¿Qué es Psicogeometria?

Artículo #1.
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®Todos los derechos reservados. Autor del documento: Arturo Ponce de León para Psicogeometría México. Colaboración: Ninón Fregoso.Se autoriza la reproducción del material contenido en este sitio siempre y cuando se cite la fuente y se respete la integridad del texto.

La Psicogeometría nace en el año 2000 como un sistema de conocimiento que brinda un código de interpretación del mundo interno y externo del Ser Humano. A partir de la semiología de las formas y según las leyes de la Geometría Sustentable, construye un programa de enseñanza que vincula este conocimiento con investigaciones científicas en la arquitectura, la música, el diseño gráfico, el biofeedback y el arte.

Estudia la vinculación de la materia y la energía (espíritu) de una manera armónica. Todos hemos tenido la experiencia de vivir ambos mundos separadamente y en ocasiones parecen ser irreconciliables. En los tiempos en los que la frontera entre el misticismo y la ciencia es cada vez más delgada, la Geometría Sustentable parece hacer posible este encuentro.

La Geometría Sustentable o Geometría Sagrada es una metáfora de la Ordenación del Universo: es el estudio de las proporciones, patrones, sistemas, códigos y símbolos que subyacen como eterna fuente de vida de la materia y del espíritu. La Geometría Sagrada es la huella digital de la Creación. Es el génesis de todas las formas.. Es una ciencia antigua heredada por el conocimiento hermético sumerio, egipcio y griego.

Habitamos en un Universo semiótico, es decir, construido a partir de procesos de significación. Elaboramos estos significados con base en códigos, estructuras, lenguajes y símbolos. La Naturaleza tiene también su propio lenguaje, el lenguaje geométrico. La Geometría Sagrada es el código que utiliza la Naturaleza para crear la vida. Pero no solo eso, encontramos en diferentes culturas que éstas leyes, éstos códigos, les han servido para reproducir la armonía del Universo en diferentes manifestaciones humanas.

En el mundo actual, existe un gran movimiento para recordar éstas leyes y aplicarlas en la creación de estructuras más acordes a los principios de la vida. Encontramos esta aplicación en el arte, en la arquitectura, en el diseño, en la ciencia, en la física vanguardista, en la geomancia, en la música, en las matemáticas, en el ADN, en las retículas terrestres, en el estudio del color, en los animales, en la geología, en los lenguajes sagrados, en el Feng Shui.
Dan Winter , uno de los científicos más importantes en Geometría Sagrada, demuestra, mediante biorretroalimentación, cómo la coherencia emocional y la coherencia de los hemisferios cerebrales pueden crear estados de atención que facilitan la recuperación de la salud mental, y la reducción del déficit atencional en los niños, entre otras cosas.

Recordemos el origen etimológico de la palabra geometría: geo, que significa tierra o materia, y metría, que significa medición. Así, la Geometría estudia las proporciones y las medidas de la materia, o sea, de la Tierra; y es Sagrada en tanto a su relación con el principio de autosustentación, es decir, en la medida en que puede mantenerse a sí misma. Asimismo, algo es sagrado cuando es fractal, cuando obedece a los principios gnomónicos, es decir, cuando encuentramos que la suma de cada una de sus partes esta contenida en la totalidad.
Como complemento a esta ciencia, la Psicogeometría es la aplicación práctica de la Geometría Sagrada en nuestra vida diaria. Es una rama de conocimiento que vincula las prácticas ancestrales de la Geometría Sagrada con otras disciplinas para elevar nuestra capacidad humana y nuestra calidad de vida; nos invita a restablecer nuestra capacidad de amar y de construir nuestra felicidad como un proceso geométrico de interpretación de la realidad; promueve el vínculo entre la realidad objetiva y la conciencia subjetiva para vivir con mayor paz y nos brinda la posibilidad de una evolución interior a la par de un desarrollo externo.

La Psicogeometría tiene sus raíces etimológicas en psique, geo y metría. A estas últimas dos raíces, se le agrega la de psique que quiere decir alma Así, la Psicogeometría estudia la manera en la que el alma puede habitar armónicamente la materia, estudia cómo el alma humana encarna y vive pacíficamente con su entorno, con su contexto.

El Número de oro y la Geometría Sagrada

La Geometría Sagrada sostiene parte de su base matemática en tres números irracionales: phi, pi y euler. Phi es un número irracional simple que tiene propiedades matemáticas inusuales, tiene el valor de 1.618033…; pi es la relación del diámetro de un círculo y su circunferencia y Euler es la base natural de los logaritmos.

La razón, o proporción, determinada por phi era conocida por los egipcios, los griegos y las culturas de Mesoamérica, y también fue retomada por los artistas del Renacimiento, llamada por estos últimos como la proporción divina. Al corte que produce este número en una línea recta, se le conoce como sección dorada o sección áurea, por eso phi es también conocida como el Número de oro.

Nosotros podemos tomar una línea recta y escoger dividirla en cualquier punto, pero solamente existe un lugar donde podemos hacer que se cumpla el principio de lo sagrado. El principio de lo sagrado es cuando algo menor se encuentra en algo mayor, tantas veces como lo mayor se encuentra en la totalidad, definición también de lo que conocemos como fractal, y que también nos recuerda a las Trinidades sagradas en distintas religiones y filosofías. En la filosofía cristiana estas tres fuerzas están expresadas como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. En la alquimia medieval, todas las cosas eran vistas como mezclas variantes de sal, azufre y mercurio. En el Sankhya hindú se asignaba un papel a las tres gunas; Rajas, Tamas y Satva. En el hinduísmo las fuerzas eran personificadas como Shiva, Parvati y Vishnu. En China tiene calidad metafísica en la interacción del Yin, del Yang y del Tao.

Phi es simplemente la proporción de los segmentos de línea que resultan cuando una línea es dividida en una forma particular. Graficando esto obtenemos:

Podemos derivar phi de tres formas: de series numéricas, descubiertas por Leonardo Fibonacci, de fórmulas matemáticas y de cortes geométricos. De la serie Fibonacci (0,1,1,2,3,5,8,13,21.) podemos obtener un rectángulo áureo, que es un rectángulo que tiene 1.618033 veces más de largo que de ancho. Y a partir de aquí derivar una espiral dorada, la hermosa concha del molusco Nautilus:

Encontramos esta proporción de phi en el cuerpo humano, Da Vinci lo representó en el Cánon del Hombre. El ancho a razón del largo de la cabeza tiende a phi. La mano, a razón del antebrazo, tiende a phi. En la mano, la distancia entre las falanges también lo hace.  Y en el largo de la cabeza, la altura de los ojos se encuentra en phi. Sumado a esto, cuando meditamos o estamos tranquilos, en el latido del corazón, la sístole y la diástole están espaciadas a razón de phi. Observemos, asimismo, la forma que tiene la oreja: aproximadamente una espiral dorada.

También encontramos phi en las plantas (en la filotaxis) y en la Arquitectura, por ejemplo en Stonehenge, en Notre Dame, en el Partenón Griego en la Gran Pirámide de Giza y en algunas pirámides de Mesoamérica. La pirámide de Teotihuacan tiene múltiplos y submúltiplos de phi. Finalmente, en el arte renacentista, phi ha sido usado extensamente, por ejemplo, por Dalí, Da Vinci y Seurat.

Ciencia de Implosión y Geometría Sagrada

La implosión crea y promueve la vida, a diferencia de la explosión que la destruye y aniquila. La succión al interior de Sí mismo es conocida en Psicogeometría como la Ciencia de la Implosión. La implosión es contraria a la explosión y es lo único que genera y promueve la vida.
La reproducción mitótica celular consiste en que de una célula se crean dos, a partir de una división interna. El proceso continúa y de las dos creadas se duplican y forman cuatro, luego ocho, luego dieciséis, etcétera Lo mismo sucede con el proceso de manifestación de la energía sexual, tanto femenina como masculina. La implosión de ambas energías manifiesta la vida. En Psicogeometría, creamos estos procesos como fuente inagotable de vida.

Es importante mencionar que la Ciencia de la Implosión nos sirve para desarrollar diferentes niveles de conciencia en nuestra vida. Por ejemplo, en la sexualidad, vinculada al tetraedro (uno de los cinco sólidos platónicos) podemos encontrar cuatro vértices o pares de donas que se anidan sin destruirse sobre sus vértices. De aquí parte el origen de la polaridad sexual. El yin y el yang, el principio de la polaridad en la filosofía taoísta, tiene su origen geométrico en la dona o tubo toro. La sexualidad tiene muchas facetas, pero podríamos decir que una de las más importantes, vinculada al tetraedro, es la de embonar en el cualquier lugar donde se encuentre. La energía sexual, comúnmente, la usamos como fuente de vida para realizar diferentes actividades, pero cuando esta energía está bien canalizada a través del tetraedro, nos sirve para conectar los diferentes mundos de conciencia en los que habitamos.

El tetraedro nos invita a ubicar esta energía, anclándola en la tierra y logrando que todo nuestro potencial sexual se manifieste en la tierra, para crear mayor abundancia en la materia y el espíritu. Con uno de sus nodos en la tierra, y el resto girando libremente en la horizontal de nuestro cuerpo, se manifiesta la inflasexualidad, la sexualidad natural, la suprasexualidad y el “no-sexo”. Estas son etapas o estadios de nuestra vida sexual que debemos comprender para poder vivir con mayor plenitud y gozo en todos los aspectos de nuestra vida.

Podemos observar cómo distintas terapias nos hablan de la necesidad de hacer que los eventos internos se ordenen y acomoden de tal manera que las contradicciones internas puedan resolverse y generar una conciencia de unidad. Esto lo logramos usando herramientas de Geometría Sagrada para poder “implotar” un evento. La visualización de mandalas geométricos y nuestra capacidad para sentir el campo electromagnético de los cuerpos son dos herramientas importantísimas para familiarizarnos con la Geometría Sagrada y con las formas del Universo. Esto nos ayuda en el desarrollo de nuestras capacidades de atención dirigida, memoria y percepción.

El agua es de mayor conciencia y abundancia en nuestro cuerpo y en nuestro planeta, y puede ser programada por patrones geométricos de pensamiento o emociones, como lo demuestran distintos científicos en el mundo. Nosotros diríamos que, más allá de las palabras, es la misma intención geométrica del pensamiento o las emociones las que crean y codifican la Naturaleza.

La Pentaflor es la imagen de poder más acabada de la Geometría Sagrada. Refleja la vista superior de la molécula dodecaédrica del ADN y es una imagen que nos sirve para generar punto de implosión y ordenar la energía, las ondas y la materia de manera armónica. Por lo tanto, promueve la conciencia, la vida y la salud. Cuando es utilizada adecuadamente en geomancia o en ciencia reticular, ordena y da estructura a la energía para que pueda encontrar el giro necesario y acomodarse en un espacio especifico de manera armónica. Geométricamente esta construida sobre una base pentagonal y tiene cinco espirales áureas hacia la izquierda y cinco espirales áureas a la derecha.

La Psicogeometría es el estudio del ser humano por medio de los principios matemáticos y las prácticas de la Geometría Sustentable. Nos sirve para elevar nuestra calidad de vida; resolver conflictos de pareja, familia y grupo; nos reestablece nuestra capacidad de amar y de construir nuestra felicidad como un proceso geométrico de interpretación de la realidad; nos invita al desarrollo de la conciencia sexual, instintiva, motriz, emocional e intelectual.
Los principios fundamentales de la Geometría Sagrada son tres:

La Ley de Unidad – Teoría del Campo Unificado o Teoría de Supercuerdas
Ley de Tres Geométrica o Ley de las relaciones-proporción, frecuencia y estructura.
La Ley de Octava o Ley de las transformaciones, que explica el proceso que siguen los eventos para desdoblarse en el tiempo y nos permite conocer la forma en que las ondas se expanden para cambiar nuestra dirección de vida hacia una de mayor plenitud
Principios Geométricos

Son tres los números matemáticos sobre los que descansa la Geometría Sagrada: phi, pi y euler. El número Phi (1.618033…) crea la espiral dorada a partir del vacío. El número pi (3.1416…) circunscribe este giro y hace que la espiral doble sobre sí misma para envolverse y conocerse a sí misma. El número euler (base natural de los logaritmos) completa y da solidez a este trazado. Si visualizamos este esquema, obtendríamos un Tubo Toro. Ver aquí.

La Psicogeometría es un conocimiento orgánico que se deriva de la ordenación del Alma bajo los principios de la Geometría Sagrada: la Ley de Tres Geométrica y la Ley de Octava Geométrica.

La Psicogeometría estudia la dimensión estructural y funcional del Alma. Este estudio nos remonta inevitablemente a la comprensión del ser humano como un sujeto creado a partir de la interpretación y la significación derivada de un principio de realidad sensorial.

La Psicogeometria nos explica cómo se crea el mundo del objeto y del sujeto y cómo pueden vincularse sanamente ambos; nos explica la imperiosa necesidad devivir en un mundo donde impere la naturalidad en lugar de lo artificial; nos explica la noción de sujeto y el surgimiento de los centros de comando, los discos de memoria y la fisiología de la conciencia, todo esto para lograr el conocimiento de nosotros mismos.

La Psicogeometría nos invita a la ampliación de nuestro escenario interno de conciencia por medio del desarrollo de nuestro potencial sexual, instintivo, motriz, intelectual y emocional, con miras a la creación de un Alma.

Retomamos la noción antigua de “psique” como el equivalente de alma y no únicamente como el significado que le ha atribuido la psicología actual, que utiliza esta noción como sinónimo de mente. La mente es, en realidad, un escenario de representación simbólica, mientras que el Alma es un modelo geométrico de interconexión de funciones.

Asimismo, la Geometría Sagrada estudia los patrones y proporciones de la ordenación del Universo. La proporción dorada sustenta matemáticamente esta enseñanza y nos muestra la forma en la que se organiza la materia antes de existir como tal. De hecho, la predisposición de ciertas estructuras geométricas en el ADN permite a la molécula de ADN autoorganizarse y organizar su entorno para sustentar y preservar la vida. En suma, la Geometría Sagrada es una metáfora de la relación del Universo con los patrones y proporciones que subyacen como base material de las formas y las manifestaciones del mismo.

Universo Uno – Campo Unificado

El Campo Unificado es posible por la existencia de un toroide fractal. La vida es posible por la profunda interconexión de todos sus elementos. El contexto determina y da fuerza a lo contextualizado.  l Universo está formado por ondas-partículas que vibran en diferentes proporciones, frecuencias y geometrías. Es importante subrayar este aspecto, ya que la diferencia en la naturaleza del universo es únicamente una diferencia de la geometría que se oculta detrás de su expresión material. Es una diferencia en la frecuencia o cantidad de ondas que ocurren en un tiempo determinado y en la proporción o razón matemática del evento o la onda. Teniendo esto en cuenta es que comprendemos que nuestro espíritu es tan material como una roca sólida. La diferencia radica en que nuestro espíritu está constituido por vibraciones de frecuencia y geometría mucho más sutiles.

Respecto del Universo, lo comprendemos por medio de dos leyes fundamentales: La Ley de Tres Geométrica y la Ley de Octava Geométrica o ley de las transformaciones en el tiempo (basada en la doble estrella tetredrica y la secuencia de la musica)

La Ley de Tres Geométrica -expuesta más adelante- nos enseña que las diferentes expresiones del universo material y sus diversas manifestaciones son resultado de la variación en la frecuencia, amplitud y geometría de las ondas, pero no en su naturaleza. Es decir, todo lo que vemos, tocamos y sentimos con nuestros órganos de percepción vibra en diferentes rangos del espectro electromagnético, pero es un solo espectro electromagnético. El objetivo de la elevación de nuestro nivel de conciencia es lograr expandir nuestro rango de percepción sensorial y reconfigurar nuestro universo interno en consecuencia.

Objeto y Sujeto: fenómeno de captación

Cuando captamos el Universo, surge un objeto y un sujeto. El objeto es el evento en sí y el sujeto es el evento en mí. El sujeto se configura por la interpretación que le doy a un evento determinado. En esta interpretación se ponen en juego mis sistemas de valores, de pensamiento, de creencias. Es decir que, en términos de percepción, después de la Unidad de sustancia (el Campo Unificado) surge la dualidad de percepción: un objeto que es percibido por un sujeto.

El Universo es Uno. Lo captamos cada uno de nosotros según nuestro rango de percepción sensorial y a la abstracción que hacemos le adjudicamos significados que configuran nuestro escenario interno de conciencia.

Se configuran entonces dos universos: el universo sensorial y el universo conceptual. El universo sensorial ocurre fuera de mí y el universo conceptual discurre dentro de mí.
El universo sensorial es objetivo porque no depende de la abstracción de nada ni de nadie para existir. En su contraparte, el universo conceptual es el cúmulo de experiencias que ingresan por nuestro rango de percepción sensorial y configuran conceptos, imágenes, pensamientos, emociones, actitudes, etc., creando nuestra noción de sujeto. El sujeto está, entonces, “sujetado” al objeto. El sujeto que se crea de la captación de esta experiencia esta enmarcado en su propio escenario interno de conciencia o universo conceptual.

El universo interno que nos configura a cada uno de nosotros como sujetos se ha construido por el significado que le hemos atribuido a cada experiencia que hemos vivido. Seamos concientes o no de ello, existe una realidad donde las cosas son lo que son. La máxima hermética, “Yo soy el que Yo soy”, se refiere a esta capacidad del Universo Uno por sustentarse y describirse a si mismo.

Principio de realidad: sensorial y conceptual

Para su comprensión, estudiaremos este universo Uno o principio de realidad desde la perspectiva del sujeto y desde la del objeto. Comprenderemos el surgimiento de, por un lado, el principio de realidad sensorial, que le pertenece al objeto y, por el otro, el principio de realidad conceptual, que le pertenece al sujeto.

El mundo de los objetos se introyecta y configura el mundo del sujeto y viceversa. Aunque, como ya vimos, el Universo entero está creado de ondas senoidales y estas ondas se autoorganizan en patrones toroides de estructuración, es decir que, cuando el sujeto capta éste universo objetivo, su percepción del mundo se distorsiona por sus condicionamientos culturales, familiares y sociales, que crean un sujeto errante, un sujeto doliente. Este es un sujeto que produce en sus percepciones una visión equivocada del mundo, una visión que le devuelve el sufrimiento que proyecta.

El universo objetivo es llamado principio de realidad sensorial. Se ordena y se comunica armónicamente con ayuda de proporciones, patrones y frecuencias de ondas determinadas por la Geometría Sagrada.

El universo subjetivo también se llama principio de realidad conceptual. Para lograr vivir en armonía con nosotros mismos y con nuestro entorno, este universo subjetivo debe ordenarse y comunicarse con patrones, proporciones o frecuencias de onda determinados por la Geometría Sagrada.

Sin embargo, en la mayoría de nosotros, ésta comunicación entre principios de realidad no ocurre así. El trabajo de Si mismo en su dimensión psicogeométrica consiste en lograr vincular estos patrones y frecuencias de onda en cada uno de nosotros y organizar la realidad subjetiva como se organiza la realidad objetiva. El Universo, en su sabiduría, a diseñado formas de preservación y creación de vida que nos cuesta trabajo pasar por alto. Es innegable la sensación de paz y armonía que un ser humano siente cuando se contacta realmente con el patrón en espiral de una rosa o con cualquier otra manifestación de la naturaleza.

Fisiología de la Conciencia

La fisiología estudia la función de las cosas. En Psicogeometría nos referiremos a la conciencia no desde su perspectiva ontológica, sino que la estudiaremos por su fisiología, por las funciones que realiza la conciencia. Las funciones básicas de la conciencia son cinco y están amparadas en la captación de la realidad sensorial, cuando nuestro foco de atención se dirige y ordena las ondas para crear una representación simbólica en nuestro escenario interno de conciencia. A saber, estas cinco funciones son: los procesos de percatación, cognoscitivos y atencionales, la memoria y la inteligencia o creatividad.

La percatación sucede cuando enfocamos nuestra percepción en un objeto determinado, el proceso cognoscitivo surge cuando vinculamos los diferentes objetos captados, la atención sucede cuando ordenamos los diferentes objetos y la memoria ocurre cuando creamos una representación simbólica y conceptual del evento. La inteligencia es el arte de la combinación y consiste en estructurar las emociones, pensamientos y acciones de tal manera que nos abran un abanico de posibilidades que nos permita crear nuevas posibilidades, es decir, llegar al proceso creativo.

Psicogeometría: estudio de la Realidad

La propuesta de Psicogeometría consiste en reconfigurar al sujeto bajo las mismas leyes, principios y ordenaciones geométricas que existen en el Universo Uno, para así fundirse y comunicarse armónicamente con todo lo existente. Sólo de esta forma nuestro sufrimiento, nuestros pensamientos equivocados, nuestras actitudes y creencias erróneas se disuelven en la totalidad de la comprensión.

Es la experiencia oceánica de la que los místicos de todos los tiempos y tradiciones nos han hablado. La experiencia de la no-dualidad, de la no-mente, de la unicidad. La experiencia que la humanidad ha buscado durante siglos.

La Psicogeometría nos propone el desarrollo de conciencia y la estructuración del sujeto a través del desarrollo de nuestro potencial físico, emocional, intelectual, sexual e instintivo. Estos cinco potenciales están vinculados con cada uno de los cinco sólidos platónicos en su función y estructura. Los sólidos platónicos son cuerpos tridimensionales que tienen la cualidad única de tener caras regulares, siendo estas caras polígonos cuyos lados son iguales, como el triangulo equilátero, el cuadrado o el pentágono.

Cuando la persona se ubica en un alto nivel de percepción, ve las cosas tal cual son y no solamente como quiere que sean. En la medida en que ampliamos nuestro rango de percepción sensorial y afinamos este rango para captar los objetos tal cual son, vamos disolviendo la barrera entre el sujeto y el objeto y nos integramos armónicamente, siempre con límites geométricos, con el mundo en que vivimos.

Nos recreamos como sujetos integrados, hasta que el sujeto desaparece y cobra conciencia de lo que siempre ha existido: el Universo Uno. Un universo donde todo/nada existe, puesto que la diferencia entre quien percibe y lo que es percibido se disuelve, quedando únicamente la experiencia de la meditación, de la fusión. La barrera limítrofe que nos separa de esta experiencia son nuestros propios pensamientos, emociones y acciones.

La Psicogeometría nos invita a estudiar y practicar la danza, la música, el arte, la arquitectura, el diseño, la dieta adecuada, la meditación y el desarrollo de la conciencia motriz, emocional, intelectual, sexual e instintiva, todo lo cual basado en la Ley de Tres Geométrica y la Ley de Octava Geométrica. Nos invita a crear un mundo externo que tienda hacia la proporción dorada, la proporción que permite la propagación y sustentación de los eventos/ondas y nos invita, también, a crearnos un mundo interno sustentado en los mismos principios.

Si nos enfocamos en captar y crear las manifestaciones culturales que han sido construidas con Geometría Sagrada, lograremos que las ondas del exterior converjan en nuestro interior sin destruirnos y sin destruirse, propagándose infinitamente.

Toroides humanos y Memoria Fractal

Para comprender con mayor facilidad esta organización de la realidad en el sujeto, necesitamos entender la noción de centro de comando. Un toroide humano es una unidad compleja de interconexión de funciones que nos ayuda a sistematizar y organizar diferentes aspectos de la realidad subjetiva: los pensamientos, las emociones, los movimientos externos, los movimientos internos y la sexualidad.

De este modo, tenemos 5 toroides humanos básicos: el toroide sexual, el toroide emocional, el toroide motríz, el toroide instintivo y el toroide intelectual. La información que cada uno de estos toroides capta es almacenada en su respectivo disco de memoria fractal. Un disco de memoria es un escenario de representación simbólica donde se almacenan las experiencias vividas.

A grandes rasgos, el toroide intelectual organiza las funciones de síntesis, análisis, resolución de contradicciones, planteamiento de problemas y estructuración de datos; el toroide emocional organiza las emociones, los afectos y los sentimientos; el toroide motriz estructura nuestra capacidad de movimientos externos; el toroide instintivo dedica su trabajo a las funciones biológicas internas de nuestro cuerpo, por ejemplo al latido del corazón y a la respiración; finalmente, el toroide sexual percibe la atracción biofísica y electromagnética de los cuerpos.

Mundo Natural y Mundo Artificial

A lo largo del tiempo, diversas civilizaciones han expresado sus inquietudes del Universo en muchas maneras. Cada civilización se ha manifestado de diferentes formas en la cultura, el arte, la pintura, la arquitectura, el diseño y la ciencia. Cada civilización ha comprendido el mundo desde su perspectiva particular y ha generado un universo de significación que descansa sobre las bases del paradigma en uso de la época.

Sin embargo, más allá de las diferencias culturales, han existido civilizaciones que comprendieron el conocimiento profundo de la Geometría Sagrada y su relación con la Naturaleza y el Universo. Algunas manifestaciones culturales en la civilización egipcia, griega, maya, azteca y árabe son ejemplo de ello.

Las construcciones y manifestaciones que han dejado estos pueblos han permitido estudiar el conocimiento y la cosmovisión que tenían. Es innegable la sensación de totalidad e integración con el Universo cuando se entra en contacto con alguna de estas construcciones antiguas: el Partenón Griego, la pirámide de Giza, las pirámides de Teotihuacan, los templos chinos, Palenque y la Zona Maya, etc.

El conocimiento ancestral que tenían estos pueblos se ha ido heredando secretamente entre los sacerdocios y las cúpulas de poder. Ahora es imprescindible que ese conocimiento nos vincule a todos. Compartir y comprender los códigos de la Geometría Sagrada es necesario para la evolución de nuestra sociedad y de nuestro planeta.

La mayoría de los pueblos de nuestro mundo contemporáneo no han logrado comprender el código de la Naturaleza y del Cosmos, el código de la Geometría Sagrada. Nuestras ciudades, en su organización espacial, en su funcionamiento, estructura y cualidad, no se rigen por la expresión ni por la comunicación que se derivan de los principios centrales de la Geometría Sagrada: proporciones basadas a la sección áurea (individuo), frecuencia de organización de ondas en múltiplos y submúltiplos de Phi (sociedad) y estructura de organización mundial geométrica (construcciones arquitectónicas arqueoastronómicas en posiciones planetarias de la Retícula Dorada).

De esta visión del mundo se desprenden dos tipos de manifestaciones en las civilizaciones: las manifestaciones artificiales y las manifestaciones naturales.

Detallemos esta categorización. Aunque ambas manifestaciones son creadas por el hombre como expresión de carácter social, las manifestaciones artificiales no están sujetas a los criterios que propone la sabiduría del cosmos para que los eventos (las ondas) puedan manifestarse en total expresión sin autodestruirse y sin destruir otros eventos. Las manifestaciones artificiales son creadas por el hombre, pero no incorporan el código, el lenguaje y las estructuras de autosustentación de la Geometría Sagrada.

Por otra parte, las manifestaciones naturales (les llamamos naturales porque comparten el mismo código que la Naturaleza: el código áureo) también creadas por el hombre, se acoplan a los ritmos, la frecuencia, la proporción y la estructura de la Geometría Sagrada y, por  lo tanto, tienen la cualidad de ser sustentables, no excluyentes, convergentes y armónicas.

Ley de Tres Geométrica

La Ley de Tres nos habla de la ley de las relaciones en tanto a la naturaleza de los eventos con respecto a otros eventos. Los tres principios que rigen cualquier evento son: el principio de la proporción dorada, el principio de la frecuencia dorada, y el principio de la estructura dorada.
El principio de la proporción dorada se basa en la manera en la que un evento se organiza a si mismo. El principio de la frecuencia dorada implica la forma en la que este evento se vincula con otros eventos y la vibración que tiene. La frecuencia se refiere a la cantidad de ondas en un periodo de tiempo determinado. El principio de estructura áurea se refiere a la forma en la que la onda/evento, después de haberse organizado a si misma y haber decidido su frecuencia/función, va a organizarse con respecto a una estructura mayor y, por lo tanto, a un sistema de capacidades mayores. Los sólidos platónicos son esta estructura dorada.

Cabe mencionar que, después del Absoluto (el cero, el campo unificado), surge el Uno, la onda senoidal, la concentración hacia un punto de gravedad; lo que da surgimiento al dos, la dualidad, la confrontación, en otras palabras, la onda senoidal integrada en un tubo toroide que crea una referencia de la energía que entra y la energía que sale. La dicotomía nacida de esta dualidad es resuelta por la Ley de Tres Geométrica.

Ley de Octava Geométrica

La Ley de Octava nos habla de la ley de las transformaciones en el devenir temporal. Está inscrita en la base de la teoría de la propagación de las ondas y su relación con la estrella tetraédrica y con la teoría musical. La Ley de Octava nos habla del ritmo con el que se propagan las ondas, es decir, cualquier evento. La Ley de Octava es la ley de la transformación, que nos explica porque todo cambia y nada puede continuar en línea recta. De hecho, en la Naturaleza no existen las líneas rectas. Todo esta creado por formas espirales.

Esta ley consiste en dos intervalos de tiempo y dos fases de desdoblamiento. Comienza la propagación de una onda y se desdobla en el eje temporal siguiendo tres unidades equidistantes de tiempo: Do, Re, Mi. Es la primera fase de la ley de octava. Llega a Fa y sucede un intervalo de tiempo. Se rompe la continuidad. En el intervalo de tiempo, la frecuencia de onda llega a un lugar donde tiene que decidir que rumbo tomar, en que dirección continuar propagándose. Es un tiempo de crisis, cambio y redireccionamiento en la vida de una persona. El intervalo puede ser llenado o no, y de ello dependerá la dirección que se tome. En la segunda fase de la Ley de Octava, continúa el desdoblamiento de la onda con la nota Sol, La y Si. Sucede un segundo intervalo, con características similares al primero: irrupción de la continuidad, crisis, redireccionamiento, pero mucho más profundo e intenso.

El desarrollo de la luz y de las ondas a lo largo del octaedro nos muestra la Ley de Octava desde una perspectiva geométrica.

No debemos olvidar que el tiempo orgánico está sujeto a leyes distintas que la rigidez con la que medimos el tiempo convencional. El tiempo orgánico está sujeto a procesos astronómicos y no únicamente a la medición lineal que propone el calendario gregoriano. Así, un intervalo de tiempo en la Ley de Octava puede durar más tiempo o menos tiempo que la unidad de medida con la que se propaga la onda en la primer o segunda fase.

La duración de cada nota depende del caso que estudiamos. La ley de Octava es una ley que puede ser aplicada en cualquier caso, en cualquier universo, en cualquier circunstancia y en cualquier medición de tiempo orgánico.

Podemos constatar esta la Ley de Octava en nuestra vida cotidiana. Las crisis más profundas por la que atraviesa un ser humano son las de los múltiplos de siete u ocho años. Meditemos al respecto.