La pega

http://sepiensa.org.mx/contenidos/2007/s_lapega/p1.html
   

Texto: Luis Jhon
Diseño gráfico: Catherine Zúñiga Andrew
Introducción
¿Tú pegas? ¿Qué pegas?
(¿Quién eres? ¿Con qué te identificas?)
Existe una expresión urbana similar al graffiti y al stensil. Las pegas son stickers o calcomanías o estampas que puedes ver en los postes, las señales de tránsito, en las paredes, en el Metro… “en cuanto ves que hay pegas, pones la tuya”, explica Ariel Ojeda, artífice de Mechica Graffiks, su “marca” de pegas.

            Ariel, seguidor de grupos como La Maldita Vecindad, nos cuenta que esto de las pegas “es un movimiento cultural”. Según dice, las que él produce tienen una particularidad, un “código urbano”, que remite a su barrio: Pantitlán.

            “Yo empecé a integrarme a este movimiento por los músicos. Me llamaban mucho la atención las estampas que tenían en los estuches de sus instrumentos. Ellos me platicaban que la misma banda les pasaba los stickers, las estampas… Ésa es la parte chida: intercambiar las estampas. A partir de eso me latió la onda”.

            Para Ariel “esta es una forma de expresarse en concreto y rápido: pegarlo”. Con su cámara fotográfica en las manos, camina por las calles de Pantitlán, siempre en busca de ese lenguaje, esa identidad o ese concepto, que le sirva para hacer una de sus estampas.

El proceso
Existen múltiples maneras de hacer pegas o estampas. “Eso depende de la visión de cada uno”, explica Ariel: “Yo comienzo buscando una identidad y un lenguaje gráfico que diga algo. Primero pienso en lo que veo en la calle. Una vez que lo ubico lo digitalizo, lo trabajo en la computadora, y ya después viene el proceso de los colores y el mensaje que quiero reflejar”.

            La imaginación es la principal herramienta. En cuanto al material, consiste básicamente en cualquier papel que puedas pegar. Lo más práctico es el papel adhesivo que venden en las papelerías. Para cantidades “industriales”, los “pegateros” suelen acudir al tianguis de los sábados de El Chopo. Ahí hay quienes lo imprimen. Y no sólo eso: “Es un importante punto de encuentro entre los chavos que pegan”, como dice nuestro entrevistado.

            Otra técnica para la impresión de la imagen es la serigrafía que, a la larga, resulta más barata y la calidad de la superficie puede ser mejor, dependiendo, claro, de lo que uno desee expresar. Pero sin duda la manera más “combativa” para realizar este trabajo es imprimir la imagen en un papel cualquiera, recortarla, aplicarle engrudo en la parte trasera, en la pared donde la vayas a pegar y luego le vuelves a pasar engrudo a todo.

            Ahora, hay de pegas a pegas. Y es que no se trata de lanzar la primera imagen que se te venga a la cabeza. Por ejemplo, para Ariel, “Un punto importante es el concepto que le das: qué es lo que quieres decir. Para qué… por qué… Mi temática es principalmente social, del barrio, vida cotidiana…”.

Los más vistos

Gracias a sus “conceptos” existen aquellos “pegateros” que ya son conocidos. Por ejemplo el trabajo del Aiwey: “él es un brother que pega y tiene un trabajo bien chido porque son personajes urbanos, como el de la guitarrita. Lo identificas luego luego porque siempre enmarca sus imágenes con líneas horizontales… Además del guitarrero también tiene una niña con un acordeón… y otro con una mujer pidiendo lana”.

            Pulketo es otro de los conocidos. En su trabajo presenta diversos personajes, militares, policías, ladrones, políticos… todos ellos con una singularidad, están atados a un grillete y sobre la bola, al otro extremo de la cadena, imprime las mismas tres palabras: “corrupción, ignorancia y pobreza”.

            Otra famosa figurita es la de Kalimán y la de Pancho Villa, productos de un pegatero anónimo. Thor es una muchacha que sólo pega imágenes de Mafalda… y existe un niño de ocho años que ya se ha ganado un lugar de renombre entre los pegateros con sus estampas con el gato de los Thundercats.

“Es como en el Metro, la imagen que ves, sabes a dónde vas”

Los “pegateros” suelen reunirse en el tianguis de El Chopo y en los eventos de graffiti y hip-hop. Allí es donde intercambian sus trabajos. Según Ariel, la pega “viene desde Alemania, pasando por Francia, Estados Unidos (en Nueva York es un fenómeno fuertísimo), Ciudad Juárez y el Distrito Federal”.

            Para Ariel, en el Metro podemos apreciar un ejemplo de la fuerza que pueden tener estas imágenes.

            “Todas las estaciones del metro traen un gráfico que me identifica. El que me llama la atención es el de Pantitlán, que son las banderas… también el de Taxqueña, que es una luna, o Chabacano… un chabacano…”

            ¿Es decir que cada símbolo del metro podría ser una pega?

            “Sí. Hay un cuate que pone la de Pantitlán… ves mucho la imagen… sabes que pasó por ahí. O luego puede ser que la pega llegó porque intercambia su material con otros y ellos lo van pegando”.

            Podría decirse que la pega es, en realidad, una marca personal. Una que busca abrirse espacios, aunque sea sobre los señalamientos que dicen ALTO.

 

            Y tú, lector de SEPiensa, ¿qué opinas de estos adhesivos? ¿Consideras válido y/o correcto que algunas personas se manifiesten de esta manera en la calle? ¿Te parece que las pegas adornan las paredes, los postes y los señalamientos de tránsito o que provocan que nuestra ciudad se vea sucia y descuidada?

Historia de Graffiti

Historia de Graffiti 

La palabra “graffiti” tiene sus orígenes en la palabra griega graphein que significa escribir. Esto evolucionó en la palabra latina graffito. Graffiti es la forma plural de graffito.

Cuándo empezó el grafitti? Pues la historia moderna de graffiti se remonta a los años 60 cuando empezó en Nueva York, influído por la música hip-hop. Los primeros artistas de graffiti se dedicaban a firmas, y vivían y pintaban en Nueva York.

Uno de los primeras artistas de graffiti firmaba TAKI 183 y fue entrevistado por el New York Times en 1971. Su nombre verdadero era Demetrius y era un joven griego que trabajaba como mensajero en Nueva York. Pintaba su firma en todos los sitios donde entregaba documentos y paquetes. Se hizo famoso y muchos jóvenes empezaron a imitarle y a buscar sitios cada vez más difíciles y llamativos donde dejar su firma. Tal vez el nombre TAKER que se utiliza para los rotuladores gruesas de tinta permanente utilizadas por los grafiteros tiene su orígen en la primera firma de graffiti conocida, TAKI 183.

Pronto, cientos de jóvenes en Nueva York, especialmente aquellos atraídos por la música rap y hip hop, empezaron a firmar por toda la ciudad, tanto que las autoridades tuvieron que gastar más de $300.000 (es decir 80.000 horas laborables) en la limpieza del metro. El objetivo de estos primeros graffiteros era dejar su firma en el máximo numero de sitios posibles. Ganaban fama, dentro de los círculos de graffiteros, según el número de firmas y según los sitios en los que lograban firmar. Cuánto más peligroso, más estatus.

Paralelamente, Keith Haring un artista, empezó a pintar sus dibujos en sitios públicos, primero pegando posters y luego pintando directamente sobre muros y los paredes de los metros de Nueva York.

Al ser un tipo de arte tan distinto, Haring se hizo famoso, y pronto museos de arte en la ciudad empezaron a exponer sus obras. Se puede conocer más sobre la obra de Keith Haring en esta página web: http://www.haring.com o ver un vídeo de Haring pintando en el metro de Nueva York aquí. El video tarda unos minutos en cargarse, sobre todo si tienes una conexión lenta pero merece la pena. Una vez cargado, pincha Start Movie que aparece en letra blanca a la derecha de la página, debajo del texto.

Poco a poco el graffiti callejero, inspirándose en los diseños de Haring, se iba incorporando en la cultura Hip Hop, rap y break dancing y empezó a extenderse a otros países. Tuvo su momento más fuerte durante los setenta, pero luego empezó a perder popularidad. Pero hace una década una de las cadenas nacionales más populares de los Estados Unidos emitió un programa de televisión sobre el graffiti y de repente volvieron a aparecer firmas y arte graffitero no solo por los Estados Unidos, sino por sitios urbanos en todo el mundo y sobre todo en ciudades europeas.