Biografía de Agustín Guzmán

Agustín Guzmán nació hace 54 años en un lugar de los Andes peruanos cercano a la frontera con Ecuador. Es el sexto hijo de una familia compuesta por siete hermanos y sus padres, Jova y Agustín, campesinos analfabetos originarios de la Nación Quechua. Pasó su infancia en las áridas montañas andinas en donde aprendió a descifrar los secretos de la Naturaleza; la vida andina exige de sus hijos voluntad y fe inquebrantables de esta manera, desde muy pequeño comprendió que el diálogo permanente con ella permite mantener el delicado equilibrio necesario para la subsistencia.

Por un cerro salía el Sol y por el otro se escondía…hasta allí quería llegar…Cinco días de caminata le tomaría llegar hasta el cerro que se tragaba al Sol. Cuando llegara lo tomaría con sus manos, ese era su anhelo. Su padre lo miraba desconcertado.

Tradicionalmente, en las comunidades quechuas, los hombres acostumbraban llevar el pelo largo y trenzado pero, el ingreso a la escuela estatal obligó a sus padres a traicionar las costumbres; este episodio dejo una huella imborrable en él y, si bien acató obediente las normas impuestas, fue origen de su posterior rebeldía. Se prometió a sí mismo que el día que pudiera decidir sobre sus actos, volvería a dejar largos sus cabellos para poder trenzarlos. La tradición dice que, cuando a un hombre se le corta el cabello también su fuerza ha de menguar, no hablamos de fuerza en un sentido vulgar, sino de la resistencia a sobreponerse a lo de dentro y lo de afuera. Pertenecer a una de las últimas generaciones que orgullosamente portaban trenza como sinónimo de identidad fue, en cierta forma, el hito que marcó su camino.

En los Andes, cuando los padres labran la tierra, los niños pequeños acostumbran juguetear cerca de ellos, más tarde se incorporan a esas tareas; esta cercanía le permitió observar la idílica ritualidad que su padre mantenía con sus cultivos. Muy temprano se levantaba para hablar a los sembradíos y, en las noches de luna llena, les “echaba oraciones” a su modo pidiéndole a los cultivos que crecieran y dieran frutos; cuando al niño le llegó el tiempo del ingreso a la escuela esta más que enseñanzas le ofreció decepciones. Lo primero que le enseñaron los profesores fue que los animales y las plantas no tenían inteligencia ni sentimientos. ¿Como aceptar esos conceptos cuando se ha compartido la unción con que un padre dialoga con las plantas? Pero su padre era analfabeto. ¿Quien podría creer en las palabras de alguien que no sabía escribir? Nuevamente la rebeldía.

Amparado en sus sueños, sueños que le develaban que mas allá de lo que se veía había otras cosas, otros mundos, otras realidades; sirviéndose de ayunos y silencios deambulaba en busca de esos secretos por las serranías. Dormía debajo de los árboles buscando respuestas al sueño recurrente que lo persiguió hasta la adolescencia: hacía fuerza con sus manos y conseguía mover las montañas, veía como las piedras caían deshaciéndose en mil pedazos.

Mal alimentado. Mal vestido. Sintiendo vergüenza. Rezumando dolores Trabajaba duramente una tierra que pedía retribuciones, una vez al año acompañaba a sus padres a un curandero para ofrendar sus mesas* y devolver a la Pacha* lo recibido. Kintus de Coca, aguardiente, conchas marinas, tabaco, agua florida… y bebían Wachuma, el cactus que se hizo nombrar San Pedro para legitimizarse ante los curas que habían traído la espada oculta tras la cruz. La rebeldía continuaba. Finalizó sus estudios secundarios y decidió no ser agricultor. Quería conocer el mundo. Ir hasta el último hueco donde se escondía el Sol.

Como cualquier provinciano, llegó a Lima creyendo que podría treparla como trepaba los cerros, quería estudiar filosofía o psicología para saber que pasaba en el interior de las personas, entrar en sus cabezas, saber porque lloraban o reían. La fantasía duró poco, su hermano, que ya estaba estudiando en la ciudad, apenas sobrevivía con lo que le enviaban los padres. Imposible estudiar. Trabajó de cartero para poder caminar como cuando era niño. Caminaba hambreado por una ciudad a la que poco le importaban los sueños y el hambre de un cholo*; se sentaba en los bancos de las plazas a mirar mas allá de lo que veía y, fue sentado en esos mismo bancos, desde donde vio crecer los cimientos del edificio que luego sería un lujoso hotel internacional, el sitio en donde un año después hallaría su castigo y salvación.

Cuando ingresó al grupo de trabajo del hotel, ocupaba el ultimo puesto y salario; poco tiempo después comenzó a ascender. Trabajaba sin descanso. Olvidado de antiguas penurias, el dinero era el placebo que adormilaba la rebeldía, creía que era eso lo que realmente deseaba para su vida.

Su padre había muerto y la última de sus hermanas había llegado a Lima a estudiar obstetricia, sabedor de lo que eso significaba no se daba tregua pero, comenzó a tener gusto por el alcohol. A mas holgura económica más alcohol. Llevaba ocho años trabajando sin vacaciones, recibía excelente paga por sus servicios pero quería más. Como otros peruanos confió en que emigrar sería la solución no solo para su vida sino para la de su familia; pasaporte en mano subió al avión que lo llevaría a Alemania, pequeña valija con ropas y la cabeza llena de proyectos: quedarse a vivir en Europa, trabajar, estudiar y casarse. Una semana después de la llegada una voz comenzó a martillearle en los oídos: “Regresa”. No le hacía caso, la voz gritaba más fuerte “Regresa”. No quería oírla, la voz aullaba “Regresa”. Luego de cuarenta y cinco días de resistencia se decidió a obedecerle, pero ella, acostumbrada a la terquedad de aquel hombre y, aún sabiendo que ya estaba sobre el avión, firmemente volvió a ordenarle “Regresa”.

En los días que pasó en Alemania, Francia, Bélgica y Holanda las personas le preguntaban sobre los contrastes del Perú, nada podía decirles, no conocía su tierra. Había salido de su pequeño terruño a la gran ciudad, en una y otra el trabajo eran su única distracción. Cerca del Sol esta vez se prometió que no dejaría sitio sin visitar. El hombre que bajó en el aeropuerto de Lima no era el mismo que se había ido, ya no quería ser el mejor trabajador, había comprendido que el trabajo era el medio para conseguir otras cosas. El alcohol continuaba y lo había convertido en adicto.

Viajó hasta los sitios menos recomendables del Perú. Quería conocerlo todo. Ese era el mundo que lo llamaba. En un viaje que hizo a Piura, conocida por sus curanderos y las aguas milagrosas de sus lagunas, deseoso de abandonar el vicio, se acercó a uno de ellos. El hombre trabajaba la Wachuma con rezos cristianos, una vez al año lo visitaba para quitarse del alcohol, pero en uno de esos viajes le dijo “no voy a recibirte más, ve y sánate tú mismo, tú sabes y debes hacerlo”. Se sintió abandonado. De regreso a Lima recordó aquel incidente ocurrido a los doce años que ahora podía ver como un rito iniciático, el trance del sufrimiento chamánico. Al atardecer, una insoportable comezón en la espalda llegaba a hacerlo revolcar de dolor, el fuego duraba no más de media hora, Doña Jova miraba sin saber como ayudar a su hijo hasta que lo llevó a un curandero que, con sus rezos logró mejorar la dolencia, ese fuego siempre le acompañó como señal de algo que no lograba aún recordar. El regreso a su cultura le estaba permitiendo comenzar a reconocerse. Había querido ser un profesional y creía que esas cosas solo se logran si dejan atrás las raíces, vivir en la ciudad alejado de su Memoria y anestesiado por el alcohol.

Por ese tiempo su hermana lo había inducido a comenzar la universidad. Comenzaba a ver más claro, el trabajo sería el medio que le permitiría estudiar pero esa convicción duro poco, si continuaba allí le sería difícil dejar la bebida. El día que se quiso abotonar su camisa y se percató que no lograba coordinar sus manos, comenzó a preparar su propia Medicina. Las primeras tomas lo desintoxicaron y en las siguientes llegaron las visiones y los sueños, la autocuración había comenzado. Renunció al trabajo, ya dominaba el idioma inglés y, terminado sus estudios de turismo, era tiempo de dar el salto.

El nuevo trabajo le permitió conocer gente de muchos lugares a quienes llevaba a visitar esos sitios especiales del Perú de los que antes no había podido siquiera hablar, los turistas que lo buscaban, más parecían peregrinos que viajeros, cada viaje se convirtió en aprendizajes y milagros. Acompañando a los extranjeros pronto se dio cuenta que de aquella otra realidad él sabía mucho más de lo que creía. No obstante, algo no funcionaba como esperaba, con enorme crueldad el terrorismo había asaltado a su país espantando viajeros y ganancias. Las deudas comenzaron a amontonarse en su escritorio, pero a modo de rescate, los milagros o “cosas extrañas “se sucedían. Trabajaba duramente con la Wachuma, poco a poco el alcoholismo formó parte del pasado y comenzó a “comprender” sus sueños.

Las personas comenzaron a buscarlo, ya no para guiarlos en sus recorridos sino en sus “viajes de retorno” a si mismos. Portando su Medicina viajó a Argentina y más tarde a Brasil; en San Pablo un reportero de la revista Planeta, dedicada a temas espirituales, lo buscaba para hacerle su primera entrevista. Pero, como en el mito de Quirón, el sanador jamás olvida que él también fue un herido y renueva en el dolor ajeno sus propios dolores ya sanados. El conoce la ruta de la curación. Él puede anudar la trama justo allí donde el hilo se ha cortado. Solo él tiene el coraje necesario para regresar al infierno y salir acompañado de ese otro que ha venido a en busca de ayuda. Si bien la tradición de la Wachuma se había perdido y, algunos decían que no se podía usar fuego en las Ceremonias, a él el fuego lo “llamaba” diciéndole que lo usara, la Planta lo iba guiando. Sabía que cuando la Medicina comienza a hacer efecto, el frío se hace intolerable, el viento helado de las Andes lo toma a uno prisionero y no permite concentrase en las visiones. En uno de sus viajes a Brasil convoca a una Ceremonia en la playa e, intuitivamente, hace que todos se adentren en las cálidas aguas del Atlántico, comprende que algo nuevo le ha sido revelado: la Wachuma es con Agua. Con el agua la Medicina se potencializaba. Agua y Fuego. Las aguas termales de los Andes serían como un útero acogedor; la energía femenina de la Planta fluiría trabajando las emociones y ampliando la conciencia, el fuego que tomaba al cuerpo para devolverle la Memoria. El trabajo con dos energías femeninas como el Agua y la Wachuma serían como dos madres yendo al rescate de lo olvidado. No es el cuerpo quien enferma, es el Alma quien se agota y lleva señales de alarma al cuerpo físico; tanto buscar contrariando a su naturaleza que al fin sabía desde donde venía alumbrando la enfermedad.

Hoy dice que hay tres formas de volverse sanador, por herencia, iniciado por algún fenómeno natural y la autocuración del Sanador-Herido. Hoy puede darle a los demás todo el apoyo que él no pudo encontrar.

Sabe que si uno logra equilibrar las emociones el camino se hace más fácil; ejercer la humildad, algo que aprendió de su padre, le hizo ser mejor persona. Cuando viajaba por la India y le señalaban a los Iluminados se dio cuenta que ese tipo de iluminación existía también en los Andes.
Nunca se casó ni tuvo hijos pero, los hijos del Alma no le fueron negados, “uno tiene que saber alejarse del mundo, sin riquezas materiales, solo inversiones espirituales”, nos dice. La soledad no le provocaba dolor aunque, hasta que llegó Silvia, una bellísima mujer brasileña quien ahora es su compañera, se preguntaba si siempre sería así.

Se confiesa sin Maestros, pero agradece al único curandero al que visitó por haberlo echado a su suerte en busca de su curación. Sus ojos se llenan de lágrimas cuando habla de su padre y de lo que este en silencio le enseñó. La voz se le quiebra al recordar la conversación de despedida con doña Jova: “vaya tranquila ya estoy bien” y, seguramente en esas palabras, su madre haya comprendido el porque de aquella aparición de Jesús mirándola serenamente.

Para dejar salir en vuelo a sus sueños, a fines del año 2001 convocó a otras personas para fundar ONG Comunidad Tawantinsuyu, dedicada a revalorizar la Medicina Tradicional y el Patrimonio Tangible e Intangible de nuestras Culturas quien, desde sus comienzos ha participado y organizado diferentes eventos culturales relacionados a las Culturas Andino – Amazónicas.

Sabe que hay mucho por hacer. El mundo sigue siendo injusto, desigual y, a veces consigue derrumbarnos pero, eso debe darnos fuerza para continuar. Nuestra Medicina es alquimia y ritual. “Estar al servicio de las personas es reconfortante, entender sus sueños es como leer el libro de sus vidas.”

Agustín ahora comparte su vida con Silvia, una brasileña muy linda, que vino para juntarse en su caminada.

Nación Quechua: la Nación Quechua (nombrada en Ecuador como Kiwchas) se extiende a lo largo de toda la columna vertebral de Los Andes, dividida luego de la Conquista, en la actualidad sus hijos habitan países y se encuentran separados por fronteras (Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia)

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Mesa: Ceremonia andina con que se ofrenda a la Pachamama agradeciendo el alimento que nos brinda

Pacha: dada la riqueza expresiva de la lengua quechua, este término tiene variados significados, tiempo, tierra, cosmos, mundo

Kintu: grupo de tres hojas de Hoja de Coca seleccionadas para usar en Ceremonias.

Cholo: nombre despectivo con que, aún en la actualidad, se nombra a los quechuas.

Texto de Aymara Flacón

Medicina tradicional-399

Agustin Guzmán

Yo no estoy de acuerdo con ese nombre de chamán, chamanismo. Todos sabemos el orígen de esa palavra.

En el Tawantinsuyu (la nación de los inkas) se decia Hampeqcamayoc(el que sabe medicina). Actualmente en Ecuador se dice Yachaq(sabio), en Bolivia existen los medicos Kallawayas(que quiere decir medicina andante). Los nativos norteamericanos dicen “medicineman”, o “medicinewoman”, que es el hombre o mujer que practica y sabe medicina, y en Mexico, a lo que nosostros llamamos de curanderos se les llama medicos tradicionales.

Entonces pues yo me quedo con este nombre de medico tradicional. Y en Mexico hay una academia de medicinal tradicional y también alli esta la sede de la federación Mundial de Medicinal Tradicional.

Nuestra medicina tradicional también es ciencia, y despues es magia, misterio y religión. Aqui medicina y religión van juntas. Entonces dejemonos de colocar nombres que vienen de afuera y que ahora estan de moda. Por lo que yo sé chamanismo es una moda ahora, pero la medicina tradicional no es moda, es la manera como nosostros honramos a nuestros ancestros. También se dice que estan rescatando, pero no es asi. Nosotros no estamos perdidos para que nos rescaten, lo que se esta haciendo es tratar de preservar este conocimiento y compartirlo con las demás personas.

Y para terminar, la medicina occidental no cura, solamente lo que hace es parar el dolor fisico por un tiempo, pero el problema o causa de ese dolor sigue alli, y entonces es la medicina tradicional que cura las enfermedades, ya que estas estan en el cuerpo emocional.

El Uso del Wachuma

El Uso del Wachuma (Trichocereus Pachanoi) en la Medicina Tradicional
Agustín Guzmán

Según la arqueología, en los Andes de América del Sur 3,000 A.C. ya se usaba esta planta medicinal, siendo la cultura madre Chavín de Huantar, considerándose como el primer centro de iniciación espiritual en América del Sur. Es en ese lugar, donde tenemos pruebas concretas del uso del Wachuma.

Con la llegada de los Inkas, se incrementa su uso, tal es así que fue usada en todo el Tawantinsuyu. Sin embargo, con la llegada de los españoles a América, esta planta fue casi destruida y se tergiversó su uso y conceptualización debido a que los españoles no entendieron la ideología del pueblo Inka. Algo similar sucedió también en México.

Esto nos lleva a hablar de su uso sagrado y medicinal, sagrado porque nos lleva a conectarnos directamente con lo Divino (Dios) y después nos cura y nos abre la conciencia para el autoaprendizaje. Actualmente se le conoce como San Pedro, siendo su nombre original en quechua “Wachuma”. Por qué San Pedro? Porque según los católicos es San Pedro quien abre las puertas del cielo. Su nombre científico es Trichocereus Pachanoi y su principal componente químico es la mescalina.

Desde hace aproximadamente 13 años, vengo estudiando, practicando y difundiendo el uso y bondades de esta planta medicinal. Durante este período, adquirí mucha experiencia en la aplicación y uso del Wachuma en la sanación de personas obteniendo excelentes resultados terapeúticos. Esta planta, al ingerirla, tiene la cualidad de despertar los sentidos del ser humano (estados alterados de conciencia) para trabajar con el inconsciente, que es donde se almacena la mayor parte de traumas que pueden ser adquiridos desde que estamos en el vientre de nuestra madre.

Entonces, para mí no existen meramente enfermedades físicas, sino enfermedades a nivel emocional y psicológico que se reflejan a nivel físico. Estas enfermedades emocionales y psicológicas no se curan con la medicina occidental, ya que sólo está dirigida al cuerpo físico. Sin embargo, sí podemos curarlas usando Wachuma, ya que trabaja paralelamente en los tres cuerpos fundamentales: físico, mental y espiritual.

Recientemente, vengo experimentando la aplicación del Wachuma a nivel terapeútico usando aguas termo-medicinales, esto quiere decir que después de que las personas ingieren esta medicina, ingresan al agua termal que está aproximadamente a 50 grados centígrados de temperatura. Es aquí donde el cuerpo de la persona, con la ayuda de ambos elementos, se relaja volviéndose muy flexible y sensible, lo que le permite trabajar de manera mucho más profunda en su inconsciente, pudiendo regresionar hasta el momento de su nacimiento y así sucesivamente. La otra cualidad que tiene el Wachuma es que lleva a la persona a encontrar el origen de su trauma, que puede estar en esta o en “otras” vidas. El Wachuma no tiene contraindicaciones, tal es el caso que se puede utilizar con todas las personas desde niños hasta la edad de 60 años. He tenido casos de personas con problemas cardíacos, problemas de locura, epilepsia, stress, frigidez y otros. Todo esto puede ser posible, si se le cuida de una manera adecuada al paciente.

Entonces, es este esfuerzo de muchos años lo que deseo compartir con los asistentes a este congreso y estoy a su entera disposición para colaborar y dar a conocer a toda la humanidad los beneficios del uso medicinal del Wachuma, porque esta fue y es la misión de los Inkas… transmitir este conocimiento ancestral para el bienestar del ser humano.

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AGUSTIN GUZMAN Nacido en Perú. Autodidácta en el campo de la medicina tradicional. Actualmente es Presidente de la Organización No Gubernamental “Comunidad Tawantinsuyu” cuyo objetivo principal es rescatar, preservar, practicar y difundir los beneficios de la medicina nativa ancestral.

Los ritos del color

Los ritos del color
El Palacio de Caja Cantabria en Santillana acogerá durante el verano una espectacular muestra fotográfica sobre tribus y formas de vida en extinción
GUILLERMO BALBONA/SANTANDER
Los ritos del color
PERFILES. Un mosaico de algunas de las imágenes de la muestra. / DM
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Ostentar para perpetuar el poder del clan
El itinerario del universo cromático de unas formas de vida que la modernidad conduce inevitablemente a las puertas de su extinción, centra una espectacular propuesta fotográfica que recalará este verano en Cantabria. Una iniciativa del programa de Caja Cantabria, a través de National Geographic, integrada por imágenes del fotógrafo y catedrático de Bellas Artes Pedro Saura quien estudió a través de la imagen «los procesos de decoración corporal en las diferentes tribus de las tierras altas de Papúa y Nueva Guinea, su función y su significado».

El Palacio de la Caja en Santillana acogerá así durante el verano esta nueva cita fotográfica completando un denso programa expositivo, que se ha iniciado este año en ese espacio de la villa con la obra de Enrique Gran y proseguirá en mayo con una muestra fotográfica, ya avanzada, que profundizará «en los secretos del mundo animal en enclaves privilegiados de la región». Angel González y Javier Ibarra son los autores de ‘Cantabria. Naturaleza salvaje’, una de la citas más singulares que se ofrecerá en la región durante el presente año. El pasado año, la exitosa exposición fotográfica del verano fue ‘Los volcanes y los hombres’, del fotógrafo francés Philippe Bourseiller.

La próxima cita estival reflejará ese «último y gran tesoro antropológico de nuestro planeta: sus habitantes, repartidos por todo el territorio, con 700 lenguas diferentes y con unos ritos y tradiciones que vienen repitiéndose desde tiempos prehistóricos».

En el año 1930 más de un millón de personas vivía en las tierras altas de Nueva Guinea, un vasto territorio inexplorado en el centro de la isla. Su existencia había permanecido ignorada hasta esa fecha. Se agrupaban en cientos de tribus y clanes, y vivían en la prehistoria. Los primeros occidentales que contactaron con estos pueblos fueron los hermanos australianos Michael, Daniel y James Leahy, prospectores de oro. «Aislados en sus valles, separados del resto del mundo por las altas cordilleras de la isla y por las grandes extensiones de pantanos y manglares costeros, los habitantes de las tierras altas, los highlanders, se creían los únicos pobladores del planeta. Cuando vieron aparecer a aquellos individuos de tez pálida pensaron que sus antepasados habían regresado del más allá», relata Saura.

El blanco, el color de la muerte según sus creencias ancestrales, estaba presente en el tono de piel de sus inesperados visitantes. Michael Leahy, director de la expedición, y su equipo fueron tratados en unos casos como dioses, en otros, rechazados y atacados, pero siempre recibidos con desconfianza, cuando no con verdadero terror. Pedro Saura ha señalado que su primer encuentro con este asombroso mundo tuvo lugar en 1983, cuando, tras varias semanas de navegación por el archipiélago de las Salomón, Bougainville y las islas Bismarck, desembarcó en la costa nordeste de Nueva Guinea. Una creación con las todavía hoy auténticas tribus de las tierras altas, «en cuyos decorados siguen empleando, no sabemos hasta cuándo, elementos y diseños tal y como vienen haciendo desde hace mucho tiempo». Hace dos años, bajo el epígrafe de ‘Una mirada distinta’, el arte paleolítico de Cantabria fue el protagonista de una espectacular muestra que recaló en el Mercado del Este, en un itinerario integrado precisamente por fotografías de Pedro Saura que revelan la riqueza y diversidad que posee la comunidad de este patrimonio. El catedrático y profesor de Bellas Artes de la Universidad Complutense, Pedro Saura, artífice del trabajo artístico de las pinturas de la réplica de la cueva de Altamira, junto a Matilde Múzquiz, también es autor de los cuatro facsímiles de pinturas rupestres ubicadas en el Museo de Altamira: La Cueva de las Monedas, El Pendo, Chufin y Fuente de Salín Las grandes fotografías de Pedro Saura también retrataron un planteamiento general de las cuatro cavidades del Monte Castillo (El Castillo, Las Monedas, La Pasiega y Las Chimeneas), con especial incidencia en el arte rupestre. Uno de los stand de Cantabria en ARCO incluyó precisamente una de sus fotografías de Las Chimeneas.

Argentina: investigaciones con ayahuasca

Argentina: investigaciones con ayahuasca

Buenos Aires-Argentina, 06 Marzo 2005

Las investigaciones con ayahuasca en Rosario

En Rosario, un psiquiatra (subdirector del Hospital Psiquiátrico Agudo
Avila) y un antropólogo trabajan junto a un chamán peruano en la
investigación rigurosa de las propiedades curativas de la ayahuasca, el
brebaje que las poblaciones indígenas vienen utilizando desde hace siglos
para inducir trances en los que el paciente, sin perder la conciencia y
con ayuda del chamán, cura patologías y conflictos. Radar habló con los
responsables de esta fundación que intenta conciliar la tradición
occidental con el conocimiento de culturas ancestrales en sesiones que
quedan rigurosamente registradas.

Por Osvaldo Aguirre

Mesa Verde es el nombre de un asentamiento de los asanazi, comunidad
indígena de Nuevo México. También puede entenderse como el espacio donde
se reúne un círculo de investigadores. Y el color alude a las “plantas
de poder” utilizadas como medicinas por las culturas aborígenes. La
expresión, en fin, da el nombre a una fundación integrada por un grupo de
psiquiatras, médicos y antropólogos que, en Rosario, realiza
experiencias con ayahuasca y propone incorporarla en el tratamiento de
enfermedades, como hacen desde tiempos ancestrales los curanderos indígenas, o
chamanes, de Perú y Ecuador.

El psiquiatra Néstor Berlanda, a la vez subdirector del Hospital
Psiquiátrico Agudo Avila, de Rosario, y el antropólogo Diego Viegas son los
voceros de la Fundación Mesa Verde. El estudio que realizan sobre la
ayahuasca incluye el asesoramiento de un chamán peruano, Antonio Muñoz
Díaz, Don Antonio, médico de la etnia shipibo conibo que llevó la planta a
Rosario y condujo sesiones de ayahuasca. “Esto se hace en el marco de
una investigación científica, no es una cuestión alegre de ver qué es lo
que pasa”, aclara Berlanda. De hecho, las sesiones están sujetas a un
protocolo: en minuciosas planillas se deja constancia de las situaciones
vividas bajo trance. Es el material de un libro en preparación.

La ayahuasca (nombre científico: banisterosis capi) es una liana. El
significado de la palabra se cifra en su composición: aya, muerto,
espíritu, y huasca, cordel grueso, soga. Un link con los espíritus. Se la
llama planta maestra, porque permite conocer las propiedades medicinales
de otras. El brebaje que lleva su nombre se prepara mezclando pequeños
trozos de su tronco con hojas de otra planta, llamada chacruna
(psychotria viridis). Las muestras son machacadas y luego puestas a hervir hasta
obtener el líquido para las pócimas. El chamán sirve la medida que él
considera necesaria para su paciente.

“El primer contacto que tuvimos con la ayahuasca fue a partir del
antropólogo colombiano Luis Eduardo Luna”, cuenta Néstor Berlanda. “Un grupo
de cuatro personas de Mesa Verde hicimos entonces la primera
experiencia y lo que vivimos desde el punto de vista personal y del potencial
psicoterapéutico que eso tenía nos llevó a plantearnos una investigación
más intensa. Para eso había que ir a las fuentes, y la fuente era la
selva amazónica.” Un miembro de la fundación viajó a la ciudad de
Pucallpa, en el Alto Amazonas peruano, se vinculó con la Asociación de Medicina
Tradicional (Ametra), entidad que reúne a curanderos indígenas, y
“pudimos traer material para trabajar”.

La ayahuasca “no provoca más efectos indeseables que una situación de
vómitos o diarrea, que tiene que ver con un efecto catártico desde el
punto de vista psíquico, emocional, más que con un efecto fisiológico
negativo”. Ese efecto disuade la adicción del profano. La vinculación con
Don Antonio, quien llegó a Rosario con un discípulo e intérprete, Juan
Maldonado, fue necesaria porque “nos faltaba el control de la ciencia
indígena”. Berlanda destaca que “el chamán no toma la ayahuasca de la
forma en que podemos llegarla a consumir los occidentales sino que la
utiliza como un instrumento de trabajo para diagnosticar la enfermedad y
ver el tratamiento. Algunos pueblos, por ejemplo los shuar de Ecuador, o
jíbaros, también la usan para resolver conflictos familiares; en esos
casos, todos los miembros de la familia, incluso los niños, toman
ayahuasca”. Después de obtener la revelación, el chamán prepara el
medicamento del paciente, exclusivamente con plantas.

En el “mareo”, o trance, “el chamán se pone en contacto con los
espíritus guías, los de las plantas o los que él tiene asociados para
trabajar; en nosotros, como occidentales, se produce un contacto con un
inconsciente desnudo, un estado de conciencia dialógica, como si hubiera dos
entidades, un observador que dialoga con uno mismo elaborando los
conflictos que puede tener”. El canto es el instrumento con el que opera el
chamán, al modo de un bisturí. “El chamán dice que repite el canto que
él escucha”, apunta Diego Viegas. “No es que proviene de él mismo sino
que los espíritus guías le van cantando al oído. Los sonidos provocan
unas visiones que son las que aparecen reflejadas por ejemplo en la etnia
shipibo conibo, uno de los pueblos amazónicos que tiene más
desarrollado el arte visionario. En las cushmas –los ponchos–, los tejidos, los
manteles, en sus bolsas, las mujeres reproducen un dibujo tradicional que
se repite de generación en generación y está basado en las visiones de
los chamanes. Para las curaciones el paciente es envuelto en esos
dibujos, un tipo de protección espiritual al que llaman arcana y con el
cual, después de dos o tres sesiones, se rechaza el mal.” El método se
utiliza en particular “en las enfermedades culturales propias de los
pueblos amazónicos, que se repiten en otros pueblos etnográficos, por
ejemplo en los del noroeste argentino: aquellas enfermedades como el susto o
el mal de ojo, que pueden ser hechicerías inducidas por chamanes
negros, o brujos, si queremos llamarlos así”.

El propósito de documentar cada paso de la experiencia es visible en
Mesa Verde. “Cuando trabajamos con Antonio, en la selva peruana y en
Rosario, pudimos filmar algunas de las sesiones”, cuenta Berlanda. “Una de
las cosas más interesantes es que en el trance le toma la mano al
paciente, le pasa la mano dos veces como si fuese a untar un pan y acto
seguido mira su mano para leer la enfermedad. Después empieza el canto
particular para ese paciente. Si bien existe una base, hay cantos
específicos para cada persona.” La Fundación editó un CD, Icaro de unania, con
cantos ceremoniales de Don Antonio. Unania es el término que designa al
curandero.

Las sesiones de ayahuasca se realizan de noche y a oscuras, para
permitir el desarrollo de las visiones. Cualquier luz, aun con los ojos
cerrados, es un obstáculo. “Cuando uno llega al estado de trance, las
visiones se superponen con lo que se ve en la realidad”, dice Berlanda, que
rechaza hablar de alucinaciones, porque “la alucinación es la percepción
sin objeto, o la percepción de algo que no existe: el chamán nunca
habla de algo irreal, tiene visiones de un mundo más real, para él la
realidad que conocemos es una apariencia, una versión tergiversada de otra
realidad, que es la verdadera”. El psiquiatra destaca además que en el
“profundo viaje interior” que significa el trance “uno no pierde la
conciencia en ningún momento, sino que sabe qué hace y dónde está”.

Pero la ayahuasca supone, como se dice, una experiencia no ordinaria de
conciencia. “Se dan así las situaciones que Jung llamaba de
sincronicidad, donde no habría una relación causal entre dos cosas vinculadas”,
apunta Berlanda. Por ejemplo, que el chamán afirme qué piensan sus
pacientes o compañeros de sesión. “Son momentos que estaríamos tentados de
llamar de telepatía”, agrega Viegas. “De hecho cuando se descubrió el
principio activo de la ayahuasca se la llamaba telepatina.”

La ayahuasca ha llevado a antropólogos y científicos al corazón de la
selva amazónica. También a escritores: en 1953, William Burroughs viajó
a Pucallpa e hizo su experiencia; siete años después siguió su camino
Allen Ginsberg. “Al cabo de una hora empecé a ver o sentir lo que me
pareció el Gran Ser, o algún sentido de Eso, que se aproximaba a mi mente
con una gran vagina húmeda”, escribió Ginsberg en Cartas del yagé, el
libro donde ambos relataron aquellos viajes. “Recién ahora se están
investigando un montón de situaciones que en algún momento aparecían como
algo fantástico y que uno puede encontrarle una explicación hasta
biológica”, dice al respecto Berlanda, para quien el contacto con la
ayahuasca marca “un antes y un después, porque determinó un cambio en mi vida a
partir de trabajar cosas muy fuertes de las que uno a veces ni siquiera
tiene registro”. La planta maestra “abre una perspectiva para
investigar el origen de ciertas patologías. Y tiene un potencial enorme desde el
punto de vista psicoterapéutico. Tenemos un trabajo hecho con
protocolos rigurosos, pero creemos que el tema da para profundizar estos
estudios”. Berlanda cita, a modo de ejemplo, los estudios de la
norteamericana Deborah Mash sobre la planta iboga, de la etnia bwiti, para el
tratamiento de alcoholismo y adicciones, las conclusiones del español Josep
Maria Fericgla sobre poblaciones indígenas consumidoras de ayahuasca,
según las cuales “aquellas personas que han tomado más de diez veces
tienen muy bajos niveles de ansiedad y depresión”, y las actividades del
Centro Takiwasi, que dirige en Perú el médico francés Jack Mabit, donde
la ayahuasca es utilizada para la recuperación de adictos de cocaína y
heroína. Dos religiones brasileñas, Santo Dame y Union da Vegetao,
utilizan la ayahuasca como sacramento en sus ceremonias. “A diferencia de lo
que ocurrió en el ‘60, cuando se bastardea el uso del LSD, a partir de
la década del ‘90 comienza la investigación científica sobre estas
sustancias”, dice Berlanda.

En la Fundación Mesa Verde, que cuenta con un espacioso parque para
realizar sus sesiones, se pueden cursar seminarios sobre “Chamanismo y
plantas sagradas” y “Enteógenos en los orígenes de la filosofía y la
religión”. Este año se espera una nueva visita de Don Antonio y la de un
chamán shuar. En los cursos “nos adentramos en el fenómeno de que quizás
este tipo de agentes vegetales estuvo como una cuestión muy fundamental
en los orígenes del sentimiento religioso del homo sapiens e incluso,
según algunos autores, en el origen de la propia conciencia del ser
humano”, dice Diego Viegas, para quien “el tema del chamanismo estuvo mal
comprendido durante muchos años por los antropólogos y los
historiadores: a partir del descubrimiento y la utilización de medicinas ancestrales
por parte de científicos occidentales, que se han animado como nosotros
a su consumo, se está haciendo un acercamiento más profundo”.

Viegas retribuyó la visita de Don Antonio con una excursión a la región
de Ucayali, donde vive el chamán. “Tuvimos un reencuentro en
Yarinacocha, al norte de Pucallpa –recuerda–, e hice un recorrido por distintas
zonas del río Ucayali, las localidades de Pahoyán y Tituntan, donde
viven comunidades enteras de indígenas y conocí a chamanes ancianos, que en
la actualidad no ejercen su oficio pero me contaron sus experiencias de
juventud.” Con Berlanda viajaron además a Huautla de Jiménez, en
México, el lugar donde el antropólogo Robert Gordon Wasson redescubrió en
1954 “ritos ancestrales prehispánicos con consumo de teonanacatl, carne de
Dios, los mal llamados hongos alucinógenos”.

La formación de un chamán requiere lo que se llama “hacer dieta”: un
prolongado período de abstinencia sexual, aislamiento en la selva y
restricción de alimentos, de modo de preparar el cuerpo para ingerir y
conocer las propiedades de la ayahuasca. El oficio corre peligro de
extinción. “Los jóvenes, imbuidos del avance de filosofías de corte capitalista
y occidental, no soportan un aprendizaje tan severo y tan sacrificado”,
dice Viegas.

En Rosario, sigue Berlanda, “nosotros presentamos a Don Antonio como
nuestro colega. Queremos mostrar que hay otra forma de medicina, que ha
curado durante miles de años y funciona actualmente en la atención
primaria de la salud con preparados vegetales en muchos lugares donde no
accede un médico tradicional”. Se trata de rescatar “el trato directo del
chamán con el paciente: el chamán ingresa directamente al mundo
emocional del paciente, a diferencia de la medicina actual, donde muchas veces
el médico ni siquiera levanta los ojos para atender a un paciente”. La
Fundación no se propone ser un grupo new age ni un lugar “alternativo”
respecto de los espacios académicos: “En todo caso queremos recuperar
antiguos valores hoy casi olvidados, relegados al terreno de lo
inconsciente, de lo arcano, de lo arquetípico, pero que sin embargo una vez
fueron un conocimiento empírico, fáctico, a partir del cual hemos llegado
como especie hasta nuestros días”. Una cultura que atesora la
ayahuasca.
http://http://www.fundacionmesaverde.com

Santo Daime: La silenciosa revolución de la selva-BRASIL

Santo Daime: La silenciosa revolución de la selva.

No sólo viajan por otras realidades, también las encarnan. No se
entretienen por los Cielos, intentan bajarlos a la Tierra. Hablamos con Alex
Polari uno de los mayores exponentes internacionales de este “Tercer
Testamento”, de esta “lectura del cristianismo a la luz de la ayahuasca”,
que está ganando millares de seguidores en nuestro país y en toda
Europa

Alex Polari nos comparte la historia de los Padrinos, de quienes
rescataron el brebaje sacramental y actualizaron el ritual. Nos cuenta
también la gesta que les empujó a la selva, cuando se pusieron a levantar sus
hogares de la nada… Avanza en el relato e intento imaginar al
guerrillero que fue. Una y otra vez se me escapa. No es fácil colgarle fúsil a
este hombre que tanta paz emana.
Alex Polari nos habla de Mapiá, de la capital del Santo Daime
(ayahuasca), el laboratorio social que con esfuerzo y tesón inauguraron en mitad
del Amazonas… Escuchamos con atención la historia de cómo al salir de
la cárcel, fue a estudiar el fenómeno y su gente, a hacer un documental
sobre el tema. Comenzó entonces a involucrarse en la comunidad,
participando activamente de su construcción hasta que se marchó para allá
definitivamente hace 12 años.
Una y otra vez me pregunto que es lo que había llevado a aquel hombre
duro, a aquel militante radical que pasó nueve años entre rejas a
desembocar en esa beatitud y sosiego, a trasmutarse en un maestro de lo
divino y lo humano. ¿De dónde había sacado esa mirada risueña, ese hablar
suave, esos gestos armoniosos… ese hombre luchador que se batió contra
una de las más duras dictaduras sudamericanas? ¿Qué es lo que había
operado en él: el milagro las plantas sagradas, la “floresta” salvaje, la
vida en comunidad que templa en el servicio y la entrega…? Quizá una
mezcla de todo ello.

De guerrillero a líder espiritual
Ahora con el Partido de los Trabajadores en el poder, sus antiguos
camaradas están en despachos con enormes responsabilidades y sin embargo él
apenas sale de la selva de Purus. Su “despacho” está en el corazón de
la “floresta”, ayudando a los más necesitados, promoviendo los productos
naturales, defendiendo ese trozo sagrado de tierra.
Sus amigos de militancia ocupan responsabilidades de poder. Junto al
popular presidente Lula, construyen un nuevo Brasil. Polari por su parte,
se conforma con otra revolución más silenciosa que opera en los hombres
su voluntad de elevación, con la ayuda del espíritu de sabias plantas,
de la magia de una bebida capaz de mostrar la luz que los ojos de la
carne aún no pueden ver.
No envidia las moquetas. Se le enciende la mirada cuando nos muestra
todo lo que han conseguido arrancar a esa otra moqueta más agreste e
indomable de la selva: frijoles, arroz, sojo, jengibre, quinoa, pototos…,
granos y plantas que les regala el río cuando éste baja y descubre
espléndidas playas que ellos se aprestan a sembrar. Viven desde hace veinte
años en el “Céu de Mapiᔠ(“El Cielo de Mapiá”) una comunidad de
alrededor de mil moradores que ensayan todo el esplendor del Cielo en el
corazón de la selva. Sus días avanzan al ritmo del río, al ritmo también de
las festividades en las que se reúnen para realizar los rituales de su
Iglesia.
Apenas habla de la importante labor social que desarrollan en medio de
la Amazonia , pero las fotos y folletos que me muestra lo evidencian.
Con la Iglesia del Santo Daime no sólo están difundiendo un trabajo
espiritual fuertemente implantado en América y Europa, están desarrollando
un rico y ya veterano experimento comunitario, están llevando dignidad
y sustento diario a muchos hogares… Con las investigaciones que
realizan en el marco del Instituto agrario, están inyectando futuro y
esperanza a la selva.
Empiezo a vislumbrar algo de lo que ha quitado hierro a ese hombre
recto y amable. Intuyo lo que ha podido aquietar su alma y pacificar sus
gestos, lo que ha alargado su barba y puesto en su boca ese verbo de
sabiduría. Me hago cargo del potencial inmenso de la selva, cuando, tal
como Polari apunta, se la camina en respeto, cuando se la admira y
agradece, cuando se entra en contacto con su legión de seres invisibles.
Multitud de interrogantes se acumulan ante este líder social, que
responde también con precisión al arquetipo de maestro espiritual, infinidad
de preguntas ante este hombre reservado y discreto como la doctrina que
practican.
Polari impone con ese rostro de sabio y de espíritu apacible, que no
parece se hubiera curtido en la dura vida de la selva. Al comienzo de la
conversación, marca prudente distancia, pero a fuerza de historias,
fotos que me muestra y anecdotario, va haciendo concesiones de
familiaridad.
Nos va revelando algo de esa maravillosa unión del ser humano con la
planta y su espíritu, del bosque con sus seres. Nos da a entender algo
del poder del ritual realizado con rectitud, humildad e interiorización…

¿Es el Santo Daime una droga?
El Santo Daime no es una droga recreativa, es un sacramento para la
elevación de la conciencia. Es un instrumento espiritual al igual que en
el pasado ha habido otros tantos para conectar con planos superiores:
Misterios de Eleusis, los Antonianos con la bebida del centeno, o soma en
la antigua India, los indios norteamericanos con el peyote… La
ayahuasca se utiliza mucho también entre los indígenas de los Andes, desde los
antiguos misterios de los antiguos incas.

¿Cuál es son los efectos de la ingesta de el Santo Daime?
La Santo Daime se compone de dos principios activos, dos plantas
diferentes, “bejuco” y la “chacruna” (también son denominadas “rainha” y
“jagube”, que se complementan en su cometido. La ayahuasca proporciona una
superlucidez y esa es la razón por la que ha sido también muy
contestada. Nos ayuda a obtener una visión, una orientación en nuestros días,
nos trae mensajes, respuestas a los misterios de la vida.
Cuando el proceso de legalización del Santo Daime en Brasil, nosotros
hemos insistido que el brebaje no proporciona alucinaciones, sino
visiones. No procura una distorsión de la realidad, sino por el contrario,
una mayor claridad interior.

¿No hay riesgo de viajar hacia realidades inferiores en el astral?
El Santo Daime protege a la persona, la ampara. Sin embargo es preciso
atravesar la parte oscura en nuestro camino hacia niveles superiores de
conciencia. Consideramos que esa experiencia constituye igualmente un
conocimiento necesario. Es preciso también conocer nuestro lado oscuro.
El Santo Daime nos revela la parte de nosotros pendiente de entregar a
la luz; nos da a conocer lo que se encuentra aún cristalizado.

Se observan en sus ceremonias raíces cristianas…
El Daime tiene una base cristiana, no eclesiástica. Es una religión de
la experiencia como camino espiritual. Quizá no es un camino para
todos, pero sí un atajo que acorta mucho el progreso espiritual.

¿Cuál es su relación con otras corrientes de ayahuasca?
Hay otras líneas con más implantación en los núcleos urbano como la
“Unión del Vegetal”. Buscamos la unión y la integración entre diversas
corrientes espirituales. Más allá de nuestro propio diseño ritualistico
trabajamos también dentro de un espiritu ecuménico y de alianza. junto a
la tradición umbanda, candomblé, líneas orientales, iglesia nativa
americana (peyote)…
El Santo Daime no es una doctrina fundamentalista. Nuestra tradición no
es secreta, pero sí discreta. No buscamos convertir a nadie, no hacemos
proselitismo alguno.

¿Cuáles son los orígenes del movimiento?
Los indios y chamanes de América utilizaban ya estas plantas en el
marco de su propia tradición. Estas prácticas fueron retomadas por el
Maestro Irineo, nuestro fundador, con una elevada finalidad más espiritual.
En la década de los 20 fue fundado un círculo de regeneración y de fé.
Posteriormente, en 1930 el Mestre Irineu inició su propio trabajo, en
la ciudad de Rio Branco.
El Maestro, un hombre de elevada estatura espiritual y física, realizó
una nueva interpretación del cristianismo. Proporcionó a esa tradición
una nueva lectura, trasformó la ayahuasca en el Santo Daime, en una
rogativa a Dios (“Dai-me luz, dai-me amor…”) Realizó un sincretismo. Sobre
una base de elementos cristianos, incorporó elementos de círculos
esotéricos como “Comunión del testamento”, de ritos indígenas, chamánicos y
de círculos espíritas…

¿Cuál es la síntesis de la doctrina?
El nombre oficial de nuestra Iglesia es “Centro Ecléctico de la Fuente
Luz Universal Raimundo Irineu Serra” (Cefluris). Es un mensaje
universal de caridad y amor, de vínculo con el espíritu de la selva, una
doctrina viva y actualizada, arraigada en una tradición milenaria. Es una
doctrina espiritual que busca el autoconocimiento y la conexión con
nuestro Yo Superior, a partir de la expanasión de conciencia llevada a cabo
por nuestro sacramento.

¿Qué importancia cobra el canto en sus rituales?
Yo no sé distinguir un Do de un Re, o de un Fa , pero sin embargo
recibo internamente himnos. Tanto la música, como la letra son reveladas.
Los himnarios son base de nuestra doctrina. Cada himno es un
concentrado de gran conocimiento que habla directamente al corazón. Disponemos de
diferentes himnarios adecuados a su vez a diferentes tipos de trabajos.
Los himnos guían el recorrido espiritual. El mundo espiritual nos
revela un himno que después guiará a la fuerza proveniente de la planta. Las
respuestas que cada uno alcanza pueden servir a otros. El himno es una
tutela para cada uno en su proceso y a la vez tiene un poder unificador
en el rito grupal. Promueve unión de mentes y corazones.

¿Qué tipo de trabajos desarrollan?
Los trabajos ordinarios se realizan en torno a una estrella de seis
puntas y un crucero, signo de la cruz de Caravaca de doble brazo. Hay
festejos más extraordinarios, relacionados con las festividades católicas.
Hay otros trabajos de concentración, meditación, sanación …
Concretamente los trabajos de desenvolvimiento mediúnico nos permiten
conectar con los mundos espirituales superiores y desarrollar un trabajo
de autoconocimiento. Los himnos son bailados con movimientos sencillos
y rítmicos. La danza hace parte de algunos rituales. Ayuda a retornar
al participante a la tierra, una vez partido hacia otras dimensiones a
causa de la energía de la bebida.
Tenemos también dos diferentes uniformes en función del ritual que
hemos de desarrollar: uno azul y otro blanco.

¿Cómo acaba un guerrillero cantando oraciones durante doce horas?
En los sesenta había una dictadura militar. Yo participé en los
movimientos políticos radicales del momento, llegando a involucrarme en la
lucha armada, la guerrilla. En 1970 caí preso. En la cárcel disponía de
sobrado tiempo para pensar y meditar. Estuve nueve años encerrado, hasta
que me liberaron en 1979 gracias a los movimientos a favor de la
amnistía. Cuando salí tenía aun hijo de año y medio. Después de esa lucha
externa estaba ya en condiciones de comenzar una lucha, una revolución más
interior.
Una vez afuera, participé en un grupo interdisciplinar (abogados,
psicólogos, antropólogos, historiadores…) de estudio y de lucha por la
legalización del Santo Sacramento en nuestro país. Poco a poco me fui
acercando a la doctrina. A comienzos de los ochenta me puse bajo el liderazgo
del Padrino Sebastián.

¿Qué labor desarrolla junto al Padrino?
Trabajamos con una meta, en la creación de una comunidad con
sustentabilidad y con una clara finalidad de búsqueda interior. Queríamos reunir
un pueblo en el bosque para desarrollar una vida simple, natural, en
conexión con la Tierra. Ensayamos un proyecto social, ecológico y al
mismo tiempo espiritual. Se trataba dar continuidad a la obra del Maestro
Irineo, en el marco de una vida comunitaria . Pero como dije antes, esto
es un objetivo por el cuál luchamos, implica un gran desafío y estamos
ahora intentando superarlo.

Se hicieron su hueco en la selva…
Así es. Conseguimos un decreto del Gobierno creando una reserva
natural, 250.000 hectáreas sin tocar, en nuestra zona de Mapiá. A las
organizaciones sociales que creamos se les adjudicó el derecho de explotación
de los recursos de la reserva. Nos organizamos a través de nuestra
asociación de moradores y de un Instituto de Desarrollo Ambiental, llamado
ahora Cefluris. Creamos también COOPERAR (Cooperativa Agro-Extrativista
de Mapiá que produce frutas secas, aceites vegetales y otros productos.
Desde comienzos de los ochenta hemos vivido una increíble expansión de
la doctrina. Mapiá se ha dado a conocer en todo el mundo.

¿Por qué ejerce Mapiá esa gran atracción?
Mapia se ha convertido en un gran centro de peregrinación del Santo
Daime, dentro de la línea del Maestro Sebastián. Somos ya 1000 personas en
el corazón de la bosque viviendo en comunidad, junto al río Purus,
afluente del Amazonas.
Nuestras comunidades, nuestros espacios espiritualizados y organizados
socialmente, están permanentemente abiertas a todos los seres con ese
afán genuino de búsqueda espiritual. Trabajamos para nuestra
sustentabilidad y para el bien de la humanidad, para el bien del planeta.

¿Qué lugar ocupa Polari en la doctrina?
Todos somos hermanos, pero existe un liderazgo espiritual, vía
transmisión espiritual que se inicia en el Maestro Irineo y que pasa por el
padrino Sebastián, primero y su segundo hijo Alfredo Mota de Melo,
después. Ellas serían las autoridades honorarias dentro de la doctrina.
Con el liderazgo del padrino Alfredo estamos trabajando en la
expansión del Santo Daime en la selva. Más allá del trabajo de Mapiá ,ya
existen seis comunidades daimistas en la cuenca del río Juruá.
En lo que a mí se refiere, además del Consejo de la Iglesia, me ocupo
de las organizaciones sociales. Soy presidente de la asociación de
moradores, responsable de comunicación del Instituto y de la Sociedad
Cefluris. Me dedico también a la investigación en el campo de la agricultura
ecológica tropical (que mezcla permacultura, agricultura biodinâmica,
etc…) Y que llamamos de agro-floresta. Es un sistema que regenera la
tierra, que se nutre también de la bio-massa generada por la
descomposición de la meteria orgánica, sin el uso del fuego, que es el gran
problema del Amozonia. Y también trabajamos con una agricultura de playa,
aprovechando la increíble fertilidad de las playas de los grandes rios de
la Amazonia.

Sus días son largos…
En efecto. Sólo en Mapiá hay doscientos niños para dar de comer todos
los días. Todos trabajan mucho y las condiciones son duras. Estamos
intentando garantizar nuestra seguridad alimentaria con los productos
regionales, como los granos que plantamos en las playas (arroz, ceveda,
sorgo) la banana, la abacaxí, los aceites vegetales, la andiroba, el aceite
de cacao, la castaña, el jengibre……
No hay que olvidar tampoco que desarrollamos nuestro trabajo social
entre poblaciones muy carenciadas, a las que también ayudamos, articulando
diversos proyectos.

Cara pública del Santo Daime
Alex Polari es la imagen pública de la Iglesia del Santo Daime, es uno
de sus más conocidos representantes. Ha escrito varios libros en los
que ha teorizado sobre esta silenciosa revolución que está sacudiendo la
selva y a muchas gentes allende el Amazonas. Es presidente de la
Asociación de moradores de Mapiá, miembro del Consejo doctrinario de la
Iglesia y encargado de las comunicaciones con el exterior de Cefluris
(Organismo oficial y pantalla legal de su Iglesia). Participó activamente en
todo el proceso de legalización del Santo Daime en la década de los
ochenta . Polari es autor de libros, multitud de ensayos y piezas
teatrales. Ha proyectado también en Internet toda esta revolución silenciosa de
la selva. Más info: www.santodaime.org

Una finalidad de autoconocimiento
Según nos revela Polari, el Culto Eclético de Fluente Luz Universal
(Cefluris), tal como se denomina oficialmente al movimiento, es un trabajo
espiritual que tiene como objetivo alcanzar el auto-conocimiento y la
experiencia de Dios o del Yo Superior Interno. Para ello se utiliza,
dentro de un contexto ritual considerado sagrado, la bebida enteógena
sacramental conocida como ayahuasca y que fue rebautizada por el Maestro
Irineo, fundador de la Iglesia, como Santo Daime.
Su culto litúrgico se resume en tomar, en las fechas apropiadas, la
bebida en forma de sacramento. El culto se denomina ecléctico, porque sus
raíces están impregnadas de un fuerte sincretismo entre varios
elementos culturales, folklóricos y religiosos. El uso del “sacramento Santo
Daime” es realizado en las fechas de su calendario festivo, obedeciendo
las reglas rituales que fueron establecidas primero por el Maestro
Irineo y después por el Padrino Sebastián. Un Consejo Espiritual dirige la
Iglesia y vela por el mantenimiento de la tradición y de los principios,
al mismo tiempo que procura adecuarlas a los nuevos contextos.
Las principales actividades o fiestas del calendario religioso son los
“Himnarios” y los “Feitios”. Los Himnarios son ceremonias de doce horas
seguidas de cánticos y sencillas danzas alrededor de una estrella de
seis puntas, al son de diversos instrumentos y maracas. “Feitio” son las
fiestas de producción de sacramento, cuando toda la comunidad se
moviliza para hacer la bebida sacramental, que será consumida durante el
calendario de trabajos o celebraciones anuales.

Amor por la naturaleza y la “floresta”
La doctrina del Santo Daime es también conocida como la del Maestro
Irineo (1892/1971), su fundador. Su nombre viene de la rogativa expresada
en sus rituales: “dai-me forza, dai-me amor”. La doctrina nació en
medio de la selva amazónica, de entre la gente humilde de su pueblo. Su
mensaje se encuentra reunido en forma de colecciones de himnos recibidos
por los maestros y adeptos, ensalza el amor por la naturaleza y consagra
el mundo vegetal y todo el planeta como el escenario sagrado de nuestra
Madre Tierra.
“Nuestro trabajo mantiene, nos comparte Alex Polari, vínculos muy
profundos con la floresta amazónica y con la causa de su preservación. Esto
llega a ser una cuestión de fundamento espiritual. Para desarrollar esa
parte social y ambiental del trabajo de nuestra Iglesia en la Amazonía,
fue creado el Instituto de Desarrollo Ambiental Raimundo Irineo Serra,
que se empeña actualmente en generar y buscar recursos para proyectos
autosustentables, en una región de casi 250.000 has. de selva
pertenecientes a la Reserva Nacional del Purús, donde estamos asentados hace
cerca de veinte años.”

Mapiá, una conmovedora gesta humana
La comunidad de Mapiá no es sólo un enclave espiritual, significa
también un baluarte en la defensa de la naturaleza salvaje del Amazonas,
paraguas protector de uno de los enclaves más ricos del planeta, un polo
de desarrollo sostenible…,
“Céu do Mapiᔠconstituye un avanzado experimento de vida comunitaria
en mitad de la selva. Esta comunidad matriz de la Iglesia del Santo
Daime fue fundada por el Padrino Sebastián Mota de Melo. El padrino era un
hombre humilde y analfabeto, de grandes barbas blancas y mucha
sabiduría. Al decir de todos los que le conocieron gozaba de gran poder de
clarividencia, persuasión y sabiduría, amén de un grande y acogedor corazón
, A comienzos de los ochenta recibió internamente el llamado de
encarnar en el corazón de la selva el mensaje de amor de la planta. Allí le
siguieron hasta el enclave de Mapiá unas ochenta personas que le
rodeaban.
Fue, a decir de Polari, “una de las gestas humanas más conmovedoras de
la historia reciente”, una gran peregrinación hasta al corazón de la
selva para crear allí una comunidad solidaria con la finalidad de vivir
una vida más espiritualizada y en comunión y armonía con la naturaleza.
Se trataba ya no sólo de proclamar, sino de experimentar “la elevada
cualidad del compartir.”
Mapiá es fusión de oriundos de la selva con sucesivas oleadas de
neorrurales a la búsqueda de una vida más natural, carrefour en el tiempo,
agricultura ecológica y nuevas tecnologías blandas, cooperativas de
productos naturales e Internet vía satélite…, un sueño de exuberante verde
donde se reúne lo mejor del pasado y del futuro.
“La comunidad constituye un punto de referencia común del trabajo
espiritual de todos los miembros. A ella retornan todas los conocimientos y
adquisiciones que hacemos en nuestro aprendizaje espiritual”, apunta un
Polari satisfecho con la labor realizada.

Koldo
Equipo de Portal Dorado

Accidente y karma

Comentario sobre la hoja de Coca

Estimados amigos,
Aqui tenemos un esfuerzo de la sociedad civil por recategorizar la hoja de coca a nivel internacional. A mi no me cabe la menor duda que la hoja de coca es medicinal y ayudaria a miles de personas con enfermedades debilitantes. El cancer, la gripe, la obesidad, la depresion, indigestion, altura, en geriatria, etc.
Necesitamos crear conciencia que la hoja de coca se podria vender en todos los “healthfood stores” de USA. Hay pues una conspiracion de las compañias farmaceuticas para que los productos naturales no entren al mercado. La importancia de este foro es concientizar al mundo de que la hoja de coca no mata a nadie (a diferencia dela hoja de tabaco) y que tal actividad de levantar su prohibicion internacional traeria paz a la region asi como mas democracia y menos militarizacion. Resulta que toda esta prohibicion solo favorece a la Coca Cola (que es la unica en el mundo con autorizacion de comprar coca) y a los narcotraficantes de cocaina (que son “ellos mismos”). Ojala que algun dia pueda haber cordura sobre este tema que produce violencia en el campo, con las fumigaciones de agentes biologicos y quimicos, y una militarizacion regional que inhibe la democracia y la liberacion nacional del estado colonial que tenemos y que explica porque y como la coca se convirtio en ilegal.
Un abrazo a todos y gracias por su apoyo a esta causa justa y cuya resolucion verdadera traera paz y prosperidad al agro.

Alimentos tradicionales contra el hambre

Alimentos tradicionales contra el hambre

Por Francesca Colombo*

Agricultores aseguran que el amaranto, la quinua y el sorgo son cruciales para alcanzar la seguridad alimentaria

TURIN.- El hambre afecta a 846 millones de personas en el planeta, y 35 países carecen de seguridad alimentaria por escasez de comida, desórdenes internos o clima adverso. Parte de la solución a esos problemas está en recursos y prácticas tradicionales, según cinco mil representantes de “comunidades del alimento” de todo el mundo reunidos en Italia.

En el encuentro Terra Madre, realizado del 20 al 23 de este mes en la septentrional ciudad italiana de Turín, hubo agricultores filipinos, italianos, estadounidenses, de la etnia africana masai y de la pampa, entre muchos otros, unidos por la voluntad de crear una economía sostenible que resuelva el problema mundial de la alimentación.

“Podemos cooperar entre nosotros y hacer propuestas a los gobiernos para afrontar la globalización que nos forzó a reducir los precios. Estamos entre los primeros productores de arroz en el mundo, pero lo vendemos a 0,30 centavos de dólar el kilogramo”, explicó a Tierramérica el vietnamita Nguyen Van Vinh, de una comunidad de productores de arroz biológico de Hai Phong.

En esa comunidad, al noreste de Vietnam, un centenar de familias introduce patos con pocas semanas de nacidos en los sembrados de arroz, para que exterminen a los insectos y sus excrementos sirvan de abono. Así evitan usar pesticidas y fertilizantes.

Los participantes en el encuentro, auspiciado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), abogaron por el consumo de nutritivos cereales como el amaranto (Amaranthus caudatus), la quinua (Chenopodium quinoa) o el sorgo (Sorghum vulgare o Sorghum bicolor), resistentes a terrenos difíciles y enfermedades.

El problema es que “los jóvenes prefieren ‘comida chatarra’ como las papas fritas o las hamburguesas, y rechazan los platos tradicionales”, dijo a Tierramérica Dutta Mita, de una comunidad de productores de arroz, maíz y caña de azúcar de Bankura, en el estado indio de Bengala Occidental (noreste).

“Quieren copiar el estilo de vida estadounidense que ven en el cine, y los productores de alimentos terminan por vender este tipo de comida”, comentó.

Además, el Sistema Mundial de Información y Alerta sobre Agricultura y Alimentación (SMIA) de la FAO registra una disminución de las existencias mundiales de cereales, de 229,7 millones de toneladas anuales.

La producción de alimentos es afectada por múltiples factores, entre ellos guerras civiles, plagas y fenómenos climáticos extremos en África, crisis humanitarias en Corea del Norte, Iraq o Sri Lanka, y carestía en Haití o República Dominicana.

Según participantes en Terra Madre, es preciso diversificar los hábitos de alimentación, y tener en cuenta por ejemplo que la carne de llama (Lama glama) consumida en Bolivia, la de bisonte (Bison bison) en Canadá o la de reno (Rengifer tarandus) en Suecia, Finlandia, Rusia y Noruega son más sustentables que las de pollo (Gallus gallus) o de vaca (Bos taurus), dijo a Tierramérica Blind Ingemas, productor de carne de reno.

El reno es el alimento tradicional de los lapones, en las costas septentrionales escandinavas, donde el invierno dura 200 días, con temperaturas de hasta 30 grados bajo cero.

Un estudio en las orientales provincias tailandesas de Kalasin, Yasothorn, Ro-iet, Khon-Kaen y Surin registró más de 100 variedades de arroz (Oryza sativa), de las que actualmente sólo se cultivan 50, algunas para consumo directo del grano y otras para hacer galletas, fideos, vinos y licores.

“Somos comunidades pobres y pequeñas. Producimos para nuestra supervivencia y algo para vender en el mercado. No competimos con productos convencionales, sólo tratamos de hacer lo mejor posible, cuidamos el ambiente y no usamos productos químicos”, señaló a Tierramérica Avaiporn Suthonthanyakon, productor de arroz de variedades tradicionales en Tailandia.

En el extremo de la cadena de producción alimentaria están los cocineros, también presentes en Turín.

“Difundimos recetas tradicionales de la época prehispánica como el locro (guisado que lleva maíz, frijoles y carnes), los tamales (picadillos de carne envueltos en masa de maíz), las humitas (salsa espesa con base en granos de maíz, envuelta en hojas de esa planta), y productos autóctonos como el maíz y las papas andinas”, dijo a Tierramérica Alejandra García, chef de comida tradicional en Argentina.

Todo eso “se pierde por la globalización, y la idea es cocinar como en la casa de nuestras abuelas”, sintetizó.

* La autora es colaboradora de Tierramérica.

“Entre rituales y sueños los Wayuú buscan a sus muertos”

“Entre rituales y sueños los Wayuú buscan a sus muertos”

Bahía Portete – Guajira – Colombia

Viernes 15 de abril de 2005

“Entre rituales y sueños los Wayuú buscan a sus muertos”

Por ONIC

– Un año después de la masacre se reúnen mas de 400 Wayúus.

– Se buscan los mecanismos y los caminos para el retorno de los deslazados.

– Ritos para buscar el descanso de los muertos

…Hace apenas una semana la abuela caminó por entre la ranchería que desde hace un año ningún indígena había vuelto a visitar. Los ranchos caídos y el silencio profundo eran la única compañía de esta vieja que miraba con dolor en el alma los lugares en donde habían sido asesinados 15 de sus hermanos y otros 12 más habían desaparecido para siempre; en su recorrido en la casa donde mataron a Rosa Fince Uriana encontró un huesito del tabique nasal, es la primera parte de su cabeza, explotada con una granada, que han podido encontrar. La abuela busca con paciencia y recordando lo que le dicen sus sueños, el lugar en donde está cada parte de los cuerpos mutilados, pues de otra manera no habrá descanso para sus almas…

El 18 de abril del 2004 un grupo de paramilitares llegó la zona de Bahía Portete, Guajira, y se dio a la tarea de asesinar a los niños y mujeres que en ese momento del día se encontraban en las casas. Esa misma semana el grupo responsable del crimen estaba iniciando los llamados diálogos de paz con el gobierno.

La presencia de los paramilitares era evidente pero nadie escuchó las denuncias sobre el caso. Según un informe de prensa, ”dos o tres días antes habían estado llamando a la alcaldía y a la gobernación y también a Bogotá informando de que se preveía que podría ocurrir algo trágico”

Un año después el panorama no es alentador. Los muertos siguen sin recibir los rituales necesarios para su descanso, porque los cuerpo de 12 de ellos aún están desaparecidos. 220 familias se encuentran desplazadas en Maracaibo Venezuela y la zozobra sigue amenazando a los indígenas de toda la región.

UN DIA DE ENCUENTRO CON NUESTRA TRAGEDIA: Volver al sitio del crimen será un trago amargo para los cientos de Wayúu que vendrán a buscar a sus muertos y a buscar el reposo de sus almas, “pero nos anima el saber que esa sigue siendo nuestra tierra y que tendremos que ser fuertes para poder resistir a la ambición de los narcos y de las grandes empresas transnacionales que quieren apropiarse nuestro territorio” manifiesta uno de los jóvenes que se prepara para el acto de regreso.

El ritual de cuatro días de duración iniciará el 17 de abril con la llegada de los Wayúu y representantes de unas 30 entidades privadas. Por el gobierno se espera la presencia de la oficina de Etnias del Ministerio de Interior.

El día 18 todo el grupo recorrerá el sitio de la masacre acompañado por las mujeres ancianas como lideres espirituales, ellas tendrán a su cargo el ritual en que se busca el descanso de los muertos. El tercer día habrá un gran foro sobre la situación y los acuerdos necesarios para el retorno. El último día se llevara a cabo una reunió tradicional, el Yamaná, en donde la acción solidaria se convierte en el camino para la búsqueda de solución a los problemas.

Esta será la primera oportunidad después de ese trágico domingo, en que muchas familias se volverán a encontrar. No estará la anciana más venerada la abuela Margoth Epinayú quien también fue asesinada lo cual es una tragedia para un pueblo matriarcal como el Wayúu. Faltaran otras 26 risas y rostros pero ellos pasaran a ser la fuerza para el retorno y la razón de la nueva resistencia.

La Soberanía Vulnerada

La Soberanía Vulnerada

Javier Lajo

Anuncia la Presentacion de su libro “LA SOBERANIA VULNERADA, La lucha por la independencia continua” en varias ciudades del Perú.

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Prólogo

De María Luisa Rivara de Tuesta
Profesora Emérita de la UNMSM

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Javier Lajo y el discurso indígena contemporáneo

«La Soberanía Vulnerada» de Javier Lajo está constituida por artículos publicados, en su mayoría, en el diario La República en los años noventa, década del oprobio y de la corrupción, fueron escritos, en opinión del autor, con la intención explícita de retomar la palabra de los indígenas para recuperar y afirmar el espacio existencial (Kay Pacha) al que tienen derecho como descendientes de los pueblos originarios, cuya presencia histórica en el Tahuantinsuyo fue el resultado de milenios de años de permanencia en esta parte sur del continente americano, no como entes pasivos, sino como activos creadores de una cultura original, genuina y auténticamente civilizadora, expresada en el conjunto de ideas sobre ciencias, artes, gobierno y sobre todo como «costumbres» o «modo de vida» propio y original, que supo aprovechar y recoger los aportes de las diferentes nacionalidades (Ayllus y Suyus) respetando, al mismo tiempo, sus particularidades y formando, en última instancia, una gran organización de «Unión en la Diversidad», al servicio de todos sus integrantes.

Y es que con motivo de la invasión española se creyó que sería fácil superponer la cultura occidental a la cultura ancestral. El eurocentrismo europeo y la astucia de su racionalidad teológica establecieron, erróneamente, que el mundo cultural prehispánico y sus conceptualizaciones pasarían al olvido y serían reemplazados por los de la cultura de la imposición y de la dominación establecida en el virreinato o etapa colonial.

Esto no fue así, sin saber nada acerca de sus leyes y forma de gobierno se les conquistó y se les hizo la guerra; sin saber sus más íntimas costumbres se les intento exterminar y dominar, no se les escuchó, ni menos se les pudo comprender. Aparte del drama humano existencial que este proceder infringió a los pueblos sometidos, lo evidente es que no se les respetó como seres humanos, sin embargo la resistencia indígena se manifestó astutamente, invisible para la cultura occidental, transmitiendo de generación en generación sus valores ancestrales, logrando en esta forma superar, también, las inconsecuencias de nuestra República Criolla, esos valores ancestrales se mantienen hasta nuestros días conservando así el legado de sus antepasados originarios.

La fuerza de los artículos de Javier Lajo reside en sostener, simplemente, que en la actualidad política del Perú se hace urgente atender a las reclamaciones de los pueblos indígenas y dar continuidad al proyecto histórico que les legaron sus remotos antepasados.

Conviene, dada la diversidad de cuestiones que aborda Javier Lajo en «La Soberanía Vulnerada: La lucha por la Independencia Continúa», referirnos, en esta presentación de la obra a las ideas directrices que como hilo conductor ideológico sustentan los múltiples artículos contenidos en ella.

Piensa el autor de este singular libro que proclama que «LA LUCHA POR LA INDEPENDENCIA CONTINÚA», que es de suma importancia abrir un debate entre los diversos pueblos que integran el Perú permitiendo el diálogo entre las diversas culturas que lo integran respetando sus particularidades culturales, sus etnias y sus lenguas locales. Y esto debido a que la gobernabilidad en los pueblos (y países) andinos ya ha tomado suficientemente un tinte étnico e indígena.

Encuentra Javier Lajo que esta coyuntura actual, aparece, en la visión integral de nuestra historia, semejante al preámbulo que se dio en el período previo a la guerra del Pacífico, y que por lo tanto hay que observar con sumo cuidado las acciones que está desplegando Chile, para estar prevenidos y encontrar «vías de solución inmediata» a los problemas que pudieran presentarse próximamente.

Se pregunta Lajo: ¿Por qué el Banco Mundial y otras agencias multilaterales manifiestan actualmente la necesidad de «incluir a los excluidos», y mas explícitamente, manifiestan también de que hay que «visualizar a los invisibles» ?

Y es que el estado de pobreza y extrema pobreza que afecta a los pueblos indígenas excluidos del tiempo y de la historia, es tan visible y tan vergonzante para los que manejan el dinero y las finanzas internacionales, que los antiguos invisibles no pueden ser ignorados mas, pues su precaria existencia, es más notoria y objetiva que nunca, esta al borde de la explosión social y en alguna forma han visto por necesario paliar, o «maquillar» esta injusta exclusión secular.

Lo que es evidente para Lajo y ya flagrante para la opinión pública, es que la corrupción de los «Estados Criollos», irreversible, por un lado y en la antípoda el agravamiento de la pobreza y extrema pobreza, delata la caducidad de las constituciones y los contratos sociales, que en una u otra forma fueron creados, excluyendo -a los indígenas- desde su origen, lo cual los segrega hoy de su participación activa en la marcha de la gobernabilidad democrática de países de «mayoría indígena» como Ecuador, Perú y Bolivia.

Argumentos consistentes sobran en la pluma de Lajo para sostener que, por ejemplo: El acuerdo de gobernabilidad en el Perú se da defectivamente ya que para que exista tal acuerdo debe darse, prioritariamente, entre los pueblos y culturas que constituyen el País real; y no solo como acuerdo o «combina» de las cúpulas políticas criollas tan desacreditadas hoy en día y que han sido calificadas por algún renombrado periodista como «oligarquías políticas»; es indispensable pues por lo tanto, que exista el consenso de los pueblos, culturas y nacionalidades que integran, el Perú, dado que no es país homogéneo en su mestizaje y menos en su «criollidad».

En los textos de Lajo el discurso político indígena contemporáneo aparece claro y fuerte, abordando temas de actualidad. Acerca de nuestra identidad, dice por ejemplo: «…es un fenómeno de la conciencia social formada en 20,000 años de desarrollo histórico local, propio de nuestra cultura y civilización andina…¿Qué mella puede ocasionar en nuestra identidad andina los 500 años de dominio y opresión europea? ». Y en otra parte dice: «… Solo nuestra identidad o soberanía subjetiva nos otorga la fuerza necesaria para culminar lo trascendente, ¿De qué vale la soberanía objetiva, llámese territorial o militar, etc, si carecemos de soberanía subjetiva?, ¿Si desconocemos, y hasta aborrecemos nuestra identidad ?. La memoria histórica es la conciencia colectiva de nuestra identidad o soberanía subjetiva; sin memoria no somos nada, con una memoria impostora somos la caricatura de otro, estamos enajenados, no somos independientes».

Siguiendo los artículos que aquí prologamos, se debe pensar, por lo tanto, en una solución eficiente, pragmática y radical basada en el Proyecto Nacional Indígena, el cual recoge la fuerza del milenario PROYECTO HISTÓRICO ANDINO, y que ahora incluirá a los pueblos: mestizo, criollo, negro y otros grupos migrantes. Este Proyecto Político, «el único vigente» en la pluma de Lajo, sería la única solución realista y posible para el estado actual del verdadero caos peruano y se materializará en la creación de un Nuevo Estado Plurinacional cuyo centro será la gobernabilidad de las mayorías indígenas, Quechuas, Aymaras y Amazónicas, en un régimen equitativo y paritario de todas las nacionalidades que comparten nuestro país.

Hasta aquí hemos procurado presentar en una apretada síntesis, las ideas primordiales que sustentan el pensamiento de Javier Lajo, ideas que por otro lado, proceden del movimiento indígena peruano de larga trayectoria histórica y que en la última década, tiene expresiones contundentes que acusan una mayor sincronización y organización ideológico-política, sobre todo en el bloque andino integrado, fundamentalmente, por Ecuador, Bolivia y el Perú.

Para concluir hay que destacar que la audacia y la fuerza expresiva del discurso y pensamiento de Javier Lajo, que se adjudica, es verdad, la intención explícita de retomar un discurso indígena de actualidad que recupera y afirma el espacio político a que tienen derecho, no ha obtenido o no ha dado lugar hasta el presente, a una respuesta, a un comentario, o a un debate culto y académico, que pudiera esclarecer -para el Perú «oficial»- este nuevo aporte ideológico indígena y sí mas bien hemos visto aparecer fenómenos políticos cada vez mas emergentes que parecen utilizar las ideas emblemáticas, símbolos, objetivos y partes del discurso del ‘indianismo’ que es la doctrina declarada de Javier Lajo.

Lima, 8 de enero del 2005

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