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Escrituras
Una breve introducción

Paralelo a la formación del canon bíblico, proliferaron una serie de escritos que daban otras versiones respecto a la vida y dichos de Jesús, los actos de lo apóstoles, y las revelaciones divinas. Algunos sólo presentaban variaciones leves o añadiduras a lo descrito por los evangelios canónicos; en cambio otros contenían narraciones fantásticas que enmarcaban una imagen completamente diferentente a la “oficial”. Estos escritos se designan comunmente como apócrifos (en un principio significaba “ocultos”, pero luego se generalizó como sinónimo de “espúreos”), y engloban evangelios, epístolas, hechos de los apóstoles, y apocalipsis. Los hay heréticos, contra-heréticos (“ortodoxos”), y gnósticos (generalmente esotéricos). Los hay tanto del NT (primeros siglos de la era critiana) como del AT (principalmente, gestados durante el período intertestamentario). Algunos pueden tener alguna base de verdad, otros son sólo fantasías populares, pero en ambos casos son de indudable utilidad para entender el contexto religioso de la época

A su vez, en el período inmediatamente posterior a la redacción de los libros del NT, comenzaron a circular otra serie de escritos complementarios, que, a diferencia de los apócrifos, fueron aceptados por las iglesias primitivas y hasta en algunos casos llegaron a ser considerados (temporalmente) como inspirados, figurando entre los cánones locales. Algunos de ellos consistían en comentarios acerca de los textos del NT que reconocían como inspirados, otros contaban  historias recogidas por la tradición apostólica, otros más eran cartas de estímulo a las comunidades cristianas, y posteriormente, apologías y relatos martiriales. A estos escritos se les llamó patrísticos, y son de gran valor para entender el pensamiento y las vivencias del período que siguió a la predicación apostólica.

Ésta ha sido una descripción muy somera (y poco rigurosa) de las características de ambos tipos de escrituras, pero por ahora nos servirá como introducción. En un futuro esperamos elaborar una clasificación más detallada, ya que los eruditos han delimitado el alcance de cada calificativo, y han elaborado una terminología extensa asociada a la taxonomía de estos textos.

El problema es que, cuando queremos acceder a estos escritos, nos encontramos que es difícil conseguirlos; no es facil encontrar la bibliografía adecuada, y como si fuera poco, parece que algunos de ellos jamás se tradujeron al castellano. Y hasta donde sabemos, en Internet no hay ninguna web en español que se haya decidido a volcarlos en forma completa.

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El propósito de esta Web

En esta primer etapa, estamos colocando los textos apócrifos y patrísticos obtenidos a través de la lista escrituras, a la par que presentamos un bosquejo de la bibliografía empleada. En etapas posteriores, procuraremos brindar algún tipo de información contextual sobre estos escritos, para facilitar su mejor comprensión, procurando no adentrarnos en análisis teológicos, de modo que este material siga siendo de la misma utilidad para aquellos que profesen diferentes creencias.

Hemos procurado mantener cierto equilibrio entre darle homogeneidad al formato digital, a la par que conservar la estructura original de las fuentes empleadas. Por esta razón es que algunos textos solo están divididos en capítulos en tanto que en otros aparecen subdivididos en versículos. Por lo mismo, algunas obras tienen subtítulos para cada capítulo mientras que otras carecen de ellos. Al pie de cada texto se cita la fuente utilizada. No hemos incluido las citas originales, que en muchos casos ocupaban un volumen de información superior al de los propios textos. La elección de las fuentes no se hizo en base a preferencias específicas por determinadas traducciones, sino por motivos más prácticos, como disponibilidad de la obra en su momento y facilidad de escaneo.

Nuestro más sincero agradecimiento a las siguientes editoriales, que nos han autorizado a publicar dichas traducciones:

CLIE www.clie.es

Trotta www.trotta.es

Ciudad Nueva www.ciudadnueva.com

Biblioteca de Autores Cristianos (BAC)
(aún no dispone de página web)
Don Ramón de la Cruz 57, 1ºA, Madrid, España, 28001
Tfno: 91 3090862; Fax: 91 3091980; Email: bac@planalfa.es

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Sobre nuestra lista de correo

La lista escrituras está integrada por personas interesadas en conocer, compartir y comentar información sobre:

canon bíblico
libros históricos seglares paralelos a su formación
escritos patrísticos y apologéticos
epístolas, hechos, evangelios y apocalipsis apócrifos
manuscritos y preservación textual
textos originales y traducciones modernas
arqueología bíblica
No somos eruditos, ni pretendemos buscar prosélitos para niguna iglesia o religión. En realidad, la componemos personas de diferentes confesiones, que intentamos ser más bien objetivos y respetar las creencias ajenas.

Si a ti también te interesan estos temas, te invitamos a sucribirte a nosotros enviando un mail en blanco a: escrituras-subscribe@onelist.com o vía web en: http://www.onelist.com/subscribe/escrituras   

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Agradecemos tu colaboración

Señalándonos los errores de tipeo que encuentres en los textos. La labor de escaneo es un tanto tediosa, y los programas OCR todavía no son demasiado confiables.
Ampliándonos la bibliografía y los enlaces a otras páginas web con temática afín que conozcas, mejor aún si están en castellano.
Aportándonos algún texto que no dispongamos, ya sea escaneándolo, digitándolo o traduciéndolo del inglés.
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Las Odas de San Salomón

 
  Esta es una modesta versión al español que he realizado tomando como base la traducción inglesa de J. Rendel Harris; que es citada en numerosas ocasiones en http://www.metalog.org.

Considérese el presente documento como una humilde colaboración a la maravillosa obra de difusión a todo el mundo de los evangelios de Tomás, Felipe y Valentín realizada en el sitio antes mencionado .

Oda 1

1 El Amo* está sobre mi cabeza como una corona, y nunca estaré sin Él.
2 Ha trenzado para mí una corona de Verdad, y sus ramas dan brotes en mí.
3 Pues no es como una corona muerta que no puede germinar,porque Tú vives en mi cabeza y has florecido sobre ella,
4 Y Tus frutos están maduros y son perfectos, están llenos de Tu salvación.

Oda 2

Ningún verso de esta Oda ha sido encontrado.

Oda 3

Las primeras palabras de esta Oda han desaparecido.

1…Me puse la Vestidura.
2 Y sus miembros están con Él. y sobre ellos estoy de pie, y Él me ama:
3 Porque no hubiera conocido el Amor del Amo si Él no me amase,
4 ¿ Pues quién es capaz de distinguir su Amor excepto uno que es amado por Él?
5 Yo Amo al Amado, y mi alma le Ama:
6 Y donde está Su descanso ahí estoy Yo también,
7 Y nunca seré un extraño frente al Altísimo Amo pues en su gran misericordia no hay reparos.
8 He sido unido a Él, y el Amante ha encontrado al Amado,
9 Y porque Amo al que es el Hijo llegaré a ser un hijo,
10 Y porque me uní al Inmortal llegaré a ser inmortal,
11 Y aquel que se deleita en el Viviente obtendrá la Vida.
12 He aquí la** Espíritu del Amo, que no miente, y quién enseña a los hijos de los hombres a conocer Sus caminos.
13 Sé sabio, entendedor y permanece despierto y vigilante. Aleluya.

Oda 4

1 Ningún hombre, Oh mi Dios, puede cambiar tu Santuario,
2 Ni tampoco le es posible cambiarlo de lugar, porque no tiene poder sobre él: (el hombre)
3 Porque Tu Santuario lo creaste antes de que hicieras los otros lugares:
4 Y Aquello que es Mayor no puede ser alterado por esos que nacieron después.
5 Tú has entregado tu corazón, Oh Amo, a Tus creyentes: nunca fallarás ni negarás tus frutos,
6 Pues una hora de Tu Fe equivale a días y años.
7 ¿ Quién hay revestido de tu Gracia que pueda ser herido?
8 Porque tu sello es reconocido: y Tus criaturas lo reconocen, Tus huestes celestiales lo poseen, y los arcángeles elegidos están marcados con él.
9 Nos has dado tu comunión, y no es que necesites de nosotros sino que nosotros necesitamos de ti.
10 Destila tu rocío suavemente sobre nosotros, abre Tus abundantes fuentes de las que manan leche y miel:
11 Pues no hay arrepentimiento contigo, nunca te arrepentirías de darnos nada de lo que nos has prometido,
12 Porque el fin se ha Revelado delante de ti, todo lo que das, lo das generosamente,
13 Así que no quitas nada ni lo tomas de vuelta,
14 Porque todas las cosas fueron reveladas ante ti como Dios y ordenadas desde el principio delante de Ti, y Tú, Oh Dios, hiciste todas las cosas.
Aleluya.

Oda 5

1 Daré gracias a Ti, oh Amo, porque te amo,
2 Oh, Altísimo, Tú nunca me desampararas, pues eres mi esperanza:
3 Libremente he recibido de ti la Gracia, y por eso Viviré,
4 Mis perseguidores vendrán y no podrán encontrarme:
5 Una nube de oscuridad caerá sobre sus ojos; y una espesa penumbra los oscurecerá,
6 No tendrán luz para verme, y no podrán atraparme.
7 Sus consejeros estarán a oscuras, y cuánto ellos han malignamente ideado contra mí se volverá contra ellos,
8 Porque ellos han hecho un consejo pero no tuvieron éxito,
9 Pues mi esperanza esta en el Amo y no tendré miedo, y porque el Amo es mi Salvación, no temeré:
10 Él es una guirnalda (de luz) sobre mi cabeza y no seré conmovido; incluso si todo se sacude a mi alrededor yo estaré firme;
11 Y aunque todas las cosas visibles perezcan, yo no moriré, porque el Amo esta conmigo y yo estoy con Él. Aleluya.

Oda 6

1 Así como las manos se mueven sobre el arpa y hacen resonar las cuerdas,
2 Así hace hablar mi cuerpo la Espíritu del Amo, y yo hablo gracias a su Amor,
3 Que hace desaparecer todo lo es extraño y amargo.
4 Así era desde el Principio y será hasta el fin: nada puede ser Su adversario ni levantarse contra Él.
5 El Amo ha multiplicado el Conocimiento de Si mismo, y se afana en que estas cosas sean conocidas, las cuales por su Gracia nos han sido concedidas.
6 Porque Él nos ha dado la alabanza de Su Nombre nuestras Espíritus alaban su Santa Espíritu.
7 Aquello que fue un arroyo ha llegado a ser un río grande y ancho,
8 Que Inundó y disolvió todo a su paso y trajo Aguas al Templo,
9 Y las barreras de los hijos de los hombres no fueron capaces de detenerlas, ni los artificios de aquellos cuya ocupación es contener las Aguas. (de sabiduría)
10 Y (las aguas) se han extendido sobre toda la faz de la tierra, y lo han llenado todo, y a todos los sedientos se les ha dado de beber,
11 Toda sed fue aliviada y extinguida: Desde lo más alto se nos brindó la copa.
12 Benditos son aquellos a quienes se les dió de esa Agua (viva)
13 Calmaron sus labios secos, los desfallecidos fueron levantados,
14 Las almas que estaban a punto de morir fueron salvadas de la muerte:
15 Las ramas caídas fueron enderezadas y levantadas:
16 Fortalecieron su debilidad y la luz llegó a sus ojos:
17 Todos se conocieron en el Amo, y vivieron por las Aguas de la Vida para siempre. Aleluya.

Oda 7

1 Como el ímpetu de la ira se dirige al mal; igualmente el impulso de la alegría lleva hacia lo amable, y atrae sus dulces frutos sin medida.
2 Mi alegría es el Amo y mi impulso es hacia Él, y la ruta es bella,
3 Porque tengo quien me auxilia, el Amo.
4 Él me ha dejado conocerlo por completo, sin reparos, sencillamente, y con bondad se ha despojado de Grandeza.
5 Él se ha vuelto como yo a fin de que yo pudiera recibirlo:
6 Y fue considerado como uno semejante a mí para que así yo pudiera vestirme de Él.
7 Y por eso no temblé cuando lo ví, porque Él fue bondadoso conmigo.
8 Se volvió según mi naturaleza para que yo pudiera aprender de Él, Y tomó una forma semejante a la mía con tal de que no me alejara de Él.
9 El Padre de todo Conocimiento es también la Palabra de Conocimiento,
10 Quien creó toda Sabiduría es más sabio que sus obras.
11 Él me creó cuando todavía yo no sabía qué haría cuando entrara en el ser,
12 Por eso se apiadó de mí, y en su inmensa gracia me concedió pedirle y beneficiarme de su sacrificio,
13 Porque Él permanece incorruptible por todas las generaciones.
14 Él se ha entregado a sí mismo para ser visto por aquellos que son suyos, para que ellos puedan reconocer a Aquel que los Creó, y no imaginaran que venían de ellos mismos.
15 Para alcanzar su Conocimiento Él nos ha señalado un camino, y lo ha extendido y ensanchado para traer a todos Perfección,
16 Y ha puesto en el señales de Su Luz, y yo he caminado en este camino desde el principio y lo haré hasta el fin.
17 Por Él fue forjado, y Él descansaba en el Hijo, y para Su Salvación proveerá de todo,
18 Y el Altísimo será reconocido a través de Sus Santos, para anunciar a los que le hacen canciones la venida del Amo:
19 Para que ellos vayan delante a reunirse con Él, y puedan cantarle con alegría y con el arpa de muchos tonos:
20 Los profetas vendrán antes de Él y serán vistos primero,
21 Ellos alabarán al Amo por Su Amor: porque Él está cerca y es posible de contemplar,
22 Y el odio será arrancado de la tierra, y será ahogado junto con la envidia,
23 Pues la ignorancia ha sido destruida, gracias al Conocimiento del Amo que ha llegado.
24 Aquellos quienes hacen melodías cantarán la Gracia del Amo Altísimo,
25 Y traerán sus voces, y sus corazones serán como el día, y bella como la excelsa belleza del Amo será su cantar,
26 Y nadie ni nada que respire carecerá de conocerle y nadie será privado de voz,
27 Porque Él ha dado una boca a su Creación, para que sus voces se dirijan a Él y lo alaben.
28 Confiesen vosotros Su Poder, y declaren Su Gracia.(que Él les ha otorgado) Aleluya.

Oda 8

1 Abran, abran vuestros corazones a la exaltación del Amo!
2 Y dejen que su Amor se multiplique (y se extienda ) desde el corazón y alcance los labios,
3 Para que den a luz (se manifiesten) vuestros frutos al Amo, frutos vivientes y Santos, para que así puedan hablar con Él despiertos en medio de Su luz.
4 Elévense y párense derechos, Ustedes que alguna vez estuvieron abatidos:
5 Proclamen, ustedes que estaban en silencio, pues ahora vuestras bocas han sido abiertas.
6 Ustedes, que fueron despreciados serán de aquí en adelante alzados, porque vuestra Justicia ha sido exaltada,
7 Ya que la mano derecha del Amo está con ustedes: y Él los auxilia.
8 Pues la paz estaba lista (preparada) para ustedes desde antes que vuestra guerra comenzara.
9 Escuchen la Palabra de la Verdad, y reciban en su ser el conocimiento del Altísimo.
10 Vuestra carne nunca antes ha percibido lo yo les estoy diciendo: ni sus corazones han conocido lo que les estoy mostrando.
11 Mantengan mi secreto, Ustedes quienes son guardados por él,
12 Mantengan mi Fe, Ustedes quienes son protegidos por ella,
13 Entiendan mi conocimiento, Ustedes que me conocen en verdad,
14 Ámenme intensamente, aquellos que me aman,
15 Porque no esconderé mi rostro a aquellos que son míos,
16 Porque los conozco y aún desde antes que entraran en el ser tuve conocimiento de ellos, y en sus rostros puse mi Sello:
17 Yo modelé sus miembros, y mis propios pechos preparé para ellos, para que pudieran beber mi Santa leche y así vivir.
18 En ellos me complazco y nunca me avergonzaré de ellos,
19 Son obra de mis manos y del poder de mis pensamientos:
20 ¿ Quién podrá levantarse contra el fruto de mis manos o quién hay que no se someta ellos?
21 Yo concebí y formé en ellos mente y corazón, y son míos, y por mi propia mano derecha fueron elegidos:
22 Y mi Justicia va delante de ellos y los guía. Nunca serán despojados de (el conocimiento de) mi Nombre, porque reposa siempre en ellos.
23 Pidan, y abundará el Amor del Amo y permanecerán en Él,
24 Y serán los amados elegidos del Amado, los que son guardados en el Viviente:
25 Y serán Salvados por el que estaba salvado,
26 Y serán incorruptibles en todas las generaciones por el nombre de vuestro Padre. Aleluya.

Oda 9

1 Abran vuestros oídos y les hablaré. Denme sus almas que yo también les daré la mía,
2 La Palabra del Amo y sus deleites, los Santos pensamientos que Él ha pensado respecto a Su Mesías.
3 Por cuanto la voluntad del Amo es vuestra Salvación, y Sus pensamientos vida eterna, y vuestro fin la inmortalidad.
4 Enriquézcanse en Dios el Padre, reciban los pensamientos del Altísimo.
5 Sean fuertes y los redimirá su Gracia.
6 Porque Yo les anuncio la Paz, a ustedes sus Santos;
7 Y ninguno de los que me oyen puede caer en guerra, y los que han conocido al Amo no pueden perecer, y aquellos que le reciben no pueden ser avergonzados.
8 Una corona imperecedera es por siempre la Verdad. Benditos son aquellos que la han puesto en sus cabezas:
9 Es una gema invaluable; y han habido grandes guerras por obtenerla.
10 Y la Justicia la ha tomado y la ofrece a vosotros,
11 Vistan la corona de la verdadera Alianza del Amo,
12 Y todos los que la han conquistado estarán inscritos en Su libro,
13 Pues su libro es la victoria que les pertenece. Y ella (la Victoria) los verá en su presencia porque desea que sean salvados. Aleluya.

Oda 10

1 El Amo ha dirigido mi boca con Su Palabra, y ha abierto mi corazón con Su Luz, y ha hecho morar en mí Su Vida inmortal;
2 Y me concedió que yo pudiera pronunciar el fruto de la Paz,
3 Para convertir las almas de aquellos que están anhelantes de venir a Él y para guiar a los cautivos a un buen cautiverio de Libertad;
4 Yo fui fortalecido y hecho poderoso y tomé al mundo en mis manos;
5 Porque fue hecho para mí y para alabanza del Altísimo, de Dios mi Padre.
6,Y los Gentiles fueron reunidos, aquellos que habían sido dispersados en el destierro,
7 Y no fui contaminado por ellos porque los amaba, y ellos me reconocieron en las alturas: y la señal de la luz fue puesta en sus corazones,
8 Y ellos entraron en mi vida y fueron salvados y serán mi pueblo para siempre. Aleluya.

* Siguiendo el ejemplo de Paterson Brown en http://www.metalog.org/ he traducido la palabra “Lord” como “Amo” pues siento que refleja más claramente el sentido de Supremacía y pertenencia que la palabra ” Señor ” que se utiliza normalmente. (volver)

** Paterson Brown explica claramente en http://www.metalog.org/esp_fem.html el porqué es preferible referirse al Espíritu Santo como “La” Espíritu Santa . (volver)

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Oda 11

1 Mi corazón fue rasgado y su flor apareció, y la Gracia brotó de el, y dio a luz fruto agradable al Amo,
2 Porque el Altísimo circuncidó mi corazón con su Santa Espíritu y halló mi cariño hacia Él; y entonces me llenó con Su Amor.
3 Y la abertura que hizo en mi se convirtió en mi Salvación, y pude fluir en Su senda plácidamente por el camino de la Verdad:
4 Desde el principio y hasta el fin yo adquirí Su conocimiento.
5 Fui asentado sobre la roca de la Verdad, donde Él me ha situado,
6 Y las Aguas que hablan tocaron mis labios abundantemente desde la fuente del Amo,
7 Y bebí y me embriagué con el agua viviente que no muere,
8 Y mi embriaguez no fue una embriaguez sin Conocimiento, pero sí me hizo olvidar la fatuidad y me volví al Altísimo mi Dios.
9 Y fui enriquecido generosamente, y dejé de lado la falsedad que se expande sobre la tierra, me despojé de ella y la lancé lejos de mí,
10 Y el Amo me renovó con Su Vestidura, y me poseyó con su Luz, y desde arriba me concedió el reposo incorruptible.
11 Y llegué a ser como la tierra que florece y se regocija en sus frutos,
12 Y el Amo era como el Sol resplandeciendo sobre la faz de la tierra,
13 Él alumbró mis ojos y mi faz recibió el rocío y la placentera fragancia del Amo,
14 Y me llevó a Su Paraíso, donde esta la abundancia de los placeres del Amo,
15 Y entonces adoré al Amo al ver Su Gloria, y dije: Benditos, oh Amo, son aquellos que están plantados en tu tierra y tienen un lugar en Tu Paraíso,
16 Y que pueden tomar los frutos de Tus árboles. Ellos han pasado de las tinieblas a la Luz.
17 ¡Mira! Todos Tus siervos son justos, hacen el bien y se alejaron desde la maldad hasta Tu Bondad, Y han eliminado la amargura que había en sus raíces cuando fueron sembrados en tu tierra;
18 Y todo se hizo semejante a una reliquia de Ti mismo, monumento eterno de tus fieles trabajos.
19 Hay abundante espacio en tu Paraíso, y ningún lugar es improductivo allí dentro,
20 Sino que todo está lleno de frutos, gloria a ti, Oh Dios, y a la delicia del Paraíso eterno. Aleluya.

Oda 12

1 Él me ha llenado mi boca con palabras de Verdad para que yo pueda comunicarlas:
2 Como caudal de aguas fluye la Verdad de mi boca, y mis labios declaran Su fruto.
3 Él ha hecho que su Conocimiento abunde en mi, porque la boca del Amo es la Palabra verdadera y la puerta que conduce a Su Luz.
4 El Altísimo ha estipulado Sus palabras, las cuáles expresan Su propia Belleza; repiten sus alabanzas y son informadoras de Sus consejos; heraldos de sus pensamientos y correctoras de Sus siervos.
5 Porque lo sutil de la Palabra es inexpresable, y como lo que expresa es su rapidez y fuerza.
6 Su rumbo no conoce limites. Nunca falla, pues es siempre certera, no se ve donde desciende ni hacia donde se dirige.
7 Así es su labor y su propósito: es la luz y el amanecer de los pensamientos.
8 Por ella los mundos hablan uno al otro; y en la Palabra estuvieron aquellos que fueron silenciados;
9 De ella vienen el Amor y la Armonía que comunica a los suyos; a los que han sido traspasados por la Palabra;
10 Y así ellos pudieron conocer a quién los creo, porque estuvieron en comunión y la boca del Altísimo les habló, y Su explicación corría por Su cuenta:
11 Porque la morada de la Palabra es el hombre: y su Verdad es Amor.
12 Benditos son los que por medio de ella han entendido todo, y han percibido al Amo en Su Verdad. Aleluya.

Oda 13

1 He aquí! El Amo es nuestro espejo: abre tus ojos y velos en Él: y aprende la manera de tu rostro:
2 Y proclama en adelante alabanzas a Su Espíritu: y limpia la inmundicia (falsedad) de tu rostro: ama su Santidad, y vístete con ella:
3 Y permanecerás sin mancha todo el tiempo delante de Él. Aleluya.

Oda 14

1 Como los ojos de un hijo están en su padre, así están mis ojos, oh Amo, todo el tiempo puestos en Ti.
2 En Ti está mi consuelo y mi deleite.
3 No me quites Tu misericordia, oh Amo, ni me retires Tu bondad.
4 Extiéndeme todo el tiempo Tu diestra: y sé mi guía hasta el fin, según Tu complacencia.
5 Déjame ser de tu agrado ante Ti, por Tu gloria y por Tu Nombre,
6 Presérvame del mal, y permite que Tu humildad, oh Amo, more en mi, con los frutos de Tu Amor.
7 Enséñame los Salmos de Tu Verdad, para que pueda dar a luz frutos en Ti:
8 Abre para mí el arpa de tu Santa Espíritu, para que con todas sus notas pueda alabarte, oh Amo,
9 Conforme a la abundancia de dulces favores que me darás, concédenos pronto nuestras súplicas, Porque Tú eres capaz de velar por todas nuestras necesidades. Aleluya.

Oda 15

1 Como el sol es la alegría de quienes esperan el alba, así me alegra el Amo;
2 Porque Él es mi Sol y Sus rayos me han exaltado, y Su luz ha disipado toda oscuridad (falsedad)de mi rostro.
3 En Él he adquirido ojos y he visto Su Santo día:
4 Y he obtenido oídos y escuchado Su Verdad.
5 Los conceptos de Su Conocimiento han sido míos, y he sido complacido por Él.
6 Dejé el camino errado y tomé el camino hacia Él para recibir Su Salvación sin reparos.
7 Salvación que con generosidad me ha otorgado, y conforme a Su excelsa Belleza me ha formado.
8 Me vestí de incorrupción por medio de Su Nombre, me despojé de corrupción por Su Gracia.
9 La muerte ha sido destruida delante de mi rostro, y “Seol” fue removido de mi vocabulario,
10 Se ha puesto de pie la inmortalidad en la tierra del Amo,
11 Se ha dado a conocer a Sus fieles elegidos, y ha sido otorgada sin restricciones a todos aquellos que creen en Él. Aleluya.
Oda 16
1 Como el trabajo del labrador es la reja del arado: y el trabajo del timonel es guiar la embarcación,
2 Así los Salmos del Amo son mi trabajo, mi arte y alabanzas:
3 Porque Su Amor nutre mi corazón, y hasta mis labios Sus frutos se derraman.
4 Porque mi amado es el Amo, a Él le cantaré:
5 Porque Su Alabanza me hizo fuerte y tengo Fe en Él.
6 Abriré mi boca y Su Espíritu aclamará en mi la gloria del Amo y Su belleza;
el trabajo de Sus manos y la acción de Sus dedos:
7 La abundancia de su misericordia y el poder de Su Palabra.
8 Porque la Palabra del Amo escudriña en todas las cosas, tanto en las invisibles como en las que revelan Sus Pensamientos,
9 Para que los ojos vean Sus trabajos y los oídos escuchen sus pensamientos.
10 Él extendió la tierra y asentó las aguas en el mar,
11 Él midió los cielos, fijó las estrellas y estableció la creación,
12 Y Él descansó de Sus trabajos,
13 Y las cosas creadas siguieron sus cursos e hicieron su trabajo,
14 Sin saber como detenerse o desocuparse, Y Sus huestes celestiales están sujetas a Su Palabra.
15 El lugar secreto del tesoro de la luz es el sol, y el tesoro de la oscuridad es la noche:
16 Y Él hizo el sol para que el día brillara, pero la noche trae oscuridad sobre la faz de la tierra,
17 Y sus sucesiones cuentan la belleza de Dios,
18 Y no hay nada que exista sin el Amo, porque Él existía antes que cualquier otra cosa llegara a existir,
19 Y los mundos fueron hechos mediante su Palabra, y mediante los designios de Su corazón. Gloria y honor a Su nombre. Aleluya.

Oda 17

1 Fui coronado por mi Dios: mi corona es Viviente:
2 Y fui justificado en mi Amo, Él es mi incorruptible salvación.
3 Fui liberado de lo que es falso, y no fui condenado,
4 Las sofocantes ataduras fueron cortadas por Sus manos: y recibí la faz y la forma de una nueva persona. entré en ellas y fui salvado;
5 Los conceptos de la Verdad me guiaron, la seguí y caminé sin deambular.
6 Todos los que me vieron se sorprendieron, y fui considerado por ellos como un desconocido,
7 Pero quien me conoció y trajo es el Altísimo en toda Su Perfección. Él me glorificó con Su bondad, y alzó mis pensamientos a la altura de Su Verdad.
8 Y desde entonces me dio el sendero de Sus preceptos y abrí todas las puertas que estaban cerradas.
9 Rompí en pedazos los barrotes de hierro: mis propios grilletes se fundieron y disolvieron delante de mí, 10 Nada se me cerraba: porque yo era la puerta de todo,
11 Registré todas mis ataduras humanas para soltarlas; Porque no podía permitir ningún lazo humano o atadura:
12 E impartí mi sabiduría sin reparos: y mi oración nacía de mi Amor:
13 Y sembré mis frutos en los corazones y los transformé dentro de mi mismo: y ellos recibieron mi bendición y vivieron;
14 Y fueron congregados ante mí y fueron salvados; porque ellos eran míos como mis propios miembros y yo era su cabeza. Gloria a ti, nuestra cabeza, el Amo Mesías. Aleluya.

Oda 18

1 Mi corazón fue alzado en el Amor del Altísimo y fue engrandecido: Para que yo pudiera alabarlo por Su Nombre.
2 Mis miembros fueron fortalecidos para que no cayeran desde Su fuerza.
3 La enfermedad fue removida desde mi cuerpo, que pudo estar de pie y firme delante del Amo por Su Voluntad, Pues Su reino es Verdadero.
4 ¡Oh Amo! ¡Por el bien de aquellos que carecen de Ti no quites tu Palabra de mi boca!
5 ¡ Y por el bien de sus obras no reprimas en mí Tu perfección!
6 Que la Luz no sea conquistada por la oscuridad, ni que la Verdad sea ahuyentada por el engaño,
7 Tu me has destinado a ganar; nuestra salvación es Tu diestra, y vendrán a ti gentes de todos los lugares.
8 Y Tú resguardarás a cualquiera de las ataduras del mal.
9 Tú eres mi Dios. El engaño y la muerte no están en Tu boca:
10 Porque Tú eres Perfección, y no conoces la falsedad,
11 Ni ella te conoce a Ti.
12 Y no has conocido el error,
13 Ni él te ha conocido a Ti.
14 Y la ignorancia se parece a un hombre ciego; y a la espuma del mar,
15 Y muchos supusieron que el engaño era algo grande;
16 Y entraron en la semejanza de lo falso y se convirtieron en eso, excepto aquellos que Te han comprendido, Conocido y Te han meditado,
17 Esos son los que no han sido corrompidos en sus imágenes, y de tal modo estaban en la mente del Amo.
18 Ellos no hicieron caso a los que caminaban en la senda del error,
19 Sino que les hablaron la Verdad con la inspiración que el Altísimo inspiró dentro de ellos. Alabanza y gran gracia a Su Nombre. Aleluya.

Oda 19

1 Una copa de leche me fue brindada: y bebí en la dulzura de la delicia del Amo.
2 El Hijo es la copa y la leche provino del Padre,
3 Y la Santa Espíritu extrajo la leche: Porque Sus pechos estaban llenos y era necesario para Él que Su leche fuera liberada,
4 Y la Santa Espíritu destapó su seno y mezclo la leche de los dos pechos del Padre y brindó la preparación al mundo sin que el mundo lo supiera,
5 Y quienes la recibieron son los elegidos de Su diestra.
6 La Espíritu abrió la matriz de la Virgen y ella recibió concepción y dio a luz, y la Virgen llegó a ser una Madre con muchas misericordias,
7 Y entró en labor de parto y dio a luz un Hijo, sin incurrir en dolor,
8 Y porque Ella no estaba suficientemente preparada, y no buscó una partera (porque Él la trajo a dar a luz así) Ella por su propia voluntad dio a luz como los humanos,
9 Y lo parió abiertamente, y lo hizo con gran dignidad,
10 Y lo amó en sus pañales y lo cuidó tiernamente, y lo presentó con Majestuosidad. Aleluya.

Oda 20

1 Soy un sacerdote del Amo, para Él hago oficio sacerdotal, y a Él ofrezco el sacrificio de Su Pensamiento.
2 Porque Sus Pensamientos no son como los del mundo ni los de la carne, ni como los de aquellos que sirven carnalmente.
3 El sacrificio del Amo es Justicia, y pureza de labios y corazón.
4 Presenta tu interior intachable ante Él: y que tu corazón no cause violencia a otro corazón ni tu alma a otra alma.
5 Tú no adquieras a un extraño por el precio de unas monedas de plata ni busques despojar a tu vecino,
6 Ni prives a nadie del cubrimiento de su desnudez,
7 Sino que revístete con la gracia del Amo sin restricciones, entra en Su Paraíso y hazte una guirnalda con hojas de sus árboles;
8 Ponla en tu cabeza, alégrate y recuéstate en Su descanso, y la gloria irá delante de ti,
9 Y recibirás de Su bondad y de Su gracia, y florecerás en la verdad por la Alabanza de Su santidad. Gloria y honor a Su Nombre. Aleluya.

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Oda 21

1 Alcé mis brazos al Altísimo, hasta Su gracia, porque quitó de mí las ataduras: fue Él quién me auxilió y me levantó hasta Su gracia y Su Salvación,
2 Y me quité las tinieblas y me vestí con Su luz,
3 Y mi alma adquirió un cuerpo libre de pesares o aflicciones o dolores,
4 Y ayudarme cada vez mas era la intención del Amo, pues Su comunión es incorrupción,
5 Y yo fui exaltado en Su luz; y serví ante Él,
6 Y estuve cerca Suyo alabándolo y confesándolo,
11 Mi corazón se escapó y llegó a mi boca, y ascendió a mis labios, y el regocijo del Amo se multiplicó en mi rostro, igual que Su Alabanza. Aleluya.

Oda 22

1 Él, quien me bajó de lo alto, también me subió desde las regiones inferiores,
2 Y Él, quien junta las cosas que están en medio, es también quien me lanza abajo:
3 Él es quien dispersó a mis enemigos y adversarios desde la antigüedad:
4 Él es quien me dio potestad sobre las ataduras para que pudiera soltarlas,
5 Él derribó al dragón de siete cabezas usando mis manos: y me asentó sobre sus raíces para que pudiera destruir su simiente.
6 Tú estuviste ahí y me ayudaste, y en todos lados tu nombre era un baluarte para mí.
7 Tu diestra destruyó su malvado veneno, y Tu mano allanó el camino para esos que creen en Ti.
8 Tú los elegiste desde los sepulcros y los apartaste de la muerte,
9 Tú tomaste huesos muertos y los cubriste con cuerpos.
10 Ellos estaban inertes, y Tú les diste energía para vivir.
11 Tu camino y tu rostro estaban sin corrupción, pero Tú trajiste el mundo a corrupción (de muerte) para que todo pudiera ser disuelto y entonces renovado,
12 Para que la fundación de todo pudiera ser Tu roca: porque sobre ella construiste tu reino; y llegó a ser el lugar donde moran los Santos. Aleluya.

Oda 23

1 ¡Regocijo de los Santos! ¿ Quiénes lo disfrutarán sino Ellos?
2 ¡Gracia dada a los elegidos! ¿ Quiénes la recibirán excepto aquellos que han creído en ella desde el principio?
3 ¡El Amor de los elegidos! ¿ Quiénes se revestirán de el excepto aquellos que lo han disfrutado desde el principio?
4 Caminen ustedes en el Conocimiento del Altísimo sin resistirse a Su alborozo y a la perfección de su Sabiduría.
5 Su pensamiento vino como una carta, Su voluntad descendió de las alturas, y fue enviada como una flecha desde un arco,
6 Y muchas manos se precipitaron a la carta para apresarla, tomarla y leerla:
7 Pero escapó de sus dedos y ellos se aterraron de eso y del sello que estaba sobre ella.
8 Porque no les fue permitido a ellos soltar su sello: pues el poder que estaba sobre el sello era superior a ellos,
9 Pero otros la vieron y fueron detrás de ella porque podían saber donde descendería, y quién la leería y quién la escucharía.
10 Pero una rueda la recibió y se posó sobre ella.
11 Y se halló en ella una señal del Reino y de su Potestad:
12 Y todo el que trató de detener la rueda fue segado y desechado.
13 Y congregó a la muchedumbre de sus adversarios, y cruzó los ríos sacó de raíz muchos bosques e hizo un ancho sendero.
14 Las cabezas se inclinaron a los pies de hacia quien corría la rueda, y que tenía una señal sobre ella.
15 La carta era de mandato, y abarcaba a todas las regiones;
16 Y fue vista a la cabeza de quién fue revelado como el Hijo de Verdad del Altísimo Padre,
17 Y Él heredó y tomó posesión de todo. Y los pensamientos de muchos fueron reducidos a nada.
18 Y todos los traidores se apresuraron a huir. Y esos quienes enfurecidos la persiguieron fueron extinguidos.
19 La carta era un gran libro, escrito enteramente por el dedo de Dios:
20 Y el Nombre del Padre, el del Hijo y el de la Santa Espíritu estaba en el, para regir para siempre. Aleluya.

Oda 24

1 La paloma revoloteó sobre el Mesías, y cantó sobre Él y se oyó su voz:
2 Y los habitantes se asustaron y los viajeros se perturbaron:
3 Las aves bajaron sus alas y todas las cosas reptantes murieron en sus madrigueras: Y los abismos que habían estado ocultos fueron abiertos, y ellos clamaron al Amo simulando a una mujer pariendo:
4 pero no se les dio alimento porque no era para ellos.
5 Y fueron encerrados en los abismos con el sello del Amo. Y perecieron en los pensamientos de esos que han existido desde tiempos antiguos;
6 Porque eran corruptos desde el principio, y el fin de su corrupción era la vida,
7 Y los que eran imperfectos perecieron: porque no era posible darles una Palabra que pudieran retener:
8 Y el Amo destruyó las imágenes de todos los que no tenían la Verdad consigo.
9 Porque ellos, quienes fueron elevados en sus corazones pero estaban deficientes de Sabiduría fueron rechazados porque la Verdad no estaba en ellos.
10 Pero el Amo reveló Su Camino y derramó Su Gracia: y aquellos que la entendieron, conocen su Santidad. Aleluya.

Oda 25

1 Fui rescatado desde mis ataduras y hacia Ti, mi Dios, Yo corro:
2 porque Tú eres la mano derecha de mi Salvación y quién me auxilia.
3 Tú has sujetado a aquellos que se levantan contra mí,
4 Y ya no los veré más: porque Tu rostro estaba conmigo, y me salvó Tu gracia.
5 Aunque fui despreciado y rechazado a los ojos de muchos: porque estaba ante sus ojos como caudillo,
6 Pero la fuerza y el auxilio vinieron a mí desde Ti mismo.
7 Tú pusiste una lámpara en mi mano derecha y en mi izquierda: en mí no habrá ningún lugar que no brille:
8 Y fui vestido con el cubrimiento de tu Espíritu, y me quitaste mi vestidura de piel,
9 Porque tu mano derecha me levantó y quitó la enfermedad de mí,
10 Y me volví poderoso en la Verdad, y santo por Tu justicia; y todos mis adversarios tuvieron miedo;
11 Y me volví admirable por el nombre del Amo, y fui justificado por Su bondad, y Su descanso es para siempre. Aleluya.

Oda 26

1 Derramaré alabanzas al Amo, porque le pertenezco:
2 Y deseo pronunciar santas canciones porque mi corazón está con Él.
3 Porque su arpa está en mis manos, y las Odas de Su descanso nunca serán silenciadas.
4 Yo clamaré hacia Él con todo mi corazón: lo alabaré y exaltaré con todos mis miembros.
5 Desde el este hasta el oeste está Su alabanza:
6 Y desde el sur hasta el norte está Su confesión:
7 Y desde la cima de las colinas hasta sus extremos se extiende Su perfección.
8 ¿ Quién puede escribir los Salmos del Amo, o quién puede leerlos?
9 ¿ Quién puede instruir su propia alma en la Vida para que pueda ser salvada,
10 O quién puede descansar sobre el Altísimo a fin de que su boca pueda hablar?
11 ¿ Quién es capaz de interpretar las maravillas del Amo?
12 Pues quien pudiera interpretarlo se disolvería para llegar a ser como el interpretado.
13 Es suficiente entonces Conocer y reposar: pues los Odistas están de pie en el descanso
14 Como sobre un río de abundante manantial, que fluye al auxilio de aquellos que le buscan. Aleluya.

Oda 27

1 Extendí mis manos para santificar a mi Amo,
2 Pues la extensión de mis manos es su signo:
3 Y mi expansión es como el árbol recto(o cruz).

Oda 28

1 Como las alas de las palomas sobre sus polluelos; y la boca de los polluelos hacia sus bocas,
2 Así son las alas de la Espíritu sobre mi corazón:
3 Mi corazón es complacido y regocijado: como el bebé que se regocija en el vientre de su madre.
4 Yo creí, y por eso estuve en reposo; pues fiable es aquel en quién he creído:
5 Me ha bendecido generosamente y mi cabeza está con Él: y ni la espada ni la cimitarra me apartarán de Él;
6 Porque estoy preparado para cuando venga la destrucción, y he sido puesto en Sus inmortales alas:
7 Y Él me mostró Su signo y me dio de beber, y desde entonces la Vida es la Espíritu dentro de mí y no puede morir.
8 Aquellos que me vieron se maravillaron, porque fui perseguido, y ellos suponían que había sido devorado, y les parecía que estaba perdido;
9 Y mi opresión se transformó en mi salvación; y recibí desaprobación de ellos,
10 Porque hice el bien a todos los hombres fui odiado,
11 Y se acercaron rodeándome como perros rabiosos, que ignorantemente atacan a sus dueños,
12 Porque sus pensamientos están corrompidos y su entendimiento pervertido.
13 Pero yo estaba trayendo agua en mi mano derecha y la amargura de ellos resistí con mi dulzura:
14 Y no perecí, pues yo no era su hermano ni fue mi nacimiento como el de ellos.
15 Y ellos buscaron mi muerte pero no lo consiguieron: pues yo era más antiguo que sus recuerdos,
16 Y en vano me atacaron y fueron tras de mí sin recompensa,
17 Pues inútilmente buscaban destruir el recuerdo de quién existía desde antes que ellos.
18 Porque los pensamientos del Altísimo no pueden ser anticipados; y Su corazón es superior a toda Sabiduría. Aleluya.

Oda 29

1 El Amo es mi esperanza: en Él no seré confundido.
2 De acuerdo a Su alabanza Él me formó, y de acuerdo a su bondad me dió,
3 Y conforme a Su misericordia me exaltó: y de acuerdo a Su perfecta belleza me puso en lo alto
4 Y me extrajo de las profundidades del Seol, desde las fauces de la muerte me sacó.
5 Tú, Amo, derribaste a mis enemigos y me justificaste por tu gracia.
6 Porque creí en el Mesías, y creí que Él es el Amo;
7 Él me mostró Su señal: y me guió con Su luz, y me dio el cetro de Su poder,
8 Para que yo pudiera dominar las imágenes de las gentes; y humillar la potestad de los poderosos,
9 Y hacer la guerra con Su Palabra, y tomar victoria con Su poder.
10 El Amo derrocó a mi enemigo con Su Palabra: y este llegó a ser como el rastrojo que el viento se lleva;
11 Y yo alabé al Altísimo porque exaltó a Su siervo y al hijo de Su criada. Aleluya.

Oda 30

1 Llénense de las aguas de la fuente viviente del Amo, porque esta abierta a Ustedes,
2 Vengan todos los sedientos y tomen un sorbo; descansen cerca de las fuentes del Amo.
3 Porque su agua es buena y pura y da reposo al alma, y es más dulce que la miel,
4 Los panales de abejas no pueden comparársele,
5 Porque emerge desde los labios del Amo y es nombrada desde Su corazón.
6 Viene sin limites e invisible: y hasta que llega al centro ellos no la perciben:
7 Benditos son los que han bebido y que por eso han encontrado el descanso. Aleluya.

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Oda 31

1 Los abismos fueron disueltos delante del Amo: y la oscuridad destruida ante Su presencia:
2 El error fue desviado y pereció en Su mano: La falsedad no encontró sendero por donde ir, y fue hundida por la Verdad del Amo.
3 Él abrió Su boca y anunció gracia y alegría, y entonó una nueva canción de alabanza a Su Nombre:
4 Alzó Su voz al Altísimo y presentó a los hijos que estaban con Él.
5 Y su rostro fue justificado, pues de esta manera Su Santo Padre se lo había dado.
6 Acérquense, Ustedes que han sido atribulados y reciban dicha, sean dueños de sus almas por Su gracia; y adquieran para ustedes vida inmortal.
7 Ellos me hicieron un deudor cuando fui alzado, cuando ellos me debían: y se repartieron mi botín, aunque nada se les adeudaba.
8 Pero yo resistí y mantuve mi paz y estuve en silencio como si no me perturbaran.
9 Pues permanecí inconmovible como una roca firme que es azotada por las olas y resiste.
10 Y soporté su amargura en favor de la humildad:
11 Para poder así redimir mi gente, y heredarles y que no fueran en vano mis promesas a los padres a quienes les prometí la salvación de su simiente. Aleluya.

Oda 32

1 A los Benditos: que haya alegría en sus corazones, y que la luz de Él more en ellos:
2 Y también las Palabras de la Verdad de quién se originó a Sí Mismo: porque Él es fortalecido por el Santo poder del Altísimo: y permanece inmutable para siempre. Aleluya.

Oda 33

1 Nuevamente fluyó la Gracia y despidió a la corrupción y descendió en Él para hacerla desaparecer;
2 Porque Él destruyó la perdición que tenía delante y a Su orden todo fue demolido,
3 Se puso de pie sobre una elevada colina y pronunció Su Voz desde un extremo al otro de la tierra:
4 Y atrajo a Sí a todos aquellos que le obedecen; y no se manifestó como si fuera una persona de mal.
5 Sino que allí de pie estaba una Virgen perfecta, quien estaba proclamando y llamando y diciendo:
6 ” Regresen, vosotros hijos de hombres, y vengan, vosotras hijas de hombres,
7 Abandonen los caminos de la corrupción y alléguense a mí, y entraré en ustedes, y los haré emerger desde la perdición,
8 Y los haré sabios en los caminos de la verdad, para que no sean destruidos ni perezcan
9 Escúchenme y sean redimidos. Porque la Gracia de Dios estoy anunciando en medio de ustedes, y por medio de mí serán redimidos y llegarán a ser benditos.
10 Yo soy vuestro juez, y aquellos que se vistan de mi no serán dañados, pues poseerán el nuevo mundo que es incorruptible
11 Mis elegidos caminaran en mí, y mis senderos daré a conocer a aquellos que me buscan, y haré que confíen en mi nombre”. Aleluya.

Oda 34

1 Ningún camino es duro cuando hay un corazón sencillo,
2 Ni hay heridas donde los pensamientos son rectos:
3 Ni tampoco hay tormentas en las profundidades de la razón iluminada:
4 Cuando se está rodeado por todos lados de belleza no hay nada que esté dividido.
5 La Semejanza de lo de abajo es lo de arriba; pues todo es de arriba: lo de abajo no es nada más que el engaño de aquellos que carecen de conocimiento.
6 La gracia ha sido revelada para vuestra salvación. Crean, vivan y serán salvados. Aleluya.

Oda35

1 El Amo suavemente destiló Su rocío sobre mí,
2 E hizo que una nube de paz ascendiera encima de mi cabeza, la cuál me protege continuamente;
3 Esto era para mi salvación: pues todo fue sacudido y mis perseguidores estaban aterrados:
4 Y emergió desde ellos humo y juicio; pero yo estaba tranquilo por causa del Amo:
5 Más que un refugio fue Él para mí, y más que un cimiento.
6 Yo era llevado como un niño por su madre, y me dio por leche el rocío del Amo:
7 Y crecí muy grande gracias a Su generosidad, y descansé en Su perfección,
8 Y extendí mis manos en la elevación de mi alma: y fui hecho justo y redimido gracias al Altísimo. Aleluya.

Oda 36

1 Descansé en la Espíritu del Amo, que me llevó a las alturas:
2 Me puso de pie en las alturas del Amo, delante de Su perfección y Su gloria, mientras lo alababa componiendo Sus Odas.
3 La Espíritu me trajo adelante frente al rostro del Amo: y, a pesar de ser un hijo de hombre, fui llamado el Iluminado, el Hijo de Dios:
4 Mientras lo alababa entre sus elegidos que también lo adoraban grande era yo entre los poderosos.
5 De acuerdo a la grandeza del Altísimo, así me formó: con Su renovación me revivió, y me ungió con Su propia Perfección:
6 Y llegué a ser uno de Sus allegados; y mi boca fue abierta como una nube de rocío;
7 Y de mi corazón manó a raudales un diluvio de justicia,
8 Y llegué a Él en paz; y fui establecido por la Espíritu de Su autoridad. Aleluya.

Oda 37

1 Extendí mis manos hacia mi Amo: y hasta el Altísimo elevé mi voz:
2 Y hablé con los labios de mi corazón; y Él me escuchó cuando mi voz le alcanzó:
3 Su respuesta vino a mí y me brindó los frutos de mi trabajo;
4 Y me concedió el descanso por la gracia del Amo. Aleluya.

Oda 38

1 Ascendí a la luz de la Verdad como si fuera dentro de un carruaje:
2 La Verdad me llevó y guío a través de abismos y trampas; y en medio de las rocas y olas me resguardó;
3 Se convirtió en mi refugio de Salvación y me posó en los brazos de la vida inmortal,
4 Marchó conmigo y me hizo descansar, y no me hizo sufrir con un vagabundeo incierto porque era la Verdad.
5 Yo no corría ningún riesgo, porque caminaba con Él,
6 Ni cometí ningún error porque Le obedecía.
7 Porque el error huye de la Verdad y no la conoce, y la Verdad prosigue por el camino correcto,
8 Y lo que nunca antes percibí se hizo evidente para mí: todos esos venenos del engaño, y las plagas de la muerte que ellos piensan que es dulzura:
9 Y ví al destructor y su destrucción, en el momento en que la novia corrompida se engalanaba y vi al novio corruptor;
10 Y le pregunté a la Verdad: ¿ quiénes son estos? Y me dijo: ‘Este es el engañador y la mentira:
11 Ellos imitan al Amado y Su Novia: Y conducen al descarrío y corrompen al mundo entero:
12 E invitan a muchos a su banquete de bodas,
13 Y les dan del vino de su borrachera, y les sustraen así sabiduría y entendimiento, y los dejan sin inteligencia,
14; Y cuando ya están contaminados y sin razón entonces los abandonan; puesto que se han quedado sin corazón ni tampoco lo buscan’.
15 Pero Yo fui hecho sabio para no caer en las manos del embaucador; y me felicité de que la Verdad viniera conmigo,
16 Y fui implantado y viví y fui redimido,
17 Porque mis cimientos fueron arraigados sobre la mano del Amo: Él me puso ahí.
18 Él plantó la raíz, la regó, afirmó y bendijo, y sus frutos son eternos.
19 Y penetró profundamente, brotó y se extendió y estuvo completa y grandiosa,
20 Y el Amo fue glorificado en Su siembra y labranza: por Sus cuidados y la bendición de Sus labios,
21 Por la bella plantación de Su mano derecha: y por el descubrimiento de Su siembra, y por los pensamientos de Su mente. Aleluya.

Oda 39

1 El poder del Amo es como grandes ríos:
2 Que llevan de cabeza a aquellos que Le desprecian y enreda sus caminos:
3 Y destruye sus travesías, y captura sus cuerpos y disuelve sus vidas.
4 Porque son más veloces que el relámpago y más rápidos, pero aquellos que los atraviesan con Fe no son conmovidos;
5 Y aquellos que los transitan sin manchas nada deben temer.
6 Porque en ellos está la señal del Amo, y la señal es un rumbo para aquellos que lo atraviesan en Su nombre.
7 Vístanse entonces con el nombre del Altísimo, conózcanlo y podrán cruzar sin daño, porque los ríos te obedecerán.
8 El Amo los ha atravesado por el poder de Su Palabra; los ha cruzado y recorrido a pie:
9 Y Sus huellas se mantienen firmes sobre el agua, sin ningún problema, pues son tan firmes como un árbol que está verdaderamente levantado.
10 Y las olas se levantan a Su lado, pero las huellas de nuestro Amo Mesías permanecen firmes y no son borradas ni desfiguradas.
11 Un sendero así Él ha señalado para aquellos que lo atraviesan después de Él, para aquellos que se adhieren a la ruta de Su fe y veneran Su nombre. Aleluya.

Oda 40

1 Como la miel emana de los panales de abejas,
2 Y la leche fluye desde la mujer que ama a su niño,
3 Así también fluye mi esperanza hacia Ti, mi Dios.
4 Como el agua que brota de la fuente
5 Así de mi corazón brotan las alabanzas del Amo, mis labios pronuncian alabanzas a Él y mi lengua dice Sus Salmos,
6 Y mi rostro se exalta con Su felicidad y mi Espíritu se regocija en Su Amor y mi alma resplandece en Él:
7 Y al venerarlo confío en Él; y mi redención en Él está asegurada:
8 Y Su herencia es vida inmortal, y aquellos que toman parte en ella son incorruptibles. Aleluya.

Oda 41

1 Todos los niños del Amo lo alabarán, y cosecharán la Verdad de Su fe.
2 Y Sus niños seremos conocidos para Él, por eso cantaremos en Su Amor:
3 Pues vivimos en el Amo por Su gracia: y recibimos vida en Su Mesías:
4 Porque un gran día ha brillado sobre nosotros, y maravilloso es el que nos ha dado de su gloria.
5 Vamos entonces, todos nosotros unidos en el nombre del Amo, y rindámosle honores a Su bondad,
6 Y que nuestros rostros brillen en su luz: y que nuestros corazones mediten en Su Amor noche y día,
7 Seamos exaltados con la alegría del Amo.
8 Todos estarán asombrados al verme, pues soy de otra raza ahora,
9 Pero el Padre de la Verdad se acordó de mí, pues Él me poseía desde el principio:
10 Y por Su generosidad me concibió, y por los pensamientos de Su corazón:
11 Y Su Palabra esta con nosotros a lo largo de todo nuestro camino;
12 El Salvador que hace vivir no rechazará nuestras almas.
13 El es el hombre que fue humillado y exaltado por Su propia justicia,
14 El es el Hijo del Altísimo que apareció en la perfección de Su Padre,
15 Y la luz amaneció desde la Palabra que estaba en Él antes del tiempo,
16 El Mesías es verdaderamente uno; y era conocido desde antes de la fundación del mundo,
17 Y porque Él podría salvar almas para siempre por la Verdad de Su nombre, un nuevo cántico se levanta desde aquellos que Le aman. Aleluya.

Oda 42

1 Extendí mis manos y las acerqué a mi Amo,
2 Porque la extensión de mis manos es Su signo:
3 Mi expansión es el árbol extendido, el cuál estaba levantado en el camino del Justo.
4 Me volví pequeño ante aquellos que no me recibieron, pero siempre estaré con los que me aman.
5 Todos mis perseguidores están muertos; y los que me buscaron después tuvieron esperanza en mí, porque yo estaba vivo:
6 Y ascendí y estoy con ellos, y hablaré por sus bocas.
7 Porque ellos desprecian a quienes los persiguen;
8 Yo levantare sobre ellos el yugo de mi Amor;
9 Como el brazo del novio sobre la novia
10 Así es mi yugo por encima de aquellos que me conocen,
11 Y como la cama preparada en la casa del novio y la novia,
12 Así es mi Amor sobre aquellos que creen en mí.
13 No fui rechazado aunque pareció ser así,
14 No perecí aunque ellos planearon eso contra mí.
15 El Seól me vio y trató de destruírme,
16 Pero la muerte me lanzó fuera y a muchos junto conmigo.
17 Fui hiel y amargura para ella, y descendí al extremo de sus profundidades:
18 Y los pies y las manos tuvo que soltarme, porque no fue capaz de resistir mi rostro:
19 Y entonces hice una congregación de vivientes de entre sus muertos, y hablé con ellos por medio de labios vivientes,
20 Para que mi Palabra no fuera infructuosa,
21 Y esos que habían muerto corrieron hacia mí: y clamaron y dijeron: ‘Hijo de Dios, ten piedad de nosotros, y haz con nosotros de acuerdo a Tu bondad,
22 Sácanos de las ataduras de la oscuridad, y ábrenos la puerta para poder emerger hacia Ti,
23 Porque hemos visto que nuestra muerte no te ha tocado,
24 Déjanos ser redimidos contigo, porque Tú eres nuestro Redentor’.
25 Y atendí sus voces; y mi nombre fue sellado sobre sus cabezas,
26 Porque ellos ahora son libres y son míos para siempre. Aleluya.

Apología de Arístides

Apología
Yo, ¡oh rey !, por providencia de Dios, vine a este mundo y, habiendo contemplado el cielo y la tierra y el mar, el sol y la luna y lo demás, me quedé maravillado de su orden. Pero, viendo que el mundo y todo cuanto en el hay se mueve por necesidad, entendí que el que lo mueve y lo mantiene es más fuerte que lo mantenido. Digo, pues, ser Dios, el mismo que lo ha ordenado todo y lo mantiene fuertemente asido, sin principio y eterno, inmortal y sin necesidades, por encima de todas las pasiones y defectos, de la ira y del olvido y de la ignorancia y de todo lo demás; por El, empero, subsiste todo. No necesita de sacrificio ni de libación ni de nada de cuanto aparece; todos, empero, necesitan de El.

Dichas estas cosas acerca de Dios, tal como yo he alcanzado a hablar sobre El, pasemos también al género humano, para ver quienes de entre los hombres participan de la verdad y quienes del error. Porque para nosotros es evidente, ¡oh rey!, que hay tres géneros de hombres en este mundo: los adoradores de los que entre ustedes llaman dioses, los judíos y los cristianos; y a su vez, los que veneran a muchos dioses se dividen también en tres géneros: los caldeos, los griegos y los egipcios, porque éstos fueron los guías y maestros de las demás naciones en el culto y adoración de los dioses de muchos hombres.

Veamos, pues, quienes de éstos participan de la verdad y quienes del error. Los caldeos, en efecto, por no conocer a Dios, se extraviaron tras los elementos y empezaron a adorar a las criaturas en lugar de Aquel que los había creado. Y haciendo de aquellos ciertas representaciones, los llamaron imágenes del cielo y de la tierra y del sol y de la luna y de los demás elementos o luminares: y, encerrándolos en templos, los adoran, dándoles nombre de dioses, y los guardan con toda seguridad para que no sean robados por ladrones, sin caer en la cuenta que lo que guarda es mayor que lo guardado, y el que hace, mayor que su propia obra. Porque si los dioses de ellos son impotentes para su propia salvación, ¿cómo podrán dar la salvación a otros? Luego, se extraviaron los caldeos, dando culto a imágenes muertas e inútiles.

Y se me ocurre maravillarme, ¡oh rey!, como los llamados entre ellos filósofos no comprendieron en absoluto que también los mismos elementos son corruptibles. Si, pues, los elementos son corruptibles y sometidos por necesidad, ¿cómo son dioses? Y si los elementos no son dioses, ¿cómo lo son las imágenes hechas en honor de aquellos?

Pasemos, pues, ¡oh rey!, a los elementos mismos, para demostrar que no son dioses, sino corruptibles y mudables, sacados de la nada por mandato del Dios verdadero, el que es incorruptible, inmutable e invisible, pero El todo lo ve, y todo lo cambia y transforma como quiere. ¿Qué digo, pues, acerca de los elementos?

Los que creen que la tierra es diosa, se equivocan, pues la vemos injuriada y dominada por los hombres, cavada y ensuciada y que se vuelve inútil. Porque si se la cuece se convierte en muerta, pues de una teja nada nace. Además, si se la riega demasiado, se corrompe lo mismo ella que sus frutos. Es también pisada por los hombres y por los otros animales, se mancha de la sangre de los asesinatos, es cavada y se llena de cadáveres y se convierte en depósito de muertos. Siendo esto así, no es posible que la tierra sea diosa, sino obra de Dios para utilidad de los hombres.

Los que piensan que el agua es Dios, yerran, pues también ella fue echa para utilidad de los hombres y es por ellos dominada; se mancha y se corrompe, y se cambia al hervir y se muda en colores y se congela por el frío. Y es conducida para el lavado de todas las inmundicias. Por eso, imposible que el agua sea Dios, sino obra de Dios.

Los que creen que el fuego es Dios, se equivocan; porque el fuego fue hecho para utilidad de los hombres, y es dominado por ellos, al llevarle de un lugar a otro para conocimiento y asación de toda clase de carnes y hasta para la cremación de los cadáveres. Se corrompe además y de muchos modos al ser apagado por los hombres. Por eso, no es posible que el fuego sea Dios, sino obra de Dios.

Los que creen que el soplo de los vientos es Dios, se equivocan, pues es evidente que est al servicio de otro y que ha sido preparado por Dios en gracia a los hombres para mover las naves y transportar los alimentos y para sus demás necesidades. Además crece y cesa en ordenación de Dios. Por tanto, no es posible pensar que el viento es Dios, sino obra de Dios.

Los que creen que el sol es Dios, se equivocan, pues vemos que se mueve por necesidad y que cambia y que pasa de signo, poniéndose y saliendo, para calentar las plantas y las hierbas en utilidad de los hombres. Vemos también que tiene divisiones con los demás astros, que es mucho menor que el cielo, que sufre eclipses de luz y que no goza de autonomía alguna. Por eso, no es posible pensar que el sol sea Dios, sino obra de Dios.

Los que piensan que la luna es diosa, se equivocan, pues vemos que se mueve por necesidad y que pasa de signo en signo, poniéndose y saliendo para utilidad de los hombres, que es menor que el sol, que crece y mengua y sufre eclipses. Por eso, no es posible pensar que la luna sea diosa, sino obra de Dios.

Los que creen que el hombre es Dios, yerran; pues vemos que es concebido (cd. “movido”) por necesidad y que se alimenta y envejece aun contra su voluntad. Unas veces est alegre, otras triste, y necesita de comida y bebida y vestidos. Vemos además que es iracundo y envidioso y codicioso, que cambia en sus propósitos y tiene mil defectos. Se corrompe también de muchos modos por obra de los elementos y de los animales y de la muerte, que le est impuesta. No es, pues, admisible que el hombre sea Dios, sino obra de Dios.

Se extraviaron, pues, los caldeos en pos de sus concupiscencias, pues adoran a los elementos corruptibles y a las imágenes muertas y no se dan cuenta de que las divinizan.

Vengamos, pues, también a los griegos, para ver si tienen alguna idea sobre Dios. Ahora bien, los griegos, que dicen ser sabios, se mostraron más necios que los caldeos, introduciendo muchedumbre de dioses que nacieron, unos varones, otros hembras, esclavos de todas las pasiones y obradores de toda especie de iniquidades; dioses, de quienes ellos mismos contaron haber sido adúlteros y asesinos, iracundos y envidiosos y rencorosos, parricidas y fratricidas, ladrones y rapaces, cojos y jorobados, y hechiceros y locos. De ellos unos murieron, otros fueron fulminados, otros sirvieron a los hombres como esclavos, otros anduvieron fugitivos, otros se golpearon de dolor y se lamentaron, otros se transformaron en animales.

Por donde se ve, ¡oh rey!, cuán ridículas y necias e impías palabras introdujeron los griegos al dar nombre de dioses a seres tales, que no lo son, lo que hicieron siguiendo sus malos deseos, a fin de que, teniendo a aquellos por abogados de su maldad, pudieran ellos entregarse al adulterio, a la rapiña, al asesinato y a toda clase de vicios. Porque si todo eso lo hicieron los dioses, cómo no habrán de hacerlo también los hombres que les dan culto? Consecuencia, pues, de todas estas obras del error fue que los hombres sufrieron guerras continuas y matanzas y amargas cautividades.

Mas si queremos ir recorriendo con nuestro discurso cada uno de sus dioses, ver s absurdos sin cuento. De este modo, introducen antes que todos un dios Crono, y a este le sacrifican sus propios hijos. Crono tuvo muchos hijos de Rea y, finalmente volviéndose loco, se come a sus propios hijos. Dicen también que Zeus le cortó las partes viriles y las arrojó al mar, de donde se cuenta que nació Afrodita. Atando, pues, Zeus a su propio padre, lo arrojó al Tártaro.

¿Ves el extravío e imprudencia que introducen contra su propio Dios? Conque es admisible que Dios sea atado y mutilado? ¡oh insensatez! Quien, en su sano juicio, puede decir tales cosas?

El segundo introducen a Zeus, de quien dicen que es rey de todos sus dioses y que toma la forma de animales para unirse con mujeres mortales. Y, en efecto, cuentan que se transforma en toro para Europa y Pasfae; en oro para Danae, en cisne para Leda; en sátiro para Antíope, y en rayo para Smele, y que luego de estas le nacieron muchos hijos: Dionisio, Zeto, Anfín, Heracles, Apolo y Artemisa, Perseo, Castor, Helena y Plux, Minos, Radamante, Sarpedón y las siete hijas que llamaron musas. Luego igualmente introducen la fábula de Ganímedes. Sucedió, pues, ¡oh rey!, que los hombres imitaron todo esto y se hicieron adúlteros y pervertidos e, imitando a su dios, cometieron toda clase de actos viciosos. ¿Cómo, pues, es concebible que Dios sea adúltero y pervertido y parricida?

Con este introducen a un cierto Hefesto como Dios, y este, cojo y empujando martillo y tenazas, y haciendo de herrero para ganarse la vida. ¿Es que est necesitado? Cosa inadmisible, que Dios sea cojo y esté necesitado de los hombres.

Luego introducen como Dios a Hermes, que es codicioso y ladrón y avaro y hechicero y estropeado e intérprete de discursos. No se concibe que Dios pueda ser tales cosas.

También introducen como Dios a Asclepio, médico de profesión, y dedicado a preparar medicamentos y a componer emplastos para ganarse el sustento, pues estaba necesitado; luego dicen que fue fulminado por Zeus a causa del hijo del lacedemonio Tindreo y que así murió. Mas si Asclepio, siendo Dios, no pudo, fulminado, ayudarse a sí mismo, ¿cómo ayudar a los otros?

También introducen como Dios a Ares, que es guerrero y envidioso y codicioso de rebaños y de otras cosas, del que cuentan que, cometiendo más tarde un adulterio con Afrodita, fue atado por el niño Eros y por Hefesto. Como, pues, era Dios el que fue codicioso y guerrero y atado y adúltero?

También introducen como Dios a Dionisio, el que celebra las fiestas nocturnas y es maestro en embriaguez, y arrebata las mujeres ajenas y que más tarde fue degollado por los titanes. Si, pues, Dionisio, degollado, no pudo ayudarse a sí mismo, sino que se volvió loco y era borracho, y anduvo fugitivo, ¿cómo puede ser Dios?

También introducen a Heracles, que cuentan haberse embriagado y que se volvió loco y se comió a sus propios hijos, y que, consumido luego por el fuego, así murió. Mas, ¿cómo puede ser Dios un borracho, que mata a sus hijos y es devorado por el fuego? Y ¿cómo podrá socorrer a los otros el que no pudo socorrerse a s mismo?

1. También introducen como Dios a Apolo, que es envidioso y que unas veces empuja el arco y la aljaba, y la cítara y la flauta, y se dedica a la adivinación para los hombres a cambio de paga. ¿Es que est necesitado? Cosa imposible de admitir que Dios esté necesitado y sea envidioso y citaredo.

Luego introducen a Artemisa, hermana suya, cazadora de oficio, que lleva arco y aljaba, y anda errante por los montes, sola con sus perros, para cazar algún ciervo o jabalí. ¿Cómo, pues, puede ser diosa una mujer as, cazadora y errante con sus perros?

También dicen que es diosa Afrodita, que es una adúltera y una vez tuvo por compañero de adulterio a Ares, otra a Anquises, otra a Adonis, cuya muerte lloró, yendo en busca de su amante. y hasta cuentan que bajó al Hades para rescatar a Adonis, de Persfone, la hija de Hades. ¿Has visto, oh rey, insensatez mayor que la de introducir una diosa que es adúltera y se lamenta y llora?

También introducen como Dios a Adonis, cazador de oficio y adúltero, que murió violentamente, herido por un Jabalí, y no pudo ayudarse en su desgracia. ¿Cómo se preocupar , pues, de los hombres el adúltero, cazador y muerto violentamente?

Todo esto y muchas cosa más, más vergonzosas y peores introdujeron los griegos, ¡oh rey!, fantaseando sobre sus dioses cosas que no es lícito ni decirlas ni llevarlas en absoluto a la memoria. De ahí, tomando ocasión los hombres de sus propios dioses, practicaron todo género de iniquidad, de imprudencia e impiedad, mancillando la tierra y el aire con sus horribles acciones.

2. En cuanto a los egipcios, que son más torpes y más necios que los griegos, erraron peor que todas las naciones. Porque no se contentaron con los cultos de los caldeos y de los griegos, sino que introdujeron como dioses aun animales irracionales, tanto de la tierra como de agua, y árboles y plantas; y se mancillaron en toda locura e imprudencia peor que todas las naciones sobre la tierra.

Porque al principio dieron culto a Isis, que tenía por hermano y marido a Osiris, el que fue degollado por su hermano Tifón. Y por esta causa, huyó Isis con su hijo Horus a Biblo de Siria, buscando a Osiris y llorando amargamente hasta que creció Horus y mató a Tifón. Así, pues, ni Isis tuvo fuerza para ayudar a su propio hermano y marido, ni Osiris, degollado por Tifón, pudo protegerse a s mismo, ni el mismo Tifón, fratricida, muerto por Horus y por Isis, halló medio de librarse a sí mismo de la muerte. Y conocidos por tales desgracias fueron tenidos por dioses por los insensatos egipcios, los cuales, no contentos con esto o con los demás cultos de las naciones, introdujeron como dioses hasta los animales irracionales.

Porque unos de ellos adoraron a la oveja, otros al macho cabrío, otros al novillo y al cerdo, otros al cuervo y al gavilán y al buitre y al águila, otros al cocodrilo, otros al gato, al perro y al lobo, y al mono y a la serpiente y al áspid, y otros a la cebolla y al ajo y a las espinas y a las demás criaturas. Y no se dan cuenta los desgraciados que ninguna de esas cosas tiene poder alguno; pues viendo a sus dioses que son comidos por otros hombres y quemados y degollados y que se pudren, no comprendieron que no son dioses.

3. Se extraviaron grandemente, pues, los egipcios, los caldeos y los griegos, introduciendo tales dioses, haciendo imágenes de ellos y divinizando a los ídolos sordos e insensibles.

Y me maravilla como viendo a sus dioses aserrados y devastados con hacha y cortados por artífices, y como por el tiempo se hacen viejos, y como se disuelven y funden, no comprendieron que no había tales dioses. Porque cuando ninguna fuerza poseen para su propia salvación, ¿cómo tendrán providencia de los hombres?

Más sus poetas y filósofos, queriendo con sus poemas y escritos glorificar a sus dioses, no han hecho sino descubrir mejor su vergüenza y ponerla desnuda a la vista de todos. Porque si el cuerpo del hombre, aun siendo compuesto de muchas partes, no desecha ninguno de sus propios miembros, sino que, conservando con todos unidad irrompible, se mantiene acorde consigo mismo, ¿cómo podrá darse en la naturaleza de Dios lucha y discordia tan grande? Porque si la naturaleza de los dioses era una sola, no deba perseguir un dios a otro dios ni degollarle ni dañarle. Y si los dioses se han perseguido unos a otros, y se han degollado, y se han robado y se han fulminado, ya no hay una sola naturaleza, sino pareceres divididos y todos maleficios. De modo que ninguno de ellos es Dios. Luego es patente, ¡oh rey!, que toda la teoría sobre la naturaleza de los dioses es puro extravío.

Y ¿cómo no comprendieron los sabios y eruditos de entre los griegos que, al establecer leyes, sus dioses son condenados por esas leyes? Porque si las leyes son justas, son absolutamente injustos sus dioses que hicieron cosas contra ley, como mutuas muertes, hechiceras, adulterios, robos y uniones contra natura; y si es que todo esto lo hicieron bien, entonces son injustas las leyes, como puestas contra los dioses. Pero no, las leyes son buenas y justas, pues alaban lo bueno y prohiben lo malo, y las obras de los dioses son inicuas. Inicuos son, pues, los dioses de ellos, y reos todos de muerte, e impíos los que introducen dioses semejantes. Porque si las historias que sobre ellos corren son míticas, entonces los dioses no son más que palabras; y si son físicas, ya no son dioses los que tales cosas hicieron y sufrieron; y si son alegóricas, son cuento y nada más.

Queda, pues, ¡oh rey!, demostrando que todos estos cultos de muchos dioses son obras de extravío y de perdición. Porque no se debe llamar dioses a los que son visibles y no ven, sino que hay que adorar como Dios al que es invisible y todo lo ve y todo lo ha fabricado.

4. Vengamos, pues, también, ¡oh rey!, a los judíos, para ver que es lo que éstos también piensan acerca de Dios. Porque éstos, siendo descendientes de Abraham, Isaac y Jacob, vivieron como forasteros en Egipto y de allí los sacó Dios con mano poderosa y brazo excelso por medio de Moisés, legislador de ellos, y por muchos prodigios y señales les dio a conocer su poder; pero mostrándose también ellos desconocidos e ingratos, muchas veces sirvieron a los cultos de las naciones y mataron a los justos y profetas que les fueron enviados. Luego, cuando al Hijo de Dios le plugo venir a la tierra, después de insultarle, le entregaron a Poncio Pilato, gobernador de los romanos, y le condenaron a muerte de cruz, sin respeto alguno a los beneficios que les había hecho y a las incontables maravillas que entre ellos haba obrado; y perecieron por su propia iniquidad. Adoran, en efecto, aun ahora a Dios solo omnipotente, pero no según cabal conocimiento, pues niegan a Cristo, Hijo de Dios; son semejantes a los gentiles, por más que en cierto modo parecen acercarse a la verdad, de la que realmente se alejaron. Esto baste sobre los judíos…

5. Los cristianos, empero, cuentan su origen del Señor Jesucristo, y éste es confesado por su Hijo de Dios Altísimo en el Espíritu Santo, bajado del cielo por la salvación de los hombres. Y engendrado de una virgen santa sin germen ni corrupción, tomó carne y apareció a los hombres, para apartarlos del error de los muchos dioses. Y habiendo cumplido su admirable dispensación, gustó la muerte por medio de la cruz con voluntario designio, según una grande economía, y después de tres días resucitó y subió a los cielos. La gloria de su venida, puedes, ¡oh rey!, conocerla, si lees la que entre ellos se llama santa Escritura Evangélica.

Este tuvo doce discípulos, los cuales, después de su ascensión a los cielos, salieron a las provincias del Imperio y enseñaron la grandeza de Cristo, al modo que uno de ellos recorrió nuestros mismos lugares predicando la doctrina de la verdad. De ahí que los que todavía sirven a la justicia de su predicación, son llamados cristianos. Y éstos son los que más que todas las naciones de la tierra han hallado la verdad, pues conocen al Dios creador y artífice del universo en su Hijo Unigénito y en el Espíritu Santo, y no adoran a otro Dios fuera de éste. Los mandamientos del mismo Señor Jesucristo los tienen grabados en sus corazones y los guardan, esperando la resurrección de los muertos y la vida del siglo por venir. No adulteran, no fornican, no levantan falso testimonio, no codician los bienes ajenos, honran al padre y a la madre, aman a su prójimo y juzgan con justicia. Los que no quieran se les haga a ellos no lo hacen a otros. A los que los agravian, los exhortan y tratan de hacérselos amigos, ponen empeño en hacer bien a sus enemigos, son mansos y modestos… Se contienen de toda unión ilegítima y de toda impureza… No desprecian a la viuda, no contristan al huérfano; el que tiene, le suministra abundantemente al que no tiene. Si ven a un forastero, le acogen bajo su techo y se alegran con él como con un verdadero hermano. Porque no se llaman hermanos según la carne, sino según el alma…

Están dispuestos a dar sus vidas por Cristo, pues guardan con firmeza sus mandamientos, viviendo santa y justamente según se lo ordenó el Señor Dios, dándole gracias en todo momento por toda comida y bebida y por los demás bienes… Este es, pues, verdaderamente el camino al reino eterno, prometido por Cristo en la vida venidera.

Y para que conozcas, ¡oh rey!, que no digo estas cosas por mí propia cuenta, inclínate sobre las Escrituras de los cristianos y hallar s que nada digo fuera de la verdad.

6 Con razón, pues, comprendió tu hijo y fue enseñado a servir al Dios vivo y salvarse en el siglo que est por venir. Porque grandes y maravillosas son las cosas por los cristianos dichas y obradas, pues no hablan palabras de hombres, sino de Dios. Las demás naciones, en cambio, yerran y a sí mismas se engañan, pues andando entre tinieblas chocan unos con otros como borrachos.

7. Hasta aquí, ¡oh rey!, se ha dirigido a ti mí discurso, el que por la verdad ha sido mandado a mi mente. Por eso, cesen ya tus sabios insensatos de hablar contra el Señor; porque les conviene a vosotros venerar al Dios Creador y dar todo a sus palabras incorruptibles, a fin de que, escapando al juicio y a los castigos, sean declarados herederos de la vida imperecedera.

SENTENCIAS ATRIBUIDAS A JESÚS POR LOS PADRES DE LA IGLESIA

SENTENCIAS ATRIBUIDAS A JESÚS POR LOS PADRES DE LA IGLESIA, Y QUE CONSTABAN EN LOS EVANGELIOS APÓCRIFOS, CUYO TEXTO SE HA PERDIDO

1. Cosa más gloriosa, feliz y perfecta es dar que recibir.

2. Tú, que trabajas en sábado, si sabes lo que haces, bienaventurado eres. Mas si no lo sabes, eres execrable y transgresor de la Ley.

3. Procurad crecer en lo pequeño y disminuir en lo grande. Así, cuando entréis en una casa y pidáis de comer, no os juzguéis dignos de ocupar los puestos principales de la mesa, ni os acerquéis siquiera a ellos, no sea que llegue el anfitrión y os diga: Sentaos más abajo, dejándoos confundidos. Mas, si os aproximáis a los puestos humildes de la mesa, donde están los que son menores que vosotros, el anfitrión os dirá: Colocaos más arriba, y esto os será útil.

4. Si en lo grande no fuisteis fieles, ¿qué se os dará en lo que es grande?

5. Por los enfermos estoy enfermo y por los hambrientos hambriento, y por los sedientos sediento.

6. Pedid lo grande y se os dará lo pequeño. Pedid lo celestial y se os dará lo terrenal.

7. Pocas cosas del mundo sirven para la única cosa necesaria.

8. Resistamos a toda iniquidad y tengámosle odio.

9. Sed buenos banqueros.

10. Los que quieran verme y llegar a mi reino deben poseerme por tormentos y por aflicciones.

11. Si alguien quiere conducir a Israel a la penitencia y por mi nombre creer en Dios, remita sus pecados. Y al cabo de doce años, salga del mundo y no diga: No te oímos.

12. Si os congregáis en mi nombre, y no cumplís mis mandamientos, abominaré de vosotros, y os diré: Apartaos de mí, que no os conozco, obradores de la iniquidad.

13. Sois como corderos en medio de los lobos. Mas después de su muerte, los corderos no temen a los lobos. Así, vosotros no temáis a los que os maten, y que después de que hayáis muerto, nada os podrán hacer. Mas temed a aquel que, después de muertos, tiene potestad para arrojar vuestro cuerpo y vuestra alma a la gehena del fuego.

14. Conservad casta vuestra carne y sed en vuestro más secreto interior inmaculados, a fin de que recibáis la vida eterna.

15. Días vendrán en que brotarán viñas, cada una de las cuales tendrá diez mil gruesas ramas, y en cada rama gruesa diez mil delgadas, y en cada rama delgada diez mil racimos, y en cada racimo diez mil granos, y cada grano, al ser prensado, dará veinticinco metretas de vino. Y, cuando uno de los santos ponga su mano sobre un racimo de éstos, otro racimo exclamará: Yo soy el racimo mejor; tómame y bendice al Señor por causa mía. Igualmente, un grano de trigo dará diez mil espigas, y cada espiga tendrá diez mil granos, y cada grano dará diez libras de harina de flor selecta, y los frutos y los granos y las hierbas se multiplicarán en igual proporción.

16. Yo soy la puerta que conduce al Padre. Mi carne es un pan de vida celeste, y mi sangre es una bebida divina. El Espíritu Santo sabe de dónde viene y adónde va, y castiga lo que está oculto.

17. Sed misericordiosos, para que obtengáis misericordia. Practicad la equidad y la longanimidad. Perdonad, para que se os perdone. Como hagáis, os será hecho. Como deis, os será dado. Como hayáis juzgado, os juzgarán. Encontraréis tanta bondad como bondadosos hayáis sido. Con la medida de que os sirváis, se servirán para mediros.

18. Nadie conoció quién es el Padre, más que el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiso revelar, ni quien es el Hijo más que el Padre.

19. En aquello que os sorprenda y descubra, en ello también os juzgaré.

20. A menudo deseo oír sermones inspirados por el Espíritu Divino, y no tengo quien me los pronuncie.

21. Si no hacéis lo diestro como si fuera siniestro, lo de arriba como si estuviese abajo, y lo anterior como si ocurriese posteriormente, no conoceréis el reino de Dios.

22. Más vale morir en Dios que reinar sobre la tierra toda de uno a otro extremo, porque ¿de qué le sirve al hombre poseer el mundo entero, si sufre esclavitud en su alma?

23. A cualquiera que te pida algo, dáselo.

Fuente: Los Evangelios Apócrifos, por Edmundo González Blanco