MEDITACIONES-3180

MEDITACIONES

PÁGINA INTRODUCCIÓN

¿Qué es la meditación?
La meditación es, simplemente, dejar la mente tal como es, sin añadirle nada, no dar órdenes a la mente. Volver a la propia naturaleza de la mente, que es la tranquilidad y la claridad, abandonando el flujo de pensamientos que nos abordan a diario.

La mente es muy parecida al cielo: sin forma, sin sustancia, sin dimensión. Igual que pasa con el cielo, todo el mundo sabe que la mente existe, pero muy pocos saben lo que es realmente. Como el cielo, la mente no tiene ni centro ni límites. Nosotros no tenemos la experiencia de este estado ilimitado y reducimos lo infinito a finito permaneciendo encerrados en los límites estrechos de lo que llamados “yo”.

Bokar Rimpoché
(Tíbet, 1940 – 2004, India)
   

Para una buena meditación es aconsejable un cojín de meditación y una  alfombra, un lugar limpio, fresco y tranquilo. Hay dos distinciones básicas de meditación, la meditación analítica y la meditación contemplativa. La meditación analítica  es reflexionar sobre un tema, analizando. Mientras que la meditación contemplativa trata de poner la atención en un objeto, sin involucrarnos en él. En meditación contemplativa es muy importante el soporte; éste puede ser puro (sagrado) o impuro (qualquier otra cosa).
Durante la meditación nos encontramos con muchos problemas, a lo mejor algunos quedan resueltos con las explicaciones de las distintas meditaciones, si no es el caso, dejad un mensaje en el Foro General.

Para que la meditación tenga una trascendencia y sea una verdadera vía hacia la iluminación y no un simple momento de paz:
Antes de la meditación hay que tomar conciencia de “las 4 reflexiones comunes  “, de el por qué lo hacemos y de que somos de la misma naturaleza de buda. Hablo de tomar conciencia, no se trata de reflexionar cada vez en eso ni repetirnos las frases interiormente. Las primeras veces a lo mejor sí, pero luego basta con sólo recordarlo, tenerlo presente; asegurarse de que no se nos ha olvidado. Las 4 reflexiones comunes son:

La existencia humana, de entre todas la posibilidades para renacer, es muy difícil y valiosa.
Estas condiciones, como qualquier otra cosa, poseen un carácter impermanente y transitorio, debemos aprovechar la gran oportunidad.
Toda acción en el presente genera una conseqüencia en el futuro (ley del karma); por eso, cambiando nuestro presente podemos cambiar nuestro futuro.
Todo es vacuidad, todo tiene la misma naturaleza que un sueño.
Después, conociendo la existencia de la naturaleza de buda en nuestro interior, nos dirigimos  a la práctica con una actitud de desapego, siendo concientes de la ilusoriedad de todos lo fenómenos y el sufrimiento inherente a ellos.

Esquema de una sesión de práctica espiritual:
Antes, las reflexiones, luego la práctica, que consta de Toma de Refugio, la meditación y la Dedicación de los Méritos.

Actitud y reflexiones + Toma de Refugio + PRÁCTICA + Dedicación de los méritos

Después de dedicar los méritos acumulados durante la sesión de meditación hay que recordar el vacío que todo lo impregna, incluyendo la persona que dedica, la persona a la que se dedica y el acto de dedicación.

NOTA: Los diferentes tipos o ejercicios de meditación están colocados en el menú de forma aproximadamente progresiva. Es bueno empezar por el primero y seguir el orden. A excepción de las que son antídotos o… (como la meditación para apaciguar la somnolencia)
(OM = objeto de meditación)

ALGO ÚTIL

Actitudes generales ante la meditación, sus bases, consejos para principiantes, cómo empezar.
En este pequeño documento contaremos cómo empezar la meditación para aquellos que se están iniciando.
Para saber detalladamente lo que hacer o pensar antes de la meditaciones, para más consejos útiles, ver “Situar la Mente y el Cuerpo”.

Algo muy importante es “familiarizarse”, por eso, aunque sean pocos minutos, es importante que sean cada día, o cada dos. Pero sobretodo de forma regular y perseverante.

Para empezar, cinco o diez minutos ya está bien. Si no se puede también es muy beneficioso hacer sesiones cortas pero más de una, dos, por ejemplo, una por la mañana y otra por la tarde. O bien una sesión de diez minutos o un cuarto con una pequeña pausa en el medio.

Aceptad, nunca esperéis:  si la meditación no os sale como querríais, da igual. Una vez habiendo meditado es inútil pensar que nos ha salido fatal o muy bien. Cuando nos sale bien pensar que somos buenos meditadores y estar orgulloso: y pensar que somo unos malos meditadores cuando no nos ha salido muy bien: son dos actitudes erróneas. Lo importante es, meditar, bien o mal; por el momento.

Muchas veces, las sensaciones que tenemos son equívocas. Algunas veces, pensamos que nos ha salido bien y no es así, y viceversa. Así que no hay que pensar en eso.

Para la meditación hay que tener una actitud de despego, sin poner la mente en el pasado ni en el futuro, sin juzgar nada, sin rechazar.

Los Pensamientos:
Éste es un problema para los principiantes sobretodo, pero para los no-tan-principiantes también. Los más avanzados ya no se perocupan por esto.
Cómo actuar cuando nos surgen pensamientos? Son buenos? Son malos? Que surjan pensamientos al meditar es normal, nuestra mente esta agitada todo el día. La meditación se trata de calmarla, pero al principio, lógicamente, no lo estará. No hay que etiquetar.
Cuando surgen pensamientos no hay que decepcionarse, entristecerse, es normal y no es malo en absoluto que surjan. Lo importante es  no involucrarse en ellos. Simplemente, dejarlos pasar. Es importante no immutarse en su presencia. Los pensamientos son como nubes en el cielo o coches en la carretera. No debenos extrañarnos por su presencia ni pretender que no salgan. No son buenos, ni malos, hay que seguir atentos sin distracción, que surjan, permanezcan y se vayan solos.

Un ejemplo de actitud incorrecta:
Un hombre está meditando y pasan coches por la calle. El hombre medita, y piensa: “mira, un coche. Hace ruido. Me molesta, sobretodo porque intento meditar. Como voy a poder meditar si los coches no dejan de pasar? Como podría arreglar esto? Me cambio de habitación? El ruido sigue. Estoy meditando fatal.” Nuestra mente sigue y sigue y va saltando de un sitio para otro sin poderla controlar.
Si, por contra, dejáramos el ruido y el coche que pasara dejándolo donde está, sin darle más importancia; el problema estaría resuelto.

No pienses, no reflexiones, no conozcas, no medites, no analices, deja la mente tal como es.

(Tilopa)

No pienses se refiere a no recordar ni poner la mente en el pasado.
No reflexiones se refiere a divagar en el futuro, hacer planes…
No conozcas significa abstenerse de todo concepto ya dado.
No medites evita la imputación de la idea “yo medito”.
No analices se refiere a no juzgar nada, dejar una mente libre.

 

SITUAR LA MENTE
y el Cuerpo

Qué hacer antes de Meditar y Continuación de Algo Útil

Antes de Sentarse
Dice la tradición que antes de disponernos a realizar qualquier práctica de Budismo Tibetano, hay que realizar tres postraciones. Así que, no ponemos delante del altar, si tenemos, o algun objeto sagrada que tengamos y le hacemos tres postraciones. Las postraciones consisten en poner, 1- manos en postura de rezar en el frente, 2- manos en la garganta, 3- manos en el corazón, 4- colocarnos de rodillas en el suelo y con los manos también en el suelo, 5-tocar con la cabeza (ya tenemos los cinco puntos) y 6- levantarse. Al final de las tres se hace una vez la parte de las manos.

Postura Corporal
La postura de meditación teórica (Buda se sienta así), es con la espalda recta como una flecha, la cabeza apoyada sobre los hombros, las piernas en la postura del diamante (piernas sobre muslos) y las manos en el regazo en un mudra. Si no se consigue el diamante, algo difícil, piernas cruzada o una delante de la otra.

Actitud Mental
Entonces, una vez sentados hacemos unas profundas respiraciones y nos disponemos a empezar la práctica con la toma de refugio. Hay que evitar la fijación de la idea “yo medito”, crea muchas tensiones y obstáculos para nuestra calma mental. Permanecer con la mente clara, abierta, pacífica, neutral, sin aferrarse ni a recuerdos ni a planes futuros ni a pensamientos presentes. Debemos dejar de banda el juicio de los pensamientos y las etiquetas que colocamos en todo sitio.

Hay que sentir que estamos en una montaña desde donde vemos todos los horizontes, o delante de un mar cristalino y con ligeras olas. Si tenemos la sensación que estamos en un lugar angosto, lleno de niebla y oscuridad, cerrado; algo no va bien. La mente permanece en vigilancia.

Es importante perseverar en la prácitca
Si al subir unos cuantos pisos nos cansamos y decidimos dejarlo para otro día, nunca llegaremos al ático!! Si un enfermo abandona el tratamiento que le ha receptado el médico al cabo de un tiempo, la enfermedad volverá a aparecer. Se debe ir subiendo de forma regular, con ritmo, perseverante, sin parar. Hemos de llegar al objetivo pronto. Debemos intentar vencer un principal obstáculo: la Pereza. Hay una curiosidad acerca de eso, en budismo se llama pereza también a la actitud “no, no puedo hacerlo, nunca llegaré a la iluminación. No soy lo bastante buen@…”.

“A veces se tiene tendencia a estar tenso, aferrarse a una

no-distracción forzada y a la idea ‘yo medito’, pensando contínuamente si estamos meditando como se debe. Primero hay que saber relajar la mente, abrirla;

luego será posible la meditación.”

MEDITAR EN EL AMOR Y LA COMPASIÓN

Para empezar a familiarizarnos con la actitud y pensamiento budista es bueno meditar en el amor y la compasión. Es una meditación sencilla pero que debe realizarse con aplicación.

Se trata de colocarse en la postura de meditación y dejar atrás toda preocupación, intentando permanecer como si el tiempo no existiera, calmados.

    Una vez nos hayamos relajado empezamos a pensar en la compasión que sentimos por nuestros seres más queridos, pensando cómo nos duele cuando les pasa algo, la dependencia que tenemos hacia ellos, etc.
Luego seguimos con nuestra família o amigos, dependiendo de cada persona. Reflexionamos sobre la compasión que sentimos hacia ellos, observándola. Más tarde ampliamos este círculo a nuestros compañeros de trabajo, aquellos que no conocemos mucho, luego a nuestros conocidos (simplemente conocidos), después a los deconocidos y terminando por nuestros enemigos. 000000 Con nuestros desconocidos y enemigos hay que intentar desarrollar la misma compasión que hacia nuestros amigos o conocidos. Todos los seres son iguales. Hay que reflexionar acerca de que también son personas con família, seres humanos con sentimientos exactamente iguales que nosotros. 0000000 Especialmente con nuestros enemigos, debemos intentar apaciguar esta idea de “enemigo”, “odio”. Ellos no quieren hacernos daño, son seres que sufren como qualquier otro, y hay que sentir una fuerte compasión hacia ellos. 
Una vez nos hayamos relajado empezamos a pensar en la compasión que sentimos por nuestros seres más queridos, pensando cómo nos duele cuando les pasa algo, la dependencia que tenemos hacia ellos, etc.
Luego seguimos con nuestra família o amigos, dependiendo de cada persona. Reflexionamos sobre la compasión que sentimos hacia ellos, observándola. Más tarde ampliamos este círculo a nuestros compañeros de trabajo, aquellos que no conocemos mucho, luego a nuestros conocidos (simplemente conocidos), después a los deconocidos y terminando por nuestros enemigos. 000000 Con nuestros desconocidos y enemigos hay que intentar desarrollar la misma compasión que hacia nuestros amigos o conocidos. Todos los seres son iguales. Hay que reflexionar acerca de que también son personas con família, seres humanos con sentimientos exactamente iguales que nosotros. 0000000 Especialmente con nuestros enemigos, debemos intentar apaciguar esta idea de “enemigo”, “odio”. Ellos no quieren hacernos daño, son seres que sufren como qualquier otro, y hay que sentir una fuerte compasión hacia ellos.

En otra sesión lo haremos con el amor bénevolo, de la misma forma. Creando un círculo que se va ampliando hasta acoger a amigos, seres queridos, desconocidos y enemigos; intentando desarrolar el amor hacia todos los seres

Diferencia entre compasión y amor benévolo:
En budismo estos términos no son sinónimos, existe una sutil diferencia, son conceptos muy crecanos, pero no iguales.
La compasión se define como la capacidad de sentirnos próximos al dolor de los otros, desear que todos los seres se liberen del sufrimiento. 
Mientras que el amor benévolo consiste en desear que todos los seres sean felices.
  A lo mejor este propósito no se consigue con dos sesiones; si es necesario repetir el ejercicio más veces, se hace. Es aconsejable, si creemos que en pocas sesiones o sólo en una ya lo hemos conseguido, repetir otra vez el ejercicio, y al cabo de mucho tiempo cuando la práctica se vaya desarrolando, volver. Aunque más adelante os centraréis en el Shiné.

 
SHINÉ
(calma mental)

En esta página hacemos una introducción a lo que es la meditación de Shiné o Calma Mental y explicamos ejercicios de Shiné básicos. Se debe empezar a meditar con este tipo de método, es lo más recomendable. Importante ver Situar La Mente.

Shiné es una forma de meditación contemplativa básica en el budismo. Su finalidad principal a nivel mundano es apaciguar la mente como un océano que se calma y permanece como un lago, tranquilo y regular. Hemos de sentir las olas en nuestro interior. 00000 La instrucción básica del Shiné es dejar la mente que vuelva a su estado natural. No añadirle nada, muchos consejos para el Shiné se encuentran en “Algo Útil”. 
Shiné en tibetano significa “permanecer en un estado pacificado”, aunque también se traduce como “calma mental”, “immanencia serena”, “meditación unidireccional”, “pacificar la mente”…
No sentamos en la postura de meditación, sin poner la mente en el pasado ni el futuro, sin apegarse a nada, sin rechazar nada (ver Pensamientos en Algo Útil). Los ojos se acostumbran a mantener cerrados en Shiné, sobretodo aquí en occidente hay una gran tendencia a cerrarlos. Pero en segun qué tradición o práctica como dZog-chen hay que tenerlos abiertos.

OM1- Observar la respiracion:
Es una práctica muy utilizada. Se dice que fue la práctica que utilizó el Buda justo después de sentarse bajo el árbol bodhi. Se trata de poner la atención en la respiración, sintiendo el ir y venir del aire en la punta de nuestra nariz. Se puede, simplemente observar, intentando no distraerse y dejando pasar los pensamientos o se pueden contar respiraciones, ya sea cada una o cada dos (conjunto de inspiración­–expiración). Al principio qualquier práctica de éstas es difícil pero con el tiempo y con dedicación se vuelve fácil solo. Si aparecen pensamientos, intentamos dejarlos de banda sin juzgar si eran buenos o malos, mantentemos nuestra atención en la respiración. Cada vez que nos enteremos que nos hemos distraído, simplemente, volvemos a poner la atención en la respiración.

Nota: Si vemos que estamos demasiado tensos, nos relajamos y no destinamos el 100% de nuestra atención a las respiraciones.

OM2- Visualizar u observar un objeto:
Esta meditación se divide en 2, sin tener en cuenta si es un soporte puro o un soporte impuro. La primera manera de realizarla es observar un objeto que tengamos delante. Puede ser, por ejemplo, un bol, una estátua del Buda… No se trata de analizar sus características, observar su altura, los colores… en absoluto! Tampoco tenemos que hacer fuerza con el cerebro como si fuéramos a meternos dentro del objeto. Lo correcto es observar el objeto sin distraerse, sencillamente. Aunque no es  nada sencillo. 00000 El otro modo es visualizar en nuestra mente un objeto. Puede ser una imagen del Buda Shakyamuni, nuestro lama, lo que simboliza para nosotros los seres iluminados… También se puede observar un objeto que se tiene, retener la imagen y cerrar los ojos siguiendo visualizando el objeto mentalmente. Cuando nos distraemos, abrimos los ojos y volvemos al objeto.

OM3- Esfera de luz blanca:
Sentados en postura de meditación y relajados, imaginamos una esfera de luz blanca a la altura de nuestra frente, más o menos. La esfera (tigle en tibetano) no es muy grande, más pequeña que una manzana y irradia por todos sus lados una luz muy muy blanca, muy pura. La esfera es de luz. 
Esta fórmula es muy buena, ya que la esfera representa al maestro, a la enseñanza, y sirve como antídoto contra la somnolencia. Si nos adiestramos en éste método, es una meditación muy clara.

Sin soporte:
Por útlimo, se puede dejar la mente sin darle órdenes. Permanecemos tranquilos y sin distraernos, dejando que la mente piense lo que quiera, sin juzgar si es bueno malo. Pero, sobretodo, sin involucrarnos a los pensamientos. Dejándolos pasar como fenómenos externos.

Otros Objetos de Meditaciones para ejercicios de calma mental:

Sonidos: puede ser un sonido regular (cada x segundos) como una campana, bol, tambor, grifo mal cerrado. Qualquier otro sonido, como recitar u oir un mantra, música de fondo. O bien estar atento a los sonidos que hay, sin perdernos ninguno.

Espacio: visualizar que nos encontramos en un paisaje abierto, claro, espacioso, luminoso. Imaginar el nirvana, que no existe ningun sufrimiento.

Visualización del lama

 

SHINÉ II
Cosas a añadir para cuando llevéis un tiempo meditando.

Debo repetir que sería bueno seguir el órden de éstas intrucciones de meditación. Intentad poner en práctica esto cuando llevéis un tiempo, no al empezar. No va a ser mejor, está hecho para cuando estéis familiarizados, no son enseñanzas mías, las saqué de libros y lamas, y fueron enseñadas así.

Sobre “OM => Respiración”
Cuando nos concentramos en la respiración no hay que estar muy tensos. Podemos conceder sólo un 25% de la atención a la respiración, el otro 75% relajado y abierto. O bien podemos hacer 50/50. No pensemos en los pensamientos. Olvidémonos de ellos, que al final de la sesión pensemos “y los pensamientos? Hay, no me he fijado en ellos!”. Eso no significa que no hayan surgido; pero hemos permanecido imparciales ante ellos. Si no ocurre esto no es en absoluto un símbolo de fracaso.
Podemos hacer dos ejercicios, concentrarnos en el acto de meditar o contarlas; o poner la atención en el hueco entre insipiración y expiración. Cada vez pondremos más atención en la respiración identificándonos con ella.

OM => Recitación de texto sagrado o mantra
Es importante que cuando recitamos textos o mantras tengamos la mente en Shiné. Debemos unir estas dos cosas. Colocar nuestra mente concentrada, libre y vigilante. Entonces empezar a recitar, sin distraernos o pensar otras cosas.

Sobre los Pensamientos
Que surjan pensamientos es normal. Cuando alguien ve que su interior esta atacado contínuamente atacado por pensamientos; eso no es una mala señal. Es bueno! No han surgido pensamientos y somos unos malos practicantes, simplemente nos hemos dado cuenta de el flujo de ideas. Y es que los pensamientos son parte de la naturaleza de nuestra mente. Cambiando nuestra actitud hacia ellos, cambiarán ellos y su actitud hacia nosotros. Si somos amables, no nos perjudicarán jamás. Debemos hacer como si cada vez que aparece uno lo reverenciáramos, lo saludáramos amablemente y simpáticos.

Vencer los obstaculos:

ALGUNOS ANTÍDOTOS

1r ejercicio: Para combatir la somnolencia
Cuando meditando notamos mucha somnolencia, debemos aplicar un antídoto para el sueño. Visualizamos una pequeña esfera de luz blanquísima,  muy muy luminosa, que nos cega con su pura luz; del tamaño de una uva. Se encuentra al nivel de nuestro corazón pero medio metro delante de nosotros. Nos concentramos en ella, intentando una visualización muy clara y consciente. Después, la esfera se coloca al nivel de nuestra frente. Ponemos nuestra atención en ella. Luego, sube hasta permanecer a medio metro por encima de nuestra cabeza. Seguimos con una visualización muy clara. Más tarde la esfera asciende hasta cinco metros por encima de nosotros. Pero nunca la perdemos de vista, siempre la tenemos presente.

  2º ejercicio: Para combatir la agitación mental 
Visualizamos una esfera del mismo tamaño, pero esta vez es negra, oscura, y se traga la luz. Es como un agujero negro. Al principio se encuentra en el suelo. Nos concentramos en ella y más tarde se coloca debajo nuestro. La tenemos presente sin bajar la cabeza ni la vista. Luego, se coloca a medio metro bajo nuestro. Para finalizar, la oscura esfera de luz desciende hasta permanecer a cinco metros aprox. debajo de nosotros.
   

A veces nuestro problema en la meditación es que nos olvidamos fácilmente del objeto de meditación. Entonces hay que responder físicamente y mentalmente, ya que, recordemos, no son cosas independientes (de aquí la necesidad de una postura adecuada). Miramos de poner la espalda más recta o no relajar excesivamente el cuerpo. Éste debe estar cómodo; pero no dormido. Mentalmente podemos imaginar luz, abrirnos la ventana, cambiar de objeto o bien intentar ser más plenamente conscientes. Aun así, siempre veamos que hemos olvidado el objeto de meditación, volvemos a poner la atención en él. Cada vez, nos distraemos, volvemos, nos distraemos, volvemos… Llegará un momento que se estabilizará.
También es muy bueno realizar introspecciones para ver cuál es la causa de ésta dispersión o éste letargo o torpeza mental. Si vemos que el problema es una excitación o dispersión, aplicamos un antídoto. Puede ser el que he explicado arriba, o simplemente meditar con menos luz, relajarnos más, imaginar el estado pacificado de Buda o hacer un esfuerzo mental para concentrarnos. Si el obstáculo es el letargo o somnolencia, se puede aplicar el antídoto más detallado que ya he explicado (ejercicio 1), meditar con más luz, de cara a la ventana, cambiar de objeto por uno más luminoso o un sonido… Éso es peligroso ya que se puede confundir éste letargo con una profunda meditación, y eso es fatal. Por eso es importante realizar alguna introspección de vez en cuando en alguna sesión… ver qué hace la mente.

INTRODUCCIÓN AL LAKTHONG

El Lakthong se puede explicar como “observar la naturaleza propia de la mente”. Con el Shiné conseguiamos volver la mente a su estado natural, ahora lo analizamos. Hay tradiciones que lo consideran meditación analítica, otras unidireccional.
En tibetano, Lakthong significa “Visión Superior”, “visión profunda o penetrante” y en sánscrito es denominada Meditación de “Vipashyana” (vipasana).

Diferencia con el Shiné
Siendo breve, la diferencia entre Shiné i Lakthong es que la meditación de la Calma Mental (shiné) sólo tiene como fin apaciguar nuestra mente, mientras que el Lakthong observa la naturaleza de la mente una vez ésta está tranquila.

Alternanza y Unión de la dos prácticas
El verdadero Lakthong (también lo veréis escrito como Lagtong) es, en realidad, la unión de las dos meditaciones. Observar la naturaleza de la mente mientras esta está en calma mental.
De momento vamos a realizar una alternanza entre estas dos prácticas. Antes de realizar una práctica Lakthong, es bueno hacer unos pocos minutos de Shiné para posicionar la mente. Al finalizar, podemos volver a hacer un poco de calma mental, por ejemplo una práctica abieta, sin soporte, dejar la mente libre. Terminar con esta práctica es algo que he sacado de mi Lama Occidental (considero que tengo dos maestros, uno tibetano y uno catalán; Thubten Wangchen y Javier Artigas)
Si se realizan diversos tipos de Lakthong, se puede hacer un poco de Shiné entremedio de algunas de ellas.

[ importante leer “los pensamientos” en el apartado Sufrimiento ]

EJERCICIO BÁSICO
Un ejercicio simple y poco determinado de Lakthong es, como dice la definición, observar la mente, simplemente. Hacemos calma mental y giramos nuestra mirada interior hacia la mente. Observamos la actividad de la mente, cómo funciona, sin implicarnos en los pensamientos.
Casi todas las meditaciones de Lakthong parten de este ejercicio, ya que la Visión Superior y sus ejericios, son, en esencia, observar la mente.

PRACTICAR LAKTHONG

En este apartado voy a proponer 3 ejercicios de Lakthong, bastante parecidos, se pueden subdividir, o juntar, pero lo vamos a explicar de esta forma, ya que es como lo he leído y creo que es un buen método practicalo por separado al principio. 000000 Cómo he explicado antes, haremos una alternanza con Shiné, más adelante ( y aquí yo ya no lo explico, tiene que ser por indicación del lama) lo juntaréis.

1r MÉTODO: Buscar la “Mente en Calma”
Empezamos con unos minutos de Shiné. Luego, cuando tengamos la mente más o menos pacificada nos disponemos a buscar dónde reside esta tranquilidad, dónde está la calma? Está en nuestro corazón, en el cerebro? En nuestro interior? Está en el aire, en nuestro entorno? Está en el aire que nos entra por la nariz, en el que sacamos? En nuestros tronco? Encima de nuestra cabeza? En una esfera de nuestro entorno, incluyéndonos?

Vamos a ver que es imposible determinar un lugar donde resida esta mente en calma. Pero es indudable que precibimos esta calma. Pero no es más que un fruto de nuestra mente. No podemos encontrarla.

2º MÉTODO: Observar nuestros pensamientos 
  Como si hiciéramos Shiné, sin dar importancia a los pensamientos, de repente, nos ponemos a analizarlos. Pero no su contenido. Simplemente los utilizamos para observar su naturaleza. Intentamos descubrir donde residen. Los pensamientos surgen, permanecen un rato y se desvanecen. Pero de dónde vienen? Dónde permanecen? Dónde se van? Cuál es su origen?? Cómo surgen, cómo se van,  porqué.. Se trata de fijars en el proceso de los pensamientos.

3r MÉTODO: Derivación del segundo
Nos concentramos en un pensamiento concreto, como si fuera un Objeto de Meditación. Puede ser una imagen o un objeto que tenemos delante (por ejemplo, un vaso de agua). Cuando estamos manteniendo la atención sobre él analizamos dónde está; saliendo de los conceptos de que el centro de las ideas es el cerebro, abriendo la mente. Dónde permanece éste objeto de nuestra concentración? A unos metros nuestros? En nuestro interior? De dónde ha venido? Ha salido de su existencia física y se ha metido en el cerebro? Ha surgido una alma de dentro del vaso? Está en el corazón? O dónde? El pensamiento en sí tiene forma? Tamaño? Consistencia?
Luego, dejamos el pensamiento del vaso de agua y observamos una vela, por ejemplo. Realizamos el mismo proceso que con el vaso. Lo observamos, entonces cerramos los ojos y l@ visualizamos. Intentamos percibir de dónde ha salido este pensamiento? Pero otra cosa más importante. Adónde ha ido el pensamiento del vaso? Ha desaparecido? Se ha movido? Qué ha pasado con él?  Porque ya no está en nuestra mente. Entonces dónde? Ya no existe? Se ha transformado en el pensamiento de la vela? Pero entonces es el mismo pensamiento o son distintos?

Si insistimos, por mucho que lo hagamos, no vamos a encontrar respuesta a éstas preguntas. 
   

 
Hemos buscado su origen; pero no hemos podido encontrarlo. Hemos intentado saber dónde estaba mientras lo teníamos en mente. Tampoco hemos encontrado su paradero. Y cuando se ha ido tampoco hemos encontrado dónde se ha marchado.

Los pensamientos no vienen de ninguna parte, no permanecen en ninguna parte y no van a ninguna parte.

Los pensamientos, por sí mismos, no tienen ninguna existencia real.

PARA AMPLIAR NUESTRA MENTE

Meditación para ampliar el concepto que tenemos actualmente de nuestra mente, con unos límites muy cerrados, limitados al cerebro normalmente.

Visualizamos una esfera de luz blanca, ni muy grande ni muy pequeña. La situamos aproximadamente al nivel de nuestro corazón, en el centro de nuestro tronco. Es nuestra mente. Nos identificamos y ponemos la atención manteniendo esta visualización y actitud mental. Al cabo de un tiempo de meditación establecida en esta situación, esta esfera de multiplica, de ella surge otra esfera exactamente igual, que se dirige hacia delante y se aleja muchísimo, hasta donde llegue nuestra imaginación, pero nunca debemos perderla de vista; también es nuestra mente. Se va lejos, atraviesa países, montañas. O bien sólo consigue atravesar la habitación. La cuestión es que se coloque muy lejos, y la tengamos muy presente. Sale otra esfera idéntica a la original que se va hacia nuestra espalda, lo más lejos que pueda. Hasta los confines de nuestra imaginación. Nos concentramos en éstas 3 esferas de luz blanca; las tres son, a la vez, nuestra mente. Después, sale otra hacia la izquierda, y se dirige al horizonte de nuestra capacidad de visualización. Es nuestra mente. Al cabo de un rato sale otra hacia la derecha y sigue el mismo procedimiento que todas.
Nos concentramos un buen rato en estas cinco esfera de luz que simbolizan nuestra mente.

En otra sesión podemos ampliar el número de esfera, una hacia abajo, hacia arriba y en los puntos intermedios; pudiendo acabar rodeado de pequeñas esfera de luz que juntan su luz y se confunden. Todas son nuestra mente.

PARA CONTROLAR LAS SENSACIONES

En este ejercicio intentaremos que las emociones o sensaciones agradables no nos invadan en forma de pasión y nos creen apego; y que las emociones o sensaciones desagradables no nos creen rabia u odio. Así, intentar que no nos impliquemos tanto en ellos, que no nos afecten tanto. Así evitaremos sufrimiento y aprenderemos a aceptarlas sin tener que “soportarlas” ni rechazarlas. Cuando aparezcan, no nos invadirán.

Ejercicio 1

Empezamos recordando una sensación agradable, muy agradable. Puede ser de paz o qualquier otro tipo. Al hacerlo diversas veces podemos alternar, recordando meditaciones, amores, pasiones, ilusiones, etc.
También podemos tenerla ahora. La recordamos y nos concentramos en ella. Los pensamientos que aparezcan, aunque sean de este tema, es muy importante ignorarlos. Aunque estemos recordando una emoción agradable, no debemos permitir que nos invada; sino que debemos intentar que exista una distancia entre la sensación y nosotros.

Ejercicio 2

La transición entre los dos ejercicios deben ser unos cortos minutos (máximo 2) de shiné sin soporte o con un soporte que yo llamo neutro. No requieren mucha atencion ni visualización. Puede ser concentrarse en la respiración aunque sin dedicar toda la atención, en el sonido o bien contemplar un objeto, no visualizarlo.

Luego, recordamos una sensación desagradable o si la tenemos ahora, nos concentramos en ella. No hace falta que sea el pero momento de nuestra vida. Podemos recordar desde el momento en que nos dejó la novia (caso extremo) hasta comer un plato de acelgas. Los ejemplos del tipo “acelgas” son mejores. También podemos variar en diferentes sesiones. Nos concentramos en esta emoción y hacemos lo mismo que con la otra, intentando que no nos invada, que exista una separación entre la sensación y nosotros. Permanecemos impacibles.