Entrevista a Miles Reid

En la década de los sesenta el antropólogo norteamericano Carlos Castaneda aterrizó en México para hacer su tesis doctoral. Allí conoció al último brujo de un linaje de chamanes, Don Juan, que le transfirió todos sus conocimientos y que Castaneda plasmó en sus libros, guías para toda una generación. A su vez, Castaneda formó un grupo de discípulos, entre ellos Miles, un médico californiano que ahora recorre el mundo revelando la sabiduría de los antiguos chamanes. Para ellos el mundo es sólo una versión de la realidad, un conjunto de acuerdos y descripciones asumidas culturalmente. Hay otras realidades pero para verlas hay que ser liviano y fluido: “Ocuparse demasiado de uno mismo produce una terrible fatiga. En esa posición se está ciego y sordo a todo lo demás”.

Quién era Carlos Castaneda?

-Un antropólogo que en 1960 se instaló en México para realizar trabajos de campo. Allí conoció al
brujo Juan Matus, “Don Juan”, y comenzó con él un aprendizaje que duró 13 años en el cual le fueron
transmitidos todos los secretos de los antiguos chamanes de México.

-¿Y quién era Don Juan?

-La 27 generación del linaje de brujos que dedicaron su vida a desarrollar un sistema de conocimiento
poderoso y diferente del que rige nuestras sociedades.

-¿Cómo?

-Dentro de nosotros está la energía que nos permite trascender los parámetros de la percepción
normal, esa que nos ha inculcado nuestra cultura y nuestro entorno social.

-¿Y para qué quiero trascender los parámetros de mi percepción?

-Porque ese es el fin del hombre: es como si me preguntara para qué una semilla quiere ser árbol.

-¿Qué debemos entender?

-Que el mundo que vemos todos los días es sólo una interpretación de las muchas que hay. Si
podemos suspender nuestro juicio, accedemos a esas otras incontables interpretaciones que abren
posibilidades de percepción y de acción inauditas.

-Castaneda se inició a través de drogas alucinógenas…

-Sus discípulos no utilizamos drogas. Los antiguos chamanes sabían que nuestra energía está
centrada en la autorreflexión y que hay que sacarla de ahí. Para lograr eso con Castaneda, para
quebrar su racionalidad y su rigidez, Don Juan utilizó las drogas, pero en su caso particular y en aquel
tiempo.

-Las prácticas chamánicas eran secretas. ¿Por qué las divulgan ahora?

-Don Juan percibió que su linaje se acababa y que tras él algo nuevo se abriría. Por eso encomendó a
Castaneda y a sus otras tres discípulas la tarea de decidir de qué forma cerrar el linaje: “Hazlo con un
broche de oro” le dijo.

-¿Y qué hizo Castaneda?

-Decidió ser coherente con su tiempo, el de la comunicación, y difundir las enseñanzas de Don Juan a
través de sus libros. El último secreto, los pases mágicos, lo desveló a su grupo de iniciados.

-¿Qué son los pases mágicos?

-Son respiraciones y movimientos del cuerpo que los antiguos chamanes encontraron en estado de
ensueño y que tienen la capacidad de reestructurar nuestra energía, lo que nos otorga bienestar y
vitalidad física y mental. Castaneda decía que con ellos conquistas el silencio interior, aquietas las
turbulencias internas.

-¿Movimientos energéticos?

-Las personas somos unidades energéticas definidas, pero los efectos de nuestra vida cotidiana
hacen que nuestra energía se disperse fuera de nuestros centros de vitalidad. Los pases mágicos
relocalizan esa energía y con ella podemos acceder a otras posibilidades de percepción y de acción.

-¿Y cuál es el resultado?

-Le pondré un ejemplo: si usted tiene conflictos con otra persona o problemas, toda su energía se
consume en esa preocupación y termina agotada. Estancamos nuestra energía en ese punto de la
autorreflexión, de la importancia personal.

-¿Y qué propone en esas circunstancias?

-Hay que ser capaz en todo momento de tener la visión del otro, dar espacio en nuestro interior a otra
manera de comprensión. Si entendemos que cada persona que interactúa con nosotros tiene algo
que mostrarnos, tendremos fluidez y la energía transitará por nosotros.

-¿Somos energía y vamos a la energía?

-Sí, nuestra vida es un viaje para incrementar nuestra conciencia, que luego retorna al origen. Pero los
chamanes eran extremadamente pragmáticos.

-¿A qué se refiere?

-Cuando la energía fluye estás en el buen camino; pero cuando se estanca no hay que forzarla en
una dirección, hay que cambiar de dirección. Los pases mágicos relocalizan tu energía, que debes
utilizar para cambiar, para salir de ese estancamiento, reflejo de la preocupación constante por uno
mismo, que no es más que autocompasión disfrazada.

-¿Y puedes comenzar en cualquier punto de tu vida?

-Sí, porque dentro de los pases mágicos hay una disciplina que se llama recapitulación y que consiste
en la revisión sistemática de nuestra vida para ver en qué hemos empleado nuestra energía y así
poder cambiar.

-¿Hacia dónde?

-Todos tenemos una voz interior que nos puede decir cuál es la dirección en cada momento, pero
nuestra atención está puesta en reforzar nuestro ego y, mientras sintamos que lo más importante del
mundo somos nosotros mismos, no podremos apreciar el mundo. Sentirse importante lo hace a uno
pesado, torpe y banal.

-¿Y esa energía puede utilizarse mal?

-Estamos educados para interpretar las cosas como opuestos: bueno y malo. Pero para los chamanes
lo único que existía era la energía. Las cosas funcionan naturalmente cuando dejas fluir la energía,
sólo si se estanca nos hacemos daño. Sus enseñanzas estaban encaminadas a ese dejarse fluir, a la
comprensión de los pasos básicos para lograr la proeza de ver.

-¿Ver que todo es posible?

-Sí, darnos cuenta de que disponemos de innumerables posibilidades que no están vinculadas a la
idea que tenemos de nosotros mismos, pero la libertad nos da vértigo

De: ThunderReceptor Enviado: 19/07/2005 19:27
-Decidió ser coherente con su tiempo
Lo que si lo que dice no tiene nada que ver con chamanismo, se ve que aunque conoce a Castaneda, es discipulo de la segunda epoca, porque no tiene nada que ver Pases Magicos con chamanismo….
______________________
Por la ley y para siempre
For the Rule and forever

De: The_dark_crow_v301 Enviado: 19/07/2005 23:05
Estuve buscando textos o entrevistas sobre castaneda y la mayoria son de la segunda epoca y giran en torno a tensegridad. Lo cual no le tengo mucha importancia.
A diferencia de castaneda creo que el ritual si es importante pues en una ocasion comento que la tensegridad fue desprovista del ritual “basura” con el cual fueron ocultados los movimientos “magicos”. para mi gusto el ritual cobra vital importancia dentro del chamanismo, en cambio movimientos como los de tensegridad son inexistentes, y los que hay son mas parecidos a los Tekh que nada tienen que ver con movimientos energeticos pero si con algo asi como bioenergetica a la mexicana.
En el caso de los movimientos rituales son mas los significados lo que importa en muchos casos pues trasportan informacion.

Puse el articulo como una especie de breviario cultural.
estoy preparando otros materiales aunque necesito ver como pasar a texto word material en PDF.

De: ThunderReceptor Enviado: 20/07/2005 1:59

Lo que pasa es que el rito puede ser interno, y eso es lo que se le espcapa al segundo Castaneda.

Yo tengo licencia del adobe acrobat writer, y ademas un programa gratuito para hacer pdf desde word, pero soilo jala en w95, w98 y windows me. Mide 200 kb

De: The_dark_crow_v301 Enviado: 20/07/2005 8:34
Tambien se le escapa el hecho de que el rito es la preparacion para diversas cosas.
En varias ocasiones he comentado que la danza y los ritos son medios eficaces de trasmitir informacion cuando no hay escritura. En ese sentido en el chamanismo cobran importancia pues portan ciertas cosas que no pueden ser expresadas en palabra.

Tengo tambien convertidores de word a pdf pero necesito hacer el proceso inverso.
Y tengo XP.
Chale.

ENTREVISTA A CARLOS CASTANEDA. Agosto 97

ENTREVISTA A CARLOS CASTANEDA. Agosto 97
(Un encuentro luminoso: el elusivo Castaneda resulta ser un hombre complejo)
Un “huevo ordinario” se pone en contacto con el hechicero literario Carlos Castaneda.

Pude haberle preguntado cualquier cosa.
“Soy su prisionero”, dijo CC.
Hablamos sobre cuervos. Yo quería saber específicamente cómo puede uno decir cuando un cuervo no es realmente un cuervo.
“Debes observar su energía”, dijo Castaneda. “Un cuervo que es un hechicero tiene un brillo ambarino”. No me dijo de qué color es un cuervo normal. Pero entonces, de todos modos esto no tiene importancia hasta que yo no vea pura energía.
Castaneda lo hace, dice que está en ello desde hace muchos años. Empezó viendo a la gente como formas energéticas, o “huevos luminosos”, en la cafetería de UCLA cuando estaba trabajando en su doctorado en antropología unos treinta años atrás.

Así es cómo empezó mi almuerzo con CC. Fue un jueves, a las 2 PM . Nos citamos en un restaurante cubano cerca de West Hollywood. Yo no supe hasta el último momento dónde me encontraría con Castaneda. Su “staff” dijo que así es cómo Castaneda hace estas cosas. Lee la energía para determinar el lugar de sus citas y muchas otras cuestiones.

“Todo lo que hacemos es una interpretación de la energía”, dijo Castaneda. Durante el largo tiempo en que temí que habría de encontrar a Castaneda en Los Angeles sin direcciones como una prueba para mi intento inflexible y para mi valor , el hablar con el enigmático autor, legendario objeto de culto y autor de nueve best-sellers incluido su clásico “Las enseñanzas de don Juan: una forma Yaqui de conocimiento”.

Y aquí estamos, tan sólo dos huevos luminosos almorzando. En mi mejor español pedí “moros y cristianos” (lo que los cubanos llaman al arroz blanco con judías negras) y “tostones” (plátanos fritos). Él miró su carta y en perfecto inglés pidió: “El número 12”. Filete con patatas.

Me sentí muy estúpido.

La entrevista trató acerca del Taller de Tensegridad de Castaneda, que viene a Phoenix el próximo fin de semana. Su gente me dijo que yo debía volar hasta L.A. porque Castaneda no da entrevistas telefónicas. De hecho él raramente da entrevistas. Décadas enteras han pasado sin un vislumbre de Castaneda. Desde entonces, de vez en cuando salía a la superficie. Una conferencia aquí. Otra allí. Sólo para desaparecer otra vez.

Habiendo leído sus nueve libros (varias veces) y compartiendo un común interés en la antropología cultural, en la metafísica y, especialmente, en el misticismo yaqui, mi punto de encaje – un término de Castaneda para definir un centro de percepción – estaba ansioso por aprovechar esta rara ocasión.

Sin embargo, me dijeron que había algunas reglas de fuego, incluyendo nada de fotos y nada de grabar su voz. Me fue permitido usar un ordenador portátil, pero opté por escuchar solamente y “recordar” (aunque tomé algunas notas ciegamente debajo de la mesa en un bloc de notas de reportero).

En retrospectiva, y en la tradición de la sincronicidad chamanística, supongo que ese almuerzo no fue en realidad un mero accidente. Tan sólo dos semanas antes de la entrevista le mencioné a alguien que me sorprendía el que en mi camino aún no se había cruzado Castaneda.

Y mira por dónde ahí estaba ese cuervo.

Algunos días antes de enterarme de la entrevista, me despertó a las seis de la mañana el estruendoso graznido del cuervo más grande que yo haya visto nunca. Estaba parado en la parte más alta del tronco de un árbol de yuca en el exterior de mi patio trasero. El cuervo gritó tan fuerte que el eco reverberó en las montañas cercanas, creando un efecto similar al de un trueno. Me aproximé al pájaro pero éste no tenía miedo. Me miró una vez y entonces focalizó toda su atención atrás llenando el aire con sus vocalizaciones. Perdí de vista al pájaro sólo un momento para ver cómo reaccionaba mi gato. Cuando miré otra vez, el cuervo había desaparecido.

Castaneda se interesó por mi historia del cuervo, pero no me ofreció ninguna explicación. Cuervos y cornejas, como todo aquel que cambia de forma sabe, son formas de viajar populares en las Américas.

Se sabe relativamente poco acerca de Castaneda. Quitar énfasis al yo y borrar la historia personal es el modo en que la línea de videntes de Castaneda ha conseguido convertirse en guerreros del verdadero conocimiento. Es por eso que las fotos y grabaciones están prohibidas.

“No hay nada para Carlos Castaneda”, dijo. “La personalidad es una pretensión.¿Fama? ¿Éxito? ¿Quién ha dicho esa palabrota? Si no estuviéramos tan involucrados en nosotros mismos, no nos haríamos tantas barbaridades a nosotros mismos”.

Con todo, existen algunas grabaciones, y Castaneda mismo deja caer algún dato personal entonces y ahora. Aparentemente Castaneda nació hace unos 70 años en Perú y fue criado por un abuelo hedonista. Pero ha pasado la mayor parte de su vida en Los Angeles. Se graduó en el Instituto Hollywood y recibió su licenciatura en Antropología por UCLA. Durante un breve tiempo, enseñó antropología cultural en la Universidad de California-Irvine.

Castaneda no destaca en una multitud. De hecho, probablemente nunca lo verías en una multitud. Es diminuto, no mucho más alto de 5 pies, y debe pesar menos de 90 libras. Su espeso cabello es en su mayoría gris y peinado hacia atrás. Le gusta bromear acerca de cómo la gente le suele describir: parecido a un jardinero o chofer o a un camarero mejicano. El escritor angelino Bruce Wagner le preguntó una vez cómo debería describir su apariencia. Castaneda le sugirió como modelo a Lee Marvin.

Sentado delante de mí, vestido de color ámbar, con una camisa de manga corta y pantalones kaki, el pelo con espuma, me recuerda a un iconoclasta profesor retirado, el profesor de “no hacer”, tomando el almuerzo. Excepto porque este profesor tiene el ojo del brujo, el izquierdo, que se agarra a tu conciencia con inconcebible fuerza.

Pero todas las descripciones son decepcionantes y frágiles. Castaneda no tiene un solo “look”. Tiene varios. Su apariencia cambia con su humor, que varía fácilmente. Como sus maestros don Juan y don Genaro, se ríe, maldice, produce voces de ultratumba y sonidos extraños con sus labios. De repente se vuelve fiero tanto como convincente y elocuentemente expresa sus pensamientos sobre la naturaleza de las cosas.

Castaneda es complejo, yo esperaba esto. A ratos habla en un lenguaje diferente. Esperaba esto también. Es imposible para la mayoría de nosotros, huevos luminosos, entender todas las ideas. Don Juan decía que no entendemos nada de nada, y que el verdadero conocimiento no es llevado a cabo por nuestro intelecto.

No esperaba el inmenso humor de Castaneda. “Debemos reírnos para equilibrarnos”, decía.

Me contó historias que no pueden ser repetidas en esta publicación. Creo que se basaba en acontecimientos comunes. Estaba especialmente interesado en la historia del especialista en fertilidad de Virginia, un tal Cecil Jacobson, que está ahora en prisión por usar su propio semen para impregnar a más de 70 de sus pacientes.

No discutimos acerca del peyote o Mescalito o sobre el humito, pero me mostró sobre una servilleta cómo cortar la punta de un cactus de barril y recoger su jugo. “Has de beber sólo un poquito para rejuvenecerte”, dijo Castaneda, he hizo sonar sus labios con aprobación.

Arizona es particularmente importante en la saga de Castaneda. Conoció a Don Juan en Nogales, Arizona, y pasó mucho tiempo en dicho estado durante su aprendizaje e incluso después. Los ojos de Castaneda se vuelven brillantes cuando recuerda los años de Arizona.

“Arizona es un lugar mágico”, dijo Castaneda. “El desierto de Sonora tiene una específica confluencia”. Dijo que no podía volver a Arizona porque le trae demasiados recuerdos fuertes y dolorosos.

“Un guerrero sabe que todo lo que ve no lo volverá a ver más”, dijo Castaneda. “Realmente lloraría. Y necesito toda mi fuerza”.

“Todos estamos solos”.

A Castaneda no le gustó su bistec. Dijo que olía como excremento. Lo despachó, y soltó otro de sus pensamientos: “El Universo no es predecible, no importa lo que los científicos te digan”, dijo Castaneda.

Este es un tema sobre el que insiste, y es que estamos verdaderamente solos.
“Dios no te quiere, créeme”.
El problema, insiste Castaneda, es que estamos tan atrapados en nuestros propios egos, que nunca vemos el cuadro de la existencia. No somos individuos rodeados por otros individuos o casas o centros comerciales.
“Somos individuos rodeados por el infinito”.

Castaneda no precisa en qué va a pasar el día, pero todavía escribe.
El año próximo Simon & Shuster publicará una edición por el 30 aniversario de “Las enseñanzas de D. Juan”, con un nuevo prefacio a cargo de Castaneda. También habrá un nuevo libro el año próximo publicado por Harper-Collins, “Pases Mágicos: La Sabiduría Práctica de los Chamanes del Antiguo México”. Castaneda ha completado también lo que él llama su “último libro” con el título de trabajo de “El Lado Activo del Infinito”.

“No pienso que pueda escribir nada más”, dice Castaneda. “El Universo es predatorial. Esto produce profundas oleadas de tristeza que hacen mella en mí. Esta tristeza ontológica, tú ves como llega, entonces la sientes sobre tí”.

Incluso el camino con corazón no es un paseo.
Castaneda no puede permanecer con nosotros mucho tiempo más. Él ya se lo ha dicho a su “staff” . “Pero él no morirá una muerte física”, dijo la instructora de Tensegridad o “rastreadora de energía” Kilye Lundahl. “Él desaparecerá del modo en que lo hizo Don Juan. Él sabe que no falta mucho tiempo antes de que esto ocurra”.

La meta de la línea de videntes mexicanos de Don Juan fue completar lo que ellos llamaban el “vuelo abstracto”, “desaparecer con la totalidad de su ser” en el infinito, desaparecer con las botas puestas, según ellos dicen. Se supone que el maestro de Don Juan y su partida hicieron esto en 1973.

Pero Castaneda puede tener un problema en este aspecto. Uno tiene la sensación al leer sus últimos libros y por la conversación personal de que algo anda mal, y que Lee Marvin tiene miedo.

Antes de dejar este mundo, don Juan Matus le dejó claro a Castaneda y a sus otros aprendices que su línea de videntes mexicanos de la antigüedad se acabaría con Castaneda, el último “nagual”. Algo en la configuración energética de los videntes antes referidos no era propicio para continuar el linaje. Así que, en esencia, Castaneda y su partida fueron dejados con la tarea de “cerrar” la línea.

¿Es posible que Castaneda, como E.T., haya quedado varado en este mundo?,¿Hay algo que Don Juan descuidó decirle sobre guardar suficiente poder personal para el vuelo abstracto?

Durante nuestro almuerzo, que duró casi tres horas, no pude sino desengancharme ocasionalmente de su ojo izquierdo y preguntarme qué veía irradiar de mi cuerpo energético – sin duda asqueroso y rosa proveniente de cargar con colas “light” y chicles sin azúcar.

También me pregunté si sabría más acerca del cuervo que reconoció. Nos dijimos adiós en el solar de aparcamiento del restaurante. Dijo que yo le había gustado y que había disfrutado nuestra conversación. Dije: “Somos monos extraños” (en español en el original).

Sonrió pero no contestó. No hacía falta.
Por un momento el universo predatorial de Castaneda me enganchó con una de sus olas de tristeza mientras recordó lo que él había dicho acerca de que un guerrero sabía que todo lo que ve no lo volverá a ver.

Di unos pasos hacia mi coche alquilado, preguntándome si Castaneda conseguiría realmente esta conexión con su vuelo abstracto. Espero sinceramente que así sea.

Cuando miré atrás, Castaneda, como el cuervo, se había esfumado.

Otras notas

Aclaracion:

Antes de comenzar con las notas menciono que estas ya corresponden a la segunda etapa por lo cual es posible que haya contradicciones con la primera. De entrada menciona en algunas ocasiones a las brujas, de las cuales para mi gusto personal practicaban mas que nagualismo una especie de budismo a la mexicana mezclado con chamanismo.
Las referencias que les pueda hacer a sus pases magicos me parecen mas bien de indole comercial.
Sus referencias sobre Carols tanpoco se me hacen muy claras, en el caso de Queretaro las mujeres estan mucho mas desarrolladas de lo que han podido hacer las mujeres del segundo grupo de Castaneda.

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Notas sobre una conferencia de Carlos Castaneda en Sunnyvale, CA, 3 de Diciembre de 1994:
-El lenguaje no puede describir la videncia, así que ni siquiera sabemos que existe.
-El objetivo primordial de D.Juan era el silencio interno.
-Cada persona tiene un umbral personal para ver. Pueden ser 15 minutos o 6 horas, da igual. Debes construir tu silencio interno para llegar a ese umbral. Y puedes hacerlo segundo a segundo, incansablemente cada día. Entonces verás.
-Mi límite personal de tiempo eran 6 segundos ( o 6 minutos??). Entonces una voz empezaba a hablarme.
-Un día, mientras caminaba en UCLA, empecé a ver líneas de energía sobre impuestas en todas partes. Me di cuenta de que siempre las había visto, aunque las había ignorado.
-No me idolatréis,. No quiero ser vuestro gurú.
-No endioséis a nadie. Don Juan desmitificaba a todo el mundo, incluso a Jesús; y a mí me gustaba Jesús.
-La segunda atención es la misma para todos nosotros.
-El lado izquierdo es muy peligroso, pero la disciplina del silencio interno nos protege no sólo del lado izquierdo, sino también del derecho.
-Los SSII se alimentan de nuestra energía, dejándonos solo la suficiente para mantener nuestra importancia personal.
-El silencio interno es la única manera de aventurarse en el lado izquierdo.
-Un oyente pregunta si necesitamos plantas de poder. CC responde NO, absolutamente no. El las tomó porque su PE estaba excesivamente rígido.
-La matriz es como otro cerebro. La energía que se “ve” en ella es como la del cerebro.
-Los demás aprendices de D. Juan están viviendo correctamente, pero no me siguen, dice CC. Cuando tomé el mando les dije que debían ir a la escuela y estudiar duramente, y ellos rehusaron. El estudio concienzudo ocupa a la mente y permite un más fácil silencio interno.
-Yo soy super-pragmático.
-Si supiera cómo arde uno desde dentro, no estaría aquí (bromea, respondiendo a una pregunta). Don Juan ardió en una increíble implosión de energía mientras sostenía su conciencia entre las manos. Luego fue catapultado como una ballesta.
-Hace ya tiempo que mi voz de emisario se calló. Cuando yo tenía 35. Ahora navego solo, sin guía. Está bien. Pero nunca le dije gracias. Es por eso por lo que ahora hablo. Para pagar de alguna forma aquel formidable regalo.

Notas de un lector reportando las 4 conferencias espontáneas que dio CC en una biblioteca de Los Angeles, en el 93.
-No le gusta el término “brujería”. El prefiere “nagualismo ” .
-Invertimos demasiada energía en la defensa y presentación del “sí mismo” en la vida cotidiana. Pero no somos únicos. Todos expresamos las mismas necesidades.
-Necesitamos un propósito. Sin él no hay victoria.
-No necesitamos ningún guía. Sólo necesitamos energía. La energía proviene de nuestro examen imparcial.
-El camino del guerrero gira alrededor de la disciplina. La disciplina es lo único que puede hacer frente al orden social.
-El guerrero es alguien que acepta humildemente que va a morir, y que esto no es negociable.
-Es buena medida levantarse en mitad de la noche a mirarse en el espejo para ver al ser que va a morir y preguntarle: “¿qué es o que estás haciendo? ¿ Cuál el la suma total de tus acciones?
-Hemos de llamar al intento y decirle que queremos ser responsables del hecho de que vamos a morir. Debemos decirlo en voz alta, ya que la voz tiene tremendo poder.
-Estamos en deuda con el mundo y con el Espíritu.
-En su búsqueda de gurús, Castaneda nunca encontró hombres de conocimiento: solo mercaderes de Dios.
-Los maestros nunca deberían cobrar por sus enseñanzas.
-Debemos también darle voz a nuestra responsabilidad de percibir.
-El mundo debería estar construido sobre la base del hecho de que vamos a morir.
-Don Juan no creía que el hombre fuera maligno, pero sí que era una triste criatura.
-Salvando suficiente energía, podemos ver, aunque no con los ojos. La energía es visible en un nivel incomprensible. Nosotros estamos viendo energía ahora mismo, pero no lo sabemos porque nuestra conciencia no está consciente.
-No-haciendo, el guerrero se da cuenta de que el mundo es un arreglo.
-Los sueños son como compuertas: nuestra conciencia las atraviesa en un sentido, y la conciencia del infinito las atraviesa en sentido contrario.
-Cuanto más se mueve el punto de encaje, más terrorífico es el ensueño; pero su el ensueño es tomado como un desafío, cono una empresa formal, entonces la expresión demoníaca desaparece.
-Los ensueños suelen durar solamente unos cuantos minutos, pero eso basta para revitalizarnos. El resto sin sueños normales.
-Hay 7 compuertas para el ensueño, y cada una implica un mundo diferente.
-En la primera compuerta, tú mientes a tu propia mente diciéndole que quieres hacerte consciente de que te estás quedando dormido, pues tu propósito real es examinar cada elemento del sueño ordinario.
-Tienes que decir: “Soy un ensoñador”, y hacer el intento desde la posición de un ser que va a morir. Una vez que llamas al Intento, la misma energía empujará al ensoñador. El intento debe ser simple y humilde, como una persona que va a morir.
-No estamos en el mejor de los mundos posibles, como muchos piensan. Tenemos que usar la muerte, pues una vez que un guerrero usa el flujo de energía, el mundo ya nunca vuelve a ser el mismo.
-Cuando aparece un elemento disonante en el sueño, suele ser un explorador. La conciencia es el elemento en el que los exploradores viajan, lo mismo que los barcos viajan sobre el mar. Tienes que parar el sueño cuando veas un explorador, y decirle: “oye, dime de dónde vienes”. Esto obliga al explorador a llevarte a su mundo, que es un universo paralelo.
-Todas las cosas son paralelas en el universo. El universo paralelo es un mundo de conciencia.
-Las mujeres son réplicas de los seres inorgánicos.
-El universo es femenino, siempre en búsqueda de machos.
-La interacción con los seres inorgánicos es inevitable en el momento de la muerte, así que ¿Por qué no hacerlo cuando aún estamos vivos y vigorosos?. El océano del universo realmente te tomará, así que llámalo ahora y reclama tu destino.
-Pero irse con los exploradores es peligroso si eres ansioso. Debes ser claro como el cristal y tener temple de acero para irte con ellos.
-Todos podemos ser magníficos ensoñadores si nos dan la oportunidad.
-Hay una ola de tristeza ontológica en el universo.
-En la segunda compuerta sentimos que siempre hemos prestado atención a los sueños, pero nunca nos hemos dado cuenta de que lo hacíamos con nuestro cuerpo energético.
-Don Juan decía que el cuerpo energético está siempre trabajando.
-Si quieres tener percepciones verdaderamente increíbles, duérmete dentro de un sueño en la misma posición en que te quedaste dormido en la vigilia.
-El universo paralelo te reclamará. Debes decir: “llévame a dónde nace la conciencia energética”. Irás a los túneles de energía. Empezarás a oír la voz del emisario. Primero es una voz de hombre y luego de mujer. Pero no dejes que interfiera demasiado en tu vida cotidiana. Dile: “mantente apartado de mis asuntos” ; porque si no, es fácil volverte dependiente de esa voz.
-El camino del guerrero requiere disciplina, pues en el mundo cotidiano no existe otra cosa que el vacío y el aburrimiento.
-El ha cerrado el ciclo del linaje de Don Juan.
-La muerte no es necesariamente un concepto lineal. Solo hay energía ahí fuera, y debes encontrarla con todo tu poder, así que debes prepararte para una lucha espléndida con la muerte.
-Un momento de silencio basta para reconstruir el mundo, ya que nuestro diálogo interno es pura vanidad, impotente ante la vida o la muerte.
-La mente no puede resistir la persistencia.
-Nada de drogas, ni marihuana, ni peyote, ni heroína.
-La gente profundamente católica raramente sabe algo. El símbolo de Jesús debe ser examinado. (Cuenta que Don Juan le obligó a estudiar la historia de la Iglesia).
-El hombre es la medida de su mundo, y estamos en un momento crítico, peor que en los años 50, pues el orden social no se preocupa del ser que va a morir.
-Fue Carol Tiggs la que trajo la posibilidad de abrirse a la comunicación pública.
-Su único interés (de Carlos) es introducirnos a todos en lo abstracto.
-Las mujeres tienen más facilidad que los hombres. Los hombres son raros y codiciados. Los seres inorgánicos en seguida se hacen conscientes de los hombres. Hay que evitar el enfrentamiento. Las mujeres pueden llegar al universo paralelo con muy poco esfuerzo.
-Si das voz a tu deseo de quedarte (con los seres inorgánicos), vivirás cinco billones de años. Morirás con la Tierra. Los seres inorgánicos te ofrecen prácticamente la eternidad. Pero él (Carlos) nunca entregó su mundo.
-El emisario era un vendedor. Le decía que no tendría ni siquiera que respirar.
-Don Juan renunció a los seres inorgánicos, pero Carlos estuvo a punto de sucumbir porque le encanta ir al universo paralelo.
-Carlos se encontrará con todos nosotros en el lugar donde no hay compasión.
-Hagamos una lista de personas y recapitulemos. La dirección de la cabeza no es importante. Esto aumentará nuestra energía.

Notas de un lector sobre un Seminario que dieron CC y sus brujas en Maui, Hawai, en Navidad del 94-95:
-Todas las brujas llevaban el pelo muy corto. Decían que el pelo largo es una peligrosa antena social, al menos para ellas.
-Don Juan y su grupo están bloqueados en la segunda atención. Se necesita una masa crítica (de gente, de energía) para sacarles de allí. Es por eso por lo que CC y su grupo han comenzado los seminarios (¿¿¿???). Cuanta más gente haya trabajando para la libertad, mayor energía para CC para liberar a D. Juan.
-El sexo sólo es malo si es usado como herramienta de ganancia personal o de posesión. El sexo debe ser totalmente incondicional, sin ganancias secundarias.
-El barrido final que se hace en la REC después de cada evento, es una manera de decir : “Ya no más. No tomaré ni daré más energía en esta situación.”
-La búsqueda de recompensas es lo que más energía nos hace perder. Solo debes hacer aquello que el intento indica. La importancia personal es implacable, paciente y dulce. Para encontrar la libertad total, uno debe renunciar incluso al deseo de ser libre, a la esclavitud de cualquier deseo. No se trata de buscar la libertad por miedo a morir. La importancia personal adora las recompensas.
-No vayáis demasiado deprisa. Hay que perfeccionar el tonal antes de aventurarse en el nagual.

Más notas sobre las conferencias de Carlos en Santa Mónica (Noviembre del 93):
-Las drogas psicotrópicas solo son útiles en el sentido de que causan una “tremenda disonancia cognitiva”. Nunca deben ser utilizadas por placer.
-El orden social no está interesado en nuestro bienestar. No nos proporciona sentido ni propósito. No nos protege de la muerte.
-La manera de romper con el orden social es a través de la disciplina.
-La disciplina no es seguir un órden rígido. La disciplina es fluidez.
-La libertad es nuestra herencia. La libertad es el salto de la conciencia dentro de lo desconocido.
-Somos todos viajeros. Vamos a morir. ¿No queréis hacer algo magnífico mientras vamos de camino?
-Acepta con humildad que vas a morir. No te escondas de ello.
-Hay una fuerza perenne en el universo disponible para nosotros, aunque nunca la usamos. Llámala diciendo “quiero ser responsable del hecho de que voy a morir”.
-Acostúmbrate a gritar tu intento a esa fuerza. No le supliques. Si te pones de rodillas , se te meará encima.
-El ensueño te lleva a un estado de conciencia donde lo humano no cuenta.
-Cuando el PE sale de su sitio habitual y tiene otra percepción, deja un agujero. Sólo a través de la disciplina puedes obligarlo a regresar.
-Las drogas sólo te dan un vislumbre de nuevas posiciones, no una visión sostenida.
-Define tu deseo como Libertad. Entonces el Selector hará los apropiados ajustes.
-No seas tímido. Vive peligrosamente. Justo en el borde.

Conferencia introductoria de Carlos Castaneda.
-El punto de encaje de los hombres mira hacia afuera, el de las mujeres hacia dentro. Eso proporciona una manera diferente de interpretar y percibir, una visión diferente de las cosas. Los brujos han insistido desde siempre en esa gran diferencia entre hombres y mujeres.
-Según el mundo de los brujos , las mujeres saben cosas de una manera natural, saben de una forma que la mente masculina no puede concebir.
-La socialización demanda que los hombres dicten las normas, lo que les hace sentirse “sagrados”. Para que ese proceso funcione , la socialización ha destrozado las sensaciones femeninas.
-Las mujeres son más inteligentes, pero no están interesadas en la taxonomía, en establecer categorías. Taxonomizar es una condición masculina. Dejen que ellos establezcan sus categorías y medidas . Ustedes no tienen por qué hacerlo. ¿para qué tendrían que hacerlo?
-Deben ser conscientes de lo que los hombres les han hecho. Incluso el deseo de liberación del último siglo por parte de las mujeres ha sido creado e inducido por los hombres. De este modo la mujer liberada repite los patrones masculinos.
-Ellos juegan el papel de “pobres nenes” a los que ustedes cuidan y apapachan.¿Por qué lo permiten?
-Pero por sus propias características las mujeres carecen de una filosofía definida, de un sistema de pensamiento que pueda servirles de soporte para sustentar un propósito. El hombre brujo que ha alcanzado un nivel de sobriedad puede proporcionarles este sistema de pensamiento. Este es el soporte que puede sustentar una mueva forma de vivir.
-Don Juan era un hombre, pero no era en absoluto un macho, había eliminado la raíz del machismo en sí mismo. Para hombres y mujeres aceptar que somos seres que vamos a morir implica un nuevo arreglo. Si seguimos comportándonos como inmortales nada nuevo nos puede suceder.
-Las mujeres están capacitadas para detener el flujo de pensamientos, pueden ejercitarlo con facilidad y entrar en un estado casi “vegetativo”, cuando están sometidas a presiones físicas o psicológicas fuertes. Pero el fallo radica en que la mujer no es persistente. Han logrado a medias ese estado simplemente porque son mujeres, sin esfuerzo. Su indiferencia es otro resultado de la socialización del macho.
-Pero los brujos quieren darle a esa capacidad un propósito trascendente, que esa detención del flujo de pensamientos no se lleve a cabo por presiones, por escapes, enojos o tristeza, sino por un propósito plenamente consciente y dirigido. Para ello la bruja necesita disciplinarse en un grado extremo.
-Desde nuestro punto de vista el gran error del mundo brujo de don Juan era su aislamiento, un aislamiento que había perdurado generación tras generación y que quizá tuviera relación con la preponderancia femenina de los grupos de brujos. Las mujeres son muy insulares.

-Las mujeres tienden a pensar a menudo “estoy loca”. Eso es socialización. No están locas en absoluto, ¡simplemente son mujeres! y esa locura puede convertirse en algo exquisito. Pero ustedes viven de acuerdo a las ideas de los machos y además se las creen. Eso sí que es locura.
-He visto “chicos buenos” a mi alrededor, muchos chicos buenos y sumisos que buscan complacerme. Pero nunca he conocido a “chicas buenas”.
-No me tomo a mí mismo seriamente, Lo único que es serio para mí es lo que hago, y lo que hago es la única avenida posible que he sido capaz de encontrar, la más poderosa. Se necesita se una gran sobriedad para decidir lo que nos gusta en el mundo cotidiano.
-A los hombres les encanta estar en un altar, les encanta, y las mujeres lo permiten. Excepto en familias que practican el balance educativo, de una mujer nadie se ocupa mas que de que se case y forme una familia. Las mujeres han sido socializadas para ser enemigos entre sí, para ser competidoras. En realidad todos los hombres buscan en ustedes a sus “mamitas”.
-Encaren de una vez el hecho de que son mujeres. Llegará el momento en que ustedes estarás forzadas a cooperar entre sí si quieren que el mundo sobreviva. La raza humana desaparece. Sólo ustedes son poderosas, pero les encanta jugar a “ser nenitas eternas”.
-Dentro de todos nosotros existe un flujo de conocimiento. Mediante él, desarrollamos estados subjetivos que pueden ser intercambiados y crean un campo de intersubjetividad que posibilita la comunicación entre las personas. Pero salvo que experimenten las acciones prácticas del mundo de los brujos, no hay forma de compartir con los brujos una intersubjetividad. Hablar solamente de nosotros nos impide ser conscientes del flujo de la energía. Hay que forzar el estado de silencio interno.
-Compartir la intersubjetividad de los brujos puede iniciarse con la tensegridad. Sus movimientos no han sido inventados, sino descubiertos -según D.Juan- hace entre siete mil y diez mil años. Los movimientos son un atajo para aquietar el diálogo interno. No pueden cambiar esa posibilidad por las ideas que les dieron los hombres, no es justo que lo hagan. Hagan la tensegridad como si no existiera el mañana, porque de hecho no existe. Vamos a morir. ¡Qué enorme consejero es la muerte!!
-Quiero darles ideas racionales, un corpus de conocimiento desde el que puedan tomar una decisión. Yo no las necesito, pero quisiera darles mi sobriedad. Y quisiera quedarme a ver la explosión, pero no tengo tiempo. Me estoy marchando.
-Pero mi presión hacia ustedes no puede en modo alguno ser personal. Eso sería opresión. ¡Ustedes tienen que decidir individualmente que quieren hacerlo. ¡Como mujeres pueden hacerlo!
-Ver que algo así pudiera suceder resulta para mí enormemente excitante. ¿será posible? Yo lo espero, pero no lo sé. Dependo de si tengo éxito en mi propósito de alcanzarlas sobriamente. Sus padres han tardado años en socializarlas; ahora deberán trabajar años para romper esa socialización.
-En 1985 la mujer nagual regresó y eso cambió por entero el mundo de don Juan. Así que nos encontramos totalmente solos, haciendo algo nuevo que nunca ha sido intentado antes. Necesito tiempo. Quizá ustedes puedan ser una razón de peso para que ese tiempo me sea concedido.

Conferencia de Carlos Castaneda (Primera parte):
-Necesito de toda mi sobriedad para hablarles de algo tan extraño y tan importante como los voladores. La absoluta uniformidad de la egomanía en el mundo demuestra que estamos compelidos a actuar como lo hacemos a causa de los voladores, un tipo de seres inorgánicos que devoran inmediatamente cualquier reflejo de conciencia que no sea el autorreflejo, lo único que nos dejan para que sigamos siéndoles útiles.
-A cambio de nuestra conciencia, los voladores nos dan la mente. Por eso los brujos afirman que la mente es una estructura ajena instalada en nosotros. A través de la mente los voladores consiguen lo que quieren, es la trampa perfecta. Este es un estado absolutamente serio ante el que cabe alarmarse. Ustedes, como mujeres, tienen algo más, tienen el menos el útero. Pero yo no, yo soy un hombre, y mi mente es la mente de un volador.-
-Poner en nosotros esa mente que ni tan siquiera es nuestra resulta una maniobra perfecta, porque la mente es la que propone y es la que acepta. No hay disensión posible. Y esa mente que no es nuestra trabaja exactamente en contra de que seamos capaces de hallar una solución a nuestro problema. Esa mente que no es suya toma la idea del volador como algo absurdo, algo que no es real simplemente porque ustedes no lo han visto. Pero si jamás se han disciplinado para verlo, ¿como se atreven a negar su existencia?
-Sin disciplina sólo cabe el declive. ¡Qué situación esta! Ahí están ustedes, forzadas a tener sexo, forzadas a hacer cosas que en el fondo ni tan siquiera les gustan conducidas por su mente de volador. ¿qué otra cosa podrían hacer? Estos comportamientos surgen de ustedes, pero para los brujos en realidad no son ustedes. Para el brujo ustedes son el ser que va a morir.
-La suma total de las experiencias de tu vida están en otro lugar que no es la mente. Esa suma total es sublime. Tu mente no te pertenece. Si decidieran pensar 24 horas antes de decidirse a decir cualquier cosa se alocarían. Pero aunque sólo sea por un segundo la mente verdadera tomaría posición, y la mente verdadera no es nada que venga impuesto desde fuera.
-Por eso la idea de acumular silencio resulta esencial para los brujos. Cada persona posee individualmente su propio umbral de silencio, y eso cambia por completo la posición del hombre frente a los voladores. Si ustedes persisten en la lucha, ellos terminarán por dejarles libres.
-Estoy enfermo. Si me rigiera por los parámetros de la socialización, si todavía tuviera la mente de los voladores, iría a un médico. Todos los días viajo a lugares inconcebibles y de tanto brincar me he quedado vacío. La tensión es excesiva para mi, Yo no hago planes; propongo directamente y las cosas llegan o no llegan, y si no llegan, entenderé que se trataba de una opción que no tenía energía.
-Realmente no sé que es lo que ocurrirá si una masa suficiente de personas acometiesen la revolución de desechar su mente de voladores. Ellos están ahí hace dos millones de años o más ¿viviremos siempre bajo la misma egomanía? ¡¡Eso no es natural!!
-Pero los brujos dicen “nada es definitivo”. Es el momento de considerar otras posibilidades distintas a las que nos han dado los voladores. Se trata se un pensamiento “disturbante” que vengo a proponerles.
-Mi hija trae energía de lugares inconcebibles. Es posible esa opción. Estas mujeres, las brujas que les han hablado, querían darles este nuevo punto de vista, esta referencia. No quieren llevarse sus pases mágicos con ellas, desean compartirlos. Los pases mágicos que les dio el Explorador Azul son movimientos de insecto cósmico que causarán increíbles efectos en ustedes. Pero tienen que hacerlos con fuerza. En cuanto a mí, bueno, es posible que tantos viajes me hayan hecho “un poquito extraño”. Yo trato de evitarlo, pero no lo consigo demasiado.
-Cualquier cosa que suponga una interrupción del discurrir normal de nuestros pensamientos crea una disonancia cognitiva. 5 millones de años y éxitos están en nuestro cuerpo. Realmente tenemos muchas más posibilidades que las que creemos tener.
-Nosotros hablamos directamente. No es posible evadirse de algo tan serio. Si algo llegara de fuera con fuerza para balancearnos me quedaría, pero si no, me voy. No es algo que decidamos nosotros, nos lo dice otra fuerza. Si algo no me ayuda ahora, me marcho. Pero quisiera marcharme de otra manera, presentarles esta posibilidad, que no mueran rendidas.

-Debemos llegar a la aceptación de que estamos solos y de que tenemos una conciencia que puede ser restaurada. Don Juan lo logró a tal punto que partió. A nosotros nos gustaría hacer lo mismo. Ya vieron a estas mujeres, estas brujas, esa es la idea.
-Actúen. Ahí radica la clave. Los hombres leen libros, discuten, pero no hacen nada, no se aventuran más lejos. Las mujeres sí actúan, no importa su debilidad, ellas actúan, Poro han sido subyugadas por la socialización, por la mente de los voladores.
-No queremos que odien a los hombres, pero tampoco permitan que las devoren. “Dios lo mandó así” ¿Qué mierda es esa? Apelen como mujeres a su órgano complementario y olvídense de revoluciones sociales o políticas. Sólo la revolución bruja es la verdadera revolución. Don Juan era muy claro al respecto cuanto decía: “no puedo mantener acuerdos en los que no he participado. Yo no estaba cuando se firmó el acuerdo de que soy un imbécil, así que no lo acepto”. Hacerse consciente es una revolución solitaria. Cualquier otro tipo de revolución es absurda.

Una entrevista

ENTREVISTA A CARLOS CASTANEDA

Carlos Castaneda, el autor de Las enseñanzas de don Juan, se encuentra en México. El jueves, a las 19:30 horas, conversará con el público en la librería del Fondo de Cultura Económica. Comenzamos por plantearle una duda de muchos lectores: ¿Existe don Juan o es un invento (una creación literaria) de Carlos Castaneda?
“Es el conflicto del lector de Carlos Castaneda, afirma. Hace referencia a su propio conocimiento: ¿Cómo es posible que escriba cosas que no tienen sentido en el mundo cotidiano? La clave de esa reacción es la referencia que uno hace a sí mismo, a lo que uno sabe”.
Luego dice: “Don Juan no es un personaje literario, es una persona, que no vive ahora, pero que vivió en el mundo, como tu y yo conocemos el mundo. No habría podido crear un personaje como don Juan, porque no tengo la preparación. Lo que don Juan me dice no es algo que yo pueda improvisar, o extraerlo como una síntesis de mis lecturas. No se puede, es algo diferente”.
– Si usted quisiera resumir las enseñanzas de don Juan, o tal vez, destacar su enseñanza más importante ¿cuál sería?
– Lo más importante para mí, en lo que yo podría invertir todo lo que tengo si don Juan estuviera vendiendo algo, es esa premisa que consiste en perder la importancia personal, ese sentimiento de amor propio, el pundonor que nos legaron los antecesores nuestros: la idea de que el yo personal vale tanto.
“Alguna vez yo le pregunté por qué sería tan importante perder el sentimiento de la importancia personal. Don Juan dice que es una cosa muy sencilla: el 90% de nuestra energía está consumida en defender nuestras personas. La idea de él es que no hay razón para tanto esfuerzo. Defender la persona cuesta demasiado y no reporta nada”.
Esto es, para Carlos Castaneda, “el punto de articulación de las enseñanzas de don Juan. El quiere crear un ahorro de energía, a fin de que la misma se emplee en algo novedoso”.
Este algo novedoso se encuentra en las mismas enseñanzas de Juan Matus. “El está interesado en percibir conjuntos que no tienen ninguna historia en el mundo cotidiano. Por ejemplo, un conjunto nuevo sería ver al hombre como un “huevo luminoso”, una masa de energía y no solamente un cuerpo sólido. Esto le da al indio brujo una ventaja extraordinaria, que está vedada para nosotros. ¿Por qué – dice – es que nosotros no estamos interesados en la percepción?”
“Cuando me preguntó eso – relata Castaneda – yo le aseguré que estaba interesadísimo en la percepción, lo cual no era cierto, desde luego, porque el único interés que tengo yo, como hombre occidental, es en el significado, en la epistemología, de un modo u otro. De ahí que buscaba yo nuevos significados, y yo les llamo nuevos rumbos”.
– ¿Tienen que ver los nuevos rumbos con la realidad aparte de don Juan?
– La realidad aparte es en la realidad total de don Juan, porque él no está interesado en los nuevos rumbos o significados, que es un manejo intelectual. El está interesado en una búsqueda de unidades de percepción nuevas, que no tienen historia, como por ejemplo el ver a la muerte, a la muerte que nos deshace inexorablemente. Como occidentales intuimos pero no vemos ala muerte. Y al fin de cuentas, no nos interesa, porque (decía don Juan) no nos interesa la vida.
En el prólogo a la primera edición en español de Las enseñanzas de don Juan (Colección Popular del FCE, 1974) Octavio Paz escribe: ” …las creencias de don Juan han alimentado y enriquecido la sensibilidad y la imaginación de los indios desde hace varios miles de años”. Acerca de las culturas indígenas de México, Carlos Castaneda nos dice que “por supuesto, es la herencia del país. Don Juan es México, el México puro, el México antiguo”.
“En este momento – añade – hay en el país cantidad de gente que está envuelta en la misma búsqueda de don Juan. El me dejó explicar su conocimiento en mis libros. En este momento yo trabajo en el norte de México, con gente que son sus estudiantes, que son sus herederos”.
“Lo que es importantísimo – subraya Castaneda – es que cuando llega el español le quita al indígena las libertades visibles. El español deja al indígena sin nada, un paria total”.
“Lo que le queda a don Juan, y a los indígenas como él, es encararse con la libertad total, que no tiene nada que ver con las libertades políticas, ideológicas, o con el derecho a la felicidad y al bienestar”.
Castaneda explica que la libertad total “tiene que ver con el encararse con la realidad ineluctable, la muerte, la disolución del ser, de la conciencia. Don Juan quiere ser libre, una libertad completa. No quiere morirse como se muere el hombre cotidiano. Dice que él quiere convertirse en conciencia total”.
Hay dos palabras, en el habla de Juan Matus, que vale la pena explicar – le decimos a Castaneda -: ver y poder.
“Don Juan dice que toda la energía con la que nosotros podemos contar ya está distribuida. De ahí que no podamos romper la hegemonía de la percepción, y cuando nos encontramos con un brujo creemos habernos topado con un hombre incoherente, porque no está usando la energía disponible como nosotros lo hacemos”.
“Entonces para poder disponer de energía, ya que toda está distribuida, tenemos que ahorrarla, y para él hay un único modo de hacerlo: deshacernos de aquello que no reporta nada. Y ese aquello es la importancia del yo personal”. El planteamiento es que “si se pudiera ahorrar esa energía, habría suficiente capacidad para percibir esa otra realidad, esa realidad aparte y, sobre todo, habría suficiente energía para percibir el regalo del conocimiento total”.
Castaneda explica entonces el poder. “Es haber ahorrado esa energía que le permite a uno entrar en áreas de percepción inconcebibles. El hombre de poder es el que puede entrar en mundos de percepción inconcebibles para el que no ha podido ahorrar energía, para aquellos que han empleado toda su energía en defender sus personas”.
“Si tu dejaras de sentirte tan importante – comenta, para dejar clara la idea – serías invulnerable. ¿Qué te podrían hacer? Lo que nos hiere es que nos acusen, o nos ataquen en el amor propio. Uno hace lo mejor que puede, eso es indiscutible, pero jamás se puede uno tomar tan en serio. Ese es el secreto, ahí está, a lo mejor lo agarramos muy bien”.
Castaneda define su actitud cuando dice: “No quiero la fama o la riqueza, sino expresar, de la manera más simple, lo que don Juan me enseñó”.
Nos habla de su libro más reciente, el séptimo, que ya circula en los Estados Unidos con un título que podría traducirse como El fuego interno. Su autor cuenta que a la editora estadounidense no le gustó el título original, con el que, muy probablemente, aparecerá en español: Los guerreros de la libertad total. “Lo que quiero hacer es presentar un bosquejo, una especie de introducción a las tres maestrías que constituyen el conocimiento ancestral del indígena mexicano: la maestría de la percepción, la del Intento y la de lo que llaman el acecho”.
“Esta última maestría es el arte de vivir en el mundo cotidiano de la mejor manera posible. La maestría del Intento es el arte de Intentar relacionarnos con la fuerza que nos sustenta, porque hay algo que nos sustenta, que nos da energía y, por supuesto, la maestría de la percepción es el arte de la conciencia”.
En cuanto a la afirmación de que toda nuestra energía la usamos para destacar la importancia del yo personal, le comentamos la existencia de personas muy apartadas de esta idea: las que se entregan a una causa popular, social. “Me imagino que sí, dice, por lo que sé de la historia”. A propósito, afirma que “cada uno de los grandes líderes contemporáneos son unos maniáticos desesperantes. Napoleón, por ejemplo, que contribuyó enormidades a nuestro modo de pensar, Hitler… y lee las memorias de Freud, es una cosa desesperante…”
No estamos conformes, insistimos que hablamos de personas entregadas a una causa popular, social, como Miguel Hidalgo o Emiliano Zapata. Carlos Castaneda se pone de pie sin hacerlo.
“Esa es otra cosa, tienen el pellejo diferente. Hay allí otro tenor ancestral, otro gene. Esa gente está más cercana a don Juan que los líderes europeos. Es otra sentimentalidad”.

Javier Molina
Periódico Uno Más Uno Junio 1984

Entrevista 1993

“Alguna vez yo apuntaba todos los movimientos de todo lo que hacía don Juan y un día me dijo que todo era cuestión de energía, que si no tienes energía la vida no vale un pepino; esa es nuestra tragedia, no tenemos energía. El azúcar que consumimos como ‘Coca Cola’ es una forma de quitarnos energía, porque cuando aparentemente nos sube un escalón y nos da un levantón, la realidad es que nos baja dos.
Nuestra falta de energía se nota inclusive en el oído. Don Juan era un hombre viejo de edad pero muy fluido y que no tenía vejez y doña Florinda era una mujer sensual aunque era una viejecita y era abuelita cuando no era abuelita de nadie. Lo que pasa es que era por naturaleza tan maternal que durante nueve meses se ponía almohadones y a los nueve meses encontraba una niña que necesitaba mamá y ella la criaba.
Nosotros adoptamos posiciones nefastas para nosotros y por eso tenemos que buscar la energía.
La energía sexual es la única que tenemos, esa energía está envuelta en un comando biológico para reproducirnos, pero don Juan Matus me propuso otro mandato: la evolución. Hay algo que pueden hacer, miren, así, así… (En ese momento ejecuta, demuestra y explica un pase mágico ligado al mandato de la evolución.) … Para esos brujos toda la energía sexual está encaminada a evolucionar y si nosotros pudiéramos ver como fluctúa la energía evolucionaríamos, pero sin energía todos los conocimientos que tenemos no son más que una masturbación intelectual.
El problema es que desde niños nos transforman en personas ocupadísimas en el mundo social cuando esto es un sistema muy ineficaz porque para tratar con el mundo cotidiano no se necesita tanto esfuerzo, el mundo cotidiano no necesita tanta energía de nuestra parte y lo que realmente necesitamos es acabar con el ego y entonces cuando acabamos con él no nos toma tanta energía enfrentar el mundo. Lo que nos roba la energía es que no podemos desligarnos del yo, tenemos que defender el yo, defender a la patria y nuestra cueva es el ego… ¡qué tremenda pasión tenemos por nosotros! Si dicen algo malo de mi hasta los ojos se me tuercen, nos ponemos bizcos y sólo para defender el único territorio posible para nosotros en este momento. En cambio la idea de don Juan era romper con ese territorio: ‘el yo’ y entonces podríamos llegar a romper el poder de lo concreto.
A mi don Juan me dejó con una serie de aprendices de los que yo he escrito, me dejó con la carga de jalarlos hasta que llegamos a la conclusión de que no podíamos llevarlos a cuestas. No podemos cargar con eso porque son demasiado concretos. Aquí en Casa Tíbet hay una capacidad extraordinaria de entendimiento.”
¿Es usted Gurú, Carlos?
“Yo no tengo de gurú nada, ni la pinta.”
¿Cómo le hace uno para romper el ‘yo’?
“Con el Intento y ese Intento no puede disminuir, cada uno tiene que hacer un trato y si de verdad tienen empeño lo logran y lo encuentran. Yo estoy empeñadísimo en lo que hago pero no tengo doble vida. He escrito esos libros por traer una oportunidad mínima para conseguir algo máximo.”
“El impulso de llegar no se puede revisar y mi trato es con eso no con don Juan, quien era tan impecable que no me transformó en su esclavo. Yo lo amaba tanto que yo hubiera sido su sirvientito encantado y le besaría las patas, pero que el Nahual tenga sirvientes es inconcebible.
Don Juan creía que ser impecable es hacer lo máximo de ti y un poquito más sin moralidad ni inmoralidad.
Nosotros somos capaces de empujes incalculables que nunca salen de nosotros, están escondidos y salen a través de actos impecables. El guerrero impecable es el que cavila, induce y se lanza sin importarle lo que le puede suceder.
El deseo es suficiente, uno tiene que tener la osadía de formalizarlo, de fortalecerlo, de hacer un llamado final, pero como estamos tan repletos de ideologías nunca llegamos. Yo no quiero que nadie me dicte lo que tengo que hacer, yo lo encuentro porque mi impulso es impecable. Don Juan era más coercivo que yo y nos daba volteretas y cuando nos despertábamos estábamos en la olla cociéndonos y no había como salirnos.
Necesito yo un ápice de desesperación para emerger porque el mundo cotidiano no se va a componer, se va a empeorar y nosotros nos ponemos más viejos, más estúpidos, más seniles…
Don Juan no escogió lo más elitista, yo soy proletario, mi mamá era comunista, hacía panfletos; mi primer recuerdo fue el olor de la tinta. Todos nosotros nos vamos a morir y por eso no podemos ser elitistas y todos tenemos la opción a la libertad.
Lo que quisiera es que lo que aquí les digo no sea vocabulario sino una opción transformativa para que los lleve más allá de lo que es permisible.”
¿Qué es la brujería?
“Para don Juan es percibir la energía sin necesidad de algo interpretativo, desde el punto de vista de la interpretación un edificio de oficinas es ese rectángulo duro, desde la percepción directa son fibras luminosas y se ven nubes de energía.
Nuestra existencia son saltos mágicos de los cuales no nos damos cuenta porque lo tomamos como algo natural. Si tuviéramos la disciplina el salto no es tan grande. Nosotros podemos conversar y dialogar de algo como es el universo, esa cosa inmensurable y lo reducimos a un universo de puro miedo. La gente se sacude de miedo con el universo de don Juan.
El cuerpo humano es una máquina increíble, sofisticadísima, el cuerpo nos puede llevar hasta los confines del universo mismo, se pueden hacer viajes que desafían toda explicación, viajes hechos en cuestión de segundos. En México aún quedan piezas que hablan de esos viajes. El cuerpo humano es una máquina increíble que cotidianamente sólo usamos para barrer… ” (Momentos después habla de una escultura de un museo y ejecuta un movimiento asociado a la misma y que define como ‘Mirando lo Infinito’.)
¿Y cómo le hace uno para ir con usted a ese universo?
“Apenas podemos llevarnos a nosotros mismos. ¿Cómo crees que podemos llevarte a ti? Cualquiera de aquí para sus amigos es increíble, para el espíritu es un idiota. Esa es nuestra tragedia, somos changuitos sin cola y nos falta esa cola para el equilibrio… pero ¿quién le puede hacer creer al príncipe Charles que es un changuito? ¡Nos mata! Porque ciertamente no es un mineral ni un crustáceo, pero si aceptas que eres un chango puedes cambiar, en cambio si según tu eres un ángel, si te lo crees, entonces te llevó la chingada porque un ángel es perfecto…
Una vez cuando visité a don Juan le dije: -Pero si estoy hecho a semejanza de Dios- Y él me respondió: -Sí, a semejanza de dios chango no hay problema.-”
¿Cómo adquiere uno la energía para cambiar?
“Se empieza por recapitular la vida para ver donde nos aprieta el zapato y luego sin gritos ni siquiatra uno entra naturalmente en estado de ahorro energético porque hay cargas que nos desgastan al máximo sin reportarnos beneficio y hay que deshacerse de ellas ya, el único modo es dándose cuenta de que tan aburrido es el mundo cotidiano nuestro y que tan aburridos somos cada unos de nosotros. Seguro que todos están pensando que estoy hablando de otro y piensan: -Yo no-. Pero hablo de ustedes.
La recapitulación es una manera de hacer un cambio total. En la psicología moderna se pone el parche para tratar de adaptarnos al mundo y ser más empedernidos en el yo personal. Hay cursos enteros de como ser agresivo en los negocios, como ser triunfador, como hacer lo que ustedes digan, como convencer a los otros y así no hay salida, así jamás podemos percibir nada, porque esos sólo son tremendos vuelos de la imaginación, no hay nada real hasta que la realidad los golpea y decimos: -He llegado a cierta edad-, se retiran, tienen un ataque al corazón, se mueren y se acabó y entonces ustedes tienen dichos como: ‘Life is a bitch and then you die.’ ”
¿Qué es el ensueño?
“Ensueño es un estado de ánimo, es un estado de ser parecido a un sueño pero no lo es porque los elementos propios de esa situación generan energía, todo lo que uno ve en sus sueños son sólo visiones mientras que el ensueño no es una visión. Ensoñar para un brujo es vivir otra vida.”
“Nosotros no podemos ensoñar porque la energía de todos nosotros está invertida en mantener los parámetros del mundo cotidiano. No me da vergüenza por que hago lo mejor porque doy todo a lo mismo.
Don Juan creía que si en el momento en que una pareja cogía había una gran intensidad sexual los hijos nacían con una gran intensidad y sino, si lo hacen aburridos como lo hacemos el 90 por ciento de las personas, casi siempre sale uno muy cuchito, precisamente por eso tienes que hacer un recuento de todo, de como nos crearon para no derrochar energía.
Uno de los derroches más intensos es el cortejo, gastamos una cantidad inconcebible en cortejar… ¿Qué pasa si lo disminuimos al 5 por ciento? Pero cuando nos resulta es cuando le damos el 100 por ciento, cuando estamos pendientes todo el tiempo de un compañero o una compañerita. ¿Qué pasaría si cortamos ese impulso? En ese momento nos vendría un saldo enorme de energía, se empiezan a clarificar los sueños y de un sueño lúcido a ensoñar hay un paso, siempre y cuando dejemos a un lado la defensa del yo personal, porque si no, ¿de dónde sacamos la energía? El cerebro, ese pobre órgano está cansadísimo porque no tenemos impulso, está atrapado en estupideces.
La teoría de los brujos es que en el huevo luminoso del ser humano existe un punto que nos permite percibir y el arte de ellos es mover ese punto para que vean que la percepción del mundo no es final ya que sí el punto se mueve otro punto de encaje prevalece.”
¿Cómo se mueve el punto de encaje?
“Lo mueven con el Intento que es la disciplina, la fortaleza y eso no puede revisarse, no puede decaer, decae cuando es un ejercicio intelectual.”
“Con el deseo de llegar a la libertad uno tiene que dejar las rutinas, como por ejemplo el idealizar cosas.
Hay billones de posibilidades para cambiar el punto de encaje, don Juan pensaba que había 600 mundos idénticos a este en su realidad pero con diferente configuración y cuando uno entra a este tipo de conocimientos nos sacuden pero muy sanamente porque nos hace chiquitos sino estamos tan llenos de nosotros que no llegamos a nada.
¡Qué estúpidos! Nosotros estamos en un planeta prisión y si nos salimos tenemos que ser prófugos, se sale uno de la celda sin nada, no puedes decir: -es que en mi celda había un muñequito tan lindo que no puedo dejar-.
Para tener energía hay que recapitular y eso te da energía para sentirlo.
Don Juan me decía que esperaba que no fuera yo el clásico suertudo de que pudo haber sido pero no fue. La suerte del chango es que ve semillas en una trampa y cuando agarra las semillas lo matan y cuando le cortan la mano suelta las semillas y se quedan ahí para el siguiente chango. (Entonces el Nahual hizo una actuación de verdadero deleite al interpretar al chango que toma las semillas, cuando le cortan la mano a ese chango y cuando llega el siguiente chango haciendo exactamente lo mismo… una y otra vez)
Nosotros no estamos bien, nadie está bien ¡ya nos llevó la chingada! (Lo dice prácticamente en un grito) Ya no hay tiempo para eso de que el niño incomprendido que vive dentro de nosotros, ¡que se vaya al demonio el niño incomprendido! No hay tiempo para eso, la recapitulación es que tu te oyes diciendo babas y después diciendo las mismas babas y esa es la desesperación bruja que te hace tener el Intento para cambiar.
Si te encanta que te sirvan, ¿entonces para que quieres oír a Carlos Castaneda?
La energía te viene de restaurar esas unidades que no se pueden sostener más porque no las aislamos, las examinamos y cuando las analizamos las tiramos a la basura.
Don Juan me ponía emplastos en la barriga para no tener frío y me dormía sin nada, sin cobija ni ropa en temperaturas bajo cero, yo anote todos los nombres de cada hojita y luego seguía mis notas al pie de la letra y se me congelan las patas en el hotel. Él me decía que me prestaba de su energía y ahora yo presto energía para otras cosas no para calentar las patas de nadie.
¡Tienes que persistir…!
El arte de ensoñar es mover el punto de encaje, durante el sueño el punto de encaje se mueve y mientras más lejos más intensa la diferencia. El arte de acechar es mantener el punto de encaje fijo en esa nueva posición y entonces uno pude mover paredes y para lograrlo lo único que necesitamos es el vestido de la confianza.
Uno puede hacer lo que quiere cuando realiza todo lo que es uno en ese momento y lo que necesita para ensoñar es decidir moverte tu a donde se movió tu punto de encaje. El acecho es el que planta el punto de encaje ahí, el brujo no duda. ¿Cómo pueden dudar? ¡Se están jugando la vida!
Los brujos no son suplicativos, no suplican, empujan fuerte y el acecho es una actitud de confianza total y se afecta a todo el mundo en el mundo de todos los días.
Pero como la importancia personal tiene mil cabezas le cortas una y le salen dos, tienes que estar atento las 24 horas, te vas a morir luchando contra ella porque la importancia personal mata.
La energía se dispara cuando matas tu importancia personal. Yo era huérfano y me crió mi abuelo que era el cielo y el infierno y además nací chaparro y prieto y yo era capaz de hacer todo para defender eso.
El cielo en México es como un ocho y eso es maravilloso para un brujo, hay oleadas de sentimiento en el valle de México. Mi crisis es que ya no tengo diálogo interno, ahora necesito algo que me tenga a flote y hay que emprender ese viaje para el cual hay que tener cojones de acero, nada de quejarse: -es que a mi de chiquito me hicieron esto.- ¡Antes era antes y ahora es ahora! ¡Nadie va a vivir para siempre! ¿Cuál es el miedo?
Para nosotros la muerte empiezan cuando te entierran, para un brujo morir es dar toda la conciencia de su ser, en cambio cuando tu regresas lo que se te dio prestado, al nacer-morir es tenebroso, bestial, por eso el brujo se trata de salir del mundo estando vivo. (Aquí el Nahual hizo otra actuación que ninguna palabra podría terminar de explicar por lo intenso y fuerte de la sugerencia y a la vez por la gran oleada de carcajadas nerviosas que desato: hizo la mímica de alguien que está recostado a punto de morir, ese alguien se ha estado despidiendo de todos, les da un beso, una parte de sus pertenencias y un consejo a cada uno, ese alguien lloriquea y se prepara para morir cuando repentinamente y en un instante una ola de asombro e intensidad llena de fulgor a ese alguien que mira hacia arriba, como deslumbrado, lleno de energía comienza e exclamar para sí: ‘Oh, oh, oh, mira nada más… ¿qué es esto?… Oooooh, mira cuánta maravilla… ¿qué es esto?… me he perdido de esto toda la vida y… y….y…. y…. …y como queriendo asir esa maravilla se desploma muerto, bien bien muerto.)
Recapitular es la vivencia, una recapitulación hace que te mueras pero no como tu abuelita, te mueres diferente.
Don Juan quería ir más allá de lo humano, donde se percibe más allá del huevo luminoso, el viaje definitivo para ellos era en ese campo, no en las posibilidades del mundo actual”
¿Nahual, da clases?
“No tengo paciencia para tomar discípulos, voy demasiado rápido. Quiero decirles que no tengo discípulos favoritos, ni siquiera conozco a los que se dicen mis discípulos. A los que dan clases sobre Carlos Castaneda no les interesa lo que don Juan quiso decir… además si en mi casa me limpian todo y me dan mi comidita tres veces al día, ¿para qué quieren a Carlos Castaneda? Yo solo puedo ayudar a quien quiera dar un salto mortal y que diga: “No pienso que voy a vivir para siempre… ¡y suéltenme los toros!…”
“Hay gente que dan clases de Carlos Castaneda, del camino del guerrero y hay pendejos que pagan por oírlas y cuando yo lo oigo se me paran los pelos. Sé que hay una señora a r g e n t i n a que comienza todas sus clases diciendo: ‘Carlos Castaneda como persona es taaaan insignificante’. (Al decir esto alarga las palabras y añade el clásico tono argentino.) Pero si va a dar clases que diga algo más contundente, lo que yo hago es muy serio porque pongo mi vida en esto.
Cada uno de nosotros tenemos un afán de a través de no hacer algo encontrar el refuerzo negativo.
Cuando quieres hacer un voto total de hacer la recapitulación lo haces y no le dices a nadie.
Yo tomaba notas de todo y don Juan un día me dijo: -Escribe un libro- y le dije: -pero yo no soy escritor-. Don Juan me dijo: -No puedes escribir un libro pero si puedes escribir un librito de mierda. ¡Escríbelo!- En mis libros yo no invento nada, mi yo no esta envuelto, escribo lo que me dijo don Juan y lo que me pasa a mi con lo que me dijo: he adoptado una actitud fenomenológica. Don Juan era un filósofo indio pero su filosofía no era europea, estaba encaminada a la búsqueda y eso me hizo a mi a describir los fenómenos, mi interés era tomar nota pero nada me satisfacía… Yo siempre le decía: -Sí, pero fíjese que no.- Porque lo que a mí me decía don Juan era inadmisible hasta que llegó un día en el que me cansé ¡porque llega un día en que uno se cansa de ser tan pendejo! Un día dejé de ser el pendejo que siempre he sido, yo les doy toda la información posible en esos libros y si los leen algo pasa y no puedo editar porque las brujerías no se enojan.
Si tú de verdad dejaras la presentación del yo personal tienes suficiente energía para llegar a un lugar donde la compasión no existe y ahí te salen a esperar y esto no es una metáfora. ¡Y ojo, hay que hacerlo ya. Nosotros no vamos a ser eternos!
Fellini quería hacer una película de mi libro y mando un periodista a la ciudad de Los Ángeles para invitarme a hacer la película con él y el periodista le dijo a Fellini: ‘Carlos Castaneda a veces es muy malcriado y a veces muy simpático, hice una cita con Castaneda en su palacete en el que había una rubia impresionante y me hizo esperar una hora y por fin salió un vejete que no podía ni andar, me miró 15 minutos y se paró y se fue, ¡Castaneda ya está muy viejo Federico!’
Un día fui a Roma y conociendo esta historia fui a ver a Fellini que con la que más impresionado estaba era con Florinda con la que quería tener tratos sexuales… pero nosotros no tenemos encuentros sexuales con nadie, ¡estamos muy idos! Ese fue mi encuentro con Fellini. El tipo es un babosísimo, ¡ahí lo dejé perdido en su yo personal! Quería hacer una película de mi libro pero lo que él quería hacer era una bacanal, que yo lo llevara al desierto a tomar drogas con los indios. Yo no tomo drogas ni con indios ni conmigo mismo. Don Juan me dio plantas alucinogenas para mover mi punto de encaje que estaba fijo rotundamente y luego se me movió tanto el punto de encaje que no lo podía parar.
Yo a un guerrero impecable no lo tiro jamás. Tengo una hija que es de otro mundo, es espantosa, una flaca insoportable pero es una luchadora que en un segundo cambió de dirección, es una contundente feroz, viene de otro mundo y de otra energía. ¿Cómo tirarla si es una luchadora impresionante? Pero ¿para qué quieres un baboso? ¡Todos podemos cambiar pero no queremos!
Para cambiar se necesita energía y resolución, si llegamos a cierta edad sabemos que hay más que esto y aunque decimos: -No sé como-. ¡Y si sabemos! Hagan la recapitulación, no sean intelectuales…”
¿Cómo se recapitula?
“Recapitulas: haciendo una lista de todas las personas que haz conocido y comienzas de hoy para atrás a examinar esa relación, te vez actuando con ella y empiezas con la otra, hasta que llegas con tus papás y tus hermanitos y los vez como son, no como tu quieres verlos ni como ellos quieren sino que los ves como son y eso hace que te muevas en este mundo y en cualquiera. ¡Yo recapitulo a diario!
No estoy interesado en la parte social sino en la parte personal. El único modo de entrar en ese mundo es percibiéndolo no intelectualizándolo, don Juan me decía: ‘No me tomes la palabra, ¡percíbelo! Y cuando lo percibas habla…’
El camino de impecabilidad es que yo no les puedo decir nada que yo no hago y no dependen de lo que yo digo sino de lo que ustedes hacen. Cuando se abre esa puerta tendrás tanta energía que no te pasa nada, nadie te puede herir, pero antes hay que quitar el cortejo y la defensa del yo personal.
El Nahual no tiene continuidad psicológica, me tiré al abismo y lo experimente y en el momento siguiente estoy en mi cama. No hay nada que yo pueda hacer para hacer ese puente. Alguien se tiene que decidir sin dar explicaciones, sería extraordinario si nos pudiéramos liberar de eso, de tratar de convencer a los demás de que yo tengo la razón liberarnos así como de decir: ¿Y si no tengo la razón? porque ya está ahí la derrota…
Hay que recapitular y acabar con las cosas que no nos sirven y eso te da energía y te lleva a percibir que no es ni bueno ni malo. La energía fluctúa y se te viene encima pero la egomanía no permite el paso de nada. El cambio sólo llega cuando decides que no hay salida pero que hay otras opciones y cuando no estás tan egomaniático como para enojarte el mundo se arregla con el dedo chico de la mano y podemos dar un salto mortal al percibir y ahí si hay ayuda. El espíritu no se puede sentir pero si se puede usar, uno juzga que hizo el vínculo con el espíritu porque se abren puertas que no existían.
El viento no es amigo, se cuela adentro y te puede matar…”

(En ese momento el Nahual dejó la sala de conferencias para
dar paso a un receso de descanso).

Fragmentos entrevista del 97

¿En dónde estaríamos si todo se hubiera podido probar?

Entrevista a Carlos Castaneda por Kala Ruiz

“La Jornada” Enero de 1997

“El 26 de enero de 1997 ocurrió lo inesperado: Castaneda apareció ante miles de personas, reunidas en un seminario, para confirmar que el camino del guerrero existe, que es una experiencia posible y puede ser practicada por cualquier persona mediante la tensegridad, palabra que resume las enseñanzas de su maestro. Grande era la expectativa y, de pronto, un gran silencio. Ahí estaba el pintoresco personaje, el nagual brujo. Chaparrito y delgado, con ojos de águila, riendo festivo, jugando a inventar instantes, rompiendo la formalidad con inteligentes chistes.

–¿Cómo definiría a don Juan Matus, su maestro y amigo? –Era una chaman, aunque él me decía: no soy chaman, pendejo, soy un brujo… era re mal hablado. –¿Qué es la brujería? –Es el arte de interrumpir el flujo del sistema de interpretación… es otra manera de interpretar. En el México antiguo hubo un género entero que se dedicaba a engrandecer los límites de percepción. Pasan cosas increíbles para la mente normal. Eran seres rituales para poder esconder cosas de tremendo valor.

–¿Cómo se manifiesta esa brujería o magia? –Podemos percibir la energía como fluye, el poder ver la energía tan sólo un momento, da reintegración, se reagrupa algo inaudito, no tenemos práctica. Se reagrupa en otra percepción y estamos frente a otro universo. Hay brujos capaces de hacer cosas inaudibles. Pero estamos siempre con ideas que no nos han permitido desarrollar el potencial humano, como la ciencia. A mí me han dicho: “esto no es científico, Carlos, esto es pura superstición”–. ¿Pero dónde estaríamos si todo se hubiera podido probar? –¿Cuáles fueron los factores, en su infancia, que le llevaron a ser el personaje que hoy es?

–Cuando yo fui concebido no hubo excitación sexual, por eso salí estrafalario. Don Juan me decía: “Yo veo que tu mamá ni supo lo que le pasó; no sintió nada. A tu papá no le gustaba el acto sexual y te concibieron detrás de la puerta, por eso saliste chaparro y nervioso. Obsérvate: siempre estás como si te estuvieran correteando. Vas en busca por el mundo con esa ansiedad porque tu concepción fue civilizada; eso le pasa a casi todo el mundo. Es por eso que se te dificulta saltar al intento de los brujos. Si quieres estar a la par de la gente que fue concebida sabrosamente y son capaces de todo, de una tremenda energía que no se puede desperdiciar, disipar… va a estar difícil, porque eres el producto de una cogida aburrida. Vas a tener que hacer una tremenda labor para poner en su lugar todos los pedazos energéticos para poder saltar a las otras dimensiones.

–¿Por qué fueron tan pocos los alumnos de don Juan? –Don Juan no quería alumnos que estuvieran en candilejas porque se agotarían demasiado rápido.(…)

(continua)

–¿Somos herederos del conocimiento del antiguo México? –En verdad no, no nos interesa; tenemos otras prioridades. No, no es su México ni mío, pero sí podemos tener acceso a él. –¿Cuál es la barrera, qué es lo que nos detiene? –Muchas cosas. Pero somos los poseedores de un sistema extraordinario. ¿Pero que hacemos? Nos emborrachamos, nos metemos por el pico todo: comida, pastillas… ¿Eso es amor personal? Son los más egomaniáticos, están regidos por idealidades que no tienen sentido. ¿Cómo contribuimos al conocimiento, qué queremos de la vida? ¡Pucha, qué cosa bruta! Soy old age, decía

Sigue Carlos Castaneda contando, envuelto en su propio humo, sin cigarro. Mirando sin ser él, sabiendo que es otro. Nosotros. –¿Qué más desearía hacer en esta vida? –Yo tengo que encontrar todo lo que pueda mientras tenga esta conciencia. Don Juan decía: “Yo no estoy de acuerdo con los acuerdos en los que yo no participé. Por ejemplo: la vejez; yo no acepté ser viejo. Por eso estoy joven; es mi deber rehusarlo”. –¿Qué piensa del ego, del yo? –Don Juan decía que no hay que hacer alarde de la egomanía, del yo, yo, yo. No se puede estar en las candilejas todo el tiempo. El me decía que yo era un egomaniático: “entre más chaparro, más maniático”. Yo era para él el señor pesadilla. –Pero qué saca usted, don Juan, de su relación conmigo; él decía: “muchísimo, siempre que te veo me dan náuseas; me quiero vomitar; ¿y alguna vez lo has notado?, ¿lo ves?… me renuevas”. Le di años de felicidad, porque se moría de risa de mí.

El no dejaba pasar ni una sola oportunidad para enseñarme algo; además, siempre se veía tan joven y yo tan viejo, porque bien que le daba al vino y al cigarro, andaba medio mareadito para darme valor. Entonces don Juan me dijo: “Nos vamos a ir al monte por 10 días, ¿cuántos paquetes de cigarros necesitas?”. “Como 10”, contesté. “Muy bien”, dijo; “entonces empácalos muy bien con cinta adhesiva y compáctalos perfectamente para que los coyotes no los huelan”. De inmediato me puse a preparar el paquete dándole varias vueltas con la cinta adhesiva; hasta inventé un mecanismo donde dejé un agujero por donde cupiera mi mano, sacara una cajetilla, y al sacarla volviera a quedar el paquete otra vez sellado, ¡una maravilla de la inventiva! Nos fuimos al monte. Al segundo día por la mañana mi paquete de cigarros había desaparecido; sólo se veían las huellas de los coyotes y del paquete arrastrado. –¡Ah!, no te preocupes –dijo don Juan–; no creo que lo hayan arrastrado muy lejos. Vamos a buscar tu paquete de cigarros. “Durante ocho días anduvimos buscando el dichoso paquete de cigarrillos; loma arriba, loma abajo; cuesta arriba, cuesta abajo. Mi precaria condición física me estaba matando, ahí andaba yo con la lengua de fuera, hasta que me tiré al piso y le dije: “me rindo, ya no puedo más”. “¿Ya no quieres buscar tus cigarrillos?”, preguntó. “No” –contesté– lo que quiero es sobrevivir (con la garganta seca tosiendo la nicotina). “Muy bien”, dijo, “entonces aquí se acabó el viaje”. Abrió unos matorrales y ahí enfrente de mis narices apareció su casa. Esa era su manera de transmitir lo ininterpretativo. Ahí se me acabó el vicio del cigarro y el vino para siempre. El hacía esas cosas… como deshilacharme mis suéteres de Dinamarca y entregarme la bola de hilo. ¿Para qué?, para que interrumpiera mi sistema interpretativo, para dejarme en libertad, sin información y sintaxis. –¿Cómo es la vida de un brujo? –Si lo que haces no tiene influencia en tu vida, no sirve. Para un brujo es una aberración. No puedes ser erudito de 9:00 a 15:00 horas y ser un piojo en el resto del tiempo. Tienes que ser un guerrero impecable de tiempo completo. Después de saber lo que uno sabe, debes comportarte con impecabilidad. Don Juan decía que no se puede insistir en las cosas, salen de una manera natural, si insistes, ¡zas!, se acaba la magia.

–¿Qué piensa de esta ola de descontento hacia el new age (nueva era)? –De qué me preocupo, si a mi edad yo soy old age (vieja era). Brujería es ser viejo y joven; new age es estupidez. Yo no me puedo permitir lujos de egomanía. Don Juan me lo quitó. El me dijo: “Tu ego es como un clavo, te va a doler un poquito, pero te lo voy a quitar”. Y… ¡pum!, me lo sacó. Le dije: “gracias, me siento bien”. “No te preocupes… tienes 13 clavos”. A veces yo le decía: “Sáqueme otro clavo”, y él contestaba: “no, hoy no”.

¿Dejó la antropología por el camino del nagual? –Dejé la antropología y todo lo que incumbe al mundo cotidiano, pero me dio algo inaudito: la lucha, la batalla… el objetivo está en el horizonte, no aquí. Deja de ser hombre, macho latino, deja las riendas. Tu madre te hizo creer que eras extraordinario, porque eres hombre de chile. Te enseñaron que las mujeres son para tu uso, como decía Aristóteles: las mujeres son hombres lisiados. (…)

(continua)

–¿Cuál era el propósito de don Juan al transmitir sus conocimientos? –Don Juan no era un maestro ni un gurú; él quería perpetuar su linaje. Y cayó sobre mí esa tremenda responsabilidad. Pero yo no soy como él, no lo puedo perpetuar. Más bien estoy aquí para cerrar el círculo del linaje… pero con una gran elegancia exquisita. (…)

(continua)

En 1973, don Juan se transformó en luz, la serpiente emplumada. El y sus congéneres dieron una vuelta final. Llega un momento en que la tierra te dice: estás libre… ¡vete! ¡Una existencia tan enorme que esté consciente de un microbio como yo! (casi llorando) ¡Me descompone!.. como una madre amorosísima. –¿Cómo tratar a un egomaniático? –Don Juan decía: a la gente le puedes decir el peor de los insultos, pero si se lo dices en tono de adulación… quedan encantados. Para poder ser un guerrero, lo primero es desligarse del yo personal. Para qué andar con enojos; la batalla no está aquí, está en el horizonte.

–¿Se le puede robar a alguien su energía? –Nadie te roba energía, te la dispersan.

–¿En que partes del cuerpo se almacena la energía? –En la vesícula, vaso, páncreas, hígado y adrenales. El huevo luminoso que está alrededor de todo el cuerpo capta la energía y la encarga en estos órganos. Las mujeres tienen otro centro energético: el útero.

–¿Qué hay de la genética? –El comando genético ya no puede ser la reproducción; el comando genético ahora debe ser la evolución. El semen masculino está muy bajo; estamos a punto de extinguirnos y seguimos envueltos en imbecilidades.

–¿El diálogo interno es bueno o malo para un guerrero? –Siempre está a favor del yo. Hay que parar el diálogo a patadas, perder la importancia personal. ¿Cómo?, como puedas.

–¿Por qué es tan importante la secuencia de ejercicios de tensegridad que van a enseñar en este seminario? –Porque están diseñados especialmente para el valle de México.

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de Castaneda
Una crónica de Arturo Granda
Hoy en día el nombre de Carlos Castaneda no es popular. Sin embargo, en tiempos de hippies y psicodelia las librerías gringas vendían dieciséis mil ejemplares semanales de su primer libro: The Teachings of Don Juan: A Yaqui Way of Knowledge, traducido al español como Las enseñanzas de don Juan. Pocos saben que esas páginas fueron la tesis del doctorado en antropología de Carlos Castaneda en la Universidad de California. El libro resultó tan extraño y fascinante que Federico Fellini anunció sus intenciones de filmar una película con base en él pero tuvo que renunciar al proyecto después de recibir amenazas de muerte. Castaneda se había convertido en una celebridad; Estados Unidos se hallaba en conmoción por la guerra de Vietnam, y por todas partes se propagaba el credo de la rebelión pacifista. Leer a Castaneda era sumergirse en el mundo alucinado de los indios mexicanos, con quienes el autor aseguraba haber descubierto drogas expansoras de la conciencia como el peyote, los hongos y la datura. La revista Time ordenó una cacería mundial de don Juan Matus, el indio yaqui que según Castaneda lo había guiado en su aprendizaje de shamán, para confirmar si de verdad existía o era un invento del autor. Ante la fama inesperada, el antropólogo superstar decidió borrar su historia personal, declararse brasileño, chicano o gitano, cuando no la reencarnación de un faraón egipcio, y esconderse tras seudónimos como Salvador Castaneda, Isidoro Baltasar y Joe Córdova. Las sospechas colectivas no se hiceron esperar. ¿Quién era en verdad Carlos Castaneda? ¿Un guía espiritual? ¿Un fabulador afortunado? ¿Un farsante desenfrenado? El diccionario de personajes diría que Castaneda fue primero que todo César Arana, un peruano nacido el día de Navidad de 1925 en Cajamarca, estudiante de la Escuela de Bellas Artes de Lima, quien viajó a los Estados Unidos, cambió su nombre por el de Carlos Castaneda -así sin la “eñe”-, vendió ocho millones de copias de su primer libro y fue investido como el padre espiritual del New Age. Pero seguir las huellas de Arana es resbalar también dentro de una caja china de historias confusas. Arturo Granda, periodista peruano y cronista de la revista colega Etiqueta Negra, ha descubierto cartas y fotografías inéditas, y escrito un perfil menos brumoso de Castaneda a través de conversaciones con su familia y amigos. El gran shamán murió en 1998.
1. El timbre del portón lleva la inscripción “Familia Arana”. La casa queda en el distrito de Los Olivos, uno de los barrios populosos del cono norte de Lima. Mientras toco ansioso la puerta, recuerdo la voz amable de la mujer que días antes me atendió por teléfono. Cuando me confirmó que ella era Lucy Chávez Castañeda, supe que por fin mi búsqueda de meses había terminado. La vivienda es rosada y de dos pisos, y la familia Arana alquila unas tres piezas de ella. Lucy es una obstetra jubilada que vive de su pensión de cesantía y con la de su esposo, Carlos Arana, un joyero retirado. Al abrirse la puerta, la señora menuda que me recibe es aún más bondadosa de lo que fue por vía telefónica. Es una de esas señoras por las que uno quisiera ser adoptado como hijo y cuya bondad hace insospechable a la mujer firme que esconde. Me dice que nació en Cajamarca, y que creció como una hermana junto a quien después sería Carlos Castaneda, aunque en realidad es su prima. “Sus padres eran los míos”, me dice con su voz serena. Hojeando su álbum familiar, veo aparecer fotografías de Castaneda, es decir, de César Arana, mientras iba creciendo. En casa le decían “El Negro” por el color canela de su piel, una herencia de Susana, su madre. De su padre, un relojero, heredó su búsqueda del conocimiento. Hay en casi todos sus retratos una mirada severa, el escudo de un muchacho reservado y solitario, pero con ideas firmes a las que no iba a renunciar jamás. “Ahora que César ha muerto, me siento con la libertad de contar las cosas que nunca dije”, me dice Lucy, respondiendo a mi pregunta de por qué tantos años de silencio. “Creí que si contaba toda su historia él se iba a molestar conmigo”. Y durante décadas sólo admitió responder algunas preguntas a la prensa.
2. Un día de febrero de 1973, un corresponsal de la revista Time fue a buscar a Lucy con unas fotos, y le preguntó si podía reconocer en ellas a un hombre. En todas había la extraña paradoja de que éste se mostraba escondiéndose, como un niño juguetón que se oculta detrás de su mano izquierda o como un detective privado debajo de un sombrero panamá en una biblioteca. Lucy veía estas fotografías en su trabajo, la clínica Maison de Santé, hasta que una de ellas le congeló el aliento: debajo de un sombrero y detrás de un libro negro en horizontal, reconoció los ojos sonrientes de un hombre que parecía divertirse jugando a las escondidas. Era el inconfundible rostro de su hermano, a quien había visto por última vez veintidós años atrás, el día que partió a los Estados Unidos en un barco. El corresponsal de Time le dijo que ese hombre se hacía llamar Carlos Castaneda. No sabía que su hermano estuviera vivo ni que se hubiese cambiado de nombre, y menos imaginaba que fuera tan famoso. El reportero le informó que debía su fama a sus libros de antropología, y que Time lo había enviado a verificar si Castaneda era en realidad un tal César Arana, cuyo ingreso a los Estados Unidos había sido registrado en 1951. Lucy le contó al reportero que la muerte de la madre de Arana había precipitado su partida, y que cuando ella murió éste se encerró tres días en su cuarto sin probar alimentos. Lo que no le confió al reportero de Time es que César Arana no sólo no había ido al entierro ni se había vestido de luto, sino que al abandonar el encierro de tres días en su cuarto le dijo: “Ahora sí. No tengo más razones para quedarme”. Un mes después de la visita del reportero, Time titulaba en su portada: “Carlos Castaneda: Magic and Reality”. Su padre había muerto tres años antes, absolutamente convencido de que, si su hijo no le había vuelto a escribir una carta más, era porque debía estar muerto.
3. La estrategia de Castaneda era la desaparición. Por treinta años no concedió entrevistas a más de una docena de reporteros ni permitió que le tomasen fotografías, salvo las que Eddie Adams publicó en Time, aquella serie en la que escondía su rostro, y otras más caseras que Margaret Runyan publicara en un libro. “Sus amigos más cercanos no están seguros de quién es él”, había escrito ella, nada menos que su ex esposa. No era un truco publicitario. Era cierto. Solía telefonear a sus amistades a cualquier hora de la noche y colgarles si respondía un contestador automático. No les daba su dirección ni su número de teléfono, y su único rastro era un apartado postal en Los Ángeles, o el nombre de un contacto, a veces el de su agente literario. Sus editores en Simon & Shuster, Penguin Books y Gallimard coinciden en que Castaneda les decía que estaba en una ciudad cuando en realidad se hallaba en otra, que siempre decidía la hora y lugares inusitados para los tratos con ellos, que dejaba plantada a una persona si su aspecto no le era confiable, que podía tardar meses en responder los mensajes sin importar de qué país fueran, que era inhallable cada vez que publicaba un nuevo libro. En una de sus apariciones ante la prensa explicó que por algunos años no hubo modo de contactarlo debido a su dedicación a la jardinería en las montañas de Guatemala. Y acto seguido se fue.
Era tan desconocido en persona que había impostores que dictaban conferencias en su nombre. Una vez fue a una de ellas y al final de la misma se acercó para saludar al “doctor Castaneda”. Prefería aparecer de incógnito entre el público de las presentaciones de sus libros y cuando daba conferencias ensayaba voces en todos los tonos y casi nunca se dejaba grabar. Uno de sus traductores dijo que hablaba inglés como si fuera gringo, salpicado el idioma con palabras en portugués y que dominaba a su antojo el español, usando modismos de cualquier país latinoamericano que lo volvían de una nacionalidad inidentificable. Una vez declaró sobre la fama que entonces lo acosaba: “Esto es nada para Carlos Castaneda. La personalidad es una pretensión. ¿Fama? ¿Éxito? ¿A quién le importa esa mierda?”. A pesar de vivir en el lujoso barrio residencial de Westwood, cerca de los estudios Universal, no había nada más alejado de él que las cámaras. La única vez que apareció en un video fue hacia el final de su vida, cuando una pareja lo filmó desprevenido sacando los botes de la basura de su casa.
4. Los sueños de César Arana siempre viajaban por Norteamérica. “Nunca me explicó por qué -dice Lucy-. Sólo hablaba de su ilusión de estar allí”. Ella coincide en este misterio, igual que los compañeros de colegio de Arana con los que había conversado antes. Uno de ellos, Óscar Posadas, me comentó que siempre le pareció curiosa la obsesión de Arana por aprender la lengua inglesa. “Vamos a escuchar inglés”, le oía decir cada vez que le proponía ir al cine. El desaparecido teatro Ollanta, a media cuadra de la Plaza de Armas de Cajamarca, fue su primera academia del idioma. Aunque su padre recordaba que ya a los dos años de edad César Arana hablaba un idioma extraño, uno que, con tardanza, descubrieron que se trataba de una suerte de inglés.
5. El hombre se llamaba Simón Ríos, y su insistencia en tocar el timbre de una casa en el vecindario de Westwood, en Los Ángeles, sólo obtuvo respuestas sordas y algunos vecinos mirones. Se alejaba derrotado calle abajo, cuando vio aparecer a un tipo enfundado en frac, sombrero de copa y bastón batiente; pensó que era uno de esos que llevan anuncios publicitarios en la espalda. Una segunda mirada sembró su duda, antes de reconocer finalmente al antiguo compañero del colegio San Ramón de Cajamarca que andaba buscando. “Fashturo”, gritó el sobrenombre de su amigo entre conmovido y angustiado, por el temor a que éste desapareciera por la esquina. El tipo del frac se apresuró a atravesar la calle, haciendo gestos para apagar su efusividad: “Ssshh, cállate por favor, hermano, aquí soy una persona respetada. Para la gente del vecindario soy el doctor”. Simón Ríos había sorprendido a Carlos Castaneda en una de sus performances, aquellas que practicaba para desaparecer detrás de la máscara de sus personajes y borrar así su historia personal, atendiendo a las enseñanzas de don Juan.
6. A veces era Castaneda quien se acercaba a la gente que admiraba. Alejandro Jodorowsky, tarótologo y cineasta de culto, contó que una noche cenaba en un restaurante de la avenida Insurgentes en Ciudad de México, cuando desde su bistec sangrante vio acercarse a un hombre que creyó era un camarero. “Era bajo de estatura, fornido, con el pelo crespo, la nariz achatada y la piel levemente picada, un hombre de aspecto humilde, autóctono”, recuerda Jodorowsky en sus memorias. Le dijo que era Carlos Castaneda y que había visto varias veces su película El topo. Jodorowsky asegura que descartó que fuera un impostor por el tono reposado de su voz, su delicada pronunciación y, sobre todo, por la vibración luminosa de su intelecto. Tiempo después confirmaría, por unas fotos y dibujos, que el hombre que había departido con él esa noche había sido sin duda Castaneda. Cuando Mario Vargas Llosa fue profesor visitante en la Universidad de Berkeley, recibió a Castaneda, quien le dijo que había ido a pie desde San Francisco, a unos quinientos kilómetros, sólo para tener el placer de conocerlo.
7. Una tarde llegué al colegio San Ramón de Cajamarca a buscar en un estante los antiguos registros de notas. Un antiguo empleado del colegio con aliento a botella destapada me ayudó a hurgar entre los libros y me informó que los archivos de los alumnos habían sido incinerados. “Una performance más de Castaneda”, imaginé. César Arana figura hasta 1942 con notas regulares. Nada del otro mundo. Más que por sus calificaciones, destacaba por su velocidad de puntero derecho del equipo infantil de fútbol del colegio, adonde Lucy lo iba a ver todos los domingos con su padre. Una noche me dijo por teléfono que había encontrado un par de medallas que su hermano había ganado en competencias escolares de atletismo: una, en los cincuenta metros planos; la otra tenía grabada un atleta lanzando una jabalina. Cuando terminó tercero de secundaria Arana se desprendió de su uniforme escolar verde bronce y partió a Lima. Según parece, jamás volvió a Cajamarca.
8. Lucy volvió a encontrar a su hermano cuando la familia se vio obligada a mudarse a Lima debido al reumatismo cardiaco que había postrado a la madre de Arana. En Lima aquel adolescente tímido y formal se había vuelto un joven encantador, enamoradizo y conversador. Para entonces, César Arana había terminado sus estudios secundarios en el colegio Nuestra Señora de Guadalupe, el más antiguo de Lima. Una tarde fui a buscar allí los rastros de su historia escolar. Las señoras que me atendieron no podían encontrar sus notas durante horas, y estuve a punto de pensar que era otra pista falsa. “Parece que se nos está escondiendo”, me dijo una de las empleadas administrativas, hasta que al final de la tarde lo halló en una esquina, debajo de una pila de registros que se habían salvado de una inundación.
Sus notas del último año de secundaria demuestran que el colegio era para él sólo un trámite obligatorio. Sobre doce materias cursadas no se había presentado a cuatro, y en las demás sus notas están debajo de un mediocre trece. En 1944 alguien que escribiría libros de dimensión poética y reflexiva obtuvo un once en filosofía. A los exámenes finales de religión e inglés nunca se presentó. Una historia parecida encontré cuando fui a buscar sus calificaciones a la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima: Arana reprobó el tercer año de dibujo y pintura, y se aplazó en el primer año de escultura. “Nunca lo vi haciendo una”, me contó una mañana nublada el artista Víctor Delfín, en su taller con vista al mar de Barranco.
9. Los amigos que lo vieron en sus últimos días en Lima no pudieron despedirse. Uno de esos días, Arana tocó la puerta de la casa de Jaime Ravines, su amigo de la infancia, con esa urgencia alegre de quien llega a avisar que se ha ganado la lotería. “Me he conseguido una gringa que quiere casarse conmigo y que solventará nuestros pasajes”, le dijo a su viejo compañero de carpeta en el colegio San Ramón. “Porque, eso sí, le he dicho que sin ti no voy”. Era la oportunidad tantas veces postergada de viajar a los Estados Unidos. Pero no contaba con que Ravines se excusaría porque su pareja estaba embarazada. “No puedo dejarla así”, le respondió, y no tuvo tiempo para más explicaciones. La puerta se cerró tras él y César Arana nunca más volvió a aparecer.
¿Existió esa gringa realmente? Cuando se lo conté a Lucy, se rió como si estuviera acostumbrada a coleccionar rumores acerca de su hermano. Me dijo que no sabía que alguna mujer tuviera que ver con su partida. Fue una tarde en que me di cuenta de que Lucy sabía perfectamente que su hermano era un fabulador, pero que nunca había podido preguntárselo. Sólo recuerda que el día que partió hacia los Estados Unidos llegó a casa apresurado, metió en un morral cuatro cosas y le prometió escribir. Se fue una mañana hacia San Francisco en un barco que zarpó desde El Callao, un carguero de la Corporación Peruana de Vapores desde el cual escribió su primera carta a la familia, dos días después, en su escala en Talara. Para Lucy sigue siendo un misterio de dónde había obtenido el dinero para viajar.
El día que conversé con Víctor Delfín creí haber hallado una primera respuesta. Me confió que un mes después de la partida de Arana, una compañera de Bellas Artes, Tita Ordóñez, lo buscaba muy preocupada. “¿Oye, lo has visto?”, le preguntó a Delfín. Ella le había entregado a Arana unas frazadas cusqueñas, un día en que éste le aseguró que tenía unos clientes interesados en ellas. La otra fuente para financiar su viaje fue trabajar en el barco. Después de conversar con Delfín pensé que sí había existido una mujer que involuntariamente ayudó a financiar la partida de quien luego sería el profeta Carlos Castaneda. Sólo que no era gringa. Era bien peruana.
10. La noche que visité a María Carhuapoma, ella recordó el día en que Gina Lu llegó a la casa del pasaje Sebastián Barranca, dos años después que Arana partiera. María era ahijada de su madre, vivió con la familia durante años y fue quien le abrió la puerta. Aquel día Gina Lu había ido a conocer al padre de Castaneda, a quien sorprendió diciéndole que era su nuera, que se habían casado por un poder enviado desde Estados Unidos por su hijo y que la niña en sus brazos se llamaba Rosario y era la hija de ambos. Le contó que se habían conocido cuando estudiaban en Bellas Artes y que él no le presentó a su familia porque la convenció de que eran gitanos.
Lucy me contó que entonces le envió a su hermano una carta preguntándole por la veracidad de la historia. Él le respondió: “Quiérela como una hermana. Esa china es del carajo”. Richard de Mille, un investigador que dedicó parte de su vida a dos libros que tratan de farsante a Castaneda, relató este episodio en su libro The Don Juan Papers, un trabajo meritorio pero a la vez poblado de suposiciones, datos inexactos y a veces tendenciosos que a la larga parecen haber favorecido el aura de misterio alrededor de Castaneda. A Gina Lu la llamó “Dolores” y a su hija Rosario, “Esperanza”. Dice que la hija de Castaneda creció en un convento, y que la madre había sido una víctima inocente de Arana. Usó más adelante unas declaraciones del escultor Víctor Delfín, quien había respondido en una entrevista que Arana era “un seductor de primera línea”, y si uno lee The Don Juan Papers siente como si estas declaraciones de Delfín le dieran la razón. ¿Sabía Arana cuando viajó a los Estados Unidos que iba a tener una hija de Gina Lu?
Los hechos parecen condenarlo. Un día le pregunté a Jaime Ravines si conocía esta historia. “No, pero César amaba a los niños y estoy seguro que, de haberlo sabido, no se habría ido nunca”. Quien siempre estuvo al tanto de ellas fue Lucy, que me contó que Rosario había crecido al lado de su madre y no en un convento; que ésta trabajaba en el diario La Prensa y hasta que vivió en Lima nunca volvió a casarse. A la boda que Lucy asistió una noche fue a la de Rosario Arana Lu, quien en 1975 se casó con un suizo. Fue cuando se enteró de que se iría a vivir a Europa con su madre. Una tarde en su casa, sentada en su sofá azul, Lucy me contó lo que había sucedido la última vez que vio a Rosario. Antes de partir de Lima ella le dijo, como uno de esos secretos dignos de su padre, que iba a buscarlo a los Estados Unidos. Le dijo también que iba a usar el apellido de su esposo Rolf Peter y que se iba a presentar ante Castaneda disfrazada de una periodista.
11. Una de las tardes en que fui a visitarla, Lucy salió de su dormitorio con una bolsa y extrajo frente a mí una veintena de cartas que esparció sobre el sofá azul de su sala. Eran las cartas inéditas que César Arana le había escrito a ella más las que halló un día en un baúl luego de la muerte de su padre. En The Don Juan Papers, De Mille asegura que Castaneda “raramente le escribió a su padre”, pero esa tarde Lucy me habló de la intensa correspondencia que ellos mantuvieron, de la que sólo conserva una mínima parte. Los sellos en los sobres llevaban direcciones de vecindarios de San Francisco y Los Ángeles. Vi que en los años cincuenta sus cartas llegaban fechadas y manuscritas sobre hojas de cuadernos escolares o papel cebolla, y que en la década siguiente venían escritas a máquina sobre hojas blancas y las únicas fechas son las de los matasellos del sobre. La caligrafía de Arana es corrida, sin enmiendas ni tachaduras. No le preocupan las tildes, que, al parecer, ha ido abandonando desde que está en la Universidad de California. Me di cuenta de que Lucy veía a través de las cartas a su hermano. Sus amables advertencias cuando me las prestó eran el temor de quien se desprende de los únicos recuerdos que le quedan. Las fechas de sus cartas son la cronología de cómo Arana va desapareciendo ante su familia, pero sobre todo la revelación de un Castaneda desconocido. El nostálgico hijo que promete volver un día a Cajamarca convirtió a su padre en el confidente de reflexiones sobre la humanidad, de alguien que va renunciando a hablar de sí mismo. Sus cartas llegaron durante diecisiete años al pasaje Sebastián Barranca 121 h, en el barrio La Victoria, hasta que un día simplemente no llegaron más. Lucy calcula que su hermano dejó de escribirle por la época en que apareció en California The Teachings of Don Juan.
12. Había visitado unas cinco veces la casa de la hermana de Castaneda y el trato entre nosotros se fue volviendo cada vez más familiar. Uno de esos días, al caer la tarde, empecé a revisar la correspondencia de César Arana frente a ella. Había una carta sin fecha que Lucy recordaba como una de las últimas que llegaron a Lima. Es una carta clave para dar por terminada la polémica sobre cuánta verdad y cuánta ficción hay en la obra de Castaneda. “¡Figúrate que he escrito una novela!”, le escribe Arana a su padre, anunciándole que la ha terminado, que le parece algo pesada y que por el trabajo que le ha costado no la tira por la ventana. “Esta novela es personalísima para mí. Un señor publicista la ha leído y quiere publicarla en septiembre u octubre”. Y añade: “Me estoy haciendo el que no tiene prisa, pero la idea sola de publicarla me pone los pelos de gusto. Pero he aprendido en estos largos años a nunca pensar en el futuro. Que publiquen la novela o no la publiquen ya no interesa. La emoción de escribirla, la emoción de que quieran publicarla, ya es para mí suficiente”. ¿Era esa “novela” Las enseñanzas de don Juan?
13. Hasta donde se sabe, Castaneda vivió la década de la psicodelia dedicado a investigar y escribir su tesis de doctorado para la Universidad de California. Lucy me aseguró que a pesar de la intimidad que los unía, Arana nunca le había contado a su padre ni a ella sobre don Juan Matus y menos sobre su iniciación en el shamanismo. ¿No es aquella carta la prueba de que el trabajo antropológico de Castaneda fue más ficción literaria? Sus detractores, en especial su perseguidor Richard de Mille, podrían leer esta historia, ver por fin en ella la prueba definitiva de sus teorías sobre la invención de don Juan y morir en paz. Pero ya su notable defensor Octavio Paz había sentenciado que, si ese libro era de ficción, el significado de la obra de Castaneda era el mismo: un documento etnográfico con indudable valor literario. “Sí, hay invención en su obra, pero también estoy seguro de que vivió la experiencia”, me dijo una mañana Víctor Delfín. Quienes hayan leído a Castaneda y experimentado con ayahuasca o peyote convendrán conmigo en que experiencias vívidas como las que él narra simplemente no pueden ser fabuladas.
14. Cuando American Express le ofreció un millón de dólares para que anunciara sus tarjetas de crédito durante quince segundos, Carlos Castaneda se negó. Fausto Rosales, un editor de Diana que tuvo la suerte de tratarlo en persona, insistió siempre en que el dinero era un asunto intrascendente para el escritor y que éste nunca pretendió vivir como un millonario. Al parecer, tenía una vida sana y dos coches, una pick up crema y un Ford pardo cuatro puertas. Se sabe que durante largo tiempo Castaneda practicó karate a diario y que siempre se ejercitaba para mantener esa condición atlética que había conseguido en su juventud. Quienes lo conocieron testifican que nunca alentó el uso de drogas, que no fumaba tabaco y que no solía beber alcohol ni refrescos embotellados. Su ex esposa, Margaret Runyan, recuerda que Castaneda era un buen cocinero y que se cortaba el cabello él mismo. Pero también mencionó que ella creía que don Juan Matus, el nombre del personaje de las obras del antropólogo, tendría su curioso origen en un vino portugués cuya marca era Mateus, que le gustaba a Castaneda, y que en una ocasión que lo bebían ella le oyó decir: “De aquí, del vino, provienen toda la magia y los conocimientos del universo”. Baudelaire hubiera estado de acuerdo.
15. Castaneda dijo que era desde brasileño, chicano y gitano hasta un sabio portugués, un príncipe persa, la reencarnación de un faraón egipcio. Dijo también tener diez años menos aprovechándose de su porte atlético y su aire juvenil, el mismo que hacía decir a sus vecinos de Westwood que si era sexagenario no se le notaba. César Arana pertenecía al linaje de fabuladores maravillosos. “Yo diría que inventaba la verdad”, dijo de él José Bracamonte, un artista gráfico que lo frecuentó en Bellas Artes y al que entrevistaron en Lima luego del famoso número de Time. “Recuerdo que hablaba. Más aún: monologaba. Su mitomanía era grandiosa, luminosa. Lo obsesionaba el juego, todos los juegos. Los inventaba sólo para poder seguir apostando”. Arana no era un mentiroso cualquiera sino más bien un arquitecto de las mentiras, con una inventiva que le permitía seducir a cualquier auditorio.
Delfín lo recuerda siempre en el primer patio de Bellas Artes, rodeado de estudiantes a los que mantenía secuestrados con historias. También como un improvisado vendedor de relojes que compraba en el mercado de La Parada y los vendía luego de un artístico trabajo de embellecimiento. Una semana después sus compañeros buscaban a Arana para reclamarle que sus relojes se habían detenido para siempre. “Éramos muchachos y lo hacía como un juego para conseguir dinero”, me dijo Delfín sonriendo. Bracamonte recordaba que Arana los había convencido a él y a su amigo Carlos Reluz de viajar al Brasil, con la idea de que allá había grandes cosas por hacer, y que Arana se comprometió a enviarles plata y darles alcance. Después de unos meses, se convencieron de que el dinero y el inspirador de esa aventura no llegarían jamás.
No me cabe duda de que la naturaleza fabuladora de Castaneda se originó cuando era niño y se llamaba César Arana. Su hermana me dijo que César pasaba días enteros devorando revistas de aventuras recluido en su dormitorio. “Nos contaba historias fabulosas cuando salía de su cuarto”, recuerda Lucy. Fue por ello que en su colegio de Cajamarca se ganó el apelativo de “Fashturo”. Era el sobrenombre de un borrachín del pueblo cuyo único parentesco con Arana era el de fabricante de mentiras.
16. Una noche, una amiga telefoneó a Lucy para darle la noticia de la muerte de Castaneda. “Aún tenía esperanzas de verlo”, me dice ella, con esa ilusión apagada, recordando esa noche en que lloró. En San Francisco, su hijo se había enterado por televisión de la noticia sobre su tío. Recién llegado a los Estados Unidos, estaba adaptándose a vivir allí, y esta noticia acabó con sus planes de conocer algún día al hermano de su madre, de quien Lucy le había hablado como si fuera una fábula. Debe haber recordado esas tardes de domingo, cuando su madre aparecía con las cartas de su tío en la sobremesa familiar. “Si es que nunca nos volvemos a ver, recuerda siempre que ustedes son el principio y el fin de todos mis pensamientos”, le había escrito Castaneda en una carta.
17. Su abogada anunció la muerte a la prensa dos meses después de acaecida. Su cuerpo no tuvo funeral ni rito público. Fue incinerado horas después de fallecido y sus cenizas esparcidas, según su voluntad, en algún lugar de un desierto de México. Había muerto de cáncer antes que se publicara una nueva edición de The Teachings of Don Juan como celebración del trigésimo aniversario de su publicación original. Al menos, ésta es la versión oficial.
Su testamento, que decidía el destino de varios millones de dólares por los derechos de sus libros, fue modificado tres días antes de su muerte. Excluía de él a su hijo adoptivo, Carl Jeremy, y a la madre, Margaret Runyan. Para ellos Castaneda se había convertido en un prisionero de sus acompañantes de culto, tres mujeres que habrían controlado sus últimos días. El certificado de defunción le atribuía un insospechado oficio: “Docente en el distrito escolar de Beverly Hills”. Parecía una broma. Cuando la prensa investigó este asunto, encontró que no aparecía en las listas de profesores de ese distrito. No dudo de que fue la última performance de Castaneda. m
1925. Carlos César Arana Castañeda nace el 25 de diciembre, en la ciudad de Cajamarca, en la sierra norte del Perú.
1942. Finaliza tercero de secundaria en el colegio San Ramón de Cajamarca, el último año que estudiaría en su ciudad natal.
1943. Se traslada a Lima a terminar su educación secundaria. Llega a la casa de su tío Francisco Arana, en el pasaje Villacampa, del tradicional distrito del Rímac. Cursa el cuarto año de secundaria en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe.
1944. Arana termina su educación secundaria en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe.
1945. Su madre, Susana Castañeda, es tratada por reumatismo cardiaco. Le prohíben regresar a Cajamarca, pues temen por su vida.
1947. Ingresa a estudiar dibujo y pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes en la ciudad de Lima. Su familia se traslada en junio a Lima, donde llega a residir en el pasaje Sebastián Barranca, en el distrito de La Victoria.
1949. Finaliza sus estudios de escultura con un aplazado que subsanó en abril del siguiente año.
1950. Muere en diciembre Susana Castañeda, víctima de la enfermedad que la postró los últimos años de su vida.
1951. Conoce a Gina Lu Corzo, con quien tendría una hija, Rosario Arana Lu. El 10 de septiembre César Arana Castañeda aborda en el puerto de El Callao el barco que lo llevaría a San Francisco.
1960. Obtiene la ciudadanía estadounidense y adopta el nombre de Carlos Castaneda. Se casa con Margaret Runyan. El matrimonio dura unos meses.
1961. Viaja a la frontera con México, donde dice haber conocido a Juan Matus, el brujo que lo guiaría en el camino del “conocimiento”. Es el inicio de sus investigaciones para su doctorado en antropología.
1968. La Universidad de California, por recomendación unánime de un consejo de seis expertos, publica The Teachings of Don Juan, libro que lo volvería una celebridad y un clásico de la contracultura gringa.
1970. Muere César Arana Burungaray, padre de César Arana Castañeda, ignorando que su hijo había cambiado de nombre y el éxito que estaba alcanzando su obra. La editorial Simon & Shuster busca comprar los derechos para reimprimir la tesis de Castaneda, que se ha vuelto un best seller.
1973. El 5 de marzo la revista Time entrevista a Castaneda, le dedica su portada y el tema central de su edición.
1981. Su ex esposa Margaret Runyan publica el libro A Travel Magic.
1994. Castaneda presenta en México, durante una conferencia, a las tres mujeres acompañantes de su culto.
1998. El 27 de abril Carlos Castaneda deja de existir como había vivido, en el más misterioso silencio. Su muerte es atribuida a un cáncer de hígado. Tenía 72 años de edad, había publicado nueve libros y ganado más de sesenta millones de dólares con sus publicaciones.

Fragmentos

(Articulo publicado en la sección cultural del periódico el Universal de México de fecha 29 de enero de 1996).
Uno de los Reporteros le pregunto que opinaba sobre el movimiento insurgente indígena que había surgido en Chiapas. Sobre su Líder.
El Nagual contesto, ¡Pucha, hasta ahora me entero! No sé, no tengo idea. Estoy perdido.
Así respondió Carlos Castaneda a una de las muchas preguntas que le lanzo un grupo de reporteros durante la primera conferencia de prensa formal que concede el Autor del Celebre libro “Las enseñanzas de Don Juan”.
Siempre sonriente, Castaneda entro en el pequeño salón donde lo esperaban los periodistas y dijo: “¿Qué es lo que querían preguntarme? ¡Suéltenme a los lobos!
–¿De que brujos heredo su conocimiento Don Juan?
–De brujos de los tiempos antiguos de México, de unos siete mil años antes de Cristo. La brujería de Don Juan que es la que aprendí, proviene de las tradiciones nómadas, de tribus que no habían accedido al estado agrícola cuando crearon ese sistema que tiene el sello del hombre pasajero, por eso el brujo no ruega, porque no entiende el sentido de la plegaria. Lo que hace el brujo es una petición muy fuerte, pero con elegancia, sin gritos ni aspavientos.

–¿Cómo definiría un brujo, a un hombre de conocimiento?
–Para llegar a donde llega un brujo se necesita disciplina. El pago del brujo no esta en la meta sino en el camino.
–¿Qué piensa de un indígena huichol que esta preso en Michoacán por llevar peyote para una ceremonia? En México hay seis mil indígenas presos.
–Me preocupan intensamente, pero no más de lo que me preocupa cualquier persona. Hace mucho escribí un libro que no llego a publicarse, sobre un indio yaqui, se llama “La fama de Nacho Coronado”. Ese indio era un grandioso artista que hacia mascaras, pero estaba enfermo de tuberculosis. Él esperaba un préstamo del banco para comprar Vitaminol, porque decía que así iba a curarse. Lo cierto, lo dramático, es que no quería curarse.
Los indios preocupan porque sufren, pero toda la humanidad sufre también o ¿a poco ustedes están mejor que ellos?. La compasión social es una de las muchas mascaras de la egolatría de la humanidad, el interés de “conciencia” por las guerras, los pobres, son placebos del pensamiento. Es el gran chupón de la Humanidad, pero de ese chupón no sale leche, es un entretenimiento social.
–¿Dónde nació Usted?
–Soy de Sudamérica, mi pueblo se llama Yuqueri y esta en Brasil. Allí pusieron un manicomio, así que la gente dice “estas Yuqueri”.
–Según usted, todos los seres humanos estamos presos de la razón, de la mente, la cual no nos pertenece, sino que es una instalación foránea.
–Todos los seres humano están involucrados en un estado de ser que nos consume sin llevarnos a nada. Somos prisioneros de nuestros pensamientos, de ideas preconcebidas que nos son implantadas externamente. Vivimos pendientes de idealizaciones ajenas. La brujería es el arte de interrumpir el flujo del pensamiento, es un sistema ajeno al sistema racional de interpretación que nos permite conocer el mundo. La brujería busca interrumpir ese sistema de interpretación. En el momento en que se interrumpe el flujo de nuestro pensamiento, el mundo conocido se derrumba.
–¿Por qué se opone al movimiento new age?
–El new age es una idiotez, es egomania. He conocido a muchos gurus, un año entero a visitar gurus y nunca encontré nadie parecido a don Juan matus, todo era una pura farsa. Yo no leo horóscopos ni hago limpias, lo mío no es new age, es old age (risas). No, no tengo nada de particular, no toco el cello. La brujería es otra cosa, es ser viejo y ser joven. Yo no me puedo permitir los lujos de la egomania, no tengo ego, don Juan me lo saco como sacar un clavo.

En una platica con Hispanoparlantes en los ángeles.
Crónica :
Antes, durante y después del seminario me toco convivir con otros practicantes.
Había uno, que durante las platicas que sosteníamos en los intermedios, mostraba una gran curiosidad y preocupación por los aspectos sociales de nuestros respectivos países.
Yo trataba de llevar la platica hacia el tema que estabamos estudiando en ese momento, pero siempre ese amigo desviaba la conversación hacia las dictaduras, el socialismo, bueno, También las vacas locas de Inglaterra se metieron en nuestra conversación. Juntos asistimos a esa platica con el Nagual.
Cuando acepto preguntas, el amigo le pregunto;
Que piensa usted del comunismo?

El Nagual contesto: El Comunismo es una babosada.

Lo poco que conocí al nagual, me hizo percibir a una persona que no andaba con rodeos o vagas explicaciones, era directo.
Cuando vi salir a mi amigo de la reunión, percibí su rostro enrojecido, seguro no le había gustado la respuesta del nagual.
Sin embargo, el nagual tenia razón.
Las idealizaciones de cualquier tema incluyendo por supuesto el político, no son sino pretextos e invenciones intelectuales para explotar al hombre.

Parrafraseando a Erich Fromm : “no necesitamos malgastar demasiado tiempo argumentando contra las pretensiones Totalitarias. En primer lugar, carecen de sinceridad porque solamente encubren el EGOISMO EXTREMO de una “elite” que desea conquistar y retener el poder sobre la mayoria de la poblacion. Su ideologia de “desinteres” tiene por objeto engañar a los que estan sujetos al control de la “elite” y facilitar su explotacion y manejo.” obra, Etica Y Psicoanalisis.

De: Cenzontle_Mx Enviado: 31/07/2005 22:05
Me parece muy curioso eso que creo que muchos interesados hemos sospechado, sobre la antigüedad de los conocimientos prehispánicos. Últimamente se ha descubierto que el hombre del paleolítico no era tan tontito y que incluso manejaba ciclos astrológicos (lunaciones)… con otro poco de invstigaciones, facimlente podríamos llegar a que el conocimiento Egipcio en principio se basaba en conocimientos del hombre paleolítico, su mayor novedad, por decirlo así, era la de reunir todo el conocimiento posible en una misma ciudad.

Si tomamos en cuenta la enorme trascendencia que tuvieron esos conocimientos sobre las civilizaciones posteriores, podemos comenzar a definir cómo es que el conocimiento nómada del paleolítico en lugares distintos a México se fue entremezclando con la importancia de poseerlo, con el nacimiento del Estado.

En México éste fenómeno no llegó a ocurrir tan vorazmente, aunque para eso iba el imperio mexica (y todavía el Estado Mexicano como que kiere ir hacia allá). En lugar de eso se establecían muchos señoríos que no pretendían tanto exterminar a los demás señoríos, si acaso solo explotarlos. Entonces en México la creación del Estado no se apoyó en el conocimiento lunar del paleolítico que nos quedaba y por lo tanto ese conocimiento pudo subsistir ‘sin pretensiones militaristas’ como en la cultura egipcia o en la romana.

De: The_dark_crow_v301 Enviado: 01/08/2005 2:37
Una de las reglas es no hablar sobre  cosas prehispanicas. Aunque en este caso tiene relacion  con el texto que postee.
El asunto  es que historicamente si  habia imperios como  en el  caso  del azteca con pretensiones militaristas. Por eso cuando  los españoles ofrecieron derrumbar el imperio  a cambio  de ayuda todos los demas grupos aceptaron porque era insoportable aguantar  varias de las estupideces de ese imperio que culturalmente estaba en degradacion en ese momento. El  hecho de que tuviera cultura y arte no  significaba que eran  propios sino  que los habia absorbido de los grupos reprimidos bajo  ellos. Un caso por ejemplo los  sinpeces (creo que algo  asi  se llamaban) que terminaron siendo  absorbidos por los demas.
Castaneda refiere a que los antiguos cayeron  por sus  errores y que no hay  cometer sus errores. parcialmente es cierto, en el  sentido  que fueron esos  brujos antiguos los que hicieron mal  uso  de un poder. Pero  no  se puede generalizar. En la danza del sol  por ejemplo, los espiritus o  los ancestros son los guias. Y es gracias a ellos como  se corrigen los errores.
Sobre el pasado hay cosas que no  se deben de repetir. Y en lo que se es un  recorrido  por un  camino rojo como  me lo  describieron. pero  que no  es lo mismo  que el camino  rojo  como  lo describe Orozco o un  amigo  como  el nagual  zen (sorry pero  no pienso  decir su nombre en publico jejej)

De: Cenzontle_Mx Enviado: 01/08/2005 3:50
Ahhh, gracias Crow, por recordarme esa norma del grupo.

Es solo que me sorprendió en las afirmaciones de Castañeda sobre el origen del nagualismo, como cosecha del paleolítico. Creo que tienes razón que en México si hubo conocimiento militarista, pero también es cierto que la enorme cantidad de culturas que habían por aquí no permitieron que ninguna de ellas nos bautizara como lunáticos expansionistas… jeje hasta la fecha somos un pueblo pacífista con todas nuestras luchas interiores.

De: The_dark_crow_v301 Enviado: 01/08/2005 6:25
Para eso mejor usa Nasdat, un acuerdo que hubo era manejar cosas actuales o que estuvieran relacionadas propiamente a lo de castaneda y nagualismo, y en cierto modo es algo que esta desligado de la tradicion o de asuntos prehispanicos. Asimismo el nagualismo “prehispanico” se presta para la ficcion prehispanica.
En nasdat es asunto diferente porque el chamanismo de un modo u otro necesita de la tradicion pero tambien necesita ir mas alla de lo que se realizo en otras epocas.

De: ThunderReceptor Enviado: 01/08/2005 21:58

a) No parece el castaneda real..
b) Sueltenme a los lobos… Estaba bien informado de l oque podia pasar. =)


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Por la ley y para siempre
For the Rule and forever
 

De: The_dark_crow_v301 Enviado: 02/08/2005 0:36
Busque material aparte de los libros de castaneda. Casi el 90% de lo que hay restante son cosas de la segunda epoca y de poco mas o menos rescatable fue esos fragmentos. De plano omiti otras partes pues giraban en torno a chentegridad y manoseos magicos. (broma)
No mas me queda postear un par de cosas como libros pero mas com breviarios culturales propiamente.

Por cierto donde posteo lo de chamanismo siberiano????

De: ThunderReceptor Enviado: 03/08/2005 6:32

Te sugiero que lo mandes aqui y a ojos_abiertos. Si no te molesta, luego subo el material a chamanismo.net

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De: The_dark_crow_v301 Enviado: 03/08/2005 7:22
No problem.
Me estaba atorando estos dias el contestarle a los vitaminicos pero ya con el ultimo correo supongo que se van a dar tiros solos y voy a tener tiempo de terminar varias cosas.
Tambien creo que se va a extender lo de los temazcales con las preguntas de Alesthat
=?
Ni modo yo pregunte, jeje.

De: ThunderReceptor Enviado: 04/08/2005 5:11

Lo curioso son las reapariciones de los ultimos dias, no ? Sin comentarios…

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Entrevista sobre chamanismo

Muy intensa y productiva resultó la visita de Josep María Fericgla –Txema– a Bogotá en agosto del 2003. En la semana que permaneció entre nosotros, el antropólogo catalán compareció en TV respondiendo una entrevista de la psicóloga Liliana Montaña, dictó una conferencia sobre “La utilización terapéutica de los Estados Modificados de Conciencia” en la Universidad Santo Tomás, realizó una edición más de su taller catártico “Integración Vivencial de la Propia Muerte”, respondió la presente entrevista para la revista Visión Chamánica, y aún tuvo tiempo para las visitas turísticas de rigor y para atender invitaciones de sus amigos en esta ciudad.

El evento central de su visita fue la realización, por segunda vez en Bogotá, de su taller catártico, al que acudieron 18 personas, con un promedio de edad de 39 años, entre las que predominaban profesionales de la psicología. El taller, que Fericgla realiza hace ya 7 años, tiene las características de los antiguos rituales iniciáticos, aunque en un marco actual, laico y sin exotismos, en el que se rebasan los objetivos puramente terapéuticos de la catarsis y en el que las personas pueden obtener la apertura de una dimensión de conocimiento personal profundo.

Dicho objetivo se obtiene a través de una técnica de respiraciones holorénicas –término acuñado por Fericgla–, así como de manipulaciones corporales sobre los participantes, que producen la descarga emocional catártica. Se llega a este momento culminante luego de un intenso trabajo de preparación física y de la creación de una atmósfera y de un estado de ánimo propicios para entrar en esta experiencia que puede ser muy reveladora para cada participante, y en las que juegan papel decisivo el liderazgo y carisma de Txema. Él insiste en que el mayor provecho que se puede obtener es el de reconocerse y aceptarse, sin fantasías ni muletas de ningún tipo, para de acuerdo con eso asumir la tarea permanente –para toda la vida– de autoconstruirse, de crecer y recrearse al ritmo cambiante de la vida, sin autocomplacencias ni autocompasiones.

La experiencia acumulada por Fericgla en este tipo de talleres , a los que denomina Experiencias Activadoras de Estructuras, es descrita y analizada en su más reciente libro Epopteya, avanzar sin olvidar, un texto útil no solo –aunque principalmente– para quienes han pasado por la experiencia del taller IVPM, sino para quienes trabajan este tipo de experiencias como recurso terapéutico. Tuvimos Epopteya, como llamaban en la Grecia antigua la visión trascendente y transformadora de sí mismo, de quienes accedían a los ritos mistéricos de los templos de Eleusis y de Delfos. Un nuevo grupo de epoptes –iniciados que han abierto la puerta de su crecimiento personal– colombianos transitan la senda de su autoconstrucción.

Conociendo a Fericgla por los resultados de sus investigaciones, por sus artículos y sus libros, –como que ha sido colaborador de las tres ediciones físicas de la Visión Chamánica–, así como por la organización de dos ediciones de su taller iniciático, desde hace tiempo teníamos la aspiración de entrevistarlo, para preguntarle sobre esos dos grandes componentes de su producción científica: la investigación del chamanismo y la práctica psicoterapéutica, y claro, la correlación entre estos dos temas. Hemos adicionado un par de preguntas sobre su apreciación de nuestro país: esta Colombia que ni sus propios hijos acabamos de comprender.

Ricardo Díaz: De acuerdo con tu trayectoria en investigación del chamanismo ¿Por qué puede ser importante hoy en día estudiar este fenómeno?

Josep Fericgla: Primero que todo, no hay un chamanismo sino chamanismos, y en un amplio plural. La idea de una forma única de chamanismo, con unos atributos propios del individuo chamán, fue una simplificación que elaboró Mircea Eliade. En su época, primera mitad del siglo XX, era tendencia de los grandes estudiosos, unificar los distintos fenómenos de cualquier ámbito de la realidad para poderlos estudiar y sacar leyes generales. Después se ha visto que la realidad es mucho más compleja que esto.

No hay un chamanismo sino multitud de chamanismos, y es tan diversa la forma que adquieren que podemos encontrar chamanes en todo el sur de la India, chamanes indígenas norteamericanos, o chamanes africanos expertos en trances de posesión. Probablemente ni entre ellos se reconocerían como formando parte de esta única categoría que los occidentales, etiquetamos de chamanismo.

De otra parte, hasta donde la antropología, la etnohistoria, la arqueología y la etnobotánica han puesto de relieve, probablemente los chamanismos fueron las formas más arcaicas que elaboró el ser humano para enfrentarse a los grandes interrogantes de nuestra propia existencia: de dónde venimos, hacia dónde vamos, el sentido del dolor, la muerte, la trascendencia, el origen del orden social. Todas esas cuestiones universales e inherentes a la existencia humana recibieron su primera respuesta de los chamanismos.

De ahí que en esta época nuestra, caracterizada por el derrumbe absoluto de la dimensión espiritual y existencial del ser humano occidental, que se dio a comienzos del siglo XX y que se disparó con la Primera Guerra Mundial, estamos buscando desesperadamente en todas las fuentes posibles –algunas tradicionales, otras novedosas– alguna pista que nos permita reencontrarnos con nuestra espiritualidad. Y no lo digo en un sentido eclesiástico, ni teísta. Espiritual en el sentido laico, de la dimensión trascendente del ser humano, en la dimensión de la alteridad –el anhelo de todo ser humano de poder salir de la propia cárcel de los sentidos, del cuerpo, incluso de la cronología propia de una vida humana–.

También en el momento actual los occidentales estamos muy necesitados de ideas para la unificación de los distintos conocimientos prácticos dentro de una cosmovisión, para que las tecnologías no tengan el fin en sí mismas sino encuadradas en su utilidad al ser humano.

De allí la importancia que tiene estudiar los chamanismos, lo mismo que investigar todos los movimientos místicos que han existido o las religiones mistéricas que todavía existen en India, en el próximo y lejano Oriente. De la misma forma que están resurgiendo los estudios sobre los chamanismos, están resurgiendo los estudios sobre tantrismo, sobre sufismo, sobre las distintas escuelas y tradiciones místicas que han existido a lo largo de la historia y que han dejado algún tipo de rastro. En mi opinión, ésta es la justificación de investigar actualmente los chamanismos.

RD:¿Es inevitable que quienes estudian el chamanismo terminen haciendo chamanismo? Por ejemplo, los casos de Michael Harner o de Castaneda –el más conocido–. ¿Sientes que se desarrolle una propensión a “ejercer” en las personas que lo estudian, que terminen haciendo chamanismo?

JF: Obviamente no es inevitable que alguien que ejerza como investigador científico del ámbito del chamanismo acabe practicando algún tipo de neochamanismo, o de pseudochamanismo o de chamanismo alternativo, no se bien como llamarlo. Por supuesto que las personas que se orientan a ésta investigación es porque tienen alguna predisposición individual hacia esto: hacia la espiritualidad, hacia la investigación de los límites cognitivos, existenciales y culturales del ser humano.

Hay muchos más investigadores que centran su labor científica en el ámbito del chamanismo además de Michael Harner o Castaneda. Incluso Harner es un antropólogo bastante desprestigiado como científico, y no porque se haya dedicado a crear su escuela de neochamanismo, que desde mi punto de vista es algo banal, sino por sus defectuosos estudios de antropología, desde el punto de vista del rigor metodológico. El libro que lo hizo más famoso, El pueblo de las cascadas sagradas, un estudio sobre el pueblo shuar –justamente un grupo étnico sobre el que estoy investigando hace una década–, es una descripción bastante superficial, incluso con datos etnográficos cuestionables.

Respecto a Castaneda no hace falta ni comentarlo. Ya se sabe que es ‘mentira’ prácticamente todo lo que cuenta. A Castaneda siempre lo he considerado un gran literato, muy sugerente, y esto tiene un gran valor. Una obra que sea sugerente puede aportar tanto a la humanidad como un gran ensayo científico. Don Quijote de la Mancha es una novela, pero habla con una sutilidad del espíritu humano que ya la quisieran muchos libros de sicología contemporánea. Castaneda es algo así para mí. Incluso, la parte más densa o sugerente de sus presuntas entrevistas o correrías con el indio don Juan, ha sido inspirada, en mi entender, en obras sufis y en las obras del Cuarto Camino, de Gurdjieff y sus seguidores. Uno estudia el sufismo y la obra de Gurdjieff y luego lee a Castaneda y se da cuenta de que es un abaratamiento, un cambio de escenografía o de bambalinas de la acción, pero que el tipo de consejos profundos, de observaciones sobre el espíritu humano son casi los mismos. No soy especialista en Castaneda pero, para mi, son novelas muy sugerentes, con algunas afirmaciones sobre aspectos espirituales, sicológicos y existenciales del ser humano muy válidas, y de ahí el éxito que ha tenido con casi cuatro décadas de best seller. En este sentido, si hubiese sido una obra rigurosamente científica, ni de lejos hubiera tenido el éxito popular que ha tenido porque las obras científicas, así sean de temas amenos como pueden ser temas sicológicos o antropológicos, generalmente están muy lejos de la comprensión de la masa promedio de lectores. Se usa una terminología específica, los argumentos tanto en defensa como en contra de cualquier hipótesis tienen que ser desgranados meticulosamente, etcétera y ese tipo de literatura casi siempre es buscada sólo por especialistas en estos temas.
Hay muchos mas investigadores de chamanismo, por ejemplo Hultkrantz, Míhaly Hoppal, Piers Vitebsky, grandes investigadores contemporáneos del tema que, hasta donde yo se, ninguno de ellos actúa como neochamán. Otra cuestión, como antes he comentado, es que haya una predisposición personal para estudiar estos temas. Es más que razonable que alguien que tenga una expectativa individual, de desarrollo espiritual o psicológico, aproveche cosas que está investigando también objetivamente, cual sería mi caso por ejemplo. Pero no hay que mezclar las cosas.

RD: Como has mencionado, el derrumbe de la espiritualidad en Occidente ha abierto espacio a todo tipo de búsquedas. Hay auge en la investigación y en las búsquedas Al lado de los resultados de estudios rigurosos se presentan también reciclamientos de tendencias chamánicas que devienen neochamanismos. ¿Cómo se ve desde la academia en Europa todo este auge de investigación y reciclamiento del fenómeno chamánico?

JF: Lo más ortodoxo de la academia científica en Europa no está nada interesada en temas de chamanismo. Incluso hay profesores universitarios que niegan en sus clases la existencia del chamanismo y la actividad del chamán. Lo sitúan como un juego simbólico que ocurría en sociedades primitivas, como espacio para pactar roles sociales de distintos actores de éstas comunidades chamánicas, no como un fenómeno con un contenido intrínseco.
Esta postura que niega la existencia del chamanismo argumenta su diversa e inasible manifestación, y no hay que despreciar tales argumentos. Afirman que, por un lado, son brujos que hablan de espíritus malignos, por otro pueden ser especialistas en estados modificados de conciencia, por otro lado son curanderos que saben mucho de plantas medicinales, por otro son meros charlatanes que pretenden tener visiones oraculares sobre el futuro de la comunidad. No hay que despreciar estas posturas que afirman que no existe el fenómeno chamánico como tal, aunque, en mi opinión, están completamente equivocados. ¿Cómo que no existe? hay que demostrar que existe para poder rebatir su actitud.

Pero también están investigadores notables como Piers Vitebsky, por ejemplo, uno de los grandes investigadores contemporáneos sobre el chamanismo, quien es profesor en una universidad inglesa y ha estado años investigando chamanismo hindú y siberiano. Para él es un fenómeno con un contenido propio en el que se puede distinguir una psicología, un lenguaje, unas relaciones sociales, unos mecanismos de transmisión del conocimiento chamánico y todo lo demás. Esos elementos ponen de relieve que es un ámbito propio del ser humano, y que merece una investigación específica por parte de especialistas.

Respecto de la investigación están los dos extremos, aunque predomina un cierto desprecio y una actitud de ignorar a estos neochamanismos difundidos sobre todo en Norte y Sudamérica. Todo esto se ve desde Europa como una moda de individuos con problemas personales, que andan buscando como refrendar su falta de límites existenciales: límites personales, emocionales, sicológicos, sociales, que con esta moda del chamanismo han encontrado un filón que les mal justifique su consumo de sustancias psicoactivas y pensar de forma ‘débil’, con pensamiento blando, para mantener supersticiones personales sobre formas mágicas de curación.
Pienso que, aunque no del todo, en parte esto es verdad. Este ámbito que se ha puesto de moda parece que justifica contradicciones y formas de pensar y de actuar que serían propias de individuos poco responsables, poco maduros, con mucha fantasía en su concepto de la realidad. Pienso, por ejemplo, en los seminarios de Michael Harner, algo vago y completamente lleno de fantasía, que exige una gran predisposición y blandura de pensamiento en los individuos que asisten, quienes creen que tocando el tambor un ratito entran en estados trascendentes del alma, y que son capaces de visualizar animales o energías de animales que llevan dentro suyo. Entre esto y poner un cirio a la Virgen del Carmen, esperando que así el hijo encuentre trabajo no hay diferencia o la hay solo de forma.

Y ese tipo de neochamanismos hacen un mal favor a la investigación dura, a la investigación científica porque implica, por lo menos en Europa, que cuando se habla de una investigación sobre algún tema que incluya la palabra chamanismo o derivados, automáticamente se apartan las subvenciones para investigarlo, porque se consideran temas de moda poco rigurosos desde el punto de vista de objeto de estudio científico.

Es más, en EE UU ya hace dos décadas que existe un gran negocio que es el turismo chamánico, el turismo enteogénico. Hay agencias de viajes que organizan tours pagando una buena cantidad de dólares, por dos o tres semanas en la selva amazónica, con pretendidos chamanes que son en su mayoría meros charlatanes que han visto el buen negocio del turismo, y han aprendido cómo tienen que vestirse y qué rol adoptar para sacar los dólares a estos ingenuos norteamericanos que pretenden encontrar sentido a su vida llegando a la selva amazónica, tomando un par de veces yagé y escuchando los consejos de algún pobre fantasioso o algún buen negociante indígena que ha entendido el juego para sacarles dólares. Por supuesto que para un científico todo esto es supremamente dudoso.

También ahora en Europa comienza a extenderse éste fenómeno chamánico. Cada vez hay más agencias que ofrecen viajes turísticos a tomar yagé u otros enteógenos, a hacerse curas con chamanes latinoamericanos. Es interesante observar como estas modas siguen las demás corrientes de moda que hay en el mundo porque, en Europa, geográficamente están mucho más cerca los curanderos africanos que los chamanes americanos. A sólo mil kilómetros de Madrid se pueden encontrar curanderos árabes, de Marruecos, Argelia o Túnez, y si vas un poco más abajo pues está Mauritania, y un poquito más abajo está Senegal o Kenia, cunas de curanderos especialistas en posesión, los famosos brujos yoruba. Pero como África no está de moda a nadie se le ocurre ofrecer viajes de turismo chamánico para ir a África. En cambio Latinoamérica sí está de moda, por lo que los viajes de aventura chamánica se venden para ir a la Amazonía. Con lo cual, mal favor están haciendo estas modas. Bueno, tal vez sí hagan el favor a personas que espiritual o existencialmente están perdidas, pues tienen una posibilidad de encontrar individuos como ellos para compartir un tipo de intereses personales.

RD: Distinguiendo el chamanismo sobreviviente de la charlatanería turística, creo que sí hay una medicina tradicional indígena, chamanes indígenas auténticos, que incluso ahora han sido vistos de una manera nueva por la OMS, que impulsa su reconocimiento e iniciativas de complementación con la medicina occidental. Aquí en Colombia, por ejemplo, en los rituales con yagé de los chamanes indígenas participan muchos colonos blancos y mestizos, o sea, para ellos también es una alternativa de medicina ante la baja cobertura de la medicina occidental.

JF: Lo cual no significa que siempre sea eficaz desde el punto de vista médico. Hay tantos enfermos dentro de la selva como fuera de ella. Los chamanismos actúan básicamente a través del contexto, no a través del texto individual –digamos del contenido de su trastorno, del carácter que sea. Para un chamán da igual lo que el individuo le explique sobre una llaga en una pierna, o que pierda el sentido y se desmaye. Para el chamán, sea un místico tibetano o un curandero indio, un tántrico o un lama budista experto en curaciones, la causa primera del trastorno está en la relación del individuo con su contexto. O sea, el individuo ha roto algún tabú o ha irrespetado alguna norma divina y su acción la dirigen siempre a que el individuo repare sus faltas con la divinidad, o que repare los tabúes que ha roto, y muy pocas veces contemplan al individuo como tal, en el sentido que lo hacemos nosotros los occidentales.

Partiendo de esto, que es como una premisa básica de casi todos los chamanismos, lo que se infiere es que alguien que no participe en éste contexto cultural, mal puede ser curado por el chamán. También se sabe que la propia fe, o la creencia del individuo en un tratamiento que está recibiendo, es buena parte del efecto curativo A partir de estudios clínicos sobre el efecto placebo, se sabe cada vez más que la expectativa de curación del paciente representa la mitad o más del éxito terapéutico. Hace poco revisé un trabajo de la Universidad de Harvard sobre el peso de la expectativa en el resultado de unos medicamentos para regular la hipertensión en ancianos. Se observó que tanto se curaban los que tomaban el medicamento como los que tomaban el placebo, con uno o dos puntos de diferencia. Y el medicamento se expende en el mercado. No es que sea una estafa, sino que una expectativa subjetiva positiva es altamente saludable, algo que se sabe de siempre. Es lo que Levy Strauss denominó ‘la eficacia de lo simbólico’. Si una persona va a un chamán o un curandero creyendo que éste hombre es quien le va a curar, hay mucho a favor para que el curandero cure al paciente, haga lo que haga. Pero si el individuo no está socializado en éste contexto simbóli-co y cultural, seriamente hablando, poco le va a afectar. Por ejemplo, entre los shuar ecuatorianos, si uno no está socializado en su cultura de poco le va a servir lo que diga el chamán, por que hablan en su clave cultural, en su idioma, usando sus metáforas y sus símbolos, que entre ellos todos entienden.
Muchos chamanes tienen un entrenamiento intuitivo especial, pueden incluso percibir lo que pasa en una persona que no sea tan sólo de su contexto cultural. Pero esto está un poco más allá de lo que es el núcleo de los chamanismos como forma de sanación. Otro tema es el consumo de yagé. En sí mismo no es terapéutico aunque está muy cerca. En cambio es altamente curativo dentro de un mínimo contexto adecuado.

RD: ¿Tu crees que de algún modo puede ser posible una relación entre médicos formados en la ciencia occidental, y estos médicos indígenas tradicionales, en pro de una especie de complementación de medicinas?

JF: Sí, en poblaciones indígenas por supuesto. Entre los shuar, por ejemplo, hay una discriminación clarísima, incluso se discrimina entre las enfermedades que los shuar llaman ‘de Dios’, son las enfermedades que han traído los blancos, y sus propias enfermedades tradicionales. Cuando un shuar se siente enfermo, en cualquier sentido que podamos entender que es distinto de nuestro sentido de la enfermedad, va a lo que tienen más cerca: al brujo, al chamán o al médico alópata occidental. Y los médicos que tratan a los indígenas, por lo menos en esta zona fronteriza del Ecuador, se lo dicen: ‘No, esta es una enfermedad vuestra, ve tu al chamán de tu comunidad a que te cure’. Y lo mismo hacen los chamanes, cuando se dan cuenta que son enfermedades que ellos no van a poder tratar: ‘A no, esto que te lo trate un médico de los blancos, que es una enfermedad de Dios’. Los misioneros se encargaron de que las enfermedades epidemiológicas transmitidas por los blancos a los indígenas las entendieran como enfermedades que les había mandado Dios. La manipulación del dolor y la enfermedad es algo muy significativo en el proceso de evangelización.

Entonces no hay contradicción, las enfermedades de carácter mas psicosomático, de carácter más existencial las curan los chamanes. Las enfermedades de carácter vírico o bacteriológico las curan los médicos occidentales. Para esas poblaciones sería fantástica la complementación de los dos sistemas médicos. Las propias poblaciones de las que estamos hablando están a caballo entre dos culturas, los indígenas de vez en cuando miran televisión, montan en carro, necesitan de dinero para poderse mover cuando salen de sus comunidades selváticas. Es razonable que necesiten de los dos sistemas para mantener este complicado equilibrio que llamamos salud.

RD: Esta es una pregunta muy desde mi óptica personal, y desde el trabajo que yo hago y de la manera como lo hago: ¿Tu crees que es posible resignificar la terminología sobre el chamanismo y sobre las prácticas chamánicas, para impulsar movimientos culturales alternativos actuales inspirados en los chamanismos históricos que no sean neochamanismos comerciales?

JF: Los occidentales hemos hinchado con nuestras fantasías la imagen de los chamanes. Si no hubiera habido todo un movimiento ecologista mundial previo no habría interés en los chamanes, ya que ellos fueron reconocidos como figuras ecologistas, que mantienen el equilibrio en la comunidad.

Para mí, lo más importante de los chamanismos es el dominio de diversos estados modificados de consciencia, estados que los occidentales debemos recuperar con suma urgencia porque dan profundidad a la existencia humana. A través de ello, el individuo puede encontrar su lugar en este mundo y ocuparlo. Pero hemos de recuperarlos a nuestra manera, como mecanismo de ampliación de la consciencia, por ejemplo, con estos talleres catárticos en los que usamos la respiración holorénica o de otra manera. En la resignificación que tu apuntas del chamanismo, me parece importante que se centre en el contexto y no en el texto de las enfermedades, en el tipo de relaciones que ha tenido el individuo con su familia y sus congéneres, con la naturaleza o con los espíritus que habitan la naturaleza de acuerdo con su cosmovisión.

En Occidente hemos sufrido un proceso creciente de especialización en todos los campos, necesitamos como el aire que respiramos algún aporte a nuestra cosmovisión que nos permita de nuevo situarnos en un contexto amplio para recrear nuestra identidad, no a partir de mis valores y elementos individuales, porque esto tiene poco sentido, sino para unirlas en un contexto humano con una ecología natural, aunque sea una ecología urbana.

Esta idea de que todo está interrelacionado en la naturaleza es propia de los chamanismos. Que una enfermedad o un trastorno, sea climático o sea somático, tiene que ver con toda esta red que enlaza cualquier elemento del cosmos, es algo que debemos recuperar. La ciencia lo está recuperando. De hecho la teoría general de sistemas, que ahora es uno de los marcos teóricos que más se están utilizando en el ámbito de la ciencia, es una vanguardia de pensamiento que pone de relieve que todo está interrelacionado, no se puede pensar un fenómeno aislado del contexto que lo genera y lo sostiene.

Hace falta que esa idea vaya derivando desde el pensamiento científico de vanguardia a niveles más populares del pensamiento. Eso es algo que, como tu dices, podemos resignificar del chamanismo si lo entendemos como una red interconectada de dinámicas, de procesos y de factores que afectan cualquier individuo que acuse un trastorno. También la psicología va siendo cada vez más sistémica y ya se reconoce que el enfermo con un trastorno mental sólo es la punta del iceberg de toda una red anómala que es su propia familia y talvez su propia comunidad. Esto si es algo que podemos aprender del chamanismo.

RD: Algo más sobre esa inspiración en el chamanismo ¿Qué hechos o qué objetos de estudio específico justifican en este momento hablar de etnopsicología? ¿Cuál es el grupo de hechos, de fenómenos que permiten verificar un objeto de estudio específico, al que le aplicamos la palabra etnopsicología?

JF: Hay varios factores que fundamentan la existencia de una etnopsicología. El primero de ellos es el proceso de mundialización que se está dando. Uno encuentra en las ciudades europeas individuos de todos los rincones del mundo, herederos de tradiciones culturales distintas, con cosmovisiones distintas, con ideas diversas de lo que es la salud, la psique, la enfermedad.
En segundo lugar, porque las psicologías actualmente han llegado a sus límites. Desde Freud que fue el padre fundador de la moderna psicología, hasta las tendencias más recientes, casi siempre entienden al individuo como tal, dejando completamente de lado la dimensión cultural del ser humano, pero es una dimensión fundamental. No existe ni puede existir un ser humano puro, que no se haya socializado en una cultura u otra. De ahí que toda la psicología experimental de los años setenta que se dedicó al estudio de la inteligencia como tal o de las emociones como tales fracasó, porque no se manifiestan estas capacidades sino dentro de un proceso cultural. No se puede calcular por igual la inteligencia de un navajo en Norteamérica, de un bereber marroquí o la de un catalán europeo porque provienen de distintos los marcos culturales que dan inteligencias distintas y sus formas de aplicación, que es como se puede observar la inteligencia.

No hace demasiado, en varios estudios sobre porqué unos psicoterapeutas son más eficaces que otros, utilizando las mismas técnicas disciplinarias, se llegó a la conclusión de que es casi indiferente que el psicoterapeuta sea gestáltico, psicoanalítico, sistémico o conductista. Lo que realmente hace que un psicoterapeuta sea más eficaz que otro es la empatía que se genera entre él y el paciente, con lo cual la técnica usada es secundaria.

A partir de estas observaciones y a partir del acceso que tenemos ya a mucha literatura especializada sobre pueblos no occidentales, está mas que justificado el intento de hacer una etnopsicología, que es el intento de estudiar la realidad psíquica del ser humano en relación a la forma cultural en que se ha desarrollado, y cómo esto condiciona que se produzcan determinados trastornos y no otros.

Yo diría que la etnopsicología permite elevar el punto de vista más allá de lo que es el individuo como tal, considerando cómo la cultura construye al individuo, cómo lo condiciona, pero sin obviar al individuo. Talvez permita recuperar recursos terapéuticos de otras sociedades e incorporarlos al avance de las técnicas terapéuticas de la psicología occidental contemporánea…. y viceversa.

RD: ¿Se puede considerar que tu trabajo psicoterapéutico y tus propuestas de talleres son en cierta forma derivados o inspirados de tus conocimientos e investigación del chamanismo?

JF: Si, pero no solo han salido de este ámbito. Mi trabajo con el inconsciente está bastante inspiración en ideas chamánicas diversas después de la traducción cultural correspondiente. También surge de mis investigaciones sobre la necesidad que tenemos en Occidente de construir nuevos rituales iniciáticos, que permitan al individuo ubicarse en el mundo desde su propio desarrollo humano. Asimismo me apoyo en aportaciones de la psicología contemporánea de corte junguiano y de aportaciones de la musicoterapia. Yo mismo he hecho aportaciones a la musicoterapia.

Pero vuelvo a lo mismo: no se puede hablar del chamanismo, hay chamanismos. Entre los pueblos indígenas que habitaron la costa de Alaska, en lo que hoy es Canadá, los chamanes para nada buscaban estados modificados de conciencia ni sustancias psicoactivas. Para ellos el elemento evocador principal era el silencio. Los chamanes marchaban días enteros por los bosques, haciendo ayunos, en busca de inspiración en el silencio y rechazaban cualquier tendencia o técnica que indicara el uso de sustancias psicoactivas. Cosa contraria con el chamanismo amazónico, donde los chamanes son expertísimos en el uso de esas sustancias.

Por eso, hablar de incorporaciones del chamanismo es siempre relativo aunque real. Mi deuda con ellos es obvia y nunca la escondo. Me gusta respetar a mis padres intelectuales. En mis talleres, por ejemplo, no hay nada de silencio, con lo cual, si se compara con esta tradición chamánica canadiense, pues nada que ver, pero si lo comparamos con los chamanismos griegos arcaicos pues sí tiene que ver, porque allí se desarrollaron una serie de técnicas para lograr la catarsis de las que yo he adaptado algunos elementos.

RD: Dijiste en el taller que acaba de pasar que nadie cambia, que sólo hay que aceptarse ¿esto no significa ya un cambio, el aceptarse?

JF: ¡Claro! Es un cambio pero en un sentido muy distinto del que buscan la mayor parte de psicólogos, psicoterapeutas, gurús, maestros espirituales y personas insatisfechas con su propia vida. La mayoría de ellos buscan cambiar. Cuando uno quiere cambiar algo de sí mismo ya está negando justo esa parte que quiere cambiar, o la está menospreciando. Por tanto, ya hay una imposibilidad de trasformación porque uno está negando aquello que le molesta en su vida, y entonces casi siempre lo relega a esa parte que Jung llamaba ‘la sombra’, a esta parte del inconsciente donde cada uno va almacenando aquello que no quiere o no puede aceptar en sí mismo.

Casi todos los hombres anhelan ser distintos de su papá, y todas las mujeres distintas de su mamá, provocando una guerra generacional que parece ser universal en el ser humano. Y todos queremos ser distintos, pero sabemos que los hombres llevamos a nuestro padre dentro de nosotros, y las mujeres su mamá. Lo del cambio es una fantasía. En realidad nunca se cambia ni hay nada a cambiar: un niño de siete, ocho años y aun antes ya lleva una estructura de la personalidad.

Preludio a don Juan: Los Primeros años de Castaneda

Preludio a don Juan: Los Primeros años de Castaneda
por Corey Donovan
traducción por Luis Mateos

Castaneda con “la primera estudiante de don Juan”, Joanie Barker, en una boda en 1962 (haga click en la imagen para verla en tamaño real)

Diciembre 25, 1925- Nace Castaneda en Cajamarca, Perú; Hijo de César Aranha Burungaray, relojero y joyero, y Susana Castañeda Novoa.

Mediados de 1940 – Castaneda asiste a la Escuela Pública 91 y a la Secundaria San Ramón por tres años en Cajamarca, pero no se gradúa. (de Mille, The Don Juan Papers: Further Castaneda Controversies, 1990 ed., p. 362.)

1948 – La familia Aranha se muda a Lima, Perú. Castaneda se gradúa del Colegio Nacional de Nuestra Señora de Guadalupe en Lima, y después se incorpora a Bellas Artes, la escuela nacional de arte en Perú (de Mille p. 362) [José Bracamonte, amigo y compañero de Castaneda en la escuela de arte, recuerda a su amigo Castaneda como “vivaz, imaginativo, gracioso -un gran mentiroso y un amigo real.” (Revista Time Marzo 5, 1973 Artículo de portada, p.44.)]

1949 – La familia Aranha vive en un departamento del tercer piso en el Distrito El Porvenir, a las afueras de Lima. (de Mille, p. 362.)

1950 – Muere Susana Castaneda de Aranha. Castaneda se ruhusa a asistir al funeral, se encierra en su cuarto por tres días sin comer, y al salir anuncia su retiro de la casa. (de Mille, p. 362.)

1950 – Castaneda renta un departamento con dos de sus compañeros estudiantes de arte. Otro de sus compañeros, Victor Delfín, describiría más tarde a Castaneda al periodista César Levasno de la siguiente manera: “Es el tipo más fabuloso para mentir. Un sujeto muy capaz, agradable y sumamente misterioso. Un seductor de primera línea. Recuerdo que las muchachas solían pasar la mañana esperándolo en las Bellas Artes. ” (de Mille, pp. 362-364.) Su amigo Bracamonte lo describe como “siempre pensando historias irreales -de cosas tremendas y hermosas…Siempre hablando acerca de Cajamarca, sin embargo nunca menciona a sus padres.” (Id. P. 364.)

1951 – Castaneda conoce a Dolores, una joven de origen chino-peruano. Le propone matrimonio y queda embarazada. Ella le cuenta de su embarazo un mes antes que él deje el país. El continúa correspondiéndole cartas hasta 1955 (de Mille, p. 383.)

Septiembre 10, 1951 – Castaneda se embarca desde Callao, Perú, abordo del S.S. Yavari, una pequeña embarcación que lleva a otros 16 ciudadanos peruanos con rumbo a San Francisco (manifiesto del S.S. Yavari, fechado 23 de septiembre de 1951). [Castaneda no avisa a su familia que se va, aunque más tarde le escribe a su prima Lucía, describiendo una carrera militar imaginaria que sugiere heridas físicas o mentales. También le escribiría un par de cartas a su padre, incluyendo una en la que dice, “Me voy en una jornada muy larga. No les sorprenda si no saben más de mí.” (de Mille p. 364-5.)]

Marzo 1952 – Castaneda conoce a Iván Culver, un artista comercial de Riviera, California, con quien quizá tuvo alguna relación laboral. (de acuerdo con archivos de migración)

1952-1955 – Castaneda vive en el sur de California, sin trabajo fijo, mejorando su inglés y tratando de ahorrar lo suficiente para asistir a la Universidad. (Margaret Runyan Castaneda, A Magical Journey with Carlos Castaneda, Millenia Press 1996, p. 42-3.)

Verano de 1955 – Castaneda se inscribe en la Universidad de la Comunidad de Los Angeles (Vermont, al sur de Hollywood Blvd.) como Carlos Castaneda. (En sus dos primeros años ahí, estudia periodismo, ciencias, literatura, y dos cursos en escritura creativa con Vernon King) (A Magical Journey p. 36; y Revista Time, Artículo de la portada, Marzo 5, 1973 )

Diciembre 1955 – Lydette Maduro, amiga costarricense de Castaneda, lo lleva al departamento de Margaret Runyan, la que se medirá dos vestidos que la madre de Lydette ha confeccionado para ella. Margaret y Castaneda se encuentran nuevamente un par de días después cuando Margaret acude a Maduro a recoger las prendas, ya terminadas, y lleva un libro para Castaneda, por si se encontrase ahí. (A Magical Journey pp. 32-3.)

1956 – Castaneda vive en un departamento ligeramente amueblado en la calle Madison en Hollywood.

Junio 2, 1956 – Castaneda llama a Margaret Runyan por primera vez, para ver si puede visitarla para mostrarle algunas de sus pinturas. (A Magical Journey p. 35; Runyan, “Mi Esposo Carlos Castaneda,” revista Fate, Febrero, 1975: Historias Verdaderas de lo Extraño y Desconocido)

Otoño 1956 – Castaneda y Margaret Runyan se compaginan muy bien; algunas noches en el departamento de Castaneda, otras en el que ella comparte con su tía (A Magical Journey p. 56.) Castaneda se encuentra inventando su nueva “historia personal”, diciéndole a Margaret que nació en Italia, la navidad de 1931, hijo de una muchacha de 16 años que terminaba su educación en Suiza y de un profesor que se encontraba en un viaje “alrededor del mundo” cuando la conoció. También dijo que la hermana de su madre visitó Italia tan pronto él había nacido, para llevárselo a vivir a la finca de la familia cerca de Sao Paulo, Brazil, donde supuestamente asisitió a varias escuelas hasta que creció lo suficiente para asistir a la Escuela de Artes en Italia. También mencionó haber entrado a Estados Unidos por Nueva York, así como haber cursado en la Escuela de Artes de Montreal y de Nueva York. (A Magical Journey pp. 40-1.) También asegura haber servido a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos en España, donde dijo haber viajado con una banda de gitanos, casándose con una de sus muchachas. (Artículo de Runyan en Fate.)

Principios de 1957 – Castaneda inventa una nueva novia, “Sue Childress”, con el fin de provocar celos a Margaret. (A Magical Journey pp. 46-7.)

Marzo 1957 – Margaret llama a la única Sue Childress listada en el directorio telefónico, quien no conoce a ningún Castaneda; sin embargo se vuelve la mejor amiga de Margaret (A Magical Journey p. 47.) [Ambas escriben más tarde pequeños artículos sobre Castaneda para la edición de Febrero de 1975 de la revista Fate: Historias Verdaderas de lo Extraño y Desconocido.]

Abril 26, 1957 – Carlos Aranha Castaneda aplica para la Petición de Naturalización No. 199531 con la Corte de Distrito de los Estados Unidos. Su domicilio en ese entonces es 1128 N. New Hampshire, Apt. 4, LA; su ocupación es artista comercial; indica su lugar y fecha de nacimiento en Cajamarca, Perú el 25/12/1925; describe su fisonomía, de ojos cafés, cabello negro, 5’5″ (1.65 m), 140 libras (70 kg.), ciudadano de Perú, soltero. Declara que entró con el nombre de Carlos César Salvador Aranha Castaneda. Su registro de residencia es el 8 108 676. Los testigos para esta solicitud son Antonio Fuentes, artista, con domicilio en la Avenida Hoover Norte número 131, quien declara conocer a Castaneda desde marzo de 1955; e Iván Culver, artista comercial, con domicilio en la calle Haney número 9528, de Riviera, California, quien declara conocer a Castaneda desde marzo de 1952. La solicitud es concedida 121 de junio de 1957.

1957 – Castaneda avala un préstamo de la Unión de Crédito para Empleados para Margaret Runyan como “Carlos C. Aranha.” (A Magical Journey p. 15.)

Otoño 1957 – Castaneda escribe un ensayo acerca de Aldous Huxley, para su segundo año en la clase de Inglés en LACC, interesándose en temas ocultos después de leer Las puertas de la Percepción, escrita por Huxley, quien narra sus investigaciones en el uso de la mescalina. (A Magical Journey pp. 51-54.)

1958 – Castaneda trabaja en la Compañía de Juguetes Mattel localizada en la avenida Rosecrans y Hawthorne. (A Magical Journey p.69.) Castaneda se muda a una casa de huéspedes en la Avenida Adams. Es aquí donde comienza a escribir poesía y breves historias, con uno de sus poemas ganador del primer premio en un concurso convocado por el periódico escolar. El y Margaret asisten frecuentemente al cine. (A Magical Journey p. 71.)

Diciembre 1958 – Castaneda renta una pequeña casa en la Avenida Cherokee en Hollywood. El hace tarjetas de Navidad que representan al Padre Tiempo y un reloj de arena. (A Magical Journey p. 71.)

Principios de 1959 – Castaneda ocupa un cuarto en el segundo piso de los departamentos Marietta en la Calle Vermont, enfrente del campus de LACC. (A Magical Journey p. 72.)

Junio 19, 1959 – Castaneda se gradúa en LACC, obteniendo el título de Asociado en Artes en Psicología. (Ver foto de graduación.)

Septiembre 1959 – Castaneda se inscribe a la UCLA por vez primera (con créditos transferidos de la LACC). También trabaja en una planta procesadora de seda.

Acción de Gracias 1959 – Castaneda cocina para un pequeño grupo de amigos, que incluye a Allen Morrison, estudiante de LACC (el mejor amigo de Castaneda en ese entonces) y a Byron Deore. Aparentemente una discusión acerca de religiones incita a Margaret a sugerir lo siguiente: “…Si viniese a ti y te dijese que he encontrado la manera perfecta de vivir y te indicase exactamente como hacerlo, te sería sumamente difícil de aceptar. Pero si te dijese que tengo un maestro misterioso quien me ha revelado grandes misterios, entonces sería más interesante…y más fácil de aceptar.” (A Magical Journey pp. 58-59.)

Invierno 1959 – Castaneda consigue un trabajo como auditor nocturno en Haggerty, una tienda femenina en el boulevard Wilshire. (A Magical Journey pp. 73-74.)

Diciembre 1959 – Castaneda y Margaret leen El Hongo Sagrado. (según un artículo de Margaret en la revista Fate)

Enero 27, 1960 – Carlos Aranha Castaneda se casa con Margaret Evelyn Runyan en Tlaquiltenango, México. (Según Margaret, este precipitado matrimonio surge de los celos de Castaneda porque ella frecuenta a un hombre de negocios del Medio Oriente, quien dice a Castaneda que se casará con ella tan pronto resuelva su divorcio. Castaneda responde: ‘Será sobre mi cadáver. ¡Nadie la desposará si no soy yo!.” Después de una breve charla, el mismo día, Margaret y él abordan el Volkswagen negro de Carlos con rumbo a Tijuana.” (A Magical Journey pp. 80-81.) [Sin embargo, deben haber viajado mucho más allá de Tijuana, ya que Tlaquiltenango, la Ciudad que lista el certificado de matrimonio, está en el estado de Morelos, al sur de la Ciudad de México.]

Finales de Enero, 1960 – Castaneda toma una clase en los “Métodos de la Arquelogía de Campo”, impartida por el Profesor McCusick y Clement Meighan. [Gloria Garvin Sun, quien más tarde trabajaría como asistente editorial de Meighan, describe esta clase como una clase de chamanismo, y a Meighan como a un Chamán]. Margaret Runyan cuenta que Meighan ha prometido una “A” en su ensayo, a aquellos que hubiesen entrevistado a un Indio Real para el proyecto. (A Magical Journey p. 82.)

Verano de 1960 – Mary Joan Barker (“Joanie”), quien Castaneda más tarde describiría en las Sesiones Dominicales como “la primera aprendiz de don Juan” se relaciona con Castaneda. [Douglass Price-Williams, un profesor de la UCLA y amigo de Castaneda (y por algún tiempo en los principios de 1970, el consejero en las disertaciones de Florinda) recuerda que Joanie fue contratada como empleada de la biblioteca en el verano de 1960. Douglass cree que se conocieron en Julio o Agosto de 1960 (aproximadamente el tiempo en que Castaneda se separó de Margaret Runyan) Joanie no tardaría en referirse a Castaneda como su novio, y más tarde como su “prometido.”]

Se presume que en el principio de la relación, Joanie llevó a Castaneda a visitar la Reservación India de Morongo, cerca de su casa en Banning, California. Margaret menciona que durante este tiempo, “Carlos empezó a ausentarse por horas, y luego por días… En un principio pensé que había encontrado a otra mujer, cosa que él negó. Carlos dijo que hacía viajes al desierto para estudiar el uso de plantas medicinales por los Indios.” (A Magical Journey p. 81.) También Margaret menciona que, para el ensayo de Meighan, Castaneda “trabajó con un Cahuilla en una reservación cerca de Palm Springs, y luego viajó por el Río Colorado, donde trabajó con algunos Indios…Finalmente encontró a un hombre que le proporcionó mucha información acerca del toloache (Datura inoxia) misma que Carlos utilizó para un ensayo antes de graduarse…”

Meighan recuerda, en referencia a este ensayo de 1960: “Su informante sabía mucho de la datura, una droga usada por algunos grupos de California en sus ceremonias de iniciación, sin embargo yo y casi todos los demás antropólogos pensamos que ésta habría pasado de moda hacía 40 o 50 años. Esto quiere decir que Carlos encontró a un informante que aún tenía conocimientos y práctica en el uso de esta droga.” El ensayo contiene referencias acerca de las cuatro cabezas de la planta, sus diferentes usos, el significado de las raíces, el proceso de cocción y el ritual de preparación, información que Castaneda supuestamente obtiene de don Juan, en sus visitas entre el 23 de agosto y el 10 de septiembre de 1961, como se describe en Las Enseñanzas de don Juan. Al mismo tiempo, Meighan recomienda el ensayo (sólo uno de tres que incluían un informante Indio, presentados en la concurrida clase) y sugiere que ha contribuido en gran manera a la literatura académica. (A Magical Journey pp. 83-85 and 91.)

Julio 1960 – Castaneda se muda del apartamento que comparte con Margaret, llevando consigo su máquina de escribir, sus libros y sus materiales para esculpir de regreso a los Departamentos Marietta en la Avenida Madison. (A Magical Journey p. 93.)

Verano 1960 – Castaneda supuestamente conoce a don Juan en la estación de Greyhound de Nogales, Arizona (véase Las Enseñanzas de don Juan, Una Realidad Aparte y El Lado Activo del Infinito)

Septiembre 1960 – Castaneda y Margaret Runyan se separan [de acuerdo a una queja presentada por Margaret en su petición de divorcio de West Virginia.] (Sin embargo se seguirán frecuentando hasta que Margaret deja Los Angeles en 1966.)

Otoño 1960 – W.L. Davies introduce a Castaneda y Margaret a Adrián Gerritsen en una reunión. Poco tiempo después, Castaneda pide a Gerritsen que conciba un hijo para él. Gerritsen responde que “tendría que ser un acuerdo con Margaret.” Más tarde, los tres (Castaneda, Margaret y Gerritsen) se reúnen en el Restaurant Estrella de la India cerca de Vermont en Hollywood. Gerritsen accede al acuerdo. El y Margaret subsecuentemente “si tuvieron una aventura, la cual produjo los resultados deseados por Carlos”. Según Gerritsen “Carlos estaba contento y me lo hizo saber.”[Carta de Adrián Gerritsen a Margaret en Noviembre de 1998, anexada como prueba en el alegato del testamento de Castaneda iniciado por C.J. Castaneda][Este hecho contradice lo antes manifestado por Margaret, en su libro A Magical Journey, donde relata: “Al conocer a un apuesto rubio, hombre de negocios, llamado Adrián Gerritsen, presioné a Carlos con el divorcio. El se negó. Sin embargo, durante las semanas siguientes a nuestra separación yo seguí insistiendo, pero finalmente, despues de una árdua lucha, conseguí que Carlos aceptara.” (A Magical Journey p. 93 ). En su libro, Margaret relata que Castaneda la lleva a México para apresurar el divorcio. Sin embargo, años más tarde, Castaneda revelará que el divorcio fue una farsa “para apaciguarme mientras hacía su trabajo de campo.”(A Magical Journey p. 94.) Margaret se molesta sobremanera al enterarse qu aún está casada con Castaneda, ” y toma casi un año de visitas de Carlos a mi nuevo departamento en Doheny Drive, antes de sentirme diferente al respecto.” (idem p.95) Castaneda se apega grandemente a C.J. e insiste a Margaret que firme los documentos con el Departamento de Salud Pública, asegurando que Castaneda sea el Padre Legal, por lo que se elabora un nuevo certificado de nacimiento.]

Junio 1961 – Castaneda supuestamente comienza su “aprendizaje” con don Juan. El 23 de Junio de 1961, Castaneda pide a don Juan que “me enseñe acerca del peyote.” El 25 de Junio de 1961, don Juan encarga a Castaneda que encuentre un “lugar de poder” en el piso de su porché. (de Las Enseñanzas de don Juan)

Agosto 5-7, 1961 – Castaneda supuestamente participa en un mitote de peyote. (de Las Enseñanzas de don Juan.)

Agosto 12, 1961 – A las 10:33 A.M, nace Carlton Jeremy Castaneda en el Presbyterian Olmstead Memorial Hospital de Hollywood, en la Avenida Vermont 1322, hijo de Margaret Evelyn Runyan, de 39 años, con domicilio en 153 So. Doheny Dr., Los Angeles y de Carlos Aranha Castaneda, de 35 años, nacido en Perú, estudiante (Certificado del Estado #61-232000).

Agosto 17-23, 1961 – Castaneda sostiene encuentros adicionales con don Juan, quien lo empieza a instruir en el uso de la datura [un tema del que Castaneda ha escrito un ensayo aproximadamente un año antes](de Las Enseñanzas de don Juan.)

Junio ¿?, 1962 – Castaneda asiste a una boda con Mary Joan Barker (vease foto arriba).

Septiembre 7, 1962 – Castaneda recibe un Título en Antropología de la UCLA.

Septiembre 1962 – Castaneda se inscribe para un doctorado en la UCLA. 

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