AUTOBSERVACION y RECUERDO de SI

Aun cuando parezca increíble, cuando el estudiante se observa a sí mismo, no se recuerda a Sí Mismo.

Los aspirantes, fuera de toda duda, realmente no se sienten a Sí Mismos, no son conscientes de Sí Mismos.

Parece algo inverosímil que cuando el aspirante gnóstico auto-observa su forma de reír, hablar, caminar, etc., se olvida de Sí Mismo; esto es increíble, pero cierto.

Sin embargo, es indispensable tratar de recordarse a Sí Mismo, mientras se auto-observa. Esto es fundamental para lograr el despertar de la Conciencia.

Auto-observarse, sin olvidarse de Sí Mismo, es terriblemente difícil, pero espantosamente urgente para lograr el despertar de la Conciencia.

Esto que estamos diciendo parece una tontería, las gentes ignoran que están dormidas, ignoran que no se recuerdan a Sí Mismas, ni aunque se miren en un espejo de cuerpo entero, ni aún cuando se observen en detalle minuciosamente.

Este olvido de Sí Mismo, esto de no recordarse a Sí Mismo, es realmente la causa causorum de toda la ignorancia humana.

Cuando un hombre cualquiera llega a comprender profundamente que no puede recordarse a Sí Mismo, que no es consciente de Sí Mismo, está muy cerca del despertar de la Conciencia.

Estamos hablando de algo que hay que reflexionar profundamente; esto que aquí estamos diciendo es muy importante y no se puede comprender si se lee mecánicamente.

Nuestros lectores deben reflexionar: la gente no es capaz de sentir su propio Yo mientras se auto-observa, de hacerlo pasar de un centro a otro, etc.

Observar la propia forma de hablar, reír, caminar, etc., sin olvidarse de Sí Mismo, sintiendo ese Yo adentro, es muy difícil y sin embargo básico, fundamental, para lograr el despertar de la Conciencia.

El gran Maestro Ouspensky dijo: “la primera impresión que me produjo el esfuerzo por ser consciente de mi Ser, por ser consciente de Mí Mismo como Yo, decirme a mi mismo: “Yo estoy caminando, Yo estoy haciendo”, y de tratar de mantener vivo ese Yo, de sentirlo dentro de mí, fue la siguiente: el pensamiento quedaba como dormido; cuando yo asía al Yo, no podía pensar ni hablar, hasta disminuía la intensidad de las sensaciones. Además, uno podía mantenerse, en semejante estado, sólo por un tiempo muy breve”.

Es necesario disolver el “yo pluralizado”, volverlo ceniza, pero tenemos que conocerlo, estudiarlo en los cuarenta y nueve departamentos subconscientes, simbolizados entre los gnósticos por los cuarenta y nueve demonios de Jaldabaoth.

Si un doctor va a extirpar un tumor canceroso, necesita primero conocerlo. Si un hombre quiere disolver el “yo”, necesita estudiarlo, hacerse consciente de él, conocerlo en los cuarenta y nueve departamentos subconscientes.

Durante la íntima recordación de Sí Mismo, en ese tremendo super-esfuerzo por ser consciente de su propio Yo, es claro que la atención se divide, y aquí volvemos nuevamente a aquello de la división de la atención. Una parte de la atención se dirige, como es apenas lógico, hacia el esfuerzo, y la otra hacia el Ego o “yo pluralizado”.

La íntima recordación de Sí Mismo es algo más que analizarse a si mismo: es un estado nuevo, que sólo se conoce a través de la experiencia directa.

Todo ser humano ha tenido, alguna vez, esos momentos, estados de íntima recordación de Sí Mismo; tal vez en un instante de infinito terror, tal vez en la niñez, o en algún viaje, cuando exclamamos: “¿y qué hago yo aquí? ¿Por qué estoy yo aquí?”

La auto-observación de sí mismo, acompañada en forma simultánea con la íntima recordación de su propio Yo, es terriblemente difícil, y sin embargo indispensable para auto-conocerse de verdad.

El “yo pluralizado” resulta siempre haciendo lo contrario durante la meditación: el goza fornicando cuando tratamos de comprender la lujuria; él “truena” y “relampaguea”, en cualquiera de los cuarenta y nueve departamentos subconscientes de Jaldabaoth, cuando tratamos de comprender la ira; él codicia no ser codicioso, cuando queremos reducir a polvo la codicia.

“Intima recordación de Sí Mismo”, es darse cuenta cabal de todos esos procesos subconscientes del mí mismo, del Ego, del “yo pluralizado”.

Auto-observar nuestra forma de pensar, hablar, reír, caminar, comer, sentir, etc., sin olvidarse de Sí Mismo, de los íntimos procesos del Ego, de lo que está ocurriendo allá adentro, en los cuarenta y nueve departamentos subconscientes de Jaldabaoth, resulta de verdad espantosamente difícil, y sin embargo fundamental para el despertar de la Conciencia.

La auto-observación, la íntima recordación de Sí Mismo, inicia el desarrollo del sentido espacial, que llega a su plena madurez con el despertar de la Conciencia.

Los Chacras, mencionados por Mister Leadbeter y muchos otros autores son, con relación al sentido espacial, lo que las flores con relación al árbol que les da vida. Lo fundamental es el árbol. El sentido espacial es el funcionalismo normal de la Conciencia despierta.

Todo hombre, despierto de verdad puede ver, oír, tocar, oler y palpar todo lo que ocurre en los cuarenta y nueve departamentos subconscientes de Jaldabaoth.

Todo hombre, despierto de verdad, puede verificar por sí mismo y a través de la experiencia directa, los sueños de las gentes; puede ver esos sueños en las personas que andan por las calles, en los que trabajan en fábricas, en los que gobiernan, en toda criatura.

Todo hombre despierto de verdad puede ver, oír, oler, tocar y palpar todas las cosas de los mundos superiores.

Quien quiera experimentar la realidad de todo lo que sucede en las dimensiones superiores del espacio, debe despertar Conciencia, aquí y ahora.

Samael Aun Weor
“El collar de Buda”, capítulo 16.

La pregunta ¿qué es la verdad?

La pregunta ¿qué es la verdad? es objeto de debate entre teólogos, filósofos y lógicos.-

En terminos generales se puede decir que la verdad es aquello que satisface en grado sumo al ser humano, a tal grado que, al poner en practica dicho conocimiento, produce cierto grado de felicidad .
En lógica una proposición es toda aquella afirmación o negación a la que se le puede asignar un valor de verdad , verdadero o falso.
Según la teoria de la adecuación , la verdad es la adecuación (no la identificación) entre las cosas y el entendimiento. Y tanto más verdadera será mi comprensión, cuanto más semejante sea a las cosas. Es una teoría de origen aristotélico-tomista.
Cuando alguien está de acuerdo sinceramente con una afirmación, puede reivindicar que es la verdad. Mientras que uno puede tener un buen sentido intuitivo de lo que tiene que ser verdad, dar una definición que consiga una amplia aceptación es difícil. Una razón es que a menudo la verdad es primero indicado como un objetivo y sólo después de que la gente empiece a razonar qué verdad es realmente. Por lo que la gente que está razonando la definición de la Verdad podría discutir sobre la meta a la que aspiran. La verdad es buscada en la religión, la filosofía, las matemáticas, la abogacía y la ciencia; estos campos usan diferentes métodos e intentan llegar a la verdad para servir a diferentes objetivos. No con sorpresa, el uso compartido de una sola palabra en todos estos campos provoca con facilidad confusión y conflicto. Incluso la verdad, como la bondad y la belleza, es un tema perenne para la humanidad.
Gran parte de este artículo trata de ideas filosóficas respecto a qué clase de cosas son llamadas verdad, y el significado de la palabra verdad. Además trata algunos usos particulares y peculiares de la verdad.

*Jusus dijo: Buscad la Verdad y élla os hará libres.
*Buda cuando se le preguntó al respecto: no emitió opinión alguna, permaneciendo en silencio.-
Portadores de verdad
Las proposiciones , sentencias (linguisticas), declaraciones y juicios se dice que son verdaderas, y son llamadas portadoras de verdad por muchos filósofos.
Algunos filósofos excluyen una o más de estas categorías, o argumentan que algunas de ellas son verdad sólo en un sentido derivado. Estas reivindicaciones están hechas sobre la base de teorías sobre la verdad como las tratadas más abajo.
Por ejemplo, las proposiciones son a menudo pensadas para ser sólo cosas que son literalmente verdad. Una proposición es la entidad abstracta que es expresada en una sentencia, mantenidas en una creencia, afirmadas en una declaración o juicio. Todas esas cosas (que son parte de un lenguaje) son llamadas verdad sólo si expresan, mantienen o afirman proposiciones verdaderas. Así, sentencias verosímiles en diferentes lenguajes, como la frase española El cielo es azul y la inglesa The sky is blue son ambas verdad, porque expresan la misma proposición.
Por otra parte, muchos filósofos han alegado que las proposiciones y similares entidades abstractas son misteriosas y proveen poca aclaración; las sentencias seguras, o incluso palabras de las sentencias, son más claras y portadoras de la verdad.
Martin Heidegger: se aparta de estas líneas de consideración de la verdad —aunque sin despreciarlas y comprendiendo su alcance (pero también sus límites)—, planteando que la verdad más originaria se encuentra en un plano previo a las proposiciones, sentencias, declaraciones, juicios. Tomar en cuenta eso podría llevar a un replanteamiento de la verdad de la proposición o la verdad del juicio, puesto que nos conduciría a movernos en las raíces de la verdad tal como ha sido habitualmente entendida, raíces que hasta ahora han sido insuficientemente atendidas. Para él, verdad, ser y hombre (Dasein) son inseparables. No es posible, en rigor, abordar un ingrediente de esta tríada sin abordar necesariamente los otros dos. Habitualmente, se conoce su interpretación de la verdad como la teoría de la verdad en tanto alétheia des-encubrimiento. También la postura de José Ortega y Gasseet podría ponerse bajo ese rótulo

LA VERDAD ( Samael A. Weor )
Desde la infancia y juventud comienza el Vía-Crucis de nuestra miserable existencia con muchas torceduras mentales, intimas tragedias de familia, contrariedades en el hogar y en la escuela, etc.
Es claro que en la infancia y juventud, salvo muy raras excepciones, todos estos problemas no alcanzan a afectarnos en forma realmente profunda, pero cuando ya nos hacemos personas mayores, comienzan los interrogantes ¿Quién soy yo? ¿De dónde vengo? ¿Por qué tengo que sufrir? ¿Cuál es el objeto de ésta existencia? etc. etc. etc.
Todos en el camino de la vida nos hemos hecho estas preguntas, todos alguna vez hemos querido investigar, inquirir, conocer el “por qué” de tantas amarguras, sinsabores, luchas y sufrimientos, pero desgraciadamente siempre terminamos embotellados en alguna teoría, en alguna opinión, en alguna creencia en lo que dijo el vecino, en lo que nos contestó algún viejo decrépito, etc.
Hemos perdido la inocencia verdadera y la paz del corazón tranquilo y por ello no somos capaces de experimentar directamente la verdad en toda su crudeza, dependemos de lo que digan los demás y es claro que vamos por el camino equivocado.

La mente puede darse el lujo de creer, dudar, opinar, hacer conjeturas, etc, pero eso no es experimentar la verdad.
También podemos darnos el lujo de creer en el sol o de no creer en él y hasta de dudar de él, pero el astro rey seguirá dando luz y vida a todo lo existente sin que nuestras opiniones tengan para él la menor importancia.
Tras de la creencia ciega, tras de la incredulidad y el escepticismo, se esconden muchos matices de falsa moral y muchos conceptos equivocados de falsa respetabilidad a cuya sombra se robustece el YO.

La moral depende de las costumbres, del lugar, de la época. Lo que en un país es moral en otro país es inmoral y lo que en una época fue moral, en otra época es inmoral. La moral no tiene valor esencial alguno, analizándola a fondo, resulta estúpida en un ciento por ciento.
La educación fundamental no enseña moral, la educación fundamental enseña ETICA REVOLUCIONARIA y eso es lo que necesitan las nuevas generaciones.
Desde la noche aterradora de los siglos, en todos los tiempos, siempre hubo hombres que se alejaron del mundo para buscar la VERDAD.
Es absurdo alejarse del mundo para buscar la VERDAD porque ella se encuentra dentro del mundo y dentro del hombre aquí y ahora.
La VERDAD es lo desconocido de momento en momento y no es separándonos del mundo ni abandonando a nuestros semejantes como podemos descubrirla.
Es absurdo decir que toda verdad es verdad a medias y que toda verdad es medio error.
La VERDAD es radical y ES o no ES, jamás puede ser a medias, jamás puede ser medio error.
Es absurdo decir: la VERDAD es del tiempo y que lo que en un tiempo fue en otro tiempo no lo ES.
La VERDAD nada tiene que ver con el tiempo. La VERDAD es ATEMPORAL. El YO es tiempo y por lo tanto no puede conocer la VERDAD.
Es absurdo suponer verdades convencionales, temporales, relativas. Las gentes confunden a los conceptos y opiniones con eso que es la VERDAD.
La VERDAD nada tiene que ver con las opiniones ni con las así llamadas verdades convencionales, porque éstas son únicamente proyecciones intrascendentes de la mente.
La VERDAD es lo desconocido de momento en momento y sólo puede ser experimentada en ausencia del YO psicológico.
La verdad no es cuestión de sofismas, conceptos, opiniones. La verdad sólo puede ser conocida a través de la experiencia directa.
La mente sólo puede opinar y las opiniones nada tienen que ver con la verdad.
La mente jamás puede concebir la VERDAD.
Los maestros, maestras de escuelas, colegios, universidades, deben experimentar la verdad y señalar el camino a sus discípulos y discípulas.
La VERDAD es cuestión de experiencia directa, no cuestión de teorías, opiniones o conceptos.
Podemos y debemos estudiar pero es urgente experimentar por sí mismos y en forma directa lo que haya de verdad en cada teoría, concepto, opinión, etc. etc. etc.
Debemos estudiar, analizar, inquirir, pero también necesitamos con URGENCIA inaplazable experimentar la VERDAD contenida en todo aquello que estudiamos.
Es imposible experimentar la VERDAD mientras la mente se encuentra agitada, convulsionada, atormentada por las opiniones contrapuestas.
Sólo es posible experimentar la VERDAD cuando la mente está quieta, cuando la mente esta en silencio.
Los maestros y maestras de escuelas, colegios y universidades, deben indicar a los alumnos y alumnas el camino de la meditación interior profunda.
El camino de la meditación interior profunda nos conduce hasta la quietud y silencio de la mente.
Cuando la mente está quieta, vacía de pensamientos, deseos, opiniones, etc., cuando la mente está en silencio adviene a nosotros la verdad.

La ley de la Recurrencia.

La ley de la Recurrencia.

La palabra recurrencia significa “volver a ocurrir”, en virtud de esta ley, todo en la vida del ser humano tiende a repetirse tal y como sucedió en la vida anterior.
Se repetirán los mismos amores, las mismas disputas, las mismas separaciones, los mismos amigos y enemigos. Por esto decimos que la vida de cada ser humano es como una película.
Al morir, nos llevamos esa película para la eternidad, para revivirla en forma retrospectiva, para revivirla en el juicio que se le realiza a nuestra ALMA en el plano ASTRAL, luego al retornar en un nuevo cuerpo físico, proyectamos y repetimos la película de la vida sobre el tapete de la existencia.

En los Evangelios, San Pablo nos dice: “Es necesario que muera el hombre viejo y nazca el hombre nuevo”.El hombre viejo son todos esos hábitos, costumbres, mecanicidades y defectos. El hombre nuevo es el CRISTO en cada uno de nosotros.

Recordemos que Cristo y Jesús son dos términos diferentes. Cristo es el hijo de Dios.Jesús es el más grande Maestro que ha  venido a la Tierra, encarnó al Cristo; desde ese momento pasó a ser Jesucristo.

Cuando nos transformamos nace dentro de nosotros el Cristo y entonces nos convertimos en Maestros de sabiduría.En la Biblia el Cristo y los apóstoles nos invitan a un nacimiento segundo y a una real transformación. Es por esto, que si no conocemos y eliminamos los defectos, todo nuestro sufrimiento volverá a repetirse en la próxima existencia.

La LEY DE LA RECURRENCIA es una de las 48 leyes que rigen a la naturaleza humana. Esta ley se encuentra explicada en el primer capítulo del Eclesiastés: “¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol? Generación  va, y generación viene, mas la tierra siempre permanece. Sale el sol, y se pone el sol, y se apresura a volver al lugar de donde se levanta. El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento de nuevo. Los ríos todos van al mar y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo. Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír.¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará y nada hay nuevo debajo del sol.(Todo se vuelve a repetir). Hay algo de que se pueda decir: ¿He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido.No hay memoria de lo que precedió ni tampoco de lo que sucederá, habrá memoria en los que serán después…(Nuevas vidas).

El esfuerzo por conocernos realmente.

El esfuerzo por conocernos realmente.

Existen dos Templos: los de ladrillo y cemento que son externos y simbólicos, donde las personas asisten a sus cultos, y existe el Templo interior y verdadero en cada uno de nosotros.

Desafortunadamente nuestro Templo está en tinieblas e invadido por los mercaderes. Los mercaderes son nuestros defectos de tipo psicológico, urge pues la necesidad de conocernos a “sí mismos”.

El hecho mismo de que el trabajo esotérico, el autoconocimiento, comience con la rigurosa observación plena de “sí mismo”, (practicando la maravillosa Clave de Salvación: ¿Qué estoy pensando?, observándonos interior y sicológicamente y sin olvidarnos del cuerpo físico, para conocernos y conocer nuestros defectos y eliminarlos), nos está indicando una multiplicidad de factores psicológicos o “yoes”, que urge la necesidad de erradicar de nuestro interior.

No podemos eliminar errores desconocidos. Debemos observar previamente aquello que queremos separar de nuestra psiquis.
El hecho concreto y definitivo de que el trabajo interior empiece con la atención concentrada, en la observación plena de “sí mismo”, exige un esfuerzo muy particular de cada una de las personas .

En esto del autoconocimiento y de la observación plena de “sí mismo”, ninguna otra persona puede hacer este trabajo por nosotros.
Ahora, aceptar que tenemos defectos y descartar la necesidad de autobservarnos para conocernos y eliminarlos, no es mas que una forma de autoengaño.

Rehuir el trabajo de la autobservación con la clave ¿Qué estoy pensando?, o buscarle evasivas para no realizarlo, es signo inconfundible de degeneración. El prefijo “de” significa no y generación significa nacimiento, creación. Degeneración significa que no se puede crear el hombre nuevo, ni lograr ningún desarrollo espiritual, si no partimos de la observación sicológica.

La severa observación de “sí mismos” con la clave ¿Qué estoy pensando?, nos permite conocer nuestra cruda realidad de ser máquinas inconscientes manejados por fuerzas subjetivas “yoes” o defectos de: orgullo, vana sapiencia, egoísmo, lujuria y codicia.
Estas fuerzas sumadas constituyen el mal del mundo.

Desafortunadamente las diversas teorías pseudoesotéricas nos llevan a un laberinto de confusión donde terminamos llenos de vana sapiencia, opinando y comparando con base en lo que no sabemos o no conocemos.   
   
La sabiduría de la divino tiene dos aspectos: uno externo que es la mera información de la enseñanza a través de libros, símbolos o de estas clases. Su aprehensión constituye el conocimiento y esto es de la mente.

El segundo aspecto es la vivencia, la comprobación y comprensión de las sagradas enseñanzas; está relacionado con el corazón.
El mero conocimiento del cuerpo de la doctrina gnóstica relacionado con la autobservación sicológica sin la práctica para evidenciar y comprobar, no sirve para nada.

Desafortunadamente en estos tiempos del fin en que vivimos, el conocimiento ha ido mas allá de la comprensión porque la humanidad ha desenvuelto exclusivamente el lado del conocimiento, de la simple lectura, etc., olvidándose de la vivencia interior, de la práctica, que es la que nos lleva al Ser y a su comprensión.

EL DOLOR HUMANO

EL DOLOR HUMANO

Desde mi temprana edad he venido viendo cuan difícil es la vida para muchas criaturas que nacen en medio de situaciones verdaderamente lamentables, no me estoy refiriendo sólo a la pobreza, más que todo me refiero a la irresponsabilidad de quienes asumen la dura responsabilidad de traer hijos a la tierra.

Espero querido lector que abras tu entendimiento y tu corazón para que escuches mi relato.

Cualquier día de mi vida quise penetrar al mundo de estos necesitados humanos, anduve por las calles, vi pasar muchas gentes; cada quien hablaba de lo suyo, de sus negocios, de sus necesidades, de sus proyectos, esto lo veía normal, es decir, no se despertaba en mí todavía ningún interés por saber el problema de cada persona en especial; me fui adentrando más hacia ciertos lugares donde se veía desorden por todos lados, basuras, ranchos muy desarreglados, animales hambrientos, es decir, un verdadero caos y yo me decía: “¨Estas gentes por que vivirán así?”, “Será  un castigo de Dios?”, “Será  porque no trabajan?”.

Toda esta serie de interrogantes venían a mi mente mientras yo andaba por estas desordenadas calles.

Comencé a ver niños desnutridos, desnudos, sucios, quise retroceder, irme para no ver esto, pero me dije: “Qué será de mí que no me siento capaz siquiera de observar esto?”, “Cómo serán estas criaturas que lo viven?”.

Me acerqué a una pequeña choza y vi a unos niños tendidos en el piso, desnudos, uno se paró al verme…, tres quedaron en el piso queriendo hacer callar el llanto de uno de apenas pocos meses. Interrogué‚ al que se paró ante mí: “Por que están solos?” y contestó: “Es que no tenemos padre porque el se fue y nos dejó sólos, mi madre sale a trabajar y hasta que no regrese no desayunamos”.

Yo en ese momento me decía: “¨Que podré hacer por estos niños?”, pero me interesaba mucho conocer más a fondo su problema, volví y le hablé diciéndole: “¨Para dónde se fue tu padre?”, y el me contestó: “Consiguió a una mujer que dijo que lo amaba y se fue con ella”, bueno, y le dije: “¨Y en que trabaja su mamá?”, y el niño me contestó: “Ella se va a la calle a buscar hombres que le den trabajo”, y yo le dije: “Sí, a buscar hombres?”, y el contestó sí, “Que tipo de trabajo le dan?” y dijo: “No sé, sólo nos dice que gracias a esos hombres ella se gana unos pocos centavos para darnos una comida en el día, porque aquí llega tarde y se va temprano…”, le dije: “Y quién les ve la ropa y las demas necesidades?”, me dijo: “No tenemos ropa y la que llegamos a tener, no nos la ponen para que no la ensuciemos porque a ella no le queda tiempo de asistirnos…”.

Momentos desgarradores viví en mi corazón viendo esteje: “¨Dónde está  su esposo?”, me dijo: “El trabaja en la calle pero no ha r drama y pense: “Esta debe ser una excepción que hay en este pueblo de una familia tan desgraciada, voy a ir a otro lado donde vea escenas menos desgarradoras”, y salí. No sabía como andaba porque mi dolor era muy grande…

Pasando frente a una humilde choza me acerque a ella y salude, salió una mujer embarazada, sucia y haraposa, tras de ella salieron cinco niños diciendole: “Mama  no salga!, ­no se vaya!”, yo le dije: “Señora, ¨Cómo esta ?”, y ella me contestó: “Bien señor”, y le dije: “Usted vive aquí con estos niños, es que está de paso?” me dijo: “Yo aquí vivo”, y entre sí me decía: “¨Cómo vive una familia en este lugar?, desprovista de todo recurso humano”, Qué dolor!, le diegresado porque ayer a el le pagaron y se fue a la calle a tomar, lo que gana se lo bebe en licor”.

Estábamos en este dialogo cuando se acercó un hombre descompuesto, borracho, lanzando insultos contra esa mujer, maltratando en palabras y en hechos a los niños y diciendoles: “Esta casa es mía y ustedes se irán a la calle porque necesito estar tranquilo y domir en paz”.

Yo me retiré al centro de la calle, miré a mi alrededor y todo lo que pude ver era igual y me dije: “­Dios mío!, será que el infierno es peor que esto?”.

Me fui retirando poco a poco con mi alma desgarrada de ver tanto dolor…

A medida que salía iba viendo que todo cambiaba, casas mejores, gente bien vestida, carros último modelo, es decir: como si fuera saliendo a un mundo diferente donde no había tanto dolor, tanta miseria.

Avancé al centro de la ciudad y este panorama cambió totalmente ante mis ojos y yo me dije: “Si toda esta humanidad que sube y baja por estas calles hiciera un poco de conciencia y todos unidos nos propusieramos ayudar a estos niños huérfanos y a estas madres abandonadas, le cambiaríamos un poco esa cara oculta que esta ciudad tiene” y volvía y pensaba: “­Hasta cuando tendrá que soportar la niñez esta infamia de tanto padre irresponsable que asumen la responsabilidad de un hogar, que se ponen a traer hijos a la tierra sin comprender que esas criaturas necesitan de pan, de abrigo y sobre todo el amor de sus padres y el justo reconocimiento de una sociedad que, aunque estos niños sean pobres e ignorantes, deben ver en ellos hombres y mujeres que son parte de la sociedad y que mañana o pasado seran los hombres y las mujeres que tambien estarán al frente del destino de la Patria!”.

Es necesario ver a los niños de cualquier nivel social como nuestros hermanos, como nuestros hijos, como nuestros amigos y sobre todo como hijos de Dios.

V.M.LAKHSMI

EL CAMINO-1631

EL CAMINO

Viajando por el camino de la Vida, he conocido miles de personas, cada cual con su destino, con su enseñanza, con su doctrina, con su política y, por ende, con su historia y es apenas natural que yo también hacía parte de ese grupo de personas, queriéndonos poner de acuerdo, pero con una gran dificultad: que el camino mío era diferente al de los demás y, por ende, mi historia a nadie le interesaba, ni la historia de los demás me interesaba a mi, cosa que me hacía pensar que sería difícil o imposible que hubiera dos personas que entre si se comprendieran.

Un día cualquiera tuve que viajar de un lugar a otro, por un camino iban personas conmigo y otras venían en sentido contrario, nos saludábamos y cada quien seguía su camino.

Yo iba haciendo un análisis de mi vida y me decía: “Estas personas que van conmigo no tiene ningún problema conmigo, ni yo con ellas, ni las que vienen en sentido contrario tampoco tienen problemas conmigo, ni yo con ellas y sin embargo todos vamos por el mismo camino… ¨que fenómeno es este?”.

“¿Por qué en el hogar el esposo y la esposa chocan por pequeños ideales?”

“¿Por qué los políticos chocan por sus ideales?”

“¿Por qué las gentes reaccionan unos contra otros si al fin y al cabo todos vamos por el mismo camino? : LA VIDA !”

Mi conclusión, en ese momento, fue: “Voy a hacerme a un lado del camino y miro más bien a los que pasan.”

En ese momento venían personas de extremo a extremo del camino, todos me decían: “Adiós Señor!”, yo los veía …¨Quien iba para que lado ?

Pero ninguno de ellos, ni los que subían ni los que bajaban sabían por donde iba yo porque estaba parado viendo a los demás pasar, es decir, podrían decir: “Ahí hay un hombre”, pero nadie podía decir: “Ese hombre va o ese hombre viene”, sin embargo era un fenómeno para mi enigmático.

Decidí sentarme y meditar…

En mi reflexión vi tres caminos:

– El Camino de muchos que suben y bajan.

– El Camino que yo tomé hacia una dirección de la tierra y,

– Mi propio camino interno, y comprendí que yo puedo ir por el camino de todos para hacer compras vender y pasear, es decir, como uno más, pero que nadie sepa que soy un Caminante de mi propio sendero interior, que tengo una meta, un objetivo y, sobre todo un fin … LLEGAR A DIOS !

V.M.LAKHSMI

Tiempo de Vida

Tiempo de Vida

La Unidad de Vida en cualquier criatura viviente equivale a cada latido de su corazón. Todo lo que vive tiene un período de tiempo definido. La vida de un planeta es de 2,700.000.000 de latidos. Esa misma cantidad corresponde a la hormiga, al gusano, al águila, al microbio, al hombre, y en general a todas las criaturas. El tiempo de vida de cada mundo y de cada criatura es proporcionalmente el mismo. Es claro que el latido de un mundo se realiza cada 27,000 años, empero los corazones de los insectos laten más rápido. Un insecto que sólo vive una tarde de verano, ha tenido en su corazón la misma cantidad de latidos de un planeta, sólo que esos latidos han sido mas rápidos.

El tiempo no es una línea recta, como creen los ignorantes ilustrados. El Tiempo es una Curva Cerrada. Eternidad es otra cosa. La Eternidad nada tiene que ver con el tiempo, y aquello que está más allá de la Eternidad y del tiempo sólo lo conocen los grandes Adeptos iluminados, los Maestros de la Humanidad.

Existen tres Dimensiones conocidas y tres Dimensiones desconocidas.

Total seis Dimensiones Fundamentales.

Las tres dimensiones conocidas son: largo,ancho y grueso. Las tres dimensiones desconocidas son: tiempo, eternidad, y Aquello que está más allá del Tiempo y de la Eternidad.

Esta es la espiral de seis curvas.

El tiempo pertenece a la cuarta dimensión. La eternidad a la Quinta dimensión. Aquello que está más allá de la eternidad y del Tiempo, es la sexta dimensión.

La personalidad vive en una curva de tiempo cerrada. Es hija de su tiempo y termina con su tiempo. El tiempo no puede reencarnarse. No existe ningún mañana para la Personalidad Humana.

El Círculo del Tiempo gira dentro del Círculo de la Eternidad. En la Eternidad no hay Tiempo, pero el Tiempo gira dentro del Círculo de la Eternidad. La serpiente se muerde siempre la cola. Termina un tiempo y una personalidad, pero al girar la rueda aparece sobre la tierra un nuevo tiempo y una nueva personalidad.

Se reencarna el Ego y todo se repite. Las últimas realizaciones, sentimientos, preocupaciones, afectos y palabras originan todas las sensaciones sexuales y todo el drama amoroso que da origen a un nuevo cuerpo físico. Todos los romances de los esposos enamorados se hallan relacionados con los últimos instantes de los agonizantes. “El Sendero de la Vida esta formado con las huellas de los cascos del Caballo de la Muerte”. Con la muerte se cierra el Tiempo y la Eternidad se abre. El Círculo de la eternidad primero se abre y luego se cierra cuando el Ego regresa al circulo del Tiempo.

V.M.SAMAEL AUN WEO

LAS DOS LÍNEAS DE LA VIDA

LAS DOS LÍNEAS DE LA VIDA

Nos hallamos pues, de instante en instante, ante dos Caminos: el Horizontal y el Vertical”…

“Es ostensible que el Horizontal es muy «cursi», por él andan «Vicente y toda la gente», «Villegas y todo el que llega», «Don Raimundo y todo el mundo»”…

“Es evidente que el Vertical es diferente; es el camino de los rebeldes inteligentes, el de los Revolucionarios”…

“Cuando uno se acuerda de sí mismo, cuando trabaja sobre sí mismo, cuando no se identifica con todos los problemas y penas de la vida, de hecho va por la Senda Vertical”…

Samael Aun Weor: “Psicología Revolucionaria”

¿Cuál es el objeto real de nuestra existencia? ¿Para qué estamos aquí? ¿Por qué? Esto es algo que debemos dilucidar con claridad meridiana, ésto es algo que debemos sopesar, analizar, enjuiciar serenamente…

Vivimos en el mundo, ¿con qué objeto? Sufrimos lo indecible, ¿para qué? Luchamos por conseguir eso que se llama «pan, abrigo y refugio», y después de todo ¿qué? ¿En qué quedan todos nuestros esfuerzos? Vivir por vivir, trabajar para vivir y luego morir, ¿es algo maravilloso? En verdad amigos que se hace necesario comprender el sentido de nuestra existencia, el sentido del vivir.

Hay dos líneas en la vida; la una podríamos llamarla HORIZONTAL, la otra VERTICAL; y forman cruz dentro de nosotros mismos, aquí y ahora, ni un segundo más adelante, ni un segundo más atrás. Necesitamos objetivizar un poco estas dos líneas.

La HORIZONTAL comienza con el nacimiento y termina con la muerte; ante cada cuna existe la perspectiva de un sepulcro; todo lo que nace debe morir… En la Horizontal están todos los procesos del nacer, crecer, reproducirse, envejecer y luego morir; en la Horizontal están todos los vanos placeres de la vida, licores, fornicaciones, adulterios, etc.; en la Horizontal está la lucha por el pan de cada día, la lucha por no morir, por existir bajo la luz del Sol; en la Horizontal están todos esos sufrimientos íntimos de la vida práctica, del hogar, de la calle, de la oficina, etc.; nada maravilloso puede ofrecernos la línea Horizontal…

Mas existe otra línea diferente; nos referimos a la VERTICAL. En esta Vertical extraordinaria, en esta escalera maravillosa, están los distintos NIVELES DEL SER, están los poderes trascendentales y trascendentes del INTIMO; en la Vertical están los poderes esotéricos, los poderes que divinizan, la Revolución de la Conciencia, etc.

Con las fuerzas de la Vertical podemos nosotros influir decididamente sobre los aspectos horizontales de la vida práctica, podemos cambiar totalmente nuestro propio destino, hacer de nuestra vida algo diferente, algo distinto, pasar a ser algo totalmente distinto a lo que hemos sido, a lo que somos, a lo que hemos conocido en esta amarga existencia.

Es pues, la Vertical, maravillosa, revolucionaria por naturaleza; pero se necesita tener un poquito de inquietudes

Ante todo nos preguntamos, y preguntamos con ello a nuestro caro lector: ¿estamos acaso contentos con lo que somos? ¿Quién se siente feliz, en el sentido más completo de la palabra? ¿Quién se siente realmente dichoso?

Debemos ser sinceros: ninguno de nosotros puede decir que se halla en un oasis de bienaventuranza; tenemos inquietudes terribles, sinsabores, ansiedades, amarguras, sufrimos mucho y nuestro corazón palpita con intensidad tremenda…

Necesitamos salir de este fango en que nos encontramos. Necesitamos, de verdad, cambiar radicalmente, y ésto solamente sería posible si nosotros apelamos a los poderes trascendentales de la Vertical.

Cuando uno, que marcha por la Horizontal, se acuerda de sí mismo, de su propio SER (su realidad íntima); cuando uno se pregunta: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Para dónde voy? ¿Cuál es el objeto de la existencia?… Indubitablemente entra por la senda Vertical, la senda de la Revolución de la Conciencia, la senda que conduce al Super-Hombre.

Ha llegado la hora del Super-Hombre; el «animal intelectual», realmente, no es más que un puente tendido entre el animal inferior y el Super-Hombre. Nosotros necesitamos convertirnos en verdaderos reyes de la creación, en amos de sí mismos, en señores de todo lo que es, de todo lo que ha sido, de todo lo que será…

Urge un cambio, una transformación total; urge salir cuanto antes de este breñal, de este caos en que nos encontramos, en que nos debatimos miserablemente.

Las leyes de la Tierra jamás podrían brindarnos a nosotros la paz, las leyes de la tierra nunca podrían brindarnos la auténtica felicidad que transforma radicalmente, las leyes de la Tierra no podrían brindarnos nunca la libertad.

Así, pues, es urgente meternos por el CAMINO VERTICAL que llevamos dentro de nosotros mismos, aquí y ahora; ha llegado la hora de la GRAN REVOLUCION, de la REVOLUCION PSICOLOGICA, de la Revolución en marcha, de la Revolución que ha de conducirnos hacia el Super-Hombre…

Amigos, reflexionemos sobre el Super-Hombre… Es extraordinario entrar por la SENDA VERTICAL revolucionaria que ha de conducirnos inevitablemente a la liberación final.

¿Quién es feliz por estos tiempos? No lo somos, y no lo seremos nunca, si no nos dedicamos a recorrer con firmeza la SENDA VERTICAL; no seremos felices mientras no lleguemos a la altura del Super-Hombre, no seremos felices en tanto no liberemos la Conciencia del fango doloroso de este mundo; no seremos felices en tanto no experimentemos ESO que es lo REAL, ESO que no es del tiempo, ESO que es la VERDAD…

En la SENDA VERTICAL está la Revolución de la Conciencia; cuando uno admite que tiene una psicología propia, indubitablemente comienza a trabajar sobre sí mismo, entonces es obvio que entra por la SENDA VERTICAL. Somos un verdadero enigma para nosotros mismos, un enigma que hay que descifrar, un enigma que hay que resolver, un enigma que hay que quebrantar. No nos conocemos, lamentablemente, aunque creemos que sí nos conocemos.

Necesitamos ser sinceros consigo mismos, necesitamos hacerle la disección al «Mí mismo», al «Sí mismo», al «Yo mismo», es decir, a todo ese conjunto de elementos indeseables que cargamos en nuestro interior: Ira, Codicia, Lujuria, Envidia, Orgullo, Pereza, Gula, etc., etc., etc…

Fácilmente se admite que tenemos un cuerpo físico, provisto de órganos, mas pocos comprenden de verdad que tenemos una psicología particular. Cuando uno entiende que tiene una psicología, comienza a trabajar sobre sí mismo, aquí y ahora; cuando uno comprende que tiene una psicología, empieza con el proceso de la auto-observación psicológica.

Quien empieza a observarse a sí mismo, se convierte de hecho en un individuo diferente, distinto a todos, completamente distinto. Mas las gentes tienen tendencia a admitir solamente la cuestión física, lo tridimensional, el cuerpo denso, porque lo pueden ver, oír, tocar y palpar; pocos en verdad son aquellos que sinceramente aceptan tener una psicología de tipo bien particular. Cuando alguien lo acepta, de hecho comienza a observarse y ésto lo vuelve algo diferente ante el prójimo. Observarse para conocerse es trascendental, definitivo..

Cuando uno se conoce a sí mismo profundamente, conoce los secretos del Universo entero; en la SENDA VERTICAL nos proponemos ante todo conocernos a sí mismos, porque sólo conociéndonos a sí mismos conoceremos los misterios del Universo que nos rodea.

En la SENDA VERTICAL, querido lector, tenemos que hacer un inventario psicológico de sí mismos para saber cuánto tenemos y cuánto nos falta. Hay mucho en nosotros que debemos eliminar: muchos errores, muchos vicios, muchos defectos; y también hay mucho que debemos conquistar: muchas facultades, muchas virtudes. Es ostensible y cualquiera lo puede comprender, que las dos líneas, HORIZONTAL y VERTICAL, se encuentran de momento en momento en nuestro interior psicológico y forman cruz… Dentro de nosotros mismos existe un punto matemático… No se encuentra en el pasado, tampoco en el futuro..

Quien quiera descubrir ese punto misterioso, debe buscarlo aquí y ahora, dentro de sí mismo, exactamente en este instante, ni un segundo adelante, ni un segundo atrás… Los dos palos VERTICAL y HORIZONTAL de la santa Cruz, se encuentran en ese punto…

Cada instante el ser humano se debate entre dos Caminos: el HORIZONTAL y el VERTICAL. Es evidente que el HORIZONTAL no es difícil de vivir; igual que un madero sin esfuerzo es arrastrado por la aguas de un río, así el hombre de la Horizontal es arrastrado por la vida. El VERTICAL, sin embargo, implica grandes esfuerzos, hay que nadar contra la corriente; en el Vertical encontramos al hombre que piensa, siente y actúa rectamente, y nadie podría negar que esto no resulta nada fácil. Nos encontramos en este mismo momento ante dos alternativas. Si observamos atentamente cualquier instante de nuestra vida captaremos siempre algo que desea vivir por vivir, sin ningún sentido trascendente; opuestamente, seguro que también encontramos alguna inquietud, un hermoso anhelo, una chispa de ilusión por llevar una vida más profunda, más seria, definitiva para despertar a la Gran Realidad que todo lo sustenta. Amable lector, nos encontramos, pues, en una gran encrucijada… Filosóficamente lo diríamos así: SER o NO SER, he ahí el dilema…

LA VIDA RUTINARIA

LA VIDA RUTINARIA

“Es indispensable saber de dónde venimos, para dónde vamos, por qué estamos aquí y para qué. Vivir por vivir, comer para existir, trabajar para comer, no puede ser en verdad el único objeto de la vida. Indubitablemente tenemos que resolver el enigma de nuestra existencia, tenemos que entender el sentido de la vida”…

“Así que, ha llegado la hora de saber quiénes somos. El cuerpo físico no es todo; ver el organismo humano de cualquier persona, no es haber conocido en verdad al SER”…
Samael Aun Weor: Conf. “Lo que somos y lo que debemos ser”.

Aunque parezca increíble, es muy cierto y de toda verdad que esta tan cacareada civilización moderna es espantosamente fea, no reúne las características trascendentales del sentido estético, está desprovista de belleza interior.

Es mucho lo que presumimos con esos horripilantes edificios de siempre que parecen verdaderas ratoneras.

El mundo se ha vuelto tremendamente aburridor, las mismas calles de siempre y las viviendas horripilantes por doquier.

Todo esto se ha tornado cansón, en el norte y en el sur, en el este y en el oeste del mundo.

Es el mismo uniforme de siempre: horripilante, nauseabundo, estéril. ¡Modernísimo!, exclaman las multitudes.

Parecemos verdaderos pavos vanidosos con el traje que cargamos y con los zapatos muy brillantes, aunque por aquí, por allá y acullá circulen millones de infelices hambrientos desnutridos, miserables.

La sencillez y belleza natural, espontánea, ingenua, desprovista de artificios y pinturas vanidosas, ha desaparecido en el sexo femenino. Ahora somos modernos, así es la vida.

Las gentes se han vuelto espantosamente crueles: la caridad se ha resfriado, ya nadie se apiada de nadie.

Las vitrinas o aparadores de los lujosos almacenes, resplandecen con lujosas mercaderías que definitivamente están fuera del alcance de los infelices.

Lo único que pueden hacer los parias de la vida es contemplar sedas y joyas, perfumes de lujosos frascos y paraguas para los aguaceros; ver sin poder tocar, suplicio semejante al del Tántalo.

Las gentes de estos tiempos modernos se han tornado demasiado groseras: el perfume de la amistad y la fragancia de la sinceridad han desaparecido radicalmente.

Gimen las muchedumbres sobrecargadas de impuestos; todo el mundo está en problemas; nos deben y debemos; nos enjuician y no tenemos con qué pagar; las preocupaciones despedazan cerebros, nadie vive tranquilo.

Los burócratas con la curva de la felicidad en sus vientres y un buen cigarro en la boca, en el que psicológicamente se apoyan, juegan malabares políticos con la mente sin importarles un comino el dolor de los pueblos.

Nadie es feliz por estos tiempos, y menos la clase media, ésta se encuentra entre la espada y la pared.

Ricos y pobres, creyentes y descreídos, comerciantes y mendigos, zapateros y hojalateros, viven porque tienen que vivir, ahogan en vino sus torturas y hasta se convierten en drogadictos para escapar de sí mismos.

Las gentes se tornaron maliciosas, recelosas, desconfiadas, astutas, perversas; ya nadie cree en nadie; se inventan diariamente nuevas condiciones, certificados, cortapisas de todo género, documentos, credenciales, etc., y de todas maneras nada de eso sirve ya, los astutos se burlan de todas estas tonterías: no pagan, esquivan la ley aunque les toque ir con sus huesos a la cárcel.

Ningún empleo da felicidad, el sentido del verdadero amor se ha perdido y las gentes se casan hoy y se divorcian mañana.

La unidad de los hogares se ha perdido lamentablemente, la vergüenza orgánica ya no existe, el lesbianismo y el homosexualismo se han vuelto más comunes que lavarse las manos.

Saber algo sobre nosotros mismos, tratar de conocer la causa de tanta podredumbre, inquirir, buscar, es ciertamente lo que nos proponemos en la Gnosis.

EL CAMINO INICIATICO

EL CAMINO INICIATICO
“Hay escuelas que enfatizan la idea de que existen doce caminos, que se hallan correlacionados con las doce Constelaciones Zodiacales. Existen instituciones que suponen que los caminos son siete”…

“Jesús el Cristo, que ha sido el mayor instructor de los últimos tiempos, no dijo que hubieran varios caminos. Quienes hemos estudiados a fondo, tanto los cuatro Evangelios como los llamados «Apócrifos» (que realmente de «Apócrifos» no tienen nada), hemos podido evidenciar, verificar, que en ninguna de sus enseñanzas figuran varios caminos”.

“Cuando nosotros investigamos a Gurdjieff y a su discípulo, Ouspensky, o al Sr. Collins, o al Dr. Nicoll, verdaderos exégetas de la «Cuarta Vía», podemos evidenciar que, realmente, sólo aceptan un solo camino”.

Samael Aun Weor: Conf. “Los Cuatro Caminos”.

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