Las artes y las ciencias prehispánicas Toltecáyotl, el conjunto de las artes y

Las artes y las ciencias prehispánicas

Origen del arte nahua

Los grupos prehispánicos que habitaron el Valle de Anáhuac se decían descendientes de los toltecas, los cuales influenciaron a los pueblos de su época y también a los posteriores, después de desaparecer misteriosamente.

Para exaltar su pasado glorioso, las culturas prehispánicas mexicanas con frecuencia hablaban de los tiempos idos como algo maravilloso donde tuvo su origen la Toltecáyotl, es decir, el conjunto de las artes y los ideales de los toltecas que también se cultivó en las ciudades de Huexotzinco, Chalco y Texcoco en los siglos XV y principios del XVI de nuestra era.

Cuando fray Bernardino de Sahagún llegó a la Nueva España escuchó de sus informantes indígenas las narraciones sobre el pasado floreciente de Tula, la ciudad principal de los toltecas, quienes construyeron soberbias casas y palacios con columnas de serpientes, incrustaciones de mosaicos de turquesa, pulidos y cubiertos de estuco. Habían sido los toltecas gente sabia y sensible al canto y a la poesía, fue así que la palabra toltécatl llegó a significar “artista” en lengua náhuatl.

Los artistas nahuas, herederos de la gran tradición tolteca, tenían su propia concepción acerca del arte, ésta se resumía en “la flor y el canto de las cosas”, es decir, el simbolismo que se expresa con una visión profunda y humana. Era necesario que el artista “dialogara con su propio corazón”.

Por la Colección de Cantares Mexicanos, se sabe que en las sociedades nahuas había reuniones de danzantes, cantores y poetas; Ixtlilxóchitl refiere en la Historia Chichimeca que existían academias literarias, musicales y de canto, parecidas a las de ahora, donde los distintos artistas recibían educación especial. Había: músicos, pintores, poetas, alfareros, orfebres y artistas plumarios, entre otros.

La poesía. Era común que los gobernantes del México prehispánico también desempeñaran la función de poetas y sacerdotes. La poesía náhuatl, a través del canto, estaba íntimamente ligada al sacerdocio, nada tenía que ver con el papel político del gobernante.

La pintura. Los tlahcuilos o pintores eran los artistas más importantes de la cultura náhuatl, pues hacían los códices y los murales y eran conocedores de las diversas formas de escritura náhuatl.

El arte plumario. Los amantécatl eran artistas que se encargaban de confeccionar exquisitos abanicos, penachos, mantos y cortinajes; para ello utilizaban plumas finas de distintas aves muy preciadas por los indígenas, sobre todo por los nobles.

La alfarería. Amasar el barro para que éste tomara la forma de cualquier figura era la tarea de los zuquichiuhqui, quienes con gran sabiduría transformaban la tierra. Los alfareros, dialogando con su propio corazón “hacían vivir las cosas”.

La orfebrería. Los artistas del oro y la plata fundían estos metales con carbón y cera para diseñar sus modelos, generalmente inspirados en seres vivos, es decir, imágenes en movimiento.

La escultura. Estaba ligada a los grandes conjuntos y construcciones arquitectónicas que florecieron en el México antiguo. Las principales creaciones consistieron en altares, yugos, palmas y cabezas colosales. La escultura está considerada entre las mejores manifestaciones de las culturas prehispánicas, como muestra están la Piedra del Sol o Calendario Azteca, el Océlocuauhxicalli y la Coatlicue.

La música. Antes de la llegada de los conquistadores, los pueblos del Valle de México –sobre todo los aztecas– habían alcanzado una evolución musical que seguía en ascenso, aunque en la actualidad no ha sido posible encontrar algún códice o clave que informe cuál pudo ser el aspecto melódico, rítmico o estructural.

La danza. Tenía un sentido profundamente religioso y mágico; cualquier error en su ejecución demeritaba su propósito y constituía una ofensa al bienestar público. Por otra parte, había danzas de placer expresamente para los festejos personales. Se tiene conocimiento de la existencia de academias de danza en Tenochtitlan, Tlacopan y Texcoco, mismas que gozaban de notoria importancia dentro del Estado. Dichas escuelas se llamaban mixcoacalli (“casa de la Vía Láctea”) y a ellas concurrían los alumnos, generalmente jóvenes, quienes eran instruidos, separados en cuartos para hombres y mujeres, en el arte del movimiento artístico corporal.

Las ciencias prehispánicas
Hay quienes afirman que, en general, el nivel intelectual de la Europa del siglo XV, en muchos aspectos era menor con relación al desarrollado por las civilizaciones de América. De haber preservado la metodología y los conocimientos indígenas, es probable que hubieran contribuido al enriquecimiento de las ciencias europeas; por el contrario, fueron destruidos y por lo poco que sobrevivió, es como se conocen algunos aspectos de las ciencias prehispánicas.

La medicina. Después de la Conquista Bernardino de Sahagún a través de unos doctores indígenas de Tlatelolco, obtuvo informes sobre la medicina mexicana, en particular, de algunas curaciones.

Los conocimientos del médico o curandero se transmitían de generación en generación, de padre a hijo o de madre a hija, para esta disciplina existía un idioma propio que solamente los “iniciados” conocían.

En la cirugía y patología externa, los médicos prehispánicos utilizaban métodos semejantes a los de nuestros días. Para las fracturas y luxaciones usaban emplastos que endurecían sobre la parte del cuerpo afectada, asimismo hacían entablillamientos. Las sangrías eran las operaciones de pequeña cirugía que se practicaban aunque muchas veces tenían fines religiosos más que medicinales; las hacían de dos maneras: ya sea locales, usando las púas huecas de huitztlacuatzin (puerco espín americano) o las de maguey; o bien las generales, verdaderas sangrías muy apreciadas entre ellos.

En la odontología tuvieron un avance considerable: curaban las caries rellenándolas con una pasta a base de raíces, zumo de hojas o polvos que eran usados como sedantes.

Respecto a la medicina interna, obtuvieron también avances importantes. Reconocieron las enfermedades infecciosas como el matlalzáhuatl (tifo), fiebres eruptivas, intermitentes, de la piel, parasitarias, etc. Asimismo, tenían prácticas muy avanzadas en obstetricia.

Cabe señalar que el tratamiento médico para las curas de pacientes estuvo respaldado por una excepcional botánica que contribuyó al enriquecimiento de la farmacéutica prehispánica, que todavía perdura en algunas poblaciones indígenas.

Las matemáticas, la astronomía y la cronología. Los pueblos nahuas mostraron excepcional genio matemático al inventar una serie de signos que conforman la expresión numérica o cronológica más singular en toda la historia de las ciencias exactas. La época y el lugar de invención son desconocidos; varios de esos símbolos han aparecido unidos a formas elementales de contabilidad.

Los antiguos astrónomos mexicanos dejaron testimonio de un gran número de cálculos que integran interciclos lunisolares y planetarios de singular precisión que necesitan para ser comprobadas las cifras astronómicas modernas, con cuatro y hasta con ocho decimales.

Por medio de datos que han sido rescatados –aunque incompletos– se ha podido reconstruir el sistema cronológico-astronómico de los pueblos indígenas. Sin embargo, lo más importante radica no sólo en lo que se podría definir como concepción geometrizada del tiempo, en cuanto a la correlación de las cinco unidades calendáricas utilizadas —260, 360, 364, 365 y 365.2421987— sino en la naturaleza cósmica del sistema cronológico indígena. Sin lugar a dudas, La Piedra del Sol o Calendario Azteca es el ejemplo más importante de la medición del tiempo en el mundo indígena prehispánico.

Canto de primavera*
En la casa de las pinturas
comienza a cantar,
ensaya el canto,
derrama flores,
alegra el canto.

Resuena el canto,
los cascabeles se hacen oír,
a ellos responden
nuestras sonajas floridas.

Derrama flores,
alegra el canto.

Sobre las flores canta
el hermoso faisán,
su canto despliega
en el interior de las aguas.

A él responden
varios pájaros rojos,
el hermoso pájaro rojo
bellamente canta.

Libro de pinturas es tu corazón,
has venido a cantar,
haces resonar tus tambores,
tú eres el cantor.

En el interior de la casa de la primavera,
alegras a las gentes.

Tú sólo repartes
flores que embriagan,
flores preciosas.

Tú eres el cantor.

En el interior de la casa de la primavera,
alegras a las gentes.

Amantécatl
El buen artista de las plumas:
hábil dueño de sí,
de él es humanizar el querer de la gente.

Hace trabajos de plumas,
las escoge, las ordena,
las pinta de diversos colores,
las junta unas con otras.

El torpe artista de las plumas:
no se fija en el rostro de las cosas,
devorador, tiene en poco a los otros.

Como un guajolote de corazón amortajado,
en su interior adormecido,
burdo, mortecino,
nada hace bien.

No trabaja bien las cosas,
echa a perder en vano cuanto toca.

Tlahcuilo
El buen pintor: entendido,
Dios en su corazón,
que diviniza con su corazón a las cosas,
dialoga con su propio corazón.

Conoce los colores, los aplica, sombrea.

Dibuja los pies, las caras,
traza las sombras, logra un perfecto acabado.

Como si fuera un tolteca,
pinta los colores de todas las flores.

Zuquichiuhqui
El buen alfarero:
pone esmero en las cosas,
enseña al barro a mentir,
dialoga con su propio corazón,
hace vivir a las cosas, las crea,
todo lo conoce como si fuera un tolteca,
hace hábiles sus manos.

El mal alfarero:
torpe, cojo en su arte,
mortecino.

* Ms. Romances de los señores de la Nueva España, trad. Miguel León Portilla, Trece poetas del mundo azteca.

Fuentes consultadas

Álvarez, José Rogelio. Enciclopedia de México, tomo.I. México, 1977, 607 pp.
Alvelais Pozos, Luis. Los cantos de Nezahualcóyotl. Instituto Mexiquense de Cultura, Primera edición: 1993, México, 140 pp.
Clavijero, Francisco Javier. Historia antigua de México, Editorial del Valle de México, México, 1991, 521 pp.
León Portilla, Miguel. La filosofía estudiada en sus fuentes. Prólogo de Ángel María Garibay. Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1993, 463 pp.
Martínez López Bago, Mario. Esplendor del México Antiguo. Editorial del Valle de México, México, 1988, 140 pp.

EL TIEMPO COMO ATRIBUTO DE LOS DIOSES

Miguel León Portilla (México 1926), reconocido investigador de la cultura náhuatl, es autor entre otros estudios de: La Filosofía Náhuatl, U.N.A.M., México 1966. El Reverso de la Conquista, J. Mortiz, México 1970. Visión de los Vencidos, U.N.A.M., México 1969. Toltecáyotl. Aspectos de la Cultura Náhuatl, F.C.E., México 1980. Los Antiguos Mexicanos, F.C.E., México 1970. México Tenochtitlan, su Tiempo y Espacio Sagrado, INAEH., México 1978. El presente texto constituye el capítulo III de su obra Tiempo y realidad en el pensamiento maya, publicada por vez primera en 1968 (Universidad Nacional Autónoma de México) y reeditada en 1986 incluyendo un Apéndice con nuevas aportaciones.

EL TIEMPO COMO ATRIBUTO DE LOS DIOSES
MIGUEL LEON-PORTILLA

Hemos visto que kinh, sol, día, tiempo, tiene para la conciencia maya un carácter divino. El día y los ciclos que integran el tiempo existen por obra del viejo rostro con ojo solar, la guacamaya de fuego que asciende, la deidad jaguar o el perro que marcan el ocultamiento y el viaje por las regiones obscuras del inframundo. En su incansable ir y venir por los caminos del universo, kinh, el tiempo, trae consigo la gama de atributos e influencias inherentes a los distintos periodos y a los momentos que se consignan en las inscripciones y los códices. A través de los grandes “soles” o edades del mundo, los días y las veintenas de días, los años, las veintenas de años y las cuentas de todos los ciclos posibles, llegan con sus cargas que es necesario conocer para poder prever sus influjos.

Los sabios mayas, dueños de los módulos para pensar las medidas del tiempo, expresan sus cómputos combinando numerales con los distintos glifos del día y del mes dentro de “la cuenta larga”, o por medio del signo solar de Ahau y de su correspondiente guarismo en el caso de los ciclos o “ruedas de los katunes”. Por ello precisamente los veinte glifos de los días y los dieciocho de los meses, mi como los distintos numerales, plenamente identificados en las estelas y los códices, son la clave para penetrar más cabalmente en el mundo de las connotaciones que tiene para ellos el tiempo. Como en el caso de kinh, igualmente los numerales y los otros glifos, expresión de sus distintos periodos, tampoco son meras entidades abstractas, sino todo lo contrario, rostro y personificación sobrenatural de los elementos buenos y malos que sin interrupción actúan en el mundo.

Los días, escribe Thompson, son seres vivientes. Son fuerzas personificadas a las cuales los mayas dirigen sus devociones. Su influencia permea todas las formas de actividad y todos los momentos de la vida. Son en verdad auténticos dioses.1

Imposible sería hacer un estudio del panteón de los mayas o de su pensamiento teológico sin conceder atención principal a todas estas deidades de los distintos periodos, así como a la complejidad de sus relaciones a través de los cómputos cronológicos. Podría incluso pensarse que aquí precisamente se encuentra el meollo de la concepción maya de la divinidad y del mundo. Por esto en los varios intentos llevados a cabo para identificar y correlacionar a los dioses, ha sido decisivo el esclarecimiento de la simbología de estos glifos.

Por lo que toca en particular a los números, fundamentalmente interesan los que van del uno al veinte, o si se quiere, del uno al diecinueve, más el signo de “completamiento”, el “cero” de los mayas. Por ser un sistema vigesimal el de esta cultura, éstos son obviamente sus guarismos básicos. Y vale la pena recordar que, gracias a los ya citados estudios comparativos de las lenguas mayances, sabemos que los nombres de estos números en los distintos idiomas muestran un mismo origen y obvias semejanzas que en algunos casos son identidad.2 Buena prueba tenemos en esto de la antigüedad, no ya sólo del sistema vigesimal entre los mayas, sino también de la conceptuación misma de sus guarismos, expresados con vocablos afines y por medio de glifos con vigencia también universal.

Revelador es el análisis de las variantes glíficas de los numerales. Por una parte están, como su forma más frecuente de representación, los puntos que expresan unidades y las barras como signos de cinco. Aun en este primer sistema hay connotaciones dignas de tomarse en cuenta: por medio de colores se apunta a las distintas aplicaciones de los numerales. Los acompañantes o “portadores” de los días aparecen pintados de rojo; los de los meses son negros. Pero, como lo nota el tantas veces citado Thompson:

“Los mayas con su actitud mística respecto de los números, no estuvieron satisfechos con representarlos tan sólo por medio de puntos y barras. En muchos textos, aunque pocas veces en el Dresde y nunca en los otros códices, los números están expresados por figuras de dioses, cuyos rasgos y atributos son la clave para identificar el numeral.”3

A partir sobre todo de las investigaciones de J. T. Goodman, se ha logrado identificar las figuras de cada uno de estos “dioses de los números”, los portadores de las cargas de tiempo.4 Justamente su identificación y el estudio de sus relaciones con las deidades de los días, los meses y los otros periodos, así como con la simbología en general del panteón maya, ha hecho posible no sólo la elucidación de buena parte de estos complejos sistemas cronológicos, sino también toda una serie de reflexiones acerca de la significación más profunda que tuvo para la conciencia maya el tema del tiempo.5

Es en las inscripciones de la época clásica donde mejor se refleja el antiguo pensamiento acerca de la sucesión interminable de los ciclos de tiempo con rostro y figura de dioses. A través de las edades cósmicas, ha renacido la existencia gracias a kinh, deidad, sol, día, tiempo. Por esto el hombre conoce y se acerca a los dioses como portadores de los distintos periodos: sus rostros son la significación viviente del tiempo. Situados los sabios mayas en su peculiar universo teñido de sentidos y relaciones mitológicas, cada momento es para ellos manifestación de fuerzas, favorables o adversas, pero siempre con rostro de dioses. Como en un escenario siempre cambiante, los dioses del día y la noche, los de los meses y los números, las deidades de todos los ciclos de tiempo, son los actores en este universo en que literalmente hay entradas y salidas que determinan los destinos y llevan consigo la vida, y la muerte.

La antigua simbología consigna los rostros con los cuales hacen su entrada los dioses que a la vez son el tiempo, porque éste es su atributo y su carga. Los sacerdotes computando periodos de tiempo, buscan predecir cuál será la correspondiente actuación de los dioses, el destino inherente a cada momento-deidad.

Para acercarnos un poco al meollo de esta peculiar concepción parece indispensable recordar antes lo más significativo de los atributos de los principales dioses-periodos-de-tiempo, los personajes del drama en el universo de los antiguos mayas. Atenderemos primeramente a la serie de cada uno de los kinh, los veinte días-dioses que después habremos de relacionar con las deidades de los números, las de los meses, los años y las veintenas de años o sea los katunes. Al referirnos a los veinte dioses de los días, emplearemos los términos calendáricos del maya de Yucatán, como designación la más usual, pero nos fijaremos sobre todo en el simbolismo expresado en las inscripciones y glifos. Aunque no hay concordancia en todos los vocablos que expresan sus nombres en los distintos idiomas mayances, sí puede afirmarse, como lo han mostrado varios estudiosos, que existe afinidad en las connotaciones de varios de los términos con que se designa a un mismo día o mes.6

Imix, el primero de los días, connota la deidad monstruo de la tierra, raíz de donde todo procede. Entre sus símbolos están la flor de loto, la cabeza de una especie de dragón o el ofidio fantástico desprovisto de quijada inferior y con una protuberancia colgante por nariz. A continuación viene Ik, el viento y la vida, voz y concepto con vigencia en todos los grupos mayances. Ik introduce al dios de la lluvia. Akbal es la tiniebla, connotación del inframundo, y del jaguar, el sol nocturno que lo recorre. Kan es el signo del joven-dios del maíz, señor que trae consigo abundancia. Chicchan es la serpiente celeste y también las cuatro deidades con aspecto de ofidios que moran en lo alto, por los cuatro rumbos del mundo, y hacen bajar la lluvia. Cimi, como lo muestran sus atributos, es el día del dios de la muerte. Manik con la representación de una mano, trae consigo al dios de la caza. Lamat es el signo del señor de “la estrella grande” o sea del planeta Venus. Muluc, bajo la influencia del mítico pez Xoc, tiene por símbolo el jade y el agua y es un aspecto de las deidades de la lluvia. Oc se presenta con cabeza de perro. Su figura guía, una vez más, al sol en su viaje por las regiones del oscuro inframundo. Chuen hace su entrada como otro aspecto de la divinidad solar. Con rostro de simio aparece como “el gran artista”, protector del saber y las artes. Eb muestra su rostro con prominente mandíbula. En combinación con Cauac, es signo que evoca al dios que envía las lluvias dañinas. Ben es el señor que fomenta el crecimiento de la planta del maíz. Ix es reiterada aparición del dios jaguar en relación con la tierra y el mundo de abajo. Men introduce el rostro anciano de la diosa lunar. Cib con el glifo en forma de concha, o con la variante del rostro que recuerda al dios jaguar, entra en probable relación con los cuatro Bacabes que sostienen al mundo y son asimismo patrones de los agricultores. Caban es la joven diosa de la tierra, del maíz y también de la luna, deidad joven y anciana a la vez. Etz’nab tiene por signo lo que parece ser el emblema del dios de los sacrificios, la navaja o cuchillo de obsidiana afilada. Cauac es el día de los “dragones” celestes, deidades de la lluvia y la tempestad. Su signo recuerda al de otros días, en particular al de Chicchan. Finalmente, el último signo de los días, el vigésimo, es Ahau, presencia radiante del sol, manifestación de kinh que confirma que él mismo, el postrer día que marca los katunes, no sólo es un rostro divino, sino señor y raíz misma del tiempo7 (figura 1).
ejemplos de glifos mayas de los días.
Figura 1. Los glifos de los días en las inscripciones y en los códices. Ejemplos de formas simbólicas y de rostros o personificaciones.
a) Cimi: Copán, pectoral de una estatua; Tikal, alt. 5; Dresde l2a; Landa.
Oc: Uaxactún, fresco G 1; Yaxchilán L; Dresde 45a; Madrid 45a.
e) Eb: Placa de Leiden; Quiriguá C.; Dresde l2a; Madrid 13b.
d) Ahau: Copán M.; Chichén 5; Dresde 24; Chumayel.
(Fuente: Thompson, Maya HíerogIvphic Writing)

En resumen, los días traen consigo los atributos y rostros de las principales deidades del antiguo panteón de los mayas. El sol, kinh, el regente supremo del tiempo, aparece seis veces, en los días 39, 109, 1 1º 149, 16º y 209 de la serie, con máscaras de jaguar, de perro y de simio o como águila y “Señor” bajo el signo de Ahau. La deidad o deidades de la lluvia, en relación con el viento o bajo el símbolo de los ofidios y los dragones celestes, se presentan cinco veces en los días que ocupan los lugares 2º, 5º, 99 y 12º y penúltimo. La efigie del joven dios del maíz, ideal de belleza entre los mayas, se nos muestra dos veces (días 4º y 139). Otras tantas aparece la diosa joven y anciana de la luna que también fomenta el maíz y es venerada como señora de la tierra (días 159 y 17º). La tierra misma, el monstruo divino del cual todo nace, es precisamente el primer rostro de la serie de los días. Finalmente encontramos a las deidades de la muerte, de la caza, de la “estrella grande” y de los sacrificios en los días 69, 79, 89 y 189 respectivamente.

Si confrontamos ahora los rostros de los dioses-días, con los de las deidades de los números encontramos, más allá de las diferencias y de otros complejos de símbolos, varias de las mismas figuras ya conocidas, las personas divinas del drama que tuvo por tema el significado del tiempo en el universo que pensó para sí el hombre maya. Atendiendo a los rasgos principales connotados por la simbología de los numerales, portadores de las cargas de tiempo, puede ofrecerse, a modo de resumen, el cuadro siguiente:

Hun, el 1; ca, el 2; y ox el 3, aparecen como tres rostros jóvenes. El del uno es la diosa de la luna, la misma bajo cuyo patrocinio está el mes Kayab. El dos es el señor de los sacrificios, relacionado con la deidad del día Etz’nab. El tres con el símbolo Ik, es divinidad del viento y la lluvia.

Los rostros del 4, can, y del 5, ho, se hacen presentes con aspecto de ancianos. El cuatro es kinh, el sol viejo, relacionado con el día Ahau. El cinco es la deidad del interior de la tierra., el dios Mam, el mismo del día Imix.

El 6, uac, y el 7, uuc, ostentan ambos nariz roma. El seis, relacionado con el dios B, es señor de las lluvias y las tempestades. El siete es el dios jaguar, deidad del inframundo, con el símbolo de la noche.

Una vez más encontramos los rostros jóvenes, el del 8, uaxac, y el del 9, bolon. El ocho es el dios del maíz. El nueve es el dios serpiente, Chicchan.

El 10, lahun, es el rostro de la deidad de la muerte. El 11, buluc, tiene por signo característico el de caban, la tierra. Es el mismo dios que gobierna el día Manik, el del venado y la caza. Es el señor de la tierra y el monte. El 12, laca, es otro dios más de rostro joven con el signo del cielo y en relación estrecha con el planeta Venus. Oxlahun, el 13, además de aparecer algunas veces como suma de los atributos de los rostros del 10 y del 3, se presenta como deidad acuática que guarda semejanza con la que preside el día Muluc. Los numerales siguientes, del 14 al 19, no ocultan la fusión de rasgos, variantes del rostro del 10 con elementos que corresponden a las deidades del 4 al 9. Finalmente el cero o signo de completamiento, además de sus otras formas simbólicas, entre ellas la concha, se presenta también bajo la figura de un rostro con rasgos que connotan la imagen del dios de la muerte (figura 2).
Deidades mayas de los números 4, 6 y 9.
Figura 2. Deidades de los números.
a) El número 4: en Copán 15, Cruz Foliada, Palenque, Halakal 1.
El número 6: en Piedras Negras 12, Quiriguá A, Palenque 36 G 1.
c) El número 9: Yaxchilán L 48, Piedras Negras L 3, Dresde 70.
(Fuente: Thompson, Maya Hieroglyphic Writing)

La serie de los dieciocho uinales (veintenas de días), es igualmente un desfile de rostros, muchos de ellos ya conocidos, aunque ahora aparezcan con otras variantes. En vez de describir los signos de cada uinal en su secuencia cronológica, desde el primero hasta el decimoctavo, se agruparán aquí tomando como criterio los atributos de las deidades que los presiden. Así examinaremos, sucesivamente, los grupos de las veintenas que guardan relación con el sol, el agua, la luna, “la estrella grande” y otros cuerpos celestes, la caza y la tierra.

La deidad solar, con sus símbolos del jaguar y de la estera, indicadores de su soberanía, hace su entrada en la veintena de Pop (“estera o petate”), el primero de los meses. El mismo jaguar, recorriendo el inframundo con el símbolo de la región oscura, aparece en seguida en Uo (“una pequeña rana negra”), el nombre del segundo uinal. En el sexto, Xul, el Sol toma apariencia de un perro con la característica cola que se incluye a veces entre los elementos de kinh (figura 3). La palabra Xul, que significa “término”, evoca la idea del completamiento del día cuando el Sol entra en la región de la noche. En Yaxkin (“primero o nuevo Sol” y también “sequía”) que corresponde al séptimo uinal, la deidad solar asume su aspecto más característico, el de un anciano. Más tarde, en Kankin (“sol amarillo”), en el decimocuarto mes, el Sol aparece de nuevo con el rostro de un perro. Finalmente en el uinal decimosexto, Pax (“tambor”), el jaguar o dios de la nariz chata se relaciona con el sol ascendente, vinculado con la lluvia.
Ejemplos de glifos mayas de los meses
Figura 3. Glifos de los meses en las inscripciones y los códices. (Nótese la persistencia de los signos a través de los periodos clásico, postclásico y aún en la recopilación de Landa, siglo XVI.)
a) Zotz’: Copán 6; Cruz de Palenque; Dresde 47a; Landa.
Xul: Tikal, alt. 5; Palenque 96; Dresde 63b; Landa.
c) Moan: Yaxchilán L.; Quiriguá G; Dresde 48b; Landa.
d) Kayab: Quiriguá K., Flores 2; Dresde 61b; Landa.
(Fuente: Thompson, Maya Hieroglyphic Writing)

Las deidades del agua presiden también otras siete veintenas. Unas veces con el signo de jade o del agua, y otras con el del ave moán, o en relación con el maíz, un pez o los oficios celestes, el dios y dioses de la lluvia ejercen su influencia en el cuarto, quinto, octavo, decimotercero, decimoquinto, decimosexto y decimoctavo meses. Zotz (“murciélago”), el cuarto, tiene como su patrono al mítico pez Xoc, en el glifo personificado del día Muluc, íntimamente conectado con el dios de la lluvia (figura 12). Zec o Tzec (de etimología incierta), el quinto uinal, está presidido por un dios joven y su glifo ostenta el signo de Can (“el cielo”). Durante este mes había ceremonias en honra del Bacab patrono de los apicultores. El signo del jade o del agua aparece en relación con Mol (“recolectar”) en el octavo uinal. Mac (“cerrar”), nombre del mes decimotercero, trae de nuevo el signo de Xoc, “pez”, y también está relacionado con el dios del día Ik, numen del viento y la lluvia. El ave moán, en el decimoquinto mes, indica la presencia del agua (figura 3). Cumkú (una de las deidades del maíz) en el decimoctavo mes, tiene como símbolo un “dragón” o monstruo celeste, destacando así, su relación con las otras deidades de las aguas.

La diosa de la luna aparece dos veces, en Ch’en y en Kayab, las veintenas novena y decimoséptima. Ch’en (“pozo”), tiene una variante con el glifo de la figura lunar o de la misma diosa. Kayab (de etimología incierta) se representa con la cabeza de una tortuga (figura 3).

Veintena bajo el patrocinio de “la estrella grande” es Yax (“nuevo o verde”), la décima en la serie. Una variante glífica de ésta es la cabeza que precisamente simboliza a la deidad de la “estrella grande”.

Zac (“blanco”), el undécimo mes, aparece como la cabeza de un reptil o batracio. Su patrono es una deidad relacionada con los cuerpos celestes.

Finalmente hay otros dos uinales en los que se hacía honra a las deidades de la caza. Uno es Zip (el nombre del dios yucateco de la cacería), tercero en la serie mensual. El otro es Ceb (“venado”) que ocupa la posición decimosegunda. Los cazadores celebraban una fiesta en este mes en honor de Ah Ceh, el dios de los venados.

Además de los dieciocho uinales de veinte días (18 x 20 = 360), debe atenderse a los cinco días finales, los Uayeb (infaustos), según los nombraban los mayas yucatecos. El glifo de los Uayeb, el periodo de cinco días al término del año, es precisamente el signo del año con un prefijo especial. Estos días no favorables estaban bajo la influencia del Señor de la tierra.

A estas series de deidades que se miran en las inscripciones de la época clásica como personificación de los días, de los numerales y los meses en el pensamiento maya, habría que añadir la mención de otros muchos símbolos, también de carácter divino, en relación con otros distintos cómputos: cronológicos. Para nuestro propósito será suficiente decir que también respecto de los periodos fundamentales de kinh, el día; uinal, el mes; tun, el año; katún, la veintena de años y baktún, 360 x 20 x 20 días, es válida la afirmación que atribuye al tiempo rasgos e influjos divinos8 (figura 4).

Variantes de glifos mayas de katunes, tunes y uinales.
Figura 4. Variantes de glifos de katunes, tunes y uinales, en las inscripciones y en el Códice de Dresde.
a) katunes: Copán J. Dresde 61, Quiriguá F. Piedras Negras L 3.
tunes: Quiriguá 1. Dresde 61, Pusilha 0. Naranjo HS.
c) uinales: Copán HS, Dresde 61, Yaxchilán L. Sacchana I.
(Fuente: Thompson, Maya Hieroglyphic Writing)

Así, con base en estos elementos, al menos someramente descritos, daremos ya un nuevo paso en nuestro estudio. Hemos visto, al tratar en forma general de kinh, que fundamentalmente concibieron los mayas al tiempo en estrecha relación con la deidad solar, como algo en si mismo divino, sin limites y omnipresente. Prueba de esto nos la han dado las inscripciones de las estelas con cómputos dirigidos a precisar los momentos de kinh hace millones de años. Los glifos de los códices y los textos de procedencia maya y de redacción posterior a la conquista, han confirmado la continuada y obsesionante insistencia por conocer y prever la realidad siempre cambiante de kinh, sol, día, tiempo divinos. Ahora conocemos ya algo más: todos los momentos de tiempo son llegadas y presencias de rostros de dioses que se aúnan y apartan sucesivamente, dejando sentir sus influencias y determinando sin cesar vida y muerte en el universo. Cada momento no es sólo presencia de un dios, sino suma de muchas presencias. Las deidades de los números, los dioses del día y del mes y, en su caso, el Ahau del katún y otros más, se reúnen en los distintos periodos a través de los ciclos y, con la resultante de sus fuerzas, van tiñendo de múltiples formas el escenario universal en que viven y piensan los mayas. Los sistemas cronológicos son el instrumento para comprender los misterios de kinh cuya esencia son los rostros divinos que a cuestas lo traen.

Acertadamente se ha fijado Thompson en varias inscripciones de la época clásica en que precisamente se representan las figuras de dioses, personificación de los números, que, como en carrera de relevos sin fin, traen consigo las diversas cargas de días, de meses, de años, de katunes y baktunes. En el momento preciso en que uno de estos periodos llega a su completamiento, una nueva deidad toma la carga y mantiene así con su sino y sus atributos el fluir incesante de kinh. Los ejemplos aducidos por Thompson del dintel 48 de Yaxchilán, y de las estelas B y D de Quiriguá y D de Copán dan ilustración de esto (figura 5).

Deidad maya portadora del tiempo. 0 kines.
Deidad maya portadora del tiempo. 16 kines.

Figura 5. Deidades portadoras del tiempo, según Thompson.
a) 0 kines (Copán D).
16 kines (Yaxchilán, dintel 48).

La ya notada actitud del pensamiento maya que concibe y mide la realidad de los distintos períodos en función de su completamiento, alcanza nueva forma de expresión en esta imagen de los dioses portadores del tiempo. La llegada de éstos al fin de su jornada (lub, como término o cuenta completa en varios idiomas mayances), es precisamente el momento del “cansancio” de los dioses (lub, connota asimismo “cansarse”, en la totalidad de las lenguas de esta familia). Las nuevas deidades que en el mismo instante harán suya la carga del tiempo, marcharán con él a cuestas hasta llegar a su punto de reposo, cuando las haya agobiado el cansancio, que es el completamiento de un ciclo y el principio de uno más. Entendida así la concepción de las medidas del tiempo en cuanto reposo-completamiento, puede percibirse en ella una de las raíces de las cuales se deriva el pensamiento de los ciclos como series sin fin de periodos con momentos que son término y a la vez reanudación.

Los textos mayances, en especial aquellos en que se conservan las ruedas de los katunes de épocas mucho más tardías, corroboran lo dicho acerca de esta peculiar concepción de un universo en el que el paso del tiempo es puntual llegada, relevo y partida de fuerzas divinas. Así en la “primera rueda profética de un doblez de katunes”, publicada por Barrera Vásquez y reconstruida con base en varios de los textos de Chilam Balam, encontramos la expresión de los antiguos símbolos por medio de los cuales se anuncia la llegada de los diversos periodos con rostro y figura de dioses. Señalando el cambio y la entrada de la carga del tiempo, principia así el texto:

Se asienta el 11-Ahau con el 13-Ahau. Ésta es su palabra y lo manifiesta el contenido de su carga: Faz del nacimiento del cielo es el asiento del Katún 11-Ahau. Presente estará allí su estera, presente estará allí su trono. Allí mostrará su palabra, allí mostrará su dominio. Yaxal Chac, Lluvia verde, es la cara del Katún que dominará en el cielo…9

Y tras enumerar cuáles son los sinos, esta vez llenos de pesadumbre, de este periodo, continúa el texto señalando, los rostros de los siguientes katunes. De ellos entresacamos algunos. Respecto del katún 9-Ahau, se nos dice que es “el reinado de Ah Bolon Kin, el del nueve-sol…”10 Del 7-Ahau se proclama que “Amayte Kauil, deidad de los cuatro rumbos, será su rostro en el cielo”.11 Del 12-Ahau se afirma, “aquí está lo que manifiesta su carga … Yaxal Chuen, gran-mono-artífice, es el rostro que tendrá durante su reinado en el cielo. Habrá grandes maestros, grandes sabios, grandes magos …”12

Y para dar siquiera un ejemplo de la supervivencia de la antigua simbología en relación con los signos de la serie de los días, recordaremos algunos de los pronósticos tomados del Chilam Balam de Kaua:

Ix Kan.
Señora del maíz. Rico también,
maestros de todas las artes,
Ix kokobta, el pájaro merula, es su anuncio.
Los preciosos cantores, su ave.
Chac Imix Che, el árbol de la ceiba roja, es su árbol.
Sabio.

Chicchan.
Ah Tzal ti can, la serpiente del crótalo
es su anuncio que viene con su árbol.
Habin, el ichtyomethia, es su árbol,
de fuego es su ánimo.
Malo es su destino. Asesino.

Cimi.
Ah cuv manab el búho agorero,
torpe su anuncio
que viene con su árbol.
Asesino, muy malo es su destino igualmente …

Lamat.
Disforme perro es su anuncio.
De jaguar es su rostro,
de perro su trasero.
Entrometido, hablador …

Chuen.
Rostro de artífice de la madera,
artífice del tejer es su anuncio,
maestro de todas las artes.
Muy rico toda su vida.
Muy buenas todas las cosas que hiciere…13

El lenguaje de los rostros de dioses con cargas de tiempo, que hacen su entrada y se asientan, para ejercer su acción en determinados periodos, se conserva así en estos libros proféticos hasta muchos años después de la conquista y, en ocasiones, hasta fechas relativamente recientes. El hondo arraigo de la vieja concepción de los mayas acerca del tiempo hizo esto posible.

Lo que hemos presentado de los elementos más conocidos de la simbología maya, estudiada en las inscripciones, glifos y textos que se refieren a los principales ciclos de tiempo, nos ha acercado al peculiar complejo de connotaciones ligadas a la realidad primordial de kinh. Sobre esta base formularemos algunas conclusiones y apuntaremos algunas hipótesis. Al parecer podemos afirmar lo siguiente:

a) El concepto de tiempo abstracción lograda a partir de la experiencia de la presencia cíclica del sol y del día que es obra suya, tuvo vigencia universal en el ámbito de la cultura maya por lo menos desde las primeras inscripciones del periodo clásico. Prueba de esto son la antigua voz kinh con idénticos significados en los distintos grupos, así como la vigencia de algunas de sus variantes glíficas, por lo menos hasta la elaboración del último de los códices hacia el siglo XV d. de C.

Kinh, sol, día, tiempo, es realidad primordial, divina y sin limites. Kinh abarca todos los ciclos y todas las edades cósmicas que han existido. Por esto es posible hacer cómputos acerca de momentos remotos, alejados del presente cientos de millones de años y por esto se habla en textos como el Popol Vuh de “los soles” o edades, la actual y las que han sido.

c) El ser divino de kinh no se piensa como algo abstracto e indiferenciado. En él se distinguen innumerables momentos, cada uno de los cuales tiene su rostro y lleva consigo una carga en la que se muestran sus atributos. Entre los rostros que aparecen en los distintos periodos están los de la deidad solar en todas sus formas, los de los dioses y diosas de la lluvia, de la tierra, del maíz, de la muerte, de los sacrificios, de la estrella grande, de la luna y de la caza, la pesca y la medicina. Estos rostros constituyen el núcleo más significativo del panteón de los mayas.

d) El universo del tiempo en el cual viven los mayas es el escenario siempre cambiante en que se deja sentir la suma de presencias y de acciones de las varias fuerzas divinas que coinciden en un mismo periodo. Los sacerdotes mayas se esfuerzan por medio de sus cómputos por conocer cuáles son esas presencias y cuál habrá de ser la resultante de los varios influjos en determinados momentos. Como la naturaleza de kinh tiene por esencia ser cíclica, importa sobre todo conocer el pasado para entender el presente y predecir el futuro.

e) Los rostros del tiempo, la realidad primordial que ha provocado la obsesión de los mayas, son objeto de veneración. Ellos determinan y rigen toda actividad. Por ellos se norman las labores agrícolas, los cielos de fiestas, la vida entera. Los sacerdotes consignan el símbolo y la efigie de los dioses-tiempo que llegan. Erigen estelas, redactan sus libros, colocan las piedras de los katunes. El hombre maya ve teñida su existencia por el tiempo, que es presencia y actuación cíclica de todos los rostros de la divinidad.

En estas conclusiones se refleja posiblemente algo de lo que fue para la conciencia maya el tiempo en su esencial relación con el mundo de los dioses. De manera indirecta pueden entreverse también algunas de las consecuencias que de esto se siguieron para la vida y la acción de los humanos. Pero en realidad si queremos acercamos un poco más al universo maya de kinh, es necesario continuar nuestro estudio. Entre otras cosas, habrá que preguntarse: ¿cuáles fueron las relaciones de kinh con ese otro mundo visible y tangible que es el orden de la realidad espacial?

Para la visión maya de un mundo distribuido en cuatro inmensos sectores, con sus pisos celestes, morada de los dioses y sus planos inferiores, región de las tinieblas, ¿cuál fue la relación del tiempo con el espacio cósmico, henchido también de connotaciones y símbolos? ¿Tiempo y espacio fueron para los mayas aspectos distintos de la misma realidad primordial? De ser esto así, ¿podría describirse su pensamiento como una peculiar manera de panteísmo al que convendría el extraño titulo de pan-cronoteísmo? La aplicación de un concepto como éste indudablemente puede ser arbitraria, como especie de etiqueta carente de significación en el contexto peculiar de los mayas. Imprescindible resulta, por tanto, acercarse a su pensamiento para buscar en él los probables significados que dieron al mundo espacial y a su realidad misma de hombres desde el punto de vista de ese universo suyo en el que el tiempo es suma de rostros, presencias y actuaciones de dioses. Con base en los testimonios que conocemos, y procurando eliminar ideas y atribuciones ajenas a la mentalidad de los mayas, nos interesa en resumen encontrar una respuesta a la pregunta sobre cuál fue su propia concepción de lo que nosotros llamamos espacio y realidad, desde el punto de vista de su pensamiento acerca del tiempo.

NOTAS
1 Thompson, Maya Hieroglyphic Writing, p. 69.
2 Véase McQuown, Norman, op. cit., p. 79 y Kaufman, Terrence S., op. cit., pp. 113-114.
3 Thompson. Ibid., p. 131.
4 Goodman, J. T., “The archaic Maya Inscriptions”, apéndice a Archaeology, Biologia Centrali Americana, 5 vols. London, 1889-1902.
5 No es ciertamente una casualidad el que corresponda al frecuentemente citado Eric Thompson, junto con el título de investigador de los jeroglíficos mayas, el de primer escudriñador de la que él llama “filosofía maya del tiempo”.
6 Véase la tabla que ofrece Thompson con el nombre de los días en varios idiomas mayances en Maya Hieroglyphic Writing, p. 68. Además de las afinidades en la connotación de muchos de los términos correspondientes a igual día, hay al menos siete días designados con voces cognadas, es decir íntimamente relacionadas, en los siguientes idiomas: maya de Yucatán, Tzeltal y Tzotzil, Chuh (S. Mateo), Jalalteca, Ixil, Quiché y Pokomchí. Por lo que toca a los nombres de los meses, véase la correspondiente tabla en op. cit., p. 106.
7 La breve descripción y las relaciones que aquí damos acerca de “los días-dioses”, se basa sobre todo en los trabajos de Eduard Seler, “Die Tageszeiehen der Aztekischen und der Maya-Handschriften und ihre Gottheiten”, en Gesammelte AbhandIungen, vol. I, pp. 417-503, y de Eric S. Thompson en Maya Hieroglyphic Writing, pp. 69-93.
8 Para la descripción de las inscripciones y glifos correspondientes a estos periodos, véase: Thompson, Maya Hieroglyphic Writing, pp. 142-147.
9 Barrera Vásquez, Alfredo, op. cit., pp. 95-96.
10 Ibid., p. 99.
11 Ibid., p. 100.
12 Ibid., p. 112.
13 Ibid., pp. 189-193.

MIGUEL LEÓN-PORTILLA

MIGUEL LEÓN-PORTILLA

Nació en México, D.F., el 22 de febrero de 1926. Ingresó en El Colegio Nacional el 23 de marzo de 1971. Premio Nacional de Ciencias Sociales, Historia y Filosofía (1981); Premio Elías Sourasky. La historia y los historiadores en el México Antiguo (discurso de ingreso). Memoria, tomo VII, número 2. 1971 pp. 147-164

Nació el 22 de febrero de 1926 en la ciudad de México. Cursó sus primeros estudios en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, y en la ciudad de Los Ángeles, California. En esta última ciudad, obtuvo el título de Master of Arts, con la mención Summa cum Laude. En la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México se doctoró en Filosofía, bajo la guía del padre Garibay, con la tesis titulada La Filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes. Esta publicación que apareció revisada en 1959, ha sido traducida al ruso, al inglés, al francés y al alemán. Otros libros suyos son Los antiguos mexicanos, La visión de los vencidos (traducida a quince idiomas) y Literaturas indígenas de México.

Ha sido profesor en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM desde 1957. Director del Instituto de Investigaciones Históricas, miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM, y actualmente es investigador del Instituto de Investigaciones Históricas, con antigüedad desde 1957. Ha dado conferencias en las principales universidades del país, de Estados Unidos, de Europa, de Asia y de América Latina y pertenece, como consejero, al Instituto de Civilizaciones Diferentes de Bruselas, Bélgica; a la Sociedad de Americanistas con sede en París Francia, a la American Anthropological Association, a la Sociedad Mexicana de Antropología, a la Academia de la Investigación Científica, a la Academia de la Historia, a la Academia Mexicana de la Lengua, a la American Historical Association, la National Academy of Sciences y a otras instituciones culturales de México y el extranjero. Sobresalen entre las distinciones que ha recibido: El Premio Elías Sourasky, El Premio Nacional de Ciencias Sociales, Historia y Filosofía 1981, El Premio Universidad Nacional 1994, Cronista de la ciudad de México 1974, el ser Consejero de Cahiers du Monde Hispanique et LusoBrésilien de la Universidad de Toulouse-Le Mirail, Francia; Asesor de la revista California History, de la Sociedad de Historia de San Francisco, California; el ser catedrático distinguido en la Universidad de Alberta, Canadá; Coordinador de la Comisión Nacional del V Centenario 1492-1992. En El Colegio Nacional desde el 23 de marzo de 1971.

Teogonia e historia de los mexicanos: mitos cosmogénicos tezcocanos (fragmentos)

Teogonia e historia de los mexicanos: mitos cosmogénicos tezcocanos (fragmentos)

100. En cuanto a la creación del mundo, había sido destruido una vez, y las gentes habían sido creadas de rocas, y que en la primera creación, los dioses habían creado cuatro soles bajo cuatro figuras, según se muestra en sus libros.

101. El primero de los cuales se llama Chalchiuhtonayo, que es como dios de piedras preciosas, y que los que vivieron bajo este sol, murieron ahogados y algunos tornáronse en peces y otros vivían de una yerba del río nombrada acicintli.

102. El segundo sol se decía Chalchiuhtonatiuh y los que vivieron en éste comían una yerba cencoccopi y murieron todos abrasados en fuego del cielo, de los cuales, unos se convirtieron en pavos, los otros en mariposas, los demás en perros.

103. El tercer sol se llama Yohualtonatiuh que quiere decir sol oscuro y nocturno. Los que vivieron bajo éste comían mirra y resina de los pinos, de los cuales hay gran abundancia en este país, y estos murieron devorados por bestias salvajes, que ellos llaman … (laguna) que quiere decir gigantes, de los que entonces hubo en Nueva España como contaremos después.

104. El cuarto sol se llama Ehecatonatiuh que quiere decir sol de aire. Los que vivieron bajo este sol se nutrían con el fruto de un árbol que se llama mizquitl, del cual hay gran copia en la Nueva España, el cual fruto los indios tienen en muy grande estima, y de él hacen bollos para llevar cuando van de camino, y para guardar para lo largo del año, y en verdad es un buen fruto. Estos murieron por tempestades de vientos y se volvieron monos.

105. Cada uno de estos soles no duró sino veintitrés años y se perdió en seguida.

106. Y habiéndoles preguntado que (si) el sol perecía con los hombres cómo luego salían y se producían otros soles y hombres, respondieron que los dioses hacían estos soles y estos hombres.

107. Dicen también que sus antepasados les han dicho que el mundo fue destruido por las aguas, y así fueron ahogadas todas las gentes, a causa de los pecados que habían cometido contra los dioses, además (que) ellos habían descendido al infierno donde las almas eran quemadas.

108. Y que por esta causa, los que fueron creados después habían de quemar los cuerpos y guardar las cenizas porque esperaban que Mictlantecutli, dios del infierno, los dejaría salir y así resucitarían otra vez. En lo cual se ve bien que el demonio les decía una verdad para hacerles creer mil embustes.

NUEVA CREACION

109. Después de la destrucción del mundo, como se ha contado, cuentan la creación del segundo de esta manera:

110. Luego que las aguas pasaron encima de la tierra, en la cual ellos dicen no haber dejado cosa sin destruir, fue de nuevo ordenada y llena de todas las cosas que eran necesarias para el uso del hombre que los dioses crearon después.

111. Esta nueva creación atribuían los mexicanos al dios Tezcatlipuca y a otro llamado Ehecatl, e. d. aire, los cuales dicen haber hecho el cielo de esta suerte:

112. Había una diosa llamada Tlalteutl, que es la misma tierra, la cual, según ellos, tenía figura de hombre: otros decían que era mujer.

113. Por la boca de la cual entró un dios Tezcatlipuca y en su compañero llamado Ehecatl, entró por el ombligo, y ambos se juntaron en el corazón de la diosa que es el centro de la tierra, y habiéndose juntado, formaron el cielo muy bajo.

114. Por lo cual los otros dioses muchos vinieron a ayudar a subirlo y una vez que fue puesto en alto, en donde ahora está, algunos de ellos quedaron sosteniéndolo para que no se caiga.

115. Lo que dicen haber sido hecho el primer día del año pero no saben cuánto ha que esto fue, aunque les parece que ha cien tiempos, de los que hemos dicho que hacen 102,000 años (sic).

116. El segundo año fueron hechas las estrellas por otros dioses, llamados Citlaltonac y Citlalicue su mujer.

117. La noche también dicen haber sido hecha por otros dioses, llamados Yoaltecutli y Yacohuiztli.

118. El dios Tláloc, que es el dios de las aguas, hizo este mismo año el agua, la lluvia, y por quien dicen que el agua de la lluvia sale de los montes, nombran a estos Tlaloque, que quiere decir “señores”.

119. Mictlantecutli, es dios del infierno, fundó el infierno en el año octavo.

120. Todo esto hecho, deliberaron acerca de hacer al hombre que poseyera la tierra los dioses Tezcatlipuca y Ehecatl.

121. En seguida el dicho Ehecatl descendió al infierno a buscar de Mictlantecutli ceniza de difuntos para hacer otros hombres.

122. El cual dios del infierno entregó solamente un hueso de una vara, y tan luego como lo hubo entregado, se arrepintió mucho, pues esta era la cosa que más quería de todo cuanto tenía.

123. Y por ello siguió a Ehecatl para quitarle el hueso, pero al huir Ehecatl se le cayó y se rompió, por lo cual, el hombre salió pequeño, pues ellos dicen que los hombres del primer mundo eran gigantes en grandor.

124. Él luego tomó el hueso y el resto de la ceniza y se metió en un apaztle, que quiere decir lebrillo, desde el cual llamó a todos los dioses para la creación del hombre primero.

125. Los cuales juntos, se sacrificaron la lengua y así comenzaron el primer día de la creación del hombre, formándole el cuerpo, el cual se movió en seguida.

126. Y el cuarto día estaban hechos el hombre y la mujer pero no quedaron en seguida grandes, sino según el curso natural.

127. Luego que fueron hechos los nutrió un dios dicho Xolotl, que quiere decir gallo de indias, el cual los nutrió con pan molido, no con leche.

128. El nombre de este primer hombre no lo saben, pero dicen que fue creado en una nueva cueva de Tamoanchan, en la provincia de Cuernavaca, que es Cuauhnahuac, en el Marquesado del Marqués del Valle.

OTRO MITO DE LA CREACION

144. Por los cuatro soles, de los que hemos contado, entendían cuatro edades, aunque no saben bien declararlo, pero nosotros lo declararemos después más ampliamente.

145. Algunos otros dicen que la tierra fue creada de esta suerte:

Dos dioses, Quetzalcoatl y Tezcatlipuca bajaron del cielo a la diosa Tlaltecutli, la cual estaba llena por todas las coyunturas de ojos y de bocas, con las que mordía, como bestia salvaje.

146. Y antes de que fuese bajada, había ya agua, que no saben quién la creó, sobre la que esta diosa caminaba.

147. Lo que viendo los dioses, dijeron el uno al otro: “Es menester hacer la tierra”.

148. Y esto diciendo, se cambiaron ambos en dos grandes sierpes, de los que el uno asió a la diosa de junto a la mano derecha hasta el pie izquierdo, y el otro de la mano izquierda al pie derecho.

149. Y la apretaron tanto, que la hicieron partirse por la mitad, y del medio de las espaldas hicieron la tierra y la otra mitad la subieron al cielo, de lo cual los otros dioses quedaron muy corridos.

150. Luego, hecho esto, para compensar a la dicha diosa de los daños que estos dos dioses la habían hecho, todos los dioses descendieron a consolarla y ordenaron que de ella saliese todo el fruto necesario para la vida del hombre.

151. Y para hacerlo, hicieron de sus cabellos, árboles y flores y yerbas; de su piel la yerba muy menuda y florecillas; de los ojos, pozos y fuentes y pequeñas cuevas; de la boca, ríos y cavernas grandes; de la nariz, valles y montañas.

152. Esta diosa lloraba algunas veces por la noche, deseando comer corazones de hombres, y no se quería callar, en tanto que no se le daban, ni quería dar fruto, si no era regada con sangre de hombres.

MITO GENESICO DEL MUNDO

153. Estos indios afirman tener también una diosa Citlalicue la cual envió del cielo mil seiscientos hijos a una ciudad llamada Tetotihuacan, cerca de Tezcuco.

154. Los cuales, tan luego como llegaron a dicha ciudad, perecieron.

155. Luego, después de veinticinco años de que el mundo había sido creado y había quedado ya por todo este tiempo oscurecido, por la falta de sol, se juntaron tres dioses, Tezcatlipuca, Ehecatl y Citlalicue, diosa, los cuales acordaron hacer el sol que alumbrara la tierra.

156. En este tiempo había otro dios llamado Piltzintecutli y su mujer se llamaba Xochiquetzal, los cuales tenían un hijo llamado Xochipilli, y un otro, que no era suyo, pero lo criaban, que se llamaba Nanahuaton, cuyo padre se decía Itzpapalotl y la madre Cuzcamiauh, los cuales tomaban cuerpo y figura humana cuando bien les parecía.

157. Cuando, pues, los dioses quisieron hacer el sol, todos estos juntos y otros más, hacían penitencia para poder merecer ser sol, ofrecían a los tres grandes dioses perlas preciosas, incienso y otras cosas muy ricas.

158. Mas Nanahuatl, como era pobre, no tenía nada para ofrecer, pero su sacrificio era picarse con una espina a menudo y ofrecía lo que podía haber, según su pobreza.

159. Se juntó con sus hermanos e hizo un gran fuego delante de los dioses, los cuales le dijeron que se metiera, que él sería sol.

160. Entonces, Nanahuaton se arrojó al fuego por arte mágica, en que él era bien sabio, y se fue entonces al infierno y de ahí trajo muchas piezas ricas y fue escogido por sol.

MITO COSMOGONICO DE CHALCO

161. En otra provincia llamada Chalco cuentan haber sido el agua la primera causa del mundo, no saben empero quién la hizo.

162. Y que descendieron del cielo algunos dioses, llamados Cemecatl, Tezcatlipuca, Chiconahui, Ehecatl, todos hijos de Atlalicue o Clitlalicue, diosa de las estrellas, la cual dicen haber hecho las estrellas, el sol y la luna, y los dioses hijos hicieron al hombre, mas no saben qué año fue esto.

163. Además dicen haber nueve cielos, aunque no saben a dónde están el sol, la luna y las estrellas ni los dioses.

ORIGEN DE QUETZALCOATL

184. En las historias de este pueblo salvaje se cuenta que había un dios llamado Camaxtli, que tomó por mujer una diosa, llamada Chimalma, la que de él tuvo hijos, entre los cuales había uno de nombre Quetzalcoatl.

188. Este nació en Michatlauhco, y fue entregado a sus abuelos para que lo crearan, pues su madre había muerto al darlo a luz.

189. Después de haber sido creado, fue enviado cerca de su padre, mas porque era muy amado por su padre, lo envidiaban sus hermanos, tanto que se propusieron matarlo.

190. Y para hacerlo, lo enviaron con engaños a una gran peña llamada Tlachinoltepec que quiere decir “peña donde se hace arder”, y lo dejaron allí y se bajaron y miraron el fuego alrededor de la peña.

191. Pero Quetzalcoatl se metió en un agujero que había en la roca y sus hermanos se fueron, pensando haberlo quemado.

HAZAÑAS

192. Habiéndose ido ellos, salió de la roca con un arco y flechas y tiró a un animalejo y lo mató echándoselo a la espalda, lo llevó ante su padre, y llegó antes que sus hermanos, los cuales al venir, quedaron maravillados de verlo.

193. Pensaron matarle otra vez y así lo subieron a un árbol diciéndole que tirara a los pájaros, y estando él sobre el árbol, le comenzaron a tirar flechas, mas como discreto se dejó caer en tierra fingiendo estar muerto.

194. Lo cual vieron sus hermanos y se fueron a su casa y habiendo partido sus hermanos, se levantó y mató un conejo, y lo llevó a su padre, antes que sus hermanos llegaran.

195. El padre que sospechaba lo que sus hermanos querían hacerle, le preguntó dónde estaban sus hermanos, y él respondió que ya venían, y se partió de con su padre a otra casa.

196. Entretanto, sus hermanos vinieron y les preguntó su padre por su hermano y ellos, respondieron que ya venía.

197. Entonces les reprendió porque querían matarlo, de lo cual ellos quedando enojados, se propusieron matar a su padre y así lo hicieron llevándolo a una montaña.

198. Después de haberlo matado, volvieron a buscar a Quetzalcoatl y le hicieron creer que su padre se había cambiado en roca, persuadiéndole juntamente a que sacrificara y ofreciera alguna cosa a esta roca, como leones, tigres, águilas, animalejos, mariposas, pues no podría él encontrar estas bestias.

199. Y como no quiso obedecer él, lo quisieron matar, mas escapó de entre ellos y se subió a un árbol, o lo que es más verosímil, sobre la misma roca y a flechazos los mató a todos.

200. Hecho esto, sus vasallos que le querían mucho, le vinieron a buscar con honores y tomaron las cabezas de sus hermanos y vaciándoles los cráneos de ellos hicieron copas para beber.

201. Y se partieron en seguida de allí y se vinieron a la tierra de México y permanecieron unos días en un pueblo llamado Tulancingo, y de ahí se fue a Tula, donde no se sabe que entonces se hicieran sacrificios y por eso como él llevó el uso de los sacrificios, fue tenido por dios.

202. Él les enseñó muchas cosas buenas, templos para él y otras cosas muchas y duró 160 años por dios de este país.

VENIDA DE TEZCATLIPUCA

203. Quetzalcoatl vivía muy a su gusto en Tula, siendo adorado por dios, pero como la verdad no se puede largo tiempo ocultar, sucedió que llegó a Tula un otro dios, del cual hemos hablado aquí antes, Tezcatlipuca.

204. El cual, en llegando, de envidia que tenía a Quetzalcoatl, tentó hacer mal al pueblo de Tula, para que adorara a él y asimismo a Quetzalcoatl.

205. Entró a Tula como un pobre y tomaba diversas figuras y espantaba a los de Tula y a Quetzalcoatl, el cual aunque fuera demonio tanto como el, siempre hay demonios los unos más grandes que los otros, pues están hechos de ángeles y los ángeles hay unos más grandes que los otros.

206. Un día, pues, fue Tezcatlipoca al templo de Quetzalcoatl. Había una efigie de Quetzalcoatl y un espejo que los indios estimaban mucho, pues según Quetzalcoatl les había hecho creer, por medio de este espejo siempre había de haber lluvias y si se la pidieran por este espejo, el se las daría.

207. Entrando, pues, Tezcatlipuca al templo encontró los guardias dormidos y se fue derecho al altar y robó el espejo y lo escondió debajo del palacio en donde dormían los guardias, lo que hecho se marchó.

208. Habiendo despertado los guardias, como buscaran el espejo, estaban muy diligentes buscándolo, pero Tezcatlipuca encontró a una vieja en su camino y le dijo:

209. Vete al palacio y di a esos guardias que lo que buscan está debajo de su palacio y serás bienquista de ellos. Lo hizo la vieja.

210. En tanto Tezcatlipuca se mudaba en diversas figuras de animales y monstruos buscando de atemorizar a las gentes.

211. Se hizo también cortar los cabellos, lo que los indios jamás habían visto.

212. Y se fue al templo de Quetzalcoatl y destruyó su figura, y arrojándola por tierra y tomando diversas figuras, burló a sus servidores y a todos los de Tula.

213. Cuando ellos veían esto se iban saliendo de la ciudad y Quetzalcoatl al verlo tuvo miedo y huyó también con algunos de sus servidores con lo cual Tezcatlipuca quedó bien contento.

HUIDA DE QUETZALCOATL

214. Quetzalcoatl se fue de allí a Tenayuca y duró allí por algún tiempo.

215. De ahí se fue a Culhuacan donde duró también largo tiempo, mas no lo saben tampoco cuanto.

216. De ahí pasó a las montañas y se fue a Cuauhquecholan y aderezó un templo y un altar para sí y era adorado, por dios, y no había más que él, y allí duró 290 años y dejó allí un señor llamado Matlalxochitl.

217. Y se fue a Cholula, donde duró 160 años y le hicieron un templo en gran manera magnífico, del cual aún hay gran parte, pues estaba bien construido y bello, el cual los gigantes habían hecho, como diremos después.

218. De allí se fue a Cempoala ciudad principal en la mar del norte donde primeramente llegó el Marqués don Hernando Cortés, cuando él entró en este país, mas al presente está todo demolido, como los españoles han hecho con muchas otras.

219. En esta ciudad permaneció 260 años y hasta este lugar le persiguió Tezcatlipuca.

220. Y viéndose tan perseguido de este Tezcatlipuca se fue a un desierto y tiró un flechazo a un árbol y se metió en la hendidura de la flecha y así murió.

221. Y sus servidores le tomaron y quemaron y de allí quedó la costumbre de quemar los cuerpos muertos.

222. Del humo que salió de su cuerpo dicen haber sido hecha una gran estrella que se llama Héspero.

223. Este Quetzalcoatl no tuvo jamás mujer ni hijos.

224. Otros dicen que cuando él debía morir se fue a un lugar… (termina el Ms.).

*De Teogonía e Historia de los Mexicanos, ed. de Angel Mª Garibay. Porrúa, México 1979.

Los mayas (compilatorio 2)

En un territorio y zona geográfica muy variada, pero bien delimitada, se desarrolló una civilización y cultura formidables, cuyos vestigios siguen causando gran admiración y asombro.

Esta extraordinaria civilización, en la cual se dieron lugar las más diversas manifestaciones culturales como arquitectura, escultura, pintura, astronomía e importantes conocimientos matemáticos, se desenvolvió en selvas tropicales, en escarpadas montañas, así como en planicies inmensas, y ha llegado hasta nuestros días a través de sus ciudades, templos, palacios, estelas, altares, murales y códices, entre otros objetos. Dicha civilización es la que ahora conocemos como Maya.
Esta grandiosa cultura tuvo avances impresionantes aún para nuestra época particularmente en matemáticas, astrología y el calendario.
La civilización Maya se desarrolló en un territorio de aproximadamente 400,000 kilometros cuadrados, situado en la región denominada Mesoamérica, la cual abarca a la Peninsula de Yucatán, el estado de Quintana Roo, la Mayor parte de Tabasco y Chiapas y el itsmo de Tehuantepec en México, toda Guatemala, Belice, la parte occidental de El Salvador y Honduras, y una pequeña parte de Nicaragua
Este territorio presenta una gran rica variedad geográfica: montañas, pantanos, planicies, selvas tropicales, bosques de altura, etc., por lo que climas, suelos, lluvias y vegetaciones diferentes, albergaron diversos grupos étnicos, lenguas y estilos de vida que integran la gran familia Maya, agrupada comunmente bajo el nombre de Mayense.
Los Mayas y sus descendientes han ocupado este territorio desde hace aproximadamente 5000 años; sin embargo, la Civilización Maya probablemente se remonta a tiempos mucho más antiguos.

Division del area maya

Considerando los indicadores geologicos y climaticos, existen dos ambientes en el area maya, el de las tierras altas y el de las tierras bajas. Aunados a estos indicadores, factores culturales y desarrollo historico diferenciado, el territorio maya se divide en tres zonas, a las que por su ubicación se les denomina: sur ( meridional ), central y norte ( septentrional )

Zona Sur.- La zona sur incluye las tierras altas de Chiapas y Guatemala y una zona contigua de El Salvador, mas de una faja adyacente de litoral del oceano Pacifico de 40 a 50 km, con caracteristicas geograficas que contrastan con el resto del area. Las tierras altas estan formadas por sierras montañosas de origen volcanico de mas de 3 000 metros de altura, en las que nacen los rios Usumacinta y Motagua y se encuentran los lagos Atitlan y Amatitlan.

Zona central.- La zona central, llamada tambien de las tierras bajas, se extiende desde la vertiente norte de las serranias de Chiapas, Guatemala y Honduras, y tiene como centro la meseta de El Peten en Guatemala, donde las aguas que bajan de las tierras altas forman dos sistemas fluviales, al poniente el del rio Usumacinta y al oriente el del rio Motagua; al norte comprende la zona de Belice, Tabasco, y la parte sur de los estado de Campeche y Quintana Roo.

Zona Norte.- La zona norte abarca la mitad norte de la peninsula de Yucatan, o sea, el estado de Yucatán y la mayor parte de los estados de Campeche y Quintana Roo. Esta zona es una extensa planilla interrumpida por ligeras elevaciones (100 m) de la cordillera Puuc que corre paralela a la costa de Champotón y Campeche, de donde se prolonga hacia el noroeste de Maxcanú y de ese punto al sureste de Tzucacab. Los dos ultimos en el estado de Yucatán. En ella desaparecen los rios y el agua superficial es sumamente escasa, carencia que aumenta a medida que se avanza hacia el norte. La ausencia de agua en la superficie es compensada, en cierta medida, por las aguadas, sartenejas y cenotes, junto a las cuales se asentaron numerosas poblaciones, asi como depositos artificiales de agua llamados CHULTUNES.

Los cenotes son uno de los hechos geograficos de origen hidrologico mas sobresalientes de Yucatan. Son mantos acuiferos naturales subterraneos. Las aguadas son cenotes abiertos.

Desarrollo Historico-cultural del pueblo maya

El estudio de la civilizacion maya se divide en 3 etapas:

El Periodo preclasico

(1600 a.C. al 300 d.C.)

Dio inicio con el primer asentamiento en las montañas del oeste de Guatemala por el año del 2 500 a.C. Los primeros mayas que se establecieron en la peninsula de Yucatán lo hicieron en el año 1 600 a.C y los primeros que se establecieron en Tabasco lo hicieron para el año de 900 a.C.

En el preclasico inferior vivian en casas que tenian por paredes, palos unidos entre si por barro y estaban provistas de techo de paja. Estas casas siempre estaban alrededor de los cenotes. Sus actividades economicas mas importantes en la recoleccion de frutos, practicaban la caza y la pesca; tenian una agricultura de temporal. En el preclasico medio, sus actividades economicas mas importantes eran la agricultura, el comercio y la ceramica. Mejoraron la agricultura, por lo cual se volvieron autosuficientes. En el preclasico superior, los mayas tienen contacto con los olmecas, lo cual trae como consecuencia la introduccion del calendario, la cuenta larga y la escritura incipiente.

En este periodo destacaron las ciudades de Mani, Dzibilchaltún, Komchen, Izamal, Tikal, Copan, Chichen Itza, Kabah, Loltun, entre otras.

Periodo Clasico

( 300 al 900 d.C.)

En este periodo, el proceso cultural de los mayas alcanzo su maximo desarrollo, tanto en el campo tecnologico, como en el social, economico, politico, religioso y artistico. Fue la denominada EPOCA DE ORO de los mayas. La poblacion habia crecido y la agricultura se habia desarrollado bastante. Se levantaron terrazas en las zonas montañosas; en territorios con rios, lagos o lagunas se construyeron canales de riego y aumentaron de esta manera la superficie cultibable tanto para la produccion de produstos basicos como para el consumo y el comercio. Los centros crecieron de manera esplendorosa. Con los nuevos adelantos se diversifico mucho mas y surgieron los artesanos especializados en distintas manifestaciones culturales; igualmente se incremento el comercio que, poco a poco, habia facilitado el desarrollo economico y que ahora, en el periodo clasico, permitia el intercambio no solo con pueblos del area maya, sino tambien con otros pueblos de mesoamerica, consolidandose entre el peten y el valle de Mexico un activo comercio.

La entrada de algunos pueblos de mesoamerica a poblaciones mayas llegaron durante un tiempo a desastabilizar a la sociedad y paralizar la construccion de centros ceremoniales. Sin embargo, la elite gobernante supero la crisis y el desarrollo continuo.

En los mejores tiempos de la actividad arquitectonica tuvo relevancia, pues se construyeron sitios con centenares de edificios, algunos con numerosas habitaciones; piramides monumentales de hasta 70 metros de altura, numerosas estelas y monumentos con fechas de cuenta larga e inscripciones jeloglificas en las que se dan referencias a hechos historicos. Todas estas actividades se realizaron bajo la direccion y supervision de la clase dirigente que habia establecido un gobierno teocratico ( Gobierno ejercido directamente por dios o por los sacerdotes como sus representantes ) en el que recidian los poderes civiles y religiosos, los cuales estaban intimamente ligados. La clase dirigente, una minoria, se sostenia de los tributos que le entregaban los campesinos y los artesanos. Su poder se extendia por toda una region, y lo ejercian a traves de de un sistema burocratico bien organizado que llegaba hasta los lugares mas alejados. Los funcionarios controlaban las actividades productivas, la vida material y espiritual de las poblaciones, alcanzando las obras publicas y santuarios ya referidos. En este periodo se da una decadencia, la cual tiene varias teorias, entre las que se incluyen una posible guerra civil, alguna epidemia o conquista de pueblos barbaros.

En este periodo, algunas de las ciudades que florecieron fueron: Coba, Uxmal, Izamal, Kabah, Loltun y Acanceh entre otras.

Periodo Posclasico

(900 al 1542)

Se desarrollo en la Zona Norte, ya que los mayas que vivieron ahí, sobrevivieron a la catastrofe que provoco el abandono de las ciudades de la zona Central y continuaron su desarrollo durante el periodo posclasico afectados por las influencias culturales de grupos extrangeros que irrumpieron en la region; uno de ellos, acaso el principal, fue el de los mayas chontales o putunes que procedian del sur de Campeche y del delta de los rios Usumacinta y Grijalva. Por su ubicación en esta region del Golfo de Mexico, los mayas chontales o putunes estaban influenciados por sus vecinos de habla mexicana por lo que constituian una cultura hibrida maya-nahua.

Una rama de estos, los Itzaes, navegaron desde su lugar de origen hasta la isla de Cozumel, en la costa oriental de la peninsula, de donde se establecieron por algun tiempo, pocos años despues cruzaron a tierra firme y ocuparon Pole, y de ese sitio caminaron hasta Chichen Itza, que en aquel tiempo se llamaba Uucil Abnal ( siete matorrales ) lugar que conquistaron posiblemente en el año 918.

Una vez posesionados de Chichen Itza se extendieron por diversos rumbos de la costa oriental y de tierra adentro, unos avanzaron al interior de Yucatan conquistando y sujetando a tributo a numerosos pueblos; otros se establecieron en sitios como Bacalar, Chetumal, Coba ( Centro que estaba abandonado desde fines del periodo clasico ), o se instalaron en la costa norte.

Poco antes de los acontecimientos referidos, o al mismo tiempo que ellos, penetró a Yucatán otro grupo de linaje mexicano, los xiu, y ocuparon Uxmal durante algún tiempo; desde este lugar desempeñaron el poder sobre la extensa región del suroeste de Yucatán. Estos inmigrantes trajeron a la región nuevos elementos ideológicos que se encuentran representados en algunas edificaciones de la región.

Hacia el año 987 ocupó Chichén ltzá el caudillo tolteca Quetzalcóatl-Kukulkán. La historia sintetiza la larga travesía de este personaje desde su lugar de origen hasta Yucatán, y refiere que, fugitivo de sus enemigos de Tula en el Antiplano de México, se dirigió, en unión de un grupo de sacerdotes, guerreros y servidores, a la parte del Golfo de México que era la región natural de los chontales putunes, grupo bastante influido ya por la cultura náhuatl; poco tiempo después, los putunes itzaes lo acompanaron en la última parte de su recorrido, puesto que ya conocían bien la región y dominaban gran parte de ella desde el año 918; por eso se menciona en las crónicas que hubo dos entradas de los itzaes a Chichén Itzá. Quetzalcóatl, que aparece en los relatos nahuas como un personaje mítico, casi como un dios, es conocido en las crónicas mayas como un personaje histórico con el nombre de Kukulkán, que significa: serpiente emplumada.

Una razón decisiva del asentamiento de los itzaes en el sitio que denominaron Chichén ltzá fue la existencia de dos cenotes, uno de ellos, el Xtoloc, sirvió para el aprovisionamiento de agua; el otro, el Sagrado o de los Sacrificios, fue utilizado para el culto al dios de la lluvia, Chaac. Un sacbé conduce al Cenote de los Sacrificios desde la plaza principal.

El pueblo maya de Chichén ltzá y el que habitaba en el área de influencia de este centro, quedó sujeto a jefes no autóctonos, es decir, a los invasores extranjeros que aportaron elementos culturales nahuas, entre los que predominaban los de Tula. El campesino siguió trabajando la tierra como en tiempos anteriores, pero el tribu- to se canalizó hacia los gobernantes itzaes y la esclavitud se recrudeció, se incrementaron los sacrificios humanos y se les impusieron cambios en las creencias así como la veneración de nuevas deidades.

En Chichén ftzá se concentró el poderío itzá, razón por la que este centro militar, político, comercial y religioso experimentó una transformación grandiosa que lo llevó a su florecimiento; las ideas que introdujeron los grupos toltecas se reflejaron en el arte y en la arquitectura, como ejemplos se pueden señalar, la construcción del imponente edificio de El Castillo, el grupo de las Mil Columnas y el Gran Juego de Pelota; las representaciones de tigres caminando y almenas en forma de caracol como en Tula; columnas con serpientes erguidas, bajorrelieves que representan guerreros toltecas, murales con escenas de guerreros navegando frente a pobla- dos costeros; tableros con figuras humanas enmascaradas y animales en actitud de comer corazones humanos.

Se cree que el auge de Chichén ltzá se logró gracias al periodo de relativa paz que vivió por espacio de 200 años, hecho que fue posible por la organización hacia el año 1000 de la llamada “Liga de Mayapán”, alianza política que hicieron los gobernantes de Uxmal (Xiu), Chichén ltzá y Mayapán.

Dos siglos más tarde las discordias políticas, las rivalidades por intereses comerciales y la rebeldía del pueblo cansado de tanta opresión, llevaron a la disolución de la ‘Liga”, a la caída de Uxmal y al término de la preponderancia de Chichén ltzá, hechos contemporáneos ocurridos hacia el año 1200.

El final repentino de Chichén ltzá se debió, según algunos relatos históricos, a la guerra que le hizo Mayapán, en la que un jefe importante de este lugar llamado Hunac Ceel Cahuic venció a los itzaes y los expulsó. Este hecho se conoce en los textos mayas como la “Traición de Unac Cell”. La salida de los itzaes no provocó el total abandono del sitio, diversos grupos mayas continuaron durante más de tres siglos, haciendo peregrinaciones al Cenote Sagrado para llevar ofrendas al dios de la lluvia, Chaac. El sitio había quedado en poder de los Cupul Itzá. Después de la rebelión el poder quedó en manos de los vencedores, los Cocom, de linaje itzá, señores de Mayapán.

Desde entonces, este sitio se convirtió en el centro político y comercial más importante de toda la parte norte de la península. La ciudad se transformó, se construyeron la muralla que la rodea y dentro del recinto más de 2 000 casas para uso habitacional, así como algunos edificios monumentales semejantes a los de Chichén ltzá. La autoridad que ejercieron los Cocom desde sus inicios fue absoluta y su política para evitar una nueva rebelión fue la de llevar a Mayapán como cautivos a los señores na- turales de la tierra, a los principales jefes mayas, y retenerlos como rehenes. Se les construyeron casas especiales dentro del recinto amurallado para que vivieran en unión de un reducido séquito de sus parciales; desde allí, atendían los asuntos de sus gobernados y recibían el tributo que éstos les enviaban desde sus pueblos, los cuales eran transferidos a los señores de Mayapán. Gran parte de los intereses comerciales de los Cocom estaban ligados a la costa oriental y a otras playas de la península, uno de los principales era el de la sal, que estuvo controlada por ellos durante mucho tiempo. Al parecer, rnan- tuvieron importantes relaciones con los navegantes putunes con los que realizaron valiosos intercambios. Como conse- cuencia de este comercio florecieron en ese territorio importantes centros como Tulúm, Xelhá y Muyil. Conforme pasaron los años la tiranía de la casa Cocom se recrudeció, el tributo exigido fue cada vez mayor y más frecuente, la esclavitud se extendió y los esclavos mayas adquirieron un valor comercial en los florecientes mercados de la costa noroeste y oriental de la península, práctica que permaneció aún después de que los Cocom perdieron el poder.

Ante tal sistema de explotación comenzó una serie de levantamientos de los pueblos afectados contra el grupo dominante, pero ellos eran aplacados por los partidarios de los Cocom, que contaban con la ayuda que le prestaban los guerreros mexicanos, llamados por los mayas Ah Canul. A medida que los levantamientos se hacían más frecuentes, un número mayor de guerreros llegaba a Mayapán, ya que los Cocom habían establecido una alianza militar y comercial con los grupos mexicanos establecidos en Tabasco y Xicalango, en la que se contemplaba el envío de los guerreros mercenarios. Se atribuye a éstos la introducción del arco y la flecha en Yucatán.

Los Xiu, basados en que antes habían sido los señores de Uxmal, se sentían con los mismos derechos que los Cocom por ser tan antiguos como ellos, y apoyados en el prestigio que como gobernantes les reconocían los mayas de algunos pueblos de la región, se convirtieron en los principales conspiradores contra los Cocom. Fueron en este tiempo los que mantuvieron viva la lucha contra la opresión y los abusos de los señores de Mayapán.

La rebelión fructificó el año de 1441 cuando los Xiu llegaron a contar con el apoyo de la mayor parte de los pueblos de la región; entonces, el pueblo maya atacó la ciudad amurallada de Mayapán, símbolo de los privilegios y del dominio. El lugar fue completamente destruido, incendiado y abandonado para siempre, sólo escombros quedaron de la antes poderosa Mayapán. Los vencedores concluyeron la guerra matando al Cocom gobernante y a sus familiares; sólo un Cocom sobrevivió gracias a que se encontraba en Ulúa, en la costa caribe de Honduras, realizando gestiones comerciales.

Pasada la revolución, el poder político y comercial, que durante más de doscientos años se ejerció de manera centralizada desde Mayapán, se fragmentó en diecisiete cacicazgos (cuchcabal) o provincias independientes y rivales, aunque con alianzas entre algunas de ellas. Los señores mayas que permanecían cautivos fueron liberados y retornaron a sus lugares de origen. El Cocom que sobrevivió a su retorno se estableció en Tibolón, sitio principal de la provincia de Sotuta.

Arquitectura

Una de las manifestaciones Mayas más espectaculares fueron sus construcciones, muchas de las cuales han llegado hasta nuestros días en forma más o menos completas, y de muchos otros que aun permanecen sepultados; y podemos observar que sus características muy propiamente son aportaciones universales.

Como ejemplos tenemos el arco falso; el aprovechamiento mediante terrazas de los niveles naturales de los terrenos, incorporando la edificación al entorno propiamente dicho.

La integración dentro de la construcción al entorno propiamente dicho. La integración dentro de la construcción de esctructuras, murales y ornamentales con fines determinados.

Además, se han encontrado por todo el territorio en todos los estilos y tamaños, impresionantes altares, estelas, dinteles, etc. en los cuales han quedado esculpidos para la posterdad los grandes sucesos históricos de éste pueblo.

Pero la contribución más importante es el hecho de que toda construcción esta minuciosamente fechada. El palacio de Uxmal: una enorme construcción de tres niveles, el primero de los cuales está conformado por un colosal basamento de casi 180 metros de largo, por 154 metros de ancho y más de 12 metros de alto, sobre el cual se asienta una terraza de 120 metros de largo por 25 de ancho y 4 metros de altura, qua a su vez soporta el edificio que alcanza casi 100 metros de largo, 12 metros de fondo y 9 metros de alto.

Como ejemplo de construcciones elevadas esta la Piramide Jaguar (El Templo 1 de Tikal para los antropologos; La Torre Mágica del Tiempo Oculto para los esoteristas), con más de 70 metros de altura, con una base de 40 metros. Otro ejemplo es la Acropolis de Copán, que abarca 5 hectáreas.

Los Mayas también lograron formidables adelantos en las construcciones de acueductos, cisternas, drenajes, obras hidráulicas, fortalezas, murallas y calzadas.

Escultura y Cerámica

El pueblo Maya logró dominar prácticamnete todas las técnicas de la escultura, ya que existen grabado en alto y bajo relieve y en bulto redondo; estulturas adosadas y especialmente injertadas en grandes monumentos, que forman parte integrante de los mismo.

Hasta hoy sobreviven extraodinarias piezas en madera con tallados excelentes, como los dinteles de Tikal y Yaxchilán, algunos de ellos incompletos, pero preservados milagrosamente.

En la alfarería se distinguieron por la difución y gran variedad de estilos, en los cuales usaron: pastillaje, grabado, en alto y bajo relieve, polícromos, además de adornos especiales.

Escritura

Existen pocos testimonio escritos, generalemente son transcripciones de libros antiguos de tradiciones. Estos fueron grabados sobre papel Amate hecho de corteza de árbol. Se estima que existían 13 escritos principales de la historía Maya, en nuestros días solo sobreviven 3 en museos europeos:

El Códice Dresde

El Códice de Madrid

El Códice de Paris

En forma de libros escritos en maya pero con albafeto castellano, se encuentran el Popol Vuh de Chichicastenango, los anales de Cakchiqueles; y el Chilam Balam.

México precolombino

México precolombino

En el México antiguo se reconoce la existencia de tres grupos culturales influyentes en toda mesoamérica. Los Nahuas, los otomíes y los mayas.

Como la capital de nuestra Nación se construyo sobre las ruinas de la gran ciudad Azteca, imponente manifestación del grado de civilización de la cultura Nahuatl, se toma como referencia a esta cultura como bastión y cimento de la cultura mexicana.

El interes actual, después de casi pasar desapercida por muchos años, del estudio de las culturas antiguas mexicanas se debe al reconocimiento de su pasado cultural, que no solo constituye el patrimonio de la cultural nacional, sino el fundamento de los valores que nos identifica.

Aunque a la larga el pensamiento cristiano occidental se impuso, como resultado lógico del proceso de colonización, los nativos tuvieron la inteligencia de resistir culturalmente a esta invasión y conservar muchas de sus tradiciones y convinándolas con las extrañas, crearon una nueva cultural que es la que nos identifica como nación.

Por otro lado, mucho se ha discutido si los pueblos mexicanos antiguos habían desarrollado filosofía. En verdad, la respuesta a ese dilema es que no, entendiendo como filosofía un sistema congruente de pensamientos estructurados como el caso de Grecia. Pero eso no es obstáculo para estudiar cómo los nativos mexicanos construyeron una concepción no solo del mundo, sino también de ellos mismo y de su realidad, que no tiene nada que envidiar de la cultura filosófica griega.

Aquí presentamos algunas ideas que nos ilustran parte de esa concepción que la cultura Nahuatl construyo.
1. Los filósofos nahuas.

Fray Bernardino de Sahagún en su libro Historia de las Cosas de la Nueva España donde se describen los oficios y ocupaciones que existían en la sociedad axteca, reconocen la función del Tlamatini, que corresponde a la de un filósofo actual.

Las funciones del Tlamatini era:

* Educar al pueblo.
* Interpretar la tradición oral y escrita de la cultura
* Encarcago de velar por la pureza del culto a los dioses.

La educación del tlamatini se desarrollaba en dos escuelas: Calmecac y el Telpochcalli. En la primera se educaban a los hijos de la gente noble, y sus egresados salían preparados como dirigentes políticos y religiosos. En el Telpochcalli, se educaban principalmente a los hijos de familias de menores recursos, donde adquirían los conocimientos y habilidades para ser miembros del servicio militar. La misión de la educación se resumía en la idea de formar en los hombres un “…rostro sabio y un corazón firme como la piedra”. Una expresión que resume el alto concepto de la persona humana.
2. La problemática acerca de la realidad.

Acerca del ser y de la realidad, en el nahua se puede reconocer destellos de las principales actitudes griegas acerca del mismo problema.

Escepticismo

¿A dónde iremos?
Sólo a nacer venimos,
Qué allá en nuestra casa;
Donde es el lugar de los descarnados .

Estoicismo

Sufro: nunca llegó a mi alegría, dica.
¿Aquí he venido sólo a obrar en vano?
No es esta la región donde se hacen las cosas
Ciertamente nada verdea aquí:
Abre sus flores la desdicha.
Epicureismo

No se aflijan vuestros corazones, amigos míos;
como yo lo sé, también ellos lo saben,
una sola vez se va nuestra vida.
¡Venid y gocemos!

Que no lo hagan los que viven airados,
la tierra es muy ancha

¡Ojála siempre se viviera,
ojála nunca tuviera uno que morir
3. Cosmovisión náhuatl

Para el náhuatl el origen del universo se considera como una acción realizada por quien tiene potencialidads masculinas y femeninas simultaneamente y quien por ellas, engendra al mundo al concebir cuatro hijos, quienes gobiernan sucesivamente en sus diferentes edades.

Estos hijos de Ometéotl son los soles que habían exisitido, dominando el Universo y durante su reinado, marcan cada una de las edades antiguas. En cada edad, prevaleció un elemento constitutivos de la vida, que se identifican con los cuatro elementos de la naturaleza: fuego, agua, aire y tierra. Los nahuas al llegar los españoles creían que vivìan en El Quinto sol o sol del movimiento

Concebìan al mundo como un gran disco que se extendìa hacia los cuatro rumbos cardinales, rodeado de agua por todas partes. Hacia arriba estaban un número de cielos, ocupados por los distintos cuerpos celestes, hasta llegar al más alto y lejano, el cual se consideraba era la mansión de Ometéolt, el diso viejo.

Hacia abajo, se consideraba la exitencia de nueve capas inframundanas, que debìan ser recorridas por las almas de los muertos, al final de los cuales descansarían completamente en paz.
4. Concepto del Ser Supremo

Los nahuas nos hablan de un concepto del Seru Supremo que no envidìa en nada los grandes tratados de teología y filosofía acerca del tema. Por medio de la lírica, lograron encontrar una explicación de la deida que supera el politeismo característico, por una concepción más monoteista y universal de las características de la deidad.

Madre de los dioses, padre de los dioses,
el dios viejo,
tendido en el ombligo de la tierra,
metido en un encierro de turquesas.
El que está en las aguas de color de pájaro azul,
el que está encerrado entre nubes.

El dios viejo, el que habita en las sombras
de la región de los muertos.

El señor del fuego y del año .

Las características de la deidad según un análisis del anterior poema son:

* Se le atribuye al acto de crear el origen del universo, y sobre sì el principio y acto de dar origen al universo y la fuerza que regula el universo.
* La eternidad del Ser Supremo.
* La facultad de comunicar a través de él, la vida que sostiene a toda la creación.
* La residencia de Dios está más allá, en lo alto del cielo, en donde los astrso cubren todo el univero.
* Es invisible para los ojos de los simples mortales.
* Se encuentra en la región de los muertos.
* Ominpresencia de Dios.
* Es el dueño del acontecer, del movimiento, de los ciclos que regulan el universo, del tiempo y del espacio.

5. El número

Tenían un preciso sistema numérico vigesimal, además de la noción del cero. Con ese sistema crearon cuentas muy precisas para medir el tiempo.
6. Posibilidad de la verdad

Los nahuas por medio de su poesía, de la lírica dedicada a la flor y al canto, intentaron dar el mensaje de las verdades que conformaban su sistema de creencias.
7. Ética nahuatl

La grandeza de la cultura nahuatl se basa en un sistema completo de valores y reglas morales. Los códices nos describen las enseñanzas del Calmecac.

Comenzaban a enseñarles:
cómo han de vivir,
cómo han de respetar a las personas,
cómo se han de entregar a lo conveniente y recto,
han de evitar lo malo
huyendo con fuerza de la maldad,
la perversión y la avidez.

Entre otras ideas, para el nahuatl no existía el libre albedrío; no existe la liberta, sino que una dependenciade hombre en relación con el Ser Trascendente.
8. Conclusión

Esta es una pequeña muestra de los pensamientos e ideas que caracterizaron a la cultura nahuatl. Debemos reconocer, que si bien no desarrollaron un sistema filosófico como los griegos y otros pueblos, si tuvieron un sistema de creencias que se puede igualar a esos sistemas.

Un aspecto muy positivo es el grado de unidad y homegeneidad alcanzados en su pensamientos, pero esto tuvo la limitación y consecuencia que pocos de los miembros de esas culturas tuvieran acceso al conocimiento.

Estas ideas, como la cultura nahuatl misma, no desaparecieron por completo después del proceso de colonización, sino que matizaron a la nueva cultura que cimentaría lo que ahora es nuestro país.

LA ESCUELA SUPERIOR DE CANTO, EL CUICACALLI

LOS ANAHUACAS VEIAN EN EL ARTE LAS ASPIRACIONES SUPREMAS DEL
HOMBRE, DE LA COLECTIVIDAD Y DE LO DIVINO, Y POR ELLO CENTRARON EN
EL CUICACALLI LA DIRECCIÓN DE KAS IBRAS PÚBLICAS , DE LA ENSEÑANZA Y
DE LA EDUCACIÓN.

En el ámbito de la estética, de lo bello, es menester el concurso
de hombres y muejres, por ello los anahuacas, no obstante ser tan
estrcitos en matera sexual, practicaron la coeducación en el arte,

Por la mañana en asamblea de directores de escolares, los
gobernantes en el cuicacalli, casa de canto, determinaban
diariamente la realización de las obras públicas en las que toda la
juventud participaba. Por las tardes desde pequeños, se adiestraban
en el canto, la danza y el ceremonial de sus fiestas. El arte unía
y disciplinaba a la colectividad, para solaz de todos y
especialmente en materia divina. El cuicacalli era el centro en
torno a al cual giraban las instituciones educaticativas, que se
regían por las normas estéticas del arte.

Las ichpochtlahtoque, gobernantes de muchachas, siempre estanabn
presentes para vigilar y cuidar la honestidad, en todas las
funciones que se hacian diariamente al ponerse el sol, en cada
calpulco en el nenemachtiloyan, donde se estudia, escuelas de danza,
y los más diestros en el cuicacalli, casa de canto del centro.

Ya vimos que ademas tenian el coliseo llamado Mixcohuacalli, junto
al cuicacalli, y dentro del recinto sagrado anexo al tlillan
calmecac, el teatro. así también en el centro del mercado de
tlatelolco había un momoxtli, pirámida pequeña con cuatro escaleras
y plataforma superior, donde se hacian representaciones teatrales,
comedias y danzas para el pueblo.

” al terminar su enseñanza escolar, Escribe O. de Mendizábal, los
hombres a los 21 y las mujeres a los 18 iniciaban su ingreso a la
vida social con el matrimonio, que se verificaba, concertado por los
padres, al dejar los educandos el instituto, pues, siendo
extremadamente rigidas con las costumbres y las leyes por lo que a
la moral de las relaciones sexuals atañia, previsoriamente poniales
a salvo de incurrir en falta por necesidad fisiológica.” (obras
completas, T II, p. 72)

Sobre esta base solida, el anahuaca iniciaba su carrera jerárquica
inspirado por sus propios ideales, ya realizando labores agrícolas o
industriales, o siguiendo las etapas que requiere el
perfeccionamiento político, religioso o militar. De todas suertes
era guiado hacia los intereses comunes del pueblo, que se confundian
en el derecho con los del estado. De aqui que con estudiar el
desarrollo de las jerarquías del Estado, complementaremos el cuadro
de la educación aqui apuntado a la vez que servirá de basepara
comprender la organización judicial del estado, que parte del pueblo
al poder soberano, en acción mutua de intereses y de poder mismo,
limitado por las costumbres y supeditado a ellas.

Hemos de advertir que las jerarquias de anahuac no eran meramente
verticales, como se quisiera ver para facilidad de comprensión, pues
como para ellos el estado constituia, como la cultura, una unidad
integral, no haciendose distingos por meteria sino por elevación en
categoria dentro de los dos grandes poderes por lo que eran más
espirales, entreveradas y complejas, como lo es la vida ( no partian
de un esquema lógico, prefabricado, sino de la vida práctica, tal
como se presenta) pasando por tamices, a travez de consejos,
asambleas y autoridades, íntimamnte unidas entre sí. así por
ejemplo, por la milicia, se adquieren grados en jerarquias
religiosas, y por esta se podía ascender a funciones en la
administración, por ésta al fisco, de esta otra vez a la milicia en
grado más alto, y luego al gobierno, etc. Por consiguiente las
jerarquias trazadas en la cosmovision mexica no hay que tomarlas
como algo fijo, sino en constante cambio, dependiendo de la
particularidad de personas y circunstancias que intervenian en el
momento histórico.

LOS GOBIERNOS SOCIALISTAS DE ANAHUAC

IGNACIO ROMERO VARGAS YTURBIDE, Doctor en derecho.

PAG 32, 33

Las profecías mayas, los mayas galácticos y José Argüelles

Las profecías mayas, los mayas galácticos y José Argüelles

Lo que sigue retoma el tema del calendario maya desde una perspectiva muy distinta a la de José argüelles; radicalmente distinta.

La Cuenta Larga utilizada durante el período clásico por los mayas, puede abarcar, como cualquier sistema de medición de tiempo, grandes épocas; pero si nos ceñimos a los hechos, la fecha más antigua registrada con este calendario (si llevamos la cuenta a partir de la fecha cero que corresponde al 11 de Agosto de 3114 a.C) corresponde al año 292 d.C., y fue registrada en la estela 29 de Tikal. La última fecha de la Cuenta Larga que podemos encontrar (en una estela de Toniná) es el año 909 d.C.

La identificación de la “fecha cero” como 3114 a.C. se conoce como la correlación Goodman-Martínez-Thompson, ya que éstos fueron sus descubridores al postular esta fecha y encontrar suficientes fundamentos.

La Cuenta Larga cayó en desuso mucho antes de la conquista; por supuesto, es imposible corroborar o desmentir el que algunos ancianos mayas hayan conservado en secreto esta Cuenta, como lo han afirmado José Argüelles y sus devotos; es algo que, a diferencia de los académicos mencionados, puedo aceptar como perfectamente posible. Sin embargo, si así fuera, estos ancianos mayas habrían conservado la verdadera Cuenta Larga, no la que ha difundido Argüelles.

Argüelles empata el Tzolkin con el calendario gregoriano de manera totalmente arbitraria. Él mismo reconoce en El factor maya que en la fecha en que un año terminaba, dejó pasar un número arbitrario de días (siguiendo las indicaciones de los mayas galácticos, lo que sumado a una lobotomía, puede hacer que parezca justificado hacerlo) antes de establecer la fecha “oficial” inicio del año solar Maya el día 25 de julio. Esta equiparación es esencial para trabajos como la interpretación de la fecha de nacimiento y su complemento, la numerología Omkin.
Sucede que en ningún momento de nuestra historia llegó a haber un consenso en cuanto a la fecha de inicio del año solar; si bien hubo intentos de llegar a un acuerdo común, como lo muestran los registros de uno de estos casos, en Xochicalco.

Ahora bien, ustedes dirán, ¿cómo iban a necesitar o desear una fecha correspondiente en nuestro calendario? Pues no me refiero a eso; me explico:

Muchos pueblos mesoamericanos utilizaban el calendario lunar o Tzolkin para aspectos como la interpretación del nacimiento, los rituales y los augurios; sin embargo, no había una sincronización con el calendario solar o civil, el Haab. Esto lo podemos comprobar al ver que sus festividades ya no correspondían con las labores agrícolas o pautas estacionales, lo mismo que sucede ahora con nuestro calendario gregoriano.

En regiones donde se ha conservado el calendario Haab y el Tzolkin, basta ir de un pueblo a otra localidad vecina para encontrar que no hay un criterio común para emparejar ambos calendarios. La mayoría de estos pueblos –habitados, cabe decir, por mayas auténticos- elige una fecha de Marzo, o bien de Febrero.

Ahora bien, el 25 de Julio comienza el año maya según Argüelles; contradice los casos corroborables de los propios mayas para dar crédito a supuestos informantes que le revelaron todo desde un planeta de la estrella Arcturus, en las Pléyades, de donde vino la humanidad primigenia según afirma. Cabe mencionar que las Pléyades son estrellas muy jóvenes, mucho más que nuestro Sol, y difícilmente podrían albergar planetas con la edad suficiente para haber sido cuna de alguna forma de vida, incluso primitiva.

Algunos seguidores de Argüelles, fieles al espíritu de la New Age de “no me confundas con hechos”, admiten esta diversidad de fechas, sin embargo lo plantean deb la siguiente forma: Los códices que poseen las claves de interpretación se encuentran en diversos museos a través del mundo, fuera del alcance de los mayas que poseen la capacidad de interpretarlos debidamente; y ha sido a partir de la conquista –aseguran- que las diversas fechas especulativas han sido adoptadas por numerosas tribus. Pero aseguran que expertos de la Universidad de Guatemala, basándose en el Códice de Dresde, ha descifrado la fecha del 26 de Julio como “año nuevo” maya.

Como se ve, los académicos únicamente pueden ser citados como una fuente valiosa y respetable cuando conviene a los fines de los seguidores de Argüelles. El que en la Universidad de Guatemala cualquier historiador se ría o se enfurezca ante las teorías de Argüelles no les apabulla en absoluto.

¿En verdad la Universidad de Guatemala alberga a investigadores que propusieron esta hipótesis? No tengo por qué dudarlo, pero es una hipótesis, no un hecho irrefutable, y basta tener nociones no de hipótesis sino de hechos comprobables que quizá a estos guatemaltecos se les escaparon para dejarlo en claro. De acuerdo con esta versión, la prueba es que el eclipse solar de 1991 se identifica como el comienzo del Sexto Sol, mitología que únicamente Jaime Maussán ha sido capaz de plantear con expresión seria en televisión.

A esto debo acotar dos cosas:

Para empezar, los mayas eran astrónomos destacados, y eso los admiradores de Argüelles no me lo discutirán; ahora bien, sus conocimientos astronómicos eran tales que poseían pleno conocimiento de los eclipses así como simbología concreta para representarlos, y un eclipse solar era algo muy distinto a un nuevo Sol o era cósmica.

Por otra parte, la leyenda de los Soles es muy conocida por todos, aunque más todavía en si vertiente náhuatl. Sucede que para los toltecas y otros pueblos, el cuarto Sol transcurría. Cuando los aztecas crearon su imperio, reescribieron sus mitos y cosmogonía a conveniencia, y añadieron un quinto Sol a la serie, ya que probablemente consideraban que el comienzo de su gran imperio ameritaba ser considerado un evento cósmico; esto lo plantea de manera bastante sólida la monumental obra _México a través de los siglos._ Ahora bien, quizá esta idea sea errada, y los aztecas no hicieron esto; la hipótesis se basa en que los aztecas hablaban de este quinto sol, y otros pueblos –y códices no aztecas- hablaban de cuatro. Sugiero contar los soles mayas y ver con qué eventos se corresponden, o si en efecto lo hacen.

Más de uno se ha atrevido a asegurar que el famoso ovni del eclipse de 1991 en México, DF, es una demostración de que comenzaba el Sexto Sol; nada menos que los mayas galácticos que regresaban de las Pléyades. A esto únicamente puedo añadir que los estudios de los ovnílogos acerca de este caso han encontrado muchos puntos débiles, al margen de lo que diga el fraudulento Maussán.

Los mayas regresarían de las Pléyades ya que se fueron allá a través de portales dimensionales; infinidad de seudoesoteristas New Age aseveran esto, y relacionan a los mayas con tales portales, además de afirmar que éstos abundan en la zona maya. A estas alturas, sin embargo, los únicos que siguen hablando de la “misteriosa desaparición” del pueblo maya son quienes realmente cierran los ojos ante lo obvio. Si les interesara tener siquiera un conocimiento somero de la cultura maya que dicen amar, sabrían que está plenamente evidenciado que los mayas se desplomaron culturalmente en una guerra desgastante de años, que ha sido descrita como un verdadero equivalente prehispánico de una Guerra Mundial, lo que sumado a duros periodos de sequía, dieron fin a su imperio. Y existen registros en bajorrelieves y frescos que narran esto.

Hablando de los cuales, se ha hablado también mucho del “Códice Z” (¿o Y? el alfabeto se me confunde) que fue descubierto en los muros del templo de palenque y que contiene las famosas profecías mayas, dejadas por Pacal Votán, un verdadero Maestro Ascendido pleyadiano.

Para empezar, es pueril referirse a una inscripción en un muro de la pirámide como “Códice”, puesto que esta palabra se aplica únicamente a los documentos en piel o en papel amate. En cuanto a estas profecías, quiero ilustrar mi argumento refiriéndome a una discusión que sostuve al respecto con uno de sus defensores.

Yo le señalé que estas inscripciones contenían registros tanto históricos –acerca de sucesos bélicos y políticos de generaciones previas, hasta llegar a periodos semimíticos- como “actuales” –es decir, de la época en que fueron redactados- y no profecías, a lo que mi amigo repuso que la interpretación de los glifos mayas era algo inexacto y debatible, ya que aún no se conseguían descifrar en su mayoría. Me temo que esta afirmación –que he oído mil veces- es obsoleta desde hace varias décadas; actualmente, más del 90 % de la escritura maya es perfectamente legible para los filólogos y antropólogos.

Al señalar yo esto, él hizo otra observación más válida: el lenguaje puede ser descifrado, pero otra cosa es tener los conocimientos para comprensder el significado esotérico de un texto que fue escrito –presumiblemente- por sacerdotes de una tradición compleja y profunda. Por ejemplo, me dijo; para esos filólogos y antropólogos los escritos del Libro de la Ley del ocultista británico Aleister Crowley parecerían jerigonza sin sentido; en cambio, para un iniciado, su verdadero sentido trascendente se hace evidente.

En verdad, estoy de acuerdo en que pocos antropólogos poseen la comprensión suficiente de la cosmovisión prehispánica para poder comprender un texto esotérico o místico de los mayas. ¿Pero es éste el caso?

Retomemos el ejemplo de mi amigo: El Libro de la Ley de Crowley, escrito en 1904, contiene cosas incomprensibles para cualquier lector profano, por ejemplo lo siguiente:

“¡Had! La manifestación de Nuit.
La revelación de la compañía del cielo.
Todo hombre y toda mujer es una estrella.
Todo número es infinito; no hay diferencia.
¡Ayúdame, o señor guerrero de Tébas, en mi revelación ante los Hijos de los hombres!
Sé tú Hadit, mi centro secreto, mi corazón y mi lengua!”

En efecto, sin conocimientos de Qabala, tradiciones egipcias, y sobre todo de Thelemismo –la corriente mágica urdida por Crowley-, esto resulta incomprensible.
Sin embargo, las inscripciones de palenque se refieren a sucesiones de gobernantes, asuntos políticos, guerras y combates; además, las fechas son concretas y se refieren al pasado. Decir que un registro de sucesos históricos y recientes del año 1200 d.C. contiene profecías para el futuro comprensibles únicamente para el iniciado es lo mismo que asegurar que un registro equivalente realizado en nuestros días contiene profecías para el futuro. Supongamos que dentro de 500 años un Argüelles se presenta y asegura que hay una predicción oculta en un libro de historia de nuestra época: “En 1914 el general Pancho Villa estaba a la cabeza de sus tropas, llevando a cabo frecuentes enfrentamientos al sur de la frontera norteamericana…” Lo lamento, pero ESE, y NO el texto de Crowley, es el equivalente moderno de las inscripciones de Palenque.

Las famosas profecías mayas que anuncian trastornos ecológicos, terremotos, y un cometa que arrasará la tierra, impresionan a muchos. Algunas de estas cosas están sucediendo, en efecto; sin embargo, no hay una pizca de evidencia de que los mayas hayan conocido estas “profecías”. Al preguntarle a una defensora de éstas cuál era la versión maya original –pues incluso ella reconocía que los antiguos mayas no habrían utilizado lenguaje moderno como el de las profecías que anuncian una “elevación de la vibración de la Tierra” o un “cambio genético”-, me dijo sin pensarlo en lo más mínimo (única manera de creerse estas profecías) que seguramente nunca hallaría esta fuente maya original, pues habían corrido oralmente mucho tiempo. Pero, que la prueba de que los antiguos mayas conocían estas profecías estaba en que lo que anunciaron está ocurriendo ahorita. De nuevo, que no la confundan con hechos…

Primero, esas profecías NO son mayas. Son la creación de algún charlatán moderno.

Segundo, ningún cometa gigante llamado Hercolubus se aproxima para arrasarnos, y la afirmación descarada de que ha sido comprobado por los astrónomos es una vil mentira.

– > ADDENDA PARA PAGANOS Y NEOPAGANOS

Ahora bien, varias personas que conozco dentro del ámbito neopagano parecen haberse topado con estas ideas, por lo general gracias a terceras personas de dudoso criterio, por lo que voy a añadir unas observaciones dedicadas a quienes poseen un sistema de creencias próximo al Paganismo, brujería, Neopaganismo, Wicca, o ideologías similares que no necesariamente afines.

Primero que nada, la fe en profecías apocalípticas y en una renovación desastrosa que precede a una “nueva era” proviene de la cosmovisión judeocristiana, y se origina en la idea de que la naturaleza “cayó en desgracia”, que la humanidad “cayó en pecado” y es “prisionera de la materia” debido a un “error”. Este desastre purificador sería la consecuencia de que nos resistimos a evolucionar y superar nuestra condición actual, por lo que el cosmos se ve forzado a tomar medidas drásticas. Para el Paganismo y la brujería, la naturaleza y nuestra existencia en ella no son error sino Destino, y no estamos aquí prisioneros sino cumpliendo con nuestro papel en el orden cósmico. Aceptar la necesidad de semejante purificación drástica sería admitir que la Naturaleza –los Dioses- pueden equivocarse y tienen que rectificar.

Además, muchos defensores de la realidad de los “mayas galácticos” -según me ha explicado uno de ellos, se trata de personas que injertan en la cosmogonía de Argüelles las ideas conspiracionistas de guerra intergaláctica expuestas en un libro titulado Mensajeros del alba, redactado por una mujer que afirma haber canalizado a inteligencias extraterrestres- aseguran también que estos mayas pleyadianos están reparando nuestro código genético, que fue atrofiado por los Anunnaki, unos alienígenas perversos de Sirio que aterrizaron en Mesopotamia hace 4 ó 5 mil años, y que intentaron convertir a la humanidad en unos esclavos perfectos.
Pues sucede que estos Anunnaki son un engaño muy distinto, invención del fraudulento Zecharia Zitchin, autor de El Duodécimo Planeta y muchos otros libros en los que convierte a la mitología babilónica en una novela de ciencia ficción, poniendo extraterrestres donde originalmente había dioses.

Ok, no me crean que Zitchin es un fraude; digamos que es cierto lo que dice. Que los “dioses” babilónicos o Anunnaki son enemigos de la humanidad y de los mayas galácticos. ¿Qué sucede entonces?

Pues que hay una mujer llamada Ishtar o Inanna que es una de estos Anunnaki, y que según Zitchin ella gobernó Mesopotamia, pero un día fue a hacer una visita diplomática a su hermana Ereshkigal, la reina de África, y fue hecha prisionera. Pero los babilonios registraron esto en forma de un mito, que hasta ahora los historiadores habían creído que narraba el descenso de la Diosa Inanna al mundo de los muertos. Descenso en el cual se inspiran los griegos para narrar el descenso de Perséfone al inframundo, la posterior Stregoneria para su Descenso de Diana o Proserpina –el meollo de la mitología brujeril italiana-, y Gerald Gardner para el Descenso de la Diosa que es el único mito central de la Wicca.

Por ende, si aceptamos que los Anunnaki son extraterrestres, ¡estamos NEGANDO la existencia de la Diosa de la Wicca; de Perséfone, Hécate y Proserpina de la Stregoneria; de la Diosa Hija de muchas formas de Brujería; de la propia Diosa Inanna o Ishtar!

Más que eso, los mayas galácticos estarían declarándose enemigos jurados de los Dioses brujeriles, según dicen quienes han estado en contacto con ellos y han oído advertencias en contra de los Anunnaki.

Estas creencias, aunque fueran verosímiles, no pueden complementar al Paganismo; no son compatibles. La New Age acostumbra añadir una cosa tras otra a la mezcla de creencias original sin que nada cambie en consecuencia; por eso, la New Age no es una corriente sólida ni puede serlo. Aunque suene exclusivista, no todo es compatible con todo. Y menos con los fraudes de José Argüelles.

Sé que pocos me habrán seguido hasta aquí; si leíste hasta este párrafo, aunque te enfurezca lo que dije, es que tienes posibilidades de recapacitar. Te invito a investigar, en fuentes independientes de Argüelles y de los seguidores del Omkin, y a sacar tus conclusiones. No hago esto por ofender o por denigrar; por el contrario, lo hago porque encuentro ofensivo el sustituir la realidad de una gran cultura de nuestro pasado por un cúmulo de falsedades, y quizá peligroso intentar contactar a entidades que de existir, si no son mayas y quizá tampoco pleyadianas, pero –retomo las teorías de mi muy respetado Jacques Vallée- si en verdad existen, mienten, lo que no dice nada bueno acerca de su naturaleza. O en el mejor de los casos, son fruto de una imaginación muy mal aplicada.

Cuerno y Fuego,

Luis Abbadie
Wisdom Stone
http://abbadie.livejournal.com

Copyright (c) 2006 Luis G. Abbadie

La reproducción y difusión de este ensayo es permitida, siempre y cuando sea reproducido sin fines de lucro, de manera íntegra, con el debido crédito al autor y esta nota intacta.

el alcohol como elemento de dominio

El Alcohol como elemento de dominio.

Extractos del libro “El Legado Indígena de Jack Weatherford”

            Los antiguos no se intoxicaban con el consumo del alcohol.

          A pesar de todas las bebidas alcohólicas (que los antiguos sabían producir), la intoxicación fue rara entre los indios. El alcohol era empleado como otras drogas, en un contexto esencialmente religioso. Como una indicación de cuan seriamente las culturas indígenas se tomaban el uso riguroso de tales sustancias, los aztecas ejecutaban a cualquier noble, estudiante o sacerdote que fuese descubierto bebido en publico.

Fueron los europeos los que comenzaron a utilizar el alcohol para divertirse e intoxicarse con él. Posteriormente le encontraron otro uso.

          Ingleses, holandeses, franceses y españoles, todos comprendieron que el alcohol destilado era una potente herramienta para dominara los indios, a la vez que se hacia dinero con ellos. El virrey mexicano Bernardo de Gávez, por ejemplo, dijo en 1786 que el alcohol era tan eficaz para domesticar a los indios y proporcionar dinero al Estado que quizás se podría emplear en la conquista de los indómitos apaches del norte. Gálvez proclamó que crearía “una nueva necesidad, que fuerce a reconocer muy claramente su obligatoria dependencia de nosotros”.

Hoy, los indígenas andinos consumen la hoja de coca en forma muy moderada, aun cuando están rodeados por el trafico de cocaína. Pero esa moderación desaparece cuando llega el alcohol. El mismo indio que no consideraría esnifar cocaína bebe hasta quedar comatoso en las calles durante las fiestas de la Virgen de Urcupina. De igual forma el indio de Norteamérica que fuma tabaco moderadamente y con respeto olvida toda moderación cultural cuando aparece el whiskey.

¿Europa como responsable de la enfermedad del alcoholismo?

          Los indígenas no han sido los únicos incapaces de controlar el consumo del licor. Los propios europeos tenían una larga historia de consumo de bebidas fermentadas como el vino, el licor de aguamiel, la cerveza rubia anglosajona y la cerveza común. Los consumían en grandes cantidades, aunque hasta hace algunos siglos no tenían tradición en el empleo de alcoholes destilados más potentes como ron, whiskey, ginebra y vodka, que se desarrollaron rápidamente a medida que las plantaciones y cultivos americanos se pasaban a Europa, hicieron el alcohol más barato y los campesinos substituyeron sus tradicionales bebidas fermentadas por licores más fuertes. Los rusos aprendieron a acompañar sus comidas con vasos altos de vodka en lugar de cerveza, mientras irlandeses y escoceses bebieron whiskey en lugar de su ale. Esto creo una enfermedad totalmente nueva, el alcoholismo, que se ha extendido firmemente durante los últimos siglos. Su desarrollo está estrechamente relacionado con el desarrollo industrial: el alcohol proporciona un descanso psíquico del monótono y prolongado trabajo asociado a la producción industrial.

        Y si piensan que el alcohol ha sido dejado de utilizar como elemento de dominio es porque no han abierto los ojos ni tantito.

No todo ha sido cierto

No todo ha sido cierto

CasaMayab escribe “AL FILO DEL TIEMPO XII
LAS RAICES CORTADAS

Han transcurrido cinco siglos, una larga espera para las tradiciones
de los sobrevivientes mexicanos, que aún continúan esperando por el
día que se cumpla la profecía del señor Cuauhtemoctzin, él se dirigió
por última vez al consejo de ancianos de Tenochtitlan,
vaticinandoles:

“Nuestro Sol se ha ocultado y nos ha dejado en la mas terrible
oscuridad (…) hasta que nazca el nuevo sol que iluminará el
Anáhuac, debemos guardar toda nuestra sabiduría y en tanto, no
olviden los padres transmitir a sus hijos, lo que un día será la
grandeza del Anáhuac, el país del nuevo sol”.

Y que decir de los proféticos anuncios del jefe Seattle, en su
memorable carta al presidente de Estados Unidos, donde entre otras
vibrantes visiones le anticipa:

” Os digo que también los blancos desapareceréis, quizás antes que
las demás razas. Continuad ensuciando vuestro lecho y una noche
moriréis asfixiados por vuestros propios excrementos.”

Palabras que se agigantan cuando vemos tantos actos de barbarie
contra la Tierra y contra nosotros mismos, porque orgullosamente la
raza del hombre blanco ha conquistado todo, reinventó la historia y
ahora, está a punto de terminarla.
Porque con el arribo de esta nueva creencia de dominación, floreció a
su vez una manera simplista de ver al mundo, donde solo existe su
punto de vista los demás son sus enemigos y además, infieles. A la
luz de esa obtusa mirada, los mensajes legados por nuestros abuelos,
se convirtieron en “fuente” de interpretación, sólo para blancos
autorizados. Desde los frailes hasta los aventureros como el alemán
Von Humbold, pasando por Stephens, Morley, Teeple, Fosterman y aquel
extraño ruso de nombre Knorosov que nunca conoció a los mayas, sin
olvidar, claro, a los prácticos doctores de Princeton o Harvard, con
sus correspondientes sequitos de ayudantes autóctonos.

Silvannus Morley, armaba tremendas francachelas cuando Chichén Itzá
era prácticamente de su propiedad. En aquellas calurosas noches
tropicales, en su hacienda Mayaland, se reunía “el Grupo”, como se
llamaban a sí mismos, para interpretar la historia, tomando copas,
fumando habanos y escuchando canciones de la trova yucateca, entre
estos elegidos, sobresalieron personajes como Erick Thompson y
Tatiana Proskouriakoff, Tania.

En tanto discutían y alegaban acerca de esa desaparecida cultura, los
sirvientes, indígenas mayas, les servían exquisitas viandas, de cada
una de las regiónes del Mayab, acompañadas por los buenos vinos
europeos. Así fue como ellos, estaban ocupados diseñando
las “verdades” de los mayas, ideas que hasta hoy continúan dictándose
como norma para los arqueólogos que interpretan la historia de
México.

Erick Thompson miraba a los antiguos mayas como sacerdotes
estudiosos, benévolos, astrónomos sabios. Tatiana a cambio, los
identificaba como feroces guerreros, arrogantes feudales con sus
siervos obedientes, muy humanos y muy parecidos a los blancos. Hoy,
para los expertos, los antiguos mexicanos fueron un puñado de reyes
déspotas y crueles, adictos a la sangre, con princesas
intercambiables, sacerdotes corruptos, “caballeros” tigres y
águilas, – aunque nunca usaran caballos – y todos, engañando a miles
de indios ignorantes y crédulos. ” Hacían lo que fuera para no
trabajar “, me explicó alguna vez el arqueólogo Víctor Segovia.

Para los blancos, somos dueños de una fantasía infinita, dignos
personajes de un mundo curioso, surrealista, repleto de folclore,
artesanías, especies exóticas y cultos increíbles. Ya desde Diego
Landa, la antigua ciencia había sido relegada a la superchería y
muchos, pero muchos, sacrificios humanos, como lo mas interesante
para alimentar el morbo.

Durante siglos, estas ideas las hemos dado como ciertas, sin chistar,
nadie o sólo muy pocos insensatos se atreverían a contradecirlas, muy
pocos se han preocupado por investigar más a fondo una verdad no
develada. ” No tiene la culpa el indio, sino el que lo hace
compadre””, reza un refrán de los mestizos, orgullosos de poseer un
blasón español, así sea adquirido en alguna tienda de la Lagunilla.

La consigna fue, cualquier código de sabiduría debe ser ignorado y
menospreciado, quienes tienen acceso, mejor que se callen y aquellos
que osen decirlo, serán ridiculizados de inmediato, serán sus libros
prohibidos y sus ideas proscritas, de ello se encargarán los adalides
de la cultura criolla para cada época, sus cronistas, porque todo
debe ser sólo folclore y creencia ingenua, porque este será el
verdadero rostro del colonialismo cultural.

En cierta ocasión, un buen amigo científico, alto dirigente de la
cultura y los libros en México, me preguntó: “¿ Porque escribes
acerca de los derrotados, porque no de los triunfadores?, ellos
perdieron, sólo quedaron sus ruinas, nosotros somos blancos, yo no
puedo identificarme con nada de eso, me resulta ajeno , es mejor
gozar un tablado, nosotros somos españoles”.

Recuerden algunas creencias comunes para todos: ” los indios tenían
muchos dioses y los aztecas hacían hasta mil sacrificios humanos en
una noche. Los mayas aventaban a sus mujeres y sus niños al cenote,
cargados de joyas para aplacar a Chak el dios de la lluvia. Los
toltecas vivían con el miedo porque el sol quizás no apareciera al
otro día. Las enfermedades se trataban como cosa del demonio, sin
saber que hacer con ellas”.

Habrá desde luego, algún despistado que dude, ¿ como podían
realizarse mil sacrificios en una noche, en especial, con técnicas
tan rudimentarias como las descritas por los mismos españoles ? . No
han faltado, incluso, blasfemos como la historiadora Doña Eulalia
Guzmán, quien se atrevió a señalar como un cuento el asunto de los
sacrificios, inventado por los invasores para justificar sus crímenes

El mismo fraile Bernardino Sahagún escribió : ” Los toltecas tenían
un solo dios que se decía Quetzalcoatl y al sacerdote al que decían
Quetzalcoatl, quien les decía que había un solo Dios que se decía
Quetzalcoatl, quien no quería más sacrificios que de culebras y
mariposas”. En otro pasaje, el cronista Bernal Díaz del Castillo
describió a Tenochtitlan como una ciudad muy limpia, con aguas
transparentes, sin embargo, mas adelante, al justificar la masacre de
Pedro de Alvarado en el Templo Mayor, menciona que era una ciudad
llena de sangre, mas apestosa que los rastros de Castilla y por eso
los mataron. ¿ En que quedamos entonces?.

Algún turista estudioso, no podría concebir a los mayas, con una
cultura tan elevada, envenenado el agua escasa y preciada, con
cadáveres. No faltará, alguien que descubra a los toltecas como
astrónomos y por tanto sabían que el sol seguiría brillando cientos
de años más, como lo demuestran sus cálculos a mas largo plazo que
los actuales y además, ¿se han puesto a pensar como las enfermedades
importadas de España, fueron la causa principal de la caída de
Tenochtitlan?.

Apenas hará unos años, se aceptaron los descubrimientos acerca de
unaa antigua sabiduría de las estrellas y la posible urbanización de
sus ciudades respecto al cielo. En ese entonces, las discusiones
entre los científicos se tornaban agrias, porque muchos ortodoxos no
podían aceptar la existencia de ese tipo de conocimientos, entre
aquellas tribus ignorantes y supersticiosas. Es curioso darse cuenta
como fueron los no profesionales, quienes comenzaron con nuevas
propuestas, aceptadas con muchas reservas, pero también boicoteadas
por quienes “dictan las normas del saber”.

Sin embargo, Teotihuacan resulta un gran modelo estelar, Chichén Itzá
mercaba los equinoccios y los solsticios, Becan fue construida para
recordarnos el paso cenital del sol, en Xochicalco penetra la luz por
un orificio en la cueva, para establecer el día correcto del verano,
Monte Alban fue trazada hacia las constelaciones. ¡ Y nada de esto
fue casualidad!.

1 2 3