Fragmento de La Diosa Blanca, Robert Graves

De: Alias de MSNThe_dark_crow_v301  (Mensaje original) Enviado: 27/11/2005 15:19

LA DIOSA BLANCA, Robert Graves (1948)

La Canción de Amerguin es un antiguo calendario-alfabeto celta. En
todos los lenguajes célticos árboles significa letras. En el alfabeto
irlandés más antiguo, el Beth-Luis-Nion (abedul-fresno silvestre-fresno)
las letras corresponden a la primera de los nombres de distintos árboles.
El druída era “vidente del roble”. En Yorkshire se han encontrado ataúdes
con árboles dentro, entre los cuales el muérdago, aunque éste no llegue a
formar parte del alfabeto celta.
Plinio nos informa del sentir de la gente de su tiempo cuando asevera que
el espíritu, las almas de los difuntos, residen en las judías, y por eso
los griegos se defendían de los fantasmas arrojándoles habichuelas (por
magia homeopática, incluso de contacto). En las fiestas romanas Lemurias
los cabezas de familia arrojaban judías negras a sus espaldas, para
conjurar a los espectros. Los pitagóricos no comían judías porque hacerlo
equivaldría a comerse las cabezas de sus padres (ancestros).
En los nombres, de dioses tanto como de humanos, residía su alma, como
también lo estaba en la sombra, en el pelo, o en la huella al andar… El
verdadero nombre de Roma (Amor?) era escondido celosamente por los Sumos
Pontífices, y cuando un tal Quinto Valerio Sorano se preció de conocerlo y
lo divulgó, fue condenado a muerte en los últimos tiempos de la República.

La toma de Argos, y del templo de Io, por el sirio Dánao ocurrió entre la
fundación de Tebas por el fenicio Cadmo (1350?) y la expedición de los
argonautas a la Cólquide (1225?).
En el 2500 adne. los libios dolicocéfalos a través de España llegaron a la
Britania atravesando el canal de La Mancha en la Edad del Bronce, e
introdujeron los grandes cementerios megalíticos de largos túmulos con
inhumación. En el 2000 nueva “invasión” esta vez de braquicéfalos
constructores de calzadas. Nueva invasión en el 1500 (más o menos) de
dolicocéfalos desde el sudeste europeo, que importaron la cremación y los
túmulos redondos (más acordes con el vientre maternal). El hierro se
introdujo alrededor del 800. En el 600 se desarrolla la cultura
“Hallstadt” y en el 350 la cultura druídica adoradores del muérdago, “La
Tene” llega a Irlanda.
Las 18 letras (13 consonantes –mes lunar- y 5 vocales) del alfabeto
Beth-Luis-Nion corresponden a árboles, que también representan los meses:
B abedul 24.12/20.1 D roble 10.6/ 7.7
vocales:
L fresno silv. 21.1/17.2 T acebo 8.7 / 4.8 a
abeto
N fresno 18.2 / 17.3 C avellano 5.8 / 1.9
e álamo (blanco)
F aliso 18.3 / 14.4 M vid 2.9/29.9
i tejo
S sauce 15.4 / 12.5 G hiedra 30.9/27.10 o
hiniesta, retama
H espino 13.5 / 9.6 P saúco enano 28.10/24.11 u
brezo
R saúco, mirto
25.11/23.12
1. Con rama de abedul (escoba) se azotaba a locos y delincuentes, para
expulsar a los demonios.
2. El fresno silvestre era utilizado contra los hechizos de brujas y los
rayos y para detectar metales, y en su mes se celebraba la Candelaria (2
de febrero).
3. El fresno era el árbol del renacimiento.
4. De mala combustión, el aliso oracular da el mejor carbón (en Grecia
lo sustituye el laurel) y trae la resurrección-regeneración (como el
álamo blanco y el ciprés) con el equinoccio.
5. El saúce del encantamiento y de las brujas, que en Grecia estaba
dedicado a la diosa de la muerte y de la magia, Perséfone, Hécate, Circe,
Hera…, y dio nombre al monte Helicón de las Musas, elabora el ácido
salicílico.
6. El espino aconsejaba abstenerse del coito y realizar purificaciones,
y de sus ramas se hizo la corona de espinas.
7. El roble da el fuego sagrado y hospeda a los rayos. De roble era el
oráculo de Dodona y la nave de Argos. En su mes cae el solsticio de
verano.
8. El acebo florece en julio y era utilizado en Roma en las Saturnales.
9. El avellano para los celtas era el árbol de la sabiduría y de los
heraldos.
10. La vid es del alegre Dionisos.
11. Como lo es la tóxica hiedra, en cuyo mes celebraban sus orgías las
Ménades.
12. El saúco enano o acuático sustituyó a la caña de la que se hacían el
cetro y las flechas del rey.
13. El saúco es también de las brujas pero ahuyenta los demonios, infausto
tal que Judas se ahorca de él, incluye el solsticio de invierno. Arbol de
la perdición, parece que el 13 sigue dando mala suerte.
En navideño abeto (la vocal “a”) convirtió la fenicia (¿?) Cibeles al
hijo de Nana, Atis, el Adonis frigio: era el árbol del invierno. Le seguía
la retama (la “o”), que anunciaba la primavera, al final del mes del
fresno. En madera de brezo (de la “u”) fue emparedado Osiris en Biblos, de
donde Isis lo sacó en el solsticio de verano; se asocia con las abejas, y
Cibeles era abeja que castraba a los zánganos que la fecundaban. El árbol
del otoño era el álamo blanco (la “e”) de la desesperanza. Y el quinto
árbol, el tejo (la “i”), del invierno, era de la muerte, como el saúco y
el mirto y, como vocal de estación, era el día extra, sacrificial, que
precedía al año nuevo que nacía en el solsticio de invierno.
En cuanto a los días de la semana, que empezaba con el abedul (letra B)
del Domingo/Sol:
S.lunes Luna/Hécate sauce D. jueves
Júpiter/Jovis roble T.martes Marte acebo
Q. viernes Venus manzano
C. miércoles Mercurio fresno, o avellano F. sábado Saturno
aliso
El abedul, pues, iniciaba tanto el año solar como la semana.
Componiendo las letras con los días de la semana, diría el devoto,
en latín:
Benignissime, Solo Tibi Cordis Devotionem Quotidianam Facio
(Benignísimo, Sólo a Ti mi Corazón Devoto Qada-día te
consagro),
y en griego:
Beltiste, Soi Ten Cardian Dídomi Cathemerios Phylaxomenen
(Tú, el Mejor, todos los días pongo mi corazón a tu cargo)
A cada mes y día de la semana se le asignaba también una piedra como el
jaspe, el zafiro, el ágata, la amatista, la malaquita, el ámbar, el
granate… Como metales también a las vocales: plata, oro, cobre, estaño y
plomo (aouei).
Que la creación se realizara en siete días con este orden: luz, aguas,
plantas, astros, aves y animales marinos, animales terrestres y humanos,
descanso, con la evidente incoherencia de los astros en el “jueves”,
después de las aguas, sólo pudo deberse al forzar la concordancia entre
domingo-Sol-luz, lunes-Luna-agua, martes-Marte-pastos,
miércoles-Mercurio-astros, jueves-Júpiter-águila… Sí es coherente que la
orden de procrear se diera el viernes-Venus-humanos. Y que el perezoso
Saturno descansara en el sábado.
En otros casos, o lugares, la retama o el ciprés o la acacia sustituyen al
abedul en el domingo, el almendro sustituye al avellano para el miércoles,
el terebinto al roble para el jueves, el membrillo al manzano para el
viernes, el granado al aliso para el sábado. De acacia era la madera del
arca de Noé, cuyas medidas indican su consagración al Sol (Yahvé la
precedía en figura de fuego), del arca de la Alianza, de Osiris…, de todas
las cuales surgiría la regeneración.
El manzano silvestre era la Q (quert) que desapareció. La diosa del
manzano también lo era del mirto, el árbol de la muerte, porque amor y
muerte (thanatos/eros) eran dos fases del mismo proceso (unión
hierogamática y sacrificio subsiguiente). Que Fedra se pinchara y sangrara
con la rama del mirto (vulva?) mientras contemplaba a Hipólito en el
gimnasio, es una poética y coherente licencia del dramaturgo para expresar
la historia de amor de Fedra y la muerte subsiguiente de su amado.
Las 4 estaciones empezaban los días 2-2, 1-5, 2-8 y 1-11. En el 2 de
febrero se commemoraba la regeneración de la naturaleza y el 1 de
noviembre su muerte anual estacional.
En Creta los árboles sagrados eran la higuera, el olivo, el plátano, el
ciprés, la vid, el pino y la palmera.
La relevancia del número 72 proviene de una división del
calendario en 5 estaciones de 72 días cada una, más los 5 días nefastos,
demasiado sagrados, que a su vez son 1/72 del año de 360 días. El cambio
del culto de la diosa-Luna al del Sol-Ra requería un cambio del
calendario, en el que se añadía 1 día nefasto a los 364 de los 13 meses
lunares de 28 días cada uno. 72 fueron los días (de la canícula) que Isis
ocultó a su hijo Horus para protegerlo de su hermano Set. Conocida la
influencia egipcia en los judíos, no extraña que los 5 libros de Moisés
fueran redactados por los 72 doctores de la Ley (versión de los Setenta)
en el trabajo que realizaron en 72 días, coincidiendo exactamente sus
traducciones a pesar de que trabajaron por separado (!). 5 son los
dólmenes del conjunto de Stonehenge, cuya brecha entre dos de ellos
recuerda los 5 días nefastos, sagrados, sobrantes, “inexistentes”.
El calendario precedió al alfabeto. (Y tanto, no te jode?)
El eje de la Tierra describe un círculo completo en el cielo en un período
de 25.765 años (año platónico), moviéndose un grado el Polo Norte cada 72
años dentro de este círculo, que es lo que se llama precesión de los
equinoccios. Es necesario decir esto para entender que hace 5.000 años la
situación privilegiada que hoy ocupa la Estrella Polar de la Osa la
ocupaba entonces la estrella Tuba de otra constelación, la del Dragón.
Pero desconocemos si este cálculo le sirvió al dios egipcio del
calendario, Thor, o si la subdivisión en 5 estaciones de 72 días (mera
consecuencia de dividir 360/5) tuvo un motivo funcional, cara a la siembra
y las cosechas.
La escritura lineal B micénica (1450-1400 adne.) contenía 88 signos
fonéticos diferentes.
La palabra semítica “Cadmo” significa “del este”.
La hoja de parra con que Eva cubre sus vergüenzas muestra que el árbol de
la ciencia del Bien y del Mal fue higuera antes que manzano, que devino
–junto con el granado?- en el árbol de la inmortalidad, por lo que su
fruto era dado a comer, por la diosa, al héroe que iba a ser sacrificado
(y por lo tanto, inmortalizado).
Un dolmen era una cámara mortuoria, un “seno de la tierra”, cuya piedra
horizontal (apoyada en dos o más verticales) cobijaba el cadáver del héroe
a menudo en cuclillas, como un feto en el seno materno, a la espera de
“su” renacimiento (la del grupo totémico). El pasillo de entrada es
estrecho como lo es la entrada del útero. En Melanesia el ritual de la
“regeneración” consiste en que el llamado a renacer se arrastre para
entrar bajo esa puerta sagrada. (El paso de los derrotados bajo el arco de
las lanzas de los victoriosos podría recordar un ritual de adopción de los
vencidos en la tribu de los vencedores? Tiene toda la pinta)
Los quirománticos asignaban el dedo índice a Júpiter, el dios del roble,
como guía del Destino; el dedo “tonto” del corazón (de la Navidad) a
Saturno, para hacer llover; el cuarto dedo (del oro) al Sol (Apolo-Sol
sería el dios de los médicos y de la sabiduría; y el meñique a Mercurio
como conductor de las almas de los difuntos. A la Luna como diosa del
Hades pertenecía la parte inferior de la palma de la mano; a Venus el
pulgar (como símbolo fálico) para obtener la prosperidad, y a Marte el
centro de la mano, donde se empuña el arma. El pulgar levantado junto con
el índice y el corazón era de la bendición latina, o como gesto
propiciatorio antes de iniciar un discurso. La bendición del Diablo
cornudo se obtenía alzando los dedos índice y meñique.
En el teriomorfismo la serpiente fue de los primeros animales totémicos, y
la cabra (que amamantó a Zeus y protege la égida de Palas, o la de Pan o
Diónisos) fue anterior al toro (la vaca) en cuya figura fue troceado
Diónisos, nacido como cabra, para ser devorado por los Titanes en Creta.
El gato, el cerdo y el lobo –más tarde también la vaca- estaban
consagrados a la diosa Luna.
Perseo, “destructor”, es el aqueo que sojuzga a la diosa como luego haría
Héracles, el dorio, “gloria de Hera”, que resulta un sarcasmo.
Belili (Belin en Stonehegen, más allá del 1.500 adne.) era la diosa Blanca
sumeria de los árboles (sauce), de la Luna, del Amor y del Hades, de los
pozos y los manantiales, anterior a Ishtar, y su pareja Tammuz era el dios
de la cosecha, del cereal y la granada (fruta que no pudren los gusanos).
Marduk lo sería luego del Sol y de la Lluvia. En el culto a la frigia
Cibeles, diosa del León y de la Abeja, se castraba los jóvenes en su
ritual. Mitra, Varuna e Indra eran los dioses patriarcales aqueos que
luego tomarían en Grecia los nombres de Zeus, Posidón y Hades, y que
afueron acogidos por los centauros, adoradores de Ino/Leucotea (diosa
Blanca), para combatir a los lapitas de Tesalia. La victoria de Zeus sobre
los Hecatónquiros, nativos pelasgos, la situa Taciano en 322 años antes
del sitio de Troya, que fue en el 1183, o sea en el 1505. La batalla
posterior de la Gigantomaquia commemoraba la victoria aquea sobre los
magnesios del Pelión. Los griegos nativos eolios que se asentaron en
Beocia y el Peloponeso, sin combatir a los aqueos dananeos, tomaron el
nombre de minias. El Olimpo es un invento dorio del 1200 para repudiar a
la Gran Diosa. Las castraciones Urano y de Cronos, con la hoz en forma de
media luna, commemoraban los sacrificios a Zeus, dios del roble en Dodona,
donde el rey anual, inmortalizado como divino protector al ser
sacrificado, era comido en el ágape ritual. El término “segar” era el
mismo que el de “castrar”. “Corone” era la palabra que designaba a
“Cronos” y al “cuervo”. La primera letra “alpha” recuerda a la Diosa
Blanca, como “blanco” es el significado de Argos, dragón que custodiaba a
la Diosa Blanca Io (vaca blanca), también venerada como Leucipa (yegua
blanca).
Luna Nueva es la blanca creciente, como doncella; Luna Llena es es la
de la guerra y el amor, orgiástica, y Luna Vieja, la decreciente, la de la
Magia y la Muerte.
El ataúd como barco (tronco ahuecado) para el viaje del muerto al más
allá.
Mellizos: Cástor y Pólux, Idas y Linceo, Calais y Zetes, Rómulo y Remo,
Demofón y Triptólemo, Abel y Caín, Seth y Osiris, Héracles e Ificles,
Peleo y Acasto…
Niños sacrificados en lugar de su padre, Faetón, Icaro, Demofón, Hilas,
los niños asesinados por Heracles, Diónisos, Melicertes, Aquiles,
Melkhart: “rey de la ciudad”.
Control de la víctima elegida: el Flamen Dialis -que debía su puesto a su
unión con la Flamínica, a cuya muerte cesaba, y de la cual no podía
divorciarse- no podía ver al ejército en armas, ni llevar un anillo
totalmente cerrado, ni tener nudo alguno en su vestimenta, ni tocar pan
con levadura ni un cadáver, ni nombrar una cabra o un perro, ni tocar
carne cruda, ni por supuesto comer habichuelas, ni salir al exterior con
la cabeza descubierta, ni visitar ninguna tumba, ni cortársele el pelo o
las uñas que no fueran enterrados bajo un árbol favorable.
Xto.: hijo de Madre Virgen, concebido por el Espíritu, juzgará como
Osiris a los vivos y a los muertos, recién nacido queda al cuidado de
animales… Remeda las figuras de Tammuz, Dioniso Zagreo, Orfeo, Héracles,
Osiris, Atis, Adonis…
Dios era femenino…, hasta en hebreo…
Adonis era de Biblos (seguro!), y por tanto paredro de Ashtarté, la diosa
siria (pues los fenicios eran sirios, seguro?)
El animal sagrado de Seth era el onagro. Mitos relacionados con el asno:
las orejas de asno del rey Midas, Cronos, Saúl buscaba los asnos perdidos
de Kish, el asno que estaba con Abraham al ir a sacrificar a su hijo
Isaac, la quijada de asno que Sansón utilizó contra los filisteos, el asno
de Balaán con voz humana, el asno del nacimiento de Jesús o de su entrada
en Jerusalem. “Carajo” significa “falo de asno”.
En la Elide se rendía culto a los Dáctilos con el nombre de Heracles,
Peonio, Epímedes, Jasio e Idas (pulgar fálico, índice liberador, corazón
tonto, anular curador y meñique oracular). También se les adoraba en
Efeso, Frigia, Chipre, Creta y Samotracia. Su culto era como dedos para
contar tanto como artífices de productos metálicos (fundición y herrería),
y se les llamaba padres de los Cabiros (en Samotracia) o de los Curetes
(en Creta, Delos, Calcis, Etolia).
El escorpión como o flecha como “arma” sacrificial que hiere a la víctima
en el talón se da en los casos de Aquiles, Mopso, Heracles, Orión, Talos,
Faetón…
La muerte sacrificial del hijo, al sustituir al propio rey, que evitaba
así su muerte, implicaba que el menor era investido rey por un día, para
que muriera como tal, el día de su sacrificio. Hijos sacrificados lo
serían el Doniso cretense de Zeus, Icaro de Dédalo, Faetón y Asclepio de
Apolo, Demofonte de Celeo, Melicertes de Atamante, Mermero y Feres de
Jasón, Isaac de Abraham, Aquiles de Peleo… Simulada la muerte del rey “no”
sacrificado, éste recuperaría el trono y la legitimidad desposando a la
“nueva” viuda, o a su hija, como los faraones con sus hijas, o Ciniras con
Esmirna en Chipre, o Sexto Tarquinio en Roma con Lucrecia. El papel
relevante que tomó el niño se aprecia en las manifestaciones de la diosa
cretense con su hijo, Deméter con el niño en las cestas de Eleusis, Isis
con Horus o Dánae con Perseo.
El suicidio de las 50 sacerdotisas palántidas de Atenas da fe de fuertes
resistencias a la implantación de sistema patriarcal.
Las sandalias como atributo de realeza (para impedir que sus pies dejaran
huellas al andar, pues si no, tendrían que andar sobre las puntas de sus
dedos, sin apoyar el talón, como el cananeo Agag) se ven en los mitos de
Teseo, Perseo, Hermes, Jasón…, o del mismo Jacob (Jahaceb, dios del talón)
que andaba de puntillas tras quedar cojo en su lucha con el ángel.
“Pascua” se deriva de Pesach y ésta de psch, bailar cojeando. Heridos en
el muslo por jabalí morían el frigio Atis, “hijo” de Cibeles, y Adonis de
Biblos. Cojos fueron Hífestos, Abraham, Odiseo, Talos, Filoctetes…
Diónisos, que viste coturnos, viene de Zeus-Nysos, de cuyo muslo nació, y
Nysos en Siracusa significaba “cojo”. Quizás la castración y la cojera
sustituyeran la muerte ritual, como luego la circuncisión recordaría la
antiguas castraciones.
El rey romano Tarquino el Mayor impuso la virginidad a las vestales, para
impedir que engendraran al sucesor al trono, pues todavía se celebraban
las uniones hierogámáticas entre el fin e inicio de año, esto es, en el
solsticio de invierno, al tiempo que era sacrificado el rey que ultimaba
su reinado (de 1, 4, 8 años…, según definieran el año solar). Silvia,
madre de Rómulo y Remo, era vestal en Alba Longa
El equinoccio de primavera lo ocupaba Géminis del 5800 al 3800 (más o
menos), Tauro del 3800 al 1800, el Cordero-Carnero Aries del 1800 adne. al
800 dene. Los nuevos tiempos traen nuevos dioses que necesitan, entre
otros valores, de nuevos calendarios. Al comienzo de nuestra Era Piscis
era reemplazado por Acuario en el solsticio de invierno, estación de
lluvias, y el Toro por el Cordero en el equinoccio de la primavera. Iesus
Christus Theos, el Cordero de Dios, tiene las mismas letras con las que
empieza “pez” (ichttus), sugiere R.Graves. Con el signo del pez se
identificaban los primeros cristianos en la clandestinidad. Jesús mismo
opone el pez a la serpiente en Mateo VII, 10.
Incluso Urano es una masculinización de Ura-Ana (Reina de la tierra), y de
ur viene urbe, donde el territorio prevalece sobre los lazos cognaticios
–consanguíneos- de la antigua tribu. Ureo, la manifestación como serpiente
de la diosa en Egipto, también puede venir de “ouros”, que significa
montaña, donde viven los vientos que tenían cola de serpiente, pero
también “guardiana” (ourus), incluso buey (urus).
Las palabras anapésticas (yámbicas “–u” o dáctilos “––u”) se utilizaban en
las sátiras, mientras que las troqueicas “–u” se usaban para el elogio y
la bendición y los espondeos “- -” para los cantos fúnebres.
Pegaso : “fuente de agua”
3. o 9, 3×3, muchas, tantas como grupos o localidades, era las múltiples
manifestaciones de la diosa (serpiente, agua y luna). Y así serían 3 las
estaciones (antes de que fueran 4), 3 las fases de la Luna, 3 las Horas
del día (mañana, tarde y noche), 3 las Musas (luego 9, a partir del s.VII
adne.)…
La Reina de Inglaterra, el rey es su consorte.
Teriomorfismo:
La Quimera (“cabra”) con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de
serpiente, expresa el calendario (cario) de tres estaciones (el
cristianismo susbtituyó la cabra por el codero, ni siquiera la oveja); el
Can Cerbero (perr@) tenía tres cabezas; que el Fénix renaciera de sus
cenizas es sin duda la representación del año nuevo que renace del
invierno en que muere; lo mismo que la Esfinge, con cuerpo de león, cara
de mujer y alas de águila; tres eran las Sirenas; los cuatro animales de
los evangelistas, león, águila, toro y humano (Ezequiel disfrazó como
águila a la cabra con alas de águila y como humano a la que era la
serpiente), van en esa misma línea, en tiempos en que el calendario era ya
de cuatro estaciones. El león representa la estación del calor, del fuego
del sol, como la serpiente lo hace con el agua y la luna del invierno,
cuya muerte es fecunda pues renace de nuevo con vigor en primavera.
La ilustración de Dionisos-calendario que toma la figura de diferentes
animales en el barco (lunar) en que fue secuestrado, toro, león
serpiente…, dio origen a la leyenda babilónica del cargamento de animales
(del barco de Noé).
Las mujeres “asesinas” como Medea son realmente sacerdotisas del rito
sacrificial, sean las víctimas sus hijos (todos los miembros de la tribu
son por definición hijos de las madres del grupo), o sea el rey (vencedor
del anterior rey en la competición nupcial previa a la unión
hierogamática) o su padre, lo que evidencia una censura patriarcal. Fue
Ishtar la que engañó a Gilgamesh, e Isis la que indujo a Seth a sacrificar
a su hermano Osiris. Algunas como Judith, Dalila, Escila… despojarán del
pelo a la víctima: Holofernes, Sansón, Niso…, pero son más correctos los
relatos en que participa en el sacrificio un nuevo rey vencedor: Egisto,
Filoctetes, Pélope, Teseo… en los casos de Clitemnestra-Agamenón,
Deyanira-Heracles, Hipodamía-Enómao, Ariadna-Minos(tauro)… La cabeza del
rey sacrificado se clavaba en la muralla como talismán para proteger el
territorio de la tribu.
Procne sirvió a Tereo un banquete con el cuerpo de su hijo Itis.
Los sacrificios de mujeres (Ifigenia, Andrómeda, Hesíone…) no se sostienen
como ritual tradicional, más bien parecen representaciones de sacedotisas
perseguidas en sus santuarios para erradicar su culto en la nueva etapa
patriarcal, ya en figura de amazonas, ya como Hera herida en el pecho por
el héroe patriarcal Héracles, ya como Hidra cuyas cabezas cortadas
renacían de su propia sangre, sugiriendo las fuertes resistencias de las
mismas ante el nuevo orden olímpico que terminó por imponerse. La fiebre
iconoclástica tenía como objetivo eliminar el culto a las imágenes de
María, resto de la antigua diosa, que ha sobrevivido todas las
persecuciones.
Dríade, ninfa del roble; hamadríade, ninfa del bosque; meliade, ninfa del
membrillo; méliade, ninfa del fresno; cariátide, ninfa de la nuez;
helicónide, ninfa del Helicón (y del sauce)…; náyades, del mar…
Siniestra: las aves que volaran a nuestra izquierda serían las de mal
agüero.
Apolo no sólo enseñó a despreciar a la mujer sino que ésta se despreciara
a sí misma. La casa del paterfamilas, domus, domesticó a la mujer. El
dogma monoteísta incluye el monopolio de los sacerdotes a interpretar los
mitos religiosos. Su Dios es Alfa y Omega, el Principio y el Fin, sin
ayuda de mujer. La serpiente será ya el origen de todos los males, la que
sedujo a Adán y Eva a intentar conocer por sí mismos el Mal y el Bien.
Las religiones monoteístas se contradicen entre sí al proclamarse a sí
mismas como únicas detentadoras de la verdad, rechazando violentamente a
las demás. El desprecio al mundo las hace misántropas además de misóginas.
El paganismo utilizaba el ritual para protegernos contra el daño, contra
el mal, mientras que las religiones (monoteístas, no caben otras) imponen
la obediencia a sus normas, dogma y moral, y a sus sacerdotes como únicos
exégetas válidos de las mismas.
Los dioses de los vencedores convierten en demonios los dioses de los
vencidos.
El cerdo, como tótem, estaba prohibido comerlo durante todo el año…,
excepto un día, el de la luna llena más cercana al solsticio de invierno,
en que era sacrificado y comido en el culto a Isis y Osiris. El porquerizo
de Ulises es tratado en la Odisea como “divino” lo que acentúa su carácter
sagrado, por lo que era eludido en el trato social, como lo son los
verdugos todavía en los países en los que se acepta la pena de muerte.
El antiguo calendario lunar de Osiris se componía de 13 meses de 28 días.
El día nefasto (sagrado) adicional correspondía al día del solsticio del
invierno en que el sol se detiene en el punto más meridional de sus ocasos
en el horizonte, antes de reiniciar el regreso hacia el otro punto
extremo, el del solsticio del verano. En trece pedazos (más uno, el falo,
aunque Isis sólo encontró los otros trece) fue destrozado por Seth el
cuerpo de Osiris.