mal y nadie hace el bien, pero usted dice, «Malo», ¿no es así? Todo el mundo es mí mismo. Cristo está por todas partes, ¿no es así? Así pues, ¿qué es malo y qué es bueno? Así es como debe operar la mente. (Señalando a su corazón) Usted dice siempre que Cristo está aquí. Él no es el cuerpo. Eso es imposible. Él es el poder que está en usted y que hace todo en todos. No eche la culpa a nadie. Si al-guien hace cosas malas o cosas buenas, diga que todo está bien. Diga siempre que nada es bueno y que nada es malo en el mundo. Si hace eso, puede lograr la realidad fácilmente. Cuando el mundo deviene cero para usted, puede cruzar cero e ir a la realidad sin ningún problema. La comprensión debe venir. Usted puede sentarse jus-tamente aquí y cruzar cero sin hacer nada. Con la comprensión falsa, usted deviene falso; con la comprensión verdadera, usted deviene verdadero. La mente es muy grande y puede llevarle al cielo o al infierno. Ambas vías están aquí.

Usted debe saber cómo manejar su mente. La mente es sólo su pensamiento, nada más. Si usted dice que ella es sólo su pensamiento, ¿qué le queda? Usted va más allá de cero automáticamente. No haga nada y usted está ahí. Nada es bueno, nada es malo, nada es pecaminoso y nada es virtuoso. La virtud también es ego.

Un gran industrial fue a un astrólogo y le preguntó por su próximo nacimiento. El astrólogo dijo al hombre que era mejor no saber. El hombre insistió mucho, de mane-ra que el astrólogo le dijo que sería un perro en su próximo nacimiento. El hombre se quejo de que no podía ser porque había hecho mucha caridad y muchas obras buenas. «¿Cómo puede ser esto?», dijo asombrado. «Muy bien, dijo el astrólogo, usted vivirá como un perro en una casa con aire acondicionado». ¿Por qué debe conocer el Santo el nacimiento de todos? ¿Qué tiene que decir o hacer el Santo? El hombre siempre quería más dinero; así pues, ¿qué decirle? ¿Qué hace el perro? ¡Mendiga! Y cuando ve a su dueño mueve su rabo. Y cuando usted recibe dinero, ¿es feliz o no? Su rabo se mueve, ¿no es así? ¿Cuál es la utilidad de saber el nacimiento anterior o posterior de alguien? Sólo su mente nace, nada más. Si quiere dinero, entonces usted deviene eso. Cuando quiere dinero, usted deviene eso.

La comprensión final es que usted no existe, y que Él es siempre. No hay nada por lo que inquietarse. ¡Está bien! Así pues, use su energía de esta manera y no para todas estas cosas que son cero. ¿Qué van a darle a usted las cosas que son cero? Ellas le harán llorar. Alguien le da a usted una cosa preciosa, y esa cosa se rompe, ¿qué hacer entonces? Sea fuera de todo este cero; sea fuera de la ignorancia y del conoci-miento, y usted irá a la realidad automáticamente.

8 comentarios

  • Crow

    Pregunta: ¿Cómo comienza el pensamiento?

    Maharaj: Usted piensa, de modo que el pensamiento comienza. Si usted no pien-sa, entonces no vienen los pensamientos. La mente es sólo un pensamiento. Todos los pensamientos vienen de la mente y la mente significa conocimiento. Todo viene del conocimiento. Cuando usted va más allá del conocimiento, entonces no hay nada de qué inquietarse. ¿Cómo viene el pensamiento? Usted piensa, así viene. Si usted no piensa, entonces… Cuando usted duerme profundamente, ¿viene a usted algún pen-samiento? En ese momento usted desecha los pensamientos. A usted le fatigan mu-chas, muchas cosas en este mundo. Durante todo el día usted piensa y piensa y se fatiga y se cansa. Yo no estoy cansado nunca. ¿Por qué? Porque no pienso. Si pienso alguna vez, es que todo es cero, que no es verdadero. ¿Por qué inquietarse por eso?

    Si no duermo, no me importa. Usted va al médico si no duerme. ¡El insomnio me ha acontecido! El médico le da una píldora y esa píldora le da a usted más problemas. Las medicinas son nada. Las cosas naturales deben ser siempre tal cuales.

    ¡No piense! Deje que los pensamientos vengan y se vayan, pero todo es cero. Si usted piensa algo, eso siempre le trastornará. El pensamiento viene cuando usted piensa en algo; yo debo hacer esto o aquello, y el resultado siempre debe ser bueno para usted. ¿Qué hacer entonces? ¡Si vienen algunos resultados malos, que vengan! El pensamiento es obra de la mente, ¿por qué inquietarse por eso? Diga, «Yo no hago ningún mal». Un rey no hace ningún daño. ¿Me sigue? Sus pensamientos malos no le hacen malo a usted.

    Trate a su mente de esta manera. No piense, pero si piensa, no se inquiete por eso. Los pensamientos sólo vienen y se van. ¿Se sientan los pensamientos en su cuerpo? Buenos o malos, acontecen muchos tipos diferentes de pensamientos. Usted no de-viene bueno o malo con el pensamiento, ése es el punto principal. Pero a usted no le agradan los pensamientos malos, y entonces piensa que usted mismo es malo. ¿Qué hacer entonces? No piense bien tampoco, eso también es un bloqueo.

    Muchas cosas vienen a usted, y la riqueza también puede venir. Es un trastorno porque entonces usted se inquieta por sus impuestos. Usted no quiere ningún impues-to, de manera que va a los expertos en impuestos. Quiere que se preocupen por usted, y si piensan una mala manera para fijar sus impuestos, usted lo intentará. «Adelan-te», dice. Usted tiene cincuenta millones de beneficio, pero sólo quiere dos millones de impuestos. La mente es de ese tipo.

    Trate de comprender su mente. Aquí no hay nada, de modo que ¿cuál es el prove-cho y cuál es el déficit? Ningún déficit y ningún provecho. El pensamiento trae el déficit y el provecho. Olvide todo y entonces ¿qué queda? ¿Quién puede decirle a usted, «Mi valor es éste»? Cuesta 500, 1000 o 2000 rupias, pero el que lo dice es falso. ¿Cuánto cuesta para él? Él, la realidad, no se inquieta por eso. Usted hace dine-ro y entonces le agrada hacer exhibición de ello, mostrar que usted es rico, nada más. Nadie quiere decir que es pobre. No exhiba sus riquezas. Sus riquezas son sólo ri-quezas mundanales. Usted puede hacer muchos, muchos mundos sólo con sus pen-samientos. Usted tiene ese grandísimo poder. En un sueño, usted puede tener un avión que viene a su casa. ¿Puede ir a su casa un avión en cualquier tiempo?

    La comprensión debe venir. ¿De dónde viene un pensamiento? De cero. Los pen-samientos vienen de nada. Sus pensamientos vienen siempre de cero, ¿qué hacer en-tonces? La mente es cero. Todo comienza de cero y acaba en cero. Deje que los pen-samientos vengan y se vayan, pero no los toque. Ese es el punto principal, nada más. Si usted toca cero, entonces vienen a su vida muchos problemas. Diga a sus pensa-mientos, «Yo no me inquieto por vosotros». Todo es nada. Un muchacho pobre sue-ña que es un rey y piensa que hará esto o aquello como rey. ¿Qué acontece cuando se despierta? Que sigue siendo un mendigo y que tiene que mendigar. ¡No diga que un hombre rico es rico! Son las gentes más pobres. ¿Por qué? Porque siempre quieren más. Usted siempre quiere algo. Si arroja un billete de diez rupias a un perro, ¿qué hará?

    Pregunta: ¿Viene cero de la realidad?

    Maharaj: Cuando usted olvida la realidad, entonces viene cero. Cuando usted duerme, entonces viene un sueño; de otro modo, no. De la misma manera, usted ol-vida la realidad y automáticamente la totalidad del mundo viene de eso. Todos los problemas vienen de eso. Vaya al Sí mismo, repose en el Sí mismo, entonces no queda nada. Deje que todo sea, no destruya nada. Mientras usted tenga un cuerpo, tiene que usarlo. Usted no tiene que destruir nada. Simplemente no es verdadero, ésa debe ser su comprensión. Suponga que usted solía dormir en un palacio y que vienen tiempos difíciles; usted puede tener que dormir en el suelo, pero no se inquiete por eso. La mente siempre quiere las cosas de arriba. La persona realizada ve siempre las cosas de abajo. La mente siempre quiere el palacio. Mi habitación es de 10 x 10 y todo está aquí. Mi cocina, mi baño, mi dormitorio, mi comedor, mi sala de oración, todo está aquí, ¿o no? Todo depende de la mente. La mente ordinaria quiere más y más. Quiere muchas habitaciones.

    Así pues, la mente trae todas estas cosas. El conocimiento es la mente, nada más. Cuando nació, ¿qué pensamientos tenía usted? Ningún pensamiento, usted estaba en el estado cero. Usted vio todo este mundo, y entonces lloró. Entonces su madre y su padre le pusieron miel en los labios, o en occidente he oído que usan brandy, y usted dejó de llorar. «¡Ah, ahora he recibido un soporte!», dijo usted. Todo el mundo quie-re un soporte en la vida.

    Pregunta: Tengo la sensación de que mientras hay algún tipo de apego a algo, hay miedo de perder algo. Es como estar en un trampolín y tener que abandonar… todo. Pero hay miedo de perder algo, de perder que sé yo. A menos de que profun-dicemos realmente en el vacío o la nada, no podemos obtener la realidad, pero hay siempre algún tipo de apego o de miedo a profundizar sin ninguna garantía. Noso-tros queremos siempre alguna garantía, y entonces podemos profundizar.

    Maharaj: Yo doy garantía, ¿no es así? Muera y usted no se perderá. Esa es una garantía. Olvide todo, y usted es Él, ¿o no? Usted recuerda todo y se olvida de usted mismo. ¿Qué hacer entonces? Usted ha adquirido ese hábito. Alguien le dice que vaya y vea quién hay en esa habitación. «Aquí no hay nadie», dice usted. Pero usted está ahí, ¿o no? Se olvida de usted mismo. Se olvida de usted mismo y cuenta sólo todo lo demás.

    Hay una historia de diez hombres que estaban de viaje y cruzaron un río. Una vez que alcanzaron la otra orilla decidieron contar y ver si todos estaban a salvo. Todos contaban sólo nueve, de manera que pensaron que el décimo se había perdido. Todos contaron y todos llegaron a la conclusión de que el décimo se había perdido. Un hombre sabio pasó por allí y les preguntó por qué estaban llorando. «Eramos 10 hombres y ahora somos 9. Hemos perdido a un hombre cuando cruzábamos el río». El sabio vio que allí había 10 hombres, de modo que comenzó a contar y cuando lle-gaba al décimo le daba un buen cachete. Todos los diez recibieron su cachete, de modo que el décimo fue encontrado. Todo depende de su mente. La mente siempre cuenta a los demás, no a sí misma.

    Pregunta: En relación con la última pregunta, cuando uno llega al silencio y hay una fuerte sensación que él ha descrito como deseo de profundizar, usted ha dicho antes que ahí hay un truco, pero nosotros no lo sabemos.

    Maharaj: Eso es el truco. ¿Qué hace el Maestro? Le revela sólo con un truco. Us-ted es siempre, pero lo ha olvidado. El cachete es el truco. ¿Me sigue?

    Pregunta: No. Digamos que uno está sentado aquí en silencio. En ese momen-to, ¿cuál es el truco? No hay nada sobre lo que pensar y nada que hacer.

    Maharaj: El truco es que todo es falso. ¡Adelante! Nada es verdadero.

    Pregunta: Pero, en ese momento, uno no puede pensar sobre eso.

    Maharaj: ¿Por qué no? Si usted piensa que yo estoy aquí… Si el décimo hombre estaba allí, recibió el cachete y comprendió. De otro modo, todavía estaría llorando. De la misma manera, si yo digo, «¿Hay alguien ahí?», usted responde, «Aquí no hay nadie»; ¡pero, sin embargo, usted está ahí! Eso es comprender y eso es el truco. Sa-ber que uno mismo es un truco. ¿Cómo puedo hacer yo que se conozca a usted mis-mo?, ¿dígame? Debe haber un truco, nada más. Un cachete es el truco. Todo es falso. Entonces, ¿qué es verdadero? ¿Cómo convencer? Olvide todo, y usted permanece, ¿o no? Usted está aquí, pero se ha olvidado de usted mismo y dice que usted es fulano.

    (Maharaj pregunta entonces al interlocutor su nombre) Claude. Usted dice que us-ted es Claude. Yo digo que olvide a Claude. Claude ha recibido la mente, el intelecto, y entonces viene todo. Viene el conocimiento y todo. Yo digo que olvide todo. ¿Qué queda entonces? ¿Quedará Claude? Claude no es verdadero. Queda la realidad, ¿o no? Si todos los pisos de un edificio se desploman, quedan los cimientos, ¿o no? Si usted quiere ver los cimientos, tiene que desplomarse usted mismo. Si usted está en el piso 21 y quiere ver los cimientos, tiene que desplomarse usted mismo. Si una burbuja quiere saber lo que es el océano, entonces tiene que romperse. Al instante deviene océano. Un grano de sal, si usted pone un grano de sal en el océano, deviene el océano, ¿o no?

    La comprensión debe venir, nada más. Usted dirá ahora que es sólo un truco. Us-ted tiene que probar sólo un truco. Usted toma como verdadero lo que no es, de mo-do que debe hacerse un truco. Todo esto es falso y usted es verdadero. Entonces us-ted puede comprender. De otro modo, no; y eso es el truco. El hecho permanece siempre un hecho. En geometría usted tiene que probar el teorema. Entonces usted puede comprender que es correcto. Aquí todo es cero. El mundo es un teorema, es el problema que hay que resolver. Tiene que resolverlo usted. Resuélvalo y sólo queda usted. No hay nada excepto usted. ¡Tampoco hay ningún usted! Ningún «yo».

    Si usted pone todos los ornamentos en el fuego, todo eso deviene sólo oro. Todo es oro, ¿no es así? Esto son sólo ejemplos que doy. Usted los llama brazaletes, pen-dientes, etc., y entonces viene todo. Si usted dice que todo es oro, ¿qué decir enton-ces? Si usted lleva los ornamentos al joyero y le pregunta cuál es el peso de los bra-zaletes, ¿qué dirá él entonces?

    Si usted pregunta, «¿Quién soy yo?», ¿qué tiene que decir entonces? ¿Dígame? Cuando usted pregunta, «¿Quién soy yo?», olvide todas estas cosas y usted es Él. Con la mente usted hace muchas, muchas diferencias. Todo es unidad, nada es ex-cepto usted mismo, o Dios, o la realidad, o como quiera que usted lo llame. No hay ningún nombre que se aplique. Todos los nombres son falsos. Las palabras son fal-sas. Usted no puede llegar ahí. Cuando usted obtiene la dirección y entonces llega al lugar, al instante la dirección deviene falsa. ¿Cuánto tiempo lleva? No hay ninguna necesidad de guardar esa dirección, arrójela. Dar esa dirección es un truco. Uno debe llegar ahí, nada más. La dirección es un truco. La dirección no permanece cuando usted llega al sitio. El truco desaparece. Si alguien le dice que tome una carta, y le dice la carta que es sin verla, es un truco, ¿o no?

    ¿Por qué se requieren trucos? Todo es cero y usted dice que todo es verdadero. Así pues, es necesario probar que es cero. El Maestro prueba primero que todo es cero, que todo viene de cero. Entonces, «¿Quién soy yo?». «Yo» también es cero. El que sabe esto es Él. Ese es el truco. Finalmente, usted tiene que decir que todo es una sombra de la realidad. El mundo es una sombra de la realidad. ¿Cómo puede ser ver-dadera una sombra? ¡No! Todos éstos son trucos, nada más, para hacerle comprender que usted es Él.

    Cristo dice, «Conócete a ti mismo y conocerás el mundo». Esto es también un truco, ¿no es así? Cristo dijo que él era Dios. Él comprendió el truco y entonces sus discípulos le mataron. Usted no puede remediarlo. La mente no estaba muy abierta en aquella época. Hoy día, el intelecto ha crecido muy apreciablemente. Así pues, yo puede decir muy libremente —sin inquietarme— que usted es Dios. ¿Cómo puede ser uno Dios? De acuerdo, usted tiene razón, pero el que lo dice es Dios. El que no cree en Dios, también es Dios, ¿qué hacer entonces?

    Éstos son los trucos, nada más. El que ha hablado antes ha preguntado por qué la mente trae los pensamientos. Comprenda su mente y los pensamientos no vendrán nunca a usted. ¿Qué significa que comprenda su mente? La mente es un pensamien-to. Pensamientos malos o buenos vienen, vienen y se van en usted. Ellos no se que-dan. No tienen ninguna entidad. Vengan los pensamientos que vengan, hay seguridad de que se irán. Un sueño viene y después se va. Los pensamientos son como el vien-to.

    Pregunta: ¿Son lo mismo la mente y la memoria?

    Maharaj: Sí, las historias que vienen a la mente son la memoria.

    Pregunta: La memoria se necesita, ¿no es así?

    Maharaj: ¿Qué significa la memoria? Si usted tiene mucho intelecto, entonces re-cuerda muchas cosas. La comprensión hace menor la memoria; entonces su memoria deviene breve. Yo olvido en una fracción de segundo.

    Pregunta: Si yo quiero volver a algún lugar se necesita la memoria.

    Maharaj: La memoria se necesita. Pero usted sabe que los caminos son todos fal-sos. Los caminos no son verdaderos. Una vez que usted conoce la vía, los caminos no permanecen. Hay memoria en usted, pero usted puede cambiar eso con su propio pensamiento.

    ¿Qué hace un médico? Usted recibe alguna medicina y entonces está bien. «Oh, es un médico muy bueno», dice usted. Pero finalmente, usted tiene que morir, ¿o no? Mi Maestro decía que ningún médico le hace a usted eterno. Sólo un Maestro puede darle la comprensión de que usted no ha nacido nunca y de que no morirá nunca. Ese es un Maestro verdadero. Los otros son sólo supuestos médicos. Le dan medicinas, pero sin embargo usted tiene que morir más pronto o más tarde. No se necesita nin-gún médico para la muerte. Si se comprende a usted mismo, la cuestión de la muerte no viene a su mente. Usted no morirá nunca, usted no ha nacido nunca. Entonces usted se siente siempre libre. ¿Por qué inquietarse?

    Todo el mundo tiene miedo de la muerte. ¿Qué acontecerá, qué acontecerá? Yo puedo decirle que ahora mismo esto es un cuerpo muerto. Si la corriente o la co-nexión está aquí, entonces habla. Si la corriente está aquí, entonces da luz; si viene la desconexión, entonces muere. Se va. Entonces todos ustedes lloran. Él no llora. El que muere no llora nunca, ¿o llora? La muerte no viene nunca a usted, eso usted pue-de comprenderlo.

    «Oh, ha sucumbido a sus achaques», dicen. Después de la muerte, él no sabe si había o no había achaques. Todo ha desaparecido. La memoria está aquí, ¿hasta cuando? Mientras la toma como verdadera, la memoria permanece. Si usted dice que es falsa, ¿entonces qué? ¿Qué memoria tiene que guardar usted? Cuando se conoce a usted mismo, entonces no hay memoria. La memoria es una parte de la mente, nada más.

    Si usted es un hombre pobre piensa sólo para el día y con su dólar compra sólo para el día. Usted no se inquieta por el día siguiente. Cuando viene el siguiente dólar usted compra de nuevo. Usted no se inquieta mucho acumulando. La memoria tras-torna mucho la vida. Cuando usted duerme, cierra las puertas y las ventanas para que ningún ladrón entre dentro. Así pues, se mete a usted mismo en una prisión, ¿o no? Ahí no se necesita ningún vigilante. Usted no sale nunca de ella. Usted permanece en la prisión, sólo para conservar el recuerdo de su dinero en su caja.

    Yo no cierro nunca mis ventanas. Cualquier ladrón puede venir. ¡Qué se lleve lo que hay! No puede llevarse nada de mí. Puede llevarse muchas cosas, no hay mal en ello. Yo no soy esas cosas. Nadie puede robar lo que yo soy. ¿Cómo puede usted robar lo que alguien es? ¡Es imposible! Conozca su mente y usted es Él. Ésa es la comprensión final. Nos veremos mañana.

    6 de agosto de 1999

    Pregunta: Si no hay ningún acierto ni ningún error, entonces ¿hay sólo errores desde nuestro punto de vista, o todo es siempre correcto?

    Maharaj: Cuando todo es nada, ¿qué será y qué no será correcto? Nada es, de modo que, ¿qué es correcto? Lo que es real es, y se lo llama la realidad. Una cosa es real, pero sin embargo no es tampoco una cosa, de modo que nosotros decimos que todo es Él. ¿A partir de qué comienza el conocimiento? A partir de cero. Comienza desde cero, ¿cómo puede ser verdadero entonces? Nada es verdadero. Cuando nada es verdadero, entonces nada puede ser correcto tampoco. Cuando usted dice que esto es bueno o que esto es malo, o que esto es verdadero o que esto es una mentira, todo eso es la obra de la mente o del pensamiento. Así pues, algo que acontece no puede ser verdadero nunca. Pero su mente dice que es verdadero, ¿qué hacer entonces?

    En un sueño usted está en completa ignorancia, sus ojos están cerrados, usted está en el estado cero. Entonces vienen los pensamientos y usted ve el sueño. ¿Quién ha hecho el sueño? Ha venido de cero. Usted se ve a usted mismo en el sueño. En el sueño come, duerme y hace todo, de la misma manera que lo hace cuando está des-pierto. Puede acontecer todo. Usted se casa, tiene hijos, etc., pero cuando viene el despertar, ¿adónde va todo eso? ¿Y quién lo ha hecho? Ese usted que hace cosas en el sueño también viene de cero. Si el hacedor no es verdadero, ¿puede ser verdadero lo que hace? Todo viene de cero. De cero pueden surgir muchas cosas, pero nada, sea lo que sea, es verdadero.

    Usted puede ver a muchas personas aquí. ¿Cuál es la base de ello? La ignorancia es la base. Aunque usted ve por los ojos, la apariencia de las cosas nunca es verdade-ra. Usted coge el avión y va a América. Cuando usted se despierta, ¿es eso verdade-ro? El conocimiento trae muchas cosas, pero el conocimiento viene de la ignorancia. El conocimiento hace el sueño, pero viene de cero, de la ignorancia. Comienza desde cero y acaba en cero. Así pues, no puede ser verdadero nunca. El mundo no es nada sino un «agujero negro». No hay ninguna luz, nada. No existe nada y todo puede venirse abajo en una fracción de segundo. Pero usted ha devenido muy objetivo aquí por sus ojos y toma todo como si fuera verdadero. Incluso en un sueño usted deviene objetivo y se ve a usted mismo haciendo muchas cosas. Pero cuando se despierta dice, «¿Lo he hecho yo?» Bueno y malo y lo que es correcto son simplemente nocio-nes de la mente. La realidad no tiene nada que ver con estos pensamientos. Los pen-samientos aparecen en ella y los pensamientos se van de ella, pero la realidad, la ba-se, permanece siempre.

    El mundo no es nada sino un completo sueño, délo por hecho. Cuando duerme, usted olvida todo. Olvida a su esposa, su casa, olvida todo. A menos que olvide todo, el sueño no viene. Un pensamiento puede mantenerle despierto. Pero cuando usted está en completo sueño, en el estado cero, viene un pensamiento y entonces aparece el sueño. Viene de cero, y si usted va a la raíz de todo, todo viene de cero o el espa-cio.

    Suponga que usted se encoleriza y golpea a alguien. Después de un segundo, ¿adónde ha ido? Se ha ido con el viento. El viento viene del espacio y vuelve al es-pacio. Un ciclón viene del espacio, y ¿dónde acaba? En el espacio. Nadie puede decir adónde ha ido.

    Los pensamientos vienen de la misma manera. ¿Puede usted detener sus pensa-mientos? La mente es pensamiento. La mente quiere pensar siempre. Así pues, ¿có-mo encontrar la realidad? Viene un pensamiento, después viene otro pensamiento, después usted olvida ese pensamiento, y entre eso, la realidad es. La realidad no se va nunca.

    El conocimiento penetra por todas partes. Usted estaba en la matriz de la madre y se hizo esa conexión. La conexión es simplemente conocimiento. De este conoci-miento vienen pensamientos buenos y también pensamientos malos, tanto lo amargo como lo dulce. Si usted tiene pensamientos malos, ¿deviene usted malo? Y si tiene pensamientos buenos, ¿deviene usted bueno? ¡No! Si siente que usted es el cuerpo, entonces le afectan estos pensamientos.

    El despertar debe tener lugar aquí. El mundo no es sino un largo sueño, nada más. Ahora depende de usted como lo tome. Después de comprender, usted puede repre-sentar su papel y hacer su deber. Así pues, represente bien su papel y en ello está la honra. Tenga usted el papel que tenga, represéntelo bien, pero comprenda que es un papel y no usted mismo.

    Las mujeres dicen que son mujeres y los hombres dicen que son hombres. ¿Qué hacer entonces? El cuerpo no es nada sino carne y huesos. Es su pensamiento el que dice que usted es esto o aquello. Así pues, usted está hecho de pensamientos y los pensamientos vienen de cero. Usted no existe. Usted siente, «Yo existo», pero esa existencia misma es falsa. Debe venir la comprensión de que todo viene de cero. ¿Qué es correcto y qué es incorrecto en cero, dígame?

    Suponga que un hombre deviene una mujer en un drama. Actúa como una mujer y deviene la heroína, pero su sensación interior es que él es un hombre. La sensación interior que se requiere es que usted es Él y nada más. Pero usted no acepta eso, ¿qué hacer entonces? Los ojos están habituados siempre a ver cosas falsas, no ven nunca las cosas verdaderas. ¿Qué queda después del sueño? Es lo mismo aquí. Todo lo que es creado viene de cero, de modo que usted debe ir más allá de cero… ¿pero dónde ir?

    Una persona realizada va a esa vía en el espacio. Sea ahí y comprenda ese espa-cio; entonces olvide ese espacio y usted es Él. ¿Cuánto tiempo lleva? La mente no quiere aceptarlo. Ahí no hay ninguna palabra «realidad», nada que pueda usarse, pero nosotros tenemos que decir «ilusión» o «cero». Del mismo modo, decimos la palabra «realidad». Pero no hay ninguna palabra para eso y las palabras no pueden llegar ahí. Más bien retroceden de ahí.

    Así pues, lo que comienza desde cero no puede ser verdadero. Represente el pa-pel que represente, haga lo que quiera, eso es su elección; pero comprenda que no es verdadero. Sin embargo, usted lo toma como verdadero, ésa es la diferencia. Ésa es la diferencia entre el que está realizado y el que no lo está. Se incline usted donde se incline, Él está ahí; Él está por todas partes. Excepto Él no hay nada. Todo lo que usted ve y percibe es nada.

    Usted ve un sueño, el sueño aparece en usted. ¿Quién ha hecho ese sueño y quién lo demuele? Cuando usted despierta, el palacio que ha soñado desaparece, no queda nada. Cuando uno muere, ¿qué queda? El mundo ha desaparecido para él. No queda nada. Mientras usted está en el sueño, siente que es verdadero. Cuando una burbuja se rompe en el océano, las otras burbujas lloran, pero el océano ríe. Cuando usted deviene el océano, entonces la inquietud desaparece. Debe venir la comprensión. No es muy fácil y tampoco es muy difícil. La filosofía es muy fácil.

    Todos son Él. ¿Qué más hay? Sea a la vez dentro y fuera, eso es el punto princi-pal. Compréndase a usted mismo, «¿Quién soy yo?» Sea como la pantalla, todo viene y se va, pero la pantalla permanece. La pantalla no hace nada, no toca nada. Llora y también canta, pero siempre permanece intocada. La comprensión debe estar aquí, haga todo y diga que no es verdadero. Lo que no es verdadero, siempre es no verda-dero. Sea siempre fuera de ello. Olvide todo. Si usted no está ahí, ¿quién gozará? Usted puede gozar, pero no lo tenga por verdadero. Sea en el agua, pero no se moje. Usted toca y siente inquietud, y entonces vienen todos los problemas.

    El niño de un año está aquí. Su padre acaba de morir y él no lo sabe. Sin embargo llora por la leche, de modo que su madre tiene que dársela. Así pues, la ignorancia es mejor que el conocimiento, ¿o no? Lo que usted sabe no es nada.

    Todos los libros mitológicos le alaban sólo a usted. Ellos no pueden darle la cosa real. Incluso el Maestro no puede decirla tampoco. El Maestro le lleva a ese punto y entonces dice, «Ahora, saborea por ti mismo». No hay ninguna dualidad, sólo hay unidad. Olvidar todo significa dormir, ¿no es así? De la misma manera, olvide aquí, pero no duerma y entonces usted deviene Él. Usted no quiere olvidar aquí, ése es el punto principal. Olvide todo, diga que todo está bien, pero la mente debe decir que nada es verdadero.

    23 de noviembre de 1999

    Pregunta: Yo sé que una experiencia no puede ser verdadera nunca, pero qui-zás algunas experiencias pueden ser útiles para una comprensión más profunda. ¿Es así?

    Maharaj: La comprensión es experiencia. Si usted pregunta, «¿Qué es esto?», cuando llega la comprensión, usted dice que es un vaso. Así pues, la comprensión viene con esta experiencia; pero, finalmente, no hay ninguna experiencia en ello, porque no hay nadie que lo experimente.

    Pregunta: ¿La realidad no experimenta nunca?

    Maharaj: No experimenta nunca, cierto. De la misma manera, uno debe compren-der que no comprender es realmente ver lo falso como si fuera verdadero. La totali-dad del mundo no comprende debido a la ignorancia. Usted dice que todo es verda-dero. Usted dice que el cuerpo es verdadero, pero, cuando se duerme, el cuerpo des-aparece. No permanece. ¿Se recuerda a usted mismo? ¿Puede recordarse a usted mis-mo cuando duerme? ¿Puede usted decir, «Yo soy Govindas»? Usted dice que es ver-dadero y eso es no comprender. Es exactamente así, eso es no comprender. Eso se debe a la ignorancia.

    El que comprende no tiene nada que comprender, y tampoco está en la ignoran-cia; Él es siempre. Donde todo es uno, ¿qué hay que comprender? Todos los orna-mentos son diferentes, pero si usted comprende que todo es oro, ¿entonces qué? Si el oro comprende, entonces los ornamentos no son. Ellos existen debido sólo a su men-te. Esto es una cadena, esto es un brazalete, esto es esto y eso es eso, pero no es nada sino oro. El oro no tiene nada que comprender.

    Las gentes comprenden de esta manera, «Yo debo tener una experiencia». ¿Qué tipo de experiencia quiere usted ahora? Usted está aquí sin hablar, debido a que las palabras no pueden llegar ahí. La comprensión trae consigo la triada: conocedor, cognitividad y conocido. Compréndalo de esta manera. Al comienzo, está bien para usted decir, «Yo experimento esto, yo experimento eso». Eso está bien, pero sin em-bargo no es verdadero. Se debe ir un poco más adelante.

    Pregunta: Estoy pensando en experiencias como el mantra, o la meditación, o los bhajans. Ese tipo de experiencias.

    Maharaj: Esa experiencia está bien ahora. Usted tiene que experimentar eso. Us-ted tiene que experimentarlo, debido a que su mente tiene que cambiar ahora. Estaba en la obscuridad y ahora entra en la luz. Cuando entra en la luz, la comprensión de-viene mayor. Trate de comprenderse a usted mismo. ¡A usted mismo ahora! Todo está aquí, pero yo no soy tocado por ello de ninguna manera. Todas las imágenes se ven debido a que la pantalla está aquí. Si no hay pantalla, no hay imágenes; pero la pantalla no es tocada de ninguna manera.

    Usted dice siempre, «¿Es verdadero o no es verdadero?» La pantalla no se inquie-ta nunca por eso, no siente nunca nada. Así pues, cuando las imágenes desaparecen, la pantalla no llora. ¿Llora la pantalla? Aparece el «Fin» en ella y todo el mundo se va a casa. La exhibición de algo, entontece a los demás. La ilusión es así. La realidad es también así, debido a que la ilusión no existe. La ilusión puede ser vista, la reali-dad no puede ser vista. ¿Por qué no? Porque ella es, y lo que es no puede ser visto. Usted lo ve debido a que no es verdadero. Sólo lo que no es puede ser visto. Usted dice, «Yo veo esto, yo veo esto».

    Aquí todos los nombres son diferentes, ¿no es así? Pero aquí, si usted comprende, no hay ninguna diferencia. Si su mente trabaja así, ¿qué queda que comprender en-tonces? Cuando todo es uno, ¿qué hablar?, ¿dígame? Alguien viene, pero no tiene nombre. ¿Le dice entonces usted hola, entre? Pero cuando tiene nombre, es a eso a lo que usted dice hola, entre. Haga todo, pero comprenda que no es verdadero; ése es el punto principal. Mientras el cuerpo está conectado con el conocimiento, con toda seguridad tendrá conocimiento; el conocimiento vendrá con toda seguridad, pero, no obstante, diga, lo que yo comprendo no es verdadero. Eso que no comprendo es ver-dadero, ¿qué hacer entonces?

    La pantalla exhibe la imagen, pero sin embargo no es la imagen. Sea usted mismo la pantalla y entonces ninguna cuestión de experiencia permanece para usted. Las acciones aparecen en la ilusión, la cual no es, y usted la experimenta. Todo el mundo tiene un nombre diferente, ¿no es así? Entonces usted tiene la experiencia, pero ella no es. Así pues, usted tiene la experiencia. ¿Pero qué es la unidad? ¿Puede usted comprender y experimentar esa unidad? Usted no puede ver eso y usted no puede comprender eso tampoco.

    Las gentes mundanales dicen que los Santos están locos. «Nosotros vemos lo que hay», dicen, pero los Santos dicen, «Eso no es verdadero, y lo que no podéis ver es verdadero». Así pues, los Santos están locos, y las gentes mundanales están cuerdos según su manera de ver; pero los Santos están cuerdos según su manera de ver. ¿Qué hay que ver en lo que no es, dígame? Esa es la única diferencia. Todo el mundo es lo mismo; todo el mundo tiene dos ojos y una nariz, pero hay una diferencia. ¿Dónde? La forma, la forma es la diferencia y la forma les hace a todos ustedes. ¿Qué les ha-ce? Lo que no es verdadero, ustedes dicen que es verdadero. Esto es esto, esto es esto. Así pues, uno debe tratar de ir a uno mismo primero. Primero, quién soy yo. Entonces todo desaparece y no queda nada que experimentar.

    El Santo ve todo, no está ciego. Tiene ojos y una nariz; puede oler bien y mal. Él huele, pero dice, «Oh, nada es bueno y nada es malo». El viento viene con un mal olor y después se va, e igualmente trae un buen olor también. Todo esto se debe al conocimiento, a que el conocimiento está aquí. Uno debe tratar de olvidar el conoci-miento. Cuando ha olvidado el conocimiento, usted está en sueño profundo.

    ¿Por qué ve usted un sueño? Debido al conocimiento. Usted ve lo que no es, ¿qué hacer entonces? En el sueño un mendigo deviene un rey y un rey deviene un mendi-go. De la misma manera aquí también, usted puede ser un mendigo o un hombre rico, pero un mendigo está libre de inquietudes siempre. ¿Tiene un mendigo inquietudes? ¿Pero cuántas inquietudes tiene un hombre rico, dígame? Así pues, alguien puede preguntarme, «¿Debo ser pobre?» No, no sea pobre, tenga lo que quiera, pero com-prenda que no es verdadero. Las gentes realizadas comprenden esto, de manera que son libres siempre. Ellos dicen, «Todo, ¿por qué no?» También saborean, un buen sabor, un mal sabor, pero es un asunto del cuerpo, no es mi asunto. Trate de com-prender de esta manera.

    Así pues, ¿quién no tiene ninguna experiencia? Tengo que decir eso ahora. La pantalla no experimenta nada. Exhibe muchas imágenes, pero la pantalla, la realidad, no es tocada por nada. Cambia a cada momento. ¿Qué ocurre? Los cambios vienen debido a cero. El mundo viene de cero, délo por hecho, y, ciertamente, todo será cero después. Cuando usted duerme profundamente, no hay ningún mundo. Debe venir la comprensión de que nada es verdadero. Ésa es la comprensión real. Las personas ignorantes lo toman por verdadero y por eso lloran. Cuando se rompe una burbuja en el océano, ¿quién ríe? El océano, pero las otras burbujas lloran. ¿Por qué lloran? Piensan, «uno como yo ha muerto». Lloran por eso.

    La realidad no tiene nada que ver con nada. La realidad exhibe todo, de otro mo-do usted no puede ver nada. Es la base, es el fundamento real. Si aquí hay 104 pisos, pero no hay cimientos, ¿entonces qué? La realidad está aquí, pero no puede ser expe-rimentada por usted. Usted significa otro. Usted deviene otro, ¿o no? Yo soy fulano, yo soy esto, yo soy eso. Así pues, usted no puede experimentar la realidad. La expe-riencia es para los asuntos o el pensamiento o la mente mundanales. La experiencia permanece hasta la mente, pero finalmente esa experiencia no es verdadera.

    La mente experimenta muchas cosas falsas. Es un mozo muy astuto. Ella no es, ella no existe, y sin embargo dice que existe. ¿Qué hacer entonces? ¿Quién puede controlar eso, dígame? Yo, mí mismo, soy por todas partes. Si uno comprende eso, entonces puede ser controlado, de otro modo no. El bien y el mal aparecen siempre en la mente. Así pues, olvide la mente, nada más. Las acciones permanecen sólo en la mente. Si no hay mente, no hay experiencia. Una persona loca, ¿qué experiencia puede tener? Nada. Puede hacer el amor con un perro, debido a que no tiene mente. Todo es así, ¿qué hacer entonces?

    Tukaram dice, «Todos están locos». Todas las gentes mundanales están locos, porque corren detrás de las cosas falsas. Un ciervo corre detrás de un espejismo por-que piensa que hay agua. Si alguien dice, «Ahí no hay ningún agua», dirá, «Usted es un idiota. Yo puedo ver el agua». Entonces corre todo el día y, cuando llega la noche, el espejismo desaparece. Entonces dice, «¡Oh, cuán desgraciado he sido!» Pero el agua no había estado nunca ahí.

    Todo el mundo quiere la felicidad. ¿Quién no quiere la felicidad? Pero no puede lograrla. Todos corren detrás de la felicidad. Hacen muchas cosas por la felicidad. Algunos beben alcohol, coñac y whisky para lograr la felicidad. Algunos Santos di-cen que se haga esto y que no se haga esto otro para lograr la realidad o la felicidad. Todo eso es falso también. No son Santos de verdad. Olvide todo y usted es Él en este momento mismo. No se necesita hacer nada.

    Experimente todo, también lo que le hace daño, pero usted no es una experiencia. Usted, lo que usted es, no devendrá nunca una experiencia para nadie. La persona realizada experimenta todo, pero, sin embargo, no le toca nunca. Uno debe estar fue-ra de ello de esta manera. Sea en el mundo, esté en el mundo, no hay ningún mal en ello. ¿Por qué desechar el mundo? Esto es mármol, ¿no es así? (Maharaj señala a un tablero de mármol). ¿Por qué romperlo? Déjelo estar ahí. Puede ser una cosa bonita de ver, pero diga que no es verdadero. La mente debe ser de ese tipo. Si alguien trata de romperlo, diga, «Usted es un idiota, ¿qué está haciendo?» Hacer algo es siempre falso.

    La realidad es muy abierta. No necesita decir nada ni que se haga nada. No haga nada. Conózcase a usted mismo y conocerá el mundo. Cristo no era una persona idio-ta. Él comprendió. Si se conoce a usted mismo, entonces es conocido todo. Yo siem-pre digo, «No hay nada de qué inquietarse».

    Cuando las señoras preparan y cuecen arroz, no prueban cada grano. Prueban uno y entonces dicen, «Está hecho, de modo que ahora vayamos y comamos». Así pues, pruébese a usted mismo. Lo que debe ser probado, saboreado, es que yo no existo como algo. Si usted no existe, el mundo tampoco existe, délo por hecho. ¿Dónde está el mundo? Cuando el «yo» está aquí, entonces el «usted» también está aquí. Cuando el «yo» no está aquí, ¿dónde está el usted? Pruébese a usted mismo, saboree que ese ego suyo no existe. Eso es el punto principal.

    Si comprende de esa manera, entonces usted está fuera de las garras de la ilusión. La ilusión es muy fuerte. Si usted quiere dormir y viene un pensamiento, un pensa-miento es ilusión, ¿no es así?… ese pensamiento no le dejará dormir. Vino un pen-samiento y yo no pude dormir durante toda la noche. Si no hay ningún pensamiento, entonces usted dormirá a pierna suelta. ¿Quién es bueno y quién es malo? —usted no puede decirlo. Todo se debe a la mente. Como dice que usted existe aquí, esa exis-tencia debe ser eliminada. Yo no existo, esa debe ser su comprensión. Si usted no existe, entonces no queda nada.

    ¿Por qué está aquí el mundo? ¿Dónde está el mundo para un hombre muerto? Ha podido ser un rey o un mendigo, ha podido ser cualquiera. Trate de comprender la realidad de esta manera. Para la realidad no hay experiencias, las experiencias son sólo sus pensamientos. Usted sólo puede experimentar lo que no es. Todo el mundo quiere experiencias, ¿qué hacer entonces? Un aspirante dirá, «Yo estuve en este esta-do una vez». Cuando duerme profundamente, usted está en ese estado contiguo a la realidad, pero entonces usted no puede conocerle. ¿Qué hacer entonces?

    Cuando duerme profundamente, usted olvida todo, ¿no es así? Cuando olvida to-do, ¿qué tipo de experiencia puede tener usted? En la peregrinación, una mujer ha-blaba de haber estado muerta durante cinco minutos y que todo era nada. «Una pro-funda experiencia», pensaba ella. Algunos discípulos de Maestros hablan de esta manera. Yo les digo, ¿puede usted tener esa experiencia aquí o no? Usted está muer-to, ¿no es así? Eso fue una experiencia bonita, pero ¿siente usted esa experiencia ahora? —yo quiero preguntarle esto a esa mujer. La mente ansía las experiencias, pero las experiencias no son verdaderas nunca. Lo que viene y se va no puede ser verdadero nunca. ¿Qué tipo de experiencia puede tener cuando usted no existe? Exis-te el pensamiento «yo», pero sin embargo «yo» no existe. La comprensión debe venir de esta manera.

    La realidad desconcierta mucho. Es difícil de comprender. Es por todas partes, pero, sin embargo, usted no puede verla, debido a que los ojos sólo ven las cosas falsas; ven lo que no es. La mente también ve las cosas falsas, lo que no es verdade-ro. Los ojos deben ver, usted no es una persona ciega, pero diga que no es verdadero. Esa es la manera de comprender verdadera y mi Maestro, Siddharameshwar Maharaj, daba esa comprensión. Es difícil decir, «Yo estoy en el agua, pero aquí no hay nin-gún agua». Para el que dice que no es verdadera, no hay ningún agua, el agua no permanece. Estar en el agua y fuera del agua es lo mismo. Éstos son los puntos más altos, pero las gentes no pueden comprender.

    Ayer alguien estuvo diciendo, «Yo tuve esta experiencia, o esa experiencia», ¿qué hacer entonces? Lo mío y la mente no son verdaderos. Cuando usted no es ver-dadero, la mente es falsa, y mí mismo y mío son igualmente falsos. Cuando usted dice que esto es mío, el ego permanece; cuando dice que es suyo, la mente no per-manece. Si usted permanece, la mente permanece. ¿Por qué dicen los Santos que nada es? ¿Por qué? Porque nada es mío. Lo que no es suyo, usted lo llama mío. Us-ted dice mío, mío, mío.

    Los Santos no son ciegos, ven el mundo, pero sin embargo dicen que nada es verdadero. El Santo siente este mármol y dice que es duro, pero no necesita romper-lo. Actúa como un hombre que siente. Así pues, ¿dónde ser sin mente? Si usted le da realidad, la mente viene entonces. Si usted dice que no es verdadera, la mente no viene. Ahora depende de usted. Así pues, mí mismo y mío son los dos falsos. En la realidad no hay ningún mí mismo ni mío.

  • Crow

    ¿Dice la pantalla alguna vez que ésta es una imagen buena? ¿O una imagen mala? La pantalla no lo toca, pero exhibe todo. De la misma manera, la realidad exhibe todo y ahora depende de usted cómo tomarlo, cómo aceptarlo. Hay una manera de aceptar y el Maestro le muestra esa manera. Así pues, el Maestro es grande, y una vez que usted mismo tiene esa grandeza, siente algo por él, ¿o no? Entonces adórele sólo a él, nada más. Pero, ¿a quién adorar entonces, puesto que no queda nadie que adore? No obstante, puede haber lucha entre el discípulo y el Maestro.

    En la Gita, finalmente, Arjuna y Krishna luchan. Uno debe luchar con el Maestro también. Entonces puede comprenderse a usted mismo: yo soy esto. Entonces usted deja el «yo», y entonces olvida todo. De otro modo, el ego vuelve de nuevo. Usted le dice al Maestro que él le ha hecho la realidad: yo soy la realidad ahora y usted puede hacer lo que quiera, puesto que estoy preparado para resistirle. El conocimiento es de usted, pero estoy preparado para resistir. Es una vía dura, porque el «yo» permanece, ¿no es así? Ahora yo he devenido Él, yo comprendo todo. El «yo» debe ser resistido u olvidado, y entonces puede decir que usted es por todas partes. Si usted dice que esto es mío, eso es limitado; si dice que es suyo, es ilimitado. Sea ilimitado y man-tenga abiertas sus puertas; deje que entre todo el mundo. Olvide todo.

    Así pues, la experiencia es de la mente. La mente siempre quiere conocer algo. Diga a la mente que lo que usted sabe no es verdadero, y si prosigue de esta manera, usted puede comprenderse sin ninguna experiencia, porque usted es siempre abierto. Cualquiera puede entrar, no hay ningún mal en ello. Si viene un ladrón, deje que en-tre. Si viene una persona rica, deje que entre. Déjelos entrar, debido a que usted no los toca. Usted puede ser una persona rica o pobre, pero nadie es rico y nadie es po-bre. Usted tiene que luchar con el Maestro de esta manera. La lucha es necesaria. Ese ego viene y ese ego debe ser comprendido. A menos que comprenda ese ego, usted está perdido.

    Así pues, siempre digo que el conocimiento es una piedra de tropiezo; el conoci-miento viene y eso es una piedra de tropiezo. Yo conozco todo, ¿por qué debo in-quietarme? ¿Por qué debo hacer esto? Haga todo, pero diga, yo no lo hago. Beba el vino, pero no debe subírsele a la cabeza. Beba el vino, y si se le sube a la cabeza, entonces ha ocurrido algo. Si usted puede contar su cambio después de beber, dé por hecho que no se le ha subido a la cabeza; el mundo está ahí, pero no se le sube a la cabeza.

    Si la comprensión viene, entonces la experiencia no viene. Todo el mundo quiere esa experiencia, pero olvide esa experiencia. Cuando usted es siempre Él, ¿qué hay que experimentar? Su nombre es Bob, ¿tiene él que decir algo sobre esto? ¿Acaso va a estar repitiendo, yo soy Bob, constantemente? ¿Qué tiene que decir? Pero cuando algo viene a la mente y dice que él es Bob, eso es ego. Olvide eso, usted es siempre, no hay ninguna necesidad de recordar a Bob. Bob no olvida nunca a Bob. ¿Cómo puede Bob olvidar a Bob? Él es Él. Pero Bob no es verdadero, y si ésa es su com-prensión, ésa es la comprensión real. Sea ahí, pero diga, yo no existo.

    Beba el vino, pero no debe subírsele a la cabeza. ¿De qué está borracho todo el mundo? De ignorancia. Usted dice que todo es verdadero, ¿qué hacer entonces? «¿Qué puedo hacer ahora? Mi mente está en la dualidad. ¿Qué hacer entonces? ¿De-bo hacer esto o debo hacer eso?» Sea suficientemente fuerte para eliminar esa borra-chera. La borrachera no debe venir a usted, nada es verdadero. El vino es verdadero, la borrachera no. Vea todo, pero diga que nada es verdadero; entonces la borrachera no viene a usted. Los Santos son pobres, y si un rey se les acerca, no tiene tiempo de hablarle, no se inquietan por él. ¿Por qué? Porque no viene a la mente ninguna borra-chera.

    Uno debe tratar de experimentar-Le de esta manera, sin hablar. Pero usted dice, «Yo he tenido esa experiencia». Cuando viene la experiencia, usted está perdido. Para Él no hay ninguna experiencia. Él es muy abierto. Los ojos tienen la experiencia en la mente, pero es muy pequeña. Hay un mosquito, ¿cómo puede conquistar el cuerpo humano? Le pica y entonces muere. El mosquito es el ego. Olvide todo, olvi-de el ego y diga que yo soy Él sin decirlo, y ésa es la experiencia. Nada más. ¿Cuál es su nombre?

    Respuesta: Alexia

    Maharaj: Cuando usted es joven, usted es Alexia; y cuando usted es vieja, es también Alexia. Esa Alexia no difiere. ¿O difiere? Cuando usted es joven dice, «Yo estuve haciendo esto y aquello, y ahora soy vieja y no puedo hacer esto. Subía las escaleras en un segundo, y ahora me lleva diez minutos». Éstos son asuntos corpora-les. La experiencia es la misma. Si usted deviene vieja, el cuerpo deviene viejo, pero usted no deviene vieja. La realidad es la realidad siempre, y usted es Eso. ¿Dónde olvidar, dígame? ¿Y cómo olvidar? Debido a esta ilusión, las cosas falsas vienen a la mente, y se olvida de usted mismo. Usted es siempre Él. Haga todo, pero diga que no es verdadero. ¡Tenga ese coraje!

    Alguien ha hablado sobre presenciar. No, yo no estoy de acuerdo con este con-cepto. ¿Qué es presenciar? Usted lo toma como verdadero, ¿o no? Lo que no es, ¿qué presencia lo que no es? Sólo lo que es presencia. Todo el mundo es Él, y eso es la presenciación real. Muchos Santos dicen que se presencie. ¿Qué presenciar? En una fracción de segundo todo ello deviene cero. ¿Por qué presenciar esto? Yo puedo romper este mármol ahora y convertirlo en las partículas más pequeñas hasta que desaparezca. Así pues, ¿qué será presenciado? ¿Qué es el presenciador? Las cosas falsas no deben ser presenciadas. La realidad está siempre aquí, olvide la presencia-ción. Presenciar significa que viene la tríada. Usted deviene algo y entonces experi-menta algo. Es el proceso de conocer o experimentar todas estas cosas falsas. La pre-senciación no es verdadera. El presenciador ha hecho la totalidad del mundo. En ese conocimiento, todo lo que no es ha devenido verdadero.

    Pregunta: Así pues, cuando el maestro dice que presencia esto, significa en realidad que la mente todavía existe.

    Maharaj: Sí, la mente existe. De otro modo, ¿quién presenciará?

    Pregunta: Usted está poniendo algo junto…

    Maharaj: Sí, sí. El conocimiento ha devenido algo, eso es presenciar. Olvide eso. ¿Qué queda que presenciar entonces? Todo el mundo habla sobre la presenciación y también pueden hablar sobre hacer meditación. Muy bien. Al comienzo se necesita la meditación para sutilizar su mente. Cuando la mente deviene sutil, ¿entonces qué? Entonces las preguntas vienen solas a su mente, y estos planteamientos, como «Yo tengo que presenciar, yo tengo que presenciar», no permanecen. ¿Presenciar qué? Usted presencia lo que no es. Si hay algo en la mente, usted no puede dormir. Un pensamiento le mantiene despierto. Usted está en la cama ocho horas, aunque no pueda dormir. La presenciación es como eso. Si olvida la presenciación, entonces usted no permanece; de otro modo, usted está todavía ahí. El que presencia, perma-nece siempre.

    Cuando usted cocina legumbres, para hacer que vayan más rápida y fácilmente en el estómago, les pone bicarbonato. Venir aquí es como eso. Ponga el bicarbonato en todo y haga que vaya más rápido; así no le dolerá el estómago. Cuando usted presen-cia, lo toma como verdadero. ¡Olvide eso, échelo fuera! El bicarbonato no se necesita cuando usted no necesita cocer legumbres. La realidad no puede ser cocinada de esta manera. Sólo puede ser cocinada por la comprensión. Cuando usted cocina algo, dice «Yo lo he hecho, yo lo he hecho». Usted se enorgullece, ¿o no? Así pues, cocine todo y diga, «Yo lo he hecho». Pero diga también que no es verdadero. De esta ma-nera la mente deviene más fuerte. La mente debe ser fuerte.

    Las gentes van a muchos Maestros, pero usted vaya a un Maestro que pueda eli-minar hasta la partícula más pequeña. Cuando usted va a rasurarse, el barbero le afei-ta primero hacia abajo, pero todavía quedan restos. Entonces le afeita hacia arriba para quitarle todo. Si hay restos hay inquietud. Sea sin restos, y no habrá inquietud. Diga que no es verdadero, ¿cómo puede venir la inquietud a usted?

    Así pues, todo el mundo corre detrás de las cosas falsas. Las gentes dicen que es-tán perdidos, que son infelices. ¿Qué es la infelicidad? Que usted corra detrás de las cosas falsas.

    Si comprende que usted es Él, usted es feliz siempre. Si anda corriendo detrás de las cosas mundanales, el mundo le dará inquietud. Usted no tiene que ir detrás de nada. Cuando duerme profundamente, usted está fuera de toda inquietud durante unas cuantas horas; pero cuando se despierta, usted se inquieta por lo que hacer o no hacer, por esto y aquello. No hay ningún límite para eso. Olvide todo eso, usted es ilimitado; entonces no hay nada de qué inquietarse. Diga, «Yo no tengo ningún lími-te». Si usted comprende eso, entonces todos los límites desaparecen y no queda nada. Todo deviene no verdadero. Permanezca así.

    Así pues, no se requiere experimentar. Él no puede ser experimentado. Si usted Le experimenta, entonces no Le conoce. Incluso conocer-Le no es correcto, porque ¿quién conocerá a quién? La experiencia es siempre de alguna otra cosa. Así pues, no hay ninguna experiencia de Él. Él es muy abierto. ¿Qué experimentar entonces? Las gentes corren detrás de la experiencia y finalmente mueren. Ése es el punto principal. Mientras esté vivo, sea en ello y fuera de ello. ¿Cuánto tiempo lleva eso? Así pues, yo digo siempre, «Sea en el agua, pero diga que el agua no me toca». Tenga suficien-te coraje para decir eso. Usted puede estar mojado, pero no obstante, diga, «Yo no estoy mojado». La comprensión debe ser así. Así pues, no se requiere experimentar, y lo que usted experimenta no es verdadero. El que no puede ser experimentado es verdadero.

    ¿Alguna otra pregunta? Su pregunta ha desaparecido ahora. Vamos, haga otra pregunta, o si no, yo mismo me detendré.

    Pregunta; ¿Qué deberes tiene una persona realizada?

    Maharaj: No tiene deberes, es sin deberes. ¿Qué deberes tiene, dígame? Cuando usted duerme profundamente, ¿hay ahí algún deber? El que realiza, duerme profun-damente. El hacedor no es verdadero, no hay ningún deber para él. ¿Para quién son los deberes? ¡Para los trabajadores! El Maestro o el Rey no tiene ningún deber.

    Pregunta: Así pues, ¿es Maharaj nuestro deber? ¿Somos nosotros los discípu-los como trabajadores y tenemos ese deber?

    Maharaj: Mientras usted es un discípulo, tiene un deber. Diga, «¡Yo soy Él!» En-tonces no hay ningún deber. ¿Cuánto tiempo lleva eso? Permanezca fuera y usted no ha violado mi habitación. Si usted pone un pie en esta habitación, yo puedo ponerle una denuncia. Si usted está fuera, entonces no se le puede denunciar. El discípulo tiene una denuncia, una denuncia por violación. ¿Qué hacer entonces? Usted está violando la realidad. No haga eso; diga, «Yo soy Eso». ¿Qué queda entonces? No queda nada.

    Así pues, el discípulo, mientras es un discípulo, piensa como un discípulo. ¿Qué hacer entonces? Ahora depende de usted. Suponga que un Rey hace algún deber. ¿Quién puede llamarle Rey? Nadie. Ahora depende de usted cómo actuar una vez que tiene la comprensión. Sea un rey o un trabajador, para mí no hay ningún deber.

    Así pues, él duerme profundamente y no se inquieta por nada. Pero si entonces siente, «¿qué hay sobre mi estómago?», ¿por qué debe inquietarse por eso? Todo el mundo lleva su estómago consigo a dondequiera que va. Olvide ese estómago. Si el estómago sigue estando después, entonces no ha comprendido. Olvide todo y no se inquiete. El Maestro está aquí. Maestro significa el que ha dado esta comprensión y ése es su único deber. El Maestro está aquí y su deber es ver que el estómago reciba, ¿o no? ¿Por qué inquietarse? Si usted no recibe, muere. Muy bien, que muera. Usted no es el estómago. Vacíe su estómago y ésa es la manera real de comprender la reali-dad.

    Ningún deber. El deber no viene para él. ¿De dónde viene el deber? El deber vie-ne de lo que no es verdadero. Cuando duerme profundamente, ¿qué deber está usted haciendo, dígame? Usted está yendo a cero y ése es el deber. Si comprende la reali-dad, entonces no hay ningún deber para usted. Eso no permanece. No hay ningún deber para una persona realizada. Si alguien hace una pregunta, responde debido a que las personas ignorantes están ahí. Están llenas de infelicidad, aunque han recibi-do en ellas la felicidad real. Sin embargo, preguntan qué hacer, qué hacer. Así pues, el Maestro es benevolente y da. ¿Pero qué decir cuando todo el mundo es Él? Él ha-bla, ¿pero qué decir? El Maestro muestra que todos son Él. Así pues, váyase, no me hable. Yo estoy hablando hoy. ¿Por qué no hablar? Sin embargo, no es un deber. El Maestro no hace nada.

    Uno debe sentir que yo soy todo, que yo he recibido todo. Pero las gentes son así… no comprenden. El Maestro es un pobre, sin embargo ha recibido todo; el Maestro comprende. Sea de esa manera. Sea el pobre y diga, «Yo soy el Señor del mundo». ¿Por qué? Porque todo esto es nada. Así pues, ser el Señor de nada es muy fácil, ¿o no? De lo que no es, ¿cómo ser el Señor de lo que no es? Usted ha devenido un esclavo de cero. No sea el esclavo de cero, sea su Señor y entonces regocíjese. Eso es la realidad.

    Pregunta: ¿Son de la mente todos los sentimientos?

    Maharaj: Si no hay mente, no hay sentimientos. ¿Hay sentimientos en el sueño profundo?

    Pregunta: ¿Y los sentimientos que uno tiene por el Maestro, la gratitud?

    Maharaj: Eso es también un sentimiento, y si él quiere eso está bien; pero si no quiere, eso está bien igualmente, aunque hay una diferencia entre los dos.

    Pregunta: ¿Tienen sentimientos también las personas realizadas, experimentan sentimientos?

    Maharaj: Mientras el cuerpo está aquí, la mente está aquí, y los sentimientos de-ben estar también aquí. La diferencia es que el Maestro usa sus sentimientos de la manera justa y la persona ignorante no. A lo que no es verdadero, el Maestro no lo llama verdadero. Las acciones de una persona realizada son congruentes, las de una persona ignorante no son congruentes.

    Pregunta: ¿Qué hay sobre los sentimientos de agrado y de desagrado?

    Maharaj: ¿Por qué lo dice de esa manera? No hay desagrado. Todo es bueno para él.

    Pregunta: ¿Todo el mundo es lo mismo?

    Maharaj: Sí, todos son.

    Pregunta: ¿Son lo mismo todos los discípulos del Maestro?

    Maharaj: Lo mismo, sí. Si siente de otro modo, ¿cómo puede ser un Maestro? El Maestro da el conocimiento a todos, ¿o no? El profesor da lo mismo a todos. El que lo acoge deviene de primera clase. Algunos aceptan más fácilmente que otros. Pero entonces viene el ego a aquellos que sienten que tienen más conocimiento. Mate al ego. El discípulo verdadero siempre está callado. El Maestro habla para todos. Algu-nos escuchan, otros no escuchan; eso no supone ninguna diferencia para el Maestro. En eso no hay sentimientos. Cuando le vienen sentimientos al Maestro, los usa de la manera justa, y eso es el punto principal.

    24 de noviembre de 1999

    Pregunta: ¿Cuándo lucha el discípulo con el Maestro y por qué?

    Maharaj: El Maestro dice que usted es Él. Así pues, por su gracia, usted ha deve-nido Él. Así pues, éste es su mundo ahora. Usted puede hacer lo que quiera contra mí. El Maestro habla de esta manera. Si usted quiere hacer algo, puede hacer algo contra mí. No hay mal en ello. Yo estoy preparado para eso. ¿Me sigue? Eso es lo que significa. Es la vía más dura. Al discípulo se le ha dado la comprensión de que es Él. Así pues, se dice, «Yo soy Él ahora, ¿por qué inquietarme por nada?» Algunas cosas no son para decirlas en público, pero a mí no me importa decirlas. Entonces, ¿qué tiene que hacer usted? Hay tres maneras diferentes de acercarse a la compren-sión.

    La primera es que todo el mundo es Él. La segunda es, yo soy Él. El «yo» está aquí en una forma sutil, de otro modo ¿cómo puede luchar con el Maestro? Usted me ha hecho esto. Yo estoy preparado para aceptar cualquier cosa, de modo que haga lo que quiera contra mí. Ésta es la vía más dura. La tercera vía es la vía media, usted es Él, o el Maestro es Él, y yo no existe. Así pues, él adora al Maestro. Usted es Él, todo el mundo es Él, ¿entonces qué? Yo no existo. Así pues, hay tres tipos de dedicación aquí. Todo el mundo es Él, está bien. Todo el mundo está aquí, pero en esto hay al-gún grado. Yo soy Él. Usted me ha hecho Él. Ahora hágame lo que quiera. Yo estoy preparado para aceptarlo. La vía media es la mejor. Yo no existo, sólo Él existe.

    No se inquiete. Acontezca lo que acontezca, diga «Yo no sé nada». Y cuando al-guien se incline ante usted, diga, «Se inclinan ante mi Maestro y no ante mí». Éste es un tipo de dedicación. La segunda dedicación es dura, pero fuerte. Usted tiene que tomar al Maestro como dualidad. Entonces haga lo que quiera, eso es también una pequeña dualidad.

    De las tres vías, la vía media es la mejor. Es seguro que el ego volverá un día, dé-lo por hecho. Yo puedo hacer, yo soy todo. Eso es el ego sutil. Pero usted puede lu-char con su Maestro, ¿por qué no? Kabir era un medio Santo y su discípulo Kamal era un Santo completo. El Maestro no sabe nada. Dice, «Todo es correcto». Haga usted lo que haga, yo no sé.

    Las gentes realizadas encuentran la vía más corta. Hay muchas vías, ¿no es así? El ego permanece siempre, délo por hecho, no importa de quién se trate. Haga usted lo que haga, el ego siempre está ahí. Así pues, esté siempre en guardia, esté siempre alerta. De otro modo, el enemigo entrará y cobrará vida. Cobrar vida significa que usted se olvida de usted mismo. Uno no debe olvidarse de sí mismo. El Maestro está aquí. Usted le tiene respeto y guarda ese respeto siempre. En la vía media, el Maestro está por todas partes, yo no existo. Entonces la cuestión de hacer algo o de qué hacer no permanece.

    Las diferencias siempre surgen en la mente. Esto me agrada y esto no me agrada. La mente es una cosa muy astuta. Vencer a la mente no es fácil, pero una vez que usted absorbe esa mente, o pone su pie sobre ella, ya nunca le resistirá. Yo no puedo hacer nada. Yo sé, ¿pero cuál es el significado de ello? Cuando usted es Él, ¿cuál es la necesidad de hacer algo?

    Los Santos cometen a menudo el error de querer, y entonces caen. Cuando la mente va a alguna parte, usted está bajo la influencia de la mente, ¿o no? La mente siempre quiere algo. No esté bajo la influencia de la mente; corte su mente. Los pen-samientos vienen, pero no se necesita hacer nada. La comprensión debe venir de esta manera. Él hace todo, yo no existo. Mientras usted existe, hay algún ego, un ego sutil que queda.

    Si hay piojos en el cabello de una mujer, se necesita otra mujer para matar los piojos. Pero con su ego, tiene que arreglárselas por usted mismo. Diga, «Yo no exis-to». Cuando usted no existe, ¿por qué deben existir los pensamientos? El ego es una cosa muy insensata, sea fuera de sus garras. No está ahí, y sin embargo está ahí. Así pues, cuando usted dice, «Yo puedo hacer algo», eso significa que para usted queda algo, ¿o no? Cuando usted es Él, ¿qué queda de usted? ¿Queda algo de usted? Todo es cero, nada es.

    Cuando usted comprende que todo es cero, que nada es verdadero, y todavía en-cuentra algo en su mente, ¿cuál es la utilidad de ello? Un pensamiento viene y eso es la mente. Es como un mosquito, le pica y le chupa la sangre, délo por hecho. Cuando nada es verdadero y todo es cero, ¿qué quiere hacer usted? Al hacer algo, usted está todavía en algo. Yo quiero decir eso. Cuando usted dice cero y todavía quiere hacer algo, ¿qué significa? Es cero, ¿qué hacer entonces?

    Por la gracia del Maestro usted ha comprendido que todo es cero. Es completa-mente cero; así pues, ¿qué hacer y qué no hacer? No piense nunca en hacer nada. A eso se le llama Niskarma, ninguna acción de usted. Él hace todo, pero no hay ningu-na acción de usted. Ello requiere un corazón y una mente fuertes. Tenga el gran cora-je de ser así. Haciendo esto y eso, yo voy a ser Él. ¡No! Olvide todo, todo es cero. Lo que no es, ¿cómo puede ello tocarle a usted? Cuando le toca, significa que usted le da valor. Entonces usted deviene la criatura más pequeña. Yo quiero esto, yo quiero eso, ¿qué querer? Es como el cebo que atrapa al pez.

    Cuando usted quiere algo, ¿es ello o no es? Hacer algo no es verdadero. Él no ha-ce nada. Lo que hay en su mente es, «Yo no quiero hacer nada», debido a que no hay nada que hacer. ¿Qué hacer en cero, dígame? Todos han desaparecido, ¿a quién ha-blar? No hay ninguna necesidad de hablarme a mí mismo. No se implique en el más mínimo aspecto de nada. No hay nada sino cero. Trate de comprender. Las gentes devienen apresuradas, quieren hacer. «Yo he realizado, yo puedo hacer algo». ¿Que-da algo que usted tenga que hacer? ¿Qué puede hacer usted? Si le queda algo que hacer, usted deviene la criatura más pequeña, un jiva. (Se considera un jiva al que está identificado con su cuerpo, nombre y forma, y que es ignorante de su naturaleza real). Usted no es Shiva tampoco. (Se considera que Shiva es la consciencia pura o Dios). Ahora usted es Él, y ahora usted es un jiva también.

    ¿Por qué hace usted? Por este cuerpo. Debe venir la comprensión. Una pizca de sal en un litro de leche, estropearía la leche y la hará salada. Un pensamiento es co-mo eso. Usted es la realidad sin pensamientos. No hay nada de qué inquietarse. ¿De-be usted morir? La cuestión de la muerte no permanece, debido a que Él hace todo sin la mente. Él hace la acción. Mientras el cuerpo está aquí, tiene que hacerla. Ac-túe. No hay ningún mal en ello, pero comprenda que no es verdadero.

    Usted puede luchar con el Maestro, debido a que ahora el Maestro no sigue sien-do el Maestro. Ambos han devenido uno. Así pues, ¿con quién luchar entonces? Krishna y Arjuna lucharon después. Usted puede decir algo a un Maestro; es su de-seo ahora. Así pues, puede hacer lo que quiera, el Maestro no se inquieta. Pero ésa es la vía más dura. No es fácil. El Maestro ha dado esta comprensión y puede derrotarle a usted en un minuto, ¿por qué no? Él ha logrado ese poder. Cuando usted compren-de esta vía, está fuera de las garras de la ilusión. La ilusión no existe. La ilusión es una ilusión.

    El nombre de usted es Ramesh. ¿Dónde está Ramesh? Encuentre a Ramesh. Cuando usted no existe y piensa que existe como algo, o que ha logrado algo, ¿quién ha logrado? Éstos son puntos de comprensión. Comprenda de esta manera que usted no es tocado nunca por nada. De otro modo, dé por hecho que el mosquito le picará, quienquiera que pueda ser. Puede ser un mosquito Santo, pero también puede picar. No sea un Santo ni nada, eso es obra de la mente. Hacer algo es obra de la mente.

    ¿Por qué se visten de azafrán las gentes? Para mostrar algo. ¿Por qué mostrar y a quién mostrar? ¿Qué hay que mostrar? Al mostrar usted entra en la dualidad. Yo soy fulano. «¡Oh!, usted no ha pedido mi permiso, ¿por qué ha entrado?» No hay nadie en absoluto, excepto usted. Quienquiera que viene es Él. Si usted comprende eso, ¿por qué deben hacerse citaciones? Olvide las citaciones. Cuando usted hace duali-dad, las citaciones permanecen.

    En occidente, usted telefonea y establece las citas. Así, ambas partes conocen la hora señalada. En el lenguaje y la cultura india, no hay ninguna palabra para cita, no hay ninguna hora para la persona. Usted puede venir como un huésped en cualquier momento. El huésped viene como un Dios y usted actúa como un Dios con él. Hoy día, en lugar de venir como un Dios, el huésped ha devenido un demonio. Ahora na-die quiere huésped ni invitados. Así pues, tenga el coraje de aceptar a cualquiera en cualquier momento. ¿Cuál es la diferencia entonces entre el Santo y la persona ordi-naria? ¿Por qué se necesitan citas?

    Una mujer vino a verme. Acababa de venir del ashram de Sai Baba. Durante ocho días había tratado de obtener una cita con él y no pudo lograrlo. ¿Qué hacer enton-ces? Hay Santos de ese tipo. Usted mismo es un Santo. Cuando está en busca de un Santo, usted mismo es un Santo. La realidad está abierta siempre, a cualquier hora. En los templos se ponen ahora ornamentos de oro en los Dioses, y entonces se cie-rran las puertas. Cuando usted cierra las puertas, con ello ha hecho una prisión, ¿no es así? Él deviene un Dios, de modo que vienen a él los ornamentos.

    Así pues, no acepte nada y diga, «No hay nada que necesite». Si alguien le pre-gunta, dígale, «No necesito nada». Él da sin pedir, ¿no es así? Acéptelo, pero diga, «¿Por qué? No se necesita en absoluto». Yo siempre actúo así. Las gentes traen mu-chas cosas. También traen medicina. «¡Oh!, es una medicina muy buena», dicen. ¿Qué hacer entonces? Uno debe comprender que «Yo no necesito nada, no quiero nada». Entonces usted es Él. De otro modo, este punto cero le picará como si fuera algo. Un buitre pica después de que el cuerpo ha muerto. No sea pasto de los buitres. Diga, yo soy Él, todo el mundo es mí mismo. Uno debe vivir de esta manera y per-manecer así.

    En el sueño profundo, usted no se inquieta por nada. En el estado de vigilia, usted se inquieta, ¿qué acontecerá, qué acontecerá? Ciertamente, las gentes dan muchas, muchas cosas, incluso si usted no quiere. Si usted quiere, puede obtener cualquier cosa. Si usted pide algo, eso le convierte en un mendigo. ¿Por qué debe usted mendi-gar? Sin mendigar, si alguien le da agua, diga que es leche. Comprenda de esta ma-nera. Yo no pedí leche, pero sin embargo él me dio agua. Comprenda que no hay nada que yo necesite. Este cuerpo necesita, es una cosa miserable. Usted ha tomado un cuerpo, ¿no es así? Cuando comprende esto, entonces usted deviene el Maestro de los Maestros.

    Él no se inquieta por nada. Sea como un animal que espera que las cosas vengan a su boca. Ciertamente, más allá que sus expectativas más salvajes, todo llega, délo por hecho. Pero este cuerpo y la mente no le dejan arrojarlo todo. Es como una pie-dra alrededor de su cuello. Arroje la piedra y los diamantes estarán a sus pies. ¿Por qué inquietarse? No obstante, los diamantes no tienen ningún valor. Si usted echa los diamantes a un perro, no tendrá el menor interés en ellos. El perro sólo quiere un hueso. Pero usted corre detrás de todo, ¿qué hacer entonces?

    ¿Las gentes corren toda su vida detrás de qué?… Del dinero. Hay muchos sacer-dotes así. Dicen muchas cosas buenas, pero sin embargo su Dios es el dinero. Un perro no toca el dinero, de manera que usted es peor que un perro, ¿o no? No toque el dinero, diga «Yo no lo quiero». En la India se dice que cuando alguien lleva vestidu-ras de color azafrán y alguien pone dinero en su mano, debe tener una sensación de quemadura. Debe sentir, «yo no lo quiero». La mente deviene muy fuerte entonces. Usted deviene Él. Haga lo que quiera, el Maestro no se inquieta, pero no olvide nun-ca lo que el Maestro le ha dicho.

    Durante Diwahi, el Año Nuevo indio, justo antes de morir, mi Maestro dijo, «Ahora te he dado el poder, pero haz un uso justo de él. Ahora te he dado todos los poderes, no te inquietes, tú eres Él». Úselo de tal manera que no lo pierda nunca. La mente es una cosa muy insensata. ¿Qué hará o qué no hará?, usted no puede decirlo. Así pues, trate de olvidar la mente. «Yo no tengo pensamientos», diga eso. Yo soy la realidad sin estado. Deje que los estados vengan y se vayan. ¿Permanecen los esta-dos? No, vienen y se van.

    El médico da la medicina y la fiebre desaparece. Pero la fiebre de la mente no le deja nunca. Es como la fiebre de la malaria, que vuelve una y otra vez. Así pues, diga primero, «Yo no existo», y después diga, «Yo no quiero nada», porque todo es nada. ¿Qué sacar cuando todo es nada? Cuando usted quiere algo de nada, eso significa que está enredado en eso, cautivado por eso.

    A veces usted ve hormigas en el azúcar. Van detrás de ella y mueren en ella. Co-men tanto que mueren. Sea una hormiga contenida, diga que no hay azúcar para us-ted. Olvide el azúcar, olvide la mente, olvide todo y usted es siempre Él. Justamente ahora todo el mundo es Él, pero su mente no acepta esto. Su mente debe aceptarlo. Mi Maestro dijo, «ese poder que yo le he dado», y ese poder significa que usted es Él. Comprenda ese poder y actúe en consecuencia. No lo use para las cosas podridas. El poder le hace a usted Eso, es muy fuerte.

    Los médicos ayurvédicos le dan a usted algo, hierbas, y se lo dan en una pequeña píldora y le cobran cien o doscientas rupias. Usted puede tomar eso, o tiene que to-mar estos dulces fuertes. Las píldoras están en una forma concentrada de modo que pueda digerirlas. De otro modo, tendrá que comer un kilo y medio. De la misma ma-nera, el Maestro le da una dosis muy fuerte, y usted debe digerirla. De otro modo, sale del cuerpo y le produce urticaria. Trate de comprenderse a usted mismo, ¿por qué no? Usted es Él ahora.

    El Maestro le da a usted profusamente, sin ningún pensamiento también. Usted es Él, ¡adelante! Pero su mente no lo acepta, ¿qué hacer entonces? La mente debe acep-tarlo. Si la mente lo acepta, no hay ninguna lucha con el Maestro, así se lo digo. Cuando usted es completamente pleno, ¿entonces qué? Cuando uno toma dos o tres botellas de vino, ¿qué acontece? Que está dispuesto a golpear a alguien y a que le golpeen. Usted puede tomar vino, pero no se emborrache. La borrachera es lo peor. El mundo no es otra cosa que la borrachera de la nada, y es muy fuerte. Ella no le deja nunca. Todo el mundo dice, «Yo quiero»; nadie dice, «Yo no quiero». No se requiere nada de usted.

    Trate de comprenderse a usted mismo, y entonces puede luchar con el Maestro. En caso contrario, ¿qué? El Maestro no se inquieta. ¿Por qué debe inquietarse? Él dice, «Mí mismo es Él», ¿por qué inquietarse? Si tiene un millón de rupias con usted, ¿por qué debe inquietarse el Maestro? Tenga ese coraje de luchar con el Maestro.

    Así pues, el Señor Krishna y Arjuna, su discípulo, lucharon, lucharon por la com-prensión. Pero esa es la vía más dura, la vía más difícil. «Usted es Él, yo no existo», ésa es la vía más fácil. Comprenda que todo el mundo es Él. ¿Por qué inquietarse y para qué inquietarse? Si yo quiero algo de él, entonces usted se inquieta. Si yo no quiero nada de él, ¿entonces qué? Él puede dar los buenos días, eso está bien; pero a él no le importa dar los buenos días. ¿Por qué? Él no quiere los buenos días de nadie. Si él quiere, entonces usted es feliz.

    Todos los títulos hacen felices a las gentes. «¡Oh!, yo he obtenido este título, he obtenido este grado». Olvide los grados. Esos grados cuelgan de usted. Si usted no está ahí, ¿quién obtendrá el grado, dígame? Esa es la lucha del Maestro y el discípu-lo, aunque ambos son uno. No se inquiete por nada. Mientras usted piense, «¡Oh!, yo debo obtener algo de él», usted es un mendigo. Al Maestro no le agradan los mendi-gos. Al Maestro le agradan aquellos que son Él, nada más. Tenga esa comprensión dichosa. Sea dichoso. ¿Qué sacar o no sacar de lo que no es? Olvídese de usted mis-mo y el mundo es para usted. Comprenda que no se requiere ninguna sobredosis. La sobredosis es siempre mala. Nada es verdadero y nada va a ocurrir.

    Así pues, no pida nunca nada a su Maestro. Usted dice, «Yo quiero esto, yo quie-ro esto». Cuando usted quiere algo, el ego está siempre ahí. Usted quiere algo que no es. ¿Qué sacar o no sacar de lo que no es? Cuando usted quiere lo que no es, enton-ces está en la ignorancia. Así pues, sea lo suficientemente fuerte para aceptar lo que dice el Maestro. Luche con él, no hay mal en ello; luche con su padre, no hay mal en ello. Sea fuerte y haga lo que quiera, pero tenga cuidado de que el ego no venga.

    El ego es un guardia, y si el guardia es matado, entonces no queda nada que ma-tar. Nada que temer, tenga ese coraje. Deje que acontezca todo lo que acontezca a este cuerpo, deje que acontezca y no se inquiete por ello. Y si alguien viene a matar-le, tome una pistola y dispárele. Pero vaya a la mazmorra con una mente sonriente. Reciba su castigo por las cosas malas, ¿por qué inquietarse? No se necesita ningún guardia; es sólo para cuidar este cuerpo.

    Así pues, muchas gentes quieren guardias. ¿Para qué se necesitan los guardias? Para guardar el cuerpo, ¿no es así? Pero si el guardia es matado, ¿qué acontecerá entonces? Tenga el coraje de matarse a usted mismo, nada más. Cuando usted mata al guardia, usted mata al ego. El guardia es sólo para salvar a este cuerpo, el cual es el ego. Mate a su ego y haga lo que quiera. ¿Por qué? Porque usted no está haciendo nada.

    Entonces surge la cuestión y las gentes comprenden erróneamente que pueden hacer cualquier cosa, ¿no es así? Así pues, no tenga ningún deseo, un deseo es sólo un veneno. En nuestra lengua, el marathi, un deseo significa veneno. Cuando usted tiene un deseo, es un veneno. ¿Por qué correr detrás de un veneno? Todas las gentes corren detrás del veneno, ¿por qué? Uno tiene la seguridad de morir un día, y sin embargo no obtiene lo que quiere. ¿Hay algún final para toda esta mendicidad?

    Hay un político que quiere ser Primer Ministro y que está ofreciendo un millón de rupias a cada ministro si le votan. ¿Tiene 364 millones? ¡La mente no conoce límites! Tenga el poder de matar a su hijo. El Señor Krishna pidió a Arjuna que matara a su hijo. Usted no puede sentarse sobre el trono a menos que mate a su ego, ése es el significado de esto. ¿En la vida mundana querría alguien matar a su hijo para sentar-se en el trono? ¡No! Pero aquí el Maestro le dice que mate a su hijo o a su ego. El ego es la única cosa que le perturba. «Yo soy algo, yo soy algo, yo soy algo». Com-prenda que usted es nada. Algo es nada, algo no existe.

    Cuando duerme profundamente, ¿qué queda, dígame? Alguien dice, la respira-ción está aquí. Deje que esté ahí, no se inquiete por eso. A menos que la respiración esté ahí, usted no puede dormir. Entonces puede tener sueños, muchos sueños, el conocimiento está ahí, de modo que muchos sueños vienen a usted. No vaya detrás de los sueños, diga que yo soy Él.

    Así pues, uno tiene que luchar con el Maestro para comprenderle claramente. El Maestro no se inquieta. Mi Maestro estaba aquí y las gentes estaban argumentando quién era el Dios más grande, Shiva, Ganapati, etc. ¿Cómo se puede decidir quién es el más grande? Todo el mundo tiene su opinión; así pues, ¿quién está en lo cierto? Mi Maestro sugirió entonces que cada uno trajera a su Dios favorito y que les dejaran luchar. Quien ganara la lucha es Él, el ganador real. Las gentes tienen muchas nocio-nes falsas en la mente. Hay muchas cuestiones en la mente.

    Pregunta: Yo quiero aclararme cuando usted usa la palabra mente. Lo que us-ted dice es que mientras el cuerpo esté aquí, vendrán acciones y pensamientos. El problema es que eso se toma como verdadero. Así pues, los pensamientos y las ac-ciones no son el problema, el problema es que se toma como verdadero el proble-ma.

    Maharaj: Cuando usted dice que no es verdadero, entonces las acciones devienen cero, ¿o no? Digamos que hay una bomba en el camino y que no ha explotado. Traen a los artificieros para quitarle su poder, para desactivarla. El poder explosivo es la mente. Comprenda la mente, comprenda lo que quiere. Su explosividad no tiene lími-te. Al comprenderla usted tiene que hacer eso, ese poder tiene que ser desactivado. Entonces la mente deviene su esclava. Está preparada para hacer lo que usted quiera. Ahora la mente está sobre su cabeza. En la mitología india, Ganapati ha recibido un cuerpo muy grande; y ¿sobre qué se sienta? Sobre una rata. Cuando la rata se sienta sobre su cabeza, hace todo y Ganapati no come; la rata se come todo. Ganapati, por supuesto, es un ídolo. ¿Qué hace el Maestro con la comprensión? Pone esa rata bajo usted, de manera que pueda sentarse sobre ella. Así pues, la rata será despedazada, debido a que es muy pequeña y Ganapati es muy grande. Su pensamiento o su mente se ha colocado encima de usted y le destruye. Destruir significa que se come todo y todavía no es feliz. Las ratas no son felices nunca. Van a Ganapati y se sientan sobre su cabeza. El Maestro hace que la rata se siente debajo de usted. La mente es nada. Piensa muchas, muchas cosas. ¿Qué hacer entonces? ¿Puede la mente tenerlo todo, dígame? Todo el mundo quiere ser un rey. ¿Quién no quiere? Todo el mundo quiere sacar algo, un rey significa algo. Y cuando nada es, ¿qué comprar entonces? Cuando no hay mente, no hay nada que querer y nada que comprar. No dé valor a nada. Us-ted da valor a algo y entonces pierde su propio valor.

    Un diamante no dice, «Yo soy un diamante». Si un diamante dice que es un di-amante, no es un diamante. El diamante brilla en todas partes, ya sea en una caja de polvo o junto al oro blanco. Compréndase a usted mismo primero, y entonces ¿qué deviene su mente?, un pequeño ratón. Olvide su mente, déjela hacer todo, déjela co-mer, pero tenga el control sobre ella. Así pues, Ramdas dice en su libro, haga a un ladrón el guarda de su almacén. Si el ladrón trata de llevarse algo, no olvidará que el propietario está vigilándole. El ladrón no dejará que nadie se lleve nada, pero a veces él mismo quiere llevarse algo. Es un hábito, ¿no es así? Todo el mundo tiene ese há-bito.

    A algunas gentes les agrada dar de comer a todo el mundo y después, sin que na-die lo note, toman para sí mismos, silentemente. De la misma manera, si un ladrón trata de coger algo, esté en guardia. Un ladrón tiene cuatro ojos. Todos nosotros te-nemos sólo dos. El ladrón ve por detrás también. La mente tiene muchos ojos; la mente quiere todo y quiere que usted baile a su compás. Olvide la mente. La mente es sólo un pensamiento, sólo conocimiento. El conocimiento es cero, viene de cero. ¿Cómo puede ser verdadero lo que viene de cero?

    La mente no puede explotarle, pero usted puede explotar a la mente. Usted ni si-quiera tiene que controlarla. Sólo tiene que comprender que no es verdadera. Contro-lar significa que debe haber algo. ¿Qué hay que controlar en lo que es cero? Ese cero se ha apoderado de usted, y usted mismo ha devenido cero.

    Sea el Señor de cero y entonces puede luchar con el Maestro. No hay mal en ello. Mientras usted es cero, ¿cómo puede luchar con él? El Maestro es más allá de cero. Compréndase a usted mismo, comprenda ese poder. El Maestro le da ese poder. Ten-ga el coraje de usar ese poder. No se entrampe en muchas otras cosas. Esas otras mu-chas cosas vienen a entramparle a usted. Diga que todo es nada. Y cuando todo es nada, ¿por qué inquietarse? Usted es Él, siempre. Sea eso y descanse. ¿Alguna pre-gunta más? Puede preguntarme.

    La mente es así, no tiene existencia. ¿Qué hacer entonces? La mente danza en la existencia de usted. La mente le ha hipnotizado. No deje que haga eso. Usted tiene el poder de decir que la mente es nada. Pero ella sigue danzando en usted. Hace que se olvide de usted mismo. Usted corre detrás de todo. Y cuando llega a los sentidos, todo el mundo cae hipnotizado. No se deje aconsejar por los sentidos.

    Algunos Santos no hablan. ¿Hay algún significado real en no hablar? No hablar no tiene ningún significado. Si alguien pregunta, usted tiene que hablar. ¿Cómo pue-de una persona ignorante comprender el significado interior de la enseñanza a menos que el Maestro hable?

    (Maharaj cuenta entonces una historia sobre el Santo Ramdas). El Santo Ramdas y su discípulo Shivaji estuvieron aquí. Shivaji estaba en peligro y envió un mensaje a Ramdas para hacérselo saber. Ramdas dio al mensajero una nuez moscada, y Shivaji, cuando recibió el mensaje, no comprendió su significado sutil. Significaba que huye-ra de aquí ocultándose en un cesto de fruta. Tiene que ver con la palabra marathi para nuez moscada.

    Las cosas deben estar claras para el discípulo; de manera que hay que hablarle, decirle. Y decirle muy abiertamente, «Estás haciendo mal las cosas». Pero estos San-tos quieren algo de sus discípulos. Así pues, ¿cómo pueden decirles eso? Por eso estos maestros guardan silencio. Y las gentes consideran esto como una grandeza del maestro. No hay ningún significado en ello. La boca se dio para hablar. Hable de las cosas de valor, que pueden llevarle a la realidad; de esa manera, usted puede com-prender.

    Usted no debe bailar al compás que marque la mente. Sea el Señor de la mente, y haga lo que quiera, no se inquiete, porque no queda nada que hacer. Yo quiero decir esto, mientras queda algo que hacer, usted está en las garras de la ilusión. Olvide esa ilusión y sea Él. Eso es lo que quiero decir.

    Pregunta: Desde el punto de vista del discípulo es difícil comprender lo que es-tá haciendo el Maestro.

    Maharaj: Como resultado final, el maestro lucha con el maestro. El maestro le hace a usted un maestro, y entonces usted tiene que luchar con él. Arjuna luchó con Krishna después de comprender. Las personas ignorantes también luchan, pero no hay necesidad de luchar, sólo acepte lo que dice el Maestro. Si usted tiene preguntas, entonces puede preguntar un centenar de veces. No hay mal en ello. Un pensamiento es siempre un pensamiento y no es verdadero. Usted debe comprender eso.

    El Maestro debe ser un Maestro real. El Maestro no debe sentir que el discípulo está luchando con él. Ahora bien, él tiene la capacidad de luchar. La capacidad debe estar en la mente, ¿no es así? ¿Por qué luchan dos abogados en el tribunal? El juez está ahí, y una parte dice esto y la otra dice esto otro. Se necesita la lucha. Pero pri-mero obtenga la licenciatura.

    Pregunta: Después de la realización, ¿puede un Maestro tener experiencia tra-dicionales, como matrimonio, hijos y sexo?

    Maharaj: Eso es elección suya. No obstante, en ese caso hay algo en la mente, ¿no es así? La mente sigue ahí. La mente todavía va de un lado a otro. La mente es nada, ¿qué hacer entonces? Cuando usted está haciendo algo, usted está en la mente. Usted está atrapado en la mente. Es difícil comprender porque el discípulo es igno-rante. Así pues, trate de comprender al Maestro. El Maestro no tiene nada que ver con la mente. Ése es el punto principal en esto. Así pues, la cuestión de presenciar no surge. La mente es el presenciador siempre, la mente presencia todo. Cuando usted siente algo en la nada, ¿desciende usted o no? Así pues, el discípulo está en la igno-rancia, pero siente plena libertad en ella y piensa que esto es para mí. El Maestro ha hecho eso, de modo que yo también puedo hacerlo. ¡Sea el Maestro y entonces ha-ble!

    A las gentes les agrada imitar al Maestro, pero no comprenden. La imitación es siempre limitada, ¿qué hacer entonces? La imitación de un diamante no puede ser real nunca. No imite; en caso contrario usted está bajo la influencia de la mente. Yo siempre hago hincapié en la comprensión, comprenda, comprenda. A menos que comprenda, usted no puede ser Él. Para comprender al Maestro verdaderamente, us-ted debe devenir Él. El Maestro le da a usted una señal roja y otra verde. Comprenda el ego, ésa es la señal roja, eso es lo más difícil. Ponga fin a su ego. Yo no existo.

    Los Maestros han encontrado la vía real. Diga que usted no existe, de otro modo el ego vuelve. Usted puede luchar conmigo, ¿por qué no? Usted ha recibido esa ca-pacidad de aceptar, pero hay muchas dificultades en la vía. La vía más simple es de-cir, «Yo no existo». Ésa es la mejor vía, y entonces el ego no puede volver. A no ser que el vigilante esté muerto, el enemigo no puede entrar dentro.

    ¿Por qué se necesitan guardias si esto es un cuerpo muerto? Porque la conexión está aquí. Usted dice que es verdadera. Con la fuerza presente usted puede decir que no es verdadera, en caso contrario no puede decirlo. Pero usted hace las mismas co-sas una y otra vez. Cuando usted es un contable correcto, no se inquieta porque ven-gan los auditores. Verifique su propia cuenta, no se ocupe de las cuentas de los de-más.

    Cuando usted come cordero en la India, sólo se necesita un corte para matar al animal. Ningún segundo corte. Con dos cortes nadie lo comerá. Es una costumbre muslim. Uno debe saber como cortar, hay una manera. Sólo se requiere un golpe. Sea fuera de ello con un solo golpe. Mátese a usted mismo, a su ego, con un solo golpe; entonces usted no permanece como el matador. Entonces usted puede ir a la peregri-nación, de otro modo no puede. Comprenda, usted tiene ese poder de comprender.

  • Crow

    10 de diciembre de 1999

    Pregunta: ¿Podría usted hablar sobre los tres tipos de Maya (ilusión)?

    Maharaj: Todo es ilusión. ¿Cómo puede haber tres tipos? Para comprender, usted tiene que decir sólo eso. Se lo dije a usted en Andheri, pero no escuchó, no recuerda. Uno es Maha maya, que es el conocimiento mismo. El siguiente es Vidyaman maya, que es cuando el conocimiento se mueve un poco y hace muchas cosas de él. En ese momento es sutil. Cuando duerme profundamente, usted está en completa ignoran-cia; entonces viene un ligero despertar, y a eso se le llama Vidyaman maya. Cuando usted está en la matriz de la madre y toma nacimiento, eso es Vidyaman maya. Signi-fica contribuir a la comprensión. A menos que tome nacimiento, usted no puede comprender. Y cuando usted tiene el sueño con sueños, a eso se le llama Avidya ma-ya. Cuando usted ve todo el mundo, todos los objetos, a eso se le llama Avidya ma-ya. Usted ve todo el mundo, tanto el conocimiento como la ignorancia han aparecido; eso es Avidya maya. ¿Ve usted esto?, es mármol; esto es Avidya maya. Avidya maya significa que no es nada sino cero.

    Cuando un pensamiento viene en un sueño, a veces viene pero usted se duerme profundamente de nuevo. Usted no puede ver el sueño, a eso se le llama Vidyaman maya. El conocimiento ha venido, pero usted no le da nacimiento. Así pues, la mujer a quien se llama la más alta, es llamada mujer estéril. La mujer estéril es Vidyaman maya, ¿qué hacer entonces? Si ella da nacimiento a algo, es llamada Avidya maya, debido a la ignorancia y el conocimiento. Sin conocimiento, usted no puede com-prender nada. Cuando usted dice, «¿Qué es esto?», pregunta con el conocimiento, ¿o no? Sin conocimiento nadie puede preguntar nada.

    Vidyaman maya es el conocimiento. Usted recibe el conocimiento cuando toma el nacimiento. Y Avidya maya significa que usted ha devenido algo, por ejemplo, Prakash, de Japón. Eso es Avidya maya. Usted debe ser práctico cuando discute estas cosas. En caso contrario, las gentes dicen estas palabras, pero no comprenden el sig-nificado. «Mi nombre es Prakash, y soy de Japón», dice usted. ¿Cómo puede un hombre de Japón recibir el nombre de Prakash? Es lo mismo para todo el mundo. Lo que no es, lo que no existe, eso es lo que usted proclama.

    Cuando dice que «Yo estoy aquí», ¿qué entiende usted con eso? Eso es el punto principal, y eso es el ego. El ego viene debido a la ignorancia. Pero ese ego es la rea-lidad también. Ese ego es muy fuerte.

    Cuando tiene un sueño, usted deviene algún otro en él. Un mendigo deviene un rey y cuando se despierta dice, «¿Cómo puedo ser un rey? Yo estaba durmiendo en un jergón viejo». Lo sabe al instante y eso es conocimiento. Eso que usted ve y todo el mundo que usted ve, a eso se le llama Avidya maya, eso que no existe.

    Vidyaman significa eso que existe. Avidya significa eso que no existe. Pero usted dice que esto es mármol, un cuenco, cualquier cosa, o su nombre. El hombre es muy aficionado a dar su nombre siempre. Si yo pregunto a alguien su nombre y no se lo pregunto a usted, usted dirá, «¡Oh, Maharaj no me ha preguntado!» No debe sentir eso, debe sentir que usted es todo el mundo. ¿Me sigue? El que viene aquí debe comprender al menos eso. Si no me pregunta eso, es mejor; de otro modo, usted ha-brá devenido otra vez Avidya maya. Así pues, cuando usted no vigila, el ladrón se lleva algo. Comprenda esto, y a eso se le llama Maha maya, Vidyaman maya y Avidya maya.

    Cuando usted deviene está Maha maya, no hay nada. Así pues, usted es Dios, us-ted ha creado el mundo. Usted es el creador del mundo, délo por hecho. A menos que usted tome nacimiento, ¿quién creará el mundo? Entonces aparecen la madre y el padre, los amigos y todo. Usted está siempre inmerso en lo que acontece, no piensa nunca en usted mismo. El que piensa en sí mismo está fuera de las garras de la ilu-sión.

    Primero encuentre quién es usted. Nadie quiere conocerse a sí mismo. Así pues, él, mi Maestro, ha escrito «La Llave Maestra de la Realización». Usted puede usarla para todo, puede usarla para cualquier coche. Si no hay llave maestra, entonces usted no puede tomar los coches. Sólo su coche. Entonces se le llama ladrón con una llave maestra. Él le dice que haga lo que quiera, que no se inquiete, pero que sepa que no es verdadero. Él le da las riendas del caballo. Él ve que usted no quiere caerse. Usted puede sentarse sobre el caballo, pero si no sabe cabalgar, el caballo le hará caer. És-tas con también las riendas del Maestro. El Maestro dice que usted es Él, así pues ¡adelante! Usted debe saber cómo tirar de las riendas. Uno debe saber también cómo soltarlas. El carro está en sus manos y los frenos están siempre ahí para detenerlo. Comprenda todo, no se inquiete. Usted es Él. Tenga algún freno. Entonces usted puede extraviarse, no hay mal en ello. Si el caballo sigue el camino erróneo, enton-ces…

    A mí me ocurrió lo mismo una vez que fui con Maharaj a Kashwir. Íbamos en caballos a visitar un poblado. Íbamos galopando y siguiendo a un discípulo que era un tratante tramposo. A unos cuantos de nosotros nos llevó por el lado del bosque y nos extraviamos. El resto de los discípulos siguieron el camino recto y llegaron al punto de destino a tiempo. Un buen extranjero nos dijo que no íbamos en la dirección correcta, de modo que tomamos las riendas y retrocedimos sobre nuestros pasos, llegando dos horas más tarde. Maharaj estaba sentado allí cuando llegamos, pero no nos preguntó nada, ni lo que había ocurrido ni nada. Él sabía todo.

    Uno debe saber cuándo tirar del freno. Aquí no hay necesidad de mantener el fre-no. El caballo le llevará correctamente ahí. La mente y el hombre son de esta natura-leza; el hombre ve todo y quiere tocarlo. Si usted toma un palo de golf e intenta me-ter la pelota de un solo golpe, falla. Alguien que es muy diestro puede meterla co-rrectamente. El Maestro pone las riendas en sus manos y dice, «¡Adelante!» Tenga el coraje de saber dónde detenerse. Muchas gentes se han caído y se han extraviado. No se inquiete, comprenda que usted tiene el poder. Entonces usted regresa al camino recto, ¿o no? Usted permanece siempre ahí. Muchas gentes se extravían después de comprender.

    La comprensión es necesaria, y le lleva a Maha maya, la ilusión original, el co-mienzo. Ella comienza desde alguna parte, ¿no es así? Entonces deviene un río y después un océano, donde deviene salobre. Igual que usted; se ha olvidado de usted mismo y se ha alejado y alejado hasta llegar al océano. El océano significa que todo el mundo es un océano para usted, y que usted ha devenido salobre. ¿Cómo puede usted sacar más? «¡Yo debo sacar y sacar más!» Todas estas cosas aparecen en la mente. Entonces viene la cólera, entonces vienen los deseos, entonces vienen muchas cosas. No hay ningún fin para esto. Todos ustedes se alejan cada vez más. El cono-cimiento debe acabarse. Ponga fin al conocimiento.

    El conocimiento es muy grande, no hay fin para él. Si comprende que el conoci-miento tiene fin, usted deviene Él. De otro modo, no. El conocimiento es sin límites; así pues, ponga un límite a esa ilimitación y usted es Él. El conocimiento no hace nada, sólo aumenta y aumenta. ¿Hasta cuándo? Usted no puede decirlo. El Maestro dice que el conocimiento no es verdadero, y a eso se le llama el fin. El conocimiento debe acabar.

    El conocimiento es ilimitado. No hay fin para el conocimiento. Así pues, vaya al final de esa ilimitación y usted es Él. Ahí no queda nada, ahí no queda ningún cono-cimiento. Es muy fácil. Así pues, yo digo, «Tranquilo, usted es Él». Es muy fácil. ¿Qué experiencia quiere usted? Usted no pone fin al conocimiento. Comprenda que no hay fin para él. Si usted comprende el fin del conocimiento, entonces usted es Él. Esa comprensión significa que yo le doy el límite ahora.

    Olvide el conocimiento y usted es siempre Él. Usted no tiene que experimentar o hacer nada. ¿Qué experiencia quiere usted? Olvide todo. Usted puede tener muchas empresas, muchos dólares, o lo que sea; pero cuando se duerme profundamente, us-ted olvida, ¿o no? Pero es un olvido pasajero, usted no olvida para siempre. Diga que no es verdadero, entonces viene el fin para ese conocimiento, y eso acaba con Maya.

    Así pues, hay tres tipos de ilusión. Originalmente está en el conocimiento. El co-nocimiento es muy fuerte, aumenta y aumenta, no hay límite para él. Cuando usted comprende a Maha maya, significa un límite para el conocimiento. Entonces usted puede comprender; en caso contrario, nadie puede comprender. El que no experimen-ta, ¿cómo puede comprender? ¿Cómo comprende usted el océano? Usted tiene que ir a las profundidades del océano, entonces puede sondear el océano. Y cuando usted va a las profundidades del océano, el océano no permanece. ¡Acabado, completado!

    Así pues, ¿qué hacen los Santos? Dan, pero duermen profundamente estando despiertos. Están despiertos en el sueño profundo. Estar despierto no es fácil, de ma-nera que duerma, pero estar despierto debe estar aquí. El Maestro pone fin a esa ili-mitación, pero usted tiene miedo. Usted quiere hacer algo más, exhibir algo. «¡Oh!, yo soy Él». Las gentes se visten de azafrán, etc. No hay ninguna necesidad. ¿Cómo puede decir que usted es Él? Las gentes no saben.

    Una vez alguien vino aquí y pidió ver a Maharaj. Yo esperé un minuto y dije, «Lo que usted ve es Él». Él pensaba alguna otra cosa de mí, ¿no es así? ¿Cómo podía saber? Él no podía saber. Si hubiera sabido, entonces no habría preguntado nunca, ¿quién es usted? No hay necesidad de preguntar a nadie, ¿quién es usted? Todas las gentes preguntan, ¿quién es usted? Y usted dice gustosamente, «Yo soy el doctor fulano», o «Yo soy el Señor fulano». O «Yo soy el Maestro mengano». Usted se enorgullece de ello. Ese orgullo no es nada sino ilusión. Olvide la ilusión y sea tan simple como Él.

    Todo el mundo Le ve, pero nadie Le ve. Ellos dicen que él es Bob, nadie dice que él es Él. Sólo el Maestro dice que él es Él. Todo ha aparecido en Él. Así pues, mu-chas cosas han aparecido en usted. Cuando hayan venido muchas cosas, póngales fin. Lo que es ilimitado comprende esa ilimitación. Si usted comprende lo ilimitado, está fuera de ello.

    ¿Qué están haciendo todas las gentes? En 1926 mi Maestro escribió que el mundo estaba galopando hacia el infierno. Infierno significa destrucción. Todo el mundo debe volver a cero. Este mundo no es nada sino cero, pero usted no acepta cero, ¿qué hacer entonces? Usted quiere que haya algo aquí. Aquí no hay retretes, pero hay San-tos; así pues, no se inquiete. Usted no es feliz porque quiere ganar más y más esta-dos, y eso es sin limitación. Y el que comprende que la ilimitación es cero, entonces dice que todo es cero, que nada es. Ese va a su Sí mismo. Entonces usted puede comprender a maya, la ilusión. Todo lo que usted dice es sobre lo que no es. La ilu-sión significa eso, ¿no es así? Usted dice, manifestado. Ella, la ilusión, se manifiesta por la mente. Yo uso siempre palabras simples. ¿A quién se manifiesta? Usted no sabe eso.

    Ramdas ha escrito un pequeño capítulo (en «Das Bodh»). A menos que conozca al Rey, usted puede ser arrestado en cualquier momento. A menos que conozca al Rey, usted no es feliz, porque un mendigo o un peón puede arrestarle en cualquier momento. Entonces usted mismo deviene un peón. «Yo debo hacer algo, pues en caso contrario, ¿qué acontecerá?» Si usted no hace nada no va a acontecer nada. ¿Qué va a acontecer cuando usted duerme profundamente? Nadie le despierta.

    Cuando se despierta a un rey, se le dicen todas estas cosas que están aconteciendo en la ciudad. El conocimiento trae siempre la inquietud. Si usted quiere ser sin in-quietud ponga un cero sobre todas las cosas. Todo comienza desde cero y acaba en cero, ¿qué hacer entonces? Todo viene del espacio y vuelve al espacio. Si usted se mueve en el espacio, no hay final para eso. Así pues, vuelva al Sí mismo. Los ojos llegan hasta la luna, el sol y las estrellas, ¿no es así? Usted hace eso en una fracción de segundo, el Sí mismo es muy poderoso. El Sí mismo vuelve y usted ve la luna, y todo el mundo en él.

    Usted es muy poderoso, pero se ha olvidado de usted mismo y ha devenido un mendigo. «Déme algo, déme algo». ¿Qué pueden darle las gentes? Ellos no le dan nada. Usted quiere felicidad y satisfacción, ¿no es así? ¿Puede dárselo alguien? Na-die puede darle nada. Conózcase a usted mismo primero. Encuéntrese a usted mismo. No vaya al espacio. No vaya a los Himalayas. (Un visitante había venido a ver a Ma-haraj, y había dicho que después de ver a Maharaj iba a ir a los Himalayas). ¿Por qué ir a los Himalayas? ¿Por qué ir a alguna parte? Dondequiera que usted está, usted es Él. Así pues, Ramdas dice en su libro, «Das Bodh», donde usted está y en cualquier lugar que usted está, usted es Él. Parabrahman es Él, y Él es por todas partes.

    Algunos Santos dijeron a este hombre que fuera a los Himalayas y que se sentara en una cueva durante cuatro años. Después este hombre fue a Ramesh Balsekar, otro maestro, y Balsekar le dijo que había malgastado cuatro años de su vida. Pero Balse-kar tampoco le dijo, usted es ya Él. Es en esto en lo que nosotros diferimos. Hay otros Santos que dicen que usted puede lograrlo después de muchos nacimientos. ¿Quién conoce los nacimientos? ¿Puede usted conocer su nacimiento? Si el naci-miento no es de usted, usted no morirá nunca. ¿Por qué muere usted? Porque admite como suyo el nacimiento; en caso contrario, no morirá.

    Al Santo Tukaram le preguntaron cómo puede dormir un pez en el agua. El agua está corriendo, ¿cómo pueden dormir? Él dijo, «Sea un pez y sepa». ¿Por qué debe usted ser un pez y saber eso? No me pregunte. Usted está preguntando cosas falsas. Así pues, Maya no es nada sino ilusión. Lo que no es ha devenido muy fuerte para usted. Así pues, los Santos le hacen a usted cero.

    Cuando usted encuentra a un Santo, él le hace Santo. Pero si encuentra a un su-puesto Santo, le dará muchos nombres. Éste (mirando a un discípulo en la habitación a quien otro Maestro le ha dado un nombre indio) ha devenido Govindas, ¿qué hacer entonces? Él no conoce ni a Govind ni a das. ¿Es usted un siervo de Govindas? ¿Por qué dar nombres? Sólo por su placer. Han cometido un error y ahora tienen que po-nerle un nombre. Si no ponen un nombre están perdidos.

    No cometa un error. La realidad nunca comete un error. Muestra todo, pero está fuera del contacto de ese todo. Lo que usted ve y percibe, o lo que usted siente, la realidad no lo acepta. La pantalla muestra todo, pero no acepta el llanto ni la lucha, ni el canto; y ni siquiera a Dios si está ahí. Dios puede estar ahí, pero en una fracción de segundo ha desaparecido. Un límite de tres horas, después viene el fin.

    Hace años, una vez fui a ver una película, una película del Santo Tukaram. Todo el mundo estaba allí y se inclinaban ante la imagen en la pantalla. Yo me reía de ellos. No era el Santo Tukaram; El Santo Tukaram había muerto y desaparecido. Al-guien le representaba. ¿Por qué debía uno inclinarse ante él? Ponga usted mismo fin a la ilimitación, y el que pone fin a la ilimitación es Él. No hay ningún límite para ello, las gentes sienten eso; pero decir que yo he devenido sin límites, es falso tam-bién. No hay ninguna ilimitación; así pues, póngale fin. El conocimiento es sin lími-tes; así pues, póngale fin y entonces usted deviene Él. Ahora ya no surge ninguna cuestión de su límite. Usted está fuera de los límites.

    Sea fuera de los límites. Se le dan muchos significados falsos. No es culpa de ellos. Simplemente no comprenden la realidad. ¿Qué es la realidad? Encuentre eso que es fuera de los límites y usted se pierde ahí, y Él es ahí. El que va a Su encuentro se pierde a sí mismo, y entonces Él es ahí. Entonces usted no permanece como algo. Mientras permanece como algo, usted permanece en la ilimitación. El conocimiento es ilimitado, de manera que ponga fin a ese conocimiento.

    Aquí en Bombay hay un ritual donde se pone en el océano una enorme imagen de Ganapati. Entonces se disuelve. Las gentes sumergen una imagen de Dios en el océano para acabar la celebración. Cuando no hay comprensión, no hay ninguna efi-cacia en lo que hace la mente. ¿Es falso o no? Eso es Avidya maya. La objetividad ha venido y usted ve los objetos como verdaderos. Sean o no tres tipos, la ilusión es siempre ilusión. Es cero. Comprenda de esta manera. ¿Hay alguna otra pregunta?

    Pregunta: El Maestro da la comprensión de que todo es Él y de que ese todo no es verdadero. No obstante, con la comprensión hay un resto sutil de ego. El Maes-tro tiene un poder sutil para eliminar ese ego sutil. ¿Puede hablar usted sobre eso?

    Maharaj: Uno tiene que comprender su ego. El Maestro sólo puede ayudar, pero usted tiene que descubrir su propio ego. Si usted ha cometido una equivocación, tiene que descubrirlo; de otro modo ¿cómo puede usted eliminarla? Hay una espina en su pie. Para sacar esa espina, se hace uso de otra espina. Entonces se tiran las dos espi-nas. Si no tira esa segunda espina usada para sacar la primera, le pinchará. El cono-cimiento es como eso; el Maestro le da ese conocimiento, y entonces la ignorancia es eliminada por esa espina del conocimiento. Pero el Maestro dice que deseche tam-bién ese conocimiento. El conocimiento es ego. Si usted hace eso, entonces está bien. Pero si guarda esa segunda espina en su bolsillo, entonces le pinchará.

    El conocimiento siempre le pincha. «Haz algo, haz algo, haz algo». Comprenda y deshágase de él; pero si no comprende, entonces usted no puede deshacerse del co-nocimiento. El Maestro puede ayudarle, ¿pero cómo puede eliminar su ego, dígame? Usted debe comprender su ego. Hay muchos tipos de egos, cualquiera puede aconte-cerle a usted. Sáquese ese ego. «Yo soy un Santo, yo sé todo», todo eso es ego. Si usted siente que el conocimiento es verdadero, ésa es la dificultad. Ponga fin al co-nocimiento. El conocimiento es vastísimo, es sin límites. Tiene que poner fin a ese conocimiento.

    El Maestro le enseña cómo poner fin al conocimiento, cómo resolver ese teorema. Pero tiene que resolverlo por usted mismo. Su consejo puede ayudarle, pero es usted quien tiene que sacárselo. Debe saber ese lugar donde le pincha. El médico da la me-dicina, pero si usted no toma la medicina, ¿cómo puede entonces desaparecer la en-fermedad?

    Comprenda que el conocimiento no es verdadero. Sáquese ese conocimiento. Una espina es una espina, aunque sea una espina de oro. La ignorancia es eliminada por el conocimiento, por la espina de oro; pero el Maestro dice, «Tenga cuidado ahora». A menos que deseche ese conocimiento, no puede conocerse a usted mismo. Siempre queda el ego más sutil. Así pues, él está siempre vigilante y cuando el ego viene a la mente, dice, «¡Ahá! ¿Por qué?».

    Suponga que a un Maestro le viene el pensamiento de que le agradaría un helado. Instantáneamente piensa por qué le ha venido este pensamiento. Pero entonces viene a saber que allí hay uno de sus discípulos y que su discípulo quiere darle helado. El Maestro no tuvo el pensamiento, es el deseo del discípulo. El Maestro satisface los deseos de otros. Él no tiene ningún deseo, no es su pensamiento original. ¿Cómo puede venirle un deseo ahora? Su deseo es sólo para su Maestro, nada más. Él hace todo para el Maestro, no hace nada para sí mismo.

    Alguien dice que esta es una silla muy bonita. (Alguien ha comprado una silla a Maharaj). Yo digo, «Sí, sí, es una silla muy bonita». ¿En qué me afecta ello? Es una silla confortable. Es su deseo. Yo no tenía ninguna idea de que fuera a tener una silla nueva. Nunca había pensado en ello. Entonces, ¿tengo que aceptarla o no? Lo que usted tiene que decir es muy bueno. Pero el Maestro descubre la raíz de ello, de dón-de vino este pensamiento. Así pues, si viene a la mente algún ego, el Maestro descu-bre ese ego; disuelve ese ego. El ego no tiene ningún valor. El ego es todo ilusión y todos los deseos vienen de la ilusión, de lo que no es.

    Cuando viene el deseo, cuando usted quiere algo, ¿de dónde viene? De la ilusión. Usted siempre quiere lo que no es. Si ha venido, descubra su ego y deséchelo. Las chinches vienen de su transpiración. ¿Usted las mata o no? De la misma manera, el ego viene de usted. Los pensamientos pueden venir, ¿por qué no? No es un cuerpo muerto. No es una mente muerta. Él es no mente, pero no obstante no es una mente muerta. La realidad es no mente.

    Los pensamientos vienen a mí, deben venir. Este pensamiento es para esto, este pensamiento es para eso. Cuando le veo a usted, los pensamientos deben venir a mí. El Maestro da paso a la mente, pero examina la mente. Así pues, el Maestro le ayuda, pero es su elección si la desecha o no. Mientras usted sabe cómo sujetar las riendas, entonces usted está bien.

    Todos ustedes vienen aquí. Yo les digo, «Yo no conozco a nadie, tengan esa comprensión de que todos son Él». Yo no necesito saber que él es Bob, o Govindas; no hay ninguna necesidad de saber. El Maestro comprende, de manera que no necesi-ta nada. Debido a que sabe que todo el mundo es Él, su base está ahí, y desde esa base enseña.

    Así pues, el ego puede ser eliminado con la ayuda del Maestro. El Maestro le ayuda. Es su elección desecharlo o no. A menos que lo deseche, el Maestro no puede hacer nada. Es su elección debido a que usted es Él. Un rey no tiene ninguna ley. El rey hace las leyes, pero las leyes no le afectan. Si un rey hace una ley, un edicto de que nadie puede salir después de las ocho de la tarde, todos aquellos que lo infrinjan serán arrestados. Si el rey sale entonces, la policía le saluda. ¿Por qué? Porque la policía está a sus órdenes. Éstas son mis órdenes, diga eso. Así pues, éstas son mis órdenes, esto es mi elección ahora. Deseche ese ego. El Maestro le hace a usted Él. Usted es siempre Él, ¿por qué inquietarse? Usted se inquieta por todo, pero com-prenda que usted es Él, y entonces usted no hará nada. ¿Me sigue? Esa comprensión debe venir, entonces usted no hará nada. Mientras la mente funcione, usted hará esto, y eso, y aquello. Olvide eso. El conocimiento de Él es tal que puede ayudarle. Él debe ayudarle.

    Si usted va al mercado de los mohammedianos, ellos tienen una expresión que significa que Él es uno de nosotros. Si acontece que usted es un hindú, entonces Él no es uno de nosotros. El precio que le ofrecen es diferente, ése es el significado. Él no tiene nada de qué inquietarse, porque todo el mundo es Él. Él le quitará su ego instantáneamente, ¿o no? Él le ayuda debido a que usted es Él. Muchos egos pueden venir; diga sólo que yo no me inquieto por usted. Mientras la mente y el cuerpo están aquí, es seguro que vendrán muchos egos. Échelos fuera, como se hace con un la-drón. Si viene un mal hombre, usted le dará un golpe. Él puede darle dos golpes; no obstante usted puede vencerle. Así pues, uno debe ser Eso. No hacer nada, es Él. Cuando duerme profundamente, ¿qué hace usted? Cuando usted quiere hacer algo, entonces entra el ego. Diga, «Vete, quiero dormir». El Maestro le enseña cómo dor-mir. Esté despierto, pero sea en sueño profundo. Diga que nada es verdadero, eso es lo único que puede hacer. Sin embargo, usted lo toma por verdadero y corre detrás de ello.

    El ciervo ve el espejismo y corre detrás de él. Si usted dice al ciervo que ahí no hay ningún agua, el ciervo dirá que usted es una persona tonta. «Yo veo agua», dice el ciervo, «yo veo felicidad». Las personas realizadas se mantienen calladas. ¿Qué decir? Deje que corran. Corra y corra, un día tendrá usted que parar, ¿o no? ¿Cuántas horas puede correr usted? La mente es de ese tipo, corre y corre. En una carrera de caballos, el caballo se detiene en la línea de meta; entonces es vencedor.

    El Maestro le hace vencedor. Sea el ganador y ponga fin a la carrera; en caso con-trario, usted no puede ser un ganador. Cuando un caballo corre después de la línea de meta, debe haber alguien para detenerle. En esa línea de meta usted se detiene, la carrera se detiene, y usted es Él. Deje que todo acontezca como viene. Deje que todo el mundo entre, que coma y coma, no se inquiete. Si usted pone comida en la boca, la mastica. El Maestro le ha dado la comprensión; ahora, mastíquela. A no ser que la mastique, nadie puede ayudarle. El Maestro ha dado esa comprensión, y esa com-prensión le ayuda a usted a masticar una y otra vez.

    ¿Por qué correr detrás de toda esta insensatez? Como si fuera un espejismo, todos corren detrás de eso. Un día usted se detendrá, el sol desaparecerá y el espejismo también desaparecerá. Entonces el ciervo dice que ha sido muy desgraciado porque no ha encontrado agua. Pero el agua no ha estado nunca ahí. Usted quiere que los otros le den felicidad, pero nadie puede dársela. A no ser que se olvide de usted mismo, no será feliz. Cuando no sigue siendo usted, entonces es feliz. Ese «usted» debe ser roto. Rompa ese «usted», ponga un freno al carro, el carro debe detenerse. Ponga un freno a la mente y usted es Él. Entonces la mente deviene no mente.

    El Maestro le está ayudando a quitarse su ego; no se inquiete, porque usted es Él. Ése es el punto principal. El cuerpo no es el Maestro. Él es Él. Usted toma al Maestro como si fuera el cuerpo. ¿Qué hacer entonces? El Maestro dice que yo soy Él, que usted es Él, que todo el mundo es Él. Pero usted toma el cuerpo como si fuera el Maestro. «Yo debo verle», dice usted. Cuando comprende que usted es Él, entonces olvida todo; de otro modo, no. Él y usted devienen uno. La unidad puede abarcar todo. Eso pone fin al asunto. Ambos deben desaparecer (el Maestro y el discípulo). Cuando la unidad viene a la mente, usted deviene Él. El Maestro siempre le ayuda.

    22 de diciembre de 1999

    Pregunta: ¿Cómo quitar de la mente el diente venenoso de la serpiente? Cuan-do la serpiente pica, uno la sacude. ¿Puede usted decir otra vez cómo sacudirse la serpiente y guardarse de su perniciosa picadura?

    Maharaj: La mente es justamente como una serpiente. Siempre pica. Si usted no da importancia a eso, entonces no ocurre nada. Comprenda que esto no es verdadero. La mente debe comprender eso, de manera que cuando pique la serpiente, sepa que la ha quitado su diente venenoso. La mente tenía este diente venenoso cuando tomaba todo como verdadero. La mente toma todo como verdadero siempre. La mente hace muchas cosas, déjela hacer; pero, sin embargo, diga que ella no hace nada. Usted siente muchas cosas, ¿no es así? Yo he hecho esto, yo he hecho eso, yo he hecho aquello. Todo esto no es nada, sino cero. Cuando usted comprende eso, ¿cómo puede picarle la serpiente?

    La mente es una serpiente, estoy de acuerdo; pero no puede picarle cuando usted comprende que nada es verdadero. Ésa debe ser la base de la comprensión. Entonces, cuando esa base está aquí, la realidad se abre automáticamente. Si vienen nubes, en-tonces usted no puede ver la base; así pues, ¿cómo puede abrirse la realidad? De la misma manera aquí, los pensamientos pueden venir. Una persona realizada debe te-ner pensamientos. En caso contrario, ¿cómo puede enseñarle a usted? Están viniendo muchos pensamientos, pero él sabe que no son de ningún valor. Suponga que usted tiene muchos dólares en su bolsillo, pero si nadie le cambia ese dinero aquí en Bom-bay, ¿cuál es la utilidad de ese dinero? Ninguna utilidad, ese dinero deviene cero para usted.

    Suponga que usted quiere una cabra y que da cuarenta dólares por ella, pero el vendedor quiere cuarenta y tres; entonces no hay trato. Si usted no da su valor, ¿en-tonces qué? Si aquí nadie cambia sus dólares, entonces usted estará inmovilizado aquí, ¿no es así? No puede evitarse. Usted tendrá que mendigar a alguien para que le dé algunas rupias. El valor es dado sólo por la mente. Si la mente no da el valor, ¿qué queda entonces? En todo momento usted da valor a la mente. Mi pensamiento es éste, mi pensamiento es éste. Diga a su mente que usted sabe todo sobre usted, que usted siempre viene de cero. Pero cualquier cosa que haya en la mente, la mente lo acepta como algo. ¿Qué hacer entonces?

    En Sedona (Arizona) un discípulo dibujó un cero junto a mí en un cartón e hizo una foto. ¡Correcto! Nadie da esa comprensión de que todo es cero. Todo el mundo quiere cosas valiosas, sólo aquellos que han llegado al conocimiento dan valor a ce-ro. La realidad está siempre aquí, si usted comprende que nada es verdadero.

    La base debe ser verificada. La mente debe verificar que la base es cero. No haga nada, no se inquiete por nada, así se lo digo. ¿Qué hará usted cuando todo es cero? Cuando todo es cero, ¿qué hacer? Alguien pregunta, «Maharaj, ¿qué debo hacer, qué debo hacer?» Yo siempre digo, «Lo que quiera hacer, hágalo; pero su comprensión debe ser que yo no hago nada». En cero hay muchas, muchas cosas. ¿Cómo voy yo a conocer toda esta insensatez? Así pues, pongo un gran cero sobre todo esto, de mane-ra que no hay nada de qué inquietarse. «Maharaj, ¿puedo hacer esto, puedo hacer esto?» «Sí, sí, hágalo; si su mente lo dice, hágalo». Yo sólo tengo que decir esto, nada más. ¿Qué decir cuando todo es nada?

    La mente es el mayor hacedor. Si la mente deviene no mente, entonces la realidad se abre automáticamente donde ella es. ¿Por qué abrirla? ¿Quién va a abrirla? Al comienzo a usted debe decírsele que haga alguna práctica. Y finalmente, se le dice que deje estar a todos estos pensamientos y todo lo demás; que no hay ningún mal en ello, que lo que es, la realidad, está siempre aquí, dondequiera que usted esté. Una vez abierta, entonces… Las gentes dicen, «Sabe muy bien, muy bien». Cuando usted mismo la saborea, entonces se comprende a usted mismo.

    Saboréese usted mismo. Usted tiene que saborear. Ponga un cero sobre usted aho-ra, «Yo no existo», y eso puede llevarle a la realidad, nada más. Las cosas no le ha-cen nada. Este cuenco de agua no me perturba; al contrario, da agua, agua fresca. Pero usted se inquieta por esto y no se inquieta por el lugar de dónde ha venido. Es de su mente de donde ha venido el cuenco. Cuando la mente desaparece, si no hay mente, ¿entonces qué?

    Así pues, los Santos no tienen ninguna mente. No pueden hacer nada, así se lo di-go. Las gentes los aprecian, ¿qué hacer entonces? «¡Oh!, él es una persona realizada, él puede hacer algo, uno no puede conocerle». Pero si usted es una persona realizada, entonces puede conocerle muy exactamente. Usted puede decir que no se inquieta. Una persona realizada dice que él es cero, que él no existe; así pues, ¿por qué inquie-tarse por uno mismo? De modo que su mente es completamente diferente. Una per-sona ignorante siente que ha sido puesto sobre la tierra, y que entonces la ganancia y la pérdida vienen a él. Usted no va a perder nunca el juego, usted es siempre un ga-nador; pero lo toma todo como verdadero, y así la ganancia y la pérdida vienen a usted. Así pues, cuando gana hay alegría. Alegría significa que usted hace algo y tiene su ganancia; pero si pierde, entonces llora. ¿Qué hacer entonces? La ganancia y la pérdida vienen sólo a la mente, siempre.

    Pero al que va más allá de la ganancia y la pérdida se le llama Vijay. Se le guarda en un templo indio, su nombre es sólo Vijay y no pierde nunca. Un día usted es pri-mer ministro; al siguiente, no. Él, el que comprende, no permanece como un ego; ésa es la diferencia. Usted permanece como un ego mientras la ganancia y la pérdida vienen a usted. «¡Ah, lo he conseguido!… ¡Ah, lo he perdido!» Aquí no hay ninguna ganancia ni ninguna pérdida. Usted no es un perdedor nunca, ¿por qué? Debido a que todo es nada. Todo es un gran cero; así pues, ¿qué perder y qué no perder? Si usted pierde un millar de ceros, ¿en qué le perjudica eso? Y si usted consigue un cero, dice, «¡Ah, qué feliz soy, he conseguido un cero!» Él, la persona realizada, se ríe de todo eso.

    Así pues, una persona realizada se ríe cuando las gentes dicen, «Dios me ha dado esto, Dios me ha dado esto». ¿Dónde está Dios? Él, la persona realizada, sabe que Dios es sólo mi pensamiento. Dios es mi pensamiento. Si yo, la realidad, no hubiera estado aquí, ¿cómo habría venido Dios a la existencia? Dios no tiene ninguna exis-tencia. Usted dice, «Todo esto es un teatro del mundo que ha creado el creador». Pero quien crea el mundo es sólo una persona ignorante, así se lo digo. Muchas gen-tes dicen, «¿Por qué ha creado Dios un mundo tan sucio?» Yo digo, «Vaya y pregún-teselo a él». Es usted quien ha creado. Usted dejó la matriz de la madre y creó. Cuando usted toma el nacimiento, crea todo, ¿no es así? «Yo soy Michel», dice us-ted. Y entonces un Maestro le da otro nombre (Al discípulo al que se refiere Maharaj le fue dado un nombre espiritual indio por otro maestro) para hacerle a usted más. ¿Más qué? Más ignorante.

    En la India, una mujer recibe dos nombres. Cuando se casa, recibe otro nombre por parte de su suegro. Así pues, ella tiene que decir ambos nombres. De manera que viene más dualidad, ¿no es así? Así pues, ¿es para hacer más dualidad para lo que se necesita un Maestro? Ponga un cero ahí, ponga un cero sobre todo. «Usted no es Mi-chel», yo le diría eso. Viva con ese nombre, Michel, y muera con ese nombre; no se necesita ningún otro nombre.

    Cuando juega al ajedrez y mueve el rey, ¿qué es? Nada sino madera. Una pieza de madera. Usted le da el valor, la mente le da el valor. La mente es muy sucia; siempre le pica, délo por hecho. Ésa es su costumbre, debe picar. De otro modo, si no pica, ¿cómo puede usted llamarla una serpiente? Las gentes arrojan piedras a la ser-piente, y cuando les pica salen corriendo. ¿Sobre qué se arrojan piedras? Sobre la realidad. La realidad no va a ninguna parte, está siempre aquí. Eso es usted mismo, de modo que ¿por qué debe inquietarse por nada? Cuando todo es nada sino ceros, ¿qué acontecerá entonces? ¿Se irá el mundo al traste entonces? Las gentes a menudo dicen eso. ¿Dónde está eso que se irá al traste? El mundo no es verdadero, es sólo un pensamiento en su mente.

    Sáquele el diente a la serpiente. Sáquele el diente a la mente y deje que la mente le pique; no hay ningún mal en ello. Entonces usted puede jugar con la mente; es sólo un juguete para usted. Para una persona realizada, es un juguete. La persona realiza-da hace muchas cosas con ella, ¿no es así? ¿No es un milagro? Yo soy un hombre que ha devenido muy ignorante. Yo no soy nada, yo soy el hombre más pobre, pero esa comprensión dada por mi Maestro me ha hecho la realidad. ¿No es un milagro? La realidad es un milagro.

    Usted llora siempre en su mente. Usted puede ser multimillonario, pero no obs-tante no siente que tenga tanto debido a que alguno tiene más. ¿Qué felicidad ha lo-grado finalmente? Ninguna felicidad, porque usted tiene el hábito de que tenga lo que tenga en su mano, no es feliz con ello. Aquí, entre nosotros los indios, se dan ladoos (Un dulce indio). Suponga que usted está sentado junto a alguien, y a él tam-bién se le da un ladoo. Usted dice, «¡Oh, a él le han dado un ladoo más grande y a mí me han dado uno más pequeño!» La mente es así. Una persona realizada pone un cero sobre ello; si es grande es cero, y si es pequeño es cero. ¿En qué le perjudica eso?

    Así pues, deje que la mente venga una y otra vez, y luche con la mente siempre. La mente viene, pero sepa que lo que crea no existe. Cuando ello no existe, ¿por qué teme usted? El padre dice al hijo que viene el coco, ¡vete a dormir! El padre sabe que no ha venido nadie, pero el niño no lo sabe. El niño tiene miedo y corre a dormir. El miedo le hace a usted pequeño. Incluso la hormiga más pequeña tiene miedo tam-bién. Corren de acá para allá para no morir, pero entonces comen demasiada azúcar y mueren de todos modos.

    La realidad no hace que usted muera. Le mantiene siempre vivo y fresco. No hay ningún cambio en ella. ¿Un cambio en ella? Ningún cambio en Él. El cuerpo siempre cambia, la mente cambia, la ignorancia y el conocimiento también cambian, pero la realidad no cambia. La pantalla no cambia nunca. Muchas imágenes vienen y se van, ¿por qué debe inquietarse la pantalla? Así pues, si después recuerda ese sueño, ¿en qué le perjudica? Usted sabe que no era verdadero. Usted era un rey en el sueño, pero si actúa como un rey aquí, las gentes le golpearán. Y cuando usted dice que todo es un sueño, ¿qué le queda?

    Pero la mente es muy estúpida; siempre quiere algo, lo que sea, algo más. Así pues, gane a su mente. Tenga el arte de conquistar la mente. La mente está llena de pensamientos, nada más. Viene del conocimiento, y el conocimiento es ego. Todo viene aquí. Suponga que usted compra una vaca: los cuernos vendrán con ella, la leche vendrá con ella, todo vendrá con ella. Todos han recibido el sol, de modo que el calor está aquí, y el terreno está aquí. En el periódico se dice que la luna devendrá más brillante mañana. Es una completa necedad, ¿Quién la ve más brillante, o no, dígame? Los científicos dicen estas cosas. Al haberlo dicho, ¿ha devenido la luna más brillante? Ella es como es. Se acerca más y ellos dicen que brilla más, nada más. ¿Quién tiene tiempo de medir estas cosas?

    Usted come siempre, ¿no es así? «He comido muy bien», dice usted. Usted no mide nunca la caca después, ¿o la mide alguna vez? Sin embargo, las gentes no ha-cen otra cosa que medir la caca, ¿qué hacer entonces? No comprenden la realidad. La realidad es muy abierta, es muy simple. Usted es Eso. ¿En qué le perjudica a usted ser Eso? ¿Quién no le deja a usted ser Eso? Su mente, nada más. La mente ha deve-nido muy pequeña. Lo que usted cree, o cualquier pensamiento, lo toma como verda-dero. Lo que la mente no trae, usted no lo acepta. Cuando usted deviene no mente aquí, la realidad se abre para usted. Si comprende la realidad, entonces ¿qué queda de usted?

    Cuando no tiene que hacer, usted duerme, ¿no es así? Las gentes no quieren dor-mir. Quieren hacer algo, lo que sea. Así pues, se dice que las manos ociosas hacen daño. Ese daño, usted lo atrae siempre. La mente hace daño. La mente de una perso-na realizada no hace daño. ¿Qué hay que hacer? Todo es cero. ¿Por qué hacer un cero grande o un cero pequeño? Cero no tiene ningún valor. Si usted comprende de esta manera, ¿qué deviene el conocimiento? El conocimiento deviene su esclavo. Traiga siempre a su mente la cosa verdadera. Usted puede entrar en los asuntos mun-danos, no hay ningún mal en ello; pero sepa que todo es cero. ¿Está usted de acuer-do?

    Si usted es una prostituta, siempre quiere atraer a la persona, a un cuerpo huma-no. Ella sonríe para obtener su atención. Si usted le dice, «Yo sé lo que haces, te co-nozco, sé lo que eres», ¿entonces qué? Ella pondrá una cara como ésta (Maharaj po-ne una cara fea). Entonces ya no sonreirá. Al sonreír usted quiere atraer a alguien. Usted sonríe a todo, ¿no es así? Así pues, usted está aceptando todo como verdadero. Él no sonríe nunca. Él ve todo. Pero, ¿entonces qué? Aquí no hay nada, es sólo como un sueño.

    Deje que los sueños vengan y se vayan, ¿quién se hace cargo de ellos? ¿Se hace cargo usted cuando está durmiendo profundamente? Los sueños vienen, deje que vengan. Usted sabe que siempre hay un despertar a esta vigilia, pero también esta vigilia no es nada sino un largo sueño. Si usted la comprende sólo como un sueño, si comprende de esta manera, entonces el mundo no tiene ningún valor para usted. Pero usted le da valor, ¿qué hacer entonces?

    Todos los médicos son bobos, así se lo digo. Alguien me dijo que me hiciera un cardiograma. ¿Qué puede decir el cardiograma? Yo sé que mi cardiograma no va a cambiar nada. ¿Por qué cambiar? Yo no acepto nunca las cosas falsas en la mente. Usted acepta las cosas falsas en la mente. De esta manera, la mente deviene más grande o más pequeña y acontecen muchas cosas. La sangre debe correr, ¿no es así? El cardiograma está bien entonces. ¿Por qué debe usted inquietarse? Hay muchas venas en el cuerpo, las gentes se inquietan innecesariamente. Yo fui para el cardio-grama, pero no les pregunté si era bueno o malo. ¿Para qué preguntar? Es un asunto del cuerpo. Usted se inquieta por lo que no es. No se inquiete nunca por lo que no es. Sea siempre fuera de ello.

    Suponga que acontece algo, deje que acontezca. Digamos que una persona reali-zada no toma la medicina y muere. ¿En qué le perjudica eso? ¿En qué le perjudica eso a una persona realizada? Ya sea que el cuerpo esté aquí o no, eso no le afecta. El cuerpo se ha ido, eso es todo. Pero para la persona ignorante, mientras el cuerpo está aquí, las inquietudes están aquí. Usted quiere hacer algo, lo que sea. Hacer siempre trae inquietudes. Usted quiere siempre inquietudes. Usted lee los libros y los periódi-cos, ¿para qué? Para crearse más inquietudes. ¡Oh, ha acontecido esto! Usted quiere saberlo todo. ¿Por qué? No ha acontecido nada y no va a acontecer nada.

    En un sueño acontecen muchas cosas, ¿se inquieta usted por eso cuando se des-pierta? Cuando viene el despertar, si usted comprende que todo lo que acontece no es verdadero, entonces automáticamente… deje que pique. Él comprende la picadura, «¡Oh!, muy bien. Pícame, soy dichoso. Pero no piques a un pobre muchacho porque llorará». Ellos siempre lloran. Así pues, a eso se le llama dominio. Trate de obtener el dominio. ¿El dominio de qué? El dominio del conocimiento. ¿Cuándo viene el dominio aquí? Cuando usted dice que todo es cero. Ésa es la vía para ser feliz. Sea feliz, siempre. La mente es una cosa muy pequeña. Usted se inquieta por esa mente y pierde su felicidad.

    Millones de pensamientos han venido de la mente. Así pues, ¿qué es la mente? Nada, ella no existe en usted. ¿Se inquieta el espacio cuando el aire viene y se va? El espacio no se inquieta. Usted hace un archivo con los pensamientos que vienen a su mente y dice, «Yo he hecho esto, yo he hecho eso». Hacer es obra de la mente; la mente hace y recuerda todo. Todo el mundo ha recibido la mente y según su mente así se expresan, «Yo la he recibido mejor, o yo la he recibido peor», ¿no es así? Al-guien piensa, «Él la ha recibido mejor». ¿Pero cómo puede ser mejor o peor lo que es nada?

    Las gentes no comprenden. Van de acá para allá, de acá para allá. Usted está ha-ciendo lo mismo que los pájaros. ¿Para qué? Para comer. Usted corre tras ello, de modo que no hay ninguna diferencia entre usted y los pájaros. Cuando duermo pro-fundamente, yo soy perfecto. Nunca me inquieto. Venga lo que venga, es perfecto. Pero usted quiere esta cosa y esa cosa, su mente no se detiene nunca. La mente le pica y usted recibe la mordedura siempre. Deje que la mente le pique, pero sea fuera de ella. Usted puede devenir a prueba de picaduras cuando dice que ello no es verda-dero.

    Hubo un hombre que tomaba opio todos los días, pero un día no pudo obtener la dosis. Así pues, un día fue picado por una serpiente y obtuvo una dosis. Después de reiteradas picaduras de serpiente, devino tan venenoso, que un día una serpiente le picó y la serpiente murió.

    Sea la realidad. Sea la realidad de tal manera que cualquier cosa que venga, de-venga la realidad. Sea muy categórico sobre esto. ¿Por qué debe inquietarse? Usted se inquieta por este pequeño mosquito (Maharaj palmea sus manos como si matara a un mosquito). En la India, cuando alguien palmea sus manos, lo hace para ser impor-tante. No sea importante, sea la realidad.

    Deje que todo venga a usted y se vaya de usted. ¿Por qué debe usted ser tocado por ello? Ello es nada. Cuando usted dice que es cero, ello no puede tocarle. Tenga una mente fuerte. Si una serpiente picó a ese hombre y la serpiente murió, ¡cuán ve-nenoso debe haber devenido! Sea usted mismo tan venenoso que todo lo que venga a usted devenga la realidad. Porque no hay nada excepto la realidad. Él es por todas partes, de modo que no se inquiete por nada.

    ¿Qué es este cuerpo? Es nada. Las gentes lloran por el cuerpo, ¿qué hacer enton-ces? El cuerpo se está yendo, se está yendo, deje que se vaya. ¿Por qué debe inquie-tarse usted? Si su cabeza está aquí, habrá muchos problemas. Si no hay cabeza, en-tonces no hay problemas. Si el cuerpo se rompe, ¿qué acontecerá entonces? Nada. La realidad es siempre, ¿de acuerdo? La realidad nunca teme nada, así pues, es sin te-mor.

    No se inquiete nunca por nada. Acontecerá esto, acontecerá eso; la mente está pensando siempre en el futuro. Ahora el año 2000 está cerca, quedan siete días. A las gentes les inquieta que acontezca algo. No acontecerá nada, délo por hecho. Deje que las computadoras se vayan al infierno. ¿Qué mal hay en ello? Quizás se equivoquen, ¿no es así? Usted ha cometido una equivocación y ha tomado el nacimiento, y ahora es infeliz siempre. No hay ninguna plenitud ni completud en cero, en el mundo. El mundo no puede ser completo nunca porque siempre le falta algo. La mente es su mundo, siempre quiere hacer algo, siempre quiere hacer algo más, pero siempre hay una equivocación en ese algo. Usted no está satisfecho nunca.

    Rama es un Dios, pero no obstante ha cometido equivocaciones; y ese mono, Ha-numan, dé por hecho que ese mono comete equivocaciones. Mono significa mente. Si la mente no comete equivocaciones, entonces no hay ningún encanto. La mente debe cometer equivocaciones, de otro modo ningún encanto viene a ella. Si usted come pan y mantequilla en el desayuno, también querrá mermelada para mejorar su sabor; siempre falta algo. El mundo no es completo; así pues, siempre falta algo.

    La realidad es completa siempre, nunca falta nada; la realidad no le produce a us-ted ninguna inquietud nunca. Y si usted deviene Eso, ¿qué puede hacerle un mosqui-to? Puede matar el cuerpo, puede contagiarle la malaria; pero acontezca lo que acon-tezca, deje que acontezca y diga que eso es su elección ahora. Sea usted mismo el creador y comprenda que usted ha creado el mundo y que todo lo que ha hecho es correcto. ¡Tenga ese coraje ahora! Debido al cuerpo, dice que usted es esto, y enton-ces llora.

    El escritor escribe la historia; no se preocupa por lo que acontecerá y en su mente la heroína debe morir en algún punto. El lector dice que no hay ningún encanto en la historia si muere la heroína, pero el escritor dice que no puede continuar a menos que ella muera. La pluma debe continuar, la escritora debe continuar. Usted escribe todo con la mente y entonces ello se almacena en la mente. Usted está siempre escribiendo y recordando. Usted no escribe nunca sobre la realidad, ¿qué hacer entonces? Cuan-do usted comprende la realidad, todo va a cero. Todo lo que hay, el mundo, es como un mosquito. El mundo es una cosa muy pequeña, pero su mente le ha hecho tan grande que usted está sobrecogido por él.

    Esta equivocación, ¿quién la ha creado? Las gentes crearon la equivocación. En un sueño puede acontecer cualquier cosa. Si en un sueño vienen tres ceros, ¿qué acontece? No acontece nada. Es un sueño y un sueño es siempre un sueño. No puede ser corregido. Usted tiene que confirmar eso en su mente.

    Una vez que su mente ha confirmado que nada es verdadero, usted no necesitará ir a nadie nunca. Ninguna necesidad de ir a nadie. ¿Qué se necesita? Alguien quiere algo, de manera que va a ver a alguien; de otro modo, a nadie le importa nadie. Si usted va por una calle, ¿a quién le importa nadie? Nadie tiene tiempo para usted. Las gentes no se comprenden a sí mismos, sólo quieren dar un poco de espectáculo. Us-ted se viste bien sólo para exhibir su valor, la mente quiere eso. La mente siempre quiere dar un espectáculo. Olvide su mente.

    Sea el rector de la mente. ¿Qué saldrá? De esta mente puede salir de todo. ¿Adónde irá? Si la mente va en la dirección justa y no hacia las cosas mundanas, entonces la comprensión de la realidad viene de ahí. Cuando la mente duerme pro-fundamente, va a cero. La realidad está muy cerca, pero usted no puede conocerla en el estado cero. Cuando duerme profundamente, usted es feliz, la mente está en repo-so; pero cuando la mente es despertada, usted llora. ¡Cuánto la mima! No la mime, diga a la mente que se vaya, dígale que es sólo sus pensamientos.

    Así pues, usted tiene que convencerse con la mente de que todo es cero. ¿Desapa-recerá algo, dígame? La casa sigue siendo la casa, no desaparece. Diga cero, y si dice que usted es Mr. Paul, sea Mr. Paul, pero no en la mente. Ahora todo depende de su mente y de su comprensión.

    Así pues, la liberación y la esclavitud es el trabajo de la mente. Usted es siempre libre, ¿por qué inquietarse? Nada es. La mente siempre le atrapa. Quítese la mente y entonces haga todo. Las gentes dicen que el mundo es verdadero y si usted dice que el mundo no es, deviene un muchacho loco. Sea loco y déles un cachete. Vosotros sois los locos, no yo. ¿De acuerdo? ¿Qué hacen las personas realizadas? Dan cache-tes a su mente, nada más. Si se conoce a usted mismo, entonces… pero usted no quiere conocerse a usted mismo. Su miedo se perderá. ¿Qué va a pasar cuando diga que el mundo es cero? Su mente deviene lo más grande de lo más grande cuando usted no da valor al mundo.

    Pregunta: ¿Cuáles son las acciones de alguien que quiere conocerse a sí mis-mo verdaderamente? ¿Cómo reconoce usted al que quiere conocerse a sí mismo verdaderamente? ¿Cómo actúa un discípulo que quiere conocerse a sí mismo ver-daderamente?

    Maharaj: Un discípulo debe poner un cero en todo. Primero sobre usted mismo; de otro modo, usted no puede ganar. ¡No, no puede ganar! Usted quiere, pero tiene miedo de que nadie le acepte. Ponga un cero sobre usted mismo. ¡Sea un loco!

    Pregunta: ¿Significa eso que uno debe sentarse todo el día en contemplación? ¿Cómo se debe hacer prácticamente?

    Maharaj: ¿Qué hay que contemplar? ¿Qué hay que contemplar en lo que no es? Usted debe tener la comprensión. En una casa hay cuatro personas. Uno de ellos está loco, nadie se preocupa por él. De la misma manera, sea un loco aquí, las gentes no se preocuparán por usted. Usted quiere mantener su prestigio. «Yo soy fulano». Yo soy John, un americano, o lo que quiera que sea. Las gentes están locas; usted puede ser un multimillonario, sin embargo yo le digo que está en la ignorancia. El millona-rio sólo corre detrás del dinero. En un sueño también quiere dinero. Todo el mundo corre detrás del dinero. Así pues, eso es la esclavitud, el dinero y las mujeres. Éstas son las esclavitudes, y entonces usted deviene la criatura más miserable. Usted corre siempre detrás de eso, ¿qué hacer entonces? Así pues, ¿qué tiene que hacer usted? Comprenda que no es verdadero. Ése es el único modo. Sea un loco a los ojos de todo el mundo. «¡Oh, es un tonto completo!», dirán. Si entonces se le da oro, no lo querrá; pero todo el mundo corre detrás del oro.

    Hubo un Santo que estaba durmiendo la siesta en el camino, y vino un rey en un carro y se detuvo justo frente a él. «¿Por qué estás tumbado aquí?», preguntó el rey. «Ven conmigo a la sombra y serás feliz». ¿Qué dijo el mendigo? «Estás impidiendo que el sol llegue adonde estoy tumbado, de modo que por favor, apártate de ahí; yo no quiero nada».

    La mente debe ser de este tipo. A no ser que venga un cambio de mente, usted es su esclavo. Sea el Señor, tenga el dominio. Deseche su mente. Usted puede hacerlo, pero el «yo» no se lo permitirá; sin embargo, debe hacerlo. La mente siempre quiere pensamientos. Diga a la mente que no se necesita ningún pensamiento, ¡adelante! ¿Puede hacer eso? ¡Hágalo! ¿Quién le obliga a qué? Pero usted ama correr detrás de la mente. Si alguien canta, usted dice, «¡Oh, qué bello!» No sea feliz con otros, sea feliz con su mente. Así pues, si usted quiere ser realizado, tiene que desechar la men-te. La mente es la esclavitud, nada más. Y entonces deje que la mente vuelva, no hay ningún mal en ello.

    Primeramente, deseche la mente. Todo no puede ser comprendido a la vez. Cuan-do usted comprende la realidad, su mente devendrá automáticamente no mente. Una persona ignorante no puede hacerlo, pero con la comprensión usted puede hacerlo. Lo que no es, no es. Es cero, y aunque cero puede ser cambiado en cualquier forma, no obstante sigue siendo cero. Comprenda de esta manera y sea fuera de ello. Si us-ted quiere ser una persona realizada, debe quererlo y dar su vida por ello; de otro modo, no es de ninguna utilidad.

    Alguien preguntaba ayer, ¿por qué las gentes que vinieron el año pasado siguen viniendo este año? Yo digo, «No hay ninguna necesidad de más, o de venir». ¿Cuál es la utilidad de ello? Ellos quieren algo, pero el Maestro dice que no tiene nada que dar. ¿Quién vendrá entonces, dígame? Alguien quiere algo, de modo que vienen. Pero usted no puede fiarse ni aceptar ese algo, ésa es la dificultad. Yo sólo enseño la realidad. Usted es Eso, venga aquí o no. Así pues, ¿por qué debo inquietarme si las gentes vienen o no?

    Los Santos dicen que usted puede pedir cualquier cosa que quiera. Yo puedo dar-lo, pero usted debe tener la fuerza de aceptar. Esa comprensión, acéptela. Usted sien-te, «¡Oh!, yo no puedo hacerlo». ¿Qué hacer entonces? Mejor no ir a ningún Santo. Los Santos son personas tontas. Quitan todo, y dan una cosa que no tiene fin. ¿De acuerdo?

    Pregunta: Usted dice que todo esto no es verdadero y que todo aparece como una actividad de la mente. ¿Puede la comprensión devenir tan fuerte que esta acti-vidad ya no se requiera y que la comprensión permanezca por sí misma?

    Maharaj: Comprender significa que usted conoce algo. Si dice que esto no es, en-tonces usted va a la realidad, la mente se detiene. La mente no va ahí, la mente no tiene ningún poder para entrar ahí. La mente es un pensamiento, la realidad es pen-samiento sin pensamiento, el estado sin estado. Si la mente deviene así, no hay nin-gún mal en ello. La mente siempre está en estados. Al comprender, usted desecha todo lo que no es verdadero; tiene que hacerlo. Pero todo el mundo desecha la reali-dad, nadie quiere la realidad. El amor de la ilusión es tan fuerte que nadie quiere la realidad, ¿qué hacer entonces? La mente opera en la ilusión, estoy de acuerdo, pero la mente misma desaparece y deviene no mente. La mente no permanece y es absor-bida en lo sin cambio. Mientras el cambio viene, hay mente y la dualidad permanece.

    Suponga que una mujer se casa; ella se olvida de sí misma, ¿o no? No importa cuál fuera su vida antes, también la olvida. De la misma manera, la mente va a nirgu-na —nirguna significa sin atributos— y entonces ella misma deviene nirguna. De-viene cero. Eso depende de cómo lo tome usted. No hay nada que dejar y nada que tomar. Sólo hay cero y usted es el Sí mismo sin el sí mismo. La persona realizada vende una sola cosa. Si usted quiere la realidad, tome tanto como quiera; pero si us-ted quiere cero, yo no tengo nada que darle. Pero usted corre detrás de cero, usted corre detrás de cero.

    Tukaram comprendió. Estaba vendiendo chiles y dio a las gentes tanto como que-rían; pero no quiso ningún dinero por ellos. Estaba pensando, «Si hago negocio y gano dinero, mañana tendré más trabajo y estaré atrapado en eso». Él nunca tomaba ningún dinero. ¿Qué va usted a tomar? Usted va a tomar cero, ¿no es así? ¿Por qué debe usted inquietarse? Usted no puede borrar la realidad; el que toma la realidad, deviene Él y está libre de todos estos negocios.

    Él, la persona realizada, dice que acepta lo que dice. ¿Por qué debe tener miles de discípulos? ¿Para que le cuiden? ¿Por qué? Este cuerpo es una cosa sucia, y cierta-mente un día va a desaparecer. Si desaparece hoy, ¿en qué le perjudica? Si permane-ce, no hay problema. La persona realizada da todo, pero usted tiene el hábito de atraer las cosas malas, las cosas mundanas y no las cosas buenas. ¿Qué es lo atractivo para usted? Lo que usted quiere siempre es la atracción de la mente. La mente sólo da cosas falsas, ¿qué hacer entonces? La mente no da la atracción real.

    La realidad está siempre aquí, ¿pero quién puede aceptar la realidad? ¿Cómo de-be la realidad aceptarle a usted? Ella está por todas partes. Haga todo, pero compren-da que ello es nada. «Yo no hago nada», ésa debe ser su comprensión. No obstante, usted quiere el resultado. Sea fuera del resultado tanto como sea posible. Diga «Yo soy la realidad, sin yo». Sea Eso, y ésa es la vía verdadera.

  • Crow

    27 de diciembre de 1999

    Pregunta: Desde que le he encontrado, el dinero ha estado muy difícil para mí. Y me pregunto si esto es una lección o una prueba. ¿Puede hablar sobre las lec-ciones o las pruebas?

    Maharaj: Los asuntos mundanos son siempre así. No se completan nunca. De to-do modos, de ellos siempre resultan cosas molestas. Primero, el mundo mismo es siempre incompleto. Incluso con la computadora, todas estas gentes encontrarán que hay errores. ¿Cuál es el significado de esto? Que en este mundo nada es completo. Ya sea que usted obtenga dinero o que no lo obtenga, el dinero es una cosa muy se-cundaria. ¿Por qué se necesita dinero? Porque usted quiere satisfacer el deseo de la mente. La mente siempre tiene deseos. La mente quiere que esos deseos se cumplan. Uno debe comprender; usted me encuentra y no ingresa ningún dinero. Usted lo ha dicho de esa manera, ¿no es así? ¿Cuál es el significado de esto? Que usted corre detrás del dinero y no de mí. Cuando usted quiera algo, diga, «Yo soy el enemigo del dinero».

    Yo soy el enemigo del dinero, así se lo digo. Sea el enemigo del dinero. Dígale, «Yo no te quiero». Y si vienen a usted millones, hágamelo saber. Su mente debe es-tar siempre lejos de él. La mente siempre quiere más. Usted no puede alcanzar la plenitud en este mundo. Usted nunca puede ser correcto de todos los modos posibles. ¿Qué es el mundo? Es sólo un sueño suyo. Usted lo siente verdadero, ¿debido a qué? A la ignorancia. Usted da su acogida al nacimiento y al sueño que han venido a us-ted. Cuando duerme profundamente, entonces vienen los sueños, ¿no es así? De otro modo, los sueños no pueden venir a usted. Un hombre durmió toda la noche y otro no. Así pues, al hombre que durmió le vinieron muchos sueños, y entonces preguntó al otro, «¿Cuántos sueños has tenido? Yo no he dormido», dijo, «así pues, ¿cómo he podido tener sueños?».

    Se ha olvidado de usted mismo, y ahora, ¿detrás de qué corre? Usted es como un ciervo que corre detrás de un espejismo. Usted piensa que ahí hay agua. La idea de que el dinero puede darle la felicidad es claramente una cosa falsa. ¿Cómo puede el dinero darle esa satisfacción, dígame? Un deseo puede satisfacerse, de acuerdo. Pero los deseos permanecen, ¿o no? ¿Acaso desaparecen? No. Muchos deseos vienen. Así pues, usted tiene un millón de rupias. Entonces quiere dos millones. Y si llega a tener los dos millones, entonces quiere veinte millones, y así sucesivamente. ¿Qué hace usted durante toda la vida? Correr detrás del dinero; no corre nunca detrás de usted mismo. Conozca su Sí mismo, entonces puede conocer el mundo. Eso es lo que dice la Biblia. ¿Qué hay en este mundo?

    En este mundo todos son personas necias, así se lo digo. Por la gracia de mi Maestro, yo comprendí que nada es verdadero. Entonces uno ya no corre detrás de nada. Si el dinero no viene a usted, ¿entonces qué?, ¿dígame? Yo se lo diré ahora. Usted debe apartar su mente de él. ¿Qué dificultad hay en ello? Se puede ganar dine-ro de cualquier manera. Un ladrón puede ganar dinero de cualquier manera. Pero usted quiere guardar su ego. Usted está hambriento y dice, «Soy un pobre, yo no ten-go nada». El ego le hace a usted eso. Usted no quiere enseñar a los demás que es infeliz, pero es siempre infeliz. ¿Qué hacer entonces? Es como el escenario de un teatro. Usted ve a los actores en el escenario, ¿no es así? Todos los actores vienen y se van, pero usted guarda el hilo del espectáculo. Cuando se va a dormir, olvida todo, ¿o no, dígame? ¿Guarda usted el hilo del espectáculo? Usted quiere olvidarse de us-ted mismo también. Entonces puede ir a dormir.

    Su nombre es Marta. No hay nada en el nombre Marta, y en el sueño profundo usted lo olvida. Un borracho se bebe una botella, tres botellas, y entonces dice, «¡Oh!, ahora quiero dormir» ¿Por qué? Porque quiere olvidar. Uno tiene que olvidar lo que no es verdadero, de otro modo viene el insomnio. El insomnio es una enfer-medad y usted va al médico para dormir. «Tengo insomnio. ¿Qué puedo hacer? No puedo dormir». Dormir es necesario, pero tampoco es verdadero. Si durante toda la noche vienen los sueños, ¿puede usted dormir profundamente entonces? No. Dormir deviene entonces un sueño perturbado. Usted dice, «¡Ah, he tenido un sueño pertur-bado!».

    Cuando está despierto, durante todo el día usted está pensando sólo en el mundo, nada más. Todos los pensamientos vienen, uno tras otro, de la misma manera que las imágenes de una película. Usted guarda el hilo de ello. Lo que usted quiere, lo guar-da bien guardado. Si alguien dice, «¡Oh!, usted es muy bella», usted lo guarda en su mente. El ego siempre le convence, recuerde eso. Ella puede no ser bella, pero la mente lo guarda. Si alguien dice, «Usted es un asno o un burro», usted quiere olvi-darlo. Pero no puede olvidar eso tampoco. ¿Por qué? Porque usted quiere pagarle con sus propias palabras y decir, «¡Yo no soy un burro, el burro lo será usted!»

    Usted debe comprender su propia mente. La mente es el único hacedor. Así lo di-ce el Señor Krishna, «La mente es el único hacedor que hace la esclavitud o la libe-ración». Pero usted es siempre libre. Usted es más sutil que el espacio. Usted puede comprender y abarcar el espacio, pero no puede comprenderse y abarcarse a usted mismo. ¿Puede comprenderse a usted mismo, dígame? El poder opera todo el día en el cuerpo, de modo que usted puede comprender en cualquier momento.

    Los ojos ven, pero cuando usted está cansado los ojos no ven. Se ha hecho un monumento, ¿no es así? Se han hecho unos ojos muy bonitos en el monumento. ¿Ve el monumento? El monumento no puede ver. ¿Puede oler? No. Es sólo un monumen-to. ¿Entonces quién huele? Usted huele. Ahí usted puede encontrar. ¿A quién? ¿Quién hay ahí? El sueño puede ser un sueño perturbado, pero no obstante, usted va a su propio sí mismo ahí, aunque no lo sabe. ¿Qué hacer entonces? Al olvidar esto, usted va sólo ahí. Usted está siempre cerca de la realidad. O, más brevemente, usted es la realidad.

    El problema es que usted no quiere conocer esa realidad. Si usted conoce la reali-dad, ¿entonces qué? «El mundo se vendrá abajo. El mundo no permanecerá», piensa usted. El mundo no va a desaparecer, así es que no tenga miedo. Todo está aquí y el mundo no va a ir a ninguna parte. ¿Pero por qué los Santos han dejado todo esto? El mundo o la mente siempre traen inquietud. Los Santos quieren estar fuera de la in-quietud, de modo que no aceptarán nunca lo que no es verdadero. Usted acepta siem-pre lo que no es verdadero. Los ojos no pueden ver. Es el poder que está en usted el que le hace ver. Y si el poder es desconectado, ¿entonces qué? Su cuerpo será des-echado sin importar lo bello que pueda ser, ¿o no? Nadie se preocupa por nadie. Des-cúbralo de esa manera y compréndase a usted mismo. Cuando usted se despierta, el mundo está aquí. ¿Dónde está el mundo cuando usted duerme profundamente? ¿Dónde está el mundo?

    Esta pregunta no es buena ni tampoco mala. ¿Por qué? ¿Por qué hace usted esa pregunta? Porque usted quiere dinero. Diga que no lo quiere. Entonces usted puede preguntar, «¿Qué puedo hacer?» No haga nada. Olvide a todo el mundo. ¿Tiene dine-ro un niño pequeño? Sin embargo, todas las gentes le aman. Usted siente que el dine-ro hace que los otros le amen. Se dice que incluso las prostitutas pueden hacer dine-ro. ¿A qué se debe? Las prostitutas hacen dinero; hacen montones de dinero. Uno debe comprender de esta manera. Sea fuera de cero. La causa real es cero. Cero es la causa real del mundo. Así pues, diga no; diga, «Se trata de una mano manca la que hace todo el daño». Usted quiere algo, usted hace algo y entonces corre detrás de ello. No se inquiete por ello.

    Nadie quiere ir a la escuela, pero cuando usted va, ¿entonces qué? Todo el mundo llora cuando va a la escuela. ¿Por qué? Y cuando usted toma nacimiento, también llora. ¿Qué hacer entonces? ¿Qué ha ocurrido ahora? ¿Dónde estoy? ¿Y que va a pasar ahora? ¿Por qué lloran las gentes? Ahora usted celebra su cumpleaños; dice, «Es mi cumpleaños». Usted no ha nacido nunca y no morirá nunca. Comprenda de esta manera, entonces la cuestión de la muerte no viene a usted. El cuerpo toma na-cimiento y el cuerpo muere. ¡Qué muera! Pero usted dice, «¡Oh!, tengo un cuerpo tan bonito, yo puedo hacer algo». Haga lo que quiera, no hay ningún mal en ello; pero no corra detrás de ello. Usted está corriendo siempre detrás de las cosas mundanas, nada más.

    La mente siempre está tramando cosas y ama tramar cosas. No entra ningún dine-ro, ¿qué hacer entonces? Sea un mendigo en la calle. No hay ningún mal en ello. Mendigue para su comida, una vez al día, sólo para mantener vivo el cuerpo. Usted siente que no es fácil, pero una vez habituado, ¿entonces qué? Uno pierde la ver-güenza, ¿no es así? Y usted es siempre feliz.

    La madre da un cachete al niño y el niño llora. Pero vuelve a la madre de nuevo. ¿Por qué? Porque ella le da algo. Sabe que obtendrá algo; así es el mundo. ¿Qué es el mundo? Nada sino ilusión, délo por hecho. A lo que no es, usted lo llama verdadero. Usted guarda la voz ahí, ¿no es así? (Maharaj señala al magnetofón). ¿Puede usted guardar al hombre ahí? «Yo escucho a Maharaj», dice él. ¿Pero cuál es la utilidad de ese Maharaj? Él no está ahí, sólo sus palabras. No se inquiete por nada. Usted se in-quieta siempre. Si no se inquieta nunca, ¿entonces qué? ¿Qué sentirá? Se sentirá fe-liz.

    Las inquietudes hacen que un hombre se sienta cada vez más viejo. Pero el poder en usted no envejece nunca. Usted es muy poderoso. Pero todo esto es una insensatez (Señalando al cuerpo). Esto no es nada sino una fábrica de caca, me disculpo por decirlo. Pero usted quiere ser el poseedor de la fábrica de caca. ¿Qué ocurre enton-ces? Usted toma las mejores comidas, ¿no es así? ¿Y qué ocurre al día siguiente? Pero usted ama este cuerpo.

    (Maharaj cuenta la historia de las señoras del pescado). Vendían pescado todo el día, y un día estaban cansadas y necesitaban un sitio donde dormir en su camino a casa. Vieron a un jardinero y le preguntaron si podía acogerlas durante la noche. El jardinero dijo, «Muy gustosamente; pueden quedarse». Limpió la casa y puso flores frescas para que dieran buen olor. Pero ellas estaban acostumbradas a oler a pescado cuando dormían. Se volvieron locas y comenzaron a insultar al jardinero y a acusarle de no querer que durmieran allí. Pero estaban tan cansadas que todas reclinaron sus cabezas para dormir, aunque se dejaron puestos sus vestidos de pescaderas para po-der conciliar el sueño. ¿Me sigue?

    Todos ustedes están acostumbrados a este cuerpo y sus hábitos. ¿Qué hacer en-tonces? El mundo es así. Hace que usted llore y llore y nunca le hace feliz. ¡Si quiere ser feliz, olvide el mundo y olvide el cuerpo! Diga que no es verdadero. Cuando us-ted olvida el mundo, ¿dónde está el cuerpo? Es parte de eso. Pero usted quiere un buen cuarto de baño. Hay gentes que ponen incluso alguna fragancia en el agua; pe-ro, sin embargo, la suciedad vuelve una y otra vez. No puede evitarse. ¿Puede evitar-lo alguien?

    Cuando usted toma un avión, le dan una toallita húmeda para que se refresque. ¿Cómo refrescarse? Usted está en cautividad y está constantemente fatigado. Tratan de que usted esté confortable; le dan su comida o le ponen una película para serenar-le, puesto que usted está sentado todo el tiempo. Entonces llega al destino, y es feliz. La vida es un destino que usted tiene que pasar. Usted ha tomado nacimiento y quie-re ser feliz. La mente siempre quiere la felicidad. Usted es feliz cuando ve una pelí-cula. Una película, dos películas, y entonces la mente se cansa de ver películas. ¿Cu-ál es la utilidad de ello? Si usted habla con alguien durante dos o tres horas, acaba cansándose de la persona. Lo que quiere entonces es decir adiós.

    La mente está funcionando siempre, pero no alcanza la satisfacción porque usted quiere al cuerpo. Siempre quiere al cuerpo. ¿Qué es el cuerpo? Está lleno de malesta-res y trastornos. Todo el mundo tiene sus dolores aquí o allí. En esta habitación hay cuarenta personas. Todos tienen sus trastornos corporales. Todo el mundo dice que los Santos dicen insensateces. Dicen que nada es verdadero, pero ustedes lo sienten como verdadero. Las gentes huyen de los Santos; no les gustan los Santos, así se lo digo. Pero el que comprende a los Santos, ¿entonces qué? Deviene feliz. Ese dice, «Yo no quiero irme a casa, quiero sentarme aquí». Entonces el Maestro dice, «Vuel-va a casa». (Todo el mundo ríe).

    En la escuela, cuando suena la campana, todos los niños corren fuera de la escue-la. ¿Por qué? Porque piensan que están presos. Pero el que no se siente preso, ¿en-tonces qué? Sea feliz. ¿Con qué? Con usted mismo. Cuando duerme profundamente, usted olvida todo, pero usted permanece. Y es siempre feliz. Cuando el mundo está teniendo lugar, deje que tenga lugar. ¿En qué le perjudica eso? ¿Alguien le perturba? Nada le perturba, así se lo digo. Diga, «Ninguna persona puede perturbarme». Olvide a ese alguien, sea un hombre, una mujer, o un niño. Diga, «Todos ellos son mí mis-mo». Si se comprende a usted mismo, usted no se cansa nunca de usted mismo. Pue-de estar en el infierno o en el cielo, pero nunca se olvida de usted mismo. Así pues, los Santos han dicho, «Conócete a ti mismo, encuentra la realidad». ¿Cuál es la reali-dad en esto? Si se encuentra la realidad, entonces lo que él hace es la realidad. En-tonces no hay nada de qué inquietarse.

    A usted le inquieta el dinero. ¿Cuál es el significado del dinero? Quédese en casa, dondequiera que usted viva. ¡No venga aquí, así se lo digo; o lo que yo digo, acépte-lo! ¿Cuál es la utilidad de venir aquí? Puede haber trastornos, todo el mundo tiene trastornos. Usted ha tomado la vida para los trastornos. Tomar nacimiento es un pro-blema, y pueden venir muchos problemas durante toda la vida. Y la muerte también es un problema; para todo el mundo. No es fácil morir y tampoco es fácil vivir.

    Así pues, ¿cómo encontrar la vía? ¡Diga que no es verdadero! Es incompleto, y nunca puede ser completo. Sea categórico sobre esto. Entonces puede decir, «Dios tampoco es verdadero». ¿Por qué ha hecho este mundo innecesariamente? Las gentes preguntan, ¿no es así? «¿Por qué ha creado Dios este mundo?» Vaya y pregúnteselo a él, ahora, así se lo digo. ¿Cuál es la utilidad de preguntarme a mí? Yo era feliz an-tes de que toda esta insensatez fuera creada. «Cuando era pobre, yo era feliz; ahora tengo dinero y me han venido muchos trastornos», dice usted.

    Todo viene como trastornos. La mente es de ese tipo, siempre quiere algo. Man-tenga su mente apartada de aquello que no es verdadero; entonces usted es feliz don-dequiera que pueda estar. Un diamante brillará aunque esté en un saco de polvo, o quizás en oro, o en oro blanco. Es seguro que brillará. Pero usted ha olvidado su pro-pio brillo. ¿Qué hacer entonces? Un diamante es sólo carbón. Es sólo una piedra, pero bajo presión deviene un diamante y entonces aparece el brillo. Pero debe haber un tallado, de otro modo es sólo una piedra. A las gentes les gusta llevar diamantes. Dicen, «Me hace muy fino y muy bello». Todo esto está muy bien. ¿Pero cual es el fin de todo esto? Usted mismo morirá, pero si se encuentra la realidad… La realidad es muy brillante, porque el brillo no desaparece nunca. Si usted comprende ese brillo, entonces usted es Él. ¿Qué queda para usted entonces? Sea siempre Él y permanezca. El mundo no es nada, no importa lo que pueda parecer.

    El mundo es cero, en el momento es cero. Rómpalo (el mundo) y deviene cero. Todo comienza de cero y acaba en cero. ¿Qué hacer entonces? Entonces no hay más preguntas. Usted era una gota cuando estaba en la matriz de la madre, y un día de-viene una gota de nuevo. Usted es enterrado y todo se desvanece. ¿Por qué ama a eso (al cuerpo)? ¡No lo ame! Ámese a usted mismo, que no muere nunca. Él, la realidad, no muere nunca, no va nunca a ninguna parte y no hace nada nunca. El que com-prende hace todo, pero sabe que no hace nada; así pues, está fuera de ello.

    Deje que el mundo esté ahí, ¿en qué le perjudica? Usted nunca es feliz con el mundo. ¿Por qué? Usted quiere algo más, la mente siempre quiere algo más. Sea lo que sea, usted nunca está satisfecho con lo que ha recibido.

    Acaban de nombrar a Miss Mundo. ¿Es ella feliz después de devenir Miss Mun-do? ¿Pregúntele? «¡Ahora he recibido este título!» El título no es bueno. El título trae consigo trastornos innecesarios. Ella quiere parecer cada vez más bella. ¿Y cómo puede ser más bella ahora, dígame? Lo que hay, hay, las gentes no pueden compren-der. ¿Puede alguien comer dinero? Usted ha ganado millones de rupias o de dólares. ¿Se los puede comer? Usted tiene que comprar algo para comer. Abandone sus dóla-res. El cuerpo quiere fruta, pescado o verduras, lo que quiera que sea. No hay nada de qué inquietarse. Hay gentes que comen alimentos no vegetarianos y algunos dicen que «Ellos no son puros». ¿De qué está hecho este cuerpo? Está hecho de carne, hue-sos y sangre. ¿Por qué debe alguien llamarlos impuros? Nadie es malo y nadie es bueno tampoco. El cuerpo requiere comida y bebida, eso es todo.

    Cuando hace frío, usted puede tomar un coñac para entrar en calor, nada más. ¿Ha devenido usted malo por tomar coñac? Alguien que no toma coñac, ¿deviene bueno por eso? Todo esto es sólo la insensatez de la mente. La mente hace todas las diferencias. Muchos Santos dicen, «¡Oh!, usted tiene que comer sólo verduras, en-tonces puede venir a mí». ¿Qué hacer entonces? Usted come bizcochos, ¿no es así? Usted tiene que cortarlos, ¿no es así? Ellos tienen vida, aunque usted no pueda verla. Entonces entran el aire y los gérmenes. ¿Puede impedir que entren esos gérmenes? Usted puede limpiar y limpiar, sin embargo están ahí. Así pues, en nuestra mitología se dice que si usted quiere vivir, tiene que comer vida. Uno debe comer la vida. Us-ted respira, ¿o no? Sin respirar no se puede vivir. Respirar significa que usted aspira aire, y hay muchos gérmenes en él. Usted se los come a todos.

    En algunas culturas comen carne humana. Dicen que es sabrosa. Yo no sé. Cortan la carne y brota la sangre. Cuando usted se corta, chupa su herida (Maharaj finge chuparse una herida). Chupe esa sangre de modo que brote. La comprensión debe venir. ¿Qué es el mundo? Es su pensamiento. Usted hace el mundo. Usted tomó el nacimiento y eso es su pensamiento, y entonces se le dio algún nombre. Su nombre es Susan, pero yo la llamo Marta. ¿Qué hay en el nombre? En América había una mujer gruesa como ella. Su nombre era Marta. Así pues, yo la llamo Marta. Yo olvi-do muchos nombres. ¿Qué hacer entonces? Debido a la vejez, olvido. Yo no puedo recordar a muchas gentes. Muy bien, digo, muy bien. ¿Cómo puedo recordar? Aquí vienen y se van muchas gentes.

    Muchas gentes van a la iglesia. ¿Ve Cristo a alguien? Él no ve a nadie (Maharaj ríe). Sea Él. Mí mismo es todo el mundo. ¡Adelante! ¿Por qué va usted y reza en la iglesia? Cristo no habla, no da charlas. Cristo no oye y tampoco ve. Usted va a ver a un ídolo. Sea usted mismo el ídolo. Vea todo y diga que nada es verdadero. Tenga ese coraje. Acontezca lo que acontezca, deje que acontezca. ¿En que le daña eso? Si digo que esto no es mármol, ¿puede ello dañarme? Yo digo que es una piedra. Pero usted, afectuosamente, dice que es mármol. Las gentes se envanecen con estas cosas. No es nada más que una piedra, ¿o no?

    Siempre doy el ejemplo del hombre que contaba su dinero. Todos los días conta-ba sus veinte mil rupias. Contaba y contaba y cuando acababa de contar lo ponía en un agujero en la tierra donde lo tenía oculto. Un día otro hombre le vio contando y pensó, «¿Pero qué hace? Sólo está contando». Al día siguiente se llevó el dinero y lo reemplazó por piedras. Cuando el hombre fue a sacar su dinero, vio que sólo había piedras. Entonces comenzó a llorar, «¡Ah, ah, todo ha desaparecido!» El otro hombre dijo, «¿Por qué lloras?, sólo estabas contando, ¿no es así? Cuenta piedras en su lugar; para contar son tan buenas como tu dinero». Pero la mente no puede aceptarlo.

    «La mente es un mozo trapacero; es un quincallero malvado», yo siempre digo eso. La mente le causa muchos trastornos y usted tiene que sufrir por eso. Usted se enorgullece de la mente y dice «mi mente ha dicho». Tome a su mente y hágala no mente. Diga, «Yo no soy el cuerpo, yo soy la realidad». Deje que las gentes digan lo que quieran. Ellos dirán que usted está loco, que se ha vuelto loco. ¿Por qué debe inquietarse por lo que digan? Usted se conoce a usted mismo, ¿o no? Si usted tiene veinte mil rupias consigo y lleva los vestidos rotos, ¿se siente usted pobre? A usted le gusta llamar la atención. Incluso no tratar de llamar la atención es también llamar la atención. Usted piensa, «Si las gentes saben que tengo dinero me lo quitarán; hay muchos ladrones en el mundo».

    Cuando va a una boda, usted trata de parecer estupendo para que las gentes le ve-an. Trata de parecer especial. Pero nadie le mira, miran al novio y a la novia. Nadie se preocupa de usted, pero, sin embargo, usted va con toda esa pompa. Busca que se le acepte allí, y eso es el ego. Sáquese su ego, olvide a su ego, olvídese de usted mismo. Ego significa todo lo que es innecesario. La mente es de un tipo muy diferen-te; siempre quiere algo, y más y más, siempre. Pero lo que quiere no es verdadero. La mente no pide nunca la realidad. ¿Pide la mente eso alguna vez?

    Nadie quiere a los Santos, porque ellos hablan de algo más y usted está pensando siempre en lo que no es verdadero. Dos borrachos son felices juntos, debido a que cada uno piensa que el otro es como mí mismo. Pero si uno dice, «Lo siento, no pue-do ir», ¿entonces qué? En la vida, los compadres van siempre juntos. Las gentes ha-cen amigos, ¿para qué? Para el propósito de hacer a la mente más profunda y más satisfecha. Pero la mente nunca está satisfecha. El amigo de hoy es el enemigo de mañana. Eso depende de usted. ¡Lo que la mente quiere hacer y lo que no quiere ha-cer, sólo lo sabe Dios!

    Cuando una persona rica hace un buen negocio, se sienta en la sala y se dice a sí misma, «Si devengo pobre mañana, ¿qué me acontecerá?» Entonces comienza a llo-rar y las gentes no pueden comprender por qué no es feliz. Él quiere mantener el ego, la posesión de ello. La mente sabe que el mundo va a desaparecer. No puede hacerse nada para detenerlo. ¿Por qué lloran las gentes cuando muere alguien? Porque uno mismo no quiere morir. Por eso lloran. Muera usted mismo, mientras está vivo. Comprenda esto: Yo no soy el cuerpo, yo no soy la mente, yo no soy la ignorancia ni tampoco el conocimiento. Yo soy más allá del conocimiento. El conocimiento es sólo un pensamiento. ¿Por qué aferrarse al conocimiento? ¿Qué tipo de conocimiento tiene usted? Cualquiera que pueda ser, el conocimiento es una cosa falsa que usted ha recibido. El conocimiento va a desaparecer, ¿o no? Usted olvida, ¿o no, dígame? Y cuando se duerme profundamente, usted olvida todo.

    Así pues, el conocimiento no es verdadero. ¿Es verdadero? Usted es muy feliz, «Yo tengo muchos títulos», dice usted, «Yo soy fulano». ¿Es usted algún título? Us-ted no es nada de eso. Pero el ego quiere eso. El ego quiere felicidad. Olvide todo, entonces será feliz. No diga, «Yo gano dinero o no gano dinero». Yo le digo, «Usted es siempre rico». Cuando usted está aquí, todo el mundo está aquí; de otro modo, ¿dónde está el mundo? Sea de esta manera.

    Si usted tiene los vestidos rotos, no hay nada de qué inquietarse, porque usted sa-be, «Yo no soy esto». No se inquiete nunca por nada. Entonces, cuando las inquietu-des desaparecen, usted deviene no mente. Usted no deviene una persona tonta con la no mente. Su mente siempre le perturba. La no mente le saca de sus perturbaciones. No se inquiete nunca por nada; sea cual sea el estado en el que esté. Se trata sólo de un asunto corporal, o de la mente. Usted es sin estado. Todos estos estados vienen y se van. Usted es siempre Él. No acepte nunca nada menos. ¿De acuerdo? Así pues, ¿está su pregunta contestada ahora?

    Pregunta: ¿Es la comprensión también un conocimiento? ¿Es un conocimiento de nada?

    Maharaj: Sí, de nada. Eso es la comprensión. La comprensión es eso. Es nada también. Usted lo toma como algo, como algo verdadero, debido a esa comprensión. Si va más allá de la comprensión, entonces usted está siempre ahí, porque la com-prensión trae la ignorancia. La comprensión viene de la ignorancia. Vaya más allá de eso. Vaya más allá del espacio. El espacio es cero; así pues, vaya más allá del espa-cio. Si comprende que usted es más allá del espacio, ¿quién puede tocarle, dígame? Entonces, ¿qué conocimiento puede venir a usted? ¿Cuándo viene el conocimiento? Cuando usted recibe su contacto, cuando usted dice, «Yo existo».

    Pregunta: Cuando la mente desaparece, usted es Él entonces; pero en algún punto la mente retornará.

    Maharaj: Que vuelva.

    Pregunta: ¿Así pues, la comprensión está también aquí, pero se comprende que ella es nada?

    Maharaj: Sí. Entonces usted sabe que nada es verdadero y que Él actúa en todo. Él hace todo, pero la mente comprende que ello no es verdadero. El fondo debe ser de ese tipo. Vea toda la imagen y diga que no es verdadera. Ella es sólo el pensa-miento de una persona. Pero usted gustosamente ve toda la imagen y nuevamente la toma por verdadera. Cuando comprende que todo es nada, usted deviene un Santo; de otro modo, sigue siendo una persona ignorante.

    La ignorancia no tiene ninguna paz. El conocimiento y la ignorancia son falsos los dos. Así pues, comprenda y haga todo; no tiene que inquietarse por ello. Voy a darle un ejemplo. Cinco o seis amigos se sentaron juntos. Entonces, secretamente, un hombre guiñó su ojo al anfitrión. Seguidamente, el hombre que había guiñado el ojo comenzó a regañar al grupo. Los del grupo se levantaron, «¿Por qué nuestro anfitrión encaja y no responde a todas estas malas palabras?», pensaban. El anfitrión simple-mente se reclinó riendo. Comprendía que todo aquello era sólo una broma.

    Tome el mundo como una broma, su broma. Entonces haga que la broma dance en su meñique. El ego quiere todo y hace que usted sienta que todo es verdadero. Tómelo como una broma y diga que no es verdadero. Sea fuera de ello; de otro modo tendrá que estar en el mundo, ¿no es así? Mientras el cuerpo está aquí, la conexión del conocimiento está aquí. El cuerpo está aquí y usted tiene que pensar y trabajar, pero, no obstante, puede estar fuera de él. La persona realizada piensa todo, pero dice que «Todo viene de cero».

    Dos hombres se están pegando. Viene un tercer hombre y pregunta, «¿Por qué os estáis pegando?» Uno dice, «Él me debe doce rupias». El otro dice, «No, lo que te debo son siete más cinco». Todos se pegan de esta manera. Usted lo quiere de una manera diferente. Así pues, haga que todo dance en su dedo meñique. Haga que todo el conocimiento dance en su dedo meñique.

    El conocimiento es nada. La ignorancia ha venido a mí, y eso es todo lo que es el conocimiento. Entonces puede ser feliz en cualquier parte. Si es usted el que danza, entonces no puede ser feliz. No dance. Hágalo danzar.

    Cuando un tamborilero toca, ¿danza usted o no? ¿Pero danza él? Él hace que us-ted dance. Toque su propio tambor, pero no dance con él; ésa es la manera de estar fuera de él. Si usted danza toda la noche, ¿qué pasa entonces? Usted no puede tocar al día siguiente.

    Así pues, haga que dancen los demás. El que hace así comprende que todo el mundo es una persona tonta. Nadie es sabio y yo tampoco soy sabio. Diga eso, de otro modo el ego vuelve, ¿no es así? El ego es así. Yo también soy como una persona tonta, pero sé algo que la mayoría no sabe. Esa es la diferencia, nada más. Usted es más sutil que el espacio. Nada puede detenerle. ¿Puede alguien detenerle? Nadie puede detenerle. Sea más sutil que el espacio. El viento viene, ¿puede usted detener al viento? ¿Puede alguien, quienquiera que sea, detener al viento? ¿Pero adónde va el viento? Al espacio de nuevo. Va a cero. Así pues, sea fuera de cero. Haga que todo dance. Usted toque, pero no dance, ¿de acuerdo?

    Pregunta: ¿Conoció usted a Dattatreya? ¿Vivió en su época?

    Maharaj: ¡No! Vivió hace más de cinco mil años, antes de Cristo. Dattatreya es mi hijo. Así lo comprendo yo. Los atributos vienen y eso es el hijo. ¿Qué hay que conocer? Un hombre con tres cabezas, ¿puede haber algo así? Es un castigo para él dormir de esa manera. Ser un dios es un castigo. A alguien a quien se castiga, ¿cómo puede ser un rey? Todos los dioses son nada, son sólo pensamientos. ¿Sabe alguien si Dattatreya estuvo aquí o no? Él sólo está reseñado en los libros. Él fue a veinticuatro maestros. Los atributos no pueden ser felices. ¿Cómo pueden ser felices, dígame? ¿De dónde nacen? Usted dice, «Yo muero, o ese hombre muere». Los atributos vie-nen y van en el cuerpo. No son verdaderos. ¿Cómo pueden ser verdaderos? Los huéspedes vienen y se van todos. Si usted los ve como Dios, entonces está perdido en el cielo. El mundo ha aparecido cuando usted tomó el nacimiento. No está aquí. Uno deja el cuerpo, y entonces el mundo se acaba. Nadie ni nada es verdadero.

    30 de diciembre de 1999

    Pregunta: Maharaj, yo tuve un gurú en Holanda durante diez años. A veces me decía, «Usted es un poquito extraño». Un día le pregunté, «¿Qué quiere usted decir con eso?» Él dijo, «Porque no se atiene a lo que usted es». Yo no pregunté más entonces y a los pocos meses murió. Ayer le escuché decir a usted, «Tenga el cora-je de ser Él». ¿Podría explicarme lo que quiere decir con eso?

    Maharaj: Usted es Él. Usted piensa que es el cuerpo, una mujer. Toda esta insen-satez ha venido a su mente debido a su nacimiento. Usted no puede estar en usted, su Maestro quería decir eso. Él le debía haber explicado eso, cómo estar en usted. Pri-mero, uno debe comprender «quién soy yo». Usted no es el cuerpo, ni el nombre; usted no es la ignorancia ni el conocimiento. Uno debe comprender de esta manera.

    El deber del Maestro es hacer comprender. ¿Cómo puede usted estar en usted? ¿Cómo se puede estar en uno mismo, a no ser que se comprenda que usted es Él? ¿Qué queda entonces? Usted queda siempre, no desaparece nunca. Quedar siempre significa comprender, y esa comprensión necesita ser práctica. Al comienzo uno comprende teóricamente y después prácticamente. Práctica significa que usted es Él; eso es práctica, nada más. ¿Cómo ser Él? Así pues, Él le dice que usted no permane-ce.

    Primeramente, permanezca en el conocimiento, «Yo soy el conocimiento, yo co-nozco todo. El mundo es sólo mi pensamiento». Todo el mundo es su pensamiento. Las gentes no pueden aceptar eso. El mundo ha aparecido debido al pensamiento. ¿Cómo aparece el sueño? Usted está durmiendo, está en la ignorancia; entonces vie-ne un pensamiento y deviene un sueño. Usted deviene una reina en el sueño. Usted dice, «¿Cómo puedo ser una reina?» Cuando viene la comprensión, es lo mismo aquí. El Maestro dice, «Usted es Él».

    La comprensión viene cuando usted deja el sueño. A menos que deje el sueño, no puede comprender lo que yo soy y lo que yo era antes. De la misma manera aquí también. ¿De dónde viene todo? Todo viene de cero y acaba en cero. Nada es verda-dero. Usted siente que todo esto es verdadero debido a los ojos y a la mente. La men-te siempre acepta cualquier cosa como verdadera. En un sueño usted acepta también que todo es verdadero. En un sueño usted tiene un hijo en un segundo y aquí le lleva nueve meses. En el sueño no tiene que esperar. En un sueño no hay que hacer nada, debido a que en ese momento su poder es muy fuerte.

    El mundo está hecho por ese conocimiento. Y ese conocimiento es usted mismo, uno debe comprender eso. Entonces usted deviene el creador del mundo; de otro mo-do, usted no puede ser el creador. Como usted ha devenido algo, dice, «¿Por qué ha acontecido esto? ¿Por qué mi hijo ha muerto tan pronto?» Se debe a su pensamiento. Cuando fue creado, se debió a su pensamiento. Voy a darle un ejemplo: En una histo-ria, el escritor hace que la heroína muera pronto. Eso es el derecho del creador. Pero el director dice, «Es malo si la heroína muere, pues entonces, ¿qué queda?» Entonces el escritor dice, «Si la heroína no muere, mi pluma no puede proseguir».

    De la misma manera, como usted ha tomado este cuerpo, dice que ha acontecido así. No, fue su propio pensamiento el que creó el mundo. En una obra de teatro tam-bién uno puede devenir un mendigo o un rey. ¿Quién hace todo esto? El escritor, y usted toma parte en ello. Así pues, un rey quiere representar el papel de un mendigo. Toma el ego del mendigo y dice, «He hecho muy bien el papel de mendigo aunque yo soy un rey». De la misma manera aquí; como usted ha tomado el cuerpo, ha olvi-dado que usted es el creador. Pero usted es el creador, el conocimiento es el creador, nada más. ¿Tiene un loco algún mundo? El loco hace lo que quiere, no tiene ningún mundo; su mundo es sólo sus pensamientos.

    ¿Por qué las gentes hacen cosas juntos y tienen funciones sociales? Porque todos son de la misma mentalidad. Ella hace como si fueran verdaderos todos estos asuntos mundanos debido a que todo el mundo está muy absorbido en ellos. Pero todo esto no es nada sino un sueño. Cuando usted duerme profundamente, ¿adónde va todo, dígame? Usted olvida su cuerpo, olvida su mente, olvida todo. Olvida también el lugar donde está durmiendo. Yo a menudo olvido donde estoy cuando me despierto del sueño. «¿Qué es esto? ¿Dónde estoy?» Sólo hay olvido. Olvide todo. Olvide el mundo entero. Véalo, saboréelo, pero diga que no es verdadero.

    Tenga el coraje de decir que no es verdadero. Haga todo, no hay nada de qué in-quietarse. Debido a la conexión de ese conocimiento con su cuerpo, el cuerpo es se-guro que funcionará. Los ojos deben ver, los oídos deben oír y la lengua debe sabo-rear. Sin embargo, diga que no es verdadero, tenga esa audacia. Usted come algo dulce, ¿permanece? No. El dulzor desaparece. Usted siente alguna perturbación en la mente y llora. Después desaparece. ¿O permanece?

    Esté donde esté, usted siempre está cambiando. Pero no se olvide nunca de usted mismo. Yo siempre digo, «Esté usted en el cielo o en el infierno, no se olvide nunca de usted mismo». Usted olvida todo, pero se toma equivocadamente por un cuerpo, por una mente. De esta manera, usted no puede permanecer. Él permanece siempre. Él no habla nunca. ¿Qué hacer entonces? Si Él duerme profundamente, entonces el mundo desaparece completamente, porque todo esto es sólo su sombra. El mundo es sólo una sombra de la realidad.

    ¿Quién ha hecho todo esto? Esta pregunta surge siempre y todo el mundo piensa que lo ha hecho el creador. ¿Quién ha visto nunca al creador, dígame? ¿Cómo fue creado el mundo? Mi Maestro decía, «¿Qué necio mentecato ha visto nunca eso?» ¿Había alguien allí? ¿Dónde estaba usted cuando fue creado el mundo? Las gentes dicen muchas cosas, pero sin ninguna experiencia. Pero la experiencia del Sí mismo está siempre aquí. Viene un pensamiento y algo se crea. Viene un sueño, ¿puede us-ted saber cómo va a ser su sueño? Después, el despertar, ¿quién ha demolido ese sueño? Así pues, no ha pasado nada.

    En el sueño usted veía el palacio, era una reina, todo estaba allí y usted hacía mu-chas cosas. ¿Queda alguna porción de ello? Tan pronto como despierta, todo desapa-rece. Entonces, ¿quién lo creó? Ese conocimiento ha creado el mundo. Usted dice que es verdadero. ¿Por qué dice que es verdadero? Porque usted es de la mente o cualidad. Los pájaros de la misma camada van todos juntos. Todos dicen que el mundo es verdadero o que ha sido creado. El que comprende dice, «Yo no sé quién es Dios». Él es muy categórico respecto a esto. ¿Quién es Dios? Usted dormía pro-fundamente y algo aconteció, ¿no es así? ¿Quién lo creó? Debido a que usted ha ol-vidado la realidad, la realidad está olvidada, y usted no puede volver ahí. Entonces, como resultado de ello, aparece todo el mundo.

    Pregunta: ¿Cómo prosigue eso que es permanente e incambiable? Esta apa-riencia ha venido y está cambiando constantemente. Es una contradicción que el que es permanente e incambiable produzca eso que es cambiante y transitorio, el mundo y la realidad.

    Maharaj: La realidad no produce nada. Él no produce nada. Si Él lo hubiera pro-ducido, entonces nadie lo habría hecho no verdadero. Él, la realidad, es olvidado, y entonces viene el conocimiento, y el conocimiento lo trae todo. Usted está en sueño profundo completo, no hace nada, y entonces viene un pensamiento. ¿De dónde ha venido? De su estado cero. ¿Quién lo ha creado? Si Él lo hubiera creado, alguien lo hubiera demolido también. Comprenda de esta manera. Es sólo una sombra. Tengo que usar la palabra sombra. Si usted va detrás de la sombra, ¿cómo puede alcanzar a la persona? Una sombra cambia a cada momento. La sombra deviene más larga o más corta dependiendo de la luz. ¿Es la persona más corta o más larga?

    Él no crea nada, quiero decir eso. Las gentes piensan que Él ha creado. ¡No! En un sueño usted no está haciendo nada, pero, no obstante, está danzando. Usted habla y bebe y hace de todo en el sueño. Si come en el sueño, ¿se llena su vientre? No. Cuando se despierta, siente hambre. De modo que lo que ha hecho no es verdadero. Usted saborea todo, malo o bueno. A algunas gentes les gusta la calabaza amarga; otros la saborean y dicen lo opuesto. ¿Por qué? Es la mente la que funciona, y fun-ciona por todas partes.

    Se me dijo que no tomara azúcar para impedir la diabetes. Sin embargo, cada vez tomo más azúcar. Se me hicieron todas esas pruebas y los resultados fueron nulos. ¿Qué hacer entonces? Tengo golpes de tos, de manera que quisieron hacerme elec-trocardiogramas. Y el último fue mejor que los dos primeros. ¿Cómo descubrir qué? Mejor no saber nada. Saber es lo peor. Un muchacho estaba entretenido y entonces recibió una carta que decía que su padre había muerto, de manera que comenzó a llorar. El conocimiento trae todas las perturbaciones. Entonces, ningún conocimiento. Si uno no sabe que un avión indio se ha estrellado, ¿qué sentirá entonces al respecto? ¿Sentirá algo? Cuando sabe, usted dice, «¡Oh, qué acontecerá, qué acontecerá!»

    Así pues, saber no es una bendición. Saber trae perturbaciones. Usted tomó el na-cimiento y así vino a saber; así pues, ahora han venido a usted todas las perturbacio-nes. Ahora han venido a usted todos los problemas. Pregunte a su mente qué proble-ma no ha venido. Amar a alguien es un problema y no amar es también un problema. ¿Qué puede hacer usted? El conocimiento está aquí, ¿no es así? El conocimiento es muy perturbador. La realidad no tiene ningún conocimiento, de modo que Él no ha hecho nunca el mundo. El conocimiento ha aparecido en Él. Usted estaba dormido profundamente, no hacía nada, y sin embargo el conocimiento ha aparecido en usted. Con un mal sueño, usted es infeliz; con un buen sueño, usted es feliz. Pero ambos desaparecen cuando se despierta.

    Si usted se despierta aquí, entonces todo esto no es nada sino un largo sueño. To-do esto se repite, de modo que lo llamamos un largo sueño. ¿Por qué las personas realizadas lo llaman un largo sueño? Lo que fue ayer es hoy. Es nada, no ha aconte-cido nunca, pero la memoria crea el lazo. Todo está separado, pero usted lo toma como verdadero. Usted lo siente verdadero debido al recuerdo; lo conserva en la mente, y eso es ignorancia. Un hombre estaba llorando ayer, pero hoy está riendo. ¿Cuál es el significado de eso? ¿Por qué acontece? —le pregunto a usted ahora. Las dos cosas son falsas, ¿no es así? Nadie estaba llorando y nadie está riendo. Así pues, usted puede cambiarse en un momento. A cada momento el mundo cambia mucho.

    Viene una buena brisa y usted dice, «¡Qué agradable!»; y si viene el calor usted pone el ventilador o el aire acondicionado. ¿Qué hacer entonces? Si está enfermo, entonces no quiere el ventilador o el aire acondicionado.

    Pregunta: Yo hice esta pregunta hace diez años en Bagevadi. ¿Hay alguna di-ferencia entre una realización alta y la realización más alta?

    Maharaj: Cuando usted sabe que adelanta, eso es una realización alta. Si usted sube al séptimo piso de un edificio, eso es una realización alta (todos ríen). Pero cuando siente que todo esto no es verdadero, eso es la realización más alta. La mente está siempre en un estado de suspense, ¿es esto verdadero o no es verdadero? El Maestro dice, «No es verdadero». «¿Cómo puedo creerle?» —dice usted. «Yo veo, yo hago todo. Yo como, yo voy también al retrete». En un sueño, usted está haciendo también muchas cosas, pero, sin embargo, en cuanto se despierta, lo olvida. No que-da nada. Así pues, cuando uno muere y deja el cuerpo, ¿qué queda? No queda nada. El mundo desaparece.

    Pregunta: El ser humano es una combinación de forma y sin forma. La forma es el cuerpo y lo sin forma es el conocimiento o la consciencia. Así pues, el cuerpo y la mente no son verdaderos y sólo son percibidos experimentalmente por aquellos que los sienten. El problema para mí es cómo pasar el conocimiento y sin embargo ser. ¿Es eso posible?

    Maharaj: Comprenda que este conocimiento mismo no es verdadero. Todo lo que acontece, acontece en el conocimiento. A uno le viene la fiebre y a otro no. Diga que no es verdadero en la mente, y ésa es la diferencia; nada más. La fiebre le viene al cuerpo, a mí no me viene la fiebre. El grado de usted no puede ser medido.

    Pregunta: ¿Cómo acontece el paso entre lo sin forma y eso de lo que no puede decirse nada?

    Maharaj: Por la comprensión, sólo por la comprensión. Aceptar que yo soy sin forma o con forma se debe sólo a las creencias de la mente. Usted no es sin forma ni con forma. No queda ningún pensamiento, de manera que es llamado el pensamiento sin pensamiento o el estado sin estado. Ahí no hay nada, o de otro modo acontecería algo. Usted no siente nunca nada. Cuando duerme profundamente, ¿qué siente usted, dígame? Sueño profundo significa que todo ha desaparecido, todo. La forma y lo sin forma no permanecen. Como usted ve la forma como real, tiene que llamarlo sin forma. Pero tampoco es sin forma. Por ejemplo, usted tiene que usar palabras como realidad. Pero tampoco es la palabra realidad. No es la palabra realidad, y sin embar-go uno tiene que aceptar esa realidad. Ahí no hay palabras. Por una parte todo es verdadero. Usted está en sueño profundo completo y viene el pensamiento. Entonces usted ve todo el sueño, ¿o no? ¿Es usted en la forma o en lo sin forma, dígame?

    Pregunta: En ese momento lo sin forma es inactivo y la consciencia es activa.

    Maharaj: La consciencia puede estar ahí, no digo que no. ¿Cuándo viene la cons-ciencia? Cuando usted recibe su toque. En el sueño profundo usted se arrasca, pero no lo sabe. Usted murmura algo, pero si alguien le pregunta, usted dice, «yo no dije nada». Debido al hábito del cuerpo o la mente, usted siente que está haciendo algo. Todo acontece aquí, pero no acontece. Todo acontece en la ignorancia.

    Pregunta: Maharaj, ¿podemos concluir que el paso del conocimiento a la rea-lidad es automático? ¿Acontece por sí solo?

    Maharaj: Si así lo dice, así será. Pero no es verdadero. Ésa es la comprensión fi-nal. ¿Ve el mundo la persona realizada? La persona realizada ve todo, pero siempre queda que resolver la interrogación. El mundo es una interrogación. Usted mismo es una interrogación. (Maharaj pregunta entonces su nombre a quien pregunta). ¿Dónde está Marijke, dónde está Marijke? «Yo soy Marijke», dice usted. ¿Cómo va a ser usted un nombre? Usted siente que es verdadero, pero, sin embargo, no es verdadero. Este tablero de mármol romperá su cabeza, pero no puede romperle a usted. Romperá mi cabeza, pero no puede romperme a mí, debido a que yo soy Él; así de simple. Cuando usted es Él, ¿cómo puede romperse a usted mismo?

    La realidad es maravillosa, así se lo digo; no se puede imaginar. Y usted es Eso. Así pues, ¿cómo puede matarse a usted mismo? El mármol es Él también, pero, sin embargo, no existe, no puede tenerse por sí solo. ¿Puede usted denunciarlo? La elec-tricidad mata a muchas gentes, ¿puede usted denunciarla? La electricidad dice, «Yo no sé nada de que alguien haya muerto». La electricidad da luz también pero no sabe lo que es la luz. El sol no sabe que da la luz al mundo. Si lo sabe, no es el sol. De la misma manera aquí también, encuéntrese a usted mismo. Usted no se encuentra en ninguna parte, pero, sin embargo, está aquí, sin palabras.

    Pregunta: Así pues, ¿todos los objetos sencientes y no sencientes son Él?

    Maharaj: Dígalo así, pero diga que no es verdadero. En un sueño usted puede ver muchas cosas. Cuando se despierta, ¿qué ha acontecido? Usted quiere poner algo en la realidad. La realidad no dice nada. La mente quiere algo ahí, porque quiere probar que todo es verdadero. Mientras el sueño está aquí, no es verdadero. Cuando aconte-cía, no era verdadero, y cuando fue demolido no era verdadero. ¡Totalmente desapa-recido! Nada ha acontecido y nada va a acontecer. Todo está sólo en el relato. 1999 se va dentro de dos días y viene el 2000, y Cristo todavía no ha venido. ¡Él no dice nunca que viene, es usted quien lo dice! La realidad no dice nunca nada, pero todo acontece en Él. A Él no le toca nada.

    Pregunta: Así pues, ¿la realidad no es consciente de sí misma?

    Maharaj: Si ella dice, «Yo soy la realidad», no es la realidad. ¿Qué decir enton-ces?

    Pregunta: Pero todo el universo es consciente.

    Maharaj: Estoy de acuerdo, debido a que está en el conocimiento; pero el cono-cimiento no es verdadero. El primer día del año 2000 todos estarán durmiendo, y entonces se despertarán de nuevo. Un día se ha ido y otro ha venido. Todo acontece así. La mente es muy creativa; quiere crear. No es fácil traspasar la mente. Traspásela diciendo que no es verdadera. Si usted tiene ese poder y coraje, deje que acontezca lo que acontezca; diga sólo que no es verdadero. Yo no soy nada, yo nunca seré nada.

    Así pues, lo que usted ve y percibe es sólo como las burbujas en el océano. Cierre sus ojos y ¿dónde está el mundo? (Maharaj usa el ejemplo del juego del hombre ce-gado: una persona tiene los ojos vendados y entonces tiene que buscar a los otros jugadores). Todo el mundo está en busca de la realidad, pero a la realidad no le ven-da nunca los ojos nadie. Ella es muy abierta.

    Pregunta: Nosotros usamos este conocimiento para comprender, y, sin embar-go, al mismo tiempo se nos pide también que lo abandonemos. ¿Cómo reconcilia-mos esto? Estamos usando el mismo instrumento para discriminar, y, entonces, al mismo tiempo, debemos abandonarlo.

    Maharaj: Conserve el instrumento, pero comprenda que no es verdadero. Lo que hace no es verdadero. Lo que resulta no es verdadero. Uno tiene que dormir profun-damente, entonces puede venir el sueño. Si yo duermo profundamente toda la noche y usted no, yo puedo tener muchos sueños; pero si entonces le pregunto, «¿Cuántos sueños ha tenido usted?», usted responderá, «Yo no he dormido, de modo qué ¿cómo he podido tener sueños?» El instrumento es el mismo. Usarlo o no usarlo, eso depen-de ahora de usted. El conocimiento es un instrumento, nada más. ¿Cómo usar ese conocimiento? (Pregunta: «¿Cómo ir más allá de él?») Sí, entonces el conocimiento no permanece. No está nunca ahí; usted ve todo el mundo, pero, sin embargo, el mundo no está ahí. Debe comprender eso.

    Usted ve debido al conocimiento. Un hombre muerto no puede ver el mundo. ¿O puede ver el mundo? Puede tener millones en el banco, pero, sin embargo, es nulo y vacío, debido a que el conocimiento ha sido desconectado. La totalidad del mundo es sólo una apariencia debido a esa conexión. El conocimiento viene y entonces se ve la totalidad del mundo. Entonces todo el mundo ve y todo el mundo lucha por el dinero, nada más. Así pues, ¿cuál es la razón? El conocimiento trae todo, pero, sin embargo, no es verdadero. Debe comprender eso. ¿Cómo puede el conocimiento sostenerse por sí mismo? El conocimiento no puede sostenerse, no puede probarse verdadero. Usted no puede probarlo porque el conocimiento desaparece en una fracción de segundo.

    Usted está hablando y entonces muere. ¿Se va al infierno? ¿Qué hacer entonces? ¿Qué acontece? Tase a su mente, siempre. Usted paga tasas al gobierno. No pague tasas al gobierno. Tase a su mente. ¿Qué es verdadero? La mente es el recaudador real. Sea usted el recaudador, pídale a su mente lo que quiere. ¿Le pide a su mente lo que usted no quiere? Hay una manera de encontrar. ¿Qué es la mente? Lo que usted no quiere, pídalo. Ella quiere todo; la mente es así. Si usted dice, «Lo que tú no quie-res», la mente dice, «Lo siento, no puedo decir nada». ¿Qué puede decir la mente, dígame? ¡Lo que usted no quiere!

    Pregunta: Maharaj, la mente no quiere sufrimiento; quiere mucho placer.

    Maharaj: Placer, estoy de acuerdo. En un sueño viene mucho placer, pero cuando usted deja el sueño, ¿entonces qué? Todo desaparece. La mente quiere cada vez más. ¿De dónde traer cada vez más? Todos los juguetes están guardados en la casa, pero el niño dice, «Yo quiero algo más». ¿Qué hacer entonces? Los niños son así. «Yo no quiero estos juguetes; son juguetes viejos, y yo los quiero nuevos», dice el niño. ¿De dónde traer juguetes nuevos? Así se repite y se repite, siempre. El mundo es redondo, se repite siempre, ¿qué hacer entonces? ¿De dónde traer cosas nuevas? Nada es nue-vo y nada es viejo. Es su mente la que lo hace viejo y nuevo.

    «La mente es un tramposo muy malvado», yo siempre digo eso. Siempre quiere alguna maldad para satisfacer sus pensamientos, nada más. Haga lo que haga, usted hará todo por esa mente. Usted acepta que usted es la mente. El que trabaja con la mente es un hombre y el que seduce con la mente es una mujer. El hombre trabaja con la mente, y la mujer trabaja también con la mente. Pero el concepto de hombre y de mujer es sólo una cubierta en usted. En nuestra lengua se llama «prakriti».

    Hombre quiere decir conocimiento; el conocimiento recibe el cuerpo y goza con el cuerpo, ¡por qué no? Pero la persona realizada dice, «Todo esto no es verdadero», debido a que tiene la comprensión. La mente quiere mucho, no tiene ningún límite a lo que quiere. Las gentes quieren ir a la Luna, ¿no es así? Ahora que han ido allí, tienen que seguir yendo al retrete, ¿no es así? Y sin embargo Dios no ha dado ningu-na respuesta. ¿De qué utilidad es todo esto? Todo esto es nada. Así pues, ¿por qué inquietarse por todo esto, por Marte y la Luna? Todo esto es nada.

    Pregunta: Así pues, estar en este conocimiento y gozar todos estos placeres mundanos está bien, y no hay ningún mal en ello mientras uno es consciente de que todo es prakriti, la naturaleza del conocimiento. Y mientras uno no está ape-gado a ello.

    Maharaj: Eso está bien, uno puede gozar, ¿por qué no? ¿Pero qué gozo puede sa-car usted, dígame? Usted lo quiere todo una y otra vez. (Alguien dice, «Ha olvidado mencionar el sufrimiento, sólo ha mencionado el placer»). Ése es el punto principal. El placer y el dolor van juntos, y el sufrimiento también viene una y otra vez. Me agrada ser soltero, entonces las monedas de mis bolsillos pueden tintinear. Si me caso, pierdo todo.

    Pregunta: Maharaj, esta comprensión que usted está dando, si pensamos en ella constantemente y la batimos una y otra vez, ¿traerá la convicción de que la mente se resuelve en no mente?

    Maharaj: Convénzase a usted mismo, hoy o mañana. Vendrá con toda seguridad. Usted tiene que batirla, sí. A no ser que la bata y la digiera, no producirá la leche. Usted es Él, ahora mismo usted es Él, pero han venido a la mente cosas falsas. La mente siempre quiere algo. La mente no dice nunca, «Yo quiero la realidad». Usted mismo es Él. La mente quiere todo lo que no es real, lo que no es verdadero.

    Pregunta: ¿Tiene que morir la mente?

    Maharaj: Deje que la mente viva, pero vigílela. El carcelero vigila. Sea el carcele-ro. ¿Dónde está la cárcel? No haga una cárcel de nada. La mente dice siempre, «Yo estoy en una cárcel». Sea en cualquier parte; diga que es un palacio, ¿en qué le daña eso a usted? Esta pequeña habitación es un palacio para mí. Sin hacer nada aquí, ha-go todo. ¿Cuánto tiempo lleva limpiar esta habitación? Un minuto. La comprensión debe venir, nada más.

    Pregunta: Así pues, Maharaj, ¿con la aparición de la mente viene la prisión, y con la desaparición de la mente viene la liberación?

    Maharaj: La mente trae todo, pero ella está siempre liberada. Él no ha estado cau-tivo nunca. Usted está siempre en su palacio. En una cárcel, si usted duerme profun-damente, está en un palacio, ¿o no? ¿Quién hay entonces para objetar qué? El carce-lero no está, la mente tampoco. No hay ninguna esclavitud ni ninguna liberación. Todo es una insensatez. Usted no está nunca preso, de modo que ¿quién puede libe-rarle? Pero usted quiere seguir siendo un preso.

    De modo que Maharaj tiene que venir a liberarle. Maharaj dice, «¡Usted está siempre liberado; así pues, vuele ahora!» «¿Cómo puedo volar, cómo puedo dejar esta habitación?», dice usted. Su mente dice, «Yo no puedo hacer esto, yo no puedo hacer eso». Comprenda la mente; la mente es conocimiento, nada más. Comprenda el conocimiento. Entonces la mente no permanece. La mente misma desaparece. «Yo no tengo ningún sitio donde estar aquí», dice.

    Pregunta: Así pues, Maharaj, toda actividad de realización parece ser un acto muy egoísta.

    Maharaj: Ciertamente, porque no hay ningún sí mismo. No hay ningún sí mismo, pero usted siente el sí mismo. No es egoísmo. Usted no está ahí. Cuando usted dice, «Yo soy esto», usted es egoísta. El egoísmo no permanece porque todo es Él. La mente trae todas estas preguntas, ¿qué hacer entonces? «Yo soy pobre y no puedo hacer nada, o yo soy rico y puedo hacer todo». Un pobre dice, «Yo no puedo hacer nada porque no tengo dinero». Parabrahman (la realidad) es pobre. Todo se ve en Él, pero a Él no le toca nada. Sea Él y goce del mundo, que es un lugar sucio y que no es verdadero. Sea en el mundo, pero fuera de él.

    Una persona realizada hace todo, pero sabe cómo estar fuera de ello. El mundo es nada, es un cero, ¿qué hay que gozar en él, dígame? Comprenda eso. No es fácil y no es difícil. Sea fuera de la habitación; ponga un pie fuera y usted no es un transgresor. A usted no puede acusársele de nada. Ésa es la belleza de la realidad. Entonces uno puede gozar.

    El Maestro da esa comprensión. Entonces usted está siempre liberado, no atado nunca por nada. ¿Qué decir entonces sobre esto o aquello? (Mirando a Marijke). La pregunta vino de usted; usted no puede estarse quieta por dos horas. Dígale a su Maestro que yo permanezco siempre. Ella no puede decírselo ahora. Usted está siempre aquí. A no ser que usted esté siempre aquí, ¿cómo puede aparecer el mundo? Sea original, es lo mejor; de otro modo, todo es una imitación. No haga ninguna imi-tación. Todo lo que es imitación, no es verdadero. Sea Él y permanezca como Él. Muy bien, ¿alguna pregunta?

    Pregunta: ¿Por qué permite Él que aparezca la ignorancia?

    Maharaj: La mente siempre quiere teorías. La mente corre detrás de muchas co-sas. Usted dice, «Yo he estado con muchos Santos, yo he comprendido». Pero todo son teorías. La mente no quiere las cosas prácticas, porque ahí está su muerte. Nadie quiere veneno, todo el mundo quiere los dulces. La muerte de la mente está ahí, de modo que la mente no quiere aceptarlo. La mente puede hacerle a usted un Dios o la más mísera criatura. La mente no es el enemigo, pero uno debe saber cómo usar la mente.

    Así pues, la mente no quiere la práctica, eso es el punto principal. La mente se envanece, «Yo he hecho esto y aquello». ¿Pero qué cosa práctica ha hecho usted? Haga de su mente un amigo, y ella hará lo que debe. Si usted comprende la realidad, ¿quién puede conquistarle? Usted no va a ser conquistado nunca por nadie. La mente no es nada sino un pensamiento. Uno puede cambiar los pensamientos, ¿por qué no? Suponga que un hombre es un borracho y quiere dejarlo. Va a un médico y el médico le dice, «Si toma otra bebida, morirá». Entonces él dice, «No lo haré». Los niños juegan con juguetes. Ahora usted es un hombre, y si alguien le da juguetes infantiles, se sentirá insultado. Es un cambio de mente, ¿o no? La mente puede ser cambiada.

    7 de enero del 2000

    Pregunta: ¿Puede uno entender la realidad en una fracción de segundo, inclu-so si la mente no está totalmente clara? ¿O debe seguir el proceso paso a paso?

    Maharaj: Si la mente no está clara, ¿cómo puede entender entonces? La mente debe estar clara siempre. La mente debe comprender que esto no es verdadero. Usted lo toma como verdadero y eso es el único obstáculo. No hay nada, pero la realidad está siempre aquí. Cuando vienen las nubes, el sol no puede ser visto. Si la mente no está clara, ¿cómo puede usted entenderlo entonces? La mente debe saber que todo es cero. Nada es verdadero. La mente misma no es verdadera. ¿Me sigue? Entonces la mente deviene no mente. Entonces usted puede comprender. ¿Cómo puede compren-der sin eso? Suponga que usted tiene fiebre y que come helado. Su fiebre devendrá mayor. Usted no puede evitarlo.

    Así pues, si la mente no está clara, entonces lo que usted pide es imposible. Las cosas deben estar muy claras, de otro modo todo sería Eso en una fracción de segun-do. La mente viene una y otra vez. Los pensamientos vienen, de modo que la mente debe estar clara. La mente debe decir, nada es verdadero, yo no existo. Entonces, ¿qué es verdadero? Cuando uno muere, ¿qué queda, dígame? ¿Queda algo? No que-da nada. El muerto no se recuerda a sí mismo. No sabe, «Yo soy Eso». Si sabe, «Yo soy Eso», entonces no muere nunca. La mente debe ser no mente.

    Es muy fácil, en una fracción de segundo, sí; pero la mente debe estar clara. Clara significa que lo que usted ve y percibe con la mente y lo que ve con sus ojos, no es verdadero. Délo por hecho. Usted ve todo el sueño, París, un rey, y usted deviene una reina ahí, todo está ahí. En la vida usted espera un niño durante nueve meses, pero en el sueño, si quiere un niño, usted tiene el niño. Ningún problema, su poder es muy fuerte ahí.

    Cuando tiene fe, entonces puede hacer cualquier cosa, ¿por qué no? La mente de-viene clara automáticamente. Una vez que el Maestro dice, «No es verdadero», el discípulo dice, «Estoy de acuerdo con usted». Pero entonces usted corre detrás del mundo nuevamente. Muchas gentes dicen que han comprendido cuando están aquí, pero entonces se van, devienen algo y se olvidan de sí mismos. ¿Qué hacer entonces? Si se olvida la realidad, usted vuelve a la ilusión. Muchas gentes que dicen que han comprendido, han llegado sólo al conocimiento. Es un escollo, porque el conoci-miento no es verdadero. Los Maestros dan el conocimiento primero y después dicen que no es verdadero. ¿Cómo puede ser verdadero?

    Cuando viene el conocimiento, viene la triada. El conocedor, la cognitividad y lo conocido, vienen los tres. Mientras la mente está aquí, la mente, el ego y el conoci-miento son todos uno. Usted tiene que decir estas cosas de diferentes maneras, nada más. Tomemos a una mujer. Alguien dice, «Ella es mi madre»; otro dice, «es mi hermana»; y otro dice, «es mi esposa». ¿Es la mujer tres? Ella es sólo una. Todo de-pende de su mente. La mente es una cosa muy retorcida.

    Uno puede realizarse en una fracción de segundo, ¿por qué no? Usted debe tener fe en el Maestro. Lo que dice es correcto. El Maestro dice, «Usted no es el cuerpo», de modo que usted no es el cuerpo. Si alguien dice, «Usted tiene un dedo muy boni-to», ¿acaso deviene usted eso? Algún otro dice, «Es un dedo muy feo», y su mente es afectada. Cuando eso le afecta, ¿cómo puede usted ser Él? La mente debe estar abier-ta. La mente debe devenir no mente. Así pues, Sócrates decía, «Yo sé que no sé na-da». Él sabía todo, pero, sin embargo, dice que no sabe nada.

    Usted puede sacarme una foto y ver un cuerpo ahí, pero, sin embargo, yo no soy el cuerpo. Uno debe comprender; ésa es la belleza de esto. Cuando usted no es, ¿por qué inquietarse? Cuando su hijo está aquí y el hijo de otro muere, ¿se inquieta usted?

    Un día a la una y media de la mañana estábamos jugando a las cartas con Sidd-harameshwar Maharaj y fue retirado un cuerpo muerto. Siddharameshwar Maharaj nos preguntó a todos lo que pensábamos. Nadie dijo nada, y entonces él dijo, «Cuando uno siente que muere lo que más quiere y no siente nada más, dad por hecho que uno ha comprendido la realidad».

    De quienquiera que se trate, la realidad no muere nunca. Lo más querido es el cuerpo, lo más querido. Un hijo y un marido son asuntos secundarios. Cuando usted está muriendo, llora por eso. No llore por eso. Sea intrépido, como digo a veces. Si usted quiere matar a alguien, no hay ningún mal en ello. Pero cuando vaya a la horca, diga que el cuerpo va a la horca, y yo no soy el cuerpo. El cuerpo ha hecho daño, de modo que debe ir a la horca. Yo no voy a la horca. Yo no muero nunca. Él no hace daño a nadie. La mente está aquí y Él opera con la mente. Siendo no mente, Él opera con la mente; y eso es la belleza de la realidad.

    Si usted comprende la realidad, entonces la mente deviene no mente automática-mente. Él no es una persona tonta; al contrario, es una persona con mucha compren-sión. Todas sus acciones se hacen con un propósito. Lo que hace, lo hace con un pro-pósito. Él no es sin propósito. Usted hace muchas, muchas cosas sin propósito. No hay ningún propósito para usted. Usted va a la iglesia, y en la iglesia adora a María. ¿Qué significado hay en eso? Es la iglesia de Cristo. Si alguien adora a mi madre, ¿entenderá la realidad por eso? Mi madre nunca fue a la escuela. ¿Cuál es el signifi-cado de eso? La comprensión debe estar aquí. Uno puede ser Él en una fracción de segundo, pero su mente debe tener ese poder dentro. Si muere lo que más quiere y usted siente que no ha acontecido nada, dé por hecho que usted ha comprendido.

    Mi Maestro comprendía todo, de modo que nos dio esa comprensión. Si muere el hijo de su vecino, usted dice, «¡Oh, el pobre muchacho ha muerto!», pero usted no siente nada. En la India y en el extranjero también, si su vecino muere, nadie lo sabe. ¿O lo saben? Nadie se inquieta. Yo estoy vivo, ¿no es así? ¿Por qué debo inquietar-me? Lo desaparecido, desaparecido. Comprenda de esta manera, y usted puede ser la persona adecuada para aceptar lo que hay que aceptar.

    Todas las gentes hablan, pero no comprenden; no quieren comprender. Si la men-te no está clara, ¿cómo puede usted ser Eso? Si usted acepta sin comprender, enton-ces hace mal todas las cosas. Algunas gentes han comprendido; así pues, ¿por qué vuelven de nuevo al mundo? Porque quieren más discípulos. ¿Qué significado hay en eso? Todo el mundo es Él, ¿no es así? Entonces, ¿quién es su discípulo?

    Muchas otras gentes han retrocedido de la comprensión. Quieren dinero, quieren todo. Cuando usted no quiere, todo el mundo deviene su servidor. Al que quiere, aunque mendigue, nadie le da. Nadie le da una oportunidad. Todos son mendigos. Si usted mendiga a la mente, la mente no le dejará ir a la realidad. Si la mente dice, «¡Ah, lárgate, nada es verdadero!», entonces la mente acepta en una fracción de se-gundo. Yo hablo muchas, muchas veces, pero nadie quiere adelantar una pulgada. ¿Qué hacer entonces? Adelante despacio; despacio también se puede entender, ¿por qué no?

    Si usted está sentado sólo aquí, ¿puede usted ocupar toda la sala? ¿Cómo puede? Si quiere ir a Bagevadi, tiene que ir en autobús. Cuando todo es nada, ¿por qué in-quietarse entonces? Adelante despacio. El Maestro le hace comprender que nada es verdadero y que usted es Él. Es muy fácil; usted puede entenderlo en una fracción de segundo. Olvide todo; pero no puede olvidarse de usted mismo primero; así pues, ¿cómo puede olvidar todo? ¿Puede olvidarse de usted mismo?

    Dice que usted es el cuerpo, la mente y el nombre; pero, final

  • Crow

    Pregunta: ¿Pueden las formas sutiles de energía o inteligencia como los ánge-les o los Dioses alcanzar la realidad final? ¿O tienen que tener un nacimiento físi-co para alcanzarla?

    Maharaj: Después de la muerte, ¿qué cuerpo grosero va a venir? ¿Puede decirlo usted? Comprenda aquí y ahora que usted es Él. ¿Qué va a comprender usted en el siguiente nacimiento? Si usted no comprende aquí, ¿cómo puede comprender en el siguiente nacimiento, dígame? Usted hace todo aquí y entonces desaparece. Usted desaparece, y nadie sabe adónde va. ¿Ha escrito nunca alguien cartas desde ahí? ¡Ta-tarabuelos, abuelos, nadie escribe ninguna carta desde ahí!

    A menos que olvide, usted no puede entender la muerte. Así pues, olvide este co-nocimiento también. Yo no estoy de acuerdo con aquellos que hablan sobre el si-guiente nacimiento. ¿Por qué no este nacimiento solo? La lengua está aquí, ponga el azúcar en ella. Debe estar dulce, ¿no es así? Usted puede ser Él ahora, ¿para qué se necesita el siguiente nacimiento? Usted ama el nacimiento y el mundo. Ese mundo no permanece. Si usted deviene un mosquito, ¿cuál será entonces su mundo? La san-gre de un cuerpo humano. Todo esto son insensateces. ¿Por qué mañana? ¿Por qué no ahora? Usted es Él, pero cuando olvida eso, usted toma un cuerpo y entonces sólo Dios sabe lo que acontecerá. Para mí esto es incomprensible. Yo no creo en esto. ¿Qué siguiente nacimiento va a venir?

    Pregunta: (Alguien explica a Maharaj la pregunta original, respecto a que los ángeles y los Dioses necesitan una forma física para realizarse).

    Maharaj: ¿Dónde están los ángeles? ¿Los ha visto usted? Yo no he visto nunca nada. Usted los come; se traga a los Dioses y a los ángeles. (El interlocutor original dice entonces que Maharaj ha dicho en un libro que los ángeles y los Dioses eran conocimiento, o que eran en el conocimiento). Son en el conocimiento. Usted dice, «Él es Dios», ¿no es así? Yo digo, «Él no es Dios, ¿qué puede hacerme Dios?» Al-guien puede decir que Maharaj no es un Maestro realizado; de acuerdo, Maharaj no dice nada. Usted no comprende el significado real de lo que hay escrito en los libros de conocimiento.

    Yo no he visto nunca ángeles, ¿dónde están? ¿Dónde se han ido todos ahora? Yo no he visto nunca a Shiva. Y Shiva no ha sido visto nunca. Usted hace un ídolo de él y lo llama Shiva. Todo esto son sólo sus pensamientos; así pues, olvide sus pensa-mientos. Los ángeles y los Dioses son sólo pensamientos, sus pensamientos. En la obscuridad, los ángeles y los demonios están en sus pensamientos. Y por la mañana, cuando viene la luz, usted comprende que ahí sólo estaba su almohada, nada más. Cuando viene la comprensión desaparece todo. Está escrito en los libros de conoci-miento, de acuerdo; ¿pero cuál es el significado de ello? Yo sólo hablo desde el pun-to más alto. Todas estas creencias las hace la mente.

    Pregunta: Así pues, ¿desde su punto de vista no hay ángeles ni Dioses?

    Maharaj: Los Dioses y los ángeles están sólo en el mundo, y el mundo no es ver-dadero. El mundo es cero. Un día todos los Dioses y los ángeles serán cero; pero usted no será nunca cero, délo por hecho. Cuando respira, usted aspira Dioses y án-geles, ¿qué hacer entonces? Ellos nacen del viento. Tanto los Dioses como los dia-blos vienen sólo del viento; no son entidades en absoluto. Cuando respira, usted pue-de ser un Dios también, ¿por qué no? O un demonio, eso depende de usted. Olvide todo, los Dioses y los demonios son sus pensamientos.

    Puesto que son sólo sus pensamientos, ¿qué valor tienen? Dígales que no son verdaderos, dígales que se vayan, ¿qué pueden hacer entonces? Si usted tiene un sir-viente y le dice que tome su dinero y que se vaya, ¿qué puede hacer? Todos ellos son sus sirvientes. Los Dioses y los ángeles son sus sirvientes. Tenga ese poder, ninguno puede afectarle. Sin embargo, ellos le afectan, debido a que usted siente que los Dio-ses y los ángeles están ahí. ¿Quiere usted a los ángeles? (el que ha preguntado dice, «Sí»). ¿Dónde están los ángeles? Si alguien está interesado en una asna, en una bu-rra, aunque venga un ángel, no lo notará; su mente está puesta en la burra. ¿Qué pue-de hacer un ángel?

    Conocí a un hombre llamado Mr. Shah. Yo nunca le gusté. No tenía nada caracte-rístico en su cara, pero su esposa le quería muchísimo. Si una mente está prendada de una burra, ¿qué son entonces los ángeles? Entonces los ángeles no son nada. La men-te es lo más grande… Es muy difícil explicarle… ¿Qué hacer entonces?

    Olvide todo. Cuando duerme profundamente, usted olvida todo, ¿o no? ¿Queda algún pensamiento? Todos los ángeles y las burras vienen del pensamiento, están sólo en su pensamiento. Y cuando se duerme profundamente, se olvida de usted mismo y también de que es médico. Si sigue siendo médico (el que ha preguntado es médico), usted no puede dormir, délo por hecho. Sin olvidar, olvide ahora, porque entonces usted es libre. La mente deviene no mente. Lleva una fracción de segundo. Usted no quiere cambiar la mente. Cambie su mente, comprenda de esa manera. No hay ángeles, ni Dioses ni burras. Todo el mundo es Uno.

    Pregunta: Yo tenía la idea de que el Sí mismo opera a través del cuerpo-mente.

    Maharaj: No, no, el Sí mismo no hace nada excepto exhibir la imagen. Cuando se va a dormir y tiene un sueño, ¿tiene usted alguna idea de qué sueño vendrá? Simple-mente viene, cualquier pensamiento viene. Y venga lo que venga, usted deviene eso. Usted puede devenir un borracho, aunque no haya probado una sola gota. Cuando se despierta, usted dice, «¿Cómo pude ser un borracho, si nunca había probado una sola gota?» Sin embargo, usted experimentó eso. La mente proporciona esas experiencias. En sí mismas, estas experiencias no tienen ningún sentido.

    Pregunta: Así pues, ¿no importa lo que yo haga, o tenga las experiencia que tenga, eso no tiene ninguna relación con la realidad? ¿Todo es sin valor?

    Maharaj: Todo es cero y cuando comprende que todo es cero, entonces usted puede comprender la realidad. Comprenda que todo es nada y usted es Él. Usted no tiene que cruzar nada. No hay que cruzar nada, sólo comprenda que no es verdadero. Cero es nada, así pues, ¿cómo puede ser verdadero? Sin embargo, usted lo toma co-mo verdadero.

    En América, alguien me preguntó como cruzar cero. Comprenda que es cero y usted lo ha cruzado. Su nombre es Paul, y si comprende que su nombre es Paul, usted lo ha cruzado. Usted sabe que su nombre es Paul, no se requiere ningún tiempo para saberlo. La comprensión debe venir, y si el Maestro es fuerte, puede poner algo en su mente. Cuando el niño no quiere comer, la madre puede pinzarle la nariz; entonces su boca se abrirá y ella podrá poner algo dentro. El Maestro puede hacer lo mismo. Pero si usted no quiere saber o no quiere abrir su boca, ¿entonces qué? Acéptelo, ése es el punto principal.

    Pregunta: Yo trato de olvidar la mente, pero a veces no puedo y me encolerizo conmigo mismo. ¿Debo luchar con la mente en ese punto?

    Maharaj: Cuando no se pone un freno a la mente, se encoleriza con usted mismo. La mente es un pensamiento, la cólera es un pensamiento. No obstante, lo mejor es no pensar en ella. Si viene un pensamiento o lo que sea, diga a su mente que no es verdadero. ¿Por qué se encoleriza usted? La mente se ha formado el hábito de pensar siempre algo. La mente misma es cero; así pues, deje que los pensamientos vengan y se vayan. ¿Por qué debe inquietarse usted?

    Digamos que esta habitación se abre a todos y que todos pueden entrar. ¿Por qué debe inquietarse usted? Cuando se inquieta, usted no la abre. La mente debe estar abierta. Usted puede controlar la mente, ¿por qué no? Si viene la tristeza, usted no piensa en el placer, ¿o piensa en el placer? Y cuando viene el placer, usted olvida la tristeza. Ambos están ahí y la mente actúa de una manera diferente, siempre. Un día usted dice que él es su amigo, y al siguiente que es su enemigo. La mente no acepta. ¿Por qué debe usted encolerizarse? Abra la habitación y cualquiera puede entrar y dormir. ¿Por qué debo yo inquietarme? ¿Qué puede hacer yo? Del mismo modo, diga a su mente que nada es malo y que nada es bueno. Entonces la mente deviene muy fácil de controlar. Cuando duerme profundamente, usted controla su mente, ¿o no? Cuando duerme profundamente, la mente desaparece, ¿o no? En el sueño profundo usted quiere olvidar, pero aquí no quiere olvidar. Así pues, en la vigilia usted no quiere controlar su mente, quiere algo más, cada vez más. La mente corre o galopa incesantemente hacia el infierno. Siempre está pensando en algo más, y eso es lo mismo para todo el mundo. Si le gusta el baile, usted quiere ser cada vez mejor; es lo mismo con cualquier cosa que le agrade, la mente nunca está satisfecha.

    Un hombre tiene millones y millones de dólares, pero todavía quiere más. ¿Es pa-ra comer? ¿Puede usted comer dólares? El cuerpo quiere comer, pero la mente no quiere; la mente es de ese tipo, no come nunca. Cuando come, usted está satisfecho, pero la mente no está satisfecha nunca. La mente es un pensamiento incompleto. Cuando se traen comida y agua, desaparece. Así pues, la mente es un pensamiento incompleto. Comprenda de esta manera.

    De todos modos, ¿por qué debe encolerizarse usted? ¿Le pregunta a usted su pen-samiento si puede venir? No, no pide permiso nunca. Usted lo acepta y se encoleriza; ¿cuál es la utilidad de eso? Deje la puerta abierta y todo el mundo puede entrar. Las ratas pueden entrar, los perros pueden entrar, cualquiera puede entrar, ¿por qué no? La puerta está abierta.

    Cuando duerme profundamente, usted olvida todo, su cuerpo, su mente, todo. No quiere recordar. Pero suponga que alguien le despierta; entonces usted dice al instan-te, «¡Quiero dormir!»; usted quiere olvidar. Pero una vez despertado, quiere saber dónde están muchas cosas; ¿qué ha ocurrido, qué está usted buscando? Usted puede encolerizarse. ¿Cuál es la utilidad de encolerizarse? Usted hace los pensamientos, usted es el hacedor de sus propios pensamientos.

    Si usted está comiendo lentejas y hay una china en ellas, y se rompe un diente, ¿a quién echar la culpa? Usted quería comer, usted quiere gozar de todo, pero entonces vienen los trastornos. ¿Por qué vienen los trastornos? Los trastornos son nada, no existen. Sea feliz siempre.

    Usted puede comprender en una fracción de segundo. Muy rápido, más rápido que la mente. Entonces la mente trabaja aquí. Si la mente trabaja del lado de la com-prensión, entonces, a cada instante, usted deviene Él. Esto no lleva ningún tiempo. Venga lo que venga a la mente, la mente dirá, «¡No es verdadero!» Usted siempre está inmerso en las cosas falsas. Si toma en la mente las cosas verdaderas, ello le llevará al punto verdadero. Yo puedo decir esto muy categóricamente. ¿Por qué lo digo tan categóricamente? Porque esto es el punto principal. Olvido tan fácilmente las cosas que hay en mi mente, que puedo decir que voy contra lo que no es, tan pronto como aparece.

    12 de enero del 2000

    Pregunta: Esta mañana, usted me preguntó, «¿Cómo se siente?» Y yo dije, «¡Estoy frustrado!» He venido a buscar la felicidad real. Eso es lo que quiero. Y estoy escuchando sus charlas, que me frustran más porque usted niega lo que es importante para mí. Así pues, ¿qué debo hacer?

    Maharaj: Sí, le pregunté a usted. Y usted dijo, «No me siento muy bien. Me sien-to frustrado».

    Pregunta: ¿Qué debo hacer? Ésta no es la primera frustración.

    Maharaj: ¿Cuál es la primera frustración? Cuando usted viene aquí y quiere co-nocer la felicidad real, que es usted mismo. Pero usted está siempre inmerso en lo que no es. Cuando viene aquí, debe poner un cero sobre el mundo; ése es el punto principal. No obstante, desempeñe su papel; no hay ningún mal en ello. Usted debe saber que es sólo un papel. Usted está representando un papel. Eso no significa que usted es eso. Usted no es el médico (el que pregunta es psiquiatra), así se lo digo. Usted puede decir cualquier cosa, «Yo he hecho esto y he hecho aquello; yo sé esto y sé esto otro». En todo esto se trata de conocimiento. Pero se debe acabar con el co-nocimiento debido a que usted no tiene ningún conocimiento ni ninguna ignorancia. Cuando tiene un sueño, ¿qué hace usted, dígame? Se olvida completamente de usted mismo y allí hace alguna otra cosa. ¿Lo toma usted por verdadero o no?

    Pregunta: Sí, lo tomo por verdadero.

    Maharaj: Usted mata a alguien en un sueño y se siente culpable. Y cuando al-guien llama a la puerta, dice «¡Ah, la policía ha venido a arrestarme!» Entonces usted se despierta. ¿Ha hecho usted algo? De la misma manera aquí también. Uno debe comprender. ¿Por qué tiene que ir uno a un Maestro? Para comprender, nada más. ¿Comprender qué? A usted mismo, eso que ha olvidado.

    Usted toma como verdadero a este «médico», que usted no es. Usted no ha mata-do nunca a nadie en el sueño, pero, sin embargo, ha experimentado eso, ¿o no? En-tonces viene alguien y llama a su puerta y usted piensa que la policía ha venido a arrestarle. ¡Ah! Entonces viene el despertar. Cuando viene el despertar, ¿permanece la sensación de haber matado? La sensación de haber matado desaparece al instante. Usted no ha matado a nadie, no ha hecho nada; sin embargo, usted lo experimentó, ¿no es así? De la misma manera aquí, usted experimenta muchas cosas. Experimente; pero, sin embargo, diga que no es verdadero. Tenga ese coraje. Ello no es, ¿no es así? Cuando duerme profundamente, ¿permanece el médico? Todo vuelve a cero.

    Así pues, ¿por qué tiene miedo o está frustrado? Aquí no hay nada para estar frus-trado. ¿Por qué estar frustrado? Tiene que conocerse a usted mismo, al usted que ha olvidado. Usted lo ha olvidado debido a la ignorancia.

    En occidente, usted llama a menudo a una mujer su amiga. En la India decimos esposa. Ésa es la diferencia, nada más. Amiga y esposa son sólo una, délo por hecho. Cuando usted dice, «Ella es mi amiga», yo pienso que está casada con usted. De to-dos modos, no hay que inquietarse por esto. La vida social es así. Aquí la vida social no le permite a usted esa libertad. En la India y Pakistán, las gentes no hacen nada a menos que estén casados. En occidente usted tiene también el divorcio. Aquí, este discípulo (Maharaj menciona el nombre de un discípulo indio), dice que no puede divorciarse debido a que está atado a su esposa. «¿Cómo puedo romperlo?», dice. Es un nudo.

    En la India, durante la ceremonia del matrimonio, se hace un nudo entre el sari de la mujer y el pañuelo del hombre y así se combinan. (Un discípulo usa la palabra, se unen). Sí, ésa es la manera. Y eso uno no puede dejarlo. Uno tiene que comprender eso. «Yo te ayudaré de todas las maneras», (el marido dice esto como parte de su voto) pero nadie hace nada, ¿qué hacer entonces? Uno quiere que la mujer sea alivia-da y ayudada, pero nadie lo hace. Ocurre como en el tribunal de justicia, que usted dice, «Diré toda la verdad y nada más que la verdad», y lo dice con una mano en la biblia. Pero todo lo que dice es falso, no puede evitarlo. Uno debe comprender. Uno debe saber que esto es un papel que está representando.

    Pregunta: Sí, yo comprendo la mayor parte de sus palabras, pero todavía es só-lo una comprensión intelectual.

    Maharaj: La comprensión vendrá, ¿no es así? El niño va a la escuela y después a la universidad, y entonces obtiene la licenciatura. Cuando obtiene la licenciatura, dice, «Yo soy médico, o abogado», o lo que quiera que sea. Pero esa licenciatura no es verdadera. ¡Usted tiene que encontrar su propia licenciatura! ¿Quién soy yo? Mi Maestro, Siddharameshwar Maharaj, decía siempre: «Conócete a ti mismo y conoces el mundo». La biblia cristiana ha dicho lo mismo.

    Shri Krishna ha dicho, «A menos que te conozcas a ti mismo, todo lo que haces es inútil». Nada es verdadero. Usted puede estar casado con muchas gentes, pero, sin embargo, ¿dónde está usted? No se conoce a usted mismo y se casa con otros. (Ha-blando sobre un sacerdote occidental que hay en la habitación, un discípulo) Él me dijo que puede hacer matrimonios civiles. Él no es una persona casada; sin embargo puede efectuar matrimonios reales como sacerdote. ¿Pero dónde están para usted los matrimonios reales? Son sólo matrimonios supuestos. No se preocupe si usted hace eso. ¡Cáselos! ¿Qué daño hay para nadie? Uno tiene que decir que ella es su esposa y que él es su marido. ¡Fin del asunto! Cambia su mente, nada más.

    No hay ningún nudo en América o en Francia o en los países occidentales porque se trata sólo de una ceremonia; pero es mejor no disolver el nudo tampoco. No hay ninguna necesidad. Usted piensa que tiene que disolver lo que no es. Usted lo toma por verdadero. Así pues, uno puede comprender intelectualmente, pero no puede comprender prácticamente. ¿Por qué? Porque usted ha desarrollado algún amor por todo este mundo.

    Pregunta: Yo no estoy totalmente seguro.

    Maharaj: Usted no está seguro; pero, no obstante, ha desarrollado ese amor. No diga que no está seguro. ¡Usted tiene ese amor! El día en que sienta que nada es ver-dadero, eso es la realidad. Usted mismo permanece, ¿o no? Usted sin usted, ahora. Usted todavía toma al médico como usted mismo. Usted es de Alemania, ¿no es así? Olvide todo. (Maharaj cuenta entonces la historia del contencioso sobre si Bombay era de Gujarat o de Mahrastra. Se trata de una decisión política que se determinó el 26 de enero de 1954). Maharaj dijo sobre el incidente: «¿Por qué debo pensar que yo soy un maharastrano, o un gujarati? Nunca me he preocupado por eso. Yo no perte-nezco a nada. Yo no soy un gujarati ni un maharastrano ni un indio, y tampoco un americano. No sea nada. Cuando usted es algo, hay miedo, debido a que usted ha devenido algo».

    Pregunta: Comprendo. Yo no estoy muy identificado con mi país o mi profe-sión. Pero todavía hay deseos; por ejemplo, de divertirme, de casarme, de tener hijos y todas esas cosas.

    Maharaj: Los deseos pueden estar ahí. Son deseos del cuerpo, no suyos. Usted no se conoce a usted mismo. Toma el cuerpo como usted mismo, la mente como usted mismo. Usted toma a la mente como usted mismo y debido a la mente, ha devenido un médico; de otro modo, usted es justamente como yo.

    Pregunta: ¿Mi mente?

    Maharaj: La operación de la mente no es usted. Usted tiene que ir más allá de la mente, y ahí sólo hay conocimiento. Y cuando va más allá de eso, entonces llega a cero. Y si dice que cero es verdadero, eso es el ego, la ilusión. Usted tiene que ir más allá del ego. La comprensión debe venir, nada más. Cuando viene esa comprensión, entonces usted mismo no permanece. Usted mismo muere. Usted no es una persona viva. El cuerpo vive sólo con el conocimiento. Todo el mundo vive sólo con el cono-cimiento, pero comprenda que a ese conocimiento se le ha asignado un fin. «Yo no tengo ningún fin». ¿Quién es usted para dar un fin a esa realidad? Usted puede ver que no hay ningún fin.

    El conocimiento ha aumentado muchísimo y Ram Dass (Maharaj cita del Das Bodh) ha mostrado que es cero. Usted ha devenido algo que usted no es. Lo que se requiere es poner un cero sobre ello. ¡Usted tiene que hacerlo! Muy pocos pueden comprender, ¿de acuerdo? Pero sin embargo es mi deber enseñar lo que es.

    Usted no es el cuerpo, usted no es la mente, usted no es el médico, usted no es la ignorancia ni el conocimiento tampoco. Al comienzo el Maestro da el conocimiento, y al final el Maestro dice, «Ponga fin al conocimiento». El conocimiento es ego. «Yo sé todo», todo el mundo piensa eso, ¿o no? «Yo sé que yo sé», dice. ¿Cómo pueden otros saber lo que usted sabe? Nadie puede saber. ¿Puede alguien saber lo que usted quiere saber? Es imposible. Pero si usted va al bar, entonces yo puedo pensar que va allí a beber, nada más. Usted puede beber o no beber, eso es una cuestión diferente.

    Sea en el mundo, pero no sea una persona mundana. Usted quiere ser algo y en-tonces quiere hacer algo. Olvide eso, diga que usted no es. Cuando duerme profun-damente, usted olvida que es médico, ¿o no? Usted olvida su casa, ¿o no? Olvida todo y a eso se le llama el estado cero. Mientras vive en este mundo, comprenda que no es verdadero y sea en él; eso es el trabajo del hombre valiente. Tenga valor. ¡Sí-game!

    Pregunta: Sí. Maharaj, usted ha usado dos palabras, comprensión intelectual y comprensión práctica. ¿Cómo transferir la primera a la segunda?

    Maharaj: Cuando usted comprende intelectualmente… veamos, hay la palabra «veneno» escrita en una botella con veneno. Usted comprende intelectualmente. (Todo el mundo ríe). Si se bebe eso, ésa es la práctica. (Más risas). Sea práctico de esa manera.

    Pregunta: Si alguien comprende intelectualmente, ¿dónde está entonces la base para la frustración?

    Maharaj: La comprensión debe ser práctica; pero usted no comprende todavía que no es verdadero. Ese es mi punto. Usted lo toma por verdadero. Y también dice, …¿qué dice usted? «Yo no puedo comprenderle, Maharaj». Así pues, ¿qué hacer entonces? Cuando usted dice cero, no hay nada.

    (Maharaj cuenta entonces una historia concerniente a la inteligencia): Cuando Dios quiso dar el intelecto a todos, se declaró, «Vengan a las cuatro de la tarde. En-tonces lo daré». Los gujaratis eran gentes muy astutas. Decidieron no dormir y en lugar de ello fueron a las tres y se sentaron. (A Maharaj le contó está historia alguien de Maharastra). Los maharastranos estuvieron durmiendo y divirtiéndose, de manera que telefonearon a Dios y le preguntaron qué podían hacer. Dios dijo, «He entregado todo a todo el mundo. En mí no queda nada. Pero cuando estaba repartiendo la inteli-gencia, algo de ella podría haber caído al suelo; así pues, tomen lo que puedan en-contrar».

    Y así también, yo puedo atreverme a decir ahora que usted comprende teórica-mente y que eso significa que no comprende. Tiene que ser práctica. La teoría debe devenir práctica. No deseche nada. ¿Por qué desechar esto? (Maharaj señala a la re-pisa de mármol donde está su cuenco de agua). Sin la repisa de mármol, ¿cómo po-dría poner este cuenco ahí? Es útil donde está, de manera que dejemos ahí la repisa de mármol para que sostenga el cuenco de agua; pero diga que no es verdadero. La comprensión debe ser cambiada.

    Para una persona realizada, la esposa también es Brahman y los hijos también son Brahman y la tabla de madera donde se sienta usted, también es Brahman. Todo es Él; así pues, ¿por qué hacer diferencias? Usted hace diferencias. ¿Por qué piensa en diferencias? Cuando todo comienza desde nada, puede ser hecho cero en cualquier momento. Si viene esa comprensión, entonces usted es Él; de otro modo no, y eso es la práctica. Todo el mundo comprende teóricamente, pero nadie va más allá de cero. No saben lo que es cero. Alguien me preguntó en Sedona (Arizona), «¿Cómo cruzar cero?» ¿Cómo cruzar? ¡Cero es nada! ¿Qué cruzar entonces, dígame? Usted quiere cruzar lo que es nada, ¿no es así? Cuando dice que en la casa no hay nada, eso es cero, ¿no es así? ¡Usted lo ha cruzado! Usted no piensa que lo ha cruzado. Y eso es la práctica.

    ¿Por qué tiene miedo de decir que cero es cero, dígame? Yo siempre digo abier-tamente, «Usted no está aquí, tenga el nombre que tenga». ¿Dónde está su nombre? ¿Puede mostrarme su nombre, quienquiera que sea usted? Él puede ser Dios también, pero no puede mostrarme que es Dios, porque Dios es sólo mi pensamiento. Dios es su pensamiento, no ha creado nada. Diga, «Yo he creado el mundo». Yo tengo esa audacia o ese poder de decir, «Yo he creado». El conocimiento ha creado; «yo soy» es conocimiento.

    Pero a veces no ocurre de acuerdo con su deseo, porque usted ha tomado otra forma. En un sueño un rey deviene un mendigo. Cuando deviene el mendigo, usted tiene mucho tiempo en sus manos. ¿Espera alguien a un mendigo? Pero el rey tuvo el sueño muy tarde por la mañana y cuando se despertó pensó, «Están esperándome todos, ¿pero es verdadero esto o yo soy un mendigo?» Entonces tiene que pellizcarse. A veces usted mismo tiene que pellizcarse. ¿Soy yo esto o eso? Usted está muy su-mergido en ello. Yo olvido siempre donde duermo, lo olvido, no recuerdo dónde estoy, así se lo digo.

    Pregunta: Excúseme Maharaj. Cuando comprendo, cuando estoy soñando y cuando despierto, encuentro que el sueño era falso. Ahora estoy vivo, pero cuando muera encontraré que esta vida era falsa. Quizás habrá otra vida y encontraré que también era falsa. La física cuántica me dice que este cuerpo es falso debido a que en un 99,9 % es espacio vacío. Mis pensamientos, si los observo durante cinco mi-nutos, encuentro que no son míos. Y eso me deja como un huérfano.

    Maharaj: Si usted no sabe que no es verdadero, permanece; pero cuando viene la comprensión, ¿dónde está «usted»?

    Pregunta: Ese «yo» no desaparece.

    Maharaj: «Yo» es ego, ¿no es así? Olvide ese ego. El Maestro hace que su ego vaya a cero. El Maestro tiene ese poder. El conocimiento es ego. El conocimiento de la primera vida, de la segunda vida, de la tercera vida, de la cuarta vida. Usted ha tenido muchas vidas, pero eso se debe al ego, ¿o no? Usted no comprende, «Yo ten-go que tener otro nacimiento», ¿quién dice eso? Usted es sin nacimiento y sin muer-te. Usted mismo es Él. Uno debe ser Él. Cualquiera puede ser rico o pobre; ¿por qué es llamado rico? Tiene mucho dinero, por eso es rico. No tiene dinero, por eso es pobre. Pero él, ¿es rico o pobre? ¿Puede usted definir algo? Usted no puede definir. Sólo usted le da el valor. El dinero tiene el valor que le da su mente.

    ¿Le importa algo a un perro si usted le echa un cheque de mil rupias? El perro di-ce, «¡Éste es tonto! Yo quiero huesos para comer». Y ése hueso no tiene sangre. El perro mastica el hueso y saca el sabor de la sangre y piensa, «¡Oh, es un hueso muy bueno!» Piensa que el sabor viene del hueso, pero en realidad viene de sus propios dientes. Usted lo toma todo como verdadero, ¿qué hacer entonces?

    Así se dice en el bhajan de la mañana, cuando usted canta el nombre de Dios, Ram. Ram significa que yo no soy esto. Tenga usted el nombre que tenga, es lo mis-mo, usted no es eso. Su nombre es médico. Su nombre puede ser cualquier cosa, pe-ro, sin embargo, no es usted. Cuando usted piensa de esta manera, su mente ya no pone nada sobre usted. No hay nacimiento ni muerte para usted.

    Pregunta: Maharaj, durante dos horas he estado viajando para venir y verle. Y repentinamente encuentro que no existe nada. ¿Cuál es la utilidad de esto?

    Maharah: No existe nada, pero usted existe. El que escucha permanece, debido a que está en la ignorancia. Usted viene aquí para deshacerse de la ignorancia, de mo-do que yo no vierto más ignorancia en usted. La ignorancia ha sido vertida en usted incluso por maestros espirituales. Muchos Santos dicen, «Haga esto y haga eso. ¡Ha-ga lo que yo digo!» Yo nunca digo eso. Yo digo, «Usted es Él. Usted es el poder más alto». Como lo tome, depende de usted ahora. Si usted pone un cero sobre todo esto, nada es verdadero; entonces usted puede tener ese poder, de otro modo no. ¿Quién tiene el poder? Ése a quien no le inquieta Dios, a quien no le inquieta la ilusión, a quien no le inquieta nada. ¿Por qué? Porque usted no existe. Cuando usted no existe, ¿por qué inquietarse entonces por los otros? Los otros tampoco son.

    Todos son burbujas del océano; y cuando se rompen, devienen océano. Yo doy este ejemplo a menudo. ¿Quién ríe entonces? El océano ríe. Ahora la burbuja ha de-venido océano. Todas las demás burbujas lloran. ¡Ah! ¿Qué hacer entonces? Usted nunca muere y nunca toma nacimiento. Pero, sin embargo, tiene miedo del nacimien-to y de la muerte, porque piensa que usted ha nacido y que ha devenido algo. El na-cimiento y la muerte son nada. No están aquí en absoluto. Cuando usted viene aquí al Maestro, se le da algo muy fuerte; usted no puede acogerlo. Se dice que si se pone la leche de una leona en un cuenco ordinario, el cuenco se romperá. Se necesita un cuenco de oro. Si se pone en un cuenco de oro, la leche permanece; de otro modo, no. ¿Por qué? La leona ha recibido el poder de matar a muchas gentes. La leona no repara en ello. Ha recibido el poder; así pues, ¿cómo puede permanecer su leche en un cuenco ordinario?

    Cuando usted deviene Él… Los Santos son como usted. Yo también era como us-ted cuando fui a mi Maestro. Yo era una persona ordinaria. Él me cambió, ¿qué va-mos a hacer? Así pues, ahora he recibido el poder de cambiar a otros. Si vienen aquí, trato de cambiarlos. Usted dice que «Yo no he recibido nada», ¿entonces? La nada no es, la nada es siempre nada. Pero lo que existe detrás de ella, ¿es o no es? Cuando usted entra en la habitación, si yo digo, «Vaya a esa habitación y vea si hay alguien ahí». Usted dice, «No hay nadie». Pero usted está ahí, usted ha olvidado eso. Se ha olvidado de usted mismo.

    Diez personas estaban viajando y cruzaron un río. «Contémonos y veamos si es-tamos todos aquí», dijeron. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve,… ¡Oh, no, no hay ningún diez, el décimo se ha perdido! Todos contaron y siempre ha-bía sólo nueve. Todos estaban llorando, «¡Falta uno, falta uno!» Nadie llora realmen-te. Todo es una insensatez. Nadie cuida de nadie, así se lo digo. Se llora por sistema.

    Una persona sabia pasaba por allí y les preguntó, «¿Por qué estáis llorando?» «¡Oh, éramos diez y hemos perdido a uno al cruzar el río!» «Sí, sí, vengan y cuenten conmigo ahora», dijo. Uno contó hasta nueve y entonces el sabio le dio un cachete. «¡Oh, he encontrado al décimo!» Los otros todavía dudaban. ¿Cómo puede ser? Cuando reciben el cachete del Maestro, entonces pueden comprenderse a sí mismos, de otro modo no. Ese cachete significa: ponga un cero sobre todo y usted recibirá ese poder. ¿Qué mal hay en ello?

    Pregunta: Maharaj, yo soy perfectamente feliz pues vivo de la manera que soy. ¿Por qué debería buscar algo más alto? Yo soy perfectamente feliz así como soy.

    Maharaj: De acuerdo. ¿Por qué ha venido usted aquí? ¿Eh?

    Pregunta: No lo sé.

    Maharaj: Si usted no hubiera venido aquí, eso estaría bien.

    Pregunta: Yo estuve leyendo este libro. Encuentro que cada uno habla un len-guaje diferente. Los lenguajes son muchos.

    Maharaj: Los lenguaje serán muchos, sí.

    Pregunta: Osho habla de una manera, Ramana Maharshi de otra.

    Maharaj: El significado debe ser uno, ¿o no? Uno debe entender lo que dijeron Rama y Krishna. ¿Por qué han hablado de esa manera? Usted no lo sabe y dice, «Yo soy feliz». Yo sólo le pregunto, «¿Es usted feliz?» Entonces, ¿por qué abre sus ojos? Un hombre feliz no abre nunca sus ojos. No necesita abrir sus ojos. ¡Usted no es fe-liz! Usted puede ser una persona rica y decir, «¡Oh!, ahora soy feliz. Todo está per-fectamente». Sin embargo, falta algo. La mente es de ese tipo. Siempre quiere algo, cada vez más, siempre más y más. El Maestro pone fin a esto. Corta la mente. Si uno siente que está perfectamente, ¿por qué debe ir a ver a alguien? Si yo no quiero nada, ¿por qué debo ir al bar, o a los parsis que venden dulces? Yo no tengo ninguna nece-sidad. ¿Por qué debo ir entonces? Si hay alguna necesidad, entonces quiero algo y voy; pero usted va al sitio equivocado. Si yo voy al bar y pido dulces, ellos me dirán, «Nosotros no vendemos dulces aquí, vendemos coñac y whisky». Si usted quiere eso, puede tomarlo. Tiene que ir a la persona correcta para conocerse a usted mismo, pero usted no sabe lo que quiere. Pregunte a su mente lo que usted quiere.

    Pregunta: La miseria, la infelicidad, la mente no quiere eso. La mente quiere siempre la felicidad.

    Maharaj: La felicidad, de acuerdo. ¿Pero obtiene esa felicidad? La miseria es cuando usted no obtiene algo. Un mendigo estaba pidiendo a alguien cinco rupias. Decía, «Dame cinco rupias», después cuatro rupias y cincuenta céntimos, después cuatro rupias, después tres, después dos, y entonces dijo, «cinco céntimos». El hom-bre dijo, «Yo no tengo ni siquiera cinco céntimos». Entonces el mendigo dijo, «Us-ted no tiene ni siquiera cinco céntimos; entonces usted es un mendigo como yo, así pues, mendiguemos juntos». Mendigar es un buen negocio.

    Pero usted dice cosas que no son verdaderas. Un hombre de negocios puede ganar veinte o treinta mil rupias al mes; pero si usted le pregunta, «¿Cómo va su negocio?», dirá, «El negocio va así así». Él no dirá nunca, «Yo gano mucho». ¿Por qué tiene miedo de decirlo? Porque tiene miedo de que si dice que el negocio es muy bueno, usted ponga sus «ojos» en su negocio y él lo pierda.

    Pero las personas realizadas no tienen nada de qué inquietarse. No pierden su ne-gocio. Al contrario, su negocio aumenta, cualquiera que pueda ser. Una persona rea-lizada dice que nada es verdadero. Tenga el coraje de decir que lo que no es, no es. Sin embargo, usted quiere probar que lo que no es, es verdadero. La mente siempre quiere cero, nada más; sea cual sea el pensamiento, ¿de dónde viene? Cuando usted está durmiendo, ¿de dónde viene el sueño que usted ve? ¿Quién lo trae, dígame? Us-ted no conoce su sueño tampoco. En un sueño usted está en una completa ignorancia de hacer nada, y sin embargo usted está matando a alguien ahí o quizás ha devenido un rey. Usted quizás lo está pasando muy bien en su sueño, pero su mujer dice, «Le-vántate, ¿por qué estás durmiendo tanto?» «¡Oh!, estaba teniendo un sueño muy bue-no, ¿por qué me has despertado?» Y su mujer dice, «Vuelve a ese sueño entonces». Pero usted no puede tener el mismo sueño otra vez, porque no era verdadero; ¿qué hacer entonces?

    Lo que no es verdadero, usted dice que es verdadero. Lo que es verdadero, usted dice que no es verdadero. Eso es la obra de su mente. La mente funciona de esa ma-nera, ¿qué hacer entonces? A la mente no le agrada ir a la realidad. Ella puede deve-nir su mejor amigo o su peor enemigo. Si usted hace de ella un amigo, entonces le lleva a la realidad y ella misma muere. Diga, «Yo no tengo ninguna entidad en abso-luto»; esa comprensión debe venir. Eso es comprensión, pero su mente quiere mise-ria. Usted piensa siempre, ¿o no? ¿Debo hacer esto o debo hacer eso? El trabajo de la mente es pensar.

    Suponga que alguien está celebrando que cumple cien años y comienza a pensar, «¿Qué hay si muero mañana? ¿Qué acontecerá?» Entonces se pone a llorar y pierde su buen humor. Todos están celebrando su cumpleaños, pero él llora. Alguien le pre-gunta, «¿Por qué lloras» «¡Oh, nada, nada, nada!» Se siente muy avergonzado de decir que no quiere morir. ¿Hay algún hombre muerto que diga, «Yo soy una persona muerta»? ¿Hay alguien que está durmiendo que diga, «Yo estoy durmiendo»? Nunca lo dirá. Si dice que está durmiendo, no está durmiendo.

    De igual modo, usted está haciendo las mismas cosas aquí. Olvide todo. Trate de cruzar cero. Comprenda que todo es cero, nada más. Cruzar cero es lo peor, es muy difícil. Si usted comprende que todo es cero, entonces lo ha cruzado; en caso contra-rio, no. Pero usted tiene amor por cero, por lo que no es; usted ha recibido ese amor por ello, ¿qué hacer entonces? Todo el mundo ha recibido ese amor por los ojos, ¿no es así? Si viene una catarata, usted va al médico y paga mil rupias. «¡Quíteme la ca-tarata!» Cuando uno muere, ¿qué acontece? Usted olvida todo, no hay ojos ni nariz. Todo desaparece. Comprenda de esta manera. Trate de comprenderse a usted mismo, nada más.

    Uno debe tener fe en el Maestro, de otro modo no funcionará. La fe debe ser sufi-cientemente fuerte. Lo que dice el Maestro es verdadero. Lo que hace es verdadero. Suponga que usted quiere hacer amistad con alguien. Usted dice, «¡Oh, vayamos al bar!» ¡Vaya al bar! Usted no tiene que beber, sino darle esa compañía. Usted le da esa compañía, ¿o no? El quiere la compañía, nada más.

    Todos quieren compañía. Todo el mundo es su compañía, pero usted tiene una naturaleza tal que no puede hacer amistad con nadie. Todo lo que le agrada, usted quiere hacerlo. ¿Quién le dejará hacer todo acordemente a su mente? ¡Usted tiene que ceder aquí y allí! Si pone cinco rupias en la lotería, entonces puede ganar miles de rupias, de otro modo no. Pero si nadie pone las cinco rupias en la lotería, ¿cómo puede entonces ganar el premio?

    Aquí también es lo mismo. Todo es nada. Ponga un cero en todo y lo que gana es que puede comprenderse a usted mismo. No es fácil, y no es muy difícil. Lo que me dio mi Maestro, usted puede obtenerlo ahora sin hacer nada. No haga nada. ¡Ya son suficientes haceres! Olvídese de usted mismo. Usted dice, «Yo existo». Yo digo, «Usted no existe». Esa es la diferencia. Cuando usted no existe, ¿quién habla? ¿Quién charla? ¡Nadie! Yo no hablo nunca, yo no charlo nunca. Yo soy un mentiro-so. El cuerpo es el mentiroso, ¿qué hacer entonces?

    Cuando usted va al cine, allí se indica la dirección del lavabo. El lavabo es por ahí. Usted dice entonces, «No, yo quiero el lavabo aquí». ¿Quién le dará eso? Aquí hay una diferencia. El Maestro le da la dirección y usted quiere tener eso justo ahora. Vaya a ese sitio y lo tendrá. Pero si se comprende a usted mismo, no se requiere tanto tiempo. El problema es que usted quiere conservar lo que debe ser desechado, es decir, su ego. ¡Usted no quiere abandonar eso!

    Diga, «Todo es cero». Encuentre que todo es cero; eso es el trabajo del valiente. Usted permanece, ¿o no? El que dice que todo es cero, permanece, ¿o no? ¿Cuánto tiempo lleva eso? La pintura es mala o es buena. Uno dice que es buena, otro dice que es mala. Ambos han visto la pintura, pero según la mente, uno dice que es buena o mala, o una pintura bonita. Todo depende de la mente y de lo que su mente quiere.

    Si alguien le da, entonces usted es feliz; pero si no le da, entonces es miseria. En-cuentre lo que es esa felicidad o miseria, ambas son pensamientos. Todo el mundo es Él y todo el mundo es la realidad, ¿por qué inquietarse por nada? Usted se inquieta porque no se comprende a usted mismo, usted no comprende la realidad. Si com-prende que usted es la realidad, ¿cuánto tiempo le lleva entonces hacer a otros reales?

    La piedra negra que usted frota sobre la pieza de oro da el valor del oro. Puede ser de 24 quilates, 23 ó 18. ¿Cuál es la utilidad de la piedra negra? Da el valor a otros. Así pues, todo es inútil, pero si usted le da el valor: «¡Oh, él es mí mismo!», ¿qué queda entonces? Usted mismo deviene la piedra negra y da valor a otros. Trate de comprender la realidad. No diga que yo estoy perdido cuando vengo aquí. Yo doy este conocimiento; a usted puede que no le agrade, eso es posible.

    Todo el mundo no puede aceptar lo que yo digo. Usted puede estar en un bar, pe-ro quiere dulces, o está ayunando; así pues, ¿cómo puede usted ir al bar? Usted puede pensar que ha venido al sitio equivocado, pero, sin embargo, ese sitio equivocado no es el sitio equivocado. El Maestro dice, «¡Todo es verdadero, adelante! y todo es cero». El Maestro dice que ambas cosas están aquí. Uno debe encontrar y compren-der al Maestro.

    Si yo digo que usted es Dios, ¿me creerá? Usted no me creerá, pero si viene la experiencia, ¿entonces qué? Usted dirá, «Yo soy el padre de Dios». Y si entonces Dios viene a usted, usted dirá, «¿Por qué has venido? Yo no te quiero. Porque usted no quiere nada. Si usted quiere algo, entonces se necesita a Dios. Algo es nada, y usted quiere todo lo que es nada. ¿Qué puede hacer el Maestro? No se inquiete por él. Usted mismo es Él, así se lo digo. Debe cambiarse la comprensión, debe cambiar-se la comprensión de la mente. ¡Todo el mundo es mí mismo, pero la mente no quie-re aceptarlo!

    Maharaj cuenta entonces una historia de la Bhagavad Gita. Yudhistir, que estaba hablando la verdad, fue preguntado por el padre de Arjuna, «¿Quién murió en el campo de batalla?» Yudhistir dijo, «Alguien murió, pero no sé si murió un elefante o murió un hombre». Usted tiene que decir mentiras, debido a que nada es verdadero. El mundo no es verdadero, así pues, Yudhistir dijo mentiras ahí. No puede evitarse. Usted tiene que decir mentiras debido a que nada es. No hay nada, pero usted dice, «¡Oh, diga algo!» Yo le diré algo, es elección mía. Usted quiere poner nombres a todo. Los padres y las madres han dado muchos nombres, y ahora los Maestros están dando nombres también.

    Yo no lo hago debido a que no me agrada dar nombres. ¿Por qué verter más igno-rancia en alguien dándole otro nombre? Comprenda de esta manera: usted quiere comprender, pero la mente no quiere comprender; eso es la belleza de ello.

    Pregunta: Nosotros queremos comprender, pero al mismo tiempo la mente no quiere comprender. ¿Es responsabilidad nuestra o es responsabilidad del Maestro? ¿O es responsabilidad a la vez del Maestro y del discípulo?

    Maharaj: El Maestro no tiene nada que ver. El Maestro no es el dueño. El discí-pulo se queda rezagado y quiere algo. El Maestro no quiere nada. Así pues, es res-ponsabilidad de los discípulos. ¿Por qué el Maestro? Yo digo, «Usted es Él», pero yo soy también usted mismo. Yo hago estos matrimonios. (Se está refiriendo al que pre-gunta, que es un antiguo sacerdote católico que ahora celebra matrimonios en U.S.A.) Si se pone agua aquí, en este cuenco, eso es también un matrimonio. Ambos se combinan. El cuenco ha recibido el agua y entonces se ha combinado. ¿Cuál es la responsabilidad del Maestro? Es culpa suya, debido a que se ha olvidado de usted mismo. Alguien que no se conoce a sí mismo, preguntará a algún otro, «¿Quién soy yo?» ¿Qué tiene que decirle a usted ese otro, dígame?

    Pregunta: Pero usted dice frecuentemente que sólo el Maestro puede llevarle a uno más allá de cero. Eso es lo que yo he oído.

    Maharaj: Eso es así. Si usted quiere ir más allá de cero, entonces yo puedo llevar-le. Pero diga, «¡Cero!» Mantenga su mente en eso. En cero no hay nada. El Maestro le lleva más allá, ¿por qué no? Si usted va al mercado donde están vendiendo los mohammedianos y pregunta el precio de algo, ellos le reconocen y dicen: «Este hombre es nuestro, es uno de los nuestros». Eso significa que él es nuestro hombre, de manera que ellos le dan un precio mejor. ¿Me sigue o no?

    Pregunta: Sí, sí.

    Maharaj: ¿De dónde viene usted?

    Pregunta: De Bélgica, Maharaj

    Maharaj: Si un belga se encuentra con usted, dirá, «Éste es de los nuestros». Y si él o su hermano le venden algo, usted tendrá un precio mejor. Si usted quiere com-prender cero, entonces el Maestro le levanta, ¿por qué no? ¿Qué hay que levantar, si usted es Él? Pero usted no quiere ser levantado.

    Pregunta: ¿Por qué?

    Maharaj: ¿Por qué? Eso es su elección. Eso es su elección, ¿no es así? Ser levan-tado o no, eso es su elección.

    Pregunta: Maharaj, si yo no existo, ¿cómo puedo entonces elegir?

    Maharaj: Usted ha recibido muchas elecciones. Usted existe ahora como algo. Digamos como cero. Cero también existe.

    Pregunta: Aquí hay muchas contradicciones. Es difícil comprender esas con-tradicciones. Usted dice que nosotros tenemos elección, y después dice que no te-nemos elección.

    Maharaj: Eso es correcto, ¿no es así? Cuando usted elige, hay elección. Cuando duerme profundamente, ¿qué elección tiene usted? Usted está sediento, usted quiere comer, pero siente sueño y dice, «¡Ah!, ahora déjame dormir»; e incluso si viene alguien con la mejor de las cosas, lo que usted quiere realmente, usted dirá, «¡Oh, no, ahora déjame dormir!» Usted quiere olvidar todo. Así pues, todo el mundo ha recibi-do la elección y la no elección, y usted ha devenido la criatura más pequeña debido a las elecciones y no elecciones.

    Pregunta: Usted dice que nosotros existimos ahora, y después dice que no exis-timos, que no somos. ¿Cómo comprehender esto?

    Maharaj: Sí, le digo las dos cosas. Todo es falso, pero lo que yo digo es verdade-ro. ¿Por qué? Porque usted no existe. ¿Cuál es su nombre, dígame?

    Respuesta: Yogesh.

    Maharaj: ¡Yogesh! ¿Dónde está Yogesh, dígame?

    Pregunta: Él no está aquí, lo sé. Él no existe.

    Maharaj: Él no existe, pero, no obstante, usted dice «Yogesh», ¿qué hacer enton-ces? Usted dice, «Yo soy Yogesh». A veces las gentes dicen, «Yo soy el Sr. Fulano». Yo también tengo grados. Usted quiere hacerse un rabo grande. La mente es de ese tipo. Hanuman tiene un rabo grande. (Hanuman es el Dios mono, siervo de Rama, que simboliza la mente). Hanuman siempre quería tener un rabo cada vez más gran-de.

    Si yo pregunto a todos su nombre y no le pregunto a usted, dirá, «Maharaj no me ha preguntado mi nombre», y se sentirá menospreciado. Pero usted no tiene ningún nombre; así lo comprendo yo, y por eso no se lo preguntó. Eso es mi elección. Su elección, o su deseo es que Maharaj le pregunte su nombre. Todas estas cosas con-ciernen a la elección y eso es la obra de la mente. No es su obra. La elección es de la mente. Usted mezcla todo, y ésa es la dificultad.

    Pregunta: ¿Existe el tiempo? ¿Tenemos nosotros un pasado, un presente y un futuro? ¿Existe realmente el tiempo?

    Maharaj: No, no hay ningún tiempo. Todo es cero. Debido al sol usted puede contar el día y la noche. Pregúntele al sol cuántos años ha pasado. «Yo no he visto nunca ningún día ni ninguna noche», dice el sol. Usted cuenta todo por el sol, ¿cómo puede ser verdadero? Cuando la base no es verdadera, ¿cómo puede ello ser verdade-ro? La base es cero, todo es cero. Lo diré de una manera más breve. Esto puede rom-per mi cabeza. (Señalando a una piedra de mármol). Si yo la rompo en pedacitos mi-núsculos, ¿entonces qué? Se disolverá en el espacio. Usted debe comprender eso. Todo depende de su mente, de sus elecciones. Si yo tomo esto (señala a su cabeza) y lo golpeo contra la piedra de mármol, la sangre brotará. Pero si rompo la piedra de mármol en pedacitos minúsculos, ¿cómo puede tocarme entonces? Y, de cualquier manera, toca al cuerpo pero no a mí. Ése es el otro punto. En un día usted no puede comprender todo. Venga aquí muchas veces y podrá comprender algo, así se lo digo. Lo siento, pero debe tener una fe completa; entonces viene la comprensión. El Maes-tro dice, «Usted no existe», sí; diga, «Yo no existo». No muera; pero nuevamente le digo que usted no existe, aunque usted no muere. Y ésa es la belleza de mi charla, la cual usted no puede comprender. Ésa es la dificultad.

    Pregunta: Maharaj, ¿es la negación neti-neti lo mismo que recordar el sí mis-mo?

    Maharaj: Neti-Neti significa «Aham brahmasmi», yo soy brahman, y eso tampo-co es verdadero. ¿Cómo puede usted ser Brahman? Donde nada permanece, Brahman también desaparece. Nada me toca y nada permanece. Cuando se duerme, todo va a cero. Se olvida de usted mismo y de su mente, y sólo permanece la respiración. ¿Se pregunta usted algo entonces? Usted se arrasca, pero no es consciente de ello. En ese punto usted no sabe nada, el conocimiento está en una forma sutil. Pero para com-prender lo que es esto, el conocimiento debe estar aquí, su mente debe estar aquí.

    Si un muchacho va a su padre moribundo y dice, «¡Papá, he venido, he venido!», el padre no puede hablar, no puede responder. ¿Cuál es la utilidad de ello? ¿Por qué debe usted inquietarse? «¡Ah, mi padre ha partido!» Pero usted no tiene padre, ¿qué hacer entonces? Hay un dicho que dice que cuando usted está vivo, nadie se ocupa de usted, pero una vez que muere, entonces todo el mundo se ocupa. «¡Oh, ella era mi madre, y ahora ha partido!» Ahora que ella ha partido, usted siente ese amor.

    Usted ha recibido el cuerpo. «Es mi cuerpo», dice usted, «Yo soy esto». Cuando uno muere, ¿qué queda del cuerpo? Deviene cero, no tiene ningún valor en absoluto. Esta computadora es así, hace todo, pero no puede ser reconectada. El cuerpo es una computadora, pero nadie sabe cuándo viene la conexión o desconexión. Y cuando usted dice que está en las manos de Dios, eso significa chaitanya, el poder; así pues, cuando el poder está aquí, aparece todo. Si no hay ningún poder, entonces no apare-ce. ¡Comprenda! Si hay comprensión, entonces está bien, todo está bien. En caso contrario, todo es cero, lo que significa que usted lo toma por verdadero.

    Aunque digo que todo es cero, usted todavía lo toma por verdadero. Y ésa es la locura de la persona ignorante. Usted no puede definir lo que una persona ignorante tomará por verdadero y lo que no. «¡Yo soy el mejor ladrón!», dice, «¡Yo soy el me-jor ladrón!». Y se enorgullece de ello. ¿Qué puede decirle usted? Debe decirle, «Tú eres el mejor ladrón, pero no me robes». Dígaselo así. Tenga esa amplitud para hablarle. ¡No me robes! Roba a cualquier otro, yo no sé. Yo no voy a decirle a nadie que es un ladrón. ¿Por qué iba a hacerlo? Yo digo, «tú eres Él».

    Un hombre fue matado por otro hombre y un tercer hombre lo presenció. Alguien preguntó al testigo, «¿Qué viste?» Él dijo, «Yo no sé nada». Pues sabía que él era el matador, el matado y el que lo había presenciado. Todos eran él; así pues, ¿qué de-cir? ¿El nombre de quién iba a dar?

    Primero, usted no comprende «¿Quién soy yo?» Encuéntrese a usted mismo, ¿quién soy yo? Conózcase a usted mismo y conocerá el mundo. Usted no puede co-nocer el mundo a menos que se conozca a usted mismo. Todo depende de su mente. Si la mente deviene no mente y usted va y pregunta a alguien en el camino, «¿quién soy yo y cuál es mi nombre? ¿Cuál es mi dirección?», ellos le llevarán a Puna (Puna es una ciudad al sur de Bombay donde hay un asilo), y le meterán en un asilo. Cuan-do usted no sabe su nombre, ¿qué harán ellos, dígame?

    Usted olvida todo. Pero una persona realizada no olvida nada. Conocen todo y sin embargo dicen que no es verdadero. Ésa es su belleza. Comprender es la belleza, nada más. Una vez que usted comprende, todo está bien. Si usted no comprende, entonces todo es cero. Debido a que no sabe, usted llama «algo» a cero; usted dice que es mármol, ¿qué decir? Usted dice, «Yo soy algo, yo soy Yogesh», ¿qué decir a Yogesh? Usted está haciendo todos los yogas, ¿qué decir a Yogesh? Usted es el se-ñor del yoga, ¿qué decirle? Dejemos en paz a su yoga. ¡No me hable de su yoga por-que yo soy completamente contrario a eso! ¡Yo no estoy de acuerdo con eso! Usted es muy abierto, ¿por qué debe hacer yoga para conocerse a usted mismo? Los ojos ven, ¿no es así? ¿Quién ve que usted está aquí? ¿Quién huele aquí? La nariz huele. ¿Quién habla aquí? Debe venir la comprensión, eso es el significado de ello. Así pues, conózcase a usted mismo, compréndase a usted mismo.

    Pregunta: Yo he leído a Sri Nisargadatta Maharaj, y él dice que ni siquiera la meditación es necesaria, que es un proceso muy lento.

    Maharaj: ¿Pero ha dado algún otro proceso? No lo ha dado, no. Entonces, ¿qué hará usted? Él escribió todo, pero queda algo que decir. Yo no quiero comentar sobre nadie. Yo soy la última persona a la hora de decir algo. Él era condiscípulo mío. Él está aquí (señalando su retrato colgado de la pared). Él era discípulo de mi Maestro, pero no lo mostró; ¿cuál es la utilidad de ello?

    En San Diego, cuando estuve allí, me telefoneó una mujer. Ella había estado con Nisargadatta y había estado haciendo meditación durante veinte años. Dijo, «Desde el año 2000, voy a dejar la meditación». Si todos los días come arroz, usted estará cansado, ¿o no? ¡Coma algún pastelillo! Déme algo, dirá usted. Ella también estaba cansada. Yo le dije que mi Maestro me dijo que olvidara la meditación. Simplemente sea en usted mismo. Él, Nisargadatta, no lo decía; ¿qué hacer entonces? Él no mostró esa vía. No se requiere ninguna meditación, ¿de acuerdo? Si usted va al médico y se toma la medicina, usted está bien. ¡Pero cómo puede usted hablar sobre él (Nisarga-datta) ahora? Uno de sus discípulos más cercanos me dijo, «Él comprendía, pero no lo decía. Él no nos dijo nunca que dejáramos la meditación». Pero si él le hubiera dicho que podía dejar la meditación y que no se requiere ninguna meditación, enton-ces usted hubiera podido dejar la meditación, ¿o no? Usted ha recibido ese poder del pensamiento, ¿o no?

    Lo que dice el Maestro, tiene que hacerlo. Uno más dos es tres. Yo digo, uno más dos es cuatro. Puedo probarlo, ¿por qué no? El cuatro es que yo estoy ahí, la realidad, quien lo sabe. Así pues, uno más dos es cuatro. Él, el Maestro, habría dicho eso, ¿por qué no? Yo no sé por qué no lo hizo, fue su elección. Yo no quiero comentar sobre nadie, porque no me agrada comentar. Él era condiscípulo mío y era mayor que yo. Pero la mente no puede llevarle a cualquier parte si usted comprende eso; en caso contrario, la mente se embota también. Si usted no hace funcionar la maquinaria, entonces se oxida. Entonces viene el óxido.

    Mi Maestro me dijo que enseñara para que mi conocimiento no se perdiera. Yo comencé muy tarde, en 1983. Yo nunca quise ser un Maestro, ¿qué hacer entonces, dígame? Si uno es un Maestro, vienen las gentes; pueden venir muchos. Algunos no saben tampoco mi inglés. Sin embargo, vienen. ¿Por qué ser un Maestro? Es real-mente un trabajo. Así pues, no sea un Maestro. La meditación no es para hacerla por siempre, así se lo digo. Si usted está haciendo meditación, olvide también esa medi-tación un día, y entre en la laya. Laya significa absorberse en la realidad. Se requiere esta absorción.

    Cuando está meditando, usted es el meditador, y además están la meditación y el proceso de meditar. Usted ve algo, y aparece una tríada. Shankara dice, cuando des-aparece la tríada, entonces la realidad es siempre. Nada que decir sobre ello. Si usted no está aquí, entonces no hay nadie en la casa, ya se trate de un palacio o de una ha-bitación. Nada de qué inquietarse. Sea fuera de ello. Usted tiene que estar fuera de ello y entonces eso puede ser comprendido poco a poco. Uno no puede aceptar todo en un día. Así pues, nos encontraremos mañana a las tres y media de la tarde.

    14 de enero del 2000

    Pregunta: Hace algunos días usted habló sobre la experiencia y usó el vino como un ejemplo. Habló de beber el vino, pero no de llegar a la ebriedad. Llegó a decir que la ebriedad no es real, pero que el vino es real. Esto me confundió. Hasta entonces yo sentía que tanto el vino como la ebriedad no eran reales, de modo que no comprendo.

    Maharaj: El vino es real hasta esa comprensión; entonces viene la ebriedad, en caso contrario no. Si usted bebe agua, ¿cómo puede obtener la ebriedad? El vino es real, la ebriedad no lo es. En el comienzo, el conocimiento es real, la ignorancia es la ebriedad. Debido a la ignorancia, usted dice que todas las cosas son verdaderas. El conocimiento es real en ese punto, pero, finalmente, incluso el conocimiento no es verdadero. Lo que el conocimiento muestra ahí, usted tiene que decir que es verdade-ro. Esa ebriedad del conocimiento no es verdadera, pero en el comienzo usted dice que el oro es verdadero y que los ornamentos no son verdaderos. Finalmente usted dice que el oro no es verdadero, estoy de acuerdo; pero no es verdadero cuando la realidad viene a la mente. Es una cosa que usted puede ver, de modo que cuando da el ejemplo tiene que comprender de esa manera. Así pues, el vino es real; pero la ebriedad no es real, ¿de acuerdo?

  • Crow

    Pregunta: No, no comprendo.

    Maharaj: A esto se le llama pañuelo. Usted dice que es real, pero no es nada sino hilo. El hilo es real, el pañuelo es falso. El pañuelo es solo de nombre. Debido a que ha tomado el vino, usted ha llegado a la ebriedad; de otro modo, ¿cómo puede llegar a la ebriedad? Porque hay conocimiento, viene la ignorancia; de otro modo, no. Cuando usted dice, «Yo soy John», John no es verdadero. La conexión de la realidad en el cuerpo es verdadera ahora. Mientras el cuerpo está aquí, la conexión debe estar aquí. Si usted me pellizca aquí, entonces usted podría decir que una persona realizada no debería sentirlo. Sin embargo, tiene un cuerpo, y debe sentirlo.

    Estuve en Francia por primera vez en 1996. Yo no sabía francés. La enfermera francesa vino a ponerme una inyección. Yo le dije, gracias, y la enfermera dijo, «Le pincho aquí y él dice gracias». Siempre es lo mismo; cuando usted toma como real un sueño, nada es falso. De la misma manera aquí, el nombre es falso, pero el cono-cimiento es verdadero. Si usted va un poco más adelante, entonces el conocimiento también es falso. Así pues, se dice, «Yo no puedo hablarle del Brahman, devengo renuente a hablarle del Brahman». Usted da luz al Brahman, la realidad da luz al Brahman. Brahman significa conocimiento y todo lo que usted ve aquí. Así pues, usted tiene que explicarse acordemente a la comparación del tiempo.

    Ella es clara y yo soy obscuro. Si viene un hombre negro, entonces él es más os-curo. Entonces viene la comparación. Cuando viene la comparación, una cosa devie-ne falsa y otra cosa deviene una revelación. Ebriedad significa aquí comprender eso.

    Suponga que un hombre toma coñac y que dice que puede contar sus monedas sin equivocarse. Entonces no tiene ninguna ebriedad. La ebriedad está ahí, pero su mente es muy fuerte, y no acepta esa ebriedad. En ese momento puede contar muy clara-mente. No cometerá ninguna equivocación. Aquí también, una persona realizada ha obtenido el conocimiento, comprende todo, pero no está ebrio de ese conocimiento.

    Una persona realizada actúa siempre en el conocimiento. Sin conocimiento, ¿có-mo puedo hablarle a usted? Si no hay conocimiento, ¿cómo puedo hablar entonces? Pero yo comprendo que el conocimiento es falso y que lo que digo es falso; pero, sin embargo, ése a quien hablo es verdadero. En América alguien me preguntó que si todo es una ilusión, qué era yo entonces. Yo dije que yo era una ilusión de primera clase. Tengo que decirlo de esa manera. Lo que hablo es falso, lo que digo es falso, pero ése a quien hablo es la verdad. Ahí está la diferencia. Si todo es ilusión, enton-ces yo también debo ser una ilusión, ¿no es así?

    Así pues, ese Brahman, ese conocimiento muestra la totalidad del mundo. Pero no es verdadero, muestra las cosas falsas. Y usted da la luz al Brahman. Usted es Parabrahman, y usted da la luz al Brahman. El sol da la luz, pero el sol no sabe que esto es mármol. Él no sabe, el sol no tiene ningún conocimiento de eso. Si no hay sol, usted no puede ver la totalidad del mundo.

    Con el Brahman, con ese conocimiento usted puede ver la obscuridad y la luz. Usted no puede ver los objetos sin luz. La obscuridad y la luz están ambas en el co-nocimiento. Son las dos caras de una misma moneda. Si le muestro a usted la cabeza, es seguro que vendrá la cola. Y si le doy la vuelta a la moneda, ¿entonces qué? Lo opuesto es verdadero. Todo el juego está en esa escala. Todo depende de cómo lo mire usted. Usted tiene el poder de comprender.

    Nada es verdadero, pero usted toma todo como verdadero; toma a todos y a lo que dice la mente como muy verdaderos. Ahora todo depende de su mente. Si al-guien toma un veneno voluntariamente, morirá. Si alguien trata de darle un veneno, usted le golpeará al instante. «¿Qué intenta hacer? ¿Soy yo su enemigo ¿Por qué me da usted un veneno?» En ambos casos la acción es una, pero la reacción es diferente. Usted ve a una mujer y una persona realizada ve al Brahman. La persona realizada ve a ambos, ve a una mujer ahí, pero dice que ella es el Brahman. Es completamente diferente.

    Antiguamente había una pizarra y si se escribía en ella se podía ver la escritura, pero si levantaba el papel, no había nada. De la misma manera, aquí usted ve todo lo que no es. Quite el papel —ese papel significa el conocimiento. Entonces todo de-viene cero. Usted dice que todo lo que hay en el papel es verdadero, la persona reali-zada dice que no. Esa es la diferencia entre ellos. Así pues, a uno se le llama realiza-do y al otro se le llama no realizado. La persona realizada ve también el mármol, y si golpea su cabeza contra él, resulta herido. El cuerpo debe recibir el golpe, y si usted dice que yo no debería recibir el golpe, eso es una idea falsa.

    Hace unos ocho años, en Bombay, un Santo no fue capaz de caminar sobre el fuego, aunque él decía que podía. Así pues, se quemó. También decía que podía ca-minar sobre el agua. Pero no pudo hacer eso tampoco, de manera que se suicidó. «No puedo hacerlo», se dijo, y saltó por una ventana. Mientras la conexión está aquí, el cuerpo debe quemarse. Debe quemarse.

    Si usted comprende que todo es uno, entonces puede darse cuenta de la realidad. Todo es unidad. Los científicos han descubierto el «agujero negro», pero no pueden experimentarlo o ir más allá. La persona realizada puede «experimentar» lo que los científicos no pueden. No hay ninguna necesidad de ciencia. Hace miles de años, los indios descubrieron que lo que usted ve y percibe es sólo conocimiento. El conoci-miento es uno y todo aparece en este conocimiento, pero ese conocimiento también es ego. Su ego permanece siempre, pero ese ego sólo puede ser matado por una pala-bra del Maestro.

    El conocimiento es ego, délo por hecho. «Yo he realizado y yo sé todo», eso tam-bién es ego. Sócrates decía que no sabía nada. No alardee de que yo soy algo, debido a que algo es siempre nada, ¿qué hacer entonces? ¿Cómo puede usted decir algo ver-dadero sobre lo que no es? El uno tampoco es verdadero, la unidad no es verdadera; ése es el punto principal. La unidad significa que ahora yo he devenido uno, que aho-ra yo he devenido Él. ¿Dónde está el yo? Eso es ego, compréndalo de esa manera. Así pues, el coñac está bien, pero la ebriedad es falsa.

    Pregunta: Así pues, la ebriedad está en el conocimiento.

    Maharaj: Sí, así es. El conocimiento es conocimiento de alguna otra cosa. ¿Por qué ha venido la ebriedad? Usted ha tomado coñac. Si toma agua, ¿puede usted obte-ner la ebriedad? La ebriedad es falsa, no es verdadera. Usted puede decir cualquier cosa cuando está ebrio.

    En 1920 yo era un joven, y en aquella época un hombre, bajo la influencia de la mente, comenzó a actuar como Krishna. ¿Era Krishna? Era la ebriedad de la ignoran-cia. Era un arquitecto, un hombre guapo, pero cuando la mente se va, ¿qué hacer? Algunas señoras cercanas a él estuvieron proclamando lo que estaba haciendo. Él era una buena persona, pero uno puede ser malo o bueno en una fracción de segundo. La realidad no deviene mala ni buena. La realidad es siempre buena, no hay que inquie-tarse por ella. Todo lo que viene sobre ella, lo acoge y lo acepta, pero usted no lo deja voluntariamente, se pone ebrio de ello. Usted no puede dejarlo. La persona rea-lizada ve las mismas cosas que usted, pero comprende que no son verdaderas y ellas no le tocan.

    Todos tienen la ebriedad de la ignorancia, no importa que se sea médico, ingenie-ro, o lo que sea. Es sólo conocimiento. El Maestro es el médico. ¿De qué? De la ig-norancia. El Maestro le quita su ignorancia, le quita su fiebre, ¿o no? Le da conoci-miento, comprensión. Y finalmente ha alcanzado ese poder de hacerle comprender que el conocimiento no es verdadero. El conocimiento se debe a la ignorancia. A la ignorancia de la realidad.

    Así pues, en los ejemplos usted tiene que decir que el coñac es verdadero y que la ebriedad es falsa. Siga adelante entonces. El Maestro le lleva paso a paso. Diga que todo es falso y, finalmente, que el hecho de que yo soy y de que yo veo, y el presen-ciador, están también en cero. Si viene esa comprensión, entonces usted es Él. ¿Qué experiencia quiere usted entonces? En este momento mismo usted es Él. Así pues, yo digo que todo el mundo es Él. No se inquiete. Ahora este pañuelo es verdadero, pero deviene falso si usted comprende que sólo es un hilo. De esta manera, uno tiene que dar ejemplos según las comparaciones.

    Así pues, este mundo entero es mostrado por ese Brahman, por ese conocimiento. Usted da poder a ese conocimiento, de otro modo no puede comprender. El conoci-miento no puede hacer nada, se requiere el cuerpo para el conocimiento. Los ojos no pueden ver, pueden ver cuando el poder está ahí, cuando el conocimiento está ahí. «¿Por qué está mirando usted a mi esposa?» Los extranjeros no se inquietan por eso. Alguien me preguntó qué hacer si alguien tomaba a su esposa. Usted toma a la espo-sa de alguien y se va. En la India está prohibido. En Italia, Inglaterra y América se puede hacer. Ellos no se inquietan.

    Así pues, ¿qué es realidad y qué es ebriedad? Ebriedad es todo el mundo de la ig-norancia. Debido a la ignorancia, usted ve todo el mundo. Usted está durmiendo, no está haciendo nada, pero ahí canta e incluso deviene el mejor cantor del mundo. Cuando se despierta se dice a usted mismo, ¿cómo puede yo ser eso? Todo esto se debe a la ilusión. La ilusión hace toda esta insensatez. Usted es la realidad. La ebrie-dad es verdadera cuando usted ve todo el mundo. La ignorancia es verdadera cuando usted ve todo. ¿Cómo puede ser falso? «Las personas realizadas son locos», dirán las gentes. «Ellos ven todo y dicen que es falso». Usted ve todo también en un sueño, ¿acaso lo toma por verdadero? Cuando despierta, usted mismo dice que no hay nada.

    Usted mismo es la realidad y lo que ve y percibe y experimenta con la mente no es nada sino cero o ignorancia. ¿Debe usted dejar todo este mundo? No, no hay nin-guna necesidad. Puesto que es falso, ¿cómo puede perturbarle? Deje que venga todo, pero comprenda que no es verdadero. Su mente no debe abrirlo. Si su mente lo mane-ja, lo tomará por verdadero. Usted lo maneja si lo toma por verdadero, en caso con-trario no lo maneja. La comprensión le hace a usted Él, y entonces esa comprensión misma desaparece. ¿Alguna otra pregunta?

    Pregunta: ¿Constituye una diferencia para usted si tiene un cuerpo o no?

    Maharaj: Mi cuerpo no es verdadero. No es verdadero, de modo que para mí no hay ninguna diferencia. Usted lo toma por verdadero, y por eso llora. Si viene la muerte, yo no me inquietaré tampoco. ¿Por qué debo inquietarme por la muerte. Este cuerpo ya está muerto ahora. Es un muerto que vive. Cuando la conexión está aquí, habla, piensa y hace todo. La conexión y la desconexión acontecen; así pues, ¿por qué debe inquietarse esta bombilla? La electricidad no se inquieta.

    Este ventilador funciona con electricidad. Si la electricidad se corta, desde su ori-gen, el ventilador se parará; pero el ventilador no sabe, «Yo he sido parado y ya no puedo dar aire». Usted lo siente. El resultado es completamente diferente si la elec-tricidad está conectada o no.

    Usted no puede hacer mantequilla a menos que se la quite a la leche. Tiene que quitársela a la leche. Ponga un poco de sal en ella. Este (cuerpo) es un contenedor saqueado. Si usted comprende la realidad, ¿cuál es la utilidad del cuerpo? No tiene ninguna utilidad, así se lo digo.

    Pregunta: Así pues, ¿puede ser una felicidad deshacerse de él?

    Maharaj: ¿Para quién es la felicidad? Ninguna felicidad ni inquietud, ningún pla-cer ni displacer. Mientras el conocimiento está aquí, también están el placer y el dis-placer. Mientras el cuerpo está aquí, usted tiene que decir algo. Bueno o malo, usted tiene algo que decir. Comprenda que no es verdadero, comprenda que todo es cero, sea lo que sea. Las mejores cosas que le gustan, o que le gustan al cuerpo, o que le gustan a la mente, no son nada sino cero. Ésa es su base, su cimiento.

    El cimiento, la base, tiene que ser muy fuerte, o los pisos se vendrán abajo. Si al-guien le da a usted millones de dólares y algún otro se los quita, si es una persona realizada, dice, «Yo no sé. Ha venido en buen hora, y se ha ido en buena hora. No era mío». Pero todo es suyo, aunque no lo sienta así. Si se pierde de su bolsillo un billete de dólar, usted busca aquí y allí. La persona realizada no se inquieta por eso. «Yo no me inquieto por eso», dice. Debe comprender que usted no es el cuerpo, en caso con-trario, llorará a cada momento. Todos lloran constantemente. Todo el mundo llora, ¿qué hacer entonces?

    Cuando usted está muriendo todo llora en la mente, pero en ese momento usted no tiene ningún poder para decirlo. El poder desaparece, ¿qué hacer entonces? Así pues, si el cuerpo está muerto o vivo, ambos son igual para el Maestro. Cuando el cuerpo está vivo todo el mundo hace cosas falsas. Todo es falso, ¿no es así? Así pues, si alguien me dice que soy un asno o un tipo miserable, yo digo que lo soy el doble. Ésa es la diferencia. No me inquieto. Si vienen a mí palabras malas, yo digo que muy bien. Todo es falso, ¿no es así? Sobre lo que no es, sobre lo que es nada, usted puede decir cualquier cosa.

    Así pues, la persona realizada tiene la licencia de probar todo, porque la verdad es completamente diferente. Si el ego permanece, está perdido. Deje que el ego desapa-rezca. «Yo soy algo, yo sé», todo esto es egoísmo y todos los «ismos» son iguales. «Ismo» significa ego, yo soy. «Ismo» es, yo es, una forma de «ismo» muy fuerte. Comprenda que todos los «ismos» devienen cero. Él es más allá de los «ismos». To-do el mundo es lo mismo, funcionan con los «ismos», con el ego, pero tratan de des-echarlos. Ese conocimiento ha venido de usted, de modo que trate de desecharlo y diga que no es real. Las chinches vienen de su propio sudor y usted las mata, ¿o no? Usted no les permite beber su sangre.

    Su ego es su hijo más querido. Deseche su ego. (Maharaj cuenta la historia de Krishna y Arjuna, y como Krishna, que era una persona sabia, un Maestro, dijo a Arjuna que no podría sentarse sobre el trono a menos que matara a su hijo). El hijo en este caso significa su ego. Él no podía sentarse en el trono a menos que matara a su hijo. La comprensión viene cuando… deseche su ego y usted es siempre Él. En-tonces no hay necesidad de comprender nada. No hay necesidad de leer libros, por-que la comprensión viene automáticamente a usted. Usted es por todas partes, en todas las cosas.

    Un hombre que era un persona realizada y su esposa tuvieron un hijo; a los trece años fue a la escuela. La esposa quería que el niño fuera a la escuela. Así pues, el hombre le llevó a la escuela. En la primera clase se le enseñó, «Om nama Siddha». El significado de esta frase es «Yo soy Él». El muchacho hizo 1500 versos sobre eso. ¿De dónde vino? Él no lo había aprendido ni escuchado antes. Así pues, el marido preguntó a su esposa, «¿Qué hay que enseñarle ahora? El poder está ahí, ¿no es así? El poder puede hacer cualquier cosa.

    Así pues, para una persona realizada, si su cuerpo está aquí o no, para él es nada. Un ciclón viene y se va. ¿Por qué inquietarse por el ciclón? Sólo se inquietan los afectados, de otro modo usted sólo dice que un ciclón ha venido y se ha ido. Usted se inquieta por eso debido a que lo toma como verdadero. El mundo es un ciclón, nada más; y usted es un compañero íntimo del ciclón. Usted dice, «Yo soy esto». El mun-do deviene entonces un ciclón y todo deviene un problema para usted. El nacimiento es un problema y morir es también un problema. Acontece esto y aquello, aparecen muchos problemas. Todo tiene un defecto en ello, debido a que no es verdadero. Cuando es verdadero, no queda ningún defecto.

    Cuando usted es Él, ¿por qué debe inquietarse por la muerte? El cuerpo va a mo-rir, que muera. Debe cambiarse la mente. El Maestro no hace nada. Sin embargo, su mente cambia. El Maestro le hipnotiza. Cambia su mente, eso es hipnotizarle; de otro modo, yo tendría que hacer algo. El Maestro le lleva al punto verdadero, y una vez ahí usted ya no será hipnotizado nunca. Usted puede hipnotizar a otros ahora, usted tiene ese poder. Ese poder es lo mejor. La realidad está en la base de todo. ¿Por qué dice usted que es verdadera? Debido a la realidad. Si no hay realidad, usted no puede decir que es verdadera. La realidad es la base, todo se ve en ella. Si no hay base, us-ted no puede ver nada.

    Usted puede poner muchos colores en esta pared, pero si pone negro en ella, ya no puede poner otro color. El negro significa ignorancia. La ignorancia lo pone todo tan sucio que usted no puede cambiar de color. Quite ese color. El Maestro no hace nada, pero es un trabajo difícil y él hace gustosamente lo que tiene que hacer. Usted dice que todo es mío. Vamos, nada ni nadie es suyo. El Maestro prueba eso. Nadie es suyo. ¿Es alguien suyo? No. El cuerpo ha venido de la matriz de su madre, y sin em-bargo ella no puede hacer nada por usted.

    Usted tiene una enfermedad; el Maestro puede curar esa enfermedad, porque tie-ne ese poder. ¿Por qué no tiene ningún poder la madre? Porque está en la ignorancia. El Maestro puede quitar cualquier enfermedad. El discípulo dice, «¿Qué hacer, qué hacer?» ¡Olvídelo! Dígale que yo le he quitado su enfermedad. ¡Vaya! Él debe estar completamente bien, así se lo digo. Hay ese poder en la mente del discípulo también, pero ese gran amor debe estar ahí. El Maestro puede quitar la enfermedad de cual-quiera.

    El cuerpo no es usted mismo ni tampoco ninguna enfermedad; así pues, que ven-ga. ¿En qué le daña a usted? No vaya a por esa experiencia ni trate de ayudar a nadie; diga sólo que usted tiene el poder de aceptar todo. No es necesario hacer eso, no es necesario a menos que esa parte opuesta tenga por usted ese gran amor. Entonces usted puede decir no te inquietes. Tenga mucho coraje también. El coraje no es una cosa simple. El Maestro no tiene miedo de nada; el miedo no viene a él, porque él sabe que es sin miedo. El cuerpo provoca muchos miedos; incluso un mosquito da miedo. Cuando se oye un mosquito, usted lo mata al momento. ¿Por qué? Porque no lo quiere.

    Sea poderoso, no se inquiete por nada. Usted se inquieta por cosas muy pequeñas. Llora por las cosas más pequeñas. Si rompe algo, llora. Lo que se ha roto ha deveni-do cero, y ésa es la única diferencia. El corazón debe estar muy abierto para cuando venga la muerte. ¿Quién se inquieta por el cuerpo muerto? Ahora mismo, ya es un cuerpo muerto.

    Cuando viene la comprensión, usted no teme a nadie. Nadie puede darle miedo. ¿Y el ladrón? Todo el mundo le teme. Él no hace nada, pero todo el mundo le teme. El Maestro no se inquieta por nada, pero usted dice que ha hecho daño. Ahora sea muy abierto y sin corazón, no se inquiete por nada. Ningún corazón y ninguna mente para usted. Sea no mente y no corazón. Si el corazón está aquí, el cuerpo funciona; pero si el corazón se para, entonces se va para siempre.

    De la misma manera, si la mente deviene no mente, ¿entonces qué? La mente no permanece, pero Él permanece siempre. Nadie quiere devenir no mente, ¿qué hacer entonces? ¿Cómo puedo yo ser no mente? Las gentes piensan que estoy loco. Pero son ellos los que están realmente locos, así se lo digo. Debido a que yo sé que no es verdadero. Usted lo toma por verdadero y debido a eso tiene miedo. Olvide el miedo.

    Usted es más sutil que el espacio. ¿Qué puede dañarle a usted? Todo es Él, ¿no es así? A Él nada le perturba. Él no tiene miedo de nada. Él es sin temor. El espacio que usted percibe tiene algún miedo en él, pero la realidad, que es más sutil que el espa-cio, no tiene ningún miedo en ella. El espacio puede ser percibido y sentido, la reali-dad no; así pues, olvide el espacio y usted es Él, siempre. Todo viene a usted y des-pués se va. Los pensamientos vienen y se van, ¿o no? Los buenos pensamientos tam-bién se van, ¿o no? Así pues, ¿qué es malo y qué es bueno? Los malos pensamientos vienen y usted se inquieta. ¿Qué va a acontecer? No va a acontecer nada. Cuando no existe, ¿qué acontecerá?

    Los pensamientos son nada, ¿no es así? Han venido a su mente. ¿Qué puede ha-cerle a usted nada? Los pensamientos buenos y malos vienen de su mente. Haya ma-rea alta, o haya marea baja, el océano no se inquieta. No deviene más grande con la marea alta, no deviene más pequeño con la marea baja.

    Así pues, no sea grande ni pequeño. Todo se debe a la ignorancia. Usted ha deve-nido esto, y debido a esa ignorancia se inquieta por todo. No se inquiete nunca por nada; diga que todo se debe a su pensamiento. Entonces nadie es malo y nadie es bueno. Entonces usted está fuera del mal y del bien. ¿Cómo estar fuera del mal y del bien? Los pensamientos vienen, malos y buenos, y usted hace la diferencia; pero los dos son uno.

    Cuando viene la comprensión, entonces nada malo permanece y nada bueno per-manece. Usted corre detrás del bien. Usted pide el bien a Dios. Usted no comprende lo que no es. Si usted no es, entonces ¿por qué pedirle algo? Su ego debe desapare-cer. El ego es el demonio. La realidad no muere. Primeramente, el Maestro le dice que devenga el Brahman. El Maestro dice que usted es el Brahman ahora; pero eso es también el ego. Olvide ese ego, ese conocimiento, y diga, «No es verdadero y yo no existo». Si usted no existe, ¿qué ha devenido usted? No ha devenido nada, porque la realidad está siempre aquí. No se ha hecho nada, pero usted siente que ha hecho algo.

    Usted ve esta habitación y llama a un decorador de interiores. ¿Acaso la hace una pulgada más grande? ¡En absoluto! Pone esto aquí, pone eso ahí, y usted le da dine-ro. No hay ninguna diferencia. La mente es de ese tipo. Quiere hacer alguna diferen-cia. Olvide la diferencia, la realidad es una, no hay ninguna diferencia en ella.

    Sea la realidad y permanezca en ella. Usted será siempre feliz. ¿De dónde viene la infelicidad? Cuando no hay ninguna dualidad, ¿de dónde viene la infelicidad? Dos es una compañía, el conocimiento está bien; pero tres es una multitud. El mundo que usted ha preparado es una multitud, y eso es lo que hace la infelicidad. No sea infe-liz; tenga el conocimiento, pero diga que es nada. Aquí no hay ninguna compañía, usted es sin compañía. El conocimiento no le toca a Él. Así pues, sea en el agua, pero no se moje.

    Haga todo, pero diga que no es verdadero, ése es el punto. Uno debe representar su papel; usted ha tomado un papel y tiene que representar su papel. El Maestro no le pagará, de modo que usted tendrá hambre. El vientre tiene hambre. Así pues, haga todo, pero comprenda que usted es Él, en todo momento. Diga, «Yo no hago nada». Su mente no debe ser escuchada. Las cosas pueden acontecer también contra su de-seo, pero el deseo no es verdadero. Entonces usted puede estar fuera de él; en caso contrario, no.

    Pregunta: Cuando le escuchamos, suena muy simple; pero todo vuelve de nue-vo.

    Maharaj: Ponga cal sobre ello. Usted conoce la cal. Puede poner otro color sobre ella. Ese color no es verdadero, no es el color real. Haga todo, pero diga que no es verdadero.

    Pregunta: ¿Ayuda escuchar una y otra vez?

    Maharaj: Esto es batir. Batir una y otra vez. Las vacas baten la hierba una y otra vez hasta que deviene leche. Todo esto es un juego. Pierda ese juego por la compren-sión. Haga todo, juegue el juego, pero diga que no es verdadero. Cuando dice que no es verdadero, usted no va detrás de él. Todo el mundo va a la caza de la felicidad, no van a cazar a su mente. Pero si usted caza a su mente, deviene no mente. Sea no men-te y será feliz.

    No es necesario estar en la vecindad del Maestro. Escuche lo que dice y acéptelo. Él le hace a usted no mente, no se inquiete. Depende de usted y de cómo lo acepte. Acéptelo de la manera correcta y dirá adiós al Maestro. El Maestro ha dado por su gracia; así pues, ¿a quién adorar ahora?

    Yo adoro sólo a mi Maestro. Y las gentes se pregunta por qué le adoro. Si no se tiene amor por eso, no se adorará; pero la mente del Maestro no funciona de esa ma-nera; su mente es no mente. No obstante, el Maestro lo hace y eso es adoración. No es hábito tampoco, se hace por placer. ¿Qué hacer ahora, después de comprender? ¿Qué hacer? Todo es cero; en todas las direcciones y por todas partes, todo es cero.

    Mientras el cuerpo está aquí, permanece cero. El Maestro dice que usted es Él, pero usted dice que usted no es Él. Ese es el punto principal. Aquí entra el ego. El ego es como un malvado miserable. El Maestro no quiere probar nada. Si alguien viene a él, él dice: ésta es mi enseñanza. Si usted comprende, comprende; en caso contrario, se va. La mente trabaja de dos maneras; es a la vez su amigo y su enemigo. ¿Qué hay que probar? Cero es siempre cero. Así pues, mañana nos veremos de nue-vo.

    20 de enero del 2000

    Pregunta: Siddharameshwar Maharaj ha dicho que todo lo que el intelecto percibe, deviene. Y usted ha dicho que cuando come una piña, usted deviene una piña. ¿Implica eso que el experimentador deviene la experiencia?

    Maharaj: ¿Cómo puede usted devenir una piña? Cuando come una piña, ¿cómo puede usted ser una piña? Es imposible. Usted saborea el sabor de la piña. Si come pescado, ¿deviene usted un pez? No, usted saborea el pez. De la misma manera, cuando viene la experiencia, ¿a quién viene? No hay nadie excepto Él en el mundo; así pues, ¿quién saborea a quién? La cuestión no se plantea. ¿Cuándo viene la expe-riencia? Sólo cuando hay conocimiento. Cuando hay conocimiento, usted recibe la experiencia. Entonces usted deviene el conocimiento, estoy de acuerdo. Más allá del conocimiento hay cero, no hay nada. Y usted tiene que ir más allá de cero. Usted tiene que cruzar más allá de cero. ¿Cómo puede usted ser cero entonces? ¿Y quién experimentará eso? La cuestión no se plantea.

    Si se comprende a usted mismo… Cuando duerme profundamente, ¿qué experi-menta usted? No experimenta nada ahí, usted está en cero. Pero, sin embargo, no va más allá de cero. Si usted va más allá, entonces usted está incluso en su sueño pro-fundo. En nuestras costumbres indias, un muchacho pregunta a su madre, «Cuando dormimos profundamente, ¿adónde va uno?» La madre dice, «Vas al cielo». Ella no sabe qué es el cielo y el muchacho tampoco. ¿Por qué dicen eso? Usted va al cielo, pero nadie sabe. Suponga que usted quiere ir a la India en un avión, pero no sabe dónde está. Usted podría pasarse de la India. Ahora usted tiene que aterrizar, pero no sabe dónde. Sin saber, ¿cómo puede usted aterrizar?

    De la misma manera aquí también; en lo que concierne a la experiencia, todo está bien; el experimentador deviene la experiencia. Eso es conocimiento; pero usted tie-ne que ir más allá del conocimiento. El Maestro le lleva más allá del conocimiento. ¿Y qué es eso? Usted mismo. El Sí mismo sin el sí mismo. Ahí no hay ningún sí mismo. Usted siente que usted deviene algo, pero ahí no hay nada. No hay nada ex-cepto Él. Él es por todas partes y siempre. Los gunas están ahí, pero no Le tocan. Si come piña, ¿cómo puede ser usted una piña? Es imposible. Cuando saborea algo, eso no es usted. Cuando se experimenta a usted mismo, está todavía en el ego. La cues-tión de la experiencia no se plantea. Así pues, usted siempre se prueba a usted mismo por la negación. En las escrituras se dice, «neti-neti». ¿Qué significa neti? Que lo que usted ve por los ojos, o la mente, no es Él. Así pues, Él es más allá de neti-neti. Neti significa lo que usted ve. Usted dice que esto es mármol (señalando a una piedra de mármol), pero no es mármol. Él es más allá del mármol. Así pues, cuando usted dice, «Yo soy conocimiento», usted todavía está en el conocimiento, debido a que ahí permanece el «Yo». El conocimiento trae la experiencia; ¿y qué experiencia quiere usted? Ahí no permanece ninguna experiencia, debido a que ahí no permanece usted mismo.

    Alguien pregunta, «¿Quién está ahí?» Usted responde, «Aquí no hay nadie». Pero está usted, ¿o no? Se olvida de usted mismo, siempre. Usted no puede olvidar-Le, y sin embargo Le olvida. Sin embargo, Él está ahí, Él no se va a ninguna parte. Cuando usted ve la película, la pantalla desaparece. Cuando ve la pantalla, entonces usted no ve la película. Ésa es la diferencia. La diferencia siempre está ahí. ¿Y cómo puede usted ser Él por la experiencia? Usted puede devenir conocimiento, puede devenir todo el conocimiento, estoy de acuerdo. Lo que él ha dicho, por la experiencia, usted obtiene esa experiencia. Usted mismo deviene la experiencia. Lo que él ha dicho no es falso. Pero donde no hay ninguna experiencia, usted mismo tampoco es. Tampoco hay ningún Dios. Todo está en blanco.

    Si usted da una mano de cal sobre los colores, todos los colores desaparecen. Dé una mano de cal a todo. Una mano de cal significa que nada es. Lo que usted ve y percibe no es, no está ahí, porque lo que usted ve y percibe y experimenta por la mente no es verdadero. Él es más allá de la mente. Ahí no se plantea ninguna cues-tión de mente. La mente debe ser evitada.

    Krishna ha dicho, «Tu mente es la esclavitud». No hay ninguna liberación y nin-guna esclavitud en usted. Usted es libre de la liberación y libre de la esclavitud. Su-ponga que usted dice, «Yo estoy en la esclavitud». ¿Quién va a decirle que usted no está en la esclavitud? Debido al cuerpo usted dice que está en la esclavitud. Usted cree en muchas cosas. Debe venir la comprensión. El Maestro da la comprensión y le lleva más allá de la comprensión. Ésa es la enseñanza de un Maestro. Algunos Maes-tros le llevan sólo hasta el conocimiento. Le llevan ahí y dicen, «¡Oh, usted es eso!» Usted experimenta el conocimiento, pero el conocimiento no es verdadero. Trate de comprender lo que es el conocimiento.

    (Hay dos gemelos idénticos en la habitación). Son dos hermanos. Si usted ve a uno, puede olvidar al otro; y si usted ve al otro, puede olvidar al primero. Sin embar-go, hay diferencias. Son hermanos gemelos, pero uno nació diez minutos después del otro. Usted olvida a uno u al otro, pero, sin embargo, no se pierden. Paul no es Peter y Peter no es Paul. Uno puede olvidarlo. Si usted olvida la realidad, ¿de quién es la culpa? Es culpa suya. Si usted recuerda la realidad, entonces usted está por encima del conocimiento y la ignorancia. El conocimiento viene de la ignorancia, délo por hecho.

    Todos ustedes quieren conocimiento, conocimiento, conocimiento. Ustedes quie-ren conocer el conocimiento. ¿Qué es el conocimiento? El conocimiento es cero. Si usted comprende que el conocimiento no es verdadero, entonces puede ir más allá de cero. Todo comienza ahí. ¿Dónde comienza todo el mundo? En el espacio. Si no hay espacio no hay nada. (Señalando a un objeto) Esto puede romperse y deviene espacio en una fracción de segundo. Rómpalo y desaparecerá en el aire. Deviene espacio.

    Lo que usted ve y percibe no es nada sino espacio, sólo espacio. Usted debe com-prender y experimentar eso. Y si usted experimenta eso, ¿qué acontece? Que usted va más allá de la experiencia. Usted no puede ser una piña al comer una piña. Usted saborea la piña, ¿no es así? A usted le agrada el sabor, a mí no. Es mi elección. Eso depende de la persona. Lo que usted experimenta no es malo ni bueno. El gusto de una persona depende de su mente.

    Todo el mundo dice, «Dios es grande». Yo digo que no es grande. ¿Está usted de acuerdo conmigo? ¿Cómo puede ser grande? Él ha creado todo el mundo, el cual no es verdadero. ¿Cómo puede ser grande el creador? Pero, sin embargo, las gentes di-cen, «¡Oh, Dios es grande!» Debe venir la comprensión. El creador es lo peor. Su padre y su madre le crearon, y usted vino al mundo. Y usted está experimentando lo peor en él. ¿De quién es la culpa? Es culpa del creador, ¿o no? Usted es por culpa del creador.

    Así pues, el creador no es bueno, así se lo digo. Las gentes dicen que debe ser adorado. Si el creador viene a mí, le meteré en prisión. Todo esto es por su culpa. Los Santos son de esa opinión, comprenden de esa manera. En las escrituras se dice que es una Lila. Lila significa juego. Es el juego de Dios y usted tiene que sufrir ese juego, los resultados de ese juego. ¿De quién es culpa, dígame? Comprenda de esta manera.

    Usted no puede ser una piña, ¿de acuerdo? Usted saborea la piña. Si usted devie-ne una piña, entonces, ¿qué masticará usted? No sea una piña, tenga el sabor de la piña. Usted puede decir, «Muy bueno, muy bueno». Tenga esa experiencia, pero no es verdadera. Lo que usted experimenta no es verdadero. Usted tiene que ir más allá de la experiencia. ¿Y cómo ir más allá de la experiencia? El Maestro conoce la vía, sabe cómo ir. El Maestro le enseña, le hace que comprenda cómo ir más allá de cero.

    ¡Comprenda, comprenda que todo es cero! Si comprende cero, entonces usted es-tá más allá de cero, ¿o no? Pero usted no comprende, toma cero como verdadero. Así pues, ir más allá de cero significa que cero no es verdadero. Pasar cero significa examinarse de cero; entonces usted tiene el conocimiento de cero, y entonces recibe la licenciatura. Diga que todo es cero y entonces recibe la licenciatura. Cero es nada, pero, no obstante, usted le da mucho valor.

    Un hombre ciego da valor a la luz, ¿o no? Le da valor porque no puede verla. ¿Da usted valor a la luz? No hay ninguna necesidad de darle valor. Uno debe comprender de esta manera: ¿es verdadero o no?

    Se ha dicho, «Conócete a ti mismo y conocerás al mundo». Pero las gentes van al mundo para ver y descubrir el conocimiento que haya. Cuando se conoce a usted mismo, entonces no se toma por un cuerpo. Usted no es el cuerpo, usted es este co-nocimiento. El conocimiento conoce todo. ¿Por qué quiere usted saber? Porque su ego está ahí. «¡Yo quiero saber!» «¡Yo quiero saber!», eso es ego.

    A menos que deseche el ego, usted no puede ser Él. Usted no puede experimen-tar-Le, pero Él está aquí. Después de que usted abandone el ego, si olvida la realidad, Él está también aquí. No hay ninguna necesidad de experimentar-Le. ¿Quién experi-mentará la realidad? Usted es Él. Comprenda de esta manera. ¿Qué tiene que hacer para conocerse a usted mismo? Él es muy sutil, más sutil que el espacio. En el espa-cio usted experimenta algo, pero ahí no hay ningún espacio. Cuando no hay ningún espacio, uno es llamado la mejor persona. Krishna dijo, «Hay dos tipos de gente en el mundo: uno es el que tiene conocimiento, el otro no lo tiene». ¿Quién es el mejor? Finalmente, se llama el mejor al que es sin conocimiento y sin ignorancia. Donde no hay ningún conocimiento ni ninguna ignorancia, usted va más allá de los mundos. Las palabras vienen del espacio. Si usted va más allá de las palabras, entonces va más allá del espacio. Si no hay espacio, no pueden venir las palabras. Con el espacio, vienen las palabras.

    Así pues, se ha dicho, «Las palabras retroceden de ahí, las palabras no pueden acercarse a mí». Cuando usted va más allá del espacio, ¿qué palabra puede decir y quién la dirá? ¿Y quién experimentará? Mientras la piña esté aquí, usted la experi-mentará. Pero no hay nada sino Él en todo este mundo. ¿Qué experimentar pues? Así pues, no sea una piña o las gentes le comerán. Diga, «Yo saboreo la piña, yo saboreo el conocimiento».

    ¿Qué es el conocimiento? El conocimiento es sólo mi pensamiento. Tenga el co-raje de decirlo. Entonces el creador es sólo su pensamiento. El creador no es verda-dero, ¿no es así? Usted dice que el creador es verdadero, pero yo no estoy de acuerdo con eso. Dígase a usted mismo que usted es el creador. Usted crea muchas cosas buenas y malas. Entonces usted compara y viene la mente. ¿Quién es rico? ¿Quién es pobre? La mente siempre compara. Pero si la mente va a la realidad, ella misma de-viene cero. Todas las religiones no son nada sino «ismos», nada más.

    ¿Cuál es el «ismo» real? Yo no existo. Cuando usted no existe, entonces ¿qué «ismo» usará usted? Todos los «ismos» desaparecen. Con el conocimiento aumenta más su ignorancia. «Yo quiero saber», dice usted, ¿qué hacer entonces? El que no quiere saber nada es la realidad, así se lo digo. ¿Por qué inquietarse por nada? ¿Se inquieta un niño? No, no se inquieta por nadie. Si quiere llorar, llora. Si quiere reír, ríe. Así pues, toda esta insensatez es obra de la mente.

    Así pues, vaya más allá de la obra de la mente y comprenda la realidad. ¿Cómo actúa Él? Usted no puede conocer-Le. En una fracción de segundo, usted puede de-venir lo más grande de lo más grande. En una fracción de segundo, usted puede de-venir lo más pequeño de lo más pequeño. Sea fuera de las garras de su mente. La mente no puede experimentar-Le. Si usted dice que le experimenta, entonces experi-menta alguna otra cosa. Usted experimentará hasta que su mente se absorba en laya (disolución). Después de eso, ¿qué y quién experimentará? Cuando usted acumula sus experiencias, acumula sólo ceros. La realidad es más allá de cero.

    Krishna actuaba como si fuera alguien. También decía cosas falsas. Tenía cuatro mujeres y decía que era célibe. ¿Qué hacer entonces? Había otro Santo que aunque comía mucho todos los días, decía: «Yo nunca he probado nada, mi lengua no ha saboreado nunca». Debe haber comprensión. Al comer, come el cuerpo; yo no como. Usted dice, «Yo como, yo veo». Usted no puede ver nada. Usted dice, «Yo hablo», y eso es ego. Trate de conocer su ego.

    A no ser que conozca su ego, usted no puede conocer a Dios. ¿Cómo conocer-Le? Usted es Él, no hay ninguna diferencia entre usted y Él. Olvide el cuerpo y la mente, ¿qué queda entonces? El conocimiento. Entonces el Maestro quita ese conocimiento. Ese conocimiento deviene ego y el ego borra la realidad. Usted puede saborear la piña, pero no puede saborear la realidad. Usted tiene que ser la realidad y entonces usted es real.

    Las gentes dicen que usted no puede ser la realidad en este nacimiento, y que us-ted lo será después de muchos nacimientos. Son todos necios, así se lo digo. ¿Cuánto tiempo lleva conocerse a uno mismo? Conózcase a usted mismo y conocerá el mun-do. Yo no soy este cuerpo, yo no soy esta mente. La mente es sólo pensamientos; ellos vienen y se van. Usted permanece siempre. ¿Adónde va a ir usted?

    Yo digo siempre, «Ya esté usted en el infierno o en el cielo, no se olvide nunca de usted mismo». De manera que lo que no puede olvidarse es usted mismo, y eso no puede ser conocido tampoco. Si no es olvidado, ¿cómo puede usted conocer-Le? Sin conocimiento, usted es Él. Sin experiencia, no se requiere ninguna experiencia. Olvi-de esto y usted es Él. Aquí haga una pequeña diferencia, pero esa diferencia cuenta mucho. El mundo ha aparecido, la mente ha aparecido, todo ha aparecido, pero eso no es necesario.

    Todo el mundo sabe que bajo mis vestidos yo estoy desnudo. No se necesita qui-tarme los vestidos. Todo el mundo comprende, «Bajo mis vestidos, yo estoy desnu-do». Comprender no es verdadero, sea desnudo de esta manera. ¿Deviene usted des-nudo cuando la realidad está aquí? ¿Adónde va la realidad? La realidad no puede ser experimentada por nadie. Cuando usted dice que ha comprendido la realidad, usted no ha ido a ese sitio, o visto ese sitio. Cuando viene el ego, ¿cómo puede usted cono-cer-Le? El ego es el único obstáculo.

    El sol estaba ahí; entonces vinieron las nubes y usted no pudo ver el sol. Las nu-bes no han borrado al sol. El ego no ha borrado a la realidad. La realidad es todos y todo es Él. Así pues, yo digo siempre, «Usted es Él, ¿por qué inquietarse?» Pero us-ted no quiere ser Él, ¿qué hacer entonces? A usted le agrada la piña, pero no se come la piña. ¿Cuál es el significado de esto? A usted le agrada, pero no puede comerla. ¿Por qué? Usted deviene una piña.

    Pregunta: ¿Por qué estamos haciendo tanto en este mundo?

    Maharaj: Porque el conocimiento quiere siempre cada vez más. Pero el conoci-miento no es verdadero. Cuando uno muere, ¿qué queda? Cuando usted toma el na-cimiento de nuevo, ¿adónde ha ido ese conocimiento? Desaparece en una fracción de segundo. Cuando duerme profundamente, usted olvida todo el mundo, el cuerpo y la mente. Un solo pensamiento no le dejará dormir. El pensamiento es obra de la mente. Así pues, olvidarse de usted mismo es lo mejor. Olvide ese ego. A menos que el ego desaparezca, usted no puede conocer-Le.

    Después que había ganado la batalla, Krishna dijo a Arjuna que había ganado la batalla; pero no pudo sentarse sobre el trono hasta que mató a su hijo. ¿Quién quiere matar a su hijo para sentarse en el trono? El hijo significa el ego, y entonces usted puede sentarse en el trono. Olvide ese ego. Mate a ese ego y usted es Él. Krishna no era una persona necia. El hijo de Arjuna había nacido de él, pero, no obstante, tuvo que matarle. La comprensión debe venir. El hijo ha venido de él. El ego ha venido por el conocimiento. Mate a ese ego y usted es el Maestro de la ilusión. Sea el Maes-tro de la ilusión. Pero usted acumula siempre lo que no es.

    Pregunta: Por un lado, el Sí mismo es el conocedor no conocido. Por otro, se dice que se autorrevela. Todo revela constantemente al Sí mismo. Pero usted dice que puede conocerlo.

    Maharaj: ¿Cuál es su nombre? (Tobin). ¿Hay alguna necesidad de decir una y otra vez «Yo soy Tobin, yo soy Tobin»? ¿Hay alguna necesidad? No, no hay ninguna necesidad.

    Pregunta: ¿Pero no es eso sólo una referencia al sí mismo empírico, a la per-sonalidad?

    Maharaj: El nombre de ella es Brigit. ¿Hay alguna necesidad de decirlo una y otra vez? Una vez que usted sabe, ¿por qué decirlo una y otra vez? Las gentes considera-rían que está loca. Usted mismo es sin nombre, no hay ningún nombre para usted. No hay ninguna cualidad suya. Y si usted conoce algo, ¿cómo puede conocerle a Él? Sólo hay una manera, olvide esto y usted Le conoce. Ahí no hay palabras. Olvide la ilusión y Él está aquí.

    Usted recuerda la ilusión, siempre. Después de conocer, si usted dice «Yo sé, yo sé», eso significa que usted no Le conoce. Él no puede ser conocido por nadie. Sin embargo, Él está muy abierto a todos. ¿Me sigue?

    Pregunta: Sí, pero esto suena como una abstracción vacía.

    Maharaj: Cuando se conoce a usted mismo, ¿qué hay que decir una y otra vez?

    Pregunta: Maya es un instrumento del Sí mismo. Los pensamientos son parte de Maya. Así pues, yo pruebo mi existencia sobre la base de Maya y no de mi ver-dadero Sí mismo.

    Maharaj: La realidad está abierta siempre. A no ser que conozca la ilusión, usted no puede conocer-Le. ¿Qué es la ilusión? Es lo que no es verdadero, es Maya. Maya no es. Cuando usted dice que ella no es y no la toma por verdadera, usted mismo es muy abierto. El que dice que no es verdadera, ése es usted mismo.

    Pregunta: ¿Se conoce a usted mismo por deducción? ¿O es el Sí mismo auto-revelado? Lo que ha dicho antes suena como si dedujera que usted es Él. Yo no lo llamaría auto-revelado, si se muestra sobre la base de la deducción o de la lógica.

    Maharaj: Olvide todo esto, y usted es Él. Así de simple. Todo esto es ilusión, no es verdadero. Usted sólo conoce lo que no es. ¿Qué tiene usted que conocer en lo que no es? No hay nada que conocer en lo que no es. ¿Qué hay que conocer en lo que es nada? Usted sólo conoce lo que es nada. No se plantea ninguna cuestión de deduc-ción. Él es muy abierto.

    Si usted ve la imagen, la imagen es verdadera; si usted ve la pantalla, entonces la imagen no es verdadera. Ésa es la diferencia. No se plantea ninguna cuestión de de-ducir nada. Lo que no es, no es siempre. Usted lo toma por verdadero, y yo no, ¿no es así? Él es muy abierto, no hay necesidad de decirlo. De lo que no es, ¿qué deducir y qué no deducir, dígame? Aquí no hay nadie de Kashmir, de manera que nosotros decimos que aquí no hay nadie de Kashmir. Todos los demás están aquí, de manera que podemos decir que están aquí. Esto sólo significa que los de Kashmir no han venido.

    De la misma manera, también aquí usted dice que esto es verdadero, cuando no es verdadero; así pues, tenemos que enseñarle que no es verdadero. Y cuando compren-de que no es verdadero, ¿cuánto necesita deducir usted? Si usted deduce veinte me-nos cero, ¿qué queda? Sólo queda veinte, pero el veinte no ha existido nunca. La deducción sólo se requiere cuando usted dice que es verdadero; entonces tiene que deducir. Cuando usted dice que la ilusión es verdadera, entonces tiene que deducir la ilusión. Y esa deducción significa cero. La deducción significa que usted lo toma por verdadero, que da valor a eso, ¿o no? Si deduce B de A y el valor de A es diez y el valor de B es siete, entonces usted se queda con 3, pero, sin embargo, es nada.

    Cuando usted da valor a algo, tiene que deducir; pero cuando no se lo da, ¿qué deducir entonces? Así pues, si no da ningún valor a A ni a B, ¿qué deducir entonces? Así pues, en lo que no es no se plantea ninguna deducción. Ése es el punto principal. Él es siempre y Él es por todas partes. Él es aquí también, pero usted no Le conoce. Así pues, el Santo Ramdas ha dicho, «Lo que no ha acontecido nunca, ¿por qué pre-gunta usted por eso?» Comprenda la deducción; es cero, y usted es Él, ¿o no? Cuan-do dice que esto es verdadero, entonces está perdido.

    Él ha preguntado si uno puede devenir una piña. ¿Cómo concibió esto en su men-te?, yo no lo sé. ¿Cómo puede uno ser una piña? Si usted come pescado, ¿deviene usted un pez? Usted no puede ser lo que come.

    Pregunta: El hombre común toma esto como verdadero. Sólo cuando se inves-tiga lo que es real, uno ve que lo que aparece no tiene ninguna sustancia.

    Maharaj: Así pues, ¿puede usted comprender o no? Usted puede ser un hombre de acción, estoy de acuerdo, pero, no obstante, puede comprender. Todo esto no es verdadero. ¿Puede venir a usted esa comprensión o no? Haga todas las acciones, pero diga que yo no he hecho nada. De otro modo, una persona realizada no podría estar en el mundo. Debería morir. Y si muere, ¿quién le enseñará a usted? Las preguntas surgen siempre. Yo sé que todo es nada y saboreo esa nada; una persona realizada puede decir eso.

    Todos ustedes lloran, todos ustedes lloran en la ilusión. La persona realizada ríe en la ilusión. Lo que no es, ¿por qué inquietarme por ello? Si usted dice que es ver-dadero, vienen las deducciones. Usted es siempre Él. No de ningún valor a A ni a B; entonces la deducción no viene. Usted es siempre abierto, comprenda de esta mane-ra; el hombre común puede comprender también.

    Pregunta: Cuando uno encuentra que nada tiene valor, es por la negación. Pe-ro la negación es también un proceso.

    Maharaj: Sí, diga que es nada, negación. Pero cuando es nada, ¿qué tipo de pro-ceso hay? Si esta persona está loca, olvídela. Usted sabe que está loco; así pues, us-ted le olvida, ¿o no? De la misma manera, cuando no es verdadero, olvídelo. Usted quiere encontrar algo. ¿Qué es? ¿Cómo puede encontrar lo que no es? Usted hace cero cada vez más grande. Es sólo ignorancia. El conocimiento quiere expandirse, pero viene de cero. Cuando usted dice que no es verdadero, el conocimiento no pue-de expandirse. Ese ego quiere saber, aplaste a ese ego.

    Mate al vigilante, el ego; entonces usted puede ir adentro, ¿o no? ¿Cuánto tiempo lleva eso? Usted debe matar al vigilante. Entonces usted puede encontrar al Dueño de la casa o matar al Dueño. El ego es el único factor que no le deja conocer la realidad. Así pues, lo que usted ha aprendido hasta ahora, abandónelo. Usted no es un hombre o una mujer, usted es nada. Todos son iguales, todos son Uno. ¿Qué queda que en-contrar ahora? Si todo es oro, ¿qué es malo y qué es bueno? Si la comprensión viene, el ego desaparece y usted está abierto.

    No hay ninguna cortina entre usted y la realidad. Si hubiera una cortina, yo ten-dría que abrirla. No hay ninguna cortina. Cuando las nubes están aquí, usted no pue-de ver el sol. ¡Quite las nubes con la comprensión! Cuando las nubes están aquí, deje que caiga la lluvia; entonces usted puede ver el sol. De la misma manera, deshágase de todo lo que ha acumulado; diga que nada es verdadero. Usted no existe, usted tie-ne que desaparecer junto con el conocimiento; entonces deje que todo se vaya, usted mismo también; y usted es Él. Es un hecho abierto. Si se conoce a usted mismo, en-tonces no hay más que conocer. Entonces no queda nada que comprender o que co-nocer. Abandone la imagen y la pantalla está aquí, ¿o no?

    Cuando usted va al cine y han pasado tres horas, ¿qué dice la pantalla? ¡Váyase! Pero la pantalla permanece, ¿o no? La imagen desaparece, la imagen no tiene ningún valor. Usted ha pagado muchas rupias por una butaca. Ese es el valor de la imagen; y después usted tiene que irse a casa, no puede quedarse sentado allí. Pero ese valor tampoco es verdadero, porque se le pide que se vaya y usted no se lleva nada de allí. La pantalla exhibe todo, y todo eso que usted ha visto desaparece; pero la pantalla dice, «Yo estoy todavía aquí». Usted sólo puede deducir de la ilusión. De la realidad no puede agregarse ni sustraerse nada. Debe venir la comprensión; ése es el punto principal.

    Pregunta: Yo sé que la elección no existe, que es una ilusión. Pero a veces no sé qué hacer y estoy como en una prisión. No sé qué elegir y qué no elegir.

    Maharaj: Usted lo toma por verdadero, de modo que tiene que elegir. Cuando di-ce que no es verdadero, ¿qué elegir entonces? Nada que elegir. Todo es nada, o cero; ¿qué elegir, dígame?

    Pregunta: Yo sé esto, pero no tengo esa fuerza de mente.

    Maharaj: Su mente no acepta, de modo que usted es un esclavo de la mente. Uno tiene que devenir libre, pero usted corre detrás de eso cuando sabe que no es verda-dero. Suponga que usted está en un sueño, un sueño bueno o malo, y que después de despertarse lo recuerda una y otra vez. ¿Cuál es la utilidad de ello? Ninguna. Usted ve todas estas cosas, pero, finalmente, ¿adónde van?

    Cuando usted duerme profundamente, ¿qué queda, dígame? La mente siempre corre detrás de eso, pero es un sueño. La mente siempre quiere saber algo, pero cuando despierta, usted dice que el sueño no es verdadero. De la misma manera, cuando la vigilia viene aquí, todo esto no es verdadero. ¡Eso es la base! A no ser que la base esté aquí, usted será afectado por cualquiera. Cualquier cosa puede atraerle. Inclusive el veneno será atractivo para alguien que quiere dejar este mundo. Usted no quiere vivir, de manera que el veneno puede atraer a alguien que quiere estar fuera de esta pésima ilusión. Cuando quiere destruir el cuerpo, usted lo toma por verdadero, ¿o no?

    No hay necesidad de tomar veneno, sea valiente y acepte que no es verdadero. Usted tiene que estar en la ilusión, pero comprenda que aquí nada es. Debe sentir eso. Cuando usted siente que nada permanece, no hay necesidad de tomar nada; pero usted es atraído por el veneno, por las cosas mundanas. Usted es atraído por muchas, muchas cosas en el mundo. Usted no puede decir lo que no le atrae. ¡Pregunte a su mente lo que no quiere!

    Si usted pregunta a su mente, «¿Qué es lo que no quieres?», ella dirá, «Yo quiero todo». ¿Puede usted tener todo? Imposible, ¿no es así? Todo no es verdadero; es ce-ro, y cuando usted acumula cero, ¿cuál será su situación? Montañas de ceros. Pero cuando comprende la realidad, brilla la luz. Olvide ese cero y la realidad brilla siem-pre. La realidad es muy abierta, ¿por qué inquietarse? Usted se inquieta porque no comprende la realidad, o lo que es positivo. La mente debe ser positiva, y lo que no es, lo que no es positivo, es ilusión. Usted está interesado en lo que no es, y eso es la afición de la mente.

    Olvide la mente y usted deviene Él, un Santo. ¿Cuánto tiempo lleva tener el grado de un Santo? Esto es muy difícil para una persona ordinaria. Usted puede decir que no es verdadero, pero es difícil ponerlo en práctica. El que dice, «Yo no me inquieto por nada», entonces puede ponerlo en práctica; de otro modo, no. Debe venir la com-prensión, nada más. Si viene la comprensión, entonces no queda nada. Cuando usted dice que todo es cero, ¿qué queda? Simplemente no es, ¿no es así?

    Suponga que le gusta algo. Usted dice que es bello. ¿Puede usted comer eso? ¿Le pregunto? Ciertamente es muy bello. Usted no puede comer belleza. Usted dice que es bello con la mente. Si usted come belleza, ¿devendrá lleno? Debe venir la com-prensión, ése es el punto principal. Comprenda que no es verdadero. Usted lo toma por verdadero y entonces habla. Diga con la mente, no es verdadero. Cuando dice que es verdadero, usted está en ello; y cuando dice que no es verdadero, está fuera de ello. Para entrar en esta habitación, tiene que cruzar la puerta, y entonces está dentro. Entonces usted deviene un transgresor. Yo puedo decir que usted es un transgresor; pero si usted pone un pie fuera, entonces no tengo ningún derecho a decirle eso. Yo no puedo decir que usted es un transgresor.

    Con la ignorancia usted dice que es verdadero, con el conocimiento dice que no es verdadero. Eso pone fin al asunto. A menos que comprenda eso, ¿cómo puede usted…? Suponga que hay una botella de veneno, ¿quién la beberá? Si usted la bebe, eso significará su muerte. Así pues, ¿quién la beberá? Nadie la beberá, debido a que usted sabe que es un veneno. De la misma manera, sepa que nada es verdadero. Us-ted guarda dinero en su bolsillo, muchos billetes diferentes, de 100 rupias, de 500 rupias, muchos. Son sólo papel y no dirán nunca «yo soy un billete». ¿O lo dirán?

    Nada dice, «yo soy bello»; es usted quien dice que es bello, ¿qué hacer entonces? Nada es bello y nada es malo. Lo que usted llama malo tampoco es verdadero. Lo malo es bello y lo que usted llama bello es malo. A la mente le gusta, ¿no es así? A la mente le gusta, pero no es verdadero. Lo que a la mente no le gusta es malo. Ponga su mente en la situación adecuada. Si pone su mente es esa situación, usted es siem-pre Él. Entonces no hay nada de qué inquietarse.

  • Crow

    Usted es Él Ahora. Usted es Él siempre, pero quiere ser algo. Y ese algo, usted quiere gozarlo. ¿Cómo puede gozarse a usted mismo? No puede. Cuando usted dice, «Yo soy Él», entonces viene la completud. Para Él no se plantea la cuestión del gozo. Sin embargo, el gozo de usted viene cuando dice que es mío y que yo lo poseo. ¿Qué gozo quiere usted? Él no quiere nada, eso es el gozo real. Él no quiere saber nada. Él dice que todo está bien; no se inquiete.

    Alguien dice, «Es muy bello, muy bello»; pero la realidad o Él dice, «He visto, he visto; sin ver ni conocer, he visto». Cuando usted permanece ahí, eso le hace Él; en caso contrario, no. Usted dice, «Muy bueno, muy bueno», y entonces está perdido en el cielo. No se pierda en el cielo ni en el infierno. Es mala cosa estar perdido en el cielo, es lo peor. Estar perdido en el infierno, está bien a veces. La comprensión es el punto principal. La comprensión debe ser de este tipo.

    Lo que yo sé no es verdadero. Mí mismo es verdadero; debe venir esa compren-sión. Usted es Él, siempre, pero las cosas falsas vienen a la mente. Si usted toma co-ñac o whisky y alcanza la ebriedad, dice, «Yo puedo matarle». Usted puede decirlo sin la fuerza o un revolver para hacerlo. Es lo mismo con el poder de la ignorancia. A usted le gusta todo, y va detrás de ello; entonces llora por ello. No llore por nada. Sea usted mismo y usted es siempre feliz.

    15 de febrero del 2000

    Pregunta: ¿Es necesario cumplir los deseos más profundos para deshacerse de ellos?

    Maharaj: Si usted siente que no es verdadero, entonces no tendrá ningún deseo. Los deseos no permanecen. Si la botella de veneno está ahí, usted no la toca, ¿no es verdad? De la misma manera, desde el nacimiento usted tiene el hábito de tener de-seos. Tiene que olvidar los deseos en el comienzo porque los toma por verdaderos. Si usted siente que el comienzo no es verdadero, entonces…

    En la obscuridad usted ve una cuerda como una serpiente. Tiene miedo y cuando se enciende la luz, entonces ve que la cuerda no es una serpiente. Por lo tanto, si us-ted es despertado por la mente, sentirá en sí mismo, «¿por qué debe venir el deseo?» Uno tiene que poner fin a los deseos en el comienzo mismo; después usted puede decir que si los deseos están ahí, que estén, pero usted no los toma por verdaderos. Pero, en lugar de esto, usted toma sus deseos por verdaderos, lo cual no son.

    Cuando no hay nada, ¿vendrá algún deseo? ¿Desea comer alguien la caca del re-trete? No, debido a que usted piensa que es una cosa mala. Usted expulsa la caca de su cuerpo. Usted no desea nunca eso, pero si hubiera aquí un cerdo le gustaría comer eso, debido a que el cerdo no tiene cerebro. Usted tiene cerebro. Uno debe compren-der que nada es verdadero. Suponga que usted golpea su cabeza contra una piedra; es seguro que se romperá. De la misma manera, los deseos están ahí; uno debe romper-los con la comprensión y olvidarlos.

    ¿Qué hay en los deseos? Sólo su pensamiento. Usted no tiene deseos, pero enton-ces viene el sueño. Si a usted le gusta el sueño y alguien le despierta… es un sueño muy bueno, pero, sin embargo, usted no puede recuperarlo de nuevo. No es posible. Cuando un hombre muere, ¿qué le queda? ¿Puede ver todo el mundo? No es posible, él olvida todo. Usted muere a diario, pero no lo sabe porque se despierta de nuevo. Cuando viene la mente, usted olvida todo; es lo mismo cuando usted se duerme pro-fundamente; entonces usted olvida todo, su cuerpo, su casa, su mente, todo desapare-ce al dormir.

    Así pues, olvide de esta manera; usted tiene que practicar eso en el comienzo. Si quiere comprender la realidad, debe olvidar estos deseos corporales. En nuestra len-gua se dice así, «Saam, Damm, Dand y Bhed». (Esto lo usaban originalmente los reyes indios al dispensar justicia usando su propia prudencia. Por ejemplo, en Bhed, si cuatro personas de diferentes castas cometían un crimen, a cada uno se le imponían castigos diferentes basados en su diferente estrato social).

    Saam significa la manera simple, la manera humilde.
    Daam significa por la fuerza; forzarlo.
    Dand significa prisión (o castigo). Diga a su mente: ¡No pienses en ello! Pero no obstante, usted piensa en ello, y así tiene que castigar a la mente y entonces tiene que decir que usted es desgraciado.
    Bhed significa diferencia o discriminación. Usted no sabe lo que es la realidad. Usted no quiere conocer la realidad. Eso significa que si usted hace la cuenta y ha cometido algún error, tiene que pagar algo al gobierno. Significa que si usted no sabe la diferencia entre lo que es y lo que no es, entonces tiene que pagar las consecuen-cias.

    Así pues, usted puede detener su mente de estas cuatro maneras. Usted mima a su mente, ¿qué hacer entonces? Mimar significa arrullar a la mente, como se arrulla al niño para que se duerma. No arrulle a su mente. Usted tiene que olvidar, y cuando sea suficientemente fuerte, atacarla. Es bueno que haga su deber, no hay ningún mal en ello.

    En al comienzo, usted tiene que castigar a la mente. Si usted no castiga al mucha-cho joven, lo hará de nuevo. Tiene que decirle, «No lo hagas». Usted tiene que decir-le que él es mejor que eso, que su comportamiento. La mente tiene que ser castigada. Los deseos están aquí debido al hábito de muchas vidas y de muchos años. Estos deseos vienen a la mente una y otra vez.

    La persona realizada puede aplastar a la mente. La persona realizada puede decir-le a la mente, «Yo no quiero lo que tú quieres». La persona realizada tiene ese poder. Si el muchacho va a la botella de veneno, usted se lo impide, ¿o no? El muchacho no sabe y no le gusta que le digan nada, de modo que vuelve una y otra vez. Trate de conocer sus pensamientos y cuáles son sus deseos. Una vez que usted comprende, la cuestión de los deseos ya no se plantea más. Los deseos corporales están ahí, pero uno tiene que olvidarlos.

    ¿Qué obtiene usted cuando desea? No obtiene nada; se pierde a usted mismo, y sin embargo es feliz con eso. Todo el mundo pierde, ¿cuál es la utilidad de eso? Trate de conservar su poder y ese poder puede llevarle a la realidad. A menos que usted comprenda, la realidad no es de ninguna utilidad. En el comienzo usted tiene que hacer algo. Debe castigar a su mente. Debe decir, «No lo hagas». Castigue a sus de-seos. Trate de olvidar, ¿por qué no? Si usted quiere olvidar, puede olvidar; pero no quiere olvidar porque piensa que usted es el cuerpo y la mente. Todas estas cosas deben ser eliminadas de la mente. La mente debe ser desechada. Nada es verdadero.

    Cuando viaja en tren y mira por la ventana, ve muchos paisajes. Usted tiene que dejar los paisajes atrás, ¿o no? Se ven muchos paisajes, sean cuales sean, buenos y malos; pero usted tiene que acabar su viaje. De la misma manera, deje sus pensa-mientos. Una vez que deja sus pensamientos, obtiene la felicidad, ¿o no? Cuando usted duerme profundamente, obtiene la felicidad, ¿o no? Usted pasa la noche bai-lando y bebiendo y entonces se cansa de todo eso, pero cuando duerme profunda-mente, ¿no está usted fresco al día siguiente? Usted va a la realidad entonces, pero no lo sabe. El remedio es ir a la realidad y entonces usted está satisfecho o fresco. ¿De dónde viene la frescura? Usted va a cero cuando duerme profundamente, pero, sin embargo, viene esa frescura. ¿Cómo deviene usted fresco por la mañana? Usted ha olvidado todo, incluido usted mismo. Trate de comprender; a menos que comprenda o trate de comprender, los pensamientos vendrán una y otra vez, porque tienen ese hábito.

    Así pues, los deseos deben ser desechados en el comienzo. Todo esto son asuntos corporales. Después de comprender, usted siente que todo está bien, pero comprende que nada es verdadero. Después de comprender, usted no se inquieta por nada, pero primero tiene que olvidar los deseos. ¿De qué es el deseo? De lo que no es verdade-ro. ¿Está alguien satisfecho? Si se satisface un deseo, viene otro. Si un día usted toma una buena comida, al día siguiente su cuerpo pide otra. La mente la quiere, porque la que tomó ayer ya ha desaparecido, no ha permanecido. Uno tiene que controlar la mente. Usted tiene el control del coche, ¿o no? Cuando está conduciendo el coche usted sabe cuando parar. Al instante pone su píe en el freno y el coche se para; en caso contrario, puede acontecer un accidente. La vida es un accidente, délo por he-cho. No haga nada temerariamente. La mente es muy temeraria. Los accidentes pue-den acontecer, especialmente si la carretera no es buena; así pues, vaya lentamente. Todo el mundo quiere que todo sea rápido, tan rápido como sea posible. Todo el mundo quiere el nacimiento tan rápido como sea posible, pero uno tiene que esperar. Trate de comprender la realidad.

    La realidad no tiene nada que ver con toda esta insensatez, debido a que todo esto es cero. Si el cuerpo muere, que muera. Usted quiere conservar el cuerpo y gozar de él. ¡Es imposible! Si usted va al médico por problemas respiratorios y él dice que no coma esto y aquello, y si usted decide no seguir su consejo y come helado, puede morir de neumonía. Los deseos están siempre ahí. Usted tiene que mantenerlos suje-tos. Si quiere la realidad, entonces comprenda la realidad. Olvide este cero. Todo esto comienza desde cero y acaba en cero. Cuando el cuerpo muere, ¿adónde va? Deviene la partícula más pequeña y desaparece. Nosotros, los indios, lo cremamos; y ustedes ponen los cuerpos en ataúdes y piensan que Cristo vendrá; pero Cristo no ha venido en los últimos dos mil años. Todos estos cuerpos muertos han devenido ceni-zas, han devenido polvo. Todo esto son creencias falsas que vienen de su mente, de-bido a que usted no sabe el significado interior de lo que hay escrito en la biblia. Despiértese usted mismo, usted es Cristo. Usted da la luz a Cristo; de otro modo Cristo no puede ser visto; así pues, usted es el padre de Cristo, ¿o no?

    Uno debe comprender que la muerte es el castigo para todos los seres humanos. El sabio va más allá de la muerte, de manera que para él no hay ninguna muerte. Si el cuerpo muere, el sabio no se inquieta. ¿Por qué debe usted inquietarse por este cuer-po?; muchos cuerpos son suyos, ¿o no? Diga, «Yo gozo en todos». ¿Por qué debe gozarse este cuerpo para un placer personal? Eso es ego. Así pues, usted quiere con-servar el cuerpo, un cuerpo que no es, un cuerpo que puede pudrirse alguna vez. Si usted guarda frutas mucho tiempo, se pudrirán. No guarde lo que perece, diga que el cuerpo es una cosa inútil. A no ser que tenga la comprensión de que todo es inútil, usted no puede ser un rey. Si usted juega a las canicas, ¿cómo puede ser el rey? Si usted quiere devenir el rey, olvide las canicas.

    De la misma manera, olvide los deseos profundos. Ellos han estado ahí durante muchos años, estoy de acuerdo. ¿Ha obtenido usted alguna satisfacción? La serpiente goza durante una hora y media. ¿Cuánto tiempo puede gozar usted, dígame? Cuatro, cinco, seis minutos como máximo. ¿Cuánto comen los elefantes? Cuarenta kilos por día. ¿Puede usted comer tanto? Usted quiere comer, pero no puede digerir.

    Así pues, cuando viene la vejez, las gentes quieren comer más, pero no pueden digerir. La vejez es la segunda infancia. El niño tampoco sabe, y cuando come dema-siado le duele el estómago. De la misma manera, la vejez es también una segunda infancia; uno no puede caminar, no puede ir rápido cuando sube escalones. El cuerpo se deteriora. Así pues, ¿por qué mimar a este cuerpo? Esto es un cuerpo muerto ya, sólo habla porque la conexión está aquí. Así pues, usted corre detrás de lo que no es verdadero y no dura.

    El ciervo corre detrás del espejismo del agua. Si usted dice, «No corras, ahí no hay agua», él dirá, «Usted es una persona necia, yo veo agua». Él ve agua, él corre, pero no llega nunca al agua. De la misma manera, las gentes no obtienen satisfacción nunca. ¿Alguna vez está usted satisfecho con algo? En el periódico se escribió que una mujer inglesa había gastado miles y miles de libras en su vestido de novia. ¿Es-taba satisfecha? Si encuentra que alguien tiene un vestido mejor que el suyo, no será feliz. La mente quiere cada vez más y cada vez mejor, siempre.

    Trate de comprender su mente. Si usted comprende su mente, ella le lleva a la realidad y entonces usted está satisfecho. El que está realizado dice, «Yo no quiero nada», pero las gentes siguen dando, ¿qué hacer entonces? No se puede remediar. Si usted mendiga, no puede recibir. El que no mendiga, recibe mucho. El mundo es así. Así pues, uno no debe correr detrás de muchas, muchas cosas. Trate de comprender; entonces sus deseos profundos desaparecen, ¿o no? Cuando usted comprende que todo esto es nada, entonces viene a la mente la renunciación. Los deseos no perma-necen en la mente; y, finalmente, usted comprende entonces, ¿a qué hay que renun-ciar cuando todo es nada? Cuando sabe que todo es cero, usted deviene el Señor del universo, ¿por qué no? Comprenda su mente. La mente es el mayor hacedor y tam-bién el mayor malhechor. Cuando la mente dice, «Yo no quiero», usted deviene su Señor, y entonces los deseos profundos no permanecen. Olvide todo, porque ello no es. Usted lo toma por verdadero, como el ciervo que corre detrás del espejismo del agua, y entonces siente que usted ha sido muy desgraciado, muy infeliz.

    De la misma manera, usted no sabe lo que es la felicidad o la satisfacción. Cuan-do usted duerme profundamente, la felicidad está ahí, ¿o no? Usted está en cero y ha olvidado todo. Si no logra dormir durante tres días, tiene que ir al médico por el in-somnio. Dormir deviene una enfermedad si usted no se duerme. Trate de olvidarse. ¡Usted no existe! Y cuando usted no existe, ¿qué le queda? A uno que está muerto, ¿qué le queda? Puede tener millones de dólares, pero ¿puede enviar un cheque a al-guien? ¡Imposible! Mientras la conexión está aquí, muy bien; pero entonces viene el ego, «Yo he hecho esto, yo he hecho eso». Pero el cuerpo humano tiene un lapso de tiempo limitado, de modo que usted debe comprender la realidad tan pronto como sea posible.

    ¿Por qué se inquieta por estos deseos profundos? Cuando usted se inquieta, ellos permanecen siempre. Suponga que alguien toma veneno y muere. Ha cometido un suicidio porque tiene muchas deudas. Así pues, tiene que hacerlo todo otra vez en el siguiente nacimiento. ¿Cuál es la utilidad de morir de esa manera? No muera, tenga el coraje de oponerse a todas las cosas en el mundo. Sea valiente para aceptar lo que acontece, y permanezca como una roca. Si acontece, que acontezca; la roca no se inquieta. La comprensión enseña todo, y el Maestro da esa comprensión. Pero tam-poco hay necesidad de dar la comprensión. Usted mismo es Él, pero se ha olvidado de usted mismo, la realidad.

    Usted se da nombres a usted mismo y dice, «Yo soy el Sr. Fulano o la Sra. Fula-na». Los nombres no tienen ningún valor. Cuando uno muere, ¿qué se escribe? El Sr. Fulano ha muerto, eso pone fin al asunto. El nombre desaparece y la forma del cuer-po desaparece. ¡Usted no muere nunca! Así pues, ¿por qué debe uno inquietarse por la muerte? La muerte es para el cuerpo.

    Trate de comprender su mente. Los deseos profundos deben ser apartados. Ellos vienen; mientras está aquí el cuerpo, ciertamente vienen. ¡Opóngase a ellos! Los mosquitos vienen, de manera que usted tiene que ponerse algo encima para detener-los. De igual modo, los deseos son todos mosquitos. Trate de apartar todos los deseos profundos. Si usted logra la comprensión, entonces logra la felicidad real. El mundo no es verdadero; así pues, tenga anhelo por la realidad. Esa realidad no es falsa. Ten-ga anhelo por la realidad y devenga sin deseos. Diga que todo esto no es verdadero. Cuando dice que usted puede dejar el mundo en una fracción de segundo, entonces tiene ese poder; pero usted está muy encariñado con este mísero mundo. Y este míse-ro mundo no permanece cuando el cuerpo muere; así pues, ¿por qué inquietarse por este cuerpo?

    El ciervo corre dando vueltas y vueltas buscando el almizcle (un ciervo que tiene almizcle en su ombligo y que corre sobre sí mismo preguntándose de dónde viene este olor), pero no sabe que el almizcle está oculto en su ombligo. Vaya a ese punto, vaya a ese ombligo y usted puede reposar. De la misma manera, el poder está con usted, usted es la realidad, esa realidad está en usted. Trate de comprender esa reali-dad y eche fuera de ella todo, toda esta insensatez que es nada. Se trata sólo de un placer pasajero; así pues, olvide todos estos pensamientos inútiles. ¿Alguna otra pre-gunta?

    Pregunta: Si yo quiero ser libre ahora y eso no es experimentado por mí, ¿sig-nifica eso que realmente no quiero ser libre y que mi deseo de ser libre no es sufi-cientemente fuerte?

    Maharaj: Significa que sus deseos le atropellan, de la misma manera que un co-che cuando usted se pone en su camino. Son sus deseos, y son tan fuertes que se ol-vida de usted mismo. Si usted está aquí, entonces los deseos están aquí; en caso con-trario, ¿de dónde pueden venir los deseos? Cuando usted toma nacimiento, entonces vienen los deseos. Si usted no toma nacimiento, ¿entonces qué? Cuando usted dice que es sin nacimiento y sin muerte, ¿qué deseos le quedan? Pero si conserva los de-seos en su mente, entonces el coche le atropella y usted muere, ¿qué hacer entonces?

    Pregunta: ¿Si no puedo alcanzar la realidad es porque mi deseo por la realidad no es bastante fuerte?

    Maharaj: ¡Sí! Nuevamente, usted toma como verdadero todo esto, ¿qué hacer en-tonces? ¿Por qué no puede alcanzarla? Usted es Él, de modo que si no puede alcan-zarse a usted mismo, ¿de quién es la culpa? No se conoce a usted mismo. Usted está corriendo detrás de todas estas pequeñas, pequeñísimas cosas. Un niño corre detrás de las canicas para jugar. En esa edad, no está interesado en hacer dinero, sólo des-pués quiere algo más. El niño crece, y usted puede hacer lo mismo. Usted puede cre-cer y crecer, ¿por qué no? Usted es Él; así pues, olvide sus deseos.

    ¿Cuánto van a durar sus deseos? Los deseos vienen y se van. Usted quiere comer, ¿pero puede comer durante todo el día? ¡Imposible! La comprensión debe venir, pero usted no quiere comprender, ¿Por qué? Debido a los deseos de su mente, la mente le detiene. Disuelva la mente. ¿Qué hacía mi Maestro? Él dijo, «¡No importa si muero. Alcanzaré mi meta!» Alcanzó su meta y al mismo tiempo contrajo una diabetes agu-da, y en aquella época no había disponible ninguna medicina. A él no le importaba lo que acontecía. A la edad de 48 años dejó su cuerpo. Dio la comprensión y desechó el cuerpo.

    Cuando usted quiere lograr algo, tiene que ser muy persistente. Tiene que hacer su tarea muy intensamente. Debido a sus deseos usted no puede dominar sus pensa-mientos y se olvida de usted mismo. Usted es la realidad ahora, así se lo digo; todo el mundo es la realidad.

    Las gentes no saben, de manera que los Santos tienen que decirlo una y otra vez. Sea la realidad, sea la realidad, comprenda que usted es la realidad. Pero usted dice «No», usted dice «Yo quiero ser una pequeña criatura», y entonces nadie puede ayu-darle. Los deseos, los pensamientos, la mente, todos vienen sobre usted, y usted es imposibilitado por esos deseos debidos al cuerpo. El cuerpo es el mayor hacedor. Trae todos los deseos, todos los pensamientos. Si no hay cuerpo, no hay mente. Si usted olvida la mente, ¿qué queda? Trate de olvidar su mente. Los pensamientos vendrán con seguridad. Olvide los pensamientos, diga «Yo no te quiero». Usted tiene el hábito de entretener a su mente. La mente es un mendigo y mendigar es una po-breza. En 1928 había un muchacho ciego que pedía siempre en la misma esquina. Cuando murió le encontraron un millón de rupias, pero él estuvo mendigando hasta el último momento. Él no pudo disfrutarlo y el gobierno se quedó con el dinero. Cuando el hábito deviene su señor, usted no puede hacer nada. Usted no puede do-minar esos hábitos.

    Si dice, «Yo soy el cuerpo», ¿cómo puede usted ser la realidad? Olvide el cuerpo. Diga, «No me importa este cuerpo. Yo quiero aceptar la realidad». ¿Por qué no? Us-ted es Él ahora, ése es el punto principal. Cuando viene la comprensión todo se va a cero. No hay ninguna América, ninguna India, ninguna Francia, todo es sólo tierra, nada más. En Sedona (Arizona), fuimos un día al Gran Cañón. Es un valle. (Maharaj señala fuera de su ventana que está en el tercer piso). Esto también es un valle. ¡Si usted se pone en la ventana, esto también es un valle! La comprensión debe venir, y entonces todo esto se va a cero. Nada es verdadero. ¿Cuánto tiempo lleva?

    Un ciclón grande viene del espacio, provoca un gran desastre, y nuevamente vuelve al espacio. Cero tiene mucho poder y exhibe todo. Usted no quiere ser cero, quiere ser rico. Ser rico no tiene ningún valor, sólo la realidad es rica. La realidad está siempre aquí, lo mismo que la pantalla. Las imágenes vienen y se van, pero la pantalla no se inquieta. Todo acontece en la pantalla, pero la pantalla permanece tan blanca como siempre. A la pantalla no la toca nada, pero usted tiene el hábito de to-car. Usted toca al mundo y viene la confusión. Adán dijo a Eva que no tocara, pero ella tocó y todos ustedes tienen el hábito de tocar, ¿qué hacer entonces? Usted mismo es Adán y Eva. Usted quiere ver, usted quiere conocer el sabor del veneno; y enton-ces muere. El mundo es un veneno, de modo que si lo toca, usted tiene que morir; ése es el resultado. De la misma manera, usted quiere lo que no es; así pues, ¿cómo pue-de obtener felicidad de eso? Todo comienza desde cero y acaba en cero. Cero es es-pacio, y cuando usted comprende que todo esto no es nada sino espacio, entonces usted está más allá de él. Cuando viene la comprensión, entonces nada es bueno y nada es malo. Haga del mundo un cero con la comprensión. ¿Alguna otra pregunta?

    Pregunta: ¿Qué entiende usted cuando dice que uno tiene la elección de abrir la puerta?

    Maharaj: ¡Abra la puerta¡ Si usted no abre la puerta, ¿cómo puede entrar en la ca-sa? Nadie llama a la puerta. En Alemania, alguien dijo, «¡Yo vi la puerta, pero no llamé!» ¿De quién es la culpa si usted no llama? Si usted llama a la puerta, alguien debe responder, ¿no es así? Usted mismo es Él. Entonces usted deviene el propietario de la casa. Pero usted no quiere llamar a la puerta debido a «Yo perderé todo».

    Pero la realidad está ahí y cuando usted está dentro, entonces ya no queda nada que encontrar. Si usted no llama, ¿cómo puede salir Paul (un discípulo)? Si yo quiero encontrarme con Paul, tengo que llamar. No hay nada que ver tampoco. Llamar a la puerta significa que usted comprende que todo es cero. Diga que todo es cero y en-tonces usted está dentro. Cuando dice que nada es verdadero, usted es siempre Él. Cuando todo se va, usted permanece, ¿o no? Cuando el huésped se va, usted perma-nece. Todo se ha ido, pero todo es mí mismo.

    Trate de comprender. Nadie va a ninguna parte y nadie viene de ninguna parte. Tenga el coraje de aceptar que usted es Él. Pero usted no quiere ser Él, porque su miedo de todo desaparecerá. «¿Qué dirán las gentes?» (Maharaj mira al retrato de su Maestro). Mi Maestro le lleva a ese lugar donde la comprensión no permanece y donde el conocimiento y la ignorancia no permanecen. Deje que todo sea tal cual, no hay necesidad de cambiar nada, pero diga que no es verdadero. Olvide el sentido del mundo, que es insensatez; entonces usted tiene el sentido real y la realidad se abre para usted.

    4 de junio del 2000

    Pregunta: Tengo la sensación de que no hay ningún progreso y de que el ego es una ilusión, de que no existe. Y con la fe en el Maestro los conceptos se desva-necen. Así pues, Maharaj, que es como nosotros en el cuerpo y que tiene la per-cepción del mundo, ¿cómo ve Maharaj el mundo?

    Maharaj: Maharaj dice que el mundo es cero, que no existe. Es sólo como un sueño. Usted ve el sueño, pero nada existe ahí. Usted mismo se dice eso al despertar. Era sólo un sueño. Una persona ignorante siempre ve el mundo como verdadero. La persona realizada dice que el mundo no es verdadero. Ésa es la diferencia. Es como la obscuridad y la luz. Cuando viene la luz, la obscuridad desaparece; y cuando está aquí la obscuridad, usted no puede ver la luz. De la misma manera, uno debe com-prender que lo que ve es su mente, es decir, su ego. Cuando lo toma como verdadero, usted ve todo como verdadero. El que comprende que no es verdadero, que es cero, no se inquieta por nada. Ésa es la diferencia. Ahora depende de la persona.

    Hay una mujer. Uno dice que es mi esposa, otro dice que es mi hermana, o mi madre. Ella es sólo una; así pues, depende de su pensamiento o mente. En la mente de cada uno ella es completamente diferente, pero, sin embargo, es sólo una. Trate de comprender su mente. Así pues, la pregunta era ¿cómo ve el mundo la persona reali-zada? Él no ve el mundo, ¿qué hacer entonces? En la obscuridad usted ve algo, pero cuando viene la luz, ahí no había nada. La obscuridad quiere decir que… ahí no ha-bía nada, pero, sin embargo, usted lo siente. Se debe a la mente. Ahora depende de la persona, nada más.

    Si es una persona realizada, dirá que es nada. Si no es una persona realizada, dirá que usted es una persona necia. «Nosotros vemos todo, nosotros hacemos todo; y, sin embargo, usted dice que no hay nada». Una persona ignorante no estará de acuerdo con usted. Es completamente lo contrario de su manera de pensar. Es como una mo-neda. Si la mira por un lado, usted ve la cara; y si la mira por el otro, por el opuesto, ve la cruz. La moneda existe, pero aquí no existe nada; no obstante, usted dice que hay algo. Una persona realizada tiene hambre como todos los demás, pero dice que es el cuerpo el que tiene hambre, no mí mismo. Los pensamientos buenos y malos vienen a la mente y no a mí. Usted admite su contacto y dice, «¡Oh, me han venido pensamientos malos y ahora debo ir y orar a Dios y pedirle perdón!»

    Así pues, el viernes hay confesión y usted hace todo y entonces se confiesa al sa-cerdote; el sacerdote dice, «Vaya en paz, no lo haga más». Sin embargo, usted sigue haciendo la misma cosa, ¿qué hacer entonces? ¿Qué derecho tiene a decirle que usted es libre? Porque sabe que usted no ha hecho nada. Sólo lo han hecho la mente y el cuerpo, pero no ha acontecido nada. Usted lo toma como verdadero por el cuerpo y la mente, pero no es verdadero.

    En un sueño usted puede ver una imagen mala o buena, ¿pero acaso permanece? Cuando se despierta ella desaparece automáticamente. Usted ve toda la imagen en la pantalla y cuando la imagen desaparece, ¿dónde está la imagen? ¿Acaso sigue ahí en la pantalla? Aquí el conocimiento es la pantalla y el conocimiento ve todo. Pero una persona realizada es más allá del conocimiento. Una persona realizada dice que el conocimiento no es verdadero. Así pues, cuando usted ve un sueño, tan pronto como se despierta dice que era un sueño y que no era verdadero. De la misma manera aquí también, cuando usted es despertado por el Maestro, entonces dice que nada es ver-dadero; así pues, ¿por qué inquietarse? Usted no querrá inquietarse por nada. El Maestro no ve, no se inquieta, no siente que se haya hecho nada. Ésa es su compren-sión.

    Suponga que el Maestro mata a alguien, lo peor de lo peor. Él sabe que será lle-vado a la horca. Y cuando está a punto de ser ahorcado, le preguntan por su último deseo. ¿Sabe usted lo que dirá? Dirá, «Ahórquenme tan pronto como sea posible». Sin embargo, las gentes dirán, «Yo tengo este deseo, y este deseo, y este deseo». El Maestro no se inquieta por lo que ha acontecido. Dice, «Yo quise matarle, de modo que le maté». Todo ha terminado. La acción deviene instantáneamente no acción. Usted siente en la mente que ha hecho bien o mal. Y en nuestra mitología a eso se le llama karma, y karma significa acción. Cuando una acción se acaba en la mente, a eso se le llama akarma. Y cuando usted conserva en la mente las acciones buenas y malas, a eso se le llama vikarma. Vikarma significa que usted siente que ha hecho algo, pero uno debe comprender que «Yo no he hecho nada».

    Hay creencias, nada más. En la India hay la creencia de que si uno comete suici-dio, entonces tendrá siete nacimientos y siete suicidios más. ¿Quién los contará? ¿Por qué dicen eso? ¿Por qué inquietarse? ¿Qué pasa! ¿Por qué temer al mundo? Así pues, la idea es que usted no debe cometer suicidio, pero nadie va a contar. ¿Cómo puede usted recordar su último nacimiento? ¿Y qué «yo» cometió suicidio? ¿Recuerda us-ted? La muerte pone fin a todo. La muerte significa que usted olvida todo, el cono-cimiento, la ignorancia y el ego. Todo desaparece.

    Suponga que usted es un rey y que muere; entonces no queda ningún rey, no que-da nada, usted va a cero. Cuando deja este cuerpo, usted piensa que debe tener otro cuerpo, que puede tomar otro nacimiento. A eso se le llama reencarnación. Así pues, uno debe tomar el nacimiento, así se lo digo. Suponga que usted deja su casa y se muda a otra casa. Usted ama mucho a esa casa vieja y le dice, «Lo siento, te estoy abandonando». La casa no se inquieta; ya sea que usted la deje o se quede, la casa no se inquieta. La casa no se inquieta, pero, acordemente a su mente, usted siente «Es mi casa. Ésta era la casa de mi padre y yo he vivido en ella cincuenta años». Pero la casa no siente nada. ¿O siente algo la casa?

  • Crow

    Así pues, la cuestión era esa. El Maestro no hace nada. Usted siente algo, pero el Maestro no siente que haya hecho nada. Así pues, él está fuera de la acción. La men-te discrimina las cosas buenas y malas. Malo y bueno son falsos porque usted no hace nada. La imagen muestra que la pantalla está cantando; pero cuando la imagen desaparece, la pantalla no canta, debido a que todo desaparece instantáneamente. De la misma manera, cuando uno comprende que nada es verdadero, desecha todo lo que hay aquí. ¿Qué va a quedar entonces, si todo es nada, si todo es siempre nada?

    Usted mismo crea la esclavitud. La esclavitud y la liberación son sólo sus pensa-mientos, y usted piensa que el Maestro puede liberarle; pero el Maestro dice que us-ted no está nunca en la esclavitud. ¿Y quién soy yo para liberarle? El Maestro le da la comprensión de que usted no está nunca en la esclavitud, pero usted siente que está en la esclavitud; así pues, ¿qué hacer entonces?

    Un buen ejemplo es cómo atrapar a un loro. Usted hace un triángulo con una cuerda y un pequeño tubo hueco y lo cuelga de un árbol. Tan pronto como el loro se posa en el tubo, sufre un vuelvo cabeza abajo y siente que se va a caer; así pues, se agarra fuertemente al tubo cabeza abajo. Olvida el hecho de que tiene alas. Así pues, el cazador de loros viene por la mañana, coge el triángulo y mete al loro en la jaula. Usted también hace la misma cosa debido a la ignorancia. Cuando el loro está en la jaula, se siente bien posado y entonces quiere volar lejos de allí. Lo intenta y lo in-tenta, pero no puede encontrar una salida.

    Usted ha tomado el nacimiento y eso es la esclavitud. Usted mismo lo ha tomado por ignorancia, y ahora da vueltas y vueltas tratando de encontrar una salida, nada más. ¿Qué acontece en una jaula? Uno va de un lado a otro. Así pues, encuentre el modo de salir. El mundo es un laberinto, nada más. Una vez que entra, no puede sa-lir. No entre en la ignorancia; ésa es la mejor salida. Olvide todo. Debido a la igno-rancia, usted dice que todo es verdadero. Diga que nada es verdadero; ése es el man-tra real dado por el Maestro. Usted siente que está en la esclavitud y el Maestro dice que… El Maestro da el mantra y eso significa que usted no está en la esclavitud; ése es el mantra.

    Cuando va a la escuela, usted pone su nombre en el registro de admisión; enton-ces está obligado a ir. Entonces usted tiene que ir. De la misma manera, aquí también tiene que ir al Maestro y preguntarle cómo vivir en este mundo. Es realmente un mis-terio. ¿Cómo estoy yo en el mundo? Ahora usted dice que ha tomado el nacimiento, y eso es un misterio. Así pues, el mundo mismo es un misterio y usted no puede salir de él. Una vez que usted entra en él, es como un laberinto, y cuando usted encuentra la puerta, no es la puerta verdadera y no puede salir de él. Así pues, el Maestro o guía, le da la comprensión, y a eso se le llama el mantra. Entre por esta senda y vaya por esta senda.

    El mantra significa nada. El Maestro da la comprensión. Venga por esta puerta y salga de ahí. Para la persona ignorante es un laberinto, no puede salir. A menos que salga, usted no puede ser feliz. Usted es justamente como un loro en un jaula. El loro trata de encontrar la salida con su pico, pica aquí y allá. Con su pico quiere saber adónde ir. Pero no puede. Usted hace lo mismo también. Usted no tiene pico, pero, sin embargo, quiere saber cómo puede salir, cómo puede realizarse, cómo puede ir a Dios. «Yo estoy en la esclavitud», dice usted, y va de acá para allá con su pico. El pico significa el pensamiento.

    Así pues, trate de comprender, nada más. El Maestro dice que usted no ha hecho nada. Usted dice, «No, yo he hecho». Eso es su ego. En su sueño usted mata a al-guien; pero cuando se despierta, ¿dice usted todavía que ha matado? «No, ¿cómo puedo haber matado?, yo no tenía ningún revolver». Despertar es lo único que impor-ta; así pues, el Maestro le despierta. El Maestro le despierta diciendo que usted no es esto. Usted no es el cuerpo, usted no es la mente, usted es algo diferente de eso. ¿Por qué se inquieta usted por lo que han hecho el cuerpo y la mente?

    El mundo es siempre lo mismo. Es como una balanza. Si usted siente que ha he-cho algo, tiene que pagar por ello. Si pone grano en este lado, tiene que poner un peso en el otro; de otro modo, usted no puede decir el precio. De la misma manera, aquí usted también siente que ha hecho algo. El Maestro dice que usted no ha hecho nada.

    Usted no ha tomado el nacimiento tampoco; así pues, ¿por qué debe inquietarse? Usted siente, experimenta, «Yo soy fulano y tengo mucho sufrimiento»; pero usted no ha tomado nacimiento. El cuerpo ha tomado nacimiento; así pues, sea fuera del cuerpo. Comprenda de esta manera y usted está fuera del peligro del enemigo.

    El Maestro da la señal de advertencia; es como una señal para que vea los cables eléctricos. Si usted lo toca, morirá. El Maestro da la advertencia, «¡no lo toque!»; usted lo toca y siente mucho sufrimiento. Usted admite el contacto del cuerpo y dice «Yo soy esto». Eso es el contacto. A usted han venido y se han ido muchos cuerpos. ¿Por qué se inquieta por este cuerpo? Un actor trabaja en películas y pide un papel diferente. Quiere ser un Santo y quiere saber cómo representar ese papel. Quiere sa-ber, de manera que deviene una persona santa ahí. Él no es ningún Santo, sin duda. Representa el papel de Santo y dice a las gentes que no hagan esto ni eso. Representa su papel, nada más. Como usted ha tomado un papel, representa todo según su papel. Comprenda que es un papel. Usted acepta el cuerpo y dice, «Yo soy esto», y ésa es la mayor ignorancia.

    Olvide el cuerpo. A usted han venido y se han ido muchos cuerpos. Usted acepta el contacto del cuerpo y dice «Yo soy el cuerpo»; usted mismo se esclaviza cuando dice «Yo soy el cuerpo». Usted no es el cuerpo, usted es el poder en el cuerpo, y es siempre libre. Trate de comprender a la persona realizada, trate de comprender lo que dice. El Maestro dice que no ha hecho nada en su vida.

    Suponga que alguien mata en la película, ¿quién será sentenciado a muerte, dí-game? ¿Qué persona? Usted ve todo, ¿pero quién será sentenciado? Ahí no hay na-die, es sólo una película después de todo. De la misma manera aquí; si va mal algo, es el cuerpo el que lo padece, pero usted no lo padece. Sin embargo, usted se toma por un cuerpo y está sometido a eso. Así pues, ahora usted se siente perdido.

    Él no va a matar a nadie; el Maestro sabe de sí mismo que él es por todas partes. Así pues, ¿a quién matar? Alguien dice, «¿Cómo puede usted decir esto?» Muchas, muchas preguntas vienen a la mente. ¿Puede matar él? ¿Por qué no? Él tiene el dere-cho de matar a cualquiera. También puede no matar. El Maestro le mata a usted. El Maestro le quita su ego. Él hace que comprenda que usted no es el cuerpo. Eso es matarle, ¿o no, dígame? Él mata a todos, pero, sin embargo, no es un matador, debi-do a que, en realidad, no mata a nadie. Sólo ha quitado lo que no es verdadero, nada más. El médico le opera con un buen bisturí. ¿Se le llama matador por eso? ¡No! Usted se deja voluntariamente. Usted dice, «Hágamelo todo bien».

    Así pues, el Maestro ve el mundo como nada. Usted, una persona ignorante, ve el mundo como algo verdadero. Ésta es una enorme diferencia. Él hace todo como us-ted, pero comprende que todo es cero y que usted no comprende. Uno lo toma como verdadero y se siente en esclavitud, pero usted no ha hecho nada. ¿Qué hace usted en un sueño? Cuando se despierta, ¿se dice a usted mismo que ha hecho algo? Usted no ha hecho nada. Cuando está dormido, sus ojos están cerrados el 99,9% del tiempo, pero usted ve todo el sueño. ¿Con qué ojos lo ve, dígame? A veces, usted puede tener un sueño donde su padre o su abuelo muertos vienen al sueño y quieren pescado o cordero. ¿Dónde pone esto, dígame? No hay ninguna entidad en absoluto. Si eso está en alguna dirección, ¿adónde puede usted enviarlo?

    Así pues, cuando usted comprende, todo es nada y todo es cero. Entonces, ¿usted está fuera de qué? En la mente no queda ninguna duda. Usted deviene sin dudas. Una persona ignorante duda de todos. Si usted se encuentra con alguien en un avión o en un tren, y se sienta con usted, usted duda de si esta persona puede hacerle algo, como quitarle su dinero, o Dios sabe qué. La duda siempre está ahí.

    De la misma manera aquí también; si usted dice que todo esto es verdadero, las dudas siempre permanecen en la mente. ¿Es verdadero o no? Las dudas siempre permanecen en la mente debido a que el mundo es incompleto, no es completo nun-ca. La ilusión no es completa nunca, la realidad es completa siempre. Así pues, usted mismo deviene completo y nunca siente nada. El que comprende, comprende que todo es mí mismo. Puede ser un chico loco, ¿no es así? Sin embargo dice que todo es mí mismo. Así pues, comprenda y sea fuera de las garras de la ignorancia; la igno-rancia desaparece y usted está siempre en la realidad. Para el que comprende, hacer o no hacer no se plantea.

    Si en un sueño usted se bebe cuatro botellas de whisky y entonces se despierta, ¿acaso se encuentra borracho? Así pues, una persona ignorante piensa en el bien y el mal y cosecha el fruto. Usted siente que el fruto está ahí, pero no es así. Ahí no hay nada, debido a que no es verdadero. Trate de comprender a la persona realizada y entonces usted puede salir de ahí; de otro modo, no. ¿De acuerdo?

    Pregunta: Nosotros somos uno, yo soy la realidad y usted es la realidad. Así pues, todo es uno. Sin embargo, nuestras mentes son diferentes. ¿Cómo reducir esa separación entre nuestras mentes?

    Maharaj: Olvide su mente y acepte mi mente. Usted ha hecho muchas, muchas cosas falsas debido a la ignorancia. Lo que yo digo es mi mente; así pues, acéptelo y seremos lo mismo. Usted quiere conservarse intacto y además quiere algo más. ¿Cómo puede ser eso? Si su casa está llena de todo y usted quiere conservar todo, ¿cómo puede funcionar? Vacíe su mente y tome lo que tengo en mi mente. ¡Tómelo! ¿Por qué no? Mi mente está llena, pero no hay nada en ella. Está llena de todo, pero no hay nada en ella. ¿Puede usted aceptar eso? Él, la realidad, dice que yo no soy el cuerpo. ¡Acéptelo! Usted es Él. Todo el mundo es Él. ¿Por qué no lo acepta?

    Un borracho está borracho y usted no está borracho. ¿Cómo puede ser igual? El borracho tiene un tipo de ebriedad en su mente. La ebriedad de la ignorancia está en su mente. Deseche la ebriedad de la ignorancia y usted es mí mismo, ¿por qué no? No hay ninguna diferencia.

    Usted se siente una mujer. Yo digo que usted no es una mujer. ¿Puede usted aceptar eso? Ni hombre, ni mujer, ni nada. Todo eso son asuntos corporales. Usted ha devenido una mujer y nunca se aparta de eso. Eso es sólo ego. Acabe con ello. Diga, «¡Yo no soy una mujer, yo soy Él!» Eso es su mayor obstáculo, ¿qué hacer entonces? Usted no deja que entre lo que dice el Maestro. Acepte que usted no es una mujer, entonces usted es Él. ¿Cuánto tiempo lleva, dígame?

    Desde el nacimiento su mente ha sido llenada con toda esta insensatez. Usted opera con el conocimiento y un hombre opera también con el conocimiento. Ambos tienen el conocimiento en común. Trate de comprender, nada más. Usted es una mu-jer, cierto; corporalmente usted es una mujer, pero usted no es una mujer. Ese poder que está en usted no es una mujer. El poder está ahí, y usted puede usar ese poder del modo que quiera. Ahora eso depende de usted y de sus pensamientos.

    Así pues, todo el mundo es uno, y la mente también es una. La diferencia viene cuando usted acepta el contacto de algo. La mente opera con el poder y el conoci-miento. Comprenda el conocimiento y la mente desaparece. No permanece. El poder es el mismo en todos y todos tienen el mismo poder. Compréndalo de esta manera. Entonces ya no vendrá a usted la frase, «Flaqueza, tu nombre es mujer». Así pues, yo siempre digo esta frase, «Quien opera con la mente es un hombre, quien asedia a ese hombre es una mujer». En los países extranjeros a todos les gusta ponerse las vesti-duras de un hombre (pantalones). Nadie dice nada. En los países extranjeros es muy difícil descubrir si es un hombre o una mujer. En la India es muy fácil. Una mujer se pone un vestido. ¿De acuerdo? Así pues, olvídese de usted misma y diga que «Yo soy el poder». Tenga esa comprensión. Y si usted no es el poder, dígamelo, pues yo soy el responsable.

    Pregunta: Un poeta describió la experiencia de la realidad de esta manera, «Es como tener la cabeza en las estrellas, el cosmos y el corazón abierto al mundo invi-sible». ¿Es está una buena manera de describirla?

    Maharaj: El poeta dijo que su corazón está abierto; si usted se siente así, hágalo, experiméntelo. ¿Cómo puede ser verdadero eso? Aquí se requiere su muerte. Muéra-se. Bórrese. El ego es para la anatomía. Así pues, en el ejército se dice, «No pregun-ten por qué, no protesten, cumplan su deber y mueran». Si usted no está aquí, ¿cómo puede el poeta comprender la realidad? ¿Es posible? La cabeza en las estrellas, el corazón abierto, todo esto son sólo pensamientos. Suponga que usted está durmiendo en una terraza y que ve el cosmos ahí, ¿está su corazón abierto? Usted ve y dice mu-chas cosas como éstas, pero no son la realidad. La realidad es completamente dife-rente. Es como usted, la realidad es como usted. ¿De acuerdo? No diga que «Yo soy el cuerpo». Si usted dice que la realidad es el cuerpo, entonces no es así. Es como usted. Usted es la realidad. Así pues, ¿qué abrir y qué no abrir? Los poetas sólo pue-den escribir. No saben lo que dicen, debido a que sólo son poetas. La experiencia es completamente diferente.

    En la mitología india se han escrito muchas cosas, se han dado muchos ejemplos, pero las gentes no pueden comprender el significado interior de estas cosas. Arjuna se escapó con la hermana de Krishna. Entonces la llevó a su madre y se inclinó ante ella. Así pues, la madre le dijo que tenía que compartir todo lo que traía con sus cin-co hermanos. ¿Cuál es el significado de esto? ¿Puede decirlo usted? La madre sabía que ella venía, ¿pero cuál es el significado interior de lo que dijo? Había cinco her-manos y una sola mujer. ¿Cómo pueden compartirla? ¿Puede ser cortada en pedazos? ¿Cómo puede usted comprender el significado?

    Los cinco elementos están en todos. El conocimiento también. Sin conocimiento no pueden operar. De otro modo, ¿cómo puede usted compartir? Es imposible. Todo el mundo tiene los cinco elementos en su cuerpo. Los cinco elementos están operan-do; ¿con qué?, con ese poder. La madre quería decir esto, pero las gentes no com-prenden su significado interior. ¡De otro modo, ella es una prostituta! ¿O no? Si us-ted comprende el significado interior, entonces puede inclinarse ante lo que se ha escrito; de otro modo, usted pensará que esto es sólo una historia.

    El poeta ha escrito todas estas cosas. ¿Cuál era su pregunta? El cosmos está en usted. El cosmos no es nada sino un estado y el estado está en usted. Pero usted es sin estado, usted es sin pensamiento. Lo que usted ve y percibe es un estado. Com-préndalo de esa manera; entonces el cosmos se abre. De otro modo, ¿cómo puede abrirse? ¿Cómo puede abrirse el corazón? Comprenda en la mente, que todo está en mí. El conocimiento trae todo, la comprensión trae todo. Comprenda al Maestro, comprenda de la manera verdadera; entonces todo está bien. ¿De acuerdo?

    Pregunta: Tukaram decía que había que estar siempre en la compañía de un Santo. ¿Qué quiere decir?

    Maharaj: Si hay Santos, entonces dan la comprensión verdadera. ¿Por qué se re-quieren los Santos? Para dar la comprensión correcta. ¿Qué es el mundo? ¿Quién es usted? Los Santos son capaces de decir lo que usted es y lo que usted no es. Todas las personas ignorantes, su padre y su madre y todo el mundo dicen que usted es el cuerpo. El Santo dice que usted no es el cuerpo. Así pues, esa ebriedad de la ignoran-cia está aquí, de manera que usted no puede comprender lo que es realidad. Los San-tos dan la comprensión de la realidad.

    Los Santos hacen una proclamación (Maharaj hace una cita del arati de la maña-na, y la traducción es como sigue): «Te suplico que me concedas que no te olvide. Yo no te olvidaré nunca. Canto sobre Ti con este canto de amor». El Santo hace una proclamación con la que pide a Dios, «Si quieres ponerme en el cuerpo, yo iré volun-tariamente, una y otra vez. Pero mis condiciones son que yo no Te olvide. A todas las gentes de mi vecindad, les diré que canten sobre Ti y tu grandeza. Yo no quiero la liberación. Yo no quiero dinero y no quiero prosperidad. Yo no quiero nada de Ti. Dame alguien que pueda guiarme correctamente». En los países extranjeros es muy difícil saber adónde ir. En la India es muy fácil; usted sólo pregunta a alguien si este camino es correcto. Si usted pregunta, es muy fácil llegar al sitio.

    Los Santos son indicadores reales. Ellos le indican, «vaya por esta senda». Trate de comprender. Yo no quiero dinero, ni liberación, ni prosperidad. ¿Qué es la libera-ción? Es sólo su pensamiento. Entonces usted dice, «Ponme en el nacimiento, no me importa. Pero mis condiciones son éstas: Que nada me extravíe, que me lleven al punto verdadero, nada más». Debe ser un Santo real, de otro modo todo es una insen-satez. Algunos Santos dicen que haga esto o aquello, pero no hacen que usted sea Él. No haga nada, y usted es Él. Así pues, yo quiero a Santos conmigo, para que me lle-ven al sitio verdadero.

    Golpee una cosa y haga dos pedazos. Usted debe saber cómo golpear. Debe en-contrar lo que es verdadero y lo que no es verdadero, y eso es golpear. Así pues, los Santos son de ese tipo; golpean y hacen dos pedazos. Esto no es verdadero, esto es verdadero, adelante. Así pues, se necesitan los Santos. ¿Alguna cosa más? Las gentes extranjeras toman su mapa para saber dónde estamos, pero los Santos son más que un mapa. Algunas veces usted quiere venir aquí, pero otras veces usted olvida dónde está el este o dónde está el oeste. ¿Por qué se necesitan los Santos? Porque ellos le dan la comprensión verdadera. Así pues, los mapas también pueden ser falsos. Los Santos le hacen comprender la realidad y quién es usted.

    Pregunta: ¿Por qué la esposa dice que se haga esto y aquello, y que esto es fal-so, y el marido no siente de la misma manera?

    Maharaj: Debido a que las mentes difieren. La mente de una mujer y la mente de un hombre difieren siempre, ¿qué hacer entonces? Las mentes son siempre diferen-tes. La mente significa sólo pensamiento. Lo que usted ha hecho es falso, lo que yo he hecho es verdadero. Ése es su significado, y usted siempre culpa a los demás. Las esposas y los maridos siempre se culpan entre sí. ¿Por qué? Porque quieren hacer alguna prioridad que hay en su mente. El marido quiere mostrar que él es alguien y la mujer quiere mostrar que ella es alguien, nada más.

    La naturaleza humana es culpar a los demás y no cargar la culpa sobre uno mis-mo. Así pues, la mujer dice a su marido que está haciendo las cosas mal, y el marido dice a su mujer que está haciendo las cosas mal. ¿Quién tiene razón? Según su men-te, el marido ve bien; según su mente, la mujer ve bien. ¿Quién puede saber? Es muy difícil saber. Diga que las dos mentes son una y que las dos son correctas, adelante. No se inquiete por eso.

    A la mente siempre vienen las cosas falsas. Nadie es verdadero, todos están en la ignorancia. Las mentes difieren siempre, pero el poder es el mismo. La electricidad no es buena ni mala. Los dos cables son uno y hacen que la máquina funcione. La electricidad no sabe, pero el poder es el mismo. Así pues, lo que yo hago es bueno y lo que hacen los demás es malo; eso es el ego. Olvide el ego, diga que todo lo que hacen está bien. No culpe a nadie si quiere vivir en armonía con todos. Yo no tengo esposa ni hijos. La naturaleza humana es culpar a los demás. La mente no es una. La mente difiere siempre, por eso se llama mente. Trate de comprender su cuerpo prime-ro, entonces puede conocer los demás cuerpos. Debido al ego usted dice que yo soy esto, el cuerpo, y que yo soy correcto, pero de este cuerpo sólo sale caca. Así pues, usted es el fabricante de caca, nada más. Usted dice, «mi nombre es éste, yo soy el director de esta fábrica de caca». Todo esto son asuntos corporales, no tienen nada que ver con lo que es verdadero; todo esto es una insensatez. Nos encontraremos mañana.

    26 de julio del 2000

    Pregunta: Maharaj, cuando usted deje su cuerpo, ¿cómo iremos más allá de esa ausencia? Es muy bueno estar aquí con usted y verle todos los días. Nosotros aprendemos mucho por la manera en que usted vive su vida y aprendemos mucho también por la manera en que nos regaña y nos enseña casualmente. Yo siento que habrá una tal ausencia. Cuando un Maestro deja el cuerpo debe haber una ausencia…

    Maharaj: ¡Ninguna ausencia!

    Pregunta: ¿Un ajuste?

    Maharaj: Ninguna ausencia. Su cuerpo hace la ausencia.

    Pregunta: Sí, sé que lo hace, pero no puedo evitarlo por el momento.

    Maharaj: Cuando se comprende a usted mismo, usted no es el cuerpo; así pues, ¿puede el Maestro ser un cuerpo? ¡Él no es! Comprenda de esta manera. ¿Por qué siente usted eso? Eso se debe a alguna ignorancia en la mente. Usted todavía toma el cuerpo como usted mismo. Cuando dice, «Yo no existo», eso significa, «¡Yo no exis-to!» Eso incluye el cuerpo. Esto se dice para todos, no sólo para usted.

    He aquí algunas especias y entonces se hace salsa y usted dice que está sabrosa. De la misma manera, comprenda que mi cuerpo es sabroso y que estas especias me producen ardores; pero yo no desecho el cuerpo, no hay ninguna necesidad; usted puede amar a su cuerpo, pero, sin embargo, diga que «¡Yo no soy esto!».

    La esposa de un hombre murió, y tenía un hijo de dos años. Alguien le dijo que se casara de nuevo, pero él dijo, «¡Oh!, no quiero casarme porque si viene alguna mu-jer, no cuidará de mi hijo de la manera en que lo hacía su madre real». Pero una mu-jer aceptó ser su esposa y dijo, «¡Yo haré todo por él, más que su madre!» E hizo justamente eso, pero su pensamiento más interior era, «No es mi hijo».

    Así pues, queda ese punto sutilísimo, y ese punto sutilísimo debe ser desechado. La mujer era correcta. Estaba haciendo todo muy bien, pero ¿qué había en su mente? Ese punto sutilísimo, y eso es el ego. Usted tiene que desechar ese punto sutilísimo, y eso sólo puede ser hecho por usted mismo. Nadie más conoce su ego; así pues, ¿có-mo podrían hacerlo? Y cuando ese ego sutil se va, usted permanece. ¿Qué hay enton-ces? ¿Dónde está mi existencia? Sólo Él es, y pensando y practicando una y otra vez, el mundo deviene cada vez más claro. Cuando usted no existe, no queda nada. ¡Na-da!

    Si una hormiga sigue a una abeja y tiene una fe completa, un día ciertamente vo-lará. Pero si su comprensión es que, «Yo no puedo volar», entonces esa comprensión tiene que ser cambiada. Trate de comprender al Maestro, acepte su comprensión, olvídese de usted mismo, y eso es la vía correcta.

    El Maestro no quiere nada. Ya sea que esté en el cuerpo o no, el Maestro no sien-te nada. El Maestro da la comprensión y el discípulo la toma. Las abejas toman el polen de las flores y hacen miel con él. Otras toman sólo la miel, saborean la miel, y dicen, «Muy buena, muy buena». Pero el que toma la esencia, el que quiere la reali-dad, la tomará aún a costa de su vida. Así pues, uno tiene que matarse a sí mismo, uno tiene que matar al ego; y una vez que está aquí la convicción de que «Yo no existo», entonces la ilusión no volverá nunca a usted. ¿Cómo puede volver a usted? Sólo si hay alguna confusión en la mente. El Maestro puede rectificar esa confusión. El Maestro tiene sus medios.

    El cuerpo no existe, ¿de acuerdo? Pero Él, la realidad, existe en todos y en todas partes, y excepto Él no hay nada. Entonces usted tiene una comprensión tajante. Lo que dice el Maestro es correcto, y con su comprensión usted puede comprenderlo. La realidad está siempre aquí, no va a ninguna parte, es usted mismo; pero usted no sabe eso y ésa es la dificultad.

    Así pues, ¿quién hay para apreciar esa realidad, dígame? Usted puede apreciar al Maestro sólo mientras su cuerpo está aquí, de acuerdo. El Maestro ha dado la com-prensión, y cuando su cuerpo desaparece, el Maestro permanece con usted en su co-razón por la comprensión. Y esa comprensión suscita mucho amor de ella.

    Hay una fuente, y algunas piedras caen en ella. Saque esas piedras, las piedras son el ego. Usted tiene que comprender lo que es su Sí mismo a costa de usted mis-mo, y eso es la apreciación real del Maestro. ¡Cualquiera puede hacerlo! No se in-quiete, diga sólo, «Yo no existo». No hay necesidad de decírselo a otros, guárdelo dentro. Se puede vivir vacante dentro. Incluso si hay gentes que dicen que usted es una grandísima persona, diga, «Muy bien, muy bien». Pero no hay necesidad de decir nada.

    Si lo comprende de esta manera, usted es Él. ¿Cuánto tiempo lleva? Usted es Él, usted es Él siempre. Nada que hacer entonces, y ésa es la apreciación real del Maes-tro. El Maestro hace todo, pero nada le toca. «Yo no hago nada, yo no existo», ésa es su comprensión. Haga todo por Él o por el Maestro, o no haga nada, pero diga, «Yo no existo». De otro modo el «yo», el ego, puede venir en cualquier momento. El «yo» es muy astuto, el ego es muy astuto. Usted puede matarle con la comprensión, ése es el punto principal.