EL RETORNO DEL REY, VERSION EXTENDIDA

EL RETORNO DEL REY, VERSION EXTENDIDA

    DÉAGOL: ¡Sméagol! ¡Ha picado uno¡ ¡He pescado uno! ¡ Sméagol¡
    SMÉAGOL: ¡Venga tira! ¡Tira! ¡Tira! ¡Tira del sedal! ¡Déagol!
   
SMÉAGOL: ¡ Déagol! Danos eso, Déagol, querido
    DÉAGOL:¿Por qué?
    SMÉAGOL: Porque… es mi cumpleaños y lo queremos.
    ANILLO:(v.o.) Ash nazg gimbatul….
    SMÉAGOL: ¡Miii tesssorooo!
   
SMÉAGOL: (v.o.) Nos maldijeron. ¡Asesino! Asesino, así nos llamaron. Nos maldijeron, y nos desterraron.
    GOLLUM: (v.o.) ¡Gollum! ¡gollum! ¡gollum!.
    SMÉAGOL: (v.o.) Y nosotros lloramos, tesssoro, lloramos por vernos tan solos.
    GOLLUM: (v.o.)
    Vive en el agua, fresca y clara
    Nuestro manjaaar
    Los ricos peces, nuestro manjar.
    SMÉAGOL: (v.o.) Y olvidamos el sabor del pan, la melodía de los árboles, la caricia de la brisa. Olvidamos hasta… nuestro propio nombre. ¡Miii tesssorooo!
   
SMÉAGOL:¡Despertad! ¡Despertad! ¡Arriba dormilones! Debemos ir, siii, hay que seguir camino.
    SAM: ¿Ha conseguido dormir, Señor Frodo. Yo he dormido demasiado. Debe de ser tarde
    FRODO: No, no es eso. No es mediodía aún… los días se oscurecen.
    SMÉAGOL: ¡Vamos! ¡Irse ahora! ¡No hay tiempo!
    SAM: No antes de que el Señor Frodo coma algo.
    SMÉAGOL: ¡No tiempo que perder, lelo!
    SAM: Tenga.
    FRODO: ¿Y para ti?
    SAM:¡Oh! no tengo hambre. Y menos aún de pan de lembas.
    FRODO: Sam…
    SAM: Está bien. Ya nos va quedando poco. Hay que andarse con cuidado o lo gastaremos todo. Usted cómase eso, Señor Frodo. Lo he racionado. Con esto bastará.
    FRODO: ¿Para qué?
    SAM: La vuelta a casa
    SMÉAGOL: Vamos Hobbits. Muy cerca ya, muy cerca de Mordor. No lugares seguros aquí. ¡Prisa!
   
EL RETORNO DEL REY, VERSION EXTENDIDA

    MERRY: Qué rica. No hay duda: es de La Comarca, de Valle Largo
    PIPPIN: Me siento como si hubiera vuelto al Dragón Verde.
    MERRY: El Dragón Verde…
    PIPPIN: Con una jarra de cerveza en la mano. Con los pies descansando en un banqueta, tras una dura jornada de trabajo.
    MERRY: ¡Y eso que no sabes que es una dura jornada de trabajo! ¡Bienvenidas, caballeros, a Isengard!
    GIMLI: ¡Pícaros tunantes! Nos hacéis sufrir una búsqueda sin tregua, y os encontramos festejando y… y ¡fumando!
    PIPPIN: Disfrutando del campo conquistado y gozando de las mieles de la justa victoria. El cerdo curado está especialmente delicioso.
    GIMLI: ¿Cerdo curado?
    GANDALF: Hobbits.
    MERRY: Estamos a las órdenes de Bárbol, que se ha hecho cargo del gobierno de Isengard.
   
BÁRBOL: ¡Mmmmm! Joven maestro Gandalf ¡Que grata visita! Tronco y agua, provisiones y roca puedo controlar, pero hay un Mago malvado que domeñar encerrado en su torre ARAGORN: Muéstrate.
    GANDALF: Sé cauto. Incluso en la derrota, Saruman es pendenciero.
    GIMLI: Pues le decapitamos y una problema menos.
    GANDALF: ¡No! Le queremos vivo. Necesitamos que hable.
    SARUMAN: Has librado muchas batallas y arrebatado muchas vidas, Rey Théoden, y has hecho la paz después. ¿No podemos llegar a un acuerdo como antaño hicimos, mi viejo amigo? ¿No sellaremos la paz, tú y yo?
    THÉODEN: Tendremos la paz. Viviremos en paz, cuando respondas por la quema del Folde Oeste, y por los niños que yacen muertos en él. Tendremos la paz, cuando la vida de los soldados cuyos cadáveres fueron descuartizados y tendidos muertos frente a las puertas de Cuernavilla, sean vengados. Cuando pendas de una horca, como festín de tus propios cuervos, tendremos la paz.
    SARUMAN: Horcas y cuervos. ¡Vejestorio! ¿Qué buscas tú, Gandalf el Gris? A ver si adivino ¿La llave de Orthanc? ¿Tal vez la de Barad-Dûr, junto con las coronas de los siete reyes y las varas de los cinco magos?
    GANDALF: Tu villanía se ha cobrado ya demasiadas vidas. Millares corren aún ese riesgo. En tus manos está salvarlas, Saruman. Conoces bien la intención del enemigo.
    SARUMAN: Ya que has venido a por información, te la facilitaré. Algo se corrompe en el corazón de la Tierra Media. Algo que tú no llegas a ver, pero que el Gran Ojo ha visto. En este instante, aprovecha su ventaja. Su ataque está pronto. Todos moriréis. Y tú lo sabes, ¿cierto, Gandalf? ¿No pensarás que este montaraz se sentará en el trono de Gondor? Este exiliado, hijo de la sombra, nunca será coronado Rey. Gandalf no tiene reparos en sacrificar a sus allegados, a ésos por quienes profesa amor. Dime, ¿qué palabras de consuelo ofreciste al mediano, antes de enviarle a su perdición? El cometido que le has asignado sólo conduce a la muerte.
    GIMLI: He oído suficiente. Mátale, atraviésale la garganta.
    GANDALF: No. Baja ahora Saruman y se te perdonará la vida.
    SARUMAN: Ahórrate tu piedad y tu perdón. ¡De nada me sirven!
    GANDALF: Saruman. Tu vara está quebrada.
    THÉODEN: ¡Gríma! No tienes que serle fiel. No siempre has sido lo que eres ahora. Fuiste un hombre de Rohan. Baja.
    SARUMAN: ¿Hombre de Rohan? ¿Qué es la casa de Rohan sino un hediondo cobertizo donde se embriagan unos cuantos bandidos, mientras la prole se arrastra por el suelo entre los perros? La victoria en el Abismo de Helm no te pertenece, Théoden, domador de caballos. Eres hijo menor de un gran linaje.
    THÉODEN: Gríma, baja. Vive libre de él.
    SARUMAN: ¿Libre? Jamás será libre.
    GRÍMA: No.
    SARUMAN: Quieto ahí.¡Canalla!
    GANDALF: Saruman, fuiste un gran confidente del enemigo, dinos lo que sabes.
    SARUMAN: Retira tu guardia y te contaré dónde se decidirá tu perdición. No permitiré seguir prisionero aquí.
   
GANDALF: Avisa a nuestros aliados. A cada rincón de la Tierra Media que aún queda en libertad. El enemigo se acerca. Debemos saber dónde atacará.
    BÁRBOL: La herrumbre de Saruman la arrastró la corriente. Los árboles repoblarán este lugar. Brotes jóvenes silvestres…
    ARAGORN: Pippin.
    BÁRBOL: Mal rayo me parta.
    GANDALF: ¡Peregrin Tuk! Yo llevaré eso. Dámelo, rápido.
   
THÉODEN: Esta noche recordamos a aquellos que dieron su sangre por defender esta tierra. ¡Salve a los victoriosos caídos!
    CORO: ¡Salve!
    ÉOMER: Sin parar, ni derramar.
    GIMLI: Tampoco regurgitar.
    LEGOLAS: ¿A ver quien bebe más?
    GIMLI: El que quede en pie gana.
   
ÉOWYN: Westu Aragorn hál!
    THÉODEN: Me alegro por ti. Es un hombre de honor
    ÉOWYN: Ambos sois hombres de honor.
    THÉODEN: No fue Théoden de Rohan quién llevó a su pueblo a la victoria. ¡Ah! No me hagas caso. Eres joven, la noche te pertenece.
    GIMLI: Son los enanos, que van nadando con mujercitas peludas.
    LEGOLAS:Siento algo. Un ligero hormigueo en los dedos. Creo que me está haciendo efecto.
    GIMLI: ¿Qué dije? ¡No aguanta la bebida!
    LEGOLAS: Se acabó el juego.
    MERRY Y PIPPIN:
    Podéis buscar sin cesar,
    dejar seca la ciudad,
    la mejor cerveza la hallaréis
    en el pueblo que nos vio nacer.
    ¡El pueblo que nos vio nacer!
    Vuestra cerveza tendréis,
    es la que os dio la suerte,
    pero a los valientes les serviréis…
    MERRY: ¡Pippin!
    MERRY Y PIPPIN: pero a los valientes les serviréis,
    ¡la del Dragón Verde!
    MERRY: ¡Gracias! ¡Gracias! ¡A todos! ¡Muchas gracias!
   
ARAGORN: ¿Hay noticias de Frodo?
    GANDALF: Ninguna, nada.
    ARAGORN: Hay tiempo. Cada día Frodo está más cerca de Mordor.
    GANDALF: ¿Cómo sabemos eso?
    ARAGORN: ¿Qué te dice el corazón?
    GANDALF: Que Frodo sigue vivo… si… si aún vive.
   
SMÉAGOL: Mucho riesgo, demasiado. Ladrones, ellos nos lo robaron ¡Mátalos! ¡mátalos! A los dos ¡mátalos! ¡Aahhh!
    GOLLUM: ¡Ssss! Silencio, no los despiertes. No lo eches todo a perder ahora.
    SMÉAGOL: Pero ellos saben. Lo saben ¡Sospechan de nosotros!
    GOLLUM: ¿Qué insinúas, mi tessoro, mi amor? ¿ Ssméagol pierde los nervioss?
    SMÉAGOL: ¡Noo! ¡No! ¡Nunca! Sméagol odia a sucios hobbits, si. Sméagol los quiere ver… muertos.
    GOLLUM: Y lo haremoss. Sméagol lo hizo una vez… puede volver a hacerlo. ¡Es nueeestro! ¡Nueeestro!
    SMÉAGOL: Precisamos el tesoro, debemos recuperarlo.
    GOLLUM: ¡Paciencia! Paciencia mi amor. Primeero debemos llevarlos hasta Ellaaa.
    SMÉAGOL: Los llevamos hasta la escalera sinuosa.
    GOLLUM: ¡Si! la escalera. ¿Y luego?
    SMÉAGOL: ¡Arriba!… Arriba, arriba, arriba, arriba, arriba del todo. Y lueego entrareemos en el túnel.
    GOLLUM: Y una vez entren, ya no podrán salir. Ella siempre está ansiosa. Siempre necesita… presas. Debe saciarse. Solo como fétidos Orcos.
    SMÉAGOL: Y estos no tiene buen sabor, ¿verdad tessoro?
    GOLLUM: No, no están muy ricos, desde luego, mi amor. Se muere por carne más dulce… carne hobbit. Y cuando escupa los huesos, y las ropas huecas, entonces, lo buscaremos…
    SMÉAGOL: ¡Y será para miiiii!
    GOLLUM: Para los dossss
    SMÉAGOL: Si eso, pensaba en los dos
    GOLLUM: ¡Gollum! ¡gollum! El tesoro…
    SMÉAGOL: … volverá a ser nuestro cuando los hobbits hallan ¡muerto!
    SAM: ¡Tu, traicionero!
    SMÉAGOL: ¡Ahhh! ¡No! ¡no! ¡Amooo!
    FRODO: ¡No Sam! ¡Déjale en paz!
    SAM: Lo he oído de su propia boca ¡pretende matarnos!
    SMÉAGOL: ¡Jamás! ¡Sméagol no mataría a una mosca! ¡Ahh! ¡Ese Hobbit seboso odia a Sméagol y se inventa sucias mentirass!
    SAM: ¡Miserable gusano embustero! ¡Te aplastaré la cabeza!
    FRODO: ¡Sam!
    SAM: ¡Me llamas mentiroso! ¡Tú eres el que miente!
    SMÉAGOL: ¡Argh!
    FRODO: Si le asustas estamos perdidos
    SAM: ¡Me da igual! No lo haré Señor Frodo. No puedo esperar a que nos mate.
    FRODO: No pienso dejarle marchar.
    SAM: ¿Es que no lo ve? Es un villano.
    FRODO: No podemos hacerlo solos, Sam, no sin un guía. Te necesito a mi lado
    SAM: Estoy con usted, Señor Frodo.
    FRODO: Lo se, Sam, lo se. Pero confía en mi. Ven Sméagol.
   
ÉOWYN: ¿Qué hora es?
    ARAGORN: Aún no ha amanecido.
    ÉOWYN: He soñado que veía una gran ola, elevándose sobre las colinas y los pastos. Yo permanecía inmóvil. Al borde del oscuro abismo que se abría a mis pies. Una luz brilló a mi espalda, pero no pude volverme. Solo podía quedarme ahí, esperando.
    ARAGORN: La noche cambia muchos pensamientos. Duerme, Éowyn. Duerme… mientras puedas.
   
LEGOLAS: Las estrellas se nublan. Algo se inquieta en el este… una insomne malicia. El Ojo del Enemigo avanza.
   
MERRY: ¿Dónde vas? ¿Pippin? ¡Pippin! ¡Pippin! ¿Te has vuelto loco?
    PIPPIN: Solo quiero verlo. Solo una vez más
    MERRY: ¡Devuelve eso! ¡Pippin! ¡No! ¡Pippin!
   
LEGOLAS: ¡Está aquí!
   
SAURON: (v.o.) ¡Te veo!
    MERRY: ¡Pippin! ¡Gandalf!¡Qué alguien le ayude!
    GANDALF: ¡Tuk insensato! Mírame
    PIPPIN: Gandalf… perdóname
    GANDALF: ¡Mírame! ¿Qué has visto?
    PIPPIN: Un… árbol. Había un árbol blanco… en un gran patio de piedra… estaba seco… una ciudad en llamas
    GANDALF: Minas Tirith ¿es eso lo que viste?
    PIPPIN: He visto… le he visto a él. Oí su voz en mi cabeza.
    GANDALF: ¿Y qué le dijiste? ¡Habla!
    PIPPIN: Quiso saber mi nombre; no se lo dije. Me hizo daño.
    GANDALF: ¿Qué le dijiste de Frodo y el Anillo?
   
GANDALF: No había mentira en los ojos de Pippin. Insensato, pero honrado a pesar de ello. Nada le dijo a Sauron de Frodo o el Anillo. Hemos sido, no obstante, afortunados, Pippin vio en el palantir un esbozo del plan enemigo. Sauron avanza para atacar la ciudad de Minas Tirith, su derrota en el Abismo de Helm ha demostrado a nuestro enemigo una cosa: sabe que el heredero de Elendil se ha dado a conocer, que los hombres no son tan débiles, que su coraje sigue intacto; una fuerza tal vez suficiente para retarle. Sauron teme esto. No se arriesgará ante los pueblos de la Tierra Media unidos bajo una bandera. Reducirá Minas Tirith a escombros antes de ver a un rey recuperar el trono de los Hombres. Si las almenaras de Gondor se encienden, que Rohan se prepare para la guerra.
    THÉODEN: ¿Dime, por qué cabalgar en ayuda de aquellos que no nos la prestaron? ¿Qué debemos a Gondor?
    ARAGORN: Yo iré.
    GANDALF: ¡No!
    ARAGORN: ¡Deben ser avisados!
    GANDALF: ¡Se les avisará! Hay que alcanzar Minar Tirith por otra senda. Sigue el río. Localiza los barcos negros. Entended esto, la situación ha emprendido una marcha imparable. Yo cabalgaré a Minas Tirith… y no cabalgaré solo.
   
GANDALF: De entre todos los entrometidos Hobbits, Peregrin Tuk tu eres el peor. ¡Corre, corre!
    PIPPIN: ¿Ha donde vamos?
    MERRY: ¿Por qué miraste? ¿Por qué siempre tienes que fisgar?
    PIPPIN: No lo se, no puedo evitarlo.
    MERRY: Nunca aprenderás.
    PIPPIN: Esta bien, lo siento. No volveré a hacerlo.
    MERRY: ¿Es que no lo entiendes? El Enemigo cree que tu tienes el Anillo. Ahora irá en tu busca, Pip. Tienen que alejarte de aquí.
    PIPPIN: Y tu… no vienes conmigo… ¿Merry?
    MERRY: ¡Vamos!
   
PIPPIN: ¿Está lejos Minas Tirith?
    GANDALF: Tres días a caballo bajo el vuelo de los Nazgûl, y más nos valga que no sigan nuestra estela
    MERRY: Toma, algo para el camino.
    PIPPIN: ¿La última hierba de Valle Largo?
    MERRY:A ti se te ha acabado. Fumas demasiado, Pip.
    PIPPIN: Pero… te veré enseguida… ¿nos veremos?
    MERRY: No lo sé. No se lo que va a pasar.
    PIPPIN: ¿Merry?
    GANDALF: Corre Sombragris, muéstranos lo que es la premura.
    PIPPIN: ¡Merry!
   
ARAGORN: ¡Merry!
    MERRY: Siempre ha estado conmigo, allá donde yo fuera, desde que éramos críos. A veces le he metido en unos líos tremendos, pero siempre he estado ahí para ayudarle. Ahora se ha ido, como Frodo y Sam.
    ARAGORN: Si algo he aprendido de los Hobbits, es sobre todo sensatez.
    MERRY: Insensatez, más bien. Es un Tuk.
   
ELROND: (v.o.) Llevadla por el camino más seguro. Hay un barco anclado en los Puertos Grises, espera para llevarla a través del más. El último viaje de Arwen Undómiel. Nada queda aquí para ti, solo muerte.
   
FIGWIT: Dama Arwen, no hay que demorarse. ¡Señora!
   
ARWEN: ¿Dime que has visto?
    ELROND: Arwen.
    ARWEN: Tienes el don de la premonición. ¿Qué has visto?
    ELROND: He escudriñado tu futuro y en el hay muerte.
    ARWEN: Pero también hay vida. ¡Has visto que había un niño! ¡Has visto a mi hijo!
    ELROND: El futuro se está agotando.
    ARWEN: Pero aún es nuestro.
    ELROND: Nada es seguro.
    ARWEN: Hay varias cosas que lo son. Si le abandono ahora, me arrepentiré eternamente. Es la hora.
   
ARWEN:
    De las cenizas despertará el fuego.
    La luz brotará de la sombra.
    Forjada será de nuevo la espada de sus pedazos.
    El destronado retornará para ser rey.
   
ARWEN: Forja la espada de nuevo. Ada
    ELROND: Tienes las manos frías. La vida de los Eldar te abandona.
    ARWEN: Fue mi elección. Ada, con o sin tu consentimiento, no habrá barco capaz de alejarme de aquí.
   
GANDALF: Acabamos de entrar en la tierra de Gondor,
   
GANDALF: Minas Tirith. Ciudad de reyes.
   
GANDALF: ¡Abrid paso!
   
PIPPIN: Es el árbol. ¡Gandalf! ¡Gandalf!
    GANDALF: Si, el Árbol Blanco de Gondor. El Árbol del Rey. El Señor Denethor, no obstante, hace las veces de rey. Es solo su senescal, un administrador del trono. Ahora atiende. El Señor Denethor es padre de Boromir, darle la noticia de la muerte de su hijo amado sería más que imprudente. No menciones a Frodo, ni al Anillo. Y, ni una palabra de Aragorn… Digo más, mejor no abras esa boca, Peregin Tuk.
   
GANDALF: ¡Salve Denethor, hijo de Ecthelion, Señor y Senescal de Gondor!… ¡Traigo nuevas en esta hora sombrías, y también consejo!
    DENETHOR: Tal vez vengas a explicarme esto. Tal vez tu llegada me aclare por qué mi hijo ha muerto
    PIPPIN: Boromir murió por salvarnos, a mi gente y a mi. Cayó defendiéndonos de innumerables enemigos.
    GANDALF: ¡Pippin!
    PIPPIN: Os ofrezco mi servicio, por pobre que sea, en pago de esa deuda.
    GANDALF: ¡Levanta! Mi Señor, habrá tiempo para dolerse por Boromir, pero no ahora. La guerra es inminente. ¡El enemigo está a vuestras puertas1 ¡Como Senescal debéis defender esta ciudad! ¿Dónde están los ejércitos de Gondor? Aún contáis con amigos, no estáis solo en esta contienda. Avisad a Théoden de Rohan, encended las almenaras.
    DENETHOR: Te creer sabio, Mithrandir, y entre tanta sutileza no hay sabiduría. ¿Crees que los ojos de la Torre Blanca no ven nada? He visto más de lo que sabes. Con tu mano siniestra me usaría como escudo frente a Mordor mientras tu diestra intentaría suplantarme. Se quién cabalga con Théoden de Rohan. ¡Ah si! A llegado a mis oídos ese tal Aragorn hijo de Arathorn, y te digo desde ahora que no rendiré pleitesía a ese montaraz del norte, el último de un linaje hace tiempo privado de su señorío.
    GANDALF: No te ha sido otorgada la autoridad de negar el retorno del Rey, Senescal
    DENETHOR: ¡El gobierno de Gondor es mío, y de nadie más!
    GANDALF: Ven.
    GANDALF: Ven. Todo se ha tornado en vana ambición. Utilizaría su dolor como excusa. Mil años lleva aquí esta ciudad y ahora, a capricho de un demente, está a punto de caer. El Árbol Blanco, el Árbol del Rey, no volverá a florecer.
    PIPPIN: ¿Por qué siguen haciendo guardia?
    GANDALF: Hacen guardia porque tienen esperanza. Una tenue y fugaz esperanza en que algún dia florecerá, en que un Rey llegue y esta ciudad vuelva a ser lo que fuera antes de su decadencia. Las viejas enseñanzas del oeste cayeron en el olvido. Los reyes construyeron tumbas más espléndidas que las casas para los vivos. Y atesoraban los antiguos nombres de su ascendencia mas que los de sus propios hijos. Señores sin heredero habitaban añejos palacetes obnubilados por su heráldica o en altas torres frías entregados a la astrología. Por eso el pueblo de Gondor conoció la ruina. El linaje real fracasó. El Árbol Blanco se secó. El gobierno de Gondor fue entregado a hombres menores.
    PIPPIN: Mordor.
    GANDALF: Sí, ahí está. Esta ciudad nunca se ha librado de la visión de su sombra
    PIPPIN: Se avecina tormenta.
    GANDALF: No es un fenómeno meteorológico. Es un ardid con el sello de Sauron. Un manto de vapores para agasajar a su anfitrión. Los orcos de Mordor detestan la luz del día. Él cubre la cara del sol para allanarles el sendero que conduce a la guerra. Cuando la sombra de Mordor alcance esta ciudad, será el fin.
    PIPPIN: Bueno… Minas Tirith es impresionante. ¿Dónde iremos después?
    GANDALF: Ya es tarde para eso, Peregrin. No hay salida de esta ciudad. Es menester que nos ayuden.
   
SAM: Debe de ser casi la hora del té. Al menos en los lugares decentes donde aún exista tal cosa.
    GOLLUM: No estamos en lugares decentes.
    SAM: ¿Señor Frodo? ¿qué pasa?
    FRODO: Es una sensación. Creo que nunca voy a volver.
    SAM: Sí volverá, claro que volverá. Eso es un pensamiento perverso. Iremos y volveremos, igual que el señor Bilbo. Ya verá.
    FRODO: Creo que estas tierras fueron parte del reino de Gondor. Hace mucho tiempo, cuando había un Rey.
    SAM: Señor Frodo, fíjese. El Rey ha recuperado su corona.
    GOLLUM: Vamos hobbits. No podemos parar ahora, por aquí.
   
PIPPIN: Imagino que esta es una mera cuestión ceremonial. Quiero decir que, no creo que esperen que entre en batalla. ¿O sí?
    GANDALF: Estás al servicio del Senescal, ahora. Harás lo que se te diga, Peregrin Tuk, Guardián de la Ciudadela. Gracias
    PIPPIN: Cuanto silencio.
    GANDALF: Es la calma que precede a la tempestad.
    PIPPIN: No quiero luchar en una batalla, pero estar al borde de una de la cual no puedo escapar es aún peor. ¿Hay alguna esperanza, Gandalf, para Frodo y Sam?
    GANDALF: Nunca ha habido demasiada… tan solo la de un necio. Nuestro Enemigo está listo, con todo su poder reunido. No solo Orcos, si no hombres también, legiones de Haradrim del sur, mercenarios de la costa…
    PIPPIN: Pero tenemos al Mago Blanco; eso contará algo, verdad.¿Gandalf?
    GANDALF: Sauron está por revelar aún a su más letal siervo. El que acaudilla a los ejércitos de Mordor en la guerra. Aquél de quien se dice que ningún hombre vivo puede matar. El Rey Brujo de Angmar. Tu ya le conoces. Hirió a Frodo en la cima de los Vientos. El Señor de los Nazgûl, el más grande de los Nueve. Minas Morgul es su guarida.
   
SMÉAGOL: La Ciudad Muerta.. Repugnante paraje repleto de… enemigos. ¡Rápido! ¡prisa! ¡Nos van a ver! ¡nos verán! Venid, subid aquí. ¡Mirad!, la he encontrado, la entrada a Mordor, la escalera secreta. ¡Subid!
    FRODO: ¡Ahhh! ¡Aaah!
    SAM: ¡No! ¡Señor Frodo!
    SMÉAGOL: ¡Por ahí no! ¡Aah! ¿Pero qué hace?
    SAM: ¡No!
    FRODO: Me están llamando…
    SMÉAGOL: ¡No!¡Esconder! ¡Esconder!
    FRODO: Me quema su acero ¡Aaagh!
   
GANDALF: Y al fin, llegó la hora. La gran batalla de nuestro tiempo.
   
SMÉAGOL: Seguidme Hobbits, subir, hay que subir ya.
   
GANDALF: El tablero está listo. Las piezas se mueven.
   
GOLLUM: Subir, subir, subir escalera arriba y luego…entrar en túnel.
    SAM: ¡Eh! ¿Qué hay en ese túnel? Escúchame bien, escucha con mucha atención. Si le pasa algo a él, responderé en su lugar. Un atisbo de que algo no va bien, o un cabello que se me eriza en la nuca y adiós. Muerto el perro, se acabó la rabia. Te hundiré, ¿entendido? Te estoy vigilando.
    FRODO: ¿De qué hablabas?
    SAM: Nada, aclaraba una cosilla.
   
GANDALF: Estimado Peregrin Tuk, hay una misión que cumplir. Otra oportunidad para un Mediano de demostrar su gran valor. No debes fallarme
   
HOMBRE DE GONDOR: Hay demasiado silencio en la otra orilla. Los orcos se han camuflado. La guarnición parece haberse retirado. Enviamos gente a Cair Andros. Si los orcos atacan desde el norte, nos alertarán.
   
GOTHMOG: ¡Silencio!
   
FARAMIR: ¡Al río! ¡Rápido, vamos!
    GONDORIANOS: ¡Vamos! ¡Vamos!
   
GOTHMOG: ¡Más rápido! ¡Desenvainad!
   
GANDALF: Amon Dîn…
    GONDORIANO: ¡La almenara! ¡La almenara de Amon Dîn arde!
    GANDALF: La llama de la esperanza.
   
ARAGORN: ¡Las almenaras de Minas Tirith! ¡Las almenaras arden! ¡Gondor pide auxilio!
    THÉODEN: ¡Y Rohan responderá! ¡Convoca a los Rohirrim! Acampa al ejercito en el Sagrario. Tantos hombres como encuentres. Tienes dos días. El tercero cabalgaremos a Gondor… a la guerra.
    ÉOMER: En marcha, reúne a los hombres
    THÉODEN: Gamelin, recorre a prisa la Marca, alista a todo hombre capaz en el Sagrario.
    GAMELIN: ¡Si Señor!
   
ARAGORN: ¿Nos acompañas?
    ÉOWYN: Solo hasta el campamento. Es tradición que las mujeres de la corte despidan a los soldados. Los hombres han encontrado a su capitán. Te seguirán a la batalla, incluso a la muerte. Nos has traído esperanza.
   
MERRY: Con su venia. Tengo espada. Por favor, acéptela. Le ofrezco mis servicios, Rey Théoden.
    THÉODEN: De buen grado acepto. Yo te nombro Meriadoc, escudero de Rohan.
    GIMLI: Jinetes. Ya quisiera yo poder alistar a una legión de enanos armados y mugrientos.
    LEGOLAS: Los tuyos no tendrían porqué entrar en esta guerra. Pero me temo que la guerra ya ha llegado a sus tierras.
    THÉODEN: (v.o.) Así pues, será ante los muros de Minas Tirith donde la maldición de nuestro tiempo se habrá de decidir.
   
ÉOMER: ¡Llegada es la hora! ¡Jinetes de Rohan! ¡Os ata un juramento, dadle ahora cumplimiento. ¡Por el rey, y la tierra!
   
MADRIL: ¡Faramir! ¡La ciudad está perdida! ¡Son incontenibles!
    FARAMIR: Salid a campo abierto. Cabalgamos a Minas Tirith.
   
GONDORIANO: ¡Nazgûl!
    FARAMIR: ¡Replegaos! ¡Retirada a Minas Tirith! ¡Retirada!
   
GOTHMOG: ¡La edad de los Hombres termina! ¡El tiempo del Orco ha llegado!
   
GONDORIANO: ¡Poneos a cubierto, mi Señor!
    GONDORIANO: ¡El Jinete Blanco!
    GONDORIANO: ¡Tirad!
    GONDORIANO: ¡Abrid paso!
    FARAMIR: ¡Mithrandir! Rompieron nuestras defensas, han timado el puente y la ribera oeste. Batallones de Orcos cruzan el río.
   
GONDORIANO: ¡Tal y como el Señor Denethor predijo! ¡Tiempo ha que previó la maldición!
    GANDALF: Y aún así nada se ha hecho. ¿Faramir? El no es el primer Mediano con quien te has topado.
    FARAMIR: No…
    PIPPIN: ¿Has visto a Frodo y a Sam?
    GANDALF: ¿Dónde? ¿Cuándo?
    FARAMIR: En Ithilien, no hace ni dos días. Gandalf, siguieron la ruta del Valle de Morgul.
    GANDALF: Que lleva al paso de Cirith Ungol.
    PIPPIN: ¿Qué significa eso? ¿Tan malo es?
    GANDALF: Faramir, cuéntamelo todo. Dime todo lo que sepas.
   
DENETHOR: ¿Así es como sirves a tu ciudad? ¿Arriesgándola a su completa ruina?
    FARAMIR:Hice lo que juzgué correcto.
    DENETHOR: ¡Lo que tú juzgaste como correcto! Enviaste el Anillo de Poder a Mordor, ¡en manos de un cescerebrado mediano! Debió ser traido a la ciudadela y ser puesto a salvo. Oculto, en una oscura y profunda cámara para no usarlo, hasta llegada la más acuciante necesidad.
    FARAMIR: No habría usado el Anillo. No hasta que Minas Tirith estuviera en ruinas y sólo quedara yo.
    DENETHOR: Siempre con tu deseo de parecer señorial y cortés, como los viejos reyes. Boromir no habría olvidado las necesidades de su padre. Me habría traído ese presente de reyes.
    FARAMIR: Boromir no habría traido el Anillo. Habría alargado su mano tratando de cogerlo, habría fracasado.
    DENETHOR: Nada sabes tú de él.
    FARAMIR: Se lo habría quedado para él. Y a su regreso, no reconocerías a tu hijo.
    DENETHOR: ¡Boromir me era leal! ¡No era un aprendiz de mago!
    FARAMIR:Padre.
    DENETHOR: Hijo mío.¡Déjame!
   
SMÉAGOL: ¡Cuidado Amo! ¡Cuidado! Muy largo caer. Muy peligrosa la escalera. ¡Suba Amo¡
    GOLLUM: Venga a Sméagol…
    SAM: ¡Señor Frodo! ¡Aparta, tu! ¡No le toques!
    SMÉAGOL: ¿Por qué odia al pobre Sméagol? ¿Qué le ha hecho Sméagol a él, a ver? ¿Amo? Amo lleva carga muy pesada Sméagol sabe. Pesada, muy pesada.
    GOLLUM: El seboso no entiende. Sméagol cuida del Amo. El lo quiere… lo necesita, Sméagol lo lee en sus ojos. Muy pronto, el vendrá a pedírselo, ya verá. El seboso se lo arrancará del cuello en cuanto pueda.
   
REY BRUJO: Enviad a todas las legiones. No detengáis el ataque hasta que la ciudad haya sido tomada. ¡Aniquiladlos!
    GOTHMOG: Pero ¿y el Mago?
    REY BRUJO: Yo le someteré
   
GONDORIANO: ¿Y los Jinetes de Théoden?
    GONDORIANO2: ¿Llegará la tropa de Rohan?
    GONDORIANO: ¿Mithandir?
    GANDALF: El coraje es la mejor defensa que tienes ahora.
   
PIPPIN: ¿Qué estabas pensando Peregrin Tuk? ¿De qué le serviría un hobbit al gran señor de los hombres?
    FARAMIR: Ha sido un acierto. Un acto generoso no debería censurarse con fría reprimenda. Te unirás a la guardia de la Torre.
    PIPPIN: No pensé que encontraran un atuendo a mi medida.
    FARAMIR: Perteneció a un muchacho de la ciudad. Un crio imprudente. Que malgastó horas matando dragones en vez de atender a sus estudios.
    PIPPIN: ¿Fue tuyo?
    FARAMIR: Sí, fue mío. Mi padre lo encargó para mi.
    PIPPIN: Bueno, soy mas alto que tú por entonces. Aunque no es probable que crezca mucho más, excepto a lo ancho.
    FARAMIR: Tampoco me sentaba bien. Boromir fue siempre el soldado. Se parecían mucho él y mi padre. Orgullosos, testarudos, pero fuertes.
    PIPPIN: Creo que tu fuerza es de otra clase. Y algún día tu padre llegará a verla.
   
PIPPIN: Juro ser fiel y prestar mi servicios a Gondor tanto en la paz como en la guerra, en la vida y en la muerte, a… a… a… a partir de este momento y, hasta que mi Señor me libere, o la muerte de lleve.
    DENETHOR: Y no lo he de olvidar, y he de recompensar lo recibido a cambio: fidelidad con amor, valor con honor, perjurio con venganza.
    No convendría tan a la ligera abandonar las defensas exteriores. Defensas que tu hermano dejara antaño intactas.
    FARAMIR: ¿Qué consejo me dais?
    DENETHOR: Yo no cedería el río en el Pelennor y el Fuerte. Osgiliath debe retomarse.
    FARAMIR: Mi Señor, Osgiliath está invadida.
    DENETHOR: Mucho debe arriesgarse en la guerra. ¿Queda algún capitán con coraje para cumplir la voluntad de su señor?
    FARAMIR: Hubierais deseado que se cambiaran las tornas, que yo cayera y Boromir viviese.
    DENETHOR: Si, sin duda alguna.
    FARAMIR: Ya que perdisteis a Boromir, intentaré hacerlo en su lugar. Si regresara, consideradme mejor.
    DENETHOR: Eso dependerá del modo en que regreses.
   
SAM: ¿Qué estás tramando? ¿Intentabas huir?
    SMÉAGOL: ¿hu.. huir? ¿huiiir? Hobbit seboso siempre tan amable. Sméagol muestra caminos secretos que nadie encontraría, ¡y dice huir! ¿huiiir? Muy agradecido, ¡oh si mi tesoro!, muy agradecido, muy agradecido.
    SAM: ¡Está bien! es que me has sobresaltado ¿Qué estabas haciendo?
    SMÉAGOL: ¡Huiiir!
    SAM: ¡Vale!, no he dicho nada. Siento despertarle, Señor Frodo, tenemos que podernos en marcha.
    FRODO: Aún está oscuro.
    SAM: Aquí siempre está oscuro. ¡Oh no! ¡El pan élfico!
    FRODO: ¿Qué? ¡Es todo lo que tenemos!
    SAM: Ha sido él, lo comió él
    SMÉAGOL: ¿ Sméagol? No, no, no el pobre Sméagol. ¡Sméagol odia repugnante pan élfico!
    SAM: ¡Sucio embustero! ¿qué has hecho con él?
    FRODO: Él lo detesta. No puede haber sido él
    SMÉAGOL: ¡Mire! ¿qué es esto? ¡Ohhh! Hay migajas en su ropa. ¡Ha sido él! ¡Él lo cogió! Yo lo vi, siempre llena la boca cuando Amo ni mira.
    SAM: ¡Eso es mentira! ¡Apestoso, sucio, embustero!
    FRODO: ¡Sam! ¡Ya vasta! ¡Sam!
    SAM: ¡Yo le mato!
    FRODO: ¡Sam no!
    SAM: Lo siento, no pensé llegar tan lejos. Me puse tan… tan furioso. Venga, ahora a descansar un poco.
    FRODO: Yo estoy bien.
    SAM: No, no está bien, está agotado. Es ese Gollum, es por este lugar, es ese Anillo que lleva al cuello. Yo podría ayudarle, podría llevarlo un rato… (llevarlo un rato)… yo podría ayudarle… y compartir la carga.
    FRODO: ¡Déjame!
    SAM: ¡No quiero quedármelo!… Es solo por ayudar.
    GOLLUM: ¿Ve? ¿ve?, lo quiera para él.
    SAM: ¡Cierra la boca, tu! ¡Lárgate! ¡Largo de aquí!
    FRODO: No Sam, eres tu. Lo siento Sam.
    SAM: Pero miente. Le ha envenenado contra mi.
    FRODO: Ya no puedes ayudarme.
    SAM: No habla en serio.
    FRODO: Vete a casa.
   

El retorno del rey guion

EL RETORNO DEL REY

    DÉAGOL: ¡Sméagol! ¡Ha picado uno¡ ¡He pescado uno! ¡ Sméagol¡
    SMÉAGOL: ¡Venga tira! ¡Tira! ¡Tira! ¡Tira del sedal! ¡Déagol!
   
SMÉAGOL: ¡ Déagol! Danos eso, Déagol, querido
    DÉAGOL:¿Por qué?
    SMÉAGOL: Porque… es mi cumpleaños y lo queremos.
    ANILLO:(v.o.) Ash nazg gimbatul….
    SMÉAGOL: ¡Miii tesssorooo!
   
SMÉAGOL: (v.o.) Nos maldijeron. ¡Asesino! Asesino, así nos llamaron. Nos maldijeron, y nos desterraron.
    GOLLUM: (v.o.) ¡Gollum! ¡gollum! ¡gollum!.
    SMÉAGOL: (v.o.) Y nosotros lloramos, tesssoro, lloramos por vernos tan solos.
    GOLLUM: (v.o.)
    Vive en el agua, fresca y clara
    Nuestro manjaaar
    Los ricos peces, nuestro manjar.
    SMÉAGOL: (v.o.) Y olvidamos el sabor del pan, la melodía de los árboles, la caricia de la brisa. Olvidamos hasta… nuestro propio nombre. ¡Miii tesssorooo!
   
SMÉAGOL:¡Despertad! ¡Despertad! ¡Arriba dormilones! Debemos ir, siii, hay que seguir camino.
    SAM: ¿Ha conseguido dormir, Señor Frodo. Yo he dormido demasiado. Debe de ser tarde
    FRODO: No, no es eso. No es mediodía aún… los días se oscurecen.
    SMÉAGOL: ¡Vamos! ¡Irse ahora! ¡No hay tiempo!
    SAM: No antes de que el Señor Frodo coma algo.
    SMÉAGOL: ¡No tiempo que perder, lelo!
    SAM: Tenga.
    FRODO: ¿Y para ti?
    SAM:¡Oh! no tengo hambre. Y menos aún de pan de lembas.
    FRODO: Sam…
    SAM: Está bien. Ya nos va quedando poco. Hay que andarse con cuidado o lo gastaremos todo. Usted cómase eso, Señor Frodo. Lo he racionado. Con esto bastará.
    FRODO: ¿Para qué?
    SAM: La vuelta a casa
    SMÉAGOL: Vamos Hobbits. Muy cerca ya, muy cerca de Mordor. No lugares seguros aquí. ¡Prisa!
   
EL RETORNO DEL REY

    PIPPIN: Me siento como en el Dragón Verde después de una dura jornada de trabajo.
    MERRY: ¡Y eso que no sabes que es una dura jornada de trabajo! ¡Bienvenidas, caballeros, a Isengard!
    GIMLI: ¡Pícaros tunantes! Nos hacéis sufrir una búsqueda sin tregua, y os encontramos festejando y… y ¡fumando!
    PIPPIN: Disfrutando del campo conquistado y gozando de las mieles de la justa victoria. El cerdo curado está especialmente delicioso.
    GIMLI: ¿Cerdo curado?
    GANDALF: Hobbits.
    MERRY: Estamos a las órdenes de Bárbol, que se ha hecho cargo del gobierno de Isengard.
   
BÁRBOL: ¡Mmmmm! Joven maestro Gandalf ¡Que grata visita! Tronco y agua, provisiones y roca puedo controlar, pero hay un Mago malvado que domeñar encerrado en su torre
    GANDALF: En ella Saruman debe permanecer bajo tu guardia, Bárbol
    GIMLI: Decapitémosle, y una preocupación menos.
    GANDALF: ¡No! Su poder se acabó
    BÁRBOL: La herrumbre de Saruman la arrastró la corriente. Los árboles repoblarán ente lugar. Brotes jóvenes silvestres.
    ARAGORN: ¡Pippin!
    BÁRBOL: ¡Mal rayo me parta!
    GANDALF: ¡Peregrin Tuk! Yo llevaré eso ¡Dámelo, rápido!
   
THÉODEN: Esta noche recordamos a aquellos que dieron su sangre por defender esta tierra. ¡Salve a los victoriosos caídos!
    CORO: ¡Salve!
   
ÉOWYN: Westu Aragorn hál!
    THÉODEN: Me alegro por ti. Es un hombre de honor
    ÉOWYN: Ambos sois hombres de honor.
    THÉODEN: No fue Théoden de Rohan quién llevó a su pueblo a la victoria. ¡Ah! No me hagas caso. Eres joven, la noche te pertenece.
    MERRY Y PIPPIN:
    Podéis buscar sin cesar
    hasta dejar seca la ciudad
    La mejor cerveza la hallareis
    que me juego que la alabareis
    En el pueblo que nos vio nacer,
    en el pueblo que nos vio nacer
    Vuestra cerveza tendréis
    es la que os dio la suerte
    Y a los dos valientes les serviréis
    la del Dragón Verde.
    MERRY: ¡Gracias! ¡Gracias! ¡A todos! ¡Muchas gracias!
   
ARAGORN: ¿Hay noticias de Frodo?
    GANDALF: Ninguna, nada.
    ARAGORN: Hay tiempo. Cada día Frodo está más cerca de Mordor.
    GANDALF: ¿Cómo sabemos eso?
    ARAGORN: ¿Qué te dice el corazón?
    GANDALF: Que Frodo sigue vivo… si… si aún vive.
   
SMÉAGOL: Mucho riesgo, demasiado. Ladrones, ellos nos lo robaron ¡Mátalos! ¡mátalos! A los dos ¡mátalos! ¡Aahhh!
    GOLLUM: ¡Ssss! Silencio, no los despiertes. No lo eches todo a perder ahora.
    SMÉAGOL: Pero ellos saben. Lo saben ¡Sospechan de nosotros!
    GOLLUM: ¿Qué insinúas, mi tessoro, mi amor? ¿ Ssméagol pierde los nervioss?
    SMÉAGOL: ¡Noo! ¡No! ¡Nunca! Sméagol odia a sucios hobbits, si. Sméagol los quiere ver… muertos.
    GOLLUM: Y lo haremoss. Sméagol lo hizo una vez… puede volver a hacerlo. ¡Es nueeestro! ¡Nueeestro!
    SMÉAGOL: Precisamos el tesoro, debemos recuperarlo.
    GOLLUM: ¡Paciencia! Paciencia mi amor. Primeero debemos llevarlos hasta Ellaaa.
    SMÉAGOL: Los llevamos hasta la escalera sinuosa.
    GOLLUM: ¡Si! la escalera. ¿Y luego?
    SMÉAGOL: ¡Arriba!… Arriba, arriba, arriba, arriba, arriba del todo. Y lueego entrareemos en el túnel.
    GOLLUM: Y una vez entren, ya no podrán salir. Ella siempre está ansiosa. Siempre necesita… presas. Debe saciarse. Solo como fétidos Orcos.
    SMÉAGOL: Y estos no tiene buen sabor, ¿verdad tessoro?
    GOLLUM: No, no están muy ricos, desde luego, mi amor. Se muere por carne más dulce… carne hobbit. Y cuando escupa los huesos, y las ropas huecas, entonces, lo buscaremos…
    SMÉAGOL: ¡Y será para miiiii!
    GOLLUM: Para los dossss
    SMÉAGOL: Si eso, pensaba en los dos
    GOLLUM: ¡Gollum! ¡gollum! El tesoro…
    SMÉAGOL: … volverá a ser nuestro cuando los hobbits hallan ¡muerto!
    SAM: ¡Tu, traicionero!
    SMÉAGOL: ¡Ahhh! ¡No! ¡no! ¡Amooo!
    FRODO: ¡No Sam! ¡Déjale en paz!
    SAM: Lo he oído de su propia boca ¡pretende matarnos!
    SMÉAGOL: ¡Jamás! ¡Sméagol no mataría a una mosca! ¡Ahh! ¡Ese Hobbit seboso odia a Sméagol y se inventa sucias mentirass!
    SAM: ¡Miserable gusano embustero! ¡Te aplastaré la cabeza!
    FRODO: ¡Sam!
    SAM: ¡Me llamas mentiroso! ¡Tú eres el que miente!
    SMÉAGOL: ¡Argh!
    FRODO: Si le asustas estamos perdidos
    SAM: ¡Me da igual! No lo haré Señor Frodo. No puedo esperar a que nos mate.
    FRODO: No pienso dejarle marchar.
    SAM: ¿Es que no lo ve? Es un villano.
    FRODO: No podemos hacerlo solos, Sam, no sin un guía. Te necesito a mi lado
    SAM: Estoy con usted, Señor Frodo.
    FRODO: Lo se, Sam, lo se. Pero confía en mi. Ven Sméagol.
   
LEGOLAS: Las estrellas se nublan. Algo se inquieta en el este… una insomne malicia. El Ojo del Enemigo avanza.
   
MERRY: ¿Dónde vas? ¿Pippin? ¡Pippin! ¡Pippin! ¿Te has vuelto loco?
    PIPPIN: Solo quiero verlo. Solo una vez más
    MERRY: ¡Devuelve eso! ¡Pippin! ¡No! ¡Pippin!
   
LEGOLAS: ¡Está aquí!
   
SAURON: (v.o.) ¡Te veo!
    MERRY: ¡Pippin! ¡Gandalf!¡Qué alguien le ayude!
    GANDALF: ¡Tuk insensato! Mírame
    PIPPIN: Gandalf… perdóname
    GANDALF: ¡Mírame! ¿Qué has visto?
    PIPPIN: Un… árbol. Había un árbol blanco… en un gran patio de piedra… estaba seco… una ciudad en llamas
    GANDALF: Minas Tirith ¿es eso lo que viste?
    PIPPIN: He visto… le he visto a él. Oí su voz en mi cabeza.
    GANDALF: ¿Y qué le dijiste? ¡Habla!
    PIPPIN: Quiso saber mi nombre; no se lo dije. Me hizo daño.
    GANDALF: ¿Qué le dijiste de Frodo y el Anillo?
   
GANDALF: No había mentira en los ojos de Pippin. Insensato, pero honrado a pesar de ello. Nada le dijo a Sauron de Frodo o el Anillo. Hemos sido, no obstante, afortunados, Pippin vio en el palantir un esbozo del plan enemigo. Sauron avanza para atacar la ciudad de Minas Tirith, su derrota en el Abismo de Helm ha demostrado a nuestro enemigo una cosa: sabe que el heredero de Elendil se ha dado a conocer, que los hombres no son tan débiles, que su coraje sigue intacto; una fuerza tal vez suficiente para retarle. Sauron teme esto. No se arriesgará ante los pueblos de la Tierra Media unidos bajo una bandera. Reducirá Minas Tirith a escombros antes de ver a un rey recuperar el trono de los Hombres. Si las almenaras de Gondor se encienden, que Rohan se prepare para la guerra.
    THÉODEN: ¿Dime, por qué cabalgar en ayuda de aquellos que no nos la prestaron? ¿Qué debemos a Gondor?
    ARAGORN: Yo iré.
    GANDALF: ¡No!
    ARAGORN: ¡Deben ser avisados!
    GANDALF: ¡Se les avisará! Hay que alcanzar Minar Tirith por otra senda. Sigue el río. Localiza los barcos negros. Entended esto, la situación ha emprendido una marcha imparable. Yo cabalgaré a Minas Tirith… y no cabalgaré solo.
   
GANDALF: De entre todos los entrometidos Hobbits, Peregrin Tuk tu eres el peor. ¡Corre, corre!
    PIPPIN: ¿Ha donde vamos?
    MERRY: ¿Por qué miraste? ¿Por qué siempre tienes que fisgar?
    PIPPIN: No lo se, no puedo evitarlo.
    MERRY: Nunca aprenderás.
    PIPPIN: Esta bien, lo siento. No volveré a hacerlo.
    MERRY: ¿Es que no lo entiendes? El Enemigo cree que tu tienes el Anillo. Ahora irá en tu busca, Pip. Tienen que alejarte de aquí.
    PIPPIN: Y tu… no vienes conmigo… ¿Merry?
    MERRY: ¡Vamos!
   
PIPPIN: ¿Está lejos Minas Tirith?
    GANDALF: Tres días a caballo bajo el vuelo de los Nazgûl, y más nos valga que no sigan nuestra estela
    MERRY: Toma, algo para el camino.
    PIPPIN: ¿La última hierba de Valle Largo?
    MERRY:A ti se te ha acabado. Fumas demasiado, Pip.
    PIPPIN: Pero… te veré enseguida… ¿nos veremos?
    MERRY: No lo sé. No se lo que va a pasar.
    PIPPIN: ¿Merry?
    GANDALF: Corre Sombragris, muéstranos lo que es la premura.
    PIPPIN: ¡Merry!
   
ARAGORN: ¡Merry!
   
ELROND: (v.o.) Llevadla por el camino más seguro. Hay un barco anclado en los Puertos Grises, espera para llevarla a través del más. El último viaje de Arwen Undómiel. Nada queda aquí para ti, solo muerte.
   
FIGWIT: Dama Arwen, no hay que demorarse. ¡Señora!
   
ARWEN: ¿Dime que has visto?
    ELROND: Arwen.
    ARWEN: Tienes el don de la premonición. ¿Qué has visto?
    ELROND: He escudriñado tu futuro y en el hay muerte.
    ARWEN: Pero también hay vida. ¡Has visto que había un niño! ¡Has visto a mi hijo!
    ELROND: El futuro se está agotando.
    ARWEN: Pero aún es nuestro.
    ELROND: Nada es seguro.
    ARWEN: Hay varias cosas que lo son. Si le abandono ahora, me arrepentiré eternamente. Es la hora.
   
ARWEN:
    De las cenizas despertará el fuego.
    La luz brotará de la sombra.
    Forjada será de nuevo la espada de sus pedazos.
    El destronado retornará para ser rey.
   
ARWEN: Forja la espada de nuevo. Ada
    ELROND: Tienes las manos frías. La vida de los Eldar te abandona.
    ARWEN: Fue mi elección. Ada, con o sin tu consentimiento, no habrá barco capaz de alejarme de aquí.
   
GANDALF: Acabamos de entrar en la tierra de Gondor,
   
GANDALF: Minas Tirith. Ciudad de reyes.
   
GANDALF: ¡Abrid paso!
   
PIPPIN: Es el árbol. ¡Gandalf! ¡Gandalf!
    GANDALF: Si, el Árbol Blanco de Gondor. El Árbol del Rey. El Señor Denethor, no obstante, hace las veces de rey. Es solo su senescal, un administrador del trono. Ahora atiende. El Señor Denethor es padre de Boromir, darle la noticia de la muerte de su hijo amado sería más que imprudente. No menciones a Frodo, ni al Anillo. Y, ni una palabra de Aragorn… Digo más, mejor no abras esa boca, Peregin Tuk.
   
GANDALF: ¡Salve Denethor, hijo de Ecthelion, Señor y Senescal de Gondor!… ¡Traigo nuevas en esta hora sombrías, y también consejo!
    DENETHOR: Tal vez vengas a explicarme esto. Tal vez tu llegada me aclare por qué mi hijo ha muerto
    PIPPIN: Boromir murió por salvarnos, a mi gente y a mi. Cayó defendiéndonos de innumerables enemigos.
    GANDALF: ¡Pippin!
    PIPPIN: Os ofrezco mi servicio, por pobre que sea, en pago de esa deuda.
    GANDALF: ¡Levanta! Mi Señor, habrá tiempo para dolerse por Boromir, pero no ahora. La guerra es inminente. ¡El enemigo está a vuestras puertas1 ¡Como Senescal debéis defender esta ciudad! ¿Dónde están los ejércitos de Gondor? Aún contáis con amigos, no estáis solo en esta contienda. Avisad a Théoden de Rohan, encended las almenaras.
    DENETHOR: Te creer sabio, Mithrandir, y entre tanta sutileza no hay sabiduría. ¿Crees que los ojos de la Torre Blanca no ven nada? He visto más de lo que sabes. Con tu mano siniestra me usaría como escudo frente a Mordor mientras tu diestra intentaría suplantarme. Se quién cabalga con Théoden de Rohan. ¡Ah si! A llegado a mis oídos ese tal Aragorn hijo de Arathorn, y te digo desde ahora que no rendiré pleitesía a ese montaraz del norte, el último de un linaje hace tiempo privado de su señorío.
    GANDALF: No te ha sido otorgada la autoridad de negar el retorno del Rey, Senescal
    DENETHOR: ¡El gobierno de Gondor es mío, y de nadie más!
    GANDALF: Ven.
   
PIPPIN: Imagino que esta es una mera cuestión ceremonial. Quiero decir que, no creo que esperen que entre en batalla. ¿O sí?
    GANDALF: Estás al servicio del Senescal, ahora. Harás lo que se te diga, Peregrin Tuk, Guardián de la Ciudadela.
    PIPPIN: Cuanto silencio.
    GANDALF: Es la calma que precede a la tempestad.
    PIPPIN: No quiero luchar en una batalla, pero estar al borde de una de la cual no puedo escapar es aún peor. ¿Hay alguna esperanza, Gandalf, para Frodo y Sam?
    GANDALF: Nunca ha habido demasiada… tan solo la de un necio. Nuestro Enemigo está listo, con todo su poder reunido. No solo Orcos, si no hombres también, legiones de Haradrim del sur, mercenarios de la costa…
   
CORSARIO: ¡Vamos!
   
GANDALF: … Todos acudirán a la llamada de Mordor. Será el fin del Gondor que conocemos. Aquí el mazazo será más contundente. Si toman el río, si la guarnición de Osgiliath cae, la última defensa de esta ciudad habrá caído.
    PIPPIN: Pero tenemos al Mago Blanco; eso contará algo, verdad.¿Gandalf?
    GANDALF: Sauron está por revelar aún a su más letal siervo. El que acaudilla a los ejércitos de Mordor en la guerra. Aquél de quien se dice que ningún hombre vivo puede matar. El Rey Brujo de Angmar. Tu ya le conoces. Hirió a Frodo en la cima de los Vientos. El Señor de los Nazgûl, el más grande de los Nueve. Minas Morgul es su guarida.
   
SMÉAGOL: La Ciudad Muerta.. Repugnante paraje repleto de… enemigos. ¡Rápido! ¡prisa! ¡Nos van a ver! ¡nos verán! Venid, subid aquí. ¡Mirad!, la he encontrado, la entrada a Mordor, la escalera secreta. ¡Subid!
    FRODO: ¡Ahhh! ¡Aaah!
    SAM: ¡No! ¡Señor Frodo!
    SMÉAGOL: ¡Por ahí no! ¡Aah! ¿Pero qué hace?
    SAM: ¡No!
    FRODO: Me están llamando…
    SMÉAGOL: ¡No!¡Esconder! ¡Esconder!
    FRODO: Me quema su acero ¡Aaagh!
   
GANDALF: Y al fin, llegó la hora. La gran batalla de nuestro tiempo.
   
SMÉAGOL: Seguidme Hobbits, subir, hay que subir ya.
   
GANDALF: El tablero está listo. Las piezas se mueven.
   
GANDALF: Estimado Peregrin Tuk, hay una misión que cumplir. Otra oportunidad para un Mediano de demostrar su gran valor. No debes fallarme
   
GOTHMOG: ¡Silencio!
   
FARAMIR: ¡Al río! ¡Rápido, vamos!
    GONDORIANOS: ¡Vamos! ¡Vamos!
   
GOTHMOG: ¡Más rápido! ¡Desenvainad!
   
GANDALF: Amon Dîn…
    GONDORIANO: ¡La almenara! ¡La almenara de Amon Dîn arde!
    GANDALF: La llama de la esperanza.
   
ARAGORN: ¡Las almenaras de Minas Tirith! ¡Las almenaras arden! ¡Gondor pide auxilio!
    THÉODEN: ¡Y Rohan responderá! ¡Convoca a los Rohirrim! Acampa al ejercito en el Sagrario. Tantos hombres como encuentres. Tienes dos días. El tercero cabalgaremos a Gondor… a la guerra.
    ÉOMER: En marcha, reúne a los hombres
    THÉODEN: Gamelin, recorre a prisa la Marca, alista a todo hombre capaz en el Sagrario.
    GAMELIN: ¡Si Señor!
   
ARAGORN: ¿Nos acompañas?
    ÉOWYN: Solo hasta el campamento. Es tradición que las mujeres de la corte despidan a los soldados. Los hombres han encontrado a su capitán. Te seguirán a la batalla, incluso a la muerte. Nos has traído esperanza.
   
THÉODEN: (v.o.) Así pues, será ante los muros de Minas Tirith donde la maldición de nuestro tiempo se habrá de decidir.
   
ÉOMER: ¡Llegada es la hora! ¡Jinetes de Rohan! ¡Os ata un juramento, dadle ahora cumplimiento. ¡Por el rey, y la tierra!
   
MADRIL: ¡Faramir! ¡La ciudad está perdida! ¡Son incontenibles!
    FARAMIR: Salid a campo abierto. Cabalgamos a Minas Tirith.
   
GONDORIANO: ¡Nazgûl!
    GONDORIANO: ¡A cubierto!
   
FARAMIR: ¡Replegaos! ¡Retirada a Minas Tirith! ¡Retirada!
   
GOTHMOG: ¡La edad de los Hombres termina! ¡El tiempo del Orco ha llegado!
   
GONDORIANO: ¡Poneos a cubierto, mi Señor!
    GONDORIANO: ¡El Jinete Blanco!
    GONDORIANO: ¡Tirad!
    GONDORIANO: ¡Abrid paso!
    FARAMIR: ¡Mithrandir! Rompieron nuestras defensas, han timado el puente y la ribera oeste. Batallones de Orcos cruzan el río.
   
GONDORIANO: ¡Tal y como el Señor Denethor predijo! ¡Tiempo ha que previó la maldición!
    GANDALF: Y aún así nada se ha hecho. ¿Faramir? El no es el primer Mediano con quien te has topado.
    FARAMIR: No…
    PIPPIN: ¿Has visto a Frodo y a Sam?
    GANDALF: ¿Dónde? ¿Cuándo?
    FARAMIR: En Ithilien, no hace ni dos días. Gandalf, siguieron la ruta del Valle de Morgul.
    GANDALF: Que lleva al paso de Cirith Ungol.
    PIPPIN: ¿Qué significa eso? ¿Tan malo es?
    GANDALF: Faramir, cuéntamelo todo.
   
SMÉAGOL: ¡Cuidado Amo! ¡Cuidado! Muy largo caer. Muy peligrosa la escalera. ¡Suba Amo¡
    GOLLUM: Venga a Sméagol…
    SAM: ¡Señor Frodo! ¡Aparta, tu! ¡No le toques!
    SMÉAGOL: ¿Por qué odia al pobre Sméagol? ¿Qué le ha hecho Sméagol a él, a ver? ¿Amo? Amo lleva carga muy pesada Sméagol sabe. Pesada, muy pesada.
    GOLLUM: El seboso no entiende. Sméagol cuida del Amo. El lo quiere… lo necesita, Sméagol lo lee en sus ojos. Muy pronto, el vendrá a pedírselo, ya verá. El seboso se lo arrancará del cuello en cuanto pueda.
   
REY BRUJO: Enviad a todas las legiones. No detengáis el ataque hasta que la ciudad haya sido tomada. ¡Aniquiladlos!
    GOTHMOG: Pero ¿y el Mago?
    REY BRUJO: Yo le someteré
   
GONDORIANO: ¿Y los jinetes de Théoden? ¿Llegará la tropa de Rohan? ¿Mithrandir?
    GANDALF: El coraje es la mejor defensa que tienes ahora.
   
PIPPIN: Juro ser fiel y prestar mi servicios a Gondor tanto en la paz como en la guerra, en la vida y en la muerte, a… a… a… a partir de este momento y, hasta que mi Señor me libere, o la muerte de lleve.
    DENETHOR: Y no lo he de olvidar, y he de recompensar lo recibido a cambio: fidelidad con amor, valor con honor, perjurio con venganza.
    No convendría tan a la ligera abandonar las defensas exteriores. Defensas que tu hermano dejara antaño intactas.
    FARAMIR: ¿Qué consejo me dais?
    DENETHOR: Yo no cedería el río en el Pelennor y el Fuerte. Osgiliath debe retomarse.
    FARAMIR: Mi Señor, Osgiliath está invadida.
    DENETHOR: Mucho debe arriesgarse en la guerra. ¿Queda algún capitán con coraje para cumplir la voluntad de su señor?
    FARAMIR: Hubierais deseado que se cambiaran las tornas, que yo cayera y Boromir viviese.
    DENETHOR: Si, sin duda alguna.
    FARAMIR: Ya que perdisteis a Boromir, intentaré hacerlo en su lugar. Si regresara, consideradme mejor.
    DENETHOR: Eso dependerá del modo en que regreses.
   
SAM: ¿Qué estás tramando? ¿Intentabas huir?
    SMÉAGOL: ¿hu.. huir? ¿huiiir? Hobbit seboso siempre tan amable. Sméagol muestra caminos secretos que nadie encontraría, ¡y dice huir! ¿huiiir? Muy agradecido, ¡oh si mi tesoro!, muy agradecido, muy agradecido.
    SAM: ¡Está bien! es que me has sobresaltado ¿Qué estabas haciendo?
    SMÉAGOL: ¡Huiiir!
    SAM: ¡Vale!, no he dicho nada. Siento despertarle, Señor Frodo, tenemos que podernos en marcha.
    FRODO: Aún está oscuro.
    SAM: Aquí siempre está oscuro. ¡Oh no! ¡El pan élfico!
    FRODO: ¿Qué? ¡Es todo lo que tenemos!
    SAM: Ha sido él, lo comió él
    SMÉAGOL: ¿ Sméagol? No, no, no el pobre Sméagol. ¡Sméagol odia repugnante pan élfico!
    SAM: ¡Sucio embustero! ¿qué has hecho con él?
    FRODO: Él lo detesta. No puede haber sido él
    SMÉAGOL: ¡Mire! ¿qué es esto? ¡Ohhh! Hay migajas en su ropa. ¡Ha sido él! ¡Él lo cogió! Yo lo vi, siempre llena la boca cuando Amo ni mira.
    SAM: ¡Eso es mentira! ¡Apestoso, sucio, embustero!
    FRODO: ¡Sam! ¡Ya vasta! ¡Sam!
    SAM: ¡Yo le mato!
    FRODO: ¡Sam no!
    SAM: Lo siento, no pensé llegar tan lejos. Me puse tan… tan furioso. Venga, ahora a descansar un poco.
    FRODO: Yo estoy bien.
    SAM: No, no está bien, está agotado. Es ese Gollum, es por este lugar, es ese Anillo que lleva al cuello. Yo podría ayudarle, podría llevarlo un rato… (llevarlo un rato)… yo podría ayudarle… y compartir la carga.
    FRODO: ¡Déjame!
    SAM: ¡No quiero quedármelo!… Es solo por ayudar.
    GOLLUM: ¿Ve? ¿ve?, lo quiera para él.
    SAM: ¡Cierra la boca, tu! ¡Lárgate! ¡Largo de aquí!
    FRODO: No Sam, eres tu. Lo siento Sam.
    SAM: Pero miente. Le ha envenenado contra mi.
    FRODO: Ya no puedes ayudarme.
    SAM: No habla en serio.
    FRODO: Vete a casa.
   
GANDALF: ¡Faramir! ¡Faramir! La voluntad de tu padre se ha tornado en demencia. No malgastes tu vida sin reflexionar.
    FARAMIR: ¿A quién debo lealtad sino a él?
    GANDALF: Tu padre te quiere, Faramir, tarde o temprano lo recordará.
   
DENETHOR: ¿Sabes cantar, Maese Hobbit?
    PIPPIN: Pues… si, o eso es lo que dice mi gente. Pero no tenemos canciones para grandes palacios en tiempos oscuros.
    DENETHOR: ¿Porqué no iban a ser apropiadas para mi palacio? Venga, cántame algo.
    PIPPIN:
    Un mundo hay, desde aquí hasta mi hogar
    y hay tantas sendas por andar.
    La sombra la noche traerá
    y las estrellas la prenderán.
    Niebla y sombra, triste anochecer
    pasarán, yo seguro lo he de ver.
   
ORCOS: ¡Marchad! ¡Marchad! ¡Marchad! ¡Marchad!
   
ROHIRRIM: ¡Dejad paso al rey! ¡Abrid paso!
    ROHIRRIM: ¡Nuestro rey ha llegado!
    ROHIRRIM: ¡Mi Señor!
    ROHIRRIM: ¡Salve nuestro Señor!
    THÉODEN: Grimbold, ¿hay muchos?
    GRIMBOLD: Unos quinientos hombres del Folde Oeste, mi Señor.
    ROHIRRIM: Y trescientos más de la Frontera de los Pantanos, Rey Théoden
    THÉODEN: ¿Y los jinetes del Nevado?
    ROHIRRIM: Ninguno ha llegado, Mi Señor.
   
THÉODEN: Seis mil lanceros, ni la mitad de lo esperado.
    ARAGORN: Seis mil no bastarán para romper las líneas de Mordor.
    THÉODEN: Vendrán más.
    ARAGORN: Cada hora acerca la derrota de Gondor. Cuando amanezca habrá que partir.
   
LEGOLAS: Los caballos se inquietan, y los hombres callan.
    ÉOMER: Les trastorna la sombra de la montaña.
    GIMLI: Esa senda de ahí ¿ha donde conduce?
    LEGOLAS: ¿La ruta del Bosque Sombrío?, a la Puerta Bajo la Montaña.
    ÉOMER: Nadie que se haya aventurado ha vuelto. Esa montaña es el mal.
    GIMLI: ¡Aragorn!. Comamos algo.
   
ÉOWYN: ¡Así! Un auténtico Escudero de Rohan.
    MERRY: ¡Estoy listo! ¡Lo siento! Con esta no hay riesgo. Ni siquiera está afilada.
    ÉOWYN: Pues eso no está bien, no matarás muchos Orcos con una hoja mellada. ¡Vamos! ¡Venga, a la herrería, corre!
    ÉOMER: No deberías animarle.
    ÉOWYN: Ni tu dudar de él
    ÉOMER: No dudo de su corazón, solo de su largo brazo.
    ÉOMER: ¿Por qué Merry iba a apartarse? Tiene las mismas ganas que pelear que tú. ¿Por qué no ha de luchar por los que quiere?
   
ARWEN: (v.o.) Elijo una vida mortal. Ojalá le hubiera visto… una última vez.
   
ROHIRRIM: ¿Señor? El rey Théoden le espera, Mi Señor.
   
THÉODEN: Os dejo solos.
    ARAGORN: Mi Señor Elrond.
    ELROND: He venido en nombre de un ser muy querido. Arwen se muere. No logrará sobrevivir al mal que se propaga en Mordor. El brillo de la Estrella de la Tarde se apaga. Tanto como el poder de Sauron crece mengua su fuerza. La vida de Arwen está ligada ahora al destino del Anillo. La sombra se cierne sobre nosotros, Aragorn, el fin ha llegado.
    ARAGORN: Será su fin, no el nuestro.
    ELROND: Cabalgas a la guerra, pero no a la victoria. Sauron ha enviado sus tropas a Minas Tirith, ya lo sabes, pero en secreto tiene otro regimiento que cargará desde el río. Una flota de barcos corsarios navega desde el sur, llegarán a la ciudad dentro de dos días. Sois tan pocos, Aragorn, necesitáis más hombres.
    ARAGORN: Ya no quedan.
    ELROND: Quedan aquellos que moran en la montaña.
    ARAGORN: Malhechores, traidores, ¿los llamarías para luchar? ¡No respetan nada! ¡No responden ante nadie!
    ELROND: ¡Responderán ante el rey de Gondor! Andúril, la Llama del Oeste, forjada de los fragmentos de Narsil
    ARAGORN: Sauron no habrá olvidado la espada de Elendil. La que fue quebrada retornará a Minas Tirith.
    ELROND: El hombre que la empuñe con poder logrará mandar una tropa más letal que cualquiera que oye la tierra. Olvida al montaraz, ocupa el lugar que te corresponde, entra en el Bosque Sombrío.
    Onen i-Estel Edain…(Di esperanza a los dunedaim)
    ARAGORN: Ú-chebin estel anim. (Di la esperanza, pero no me quede con ninguna)

Guion LAS DOS TORRES VERSION EXTENDIDA

LAS DOS TORRES VERSION EXTENDIDA

    FRODO: ¡Gandalf!
    GANDALF: ¡No puedes pasar!
    FRODO: ¡Gandalf!
    GANDALF: Soy siervo del Fuego Secreto, administrador de la Llama de Anor. ¡Atrás!
    Regresa a la sombra.
    Tu fuego oscuro es en vano, ¡Llama de Udûn!
    GANDALF:¡No puedes pasar!
    BOROMIR: ¡No, No!
    FRODO: ¡Gandalf!
    GANDALF: Corred, insensatos.
    FRODO: ¡Noooo!
   
FRODO: ¡Gandalf!
    SAM: ¿Qué pasa, señor Frodo?
    FRODO: Nada. Sólo un sueño.
   
SAM: ¿Puede ver el fondo?
    FRODO: No. No mires hacia abajo. Sigue descendiendo.
    SAM: ¡Coja eso! ¡cójalo, señor Frodo!
    ¡Señor Frodo!
    FRODO: ¡Creo que he encontrado el fondo!
    SAM: Ciénagas, soga y a saber qué más. No es natural. Nada de esto.
    FRODO: ¿Qué hay dentro?
    SAM: Nada, un poco de aderezo, por si un día podemos asar un pollo o algo parecido.
    FRODO: ¿Asar un pollo?
    SAM: Nunca se sabe.
    FRODO: Sam. Mi querido Sam.
    SAM: Es muy especial. La mejor sal de la Comarca.
    FRODO: Es especial. Una pizca de hogar.
    Si dejamos esto aquí podrían seguirnos.
    SAM: ¿Quién va a seguirnos hasta aquí abajo, señor Frodo? Lástima claro, la Dama Galadriel me la regaló. Auténtica soga élfica. No hay nada que hacer, es uno de mis nudos, no se suelta ni queriendo.
    FRODO: Auténtica soga élfica.
   
SAM: Mordor, el único lugar de la Tierra Media que no queremos ni ver, el mismo al que intentamos ir, y al que no podemos llegar. Aceptémoslo señor Frodo, estamos perdidos. No creo que Gandalf quisiera pasar por aquí.
    FRODO: No quiso muchas cosas de las que han pasado Sam, pero ha sido así.

    SAM: ¿Señor Frodo? Es el Anillo, ¿no?
    FRODO: Cada vez pesa más.

    ¿Qué comida nos queda?
    SAM: Déjeme ver, oh sí, ¡qué rico! Tenemos lembas… y aquí, más pan del camino.
    No es que aprecie la comida forastera, pero este pan élfico no está mal.
    FRODO: Nada ensombrece tu ánimo, ¿cierto Sam?
    SAM: Quizá esas nubes negras.
   
SAM: Esto me resulta extrañamente familiar.
    FRODO: Porque ya hemos pasado por aquí. Estamos dando vueltas.
    SAM: Agg, qué peste insoportable, juraría que hay un cenagal por aquí, ¿no lo huele?
    FRODO: Sí, lo huelo. No estamos solos.
   
GOLLUM: Los ladrones, los ladrones, sucios medianos ladrones, ¿dónde está? ¿Dónde está? Nos lo robaron, mi tesssoro, malditos ellos, los odiamos, es nuestro, sí, y lo queremos.
   
FRODO: Ésta es Dardo, ya la has visto antes, ¿me equivoco, Gollum? Suéltale o te corto el cuello.
   
GOLLUM: ¡Quema! ¡Nos quema! ¡Nos da frío! ¡Me ahogo! Soga de inmundos elfos. ¡Quitádnosla!
    SAM: ¡Cállate! No hay manera. ¡Hasta el ultimo orco de Mordor oirá este escándalo! Lo dejaremos amarrado aquí.
    GOLLUM: ¡No! Ellos nos matarán. Nos darán muerte.
    SAM: No te mereces otra cosa.
    FRODO: Es posible que merezca morir, pero ahora que le veo me inspira lástima.
    GOLLUM: Seremos buenos con ellos si ellos buenos con nosotros. Soltadnos, dejadnos. Juramos cumplir su voluntad, juramos… sí.
    FRODO: No hay promesa tuya en la que pueda confiar.
    GOLLUM: Juramos servir al amo del tesoro. Juraremos sobre el tessoro. ¡Gollum! ¡Gollum!
    FRODO: El Anillo es traicionero, te tomaremos la palabra.
    GOLLUM: Sí, sobre el tessoro, sobre el tessoro.
    SAM: ¡Yo no te creo! ¡Abajo! ¡Al suelo!
    FRODO: ¡Sam! ¡Sam!
    SAM: ¡Intenta engañarnos! Suelto nos estrangulará mientras dormimos.
    FRODO: ¿Conoces el camino a Mordor?
    GOLLUM: Sí.
    FRODO: Has estado allí, ¿verdad?
    GOLLUM: Sí.
    FRODO: Nos llevarás hasta la Puerta Negra.
   
GOLLUM: Hasta la puerta, a la puerta ordena el Amo, sí.
    No, no volveremos, no allí, no a Él. No pueden obligarnos. ¡Gollum! ¡Gollum!
    Pero juramos servir al amo del tesoro…
    No, ceniza y polvo y sed. Sólo hay fosos, fosos, fosos. Y orcos, orcos a millares y siempre gran Ojo vigilante. Vigilante. ¡Baaaah!
    SAM: ¡Eh, vuelve ahora mismo! ¡Vuelve aquí! ¿Lo ve? ¿Qué le dije? Ha huido el muy villano. Adiós a sus promesas.
    GOLLUM: Por aquí hobbits, ¡seguidme!
   
PIPPIN: Merry. Merry.
    GRISHNAKH: Llegáis tarde. Nuestro señor se impacienta. Reclama las ratas de la Comarca.
    UGLÚK: No acepto órdenes de orcos, gusano. Saruman tendrá su presa. Los entregaremos a tiempo.
   
PIPPIN: Merry, ¡Merry despierta!
    ¡Necesita agua! ¡Mi amigo está enfermo! ¡Por favor!
    UGLÚK: ¿Enfermo dices? Dadle de nuestra medicina, muchachos.
    PIPPIN: ¡Basta!
    UGLÚK: ¡No sabe tragar!
    PIPPIN: ¡Dejadle en paz!
    UGLÚK: ¿Por qué?
    ¿Tú también quieres? ¿Eh? Entonces mantén la boca cerrada.
    PIPPIN: Merry.
    MERRY: Hola Pip.
    PIPPIN: ¿Estás herido?
    MERRY: Estoy bien, estaba fingiendo.
    PIPPIN: ¿Fingiendo?
    MERRY ¿Ves? Tú también has caído. No te preocupes por mí Pippin.
   
MAUHÚR: ¿Qué es? ¿Qué hueles?
    UGLÚK: Carne humana.
    MAUHÚR: Nos siguen el rastro,
    PIPPIN: Aragorn.
    MAUHÚR: ¡Paso ligero!
   
ARAGORN: Aprietan el paso. Habrán captado nuestro olor. ¡Aprisa!
    LEGOLAS: ¡Ánimo Gimli!
    GIMLI: Tres días persiguiéndolos, sin comida, sin descanso, y ni rastro de la presa salvo vagas huellas en roca viva.
   
ARAGORN: Las hojas de Lórien no caen sin razón.
    LEGOLAS: Podrían seguir con vida.
    ARAGORN: A menos de un día de nosotros, ¡vamos!
    LEGOLAS: Vamos Gimli, estamos ganando terreno.
    GIMLI: Soy un negado a campo traviesa, los enanos somos veloces en el llano, muy peligrosos en las distancias cortas.
   
ARAGORN: Rohan, hogar de los caballeros jinetes. Algo muy extraño hay en esto. Algo malvado espolea a estas criaturas y juega en nuestra contra.
    Legolas, ¿qué ven tus ojos de elfo?
    LEGOLAS: El rastro vira rumbo noreste. ¡Llevan a los hobbits a Isengard!
    ARAGORN: Saruman.
   
SARUMAN: El mundo cambia. ¿Quién tendrá ahora la fuerza de hacer frente a los ejércitos de Isengard y Mordor? ¿De rebelarse al poder de Sauron y Saruman y la unión entre las dos torres? Unidos, mi señor Sauron, seremos reyes de la Tierra Media.
   
El viejo mundo se consumirá en los fuegos de la industria. Los bosques morirán. Un nuevo orden surgirá, seremos adalides de una máquina de guerra a espada, lanza y puño de hierro de orco.
   
¡Los quiero armados y listos para marchar en dos semanas!
    ORCO: Pero mi señor, ¡son demasiados! No habrá tiempo, no disponemos de los medios.
    SARUMAN: Levanta un dique, detén el arroyo, trabajad los hornos día y noche.
    ORCO: No hay leña suficiente para los fuegos.
    SARUMAN: El bosque de Fangorn llega a nuestro umbral. Quemadlo.
    ORCO: Sí.
   
DUNLEDINO: Lucharemos por vos.
    SARUMAN: Júralo.
    DUNLEDINO: ¡Nuestras muertes serán por Saruman!
   
¡Los jinetes os arrebataron las tierras! Han confinado a vuestro pueblo a unas colinas, para malvivir de la roca desnuda.
    SALVAJES: ¡Ladrones!
    SARUMAN: Recuperad las tierras que os robaron. ¡Incendiad sus aldeas!
    SALVAJES: ¡A ellos!
    SARUMAN: Tan sólo hay que aniquilar a aquéllos que se nos oponen.
    Comenzad por Rohan. Demasiado tiempo se os han opuesto sus aldeanos, pero nunca más.
   
MUJER: ¡Éothain! ¡Éothain! Lleva a tu hermana. Iréis más rápidos los dos solos.
    FREDA: Padre dice que Éothain no debe montar a Garold: es muy grande para él.
    MUJER: Escúchame, debes llegar a Edoras y dar la alarma, ¿me has comprendido?
    ÉOTHAIN: Sí, madre.
    FREDA: Yo no quiero ir. No quiero, mamá.
    MUJER: Freda, después nos veremos allí.
    ¡Rápido! Corred, hijos.
   
SARUMAN: Rohan, mi señor, está lista para capitular.
   
ÉOMER: Théodred. ¡Buscad al hijo del Rey!
    ROHIR: Mordor pagará por esto.
    ÉOMER: No son orcos de Mordor.
    ROHIR2: ¡Mi señor Éomer, aquí!
    ÉOMER: Sigue con vida.
   
ÉOWYN: Théodred.
   
Vuestro hijo está malherido, mi señor.
    ÉOMER: Fue emboscado, por unos orcos. Si no defendemos nuestra tierra, Saruman la tomará por la fuerza.
    GRÍMA: Eso es mentira. Saruman el Blanco ha sido siempre nuestro amigo y aliado.
    THÉODEN: Grima… mi hijo… Gríma.
    ÉOMER: Los orcos campan a voluntad por nuestras tierras, impunes, sin oposición, matando a placer. Con el emblema de la mano blanca de Saruman.
    GRÍMA: ¿Por qué cargas tus tormentos a una mente ya atormentada? ¿No te das cuenta? Tu tío esta hastiado de tu malcontento, de tu belicismo.
    ÉOMER: ¿De mi belicismo? ¿Cuánto hace que Saruman te compró? ¿Cuál fue el precio convenido, Grima? Cuando no queden hombres, ¿tendrás tu parte del tesoro?
    Basta de observar a mi hermana. Ya basta de vigilar sus pasos.
    GRÍMA: Tú ves mucho Éomer, hijo de Éomund. Demasiado. Desde ahora quedas desterrado del reino de Rohan, bajo pena de muerte.
   
ÉOMER: ¡Careces de autoridad aquí! ¡Tus órdenes no valen nada!
    GRÍMA: Esta orden no procede de mí. Procede del rey. La firmó esta mañana.
   
GIMLI: Respirar. Ésa es la clave, respirar.
    LEGOLAS: Corren como si escaparan de los latigazos de su amo.
   
ORCO: No daremos un paso más si no tenemos un respiro.
    UGLÚK: ¡Enciende una hoguera!
    PIPPIN: ¡Merry! ¡Merry!
    MERRY: Creo que cometimos un error saliendo de La Comarca, Pippin.
    PIPPIN: ¿De dónde viene ese ruido?
    MERRY: Son los árboles.
    PIPPIN: ¿Qué?
    MERRY: ¿Te acuerdas del Bosque Viejo, donde acaban los Gamos? Cuenta la tradición que algo en el agua los empujaba a crecer altos, y a cobrar vida
    PIPPIN: ¿Vida?
    MERRY: Árboles que susurran, hablan entre ellos y pueden moverse.
    UGLÚK: Estoy hambriento, hace días que me alimento de pan lleno de asquerosos gusanos.
    ORCO: ¡Eso! ¿Por qué no comemos carne? Su carne es tan tierna…
    UGLÚK: ¡No están aquí para saciarte!
    GRISHNAKH: ¿Sus piernas, quizás? No las necesitan! Oh, parecen tan tiernas.
    UGLÚK: ¡Apártate, escoria!
    Los prisioneros llegaran a Saruman vivos y de una pieza.
    GRISHNAKH: ¿Vivos? ¿Por qué vivos? ¿Dan buena recompensa?
    UGLÚK: Portan un objeto, un arma élfica. El señor la quiere para la guerra.
   
PIPPIN: Creen q tenemos el anillo.
    MERRY: Sshh, en cuanto descubran que no, estamos muertos.
   
ORCO: Sólo un bocadito. ¡Un pedacito de costillar!
    UGLÚK: ¡Vuelve a haber carne en el menú, muchachos!
    MERRY: Pippin. ¡Huyamos!
   
GRISHNAKH: Adelante, pedid auxilio. Gritad, no hay nadie que os salve ahora.
   
MERRY: ¡Pippin!
   
LEGOLAS: El sol se alza rojo, se ha vertido sangre esta noche.
   
ARAGORN: ¡Jinetes de Rohan! ¡¿Que nuevas tenéis de la Marca?!
    ÉOMER: ¿Que asuntos traen a un elfo, un hombre y un enano a La Marca? ¡Explicaos!
    GIMLI: Dadme vuestro nombre, caballero, y os daré el mío.
    ÉOMER: Enano, te rebanaría la cabeza si se alzara un poco más del suelo.
    LEGOLAS: ¡Estarías muerto antes de tocarle!
    ARAGORN: Soy Aragorn, hijo de Arathorn; él es Gimli, hijo de Gloin y él Legolas, del reino de los bosques. Somos amigos de Rohan y de Théoden, tu rey.
    ÉOMER: Théoden no distingue ya amigo de enemigo, ni siquiera a los de su sangre. Saruman ha envenenado la mente del rey y reclama la soberanía de estas tierras. Mi compañía son los leales a Rohan y por eso sufrimos destierro. El mago blanco es ladino, vaga aquí y allá según cuentan, como un anciano encapuchado, y por doquier sus espías escapan a nuestras redes.
    ARAGORN: No somos espías. Seguimos a una partida de uruk-hai por el llano rumbo este.
    Tienen cautivos a dos amigos nuestros.
    ÉOMER: Los uruks ya no existen, los abatimos durante la noche.
    GIMLI: ¡Pero había dos hobbits! ¿No encontrásteis a dos hobbits con ellos?
    ARAGORN: Son muy pequeños, como niños a nuestros ojos.
    ÉOMER: No quedó alma con vida. Apilamos los cadáveres y los quemamos.
    GIMLI: Muertos.
    ÉOMER: Lo lamento. ¡Hasufel, Arod! Que estos caballos os traigan mejor fortuna que a sus antiguos amos. ¡Adiós! Buscad a vuestros amigos, pero renunciad a toda esperanza. Ésta ha abandonado esas tierras. ¡Rumbo al norte!
   
GIMLI: Es uno de sus pequeños cintos.
    LEGOLAS: Hiro hyn hîdh ab’wanath (Encuentra la paz después de la muerte)
    GIMLI: Les hemos fallado.
    ARAGORN: Un hobbit yació aquí y otro aquí. Gatearon. Estaban maniatados. Cortaron sus ataduras. Corrieron por aquí. Aquí los persiguieron.
   
MERRY: ¡El cinto! ¡Corre!
   
ARAGORN: Las huellas se alejan de la batalla. Hacia el bosque de Fangorn.
    GIMLI: Fangorn… ¿Qué locura los ha llevado a entrar ahí?
   
PIPPIN: ¿Le hemos despistado?
    MERRY: Creo que sí.
    GRISHNAKH: Voy a sacaros vuestras inmundas entrañas. ¡Venid aquí!
    MERRY: ¡Árboles, a los árboles!
    MERRY: Se ha ido.
    PIPPIN: ¡Merry!
    GRISHNAKH: ¡Voy a hacerte pasto de los gusanos, basura!
    PIPPIN: ¡Corre, Merry!
   
BÁRBOL: Orcos enanos, hurrarrum.
    PIPPIN: Esta hablando, Merry. ¡Este árbol habla!
    BÁRBOL: ¿Árbol? No soy árbol, soy un Ent.
    MERRY: Un pastor de árboles, un pastor del bosque.
    PIPPIN: No hables con él, Merry. No le animes.
    BÁRBOL: Bárbol me llaman algunos.
    PIPPIN: ¿Y de qué lado estás?
    BÁRBOL: ¿Lado? No estoy del lado de nadie, porque nadie esta de mi lado, pequeño orco. A nadie preocupan ya los bosques.
    MERRY: No somos orcos, somos hobbits.
    BÁRBOL: ¿Hobbits? No sabía de la existencia de hobbits. A malvado orco me suena más bien. Vienen con fuego, vienen con hachas, talan, queman, arrancan, cortan, calcinan… Destructores, usurpadores… Mal rayo les parta.
    MERRY: No lo entiendes, somos hobbits, medianos. De la Comarca.
    BÁRBOL: Tal vez sí y tal vez no. El mago blanco sabrá.
    PIPPIN: ¡El mago blanco!
    MERRY: ¡Saruman!
   
GOLLUM: ¿Ve? ¿ve? Los hemos sacado. Prisa, hobbits, prisa. Suerte que les encontramos. Buen hobbit.
   
SAM: ¡Oh! Es una ciénaga. ¡Nos ha metido en un cenagal!
    GOLLUM: Cenagal, sí, sí. Venga amo, os llevaremos por sendas seguras a través de la niebla. Vengan, hobbits, vengan. Iremos deprisa. Yo lo encontré, sí. El paso de la ciénaga. Orcos no conocen, orcos no conocen. Darán rodeos, millas y millas. Vamos, deprisa. Livianos y ligeros como la niebla debemos ser.
   
SAM: Odio este lugar. Demasiado tranquilo. Ni un sólo canto de pájaro en dos días.
    GOLLUM: No, no pájaros que comer, no crujientes pajarillos. Estamos hambrientos, sí. Hambrientos estamos, oh tesoro.
    FRODO: Toma.
    GOLLUM: ¿Qué come? ¿Está rico? ¡Puajjj! ¡Intenta ahogarnos, nos ahoga la comida hobbit, moriremos de inanición!
    SAM: Pues muérete, a ver si hay suerte.
    GOLLUM: ¡Oh, cruel hobbit! Trae sin cuidado que tengamos hambre. No importa que muramos, no como el Amo. El Amo se preocupa, el Amo sabe, sí, tesoro.
    Cuando se apodera de ti, ya nunca te suelta.
    FRODO: ¡No me toques!
   
SAM: ¡Hay muertos! ¡Caras de muertos en el agua!
    GOLLUM: Todos muertos. Todos putrefactos, elfos, hombres y orcos. Hace mucho, gran batalla en la Ciénaga de los Muertos. Sí, sí, ese es su nombre. Por aquí. No seguir luces. ¡Cuidado ahora! O los hobbits se hundirán para unirse a los muertos y se convertirán en diminutos cirios.
   
SAM: ¡Frodo!
   
FRODO: ¿Gollum?
    G0LLUM: No seguir las luces.
    FRODO: ¡Gollum!
    SAM: Señor Frodo, ¿está bien?
   
GOLLUM: Tan brillante… tan preciosso… Oh, tessoro…
    FRODO: ¿Qué has dicho?
    GOLLUM: Amo debería descansar. Amo necesita recuperar fuerzas.
    FRODO: ¿Quién eres tú?
    GOLLUM: No nos pregunten, no le importa. ¡Gollum! ¡Gollum!
    FRODO: Gandalf me dijo que eras un habitante del río.
    GOLLUM: Frías las manos y el corazón del viajero alejado de su región.
    FRODO: Dijo que tu vida es una triste historia.
    GOLLUM: No pueden seguir la vereda con el sol escondido y la luna muerta.
    FRODO: No fuiste muy distinto a un hobbit un día, ¿verdad, Sméagol?
    GOLLUM: ¿Cómo me ha llamado?
    FRODO: Una vez fue tu nombre, ¿no es cierto? Hace mucho tiempo.
    GOLLUM: Mi nombre, mi nombre. Sss… Sss… Sméagol.
    SAM: ¡Jinetes Negros!
    GOLLUM: ¡Esconder! ¡Esconder! ¡Esconder!
    SAM: ¡Vamos, Frodo! Vamos!
    GOLLUM: Rápido. ¡Les van a ver! ¡Los verán!
    SAM: ¿No estaban muertos?
    GOLLUM: ¿Muertos? No, matarlos no puedes, no.
    Espectros, espectros alados. Lo están buscando, el tessoro, lo están buscando.
    SAM: Señor Frodo, estoy a su lado, estoy aquí.
    GOLLUM: Rápido, hobbits. La Puerta Negra está muy cerca.
   
GIMLI: Sangre de orco.
    ARAGORN: Qué extrañas huellas.
    GIMLI: El aire esta tan cargado aquí.
    LEGOLAS: Este bosque es viejo, muy viejo, colmado de recuerdos… y de cólera. Los árboles hablan unos con otros.
    ARAGORN: Gimli, baja el hacha.
    LEGOLAS: Tienen sentimientos, amigo. Los elfos se los dieron. Despertaron a los árboles, les enseñaron a hablar.
    GIMLI: Árboles parlantes. ¿De qué hablaran los árboles? Excepto de la consistencia de los excrementos de ardilla.
   
LEGOLAS: Aragorn, nad no ednas (algo se mueve ahí)
    ARAGORN: Man cenich? (¿Qué ves?)
    LEGOLAS: El mago blanco no anda muy lejos.
    ARAGORN: No le dejéis hablar o nos embrujará.
    Debemos ser rápidos.
    GANDALF: Estáis siguiendo el rastro de dos pequeños hobbits.
    ARAGORN: ¿Donde están?
    GANDALF: Pasaron por aquí, antes de ayer. Se encontraron con alguien que no esperaban. ¿Eso te reconforta?
    ARAGORN: ¿Quién eres? ¡Muéstrate!
    No puede ser.
    LEGOLAS: Perdóname. Te confundí con Saruman.
    GANDALF: Soy Saruman. O como Saruman debía ser.
    ARAGORN: Tu caíste.
    GANDALF: Entre fuego y agua. Desde la abismal mazmorra hasta la más alta cumbre hice frente al Balrog de Morgoth.
    Hasta que al final abatí a mi enemigo y esparcí sus restos por la ladera de la montaña. La oscuridad me llevó y perdí la noción del tiempo. Las estrellas recorrían el firmamento y cada día era largo como una edad en la tierra. Pero no fue el fin. Sentí vida de nuevo en mí. Se me ha devuelto aquí para completar la tarea.
    ARAGORN: Gandalf.
    GANDALF: ¿Gandalf? Sí… así solían llamarme, Gandalf el Gris. Ese era mi nombre.
    GIMLI: Gandalf.
    GANDALF: Soy Gandalf el Blanco. Y en los albores de la tempestad vuelvo a vosotros.
    Una etapa de vuestro camino ha terminado, otra comienza. La guerra ha llegado a Rohan, debemos cabalgar a Edoras a galope tendido.
    GIMLI: ¿Edoras? No es distancia corta.
    ARAGORN: Rohan está en apuros. Su rey padece enfermedad.
    GANDALF: Sí, y no de fácil curación.
    GIMLI: Entonces, ¿hemos llegado tan lejos para nada? ¿Abandonaremos a esos pobres hobbits aquí? En este hórrido, oscuro, malsano, infestado…
    Quiero decir… adorable, ¿tan adorable bosque?
    GANDALF: No fue mera casualidad lo que trajo a Merry y a Pippin a Fangorn. Un gran poder ha dormitado aquí durante años incontables. La llegada de Merry y Pippin será la caída de los pequeños guijarros que dé paso al derrumbe de las montañas.
    ARAGORN: En algo no has cambiado, estimado amigo. Sigues hablando con enigmas
    GANDALF: Algo esta a punto de ocurrir; algo que no pasaba desde la Edad antigua. Los Ents despertarán y descubrirán su fortaleza.
    GIMLI: Fortaleza, eso está bien.
    GANDALF: Abandona tu desazón maestro Enano. Merry y Pippin están a salvo. De hecho, más seguros de lo que estaréis vosotros.
    GIMLI: Este nuevo Gandalf es más gruñón que el otro…
   
LEGOLAS: Es uno de los mearas, si mis ojos no me engañan por algún hechizo.
    GANDALF: Sombragrís, el señor de todos los caballos, que se ha enfrentado conmigo a múltiples peligros.
   
BÁRBOL: Oh fresno mío,
    te vi brillar,
    en un día estival,
    sobre tu cabeza,
    bermejo dorado,
    el de tu alta corona.
    Qué bellos versos…
    PIPPIN: ¿Aún falta mucho?
    BÁRBOL: Hurrarrum, no seas impaciente. Podría considerarse lejano, tal vez.
   
Mi hogar se esconde en lo profundo del bosque, junto a las raíces de la montaña. Le prometí a Gandalf que os mantendría a salvo y, a salvo estaréis donde os llevo.
    Creo que disfrutaréis este otro. Es una composición propia. Escuchad.
    Bajo la bóveda de dormidas hojas,
    los sueños de los árboles se desvelan,
    cuando las salas de la foresta
    son verdes y frescas,
    y el viento sopla del oeste.
    Regresa a mí, regresa a mí,
    y proclama que mi tierra es la mejor.
   
Dormid, pequeños habitantes de la Comarca. No reparéis en los ruidos de la noche. Dormid hasta la luz de la mañana, tengo quehacer en el bosque. Muchos han de ser llamados, tantos como deben acudir. La sombra se cierne sobre Fangorn. La desolación de todos los bosques.
   
GANDALF: La furtiva sombra que aviesa tiñe el este, adquiere forma. Sauron no sufrirá rival alguno. Desde la cúspide de Barad-dûr, su Ojo vigila sin tregua, pero no es tan poderoso, aún no es inmune al miedo. La duda le carcome, el rumor le ha llegado, el heredero de Númenor aún vive. Sauron te teme, Aragorn. Teme en lo que puedas convertirte. Por eso atacará sin reservas al mundo de los Hombres. Usará su marioneta Saruman para destruir Rohan. La guerra está próxima. Rohan debe defenderse solo, y ese es nuestro primer desafío; Rohan está débil y a punto de caer. El rey poseído, esclavizado, sirve ahora a Saruman. Su presa sobre Théoden es ahora muy poderosa. Sauron y Saruman tensan juntos el nudo. Pero contra todas sus argucias nos resta una ventaja. El anillo sigue oculto, y que no cejemos en destruirlo no ha sido concebido ni en sus más oscuros sueños. Es por eso que el arma del enemigo avanza hacia Mordor en manos de un hobbit, cada día mas cercano a los fuegos del Monte del Destino. Debemos confiar
    en Frodo. Todo depende de la presteza y el sigilo de su misión. No te pese haberle dejado a su suerte. Frodo debe cumplir su misión solo.
    ARAGORN: No está solo. Sam partió con él.
    GANDALF: ¿Si? ¿Es eso cierto? Bien. Sí, muy bien.
   
GOLLUM: La Puerta Negra de Mordor.
    SAM: Válgame el cielo. Mi viejo tío nos diría algunas cosillas si llegara a vernos.
    GOLLUM: Amo pide que le muestre el camino a Mordor y el buen Smeagol así hace, amo lo dijo.
    FRODO: Eso hice.
   
SAM: ¿Y ahora qué? No podemos cruzarla.
    ORIENTALES: ¡Za dashu snaku Zigur, Durbgu nazgshu, Durbgu dashshu! (¡Salve Sauron, Señor del Anillo, Señor de la Tierra!)
   
SAM: Atento. La puerta, se está abriendo. Veo un camino de bajada.
    FRODO: ¡Sam! ¡No!
    GOLLUM: ¡Amo!
   
FRODO: No tienes que venir conmigo Sam.
    SAM: Lo sé, señor Frodo. Dudo que estas capas élficas nos oculten ahí dentro.
    FRODO: ¡Ahora!
    GOLLUM: ¡No, amo! ¡No! Le cogerán, le cogerán. No se lo lleve a Él. Él busca mi tessoro, siempre lo esta buscando. El tessoro quiere volver a su sombra, pero hay que impedir que él lo posea.
    ¡No! Hay otro camino, más secreto, más oscuro.
    SAM: ¿Y por qué no nos lo habías dicho?
    GOLLUM: ¡Porque el amo no preguntó!
    SAM: Éste trama algo.
    FRODO: ¿Hay otra manera de entrar en Mordor?
    GOLLUM: Sí, hay un sendero y muchas escaleras y después un túnel.
    FRODO: Nos ha traído hasta aquí Sam
    SAM: Señor Frodo, no.
    FRODO: Ha cumplido su palabra.
    SAM: No.
    FRODO: Guíanos, Sméagol.
    GOLLUM: Buen Sméagol, ayuda siempre.
   
MERRY: ¿Hola? ¿Bárbol? ¿A dónde habrá ido?
    PIPPIN: Ayer tuve un sueño maravilloso. Soñé con un gran barril lleno de hierba para pipa. Y nos la fumábamos toda, y después tú enfermabas. ¡Ay! ¡Una calada de la del viejo Toby!
    MERRY: ¿Has oído eso? Ahí está otra vez. Algo pasa aquí, y no me gusta nada.
    ¡Acabas de hablar en lengua ent!
    PIPPIN: No, qué va. Me estaba estirando.
    MERRY: Eres más alto.
    PIPPIN: ¿Quién?
    MERRY: Tú.
    PIPPIN: ¿Que quién?
    MERRY: ¡Pues que yo!
    PIPPIN: Siempre he sido más alto que tú.
    MERRY: Pippin, todo el mundo sabe que yo soy el alto y tú el bajito.
    PIPPIN: Venga ya, Merry, ¿cuánto mides? ¿Un metro diez como mucho?
    Pues yo mido un metro trece.
    Uno dieciséis.
    MERRY: ¡Uno dieciséis! Algo has tramado.
    PIPPIN: ¡Merry no, no bebas! ¡Merry!
    MERRY: Quiero un poco.
    PIPPIN: No, Bárbol dijo… ¡Bárbol dijo que tú no debías beber!
    MERRY: Quiero un poco.
    PIPPIN: Dijo… ¡dijo que podría ser peligroso! ¡Devuélvemelo Merry! ¡Merry!
    ¿Qué está pasando? ¡La pierna!
    PIPPIN: ¡Merry! ¡Noo! ¡Socorro!
    BÁRBOL: ¡Detente! No deberías estar despierto. Come tierra. Cava hondo. Bebe agua. Ve a dormir. ¡Basta ya! Vamos, el bosque despierta. No es seguro.
   
Los árboles crecen salvajes y peligrosos, la ira campa en sus corazones, negros son sus pensamientos, fuerte su odio, os harán daño si pueden. Quedan pocos de los nuestros, demasiado pocos ents para someterlos.
    PIPPIN: ¿Por qué sois tan pocos cuando habéis vivido tanto? ¿Hay crías ent?
    BÁRBOL: Hurrarum. Ho ha habido vástagos de ent desde horribles tiempos inmemoriales.
    MERRY: ¿Y eso por qué?
    BÁRBOL: Perdimos a las Ent-Mujeres.
    PIPPIN: Oh, lo siento. ¿Cómo murieron?
    BÁRBOL: ¿Morir? No, las perdimos. Y ahora no podemos encontrarlas. Supongo que no habréis visto Ent-Mujeres en la Comarca…
    MERRY: Yo desde luego no. ¿Y tú Pip?
    PIPPIN: ¿Qué aspecto tienen?
    BÁRBOL: Ya no me acuerdo.
   
GANDALF: Edoras y el casillo dorado de Meduseld, hogar de Théoden rey de Rohan, cuya mente ahora se halla perturbada. El lazo con el que Saruman ata a Théoden es muy poderoso.
   
ÉOWYN: Mi señor. Vuestro hijo ha muerto, mi señor… Tío. ¿No iréis a verle? ¿No haréis nada?
   
GANDALF: Cuidad lo que decís, no esperéis ser bienvenidos.
   
GRÍMA: Oh, debe de haber muerto durante la noche. Qué tragedia para un rey perder a su único hijo y heredero. Entiendo que su marcha sea dura de aceptar, más aún ahora que tu hermano os ha abandonado.
    ÉOWYN: ¡Déjame sola, serpiente!
    GRÍMA: Pero si ya estás sola. ¿Quién sabe que habrás hablado con la oscuridad, en las amargas guardias nocturnas, cuando toda tu vida parece menguar, con los muros de tu aposento estrechando tu espacio, cercado animalillo en su madriguera? Tan bella, tan fría, como una pálida mañana de primavera cerrada al hielo invernal.
    ÉOWYN: Tu voz es un veneno.
   
GIMLI: Hay más alegría en un cementerio.
   
HÁMA: No puedo llevaros ante el rey Théoden armados, Gandalf el gris. Órdenes de Gríma, Lengua de Serpiente.
    GANDALF: Ya…
    HÁMA: La vara.
    GANDALF: No querrás privar de su apoyo a un anciano…
   
GRÍMA: Mi señor, Gandalf el Gris se presenta. Heraldo de infortunios.
    GANDALF: La cortesía de tu castillo ha disminuido últimamente, rey Théoden.
    GRÍMA: No es bienvenido.
    THÉODEN: ¿Por qué habría de darte la bienvenida, Gandalf, Cuervo de la Tempestad?
    GRÍMA: Una justa cuestión, mi rey.
    Tardía, es la hora, en que decide aparecer el conjurador, Lathspell te nombro, malas nuevas de un indeseado.
    GANDALF: ¡Silencio! Mantén tu lengua bífida tras tus colmillos. No he vencido al fuego y a la muerte para intercambiar falacias con un gusano sarnoso.
    GRÍMA: ¡La vara! ¡Os dije que le quitarais la vara!
    GANDALF: Théoden, hijo de Thengel, mucho has vivido en las sombras.
    GIMLI: Yo en tu lugar no me movería.
    GANDALF: ¡Escúchame! Del hechizo yo te libero.
    THÉODEN: ¡Ja, ja, ja! No tienes poder aquí Gandalf el Gris.
    Gandalf: Te sacaré, Saruman, como se saca al veneno de la mordedura.
    ARAGORN: Esperad.
    THÉODEN – SARUMAN: Si salgo, Théoden caerá.
    GANDALF: No me mataste, ni le matarás a él.
    SARUMAN: Rohan es mío.
    GANDALF: Sal de él.
   
THÉODEN: Reconozco tu rostro, Éowyn. Éowyn. ¿Gandalf?
    GANDALF: Vuelve a respirar aire libre, amigo.
    THÉODEN: Sombríos han sido mis últimos sueños.
    GANDALF: Vuestros dedos recordarían mejor su fuerza si empuñaran una espada.
   
GRÍMA: ¡Ah! Siempre he estado a vuestro servicio, mi señor.
    THÉODEN: ¡Tus malas artes me habrían postrado a cuatro patas como las bestias!
    GRÍMA: ¡No me alejéis de vos!
    ARAGORN: ¡No, mi señor! Dejadle ir. Ya lleva suficiente sangre en su cuenta.
    GRÍMA: ¡Apartad de mi camino!
    HÁMA: ¡Salve, rey Théoden!
    THÉODEN: ¿Dónde está Théodred? ¿Dónde está mi hijo?
   
ÉOWYN: Bealocwealm hafað fréone frecan forth onsended
    giedd sculon singan gléomenn sorgiende on Meduselde…
   
THÉODEN: Simbelmyne. Siempre ha crecido en las tumbas de mis antepasados. Ahora adornará la tumba de mi hijo. Tiempos aciagos me ha tocado vivir. Los jóvenes perecen, los ancianos se agostan. Lástima vivir para contemplar los últimos días de mi casa.
    GANDALF: La muerte de Théodred no ha sido obra tuya.
    THÉODEN: Ningún padre debería enterrar a sus hijos.
    GANDALF: Era fuerte en vida, su espíritu encontrará el camino a la casa de vuestros padres. Vuestro hogar.
    Westu hál. Ferðu, Théodred, Ferðu.

Guion: Las dos torres

LAS DOS TORRES

FRODO: ¡Gandalf!
    GANDALF: ¡¡No puedes pasar!!
    FRODO: ¡Gandalf!
    GANDALF: Soy siervo del fuego secreto, administrador de la llama de Anor. ¡Atrás!
    Regresa a la sombra.
    Tu fuego oscuro es en vano, ¡¡Llama de Udûn!!
    GANDALF: ¡No puedes pasar!
    BOROMIR: ¡¡No, No!!
    FRODO: ¡Gandaaalf!
    GANDALF: Corred, insensatos.
    FRODO: ¡Noooo!

    FRODO: ¡Gandalf!
    SAM: ¿Qué pasa, señor Frodo?
    FRODO: Nada. Solo un sueño.

    SAM: Mordor, el único lugar de la Tierra Media que no queremos ni ver, el mismo al que intentamos ir, y al que no podemos llegar. Aceptémoslo señor Frodo, estamos perdidos. No creo que Gandalf quisiera pasar por aquí.
    FRODO: No quiso muchas cosas de las que han pasado Sam, pero ha sido así.
    SAM: ¿Señor Frodo? Es el Anillo, ¿no?
    FRODO: Cada vez pesa más.
    ¿Qué comida nos queda?
    SAM: Déjeme ver, ¡oh sí!, ¡qué rico! Tenemos lembas… y aquí, más pan del camino.
    No es que aprecie la comida forastera, pero este pan élfico no esta mal.
    FRODO: Nada ensombrece tu ánimo, ¿cierto Sam?
    SAM: Quizá esas nubes negras.

    SAM: Esto me resulta extrañamente familiar.
    FRODO: Porque ya hemos pasado por aquí, ¡estamos dando vueltas!
    SAM: Arg, que peste insoportable, juraría que hay un cenagal por aquí, ¿no lo huele?
    FRODO: Sí, lo huelo. No estamos solos.
   

    GOLLUM: Los ladrones, los ladrones, sucios medianos ladrones, ¿donde está? ¿Donde está? Nos lo robaron, mi tesssoro, malditos ellos, los odiamos, es nuestro, sí, y lo queremos.
    FRODO: Ésta es Dardo, ya la has visto antes, me equivoco ¿Gollum? Suéltale o te corto el cuello.
   

    GOLLUM:¡Quema! ¡Nos quema! Nos da frío. ¡Me ahogo! Soga de inmundos elfos. ¡Quitádnosla!
    SAM: ¡Cállate! No hay manera. ¡Hasta el ultimo orco de Mordor oirá este escándalo! Lo dejaremos amarrado aquí.
    GOLLUM: No, ellos nos matarán. Nos darán muerte.
    SAM: No te mereces otra cosa.
    FRODO: Es posible que merezca morir, pero ahora que le veo me inspira lástima.
    GOLLUM: Seremos buenos con ellos si ellos buenos con nosotros. Soltadnos, dejadnos. Juramos cumplir su voluntad, juramos… sí.
    FRODO: No hay promesa tuya en la que pueda confiar.
    GOLLUM: Juramos servir al amo del tessoro, juraremos sobre el tessoro. ¡Gollum! ¡Gollum!
    FRODO: El Anillo es traicionero, te tomaremos la palabra.
    GOLLUM: Sí, sobre el tesoro, sobre el tesoro.
    SAM: ¡Yo no te creo! ¡Abajo! ¡Al suelo!
    FRODO: ¡Sam! ¡Sam!
    SAM: ¡Intenta engañarnos! Suelto nos estrangulará mientras dormimos.
    FRODO:¿Conoces el camino a Mordor?
    GOLLUM: Sí.
    FRODO: Has estado allí, ¿verdad?
    GOLLUM: Sí.
    FRODO: Nos llevarás hasta la Puerta Negra.

    PIPPIN: Merry, Merry
    MAUHÚR: ¿Qué es?, ¿qué hueles?
    UGLÚK: Carne humana.
    PIPPIN: ¡Aragorn!
    MAUHÚR: Nos siguen el rastro, ¡paso ligero!

    ARAGORN: Aprietan el paso. Habrán captado nuestro olor. ¡Aprisa!
    LEGOLAS: ¡Ánimo Gimli!
    GIMLI: Tres días persiguiéndolos, sin comida, sin descanso, y ni rastro de la presa salvo vagas huellas en roca viva.
    ARAGORN: Las hojas de Lórien no caen sin razón.
    LEGOLAS: Podrían seguir con vida.
    ARAGORN: A menos de un día de nosotros, ¡vamos!
    LEGOLAS: Vamos Gimli, estamos ganando terreno.
    GIMLI: Soy un negado a campo traviesa, los enanos somos veloces en el llano, muy peligrosos en las distancias cortas.
    ARAGORN: Rohan, hogar de los caballeros jinetes. Algo muy extraño hay en esto. Algo malvado espolea a estas criaturas y juega en nuestra contra.
    Legolas, ¿qué ven tus ojos de elfo?
    LEGOLAS: El rastro vira rumbo noreste. ¡Llevan a los hobbits a Isengard!
    ARAGORN: Saruman.

    SARUMAN: El mundo cambia. ¿Quién tendrá ahora la fuerza de hacer frente a los ejércitos de Isengard y Mordor? ¿De rebelarse al poder de Sauron y Saruman y la unión entre las dos torres? Unidos, mi señor Sauron, seremos reyes de la Tierra Media.
    El viejo mundo se consumirá en los fuegos de la industria. Los bosques morirán. Un nuevo orden surgirá, seremos adalides de una máquina de guerra a espada, lanza y puño de hierro de orco. Tan sólo hay que aniquilar a aquéllos que se nos oponen.
    ¡Los jinetes os arrebataron las tierras! Han confinado a vuestro pueblo a unas colinas, para malvivir de la roca desnuda.
    SALVAJES: ¡Ladrones!
    SARUMAN: Recuperad las tierras que os robaron. ¡Incendiad sus aldeas!
    SALVAJES: ¡A ellos!
    SARUMAN: Comenzad por Rohan. Demasiado tiempo se os han opuesto sus aldeanos, pero nunca más.

    MUJER: ¡Éothain! ¡Éothain! Lleva a tu hermana. Iréis más rápidos los dos solos.
    FREDA: Padre dice que Éothain no debe montar a Garold: es muy grande para él.
    MUJER: Escúchame, debes llegar a Edoras y dar la alarma, ¿me has comprendido?
    ÉOTHAIN: Sí, madre.
    FREDA: Yo no quiero ir. No quiero, mamá.
    MUJER: Freda, después nos veremos allí.
    ¡Rápido! Corred, hijos.
    SARUMAN: Rohan, mi señor, está lista para capitular.

    ÉOWYN: Théodred.
    ÉOWYN: Théoden. Vuestro hijo esta malherido, mi señor.
    ÉOMER: Fue emboscado, por unos orcos. Si no defendemos nuestra tierra, Saruman la tomará por la fuerza.
    GRÍMA: Eso es mentira. Saruman el Blanco ha sido siempre nuestro amigo y aliado.
    THEODEN: Gríma, mi hijo, Gríma.
    ÉOMER: Los orcos campan a voluntad por nuestras tierras, impunes, sin oposición, matando a placer, con el emblema de la mano blanca de Saruman.
    GRÍMA: ¿Porque cargas tus tormentos a una mente ya atormentada? ¿No te das cuenta? Tu tío esta hastiado de tu malcontento, de tu belicismo.
    ÉOMER: ¿De mi belicismo? ¿Cuánto hace que Saruman te compró? ¿Cuál fue el precio convenido, Grima? Cuando no queden hombres, ¿tendrás tu parte del tesoro?
    Basta de observar a mi hermana. ¡Ya basta de vigilar sus pasos!
    GRÍMA: Tú ves mucho Éomer, hijo de Éomund. Demasiado. Desde ahora quedas desterrado del reino de Rohan, bajo pena de muerte.

    GIMLI: Respirar: esa es la clave, respirar.
    LEGOLAS: Corren como si escaparan de los latigazos de su amo.

    ORCO: No daremos un paso más si no tenemos un respiro.
    UGLÚK: ¡Enciende una hoguera!
    PIPPIN: ¡Merry! ¡Merry!
    MERRY: Creo que cometimos un error saliendo de La Comarca, Pippin.
    PIPPIN: ¿De dónde viene ese ruido?
    MERRY: Son los árboles.
    PIPPIN: ¿Qué?
    MERRY: ¿Te acuerdas del Bosque Viejo, donde acaban los Gamos? Cuenta la tradición que algo en el agua los empujaba a crecer altos, y a cobrar vida
    PIPPIN: ¿Vida?
    MERRY: Árboles que susurran, hablan entre ellos y pueden moverse.
    URUK: Estoy hambriento, hace días que me alimento de pan lleno de asquerosos gusanos
    ORCO: Eso, ¿por qué no comemos carne? Su carne es tan tierna…
    UGLÚK: No están aquí para saciarte.
    GRISHNAK: ¿Sus piernas, quizás? No las necesitan… Oh, parecen tan tiernas.
    UGLÚK: ¡Apártate, escoria!
    GRISHNAK: Solo un bocado.
    UGLÚK: ¡Vuelve a haber carne en el menú, muchachos!
    MERRY: ¡Pippin, huyamos!
    OROCO: Adelante, pedid auxilio. Gritad, no hay nadie que os salve ahora.
    MERRY: ¡Pippin!

    LEGOLAS: El sol se alza rojo, se ha vertido sangre esta noche.
    ARAGORN: ¡Jinetes de Rohan! ¡¿Que nuevas tenéis de la Marca?!
    ÉOMER: ¿Que asuntos traen a un elfo, un hombre y un enano a La Marca? ¡Explicáos!
    GIMLI: Dadme vuestro nombre, caballero, y os daré el mío.
    ÉOMER: Enano, te rebanaría la cabeza si se alzara un poco más del suelo.
    LEGOLAS: ¡Estarías muerto antes de tocarle!
    ARAGORN: Soy Aragorn, hijo de Arathorn; él es Gimli, hijo de Gloin y él Legolas, del reino de los bosques. Somos amigos de Rohan y de Théoden, tu rey.
    ÉOMER: Théoden no distingue ya amigo de enemigo, ni siquiera a los de su sangre. Saruman ha envenenado la mente del rey y reclama la soberanía de estas tierras. Mi compañía son los leales a Rohan y por eso sufrimos destierro. El mago blanco es ladino, vaga aquí y allá según cuentan, como un anciano encapuchado, y por doquier sus espías escapan a nuestras redes.
    ARAGORN: No somos espías. Seguimos a una partida de uruk-hai por el llano rumbo este.
    Tienen cautivos a dos amigos nuestros.
    ÉOMER: Los uruks ya no existen, los abatimos durante la noche.
    GIMLI: ¡Pero había dos hobbits! ¿No encontrásteis a dos hobbits con ellos?
    ARAGORN: Son muy pequeños, como niños a nuestros ojos.
    ÉOMER: No quedó alma con vida. Apilamos los cadáveres y los quemamos.
    GIMLI: Muertos.
    ÉOMER: Lo lamento. ¡Hasufel, Arod! Que estos caballos os traigan mejor fortuna que a sus antiguos amos. ¡Adiós! Buscad a vuestros amigos, pero renunciad a toda esperanza. Ésta ha abandonado estas tierras. ¡Rumbo al norte!
    GIMLI: Es uno de sus pequeños cintos.
    LEGOLAS: Hiro hyn hîdh ab’wanath – encuentra la paz después de la muerte –
    GIMLI: Les hemos fallado.
    ARAGORN: Un hobbit yació aquí y otro aquí. Gatearon. Estaban maniatados. Cortaron sus ataduras. Corrieron por aquí. Aquí los persiguieron.
    MERRY: ¡El cinto! ¡Corre!
    ARAGORN: Las huellas se alejan de la batalla. Hacia el bosque de Fangorn.
    GIMLI: Fangorn… ¿Qué locura los ha llevado a entrar ahí?

    PIPPIN: ¿Le hemos despistado?
    MERRY: Creo que sí.
    GRISHNAKH: Voy a sacaros vuestras inmundas entrañas. ¡Venid aquí!
    MERRY: ¡Árboles, a los árboles!
    MERRY: Se ha ido.
    PIPPIN: ¡¡¡Merry!!!
    GRISHNAKH: ¡Voy a hacerte pasto de los gusanos, basura!
    PIPPIN: ¡Corre, Merry!
    BARBOL: Orcos enanos, rurarum.
    PIPPIN: Esta hablando, Merry. ¡Este árbol habla!
    BARBOL: ¿Árbol? No soy árbol, soy un Ent.
    MERRY: Un pastor de árboles, un pastor del bosque.
    PIPPIN: No hables con él, Merry. No le animes.
    BARBOL: Bárbol me llaman algunos.
    PIPPIN: ¿Y de qué lado estás?
    BARBOL: ¿Lado? No estoy del lado de nadie, porque nadie esta de mi lado, pequeño orco. A nadie preocupan ya los bosques.
    MERRY: No somos orcos, somos hobbits.
    BARBOL: ¿Hobbits? No sabía de la existencia de hobbits. A malvado orco me suena más bien. Vienen con fuego, vienen con hachas, talan, queman, arrancan, cortan, calcinan… Destructores, usurpadores… Mal rayo les parta.
    MERRY: No lo entiendes, somos hobbits, medianos. De La Comarca.
    BARBOL: Tal vez sí y tal vez no. El mago blanco sabrá.
    PIPPIN: ¡El mago blanco!
    MERRY: ¡Saruman!

    GOLLUM: ¿Ve? ¿ve? Los hemos sacado. Prisa, hobbits, prisa. Suerte que les encontramos. Buen hobbit.
    SAM: ¡Oh! Es una ciénaga. ¡Nos ha metido en un cenagal!
    GOLLUM: Cenagal, sí, sí. Venga amo, os llevaremos por sendas seguras a través de la niebla. Vengan, hobbits, vengan. Iremos deprisa. Yo lo encontré, sí. El paso de la ciénaga. Orcos no conocen, orcos no conocen. Darán rodeos, millas y millas. Vamos, deprisa. Livianos, ligeros como la niebla debemos ser.
    SAM: Hay muertos, ¡caras de muertos en el agua!
    GOLLUM: Todos muertos. Todos putrefactos, elfos hombres y orcos. Hace mucho, gran batalla en la ciénaga de los muertos, sí. Sí, ese es su nombre. Por aquí. No seguir luces. Cuidado ahora, o los hobbits se hundirán para unirse a los muertos y se convertirán en diminutos cirios.
    SAM: ¡Frodo!
    FRODO: ¿Gollum?
    GOLLUM: No seguir las luces.
    FRODO: ¡Gollum!
    SAM: Señor Frodo, ¿está bien?
    GOLLUM: Tan brillante, tan precioso… ¡Oh, tesoro!
    FRODO: ¿Qué has dicho?
    GOLLUM: Amo debería descansar Amo necesita recuperar fuerzas.
    FRODO: ¿Quién eres tú?
    GOLLUM: No nos pregunten, no le importa. ¡Gollum! ¡Gollum!
    FRODO: Gandalf me dijo que eras un habitante del río.
    GOLLUM: Frías las manos y el corazón del viajero alejado de su región.
    FRODO: Dijo que tu vida es una triste historia.
    GOLLUM: No pueden seguir la vereda con el sol escondido y la luna muerta.
    FRODO: No fuiste muy distinto a un hobbit un día, ¿verdad… Smeagol?
    GOLLUM: ¿Como me ha llamado?
    FRODO: Mi nombre, mi nombre. Sss… Sss… ¡Smeagol!
    SAM: ¡Jinetes negros!
    GOLLUM: ¡Esconder! ¡Esconder! ¡Esconder!
    SAM: ¡Vamos, Frodo!
    GOLLUM: Rápido. ¡Les van a ver! ¡Los verán!
    SAM: ¿No estaban muertos?
    GOLLUM: Muertos no, matarlos no puedes, no.
    Espectros, espectros alados. Lo están buscando, el tesoro, lo están buscando.
    SAM: Señor Frodo, estoy a su lado, estoy aquí.
    GOLLUM: Rápido, hobbits. La Puerta Negra está muy cerca.

    GIMLI: Sangre de orco.
    ARAGORN: Qué extrañas huellas.
    GIMLI: El aire esta tan cargado aquí.
    LEGOLAS: Este bosque es viejo, muy viejo, colmado de recuerdos… y de cólera. Los árboles hablan unos con otros.
    ARAGORN: Gimli, baja el hacha.
    LEGOLAS: Aragorn, nad no nenas – Algo se mueve ahí –
    ARAGORN: Man cenich? – ¿Qué ves? –
    LEGOLAS: El mago blanco no anda muy lejos.
    ARAGORN: No le dejéis hablar o nos embrujará. Debemos ser rápidos.
    GANDALF: Estáis siguiendo el rastro de dos pequeños hobbits.
    ARAGORN: ¿Donde están?
    GANDALF: Pasaron por aquí, antes de ayer. Se encontraron con alguien que no esperaban. ¿Eso te reconforta?
    ARAGORN: ¿Quién eres? ¡Muéstrate! No puede ser. Tu caíste.
    GANDALF: Entre fuego y agua. Desde la abismal mazmorra hasta la más alta cumbre hice frente al Balrog de Morgoth. Hasta que al final abatí a mi enemigo y esparcí sus restos por la ladera de la montaña. La oscuridad me llevó y perdí la noción del tiempo. La estrellas sentía en el firmamento y cada día era largo como una edad en la tierra. Pero no fue el fin. Sentí vida de nuevo en mí. Se me ha devuelto aquí para completar la tarea.
    ARAGORN: Gandalf.
    GANDALF: ¿Gandalf? Sí… así solían llamarme, Gandalf el gris, ese era mi nombre.
    GIMLI: Gandalf.
    GANDALF: Soy Gandalf el Blanco. Y en los albores de la tempestad vuelvo a vosotros.
    Una etapa de vuestro camino ha terminado, otra comienza. La guerra ha llegado a Rohan, debemos cabalgar a Edoras a galope tendido.
    LEGOLAS: Es uno de los mearas, si mis ojos no me engañan por algún hechizo.
    GANDALF: Sombragrís, el señor de todos los caballos, que se ha enfrentado conmigo a múltiples peligros.

    BARBOL: Mi hogar se esconde en lo profundo del bosque, junto a las raíces de la montaña. Le prometí a Gandalf que os mantendría a salvo y a salvo estaréis donde os llevo. Los árboles se han vuelto salvajes y peligrosos, la ira ocupa sus corazones, os harán daño si pueden. Pocos muy pocos somos ahora, pocos ents quedamos para controlarlos.

    GOLLUM: La Puerta Negra de Mordor.
    SAM: Válgame el cielo. Mi viejo tío nos diría algunas cosillas si llegara a vernos.
    GOLLUM: Amo pide que le muestre el camino a Mordor y el buen Smeagol así hace, amo lo dijo.
    FRODO: Eso hice
    ORIENTALES: ¡Za dashu snaku Zigur, Durbgu nazgshu, Durbgu dashshu! – ¡Salve Sauron, Señor del Anillo, Señor de la Tierra!-.
    SAM: ¿Y ahora qué? No podemos cruzarla. Atento, la puerta, se está abriendo. Hay un camino de bajada.
    FRODO: ¡Sam!
    GOLLUM: ¡Amo!
    FRODO: No tienes que venir conmigo Sam.
    SAM: Lo sé, señor Frodo. Dudo que estas capas élficas nos oculten ahí dentro.
    FRODO: ¡Ahora!
    GOLLUM: ¡No, amo! ¡No! Le cogerán, le cogerán. No se lo lleve a Él. Él busca mi tessoro, siempre lo esta buscando. El tessoro quiere volver a su sombra, pero hay que impedir que él lo posea.
    ¡No! Hay otro camino, más secreto, más oscuro.
    SAM: ¿Y por qué no nos lo habías dicho?
    GOLLUM: ¡Porque el amo no preguntó!
    SAM: Éste trama algo.
    FRODO: ¿Hay otra manera de entrar en Mordor?
    GOLLUM: Sí, hay un sendero y muchas escaleras y después un túnel.
    FRODO: Nos ha traído hasta aquí Sam
    SAM: Señor Frodo, no.
    FRODO: Ha cumplido su palabra.
    SAM: No.
    FRODO: Guíanos, Smeagol.
    GOLLUM: Buen Smeagol, ayuda siempre.

    GANDALF: Edoras y el casillo dorado de Meduseld, hogar de Théoden rey de Rohan, cuya mente ahora se halla perturbada. El lazo con el que Saruman ata a Théoden es muy poderoso.
    ÉOWYN: Mi señor. Vuestro hijo ha muerto, mi señor… Tío. ¿No iréis a verle? ¿No haréis nada?
    GANDALF: Cuidad lo que decís, no esperéis ser bienvenidos.

    GRÍMA: Oh, debe de haber muerto durante la noche. Qué tragedia para un rey perder a su único hijo y heredero. Entiendo que su marcha sea dura de aceptar, más aún ahora que tu hermano os ha abandonado.
    ÉOWYN: ¡Déjame sola, serpiente!
    GRÍMA: Pero si ya estás sola. ¿Quién sabe que habrás hablado con la oscuridad, en las amargas guardias nocturnas, cuando toda tu vida parece menguar, con los muros de tu aposento estrechando tu espacio, cercado animalillo en su madriguera? Tan bella, tan fría, como una pálida mañana de primavera cerrada al hielo invernal.
    ÉOWYN: Tu voz es un veneno.

    GIMLI: Hay más alegría en un cementerio.
    HÁMA: No puedo llevaros ante el rey Théoden armados, Gandalf el gris. Órdenes de Gríma, Lengua de Serpiente.
    GANDALF: Ya…
    HÁMA: La vara.
    GANDALF: No querrás privar de su apoyo a un anciano.
    GRÍMA: Mi señor, Gandalf el gris se presenta. Heraldo de infortunios.
    GANDALF: La cortesía de este castillo ha disminuido últimamente, rey Théoden.
    GRÍMA: No es bienvenido.
    THÉODEN: ¿Por qué habría de darte la bienvenida, Gandalf, Cuervo de la Tempestad?
    GRÍMA: Una justa cuestión, mi rey.
    Tardía, es la hora, en que decide aparecer el conjurador, Lathspell te nombro, malas nuevas de un indeseado.
    GANDALF: ¡Silencio! Mantén tu lengua bífida tras tus colmillos. No he vencido al fuego y a la muerte para intercambiar falacias con un gusano sarnoso.
    GRÍMA: ¡La vara! ¡Os dije que le quitárais la vara!
    GANDALF: Théoden, hijo de Thengel, mucho has vivido en las sombras.
    GIMLI: Yo en tu lugar no me movería.
    GANDALF: ¡Escúchame! Del hechizo yo te libero.
    THÉODEN: ¡Ja, ja, ja! No tienes poder aquí Gandalf el Gris.
    GANDALF: Te sacaré, Saruman, como se saca al veneno de la mordedura.
    THÉODEN-SARUMAN: Si salgo, Théoden caerá.
    GANDALF: No me mataste, ni le matarás a él.
    THÉODEN-SARUMAN: Rohan es mío.
    GANDALF: Sal de él.
    THÉODEN: Reconozco tu rostro, Éowyn. Éowyn. ¿Gandalf?
    GANDALF: Vuelve a respirar aire libre, amigo.
    THÉODEN: Fríos han sido mis últimos sueños.
    GANDALF: Vuestros dedos recordarían mejor su fuerza si empuñaran una espada.

    GRÍMA: ¡Ah! Siempre he estado a vuestro servicio, mi señor.
    THÉODEN: ¡Tus malas artes me habrían postrado a cuatro patas como las bestias!
    GRÍMA: No me alejéis de vos.
    ARAGORN: No, mi señor. Dejadle ir. Ya lleva suficiente sangre en su cuenta.
    GRÍMA: ¡Apartad de mi camino!
    HÁMA: Salve, rey Théoden.
    THÉODEN: ¿Dónde está Théodred? ¿Dónde está mi hijo?

    THÉODEN: Simbelmyne. Siempre ha crecido en las tumbas de mis antepasados. Ahora adornará la tumba de mi hijo. Tiempos aciagos me ha tocado vivir: los jóvenes perecen, los ancianos se agostan. Lástima vivir para contemplar los últimos días de mi casa.
    GANDALF: La muerte de Théodred no ha sido obra tuya.
    THÉODEN: Ningún padre debería enterrar a sus hijos.
    GANDALF: Era fuerte en vida, su espíritu encontrara el camino a la casa de vuestros padres. Vuestro hogar.
    Westu hál. Ferðu, Théodred, Ferðu.

    ÉOWYN: Nadie los advirtió, estaban desarmados. Los hombres salvajes avanzan por el Folde Oeste quemando lo que encuentran, pastos, chozas y árboles.
    FREDA: ¿Dónde está mamá?
    ÉOWYN: Sssh.
    GANDALF: Es sólo una muestra del terror que Saruman desatará, mucho más poderoso ahora, impulsado por el temor a Sauron. Cabalgad y hacedle frente. Apartadle de vuestras mujeres y niños. Debéis luchar.
    ARAGORN: Contáis con dos mil buenos hombres en el norte mientras hablamos. Éomer os es leal. Sus hombres regresarán y lucharán por el rey
    THÉODEN: Estarán a 300 leguas de aquí ahora mismo. Éomer no puede ayudarnos. Sé lo que quieres de mí, pero no llevaré más muerte a mi pueblo. No me arriesgaré a una guerra abierta.
    ARAGORN: Ya os ha sido declarada, arriesguéis o no.
    THÉODEN: Si mal no recuerdo, Théoden, y no Aragorn, es el rey de Rohan.
    GANDALF: ¿Cuál es la decisión del rey?
    HÁMA: ¡Por orden del rey la ciudad debe ser evacuada! Buscaremos refugio en Abismo de Helm. No carguéis con objetos valiosos, sólo las provisiones necesarias.
    GIMLI: El Abismo de Helm. Huyen a las montañas cuando deberían plantar cara. ¿Quién los ha de defender, si no es su rey?
    ARAGORN: Sólo obra pensando en el bien de su pueblo. El Abismo de Helm les salvó en el pasado.
    GIMLI: Es una ratonera sin salida. Théoden los lleva a una trampa en la creencia de que allí estarán a salvo. Solo conseguirán una masacre.
    GANDALF: Théoden es de recio carácter, pero temo por él. Temo por la supervivencia de Rohan. Te necesitará llegado el momento, Aragorn. El pueblo de Rohan te necesitará. Sus defensas deben resistir.
    ARAGORN: Resistirán.
    GANDALF: El Peregrino Gris, así solían llamarme. Tres mil vidas de hombres he hollado esta tierra, y ahora me falta tiempo. Con suerte, mi búsqueda no será en vano. Espera mi llegada con la primera luz del quinto día.Al alba mira al este.
    ARAGORN: Adiós.

    ARAGORN: Sois hábil con la espada.
    ÉOWYN: Las mujeres de esta tierra aprendieron hace tiempo. Las que no las empuñan mueren a su merced. No temo al dolor ni a la muerte.
    ARAGORN: ¿A que teme entonces mi señora?
    ÉOWYN: A una jaula. A empuñar sus barrotes hasta que la edad y la costumbre los acepte y toda opción al valor ceda al recuerdo y al deseo.
    ARAGORN: Sois hija de reyes, escudera de Rohan, no creo que ese sea vuestro destino.

    GRÍMA: Théoden no se quedará en Edoras. Es vulnerable y lo sabe. No esperará un ataque sobre la ciudad. Huirán al Abismo de Helm, la gran fortaleza de Rohan. Es un peligroso sendero a través de las montañas. Su paso será lento. Llevarán a sus mujeres y a sus niños con ellos.
    SARUMAN: Envía a tus jinetes de Huargos.

    SAM: ¡Eh, apestoso! No te adelantes tanto.
    FRODO: ¿Por qué haces eso?
    SAM: ¿Qué?
    FRODO: Insultarle, humillarle constantemente.
    SAM: Porque eso es lo que es, señor Frodo. No es más que un hatajo de mentiras y engaños. Sólo quiere el Anillo. Es lo único que pretende.
    FRODO: No tienes idea de lo que le hizo, de lo que aún le está haciendo. Quiero ayudarle Sam.
    SAM: ¿Por qué?
    FRODO: Porque debo creer que se recuperará.
    SAM: No puede salvarle, señor Frodo.
    FRODO: ¿Y tú qué sabes? ¡Nada!
    Lo siento Sam, no sé por qué te he hablado así.
    SAM: Yo sí: es el Anillo. No le quita ojo de encima. Le he observado. No come, apenas sí duerme. Le esta poseyendo, señor Frodo. ¡Tiene que evitarlo!
    FRODO: ¡Sé lo que debo hacer, Sam! El Anillo me ha sido confiado. Es mi objetivo, ¡mío! ¡Sólo mío!
    SAM: ¿No se oye? ¿Acaso no ve cómo se expresa?
    GOLLUM: Lo queremos, lo necesitamos. Debemos conseguir el tesoro. Ellos nos lo han robado, sucios rastreros hobbits. Malos. Traidores. Falsos.
    No, no, amo.
    Siii. El tessssoro. Falsos.Te engañan. Te sacuden. Mienten.
    El amo es mi amigo.
    Tú no tienes amigos. Nadie te quiere.
    No oigo nada. No puedo oírte.
    Eres un mentiroso y asesino.
    No.
    Mentiroso.
    Vete.
    ¿Que me vaya? ¡Ja, ja, ja!
    Te odio, te odio.
    ¿Dónde estarías sin mí? ¡Gollum! ¡Gollum! Yo nos salvé. ¡Nos salvé! ¡Sobrevivimos por mí!
    Ya nunca más.
    ¿Qué has dicho?
    El amo nos cuida ahora, ya no eres necesario.
    ¿Qué?
    Vete ahora y nunca vuelvas.
    No.
    Vete ahora y nunca vuelvas.
    Grrrrrrr.
    ¡Vete ahora y nunca vuelvas!
    Le dijimos que se fuera, ¡y él se va! ¡Oh, tesoro! ¡Ido, ido, ido! ¡Smeagol es libreee!

    GOLLUM: Mire, ¿ve lo que Smeagol encuentra? Je, je, je. Oooh. Son jóvenes. Son tiernos. Son ricos, sabrosos. Sí, ¡comedlos! ¡Comedlos!
    SAM: Le harás vomitar si sigues comportándote así. Sólo hay una manera de cocinar unos conejos.
    GOLLUM: ¿Qué esta haciendo? Esstúpido hobbit seboso. ¡Lo desperdicia!
    SAM: ¿Desperdiciar qué? Si no tienen ni pizca de carne. Unas buenas papas es lo que necesitan.
    GOLLUM: ¿Qué es papas tesoro? ¿Qué es papas?
    SAM: Pa-ta-tas. En puré, cocidas o en un buen guiso, fritas, grandes y doradas, con una buena porción de pescado.
    GOLLUM: prrrrfffff.
    SAM: Ni tú le dirías no a eso.
    GOLLUM: Oh, sí lo diríamos. Es desperdiciar pescado. Dádnoslo vivo y coleando. Quédate con tus repugnantes papas.
    SAM: No tienes remedio.
    ¿Señor Frodo?
    ¿Quiénes son?
    GOLUM: Hombre malos siervos de Sauron. Acuden a Mordor. El Señor Oscuro convoca a sus ejércitos. A no mucho tardar estará preparado.
    SAM: ¿Preparado para qué?
    GOLLUM: Para hacer su guerra. La guerra final que cubrirá el mundo de sombra.
    FRODO: Hay que apresurarse, vamos Sam.
    SAM: ¡Señor Frodo, mire! Son olifantes. En la aldea no se lo va a creer nadie.
    FRODO: ¿Smeagol?
    Debimos irnos hace rato. ¡Vamos Sam!
    FARAMIR: ¡Amarradlos!

    GIMLI: Es cierto, no se ven muchas mujeres enanas. En realidad se nos parecen tanto en la voz y en apariencia que suelen tomarlas por enanos varones.
    ARAGORN: Es por la barba.
    GIMLI: De ahí surgió la creencia establecida de que no hay mujeres enanas y de que los enanos brotan de agujeros en el suelo. Lo que resulta ridículo.
    Tranquilos, tranquilos, que no cunda el pánico. Ha sido deliberado. Deliberado.

    ARWEN: La luz de estrella de la tarde ni aumenta ni mengua. Dárselo a quien quiero es mi privilegio. Como mi corazón.
    Ve a dormir.
    ARAGORN: Estoy dormido. Esto es un sueño.
    ARWEN: Entonces es un gran sueño. Duerme.
    ARAGORN: Minlû pedich nin i aur hen telitha -Me dijiste una vez que este día llegaría. –
    ARWEN: U i vethed, na i onnad. – Esto no es el final sino el principio.- bóe bedich go Frodo, han bâd lîn. -Debes ir con Frodo. Es tu camino.-
    ARAGORN: Dolen i vâd o nin. – Mi camino se esconde de mí.-
    ARWEN: Si peliannen i vâd na dail lîn. -Lo tienes a tus pies.- Si boe ú-dhannathach -No puedes fallar ahora.-
    ARAGORN: Arwen.
    ARWEN: Ae u-esteliuách nad, estelio han, estelio ammen. – Si has perdido la fe en todo, ten fe en esto. Tten fe en nosotros-.

    ÉOWYN: ¿Donde está? La mujer que os regalo esa joya…

    ELROND: Nuestro tiempo aquí expira. El tiempo de Arwen se agota. Dejadla marchar. Dejad que embarque al oeste. Que se lleve su amor por ti donde nunca se extinga, a las Tierras Imperecederas.
    ARAGORN: Pero no será más que un recuerdo.
    ELROND: No permitiré que mi hija muera aquí.
    ARAGORN: Se queda porque aún tiene esperanza.
    ELROND: Se queda por ti. Ella pertenece a su pueblo.

    ARAGORN: Edra le men, men na guil edwen, haer o auth a nîr a naeth.- tienes la opción de otra vida, lejos de la guerra el dolor y la muerte-
    ARWEN: ¿Por qué dices eso?
    ARAGORN: Soy mortal, tú eres elfa. Ha sido un sueño, Arwen. Nada más. Esto te pertenece.
    ARWEN: Eso fue un regalo. Consérvalo.

    ÉOWYN: ¿Mi señor?
    ARAGORN: Cruza las aguas hacia el occidente, con el resto de su linaje.
    GAMELIN: ¿Qué ocurre? ¿Háma?
    HÁMA: No estoy seguro.
    LEGOLAS: ¡Un rastreador!
    THÉODEN: ¿Qué es? ¿Qué has visto?
    ARAGORN: ¡Huargos! ¡Nos atacan!
    THÉODEN: Los jinetes al frente de la columna.
    GIMLI: Eso va por mí. ¡Súbeme, soy jinete! Arranca.
    THÉODEN: Conduce a la gente al Abismo de Helm. ¡Parte ya!
    ÉOWYN: ¡Sé luchar!
    THÉODEN: ¡No! Debes hacerlo, por mí.
    ¡Seguidme!
    GIMLI: Adelante, al frente. Cargad de frente. Por el otro lado. Eso es, seguid.
    ÉOWYN: ¡Por la vaguada!
    GIMLI: Por el otro lado, eso es. Seguid.
    ÉOWYN: ¡Todos juntos!
    GIMLI: Deja que te arregle esa carita con mi hacha.
    ¡Ese cuenta como mío.
    Fétida criatura.
    LEGOLAS: ¡Aragorn!
    GIMLI: ¡Aragorn!
    GIMLI: Dime qué ha pasado y te ahorraré sufrimiento.
    URUK: Ha… muerto. Dio un ligero traspiés junto al acantilado.
    LEGOLAS: Mientes.
    THÉODEN: Los heridos a caballo. Los lobos de Isengard volverán. Dejad a los caídos. Vamos.

    MUJER: El Abismo de Helm.
    Estamos salvados señora, gracias.
    FREDA: ¡Mamá!
    ÉOTHAIN: ¡Madre!
    MUJER: ¡Hijos!
    SOLDADO: ¡Dejad paso al rey!
    ÉOWYN: Sois pocos, muy pocos habéis regresado.
    THÉODEN: Nuestro pueblo esta a salvo. Lo hemos pagado con muchas vidas.
    GIMLI: Mi señora…
    ÉOWYN: El caballero Aragorn, ¿dónde está?
    GIMLI: Cayó.
    THÉODEN: Replegad las fuerzas detrás del muro, trancad el portón y poned vigías alrededor.
    HOMBRE: ¿Y los que no pueden luchar mi señor? Las mujeres y los niños…
    THÉODEN: Escondedlos en las cavernas. Largo ha crecido el brazo de Saruman si cree que puede vencernos aquí.

    GRÍMA: El Abismo de Helm tiene un punto débil. Su muro exterior es de sólida roca, pero tiene una abertura en su base poco más grande que un desagüe.
    ¿Cómo? ¿Cómo puede el fuego derretir la roca? ¿Qué clase de artefacto derribaría el muro?
    SARUMAN: Si logramos abrir brecha, el Abismo de Helm caerá.
    GRÍMA: Aún abriendo brecha haría falta una innumerable multitud, miles, para asaltar el palacio.
    SARUMAN: Decenas de miles.
    GRÍMA: Mi señor, no existe tal ejército.
    SARUMAN: ¡Un nuevo poder resurge! ¡Su victoria esta cerca! Esta noche la tierra será mancillada con la sangre de Rohan. ¡Marchad al Abismo de Helm! ¡No dejéis rastro de vida! ¡¡¡Guerra!!!
    No habrá amanecer para los hombres.

    PIPPIN: Mirad, sube humo del sur.
    BARBOL: No ha cesado de elevarse desde Isengard en estos días.
    MERRY: ¿Isengard?
    BARBOL: Hubo un tiempo en que Saruman paseaba por mis bosques, ahora tiene mente de metal y ruedas, ya no cuida las cosas que crecen.
    PIPPIN: ¿Qué es eso?
    MERRY: Son las tropas de Saruman. Ha estallado la guerra.

    ARWEN: Que la gracia de los Valar te proteja.
    ARAGORN: Brego, mellon nin.-amigo mio-.

    ELROND: Arwen Tollen i lû. I chair gwannar na Valannor. Si bado, no círar. – Arwen, llegó la hora. Los barcos zarpan hacia Valinor. Vete antes de que sea tarde -.
    ARWEN: He tomado mi decisión.
    ELROND: Él no volverá. ¿Por qué demorarse cuando no queda esperanza?
    ARWEN: Aún hay esperanza.
    ELROND: Aunque Aragorn sobreviviera a la guerra seguiríais separados. Incluso con Sauron derrotado y Aragorn nombrado rey, y aunque todas tus esperanzas se hicieran realidad, te quedaría el amargor de la mortalidad. Bien a espada o por el lento desgaste del tiempo, Aragorn morirá, y no habrá consuelo para ti. Nada reconfortará el dolor de su marcha. Él encontrara la muerte, una imagen de esplendor para los reyes de los hombres, la gloria intacta a pesar de desmoronarse en el mundo. Pero tú, mi hija, tú te consumirás en la oscuridad y en la duda, como un anochecer de invierno que llega sin estrellas. Aquí morarás, sumida en tu pesar, bajo los mortecinos árboles, hasta que el mundo cambie y saldes la cuenta de tus largos años de vida. Arwen, nada queda aquí para ti. Sólo muerte.
    A im, ú-‘erin veleth lîn? – ¿Me queda aún tu cariño?-.
    ARWEN: Gerich meleth nîn, ada – Tienes mi cariño, padre-.

    GALADRIEL: I amar prestar aen. han mathon ne nen. han mathon ne chae. a han noston ned ‘wilith.
    El poder del enemigo crece. Sauron usará a su títere, Saruman, para destruir el pueblo de Rohan. Isengard ha soltado sus riendas. El ojo de Sauron está fijo ahora en Gondor. El último reino entre los hombres. Su asalto sobre esta tierra llega inexorable. Siente que el Anillo está cerca. La fuerza del Portador se desvanece. En su corazón, Frodo empieza a entender que la misión reclamara su vida. Tú lo sabes, lo has augurado. Es el riesgo que todos asumimos. En la creciente oscuridad, el poder del Anillo se hace fuerte. Busca con avidez volver a las manos de los hombres que tan fácilmente se dejan seducir por su poder. El joven capitán de Gondor sólo tiene que extender su mano, aceptar el Anillo para sí, y el mundo caerá. Está cerca, muy cerca de conseguir su objetivo. Así Sauron tendrá dominio sobre toda vida en esta tierra, hasta el mismísimo fin del mundo. El tiempo de los elfos se ha consumido ¿Abandonaremos la Tierra Media a su fatal destino? ¿Los abandonaremos a su suerte?

Guion VERSIÓN EXTENDIDA DE LA COMUNIDAD DEL ANILLO

VERSIÓN EXTENDIDA DE LA COMUNIDAD DEL ANILLO

GALADRIEL:
I amar prestar aen (El mundo ha cambiado)
han mathon ne nen (lo siento en el agua)
han mathon ne chae (lo siento en la tierra)
a han noston ned gwilith.(lo huelo en el aire)
Mucho se perdió entonces y pocos viven ahora para recordarlo.

    EL SEÑOR DE LOS ANILLOS

    Todo comenzó con la forja de los Grandes Anillos. Tres fueron entregados a los Elfos, inmortales, los más sabios y bellos de todos los seres.
    Siete a los señores Enanos. Grandes mineros y artesanos de las cavidades montañosas.
    Y Nueve… Nueve fueron entregados a la raza de los hombres… que ansían por encima de todo el Poder.
    En aquellos anillos residía el poder y la voluntad para gobernar a cada raza. Pero todos ellos fueron engañados… pues otro Anillo más fue forjado… En la tierra de Mordor, en los fuegos del Monte del Destino, el Señor Oscuro Sauron forjó en secreto el Anillo Regente para controlar a todos los demás. En ese Anillo descargó toda su crueldad, su malicia y su voluntad de dominar todo tipo de vida… Un Anillo para gobernarlos a todos. Una a una, las comarcas libres de la Tierra Media fueron sometidas por el poder del Anillo.
    Pero hubo algunos que resistieron. Una Última Alianza de Hombres y Elfos lucharon contra el ejército de Mordor. Y en las lomas del Monte del Destino libraron su batalla por la libertad de la Tierra Media.
    ELROND: Tangado haid! Leithio i philinn! (¡Mantened la posición! ¡Disparad!)
    La victoria estaba próxima… Pero nada puede acabar con el Poder del Anillo… Y fue en aquel preciso momento, desvanecida ya toda esperanza, cuando Isildur, Hijo del Rey recurrió a la espada de su padre…
    Sauron, el enemigo de los pueblos libres de la Tierra Media fue derrotado.
    El Anillo llegó a manos de Isildur, que tuvo la oportunidad de destruir su mal para siempre. Pero el corazón de los hombres se corrompe con facilidad, y el Anillo de Poder goza de voluntad propia. Traicionó a Isildur hasta llevarle a la muerte.
    Y aquellos hechos que nunca debieron caer en el olvido, se perdieron en el tiempo. La Historia se convirtió en Leyenda, la Leyenda en Mito, y durante 2.500 años el Anillo pasó desapercibido. Hasta que cuando se presentó la ocasión embaucó a un nuevo dueño…
    GOLLUM: Mi Tessoro….
    El Anillo acabó en manos de la criatura Gollum que lo ocultó en las profundidades de las Montañas Nubladas. Y allí, le consumió.
    GOLLUM: Él vino a mi… todo mío… mi vida… todo mío… ¡Mi tessoro! ¡Gollum!
    GALADRIEL: El Anillo proporcionó a Gollum longevidad antinatural. Durante 500 años envenenó su mente; y en la lúgubre caverna de Gollum esperó. La oscuridad negó los bosques del mundo. Llegó el rumor de que una sombra crecía en el Este. El murmullo de un temor sin nombre. El Anillo de Poder lo percibió. Su hora había llegado. Abandonó a Gollum, pero algo ocurrió al margen de la voluntad del anillo… fue recogido por la criatura que menos cabía imaginar…
    BILBO: ¿Qué es esto?
    Por un Hobbit, Bilbo Bolsón, habitante de la Comarca.
    BILBO: Un anillo.
    GOLLUM: ¡Mi vida! ¡¡Perdido!! ¡MI TESSOORO! ¡PERDIDO!
    GALADRIEL: Pero pronto llegaría el momento en que lo Hobbits tendrían en sus manos el destino de todos…

    BILBO: Ehem, vigésimo segundo día de Septiembre del año 1400, según cómputo de la Comarca. Bolsón cerrado, Bolsón de Tirada, Hobbiton, Cuaderna del Oeste, la Comarca, la Tierra Media. Tercera Edad de este mundo.

    La Comunidad del Anillo

    BILBO: Partida y regreso. Historia de un hobbit, por Bilbo Bolsón.
    A ver… por dónde empezamos…. ah sí…
    Acerca de los Hobbits. Los Hobbits han habitado y cultivado las cuatro cuadernas de la Comarca durante cientos y cientos de años, muy satisfechos de ignorar y ser ignorados por el mundo de la gente grande. Dado el gran número de extrañas criaturas que pueblan la Tierra Media, más allá de lo imaginable, los Hobbits deben de parecer de poca importancia, pues no gozan de fama de buenos guerreros, ni se cuentan entre los más sabios. Jejeje
    ¡Frodo! ¡Alguien llama a la puerta!
    De hecho hay quienes consideran que la única pasión de los Hobbits es la comida. Una observación harto injusta, pues también hemos desarrollado un agudo interés por la elaboración de cerveza y en cultivo de hierba para fumar en pipa… Pero lo que nuestros corazones realmente se inclinan es a la paz, la tranquilidad y el diligente cultivo de la tierra. Los Hobbits comparten el amor por las cosas que crecen, y en efecto no cabe duda que para otros, nuestras costumbres resultan peculiares. Pero hoy más que nunca lo veo con absoluta claridad. No hay nada mejor que gozar de los pequeños placeres de una vida sencilla.
    ¡Frodo, la puerta!
    Será posible… ¿dónde estará ese chico? ¡Frodo!

    GANDALF: El camino sigue sin cesar… pero sin demora he de continuaar…
    FRODO: Llegas tarde.
    GANDALF: Un mago nunca llega tarde, Frodo Bolsón. Ni pronto, llega exactamente cuando se lo propone.
    FRODO: ¡Cuánto me alegro de verte Gandalf!
    GANDALF: No me iba a perder el cumpleaños de tu tío Bilbo.
    ¿Cómo está mi viejo amigo? He oído que va a dar una fiesta de especial importancia.
    FRODO: Ya conoces a Bilbo, tiene a todo el pueblo alborotado.
    GANDALF: Bueno, eso siempre le ha entusiasmado.
    FRODO: Ha invitado a media Comarca, y el resto se han invitado ellos mismos.
    BILBO: La vida en la Comarca transcurre de modo muy similar a como fuera en la pasada Edad, con su típico ir y venir, perezosa para los cambios, si es que cambia algún día, pues parece que todo estuviera pensado para perdurar en la Comarca, transmitiéndose de generación en generación. Siempre ha habido un Bolsón viviendo bajo la colina en Bolsón Cerrado. Siempre lo habrá.

    FRODO: A decir verdad, Bilbo ha estado un poco raro estos días; bueno, más de lo habitual. Le ha dado por encerrarse solo en su estudio. Se pasa las horas escudriñando viejos mapas cuando cree que no le veo.

    BILBO: ¿Dónde estará? … Aah

    FRODO: Está tramando algo.
    Está bien, guardad vuestros secretos, porque sé que tú estás metido en esto.
    GANDALF: Pobre de mí…
    FRODO: Antes de tu llegada, los Bolsón gozábamos de buena fama.
    GANDALF: Sin duda.
    FRODO: Ni teníamos aventuras ni hacíamos nada inesperado.
    GANDALF: Si te refieres al incidente con el dragón, yo no tuve nada que ver. Únicamente le di un empujoncito para que saliera.
    FRODO: A pesar de todo te han puesto la etiqueta de perturbador de la paz.
    GANDALF: Vaya, vaya…
    NIÑOS HOBBITS: ¡¡Gandalf!! ¡Espera! ¡Gandalf!
    GANDALF: Jojojo
    FRODO: Gandalf, me alegro de tu regreso…
    GANDALF: Yo también amigo. Yo también…

    Prohibido entrar excepto por asuntos de la Fiesta

    BILBO: ¡No, gracias! No más visitas, ni admiradores, ni parientes lejanos.
    GANDALF: ¿Ni tampoco viejos amigos?
    BILBO: ¿Gandalf?
    GANDALF: Bilbo Bolsón…
    BILBO: ¡Mi querido Gandalf! Qué alegría volver a verte.
    GANDALF: Cumples ciento once años, quién lo iba a decir. No te afectan los años.
    BILBO: ¡Pasa, pasa! ¡Bienvenido! ¡Bienvenido! Qué te puedo ofrecer ¿Té? ¿O tal vez algo más fuerte? Me quedan unas botellas de la vieja viña de 1296, muy buena añada, casi tan vieja como yo, embotellada por mi padre. ¿Te parece que abramos una?
    GANDALF: Sólo té, gracias. ¡Ouh!
    BILBO: Te esperaba la semana pasada. No es que me importe mucho. Vienes y vas a placer, siempre lo has hecho y siempre lo harás. Me pillas desprevenido, solo tengo pollo frío y escaleche; queda algo de queso por aquí… no, no, un pelín arriesgado; mermelada de frambuesa y tarta de manzana y vainilla, por algún lado… acabo de encontrar un poco de bizcocho de huevo. Sí, espero que sea suficiente.

    La Montaña Solitaria

    Puedo hacerte unos huevos si quier…
    GANDALF: Solo té, gracias.
    BILBO: Como quieras. No te importa que coma yo, ¿verdad?
    GANDALF: No no, claro que no.
    SACOVILLA: ¡¡Bilbo!! ¡Bilbo Bolsón!
    BILBO: ¡No estoy para nadie! Son esos Sacovilla-Bolsón. Quieren quedarse con la casa. Nunca me perdonarán el haberme ido tanto tiempo. Tengo que alejarme de estos condenados parientes. ¡No me dejan ni un momento en paz! Quiero volver a ver montañas, montañas Gandalf, y encontrar un lugar tranquilo donde terminar mi libro. ¡Oh! ¡Té!
    GANDALF: Te refieres a cumplir tu plan, ¿eh?
    BILBO: ¡Sí!, ¡Sí! Con todo detalle. Está todo previsto. Oh, gracias.
    GANDALF: Frodo sospecha algo.
    BILBO: Claro que sí, es un Bolsón. No un zopenco Ciñatiesa de Casadura.
    GANDALF: ¿Se lo dirás verdad?
    BILBO: Sí, sí.
    GANDALF: Él te aprecia mucho.
    BILBO: Lo sé. Hasta vendría conmigo si se lo pidiera. Creo que en el fondo, Frodo sigue enamorado de la Comarca, de sus bosques y praderas, de sus arroyos. Estoy mayor, Gandalf. Sé que no lo aparento, pero ya lo siento en mi corazón. Me siento frágil, disperso como mantequilla untada sobre demasiado pan. Necesito vacaciones. Unas buenas vacaciones, y no espero volver. La verdad, no pienso hacerlo.

    BILBO: Del viejo Tobby, ¡La mejor hierba de la Cuaderna del Sur!
    Gandalf viejo amigo, esto va a ser una noche memorable…

    HOBBIT: ¿Un trozo de tarta?
    BILBO: ¡Hola! ¡Hola! Gordo Bolger, me alegro de verte ¡Bienvenido!
    FRODO: Anda Sam, saca a Rosie a bailar.
    SAM: Creo que tomaré otra cerveza.
    FRODO: ¡Ah no! Otra no. ¡Anda!
    BILBO: Y allí estaba yo, a merced de tres monstruosos Trolls; y los tres discutiendo entre ellos sobre como nos iban a cocinar, si a la brasa, ensartados, o engullidos crudos, uno por uno sin cocinarnos ni nada. Tanto tiempo pasaron debatiendo los pros y los contras, que el primer rayo de sol apareció entre los árboles ¡Pluf! ¡Convirtiéndolos en rocas!
    MERRY: Deprisa… ¡No, no! ¡El más grande! …. ¡Corre!

    BILBO: Señora Ciñatiesa, encantado de verla. ¿Todos estos niños son suyos? Caramba, una mujer prolífica.

    SACOVILLA: Aquí vienen 2 jarras.
    BILBO: Sacovilla-Bolsón, ¡rápido a cubierto!
    Gracias hijo mío. Eres un buen chico Frodo, y yo un egoísta ¿sabes? Sí, lo soy, muy egoísta. No sé porqué te acogí cuando murieron tus padres, pero no fue por caridad. Creo que fue mas bien porque de entre todos mis parientes tú eras el único Bolsón que manifestó autenticidad.
    FRODO: Bilbo, ¿has pasado por la taberna?
    BILBO: No, bueno sí, pero no, eso no es lo que importa, la cuestión es, Frodo, que …. tú estarás bien…

    PIPPIN: ¡Corre!
    MERRY: ¡Hay que clavarlo en el suelo!
    PIPPIN: ¡Ya está en el suelo!
    MERRY: ¡Sí, pero fuera!
    PIPPIN: ¡Ha sido idea tuya!

    FRODO: ¡Bilbo, Bilbo, cuidado con el Dragón!
    BILBO: ¿Dragón? Tonterías, hace mil años que no hay dragones por aquí.

    MERRY: ¡Qué bueno! Hay que ir a por otro.
    GANDALF: Meriadoc Brandigamo y Peregrin Tuk. Debí imaginarlo.
    HOBBITS: ¡Bilbo Bolsón, unas palabras!
    FRODO: ¡Que hable!
    BILBO: ¡Muchas gracias! Mis queridos Bolsón, y Boffin… Tuk y Brandigamo… ¡Cavada! ¡Redondo! ¡Corneta! ¡Bolger! ¡Ciñatiesa! ¡Y Ganapiés!
    GANAPIÉ: ¡¡Ganapié!!
    BILBO: ¡Hoy es mi centésimo-décimo-primer cumpleaños!
    HOBBITS: ¡Feliz cumpleaños!
    BILBO: Pero aay, ciento once años no son nada para vivir rodeado de tan excelentes y admirables Hobbits. No conozco a la mitad de vosotros la mitad de lo que desearía, y lo que deseo es menos de la mitad de los que la mitad merecéis.
    HOBBITS: ¿Qué ha dicho?
    BILBO: Yo… tengo asuntos que atender. Los he pospuesto ya demasiado. Lamento anunciar que ha llegado el final. Ahora me iré. Os dedico mi más sentida despedida. Adiós.

    GANDALF: Te habrá parecido muy inteligente por tu parte.
    BILBO: Vamos Gandalf… ¿Te fijaste en sus caras?
    GANDALF: Hay muchos Anillos Mágicos en este mundo, Bilbo Bolsón, y ninguno debería usarse a la ligera.
    BILBO: ¡Era una pequeña broma! Oh, supongo que tendrás razón, como siempre.
    Le echaras un ojo a Frodo, ¿verdad?
    GANDALF: Dos ojos, tan a menudo como disponga de ellos.
    BILBO: Le voy a dejar todo.
    GANDALF: ¿Qué me dices de ese Anillo tuyo, también lo incluyes?
    BILBO: Sí, sí. Está en un sobre que hay sobre la repisa. No… espera está… aquí, en mi bolsillo… Es cur… Qué curioso, ¿eh? Sí claro, porqué no. ¿Porqué no iba a quedármelo?
    GANDALF: Creo que deberías olvidarte del Anillo.. Bilbo ¿Tan duro te resulta?
    BILBO: Pues, no… y sí… Llegó el momento.. no deseo partir sin él ¡Es mío! ¡Yo lo encontré! ¡Él vino a mí!
    GANDALF: No hay porqué enojarse.
    BILBO: ¡Si me enojo es por tu culpa! ¡Es mííoo! ¡Mío todo él! ¡Mi Tessoro!
    GANDALF: ¿Tesoro? Ya lo han llamado así, pero no tú.
    BILBO: ¡Pero a ti que te importa lo que yo haga con mis cosas!
    GANDALF: Creo que has tenido ese Anillo demasiado tiempo.
    BILBO: ¡Lo quieres para ti!
    GANDALF: ¡Bilbo Bolsón!, no me tomes por un hechicero del tres al cuarto! ¡No tengo intención de robarte! … Sólo intento ayudarte. Todos tus largos años hemos sido amigos. Confía en mí, como antaño hiciste. Renuncia a él.
    BILBO: Tienes razón Gandalf. El Anillo debe estar con Frodo. Es tarde y largo el camino. Sí, llegó el momento.
    GANDALF: Bilbo… El Anillo sigue en tu bolsillo…

    BILBO: He pensado un final para mi libro. “Y vivió feliz para siempre… hasta el fin de sus días.”
    GANDALF: Y estoy seguro de ello, querido amigo.
    BILBO: Adiós, Gandalf.
    GANDALF: Adiós, querido Bilbo.
    BILBO: El camino sigue y sigue…
    GANDALF: Hasta nuestro próximo encuentro.
    BILBO (VOZ EN OFF): Es mío, sólo mío, mi Tesoro…
    GANDALF: Acertijos en la Oscuridad.
    FRODO: ¡Bilbo! ¡Bilbo! Se ha ido, ¿verdad? Llevaba tiempo advirtiéndolo, pero nunca pensé que lo haría. ¿Gandalf?
    GANDALF: El Anillo de Bilbo. Se ha ido a vivir con los Elfos. Te ha dejado Bolsón Cerrado junto con todas sus pertenencias. Ahora el anillo es tuyo. Guárdalo en lugar seguro.
    FRODO: ¿Dónde vas?
    GANDALF: Hay asuntos que me requieren.
    FRODO: ¿Qué asuntos?
    GANDALF: Preguntas. Que necesitan respuesta.
    FRODO: ¡Pero si acabas de llegar! No lo entiendo.
    GANDALF: Tampoco yo. Guárdalo en secreto, en lugar seguro.

    GOLLUM: ¡¡La Comarca!! ¡¡Bolsón!!

    GANDALF: Año 3434 de la Segunda Edad, he aquí el relato de Isildur, Rey de Gondor y del hallazgo del Anillo de Poder.
    “Ha llegado a mí, el Anillo Único será el legado de mi Reino; todo descendiente de mi linaje quedará atado a su destino, pues no arriesgaré daño alguno para el Anillo. Me es muy preciado, aunque fue ganado con gran dolor. El grabado de su banda comienza a extinguirse. La escritura antes clara como roja llama ya prácticamente se ha desvanecido. Un secreto que ahora sólo el fuego puede desvelar.”

    NAZGÛL: ¡Comarca! ¡Bolsón!
    MAGGOT: No hay Bolsones por aquí. Están todos en Hobbiton. ¡Por ahí!

    FRODO, MERRY Y PIPPIN: “…que alegra el corazón y las penas ahoga. Puede llover o ventear pero ¡hay muchas piiiintas para brindar! Dulce es el canto del chaparrón que el arroyo al llano fue a llegar, mejor que el agua, la tempestad….
    PIPPIN: ¡….es la buena cerveza de este Tuk!
    HOBBIT: Gente muy extraña atraviesa la Comarca estos días. Enanos y otros de no menos deleznable naturaleza.
    TÍO: Hay una guerra en ciernes. Las montañas están infestadas de Trasgos.
    HOBBIT2: Cuentos de hadas, historias de niños, eso es lo que son. Te estás pareciendo al viejo Bilbo Bolsón, el descerebrado.
    TÍO: Je, mire, el señor Frodo. Él sí que pierde el juicio.
    FRODO: Y a mucha honra. Salud, Tío.
    TÍO: Salud.
    HOBBIT2: No es de nuestra incumbencia lo que ocurra atrás de nuestras fronteras. Apártate de los problemas y los problemas se apartaran de ti.
    ROSITA: Buenas noches.
    SAM: Buenas noches.
    HOBBIT2: Buenas noches, dulce dama de la dorada cerveza.
    SAM: Eh tú, cuidadito con lo que decimos…
    FRODO: No te apures Sam, Rosie reconoce un idiota a la legua.
    SAM: ¿Ah sí?

    FRODO: Buenas noches Sam.
    SAM: Buenas noches Frodo.

    GANDALF: ¿Está a buen recaudo? ¿Está seguro?
    FRODO: ¿Qué estás haciendo?
    GANDALF: Extiende la mano Frodo, está frío… ¿Qué ves? ¿Puedes ver algo?
    FRODO: Nada, no hay nada. Espera…hay unas marcas.. Algo que parece élfico, no sé leerlo.
    GANDALF: Muy pocos pueden. Es la lengua de Mordor, que no emplearé aquí.
    FRODO: ¡Mordor!
    GANDALF: En la lengua común dice: “Un Anillo para gobernarlos a todos, un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos, y atarlos en las… Tinieblas.
    Éste es el Anillo Único, forjado por el Señor Oscuro Sauron, en los fuegos del Monte del Destino; arrebatado por Isildur, de las mismas manos de Sauron.
    FRODO: Bilbo lo encontró… en la caverna de Gollum…
    GANDALF: Así es. Durante 60 años el anillo permaneció en silencio, en poder de Bilbo, prolongando su vida, postergando su vejez. Pero ya no, Frodo. El mal se revuelve en Mordor. El Anillo ha despertado. Ha oído la llamada de su dueño.
    FRODO: ¡Pero le derrotaron! ¡Sauron fue aniquilado!
    GANDALF: No, Frodo. El espíritu de Sauron perduró. Su fuerza vital está ligada al Anillo y el Anillo sobrevivió. Sauron ha vuelto, sus orcos se han multiplicado, su fortaleza de Barad-dûr vuelve a erguirse en la tierra de Mordor. A Sauron le basta este Anillo para cubrir las tierras de una segunda oscuridad. Lo está buscando, lo busca, su única intención es encontrarlo, pues el Anillo anhela por encima de todo regresar a las manos de su dueño. Son un todo, el Anillo y el Señor Oscuro. Frodo, nunca debe encontrarlo.
    FRODO: De acuerdo. Lo guardaremos, lo ocultaremos y no se hable más de él. Nadie sabe que esta aquí, ¿verdad? ¿Verdad, Gandalf?
    GANDALF: Hay otro que sabe que Bilbo tenía el Anillo. Busqué por todas partes a la criatura Gollum, pero el enemigo lo encontró antes.
    No sé cuanto tiempo lo torturaron… pero entre interminables gritos y confuso balbuceo, distinguieron dos palabras…

    GOLLUM: ¡¡Comarca!! ¡¡Bolsón!!

    FRODO: ¿Comarca? ¿Bolsón? ¡Eso los conducirá aquí!

    HOBBIT: ¡Quién anda ahí!

    FRODO: Cógelo Gandalf ¡Llévatelo!
    GANDALF: No Frodo…
    FRODO: ¡Debes quedártelo!
    GANDALF: No puedes ofrecerme este Anillo.
    FRODO: ¡Pues te lo estoy dando!
    GANDALF: ¡¡No me tientes Frodo!! No quiero ni tocarlo… Ni siquiera para esconderlo. Entiéndelo Frodo, utilizaría este Anillo con ánimo de hacer el bien, pero conmigo adquiriría un poder desatado y terrible de imaginar.
    FRODO: No puede quedarse en la Comarca.
    GANDALF: ¡No! No debe.
    FRODO: ¿Qué debo hacer?
    GANDALF: Partir, y cuanto antes.
    FRODO: ¿A dónde? ¿A dónde voy?
    GANDALF: Sal de la Comarca. Ve a la aldea de Bree.
    FRODO: Bree. ¿Y que harás tú?
    GANDALF: Te estaré esperando, en la Posada del Poney Pisador.
    FRODO:¿El Anillo estará seguro allí?
    GANDALF: No lo sé Frodo, no tengo respuesta. Debo ver al decano de mi orden, es sabio y poderoso. Confía en mi Frodo, él sabrá que hacer. Debes renunciar al apellido Bolsón, pues ese nombre no es seguro fuera de la Comarca. Viaja sólo de día, y evita los caminos.
    FRODO: Puedo atravesar los campos fácilmente.
    GANDALF: Mi querido Frodo… Los Hobbits son criaturas sorprendentes, puedes aprender todas sus costumbres en un mes, y después de cien años, aún te sorprenden.
    ¡Agáchate!
    ¡Rayos y centellas! ¡Samsagaz Gamyi! ¿Has estado fisgoneando?
    SAM: ¡No estaba fisgoneando señor, no! Sólo cortaba el césped bajo la ventana, si usted me entiende.
    GANDALF:Un poco tarde para cortar césped, ¿no crees?
    SAM: Oí unas voces.
    GANDALF: ¡Qué oíste! ¡Habla!

    SAM: ¡Nada importante! Algo acerca de un Anillo y un Señor Oscuro y algo sobre el fin del mundo, pero por favor señor Gandalf no me haga daño. No me convierta en un monstruo.
    GANDALF:No… más bien no… he pensado en darte mejor uso…
    Vamos Samsagaz, ¡date prisa!
    Tened cuidado los dos. El enemigo tiene muchos espías a su servicio, aves, bestias…
    ¿Está seguro? Nunca te lo pongas, pues los siervos del Señor Oscuro serán atraídos por su Poder. Recuerda siempre Frodo, que el Anillo intenta volver a su dueño. Desea ser encontrado.

    SAM: Se acabó.
    FRODO: ¿Se acabó qué?
    SAM: Si doy un paso más, será lo mas lejos que he estado de mi hogar en mi vida.
    FRODO: Vamos Sam. Recuerda lo que Bilbo solía decir …
    BILBO (VOZ EN OFF): “Es peligroso, Frodo, cruzar tu puerta, pones tu pie en el camino y si no cuidas tus pasos, nunca sabes a donde te pueden llevar…”

    FRODO: ¡Sam! Elfos de los bosques. Se dirigen a la costa, más allá de las Torres Blancas. A los Puertos Grises.
    SAM: Abandonan la Tierra Media.
    FRODO: Para nunca volver.
    SAM: No sé porqué… pero me entristece.

    SAM: Da igual dónde me tumbe, ¡siempre hay una dichosa raíz que sobresale!
    FRODO: Cierra los ojos e imagínate tumbado en tu cama, sobre un mullido colchón, y una almohada de plumas.
    SAM: No funciona señor Frodo. No podré pegar ojo a la intemperie.
    FRODO: Ni yo, Sam.

    SARUMAN: El Humo se eleva de nuevo en el Monte del Destino. La hora se acerca, y Gandalf el Gris cabalga hacia Isengard en busca de mi consejo. Pues para eso has venido ¿no es así, viejo amigo?
    GANDALF: Saruman.

    SARUMAN: ¿Estás seguro de eso?
    GANDALF: Sin duda alguna.
    SARUMAN: El Anillo de Poder ha sido hallado.
    GANDALF: Todos estos largos años ha estado en la Comarca, delante de mis narices…
    SARUMAN: Y no tuviste ojos para verlo. Tu pasión por la hierba de los Medianos sin duda ha enturbiado tu mente.
    GANDALF: Pero aun hay tiempo el suficiente para combatir a Sauron, si actuamos con presteza.
    SARUMAN: ¿Tiempo? ¿Cuánto tiempo crees que tenemos?
    Sauron ha recuperado mucha de su fuerza perdida; aún no puede hacerse corpóreo, pero su espíritu no ha perdido su poder. Confinado en su fortaleza, el señor de Mordor lo ve todo. Su mirada atraviesa nubes, sombras, tierra y …carne. ¿Sabes de lo que hablo, Gandalf? Un gran Ojo, sin párpado, rodeado de llamas…
    GANDALF: Sí, Sauron.
    SARUMAN: Está atrayendo todo el mal hacia él. Muy pronto habrá reclutado un ejército suficiente para atacar la Tierra Media.
    GANDALF: Y tú lo sabes… ¿Cómo?
    SARUMAN: Lo he visto…
    GANDALF: Un Palantir es arma peligrosa, Saruman.
    SARUMAN: ¿Por qué? ¿Por qué hemos de temer usarlo?
    GANDALF: No todas las piedras videntes corrieron la misma suerte; no sabemos quien más podría estar mirando.
    SARUMAN: La hora está más avanzada de lo que piensas. Las tropas de Sauron han emprendido ya la marcha. Los Nueve ha partido de Minas Morgul.
    GANDALF: ¿Los Nueve?
    SARUMAN: Cruzaron el rió Isen en la Pascua de Verano, vestidos de Jinetes Negros.
    GANDALF: ¿Están en la Comarca?
    SARUMAN: Encontraran el Anillo y destruirán a su portador.
    GANDALF: ¡Frodo!
    SARUMAN: ¿No creerás en serio que un hobbit puede torcer la voluntad de Sauron? Nadie puede hacerlo. Contra el poder de Mordor no hay victoria posible. Debemos unirnos a él, Gandalf. Debemos unirnos a Sauron. Sería lo más sabio, amigo mío.
    GANDALF: Dime, amigo, ¿cuándo abandonó Saruman el Sabio, la razón por la locura?

    SARUMAN: Te he dado la oportunidad de ayudarme libremente, pero tú has elegido ¡la senda del dolor!

    SAM: ¡Señor Frodo! ¡Frodo! ¡Frodo! Creí que le había perdido.
    FRODO: ¿De qué hablas?
    SAM: Es por algo que dijo Gandalf.
    FRODO: ¿Qué dijo?
    SAM: No le pierdas de vista Sam Gamyi. Y no pienso hacerlo.
    FRODO: Sam, seguimos en la Comarca, ¿qué podría ocurrir?
    PIPPIN: ¡Eh, Frodo! Merry es Frodo Bolsón.
    MERRY: ¡Hola Frodo!
    SAM:¡Apártate! Levántese señor Frodo.
    FRODO: ¿A qué viene esto?
    MERRY: Sujeta.
    SAM: ¡Habéis entrado en el huerto de Maggot!
    MAGGOT: ¡Eh os conozco! ¡Fuera de mi huerto! ¡Salid de ahí golfos! ¡Os he dicho que fuera de mis tierras!
    MERRY: No sé porqué se enfada tanto, por dos zanahorias…
    PIPPIN: Y unos repollos… y los tres sacos de patatas de la semana pasada… ¡y los champiñones de la semana anterior!
    MERRY: Sí Pippin, en mi opinión, ¡está exagerando claramente! ¡Corred!

    PIPPIN: ¡Uff! ¡Por los pelos!
    MERRY: Creo que se me ha roto algo…
    SAM: Fíate de un Brandigamo y un Tuk.
    MERRY: ¿Qué? ¡Ha sido un desvío! ¡Un atajo!
    SAM: ¿Un atajo a dónde?
    PIPPIN: Mirad, ¡setas! Cuántas setas. Qué buenas. Qué bien huelen…
    FRODO: Deberíamos salir del camino.
    ¡Salid del camino! ¡Rápido!
    SAM: Silencio.
    Frodo.

    MERRY: ¿Qué era eso?
    SAM: ¿Ve algo?
    FRODO: Nada.
    PIPPIN: ¿Qué ocurre?
    MERRY: Ese Jinete Negro buscaba algo… o a alguien, ¿Frodo?
    PIPPIN: ¡Agacháos!
    FRODO: Debo dejar la Comarca. Sam y yo vamos a Bree.
    MERRY: Ya sé. La balsadera de Gamoburgo, ¡seguidme!
    ¡Corred! ¡Por aquí! ¡Seguidme! ¡Frodo aprisa! ¡Corre!
    ¡Desata la soga, Sam!
    SAM, MERRY Y PIPPIN: ¡Corre Frodo! ¡Vamos, date prisa! ¡Corre! ¡Salta Frodo! ¡Salta!
    FRODO: ¿Cuánto hay hasta el próximo paso?
    MERRY: El puente del Brandivino, veinte millas.

    FRODO: Vamos.
    GUARDIA: ¿Qué quieren?
    FRODO: Vamos al Poney Pisador.
    GUARDIA: ¡Hobbits! Cuatro Hobbits. Y peor aún, fuera de la Comarca, por el acento. ¿Qué asuntos les traen a Bree?
    FRODO: Venimos a la posada. Nuestros asuntos son cosa nuestra.
    GUARDIA: Tranquilo jovencito, no era mi intención ofenderle. Debo preguntar después de anochecer; se habla de extraños forasteros. Toda precaución es poca.
    HOMBRE: Quitaos de en medio. Largo de aquí.

Guion: La comunidad del anillo version normal

  LA COMUNIDAD DEL ANILLO

GALADRIEL:
I amar prestar aen (El Mundo ha cambiado)
han mathon ne nen (Lo siento en el agua)
han mathon ne chae (Lo siento en la tierra)
a han noston ned gwilith.(Lo huelo en el aire)
Mucho se perdió entonces y pocos viven ahora para recordarlo.

    EL SEÑOR DE LOS ANILLOS

    Todo comenzó con la forja de los Grandes Anillos.
    Tres fueron entregados a los Elfos inmortales, los más sabios y bellos de todos los seres.
    Siete a los señores Enanos. Grandes mineros y artesanos de las cavidades montañosas.
    Y Nueve… Nueve fueron entregados a la raza de los hombres… Que ansían por encima de todo el Poder.
    En aquellos anillos residía el poder y la voluntad para gobernar a cada raza. Pero todos ellos fueron engañados… Pues otro Anillo más fue forjado… En la tierra de Mordor, en los fuegos del Monte del destino, el Señor Oscuro Sauron forjó en secreto el Anillo Regente para controlar a todos los demás. En ese Anillo descargó toda su crueldad, su malicia y su voluntad de dominar todo tipo de vida…
    Un Anillo para gobernarlos a todos. Uno a uno, los pueblos libres de la Tierra Media fueron sometidos por el poder del Anillo.
    Pero hubo algunos que resistieron. Una Última Alianza de Hombres y Elfos lucharon contra el ejército de Mordor. Y en las lomas del Monte del Destino libraron su batalla por la libertad de la Tierra Media. La victoria estaba próxima… Pero nada puede acabar con el Poder del Anillo… Y fué en aquel preciso momento, desvanecida ya toda esperanza, cuando Isildur, Hijo del Rey recurrió a la espada de su padre…
    Sauron, el enemigo de los pueblos libres de la Tierra Media fue derrotado.
    El Anillo llegó a manos de Isildur, que tuvo la oportunidad de destruir su mal para siempre. Pero el corazón de los hombres se corrompe con facilidad, y el Anillo de Poder goza de voluntad propia. Traicionó a Isildur hasta llevarle a la muerte.
    Y aquellos hechos que nunca debieron caer en el olvido, se perdieron en el tiempo. La Historia se convirtió en Leyenda. La Leyenda se convirtió en Mito, y durante 2.500 años el Anillo pasó desapercibido. Hasta que cuando se presentó la ocasión encontró a un nuevo dueño… ¡Mi Tessoro! El Anillo acabó en manos de la criatura Gollum que lo ocultó en las profundidades de las Montañas Nubladas. Y allí, le consumió.
    GOLLUM: ¡Él vino a mi! ¡Todo mío! ¡Mi vida! ¡Todo mío! ¡Mi tessoro!
    GALADRIEL: El Anillo proporcionó a Gollum longevidad antinatural. Durante 500 años envenenó su mente; y en la lúgubre caverna de Gollum esperó. La oscuridad negó los bosques del mundo. Llegó el rumor de que una sombra crecía en el Este. El murmullo de un temor sin nombre. El Anillo de Poder lo percibió. Su hora había llegado. Abandonó a Gollum, pero algo ocurrió al margen de la voluntad del anillo… fue recogido por la criatura que menos cabía imaginar… Por un Hobbit, Bilbo Bolsón, de la Comarca.
    GOLLUM: ¡¡Perdido!! ¡MI TESSOORO! ¡PERDIDO!
    GALADRIEL: Pero pronto llegaría el momento en que lo Hobbits tendrían en sus manos el futuro de todos…

    La Comunidad del Anillo

    La Comarca… 60 años después

    GANDALF: El camino sigue sin cesar… pero he de continuaar…
    FRODO: Llegas tarde.
    GANDALF: Un mago nunca llega tarde, Frodo Bolsón. Ni pronto, llega exactamente cuando se lo propone.
    FRODO: ¡Cuánto me alegro de verte Gandalf!
    GANDALF: No me iba a perder el cumpleaños de tu tío Bilbo.
    FRODO: ¿Traes noticias del mundo exterior? ¡Cuéntamelo todo!
    GANDALF: ¿Todo? Eres demasiado curioso para ser un Hobbit, de lo más antinatural. ¿Qué podría decirte? La vida del ancho mundo transcurre como en la pasada edad, ocupada en sus ajetreos, casi al margen de la existencia de los Hobbits… De lo que estoy muy agradecido. La largamente esperada Fiesta.
    Feliz Cumpleaños Bilbo Bolsón
    BILBO: ¿Cómo está mi viejo amigo? He oído que va a dar una fiesta de especial importancia.
    FRODO: Ya conoces a Bilbo, tiene a todo el pueblo alborotado.
    GANDALF: Bueno, eso siempre le ha entusiasmado.
    FRODO: Ha invitado a media Comarca.
    GANDALF: ¡No me digas!
    FRODO: Algo trama.
    GANDALF: ¿Tú crees?
    FRODO: Está bien guardad vuestros secretos. Antes de tu llegada, los Bolsón gozábamos de buena fama.
    GANDALF: Sin duda.
    FRODO: Nunca teníamos aventuras ni hacíamos nada inesperado.
    GANDALF: Si te refieres al incidente con el dragón, yo no tuve nada que ver. Únicamente le di un empujocito para que saliera.
    FRODO: A pesar de todo te han puesto la etiqueta de perturbador de la paz.
    GANDALF: Vaya vaya…
    NIÑOS HOBBITS: ¡Gandalf! ¡Por favor! Fuegos artificiales, Gandalf…
    FRODO: Gandalf… Me alegro de tu regreso.
    GANDALF: Yo también, amigo. Yo también…
    Prohibido entrar excepto por asuntos de la Fiesta
    BILBO: ¡No, Gracias! No más visitas, ni admiradores, ni parientes lejanos.
    GANDALF: ¿Ni tampoco viejos amigos?
    BILBO: ¿Gandalf?
    GANDALF: Bilbo Bolsón…
    BILBO: ¡Mi querido Gandalf! Qué alegría volver a verte.
    GANDALF: Cumples ciento once años, ¿quien lo iba a decir? No te afectan los años.
    BILBO: ¡Pasa, pasa! ¡Bienvenido!, ¡Bienvenido! Qué te puedo ofrecer ¿Té?, o tal vez algo mas fuerte? Me quedan unas botellas de la vieja viña de 1296, muy buena añada, casi tan vieja como yo, embotellada por mi padre. ¿Te parece que abramos una?
    GANDALF: Sólo té, gracias.
    BILBO: Te esperaba la semana pasada. No es que me importe mucho. Vienes y vas a placer, siempre lo has hecho y siempre lo harás. Me pillas desprevenido, solo tengo pollo frio y escaleche; queda algo de queso por aquí… nada, es muy poco; mermelada de frambuesa y tarta de manzana y vainilla, por algun lado… acabo de encontrar un poco de bizcocho de huevo.
    La Montaña Solitaria
    BILBO: Puedo hacerte unos huevos si quieres.
    GANDALF: Solo té, gracias.
    BILBO: ¡Como quieras! No te importa que coma yo, ¿verdad?
    GANDALF: No no, claro que no.
    SACOVILLA: ¡¡Bilbo!! ¡Bilbo Bolsón!
    BILBO: ¡No estoy en casa! Tengo que alejarme de estos condenados parientes. ¡No me dejan ni un momento en paz! Quiero volver a ver montañas, montañas Gandalf, y encontrar un lugar tranquilo donde terminar mi libro. ¡Ah! ¡Té!
    GANDALF: Te refieres a cumplir tu plan, ¿eh?
    BILBO: ¡Sí!, ¡Sí! Con todo detalle. Está todo previsto. Gracias.
    GANDALF: Frodo sospecha algo.
    BILBO: ¡Claro que sí, es un Bolsón! ¡No un zopenco Ciñatiesa de Cazadura!
    GANDALF: ¿Se lo dirás verdad?
    BILBO: ¡Sí!, ¡Sí!
    GANDALF: Él te aprecia mucho.
    BILBO: Lo sé. Hasta vendría conmigo si se lo pidiera. Creo que en el fondo, Frodo sigue enamorado de la Comarca, de sus bosques y praderas, de sus arroyos ¡Estoy mayor Gandalf! Sé que no lo aparento, pero ya lo siento en mi corazón. Me siento fragil, disperso como mantequilla huntada sobre demasiado pan. Necesito vacaciones. Unas buenas vacaciones, y no espero volver. La verdad, no pienso hacerlo.

    BILBO: Del viejo Tobby, ¡La mejor hierba de la Cuaderna del Sur!
    Gandalf viejo amigo, ¡Esto va a ser una noche memorable!

    BILBO: Gordo Bolger, me alegro de verte ¡Bienvenido!
    FRODO: Anda Sam, saca a Rosi a bailar.
    SAM: Creo que tomaré otra cerveza.
    FRODO: ¡Ah no! Otra no. ¡Anda!
    BILBO: Y ahí estaba yo, a merced de tres monstruosos Trolls; y los tres discutiendo entre ellos sobre como nos iban a cocinar, si a la brasa, ensartados, o engullidos crudos, uno por uno sin cocinarnos ni nada. Se pasaron tanto tiempo discutiendo el cómo y el porqué, que el primer rayo de luz de sol apareció entre los árboles ¡Pluf! ¡Convirtiéndolos en rocas!
    MERRY: Deprisa… ¡No, no! ¡El más grande! …. ¡Corre!
    PIPPIN: ¡Hay que clavarlo en el suelo!
    MERRY: ¡Ya está clavado!
    PIPPIN: ¡Sí pero fuera!
    MERRY: Ha sido idea tuya.
    FRODO: ¡Cuidado con el Dragón!
    BILBO: ¿Dragón?, tonterías! ¡Hace mil años que no hay dragones por aquí!
    MERRY: ¡Qué bueno! Hay que ir a por otro.
    GANDALF: Meriadoc Brandigamo y Peregrin Tuk. Debí imaginarlo.
    HOBBITS: Bilbo Bolsón, unas palabras.
    FRODO: ¡Que hable!
    BILBO: Mis queridos Bolsón, y Boffin… Tuk y Brandigamo… ¡Cabada! ¡Redondo! ¡Corneta! ¡Bolger! ¡Ciñatiesa y Ganapies! ¡¡Ganapie!!
    ¡Hoy es mi centesimo decimo primer cumpleaños!
    HOBBITS: ¡Feliz cumpleaños!
    BILBO: ¡Ay! ¡Pero ciento once años no son nada para vivir rodeado de tan excelentes y admirables Hobbits!
    ¡No conozco a la mitad de vosotros la mitad de lo que desearía, y lo que deseo es menos de la mitad de los que la mitad mereceis!
    Yo… tengo asuntos que atender. Los he pospuesto ya demasiado. ¡Lamento anunciar que ha llegado el Final! Ahora me iré. Os dedico mi más sentida despedida. Adiós.
    GANDALF: Te habrá parecido muy inteligente por tu parte.
    BILBO: ¡Vamos Gandalf! ¿Te fijaste en sus caras?
    GANDALF: Hay muchos Anillos Mágicos en este mundo, y ninguno debería usarse a la ligera.
    BILBO: ¡Era una pequeña broma! Supongo tendrás razón, como siempre… Le echaras un ojo a Frodo, ¿Verdad?
    GANDALF: Dos ojos, tan a menudo como disponga de ellos.
    BILBO: Le voy a dejar todo.
    GANDALF: ¿Qué me dices de ese Anillo tuyo? ¿También lo incluyes?
    BILBO: ¡Sí!, ¡Sí! Está en un sobre que hay sobre la repisa. No… espera está… aquí, en mi bolsillo… Qué curioso, ¿eh? ¡Sí! claro, ¡porqué no! ¿Porqué no iba a quedármelo?
    GANDALF: Creo que deberías olvidarte del Anillo.. Bilbo ¿Tan duro te resulta?
    BILBO: Pues, no… y sí! Llegó el momento.. no deseo partir sin él ¡Es mío! ¡Yo lo encontré! ¡Él vino a mí!
    GANDALF: No hay porqué enojarse.
    BILBO: ¡Si me enojo es por tu culpa! ¡Es mííoo! ¡Mío todo él! ¡Mi Tessoro!
    GANDALF: ¿Tesoro? Ya lo han llamado así, pero no tú.
    BILBO: ¡Pero a ti que te importa lo que yo haga con mis cosas!
    GANDALF: Ya has tenido ese Anillo demasiado tiempo
    BILBO: ¡Lo quieres para tí!
    GANDALF: ¡Bilbo Bolsón!, no me tomes por un hechicero del tres al cuarto! ¡No tengo intención de robarte! … Sólo intento ayudarte. Todos estos largos años hemos sido amigos. Confía en mí, como antaño hiciste. Renuncia a él.
    BILBO: Tienes razón Gandalf. El Anillo debe estar con Frodo. Es tarde y largo el camino. Sí, llegó el momento.
    GANDALF: Bilbo… El Anillo sigue en tu bolsillo…
    BILBO: He pensado un final para mi libro… Y vivió feliz para siempre… hasta el final de sus días.
    GANDALF: Y estoy seguro de ello, querido amigo.
    BILBO: Adiós Gandalf.
    GANDALF: Adiós querido Bilbo.
    BILBO: El camino sigue y sigue…
    GANDALF: Hasta nuestro próximo encuentro.

    BILBO(VOZ EN OFF): Es mío, Sólo mío. Mi Tesoro…
    GANDALF: Acertijos en la Oscuridad.
    FRODO: ¡Bilbo!
    FRODO: ¿Se ha ido verdad? Llevaba tiempo advirtiéndolo, pero nunca pensé que lo haría. ¿Gandalf?
    GANDALF: El Anillo de Bilbo. Se ha ido a vivir con los Elfos… Te ha dejado Bolsón Cerrado junto con todas sus pertenencias. Ahora el anillo… es tuyo. Guárdalo en lugar seguro.
    FRODO: ¿Adónde vas?
    GANDALF: ¡Hay asuntos que me requieren!
    FRODO: ¿Que asuntos?
    GANDALF: ¡Preguntas! Que necesitan respuesta.
    FRODO: ¡Pero si acabas de llegar! No lo entiendo.
    GANDALF: Tampoco yo. Guárdalo en secreto, en lugar seguro.

    GOLLUM: ¡¡La Comarca!! ¡¡Bolsón!!

    GANDALF: Año 3434 de la Segunda Edad, he aquí el relato de Isildur, Rey de Gondor y del hallazgo del Anillo de Poder. Ha llegado a mí, el Anillo Único será el legado de mi Reino; todo descendiente de mi linaje quedará atado a su destino, pues no arriesgaré daño alguno para el Anillo. Me es muy preciado, aunque fue ganado con gran dolor. El grabado de su banda comienza a extinguirse. La inscripción antes clara como roja llama prácticamente se ha desvanecido. Un secreto que ahora sólo el fuego puede desvelar.

    NAZGÛL: ¡Comarca! ¡Bolsón!
    MAGGOT: No hay Bolsones por aquí. Están todos en Hobbiton. ¡Por ahí!

    FRODO: Buenas noches Sam.
    SAM: Buenas noches Frodo.
    GANDALF: ¿Está a buen recaudo? ¿Está seguro?
   
    FRODO: ¿Qué estás haciendo?
    GANDALF: Extiende la mano Frodo, está frío… ¿Que ves? ¿Puedes ver algo?
    FRODO:Nada. No hay nada. Espera Hay unas marcas.. Algo que parece élfico, no sé leerlo.
    GANDALF: Muy pocos pueden. Es la lengua de Mordor, que no emplearé aquí. En la lengua común dice: “Un Anillo para gobernarlos a todos, un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos, y atarlos en las… Tinieblas! Éste es el Anillo Único, forjado por el Señor Oscuro Sauron, en los fuegos del Monte del Destino; arrebatado por Isildur, de las mismas manos de Sauron.
    FRODO: Bilbo lo encontró… en la caverna de Gollum…
    GANDALF: Durante 60 años el anillo permaneció en silencio, en poder de Bilbo, prolongando su vida, postergando su vejez… Pero ya no Frodo. El mal se revuelve en Mordor. El Anillo ha despertado, ha oído la llamada de su dueño.
    FRODO: ¡Pero le derrotaron! ¡Sauron fue aniquilado!
    GANDALF: No, Frodo. El espíritu de Sauron perduró. Su fuerza vital está ligada al Anillo y el Anillo sobrevivió. Sauron ha vuelto, sus orcos se han multiplicado, su fortaleza de Barad-dûr vuelve a erguirse en la tierra de Mordor. A Sauron le basta este Anillo para cubrir las tierras de una segunda oscuridad. Lo está buscando, lo busca, todo su pensamiento está puesto en él, pues añora por encima de todo volver a las manos de su dueño. Son un todo, El Anillo y el Señor Oscuro Frodo, nunca debe encontrarlo.
    FRODO: De acuerdo. Lo guardaremos, lo ocultaremos y no se hable más de él. Nadie sabe que esta aquí, ¿verdad? ¿Verdad, Gandalf?
    GANDALF: Hay otro que sabe que Bilbo tenía el Anillo. Busqué por todas partes a la criatura Gollum, pero el enemigo lo encontró antes. No sé cuanto tiempo lo torturaron… pero entre interminables gritos y confuso balbuceo, distinguieron dos palabras…
    GOLLUM: ¡¡Comarca!! ¡¡Bolsón!!
    FRODO: ¿Comarca? ¿Bolsón? ¡Eso los conducirá aquí!
    HOBBIT: ¡Quién anda ahí!
    FRODO: Cógelo Gandalf ¡Llévatelo!
    GANDALF: No, Frodo…
    FRODO: ¡Debes quedártelo!
    GANDALF: No puedes ofrecerme este Anillo.
    FRODO: ¡Pues te lo estoy dando!
    GANDALF: ¡No… me tientes Frodo! No quiero ni tocarlo… Ni siquiera para esconderlo. Entiéndelo Frodo, utilizaría este Anillo con ánimo de hacer el bien, pero conmigo adquiriría un poder desatado y terrible de imaginar.
    FRODO: ¡No puede quedarse en la Comarca!
    GANDALF: ¡No! No debe.
    FRODO: ¿Qué debo hacer?
    GANDALF: Partir, ¡y cuanto antes!
    FRODO: ¿A dónde? ¿A dónde voy?
    GANDALF: Sal de la Comarca. Ve a la aldea de Bree.
    FRODO: ¿Y que harás tú?
    GANDALF: Te estaré esperando, en la Posada del Poney Pisador.
    FRODO: ¿El Anillo estará seguro allí?
    GANDALF: No lo sé Frodo, no tengo respuesta. Debo ver al decano de mi orden, es sabio y poderoso. Confía en mi Frodo, él sabrá que hacer. Debes renunciar al apellido Bolsón, pues ese nombre no es seguro fuera de la Comarca. Viaja sólo de día, y evita los caminos.
    FRODO: Puedo atravesar los campos fácilmente.
    GANDALF: Mi querido Frodo… Los Hobbits son criaturas sorprendentes, puedes aprender todas sus costumbres en un mes, y después de cien años, aún te sorprenden.
    ¡Agáchate!
    ¡Rayos y centellas! ¡Samsagaz Gamyi! ¿Has estado fisgoneando?
    SAM: ¡No estaba fisgoneando señor, no! Sólo cortaba el césped bajo la ventana, si usted me entiende.
    GANDALF: Un poco tarde para cortar césped, ¿no crees?
    SAM: Oí unas voces.
    GANDALF: ¡Qué oíste! ¡Habla!
    SAM: ¡Nada importante! Algo acerca de un Anillo y un Señor Oscuro y algo sobre el fin del mundo, pero por favor señor Gandalf no me haga daño. ¡No me convierta en un monstruo!
    GANDALF: No… más bien no… he pensado en darte mejor uso…
    Vamos Samsagaz ¡date prisa!
    Tened cuidado los dos. El enemigo tiene muchos espías a su servicio, aves, bestias…
    ¿Está seguro? Nunca te lo pongas, pues los siervos del Señor Oscuro serán atraídos por su Poder. Recuerda siempre Frodo, que el Anillo intenta volver a su dueño. Desea ser encontrado.

    SAM: ¡Se acabó!
    FRODO: ¿Se acabó que?
    SAM: Si doy un paso más, será lo mas lejos que he estado de mi hogar en mi vida.
    FRODO: Vamos Sam. Recuerda lo que Bilbo solía decir …
    BILBO (VOZ EN OFF): es peligroso, Frodo, cruzar tu puerta, pones tu pié en el camino y si no cuidas tus pasos, nunca sabes a donde te pueden llevar…

    SARUMAN: El Humo se eleva de nuevo en el Monte del Destino. La hora se acerca, y Gandalf el Gris cabalga hacia Isengard en busca de mi consejo. Pues para eso has venido ¿no es así? viejo amigo…
    GANDALF: Saruman.

    SARUMAN: ¿Estás seguro de eso?
    GANDALF: Sin duda alguna.
    SARUMAN: El Anillo de Poder ha sido hallado.
    GANDALF: Todos estos largos años ha estado en la Comarca, delante de mis narices…
    SARUMAN: Y no tuviste ojos para verlo. Tu pasión por la hierba de los Medianos sin duda ha enturbiado tu mente.
    GANDALF: Pero aun hay tiempo el suficiente para combatir a Sauron, si actuamos con presteza.
    SARUMAN: ¿Tiempo? ¿Cuánto tiempo crees que tenemos? Sauron ha recuperado mucha de su fuerza perdida; aún no puede hacerse corpóreo, pero su espíritu no ha perdido su poder. Confinado en su fortaleza, el señor de Mordor lo ve todo. Su mirada atraviesa nubes, sombras, tierra y carne. ¿Sabes de lo que hablo, Gandalf? Un gran Ojo sin párpado, rodeado de llamas…
    GANDALF: Sí, Sauron.
    SARUMAN: Está atrayendo todo el mal hacia él. Muy pronto habrá reclutado un ejercito suficiente para atacar la Tierra Media.
    GANDALF: Y tú lo sabes… ¿Cómo?
    SARUMAN: Lo he visto.
    GANDALF: Un Palantir es arma peligrosa, Saruman.
    SARUMAN: ¿Por qué? ¿Por qué hemos de temer usarlo?
    GANDALF: No todas las piedras videntes corrieron la misma suerte; no sabemos quien más podría estar mirando.
    SARUMAN: La hora está más avanzada de lo que piensas. Las tropas de Sauron han emprendido ya la marcha. Los Nueve ha partido de Minas Morgul.
    GANDALF: ¿Los Nueve?
    SARUMAN: Cruzaron el rió Isen en la pascua de Verano, vestidos de Jinetes Negros.
    GANDALF: ¿Estan en la Comarca?
    SARUMAN: Encontraran el Anillo y destruirán a su portador.
    GANDALF: ¡Frodo!
    SARUMAN: ¿No creerás en serio que un hobbit puede torcer la voluntad de Sauron? Nadie puede hacerlo. Contra el poder de Mordor no hay victoria posible. Debemos unirnos a él, Gandalf. ¡Debemos unirnos a Sauron! Sería lo más sabio, amigo mío…
    GANDALF: Dime, amigo… ¿Cuándo abandonó Saruman el Sabio, la razón por la locura?
    SARUMAN: Te he dado la oportunidad de ayudarme libremente, pero tú has elegido la senda del dolor…

    SAM: ¡Sr. Frodo! ¡Creí que le había perdido!
    FRODO: ¿De que hablas?
    SAM: Es por algo que dijo Gandalf.
    FRODO: ¿Qué dijo?
    SAM: No le pierdas de vista Sam Gamyi. Y no pienso hacerlo.
    FRODO: Sam, seguimos en la Comarca, ¿qué podría ocurrir?
    PIPPIN: ¡Frodo! Merry, es Frodo Bolsón.
    MERRY: ¡Hola, Frodo!
    SAM: ¡Apártate! Levántese Sr. Frodo.
    FRODO: ¿A qué viene esto?
    MERRY: Sujeta.
    SAM: ¡Habéis entrado en el huerto de Maggot!
    MAGGOT: ¡Eh os conozco! ¡Fuera de mi huerto! ¡Salid de ahí Golfos!
    MERRY: No sé porqué se enfada tanto, por dos zanahorias…
    PIPPIN: Y unos repollos… y los tres sacos de patatas de la semana pasada… y los champiñones de la semana anterior!
    MERRY: Sí Pippin, en mi opinión, ¡está exagerando claramente! ¡Corred!

    PIPPIN: ¡Huh! ¡Por los pelos!
    MERRY: Creo que se me ha roto algo…
    SAM: Fíate de un Brandigamo y un Tuk.
    MERRY: ¿Qué? ¡Ha sido un desvío! ¡Un atajo!
   
    SAM: ¿Un atajo a dónde?
    PIPPIN: Mirad, ¡setas! Cuántas setas. Qué buenas. Qué bien huelen…
    FRODO: Deberíamos salir del camino.
    ¡Salid del camino! ¡Rápido!
    SAM: Silencio.
    MERRY: ¿Qué era eso?

    MERRY: ¿Ves algo?
    FRODO: ¡Nada!
    PIPPIN: ¿Qué ocurre?
    MERRY: Ese Jinete Negro buscaba algo… o alguien, ¿Frodo?
    PIPPIN: ¡Agacháos!
    FRODO: Debo dejar la Comarca. Sam y yo vamos a Bree.
    MERRY: Ya sé. La balsadera de Gamoburgo, ¡seguidme!
    ¡Corred! ¡Por aquí! ¡Seguidme! ¡Frodo, aprisa!
    ¡Desata la soga Sam!
    HOBBITS: ¡Corre Frodo! ¡Date prisa! ¡Corre! ¡Salta Frodo! ¡Salta!
    FRODO: ¿Cuánto hay hasta el próximo paso?
    MERRY: El puente del Brandivino, 20 Millas.

J.R.R Tolkien

J.R.R Tolkien

J.R.R. Tolkien el creador de la tierra media, el hobbit, el señor de los anillos y creador de muchas más fantasías es a su vez el creador de este sitio y todo lo relacionado con la tierra media, pues sin su inspiración, este espacio no estaría

J.R.R. Tolkien – Biografia

Sus Primeros años

El 3 de Enero de 1892 nace John Ronald Reuel Tolkien en la Ciudad de Bloemfontein(Sudáfrica), hijo del prestigioso gerente de banco Arthur Reuel Tolkien y Mabel Suffield (de los Suffields de Evesham). Dos Años después nace su hermano menor, Hilary.
En 1895 parte con su madre y su hermano a Inglaterra, dejando a su padre en Sudáfrica, quien muere un año más tarde.

En 1904 muere su madre a causa de la diabetes.En ese entonces, Ronald estudiaba en la Escuela King Edward’s.

En 1908, Ronald conoce a Edith Bratt, romance que luego descubre el Padre Francis Morgan, mentor y tutor de Ronald, quién en 1910, le prohibe que se sigan viendo. Este mismo año, Ronald gana una beca para el Exeter College de Oxford.

Los años en Oxford y la T.C.B.S.

En 1911, se forma la T.C.B.S., un grupo de amigos llamado Tea Club, que se reunían a tomar el té en Barrow’s Stores, y por lo que se le conocía al grupo con esas cuatro iniciales.El grupo varió poco,pero al final se definió un núcleo integrado permanente por Tolkien, Christopher Wiseman,R.Q. Gilson y más tarde, Geoffrey Baceh Smith.En ese mismo año, Ronald comienza a estudiar en la Exeter College de Oxford, Lengua y Literatura Inglesas, graduándose cuatro años más tarde, con Honores de Primera Clase.

El 22 de Marzo de 1916, se casa con Edith, a quien había vuelto a ver tres años antes,Edith fue a vivir a Great Haywood, mientras que Ronald se embarcó a Francia como subteniente del 11º batallón de los Lancashire Fusiliers y sirve como oficial de señales de batallón.En noviembre de ese mismo año vuelve a Inglaterra, enfermo de ‘fiebre de trincheras’.En esa guerra, murieron dos compañeros de la T.C.B.S., Smith y Gibson…y con eso, la sociedad llegó a su fin.

El Comienzo de una Mitología

Mientras se recuperaba en Great Haywood, Tolkien comenzó a escribir “El Libro de Los Cuentos Perdidos”, donde escribió toda la mitología que desde hace años había concebido, inspirada en viejas leyendas finesas y nórdicas, como el “Kalevala” y la historia de “Kullervo”, libro que más tarde se convertiría en el “Silmarillion”.

En 1917, nace su hijo mayor, John.

Al siguiente año vuelve a Oxford, y en 1919 comienza a trabajar como tutor free lance.

En 1920, es designado Lector de Lengua Inglesa de la Universidad de Leeds, donde se establecen al siguiente año con su familia. Nace su segundo hijo, Michael.

En 1922, Tolkien y E.V. Gordon comienzan a trabajar en su edición de Sir Gawain and the Green Knight.
Dos años después, Tolkien es designado profesor de Lengua Inglesa en la Universidad de Leeds. Nace su tercer hijo, Christopher; quien se convertiría en su más fiel seguidor y heredero literario.

En 1929, nace su hija Priscilla.

Aparecen Los Hobbits

En 1930 Tolkien empieza a escribir El Hobbit, el cual fue aceptado para su publicación seis años más tarde, y por fin en el otoño de 1937 es publicado por Allen & Unwin. Como recomendación por el gran éxito de El Hobbit, Tolkien comienza a escribir su continuación, que luego se convertiría en El Señor de Los Anillos.

En 1949, completa su gran obra, y es publicado uno de sus cuentos, Egidio, el granjero de Ham. En 1954, son publicados los dos primeros volúmenes de El Señor de Los anillos, y un año más tarde, el tercero.

En 1959, Tolkien se retira de su cátedra.

En los siguientes años, se publicaron otras de sus obras, cuentos cortos y algo “aislados” de su obra primordial: Las aventuras de Tom Bombadil, en 1962; Árbol y Hoja, en 1964; y el Herrero de Wootton Major, en 1967.

Los Últimos Años

En 1968, los Tolkien se establecen en Lakeside Road, Poole. Tres años más tarde, muere Edith Tolkien en noviembre, a la edad de ochenta y dos años. Un año más después, en 1972, Tolkien vuelve a Oxford, donde la Universidad de Oxford le otorga un Doctorado Honorario en Letras.

En 1973, Ronald muere en una clínica el 2 de septiembre, a la edad de ochenta y un años.

Y si alguien visita el cementerio de Wolvecote en Oxford, atravesando varias hectáreas de sepulcro, hasta la zona donde sepultan a los feligreses católicos, encontrará una losa de granito Cornualles gris, donde puede leerse la inscripción:

Edith Mary Tolkien, Lúthien, 1889 – 1971. John Ronald Reuel Tolkien, Beren, 1892 – 1973.

Los Principales y Mejores Libros de Tolkien

Libro Descripción
  La obra cumbre de J.R.R. Tolkien. Desde su publicación, en 1954, esta narración fantástica vende millones de copias por todo el mundo, convirtiéndose en todo un hito de la literatura universal. Narra la historia de Frodo Bolsón, heredero de Bilbo Bolsón que tendrá que llevar el Anillo Único forjado por el Señor Oscuro a las llamas del Monte del Destino para destruirlo. Una tarea que realizará con la ayuda de los nueve integrantes de la Compañía del Anillo. Durante su peligrosa aventura se encontrará con maravillosos lugares y increíbles personajes. Si un duda una lectura obligada para cualquier amante de la novela épica.
  Al hobbit Bilbo Bolsón le gusta la vida cómoda y tranquila en su agujero-hobbit, donde desayuna, merienda y cena varias veces al día. Pero la inesperada visita del mago Gandalf hace despertar en su interior un espíritu aventurero pocas veces visto en la Comarca. De esta forma se ve trastocada su vida cotidiana y, sin saber muy bien cómo, emprende un largo viaje con trece enanos barbudos en dirección a las Montañas para recuperar un tesoro robado por un dragón y olvidado hace mucho tiempo.
  El Silmarillion cuenta la historia de la Primera Edad, el antiguo drama del que hablan los personajes de El Señor de los Anillos, y en cuyos acontecimientos algunos de ellos tomaron parte, como Elrond y Galadriel… Una obra de auténtica imaginación, una visión inspirada, legendaria o mítica, del interminable conflicto entre el deseo de poder y la capacidad de crear.
  Fue la primera gran obra de imaginación de Tolkien, comensada en 1916-17 cuando tenía 25 años, y abandonada varios años después. Es en realidad el principio de toda la concepción de Tierra Media y Valinor que constituirán “El Silmarillion”. Trata del largo viaje emprendido por Eriol (Ælfinwe) a Tol Eressëa, la Isla Solitaria donde habitan los elfos. Allí conoce los cuentos perdidos de Elfinesse, en los que aparecen las ideas y concepciones más tempranas de las razas, geografía y cronología de la Tierra Media. Este primer tomo contiene los cuentos de Valinor y las batallas que emprendieron los dioses contra Morgoth.
  El segundo tomo de los Cuentos Perdidos contiene la historia de Beren y Lúthien, Túrin y el dragón, las historias del collar de los enanos y la caída de Gondolin. Cada cuento es seguido de un comentario, además de incluir un apéndice con vocabulario y nombres de las primeras lenguas élficas.
  Las Baladas de Beleriand tratan sobre las historias de Turambar, Beren y demás que son narradas en “El Silmarillion”. Van acompañadas de comentarios sobre la evolución de los Días Antiguos y de un minucioso estudio crítico de la Balada de Leithian escrito por C.S. Lewis, que la leyó en 1929.
  El cuarto volumen incluye la estructura cronológica y geográfica de las leyendas de la Tierra Media y Valinor, las cuales son acompañadas por mapas y diagramas. Reproduce además el “Quenta Noldorinwa”, la única versión completa de los mitos y leyendas de la Primera Edad.
Pocos escritores vivos han conseguido atraer tanta atención e interés, despertar tanta pasión y entusiasmo, suscitar tanta controversia y adulación como J.R.R. Tolkien. Curiosamente nadie ha explorado los orígenes de la obra cumbre de Tolkien, El Señor de los Anillos. El libro de Lin Carter constituye una lectura absorbente para los millones de seguidores de ESDLA y ofrece una fascinante introducción para quienes deseen aproximarse por primera vez al universo mágico de Tolkien.
      En este primer volumen de “La historia de El Señor de los Anillos”, Christopher Tolkien describre, citando notas y borradores, la intrincada evolución de La Comunidad del Anillo, y la gradual emergencia de concepciones que transformaron lo que iba a ser un libro mucho más corto: una secuela de El Hobbit.
 
En la Guerra del Anillo Cristopher Tolkien reanuda la historia de ESDLA con los episodios de la batalla del Abismo de Helm y la inundación de Isengard. A esto le sigue el relato de cómo Frodo, Sam y Gollum llegaron al paso de Cirith Ungol. Luego continua con la guerra en Gondor y finaliza con el encuentro entre Gandalf y el embajador del Señor Oscuro ante la puerta negra de Mordor.
En este cuarto volumen, Cristopher Tolkien cuenta y explica cómo se escribió el final de “El retorno del rey”, comenzando por el episodio en que Sam rescata a Frodo en la torre de Cirith Ungol y reproduciendo un relato muy diferente del saneamiento de la Comarca. Termina con un epílogo inédito en el que Sam intenta responder a las preguntas de sus hijos años después de que Bilbo y Frodo se embarcaran en los Puertos Grises.
Resumen de la obra “EL Hobbit” por Brian Sibley con información de su creación y su publicación. Consta de un fascinante mapa desplegable ilustrado por John Howe de las Tierras Ásperas que te llevará a todos los lugares que visitó el hobbit Bilbo Bolsón.
Egidio el granjero de Ham no tenía el aspecto de un héroe. Era gordo y de barba roja y disfrutaba de una vida lenta y confortable. De pronto un día un gigante bastante sordo y corto de vista entró por error en las tierras de Egidio. Más por suerte que por habilidad, el granjero logró asustarlo y echarlo. La gente de la aldea lo vitoreó: Egidio el granjero era un héroe. La reputación de Egidio se extendió a lo largo y a lo ancho de todo el reino. Por tanto era natural que cuando el dragón Chrysophylax visitó la comarca todos pensaran que Egidio el granjero era el único que podía combatir con el dragón.
Cada veinticuatro años se celebraba en la aldea de Wootton Mayor la fiesta de los Niños Buenos. La ocasión era especial y se preparaba entonces una Gran Tarta que alimentaría a los veinticuatro niños invitados. La tarta era muy dulce y sabrosa y estaba toda cubierta de azúcar glasé. pero dentro había unos ingredientes muy extraños y quienquiera que comiese uno de ellos conseguiría entrar en el País de Fantasía…
  En 1925, Michael, uno de los hijos de J.R.R. Tolkien, perdió en la playa su querido perrito de juguete mientras estaban de vacaciones. Para consolarlo su padre inventó una historia sobre un perro real que un burjo transforma en un perro de juguete. Rover, el perro, también conocido como Roverandom, es enviado a la luna por el “Mago de la arena”, y cuando no encuentra lo que busca en el lado oscuro de la luna, lo manda al fondo del mar a que continúe buscando.

Roverandom reseña

Roverandom

Cuando su hijo pierde en la playa su juguete preferido, un perro, J.R.R. Tolkien comienza a contarle un cuento. con él pretende animarle por lo que le cuenta la historia de Rover un perro convertido en juguete por un brujo, que vivirás fantásticas aventuras. Así nació este relato. Poco a poco la historia va creciendo y Tolkien decide escribirla. Todo esto ocurrió en el verano de 1.925, aunque se cree que no es hasta 1927 cuando Tolkien comienza el primer borrador. Escribe varias versiones y en 1936 lo presenta a sus editores, para que fuese publicado después de “El Hobbit”. Pero estos querían una continuación de esta historia, por lo que finalmente no se llego a editar hasta 70 años después.

RESUMEN

El pequeño y juguetón perro Rover no se imagina que su encuentro con Artajerjes le va a cambiar la vida. El brujo le convierte en un perro de juguete y es comprado por una familia y entregado al hijo pequeño de la casa. Pero un día se le cae del bolsillo en una playa y se pierde. Sobrevive gracias a la intervención de Psámatos, un mago. Éste le envía a vivir junto al Hombre de la Luna, el cual le cambia su nombre por el de Roverandom. Allí vivirá grandes aventuras, hasta que decidido a volver junto a su joven amo, pero convertido en un perro de verdad, tiene que ir al fondo del mar a pedir perdón a Artajerjes.

OPINIÓN PERSONAL

Encantador cuento de Tolkien. Es muy interesante la historia de su creación, reflejada en la introducción del relato que hacen Christina Scull y Waine G. Howard. Las imágenes del libro son de Tolkien.

El Silmarillion (resumen)

El Silmarillion

La ilusión de una necesidad de poder absoluto se antepone muchas veces a la paz y la alegría. Con un poder así se puede destruir y hacer las cosas como se quiera, pero sin la garantía de tenerlo siempre. Por otro lado, pocos se encuentran con la dicha de crear y hacer cosas nuevas que si duran o no, siempre estará la satisfacción de haber hecho algo bien, sino es que muchas cosas.

En parte de esta idea habla el Silmarillion (1977). Este libro fue publicado cuatro años después de la muerte de su autor, pero en realidad las historias que narran son más antiguas que las de los primeros libros que el publicó. Cuando era joven, JRR Tolkien comenzó a crear en su mente y a plasmar en papel fragmentos de pequeños cuentos que hablaban de historias que se desarrollaban en un tiempo muy lejano, por personajes fantásticos y algunos terribles, ese fue el comienzo de la Tierra Media. En un principio se llamó ‘El libro de los cuentos perdidos’ (que posteriormente también se publicó como los primeros dos tomos de Las Historias de la Tierra Media) pero fue algo tan complejo que ni su autor lo terminó todo en realidad. Su hijo Christopher, respondiendo al deseo de su padre de publicar la obra, tomó la labor de editor de sus notas y de ellas salió por fin el Silmarillion.

En realidad, el Silmarillion es un conjunto de cinco libros en uno, que narran distintas etapas de la Tierra Media, aunque no necesariamente de forma secuencial y fluida, ni con el mismo estilo:

Ainulindalë
Valaquenta
Quenta Silmarillion
Akallabêth
De los anillos de poder y la tercera edad

El ‘Ainulindalë’ es una bella historia de la creación del mundo y del origen de varias cosas como la música y el mal. No es, a mi juicio, tan bello como otras historias de la creación, pero no deja de ser impactante y lleno de muchos detalles muy interesantes.

El ‘Valaquenta’ habla de los ‘forjadores de Arda’, que respondiendo al deseo de su creador y a sus propios sueños dehacer un lugar para que habiten en él los hijos de Ilúvatar, se separan de el para forjar, cada uno con sus propias habilidades, lo que los elfos llaman Arda. Igualmente habla de los enemigos, aquellos de su misma estirpe que se desviaron del camino, y de su líder Melkor.

El ‘Quenta Silmarillion’ es en sí la obra principal. Prácticamente trata dela primera edad del mundo, de la llegada de los elfos y los hombres y de la aparición de los enanos, y en el se narran también las visicitudes de los noldor, elfos muy hábiles en forjar metales y hacer cosas a mano, en contra del peor de sus enemigos: Melkor, al cual ellos llaman Morgoth Bauglir y al que al final ni ellos ni los hombres logran vencer por sí solos.

El ‘Akallabêth’ trata de los numenoreanos, hombres héroes que establecen un reino en una isla. Pero también trata de como se van olvidando las lecciones aprendidas y el mal vuelve otra vez. Es un resumen también de la segunda edad.

Por último, ‘De los anillos de poder y la tercera edad’ habla de forma resumida del origen de los anillos y del fin de la historia que la mayor obra de Tolkien trata en ‘El Señor de los Anillos’

Todo eso es el Silmarillion, un libro muy hermoso lleno de narraciones de proezas, de traiciones, de nobles y necios, incluso de historias de amor, pero también de una gran lección: el poder es necesario, pero no lo es todo, y este al final terminará volviendo su propósito al Creador.

 

El Retorno del Rey resumen

El Retorno del Rey

(Libro 5)

1. Minas Tirith

Después de un largo y veloz camino, Gandalf y Pippin llegan a la gran ciudad de Minas Tirith de mañana temprano y tienen una audiencia con Denethor, el Señor y Senescal de Gondor, el padre de Boromir y Faramir. Denethor es un hombre de gran poder y linaje, y puede adivinar mucho más de lo que las palabras que uno ha dicho esconden. Pippin le habla sobre su viaje, y sobre Boromir. Pippin presta juramento de fidelidad al Senescal de Gondor. Gandalf marcha a una reunión para enterarse de las últimas noticias, y Pippin sale a explorar la ciudad. Se encuentra con Beregond, soldado de la guardia de la ciudad que ha sido enviado para acompañarlo y ayudarle durante algún tiempo. Hablan sobre Gondor y sus costumbres, del viaje de Pippin y las tierras distantes que habia visto, y de la guerra que esta a punto de comenzar y en que Gondor parece no tener esperanza. Despues, cuando Beregond debe volver a su puesto, Pippin busca a su hijo, Bergil, y juntos van a las puertas de la ciudad para ver los ejércitos de Gondor que vienen a defenderla. Por la tarde Pippin vuelve a su habitación, al igual que Gandalf que parece angustiado y preocupado.

2. El Paso de la Compañía Gris

Poco después de la salida de Gandalf, la compañía del rey Théoden se encuentra un grupo de Montaraces del Norte que se unen a ellos; son el pariente de Aragorn, acompañado por Elladan y Elrohir, los hijos de Elrond. Montan juntos hacia el Abismo de Helm, donde Aragorn usa la palantir y se muestra a Sauron. Decide ir tan rápidamente como es posible a Gondor. Por eso tomará el Sendero de los Muertos acompañado por Legolas, Gimli, los hijos de Elrond y los Dúnedain. Théoden ( que toma a Merry como su escudero) escogerá un camino más largo y tardará varios días en organizarlo todo; entretanto Aragorn y su compañía montan hacia Edoras y Sagrario en un camino directo. Allí Eowyn intenta persuadirlos de su idea o que la dejen ir con ellos, pero Aragorn no lo permite. La mañana siguiente la compañía marcha a traves del Sendero de los Muertos: un tipo de tunel que lleva al otro lado de las montañas sur de Rohan. Los muertos son los restos de personas de antaño que no cumplieron el juramento de Isildur, y este los maldijo a no encontrar paz hasta que el juramento se cumpliera. Ahora Aragorn, heredero de Isildur, los convoca para ayudarlo en la guerra y cumplir así su juramento. La compañía, seguida por una gran horda de muertos, marcha al este, hacia Pelargir.

3. El Acantonamiento de Rohan

Entretanto Théoden y su ejercito montan hacia Sagrario, donde el resto del ejército de Rohan está acampado. Eowyn los espera allí y les dice que Aragorn se ha ido por el Sendero de los Muertos; poco conocido por los Rohirrim; sólo saben unas leyendas aterradoras, y están seguros de que no volverán a ver a Aragorn. Un jinete de Gondor llega al campamento con palabras de Denethor sobre la inminente batalla en Minas Tirith, y pidiendo a los Rohirrim (quienes han sido aliados de Gondor durante siglos) su ayuda. Théoden se prepara para partir al día siguiente y decide ir abiertamente por la llanura. Decide que Merry permanezca en Edoras, donde Eowyn llevará a la población hasta el retorno del rey. Un jinete joven llamado Dernhelm ofrece en secreto a Merry llevarlo en su caballo a Gondor, y este acepta la oferta alegremente.

4. El Sitio de Gondor

La mañana siguiente, cuando la Oscuridad ya había cubierto el cielo, Gandalf lleva a Pippin con Denethor, y recibe el uniforme de la Torre. Después se encuentra con Beregond y charlan durante algún tiempo en las murallas de la ciudad. Esa misma tarde llega Faramir a Minas Tirith, escapando del Nâzgul alado que estaba amenazándolo junto a unos pocos compañeros. Pippin acompaña a Gandalf y a Faramir a una reunión con Denethor. Faramir informa sobre los eventos en la frontera, y sobre su reunión con Frodo. Denethor está disgustado con sus acciones, y preferiría tener el Anillo en la ciudad. Al día siguiente Faramir deja la ciudad de nuevo para ayudar en la defensa del Anduin. Los defensores no pueden resistir el ataque del enemigo y los sobrevivientes más tarde se retiran hacia la ciudad, capturada por los enemigos. Faramir llega el último, herido por un dardo envenenado. El gran número de enemigos, llevados por el Capitán de los Espectros, llegan a Minas Tirith y empiezan su sitio: excavan trincheras de fuego y preparan grandes artefactos de guerra. Denethor se derrumba al ver a Faramir mortalmente herido, y abandona toda esperanza para defender la ciudad. Se retira a la casa de los reyes para incenerarse junto con su hijo. Libra a Pippin de sus servicio, y este va en busca de Gandalf para impedir a Denethor cometer una locura. Entretanto los enemigos atacan las puertas de la ciudad, consiguiendo romperla después de varios intentos. El Señor de los Nâzgul se enfrenta con Gandalf; en ese mismo momento los cuernos de los Rohirrim se oyen en la distancia.

5. La Cabalgata de los Rohirrim

El ejército de Rohan marcha rápidamente hacia Gondor durante cuatro días. Una noche Merry escucha a Théoden y Eomer hablar con Ghan-buri-Ghan, jefe de los Hombres Salvajes de los bosques cercanos. Orcos parecen haber tomado el camino hacia Minas Tirith, y Ghan les muestra un camino abandonado y desconocido a través del bosque. Así llegan al campo de Gondor, cuando todos los enemigos están ocupados asaltando las murallas de la ciudad. Cuando los ejércitos de Mordor están atacando las puertas, Théoden da una señal con su cuerno y los Rohirrim comienzan el ataque.

6. La Batalla de los Campos del Pelennor

En el primer ataque, Théoden mata al jefe de los sureños. Entonces el Capitán de los Espectros monta en su criatura alada y desciende cerca de Théoden; su caballo, encabritado por el miedo, cae y aplasta al rey. Sólo Eowyn, oculta como Dernhelm, está a su lado en ese momento junto con Merry. El valor despierta finalmente y ataca al Espectro por la espalda, y Eowyn, con sus últimas fuerzas, mata al Rey de los Espectros. Antes de que Théoden, agonizante, diga adiós a Merry, saluda a Eomer como nuevo rey. Los defensores restantes de Minas Tirith van en ayuda de los rohirrim. El Príncipe Imrahil se encuentra a los hombres que llevan a Théoden y a Eowyn, y avisan de que ella todavía está viva, y la envían a los sanadores. Las fuerzas de Rohan y Gondor están perdiendo la batalla contra los grandes ejércitos del Enemigo. Entonces una flota de naves de vela de Umbar llegan por el Anduin, y para sorpresa de los asaltadores, los barcos no están llevados por Corsarios, enemigos de Gondor; sino por Aragorn y su compañía, así como el ejército de Gondor del sur. Ahora la batalla se vuelve a favor del Oeste, y a finales del día ningún enemigo permanece vivo en el campo.

7. La Pira de Denethor

Pippin encuentra a Gandalf y lo lleva a la Casa de los Reyes para impedir a Denethor quemar a su hijo Faramir vivo. Allí encuentran a Beregond (que Pippin había advertido de la locura de Denethor). Gandalf intenta convencer a Denethor de que la hora y la manera de la muerte de uno no se pueden escoger, y que su deber es llevar la defensa de la ciudad. Pero Denethor cree firmemente que el poderío de Mordor es ahora demasiado grande y todo está perdido. Beregond le impide matar a Faramir, entonces Denethor agarra una antorcha y la tira en el montón de madera preparado allí, incinerándose. Parece que un palantir, guardado en la Torre Blanca en secreto, era el origen de su locura, porque había mirado a menudo en él y había visto la magnitud de los ejércitos de Mordor. Entonces llevan a Faramir a las Casas de Curación, aunque no se sabe si alguna vez despertará de nuevo.

8. Las Casas de Curación

Merry, totalmente exhausto, siguió a los portadores del cuerpo de Théoden; pero fue apartado y se encuentra finalmente con Pippin que lo lleva a las Casas de Curación. Allí Gandalf oye a una mujer vieja una leyenda que cuenta que las manos de un rey son las manos de un sanador; y va en busca de Aragorn que todavía podría tener esa habilidad. Aragorn decide no mostrar su majestad hasta que la guerra con Mordor haya terminado, pero ane todo debe ayudar a los heridos. Primero cuida de Faramir, Eowyn y Merry. Faramir fue alcanzado por una flecha envenenada, y ahora es afectado por la “respiración negra” del Nâzgul; y Eowyn y Merry estaban entrando en la oscuridad después de enfrentarse con el Espectro. Aragorn los sana con una hierba llamada athelas, y se despiertan, aunque todavía tendrán que descansar durante varios días.

9. La Última Deliberación

A la mañana siguiente, Legolas y Gimli entran en la ciudad y se encuentran con el Príncipe Imrahil; entonces visitan a Merry y Pippin en las Casas de Curacion. Hablan sobre el paso del Sendero de los Muertos: cómo marcharon durante varios días, y Aragorn llamó a los muertos para luchar junto a él; cómo capturaron la flota de Umbar en Pelargir, y cómo navegaron por el Anduin para unirse a la batalla de los campos del Pelennor. Entre tanto, hay una reunión de los capitanes: Gandalf, Aragorn, Imrahil, Eomer, y los hijos de Elrond. Gandalf presenta su plan para marchar hacia la Puerta Negra de Mordor: como para desafiar en una batalla a Sauron; según esto, vaciaría Mordor y volvería toda su atención hacia ellos; esto aumentaría las oportunidades de Frodo para localizar Orodruin y destruir el Anillo. El plan se acepta, y un ejército de siete mil hombres parte hacia allí.

10. La Puerta Negra se Abre

El ejército marcha hacia las Puertas de Mordor, y los heraldos proclaman la venida del Rey y desafían a las fuerzas de Mordor. Algunos hombres quedan como guardia en la Encrucijada, y otros retroceden asustados. Nadie contesta al desafío, salvo un pequeño ejército de orcos y gente del Este que derrotan fácilmente. A distancia de la Puerta, el ejército desafía de nuevo a Sauron para salir y enmendar sus acciones. Entonces llega un embajador de Mordor, la Boca de Sauron, un hombre que había entrado al servicio de Sauron y se había hecho el Lugarteniente de la Torre Oscura y un hechicero poderoso. La Boca declara que un espía fue capturado (y muestra el vestido de Frodo) y los Capitanes del Oeste deben rendirse a las demandas territoriales de Sauron. Gandalf se niega a los términos, pero toma los artículos de Frodo; entonces la embajada asustada, retrocede hacia la Puerta. Finalmente Sauron suelta su trampa: las Puertas se abren y un ejército sale fuera. Pippin mata un gran troll, pero se cae inconsciente.

El Retorno del Rey

(Libro 6)

1. La Torre de Cirith Ungol

Sam decide rescatar a Frodo, y debe encontrar una manera de entrar en la torre donde Frodo está prisionero. Oye sonidos de lucha en la torre. Dos orcos son matados; al parecer los dos grupos de orcos están luchando por la posesión de Frodo. La entrada principal a la Torre es defendida por los Dos Centinelas, estatuas horribles llenas de gran malicia que no dejan pasar al enemigo. Sam sostiene el frasco de Galadriel, tiene éxito y atraviesa la puerta. Casi todos los orcos se han matado luchando. Un orco pequeño se encuentra con Sam en una escalera y sale corriendo lejos de miedo. Sam lo sigue, y escucha una conversación entre el orco y Shagrat que (aunque herido) parece haber sobrevivido a la lucha. Los dos orcos empiezan a reñir, y Snaga, el orco pequeño, escapa; Shagrat corre fuera para conseguir ayuda. Sam busca a Frodo y empieza a cantar; oye una contestación a su canción, seguida por la voz de Snaga. Frodo estaba prisionero en la cámara más alta, accesible sólo por una escalera. Sam sube y ataca a Snaga que cae por la escalera. Entonces Sam y Frodo se preparan para partir; Sam trae algunas ropas de orcos para Frodo (que le despojaron de las suyas). Usando el frasco, pasan a los Centinelas de nuevo, pero las criaturas lanzan un lamento horrible, contestado por un Nâzgul.

2. El País de la Sombra

Sam y Frodo evitan los caminos abiertos y viajan al norte durante unos días. Tienen problemas por la falta de comida y bebida, y el Anillo está volviéndose cada vez más pesado para Frodo. Al pasar por una llanura ven los ejércitos de Sauron, y Frodo piensa intentar cruzarlo por donde es más estrecho. Ocultos detrás de un arbusto, oyen una conversación entre dos orcos y descubren que Gollum todavía está siguiéndolos; Sam le ve olisqueando. La llanura está plagada de orcos, y los hobbits no tienen ninguna opción, pero para seguir el camino a lo largo del Morgai deben pasar por ahí. Allí son alcanzados por un grupo de orcos pequeño que creen que son desertores, y les obligan a que se unan a la compañía. Por suerte, cuando el ejército se acerca a la entrada de Udûn, la confusión y las disputas entre las compañías de orcos, permiten a los hobbits escapar inadvertidos.

3. El Monte del Destino

Los hobbits siguen un camino de orcos durante varios días, viajando siempre hacia el Monte del Destino. Así consiguen ir más rápido que por el yermo, lleno de piedras y hondonadas. Al final tienen que dejar el camino y giran directamente hacia el Monte. Para aliviar la jornada, dejan atrás todas las ropas que probablemente no necesitarán más. Localizan Orodruin dos días más tarde. Al día siguiente deben ascender el Monte, pero Sam tiene que llevar Frodo que (atormentado por la carga creciente del Anillo) está completamente exhausto. Cerca de la cima son atacados por Gollum, también él está debilitado por el hambre y Frodo escapa hacia el Sammath Naur, las Cámaras de Fuego. Gollum pide a Sam (todavía armado con Dardo) misericordia, y Sam le deja ir. En las Cámaras, sin embargo, Frodo es superado finalmente por el poder del Anillo y decide quedárselo. Gollum se arrastra y lo ataca de nuevo mordiéndole el dedo donde tenía el Anillo; entonces, con la alegría de haber recuperado su Precioso, pierde el equilibrio y cae por la grieta. Frodo y Sam salen y ven cómo el reino de Sauron se derrumba.

4. El Campo de Cormallen

En la batalla de los Capitanes del Oeste y los ejércitos de Mordor se unen por las Águilas, llevadas por Gwaihir su señor. En ese mismo momento el Anillo entra en el fuego de Orodruin: la Puerta Negra se derrumba, el espíritu de Sauron se destruye, y las fuerzas de Mordor, privadas del Poder que los controló, caen y muchos corren lejos o ruegan misericordia. Gwaihir, acompañado por otras dos águilas, lleva a Gandalf hacia el monte del Destino, donde rescatan a Frodo y a Sam. Los dos hobbits despiertan varios días después y son honrados por el ejército del Oeste en el campo de Cormallen en Ithilien. Se quedan en Ithilien durante varios días felices e intercambian historias de sus aventuras con sus amigos, hasta que por fin el ejército entero aborda las naves y elevan las velas en dirección a Gondor.

5. El Senescal y el Rey

Entretanto Éowyn y Faramir todavía están en las Casas de Curación recuperándose de sus heridas. Éowyn es infeliz porque debe pasarse su tiempo ociosa, y deseaba una muerte gloriosa en batalla (también deseó el amor de Aragorn, pero no recibió nada más que su piedad y entendiendo). Se encuentra con Faramir (quen, a pesar de ser fuerte y valeroso, está esperando ser curado pacientemente). Las Águilas traen noticias de victoria. Faramir y Éowyn se pasan mucho tiempo juntos. Al final se enamoran curandose así Éowyn sus sentimientos heridos. El ejército vuelve a la Ciudad y Aragorn se corona como Rey Elessar. Declara que a Faramir le será dado Ithilien como un principado, y él y su heredero seguirán siendo Senescales. Los compañeros pasan muchos días en Minas Tirith, y parece que Aragorn todavía está esperando algo. Un día él y Gandalf ascienden por un camino y allí, en un viejo santuario de los reyes, encuentran un retoño del Árbol Blanco que es plantado en la corte del rey. Unos días después, una gran compañía de elfos llega del Norte, incluso Galadriel, Elrond, y Arwen. Elrond da a Aragorn el Cetro de Annúminas, y Aragorn se casa con Arwen en el día del solsticio de verano.

6. Numerosas Separaciones

Arwen da permiso de Frodo para ir a los Puertos Grises en lugar de ella, ya que para casarse con Aragorn ella escogió ser mortal. Éomer y Gimli hablan de la belleza de Galadriel. Por fin una gran compañía parte de Minas Tirith y lleva el cuerpo de Rey Théoden a Rohan. Después del entierro, Éomer anuncia la boda de Faramir y Éowyn. Entonces van a Isengard, y allí se encuentran con Bárbol. Gimli y Legolas visitan las Cavernas de Aglarond en el Abismo de Helm y el bosque de Fangorn, y parte de la compañía se vuelve hacia sus casas en el Norte. Aragorn un poco más tarde los deja también y se vuelve a Minas Tirith. El resto de la compañía da alcance a Saruman (que está vagabundeando como un mendigo, acompañado por Gríma). La gente de Lórien parten de la compañía en Eregion, cerca de las puertas de Moria. Ahora los viajeros se vuelven hacia Rivendel, y allí los hobbits se encuentran con Bilbo y pasan muchos días con él. Finalmente deciden volver a casa, y para su alegría, Gandalf decide también ir con ellos, por lo menos hasta Bree.

7. Rumbo a Casa

A Frodo le duele de nuevo su hombro, y es que hace un año que le hirieron los Nâzgul. Después de unos días, llegan a Bree. Son recibiddos calurosamente por el viejo Mantecona, y hablan durante mucho tiempo con él sobre sus aventuras. Cebadilla menciona que el negocio ha sido una pena, con muchos extraños y criaturas malvadas acechándole; y se alegra de oír las noticias de que el Rey ha vuelto. Cebadilla les muestra a Bill, que había vuelto a Bree, y se lo devuelve a Sam. La compañía se queda en la posada durante dos noches, y después salen hacia la Comarca. Gandalf deja a los hobbits, porque piensa visitar a Tom Bombadil; y aconseja a los hobbits que se den prisa.

8. El Saneamiento de La Comarca

Los cuatro hobbits llegan a la Comarca, y la encuentran un tanto cambiada: el Puente del Brandivino está defendido por varios portones que les niegan la entrada. Parece que Lotho Baggins ha tomado el mando de la Comarca, se ha hecho llamar “el Jefe” y ha creado numerosas reglas injustas. La Comarca está llena de rufianes, muchos de ellos son Isengardos que han destruido la belleza de la zona. Los viajeros fuerzan la entrada (contra las Reglas) y pasan una noche en la casa de unos amigos hobbits. Al día siguiente encuentran un grupo de oficiales en Los Ranales y un grupo de rufianes en Hobbiton, pero ninguno los arrestan y huyen sorprendidos y asustados al encontrarse cuatro intrépido y bien armados hobbits. Los hobbits, con la ayuda del Granjero Coto, se levantan contra los opresores: primero un grupo pequeño de rufianes intentan sofocar la rebelión, pero son derrotados por los hobbits. Pippin trae un gran número de Tuks y juntos se enfrentan al siguiente ataque de los rufianes. Entonces un grupo de hobbits, llevados por Frodo y sus amigos, va a Bolsón Cerrado para encontrar a Lotho. En cambio encuentran a Saruman que ha sido el organizador de todo el problema; ellos le dicen que salga, y Lengua de Serpiente (que parece haber asesinado a Lotho por orden de Saruman) en ira y desesperado lo apuñala y sale corriendo. Tre hobbits disparan sus arcos y matan a Gríma. Esto es el final de la Guerra del Anillo.

9. Los Puertos Grises

Estos eventos turbulentos son seguidos por un año espléndido, próspero y feliz. La Comarca entera repara los daños hechos por los rufianes de Saruman. Sam recuerda el regalo de Galadriel y descubre que la caja contiene un polvo extraño y una sola semilla de color plata. Esparce el polvo para plantar árboles donde habían sido talados por los rufianes, y planta la semilla color plata en el Campo de la Fiesta en Hobbiton, donde crecerá un bonito mallorn. Sam se casa Rosa Coto; Frodo hace que Sam y Rosa se muden a Bolsón Cerrado para vivir con él. Al año siguiente, nace su primera hija, Elanor. Frodo vuelve a dolerse de sus heridas. En septiembre, como el cumpleaños de Bilbo está acercándose, Frodo y Sam parten de nuevo hacia Rivendel. En los bosques de la Comarca se encuentran un gran número de elfos, incluso Elrond y Galadriel,; Bilbo también está entre ellos. Finalmente Sam comprende que Frodo piensa ir a los Puertos Grises, pasar por encima del Mar con los elfos y Bilbo. En los Puertos, Círdan el Guardián de las Naves, y Gandalf los esperan. Gandalf, también abordará la nave. Él ha traído a Pippin y Merry para que Sam no vuelva solo a casa. Así la nave élfica deja Tierra Media; y los tres hobbits vuelven a la Comarca.

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