¿Cuál es la situación de salud de la población indígena?-3009

41.- ¿Cuál es la situación de salud de la población indígena?
 
Los párrafos en negro se refieren a: ” Medicina ”

Como en otros ámbitos de la vida social y productiva (educación, empleo, vivienda, saneamiento básico, alimentación), en el de la salud la población indígena exhibe un rezago significativo que es, en última instancia, producto de las profundas desigualdades existentes en el seno de la sociedad mexicana. Por ejemplo, en el Informe sobre desarrollo humano. México 2002 se señala que “en el informe mundial [que elabora el PNUD] se presentan tres rangos de desarrollo humano: alto (IDH de 0.800 a 1), medio (IDH de 0.500 a 0.799) y bajo (IDH menor de 0.499). (…) Si se toma en cuenta que el IDH calculado para México con datos de 2000 es de 0.8014, se observa que mientras el Distrito Federal tiene un nivel de desarrollo 11.20% superior al índice nacional, el estado de Chiapas alcanza un IDH 12.26% inferior a dicho índice. Cuando se examinan los índices que componen el IDH[15], consistentemente surgen casos extremos como el Distrito Federal y el estado de Chiapas, aunque con diferencias notables para cada capacidad medida. Mientras que el Distrito Federal está 10.1% por encima de Chiapas en el indicador de esperanza de vida, esta diferencia aumenta a 23.5% en el índice de educación y a 52% en el indicador del PIB per cápita. (…) Las entidades con menor IDH son Guerrero, Oaxaca y Chiapas. La primera, presenta un índice igual al de República Dominicana, que ocupa la posición 94 mundial [México ocupa el lugar 54], mientras que Oaxaca presenta un indicador similar al de las islas africanas de Cabo Verde. El Estado de Chiapas tiene niveles de IDH similares a los de El Salvador y se colocaría en la posición 105 en el mundo.” (PNUD, 2003:5-6) Como es de todos sabido, Guerrero, Oaxaca y Chiapas son tres entidades federativas con altas concentraciones de población indígena. Estas desigualdades se expresan dramáticamente en el campo de la salud.

“Las condiciones de desigualdad social y económica dominan la trayectoria de la mayoría de los procesos de salud/enfermedad/atención no sólo en México sino en América Latina, y constituye una de las dimensiones a través de la cual se observa con mayor transparencia la continuidad del perfil epidemiológico y de atención a la salud. Las desigualdades e inequidades -como prefiere decir el SS [Sector Salud]- se expresan a través de toda una serie de variables entre las que destacan los niveles económico/ocupacionales, la pertenencia al medio rural o urbano, la condición de indígena/no indígena, la situación de marginalidad y/o pobreza, la pertenencia o no a la seguridad social, la adscripción o no a seguros de gastos médicos mayores y la situación de género. (…) En México las desigualdades regionales, sobre todo establecidas en términos de mayor ruralidad o urbanización, establecen que un niño nacido en Chiapas tiene 50% de posibilidades de cumplir un año comparado con un niño nacido en el DF o en Nuevo León. El riesgo de muerte materna es un 40% más alto en las zonas rurales que en las urbanas y la desnutrición es dos veces y media mayor en el medio rural. Y según la SSa (2001) en los últimos años las diferencias a favor del sector urbano se han acentuado, ya que mientras en 1992 el riesgo de muerte en menores de cinco años era un 20% mayor en las zonas rurales, en 1999 es del 55%. Entre 1992 y 1998 la mortalidad en adultos varones permaneció igual en el medio rural y disminuyó un 17% en las áreas urbanas, mientras que la mortalidad en mujeres se incrementó en un 5% en las áreas rurales y bajó un 12% en los medios urbanos. De tal manera que la esperanza de vida creció durante el lapso señalado en 2.7 años en las áreas urbanas y sólo 0.2 años en las rurales. Pero además sabemos que la población indígena, que en su mayoría reside en áreas rurales, tiene peores indicadores y condiciones de salud comparada con cualquier otro grupo. Es importante subrayar que los mayores subregistros en términos de mortalidad y morbilidad se dan en las áreas rurales y en la población indígena, por lo cual las diferencias negativas son aún mayores que las consignadas.”(MENÉNDEZ, 2004)

Pese a las deficiencias notables de información específica sobre salud en las regiones indígenas -el primer estudio de conjunto elaborado por la SSa y el INI es de 1993 y no se ha vuelto a publicar otra investigación de esas características- los datos disponibles permiten mostrar el cuadro general de rezago y vulnerabilidad de los pueblos indios. Como se afirmaba en 1990, la dinámica demográfica indígena sigue estando caracterizada por su alta fecundidad (3.2 hijos nacidos vivos por mujer indígena, y 1.7 de mujeres no indígenas), elevada mortalidad y fuerte migración.(SEPÚLVEDA, 1993:11. SECRETARÍA DE SALUD, 2001a:14) Las actuales pirámides de población (año 2000) muestran “fecundidad en descenso, pero aún relativamente elevada, y alta mortalidad: base más o menos ancha, pero con menor población en las generaciones más jóvenes (0-9 años) y cúspide angosta.”(FERNÁNDEZ HAM et al.2002:173) La brecha producida por la desigualdad se manifiesta aquí respecto a la esperanza de vida (74 años como media nacional, 69 años de los indígenas hacia el fin de los 90), ya que “esta diferencia en la vida media equivale a una mortalidad 30% superior en los indígenas, siendo más marcada en las mujeres (36%) que en los hombres (25%).”(SECRETARÍA DE SALUD,2001a:14) La mortalidad infantil de los hijos de hablantes de lenguas indígenas, pese a su reducción histórica, sigue siendo la más alta del país:

TASA DE MORTALIDAD INFANTIL, SEGÚN CONDICIÓN DE 

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  Habla lengua indígena No habla lengua indígena

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1990 60.9 por mil  36.9 por mil 
1995 48.3 por mil  29.0 por mil 
2000
38.5 por mil  24.9 por mil

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Fuente:CONAPO, La situación demográfica en México,1998 y Programa Nacional de Población, 2001-2006

A su vez, se observan diferencias significativas al interior mismo de los pueblos indígenas:

TASA DE MORTALIDAD INFANTIL* POR GRUPO ETNOLINGÜÍSTICO, 1995

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Grupo etnolinguistico Defunciones por mil Grupo etnolinguistico Defunciones por mil

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Maya 37.9  Tzoltzil 52.6 
Otomí
40.1 Otros
53.3
Zapoteco
40.4 Tzeltal
53.4
Mazahua
44.7 Huasteco
53.6
Choll
47.2 Mazateco
55.6
Náhuatl  48.3 Mixteco
56.2
Totonaca  57.0   
NACIONAL 24.9 (Entre 21.0 y 22.0, según las fuentes, para 2002)

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El modelo histórico y actual de distribución de los servicios de salud, concentrados fundamentalmente en el medio urbano, contribuye decisivamente a que los miles de comunidades que poseen menos de 1,000 y aun de 500 habitantes, estén en franca desventaja frente a los núcleos más poblados. Siendo la dispersión poblacional una de las características de numerosos asentamientos indígenas, no es casual que la disponibilidad de servicios básicos sea deficitaria, convirtiéndose en uno de los determinantes principales de la persistencia de enfermedades infecto-contagiosas, de la mortalidad general o de la mortalidad materna, ámbitos críticos en la vida de los pueblos indígenas, como se puede apreciar en los cuadros siguientes:

DISTRIBUCIÓNPORCENTUAL DE LOCALIDADES Y DE LA POBLACIÓN
EN LOCALIDADES RURALES INDÍGENAS*
SEGÚN ACCESO A SERVICIOS DE SALUD**, 2000 

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Localidades (17,859)
Tienen servicios de salud: 2,064 (11.6%)
Tienen acceso a servicios de salud: 6,227 (34.9%)
No tienen acceso a servicios de salud: 9,559 (53.6%)

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Población (4,403,986)
Tienen servicios de salud:(1,721,032): 39.1%

Tienen acceso a servicios de salud: 1,205,884 (27.4%)

Notienen acceso a servicios de salud: 1,477,070 (33.5%)

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Localidades con más de 40 por ciento de hablantes de lengua indígena.
* Unidades médicas de la SSA o del IMSS. Se tiene acceso cuando una unidad médica se encuentra dentro de un radio de 2.5 km. De la localidad.

Fuente:Estimaciones del CONAPO.

DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE LOS ÚLTIMOS HIJOS NACIDOS VIVOS DE ACUERDO AL AGENTE QUE ATENDIÓ A LA MADRE DURANTE EL PARTO, SEGÚN CONDICIÓN DE HABLA INDÍGENA, 1994-1999
Habla lengua indígena  No habla lengua indígena
Médico:25.4%
64.6% 
Enfermera:2.2%
2.8% 
Partera:57.2%
28.7% 
Otro: 2.0%
1.3% 
Familiar o amigo: 8.5%
1.4% 
Nadie: 4.7%
1.2% 

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Fuente:Encuesta de Salud Reproductiva en el Ámbito de IMSS-Solidaridad, 1999, en CONAPO, 2004.

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MORTALIDAD POR CAUSAS SELECCIONADAS*

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Causa Nacionalidad Indigena

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Diabetes mellitus
36  16 
Tumores
53  33
Enfermedades del corazón
69  46
Cirrosis  24  23
Neumonías
22  29 
Tuberculosis
4  9 
Materna
4 14 
Diarreas
11  34 

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*Tasa por 100,000 habitantes

Fuente: SSa, 2001a. SSA, 2001b.

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Mortalidad pre-escolar (1 a 5 años)

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Nacional: 12% Indígenas: 19%

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Mortalidad escolar (6 a 14 años)
Nacional: 1.8% Indígenas: 3.3%
Indígenas: 3.3%

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Fuente: SSa, 2001a. Ssa, 2001b.
363- [15] Esperanza de vida, educación e ingreso (PIB per cápita) [C. Z. y E. Z.M.]

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[15] Esperanza de vida, educación e ingreso (PIB per cápita) [C. Z. y E. Z. M.]

¿Qué es la medicina tradicional indígena?

42.- ¿Qué es la medicina tradicional indígena?
 
Los párrafos en negro se refieren a: ” Medicina ”

Se denomina “medicina tradicional indígena” al sistema de conceptos, creencias, prácticas y recursos materiales y simbólicos destinado a la atención de diversos padecimientos y procesos desequilibrantes, cuyo origen se remonta a las culturas prehispánicas, pero que, como toda institución social, ha variado en el curso de los siglos, influida por otras culturas médicas (española, africana, moderna), por los cambios en el perfil epidemiológico de las poblaciones y por factores no médicos de diversa índole (económicos, ecológicos, religiosos). Constituye un recurso fundamental para la atención a la salud de millones de mexicanos y es ejercida por terapeutas conocidos popularmente en español como curanderos, parteras, hueseros, hierberos, rezanderos, sobadores o graniceros, y en las lenguas indígenas como h’men (mayas), mara’akáme (huicholes), h’ilol (tzeltales, tzotziles), etcétera. En gran parte de las áreas rurales del México indígena, la medicina tradicional forma parte de un sistema real de salud junto a la medicina académica o científica y a la medicina doméstica o casera.

Ofrecemos aquí -como resultado de diversas investigaciones y de nuestros propios trabajos- una serie de rasgos que son comunes a las medicinas tradicionales indígenas de México y de otras regiones del continente americano:

1. Las medicinas tradicionales coexisten con los sistemas médicos occidentales en la mayoría de los países que poseen manifestaciones importantes de cultura médica tradicional o popular.

2. Los terapeutas tradicionales mantienen con respecto al sistema médico occidental (llamado también académico, científico o alopático) relaciones de conflicto y complementación.

3. Usualmente, las medicinas tradicionales no constituyen dominios autónomos, independientes de la religión y de los sistemas de creencias, de los grandes mitos populares o de formas ancestrales de la cosmovisión tradicional.

4. Su modelo terapéutico, generalmente no organicista o biologista, con frecuencia es un importante factor de control social y de modulación de las conductas del individuo y del grupo.

5. Se hallan estrechamente ligadas a otros componentes de la vida social y aparecen como una derivación directa de la cultura del grupo.

6. Asocian elementos pertenecientes al mundo material inanimado y al de los seres vivos, compartiendo categorías, características o cualidades (v.gr. el frío y el calor, la posibilidad de que síndromes de filiación cultural como el mal de ojo o los aires afecten por igual al hombre o a los animales, e incluso a plantas y objetos).

7. En ellas, el mundo humano es frecuentemente un microcosmos que refleja el universo natural, social y sobrenatural, siendo el medio físico y las relaciones humanas factores determinantes de la causalidad de numerosas enfermedades.

8. Muestran una ausencia casi total de cirugía y un rechazo a la disección y a la autopsia.

9. Los conceptos de balance y equilibrio constituyen nociones básicas que el terapeuta interpreta en sentido físico, psíquico, mítico, moral o religioso, a veces sin distinción de dominios (p. e. La higiene y la ética suelen estar estrechamente ligadas).

10. La mayoría de ellas reconocen centros o soplos anímicos, determinantes para la vida (p. e., el tonalli, el ihíyotl y el yollo en la tradición nahua del México central).

11. La socialización de la enfermedad se apoya con frecuencia en la triple experiencia del terapeuta, el enfermo y el grupo, por lo que las formas de eficacia simbólica encuentran un respaldo comunitario que excede los límites de la consulta médica.

12. Los conceptos relativos a la causalidad de las enfermedades son compartidas por el terapeuta, el enfermo y el grupo. A diferencia de lo que usualmente ocurre en el sistema médico occidental, en las medicinas tradicionales el marco ideológico-técnico es común a varios actores del proceso terapéutico, y base de numerosas curaciones.

13. En general, en la práctica médica aparecen cuatro dominios bien definidos que dan lugar a la existencia de terapeutas con tipos de prácticas específicas: parteras, curanderos, hueseros y hierberos, cuyas funciones suelen combinarse.

14. Posesión y desposesión constituyen grandes órdenes causales de un gran número de padecimientos. Factores naturales, personales y preternaturales o sobrenaturales viabilizan la posesión y la desposesión, y el diagnóstico puede variar -con respecto al agente causal- según el progreso de la enfermedad.

15. En la medida en que la mayor parte de los países que poseen una importante medicina tradicional han sido objeto de la explotación colonial, vastos sectores de sus taxonomías muestran indicios de sincretismos (lo que se revela en los nombres de las enfermedades, en la explicación de su etiología, en los tratamientos y las maniobras, en los remedios utilizados, etcétera) o de francas alteraciones de los modelos ancestrales.

16. Las asociaciones, gremios, organizaciones y, en general, toda forma de institucionalización de los terapeutas tradicionales constituyen fenómenos históricos recientes o, por el contrario, muy antiguos (preexistentes a los procesos de conquista y colonización). En general, no existen en los sistemas médicos tradicionales auténticas estructuras burocráticas encargadas de la planificación, la formación de recursos humanos, la investigación, el desarrollo tecnológico, el sistema de pagos, las relaciones con los servicios de salud institucionales, etcétera.

17. La formación de los terapeutas obedece a muy diversos patrones, generalmente: entrenamiento con otro terapeuta más experimentado y de mayor edad, herencia, habilidades personales excepcionales, defectos físicos o trastornos mentales característicos, signos reconocidos al momento del nacimiento o en el entorno del sujeto, asociaciones míticas con un doble, un animal-compañero, experiencias existenciales inusuales, etcétera.

18. Poseen un vasto conocimiento del medio físico (particularmente del mundo vegetal), que constituye la base de su materia médica.

19. El reconocimiento social del ejercicio de los terapeutas -generalmente personas adultas maduras, investidas de prestigio técnico y moral-, los convierte en agentes de reproducción ideológica y cultural, y de control social.

20. El mecanismo de transmisión oral de los conocimientos constituye la base esencial para la formación de los recursos humanos.

21. El cobro de honorarios suele ser simbólico o adecuado a la condición socio-económica del paciente, compartiendo con el terapeuta necesidades materiales y principios ideológicos.

22. La coexistencia de la medicina tradicional no sólo se establece con el sistema médico institucional o académico; existe una estrecha relación con las formas domésticas o caseras de la terapéutica médica, siendo éste el ámbito desde donde derivan hacia la práctica pública numerosos terapeutas.

23. La mayoría de las medicinas indígenas establece una distinción entre “enfermedades del médico” y “enfermedades del curandero” (o “del brujo”, “de la gente”, “tradicionales”, etcétera).

24. Poseen una escasa tecnología cuyo uso ancestral indica variaciones mínimas o insignificantes a lo largo del tiempo (un buen ejemplo de esto lo constituye el empleo del baño de vapor o temazcal -cuyo empleo aparece ya documentado para el mundo prehispánico-, característico en el tratamiento de diversas enfermedades y en el proceso del embarazo, el parto y el puerperio). (ZOLLA,1987:72-74).

¿Cuáles son los recursos de la medicina tradicional indígena?

43.- ¿Cuáles son los recursos de la medicina tradicional indígena?
 
Los párrafos en negro se refieren a: ” Medicina ”

Los recursos de la medicina tradicional indígena constituyen un vasto conjunto de elementos materiales y simbólicos adaptados a las características teóricas y prácticas de este saber médico. A diferencia de la medicina alópata, académica o científica, cuyos terapeutas se concentran esencialmente en el combate a un amplio número de padecimientos articulados en el eje salud/enfermedad, los médicos tradicionales indígenas amplían su campo de atención para concurrir a satisfacer una demanda estructurada en el binomio equilibrio/desequilibrio, y para ello emplean recursos materiales (plantas, animales, minerales, hidroterapia, etcétera) y simbólicos (ligados a rituales y a procedimientos de eficacia simbólica), además de sistemas de diagnóstico, clasificación y tratamientos de causas enfermantes y desequilibrantes asociadas a su particular cosmovisión. Por supuesto, el recurso principal siguen siendo los numerosos terapeutas tradicionales distribuidos por todo el país que asisten a varios millones de seres humanos, haciendo de la medicina indígena uno de los más importantes bienes culturales con que cuentan las comunidades.

Al estudiarla, es posible distinguir cuatro grandes campos en los que se ordenan los conceptos, creencias, prácticas y recursos:

a)El recurso humano, formado por miles de terapeutas conocidos popularmente como curanderos, hueseros, parteras, hierberos, sobadores, ensalmadores, graniceros, rezadores o rezanderos, viboreros o culebreros, y que en las lenguas indígenas reciben denominaciones específicas el h’ilol (de tzeltales y tzotziles), el h’men (de los mayas), el mara’akáme (de los huicholes), etcétera, nombres que pueden designar al “generalista” o al “especialista” local. Aunque no existen registros exhaustivos que nos den cifras precisas sobre el número de terapeutas tradicionales indígenas, y aunque las existentes se encuentren desactualizadas, disponemos de cierta información indicativa de su importancia: 1) En una encuesta realizada en 1984 en 3,025 comunidades en donde se ubicaban unidades médicas del Programa IMSS-COPLAMAR (actualmente IMSS-Oportunidades), se registraron 13,034 terapeutas tradicionales (es decir,había un médico por cada cuatro terapeutas tradicionales); 2) El propio IMSS y la Secretaría de Salud registraron en 1994 más de 23,000 parteras rurales;3) La CDI (ex INI) y el propio IMSS-Oportunidades mantienen contacto con alrededor de 200 organizaciones de médicos indígenas.

b)Los procedimientos y métodos diagnósticos y terapéuticos,donde se ponen en juego numerosos mecanismos que -en una medicina con escasísima tecnología- requieren de la observación refinada o de la aplicación de otros métodos (adivinatorios, por ejemplo) para detectar los fenómenos desequilibrantes, así como para efectuar los tratamientos recurriendo a un conjunto de maniobras (sobadas, masajes, manteadas, limpias; tallar, fajar, chupar la mollera, levantar la sombra, paladear, etcétera).

c)Las causas de demanda de atención, es decir, el conjunto sistematizado de factores que son responsables de las enfermedades propiamente dichas (gastrointestinales, respiratorias, músculo-esqueléticas, gineco-obstétricas, etcétera), pero también de síndromes de filiación cultural (es decir, fenómenos desequilibrantes que son reconocidos, interpretados y tratados conforme a las claves culturales del grupo) como el susto, el mal de ojo, los aires, el mal puesto, etcétera. Es preciso subrayar que muchas veces el terapeuta indígena es requerido para actuar en ciertos campos de la vida social que no se vinculan directamente con la enfermedad: “limpiar” una casa nueva que se va a habitar, conducir un ritual propiciatorio en la milpa para propiciar las buenas cosechas, participar en complicados rituales que se asocian a los elementos de la cosmovisión, interpretar fenómenos meteorológicos y astronómicos, participar en el sistema de cargos político-religioso, entre otros. Diversas investigaciones han mostrado que existen un número de causas bien definidas que se repiten a lo largo y ancho del país:

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LAS DIEZ PRINCIPALES CAUSAS DE DEMANDA DE ATENCIÓN
DE LA MEDICINA TRADICIONAL

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Causa de demanda de atención  %

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1. Mal de ojo  55.03
2.Empacho  49.26
3. Susto-Espanto 33.81
4. Caída de mollera
30.75
5.Disentería
22.57 
6. Aires
20.95
7.Diarrea
18.72
8. Torceduras (músculo-esqueléticas)  18.41
9. Daño (brujería)  14.04
10. Anginas  9.98

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Fuente: Programa de Interrelación de la Medicina Tradicional con la Medicina Institucional. Datos nacionales (1984). (ZOLLA et al.: 1988:12). Los porcentajes se obtuvieron conforme al número de menciones de cada causa en la encuesta.

d)Los recursos terapéuticos materiales y simbólicos. En la materia médica tradicional, al lado de los animales, los minerales y la hidroterapia, destaca el vastísimo campo de la herbolaria medicinal[16], una de las más ricas del mundo en variedad de especies botánicas medicinales, tanto de especies nativas como exóticas o introducidas. Junto a ellos, la medicina tradicional apela a recursos simbólicos de muy diversa naturaleza: limpias, mandas, rezos, ensalmos, etcétera.

En las áreas rurales del México indígena, la medicina tradicional indígena forma junto a las medicinas doméstica o casera, y a la medicina académica o alopática, lo que en otros escritos hemos denominado el “sistema real de salud”. (ZOLLA, 2000).

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[16] El lector interesado en la herbolaria medicinal de México puede consultar, entre otros materiales, los tres volúmenes dedicados al tema que forman parte de la Biblioteca de la medicina tradicional mexicana, publicada por el INI en 1994. Véase: ARGUETA VILLAMAR, Arturo (Coord. Gral.), Atlas de las plantas de la medicina tradicional mexicana, México, INI, 1994. La obra contiene mil monografías y una gran cantidad de referencias bibliográficas.

¿Qué importancia tuvo el Primer Congreso Indígena “Fray Bartolomé”?

45.- ¿Qué importancia tuvo el Primer Congreso Indígena “Fray Bartolomé de las Casas”?
 
Los párrafos en negro se refieren a: ” Medicina ”

Uno de los acontecimientos más significativos de la historia del movimiento indígena del siglo XX fue la realización en 1974 del Primer Congreso Indígena de San Cristóbal de las Casas. Si bien en el Congreso no estuvieron presentes todos los grupos indígenas del estado de Chiapas (aunque reunió a los más numerosos) y su discusión giró en torno a problemas locales y regionales, es considerado un antecedente importante de las luchas indígenas que se desarrollarían durante las últimas tres décadas del siglo pasado. El Congreso también reveló a los ojos de muchos observadores no indígenas la complejidad de las relaciones entre el Estado mexicano y los pueblos indios. Mostró la fuerte presencia de un sector de la Iglesia entre los indígenas y sentó las bases para el desarrollo de muchas organizaciones que después jugarían un importante papel en la vida de Chiapas y del país.

El Congreso se llevó a cabo para conmemorar el 500 aniversario del natalicio de Fray Bartolomé de las Casas; en un principio fue impulsado y financiado por el gobierno del Estado de Chiapas y la diócesis de San Cristóbal de las Casas cuyo obispo, Samuel Ruiz, venía impulsando desde los años sesenta una teología y un modelo de evangelización que buscaba la formación de una Iglesia indígena en la región a su cargo.

El Congreso pretendía crear un espacio para discutir los problemas que aquejaban a los grupos tzeltal, tzotzil, tojolabal y chol. La diócesis de San Cristóbal había trabajado en la organización desde el año anterior llevando a cabo discusiones y reuniones con los pobladores de Los Altos y de la Selva Lacandona, capacitando a jóvenes que hablaban las distintas lenguas como traductores y acordando con las comunidades los temas que se tratarían en las sesiones.

Entre el 12 y el 15 de octubre se reunieron un total de 1,230 delegados -587 tzeltales, 330 tzotziles, 152 tojolabales y 161 choles que representaban a 327 comunidades que en total sumaban algo más de 250,000 indígenas-, además de observadores entre los que había antropólogos, funcionarios indigenistas, miembros de la Iglesia Católica, estudiantes y medios de comunicación.

Los representantes presentaron ponencias sobre cuatro temas: tierra, comercio, educación y salud. Los temas políticos habían sido excluidos por el gobierno del estado pero su aparición fue inevitable dadas las discusiones que se suscitaron y el clima de creciente tensión que se vivía en Chiapas en esos años. En 1972, el gobierno de Luis Echeverría expidió un decreto que otorgaba a los lacandones más de 600,000 hectáreas de tierra y que implicaba el desalojo de los colonos tzeltales y choles que se habían establecido en la Lacandona desde finales de los años cuarenta. Por otra parte, los enfrentamientos entre indígenas y los finqueros mestizos se incrementaban y una gran represión en contra de las organizaciones indígenas, apoyada por sectores de los gobiernos estatal y federal, se desató trayendo como consecuencia desalojos y asesinatos (Antonio García de León señala que al menos una docena de dirigentes que participaron en el Congreso fueron asesinados entre 1977 y 1988). (GARCÍA DE LEÓN, 1995).

El gobierno estatal pronto se vio desbordado y ante la imposibilidad de controlar el Congreso terminó por abandonarlo cuando los delegados de San Juan Chamula denunciaron un fraude electoral en su municipio perpetrado por el PRI en contra del PAN. Ya sin la presencia ni el apoyo del gobierno, las reuniones se convirtieron en un foro de denuncia y crítica de la acción estatal. Las ponencias sobre la tierra denunciaron los constantes despojos de finqueros y latifundistas, la burocratización de los órganos encargados del reparto agrario y de la certificación de propiedades, así como la falta de apoyos económicos para los ejidos. En materia de comercio los indígenas plantearon la necesidad de tener circuitos comerciales propios que eliminaran a los intermediarios y aliviaran la situación de inequidad prevaleciente en las regiones indias. En cuanto a la salud, los ponentes demandaron un sistema de salud que respetara sus costumbres e incentivara el uso de la medicina tradicional, el establecimiento de clínicas en los pueblos más grandes y promotores de salud para las comunidades más pequeñas, y personal sanitario que hablara la lengua de las comunidades. En cuanto a la educación las demandas giraron en torno a tener un buen sistema de educación bilingüe, el rechazo de maestros que no supieran hablar la lengua local, la exigencia de una educación con contenidos afines a la cultura de cada grupo indígena, la necesidad de comités comunitarios que supervisaran la enseñanza y el establecimiento de un periódico en las lenguas de los grupos asistentes al Congreso (como resultado de éstas resoluciones se publicó un periódico en cinco lenguas llamado “La voz del pueblo” que despareció en 1975).

El Congreso de 1974 sentó las bases para el surgimiento de un gran número de organizaciones -entre las que destacan la unión de ejidos Kiptik ta Lecuptesel que más tarde se convertiría en la Asociación Rural de Interés Colectivo Unión de Uniones- de las que saldrían importantes dirigentes, algunos de los cuales integrarían años más tarde el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

El impulso que el Congreso dio a los indígenas para organizarse y el ambiente que dominó las sesiones, se ve reflejado en las palabras de Sebastián Gómez, delegado de Chamula: “Si nosotros exigimos derecho, o queremos pedir nuestra tierra, no podemos; […] ahora nos imponen a las autoridades y hasta con federales: como en Chamula, donde hemos padecido cárcel y muerte por defender nuestro derecho, mientras las autoridades mandan miedo. Por eso mismo es que hay atropellos de los finqueros, como en San Francisco, Altamirano, en donde fueron quemadas sus casas por los mismos soldados sólo por pedir tierras… ¿Entonces dónde está la libertad que dejó Fray Bartolomé? Hemos venido sufriendo la injusticia durante 500 años y seguimos igual -o siguen las injusticia sobre nosotros-, o siempre nos quieren manejar como criaturas, porque somos indígenas y piensan que no tenemos derecho y que no sabemos pensar […] Bueno compañeros, ahora Fray Bartolomé ya no vive, sólo en su nombre hacemos este Congreso, él ya murió y ya no esperamos otro. ¿Quién nos va a defender sobre las injusticias y para que tengamos libertad?… los ladinos yo creo que no nos van a defender, el gobierno tal vez si, tal vez no, entonces… ¿quién nos va a defender? Yo pienso que nuestra única defensa es organizándonos todos para que podamos tener libertad trabajar mejor. Nosotros tenemos que ser todos el nuevo Bartolomé: lo vamos a lograr cuando seamos capaces de defender la organización, porque la unión hace la fuerza

¿Qué estados de la República Mexicana cuentan con legislación específica ?-3005

56.- ¿Qué estados de la República Mexicana cuentan con legislación específica sobre los pueblos indígenas?
 
Los párrafos en negro se refieren a: ” Medicina ”

REFORMAS CONSTITUCIONALES EN MATERIA DE DERECHOS INDÍGENAS[23]

A raíz de la adición al artículo 4° constitucional, en 1992, varios estados introdujeron reformas en sus constituciones locales para adecuarlas al nuevo texto federal, o bien sancionaron leyes específicas relativas a los pueblos indígenas. Posteriormente, con la reforma al artículo 2° de la Constitución Federal en materia de derechos y cultura indígenas, del 14 de agosto del 2001, diversas entidades federativas han impulsado reformas a sus constituciones para adecuarlas a lo establecido en el precepto señalado. Este proceso no ha sido homogéneo, presentándose: a) textos constitucionales estatales que respondieron a la adición del artículo 4°, de 1992, pero que no han modificado su legislación para adecuarla a lo dispuesto a partir de 2001; b) textos constitucionales estatales que sí recogen las reformas de este último año; c) sanción de leyes específicas.

Los estados que sancionaron algún tipo de reconocimiento de los derechos indígenas y que sus leyes no han sido modificadas aún para adecuarlas a la reforma de 2001, son:

GUERRERO (reforma publicada en el P.O. 27 marzo de 1987)

En el artículo 10 se reconoce la incorporación de los pueblos indígenas al desarrollo económico y social, y el derecho a la preservación y fomento de sus manifestaciones culturales; la responsabilidad de asegurar el cumplimiento de lo legislado está a cargo de los poderes del Estado y del Ayuntamiento.

OAXACA (reforma publicada en el P.O. 29 octubre 1990)

En su artículo 16, el Estado de Oaxaca reconoce su composición étnica plural sustentada en la presencia de los pueblos y comunidades que lo integran. El derecho a la libre determinación de los pueblos y comunidades indígenas se expresa como autonomía, en tanto partes integrantes del Estado de Oaxaca, en el marco del orden jurídico vigente; por tanto dichos pueblos y comunidades tienen personalidad jurídica de derecho público y gozan de derechos sociales. El texto de la ley menciona específicamente a los pueblos indígenas del Estado de Oaxaca: Amuzgos, Cuicatecos, Chatinos, Chinantecos, Chocholtecos, Chontales, Huaves, Ixcatecos, Mazatecos, Mixes, Mixtecos, Nahuas, Triquis, Zapotecos y Zoques. El Estado reconoce a los pueblos y comunidades indígenas, sus formas de organización social, política y de gobierno, sus sistemas normativos internos, la jurisdicción que tendrán en sus territorios, su participación en el quehacer educativo y en los planes y programas de desarrollo, sus formas de expresión religiosa y artística, la protección de las mismas y de su acervo cultural y en general para todos los elementos que configuran su identidad. Además, el artículo 12 reconoce al tequio como expresión de solidaridad, según los usos de cada pueblo y comunidad indígenas. Los tequios encaminados a la realización de obras de servicio social común, derivados de los acuerdos de las asambleas, de las autoridades municipales y de las comunitarias de cada pueblo y comunidad indígenas, podrán ser considerados por la ley como pago de contribuciones municipales. Contiene también modificaciones a los artículos 20 (organización y expansión de la actividad económica, y planeación), 25 (elecciones), 80 (obligación del Gobernador para impulsar y fortalecer las tradiciones comunitarias), 90 bis (funciones de la Junta de Conciliación Agraria), 94 (asociación de los municipios), 138 bis (jurisdicción indígena), 150 (educación) y 151 (turismo y patrimonio culturalu).

QUERÉTARO (reforma publicada en el P.O. noviembre de 1990)

5. Reconoce en el artículo 11 el carácter plural de la sociedad queretana, y la obligación de las autoridades a fortalecerla, alentando la participación democrática de individuos, organizaciones y partidos políticos en el Estado. El artículo 12 señala que las leyes propiciarán el desarrollo económico, político y social de los grupos étnicos de la entidad, sobre la base del respeto a sus lenguas, tradiciones, costumbres, creencias y valores que los caracteriza. El artículo 41 hace referencia a la facultad de legislar sobre patrimonio artístico y cultural, y el fortalecimiento de la lengua, costumbres y tradiciones de las diferentes regiones y grupos étnicos del Estado.

HIDALGO (reforma publicada en el P.O octubre 1991)

El artículo 5 reconoce al Estado con una composición pluricultural y los derechos a preservar la forma de vida y el bienestar y desarrollo de los grupos sociales de culturas autóctonas, dentro de sus propios patrones de conducta, en cuanto no contraríen normas de orden público; la ley protegerá y promoverá el desarrollo de las lenguas, usos, costumbres, recursos y formas especificas de organización social de las diversas comunidades que lo integran y garantizará a sus componentes el efectivo acceso a la jurisdicción del estado. Los Poderes del Estado tomarán en cuenta las prácticas y las costumbres jurídicas de las comunidades indígenas en los términos que las propias leyes establezcan.

SONORA (reforma publicada en el P.O. 10 diciembre 1992)

En su artículo 1°, párrafo segundo, el Estado reconoce el carácter pluricultural de su población, en particular la asentada en los grupos originarios, por lo que proveerá lo necesario para asegurar el respeto a sus lenguas, culturas, usos, costumbres, recursos, formas específicas de organización social y garantizará el efectivo acceso a la jurisdicción estatal, procurando consolidar los rasgos de la nacionalidad mexicana.

JALISCO (reforma publicada en el P.O 13 julio de 1994)

El artículo 15, respecto a los órganos de poder público del Estado, prevé las condiciones para el ejercicio pleno de la libertad de los individuos y grupos que integran la sociedad, propiciando su participación en la vida social, económica, política y cultural de la entidad. Por tal motivo, en la fracción III del mismo artículo, se establece que las leyes propiciarán el desarrollo social, económico, político y cultural de las comunidades a que se refiere el párrafo primero del artículo 4o de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos [actualmente derogado], teniendo como base el respeto a sus tradiciones, costumbres, usos, lenguas, recursos y entorno ambiental, valores y formas específicas de organización social, ello con la finalidad de atender a la composición pluricultural de la Nación Mexicana sustentada en sus pueblos indígenas.

CHIHUAHUA (reforma publicada en el P.O. el 1 de octubre octubre 1994)

El artículo 8° garantiza a los indígenas que en todo juicio civil o penal se tomarán en cuenta sus usos, costumbres y prácticas jurídicas. Tratándose las dos partes de indígenas, se respetarán los métodos e instituciones que tengan estos para resolver sus conflictos. Respecto a las tierras de los indígenas, el artículo 9 las establece como inalienables e imprescriptibles.

En el artículo 10 se establece a los pueblos indígenas como sujetos prioritarios dentro de los planes educativos y de salud del gobierno.

En el artículo 64, fracción XXXVII, se les garantiza el derecho a ser consultados ante cualquier medida legislativa que dicte el Congreso Estatal.

ESTADO DE MÉXICO (reforma publicada en el P.O. 24 febrero de 1995)

El artículo 17 reconoce el carácter pluricultural y pluriétnico del Estado de México sustentado en sus pueblos indígenas, por lo que la ley protegerá y promoverá el desarrollo de sus culturas, lenguas, usos, costumbres, recursos y formas específicas de organización social, garantizando a sus integrantes el efectivo acceso a la jurisdicción del Estado.

CAMPECHE (reforma publicada en el P.O. julio de 1996)

En el artículo 7o se reconoce que el país tiene una composición pluricultural, sustentada en la diversidad de pueblos indígenas que se encuentran asentados y conviven en su territorio, del cual forma parte el propio Estado. Dicho reconocimiento es acorde a lo establecido en el artículo 4o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, hoy derogado. Los pueblos indígenas que habitan la entidad tienen derecho, dentro de un marco jurídico específico, a desarrollar y fortalecer el control y disfrute de sus recursos naturales, el uso de su lengua propia, sus formas e instituciones de gobierno, sus sistemas normativos y de resolución de conflictos, sus formas particulares de organización social y política, así como sus diversas manifestaciones culturales. Además, son objeto de protección, con la participación activa de las comunidades, los recursos naturales, los lugares sagrados y patrimonio cultural de los pueblos indígenas. Se garantiza el derecho a la participación en diversos ámbitos y niveles gubernamentales y se sanciona la discriminación hacia los pueblos indígenas y sus integrantes; se debe garantizar también el acceso a la jurisdicción del Estado tomando en cuenta en los procesos las prácticas y cosmovisión indígenasdígenas.

QUINTANA ROO (reforma publicada en el P.O. 30 de abril de 1997)

En su artículo 13, párrafos cuarto y quinto, reconoce que los miembros de las etnias que habitan en las comunidades indígenas podrán resolver sus controversias de carácter jurídico de acuerdo a sus usos, costumbres y tradiciones, para lo cual la ley instituirá un sistema de justicia indígena para las comunidades de la zona maya del Estado, a cargo de jueces tradicionales y, en su caso, de Magistrados de Asuntos Indígenas que funcionen en Sala, en Tribunales Unitarios o en las instituciones que, de acuerdo con las comunidades indígenas, determine el Tribunal Superior de Justicia.

La ley también protege, regula y valida el desarrollo y ejercicio de las lenguas, cultura, usos, costumbres, actos, recursos y formas específicas de organización social, garantizando a sus integrantes el efectivo acceso a la jurisdicción del Estado. El Sistema de Justicia Indígena se regirá en los términos establecidos por la Constitución y la ley reglamentaria respectiva (reforma. P. O. 9 Julio 1998).

MICHOACÁN (reforma publicada en el P.O. 16 de marzo de 1998)

En su artículo 3, párrafo segundo, establece que la ley protegerá y promoverá dentro de la estructura jurídica estatal el desarrollo de las culturas, recursos y formas específicas de organización social de las etnias asentadas en el territorio de la Entidad, garantizando el efectivo acceso a la jurisdicción del Estado. Así, en los juicios y procedimientos en que alguno de los miembros de las etnias sea parte, se tomarán en cuenta sus prácticas y costumbres jurídicas sin romper el principio de igualdad.

CHIAPAS (reforma publicada en el P.O. 17 de junio de 1999),
Reconoce en su artículo 13 el carácter pluricultural del estado sustentado en los pueblos indígenas tzeltal, tzotzil, chol, zoque, tojolabal, mame, kakchiquel, lacandón y mochó, así como en cualquier grupo indígena que se encuentre dentro de su territorio. Se protege el desarrollo de la cultura, lenguas, usos, costumbres, tradiciones y formas de organización social, política y económica de las comunidades indígenas, el acceso pleno a la justicia del estado, a los servicios de salud y a la educación bilingüe, y el reconocimiento a sus usos y costumbres dentro de cualquier juicio o proceso. Reconoce el derecho al uso y disfrute de los recursos naturales, de acuerdo a lo establecido en la Constitución de la República y en las leyes reglamentarias correspondientes, así como la participación de los pueblos y comunidades indígenas en la creación de planes y programas gubernamentales. Establece la penalización de discriminación étnica o racial, la que será sancionada de acuerdo a las normatividad penal vigente en el estado.

En el artículo 32 se obliga a la Comisión Estatal de Derechos Humanos a velar por el fortalecimiento y legalidad de las culturas y tradiciones indígenas.

VERACRUZ (reforma publicada en el P.O. 3 febrero 2000)

El artículo 5 reconoce el carácter multiétnico y la composición pluricultural del estado, sustentada en los pueblos indígenas. Reconoce el derecho a la libre autodeterminación dentro del marco constitucional, ejercido a través de la autonomía. La ley garantiza la protección de lenguas, valores culturales, usos, costumbres, recursos y formas de organización social, permitiendo el acceso a la jurisdicción del estado.

El acceso a la tierra y recursos naturales será de forma colectiva de acuerdo a las modalidades establecidas en la ley.

Se garantiza una educación bilingüe, laica, pluricultural y obligatoria (mencionada también en el artículo 10) que promueva el conocimiento y respeto de las culturas del estado.

DURANGO (reforma publicada en el P.O. 26 noviembre 2000)

En el artículo 2° se establece la obligación de que las leyes reconozcan la diversidad cultural del estado, así como promover el desarrollo de las etnias duranguenses, sus lenguas, valores culturales, usos, costumbres, recursos y formas de organización social. En el párrafo segundo se reconoce el derecho al uso y disfrute colectivo de los recursos naturales por las comunidades indígenas. El artículo 4° señala la obligatoriedad del estado de impartir una educación bilingüe, respetando las costumbres y tradiciones de las etnias del estado.

TLAXCALA(reforma publicada en el P.O. el 3 de abril de 2001)

La constitución de Tlaxcala no contiene elementos referentes a derechos indígenas, salvo el artículo 3, fracción IV, que garantiza un trato igualitario sin distinción de personas por razón de raza, sexo, edad, religión, ideología, filiación, preferencia sexual, pertenencia a minorías o lugar de nacimiento.

SINALOA (reforma publicada en el P.O. el 9 de mayo de 2001)

En el artículo 13, párrafo 6, se establece que el Estado de Sinaloa posee una composición pluricultural y reconoce el derecho a preservar la forma de vida de sus pueblos indígenas, y elevar el bienestar social de sus integrantes. La ley protegerá y promoverá el desarrollo de sus lenguas, culturas, religión, la educación bilingüe, usos, costumbres, tradiciones, prácticas democráticas, patrimonio étnico y artesanal, medio ambiente, recursos, medicina tradicional y formas específicas de organización social, y garantizará a sus integrantes el efectivo acceso a la jurisdicción del Estado.

CONSTITUCIONES QUE RECONOCEN DERECHOS INDÍGENAS A PARTIR DE AGOSTO DE 2001

COAHUILA (reforma publicada en el P.O. el 13 de octubre de 2001),

En el artículo 7° la constitución estatal, pese a no reconocer el carácter pluricultural del estado ni a sus pueblos indígenas, prohíbe cualquier discriminación motivada por razones de origen étnico o nacional, de género, edad, capacidades diferentes, condición social, condiciones de salud, religión, opiniones, preferencias, estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de estas personas. Así, la ley deberá proteger a las personas que sean vulnerables en sus derechos por causas de discriminación; esto permite exigir los derechos de libertad, igualdad, seguridad jurídica y justicia social para los pueblos indígenas en dicha entidad.

SAN LUIS POTOSÍ (reformada el 11 de junio de 2003)

En su artículo 9° reconoce su composición pluricultural, así como el derecho a preservar la forma de vida de sus pueblos indígenas. Asimismo, la ley promoverá el respeto y desarrollo de sus lenguas, culturas, usos, costumbres, recursos, medicina tradicional y modos específicos de organización comunitaria.

La ley garantizará a los indígenas el efectivo acceso a la jurisdicción del Estado. En los juicios se deberán tomar en cuenta sus prácticas y costumbres jurídicas. Las personas indígenas tendrán derecho a contar durante todo el procedimiento con el auxilio de un traductor.

El Estado promoverá también la integración de Consejos Indígenas para cada etnia, como coadyuvantes y auxiliares de la acción del Estado, de acuerdo a las formas específicas de organización que determine cada una de ellas. La educación que se imparta en las comunidades indígenas deberá darse en la lengua de la etnia de que se trate y en el idioma español.

El artículo 18 garantiza el derecho a un defensor que conozca el idioma y cultura de su defendido.

MORELOS (reforma publicada en el P.O. 11 DE AGOSTO DE 2003)

En el artículo 19 se sanciona cualquier tipo de discriminación o menoscabo producido con relación al género masculino y femenino, a la edad, religión, etnia, condición social, discapacidad, y cualquiera otra que vulnere o dañe la dignidad, la condición y los derechos humanos reconocidos por la Constitución Estatal, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y los tratados, acuerdos e instrumentos internacionales a los que el país se haya adherido.

TABASCO (reformas aprobadas en el Congreso Estatal el 15 de octubre de 2003; aún no se han publicado en el P.O.)

Se reformó el artículo 4, que a la letra dice: “El Estado de Tabasco, tiene una composición pluricultural y reconoce el derecho a preservar la forma de vida de sus pueblos y comunidades indígenas. La ley secundaria promoverá el respeto y desarrollo de sus lenguas, culturas, usos, costumbres, recursos, medicina tradicional y modos específicos de organización comunitaria.”

La ley reglamentaria y las demás que expida el congreso del Estado, relacionadas con los derechos y la protección de los grupos indígenas, garantizarán el efectivo acceso a la jurisdicción del mismo; establece que en los juicios y procedimientos en que aquellos sean parte, se tomen en cuenta sus prácticas y costumbres jurídicas, así como que las personas indígenas que no hablen español, tengan derecho a contar durante todo el procedimiento con el auxilio de un traductor. De igual manera, que en la educación que se imparta en las comunidades indígenas se contemplen las lenguas de la etnia de que se trate, y el idioma español. Dichas leyes deberán ser traducidas, impresas y publicadas en las diversas lenguas de los grupos étnicos que habitan en el Estado.

“El estado promoverá la integración de los Consejos Indígenas para cada etnia, como coadyuvante y auxiliares de la acción del Estado de acuerdo a las formas especificas de organización que la ley determine para cada una de ellas.”

El artículo 64 garantiza su representación dentro de los municipios donde existan pueblos o comunidades indígenas.

El artículo 65 establece la obligación de que los indígenas sean consultados por las autoridades en la elaboración de los planes municipales, de acuerdo al artículo 2°, fracción IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

(Información proporcionada por el área de Procuración de Justicia de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, 2004).

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[23] Es preciso recordar que la adición al artículo 4° constitucional nunca dio lugar a una ley reglamentaria .

¿Qué estipula el Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas?

89.- ¿Qué estipula el Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas?
 
Los párrafos en negro se refieren a: ” Medicina ”

En diciembre de 1990 la Asamblea General proclamó el Año Internacional de las Poblaciones Indígenas del mundo (Resolución 45/164). El Año, cuyo tema es “Poblaciones indígenas: una nueva alianza”, ayudó a centrar la atención mundial en los problemas con que se enfrentan las comunidades indígenas. Posteriormente, por recomendación de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos (Viena, 1993), la Asamblea General proclamó el 21 de diciembre de 1993 el Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo, que comenzaría el l° de diciembre de 1994 (Resolución 48/163).

Al aprobar en 1995 el Programa de Actividades del Decenio (Resolución 50/157), la Asamblea recordó que la meta del Decenio era el fortalecimiento de la cooperación internacional para la solución de los problemas con que se enfrentan las poblaciones indígenas en cuestiones tales como los derechos humanos, el medio ambiente, el desarrollo, la educación y la salud. Se alentó a los gobiernos a que estableciesen comités u otros mecanismos en que participaran las poblaciones indígenas a fin de que los objetivos y actividades del Decenio se planificaran y ejecutaran sobre la base de una plena asociación con esas poblaciones. Se invitó a los gobiernos y a las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales a que destinasen recursos a actividades que tuvieran por objeto alcanzar los objetivos del Decenio en colaboración con las poblaciones indígenas.

El tema del Decenio es “Las poblaciones indígenas: la colaboración en acción”. El Coordinador del Decenio es el Subsecretario General de Derechos Humanos, cuya oficina se encuentra en Ginebra.

Los pueblos indígenas han criticado los escasos logros del Decenio, en donde ha habido avances, importantes pero desiguales y, en ciertas temáticas (como la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas, que aún mantiene su carácter de Proyecto), un franco estancamiento. Al respecto, el Centro de Información de Naciones Unidas (CINU), consigna el 10 de mayo de 2004:

Al acercarse a su fin el Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo (1995-2004), la comunidad indígena ha expresado un firme apoyo al establecimiento de un segundo decenio, que pidió el Foro Permanente en su anterior período de sesiones. La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptará una decisión al respecto, basada en un examen de las actividades en pro de los pueblos indígenas llevadas a cabo durante el decenio. También se están examinando los mecanismos establecidos en el sistema de las Naciones Unidas para emprender actividades en favor de los pueblos indígenas. Ese examen se solicitó cuando se creó el Foro a fin de determinar si las iniciativas en nombre de los pueblos indígenas emprendidas por el sistema las Naciones Unidas duplicaban iniciativas existentes o se superponían, a fin de poder adoptar las medidas apropiadas. (ONU, 2004)

¿Qué es la Iniciativa de Salud de los Pueblos Indígenas de las Américas?-3003

90.- ¿Qué es la Iniciativa de Salud de los Pueblos Indígenas de las Américas?
 
Los párrafos en negro se refieren a: ” Medicina ”

En abril de 1993, a propuesta del Comité de Planificación y Programación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se celebró en Winnipeg, Canadá, una reunión de consulta sobre la salud de los pueblos indígenas en la que participaron representantes indígenas y gubernamentales, principalmente, de 18 países de América. Los resultados de esta reunión constituyeron la base de la Iniciativa de Salud de los Pueblos Indígenas de las Américas, aprobada en ese mismo año por el Consejo Directivo de la OPS.

Resolución V. “Salud de los Pueblos Indígenas”

Aprobada por la XXXVII REUNIÓN DEL CONSEJO DIRECTIVO

El Consejo Directivo,

Visto el Documento CD37/20 sobre la iniciativa Salud de los Pueblos Indígenas de las Américas;

Tomando en cuenta las recomendaciones efectuadas por los participantes en la Reunión de Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Salud, realizada en la ciudad de Winnipeg, Manitoba, Canadá, del 13 al 17 de abril de 1993;

Reconociendo que las condiciones de vida y de salud que prevalecen entre una población estimada en unos 43 millones de indígenas en la región de las américas son deficitarias, expresándose en una mortalidad excesiva por causas evitables y en una menor esperanza de vida al nacer, lo cual demuestra la persistencia y aun la acentuación de las desigualdades de las poblaciones indígenas en relación con otros grupos sociales homólogos;

Considerando las aspiraciones de los pueblos indígenas de asumir el control de sus propias instituciones y formas de vida, la necesidad de fortalecer su propia identidad, así como de que se respeten sus derechos en cuanto a la salud y al medio ambiente;

Reconociendo la particular contribución de los pueblos indígenas al mantenimiento de la diversidad étnica y cultural de las américas, a la biodiversidad y al equilibrio ecológico, y muy especialmente a la salud y nutrición de la sociedad;

Resaltando la necesidad de revalorar y respetar la integridad de valores y prácticas sociales, culturales, religiosos y espirituales propios de los pueblos indígenas, incluidos aquellos que tienen relación con la promoción y el mantenimiento de la salud, y con el tratamiento de las enfermedades y dolencias, y

Reiterando la importancia de la estrategia de transformación de los sistemas nacionales de salud y de la propuesta de desarrollo de modelos alternativos de atención a nivel de los sistemas locales de salud (SILOS) como un recurso táctico valioso y requisito fundamental para la superación de los actuales problemas de déficit de cobertura, falta de acceso y baja aceptabilidad de los servicios de salud entre las poblaciones indígenas,

RESUELVE:

1. Adoptar el Documento CD37/20, que describe la iniciativa Salud de los Pueblos Indígenas de las Américas y el informe de la Reunión de Trabajo de Winnipeg con las conclusiones y recomendaciones sobre las que se basa la iniciativa.

2. Instar a los Gobiernos Miembros a que:

a. Promuevan el establecimiento o fortalecimiento de una comisión técnica de alto nivel u otro mecanismo de concertación que se considere apropiado, con participación de líderes y representantes de pueblos indígenas, para la formulación de políticas y estrategias, y el desarrollo de actividades de salud y medio ambiente dirigidas hacia poblaciones indígenas específicas;

b. Fortalezcan la capacidad técnica, administrativa y gerencial de las instituciones nacionales y locales responsables de la salud de las poblaciones indígenas, a fin de superar progresivamente la falta de información en este campo y asegurar mayor acceso a servicios de salud y atención de calidad, contribuyendo así a mejores niveles de equidad;

c. Pongan en marcha las acciones intersectoriales que corresponda en los campos de la salud y el medio ambiente, tanto a nivel del sector oficial como a través de organizaciones del sector no gubernamental (ONG), universidades y centros de investigación que trabajan en colaboración con organizaciones indígenas;

d. Promuevan la transformación de los sistemas de salud y apoyen el desarrollo de modelos alternativos de atención de la población indígena, dentro de la estrategia de los SILOS, incluyendo la medicina tradicional y la investigación sobre su calidad y seguridad;

e. Promuevan el desarrollo de programas de prevención de enfermedades y promoción de la salud para atender problemas y áreas de mayor importancia en materia de salud indígena en sus países.

3. Solicitar al Director, dentro de la disponibilidad de recursos, que:

a. Promueva la participación de los indígenas y sus comunidades en todos los aspectos del trabajo de la Organización sobre salud de los pueblos indígenas;

b. Identifique, dentro de los programas de cooperación, recursos de cooperación técnica y preste apoyo a la movilización de recursos adicionales a nivel internacional y nacional para la puesta en marcha y evaluación de la iniciativa Salud de los Pueblos Indígenas de las Américas;

c. Coordine el esfuerzo regional para promover la formación de redes de información y colaboración recíproca entre organizaciones, centros e instituciones que trabajan en el campo de la salud de pueblos, organizaciones y comunidades indígenas, utilizando los mecanismos, iniciativas y programas de la Organización ya existentes en la Región y en los países, y procurando obtener la cooperación de otros organismos y organizaciones;

d. Amplíe las actividades de evaluación de las condiciones de vida y situación de salud para incluir a los pueblos indígenas de la Región, con el fin de superar paulatinamente la actual falta de información en este campo tanto a nivel regional como a nivel de los países;

e. Promueva la investigación colaborativa, a nivel de la Región y países seleccionados, en temas prioritarios de salud y atención de la salud de los pueblos indígenas.

(Aprobada en la cuarta sesión plenaria, celebrada el 28 de septiembre de 1993)

En los diez años transcurridos, se han formulado dos Planes de Acción para los periodos 1995-1998 y 1999-2002, y se han impulsado diversas propuestas en los países miembros. A punto de concluir en 2004 el Decenio de las Poblaciones Indígenas del Mundo, la OPS ha decidido otorgar un nuevo impulso a la iniciativa, considerando la prioridad de la temática y la respuesta desigual (y, en general, débil) de los estados miembros. Los nuevos documentos de la Iniciativa contienen Estrategias y un nuevo Plan de Acción para el periodo 2003-2007. Reproducimos un importante pasaje de la iniciativa y remitimos al lector interesado al documento original.

Desafíos

A pesar de los avances citados, existen desafíos que deben ser abordados, entre los cuales destacan los siguientes:

El perfil epidemiológico presente en la población indígena está asociado a altos índices de pobreza, desempleo, analfabetismo, migración, marginación, falta de tierra y territorio, destrucción del ecosistema, alteración de la dinámica de vida, y necesidades básicas insatisfechas.

La heterogeneidad étnica y cultural de los pueblos indígenas, determina la necesidad de identificar formas innovadoras en la atención de sus necesidades de salud, en lugar de adoptar un solo programa o modelo de atención.

La falta de estadísticas vitales o de servicios desagregados por etnia, género y grupos etáreos dificulta la evaluación adecuada de la situación de salud, las condiciones de vida y la cobertura de los servicios de salud de los indígenas.

Al igual que la información cuantitativa, la comprensión de los factores sociales y culturales que originan los conocimientos, actitudes y prácticas de las personas en el mantenimiento y restauración de la salud, son primordiales. El desafío de la salud pública es traducir la información sociocultural en una información práctica para promover el bienestar de los individuos y comunidades indígenas.

Presencia de problemas similares entre los pueblos indígenas que viven en las zonas fronterizas urgen el trabajo coordinado entre los países de la Región y el desarrollo y/o la aplicación de acuerdos internacionales y subregionales.

El adiestramiento del personal de salud para la prestación de servicios apropiados a las características socioculturales de los usuarios, tanto a nivel de la autoridad sanitaria como a nivel subnacional es limitado.[40]

Aunque en varios países existen políticas nacionales de salud que favorecen a los pueblos indígenas, la aplicación de las mismas, en general, es reducida y no existe un sistema de evaluación del impacto de estas políticas en la salud de los pueblos.

La participación indígena es un factor primordial en el logro del bienestar de los pueblos. Esta participación debe ser fortalecida en el quehacer de la OPS y de los países miembros.

El abordaje de la problemática indígena ocurre en la intersección de los temas referentes a los derechos humanos, la democracia, el desarrollo, el medio ambiente y la comprensión de la cultura, identidad y cosmovisión de estos pueblos desde una nueva aproximación a la historia. Esto requiere el compromiso político y la responsabilidad, de los países que comparten las américas, de las agencias de cooperación internacional, y las mismas organizaciones indígenas, en el impulso de procesos de trabajo multisectoriales y multidisciplinarios donde los pueblos indígenas, como actores sociales, tenga participación plena.

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[40]En el marco de la Iniciativa “La Salud Pública en las Américas” (1999-2002) se realizó la evaluación de las Funciones Esenciales de Salud Pública. La Función Esencial 8: Desarrollo de recursos humanos y capacitación en salud pública, incluyendo la capacidad de proporcionar una atención de salud culturalmente apropiada, tiene un nivel de desempeño bajo (OPS, 2002).

medicina maya

LA MEDICINA MAYA

Ciertamente poco se sabe de la medicina de los mayas.
La destrucción por parte de conquistadores y religiosos de los códices y casi todo el material escrito y/o dibujado, se llevó consigo casi todo el saber médico del pueblo maya. A pesar de ello, y dejando claro que las extrapolaciones de conceptos médicos de otros pueblos precolombinos próximos al área maya o de los pueblos mayas actuales no son nunca válidos, intentaremos exponer un resumen de lo poco que se conoce sobre la MEDICINA MAYA.

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MEDICINA: MAGIA Y RELIGION

Los mayas y los pueblos de área maya veían la vida como una constante lucha entre el Bien y el Mal, entre dioses benévolos y malévolos. Esto creaba importantes conexiones interdependientes entre salud, enfermedad y religión. Para cada enfermedad había una deidad que la provocaba y otra que protegía a la persona enferma.
Realmente es muy difícil establecer un único y directo Dios de la Medicina.
Aunque el dios creador era Hunab Ku, ésta era una deidad remota que se inhibió de todo tras acabar su obra creadora. Más relevancia tiene su hijo, Itzamná, el dios sol, el señor del cielo, dios de la vida y por ello asociado a la fertilidad, que se interesaba más por las cosas terrenales que su padre, y se le suponía el inventor de la escritura jeroglífica y de los libros de augurios; era adorado como dios de la medicina durante el mes maya zip, septiembre. Entre los mayas lacandones se llamaba Chi Chac Chob o Ah Kan Chob.
Ixchel, su esposa, era considerada la diosa de la luna, del agua y de las inundaciones; quizá la que más se acerca al honor de llamarse Diosa de la Medicina, pues era su protectora así como de las parturientas, se le suponía inventora del arte de tejer. Entre los mayas lacandones se llamaba Akna.
Otra diosa a considerar era Ixtab, diosa de los ahorcados (suicidas), ya que los afligidos por el dolor y que consideraban incurable su mal, se suicidaban ahorcándose para que la diosa los llevara al cielo.
Otros dioses de la medicina eran Cit Bolon Tun y Ahau Chamahez. En el área yucateca aparece otro dios llamado Sacal Puc, dios de los yerbateros, los que curan con hierbas, personajes de gran importancia en la medicina maya.
Dioses menores en medicina eran los llamados Bacabs, cuatro hermanos que colocados en cada uno de los puntos cardinales sostenían el universo, y que se asociaban a fenómenos naturales como la lluvia y el viento que también podían traer enfermedades.

Dioses mayas

En la parte opuesta, la de los dioses malvados, destaca el llamado dios de la muerte Ah Puch (también llamado Cum Hau, Hum Hau, Ah Kisin), que representado en su forma corpórea como Yum Cimil (o Yum Kimil), acechaba dando vueltas alrededor de los enfermos.
En el Popol-Vuh, libro de crónicas de los mayas quichés, aparecen otros dioses demoníacos que vivían en Xibalbá (ver las entradas “Diccionario Maya” y “Un paseo por Xibalbá”), el mundo inferior regido por Hun Camé y Vucub Camé. Entre estos estaban Ahalcaná, que causaba la hidropesía y la ictericia, y Ahalpuh, el que producía el pus; Ahalmez y Ahaltocob, que herían a los hombres para que les sucediera el mal y murieran boca abajo, en la puerta de su casa o detrás de ella; Cuchumaquic y Xiquiripat que eran causa de las hemorragias; Chamiabac y Chamiaholom, que debilitaban a los hombres hasta que se quedaran en los huesos y murieran; Patán y Quicxic, que provocaban la muerte repentina y los vómitos de sangre.
Entre los mayas cakchiqueles existían otros dioses productores de enfermedades como Ahal puh, Ahal Tecob, Ahal Xic y Ahal Canyá.
Si ya nos parecen muchos los dioses que intervienen en la la salud y en la enfermedad, todavía son pocos. No podremos olvidar que los mayas deificaron el calendario, creando diversos dioses para cada día, mes y año, de donde podemos deducir que posiblemente también fueron adorados en su momento oportuno en ralación con cualquier mal, enfermedad o epidemia.

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SACERDOTES, CHAMANES,
CURANDEROS Y PARTERAS

Los chamanes mayas formaban parte de la clase sacerdotal; era una profesión hereditaria, por los que los hijos se educaban con el padre, chamán de máxima categoría o Ah men (“el que comprende”). Este mantenía una íntima relación con el Chilam Balam, depositorio de las tradiciones del pueblo y de los códices calendáricos, de esta forma aprendían las técnicas de curación y el manejo terapéutico de animales, plantas y minerales. Era al final un experto en las prácticas adivinatorias y en la relación astrológica de las enfermedades y epidemias. Llevaban en su bolsa de medicinas las hierbas medicinales, ídolos de los dioses y una piedras para echar suertes llamadas Am
que se asociaban al culto a Ixchel, con las que pronosticaban la evolución de las enfermedades.
Los chilanes eran en definitiva los adivinos que daban la respuesta divina al pueblo, los ahmen serían los intermediarios entre las fuerzas sobrenaturales y el hombre.
Dentro de la clase sacerdotal son de destacar, por las acciones terapéuticas comunitarias que veremos luego, el Ah kin, secerdote que preparaba los sacrificios, el nacom, el encargado de sacrificar a las víctimas, y los chaces que ayudaban en la ceremonia del sacrificio sujetando a la víctima por los brazos y las piernas.
Probablemente en el conocimiento de la anatomía humana entre los mayas ayudó sobremanera la práctica de los sacrificios humanos (que se supone aprendieron de sus vecinos los aztecas). Se tiene conocimiento más de 150 vocablos anatómicos utilizados por los mayas yucatecos; he aquí un breve muestrario:
– comel: cerebro
– ichpuzikal: estómago
– hognel: intestino
– kah: bilis
– nactam: pericardio
– pek: bazo
– puczikal: corazón
– tammel: hígado
– tem ix: vejiga
– yhin: placenta
– zacol: pulmones
– zayonal: útero

Sacerdote maya
También existían curanderos como los “yerbateros” con un importante conocimiento sobre las hierbas medicinales, o los kas bac, especializados en componer luxaciones y fracturas óseas.
Curandera maya Las mujeres también podían actuar como curanderas, aunque entre ellas destacaban las parteras, x alanzab, que predecían el momento del parto y colocaban una estatuilla de la diosa Ixchel debajo del lecho de las parturientas pues se suponían que la diosa “hacía a las criaturas”. Ayudaban durante el parto y practicaban habitualmente los masajes abdominales para facilitar el trance. Cuando nacía el niño se encargaban de lavarlo así como de aplastarles el cráneo mediante unas tablillas para deformárselo, lo que de adultos se consideraba un signo estético de elegancia así como el estrabismo, para lo cual le colocaban un hilo con una bolita colgada sobre la frente entre los ojos. Luego cogían al niño y lo llevaban ante el Chilam Balam, que se encargaba de predecir el destino del recién nacido, la profesión que debía seguir y le daba su nombre de niño.

LAS ENFERMEDADES 

En la medicina maya las enfermedades podían tener diversos orígenes.
Por una parte estaba la etiología divina, donde la enfermedad se producía como castigo por haber ofendido directamente a los dioses o a sus leyes, ya sea por la violación de diversos tabúes, por desobedecer a los padres, por cometer abusos sexuales con parientes cosanguíneos o por practicar la sodomía.
Era frecuente que los dioses, especialmente el dios de la muerte, adoptara diversas formas semihumanas para provocar el mal entre los hombres. Entre los zotziles tomaba la forma de ik´al, un hombre enano y negro que olía a cuervo y se alimentaba de carne humana, vivía en las cuevas de las montañas y acechaba a los hombres y mujeres fuera de los poblados o en caminos solitarios, anunciando siempre su presencia lanzándoles piedras o silbándoles. Otras veces se manifestaba como natikiljol, un indio con una larga cabellera que le llegaba hasta el suelo; como nalapatok, un demonio alto con dos caras y dos pares de pies, o como mukta-pishol, un ser diabólico cuyo nombre se traduce como “sombrero grande”. También podía tomar forma de mujer vieja, me´chamel, la madre de la enfermedad, o como una mujer joven y hermosa, shpakinté, que atrapaba a los hombres al volver del trabajo.
Hechicero maya En la etiología humana destacaba la producida por efecto de la magia negra, el ah pul yaah o mal de ojo, que era practicada por algún hechicero o chamán maligno al que se le había ofendido directamente o al que recurría otra persona para que lanzara la enfermedad contra su vecino.
La etiología natural incluía el frío y el calor, especialmente los alimentos fríos y calientes, como las causas más comunes de enfermedad. El viento también era una causa habitual, especialmente si éste adoptaba formas de animales. Las plantas también eran origen de enfermedades, no sólo las tóxicas, venenosas o urticantes, sino también aquellas que habían sido utilizadas por los hechiceros en sus ceremonias de curación a un enfermo y que posteriormente abandonaban en medio de un sendero y que podían ser pisadas accidentalmente.

Se conocen en la actualidad multitud de términos del vocabulario maya que definían diversos signos clínicos, síntomas y enfermedades:

    * balbuthil: indigestión
    * banbancimil (también takcimil y nohyaahil): epidemias
    * chacamil: fiebre
    * chaenich: afecciones dentales
    * chech (también taacan): leishmaniosis cutánea
    * chich: hemiplejia
    * chihil: dolor precordial
    * chuganal: ictericia
    * chuhual: acidez gástrica
    * citam: epilepsia
    * cob: sifílides
    * coc: disnea, asma
    * cooil: locura
    * coothan: delirio
    * cunnulba: malestar general
    * hubnak: diarrea
    * izcab: catarro bronquial
    * kabak: hemorroides
    * kamyaah: enfermedad contagiosa
    * kikhubnak: diarrea sanguinolenta
    * kuxpolil: dolor de cabeza
    * makem-chikim: sordera
    * moshki-lek: pérdida de visión
    * nelish: estrabismo
    * oxkokoltzeck: alucinaciones
    * ppool: vesículas
    * tabnakil: cólicos
    * tamacazil: frenesí
    * tamcaz (también canchapahal): convulsiones
    * thuhuzen: tos bronquial
    * tu-pem-sat: ceguera
    * tzeniolal: melancolía
    * ueez: sarna
    * uyul: parálisis facial
    * xaankik: hemorragias
    * xekik: vómito de sangre, hematemesis
    * yaah: bubas, chancros
    * yaxcel: escalofrío
    * yumulkahil (también zemil): enfermedad pulmonar crónica
    * zac hanay: mal de Pinto
    * zaccimil: desmayo
    * zakil: prúrito
    * zal: bubón
    * zen: tos laríngea
    * zot: hidropesía
    * zuucnakil: estreñimiento

Los tratamientos de las enfermedades pasaban, casi necesariamente, por la terapéutica religiosa. Tanto los señores principales como los artesanos y campesinos, tenían en sus casas una figurillas representando a los dioses a los que rezaban oraciones cuando estaban enfermos. Estas peticiones de salud también se realizaban en los templos dedicados a las divinidades (son clásicos los de Itzamná en Chichen Itzá, Mayapán o Mani; los de Ixchel en la Isla de las Mujeres y Cozumel; el de Ah Puch en Chichen Itzá…). A los dioses les ofrecían vasijas así como figurillas o miembros humanos de cerámica en calidad de exvotos para obtener o agradecer la curación de ciertos males.
El Ritual de los Bacabs (publicado por Roys, 1965), recoge casi 50 encantamientos médicos donde se ruega u ordena a estos dioses menores la curación del asma, la gota, las erupciones de la piel, las picaduras de insectos, las quemaduras, las inflamaciones dentales, la locura, e incluso de complejas enfermedades como son las pulsaciones en el vientre, los malos aires, los males del viajero o simplemente de la lujuria.
Especialmente por la relación que existía entre la medicina y la religión, cuando caían enfermos la primera acción terapéutica era la confesión de los pecados con el chamán que los atendía. En otras ocasiones, especialmente si la enfermedad era originada por castigo divino o por la transgresión de tabúes, mientras el chamán cantaba y decía sus ensalmos, ofrecían autosacrificios de purificación a los dioses, perforándose la lengua, las orejas o el pene, ya con cuchillos o pasando una cuerda con espinas a su través.
Automutilación de las orejas

Ofrenda de sangre de la lengua Además del autosacrificio, los mayas también practicaban la expiación comunal. En épocas de epidemias, por ejemplo, una persona anciana era sacada del pueblo y confesaba gritando sus pecados; posterioemente el chamán lo mataba golpeándolo en la cabeza y finalmente los vecinos cubrían su cadáver con piedras, quedando así limpios de cuerpo. En otras ocasiones sujetaban a la víctima a unas estacas mientras el pueblo bailaba a su alrededor; luego el sacerdote le clavaba una flecha en los genitales, recogía su sangre y la frotaba sobre el rostro del ídolo que representaba al dios; la ceremonia terminaba asaetándo a la víctima.
También era habitual el sacrificio de víctimas para aplacar a los dioses, muchas veces arrojándolos a los pozos o cenotes sagrados junto con diversos objetos valiosos a modo de exvotos.
Pero posiblemente lo más conocido son los sacrificios humanos que se realizaban en los templos de una forma muy similar a los practicados por los aztecas. Los chaces eran los encargados de coger a la víctima, pintada de azul y con un tocado puntiagudo especial, Sacrificio humano de los mayas por las manos y los pies al que colocaban en opistónonos forzado sobre el altar de los sacrificios. El nacom con un cuchillo abría el pecho de la víctima por el reborde costal izquierdo, introducía la mano y, a través del diafragma, extraía el corazón ptodavía palpitante que entregaba al chilam, el cual restregaba el corazón sangrante sobre el rostro del dios. Luego se despellejaba el cadáver excepto las manos y los pies que se reservaban para el chilam, y lo arrojaban por las escaleras desde lo alto del templo. Finalmente el cadáver era descuartizado y comido por los presentes.
No siempre los tratamientos eran tan drásticos ni incluían obligatoriamente la sangre.
Para las enfermedades que tenían un origen más natural utilizaban con frecuencia la “medicina de las similitudes”, la que busca la sanación con los parecidos. Así, por ejemplo, una erupción cutánea similar a una picadura de avispa se trataba con nidos de avispa aplastados, para las mordeduras de serpientes utilizaban cierto tipo de lianas serpenteantes, o para la ictericia unos frutos amarillos.
También practicaban la “succión” de la zona afectada por la enfermedad, práctica muy antigua y extendida por todo el continente americano, con el fin de extraerle el mal o el cuerpo extraño que se suponía causante de la misma.
Utilizaban en ocasiones la “hidroterapia” mediante baños de vapor, zampulche, con el fin de sudar y curar diversas enfermedades; eran pequeños recintos donde entraba el paciente y se vertía agua sobre piedras calientes para que se generara el vapor.
Plantas en el Códice Cortesiano Pero posiblemente una de las tradiciones más importantes en la terapéutica mayística era la de las “plantas medicinales”. Curiosamente para ello aplicaban un tratamiento numérico relacionado, cómo no, con los dioses: los hombres se trataban durante 13 días (en alusión a los 13 dioses del cielo) mientras que las mujeres tenían que mantener los tratamientos durante 9 días (correspondientes a los 9 dioses del inframundo).
Posiblemente muchas de las plantas utilizadas por los mayas actuales en terapéutica sean heredadas por tradición de los antiguos mayas; en este sentido sobreviven especialmente el xanay mucny (identificada como Euphorbia hirga) y el chacab (Bursera simaruba). El tabaco (Nicotiana tabacum) también fue muy utilizado durante los ritos y ceremonias mágicas (tanto los 4 bacabs como el dios Ah Puch, eran fumadores empedernidos), así como en terapéutica.
Como amuleto y para tratar diversas enfermedades utilizaban la corteza de tancazhe. Para las cataratas utilizaban el chicalote. Para enfermedades dérmicas el mangle rojo. Hojas de isiquequi para provocar una hemorragia nasal y hojas de xique para detenerla. El itzlint se usaba para favorecer la secreción láctea en las recién paridas. Para los malos aires se usaba como prevención la semilla de oxal, y para tratarlos el zipche. Para las llagas viejas una hierba llamada iaxpalialché. Partes de árboles denominados zon para la enfermedad de bubas. Una fruta delgada como un pepino, según la descripción de fray Diego de Landa, de obtenía de pequeños árboles espinosos y se usaba para las enfermedades de las mujeres.
Con el fin de eliminar las impurezas de los enfermos, usaban en ocasiones el balché, una bebida fermentada a base de miel y corteza de árbol balché (Lonchocarpus violaceus) que consideraban sagrada.
La corteza de las raíces de chacmum (Rauwolfia heterophyla Willad) se aplicaban contra los dientes para tratar la caries y las molestias dentales; con el mismo fin se usaba la raíz de muc-eeh o la corteza de tamay, aunque también utilizaron otros analgésicos dentales como las cenizas de iguana quemada viva, el hollín pulverizado envuelto en algodón en rama, el diente de una serpiente de cascabel puesto en vinagre o la hiel de ciertas ranas.
En la terapéutica con productos animales también estaba el uso de excrementos de iguana para las “nubes de los ojos” (posiblemente cataratas o queratitis), un ungüento amarillo que se obtenía tras el maceramiento de un gusano de color rojizo y que se utilizaba para las hinchazones y llagas, así como la enjundia de ciertas aves para las heridas y “pasmo de los miembros” por causa de heridas.

Terminaremos diciendo que los mayas creían en la sobrevivencia después de la muerte; lo que se moría era la parte del espíritu impulsiva e inconsciente, mientras que sobrevivía la parte racional y consciente que era inmortal. Esta última era la que tras la muerte del cuerpo iba al Mitnal, el nivel más bajo del inframundo, al Cielo, donde acompañaba al sol en su recorrido, o al Paraíso de la Ceiba, un lugar terrenal repleto de placeres naturales.
Debido a estas creencias los mayas cuidaban también la salud del espíritu, por lo que colocaban en las sepulturas vasijas con agua y alimentos, joyas, vestidos, cadáveres de perros para que acompañaran al fallecido y objetos sagrados para defender al espíritu de los males del Más Allá.

Urna funeraria maya

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bases nahoas de la medicina moderna

Extractos del libro “EL LEGADO INDÍGENA” de Jack Weatherford
Capitulo “El Indio Sanador”

La Malaria

La malaria afecta probablemente a más personas que cualquier otra enfermedad en muchas regiones más recónditas del mundo. Durante la mayor parte de la historia humana no hubo cura eficaz o preventiva para este mal del viejo mundo y, desde que se llevan archivos médicos, la malaria aparece golpeando en cualquier lugar de África, Europa, y Asia donde crecían los mosquitos, pero no en el continente americano. Cuando los europeos la portaron a América en los cascos de los barcos mercantes, los indios rápidamente descubrieron que una de sus medicinas tradicionales, la corteza del quino (llamada quina), ofrecía alivio de los síntomas. Esta corteza producía quinina, el ingrediente activo de la cloroquina.

La introducción de la quinina marca el principio de la farmacología moderna. Con anterioridad los médicos del Viejo Mundo usaban pociones, emplastos, raras formas de cirugía y sanguijuelas para tratar enfermedades y controlar algunos síntomas, pero no conocían ninguna cura eficaz para la viruela, lepra, tuberculosis, pestes, malaria y cualquiera de las terribles enfermedades que frecuentaban el Viejo Mundo. Antes de la propagación de la quinina, se calculaba unos dos millones de muertes al año por esta causa en todo el mundo.

Los Incas comprendieron bien las propiedades medicinales de muchas de las plantas que crecían en los andes y en la selva amazónica. Una de ellas era el árbol que crecía desde los novecientos hasta los tres mil metros a nivel del mar y producía la muy amarga “corteza peruana”  (quinina) que podía curar muchas dolencias, incluso calambres, resfríos y arritmias.

Los europeos no usaron la palabra quinina sino hasta 1820, cuando los científicos parisinos Joseph Pelletier y Joseph Caventou extrajeron por fin el ingrediente activo de la corteza y nombraron la sustancia siguiendo la formula original quechua. Hasta entonces fue conocida como “cinchona”, una perversión del nombre de la condesa Chinchona, Francisca Enrique de Ribera. Supuestamente, esta mujer,  casada con un virrey del Perú y que vivió en el Lima a principios del siglo diecisiete, fue curada de malaria por los indios con la milagrosa corteza. Cuando hubo que asignarle el nombre científico a la planta, Carlos Linneo la llamó cinchona, en honor a la condesa que la había “descubierto”. Aun hoy en algunas partes del mundo las personas se refieren a la quinina como chinchonine, prefiriendo el nombre francés en lugar de su original en quechua.

Al parecer la corteza se introdujo en Europa aproximadamente en 1630 y ya en 1643 ganó mencion en un texto medico belga, Discours et avis sur les flus de ventre doloureux de Herman van der Heyden. El nuevo fármaco hizo posible la colonización masiva de America por parte de los europeos pues nadie más murió ya de ese mal.

En el siglo veinte los trabajos de sir Ronald Ross revelaron la etiología de la enfernedad. Este descubrimiento le valió a Ross el Premio Novel de Medicina en 1902, trescientos años después de que desconocidos indios quechuas donaron esta cura al mundo, un regalo por el que no recibieron reconocimiento alguno.

Bases de la Medicina Moderna.

Desde los primeros contactos entre el Viejo y el Nuevo Mundo, los médicos europeos reconocieron que los indios tenían la llave de la farmacia más sofisticada del mundo. Por aquella época, en la mayor parte del planeta la medicina no iba mucho más allá de la brujería o la alquimia. Los facultativos europeos hablaban del equilibrio de los humores corporales y ataban sanguijuelas vivas al paciente para que le succionaran la “mala sangre”. Los musulmanes quemaban a sus pacientes con carbón vegetal ardiente y, en Oriente, los doctores prescribían pociones de huesos de dragón mezclados con todo tipo de condimentos.

Por el contrario, los indígenas americanos habían refinado un completo conjunto de drogas activas que producían efectos fisiológicos, y no meramente psicológicos, en el paciente. Esta abundancia de nuevos ingredientes farmacéuticos se convertiría en la base de la medicina y farmacología moderna.

Conocimientos médicos sofisticados.

Además de emplear una sofisticado botiquín, los médicos nativos entendieron y practicaron muchas artes médicas, algunas de las cuales aun se desconocen en el Viejo Mundo. Una de las mas raras era un tipo de cirugía cerebral o trepanación. El especialista practicaba un agujero en el cráneo, normalmente en el parietal derecho, y así disipaba la presión que se acumulaba a partir de ciertos traumas, especialmente aquellos derivados de golpes severos en la cabeza durante un combate. Arqueólogos han excavado cráneos que muestran que los pacientes sobrevivían hasta cinco trepanaciones.

Los aztecas desarrollaron una organización medica particularmente refinada con diferentes tipos de especialistas: para el diagnostico de una enfermedad, para su tratamiento y para la fabricación de drogas. Los tlamatepaticitl aplicaban remedios dermatológicos y describían drogas, algo así como los internistas contemporáneos, mientras que los texoxotlaticitl actuaban como cirujanos. En un nivel más bajo de prestigio e importancia, los temixiuitiani hacían de parteros y los tezectezoani de sangradores. Los papiani servían como herbolarios y los panamacani como distribuidores farmacéuticos. Con este sistema de salud los aztecas parangonaron en muchos sentidos la organización europea de la medicina de aquel tiempo y en ciertos aspectos la superaron. Hasta el día de hoy, ningún escalpelo de acero ha podido ser más afilado que los instrumentos de obsidiana  de los cirujanos aztecas. Solo el láser puede hacer una incisión más fina, menos sangrante y menos hiriente que los cirujanos aztecas. Los delicados escarpelos aztecas permitían a los doctores cortar con mínima perdida de sangre, y a la herida sanar con menos cicatrices.

Los cirujanos indios cosieron las heridas faciales  con agujas de hueso enhebradas con pelo humano. Además, escayolaban los huesos en emplastos hechos de plumas tupidas, pegamento, resina y caucho. Aplicaban enemas en mangueras de caucho e inventaron la jeringa para una variedad de tratamientos médicos y tareas simples como la limpieza de orejas. En la Amazonas hicieron jeringas de caucho y en el norte las hicieron con vejigas de animales. Los doctores europeos adoptaron tanto las mangueras como las jeringas de caucho y continúan usándolas.

Los aztecas debieron poseer el conocimiento más completo de la anatomía humana de cualquier sociedad del mundo en el siglo dieciséis. Comprendieron el papel del corazón y la circulación sanguínea mucho antes de que el ingles William Havey (1578-1657) propusiera su teoría de la circulación de la sangre. Los médicos de lengua náhuatl crearon un extenso vocabulario que identifica casi todos los órganos que la ciencia de la anatomía reconoce hoy.

Una practica médica empleada masivamente por los aztecas, pero aborrecida por los españoles, eran los baños. Esto incluía una limpieza diaria en un rió, lago, arroyo o estanque, así como baños medicinales más específicos. Los  aztecas construyeron temazcolli, baños de vapor similares a los hipocaustos de la antigua Roma.

Los españoles observaron con gran consternación esta costumbre de los indígenas, pues pensaban que tan frecuentes baños debilitaban el cuerpo y podrían provocar enfermedades terribles. Los funcionarios coloniales trataron repetidamente de proscribir esas practicas y, aunque persistieron en zonas remotas, los temazcalli desaparecieron de México.

La medicina más reconocida del siglo XIX

Debido a su asociación con el conocimiento medico en el siglo diecinueve, los vendedores trataron de conectar cada medicina tan estrechamente como fuese posible con los indios. Los “espectáculos médicos”, una suerte de show de variedades publicitario, presentaban sus medicinas como tónicos o curas indias. Los viajantes médicos llevaban a menudo con ellos un nativo como prueba de que sus remedos eran genuinamente medicina indígena. Las campañas más famosas fueron Kiowa Indian Medicine and Vaudeville Company y la Kickapoo Indian Medicine Company, que vendió cerca de doscientos cincuenta mil dólares en 1911, tras más de treinta años de operación.

En e siglo diecinueve los editores médicos publicaron una serie de libros sobre medicina indígena. Comenzaron en 1813 con The indian doctor´s dispensatory y siguieron con The indian ghide to health, en 1836, the north american indian doctory Nature´s meted of curing and preventing disease accourding to the indians, en 1838. El United States Pharmacopeia, que apareció en 1820, enumeraba sobre doscientas drogas utilizadas por los indios.

Como degeneró la imagen de nuestra medicina.

A medida que la medicina americana se fue estableciendo y regulando bajo el control de universidades, hospitales y asociaciones médicas, el indio sanador se alejó más y más del panorama. La presentaciones médicas tenían cada ves más carácter de voldevil, en un espectáculo de variedades que combinaba humor, arriesgados trucos y algo de sexo para estimular las lánguidas ventas de sus preparados indios, que a menudo contenían más alcohol, opio o cocaína que verdaderas formulas indias. De este modo la medicina indígena se asocio con fraude y charlatanería.

Por aquella época las curas y medicinas indias habían dado la vuelta al mundo y se habían integrado totalmente a las culturas de cada continente. Las medicinas se hicieron tan fáciles de conseguir que pronto se olvidó el hecho de que no siempre habían estado allí y de que no habían sido descubiertas o inventadas por médicos, farmacéuticos y químicos del Viejo Mundo. El indio sanador vive apenas en algunos cuantos sitios, como Tombuctú, donde las grandes drogas indias arribaron pero no los espectáculos del Salvaje Oeste ni las películas de vaqueros.

Belleza y alimnetacion del mexico antiguo

Tomado de la revista GEFAO No 52
“La belleza Azteca resultado de su alimentación”

La Belleza del mexicano
La generalidad de nuestra sociedad actual ha aceptado siempre la fortaleza física que le han atribuido a nuestros antiguos mexicanos, pero pocos aceptamos que hayan sido gente bella y atractiva, y sobretodo pulcros y sanos, como lo han afirmado varios escritores, pero es indiscutible que estos atributos de nuestros abuelos fue el resultado de su también limpia y sana alimentación.

El escritor Francisco Javier Clavijero, al referirse a la sociedad Azteca, dijo que “el color de su piel es ordinariamente castaño claro. Su poca barba y sus gruesos cabellos, se equilibran de tal suerte con la seguridad y proporción de sus miembros que tienen un justo medio entre hermosura y la deformidad. Sus mujeres muchas son blancas, y de singular belleza, a la cual dan mayor realce la dulzura de su voz”.

Por su parte, el también escritor Remi Simeón, en su diccionario “de la lengua Náhuatl o Mexicana”, al traducir la palabra Totonacatl, explica: “Habitante de la provincia de Totonacapan. Esos pueblos eran de tez blanca y tenían fama por la belleza de su cara.”.

Pero volviendo con Clavijero (1731- 1787), dijo que los mexicanos eran de estatura regular, de la cual se desvían por exceso que por defecto; de buenas carnes y de una justa proporción en todos sus miembros, de frente angosta, de ojos negros y de una dentadura igual, firme, blanca y tersa.

Agregó, que el cabello de los mexicanos era tupido, grueso y lacio; de poca barba rala y de ningún pelo (por lo común) en aquellas partes del cuerpo que no recata el pudor. No creo que se hallará nación alguna en que sean más raros los contrahechos.

Explicó que era sumamente raro encontrar entre los antiguos mexicanos un hombre corcovado o jorobado, un estevado o de piernas arqueadas, o un bizco. Luego de alabar a belleza de la mujer Azteca, explicó que ellas eran de suave genio y su semblante de natural modestia. Sus sentidos son muy vivos, especialmente el de la vista, la cual conservan entera aun en su decrepitud.

Al referirse a la salud de los Aztecas, aseveró: “Su complexión es sana y su salud robusta. Están libres de muchas enfermedades que son frecuentes en los españoles; Jamás se percibe en la boca de un mexicano aquel mal aliento que produce en otros la corrupción de los humores o la digestión de los alimentos.

“Son de complexión flemática o tranquila, pero su salivación es rara y muy escasas las evacuaciones pituitosas de la cabeza, es decir que no acostumbran a escupir y no padecían de catarros o mucosidad. Encanecen y encalvecen más tarde que los europeos, y en su mayoría llegan a los cien años de edad”.

El comentarista Diego de Landa, en su obra “Relación de las cosas de Yucatán”, escribió que “él vio un gran árbol cerca del pueblo, en el cual un capitán ahorcó muchas mujeres mexicanas de las ramas; y de los pies de ellas, los niños sus hijo. Y que en este mismo pueblo, y en otro que dicen Veray, dos leguas de él, ahorcaron a dos mexicanas; la uno doncella y la otra recién casada, no por otra culpa sino que eran hermosas”.

Agregó que los capitanes “temían que se revolviese el real de los españoles por ellas; y porque pensaban los mexicanos que no se les daba a los españoles de las mujeres, y de ésta hoy hay mucha memoria entre los mexicanos y españoles por su gran hermosura y por la crueldad con que las mataron”.

Estos ejemplos históricos nos dejan ver que nuestros antiguos mexicanos fueron de facciones finas y de una bien proporcionada complexión física la cual fue resultado de su pulcritud y de su sana y limpia alimentación.

Al respecto Bartolomé de las Casas en su obra “Apologética Historia, al hablar del mexicano, dijo: “Son de mediana estatura y bien proporcionadas y mas blancos que morenos, bien engestados. Las mujeres son mas blancas y hermosas y pulidas. Ellos y ellas se precian de los cabellos. Es limpia y de ellos se arrean –presumen-“.

ALIMENTACIÓN VEGETARIANA

El escritor Jorge Segura Millán, en su obra “Diorama de los Mexicanos”, nos explica que en términos generales, la alimentación vegetariana tuvo una marcada tendencia al vegetarianismo.

Así mismo se ha comprobado que la alimentación mexicana, estaba compuesta de mas de seismil productos vegetales, que contienen proteínas vegetales ricas en minerales, en fósforo, así como otros elementos que van directamente al cerebro que les permite un mayor desarrollo intelectual al individuo.

Uno de los principales alimentos de las familias mexicanas, en el pasado, como el presente, es el maíz, del cual se conocen 500 formas de comerlo. Actualmente con el maíz se elaboran mas de 2 mil 400 productos industriales, se fabrican medicamentos, miel, alcohol, grasa para zapatos, explosivos, productos para soldar, recubrimientos para madera y alimentos básicos para el ganado.

Varios investigadores han descubierto que el maíz fue cultivado por nuestros antiguos mexicanos desde hace aproximadamente 22 mil años antes de la Era, y es un cereal muy rico en almidones (hidratos de carbono). Sus proteínas son de calidad y cantidad medianas, tiene grasas y el calcio se obtiene por medio del Nixtamal.

Este producto también posee en cantidades medias fósforo y hierro, vitamina B-1, el maíz amarillo es rico en vitamina A que ayuda al crecimiento y tiene una producción elevada de vitamina E que fortalece la sexualidad, algunas fracciones del complejo B.

También ha ocupado un lugar importante en la mesa mexicana, el fríjol,  del cual, hasta la fecha se conocen 180 especies de esta leguminosa; su nombre en Náhuatl era: etl. Nuestros campesinos acostumbraban a sembrar fríjol mezclado con el cultivo de la calabaza o con el maíz.

Esta leguminosa era rica en almidones y la proporción de proteínas varia de acuerdo con el color. Posee fósforo y fundamentalmente hierro, vitamina B-1, niacina en cantidades medianas, producto que sirve para fortalecer la piel, Vitamina A y escasa cantidad de grasas.

La vaina tierna conocida como ejote, del Náhuatl: exote, y las semillas, han sido de suma importancia en la alimentación de nosotros los mexicanos. Existen muchas formas de elaborar este producto, y el cual, se presume en la parte sur del país, que esta leguminosa fortalece la potencia masculina.

El chile, solanácea de múltiples variedades y cuyos frutos fueron utilizados por nuestros antiguos mexicanos como parte de su alimento, entre estos platillos el típico mole mexicano. Su sabor picante es por el ácido cápsico y una elevada proporción de ácido dihidroascórbico o vitamina C, y es irritante en las mucosas digestivas. Nuestros antiguos mexicanos los simbolizaban: una lengua cruzada con una saeta.

El huauhtli, huauhzontle, amaranto o alegría, planta de la familia de las amarantáceas, alimento mexicano que ahora forma parte de la alimentación de los astronautas estadounidenses. Este alimento contiene alto elevado de porcentaje de proteínas e hidratos de carbono, aminoácidos, como la producción de auxinas, grasas y vitaminas.

Esta planta alimenticia, la cual, nuestros antiguos mexicanos la ofrecían a Dios Huitzilopochtli, fue estrictamente prohibido su cultivo y consumo so pena de muerte en la época de la colonia, porque este alimento fortalece las hormonas cerebrales.

La alimentación de la sociedad del Magno Imperio Azteca, básicamente fue vegetariana, pues los cuatro productos mexicanos, combinados con otros vegetales, da como resultado una dieta totalmente balanceada. Sin embargo, después de la caída del Magno Imperio Azteca, el mexicano tuvo que acudir a la comida carnívora para sobrevivir, al grado tal de tener que comer insectos y otros animales fáciles de cazar.

Durante el sitio que sufrió la ciudad de MéxicoTenochtitlan, el pueblo de los insignes guerreros mexicanos cayeron exhaustos de hambre y fiebre producidas por las epidemias de las que fueron victimas, pero en ningún momento comieron carne humana para salvar sus vidas, lo cual demuestras que no éramos carnívoros, ni mucho menos antropófagos.

Pero está comprobado que el carnívoro puede convertirse en antropófago, tal como ocurrió a los pasajeros del avión que cayó en las montañas de los Andes en los años 70 y al capitán europeo Alvar Núñez Cabeza de Vaca, sobreviviente de la expedición en 1527 con el capitán Pánfilo de Narváez, a la Florida, en donde terminaron sus tropas comiéndose unos a otros, por falta de alimentos.

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