LA INVESTIGACION EN EL AMBITO DE LAS SECTAS(*)

LA INVESTIGACION EN EL AMBITO DE LAS SECTAS(*)

                                Por Michael D. Langone(**)

¿Qué es investigación y por qué nos tomamos la molestia de llevarla a cabo?. Según el Ninth New Collegiate Dictionary de Webster (l983), investigación es “la recopilación de información sobre un tema particular”, “búsqueda o exploración estudiosa; especialmente investigación o experimentación orientada al descubrimiento e interpretación de hechos, revisión de teorías aceptadas o leyes nuevas o revisadas” (p.1002). Aunque los investigadores prefieren poner mayor énfasis en la segunda definición de investigación, la naturaleza multidisciplinaria y el desarrollo reciente de estudios sobre ‘cultos’ sugiere la necesidad de no perder de vista la definición mas amplia. Por lo tanto, los especialistas religiosos que estudian los textos de varios ‘grupos cúlticos’, los clínicos, los sociólogos o antropólogos que guardan registros de sus observaciones sobre adeptos y sobre sus familias, así como los investigadores que utilizan tests psicologicos y estadísticas pueden contribuir a un mayor conocimiento de este área.

Estos profesionales llevan a cabo investigaciones, por cuenta propia y por solicitud de otros especialistas, porque sus métodos sistemáticos y disciplinados proporcionan respuestas mas creíbles a las cuestiones importantes que las ofrecidas por otras opiniones menos informadas. Sin embargo, la sutilidad y la complejidad de las variadas metodologías de los investigadores hacen que sea muy difícil realizar una investigación realmente ‘definitiva’. Como consecuencia, las cuestiones clave sobre un tema concreto pueden no llegar a tener una respuesta completa, incluso después de años enteros de investigación. En gran parte, así ocurre en lo referente al estudio de los ‘cultos’. Hemos aprendido mucho, pero aún quedan muchos aspectos por comprender.

En otra ponencia presentada en este congreso, Margaret Singer y yo comentamos cuestiones sobre la definición de los ‘cultos’. Aquí, me voy a limitar a distinguir

entre ‘cultos’ ( o lo que en Europa y América Latina se denomina ‘sectas’) y ‘nuevos’ movimientos, ya sean nuevos movimientos religiosos, psicoterapias innovadoras o nuevos movimientos políticos. Los ‘cultos’ se caracterizan por la inducción o exacerbación sistemática de la dependencia psicológica en un contexto de manipulación orientada hacia la explotación. Los movimientos no -‘cúlticos’ son relativamente no -manipuladores, no -explotadores y respetuosos con la autonomía individual.

Dadas las limitaciones de espacio impuestas por este articulo, no es posible realizar aquí una revisión multidisciplinaria de este área, y por ello voy a centrarme en el estudio psicológico de dos áreas especialmente preocupantes para quienes trabajamos con las víctimas de los ‘cultos’: la frecuencia y el daño ocasionado. Ahora bien, antes de abordar estos puntos, me gustaría comentar algunas de las cuestiones metodológicas a considerar en la evaluación de los informes publicados sobre este tema.

Cuestiones Metodológicas

Considerando la relación dinámica existente entre ‘grupos cúlticos’ y sociedad, en cualquier momento se pueden identificar a efectos de investigación varios ‘grupos cúlticos’ con distintos tipos de grupos, por lo que la comparación de estudios e investigaciones sobre ‘grupos cúlticos’, incluyendo lo que se analizan en este articulo, es arriesgada. La situación es en cierta medida análoga a la que de la investigación de las psicopatologias antes de que existieran las clasificaciones diagnosticas actuales, que aunque mas precisas y operativas distan mucho de ser definitivas. Aunque se han realizado varias propuestas para hacer mas operativo el concepto de ‘culto’ (Andersen, l985; Ash, l984; Langone, l989), ninguna de ellas ha sido llevada a la practica y este termino sigue caracterizándose por una gran ambigüedad. Sin embargo, si no sacamos el mayor provecho posible de lo que tenemos, estamos renunciando a la posibilidad de ir hacia delante.

Muestra

La volatividad del concepto ‘culto’ exige una especial atención a la generalización de los estudios de investigación. Un estudio que incluya a personas de grupos muy diferentes, por ejemplo, puede incluir sujetos de grupos que no son realmente ‘cultos’, o, por el contrario, puede incluir a una mayoría de sujetos de grupos mas destructivos o controvertidos. En cualquier caso, la aplicación de los hallazgos de un estudio concreto al grupo amplio de población de adeptos a ‘cultos’ ofrecería los aspectos mas interesantes.

Incluso si se limita la capacidad de generalización ( por ejemplo, aplicando los hallazgos de un estudio solo a un grupo), pueden aparecer problemas de muestra. Es rara la ocasiónen que los investigadores pueden obtener muestras al azar de un grupo. Los grupos que suelen tener muchas localizaciones geográficas ( p.ej. los templos de Hare Krishna) pueden variar mucho de un lugar a otro. Las muestras que proceden de la investigación clínica tienden a incluir un numero desproporcionado de adeptos o ex adeptos con ansiedad. Las muestras derivadas con la técnica de la ‘bola de nieve'( se pide a los sujetos que identifiquen a otros sujetos) o de ‘muestras de organizaciones’ (p. ej. miembros de organizaciones de información sobre ‘cultos’) pueden resultar tergiversadas porque la gente tiende a unirse a personas de características similares a las suyas.

Por lo tanto encontramos que las muestras derivadas de sistemas asociados a organizaciones criticas de los ‘cultos’ suelen presentar un porcentaje mayor de sujetos que han pasado por una desprogramación o por un ‘exit counseling’. Otra limitación de las muestras de ex adeptos, incluso si no están asociados a organizaciones ‘anti-culto’, consiste en las dificultades a las que se enfrentan los investigadores a la hora de encontrar sujetos para el análisis. Knight (l986), por ejemplo, solo pudo localizar a 20 de los 60 ex adeptos del centro para la Terapia de los Sentimientos. Considerando la tendencia de las personas con trastornos graves a experimentar ‘depresiones’, es muy posible que los ex adeptos mas angustiados sean los que con menos probabilidad atraigan la atención de los investigadores.

Los estudios que han requerido la cooperación de ‘grupos cúlticos’, incluso en casos publicados, a veces revelan posibles desviaciones en sus muestras. En la mayoría de los estudios de Galanter sobre la Iglesia de la Unificación, por ejemplo, se consiguió virtualmente una cooperación completa, mientras que Gaines, Wilson, Redican y Baffi (l984) no llegaron a recibir ni una sola respuesta a los 100 cuestionarios que enviaron por correo a adeptos actuales de ‘grupos cúlticos’. Esta disparidad genera cuestiones sobre las motivaciones, y por extensión de la veracidad, de informes de grupos de sujetos oficialmente aprobados. Estas dudas aumentan si se considera que los porcentajes de colaboración por parte de los sujetos pueden variar mucho. El estudio de Galanter sobre Moonies (Galanter, l983), por ejemplo, contó con el l00 % de cooperación en una reunion organizada por la Iglesia de la Unificación. Sin embargo, en su estudio de seguimiento de Moonies casados (Galanter, l986), solo el 66 % completó el cuestionario de investigación. Aunque se trataba de un cuestionario enviado por correo ( por lo que cabia esperar un porcentaje menor de cooperación), es posible que un número desproporcionado de quienes no rellenaron el cuestionario hubiera tenido una experiencia negativa y que, al ser miembros dedicados de la Iglesia de la Unificación, no se mostraran dispuestos a reconocerlo, ni siquiera a si mismos. De aquí que se limitaran a no contestar el cuestionario. Estas sutilezas metodológicas pueden fácilmente ser pasadas por alto por los estudiosos en este campo.

Ungerleider y Wellisch (l979) reconocen abiertamente la cuestión de las motivaciones subjetivas, aunque no le atribuyen tanta importancia como otros:

        “Sin embargo, indicamos que, si así se nos pedía, estaríamos dispuestos a ofrecer nuestros hallazgos en un juicio. De todas formas, nunca llegó a ser requerido. Eso fue lo que motivo a muchos adeptos a cooperar con nosotros. Los que no estuvieron durante mucho tiempo en un ‘culto’ colaboraron sobre todo por su deseo de ampliar sus conocimientos sobre el tema. Es importante tener en cuenta que no prometimos a los adeptos que nuestros hallazgos serian positivos o útiles para ellos”.(p. 279).

Muchos de los sujetos de estas investigaciones, obviamente, deseaban parecer “normales” ( lo que constituye el hallazgo del investigador) para ayudar a sus grupos en los procesos judiciales. Los elevados niveles en la escala de mentiras en los estudios que se utilizo el MMPI generan aún mas dudas sobre la credibilidad de los hallazgos de estos estudios. Es mas, Ash (l984) indica que quienes presentan trastornos disociativos suelen mostrar “normalidad” en las pruebas objetivas, pero muestran psicopatología en las proyectivas, como ocurre en los dos únicos estudios sobre ‘grupos cúlticos’ que han utilizado pruebas proyectivas (Dutsch & Miller, l983; Spiro, l982). Levine y Salter (l976) ni siquiera administraron tests psicologicos:

        ” No se administraron tests formales a los adeptos, aunque entraba en el objetivo inicial(…) este plan se abandonó porque los adeptos

        desconfiaban mucho de los tests, de quienes los administraban, así como

        de la sociedad en general por lo que se refiere a nuestras actitudes

        respecto a ellos (temían quedar descubiertos) “. (p.412)

La credibilidad de un grupo de población tal queda necesariamente disminuida por estos temores tan fuertes sobre la participación en una investigación científica.

Recogida de Datos

Cuestionarios y Tests Psicológicos: Cuando se utilizan para estudiar a los adeptos, estos métodos tienen las siguientes ventajas: 1) todos los sujetos están expuestos al mismo “estimulo” ; 2) las medidas son fáciles y relativamente económicas de administrar; 3) permiten la recogida de datos cuantificables; 4) algunos tests psicologicos han pasado por investigaciones muy complejas, y muchas de ellas proporcionan normas estandarizadas para que los sujetos puedan ser comparados.

Los cuestionarios y los tests psicologicos tienen las siguientes desventajas: 1) muchos son retrospectivos y, por lo tanto, las respuestas pueden reflejar recuerdos inexactos; 2) son medidas sobre información proporcionada por el sujeto mismo y, por lo tanto, las respuestas pueden reflejar variables psicológicas que inclinan a los sujetos a responder de forma no precisa; 3) a menudo no detectan variables sutiles, como pueden ser las motivaciones ambivalentes; 4) es posible que no midan realmente lo que pretenden medir (sobre todo si no han sido sometidos a pruebas psicométricas rigurosas).

Entrevistas: Pueden ser estructuradas y no estructuradas. Las primeras pueden tener todas las ventajas de los cuestionarios y de los tests psicologicos (existen tests de entrevistas estandarizados, por ejemplo, el Hopkins Simtom Check List), a la vez que tienen una mayor flexibilidad y proporcionan información no verbal captada por los entrevistadores, que pueden variar algo sus protocolos para ajustarse a las circunstancias.

Las entrevistas semiestructuradas o no estructuradas, aunque no son tan fáciles de cuantificar como las estructuradas, ofrecen la gran ventaja de una mayor flexibilidad, pero a coste de una menor precisión y de menos control, así como de mayores distorsiones generadas por el entrevistador. Las entrevistas no estructuradas suelen ser mas apropiadas para una investigación exploratoria.

Cuando las entrevistas incluyen datos retrospectivos, la probabilidad de distorsiones aumenta de forma evidente. Pero un entrevistador experimentado puede reducir el impacto de este factor y conseguir información no accesible mediante medidas de ‘papel y lápiz’.

Estudio de un Caso Clínico: El estudio de un caso clínico es, en cierta forma, una variedad de entrevista con ciertas características diferenciadoras. Su principal ventaja sobre otros tipos de entrevistas es una comprensión mas amplia y profunda de la psicología del cliente/sujeto que es el resultado de la duración de la psicoterapia y del grado de confianza entre el terapeuta y el cliente/sujeto. En ocasiones este método es el mas efectivo para obtener información útil porque, por ejemplo, se sabe tan poco sobre el tema que es imposible desarrollar entrevistas, tests o cuestionarios realmente efectivos. Puede considerarse que el fenómeno de los ‘cultos’ entra en esta categoría. Si las alegaciones de engaño en los ‘cultos’ son ciertas, los entrevistadores o los investigadores que se limitan a utilizar medidas de lápiz y papel pueden verse confundidos. Los clínicos, especialmente cuando trabajan con varios adeptos a ‘cultos’ que no se conocen entre si, pueden ser mas efectivos a la hora de observar la “personalidad” grupal que los adeptos tienden a adoptar. Aunque quizás su trabajo no arroje la luz necesaria sobre cuestiones de frecuencia ( porque sus muestras presentan necesariamente una desviación hacia el sector que necesita ayuda), sí ayudan a entender los procesos que dañan a los adeptos a ‘grupos cúlticos”.

Los métodos clínicos son también los mas apropiados para el trabajo forense sobre posibles daños físicos. Estas situaciones exigen la opinión de un experto sobre como han afectado los procesos específicos de un grupo concreto a una persona. Otros métodos de estudio pueden resultar útiles para llegar a conclusiones generalizadas (p. ej. la frecuencia de daño entre los miembros de un ‘culto’ concreto), pero no pueden contribuir de forma significativa a contestar a la pregunta de si el entorno de un ‘culto’ concreto ha dañado a una persona determinada. Realmente, parece poco probable que las investigaciones experimentales de procesos de influencia extrema puedan llegar a arrojar luz sobre el fenómeno de la conversión inducida, porque hay barreras éticas que impiden llevar a cabo ese tipo de investigación. Muchos de lo experimentos pioneros sobre la influencia social (p. ej. Milgram, l974) no serian posibles hoy en día debido al clima ético mas restrictivo para la investigación con seres humanos.

Observación Natural: La observación natural de un ‘grupo cúltico’ puede ser breve o extensa, estructurada o no estructurada. La observación extensa no estructurada (p. ej. la observación participante) introduce a los investigadores en las actividades diarias de un grupo. Por lo tanto, este método debería facilitar a los investigadores “la penetración en las lineas que los adeptos levantan para guardar los secretos familiares” (Balch, l985, p.32). Sin embargo, los observadores de un grupo, aunque pueden estar en mejor posición que los psicoterapeutas para entender los procesos del mismo, quizás no estén bien posicionados para comprender los procesos psicologicos individuales. Es mas, “el(los) sistema/s de conceptualización de los investigadores pueden afectar de forma significativa a su percepción, descripción e interpretación del fenómeno estudiado” (Langone & Clark, 1985, p.96), tanto como la contratransferencia puede afectar el análisis clínico de un caso de psicoterapia. Balch (l985) describe este proceso en su propia investigación:

        “A principio de volver de un culto de OVNIS di varias charlas sobre el grupo en las que intentaba desmontar ciertas ideas erróneas favorecidas por los medios de comunicación, sobre todo las referidas al control de la mente. Mis descripciones se centraban en los aspectos voluntarios de la pertenencia al grupo e ignoraba casi por completo las formas que tenían Bo y Peep de utilizar la dinámica de grupo para generar conformidad. No fue hasta al cabo de un tiempo, después de entrevistar a algunos desertores y de reflexionar sobre los modelos reflejados en mis notas de campo, cuando empecé a preciar las sutilezas de la presión social establecida en el grupo. Con una mayor perspectiva me di cuenta de que mis esfuerzos por defender al culto de cargos infundados me habían conducido a tergiversar mis descripciones realizando informes selectivos”.(p.33)

Otros procedimientos de observación mas estructurados, como los empleados por investigadores de terapia conductista, ayudarían a reducir las distorsiones causadas por el marco interpretativo del observador. Aunque ya se ha realizado una propuesta para utilizar este tipo de métodos (Langone,l989), hasta el momento no se ha llevado a cabo estudios que los utilicen. Resulta evidente que necesitamos protocolos de observación que sean sensibles a las sutilezas psicológicas capaces de penetrar en la personalidad del grupo.

Métodos Estadísticos

Los métodos estadísticos utilizados para la investigación sociológica y de conductas varían desde los mas simples y sinceros a los mas misteriosos. A veces, un estudio excelente requiere métodos simples (p. ej., una comparación t de medias). En otras ocasiones un estudio mal concebido puede obscurecer sus deficiencias confundiendo al lector con métodos estadísticos complejos. A menudo debe llevarse a cabo un trabajo gigantesco para determinar que métodos son los apropiados para un estudio concreto y es necesario prestar una gran atención a detalles sutiles de la metodología. Gonzales (l986) da un ejemplo al respecto en una critica realizada a uno de los estudios de Galanter:

“El mayor hallazgo de Galanter es que los adeptos ‘experimentan realmente una reducción de su bienestar psicológico al cabo de mucho tiempo

de unirse al culto” (p.1579) . Sin embargo, basa su observación en una

        comparación entre los adeptos a la Iglesia de la Unificación que llevan mucho tiempo (N=237) analizados en un estudio (Galanter et al.,l979)y las personas que se unieron a esta iglesia después de un taller de 21 días de duración (N=9) procedentes de otro estudio (Galanter, M.,l980). Por lo tanto, Galanter esta comparando medias procedentes de muestras cuyos tamaños mantienen una relación 1/25. Con una diferencia tan grande en N, debería haberse realizado una prueba F para valorar si la prueba t seguía teniendo validez, pero ésta no se llevó a cabo. También resulta interesante observar la profunda diferencia en la varianza entre los dos grupos comparados: para el grupo mayor (N=237), se calculo una varianza de 289,mientras que el grupo menor (N=9), la varianza calculada fue de 400. Cuando la muestra mayor tiene una varianza

        menor, a probabilidad de encontrar datos estadísticamente significativos

        aumenta considerablemente, quizás hasta el nivel de significación

        unilateral. El valor t quizás no habría resultado significativo si no hubiera

        existido una diferencia tan grande entre el volumen de las muestras y sus

        varianzas”.(p. 30-31).

Un comentario

  • Crow

    Distorsiones generadas por el investigador

    La polémica relacionada con el fenómeno de los ‘cultos’ esta originada, en gran parte, porque las cuestiones preocupantes se centran en tres temas ante los cuales los seres humanos, incluidos los científicos, pueden tener respuestas muy emocionales: la religión , la política ( en su sentido mas amplio) y la autonomía psicológica. Las criticas dirigidas contra los ‘cultos’ implican que: a) es mas fácil influir sobre la mente humana de lo que la gente quiere admitir ( autonomía psicológica; b) algunos grupos religiosos (y psicoterapeuticos y políticos) pueden estar corrompidos y ser destructivos (religión); c) hay que defender el status quo, sean cuales sean sus defectos, contra la depredación de los ‘cultos’ (políticas). Las emociones que levantan estas cuestiones pueden afectar a los esfuerzos de los investigadores de formas muy diferentes.

    Las sutilezas de los prejuicios: Hay una anécdota divertida que ilustra este punto. Cuando el Dr. Clark y yo revisábamos una conferencia presentada en una de las pocas reuniones en las que participaron investigadores ‘a favor’ y ‘en contra’ de los ‘cultos’ (Langone & Clark, l985), recibimos información del organizador de la conferencia, el cual estaba editando la documentación de la reunion. Intentando presentar algunos de los puntos metodológicos descritos anteriormente, escribimos:

            “Si bien estas reacciones emocionales son comprensibles, los

            profesionales deberían intentar estar por encima de las emociones

            (aunque evidentemente es mas fácil decirlo que hacerlo) y , al menos,

            escuchar realmente a aquellos con quienes no están de acuerdo”.

    El editor cambio considerablemente el significado de esta frase añadiendo ‘salud mental’ a ‘profesionales’, lo que implica que solo los ignorantes profesionales de la salud mental sucumben a las reacciones emocionales y a los prejuicios. Por supuesto, protestamos enérgicamente y se eliminó el ‘añadido’ del editor. Si embargo, gran parte del trabajo de investigación actual se caracteriza por este tipo de ‘apaños’.

    No escuchar a la oposición: Este tipo de intrusión de los prejuicios en el proceso de investigación hace que sea difícil para los eruditos, como observamos el Dr. Clark y yo, “escuchar realmente a las personas con quienes no están de acuerdo”. Yo, por ejemplo, estoy cansado de leer octavillas de los ‘anti-anti-cultistas’ que afirman que todos los críticos de los ‘cultos’, independientemente de su afiliación académica, subscriben a una caricatura de ‘lavado de cerebro’, la cual utilizaría la brutalidad física para convertir a las víctimas en autómatas. Schuler (l983) ha criticado duramente a los ‘pro-cultistas’ que aceptan esta visión del ‘lavado de cerebro’:

            “La noción de Bromley y de Shupe sobre la coerción no va mas allá que de uso de la tortura y de las amenazas violentas, por lo que resultaría raro que algún día se condenara a alguien por manipulación injustificada del comportamiento humano. Han construido un argumento ‘pelele’ que atribuyen a los críticos de los ‘cultos’ y que es fácilmente refutable. Para injustificar que la coerción existe, parece que haría falta desarrollar un brillo metálico, caminar con galones, sonreír cuando te lo indican y no tener miedo a la muerte. Bajo este toque sutil, el lavado de cerebro aparece literalmente como un cráneo lavado con el viento soplando a través de la cavidad craneal. Excepto la violencia física, suponen que el ‘libre albedrío’ opera de forma intacta. Si se trabaja con nociones tan absolutas se llega a ignorar distinciones obvias (p. ej. cuando un captador Moonie o un vendedor de coches usados esta usando el engaño, la culpabilidad o los argumentos forzados en su método de venta) y a construir rompecabezas muy exóticos. Por ejemplo, Bromley y Shupe

            especulan sobre la masacre revolucionaria de Jonestown en la cual

            ‘Jones persuadió a sus seguidores adultos, sin utilizar las armas, de que

            tomaran cianuro. Presumiblemente, entonces actuaron libremente. ! Si

            no se utilizan las armas, todo lo que queda es pura libertad!”.

            Shuller,l983, p.9- 10).

    Algunos ‘pro-cultistas’ aparentemente parecen haberse divertido mucho atacando una y otra vez este argumento ‘pelele’. Pero las posiciones que mis colegas y yo hemos avanzado desde hace años son, me atrevería a decir, mas matizadas ( véase Singer, Temerlin, & Langone, l990 para una formulacion reciente de los procesos ‘cúlticos’ que a menudo se denominan ‘lavado de cerebro’). Los repetidos ataques demoledores contra esta visión ‘pelele’ del ‘lavado de cerebro’ socavan el tratamiento clínico adecuado de los ex- adeptos y de sus familias porque los clínicos y los no entendidos que solo conocen este punto de vista tienen muchas probabilidades de caer en una posición contraproducente de culpar a la víctima. Con esto no pretendemos afirmar que los adeptos no jueguen un rol en sus conversiones. Una formulación anterior de la posición articulada conjuntamente con mis colegas (Clark, Langone, Schecter, & Daly, l981) ponía especial énfasis en una perspectiva persona-situación sobre las conversiones a los ‘cultos’. Margaret Singer afirmaba en su articulo frecuentemente citado de Psychology Today (Singer, 1979) que “muchos se han unido estos ‘nuevos cultos religiosos’ durante periodos de depresión y de confusión” (p. 72). Sin embargo, no debe subestimarse la capacidad que tiene el entorno del ‘culto’ para persuadir y controlar a los adeptos y a los neófitos. Como indica Singer (l987), la persuasión puede abrirse camino a través de la razón, de la coacción o de los subterfugios. El poder de los entornos ‘cúlticos’ no proviene de la coacción física simple de la caricatura del ‘lavado de cerebro’, ni siquiera de los procesos mucho mas sofisticados de la reforma del pensamiento del PDG (prisionero de guerra), a veces denominada ‘síndrome DDD’:debilidad, dependencia y temor [En ingles debility, dependency, dread] (Farber, Harlow, & West,l956). Su poder se basa en el subterfugio que induce y mantiene la dependencia, un nuevo ‘síndrome DDD: engaño, dependencia y temor'[En ingles: deceptión, dependency, dread.].

    Atacar al adversario: El problema de malinterpretar o de no entender al oponente es en el campo forense mas delicado que en cualquier otro. Durante los últimos quince años, los profesionales han desempeñado papeles centrales como testigos expertos en casos legales de juicios por daños psicologicos en los que ex- adeptos se enfrentaban a sus antiguos grupos . Muchos de esos casos dependen del testimonio sobre persuasión coercitiva o reforma del pensamiento. Muchos de los que se oponen a la presencia de estos testigos expertos parecen temer que los éxitos legales en esa área estén amenazando la libertad religiosa. Por otro lado, los críticos de los ‘cultos’ creen que estos éxitos limitarían el abuso psicológico perpetrado por grupos que son, y seguirán siendo, considerablemente libres.

    Aunque esta cuestión incluye emisiones de juicios con los cuales distintas personas pueden no estar de acuerdo, la naturaleza de la oposición del sistema legal parece, sobre todo en el campo a favor del ‘culto’, haberse traspasado al campo de la investigación, donde tiene influencia sobre los métodos y conclusiones de los investigadores. La experiencia de la Dra. Margaret Singer, preeminente experta como testigo en casos con daño psicológico, resulta ilustrativa. La Dra. Singer se ha visto sujeta a lo que, en mi opinión, podría interpretarse como una campaña de “asesinato” de una persona. Fue injustamente acusada de violación de la ética en su testimonio forense; la American Psycological Association desestimó los cargos. A continuación, una serie de informes, que parecen haber sido instigado por apologistas de los ‘cultos’, la acusaron injustamente de ser una renegada científica y de utilizar conceptos rechazados por la ‘comunidad científica’. Resumiendo, fue falsamente acusada de dar apoyo a la caricatura del ‘lavado de cerebro’ descrita anteriormente. Sin embargo, cuando muchos psicólogos y psiquiatras respetados acudieron en su defensa y cuando se señalo que su trabajo había aparecido en pilares tan importantes de la ortodoxia medica como el Merck Manual of Diagnosis and Treatment(Singer, l987) y el Comprehensive Texbook of Psychiatry (West & Singer, l980) , los ataques cambiaron de dirección. Mas recientemente, quizás por la credibilidad de sus publicaciones, los apologistas de los ‘cultos’ parecen haber cambiado de objetivo. Ahora es falsamente acusada de decir cosas en sus testimonios que no son consistentes con sus publicaciones. Un memorándum titulado, “Para científicos sociales interesados en los aspectos forenses y en otras cuestiones relacionadas con los ‘nuevos movimientos religiosos'”, afirma:

            “La posición de Singer esta basada principalmente en la noción de que el lavado de cerebro es ‘irresistible, irreversible y tiene lugar sin que la ‘victima’ se dé realmente cuenta de lo que ocurre’. A nosotros nos

            parece bastante evidente que eso no ocurre. Pero, el testimonio de ]

            Singer oscila entre esta proposición y una teoría de influencia social

            ‘normal’. Si ella o los demás tuvieran que rectificar la definición de

            ‘irresistible, irreversible y sutil’ ¿como cambiaría eso el campo de

            batalla? ¿Seria nuestra tarea mas fácil o mas difícil?”. (p. 3).

    La ‘tarea’ a la que se refiere es presumiblemente la protección de los ‘nuevos movimientos religiosos’. Desafortunadamente, la estrechez mental con que algunas personas abordan esta tarea introduce distorsiones importantes en su trabajo. Un ejemplo de ello se produce en la cita anterior. “La definición de ‘irresistible, irreversible y sutil'” se refiere a la caricatura del ‘lavado de cerebro’, en la que el autor parece tener que la Dra. Singer se esté refugiando. La realidad es que Singer nunca ha defendido esta visión indiscriminada, aunque podría argumentarse que en casos aislados el proceso puede considerarse irresistible, irreversible y sutil para un individuo concreto. Es posible que los detractores de la Dra. Singer encuentren simplemente conveniente atribuirle esta caricatura del ‘lavado de cerebro’. Por lo que yo sé, en ningún momento presentan una cita directa en la que afirme las cosas que le atribuyen. Parece que para algunas de estas personas la cuestión no es si los puntos de vista de la Dra. Singer son correctos, sino las implicaciones de su testimonio, es decir, que ciertos ‘grupos y cultos de la nueva era’ realmente engañan, manipulan y causan daños a sus seguidores. Esta forma de defensa por oposición corrompe el discurso y hace muy difícil llevar a cabo un dialogo autentico.

    Generalización excesiva: Las distorsiones descriptas anteriormente magnifican la tendencia frecuente a la generalización excesiva. En algunos casos, como se ha comentado anteriormente, este hecho puede estar relacionado con muestras no representativas, pero en otras ocasiones puede tener que ver con informes selectivos. Algunos investigadores ‘pro-culticos’, por ejemplo, parecen desestimar todos los perjuicios asociados a los ‘grupos cúlticos’ denominando a los informes de los ex adeptos ‘cuentos de atrocidades’ (Bromley & Shupe, l981). Sin embargo, parece que aceptan los informes de quienes siguen siendo miembros de ‘cultos’ sin pasarles un cedazo critico y llegan a la conclusión de que los ‘cultos’ son positivos en su totalidad, con una función similar a la de la psicoterapia ( Kilbourne & Richardson, l984). Balch( l985), aunque no comulga con la posición ‘anti-culto’, parte de lo publicado por Bromley y Shupe para disfrazar el lado mas sórdido de los ‘cultos’:

            “Si bien valoro su esfuerzo por contrarrestar la impresión de que los

            ‘cultos’ son de alguna manera especialmente diferenciados y peligrosos,

            me pregunto si Woodward y Bernstein habrían llegado alguna vez a descubrir el caso Watergate si hubieran utilizado con el gobierno el

            enfoque que Bromley Shupe utilizan para los ‘cultos’ “.(p. 26).

    Al igual que ‘pro-cultistas’ pueden negar que se produzcan daños a los adeptos, ‘anti-cultistas’ pueden negar que tengan efectos beneficiosos, o al menos que no se produzcan daños. Aunque algunos expertos ha razonado de forma convincente y sobre bases teóricas que todos los miembros de ‘cultos’ de bona fide se ven hasta cierto afectados negativamente ( Ash,l984), la variedad de ‘cultos’, la variedad de reacciones individuales, la experiencia clínica y ciertos estudios de investigación( p. ej., Galanter, l989) hacen que me incline a afirmar que el daño psicológico no es universal en los ‘cultos’ , aunque puede ser bastante frecuente e incluso normativo. Desafortunadamente, algunos críticos de los ‘cultos’ no lo reconocen explícitamente; ellos generalizan en exceso a partir de su propio trabajo en el que encuentran que el daño es frecuente.

    Una pesada generalización ‘anti-cúltista’ es lo que yo llamo la ‘Moonificacion’ del fenómeno de los ‘cultos’. Estoy de acuerdo con Balch(l985) en que:

            “Tengo delante mío seis artículos mientras voy escribiendo, cada uno de ellos realizado por un experto reconocido en el campo de las ‘nuevas religiones’, y que se proponen explicar como los ‘cultos’ captan a sus miembros. Todos los artículos se basan en el ‘modelo moonie’ de captacion, y todos utilizan la terminología moonie; ‘bombardeo de amor’

            y engaño divino’. La captacion incluye una secuencia de pasos muy bien orquestados en que los ingenuos neófitos reciben el bombardeo de amor y se someten mediante abrazos, alabanzas, engaños y una ronda exhaustiva de actividades en grupo que duran desde el amanecer hasta altas horas de la noche”.(p.28).

    Aunque las publicaciones que describen variantes ‘no moonies’ de captacion y adoctrinamiento son mas frecuentes cada día (p. ej.,Hochman,l984; MacDonald, l987/88; Ofshe, l989; Reimers,l986; Singer, Temerlin, & Langone,l990), todavía no se aprecia en toda su extensión la variedad de contextos en que pueden desarrollarse el proceso ‘cultico’ de persuasión y de control.

    Inferencias causales no justificadas: Balch(l985) observa que:

            “A fin de realizar una inferencia causal, deben concurrir tres condiciones. En primer lugar, debe existir una relación entre dos variables. En segundo lugar, la supuesta causa debe preceder al efecto observado. Y

            en tercer lugar, esta relación debe mantenerse siempre que las variables de las que depende sigan constantes…Si bien las afirmaciones causales abundan en las publicaciones especializadas, casi nunca se cumplen estas tres condiciones”.(p.29).

    Un ejemplo evidente de inferencia causal no justificada es la tendencia a llegar a la conclusión, aunque solo sea de forma implícita y después de rectificaciones formales, de que una relación directa ( que es sorprendentemente pequeña en los estudios que se han realizado) entre las actitudes negativas hacia los ‘cultos’ y el contacto con el ‘movimiento anti-culto’ implica que las actitudes negativas hacia los ‘cultos’ están causadas por asociación con el ‘movimiento anti-cultos'(Lewis, l986). Este es un ejemplo de inferencia causal no justificada por varios motivos.En primer lugar, la intervención de los críticos de los ‘cultos’ pueden ayudar mejor a los adeptos a entender que habían sido realmente explotados, lo que lógicamente causaría que tendrían unas actitudes mas negativas hacia grupos que si no hubieran recibido esta información. Los simpatizantes de los ‘cultos’ suelen asumir la ‘inocencia’ de éstos y suponen que los informes críticos son meros ‘cuentos de atrocidades'(Bromley & Shupe, l981). Sin embargo, hay abundantes evidencias que falsean esta presunción. En segundo lugar, un proceso de autoselección puede inclinar a los mas dañados por los ‘cultos’ a buscar la ayuda de los ‘anticultistas’. En tercer lugar, la confusión y la ambivalencia existente entre los ex adeptos que no reciben asesoramiento puede restarles capacidad de identificación de los aspectos negativos de su experiencia. La cita que Wright (l983) hace de Beckford (l978, p.111) es pertinente en este punto: “El resultado es que la mayoría de informantes muestra una considerable confusión sobre el significado general que para ellos tienen los hechos que conforman la retirada de la Iglesia de la Unificación y siguen siendo fuertemente ambivalentes” (p.107). Y finalmente, quienes no han contado con el apoyo de fuentes de ayuda ‘anti-culto’ pueden tener mas dificultades para reconocer que fueron engañados. Como consecuencia, el poner énfasis en lo positivo de las evaluaciones de sus experiencias en los ‘cultos’ pueden salvar las apariencias.

    Frecuencia

    En l984 la Cult Awareness Network (C.A.N.) recopiló una lista de mas de 2.000 grupos sobre los cuales había recibido consultas (Hulet, l984). La frecuencia con que C.A.N. y la American Family Foundation han detectado grupos desconocidos, al menos 6-12 cada semana, sugiere que la cifra de 2.000 ‘grupos cúlticos’ es una estimación a la baja de la situación actual en los EE.UU., considerando incluso el hecho de que muchas consultas se hicieron sobre grupos que probablemente no son ‘cultos’.

    Parece ser que la mayoría de los ‘cultos’ son reducidos y cuentan con apenas unos centenares de miembros. Sin embargo, algunos tienen decenas de miles de adeptos y un poder financiero formidable.

    Zimbardo y Hartley (l985), en su encuesta con muestreo aleatorio de 1000 estudiantes de enseñanza secundaria del área de la Bahía de San Francisco, descubrieron que el 3% de los estudiantes afirmaba ser miembro de algún ‘culto’, y que el 54% de ellos había tenido al menos un contacto con algún captador. Bloomgarden y Langone (1984) realizaron un informe según el cual el 3% y el 1,5% de los estudiantes de dos barrios de Boston afirmaba ser miembro de un ‘culto’. Bird y Reimer (l982), en entrevistas a poblaciones adultas de San Francisco y Montreal, descubrieron que aproximadamente el 20% de los adultos había participado en “movimientos de nuevas religiones o para-religiones” ( incluidos grupos como el Kung Fu), aunque mas del 70 % de las participaciones eran transitorias. Otro dato de este estudio, y Lottick (l993), sugiere que aproximadamente el 2% de la población ha participado en grupos que ha menudo se consideran ‘cúlticos’. Por lo tanto, parece razonable considerar que al menos cuatro millones de estadounidenses han estado en ‘grupos cúlticos’.

    Sin embargo, como dice West (l990, p.137), “los ‘cultos’ pueden operar con éxito porque en un momento determinado la mayoría de sus miembros no sabe todavía que están siendo explotados, o no puede expresar este conocimiento por inseguridad, vergüenza o miedo”. Por lo tanto, en cualquier encuesta, por muy aleatoria que sea, lo mas probable es que el numero de personas que se autoidentifican como miembros de ‘grupos cúlticos’, o incluso de grupos que otras personas podrían calificar como ‘cultos’. Debido a que las víctimas no se consideran a si mismas como tales, no es probable que los psicoterapeutas u otros los consideren como afectados por los ‘cultos’ , a no ser que éstos consideren la posibilidad de una participación en este tipo de grupos.

    Cambios en la población pertenecientes a ‘cultos’

    Durante los últimos años las organizaciones de ayuda a ex adeptos han recibido muchas mas consultas por parte de personas que han salido de los ‘cultos’ por su propia voluntad y de personas que han sido expulsadas por los mismos grupos. Así, el 70% de los sujetos observados en un reciente estudio (Langone, Chambers, Dole, & Grice, en preparación) había abandonado el grupo por su propia decisión o había sido expulsado, al contrario que en estudios anteriores, en los cuales solo el 27% de los sujetos de la muestra entraba en una de estas categorías (Conway et al.,1986). Los ex adeptos provienen actualmente de un numero mayor de grupos, con menos presencia de grupos orientales que en los años setenta y mayor representación de grupos de la nueva era o de iglesias cristianas marginales. Si bien la mayoría absoluta (76%) de los 426 sujetos estudiados por Conway et al.(l986) provenía de cinco de un total de 48 grupos ( la Iglesia de la Unificación, la Cienciologia, El Camino, la Misión de la Luz Divina y el Hare Krishna), un reciente estudio (Langone, Chambers, Dole, & Grice, en preparación) indica que los 308 sujetos procedentes de 101 grupos, seleccionados siguiendo los criterios de Conway y Siegelman, estaban mucho mas dispersos; los cinco grupos mas importantes abarcaban solo el 33% de la población total de sujetos. Los ex adeptos de la Cienciologia formaban el grupo mas grande del estudio de Langone et al. (un 16% en comparación con el 11% en Conway y Siegelman). El Camino, Hare Krishna, y la Misión de la Luz Divina estaban escasamente representados en Langone et al., abarcando el 2%, 2% y 1% respectivamente, comparado con el 6%, 5% y 11% en el estudio de Conway y Siegelman. Los ex adeptos de la Iglesia de la Unificación constituyen el 44% de los sujetos de Conway y Siegelman, y solo el 5% del estudio de Langone et al.

    Daños

    Teniendo presentes las limitaciones metodológicas comentadas en la sección anterior, ¿ qué nos dicen las publicaciones especializadas al respecto?

    Algunas investigaciones sugieren que el nivel de daño asociado a los ‘cultos religiosos’ puede ser menor de lo que indican los informes clínicos, al menos por lo que respecta a algunos grupos. Levine y Salter (l976) y Levine(l984) descubrieron pocas evidencias de deterioro en entrevistas estructuradas realizadas a mas de l00 adeptos a ‘cultos’, aunque ambos autores observaron un cierto ‘carácter repentino y brusco en el cambio’ (p.415). Ross (l983), que administro una batería de tests entre los que incluía el MMPI, a 42 adeptos a hare Krishna en Melbourne, Australia, informo que todas las ‘puntuaciones y hallazgos se encontraban dentro de las gama normal, aunque los adeptos mostraban un ligero desmejoramiento de su salud mental ( medido en el MMPI) después de l,5 años en el movimiento, y una ligera mejoría después de 3 años de pertenencia al grupo’ (p.416). Ungerleider y Wellisch (l979) , que entrevistaron e hicieron pruebas a 50 adeptos o ex adeptos a ‘cultos’, no descubrieron ‘evidencias de locura ni de enfermedad mental en el sentido legal'(p.279), aunque, como ya hemos comentado anteriormente, los adeptos presentaban altos niveles de mentiras de el MMPI. En estudios sobre la Iglesia de la Unificación (Galanter, 1983), los investigadores descubrieron mejoras en el bienestar según declaraciones de los adeptos, de los cuales aproximadamente una tercera parte había recibido tratamiento por trastornos mentales antes de unirse al grupo.

    Otis (l985) examinó datos de una encuesta realizada a 2.000 miembros de Meditación Trascendental en l971. Quienes habían dejado el ‘culto’ presentaban un nivel considerablemente menor de efectos adversos que los meditadores con experiencia, y el “numero y la gravedad de las quejas estaban directamente relacionados con la duración de la meditación” (p.,41). Existía un modelo consistente de efectos adversos, entre los cuales estaban la ansiedad, la confusión , la frustración y la depresión. Los “datos generan dudas serias sobre la naturaleza inocua de la MT”. (p.46).