Leyenda Quiche

Entonces Consultaron a XPIYACOC y XMUCANÉ (amanecer del sol y ocultación del sol) también llamados la abuela del sol y de la luna. Y ellos dijeron que el nuevo hombre debía ser formado de palo de maíz y de tzité (frijol)… y así se hizo.
Y este nuevo hombre de palo habló como hombre y se multiplicó. Pronto tuvo hijos e hijas pero salieron tontos, sin corazón y sin entendimiento. Su piel era amarillenta y su cuerpo flaco y pálido y no se acordaban de alabar a sus creadores.

Y Corazón del Cielo consultó al Creador y formador e hizo caer un gran diluvio sobre ellos, y vinieron los buitres y los tigres a acabar con ellos. Los animales y las cosas pronto también ayudaron a destruirlos. Todo esto ocurrió como castigo y escarmiento a los hombres de palo de tzité por no haberse acordado de su creador.
Y así fueron afrentados, destruidos, aniquilados todos los hombres de palo de tzité.
De esta gente solo quedó su señal que son los monos que ahora andan vagando por los montes.
Y todo esto ocurrió cuando aún no brillaba el sol, cuando la luz del sol no relumbraba todavía y la luna estaba apagada. Existían ya el cielo y la tierra, los animales y las plantas, pero estaba cubierta la faz del sol y de la luna.
Formación de los hombres de maíz.
Aquí empezamos a narrar cuando se dispuso a hacer al hombre.
Y las manifestaciones del Creador y formador se juntaron y celebraron consejo y hallaron lo que buscaban para hacer la carne del hombre.
Y los animales que trajeron la comida para hacer la carne del hombre fueron: Lac, o el gato de monte, Utiú, el coyote, Chocoy o sanate y Hoh, el cuervo. De maíz, de mazorcas amarillas y blancas se hizo la carne y la sangre del hombre.
Y así fueron amasados y formados los cuatro primeros hombres. Y estos primeros padres lo primero que hicieron fue dar gracias a los dioses y les dijeron: “Quitzih vichi camul camo, Oxcul camo” o sea, en verdad les damos dos veces gracias, tres veces gracias. Y dijeron: gracias porque nos han creado hombres.
Mucha era su sabiduría y en verdad eran preciosos estos hombres. Se llamaban: Balam Quitzé o Brujo Tigre del envoltorio que ríe, Balam Acab o brujo que sacrifica gallinas con el dentelleador, Mahucutah o brujo en cuya presencia nadie se sienta y el cuarto Iquí Balam o pequeño brujo de la luna.
Y los creadores tomaron consejo y estando los hombres durmiendo, a cada uno les fue dada una hermosa mujer. Cuando despertaron del sueño ya tenían a sus mujeres y luego que las vieron se alegraron y dijeron: Les damos las gracias porque nos formaron: ustedes son nuestra abuela y nuestro abuelo.
Y estos hombres y mujeres son los que se multiplicaron y formaron todos los pueblos chicos y grandes.
Y éstos son el origen de nosotros los quichés.