FALLAS DE LA BIBLIA 38

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 38
Febrero de 1986

COMENTARIO

PROFECÍAS (Parte 3 de 4)

El número del mes pasado interrumpió una enumeración de profecías bíblicas que no se cumplieron correctamente, y el comentario de este mes continuará esa lista:

24) “Mas os digo, que ya vino Elías, y no le conocieron; antes hicieron en él todo lo que quisieron: así también el Hijo del hombre padecerá de ellos. Los discípulos entonces entendieron que les habló de Juan el Bautista” (Mateo 17:12-13) y “… enviando, degolló a Juan en la cárcel” (Mateo 14:10). Jesús no murió “así también” como Juan, quien fue decapitado.

25) “Cayó la virgen de Israel, no más podrá levantarse…” (Amós 5:2) versus “Aun te edificaré, y serás edificada, oh virgen de Israel: todavía serás adornada con tus panderos, y saldrás en corro de danzantes” (Jeremías 31:4). Como estas profecías se contradicen mutuamente, una de las dos no se puede cumplir.

26) “… serán benditas en ti [Abraham] todas las familias de la tierra” (Génesis 12:3) y “En tu simiente [Jacob] serán benditas todas las gentes de la tierra” (Génesis 28:14). Las naciones de la tierra no han sido particularmente bendecidas en Abraham, en Jacob, o en sus descendientes los judíos. Los cristianos sostienen que Cristo cumplió esta profecía dándole el cristianismo al mundo (ver Hechos 3:25-26 y Gálatas 3:8-9). Pero esto presupone que el cristianismo ha sido una bendición, mientras que la historia muestra todo lo contrario. Incluso concediendo, por argumentar, que el cristianismo haya sido una bendición, la profecía sigue sin cumplirse. Los chinos, los hindúes, los judíos y, de hecho, la mayoría de la población mundial no cree en Jesús. La lucha interna que él prometió y la lucha nacional y religiosa que ésta tipificó difícilmente pueden describirse como bendiciones para las familias de todas las naciones.

27) “He aquí, yo os envío a Elías el profeta, antes que venga el día de Jehová grande y terrible” (Malaquías 4:5). a) Elías nunca llegó. Si Juan el Bautista es Elías, tal como dice Jesús en Mateo 11:12-14 y Mateo 17:12-13 (“Mas os digo, que ya vino Elías, y no le conocieron; antes hicieron en él todo lo que quisieron: así también el Hijo del hombre padecerá de ellos. Los discípulos entonces entendieron que les habló de Juan el Bautista”), ¿entonces cuándo vino el día de Jehová grande y terrible? Es más: Juan el Bautista termina siendo un mentiroso, pues en Juan 1:19-21 dijo que él no era Elías (“Y éste es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas, que le preguntasen: ¿Tú quién eres? Y confesó, y no negó; mas declaró: No soy yo el Cristo. Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No”). b) Juan el Bautista dijo que él no era el Elías prometido, y Jesús dijo que él tampoco era (“¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre? Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; y otros; Jeremías, o alguno de los profetas. Él les dice: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo (…) respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás…”). De modo que nadie afirma ser Elías. Parece que la profecía ha fallado.

28) “He aquí, yo os envío a Elías el profeta, antes que venga el día de Jehová grande y terrible. Él convertirá el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a los padres: no sea que yo venga, y con destrucción hiera la tierra” (Malaquías 4:5-6). Sin importar quién hubiera sido finalmente Elías, las condiciones mundiales del pasado y el presente prueban que no logró reunir a padres e hijos. La profecía de que convertiría “el corazón de los padres a los hijos” no se cumplió. Como Elías no vino, Jesús hizo cumplir la profecía de forma muy fácil diciendo que Juan el Bautista era el Elías prometido (Mateo 11:14), a pesar de que el día “grande y terrible” que Elías habría de anunciar nunca llegó.

29) “Y le preguntaron [a Jesús], diciendo: ¿Qué es lo que los escribas dicen, que es necesario que Elías venga antes? Y respondiendo él, les dijo: Elías a la verdad, viniendo antes, restituirá todas las cosas (…) Empero os digo que Elías ya vino, y le hicieron todo lo que quisieron, como está escrito de él” (Marcos 9:11-13). Esta profecía se quedó bastante corta. ¿Qué restauró Juan el Bautista? ¡Nada!

30) “Porque como estuvo Jonás en el vientre de la ballena tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches” (Mateo 12:40). Ésa fue la profecía, pero Marcos 15:37 (“Mas Jesús, dando una grande voz, expiró”) y Marcos 15:42 (“Y cuando fue la tarde, porque era la preparación, es decir, la víspera del sábado”) muestran que Jesús murió en el día previo al Sabat, que es el viernes, mientras que Marcos 16:9 (Mas como Jesús resucitó por la mañana, el primer día de la semana…”) y Mateo 28:1 (“Y la tarde de sábado, que amanece para el primer día de la semana, vino María Magdalena…”) muestran que se levantó en algún punto entre la noche del sábado y la mañana del domingo. De la tarde del viernes a la mañana del domingo no cubre tres días y tres noches.

31) “Y le entregarán a los Gentiles para que le escarnezcan, y azoten, y crucifiquen…” (Mateo 20:19) y “… le condenarán a muerte, y le entregarán a los Gentiles: Y le escarnecerán, y le azotarán, y escupirán en él, y le matarán…” (Marcos 10:33-34 y Lucas 18:32-33) versus Juan 19:14-18 (“… [Pilatos] dijo a los Judíos: He aquí vuestro Rey. Mas ellos dieron voces: Quita, quita, crucifícale. Díceles Pilato: ¿A vuestro Rey he de crucificar? Respondieron los pontífices: No tenemos rey sino a César. Así que entonces lo entregó a ellos para que fuese crucificado. Y tomaron a Jesús (…) al lugar que se dice (…) en hebreo Gólgota; donde le crucificaron…”). De acuerdo con la profecía, Jesús sería muerto por los gentiles, no por los judíos.

32) “Y comenzó a enseñarles, que convenía que el Hijo del hombre padeciese mucho (…) y ser muerto, y resucitar después de tres días” (Marcos 8:31). Jesús murió y fue sepultado en la tarde del viernes. Se levantó en algún punto entre la noche del sábado y la mañana del domingo. “Después de tres días” significa que debió haberse levantado después de que pasaran tres días, no un día y medio.

33) “Y respondiendo Jesús, dijo: De cierto os digo, que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o heredades, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien tantos ahora en este tiempo, casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y heredades, con persecuciones; y en el tiempo venidero la vida eterna” (Marcos 10:29-30). Muchas personas han renunciado a todo por causa del evangelio, pero nunca han recibido casas ni heredades. La profecía de Jesús, su promesa, falló. Es más: recibir una maternidad retroactiva al por mayor sería más increíble que el nacimiento virginal.

34) “Entonces Jesús le dijo [al ladrón en la cruz]: De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:43). Esta profecía de Jesús no pudo cumplirse a menos que él hubiera subido al cielo en ese día. Pero en ese caso no pudo haber estado sepultado por tres días y tres noches. Su profecía de Mateo 12:40 (ver el número 30 arriba) habría fallado.

35) “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen; y yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:27-28). Pero los siguientes versos muestran que su rebaño sí le fue arrebatado: “Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición…” (Juan 17:12) y “Empero el Espíritu dice manifiestamente que en los venideros tiempos algunos apostatarán de la fe escuchando a espíritus de error y a doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1). Parece que Pablo y Pedro discutieron sobre lo que les pasaría a quienes aceptaran a Jesús y más tarde lo rechazaran. “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por el pecado, sino una horrenda esperanza de juicio, y hervor de fuego (…) El que menospreciare la ley de Moisés (…) muere sin ninguna misericordia: ¿Cuánto pensáis que será más digno de mayor castigo, el que hollare al Hijo de Dios…?” (Hebreos 10:26-29) y “Ciertamente, si habiéndose ellos apartado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, y otra vez envolviéndose en ellas, son vencidos, sus postrimerías les son hechas peores que los principios. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, tornarse atrás del santo mandamiento que les fue dado” (2 Pedro 2:20-21).

36) “Entonces Jesús les respondió, diciendo: La hora viene en que el Hijo del hombre ha de ser glorificado (…) Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos traeré a mí mismo” (Juan 12:23, 32). Esta profecía falló porque, aunque supuestamente Jesús fue levantado, no consiguió, ni mucho menos, traer a todos los hombres. La mayoría de la humanidad ni siquiera ha oído su nombre. Más aún: la mayoría no vendrá a Jesús según Mateo 20:16 (“Así los primeros serán postreros, y los postreros primeros: porque muchos son llamados, mas pocos escogidos”).

37) “Entonces Josué respondió a la casa de José, a Efraín y Manasés, diciendo: Tú eres gran pueblo, y (…) echarás al cananeo, aunque tenga carros herrados, y aunque sea fuerte” (Josué 17:17-18) versus Jueces 1:27-29 (“Tampoco Manasés echó a los de Beth-sean, ni a los de sus aldeas, ni a los de Taanach (…) mas el cananeo quiso habitar en esta tierra. Empero cuando Israel tomó fuerzas hizo al cananeo tributario, mas no lo echó. Tampoco Efraín echó al cananeo que habitaba en Gezer; antes habitó el cananeo en medio de ellos en Gezer”). Efraín y Manasés no pudieron cumplir la profecía de que expulsarían a los cananeos. Peor aún, Israel no la cumplió.

38) “Y dijo Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto (…) Y he descendido para (…) sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel…” (Éxodo 3:7-8). Palestina no era una tierra ni buena ni ancha. Lejos de corresponder con la descripción poética sobre leche y miel fluyendo, es hoy, y en tiempos históricos debió de haber sido, una tierra principalmente yerma y desolada. En tamaño, a duras penas supera la extensión del país de Gales. Por supuesto, los judíos estaban enamorados de su tierra, pero los demás no tenemos por qué aceptar sus fantasías patrióticas como hechos.

39) “Entonces respondió Amós, y dijo a Amasías: (…) así ha dicho Jehová: Tu mujer fornicará en la ciudad, y tus hijos y tus hijas caerán a cuchillo, y tu tierra será partida por suertes; y tú morirás en tierra inmunda…” (Amós 7:14, 17). a) Uzías, hijo de Amasías, lo sucedió en el trono y murió de lepra (2 Crónicas 26:21-23), así que al menos uno de sus hijos no fue asesinado. b) El mismo Amasías fue muerto en Laquís (2 Reyes 14:19), en tierra de Judá (Josué 15:20, 39), el territorio menos contaminado de la época de los profetas.

40) “Por tanto, he aquí, yo envío a vosotros profetas, y sabios, y escribas: y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros de ellos azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad” (Mateo 23:34). ¿Qué profetas, sabios y escribas envió personalmente Jesús que fueran perseguidos, azotados o crucificados?

41) “Cuando labrares la tierra [Caín], no te volverá a dar su fuerza: errante y extranjero serás en la tierra” (Génesis 4:12) versus “Y salió Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod (…) y edificó una ciudad…” (Génesis 4:16-17). En vez de convertirse en un vagabundo, como predijo Dios, Caín tomó una esposa, construyó una ciudad, estableció un linaje de descendientes y pareció tener una vida más bien tranquila.

42) “Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer (…) la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones…” (Génesis 17:15-16). Al parecer, la única nación que desciende de Sara es la nación judía.

43) “Todavía serán todos los tiempos de la tierra; la sementera y la siega, y el frío y calor (…) no cesarán” (Génesis 8:22) versus “Y el hambre estaba por toda la extensión del país…” (Génesis 41:56) y “… hubo hambre en todos los países…” (Génesis 41:54).

44) “… Saldrá estrella de Jacob, y levantaráse cetro de Israel, y herirá los cantones de Moab, y destruirá a todos los hijos de Set” (Números 24:17). Los cristianos dicen que ésta es una notable profecía sobre Cristo, pero él no tuvo ningún cetro, excepto uno de burla, y no hirió los cantones Moab ni destruyó a los hijos de Set.

45) “… el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna del basilisco” (Isaías 11:8) y “… con ellos vendrán abajo unicornios…” (Isaías 34:7) y “… Babilonia (…) allí saltarán sátiros (…) y dragones” (Isaías 13:19-22). [En las distintas traducciones varían los términos usados para referirse a estos monstruos mitológicos. La versión inglesa de Isaías 11:8 dice “cockatrice”, que, de acuerdo con el editor de Biblical Errancy, es una serpiente que nace del huevo de un gallo. N. del T.] Dado que todas éstas son criaturas puramente imaginarias, es difícil ver cómo podrían cumplirse estas profecías. Quienes piensen que Isaías hablaba en sentido figurado tendrán que leer el contexto.

46) “… y secaré su mar, y haré que quede seca su corriente. Y será Babilonia para montones, morada de dragones…” (Jeremías 51:36-37) versus “Porque yo me levantaré sobre ellos, dice Jehová de los ejércitos, y raeré de Babilonia el nombre y las reliquias (…) Y convertiréla en posesión de erizos, y en lagunas de agua…” (Isaías 14:22-23). No sólo nunca se cumplieron estas profecías, sino que ni siquiera se ponen de acuerdo sobre lo que va a pasar. Una dice que las aguas de Babilonia se secarán; la otra dice que Babilonia será inundada y poblada por erizos.

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De D. B. en Dayton, Ohio

[…] Su publicación sigue siendo una de las pocas que conozco que buscan activamente equilibrar el antiintelectualismo de nuestra cultura cristiana, y como tal la valoro mucho […] Ahora, un comentario con respecto al espíritu de debate abierto y desprejuiciado con que usted responde a la carta de J.G. sobre el concepto de la trinidad. J.G. preguntó cómo refutar a quienes creen en la trinidad y usted respondió, en lo que me pareció las frases clave, “Es más beneficioso dedicar el tiempo a mostrarles a los creyentes que no pueden ni siquiera concebir lo que están tratando de describir que tratar uno mismo de entender esa creencia. Quien intente visualizar un caballo que al mismo tiempo sea negro y blanco va a desperdiciar su tiempo”. Semejantes palabras me preocupan porque parecen reducir el reino de las verdades posibles a aquello que podemos concebir, en el sentido de “imagen mental”. Como creo que es tan imposible imaginar partículas sin masa como imaginar un caballo blanco y negro, en consecuencia -usando su criterio- aquéllas no pueden existir. Ni puede existir nada que sea simultáneamente onda y partícula. Pero los físicos creen en las dos cosas; la primera son los neutrinos y la segunda la luz. De modo similar, los matemáticos trabajan con magnitudes del infinito, sobre la suposición de que no todas las cantidades infinitas son iguales, aunque a mí el infinito no me cabe en la cabeza ni puedo entender con facilidad cómo varios infinitos pueden ser diferentes. No he sabido de nadie -ni siquiera un matemático- que pueda decir que imagina con claridad estas ideas. Si bien yo confío en que hay buenas razones para creer en la física y las matemáticas superiores y dudar de la realidad de la trinidad, parece claro que las que usted le dio a J. G. no están entre ellas. Promover tales criterios es arriesgarse a poner a la gente no sólo en contra del trinitarianismo, sino gran parte de lo que podría constituir los logros científicos más grandiosos de la mente humana […] Me temo que los métodos que defiende usted para disuadir a los creyentes de la doctrina de la trinidad funcionarían igual de bien en mí -y en la mayoría de nosotros- con respecto a la ciencia […] Sugiero que prepare una refutación de la trinidad usando la Biblia misma en vez de argumentos extrabíblicos. Yo no soy experto en la Biblia, pero luego de haber sido instruido en sus numerosos, verificables y ridículos errores por esta revista, confío en que no está lejos de su alcance preparar esa refutación. ¿Siquiera se conceptualiza la trinidad como tal en la Biblia, o es sólo un listón que los líderes religiosos le han atado? […] Pienso que es más que probable hacer que la trinidad se autodestruya evitando recurrir a argumentos basados en nuestra capacidad de imaginar cosas. Si todavía no está de acuerdo, ¿por qué no simplemente niega la posibilidad de Dios mismo, pues no podemos concebir realmente a semejante ser? […]

Respuesta del Editor

Su argumento está bien formulado y gira en torno a la cuestión de cuál es el mejor método para exponer al mayor número de personas la falsedad de la trinidad. La frase “no pueden ni siquiera concebir” debió haberse explicado con mayor precisión. Concebir la trinidad no es posible porque viola la Ley de Contradicciones, es decir, algo no puede ser uno y no-uno, como dos, por ejemplo, al mismo tiempo. Si hay un Dios, no puede haber dos, y si hay dos, no puede haber sólo uno. Cuando Jesús, quien es dios, le habla a Dios que está por ahí fuera, tenemos dos dioses, no uno. Las partículas sin masa y las ondas-partículas no son buenas analogías porque no involucran a algo que sea A y no-A. Las partículas sin masa serían una contradicción real solamente si las partículas por definición fueran masa. ¿O está diciendo usted que los físicos y matemáticos han rechazado la Ley de Contradicciones? En álgebra de secundaria trabajamos con raíces cuadradas de números negativos, algo que nadie puede visualizar. Pero las usábamos. La mayoría de la gente no tiene una mente tan técnica como usted, y para usted y sus colegas debí haber dicho: “No pueden ni siquiera concebir algo que al mismo tiempo sea A y no-A. Dios es perfecto. Jesús dice que él no es perfecto. Por tanto, Jesús no puede ser Dios. Los cristianos dicen que hay un Dios, pero ofrecen conversaciones en que participan no uno sino dos dioses. O hay un dios o hay dos, pero no ambas cosas. Usted sugirió que sería provechoso un enfoque intrabíblico sobre la trinidad, pero hay versos, como Mateo 28:19 y 1 Pedro 1:2, que son útiles para los trinitarios. Uno podría decir que esos versos no demuestran necesariamente igualdad, pero eso no convencería a nuestros adversarios. No estoy diciendo que la trinidad sea demostrable con la Biblia; sólo que los datos en contra que el libro tiene no son tan sólidos como preferiríamos. En este punto, la incoherencia propia del libro se evidencia en que ambos lados pueden encontrar versos que apoyen su posición. No hay nada malo en su estrategia, D. B. De hecho, en algún momento esperamos resaltar los versos relevantes. El asunto es básicamente determinar qué enfoque convencerá al mayor número de personas.

De R. H. G., Vicepresidente Ejecutivo de The John Ankerberg Show

[En una carta del número 36 de Fallas de la Biblia, J. G. comentó que dos trinitarios habían vencido a dos antitrinitarios en un debate sobre la trinidad en The John Ankerberg Show. Como el anfitrión, John Ankerberg, es trinitario y decide qué se transmite, nosotros sugerimos que debía verse el programa entero antes de decidir un ganador.]
Apreciado señor McKinsey: Uno de nuestros espectadores nos ha enviado una copia del número 36 de Fallas de la Biblia. Estoy familiarizado con su revista, y estoy seguro de que usted sabe que hay muchos puntos de desacuerdo entre nosotros. Permítame, sin embargo, comentar su respuesta con respecto al debate trinitario que produjimos y transmitimos. Le incluyo en esta carta la transcripción entera de ese programa. Representa la totalidad de la discusión grabada. Los alegatos de que The Ankerberg Show “editó” de alguna manera el programa en nuestro beneficio son infundados. Un último comentario: Aprecio que haya recomendado al televidente ver el programa entero antes de decidir. Comparto su escepticismo sobre ciertas transmisiones de televisión que se distribuyen en nombre de la “cristiandad”. Elogio su esfuerzo por darnos a algunos el beneficio de la duda por lo menos. A propósito, un “seguidor” mutuo ha sugerido que a usted le podría interesar aparecer en nuestro programa. No estoy listo para extender una invitación, pero ciertamente recibiría con gusto cualquier material que a su juicio represente la mejor evidencia de su posición. ¿Quién sabe? Nuestro amigo podría salirse con la suya después de todo.

Respuesta del Editor

Aprecio recibir su transcripción, y leí con cuidado sus 87 páginas. Hasta donde sé, aproximadamente 20 páginas (57-77) de diálogo no se transmitieron, y lo interesante es que contenían algunas de las partes más relevantes de la conversación. En la página 59 el principal vocero antitrinitario, Sabin, le dijo a Ankerberg que “es evidente que usted no es imparcial”. A esto Ankerberg respondió: “Me gustaría pedirles a todos aquí que mostraran si de verdad las cartas están marcadas. ¿Cuántos pertenecen a la Iglesia Pentecostal Unida [de Sabin]? Levanten la mano” (Página 61). Luego, en la página 73, Sabin dijo: “… parte de la audiencia puede estar de acuerdo con nosotros. Vinieron por su propia cuenta. Pero el anfitrión del programa no simpatiza con nosotros. El que determina el formato, las preguntas que se hacen, la secuencia de éstas, etcétera, y declara el fin del programa en el momento apropiado después de que Walter Martin [el principal vocero trinitario] haya dejado sentado su argumento, ése no simpatiza con nosotros. Y si tuviera que escoger, preferiría tener al anfitrión conmigo en vez de al público, porque ellos no están participando”. Ankerberg respondió que “No conozco a ningún otro anfitrión que les hubiera dejado sentarse aquí, decir lo que han dicho y seguir aquí a costa mía”. A esto Sabin contestó: “John, no sabemos qué parte de este programa se transmitirá”. Y Ankerberg: “Se transmitirá todo tal como lo ha dicho. Como les dije a los amigos que se sientan a mi lado, ‘Lo que ven es lo que hay'”. Al parecer, algunas de las personas que participaron realmente en el programa vieron la situación como nosotros, y a juzgar por el diálogo, nuestras preocupaciones están justificadas. Por experiencia personal puedo verificar la veracidad del comentario de Sabin en el sentido de que es de crucial importancia tener un anfitrión amigable o neutral. Ankerberg dijo que transmitiría todo el programa. En lo que concierne a quién ganó realmente el debate, la transcripción muestra que cada lado le hizo a su adversario preguntas que no pudo resolver. Pero bueno, eso es lo que debemos esperar de un libro incoherente.

CARTAS AL EDITOR

De Mark Potts en 8510-A East 66th Place South, Tulsa, Oklahoma 74133

Tengo unos problemas apologéticos que me gustaría que considerara. Una noche, en el trabajo, estaba hablando de la Biblia con unos colegas. Saqué algunos de los problemas comunes, y me encontré con respuestas difíciles de enfrentar. 1) ¿Por qué no podemos salvarnos por obras, como enseñó Jesús en Mateo 19:16-21? La respuesta fue que Jesús ajusta su mensaje para cada individuo, de modo que este pasaje se aplicaba sólo a ese hombre en particular. Así que pregunté: “¿Quiere decir que el ‘plan de salvación’ no es el MISMO para todos?”. Comparé también este pasaje con Hechos 16:30-31 (“Y sacándolos fuera, [el carcelero de Pablo] les dice: Señores, ¿qué es menester que yo haga para ser salvo? Y ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú, y tu casa”), y les pregunté si el carcelero de Pablo sería el ÚNICO que se salvaría por fe. Por cierto, si Pablo realmente estuvo preso, se condenó a sí mismo en Romanos 13:1-7, donde dijo que las autoridades civiles existían por mandato de Dios y no debían desobedecerse. 2) ¿Qué les pasa a quienes nunca llegan a oír de Jesús? La respuesta inicial fue: “Esa gente no existe”, pero cuando mencioné algunos hechos históricos obvios, la defensa cambió a “No importa” y “Dios ya lo tiene resuelto”. 3) ¿Cómo pueden ser pecadores todos, cuando la Biblia atribuye perfección a Noé, Job y los padres de Juan el Bautista? Uno de los participantes -mi jefe- negó expresamente que la Biblia dijera que esas personas eran perfectas. Yo no tenía el libro a la mano para mostrarle su error, pero supongo que, de haber sido así, él habría negado el significado literal de los pasajes correspondientes. Hice mi mejor intento, Dennis. ¿Qué habría hecho diferente usted? Es casi como tratar de comunicarse con niños autistas. Estas personas son prácticamente insensibles a la influencia de las palabras y las ideas. ¿Qué piensa?

Respuesta del Editor

Mark, Mark, recuerde con quiénes está tratando. Hizo preguntas audaces a personas que probablemente han asistido a cientos y cientos de reuniones en la iglesia (escuela dominical, misa, etcétera) a lo largo de varias décadas. Han sido adoctrinados por completo para creer que la Biblia es la verdad por excelencia y quizás nunca hayan oído una palabra en contra. Entonces, entra usted en escena con preguntas dirigidas al núcleo de sus creencias más queridas. No esperará que vayan a cambiar luego de 50 ó 60 minutos de conversación, cuando han pasado cientos de horas oyendo su lado. Es más: la fe en la Biblia les llegó primero, y es bastante difícil convencer a alguien de que ha estado recorriendo por décadas el camino equivocado. Lo que debe hacer es desprogramarlos exactamente de la misma manera en que fueron programados. Debe presentarles argumentos, darles tiempo para sopesar su valor, darles más información luego y de nuevo permitirles considerarla. Este proceso se debe repetir durante varias semanas, cuando no meses. El verdadero problema es hacer que la gente regrese, pues su interés empieza a declinar cuando su fe se debilita. Por eso necesitamos recurrir a la radio y la televisión, discursos públicos, debates y otros métodos para llegar a públicos extensos. Los defensores de la Biblia se sentirán obligados a responder cuando vean que exponemos repetidamente los problemas del libro. Hace años yo oía con frecuencia a un ministro fundamentalista en un programa de radio y llamé para hacerle preguntas que lo perturbaron. Finalmente lo reté a un debate al aire, que aceptó ante el público pero luego declinó fuera de micrófonos con el argumento de que “no le representaba nada”. Las respuestas que usted recibió no fueron “difíciles de enfrentar”, sino más bien débiles. Pudo haber hecho su mejor intento, Mark, pero se necesitan muchos más que uno. Se ha metido en una batalla larga y ardua contra presupuestos grandes, tradiciones ancestrales, creencias fuertes y masas multitudinarias. Día tras día tras día uno debe volver a la lucha. Es como talar un árbol. En vez de confiar en un solo hachazo brutal, uno pica, pica y vuelve a picar hasta que la mole empieza a tambalearse. Lo insultarán, lo acusarán, se burlarán de usted, rezarán por usted, le amenazarán con el infierno, pondrán en duda su ética y sus intenciones y, a veces, lo desmoralizarán. Le dirán que sus esfuerzos no tienen esperanza, que está haciendo la labor del diablo y que su alma está condenada. Y éstas son apenas algunas de las dificultades que uno puede esperar. Lo sé, créame. Pero para mí el sentido de propósito y logro es mucho mayor. Recuerde lo que dijo Truman sobre el calor en la cocina. [El público hispano puede no estar familiarizado con esa frase, de modo que la incluimos aquí: “Si no puedes soportar el calor, sal de la cocina”. N. del T.] Siga haciendo preguntas y en algún momento notará cambios en algunas personas. Pero debe darles tiempo para pensar. Después de todo, les está pidiendo que cambien creencias arraigadas, y nadie lo va a hacer de la noche a la mañana. Es imperativo ser paciente y persistir.