Leonard Peltier-4332

Leonard Peltier (nacido el 12 de septiembre de 1944 ) es un indio sioux – chippewa (anishinabe-lakota) de los EEUU , activista del American Indian Movement , encarcelado desde el año 1976.

En 1977 fue declarado culpable y condenado (sin pruebas) a dos cadenas perpetuas consecutivas por el asesinato de dos agentes del FBI que murieron durante un tiroteo 1975 en la reserva india de Pine Ridge, en los territorios sagrados Sioux de Dakota del Sur donde se había encontrado meses antes uranio y carbón. En ese acoso al pueblo Lakota murieron asesinadas más de 250 personas de la etnia, pero a día de hoy aún no se ha investigado ningún crimen cometido por los “ayudantes” de los agentes federales que realizaron el «trabajo sucio».

Ha habido mucho debate sobre la culpabilidad de Peltier y la imparcialidad de su juicio. Aún son inclasificables más de 10. 000 folios con pruebas categóricas que absolverían de inmediato al condenado. Algunos simpatizantes y organizaciones, entre ellas Amnistía Internacional , consideran que es un preso político . [ 1 ] Esta organización dice que “aunque no ha sido confirmado como un preso de conciencia, existe la preocupación acerca de la imparcialidad de las actuaciones conducen a su condena y se cree que factores políticos pueden haber influido en la manera en que el caso fue procesado”. [ 2 ] Peltier está encarcelado en una cárcel estatal en Lewisburg, Pennsylvania .

Debido a los más de 30 años en prisión, la salud de Leonard Peltier es precaria; es diabético y le falla la visión de un ojo. Sin embargo desde el año 1985 dibuja óleos expresando falta de todo rencor. Nelson Mandela propuso su liberación al ex-presidente Bill Clinton , que se la denegó, tras recibir presiones del F.B.I.

Robert Redford fue el productor de una película documental de título Incident at Oglala: The Leonard Peltier Story , basada en los sucesos acaecidos en la reserva en 1975 que no ha sido distribuida a los cines ni americanos ni europeos para su visionado. Grandes personalidades mundiales como Dalái Lama y el ya mencionado Nelson Mandela intercedieron ante varios presidentes de EE. UU. Sin éxito para conseguir indulto.

ONG COMUNIDAD TAWANTINSUYU, Escuelas de Arte

Http://arteindigena.wordpress.com/

ONG COMUNIDAD TAWANTINSUYU

Escuelas de Arte

El Proyecto Nyi Escuelas de Arte viene implementándose desde el año 2003 en la Comunidad de Yarapa, Puerto Miguel, Iquitos, Perú. Situado sobre la orilla del Río Yarapa nuestro campamento alberga la prueba piloto de lo que poco a poco esperamos sea una realidad: sembrar el territorio del Qollasuyu de este tipo de escuelas.

Nuestro objetivo es que los Comunitarios de cualquier lugar de este Suyu, tengan a su alcance formación del mejor nivel de la misma manera que puede obtenerla alguien que cuenta con medios económicos para acceder a ella. Por este motivo cada año recibimos a prestigiosos artistas plásticos de varios países quienes en forma voluntaria ofrecen algo de lo que ellos han aprendido en la universidad y en pago reciben la enseñanza que los Comunitarios han adquirido en la Universidad de sus Ancestros. Al final de la estadía en la selva son los visitantes los mas beneficiados ya que, la Sabiduría de nuestros Hermanos no se encuentra en los libros.

Hemos elegido el arte porque sabemos que es una herramienta poderosa para desencadenar aquello que ha estado cautivo.

¿Por que el arte?

Aymara Falcón

Cuando comencé con la escultura, lo que más me impresionaba era la cantidad de personajes que salían de mis manos. Parada delante de esa otredad, detenía mis ojos en los del barro preguntándole, en espera de vanas respuestas ¿Quien eres? ¿Desde donde te vengo trayendo? ¿Cuándo y en que Tiempo tú y yo nos miramos así? La extrema quietud de la greda era la respuesta. Poco a poco fui comprendiendo que la Memoria del Tiempo permanece dentro nuestro a la espera de ser re-descubierta.

Las culturas arcaicas “vivían” el arte como simple expresión cotidiana siempre dispuestas a expresar el deseo, la necesidad, el agradecimiento o el mero servilismo doméstico. No eran grandilocuentes ni demandantes, sin buscar futuros ni glorias, fluían de acuerdo a las necesidades del momento , sin embargo a causa de su impertinente humildad permanecen. Por allí anda la Venus de Valdivia testimoniando su tiempo. Por allá reposan yertos cuencos portando antiguos sabores. Por aquí rondan los vahos somnolientos de las Sagradas Pipas. Desde la quietud de los siglos misteriosas miradas protegen nuestros pasos para no perdernos del Camino.

Cuando el arte pierde su capa y espada se convierte en lo que realmente es, Munay (Sentimiento) y, en ese estado adquiere el Poder necesario para cortar, anudar y restaurar la Memoria. Ukhu Pacha(de las generaciones que pasaron por estas tierras, donde están los Mallkis , nuestros Ancestros, semilla y procreación), Kay Pacha (este Tiempo) y Hanan Pacha( el Tiempo que viene), tejen y destejen para que lleguemos allí donde debemos llegar y es, desde ese convencimiento visceral, que me he convertido en su cómplice para intentar ayudar a mi Gente en este largo proceso de Recordar.

Con placer veo como las mujeres comienzan a hablar de lo que les fue relatado o, de aquello que sin ser relatado permanece en la ancestral Memoria colectiva femenina. La muñeca con dos cabezas que he visto, sin duda rememora a la Pareja de Madres Ancestrales porque ¿Desde dónde, si no es de ese rastro inmemorial que les viene llegando el “recuerdo” a esas señoras de la Comunidad de Yarapa, tan ajenas a libros de antropología o estudios de arte? Cierto día, uno de los alumnos de nuestra escuela moldeó en arcilla un enterramiento repleto de cuencos, flores y pequeñas esferas que simulaban piedras; sorprendida le pregunte si esa era la manera en que su comunidad adornaba a los muertos, él respondió sonriente: “No profesora a los muertos no se les entierra así”, mucho más extrañada continué con las preguntas. “ ¿Entonces, porque se te ocurrió que tu muerto necesitaría de todas estas vasijas si él ya está muerto? ”. El niño volvió a reír, ahora mucho mas jocosamente. “ ¡Es para que cuando se regrese y tenga hambre encuentre que comer! ”. Nuestro alumno tiene 10 años, apenas sabe escribir su nombre ¿Quien ,sino la Memoria, es la que trabaja silenciosamente hasta que se expresa?

En cada acto inconsciente la Memoria se expresa. En Occidente se dicen a media voz los nombres de nuestras Plantas Sagradas, el estigma que las persigue acabó por destinarlas a lo prohibido, sin embargo, en la selva, lo profano se sienta en la mesa del Sabio, retoma su lugar y, es en boca de los más Inocentes, que regresa a la Sacralidad para ser nuevamente nombrada Medicina. Otras culturas hablan de alucinógenos. En la selva se escucha lo que dicen los Espíritus. Ellos saben que Ayahuasca les regala visiones y la chacruna las pinta.

¿Porque el Arte? Porque el arte y la salud son Hermanos gemelos. Porque es a través de él que intentamos sanar, dejando belleza donde hubo dolor. Mientras Ukhu Pacha nos traza el Camino, Hanan Pacha lo alumbra para que el Kay Pacha tenga un paso más armónico. No hay Memoria que se resista a ninguna expresión del arte. Que nuestras Mujeres canten, bailen, esculpan, pinten y escriban porque son ellas quienes portan la llama de la Trasmisión. Regresemos a la Mamamanta* o a la Matria del poeta mexicano José Tlatlepas. Una Mamamanta memoriosa y alumbradora para que los niños de cada Comunidad a la que lleguemos, recuerden, sanen y repartan lo que han recibido con muchos niños más. Una Mamamanta gobernada por artistas y no por políticos

Ese es el compromiso que he adquirido con mis Ancestros.

*Mamamanta: de la Madre y por la Madre, esto nos recuerda a la espiral de la vida en los Andes, es decir lo milenario mítico y lo contemporáneo (aporte de Maria Estelina Quinatoa,curadora de la Reserva Arqueológica del Banco Central del Ecuador. Otavaleña.

Agradezco los aportes en lengua quechua a mis Hermanas Katia Gibaja y Ma. Estelina Quinatoa. Es necesario que nos reencontremos con nuestras lenguas de origen ya que solo ellas tienen las llaves que nos permitirá acceder a las profundas sutilezas de nuestro Conocimiento.

PARA MAS INFORMACION VISITE www.comunidadtawantinsuyu.org

O escriba a:

Aymara Falcon

Asesora Departamento de Arte

aymara_falcon@yahoo. Fr

EL COMBATE DE LOS CIRCULOS

EL COMBATE DE LOS CIRCULOS

                                                                                                                                                  Por Esteban Ierardo

  En 1876, en Little Big Horn, el General Custer y los soldados del 7 de caballería fueron exterminados por miles de indios sioux y cheyenes liderados por Caballo Loco. Los invasores de las casacas azules se dispusieron en círculos para defenderse. Los indios los atacaron también mediante movimientos circulares y envolventes. Estas dos circularidades expresan, quizá, una batalla entre dos experiencias culturales de lo circular: el círculo en la sabiduría indígena como geografía sagrada y lugar de un centro creador de la vida, y el círculo bélico y expansivo del  imperium norteamericano en formación. Un combate entre círculos como lucha, polemos simbólico, entre dos formas culturales de experimentar el saber y lo real.

 

    El joven guerrero indio cabalgó hacia la colina. Allí, su mirada navegó entre enjambres de cadáveres. Cerca, escuchó los gritos de jubilo de guerreros hermanos. Se lamentó de no haber sido una de las flechas del combate. El jinete recién llegado era muy joven para combatir.

  Entre los hombres inmóviles, el bisoño indígena reconoció a un hombre arropado con una chaqueta de piel con flecos. Por su espalda, fluía aún su cabellera castaña. Por ella, los indios le llamaron Cabellos Largos. Nombre cuya sonoridad es distinta a la de Custer, nombre por el que lo conocían sus semejantes, los seres de tez pálida.

    El general Custer, Cabellos Largos,  egresó de la Academia Militar de West Point en 1861, en el mismo año en que la guerra civil norteamericana comenzó a hacer gritar a los fusiles y los cañones. Luego de dos años de combates, a la sola edad de 23 primaveras, Custer era ya general, “el joven general”. Nunca nadie dudó de su valor en el campo de batalla. Pero su habilidad como estratega de la lucha armada tampoco nunca reverberó con claridad.

  El joven general combatió en Gettysburg. Luego de concluida la matanza fratricida entre el Norte y el Sur, el general Sheridan le encargó la conducción de una expedición punitiva contra los indios cheyenes y arapahoes. Cabellos Largos se puso en marcha al frente del 7 de Caballería integrado por unos 700 soldados. En esta primera incursión, sus hombres masacraron a hombres, mujeres y niños en el campamento indio del río Washita. Ocho años después, inició una nueva expedición en las Montañas Negras de Dakota. La región había sido invadida por aluviones de ansiosos buscadores de oro. Los siouxs y cheyenes, antiquísimos habitantes de aquellas tierras, se enfurecieron y organizaron un gran ejército para defenderse. Estaban armados con rifles Winchester de 1886 y su jefe era Caballo Loco.

    Ya en las profundidades del territorio que debía sojuzgar, Custer creyó en un rápido triunfo (izquierda foto de Custer junto a exploradores indios). Uno de sus dirigidos, el comandante Reno, descubrió unas tiendas de los sioux. Ordenó entonces un inmediato ataque. Los sioux reaccionaron enérgicamente a la agresión.  Reno y sus soldados debieron retroceder precipitadamente. En medio de la retirada caótica y desesperada, las balas indias acribillaron a numerosos soldados. Luego, Reno se reunió con el capitán Benteen y, ante la aparición de una muchedumbre de guerreros indígenas, se abroquelaron en un círculo defensivo. Por su parte, Cabellos Largos y sus hombres fueron sorprendidos por alrededor de 1500 indios. Bajo un feroz ataque a campo descubierto, Custer ordenó cabalgar hacia la derecha para trepar una colina y alcanzar una elevación en la que emplazar una fuerte posición defensiva. Mientras los jinetes del 7 de Caballería buscaban desesperadamente escalar la colina, Caballo Loco decidió una rápida y acertada estrategia: dirigió otros 1500 guerreros a la cuesta opuesta por la que ascendía Cabellos Largos y los suyos. Así, antes de que el general invasor alcanzara la cima, fue interceptado por el jefe indio quien,  junto con otro contingente guerrero, inició un movimiento circular y envolvente en torno a los hombres blancos.

  Frente al cerco infranqueable, Custer ordenó pie a tierra y la disposición de los hombres en un nuevo círculo protector como el que ya habían trazado Reno y Benteen. Entonces, los guerreros sioux y cheyenes, siempre liderados por Caballo Loco, giraron una y otra vez alrededor de los soldados de casacas azules. En cada nuevo giro, descargaban mortales vendavales de metal. Poco a poco, la furia india fue deteniendo el corazón de cada oponente. En algunos casos, aquella detención le llegaba a los soldados blancos por una bala o por una flecha, o por la penetración punzante de una lanza o el filo de un cuchillo de escalpelo al cercenar los cuellos desnudos.

    Para robustecer la defensa, los blancos mataban a sus caballos a fin de parapetarse tras sus voluminosos lomos. Solo un caballo, “Comanche”, sobrevivió (ver foto abajo). Según los testimonios indios, Custer fue uno de los últimos en perecer. Al final de la casi media hora de trueno y sangre sobre el campo de Little Big Horn yacían  tendidos, con el hielo de la muerte en los ojos, Cabellos Largos y sus 225 hombres, y 40 indios.

  LA LUCHA DE LOS CIRCULOS

  Y el joven jinete que cabalgó entre los caídos entrevió, quizá por breves momentos, imágenes remotas, extrañas geografías bañadas por destellos simbólicos. El indio, algo ensimismado, que contemplaba el campo sembrado de cuerpos quietos era Alce Negro, dakota de la rama oglala y  primo de Caballo Loco, el jefe iracundo que festejaba con sus bravos la victoria.

    Pero los soldados semejantes a Cabellos Largos regresaron. Y, al cabo de muy pocas primaveras, vomitaron demasiado metal sobre los torsos semidesnudos del indio. Y entonces sobrevino la muerte. Muerte de los guerreros educados por los antepasados y los vientos salvajes. Muerte de los pueblos amigos de las praderas y el bisonte.

    Algunos pocos sobrevivieron. Alce Negro sobrevivió. Y mucho después respiró con nostalgia y tristeza en la reserva india de Pine Ridge. Allí, repitió los gritos de su pueblo, la ofrenda de la pipa, la veneración del poder del bisonte y del alce. Y, en 1931, un poeta de piel de albos reflejos, de tez semejante a la de Cabellos Largos, lo visitó, lo escuchó. Era John Neihardt. Neihardt transcribió los recuerdos del viejo indio en Alce Negro habla. Obra hoy esencial  donde perdura la sabiduría ancestral del indio de Norteamérica.

  Y Alce Negro recordaba allí el clamoreo de la vasta victoria de Little Big Horn y rememoraba la estampa y la muerte de Caballo Loco. Y recreó su gran visión. La visión de Alce Negro. Un viaje extático que experimentó en su juventud. Travesía mística en la que seis antepasados lo condujeron hasta el centro de la tierra. Aventura visionaria en la que el indio aseguraba que:

  “Miré ante mí y percibí que los montes tenían peñas y bosques, y que de las alturas partía todo género de colores hacia el firmamento. De súbito estuve en la montaña más alta, y alrededor de mí, a mis pies, se dilataba el cerco total del mundo. Y estando así, vi más de lo que puedo enumerar y entendí más de lo que vi; pues veía de modo sagrado, con el espíritu, las formas de las cosas, y la forma de todas las cosas que deben vivir juntas como un solo ser. Y advertí que el aro sacro de mi pueblo era uno de los muchos aros que constituían un círculo, amplio como la luz del día y el resplandor de las estrellas, y en el centro había un poderoso árbol florido que cobijaba a todos los hijos de madre y padre. Y observé que era santo” (John Neihardt, Alce Negro Habla, Hesperus, Biografía, p. 37).

  En Little Big Horn, junto al estricto fragor de la lucha, el indio y el blanco protagonizaron un combate de símbolos. En la batalla colisionaron dos secuencias circulares. El círculo del agresor, el círculo del defensor. La naturaleza de esta circularidad acaso no trascienda los hechos estrictamente bélicos de la contienda. Pero la imaginación ávida de exhumar nervios simbólicos de la historia puede albergar un poder especial. La potencia de la metaforización de lo histórico. Así,  en Little Big Horn acontece la colisión de dos experiencias culturales de lo circular.

  De la visión de Alce Negro dimana una primera figura arquetípica de la circularidad. El sujeto indígena ( como el sujeto arcaico en general) se autocomprende como segmento viviente de un círculo, círculo de la vida del humano junto a la tierra y la luz. Círculo que gira en torno a un centro generador de lo vivo. El círculo indio es contemplación de la amplitud del espacio y de la multitud de los seres, “amplio como la luz del día y el resplandor de las estrellas”. Además, la vida circular de la conciencia arcaica venera el movimiento de regreso a la interioridad. Porque en lo interior bulle el centro creador del “poderoso árbol florido que cobijaba a todos los hijos de madre y padre”.

  El círculo defensivo de Cabellos Largos y sus soldados se trazó en el interior del círculo indio. Al atacar el centro de su propio círculo, el indio negaba, inconciente, involuntariamente, su ansia de hallar siempre en la intimidad de lo circular, la fuente del árbol florido. Así, para combatir al invasor, la estrategia de batalla forzó una primera alteración de la experiencia originaria del indio respecto al centro y el círculo. Alteración que también se derramó en la obligada táctica defensiva de Custer y su regimiento de caballería.

    En el centro de los desesperados disparos de las carabinas Springfield de  los soldados sitiados, restallaba una doble perversión de la experiencia occidental e imperial de lo circular. En el centro del impulso cultural de la conquista militar y la expansión territorial no reverdece la fragancia  vegetal de un árbol mítico, irradiador de la vida primordial. Por el contrario, en el centro del círculo del imperium (romano, hispano-habsburgo, monáquico-británico, o federativo-norteamericano) se reconcentra la potencia bélica y la voluntad política de conquista y depredación del Enemigo en sus cambiantes figuras. Desde el centro del Imperio surge la imposición de la norma de la vida correcta y no el don sagrado, obsequio de dioses antiguos, de la vida cósmica, el regalo del cielo y la tierra. El árbol florido.

  En Little Big Horn, Custer y su tropa encarnó un raro instante histórico de centro imperial trastocado. Centro no acosador, sino acosado; centralidad no de la concentración de la fuerza militar triunfante, expansiva, destructora de otredades, sino lugar de debilitamiento y extinción del poder. Primera alteración del círculo del imperio en la batalla con el indio. Y, entre las órdenes caóticas y exaltadas de Cabellos Largos, entre la carne humana y de caballo perforada por el metal silbante de las balas, la circularidad imperial experimentó una segunda perturbación: la regresión a la interioridad. La negación esencial de todo poder expansivo. El poder de la propagación y conquista halla su realización en el alejarse de su centro, en expandirse. La voluntad de conquista es ampliación de su periferia hacia tierras y riquezas cada vez más distantes de su propio corazón, de su centro de decisión y agrupación de fuerzas.

    En Little Big Horn, el círculo del imperium fue quien padeció el círculo como repliegue sobre sí mismo, como interioridad defensiva y no ya como gozosa y triunfante paso expansivo. Extraña y fugaz rareza de la historia: un campo de lucha donde, por un instante, el centro del  imperium norteamericano en formación, se desmembró dentro de la circularidad opresiva del indio, del destinado a la futura condición humillante del sometido.

    El círculo del dominador se regeneraría luego rápidamente. El estrangulado, raudamente recuperaría después el vigor de los dedos que estrangulan. Pero, antes de la restauración del vigor aplastante del imperium, Alce Negro cabalgó entre los caídos del 7 de Caballería. Y quizá, entonces pudo columbrar una imagen. Imagen en la que el joven indio descubría un árbol  en el centro de las inertes casacas azules. Arbol de lozanas hojas. Arbol florido, bajo cuyas ramas los hijos de todo padre y madre se postraban para agradecer. Para venerar a la raíz, al centro de un círculo que nutre al árbol.

La espiritualidad indígena y la libertad de cultos

La espiritualidad indígena y la libertad de cultos
Alumnas: Fernanda Nogueria

                Alicia Valdiva

                Verónica Vieito

Introducción.

Libertad de pensamiento y libertad de expresión

La Libertad de cultos y la espiritualidad indígena  El culto

Protección de los lugares sagrados

Recuperación de objetos sagrados y ceremoniales

Ornamentos y emblemas

Disposiciones relativas a las prácticas funerarias

Devolución y entierro de restos humanos

Las relaciones entre las religiones  y el Estado  Financiación de las actividades

Entrevista en el Registro Nacional de Cultos

Entrevista con Sergio Mariuan (Comunidad Mapuche)

Los derechos de los Pueblos Indígenas en la Constitución Nacional

La Constitución de 1853

Convenio 169 de la O.I.T.

La Reforma de 1994

La evolución del derecho de libertad de religión en el Derecho Internacional  Protección del patrimonio sagrado de los Pueblos Indígenas

Identidad  cultural y religiosa entre los Mapuche

El camino del Chamán

El destino de las Almas

Conclusión.

Bibliografía

Introducción.
El presente trabajo tiene como objetivo llevar a cabo una investigación concerniente a la Religión y cultos que profesan los Pueblos Indígenas pero no solo desde un punto de vista cultural, es decir en lo que hace a las prácticas religiosas en sí, sino en como el tema religioso es abordado en el orden jurídico, ya sea Nacional o Internacional. Especialmente lo relacionarnos con los derechos de las minorías religiosas y como pueden las distintas cosmovisiones indígenas ser incluidas en esta categoría. En lo que hace al derecho interno analizaremos el tratamiento a la libertad del culto religioso dentro de la Constitución Nacional, antes y después de la reforma, así como la jurisprudencia aplicable al caso y las distintas manifestaciones que hacen al culto en sí mismo las cuales deben ser protegidas.

En el plano internacional veremos la relevancia del tema que además de ser tratadas específicamente en Pactos, Tratados y Declaraciones internacionales referente a los Derechos Humanos  de los Pueblos Indígenas, así como la Eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones, también en lo referente a los derechos de las minorías.

El derecho a la libertad de culto religioso ha sido un tema tratado tanto por la OIT, ONU como la OEA, se han presentado Proyectos, Declaraciones y secciones especiales realizadas por el Grupo de Trabajo sobre lo derechos de los Pueblos Indígenas.

En  lo que hace a la libertad de culto religioso, presentaremos jurisprudencia extranjera aplicable al caso. Y tenemos la oportunidad de contar con la opinión del Dr. Osvaldo Kreimer al respecto.

Detallaremos cuales son los requisitos necesarios para solicitar la inscripción de organizaciones religiosas en la Dirección Nacional del Registro Nacional de cultos, y cuales son los pasos a seguir, junto con una entrevista al personal he dicho Registro. Como punto final nos ocuparemos de distintas Comunidades indígenas, en lo que respecta a su espiritualidad, para ver como cada uno de los puntos trabajados en nuestra investigación se encuentran representados en las distintas cosmovisiones, especialmente en la de la Comunidad Mapuche.

Libertad de pensamiento y libertad de expresión
En cierto modo la libertad de conciencia y pensamiento en tanto no se exteriorizan quedan fuera de  la órbita del derecho. No obstante, está dentro del ámbito de protección constitucional, el derecho a no ser obligado a manifestar sus creencias religiosas.

La libertad religiosa implica como presupuesto básico que nadie puede ser obligado a obrar contra sus creencias religiosas e inversamente el  Estado no puede prohibir que las personas actúen de acuerdo con sus convicciones  religiosas en tanto estas acciones no perjudiquen  a terceros.

El artículo 19 de la Constitución dispone:

“Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan el orden y la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados”.

Carlos E. Colautti hace una diferenciación entre las acciones privadas y las acciones íntimas, considerando que éstas son una especie de las primeras. “Las acciones relacionadas con la religión pertenecen al ámbito privado y están por tanto protegidas contra toda injerencia del Estado.”

Según la opinión sostenida por el mencionado autor la exteriorización pública de una convicción religiosa constituye  una acción privada, pero no es una acción íntima. El artículo 19 prohíbe la injerencia estatal sobre las acciones privadas y por tanto toda regulación debe ser observada minuciosamente, pues tiene una fuerte presunción de inconstitucionalidad.

Queremos con esto subrayar que es falso circunscribir la esfera de protección del artículo 19 a las acciones que no se exteriorizan, es decir, las íntimas. El artículo 19 protege un ámbito mucho más amplio que es el de las acciones privadas, que en  cierto modo coinciden con la exteriorización de las íntimas. Las acciones privadas, reiteramos, son el género, y las íntimas una especie dentro de este género. Circunscribir la protección constitucional a las acciones íntimas significa distorsionar y minimizar el contenido del artículo 19 entonces las creencias religiosas están siempre dentro de la protección: son íntimas cuando no se exteriorizan, caso contrario son privadas, exentas en todos los casos de la autoridad de los magistrados.[1]

También la libertad de religión implica la libertad de expresión, por lo tanto no sólo la libertad de religión constitucionalmente estaría protegida por el art. 19 de la Constitución Nacional sino también por las reglas que rigen la libertad de expresión y los artículos 14 y 20 protegiendo los tres aspectos de la libertad religiosa.

En la realización de este Trabajo de Investigación tuvimos la posibilidad de poder hacerle unas preguntas sobre el tema al Dr. Osvaldo Kreimer, quien manifestaba: “…tal como cualquier otra religión el Estado debe garantizar el respeto a las mismas, inclusive por la prensa, balanceando el derecho a la libertad de expresión. Las leyes de no discriminación etc. se aplican igualmente…”

Como hemos visto la libertad religiosa involucra contenidos de la libertad de conciencia, la libertad de expresión, pero también involucra el derecho de asociación. en el caso “Comunidad Homosexual Argentina” (CS, 22-12-91; L.L. 1991-E-679) la disidencia del Juez Petracchi diseñó los siguientes principios comparativos:

a)      “La negación del acceso al escenario jurídico de cualquier grupo-especialmente si éste es minoritario debe encarase con criterio sumamente restrictivo”.

b)      “La libertad civil asentada por la Constitución se extiende a todos los seres humanos por su simple condición de tales  y no por la pertenencia a determinados grupos o por su profesión de fe respecto de determinados ideales que puedan considerarse mayoritarios o aun verdaderos…”

La Libertad de cultos y la espiritualidad indígena
La libertad religiosa abarca tres aspectos: la libertad de conciencia o pensamiento, la libertad de cultos y la libertad de expresión religiosa. Según el diccionario:    Culto: conjunto de ritos o ceremonias religiosas con que se rinde homenaje de Religión a Dios o de veneración a los espíritus superiores o los santos.

                          Religión: Conjunto de creencias o dogmas sobre la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta y de prácticas rituales para darle culto.// Virtud que mueve a dar a Dios el culto debido.

 

El culto
La libertad de culto significa que la fe religiosa trasciende el fuero íntimo de sus titulares y se manifiesta hacia afuera, pudiendo hacerlo de muy diversas maneras, desde la concurrencia a templos y otros lugares visitados por fieles para venerar o adorar a su divinidad, hasta los rasgos de un adorno y la vestimenta de una persona.[2]

El culto público constituye un conjunto de ritos, ceremonias y acciones externas que no son íntimas sino privadas. Como hemos dicho están protegidas expresamente por los artículos 14 y 20 de la Constitución.

El derecho de un individuo a ejercer por sí mismo un culto no plantea ningún problema grave; pero, normalmente, el culto se ejerce « colectivamente » y «en  público ». En casi todas partes, el derecho de ejercer el culto en público no sólo está reconocido, sino protegido por la ley; existen, no obstante, excepciones notables. En unos cuantos países la ley sólo reconoce el derecho de practicar el culto en público a los fieles de la Iglesia oficial o de la religión del Estado. Los miembros de otros credos no tienen este derecho. En otros países, el derecho de ejercer el culto en público se niega a ciertos credos, bien sea directamente, o indirectamente impidiéndoles utilizar los edificios que se erigieron con el propósito de practicar públicamente el culto.

El derecho de un grupo a manifestar su religión o sus creencias mediante el ejercicio público del culto se restringe igualmente a veces – y ocasionalmente se llega a negar – con una reglamentación irrazonable, por la que se deniega arbitrariamente la autorización para abrir locales destinados al culto o para reunirse con tal fin. A veces tal autorización no se niega con carácter absoluto pero se subordina a condiciones que, por su índole tan onerosa o difícil, equivalen de hecho a una denegación, o al menos a una restricción grave, del derecho a celebrar el culto colectivamente.2

En nuestro país la ley de facto 21.745 creó en el ámbito del Ministerio de Relaciones exteriores y Culto el Registro de Cultos no Católicos. La no inscripción en el  Registro o la cancelación de la inscripción genera la prohibición de actuar en el territorio nacional. Tanto los estados como los organismos mundiales que promueven el respeto de los Derechos Humanos, proclaman el ejercicio de las distintas formas de espiritualidad.

En todas las constituciones, tratados, convenios y declaraciones que propician la libertad para profesar los distintos cultos, estipulan que será “siempre que no se opongan a la moral, buenas costumbres y al orden público” además del limite prescripto por ley.

Cualquier organismo no católico debe inscribirse en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto para tener personería jurídica y, así obtener representatividad legal. El Estado no tiene por fin limitar las reuniones de grupos religiosos pero el registro es fundamental para obtener beneficios impositivos, arancelarios y jurídicos. Este largo proceso para ser registrado ha llevado al abandono del trámite por algunas organizaciones y otras ni siquiera lo iniciaron.

Esos grupos religiosos no inscriptos no son reconocidos como sujetos de derechos colectivos, vulnerándose así las prácticas tradicionales que realizan fuera de templos, no tienen protección legal sus lugares sagrados pudiendo ser vulnerados por expropiación, invasión o profanación.   

Este tema será tratado específicamente más adelante.

Deben reconocerse como incluidos en este derecho el de los padres a educar a sus hijos menores en las propias creencias, el  no padecer discriminaciones arbitrarias fundadas en motivos religiosos, el de contraer matrimonio y disolverlo según aquellas creencias, el de contar con asistencia espiritual de los ministros o representantes de su culto en, el no ser obligado a participar en actos o ceremonias propias de otras creencias.

Todos estos actos que hacen al ejercicio del culto, y específicamente como se relacionan cada uno de ellos con las creencias de los pueblos indígenas, serán tratados a continuación.

Así, aunque los poderes públicos pueden legítimamente reglamentar el ejercicio del derecho a la libertad de culto « colectivamente » y « en público” en interés general, tomando en cuenta las exigencias de credos rivales, debe afirmarse, como regla general, que toda persona ha de gozar de la libertad de ejercer el culto según los preceptos de su propia religión o creencias, individual ó colectivamente, y tanto en público como en privado; y que debe otorgarse igual protección a todas las formas de culto, lugares de culto, y objetos necesarios para la celebración de los ritos.[3]

Expresa Bidart Campos que: “la libertad religiosa se empobrecería si significara únicamente el derecho puramente individual del hombre y no se extendiera a su manifestación compartida con los prójimos que participan de una misma fe o creencia, y que forman parte de una misma comunidad religiosa. Cuando la registración, inscripción o reconocimiento estatales de tales grupos religiosos o culturales que poseen organización eclesial requieren la ficción previa de que los mismos se organicen bajo la forma legal de asociaciones civiles, en vez de mantener su forma originaria de iglesias conforme a la propia estructura interna, nos animamos a sugerir que el Estado les está exigiendo una máscara externa que no responde con fidelidad a su naturaleza intrínseca. En consecuencia, los grupos religiosos o culturales que poseen de por sí una estructura de iglesia han de quedar reconocidos  por el Estado -sea mediante inscripción o registración –conforme a ley- sin necesidad de que se disimulen exteriormente bajo otra formalidad legal diferente. Imponer este último extremo -que sólo debe reservarse para los grupos que en su estructura interna no poseen la naturaleza de iglesias- puede con bastante probabilidad reputarse inconstitucional, en cuanto no asume el hecho religioso a la luz de lo que realmente significa la libertad religiosas y de culto en la Constitución como derecho de las comunidades eclesiales en cuanto tales, es decir, en cuanto son organizaciones religiosas de fieles.[4]

Cosmovisión indígena: cuestión de sobrevivencia

Cosmovisión indígena: cuestión de sobrevivencia
Por Gabriela Rodríguez

El solsticio de verano y la alerta roja del EZLN nos reconectan con el México profundo, con el Sol y con la tierra, con el fuego y con el agua, con los elementos vitales de los cuales han sido despojados la mayoría de los habitantes de nuestros pueblos. ¿A qué nivel de desigualdad y deterioro tendremos que llegar los países de América Latina para darnos cuenta de que en la cosmovisión indígena tenemos un potencial cultural que forma parte de la sobrevivencia de nuestros países? ¿Cuánta exclusión hay que alcanzar como para recuperar esa relación del ser humano con la naturaleza y la sociedad que caracteriza a nuestro pueblos indios?

En México la agenda indígena ensaya estrategias diversificadas: desde la más radical, en que el EZLN instala juntas de buen gobierno que rompen relaciones con las instituciones gubernamentales y partidarias para hacer su propia ley y ejercer sus derechos potenciando los recursos internos; por otro lado están los gobiernos autónomos que en los estados del sureste construyen sus propios servicios y conviven en relativa armonía con las autoridades estatales; además, hay movimientos indígenas que buscan incidir en los propios programas gubernamentales y en el sistema de las Naciones Unidas para colocar a los pueblos indígenas como sujetos políticos.

Dentro del movimiento indígena, las mujeres están construyendo una agenda dirigida directamente contra la desigualdad social y de género. Nadie como ellas sabe que en su cultura hay una riqueza estratégica que puede superar la fragmentación del saber, vincular los derechos humanos individuales con los colectivos de los pueblos y dar la batalla por la independencia de alimentos.

En el segundo Encuentro de Mujeres Indígenas y Organizaciones del Sistema de Naciones Unidas que se realizó esta semana en la ciudad de México llama la atención la claridad de las necesidades y la visión crítica al modelo neoliberal y gubernamental que tienen las líderes de movimientos en Chihuahua, Oaxaca, Chiapas, Puebla, Veracruz, Michoacán, Morelos, San Luis Potosí y Guerrero.

Los ejes abarcan con sencillez y fuerza transformadora principios para un nuevo pacto social:

  Autodeterminación: queremos decidir lo que queremos hacer con nuestros territorios, que no nos vengan a decir lo que debemos hacer.

  Defendemos nuestro territorio y los recursos naturales, porque en nuestros asentamientos está la mayor riqueza natural.

  La globalización comenzó con la colonización y desde ahí los programas gubernamentales se alejaron de la realidad de nuestros pueblos.

  El abandono de la educación intercultural ha contribuido a que se vayan borrando la identidad, la cultura y la lengua, y a que grupos indígenas y no indígenas pierdan ese potencial cultural y sagrado.

  Los programas de salud gubernamentales están reducidos a campañas de vacunación y planificación familiar y no contemplan la visión de salud integral que combina los saberes tradicionales con los de la biomedicina, y que lucha contra el alcoholismo, la drogadicción y la violencia mental y física.

  Queremos que nuestros pueblos patenten sus recursos y detengan la biopiratería y el comercio de transgénicos que realizan las empresas trasnacionales.

  Los acuerdos internacionales de las Naciones Unidas, aunque son importantes y nuestros gobiernos los reafirman y ratifican, ni están reflejados en nuestra Constitución ni se aterrizan al operar los programas.

  Además de mejorar la legislación, hay que vigilar que lo que ya está contemplado se cumpla.

  Los conflictos religiosos lo único que provocan son expulsiones de familias y de personas de sus comunidades.

Las lecciones parecen, de tan obvias, ingenuas, y sin embargo expresan líneas concretas de acción que hemos perdido en el camino y que tendrían que ser pautas para las plataformas electorales; son la visión de lo más nuestro y de lo más cercano a nuestra naturaleza. En vez de buscar en Europa o en Estados Unidos los modelos para mejorar nuestras condiciones de existencia habría que voltear a ver al movimiento indígena regional, entre cuyas líderes queda claro que sin éste, no hay manera de abatir ni la pobreza ni la escandalosa desigualdad social.

Fuente: La Jornada

Destrucción sabia y tradicional de la cultura común milenaria

Destrucción sabia y tradicional de la cultura común milenaria

Mucho se han enojado los hijos del new age cuando distintas voces han expresado preocupación por los destrozos y barbaridades que cometen estos fanáticos religiosos contra el patrimonio cultural común. Casos puntuales son Stonehenge, monumento al que ya no se deja acceder a los zombies religiosos (salvo en 21 de marzo, siempre con resultados lamentables), el complejo habitacional/ritual de Teotihuacán (del que tantas pendejadas han escrito “historiadores” de cartón piedra como Bruno Cardeñosa), especialmente la Pirámide del Sol, la pirámide maya de Chichén Itzá y, en menor medida, otros muchos monumentos de las culturas que nos precedieron.

Los participantes en los rituales que se realizan en estos sitios comparten ciertos síntomas de graves desarreglos de la cognición. Primero, aseguran, con base en que así lo inventaron los profesionales del esoterismo del último siglo, que tales lugares emiten, perciben, transforman o conservan una cierta “energía”. El problema ha sido que la tal “energía” no está definida, su existencia no se puede demostrar y además se comporta, según sus fieles, de modos que desafían todas las leyes del comoportamiento de la energía que conocemos. Vaya, que la energía eléctrica se mide con multímetro, la calorífica con termómetro y la “energía mística” se mide según la dureza de la cara del que la promueve. Creen que, de algún modo, las piedras y otros objetos inanimados “saben” cuándo es solsticio de verano y se comportan ese día de modo distinto que el resto del año. Esto tampoco lo han podido comprobar nunca, ni les ha interesado hacerlo, para el caso.

En segundo lugar, quienes hacen desfiguros, generalmente ataviados con monísimos disfraces de carnaval, aseguran ser los “herederos” de tradiciones culturales antiquísimas, que se remontan a los druidas celtas en Europa y a las culturas indígenas primigenias en América Latina. El problema, claro, es que de las tradiciones celtas en general, y en particular del druidismo, tenemos poquísima información, y buena parte de ella es poco fiable pues procede de La guerra de las Galias de Julio César, que en su papel de conquistador de las Galias no puede considerarse muy objetivo y honesto a la hora de hacer la crónica de sus conquistados, pues tiene la obligación política y militar de mostrarlos más malvados, más fuertes, más extraños, más misteriosos y más horripilantes de lo que en realidad eran, tanto para justificar la masacre (la de las Galias fue horrenda) como para llevar a Julio César a donde quería: a gobernar Roma. Esta labor de propaganda ya la tenía dominada la antigua Roma, y la ejerció eficazmente antes de Julio César contra Cartago en las guerras púnicas.

Lo mismo vale para las crónicas de los conquistadores españoles en América Latina, que además de ser parte interesada y gente poco objetiva en ocasiones tardaron más de lo razonable en poner en papel sus memorias. Por ejemplo, Bernal Díaz del Castillo, el principal cronista de la conquista del imperio mexica o azteca, publicó su Historia verdadera de la conquista de la Nueva España en 1575, cuando los hechos principales que narra se dan entre 1519 y 1521, es decir ¡más de medio siglo después! Cualquier historiador se toma tales fuentes con ciertas reservas, sobre todo cuando los documentos originarios de los indios fueron meticulosamente buscados, hallados y quemados por los señores de la bondad cristiana, o sea que no hay forma de confirmar muchas afirmaciones.

Tercero, y esto es lo mejor, los militantes de las diversas sectas que se sienten druidas célticos, caballeros jaguar, caballeros águila o priores maestres preservadores del secreto que ya olvidaron, afirman tener derechos de herencia privilegiados sobre estos monumentos. Mientras más y más individuos y sociedades se empeñan en generar la conciencia de que los logros de todos, incas, islandeses, egipcios, sioux o mongoles, son patrimonio de los seis mil y tantos millones de humanos que existimos, otros afirman que no, que ellos son “más iguales” y tienen más derechos porque, por ejemplo, dicen que son “druidas” aunque nadie sepa cómo eran los druidas.

Lo que se ve arriba es la foto de una de las colosales cabezas olmecas que nos legó la cultura de Las Ventas en lo que hoy son los estados mexicanos de Veracruz y Tabasco. La cultura olmeca se desarrolló entre el 1200 y el 800 antes de nuestra era, y de ella tenemos menos informes que de muchas otras de la zona mesoamericana. No se sabe cómo comenzó y terminó, ni quiénes son los descendientes de los hombres y mujeres que hicieron, entre otras, cosas, las cabezas colosales que hicieron alucinar a gente como Von Däniken, que de arqueología e historia del México prehispánico no sabe ni que existen, vaya.

La cabeza olmeca que usted ve fue bañada con aceite, agua y otras sustancias misteriosas pero seguramente místicas, tradicionales y sabias, cuando no milenarias, por parte de un grupo de irresponsables pavos que afirmaron, sin más que estaban realizando un “ritual prehispánico”. En total, los únicos dos detenidos, Pablo Meneses Jasso (abogado que actúa como ministro de una iglesia, y no me sorprende) y Roberto Conde Díaz causaron daños a un total de 27 piezas del legado de la humanidad en el Parque Museo La Venta, un museo al aire libre diseñado por el poeta mexicano Carlos Pellicer para que los visitantes conocieran las obras olmecas en el entorno en el que fueron creadas. Probablemente eso marque el fin del proyecto del museo parque y se busque otra forma de evitar que los fanáticos que se adjudican la propiedad de lo que es de todos acaben con ella como lo hacen en otros sitios de valor arqueológico.

Por supuesto, ni Meneses Jasso ni Conde Díaz saben nada de los olmecas, porque no lo sabe nadie, son un misterio histórico. Como nadie sabe cuál era el verdadero nombre o advocación o significado religiosos de las pirámides que nosotros llamamos “Del Sol” y “De la Luna” en Teotihuacan, porque la cultura teotihuacana declinó y desapareció, y la ciudad fue abandonada, siglos antes de que los aztecas realizaran la peregrinación que los llevó a fundar la ciudad de México. Todo lo que se dice de Teotihuacan es la mitología que los mexicas generaron a partir de la monumentalidad del complejo.

Eso sí, puede usted estar seguro de que los fanáticos que descerebradamente están destruyendo y poniendo en peligro la herencia cultural de todos, lo hacen porque están “rescatando tradiciones” (o inventándoselas, les da igual) y “cargándose de energía”, sea lo que sea eso, “en comunión con la naturaleza” y a las patadas con la humanidad menos boba.

El indio sabe

De: Alias de MSNThe_dark_crow_v301  (Mensaje original) Enviado: 03/06/2005 0:16

El Indio Sabe

Sin que nadie se lo haya dicho,

el indio sabe muchas cosas.

El indio lee con sus ojos tristes

lo que escriben las estrellas que pasan volando,

lo que está escondido en el fondo de las grutas,

lo que está grabado en el polvo húmedo de la pradera

y en la huella fugaz del ciervo fugitivo.

El oído del indio escucha lo que dicen

los pájaros sabios cuando el sol se apaga,

y oye hablar a los árboles en el silencio de la noche,

Nadie le ha enseñado a ver, ni a oír, ni a entender

estas cosas misteriosas y grandes… pero él ¡sabe!

Sabe y no dice nada.

El indio habla solamente con las sombras.

Cuando el indio duerme su fatiga

está hablando con aquellos que lo escuchan

y está escuchando a aquellos que le hablan.

Cuando despierta, sabe más que antes

y calla, calla más que nunca…

Anónimo adaptado por

AUKANAW

El indio culto

De: Alias de MSNThe_dark_crow_v301  (Mensaje original) Enviado: 03/06/2005 0:13

El indio culto

El indio acude a la Gran Conferencia de Educación Mundial, y es
invitado al hotel Palace (5 estrellas) con todos los gastos pagados
como corresponde a un participante en tan solemne encuentro.
Tras la mirada de estupor por parte del conserje ante que semejante
pinta estrafalaria entre en tan distinguido establecimiento se le
ofrece el libro de registro para que firme.
El indio firma en el libro..”XX”.
El conserje se queda mirando la firma y no puede evitar preguntar:
– ¿Qué significa esto?
– La primera X -responde el indio – representa mi nombre, Toro
Sentado Jr.
El conserje parpadea estupefacto y comienza a pensar sobre cómo es
posible que dejen entrar a semejante individuo.
– ¿ Y la segunda? – pregunta impaciente.
– Es claro…doctor en filosofia.

Ya dentro de la Gran Conferencia se anuncia la importante
asistencia del Dr. Majiffko, eminennte autoridad psiquiátrica y
responsable de la coordinación de salud mental de todo el globo.
– Si entre ustedes hay algún deficiente mental le ruego que se
levante – comienza para iniciar su charla con una demostración.
Transcurrida una incomoda pausa se levanta el indio.
– ¿Se considera usted deficiente? – le pregunta el académico.
– No – contesta el indio- pero me dolía verle a usted sólo de pie.

Tres chamanes piden ayuda para comprar los terrenos de su tribu

VIAJAN A EUROPA PARA RECAUDAR FONDOS
Tres chamanes piden ayuda para comprar los terrenos de su tribu

ELMUNDO.ES/EFE
Miguel Dingula explica la situación de su tribu (SALGADO/EFE)

A D E M Á S …

* Pueblos indígenas

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GINEBRA.- Marco (73 años), Marcelo (75) y Miguel Dingula (62) tuvieron una visión conjunta hace bien poco. A punto de perder sus tradiciones, estos chamanes kogis colombianos se dieron cuenta de que el único modo de salvarlas era comprar las tierras que en otro tiempo fueron de sus tribus. Dicho y hecho. Ahora están en Suiza recaudando fondos.

Apoyados por la ONG Tchendukua, los tres indios llevan varias semanas en Europa intentando atraer los 85 mil dólares que cuesta readquirir 50 hectáreas de terreno en la región de la Sierra Nevada colombiana.

Y es que la modernidad trajo más disgustos que alegrías para los indios kogi y otras etnias indígenas de la zona ya que, en las últimas décadas, se han enfrentado a serios problemas de invasión de su territorio y a intentos integracionistas que atentan contra su identidad cultural.

Un espacio físico, una cultura

Eric Julien, miembro de la ONG Tchendukua, ha explicado bien la situación. “Sus terrenos fueron invadidos por campesinos, ‘guáqueros’ -ladrones de tumbas-, narcotraficantes y guerrilleros, recuperarlos es volver a tener un espacio propio”. Esto implica construir un pueblo, un lugar de reunión de la comunidad y un templo -en el que seguir con sus tradiciones religiosas-.

Desde 1997 esta etnia, que está formada por unas 2.000 personas, ha adquirido 250 hectáreas en ese lugar, pertenecientes a un mismo propietario. Un terreno sagrado desde que sus antepasados tayronas lo eligieran para construir centros de ceremonias.

Diferentes enfoques del mundo

Por su parte, Gentil Cruz, veterinario y especialista colombiano sobre los indios kogis, criticó que “muy a menudo las ONG o los representantes de organismos nacionales o internacionales llegan hasta los lugares en que viven los kogis y les proyectan, sin escucharles, su visión del mundo”. Cruz es el intérprete de los tres chamanes a este lado del charco, ya que éstos se expresan en su lengua original y algo en castellano.

Antes de llegar a Ginebra, los chamanes celebraron en París una ceremonia ritual para proteger el ‘alma’ de un colgante perteneciente a su civilización y que está expuesto en el museo del Louvre desde que a finales del siglo XIX, una descendiente de un francés lo trajese de América.

Los tres habían escrito el año pasado al presidente francés, Jacques Chirac, para poder ver el colgante precolombino de oro, polémico durante un tiempo en Colombia.

“EL MUNDO ES BLANCO”

TEXTO DE ATAWALLPA OVIEDO FREIRE
“EL MUNDO ES BLANCO”

Abruptamente hace 500 años lo blanco se asumió como lo mejor, lo más desarrollado, adelantado, inteligente, bello… Tanto lo repitieron, que como dice un viejo refrán: una mentira mil veces repetida parece después una verdad. Y ha sido tanto así, que ahora todo gira a su alrededor, llegando al extremo de que los otros colores reniegan del suyo y buscan a cualquier precio blanquearse, si es necesario pintándose o recurriendo a la cirugía plástica. El doctor Robert Stolar, un famoso dermatólogo norteamericano, declaró tajantemente: “De ahora en adelante los negros pueden volverse blancos”. Y enseñó fotografías de más de una docena de negros antes y después del tratamiento. La cosa ocurría en una asamblea de! la American Medical association. El doctor Stolar dice que el tratamiento dura mas o menos dos años y que si un negro quiere volverse blanco su vida experimentará una profunda transformación. Además, que los negros que se han vuelto blancos encuentran trabajo con mayor facilidad. Una mujer negra que ahora es blanca ha dicho que se le negaba siempre la entrada en un salón de belleza de Manhattan. Desde que es blanca, la han admitido siempre enseguida[8].
Tal es el nivel de primacía de lo blanco, que ahora los demás colores parecen desentonados, degradantes, feos, inferiores; en contraposición a lo blanco que es sinónimo de pureza, paz, limpieza, divinidad. Tanto ha trascendido lo blanco en un corto período de tiempo de la humanidad (500 años), que antes que el poder político o económico está el poder del color. Un joven blanco pobre tiene más oportunidades que un negro rico. La mayoría de la mano de obra barata de América son rojos (indios). Nunca he visto una negra como cajera de un banco o una india como presentadora de televisión. Con pocas excepciones, esto se repite a nivel mundial. ¿Será pura casualidad?.
Vivimos en un mundo dominado por un solo color, en donde los valores, códigos, pensamientos, tecnologías, ciencias, paradigmas de lo blanco es autoconsiderado y convalidado por los demás como lo más desarrollado, avanzado, primer mundista; y todo lo demas conceptuados como subdesarrollados, atrasados, tercer mundistas. Tal es la influencia y preeminencia de lo blanco, que está autocalificación y autoclasificación socio-cultural establecida y determinada por ellos mismos; ha sido aceptada y es repetida taxativamente por economistas, políticos, sociólogos, antropólogos, intelectuales del intencionalmente denominado tercer mundo. Inclusive aquellos que se autocalifican de progresistas o de izquierda, están convencidos de ello, y repiten el mismo discurso para convencerse a si mismos y por ende al pueblo, por quienes dicen luchar para sacarles del subdesarrollo en que viven.
Todos los más grandes pensadores oficiales, hablan del desarrollo y del progreso en relación, comparación y equiparación con los esquemas y conceptos del pensamiento y vision blanca de la vida. No hay pensador o intelectual, reconocido oficialmente y de cualquier vertiente, que ubique como referente o punto de contraste para el analisis, a otros conocimientos de otras culturas, que no sea básicamente la blanca. Todos consciente e inconscientemente han dado por absoluto, que lo blanco es el clímax, el centro, el eje del conocimiento y de la cultura universal.
Visión vertical de la vida, en donde la cultura blanca es el punto de partida y las demás visiones del mundo la continuación de aquella, en una posición en degrade y escalonada hacia lo que consideran lo más primitivo, por tanto inferior. Si atentamente observamos, la mayoría de los llamados blancos, genética y/o culturalmente, en su actitud y comportamiento común, en cualquier campo o actividad humana, tienden a mirar desde ellos hacia abajo. Pues en su psicología de formación esta claro que ellos son los mejores del mundo, desde ninos aprenden quienes son paises desarrollados y quienes son subdesarrollados. No se diga, pues que hasta dios es blanco, rubio, de ojos azules.
En cambio, los más o menos cobrizos, unas veces alzan su cabeza y otras veces se agachan. Mientras más morena o negra es la persona, casi nunca mirará a alguien por debajo. Es un sentimiento de superioridad o inferioridad, por tener tal o cual color de piel. No se mide a los seres humanos por lo que son, sino por el color que tienen.
Nunca para referirse mal de una persona dicen: blanco tal y cual. Siempre está a flor de labios, el negro, el indio, el aborigen, el salvaje, el longo, el runa, el verdugo, el rocoto en cuyos sustantivos se encierran adjetivos peyorativos, es decir, encerrando en si mismo el concepto de denigración. La mayoría de los países llamados latinoamericanos giran alrededor del color cobrizo, y siempre están a la cola o a los extremos de cualquier clase de evento internacional, inclusive en las fotografías de los presidentes de la República. La pregunta es: ¿porqué y cómo nos convencimos de ello?. ¿Acaso hay un problema genético del que debemos culpar a la naturaleza o a dios?.
La vanidad blanca llegó con Hitler a la cúspide de la xenofobia racial, en su denodado afán de imponerse al mundo como la raza más linda, inteligente, pura, desarrollada, (los psicológos llaman a esto complejo de superioridad). La vanidad aria y anglo-sajona interpuso a lo blanco, bien blanco, como el símbolo del desarrollo humano, como la forma más alta de la inteligencia universal, es decir, como la más grande de las razas. Asi, hasta para medir la belleza hay que partir desde los gustos y caracteres blancos, tal como en los concursos de belleza de Miss Universo, donde esos prototipos de lo bello se han impuesto como los referentes de lo más lindo a nivel mundial. Incluso las negras que ganan, son aquellas que tienen rasgos fisicos de corte occidental.
No nos olvidemos de los 6´000.000 de judíos muertos, o del KU KUX KLAN en Estados Unidos, o del apartheid en Sudáfrica. Genocidios éstos, que no se comparan con el etnocidio suscitado en América. Se calcula que la población roja (indígena) bordeaba los 200 millones de habitantes, de la cual perecieron por las distintas vías o plagas (viruelas, hambre, esclavitud, tributos…) como decía el Fray Toribio Motolonía, mas o menos unos 150 millones de personas.
Pero a medida que va saliendo a la luz, todo aquello que fue ocultado por quienes tenían que justificarse a si mismos y a la humanidad entera por lo que hicieron, la imagen de Colón se derrumba más rápidamente que su carabela Santa María que encalló en un arrecife de coral frente a la isla que denominaron “La Española”. A los 500 años la reputación de los antiguos y nuevos “Colones” se encuentra en una cuerda floja a punto de desmoronarse. En Haití descendientes de esclavos negros africanos bajaron a Colón de su pedestal y lo arrojaron al mar. En Quito, las estatuas de Colón han sido cortadas la cabeza y las piernas, y pintadas con la esvástica nazi. El Consejo Nacional de Iglesias de Estados Unidos que agrupa a 32 denominaciones protestantes, aprobó una resolución que declaró a 1992 como “año de reflexión y penitencia” por la “invasión” que “produjo un racismo con respaldo eclesiástico… genocidio, esclavitud, destrucción del medio ambiente y explotación de la riqueza de la tierra”. El Consejo Episcopal de Ministerios Indios de los Estados Unidos en octubre del 92 realizó una ceremonia “alternativa” para “conmemorar los 500 años de supervivencia cultural”. Hans Koning, biógrafo y crítico de Colón, comenta que “celebrar a un hombre que de hecho, desde el punto de vista indio, era peor que Atila ” …” es casi obsceno”. El escritor español Rafael Sánchez Ferlosio, dijo que “resulta asombroso y hasta cínico que todavía haya quien sostenga de que en América hubo fusión de razas y culturas”. José Barroso, alcalde del Ayuntamiento de Puerto Real, piensa “! de que no hay gloria histórica que deba levantarse sobre la humillación y el paleo de los vencidos”. Para el ensayista español Fernando Savater, “lo que hace menos verosímil esa dramatización conmemoratoria es que todos los papeles han sido escritos a partir de los conceptos acuñados por los vencedores… La única forma lícita de “celebrar” el descubrimiento de América no puede ser la autosatisfacción de los fuertes ni el lamento masoquista que no reconoce sus propios orígenes… Quizá por eso haya tanto de obsceno en cualquier “celebración” satisfecha de lo irremediable”.
Pero el asunto de fondo no es racial, sino este seria otro discurso racista desde el otro lado. Seria pensar que lo blanco es malo al contrario de lo que hoy se piensa que es bueno. Hoy se actua en terminos raciales en el comun de la gente y en el diario convivir, pues la primera reaccion es observar quien es mi oponente al otro lado. En Europa se habla mucho en estos tiempos de los matrimonios blancos, que significa que los europeos deben cuidar su raza y cultura. Lo que no significa que haya excepciones, pues paradójicamente han sido descendientes de blancos los que han colaborado para que el pensamiento de los pueblos de tradición emerjan mas efusivamente en este tiempo.
Ningun color, ni raza, ni cultura, ni pueblo es malo ni bueno, ni mejor ni peor, ni superior ni inferior; simplemente diferentes y los conceptos de progreso y desarrollo son relativos. Pero es indudable que la mentalidad de los blancos tiene que alcanzar humildad y de los otros autoestima, para mirarse de igual a igual. Es una cuestion de convivencia cultural, de despojarnos de arrogancias y prepotencias de cualquier clase y posición, para interactuar como seres humanos realmente civilizados y cultos, que significa respeto y responsabilidad conmigo mismo y los otros. Si no hay respeto no hay nada.

ATAWALLPA OVIEDO FREIRE
página web: http://perso.wanadoo.fr/pachakamak/Index.htm
e-mail: yuyarina@yahoo.es

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