¿Qué características tienen los procesos organizativos de los pueblos indigenas?

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46.- ¿Qué características tienen los procesos organizativos actuales de los pueblos indígenas?
 
Los párrafos en negro se refieren a: ” Aspectos socio-políticos ”

Con frecuencia se afirma que en México no existen organizaciones de carácter nacional, con liderazgos representativos del conjunto -o, al menos, de una mayoría- de los pueblos indígenas. No pocos han visto en la “comunidad autocontenida” (la expresión la han empleado autores como Aguirre Beltrán y Warman) el factor estructural limitante de la posibilidad de establecer alianzas regionales o suprarregionales. Se sostiene también que numerosas organizaciones han surgido a partir de la interlocución con los sectores gubernamentales, buscando cohesionarse para obtener recursos que les permitan solucionar problemas específicos de tenencia de la tierra, dotación de servicios básicos, obtención de créditos e insumos para proyectos de desarrollo, y, en general, -señala Maya Lorena Pérez Ruis- adoptando “estrategias múltiples para enfrentar las políticas nacionales que se les han impuesto y constituirse por esa vía en sujetos reconocidos por el Estado, para negociar y sobrevivir en el contexto de la Nación. (…) En el campo estricto de las políticas de desarrollo, las poblaciones indígenas han tenido que afiliarse a diversas figuras asociativas a fin de acceder a los beneficios, supuestos o reales, que éstas les han ofrecido, al ser las únicas vías para su participación en el desarrollo nacional. Y no ha sido muy diferente en el caso de las políticas indigenistas que han generado a sus interlocutores, partiendo de los principios ideológicos orientadores de sus prácticas. Entre los pueblos indígenas, sin embargo, existen cada vez más otras formas de organización generadas a partir de sus relaciones con otros sectores de la sociedad: con organizaciones no gubernamentales, religiosas, gremiales, partidos políticos, etcétera. Debido a la diversidad de formas de organización promovidas por el gobierno y otros sectores sociales, con frecuencia una misma persona, e incluso un mismo líder, puede pertenecer simultáneamente a varias organizaciones. Como es de suponer, las formas de organización tradicionales y las generadas para la interlocución con otros sectores de la sociedad nacional entran en conflicto muchas veces. Éste puede originarse cuando los ámbitos de competencia no están bien definidos, cuando la permanencia de un significa la obstrucción o destrucción del otro, cuando hay competencia entre los líderes de ambos tipos de organización, cuando están en manos de sectores de población con proyectos políticos, económicos y aun culturales diferentes, y cuando hay intereses opuestos que se acompañan de alianzas internas y externas. De esta manera, en algunos lugares, las organizaciones generadas por interés gubernamental han confrontado y desplazado a las tradicionales; en otros, si bien las poblaciones han adoptado externamente las formas organizativas exigidas desde fuera, los puestos en ellas son ocupados por las viejas autoridades tradicionales; y en otros más, bajo las nuevas formas organizativas subsisten y se fortalecen las formas tradicionales. Lo anterior habla de la capacidad que tienen las poblaciones indígenas para adaptarse y responder a las que exigencias que se les imponen, pero también indica la dispersión de su organización y sus dificultades para concretar alianzas y converger en movimientos regionales y nacionales.

“En los pueblos indígenas, por tanto, se desarrollan conflictos de carácter intergremial, intergrupal, interétnico e interpartidista, que dificultan los esfuerzos de esos pueblos para cohesionarse en torno a proyectos políticos que dirijan su lucha a niveles más amplios dentro del ámbito nacional e internacional. El tiempo que han de invertir las organizaciones en las formalidades impuestas por una u otra relación institucional, la competencia por los recursos financieros y crediticios, la lucha entre dirigencias para ser reconocidos como los interlocutores válidos, la falta de continuidad de las políticas sexenales de desarrollo, además del fomento del paternalismo, el clientelismo, la corporativización y la corrupción, son elementos que han de agregarse a las estrategias administrativas y de control útiles para la reproducción de la dominación étnica sobre los pueblos indígenas, venga ésta del gobierno o de otros sectores sociales.

“Los pueblos indígenas, en consecuencia, han tenido que ajustar sus modalidades organizativas en medio de la tensión entre responder a los requerimientos que les impone su pertenencia a la nación, y mantener sus propias pautas para conservarse como pueblos con culturas e identidades particulares. Por lo mismo, difícilmente sus formas de organización contemporáneas pueden explicarse ajenas a sus relaciones con las políticas gubernamentales nacionales.

“Pese a lo anterior, las organizaciones de los pueblos indígenas, diferentes en origen, objetivos, intereses, proyectos, dimensión y representatividad, en la actualidad tienden, unas más que otras, a consolidar su autonomía y su legitimidad ante sus bases, y no siempre, ni mecánicamente, ello se desprende de su origen. De modo que existen organizaciones que, habiendo nacido a iniciativa del gobierno, han logrado establecer su independencia y un proyecto propio al servicio de sus representados. Lo mismo que existen organizaciones que, habiendo nacido de movimientos contestatarios e independientes, se han subordinado a instituciones gubernamentales o a organizaciones políticas externas, contrarias a los proyectos e intereses de sus bases. En tales procesos las organizaciones indígenas pueden incluso demandar, y utilizar, recursos del Estado, o bien de organismos no gubernamentales y de instancias de financiamiento internacionales, tanto para apoyar proyectos propios como impuestos. Precisamente en este punto destaca la tensión, o contradicción, entre la necesidad del gobierno de corporativizar y construir a sus sujetos sociales para convertirlos en sus interlocutores versus el surgimiento de movimientos y organizaciones (o sectores dentro de las organizaciones) que luchan por fortalecer un proyecto cultural y de desarrollo propio.

“En este sentido, el ámbito de las organización de los pueblos indígenas constituye un espacio social donde se confrontan fuerzas de diverso tipo, y donde, por lo demás, se establecen relaciones de alianza, oposición y negociación, y se concretan relaciones de imposición y subordinación. Por ello, en él pueden gestarse procesos encaminados a mantener la independencia de las organizaciones y a modificar las relaciones de dominación de sus pueblos, o pueden generarse otros que legitiman y contribuyen a reproducir la dominación.

“No obstante la gran diversidad de organizaciones entre los pueblos indígenas, y de los avances y problemas que en ese ámbito enfrentan, su presencia es cada vez más visible en los escenarios nacionales, y sus luchas han contribuido a formar lo que en México se ha caracterizado como el movimiento nacional indígena.” (PÉREZ RUIZ, 2000:355-362)