Pedro Rodea El libro de las contemplaciones

Pedro Rodea

Nuestra verdadera vocación está en escuchar el signum de la Verdad…˜ El signum de la Verdad está siempre con nosotros…˜ Nosotros debemos entrar en el jardín del divino descontento de nosotros mismos…˜ Y si nosotros no entramos consintiendo…˜ somos introducidos en él sin que sepamos cómo…˜ ¿Por qué juega la Verdad con nosotros…˜ a parecer que ella está oculta…˜ a parecer que ella es difícil de alcanzar?…˜ Yo no lo s酘 Inteligiblemente es un misterio…˜ racionalmente es un desafío…˜ Pero amorosamente es una absoluta conformidad…˜ Todo lo más que alcanzo a ver…˜ es que yo era como si yo estuviera muerto…˜ y el amor de la Verdad me ha resucitado…˜
¿Cómo fue el comienzo?…˜ Esta Luz venía de la obscuridad e ignorancia natales…˜ Repentinamente…˜ en mi adolescencia…˜ lágrimas brotaban de mis ojos sin saber por qué?…˜ Sin saber por qué era un estado punzante…˜ debido a que había en mí una sed profunda de explicación…˜ Yo quería saber por qu酘 debido a qué esto era as텘 Yo quería saber ese “esto se debe a esto” que todos buscamos cuando no sabemos qué nos pasa…˜ Pero yo no tenía la respuesta…˜ Lo más parecido a una respuesta que yo encontr酘 era la doctrina religiosa…˜ Hubo una gran conversión…˜ una gran recesión de todo cuanto en el mundo y en mí mismo se había revelado completamente insuficiente para dar razón y respuesta al profundo pesar que atenazaba mi corazón…˜
Casi de inmediato leí sobre lo que es llamado la Liberación…˜ Mi comprensión se inflamó de gozo…˜ Era como entrar en un jardín inconocido dentro de un jardín…˜ Yo no hacia nada…˜ Lo signos venían a mí como una nube de flechas a su blanco…˜ Y yo cada vez sabía menos qué me estaba ocurriendo…˜ Si tengo que regresar al comienzo del conocimiento en m텘 sólo veo que el conocimiento en mí sabía que no sabía…˜ Mi mente era absolutamente incapaz de comprender qué me estaba ocurriendo…˜ Sólo un intenso descontento…˜ un doloroso desasosiego…˜ No vayáis a creer que este intenso descontento ha cesado…˜ no vayáis a creer que el doloroso desasosiego se ha aplacado…˜ Yo no he encontrado la respuesta que ya me hacía en mi más temprana adolescencia…˜ Yo no he sido dejado en paz…˜ ¿Cómo llamarlo?…˜ Las palabras no son lo que ellas nombran…˜ Pero a lo que más se parece es a lo que llaman amor…˜ Un amor que sabe que ama pero no sabe qu酘 Cuán misterioso…˜ cuán indescriptiblemente prodigioso…˜ Los signos siguen viniendo a mí como flechas a su blanco…˜ Es absolutamente imposible eludirlos…˜ Lo más sorprendente es que he llegado a amar indescriptiblemente este estado de ser así flechado…˜ ¿Sabéis?…˜ Un cuerpo-mente-y-alma-y-espíritu…˜ lo que cada uno de nosotros cree ser…˜ es exactamente como un cadáver…˜ Por él mismo no tiene vida…˜ Él es el blanco donde una indefinidad de flechas vienen a clavarse…˜ y a cada impacto una pregunta…˜ un anhelo…˜ un divino descontento…˜ un irrefrenable desasosiego…˜ A cada signum un responsum…˜ Hay una tensión máxima…˜ Tensado este cuerpo-mente-alma-y-espíritu…˜ como una piel tensa puesta a secar al sol…˜ Él es tensado…˜ y yo sigo sin saber cómo…˜ Es un misterio por encima de toda comprensión…˜ Es un misterio cuya respuesta es aceptarlo completamente misterioso…˜ eternamente misterioso…˜ Es un misterio de amor…˜ donde…˜ aunque yo parezco amar indescriptiblemente…˜ la realidad es que soy hecho amar como yo no sé y lo que yo no s酘
El jardín donde fui forzado a entrar en mi adolescencia es el jardín de la premonición…˜ Yo fui promovido…˜ no es yo quien se movió…˜ Yo fui conmovido…˜ no es yo quien quiso…˜ Fue un querer otro que mi querer el que quiso que yo entrara en el jardín de la preciosa tensión…˜ Desde entonces no descanso ni quiero…˜ Mi descanso es no descansar siguiendo el rastro…˜ como hipnotizado…˜ como hechizado…˜ Es una atracción irresistible…˜ incontenible…˜ bellísima…˜ 

Gaudapada

Gaudapada

Gaudapada fue, por tradición, el abuelo filosófico de Shankara. Su Karika sobre la Mandukya Upanishad es la más antigua exposición sistemática conocida de Advaita Vedanta. Gaudapada muestra claros signos de familiaridad con la filosofía budista, y tanto su lenguaje como su doctrina se acercan en muchos casos a los originales budistas. Esto ha llevado a muchos eruditos a especular que Gaudapada mismo fue originalmente un budista.

Ativarnashramî. El Libro de las Contemplaciones.

Ativarnashramî, el no nacido, el no mortal por tanto, es el autor de estas meditaciones, Ativarnashramî somos todos, lo queramos o no, es lo que somos, la realidad imperecedera y única desde la cual se os convoca a todos vosotros, si es que lo queréis.

La mano por la que estas meditaciones fueron escritas es la de alguien que en un cierto momento no se hallaba en este mundo aparente, en este mundo que aparece cada mañana al abrir los ojos. Ese no encontrarse, ese no encontrar paz duradera, definitiva, de una vez por todas, esa paz que no está sometida a la zozobra de cada día y de lo que cada día trae, es el anhelo que pone en marcha la búsqueda de uno mismo y la escritura de estas meditaciones.
Después de mucho dar vueltas, de leer libros, de practicar primero el catolicismo, después el Islam, luego las doctrinas hindúes en sus representantes más actuales y genuinos y finalmente y viendo que todo estaba poco más o menos que al principio de la búsqueda, parándose a meditar consigo mismo, con seriedad, con dedicación preferente y continuada, las preguntas claves fueron brotando y sus respuestas correctas también.
Poco importan entonces los detalles biográficos, las títulos académicos, las distinciones universitarias, las condecoraciones, los méritos mundanos, los méritos de este mundo de la vigilia, irreales desde todos los puntos de vista.
¿Estas meditaciones sirven de ayuda a alguien? Sí, ya han servido y por eso están aquí a disposición de los que las encuentren, y no sólo los escritos, sino la persona misma que los escribió no hace mucho tiempo.

¿Por qué Ativarnashrami el nombre del autor? ¿Por qué “Ha sido escuchado” el título del libro? Ativarnashrami quiere decir “sin color” y también “sin nacimiento”. Luego el autor es literalmente “nadie”. “Ha sido escuchado” quiere decir exactamente que “Ha sido escuchado”; también que “Ha sido visto” o que “Ha sido saboreado”. Esta obra no es un tratado sobre el Vedanta Advaita ni sobre ninguna otra doctrina. No esta estructurada, no ha sido concebida ni pensada como una “obra”. No se ha pretendido hacer nada “vedantino” ni nada con un color cualquiera que sea. Es la puesta por escrito de una autoindagación llevada al día. Esta obra está hecha sólo de preguntas. Si ayuda a alguien a encontrar sus propias respuestas será para él una cosa buena. En caso contrario, será una cosa inútil.

VIVE, AMA, SÉ TÚ MISMO José Luis Alonso, oar.

VIVE, AMA, SÉ TÚ MISMO

José Luis Alonso, oar.

“Al final del camino me dirán:  ¿has vivido?  ¿has amado? Y yo sin decir nada, abriré el corazón lleno de nombres”.

Dom Pedro Casaldáliga

Índice

Presentación 5
Dios-Amor y tú 6
Dios te ama 7
Déjate amar por Dios 9
Acepta a Jesucristo 11
El amor, tu corazón 13
Alégrate de ser tú mismo 15
La verdadera sabiduría:  conocerte a ti mismo 17
Eres diferente a todos.  Acéptate con gozo 19
Eres mucho mejo de lo que imaginas.  ¡Valorízate! 22
Ámate a ti mismo 25
Ríete de ti mismo 28
Asómbrate, cada día 31
Cree en ti mismo 33
Ama a todos 35
Sé comprensivo y compasivo contigo mismo 37
Espera, a pesar de todo 40
Tu verdadera belleza 42
Eres persona para la eternidad 44
Poséete a ti mismo 46
Lo mejor de ti está dentro de ti 48
Elévate sobre ti mismo 50
Sé persona normal 52
En tu mente está la clave 54
Eres tierra y eternidad 57
Vive solamente hoy 59
Vive de verdad tu vida 62
Tu verdadera grandeza:  ser más, ser mejor 64
Eres protagonista.  Piensa y actúa como tal 67
Entusiásmate, cada día 69
Trabaja siempre con amor, como señor 71
Saber vivir es saber sufrir 74
Eres trayectoria de Dios 77

P
RESENTACIÓN

Nuestro Propósito al publicar este manojo de “pensamientos”, no es otro que el de querer aportar nuestro pequeño granito de arena en la primera y más importante tarea que todos tenemos:  ?la de realizarnos como personas únicas e irrepetibles, decididos a desarrollar todas y cada una de nuestras cualidades y virtualidades; ?y alcanzar, así, nuestra plenitud humana y divina; para que, de esta manera, podamos glorificar a Dios en espíritu y en verdad; ser felices, ahora y eternamente; dando siempre lo mejor de nosotros mismos a los demás, con los que estamos comprometidos a vivir en comunión y hacer realidad ese mundo nuevo que todos queremos.
Estos pensamientos son sencillos y breves.  Están agrupados por temas.  Su contenido es muy reducido y se centra en algunos aspectos fundamentales de la personalidad.  No son ni pretenden ser un resumen de sicología ni nada parecido.
Cada tema es tratado muy escuetamente.  Podría alargarse más, tener más páginas, hacerse más técnico o académico.  Pero perdería su finalidad y razón de ser.  No sería inteligible y accesible a la mayoría de los lectores.
Estos pensamientos son puntos de referencia, pequeñas pistas de orientación, que invitan a la reflexión a todos; para que luego todos y cada uno de nosotros nos entusiasmemos y nos reafirmemos en la decisión de ser más y mejores personas; para servir más y mejor, para conseguir que nuestra vida sea más plena y dichosa.
Este es nuestro objetivo.  Cada uno, que vea lo que puede aprovechar.
Esto es lo que importa.

D
IOS-AMOR Y TÚ

En el principio, antes que el universo existiera, Dios-Amor,
? pensaba en ti,
? se sentía muy orgulloso de ti,
? te llevaba muy dentro de su corazón.
Te creaba porque te amaba.
Te amaba por su pura bondad.
Dios-Amor, te creaba como persona única, maravillosa e irrepetible, dándote un rostro propio, una identidad singular, recreándose en ti, gozándose de llamarte por tu nombre.
Para Dios-Amor, tú eres lo mejor, lo más valioso y lo más querido de toda la creación.
Saliste del corazón de Dios, como fruto de su amor.
Fuiste hecho a imagen y semejanza de él.
Para que pudieras amar, te llenó de su amor.  Para que pudieras vivir, te hizo participar de su vida divina.
Dios-Amor pensó en ti, y amándote, te hizo amable.
Con su amor, te hizo nacer como verdadero hijo suyo.
Para Dios, eres un hijo muy querido.
El gozo más grande de Dios, fue ?y sigue siendo? envolverte con su amor, inundarte de vida, llamarte a ser tú mismo.
Por eso, tu mayor aspiración, tu mejor manera de glorificar a Dios, tu mejor aporte a la humanidad, ha de ser, empeñarte en ser, real y verdaderamente, tú mismo, vivir lleno de vida, de amor, ser verdadero reflejo de Dios.
D
IOS TE AMA

Dios te ama de verdad, muy en serio, te ama continuamente, te ama eternamente.
Esto es:  !Recuérdalo siempre! lo más importante de toda tu vida, lo mejor, lo fundamental, la clave para ser tú mismo, para entender el misterio de amor que eres tú.
Dios te ama.  Es absolutamente cierto, lo único verdaderamente seguro.
Tú, no tienes nada, no eres nada, no puedes nada.
Sin embargo, Dios te ama apasionadamente, con todo su amor.
Dios pensó en ti por amor, te modeló cual artista consumado, “a su imagen y semejanza”.
Desde toda la eternidad, te llevaba muy dentro de su corazón.
Te amaba en su hijo Jesús.
Por eso, eres su hijo muy querido. 
Naciste como hijo suyo, el día de tu bautismo.
Eres verdadero hijo de Dios, porque has nacido de Dios.
El día de tu bautismo, cuando el agua corría por tu frente.
Dios decía, todo emocionado:  “Tú eres mi hijito muy querido, en ti me complazco”.
Tu gozo ha de ser el saberte amado por Dios, viviendo siempre lo que eres:  verdadero hijo de Dios.
Eres objeto de la predilección de Dios, por su pura bondad y misericordia.
Porque Dios es todo bondad, ha querido fijar sus ojos en tu insignificancia, en tu pequeñez, en tu nada.
No tienes absolutamente nada que merezca su amor.
No hay nada en tu persona que merezca la atención de Dios.
Sin embargo, Dios te ama con un amor personal, total, gozoso, incondicional y para siempre.
Tu pequeñez está tan inundada del amor de Dios, que la única razón de existencia, de tu categoría, es el amor personal de Dios.
Nada ni nadie podrá impedir que Dios te ame, te envuelva con su amor.
Dios te ama fielmente, para toda la eternidad.
Dios te ama hoy, mañana y todos los días, y te seguirá amando, pase lo que pase.
Su amor es incondicional, indestructible.
Y aunque cometieras la locura más grande de rechazar su amor, cerrándote obstinadamente, empeñado en irte para siempre al infierno, Dios seguirá amándote.
Tu cielo será siempre vivir sumergido en ese amor, amando.
D
ÉJATE AMAR POR DIOS

El mayor homenaje, el mejor regalo, la más grande satisfacción que puedes dar a Dios, es dejarle que él sea Dios en tu vida.
Lo único que Dios te pide,
lo que él espera de ti,
es que aceptes su amor
y le dejes amarte.
Tú eres nada, y no puedes dar nada al que lo es todo.
Eres pura necesidad de Dios.
Por eso, tu única manera de ser tú mismo, es dejar que Dios te ame.
Dios no necesita nada de ti.
No quiere nada de ti.
Dios solo quiere de ti,
que te abras a su amor,
que lo aceptes y le hagas vida de tu vida.
Dios quiere ser el protagonista de tu vida.  Te pide que te dejes amar por él, que permitas que su amor dirija tu vida entera.
Dios quiere llenarte con su amor, para que ?amando? llegues a conseguir tu plenitud.
Dios sabe mejor que nadie,
que solamente su amor puede hacer
el milagro más grande: 
que tú seas verdaderamente tú.
Al aceptar el amor de Dios en tu propia existencia, reconoces que todo lo puedes con él, y que sin él, eres nada, no puedes nada.
Cuando te abres al amor de Dios, aprendes a ser verdaderamente tú.
Sólo cuando aceptas el amor de Dios, es cuando valoras tu grandeza y empiezas a amar de verdad.
Si aceptas el amor de Dios, puedes amar a Dios, amarte a ti mismo, amar de verdad a todos.
El amor de Dios es tu clave, tu único puente para vivir en comunión con Dios, contigo mismo, con tu prójimo, con el universo.
No pretendas conquistar a Dios con tus migajas, con tus obsequios, gloriosamente vacíos.
No quiere nada tuyo porque no necesita nada de nadie.
Dios sólo te pide una cosa:  que aceptes su amor, que te dejes amar por él.
Con su amor, estás lleno de él.  Sin su amor, estás totalmente vacío.
Dios te pide que aceptes su amor, para que le puedas amar, devolverle lo suyo.
Tu felicidad ha de ser aceptar su amor.
Tu categoría, dejar que Dios ame a todos, a través de ti.

A
CEPTA A JESUCRISTO

El Amor con mayúscula, el amor de verdad, es una persona:  Jesús.
Dios te ama dándote a si mismo, dándote a Jesucristo.
El amor personificado es Jesucristo.
Si Dios te da la prueba de amor más elocuente y convincente, te regala su propio ser:  a Jesús, tu única respuesta sólo puede ser:  aceptarlo y hacerlo vida tuya.
“El único trabajo que Dios quiere de ti es que aceptes al que él ha enviado”.
Cuando aceptas, libre y voluntariamente a Jesús, es cuando comienzas a dejarte amar por Dios.
Si Jesucristo vive en ti, es verdad que el amor de Dios está dentro de ti.
Cuando aceptas el amor de Dios, haces la decisión más maravillosa y decisiva de toda tu vida.
Permite a Jesucristo que te enseñe:
? a pensar con los criterios de Dios,
? a vivir en la verdad y en el amor,
? a ser tú mismo, a dar lo mejor de ti a los demás.
Al dejarte amar por Dios, o lo que es lo mismo, poseer por Jesucristo, es cuando eres tú mismo, te humanizas, te divinizas y sabes vivir de verdad.  Amas de verdad.
Si te apoyas en ti mismo, te apagas, te debilitas, te rebajas y acabas contigo mismo.
Sólo el que lo es todo, puede dar consistencia y solidez perdurable a tu existencia.
Por esta razón, Dios te pide que aceptes a Jesucristo, para que, de esta manera, puedas eternizarte, liberarte de tu inestabilidad, de lo que te ata,  de tu propia vaciedad.
El amor de Dios es el que te hace señor de ti mismo, te da la verdadera grandeza, te hace disfrutar de la auténtica libertad.
Sólo Jesucristo, el amor personificado de Dios, puede hacer que tú seas tú, que descubras el misterio de amor que eres, y llegues a conseguir tu propia plenitud.
Sólo Jesús te puede llenar, colmar todas tus aspiraciones con su amor, enseñándote a amar.
Te quieres bien a ti mismo, si aceptas a Jesucristo en tu existencia.
Te perjudicas y te condenas a no ser tú mismo, si rechazas a Jesucristo, el amor que Dios te ofrece.
E
L AMOR, TU CORAZÓN

La clave, el único camino, para entender y saborear que “Dios te ama”:  es el Espíritu Santo.
La luz y la fuerza, para valorar y aceptar a Jesús en tu propia vida, es el Espíritu Santo.
Para conocer y profundizar en este “misterio de amor” que eres tú, es imprescindible el Espíritu Santo.
Por esta razón, el Espíritu Santo ha de ser siempre como el alma y el corazón de tu existencia entera.
Si valoras, de verdad, al Espíritu Santo, el amor guiará siempre tu vida, y comprobarás, de muchas maneras, el poder de Dios, en tu existencia.
Para tener la verdadera sabiduría “conocer a Dios, conocerte a ti mismo”, es preciso, imprescindible, la presencia activa y continua del Espíritu Santo.
“El amor de Dios ha sido derramado en tu corazón, por el Espíritu Santo que se te ha dado”.
Eres, vales, puedes… por el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo te inunda, te envuelve y te guía siempre con su amor.
Te facilita el que puedas saborear el bien.
Te capacita para que hagas siempre el bien y lo hagas bien.
Te llena de amor, agrandando tu capacidad de recibir amor, de dar más amor a los demás.
Su amor te enseña a amar de verdad, a amar cada día más, de amar mejor.
Gracias al Espíritu Santo, tienes el tesoro más grande y más valioso, que no se puede comparar con nada:  tu fe, la luz de Dios, la vida divina, la salvación de Jesucristo.
El Espíritu Santo es tu maestro interior.
Nadie como él para enseñarte a bucear en la inmensidad de Dios.  Nadie como él para conocer el mundo maravilloso de cualidades, valores y posibilidades que existe dentro de ti.
El motor de tu vida está dentro de ti:  es el Espíritu Santo.  Te ilumina, te fortalece, te consuela, te acompaña, te cristifica… descubriéndote los planes de amor que Dios tiene para ti, haciéndote entender que “Dios mismo lo dirige todo para tu bien”.
Para elevarte sobre ti mismo, para contemplar a Dios, para ser poseído por Dios y vivir en intimidad con él, necesitas continuamente del Espíritu Santo.
Todo lo harás con el Espíritu Santo.  Nada harás sin el Espíritu Santo.
A
LÉGRATE DE SER TÚ MISMO

Si Dios te ha hecho original, tu vida tiene que ser personal.
Dios no quiere que seas copia de nadie.
Honras y glorificas de verdad a Dios, cuando te propones ser, de verdad, tú mismo.
El mayor bien que puedes hacer a la comunidad, es empeñarte en ser tú mismo.
Influyes decisivamente en las personas que están a tu lado, cuando tu vida se parece a la imagen original que Dios tiene de ti.
Eres un verdadero regalo de Dios para la humanidad, si vives tu propia realidad, si eres tú mismo.
Por eso, tu mayor gozo y tu principal preocupación, ha de ser:  reflejar, lo más nítidamente posible, a Dios, desde tu propia realidad personal.
Eres tú mismo, si te decides a parecerte, cada vez más, a quien el mismo Dios te asemejó:  a Jesucristo.
Nadie hay como tú.  Nadie tiene tus cualidades.  Tú eres diferente a todos.
Alégrate, cada día más, de tu originalidad.
Tu idiosincrasia es propia y exclusiva.
Enorgullécete de ser tú, con todo tu bagaje personal.
Da continuas gracias a Dios, por ser diferente a todos.
Tus cualidades y tus pecados llevan una marca inconfundible.
Promueve tu idiosincrasia, tu forma original de ser, contra viento y marea.
Prefiere, mil veces, ser marginado por tu originalidad, que ser incluido en la vana y falsa gloria de la generalidad.
Siente el orgullo de ser distinto, de saber que Dios te ha creado original.
Demuestra que eres personal, que sabes alegrarte de ser tú mismo, actuando siempre con la verdad, movido por el amor.
Alégrate de ser tú mismo, comportándote con conciencia, con categoría, tal como Dios espera de ti.
No temas al que dirán, a actuar contra corriente.  Piensa, habla y actúa como Dios espera de ti.  Aquí radica el secreto de tu originalidad, de tu felicidad.
L
A VERDADERA SABIDURÍA:  CONOCERTE A TI MISMO

“Conoce a Dios, conócete a ti mismo”.
Si conoces a Dios, te conoces a ti mismo.
Conociéndote a ti mismo, te sumerges en Dios, profundizas en tu propio misterio, se ensanchan los horizontes de tu existencia, das sentido a tu propia vida.
No puedes olvidar nunca que “eres imagen y semejanza de Dios”.  Estás “programado” para conocer a Dios.
Tu mayor desafío es conocerte.  Ahí está el secreto de tu vida.
Ahí está la clave de tu grandeza y felicidad.  Ahora y eternamente.
Sin conocer a Dios, eres un jeroglífico indescifrable.
Sin conocer a Dios, no tienes razón de ser.  Ni te puedes entender ni eres capaz de entender nada de ese “misterio profundo e insondable” que eres tú.
Tu clave es Dios.
Por eso, conoce a Dios, para que te puedas conocer a ti mismo.  Cuanto más te conozcas, más conoces a Dios.  Y cuanto más conoces ese mundo infinito e inabarcable que es Dios, más profundo y verdadero es tu conocimiento de ti mismo.
Por muy grande que sea tu conocimiento de Dios, siempre estarás asomado a ese abismo insondable que es Dios, pero habrás profundizado en el misterio de tu propio conocimiento.
Conócete de verdad, cada día más, cada vez mejor, conociendo “de corazón” a Dios.
Conoces a Dios, si tienes intimidad con él, si tienes experiencia personal de su amor.
Cuando conocemos “vivencialmente” a Dios, Dios tiene nombre para nosotros, y con él, descubrimos nuestro propio nombre.
Podemos ? y debemos? conocer a Dios, porque es él el que primero nos conoce a nosotros, a cada uno en particular.
Para conocerte tú, de verdad, en profundidad, necesitas que él te regale un corazón nuevo.
No te olvides nunca que Dios tiene más empeño en regalarte ese corazón, que tú en pedírselo.
Al conocer, vivencialmente, a Dios, te conoces, profundamente, a ti mismo.  Te sumerges en ese misterio, hondo y apasionante, que eres tú.
No te conformes con lo que crees que sabes de Dios, de ti mismo.
Estás llamado a especializarte en el conocimiento de Dios, de ti mismo.
Cuanto más conoces a Dios, más te falta por conocer de Dios.  Por mucho que conozcas a Dios, estás todavía muy lejos de conocer a Dios.
Dios, es el primero, el más decidido a que te conozcas.  Pídele, con humildad e insistencia, que te muestre su rostro, te descubra el misterio de tu personalidad.
Tu éxito, no te quepa la menor duda, está en orar, en orar sin desfallecer, como “mendigo de Dios”.
E
RES DIFERENTE A TODOS.  ACÉPTATE CON GOZO

No eres tan perfecto como crees, ni tan malo como imaginas.
Eres muchísimo mejor de lo que te imaginas.  Y más débil y pecador de lo que crees.  Estás llamado a ser una persona realista, equilibrada.  Por eso, es preciso que asumas los dos aspectos de tu existencia personal:  la luz y la oscuridad, la grandeza y la pequeñez, la santidad y el pecado.
Lo mejor que puedes hacer en tu vida es, aceptarte tal como eres:  lleno de cualidades (muchas, grandes y muy valiosas) y de debilidades y pecado.
No exageres ninguno de los dos aspectos.  No aumentes uno de ellos, negando el otro.  No eres ni ángel ni bestia.  Ni oro puro, pero tampoco basura.
Esfuérzate en ser siempre justo en tu auto-apreciación.  Sé equilibrado a la hora de analizarte.
Reconoce, con sencillez y gratitud, que Dios te ha colmado de cualidades y valores, y ?por ser humano? tienes defectos y pecados.
Gozarás de buena salud, cuando asumas -con sinceridad y naturalidad- estas dos caras de tu existencia:  las cualidades que Dios te ha regalado, y los pecados que tú cometes.
Te alegrarás tanto al agradecer a Dios por todo lo grande, bueno y bello que te ha hecho, como al confesar tus propios pecados.
Eres un destello de Dios en un puñadito de barro.
Por ser obra de Dios, eres bueno; por ser de barro, eres frágil y débil.
Saliste del corazón de Dios, agradécelo.  Cuando caigas, cuando cometas algún pecado, no te rebeles.  Suplica y pide que te alargue su mano misericordiosa, ya que nadie mejor que él para saber que eres de barro.
Necesitas empezar por aceptarte como eres, para que puedas llegar a ser lo que, todavía, no eres.  Aceptándote tal como eres, demuestras que eres persona inteligente.
Dios quiere que vivas en la verdad.  Ni más arriba, ni más abajo. 
Tu puesto, tu pedestal está en punto justo:  aceptarte.
No te hinches por todo lo bueno que eres.  Puedes explotar. 
No te deprimas por todo lo débil que eres.  Puedes dañar seriamente tu salud.
Aceptándote tal como eres, puedes llegar a ser lo que Dios quiere que seas.
Nunca te aburras de ti mismo.  Si Dios ?con ser Dios? no se aburre jamás de ti ¿por qué vas a empeñarte tú en aburrirte de ti mismo?
No trates de compararte con nadie.  Tú eres Tú.
Tú eres todo un universo de cualidades y posibilidades, que debes conocer, valorar y desarrollar.
Convéncete de que tú eres y tienes más que suficiente para ocuparte de ti mismo. 
Eres, también, un abanico ?sorprendente y desconcertante? de debilidades, fallas y pecados, que has de aceptar y superar -poco a poco- con la ayuda de Dios, que siempre actúa a tu favor.
Ten paciencia infinita contigo mismo, recordando -continuamente- que Dios la tiene contigo.
Dios te tiene paciencia, para que tú la puedas tener contigo.
Te demuestra, sin cesar, grande y amorosa paciencia, porque sabe muy bien con qué material estás hecho; te conoce en profundidad y te ama de verdad.
Dios te recuerda la razón por la que tienes que aceptar con paciencia:  o porque te amas o porque te quieres amar.
No te impacientes ni pierdas la calma, si no eres, todavía, tan bueno como quisieras.
Todo lo importante y decisivo de la vida, tarda en hacerse.  No pretendas quemar etapas, anhelando volar cuando todavía no has aprendido a andar.
Confía en Dios, en ti mismo.  Haz lo que puedas y pide a Dios lo que no puedas.
Así como te gozas de tus cualidades y virtudes, así, también ?con idéntica alegría? aceptarás tus fallas, limitaciones y equivocaciones.  Sólo así podrás crecer, llegar a conseguir tu propia estatura.
Empéñate en superarte, en alcanzar tu propia plenitud.
Propóntelo, día tras día, con tesón y humildad.  Poco a poco, sin forzar nada ni impacientarte, lo irás logrando.
Dios no tiene prisa ¿por qué tenerla, tú?

Sri Nisargadatta Maharaj-3671

Sri Nisargadatta Maharaj

Sri Nisargadatta Maharaj (marzo de 1897 – 8 de septiembre de 1981) fue un vendedor de cigarrillos en Bombay, y es considerado por muchos como un iluminado. Ha sido un gran maestro espiritual de la corriente Advaita y su enseñanza es admirada por ser directa e informal. Es conocido por su sublime obra I am that (Yo soy eso).

Biografía 
Su padre, Shivrampant, trabajó como sirviente doméstico en Mumbai y después como pequeño granjero en Kandalgaon, un pueblecito de los bosques del distrito Ratnagiri, en Maharashtra. Tras la muerte de su padre, Marutti (su nombre de nacimiento) dejó el pueblo al cumplir los dieciocho años, y se fue a Mumbai donde trabajó brevemente como vendedor. Después se hizo pequeño comerciante y desarrolló su propio negocio. En 1924 se casó con Sumatibai y tuvieron tres hijas y un hijo. Abrió una tienda de bidis (cigarrillos finos indios). Fue a partir de aquí (con unos 35 años) cuando llegó a interesarse abiertamente por los temas espirituales.

Un amigo suyo, Yashwantrao Bagkar, era discípulo de Sri Siddharameshwar Maharaj, a quien llevó a ver un día. Marutti quedó conmovido por la personalidad y la enseñanza de aquel hombre, y poco después fue su gurú. Sri Siddharameshwar Maharaj propició la iluminación de Nisargadatta a los 37 años con instrucciones como “…mantente en la sensación de yo soy…”, “…ahí reside la verdad última…” o “Tú eres lo Supremo”.

Sri Siddharameshwar murió poco después, en 1936. Entonces Nisargadatta abandonó a su familia y su negocio de bidis y se fue a los Himalayas; pero pronto volvió y comenzó a impartir sus enseñanzas.

Obra 
La medicina suprema (1979)
La experiencia de la nada
Enseñanzas definitivas(El néctar de la inmortalidad)
Ser
Semillas de consciencia (1979)
Yo soy eso
Antes de la consciencia
La consciencia y lo absoluto
El buscador es lo buscado

Heinrich Zimmer

Heinrich Zimmer

Shiva.Heinrich Zimmer (1890-1943) fue un Indólogo e historiador del arte surasiático. Nació en Greifswald, Alemania.

Biografía
Zimmer comenzó su carrera estudiando sánscrito y lingüística en la Universidad de Berlín donde se recibió en 1913. Entre 1920 y 1924 se docencia en la Universidad de Greifswald, trasladándose a Heidelberg para ocupar la presidencia en filología india.

En 1938 fue despedido por los nazis, emigrando a Inglaterra donde entre 1939 y 1940 sería profesor en el Balliol College (Oxford). En 1942 marcharía a Nueva York para aceptar una posición de profesor visitante de filosofía en la Universidad Columbia. Uno de sus estudiantes durante este período de tiempo fue Joseph Campbell. Zimmer fallecería allí, de neumonía, el año siguiente (1943).

Trabajo 
El método de Zimmer consistía en examinar imágenes religiosas usando su significado sagrado como una llave de transformación psíquica. Su empleo de filosofía (india) e historia religiosa para interpretar arte estaba en desacuerdo con la idea tradicional. Su vasto conocimiento en mitología hindú y filosofía (en particular sobre los Puranás y sobre tantra) le dieron ideas sobre el arte, que fueron apreciadas por Joseph Campbell entre otros. Campbell editó muchos de los escritos de Zimmer después de su muerte. El psiquiatra Carl Gustav Jung también desarrolló una larga relación de muchos años con Zimmer, y por casualidad corrigió un volumen de Zimmer titulado Der Weg zum Selbst (ámbos se conocieron en 1932, después de lo cual Zimmer, junto a Richard Wilhelm, se convertiría en uno de los pocos amigos masculinos de Jung). Zimmer es acreditado por muchos por su popularización del arte surasiático en Occidente.

En 1929 se casó con Christiane Hofmannsthal, hija de Hugo von Hofmannsthal.

Obra 
Kunstform und Yoga im Indischen Kultbild (Artistic Form and Yoga in the Sacred Images of India, 1926; traducido y editado por Gerald Chapple, James B. Lawson y J. Michael McKnight, 1984)
Maya: Der Indische Mythos (1936)
Myths and Symbols in Indian Art and Civilization. Editado por Joseph Campbell (1946)
Hindu Medicine. Editado por Ludwig Edelstein (1948)
The King and the Corpse: Tales of the Soul’s Conquest of Evil. Editado por Joseph Campbell (1948)
Philosophies of India. Editado por Joseph Campbell (1953)
The Art of Indian Asia, its Mythology and Transformations. Completado y editado por Joseph Campbell (1955)
Heinrich Zimmer: Coming Into His Own. Editado por Margaret H. Case (1994)

Bibliografía 
Zimmer, Heinrich (2001, 2008). Mitos y símbolos de la India. Prólogo de Joseph Campbell, traducido por Francisco Torres Oliver. Cuarta edición, colección El Árbol del Paraíso 1. 41 ilustraciones. Madrid: Editorial Siruela. ISBN 9788478442911.
— (1999). El rey y el cadáver: cuentos, mitos y leyendas sobre la recuperación de la integridad humana. Barcelona: Paidós Ibérica. ISBN 9788449306914.
— (1998). Yoga y budismo. Barcelona: Editorial Kairós. ISBN 9788472453814.

Análisis introductorio
Jung, Carl Gustav (2008). Obra completa: Volumen 11. Acerca de la psicología de la religión occidental y de la religión oriental. XV. Sobre el santón hindú. Introducción al libro de H. Zimmer Der Weg zum Selbst (1944). Madrid: Trotta. ISBN 978-84-8164-902-4/ ISBN 978-84-8164-907-9.

Rescubrir la vida

From: The_dark_crow_v301  (Original Message) Sent: 04/09/2004 23:01
A veces soy malo para escribir cartas, cuando pense que escribirte recorde este escrito.

Redescubrir  la vida

Antony  de Mello

Es necesaria una cualidad para captar aquello que yo descubrí y que revolucionó mi vida: la cualidad de escuchar, de comprender, de ver. Escuchar no es tan fácil como podría parecer. La razón es que siempre escuchamos a partir de conceptos establecidos, de posiciones y fórmulas establecidas, de prejuicios… Escuchar no significa tragar, eso es credulidad.

Escuchar significa estar alerta. Si estás alerta estás observando, estás escuchando con un especie de mente virgen. Si rechazamos lo nuevo, no estamos dispuestos a escuchar. Pero si lo aceptamos sin discriminar tampoco estamos escuchando.

Tenemos a mano la solución del problema de la felicidad. ¿Por qué no la usamos? No la queremos. Aprende a contentarte con lo que tienes, aprende a ser autosuficiente.

TU VIDA ES UN ENREDO. ¿No te gusta oírlo? Bueno, quizás eso prueba que es cierto. Como la mayoría de la gente, tienes una teoría: “Debes perturbarte o no eres humano”. Muy bien, adelante entonces, pertúrbate.

Se puede perder el miedo y encontrar la felicidad. La tragedia es que no crees que lo puedes lograr. Sin embargo, ¡es tan fácil!. La actitud de las personas en todas partes es que no quieren oír, no quieren escuchar. Tu les dices:

-La vida es extraordinaria, es maravillosa; tu podrías disfrutarla; no tendrías ni un minuto de tensión, ni uno; ninguna presión, ninguna ansiedad.

-¡No es posible! ¡No puede lograrse! – será tu respuesta.

No hay ningún espíritu de búsqueda, de investigación.

TU VIDA ES UN ENREDO Y NO QUIERES SALIR DEL EL. La última cosa que quiere un paciente es la cura; no quiere curarse, busca alivio. ¿Estás preparado para cambiar éxito por felicidad? ¿Se te ha ocurrido que aquello que llamas tu felicidad es en realidad tu prisión? ¿En quién encuentras tu felicidad? ¡En tu prisión!

“Vivir como un rey” significa no saber en absoluto de ansiedades, de conflictos internos; vivir sin tensiones, sin presiones, sin desconcierto, sin congoja. ¿Qué queda entonces? Felicidad pura, sin diluir.

No debes hacer nada para ser feliz. No puedes adquirir la felicidad. ¿Sabes por qué? ¡Porque ya la tienes! Pero estás todo el tiempo obstruyéndola. Cuando el ojo no está obstruido, el resultado es la visión. Cuando el corazón no está obstruido, el resultado es la dicha… y el amor.

TU NO QUIERES SALIR DEL ENREDO. Quieres comodidad, quieres tus pequeñas pertenencias; las pequeñas cosas que la sociedad te ha enseñado que son esenciales para la felicidad.

El enredo existe porque tienes ideas equivocadas, no porque algo esté mal en ti.

El mundo está lleno de sufrimiento, la raíz del sufrimiento es el apego, la supresión del sufrimiento significa la eliminación, el abandono de los apegos.

Hay una clase de deseos que, si no los satisfacemos, no por eso nos entristecemos. Pero hay otros deseos frente a los cuales nos decimos: “Si no consigo esto, voy a ser desdichado…” A los deseos de este tipo los llamo apegos.

Sin apego no hay temor. Estar libre de todo apego a la vida significa estar feliz de vivir y estar feliz de abandonar la vida.

Si disfrutas del aroma de un millar de flores, no te sentirás mal por la falta de una. ¿Has sido educado para gozar de un millar de platos, de modo que nada te perturbe, porque si pierdes aquello, tienes esto…? Oh, no, no! Tienes que conseguir esto.

Tenemos instrucciones equivocadas. A la sociedad no le importa para nada si somos felices o no. Así nos educaron: “Debes tener deseos de cuya satisfacción dependa tu felicidad”.

El mayor enemigo del amor es el apego. ¿Sabes por qué? Porque:

-Si te deseo de esta manera, deseo poseerte; no puedo dejarte libre, tengo que atraparte; tengo que manipularte para poder atraparte. Voy a manipularme a mí mismo para poder engañarte, y así, atraparte.

No hay miedo alguno en el amor perfecto, porque no hay ningún apego. Donde hay sufrimiento, no hay amor.

Si no estuvieras ocupado activamente en volverte desdichado, serías feliz. Todo lo que debes hacer es sentarte y limitarte a observar cuan falso es decir que no serías feliz sin A o B o X.

¿Recuerdas cuando, en tu infancia, perdías algo y pensabas: “nunca voy a ser feliz sin esto”? ¿Qué pasó? Si lo encontraras ahora, no lo mirarías siquiera. ¿Por qué no aprendemos? ¡Oh, no, no! Tenemos que vivir en la ilusión. Queremos estímulos, no queremos la felicidad. Queremos emociones.

LA SUPRESION DEL SUFRIMIENTO ES EL ABANDONO DEL APEGO. ¿Cómo se lo abandona? Basta con mirar para comprender que está basado en una creencia falsa, la creencia de que “sin esto no puedo ser feliz”. En el momento que comprendas que es falso, te vuelves libre.

Cuando hablo de temor, me refiero al temor a lo que vendrá; a lo que sucederá. Y “ésto”, nos dicen los místicos, no existe; en sus mentes, simplemente no existe. Estamos atados a cosas que no existen. Tenemos miedo de cosas que no son… Son falsedades, ilusiones, creencias; no realidades.

La vida es algo que nos pasa mientras estamos ocupados sufriendo toda clase de otras cosas.

Tú estás perturbado debido a tus apegos. ¡Toda perturbación está en tí!; no en la vida, ni en la realidad, ni en el mundo… Nada en la realidad, nada en la vida, nada en el mundo te perturba; nada tiene el poder de perturbarte. La realidad no es problemática; si no existiera la mente humana no habría problemas. Todos ellos existen sólo en la mente humana.

Tú has elegido pensar; has sido adiestrado para pensar que “un hecho” es lo que te perturba. ¡No es “este hecho”! Es tu programación, tu adiestramiento. El sentimiento de perturbación no está causado por “el hecho”, sino por tu reacción frente al mismo. Tú y yo hemos sido hemos sido adiestrados para hacer depender nuestra felicidad de ciertas cosas, y entonces, cuando esas cosas no se producen (por obra de nuestro adiestramiento, de nuestra programación, de esa falsa creencia en que “si esto no sucede, no seré feliz”), sucede que nos perturbamos. Nada te perturba, te perturbas a tí mismo cuando algo sucede.

“Espiritualidad” significa no estar más a merced de suceso, persona o cosa alguna. No dije que no haya que amar a las personas; dije que no hay que estar más a su merced. Hemos sido adiestrados para depender emocionalmente de los demás, para no ser capaces de vivir emocionalmente sin ellos.

Existe el supuesto de que si no te perturbas, si no te adiestran para que te perturbes, no harás nada. Pero mira: hay alguien que no tiene para comer y eso es una calamidad. Ahora tú estás perturbado; tenemos dos calamidades. Muchas personas no pueden concebir la idea de lanzarse a la acción sin antes perturbarse. Cuando uno se perturba tiene menos energía para hacer cosas y tiene menos capacidad de percepción; ya no ve las cosas correctamente, reacciona en exceso.

En realidad nadie te ha perturbado jamás, nadie te ha dañado jamás. El daño no me lo hicieron los demás, no me lo hizo el mundo, no me lo hizo la vida, y lo mejor de todo, no me lo hice yo mismo. Es como si el hacerlo estuviera fuera de mi control. No te culpes a ti mismo. Eso ha sido grabado dentro de ti. Has sido programado para eso, has sido condicionado de esa manera. Esto es lo que debes comprender.

No tienes que hacer nada para alcanzar la iluminación, no tienes que hacer nada para lograr la liberación y para obtener la espiritualidad. Todo lo que tienes que hacer es comprender algo, entender algo. Si lo entendieras, serías liberado.

Madurez es comprender que no se puede culpar a nadie, o mejor dicho, no darse la salida emocional infantil de culpar a otros o a uno mismo, sino más bien ver qué anduvo mal y ponerse a remediarlo. Entonces ellos no pueden ser culpados, tú no puedes ser culpado. La programación es lo que los llevó a hacer eso.

Hasta ahora siempre te has identificado con lo que sentías, pero ahora descubrirás que no eres tu sentimiento, no eres tu desdicha, no eres tu disgusto…

No “arregles” nada. Deja que todo siga su curso; desaparecerá por sí solo. Cuanto más trates de “arreglarlo”, más se fortalecerá. Muchas personas nunca cambian porque están muy decididas a cambiar. Están tan decididas que no cambian nunca. Como están tan tensas, tan ansiosas, todo empeora.

Lo que sucede es que tú no te “arreglas”, no cambias; la vida cambia, como también lo hace la naturaleza. Así como uno no se cura a sí mismo, la naturaleza si se cura a sí misma. Uno debe limitarse a hacer algo para ayudarla.

La vida no es cruel contigo, la vida es fácil; es tu programación la que es cruel contigo.

¿Consideras que eres un “ser humano” si vives como un pequeño mono que salta cuando cualquiera tira de la cuerda?

Tu perturbación proviene de tu programación; no de ti, no de los demás. Se hará cargo de si misma; realmente lo hará. Te sorprenderá de que, después de unos pocos meses, las cosas que antes te habrían enfermado podrás vencerlas sin esfuerzo, con una paz perfecta. Eso es la vida espiritual; es morir para ti mismo, abandonando tu programación. La abandonarás al comprenderla como es, llamándola por su nombre.

Dios está más allá de la mente cognoscitiva, por lo cual lo designamos con la calificación de “Misterio”. ¿Qué significa ansiar lo desconocido, lo incognoscible, aquello que está más allá de toda concepción humana y de todo entendimiento? No tenemos idea. ¡Pero no te distraigas con esto! Continúa con la autoobservación, el autoconocimiento, la autoliberación. Así comprenderás mejor, “más allá del entendimiento”, como dice San Pablo, que es Dios.

Tu no eres el autor del hecho, y no es maduro culparse a sí mismo si uno no es culpable. No hay deliberación en lo que haces, pues se origina en tu programación. No debes culparla, pero debes comprender que es en ella donde se origina la perturbación. Cuando te golpeas la rodilla contra una mesa, debes comprender que el dolor no está en la mesa; el dolor es causado por algo que sucede en tu rodilla. Análogamente, cuando chocas con la realidad, se produce un dolor dentro de ti. Ese dolor no es causado por la realidad, sino por algo que sucede en tu interior. Tu no lo provocas deliberadamente. Pero debes comprender de qué se trata. ¿Por qué, en algunas personas, este proceso no prosigue o ellas se han liberado de él, mientras que, en otras, continúa? Ser responsable es comprender y, como resultado de la comprensión, ser liberado.

Hay personas que se niegan a permitirse tener sentimientos de ningún tipo, se endurecen y dicen que nada les importa. Esto no ayuda a lograr el desapego. Por otra parte, están las personas a las que me refiero, que son las que tienen una perturbación, pero que, a través de la comprensión, la trascienden, la superan.

Observa, comprende, cambia, como resultado de usar el entendimiento.

¿Cuánto duró tu dicha? ¡Mídela! Lo digo en serio. ¿Cuántos segundos, cuántos minutos? Es que estás buscando algo más. ¿Por qué no estudiamos esto? Es tan valioso, más valioso que estudiar las Escrituras. Porque ¿de qué sirven las Escrituras si no has comprendido lo que significa vivir y ser libre y ser espiritual…?

…La supresión del sufrimiento es el abandono del apego, la comprensión de que el apego es la creencia falsa en que alguna cosa o persona puede hacernos felices. La verdadera felicidad no es causada por nada. La verdadera felicidad es “incausada”.

Nunca vivirás hasta que dejes de aferrarte a la vida. Cuando te aferras, la felicidad muere. Si tu felicidad depende de alguien o de algo, no es felicidad, es inquietud, es tensión, es presión, es temor.

En nuestro deseo de ser felices hacemos todas las cosas equivocadas. Hemos sido programados para ser desdichados. Cualquier cosa que hagamos nos hará más desdichados. ¿Qué harás para evitarlo? ¿Cambiarás tú?, ¿cambiarás a los demás?, ¿conseguirás algo?… No tienes que hacer nada… ¡Tienes que comprender! Deja de lado la obstrucción, abandona las creencias falsas y el apego desaparecerá. Entonces sabrás qué es felicidad.

Si meditas sobre esto, durante días, experimentarás algo de su verdad, entonces no necesitarás escucharme a mí o a cualquier otro. ¡Tú posees esa verdad, la has aprendido, la has comprendido! Estás apegado sólo porque creíste , falsamente, que sin esa cosa, esa persona, esa situación no serías feliz. ¡Comprende que se trata de una falsedad y serás libre!

Piensa en los problemas que tienes en materia de relaciones humanas. ¿Conoces la raíz de todos esos problemas? ¡Tú eres la causa! ¡Te sientes afectado pero tú eres la causa!

Si acudieras a mí para consultarme por problemas con tu esposa, sería como si tuvieras dolores y fueras a consultar al médico:

-Doctor, son terribles estos dolores…

-Te recetaré algo para tu esposa, ¿está bien?

-Eso ya me hace sentir mejor. Gracias doctor.

¿No es esto una locura? ¿Tú tienes problemas con tu esposa y quieres que yo la haga cambiar? ¿Quién tiene el problema? Tú ¿no es así? Vamos a eliminar el problema, la causa del problema: tú. Pero tú no lo entiendes. Has sido educado para pensar que los demás tienen que cambiar, que el mundo tiene que cambiar, para que tú seas feliz; pero no te das cuenta.

Estás perturbado, ¡algo te pasa! No comprendes a tu esposa, ni siguiera la ves. Porque cuando estás perturbado, tu ventana está empañada; y tratarás de limpiar todos los edificios porque, desde tu ventana empañada, los verás sucios a todos. Vemos a los personas no como son, sino como somos nosotros.

Queremos cambiarnos a nosotros mismos; queremos cambiar el mundo. Eso es lo que nuestra programación nos ha inculcado. Tenemos que cambiar todo, sin antes haber entendido nada. Lo que necesitas no es cambiar, es comprender. Compréndete a tí mismo; comprende a los demás. ¡No estás aquí para cambiar el mundo, estás aquí para amarlo! Tú no quieres amar el mundo, quieres cambiarlo. Amar significa ver, comprender. ¿Cómo puedes amar lo que ni siquiera ves? ¿Cómo puedes comprender si estás perturbado? ¿Cómo puedes comprender si se interpone alguna emoción positiva o negativa? Dicen que el amor es ciego. ¡Falso! No hay nada tan clarividente como el amor; es lo más clarividente del mundo. El apego es ciego porque es estúpido, porque está basado en una creencia falsa. Y eso es lo que llaman “amor”.

Una gran mentira que nos han contado cuando éramos niños es la siguiente: “Necesitas se amado.” Bueno, cuando eras un niño, sí, de acuerdo. Pero ¿Quieres decir que eres un niño aún? Y sabes que te dicen constantemente:

-Necesitas ser amado, necesitas éxito, ser aprobado, ser apreciado, ser afirmado, necesitas…

¡Basura! Y todos lo creen. Te diré lo que necesitas. Hay sólo una necesidad, que es “amar”. No hay otra.

Se puede manejar a las personas con halagos. Podrías hacer cualquier cosa con estos monos humanos, con sólo decirles que los quieres, además de algo bueno acerca de ellos. Entonces, (A) se sentirán halagados; (B) ¡sentirán amor por ti! Lo que ellos llaman “amor”, por supuesto. Amor de mono, claro. ¿Sabes qué es para ti el amor?:

-Tú eres bueno conmigo; yo soy bueno contigo, ¿si? Tú me das lo que quiero, entonces te quiero. No me das lo que quiero, entonces te detesto.

Se supone que esto es amor, pero es lo que yo llamo un buen “regateo”. ¿A eso llamas amor? Entonces, ¡aquí viene la computadora! Oprimo la tecla roja… Lo alabaron y él se anima; ¡está tan feliz! Critíquenlo y opriman la tecla azul. ¡Ahora está por el suelo!

Cuando te dicen que estás bien, naturalmente, se supone que debes estar bien. Y cuando te dicen que no estás bien, no lo estás, ¡naturalmente! Se supone que debes sentirte deprimido. Se supone que esto es humano, naturalmente. A eso lo llamo “ser una máquina”.

Desarrollaron en nosotros el gusto por drogas llamadas “aprobación”, “éxito”, “hacerlo a la perfección”, “alcanzar el éxito, la afirmación, el triunfo, la victoria”. Nos dieron poder, reputación, fama, prestigio. Nos dieron esta droga. Y, ¿sabes algo? Comenzamos a sentirnos bien.

Fue una especie de sensación de embriaguez, una magnífica sensación cuando nos aplaudían. Y empezamos a pensar que era magnífico ser famoso, exitoso, tratado con deferencia, popular. Resultado: cuando empezamos a crecer, ya nos podían controlar de la manera que querían. Todo lo que tienen que hacer es retener la droga. No te aprueban… ¡Qué preocupado te sientes. Te critican, no te afirman… ¡Síntomas de abandono! Vuelves a rastras para buscar reafirmación.

¿Sabes que, como resultado de esto, has perdido tu capacidad de amar? Porque cuando necesitas a alguien, no puedes amar a esa persona. Durante las 24 horas del día, consciente o inconscientemente, queremos algo de las personas que nos rodean. Tenemos miedo de lo que puedan pensar de nosotros. ¿Cómo podrías amar a las personas de esta manera, cuando dependes tanto de ellas emocionalmente?

Por supuesto que tenemos que depender unos de otros. Así es como se construye nuestra sociedad; compartimos nuestro trabajo… Para la cooperación del mundo, la dependencia es necesaria. No tengo nada contra esa clase de dependencia. Lo malo es depender de otro para tu felicidad. Pues entonces no puedes amar.

Cuando comprendes esto te das cuenta de lo encantador que resulta estar solo, no necesitar emocionalmente a los demás. Y, por primera vez, comprendes que puedes amar a la gente. No necesitas sobornarlos, manipularlos, impresionarlos, apaciguarlos. Finalmente, puedes amar. Nunca más podrás sentirte solitario. ¿Sabes qué significa sentirse solitario? Significa tener una necesidad desesperada de los demás, hasta el punto de ser infeliz sin ellos. El sentirse solitario no se cura con compañía humana; se cura con el contacto con la realidad, comprendiendo que no necesitamos a los demás. Podrás disfrutarlos, porque no los necesitas. El resultado es que ya no hay tensión. Los demás podrían pensar lo que quisieran, podrían decir lo que quisieran, sin problema. Tú no te sentirías afectado, pues te sacaron la droga del “sistema”. Estás aún en el mundo, pero ya no le perteneces. Ya no pueden controlarte. Allí es donde comienza el amor.

¿En qué crees que la mayoría de la gente gasta su vida? ¡En impresionar a los otros! En asegurarse en que no son criticados y en obtener autoafirmación. Resultado: muy poca gente vive.

“Cuando seáis capaces de reíros de la vida en su propia cara, seréis soberanos del mundo… exactamente igual que la persona dispuesta a morir.”

NUESTRA BUENA SALUD ESTA EN NUESTRO BUEN PENSAMIENTO

De: Alias de MSNALFASUPER1  (Mensaje original) Enviado: 25/11/2004 10:05

NUESTRA  BUENA SALUD ESTA EN NUESTRO BUEN PENSAMIENTO

El ser humano está compuesto de cuatro cuerpos inferiores y otros cuerpos superiores. Los cuerpos inferiores sirven de vehículo expresivo en el plano terrestre a nuestro Yo Real.
Ese Yo Real elige una virtud para expresar y manifestar en el plano. Cada uno de los cuerpos inferiores vibra en diferentes frecuencias. Deben vibrar en armonía para que podamos manifestar la virtud. Nuestra tarea es esa. Si no los manejamos desde cuerpos superiores se presentan conflictos entre ellos, y si alguno toma el mando el desequilibrio se ve fácilmente en el cuerpo físico, que es el de vibración más baja, y no le puede seguir el ritmo a los otros dos. Entonces empieza la enfermedad como una forma del cuerpo físico de dar un freno a los demás cuerpos.
Si hemos dejado que uno de los cuerpos inferiores tome el mando también puede decirse que la enfermedad se produce cuando el ser -Alma- Yo Real- olvida quien es y a donde se dirige. Es un mensaje directo que nos dice no solo la forma en la que estamos desequilibrados, sino los pasos que debemos dar para volver al Yo Real y a la salud (Alice Bailey).

El cuerpo físico es el que nos permite expresarnos a través de la forma, a través de sus venas y arterias corre sangre vital.
El cuerpo etérico es el que energetiza al cuerpo físico, es una red de líneas de fuerza a través de las cuales fluye la energía cósmica o divina.
El cuerpo emocional es el que muestra la respuesta de la personalidad al deseo – el ansia de poseer o no poseer- se experimenta como todos los pares de sentimientos opuestos como amor-odio, alegría-tristeza, etc.
El cuerpo mental es el que nos permite conectar a los demás cuerpos inferiores con los superiores o espirituales

Un alto porcentaje de enfermedades se originan en el cuerpo etérico y en el emocional, ya que si apreciamos que el se rige mayoritariamente por lo emocional vemos que la enfermedad puede atribuirse a exceso de estímulos. Ej.: deseos excesivamente satisfechos o excesivamente frustrados. Anhelos reprimidos o manifestados en exceso.
Otro porcentaje se origina en el cuerpo mental y va a aumentar a medida que la humanidad deje de lado los patrones emocionales.
Actualmente se ve un porcentaje apreciable de enfermos cuyo origen de enfermedad esta por un lado en lo emocional y por otro en lo mental. Ej.: Enfermedades psicosomáticas.
Hay que explorar el origen de la enfermedad porque volver a estar sano exige mucho trabajo y cambio personal. La receta del médico es insustituible para el cuerpo físico, pero si no arreglamos los cuerpos (emocional y mental) la enfermedad aparecerá nuevamente tal vez con otro síntoma.

Ayer y mañana

De:  Sacerdotizadelaluna1  (Mensaje original) Enviado: 09/09/2004 12:07

Ayer y mañana
Ayer fue para aprender y mañana será la consecuencia de lo que hoy pueda realizar. 
Hoy me enfrentaré a la vida con la convicción de que este día jamás volverá.
Hoy es la última oportunidad que tengo de vivir intensamente, pues nadie me asegura que mañana volveré a amanecer.
Hoy tendré la audacia de no dejar pasar ninguna oportunidad, mi única alternativa es la de triunfar.
Hoy invertiré mi recurso mas importante: mi tiempo, en la obra más trascendental: mi vida; cada minuto lo realizaré apasionadamente para hacer de hoy un día diferente y único en mi vida.
Hoy desafiaré cada obstáculo que se me presenta con la fe de que venceré.
Hoy seré la resistencia al pesimismo y conquistaré al mundo con una sonrisa, con la actitud positiva de
Esperar siempre lo mejor.
Hoy haré de cada tarea ordinaria una expresión sublime.
Hoy tendré los pies en la tierra comprendiendo la realidad y la mirada en las estrellas para inventar mi porvenir.
Hoy tendré tiempo de ser feliz y dejaré mi huella y mi presencia en el corazón de los demás.
Hoy te invito a empezar un tiempo nuevo donde soñemos que es posible cuanto nos proponemos y lo realicemos con alegría y dignidad. 

Hunab-Ku-2764

De: Alias de MSNThe_dark_crow_v301  (Mensaje original) Enviado: 03/09/2004 23:30

Hunab-Ku
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http://www.elexion.com/lakota/textos/texto26.htm

por Hugh Harleston, Jr.
Traducción de Cheryl Harleston

La vida es luz para nosotros los humanos. Pero estamos acostumbrados
a pensar que la luz brilla en la oscuridad y que la oscuridad no
comprende. Esto nos podría estar diciendo que no sirve de nada
intentar “saber” intelectualmente, que adentro existe una vida
innombrable. Los Mayas nombraron a lo innombrable HUNAB-KU. Si hemos
de encontrar caminos hacia la comprensión, deberán estar en el
momento presente, en el ahora. Y la “oscuridad” en nosotros —nuestro
siempre estar “allá afuera” pero nunca “acá adentro”— puede, a través
de hacernos conscientes, comprender, ser preñada por HUNAB-KU,
momento sin nombre de no-verbalidad. Esto significa que debemos
intentar hacer contacto tan frecuentemente como sea posible con la
calma en nosotros, con completa sinceridad, con genuina seriedad, con
absoluta simplicidad.

© 1986 Hugh Harleston, Jr.

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